#no le tenía fe pero ahora es de mis musicales favoritos
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Como le explico a alguien la alegría que me produjo ver a Beetlejuice en poncho recitando el Martín Fierro, diciendo que di ocote y bailando cuarteto
#las amo versiones sin copyright de musicales famosos#no le tenía fe pero ahora es de mis musicales favoritos#hermoso terror posting
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Capítulo 13 “¡Enséñanos los Cantos del Cielo!” Un Evangelista Africano Promueve la Himnodia* Indígena (Costa de Marfil y Liberia) por James R. Krabill
William Wadé Harris, el profeta y evangelista y “etnohimnólogo”
Cuando a fines de 1913 el profeta William Wadé Harris dejó su nativa Liberia para empezar su ahora bien conocida campaña de evangelización por el sur de la Costa de Marfil, se halló frente a una población que tenía muy poca exposición previa, si acaso alguna, al cristianismo. Misioneros católico romanos franceses por casi veinte años habían trabajado incansablemente por establecer una presencia creíble y duradera en la región, pero habían logrado muy escaso éxito. La única presencia protestante se hallaba en grupos pequeños y esparcidos de empleados africanos que hablaban inglés de Sierra leona, Costa de Oro, Liberia y Gambia, que habían venido a Costa de Marfil, no como misioneros, sino como agentes de las compañías comerciales británicas que comerciaban con los pueblos de la costa.
El ministerio de predicación, quema de fetiches y bautismo que desarrolló el profeta duró apenas dieciocho meses hasta que lo expulsaron de la colonia en enero de 1915. El impacto de ese breve ministerio, sin embargo, fue de lo más asombroso en verdad, resultando en:
• unas 100.000 a 200.000 personas convirtiéndose de sus creencias y prácticas religiosas tradicionales a una nueva realidad estructurada alrededor de unos cuantos principios rudimentarios de la fe cristiana prescritos por el profeta Harris;
• Adoración del “único Dios verdadero”;
• reuniones semanales el séptimo día para predicación, oración y canto;
• exposición inicial de la ley de Dios en los Diez Mandamiento y el Padre Nuestro;
• y el nombramiento de nuevos “especialistas de religión” (predicadores y doce apóstoles) responsables en cada población por vigilar el bienestar general de la iglesia.
En general, el profeta Harris era un hombre en movimiento, nunca quedándose mucho tiempo en ningún lugar. En algunos casos los pobladores viajaban largas distancias para ver al profeta, recibir el bautismo de su mano, y luego volvían el mismo día, y nunca más lo volvían a ver.
Una de las preguntas que frecuentemente le hacían a Harris sus nuevos convertidos durante esos breves encuentros tenía que ver con el tipo de música que se esperaba que cantaran una vez que volvieran a sus poblaciones. “Enséñanos los cantos del cielo,” le suplicaban al profeta, “de modo que podamos realmente dar gloria a Dios.”
Es importante comprender el trasfondo de Harris a fin de apreciar su respuesta a los miles de nuevos creyentes que se arremolinaban a su alrededor, aferrándose casi desesperadamente a cada palabra de consejo que podría darles. Nacido de una madre metodista, probablemente alrededor de 1860, William Wadé Harris había pasado más de treinta y cinco años, casi toda su vida adulta antes de ser profeta (1873-1910), asistiendo y sirviendo activamente en iglesias metodistas y episcopales “civilizadas” de Libera oriental. Muy comprensiblemente, la tradición de himnos occidentales que llenaba la liturgia de estas iglesias había llegado a convertirse en la música sagrada que el mismo Harris quería y atesoraba profundamente. Cuando se les preguntó en 1978 si Harris tenía algún himno favorito, los nietos del profeta recordaron sin vacilación: “Con las Nubes Viene Cristo” (su himno favorito, que cantaba repetidas veces), “Guíame, oh Gran Jehová,” “Jesús, Que Amó a mi Alma,” “Cuán Firme Cimiento, Ustedes, Santos del Señor,” y “Oh, Qué Amigo nos Es Cristo.”
Sin embargo, viéndose frente a la multitud que buscaba su consejo sobre este asunto tan importante, el profeta rehusó dar respuestas fáciles. “Nunca he estado en el cielo,” les dijo con sabiduría, “así que no puedo decirles qué clase de música se canta en la población majestuosa de Dios. Pero si sé esto,” continuó, “que Dios no tiene ningún canto favorito personal. Él oye todo lo que decimos en cualquier lenguaje. Es suficiente que nosotros compongamos himnos de alabanza a él con nuestra propia música y en nuestra propia lengua y él entiende.”
Cuando se le preguntó más cómo exactamente debían proceder para componer estos nuevos “cantos de Dios,” el profeta les dijo que empezaran usando la música y formas de danza con las que ya estaban familiarizados. Para los dida, uno de los primeros y más grandes grupos étnicos que sintieron el impacto del ministerio del profeta, esto representaba un impresionante repertorio de por lo menos treinta clasificaciones distintas de géneros tradicionales musicales, que iban desde baladas de amor y elogios fúnebres, a cantos compuestos para cacería, siembra de arroz, y para rendir homenaje a líderes pudientes de la comunidad
No todos los géneros musicales, sin embargo, eran apropiados, de acuerdo al profeta, para usarlos al alabar a Dios. El siguiente relato de fines de 1913 describe como Harris ayudó a los dida de la población costera de Lauzoua a identificar qué clase de música tradicional se podía usar mejor para la composición de himnos.
El profeta le pidió a una de las mujeres que lo acompañaban una calabash [instrumento musical hecho de calabaza] y se la dio a Dogbontcho, una bien conocida música y compositora. Dogbontcho a su vez empezó a cantar para Harris una tonada zlanje [una clasificación de cantos de amor tradicionales de los dida]. Cuando terminó Harris dijo: “¡Ese canto no honra a Dios! ¡Canta otro clase!”
Esta vez Dogbontcho escogió una tonada dogblo [canto tradicional de alabanza para patrocinio político o religioso]:
El que no adora a Dios adorará más bien fetiches;
Pero el día que Dios le dice,
“Sígueme a mí y abandona tus fetiches,”
Ese día tendrá que hacer lo que Dios le ordena.
La población entera de Lauzoua pronto empezó a cantar uniéndose y siguiendo a su directora de canto. El mismo profeta, cautivado por el ritmo de la música, se desembarcó de su canoa y empezó a danzar. Entonces un milagro sucedió cuando la misma paralítica Dogbontcho abandonó su bastón y empezó a danzar con el profeta, acompañada de toda la población de Lauzoua ahora repleta de gozo.
Después de ese milagro el profeta aconsejó a la gente de Lauzoua que se abstuvieran de usar su música dogblo para propósitos profanos, sino que más bien la dedicaran a Dios, transformándola poco a poco y de tal manera que diera gloria a Dios. Así es como la música tradicional dogblo de los dida de Lauzoua y Yocoboué se convirtió en la música sagrada de la iglesia que tomó forma después de que el profeta vino a estas partes.**
Poniendo en música la nueva fe
Animados por estas palabras de consejo, y armados con la confianza de que ellos mismos eran capaces de producir música aceptable a Dios, los compositores dida se pusieron a trabajar, expresando con gran entusiasmo su fe recién hallada:
Nosotros, también, hemos por fin hallado a nuestro Padre.
No sabíamos que te íbamos hallar, Padre nuestro.
Pero hemos hallado a nuestro Padre;
Nuestro Padre es el Rey de gloria.
Un grupo de ancianos de la población dida de Makey me informó en 1984 que Harris, en su declaración de Lauzoua les había dado dos pautas específicas para la composición de himnos: 1) que los cantos tradicionales de alabanza (literalmente, cantos que “lanzan” o “gritan el nombre de alguien”) se deberían emplear en la producción de nuevos cantos, con el propósito ahora de que den alabanza Dios; y 2) que se debía hacer mucho uso del “lenguaje del perdón”; lenguaje que de ordinario empleaba el individuo que “desea restablecer con alguna otra persona una relación que se había roto o de alguna manera significativa se había estropeado.” Es asombroso cuántos de los primeros himnos de Harris, en efecto, parecen expresar uno u otro aspecto de estos dos temas de alabanza y perdón.
El estilo dogblo se remonta a los primeros años del movimiento de Harris. Le siguió el estilo yedje, originario de los avikam que viven en la costa, y que llegó a ser parte del corpus dida de Harris desde la década de los 30 para adelante. A esto lo suplementó más tarde la música nodilo, ebrié y nouveautés. Nodilo, quiere decir “cantos de hombres jóvenes,” habiendo sido compuestos desde los años 20 para adelante para contrarrestar y complementar lo que era un mundo musical dominado por mujeres. Los himnos ebrié son los traídos al territorio dida después de la visita en 1949 de John Ahui, en ese entonces reconocido como jefe espiritual de la iglesia de Harris en la Costa de Marfil. Nouveautés (los himnos más nuevos y más recientes) se remontan a 1965 y en adelante.
En los años que siguieron los compositores harristas hallaron y cultivaron estilos adicionales de música conforme aprendían a leer las Escrituras y crecían en su comprensión cristiana. Desarrollaron un orgullo justificable en este logro: un himno dida que data de la década de los 20 defiende su práctica de la crítica de los misioneros y catequistas protestantes (“la gente de la Biblia”):
Tenemos tu Nombre, ¡sí, en verdad! Sin embargo la gente de la Biblia nos dice Que con el trabajo que estamos haciendo aquí, No podemos acercarnos al Señor. ¿Por qué no podemos acercarnos al Padre? . . .
Tomemos cada uno nuestra sabiduría y oremos al Señor . . . Cada aldea en su propia lengua; ¡Tome esto entonces para orar al Padre!
En los años que siguieron al veloz paso del profeta por el sur de la Costa de Marfil, los compositores harristas dida produjeron un asombroso número de himnos. Mi trabajo con el liderazgo dida para compilar y transcribir los himnos harristas sacó a la luz más de 500 textos de himnos que abarcan el período de 75 años de 1913 a 1988. Desde mi partida de la Costa de Marfil en 1966, veintenas de nuevas composiciones se han añadido a la lista.
Un modelo para hoy
Estudios en años recientes realizados por antropólogos misioneros y etnomusicólogos cristianos han insistido cada vez más en las siguientes afirmaciones:
1. Que, “aunque Dios existe totalmente fuera de la cultura, mientras que los seres humanos existen totalmente dentro de la cultura, Dios escoge el entorno cultural en que los seres humanos están entretejidos como la arena para su interacción con la gente” (Charles Kraft en Martin Wroe, “Ancient and Modern: Church Music and the Culture Gap,” The Third Way (agosto 1985), p. 22.)
2. Que la cultura occidental con sus tradiciones musicales particulares ha sido en el pasado y puede serlo hoy una de tales arenas para la interacción de Dios con la gente. Si, sin embargo, la cultura occidental, los lenguajes occidentales, y la música occidental se llegan a percibir como la única o aunque sea la arena preferida para la actividad de Dios, entonces nos vemos frente a un concepto errado que “no sólo es asfixiante en lo cultural sino también una herejía teológica” (Albert W. D. Friesen en su tesis no publicada “A Methodology in the Development of Indigenous Hymnody,” 1981:ii-iii.)
3. Que Dios puede inspirar y hablar mediante toda cultura, todo lenguaje, y todo sistema musical, independientemente de si personas fuera de esa cultura tienen una respuesta estética a la misma. Negar esto es negar la universalidad de Dios. (Cf. Vida Chenoweth, “Spare Them Western Music!”
Evangelical Missions Quarterly 20 (1) enero (1984), p. 30.)
El profeta Harris nunca adujo ser teólogo, mucho menos un antropólogo cultural o un etnomusicólogo. Pero los etnomusicólogos de hoy, preparados como están en estas disciplinas, podrían hacerlo peor si lo escogen como santo patrono. “Dios no tiene cantos personales, favoritos,” les dijo Harris a los dida de Lauzoua. “Él oye todo lo que decimos en cualquier lenguaje; es suficiente que le alabemos en nuestro propio lenguaje para que él entienda.”
* Este artículo se basa en varias secciones de mi disertación publicada, The Hymnody of the Harrist Church Among the Dida of South-central Ivory Coast (1913-1949): An Historico-Religious Study [Studies in the Intercultural History of Christianity, Vol. 74] Frankfurt am Main: Peter Lang GmbH, 1995, 603 pp. Un artículo anterior que cubría mucho del material se publicó bajo el título “William Wadé Harris (1860-1929): African Evangelist and ‘Ethnohymnologist,’” Mission Focus 18 (4) diciembre (1990), pp. 56-59.
**Para un relato más completo del consejo de Harris a los dida de Lauzoua, ver mi artículo, “Dida Harrist Hymnody (1913-1990)” en Journal of Religion in Africa XX (2) junio (1990), pp. 119-120. Una expresión más reciente del relato está disponible en el capítulo 7 (“Gospel Meets Culture”) de mi libro, Is It Insensitive to Share Your Faith? Intercourse, PA: Good Books, 2005, pp. 88-102.
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The Armstrong Show: Jev Peazer.
EPISODIO: 02 TEMPORADA: 01. PRESENTADOR: Thomas Armstrong. INVITADO: Jev Peazer. LUGAR: New York, USA. HASHTAG: #TheArmstrongShow #TASwithJev
Otro programa más se llevaría a cabo ese día y el invitado era un joven en el que había pensado desde que la idea del show apareció en la cabeza del americano. Hace minutos que todo estaba listo, lo único que faltaba era la señal de siempre, la que le permitía ingresar al escenario. Para eso, le dedicó una mirada al integrante de producción que siempre le acompañaba y éste asintió, otorgándole permiso para hacer la entrada. Como de costumbre, una sonrisa se hizo presente en los labios de Thomas antes de avanzar, dejando atrás a su equipo y la pared que los separaba del público.
— ¡Hola, hola, hola, hola! —Movía ambas manos en todas las direcciones posibles, saludando a aquellos que estaban presentes allí y a los que veían el programa desde sus hogares. La cámara lo enfocaba directamente a su rostro, por lo que era imposible no contagiarse de su alegría. — Soy Armstrong, Thomas Armstrong…—Guiñó su ojo izquierdo antes de señalar sus espaldas. — ¡Y esto es The Armstrong Show! ¡Bienvenidos una vez más!
Todavía le parecía increíble estar allí, llevando a cabo algo que él mismo había planeado, por eso permaneció en silencio mientras los aplausos se hacían sentir. A paso lento, se dirigió al sofá blanco que ocuparía durante todo lo que el programa duraba. Una vez que la cámara se posó en él nuevamente, luego de grabar al público presente, se dispuso a hablar.
—Antes que nada, quiero aprovechar esta ocasión para desearle un feliz cumpleaños a mi hijo, Danny, que ya llegó a los siete.—Los aplausos de los presentes no se hicieron esperar y la sonrisa del americano expresaba pura felicidad en ese momento.— Ahora sí... Nuestro invitado de hoy es un chico bastante especial, es uno de los nominados a los GRAMMY y… le tenemos que recordar que lleve ropa extra a su tour. —Las risas por parte del presentador y el público no se tardaron en aparecer. — ¡Jev Peazer, damas y caballeros!
El cantante salió, saludando al público con una enorme sonrisa, y, acto seguido, luego de que Thomas se levantara del sofá, surgió un enorme abrazo entre los dos amigos. Ambos tomaron asiento ni bien se separaron y el americano se dispuso a comenzar con la entrevista.
— Es un placer tenerte aquí, Jev, más que nada porque todos sabemos lo ocupado que estás por tu tour.-Mientras hablaba, la imagen del cd del invitado aparecía en la pantalla detrás de ambos.-Y sobre eso... ¿te parece si comenzamos el programa con una anécdota que tengas de ahí?
Thomas esbozaba una sincera sonrisa, en dirección a Jev, que era captada claramente por la cámara, mientras el canadiense parecía pensar entre tantos posibles recuerdos que tenía.
— La de mis boxers no es muy especial pues supongo que miles de jóvenes pasan por lo mismo.— Se pudo percibir la tímida sonrisa del invitado a través del lente de la cámara. — Hace poco que terminó el Jev World Tour y estamos a poco de ir al Illuminate… pero, en ello, salió la tradición de jugarle bromas cuando más estresado este algún miembro del staff. La última vez teníamos demasiada hambre, así que pedimos muchas hamburguesas y olvidamos llevarle a mi manager, George. Él estaba tan enojado que había olvidado donde había dejado el auto, hasta que lo vio a una cuadra lejos del lugar del show, con muchas hamburguesas sobre él. Se enojó más de lo que ya estaba pero, al menos, comió una o dos, aunque su auto recién lavado, se llenó de mostaza
Las risas rápidamente se hicieron presentes, tanto por parte del público, como del presentador. Debía admitir que era una anécdota muy divertida y que le habría gustado ser testigo de la misma.
—Lo lamento por George, ¿sabes? —Comentó, aún, entre risas.—Pero ahora que lo traemos a tema... me gustaría saber cómo se conocieron y cómo es su relación ahora, además de cómo es como manager. ¿Es uno de esos muy estrictos o más tranquilo? —Ahora sólo quedaba una sonrisa como prueba del gracioso momento anterior.
El americano miró de reojo a la cámara antes de volver su atención, por completo, a la persona que tenía a su lado, a Jev, que era su invitado en ese momento y que le debía una nueva respuesta. Evidentemente, el canadiense se quedó recordando cómo se habían conocido él y su manager, pues su respuesta se tardó en llegar.
— Consideró a George como uno de mis mejores amigos, es cinco años más grande que yo y, en cierta forma, nos entendemos muy, más que nada por las cosas que él vivió mientras estaba en TXF y Union J.— La cámara no perdía ni un movimiento que el cantante hacía mientras recordaba aún más de la anécdota— Lo conocí, en persona, la primera vez que visité Londres. Tenía 16 años y estábamos en búsqueda de alguien joven y con visión enorme en el área, entonces, llegó George con todas sus ideas, que no fueron escuchadas en su momento. Actualmente me ayuda demasiado y somos como hermanos, no negaré que, a veces, se pone algo estresado pero es porque es demasiado perfeccionista. En pocas palabras; es el mejor.
Sin necesidad de pronunciar una palabra al respecto, estuvo de acuerdo en que George era uno de los mejores, por no decir el mejor. Él mismo había sido testigo de aquello en múltiples ocasiones.
—Sé, y se nota, que tu pasión es cantar y por eso quiero felicitarte por la nominación al GRAMMY. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Nervioso? ¿Tienes fe de ganar o tienes algún favorito?
De fondo, sonaba la clásica música de suspenso, lo que, lejos de asustar, hizo reír a todos los presentes, mientras las mejillas de Jev se tornaban un poco rojas.
— Nunca me imaginé llegar a ser nominado a ello, ya que no llevo mucho en la música como los demás intérpretes. Sinceramente, me siento muy agradecido con todos y ganador por tener la nominación a mejor canción del año con "Treat You Better". —Fue cuestión de que el artista mencionará su éxito para que el mismo comenzara a sonar de fondo, dejando la música de suspenso de lado, claramente. —No te mentiré, estoy demasiado nervioso y olvidé quienes están nominados a mi lado.
El público comenzó a reírse a su lado, era evidente que lo que mencionaba era real.
—Me imaginaba... pero, Jev, te lo mereces y te deseo la mejor de las suertes en eso.—Dicho eso, dio un suave golpecito en su hombro, antes de que su mirada se posara en la cámara ahora para hablarle a la misma.—Sabemos que es muy bueno en la música y apasionado pero... todos tenemos la misma duda, ¿verdad? —Entrecerró sus ojos mientras, lentamente, asentía.— Si no fuera cantante... ¿qué sería Jev Peazer hoy?
Tanto la mirada de Thomas como la cámara se posaron en el mencionado, quién aún tenía las mejillas coloradas, probablemente se trataba de la emoción del momento o la situación en sí.
— Este mundo siempre me ha llamado. Seguramente, si nunca hubiese tocado bien una nota o si no hubiese tenido una voz melodiosa, me gustaría ser actor. Sé que he actuado poco y eso en mis vídeos musicales, pero considero que el mundo de la actuación es igual de emocionante, y lleno de acciones por reflejar frente una cámara y emitir mensajes impresionantes.
—Sería interesante verte de actor, ¿no creen, chicos?
Se dirigía al público en general y los presentes demostraron estar de acuerdo con aplausos y algún que otro grito, lo que causaba risas en Thomas, claramente no estaba acostumbrado a todo eso. Permitió que el público se fuera calmando un poco, sería cuestión de unos minutos, antes de retomar aquella entrevista.
—Sé y he notado que entre los dos compartimos cierto amor a la aplicación Snapchat. Así que... —El presentador miró a sus espaldas, donde uno de los chicos de producción apareció con un celular. Lo que la cámara del mismo captaba, aparecía en la pantalla detrás de ellos, para que el público no se perdiera nada.—Vamos a jugar un poco con los efectos, ¿te parece? Pero... no entre nosotros, sino dejaremos que uno de mis chicos lo haga. —Asintió sólo una vez para dirigirse al joven que ya estaba delante de ambos y, según la pantalla, enfocaba a Jev, quien parecía estar de acuerdo con esa idea.—Pero la idea es que, mientras él lo hace, nosotros sigamos hablando... ¡Veremos quién sale peor en las fotos con filtros! —Dicho eso, soltó un par de carcajadas.— Jev... yo creo que hay algo que aún todos nos preguntamos... ¿no hay nadie especial que ronde tu vida? Y no hablo de amistad, ¿eh?
— Tengo muchas amigas, no te voy a mentir y, entre ellas, claro que me he enamorado de una hace meses atrás. La historia es triste, pues ambos no tenemos el tiempo de coincidir en el chat o en salidas con amigos en común, la quiero mucho y he hablado con su hermana de ello, al parecer, ella me quería igual.—El canadiense hizo una pausa, parecía ser un tema que realmente le llegaba en cuanto a emociones— Fue una pena que, en su momento, no confesara mi amor hacia ella. Ahora me encuentro, queriéndola como una amiga especial y sin el interés de buscar algo con alguien más hasta que llegue inesperadamente.
La sonrisa del modelo que, minutos antes tenía, fue desapareciendo a medida que escuchaba la pequeña anécdota que el invitado contaba, respondiendo a la pregunta. Debía admitir que las preguntas que hacía no eran sólo por curiosidad, sino porque le interesaba el tema y era una oportunidad de acercarse aún más a la persona.
—A veces es lo mejor... Siempre digo que por algo pasan, o no pasan, las cosas. Tal vez en un futuro todo finalmente se da con esa persona o, bien, llega otra... —Murmuró asintiendo levemente antes de voltearse un poco y señalar la pantalla detrás de ambos, en la cual aparecían varias fotos, algunas con un filtro de Snapchat y otras que habían sido congeladas al momento de sacar la foto.— Creo que, distraído, te ves mejor que yo.—Confesó notando que él había sido capturado hablando mientras que, su acompañante, solamente tenía la mirada perdida, seguramente entre el público. Las risas estaban presentes ya desde hace un buen rato, incluyendo las de ambos.—Me parece que ya tenemos que ir terminando el programa de hoy... pero antes... de todas tus canciones, las que trae tu último trabajo, ¿cuál fue la más difícil de cantar o cuál es la que más te gustó?
— Quiero una copia para mi hermana de ello, siempre colecciona imágenes graciosas de mi.— Comentó, entre risas aún, señalando la pantalla detrás de los sillones.— Ha sido un placer estar aquí, hoy. Considero que la más difícil de cantar es Hold On. —La respuesta fue inmediata. —Desde el primer momento en el estudio, no pude dejar de llorar hasta que me sequé.— Otra pausa se hizo presente por parte del interprete, antes de que respondiera la siguiente pregunta— Understand es mi favorita, representa mi forma de pensar actual, como joven, y espero que varios se encuentren identificados.
El americano recordaba perfectamente ambas canciones, se trataban de unas lentas pero que llevaban todo el sentimiento de Jev en las letras, más que nada, igual que el resto del álbum.
—Creo que Understand tiene la capacidad de hacerte sentir identificado, sin importar donde estés o la edad que tengas.—Agregó con total sinceridad, asintiendo y gesticulando al mismo tiempo.— La verdad, Jev, que ha sido un total placer entrevistarte y conocerte más a fondo, además de recordarte lo de la ropa extra para el tour.—Su discurso se vio interrumpido, no sólo por sus propias risas, sino por la música que indicaba que el programa había llegado a su fin.
Thomas se levantó e invitó a que su invitado lo hiciera, también el público que ya estaba aplaudiendo, y se dirigió a la cámara que ya mismo lo enfocaba.
—Señores, señoras, niños, niñas, animales y posibles extraterrestres… ¡Esto ha sido The Armstrong Show con Jev Peazer! —El plano de la cámara abarcaba todo su rostro, por lo que él aprovechó a hacer graciosas morisquetas.—Recuerden votar por él en los GRAMMY y... ¡¡nos vemos en dos semanas!!
La cámara se fue alejando y la visión de la misma abarcó ahora al invitado y, posteriormente, al resto del set, antes de intercambiar con la cámara que enfocaba al público, un par de veces, dejando ver, cada algunos segundos, como Thomas y Jev retomaban un poco la conversación mientras abandonaban los sofás en los que habían estado durante la entrevista.
Se parte del programa utilizando el hasthag #TheArmstrongShow en tus publicaciones.
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