Blue & Grey. Capítulo 19
Warnings/Advertencias: violencia típica del canon, canon divergence, desmayo, mención de asesinatos, nada más...
Pareja: Obi-Wan Kenobi x jedi! fem!reader
Word count: 2.7K
Simbología: ⎯ ⁘✦⁘⎯ (espacio temporal largo), ⎯ ✦ ⎯ (espacio temporal corto), "abcd..." (visión de la fuerza), "abcd..." (pensamientos), “abcd…” (pensamientos enviados a través de la fuerza), <<abcd…>> (mensajes datapad).
Nota autor: un poquito de relleno pero agradable, toca algunos temas que serán importantes más adelante. Lo último fue inspirado por el pequeño comic que me encontré (iba a dejar link, pero no lo encuentro xD).
Masterlist Blue & Grey
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Viorica te siguió hasta el dormitorio donde preferiste no decirle nada hasta que te duchaste y colocaste ropa limpia para sacar del camino el polvo y restos de aceite de droides que pudiesen haberse quedado adheridos a tu piel durante la pequeña batalla que se libró en el Coronet.
Por otro lado, necesitabas encontrar la paz que habías perdido en medio de la misión. Satine actuando como si estuvieses ocultando algo, que técnicamente sí lo estabas haciendo, pero no importaba ahora, mirándote con desprecio cuando Obi-Wan saltó a ayudarte por la herida, la mirada con altanería que te dedicó al final del día en la plataforma y la confesión que le hizo a Obi-Wan cuando creyeron que iban a morir antes de que asesinaras al senador Merrik. Y la peor parte de todo eso, era la confesión que no debiste escuchar por parte de Obi-Wan, él estaba dispuesto a dejar la orden por ella, por el amor que le tenía y eso te terminó doliendo más de lo que pensaste.
Sacudiste los pensamientos tristes de tu cabeza y decidiste recordar lo bueno; como el encuentro con Viorica en la plataforma y el abrazo que les había dado. Te regocijaste un poco, tal vez demasiado, en la expresión de disgusto mezclada con sorpresa de Satine al ver el abrazo que él no se preocupó en romper cuando la jovencita los abrazó al mismo tiempo.
Al salir de la ducha observaste a Viorica observar la decoración de la mesa de la sala atentamente como si le preocupara algo.
-Viorica, tenemos que hablar – susurras y ella asintió.
-Lo sé…
- ¿Has intentado meditar nuevamente? – preguntas y te sientas sobre la mesa ratona frente a ella.
-No maestra, me asusta volver a encontrarme esa presencia oscura.
- ¿La has sentido antes?
-Ahora que lo menciona, me parece que sí.
- ¿Por eso no te gusta meditar?
-No lo sé, es posible.
-Viorica, te siento muy preocupada y no es por el tema de la meditación… Sabes que puedes hablar conmigo sobre lo que necesites, soy tu maestra y estoy para guiarte – vuelves a intentar que se abra, sentías que estaba pensando demasiadas cosas al mismo tiempo, y te inclinaste para colocarle tu mano sobre la mano que tenía apoyada sobre la rodilla. Cuando sintió tu tacto retiró la mano rápidamente provocando que retiraras tu mano un poco sorprendida –. Disculpa, no pensé que te incomodara – pides perdón y ella levantó la mirada aún más sorprendida.
-No quería, yo, no era… No era mi intensión maestra – admite luego de varios intentos fallidos por encontrar su voz.
-No te preocupes, padawan, no hay problema. Cuando estés lista para hablar sobre el tema que te preocupa te escucharé.
-Lo sé maestra, gracias.
-Por otro lado, no estoy juzgando tu decisión de estudio, pero ¿por qué te interesaste de pronto en reliquias Sith?
Viorica volvió a bajar la mirada y comenzó a jugar con sus manos – Es que, pienso que hay un jedi que puede ser un sith encubierta… Y quiero estudiarlos para poder reconocerlos.
Sonreíste aliviada y un poco conmovida por su actitud – ¿Por qué no me lo dijiste antes? Es algo bueno que hayas decidido estudiar algo por tu propia cuenta, Viorica; después de todo, cuando pases las pruebas tendrás tu propia carrera como jedi.
Ella levantó el rostro, sorprendida – ¿No le molesta, maestra?
- ¿Por qué me habría de molestar? Al contrario, que busques tu propio camino es parte de la vida, me alegro de ver que estás creciendo poco a poco.
Viorica se relajó notablemente al observar tu reacción, era como si con tu apoyo y felicidad por las decisiones que tomó por sí misma le quitaran un peso de encima. Que, en realidad, así era, luego de haberte escuchado conversar con ese tal “padre” había pensado que eras un sith, pero con cada vez que estudiaba más y más sobre los sith notaba que no cabías en las descripciones por ningún lugar. Incluso le preguntó al maestro Koon sobre los Siths y realmente atendió a su lección con el objetivo de conseguir información que le sirviese. Por lo menos, ahora tenía conocimiento que muchos otros no poseían y como muchas veces te gustaba recordarle, tal y como te habían enseñado que el invertir en conocimientos siempre produce los mejores beneficios.
-Gracias maestra.
-No tienes nada que agradecerme Viorica. Estoy muy orgullosa de ti, has crecido mucho.
-Gracias, maestra.
-Ahora, retomando el tema de tu meditación. Vamos a comenzar un entrenamiento más arduo que me indicó el maestro Yoda era momento de enseñarte. Va a ser difícil, puede que no lo logres, pero vamos a ver qué tal te desempeñas.
- ¿El maestro Yoda?
-Sí, así que será difícil, pocos jedi lo dominan…
- ¿Usted es uno de ellos?
Dejaste escapar una risita – No lo sé padawan, tendrás que descubrirlo tu misma – respondes y te pones de pie para caminar hacia tu habitación –. Que descanses Viorica, mañana tenemos mucho trabajo que hacer.
-Sí, buenas noches, maestra.
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No habías podido dormir bien esa noche, la preocupación de algo que iba a suceder pronto te tenía inquieta, pero no habías tenido visiones de la fuerza que te ayudaran a prepararte para lo que fuese que quisiera suceder. A la usual hora de despertar de Padmé tu comunicador sonó y observaste el datapad.
<<Buenos días, Y/N. Espero hayas descansado y que sigas mejor>>
<<Buenos días a ti también, Padmé. Gracias, pero casi no dormí>>
<< ¿Visiones?>>
<<Ausencia de ellas y un presentimiento extraño. Pero estaré bien, que tengas un buen día en el senado>>
<<Gracias, espero que así sea, Satine tiene muchos problemas desafortunadamente>>
La puerta de la habitación de Viorica se abrió y levantaste la mirada desde el pequeño desayunador que estaba en la cocina.
-Buenos días, Viorica.
-Maestra, se ve terrible – observa y sólo fuiste capaz de lanzar un suspiro
-No dormí nada bien… Ve a prepararte, puedes tomar tu tiempo.
Comenzaste a rodar un mechón de cabello con tu dedo mientras observabas el líquido caliente que estaba contenido en la taza pensativamente. Algo extraño estaba sucediendo con el balance que te ataba al planeta donde habías crecido, pero no lograbas entender qué ni de qué forma. Sujetaste la taza y bebiste del té, estaba más caliente de lo que esperabas, te quemaste un poco la lengua por lo que bajaste la taza y al girar la cabeza observaste un rostro con ojos amarillos provocando que dieras un salto hacia atrás y colocaras tu sable hacia el frente. Parpadeaste rápidamente, el rostro despareció dejándote en claro que lo que estabas viendo no era alguien real, sino una visión. Dejaste caer los brazos, tu respiración se entrecortó y sin querer una lágrima escapó de tus ojos.
-Fuerza – murmuras y colocas la mano derecha sobre tu corazón.
- ¿Está bien maestra? – pregunta Viorica preocupada desde el baño
-Sí, sólo tuve una visión, tranquila…
Te volviste a sentar en la silla, tomaste la taza para beber un trago largo del té, te quemó un poco, pero necesitabas despertar y apartar la sensación que la visión había terminado agravando en ti.
Viorica caminó con naturalidad hacia el refrigerador, sacó un poco de jugo que colocó en un vaso para beber junto al desayuno que calentó rápidamente.
- ¿Tener visiones puede ser desconcertante? – pregunta Viorica
-Depende de dónde y cuándo las tengas
- ¿Entonces es impredecible saber cuándo uno las va a tener?
-Eso depende de que tan fuerte en la fuerza sea la persona
- ¿Alguien más fuerte puede tenerlas en cualquier momento?
-Puede que sí, dependiendo de los estímulos que tenga… Algunas veces muchos los tienen como sueños mientras duermen o durante la meditación.
- ¿Es la primera vez que le ocurre?
-Completamente consciente, sí.
- ¿Cuál es la diferencia entre un eco de la fuerza y una visión?
-La visión puede estar involucrada en sucesos tantos pasados, como presentes y futuros, especialmente el primero y tercero que mencioné. En cuanto al eco de la fuerza se le conoce como psicometría, tiende a tocarse algún objeto para rastrear cosas o sucesos donde se vio involucrado.
- ¿Sabe usar las dos?
-Saber usar visiones es algo que nadie puede hacer Viorica, sólo intentar comprenderlas.
- ¿Las visiones siempre se van a cumplir? – preguntó bastante interesada y negaste
-No siempre, especialmente si son eventos futuros… El maestro Kenobi tiene una frase que me gusta mucho, “Sólo los Sith creen en los absolutos”.
- ¿Por qué?
-Una de las principales diferencias, es que los Sith piensan que las visiones de la fuerza cuando dan un vistazo al futuro es algo que va a suceder pase lo que pase, sin embargo, dependiendo de las acciones y decisiones que se tomen en sucesos específicos y claves puede que esas visiones se alejen del futuro que se vio.
-Entonces, uno podría intentar cambiar el futuro – pregunta y tú asentiste, no era nada mala en intentar entender el arte de las visiones, a lo mejor el asunto de la meditación saldría mejor de lo que esperabas.
-Sí, uno puedo intentar cambiar las decisiones claves que desencadenarán ese futuro visto.
- ¿Cree que se pueda evitar que alguien caiga al lado oscuro? – pregunta y eso te dejó helada.
- ¿Qué dijiste? – preguntaste en un susurro
- ¿Se puede evitar que alguien caiga al lado oscuro si se vio en una visión? – volvió a preguntar y te volteaste para mirarla a los ojos, la determinación que observaste en su mirada te hizo dudar.
- ¿Tuviste una visión? – preguntas con un nudo en la garganta, casi no podías pasar saliva mientras esperabas su respuesta
- ¿Si dijera que sí, cambiaría algo? – pregunta y tú inspiras con fuerza
-Podría cambiar muchas cosas, podrías intentar cambiarlo o analizar si era una visión del pasado o del futuro.
-Sé que es del futuro maestra
Eso te hizo arquear una ceja – ¿Cómo puedes estar tan segura?
-Porque a la persona que veo caer al lado oscuro no la conozco, nunca la he visto en mi vida – admite y tú ladeas la cabeza.
- ¿Quieres compartirla conmigo?
-No, es demasiado personal, maestra. Tal vez luego.
-Está bien, no hay problema. Estás en todo tu derecho, incluso, si no quieres comentarlo conmigo el maestro Yoda puede ayudarte
-Gracias, maestra. Pero por el momento puedo sola.
-Muy bien, en ese caso, ¿comenzamos tu entrenamiento? – preguntas y ella asiente.
Comenzaste a caminar hacia la salida del dormitorio y la guiaste hasta una sala de simulación que habías solicitado al consejo jedi para utilizar mientras tanto. Usualmente era utilizada para entrenar a los padawan para las pruebas jedi, pero por la guerra las mismas se habían detenido hasta nuevo aviso.
- ¿Qué hacemos aquí maestra? – pregunta y tú le entregaste una banda que rápidamente colocó sobre sus ojos
-Tengo entendido que el maestro Kenobi te enseñó la técnica de meditación de batalla
-Sí, pero soy pésima, maestra.
Dejaste escapar una risita – No es una respuesta que me sorprenda, Viorica – respondes y enciendes el droide de entrenamiento –. Es una técnica compleja, y después de Bastila Shan nadie ha logrado dominarla por completo, sin embargo, el maestro Yoda le enseñó a su aprendiz, este le enseñó a su aprendiz y ese aprendiz fue el maestro de Obi-Wan Kenobi, quien ahora les ha enseñado la técnica a dos más, a Anakin y a ti.
- ¿Y usted, maestra?
-Mi anterior maestro, me enseñó las bases sí, pero he descuidado mi estudio en su arte – admites
Los tres droides comenzaron a disparar y Viorica se colocó en una posición donde pudo defenderse de los disparos con mayor maestría. Asentiste complacida al ver lo mucho que había mejorado, cambió su forma de respirar y notaste que se estaba concentrando para realizar la técnica de meditación de batalla, te sentaste en una zona segura y tranquila para adoptar una posición de meditación, ocultaste tu marca de la fuerza y cuando por fin la sentiste concentrarse con el flujo de la fuerza para defenderse con más agilidad de los disparos intentaste atacar su mente, sentiste su sorpresa y también cómo intentó volver a concentrarse en no recibir disparos y volver al estado de meditación, pero falló en el primero.
Detuviste a los droides antes de que lastimaran más a Viorica y la observaste quitar la venda mientras respiraba de forma acelerada.
- ¿Qué fue eso? – pregunta sorprendida
-Necesito que aprendas a repeler a quienes se quieran adentrar en tu mente, en todo momento, no sólo cuando meditas. Pensé un poco sobre cómo enseñarte de una manera sencilla y esta fue la mejor manera que encontré.
- ¿Esta fue la técnica que le pidió el maestro Yoda enseñarme?
-Con un par de mejoras, pero sí. La base está allí.
- ¿Lo intentamos de nuevo, maestra? – preguntó y asentiste, si ella quería intentarlo de nuevo, la apoyarías.
Podías ver su determinación y eso era tan diferente a la pequeña que recibiste hace poco más de un año. Viorica estaba creciendo y lo estaba demostrando hoy con la actitud que tenía ante un nuevo reto y el primer fallo en una nueva técnica, iba a ser un excelente jedi en el futuro.
Encendiste los droides de nuevo cuando había vuelto a colocar la venda sobre sus ojos, la dejaste sumirse en la fase de meditación y la atacaste nuevamente. Lo resistió mejor, sí, pero perdió la concentración en el segundo ataque, no la habías dejado pensar en recibir el segundo ataque, detuviste los droides y ella volvió a quitar su venda.
-Viorica, debería de advertirte sobre algo…
- ¿Sí, maestra?
-Por el momento estás perdiendo la concentración con el plano físico, pero si en algún momento te desconcentras de la protección mental puede que vea cosas que no quieres, ¿quieres seguir intentándolo? – preguntas ahora frente a ella y Viorica asintió.
-Si los ve, no dañaría a nadie, pero si los ve quien me quiere atacar, entonces sería terrible… Prefiero eso a terminar siendo dañada por un sith.
-Bien, cuando sientas que no puedes más me lo dirás, este entrenamiento puede terminar agotándote el triple de rápido que uno normal
-Entendido maestra… De nuevo – pide y coloca la venda sobre sus ojos.
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Viorica no supo cuando pedir por un descanso, todavía no conocía muy bien sus límites, por lo que te asustaste un poco al verla tambalearse y caer de rodillas al suelo.
- ¡Viorica! – exclamas para correr a su lado – ¿Estás bien?
-Creo que no puedo moverme – susurra y se deja caer sobre tu cuerpo completamente laxa.
-Te agotaste, por eso… Descansa
-Está bien – susurró en tu mente.
- ¿Está todo bien por aquí? – escuchas a Anakin y lo saludaste
-Sí, ¿has estado allí todo este tiempo?
-Oh no, sólo pasaba por aquí cuando escuché tu grito, ¿qué le pasó?
-Le estaba enseñando una nueva técnica, y no supo distinguir cuál era su límite
- ¿Te ayudo a cargarla? – pregunta y asientes
-Por favor, la cargaría con la fuerza si no corriera el riesgo de encontrarme a Mace por allí y que me regañe por eso
Anakin comenzó a reír – Oh, sería divertido ver cómo te regaña por eso.
- ¿Qué ha pasado mientras estaba aquí?
-No mucho, sólo que Satine está siendo buscada por asesinato – señala y abriste mucho los ojos
- ¿Satine cometiendo un asesinato? Buena broma
-Lo digo en serio.
-Si, claro, y yo soy la Reina de Naboo – respondes rodando los ojos
-Oh, sería divertido de ver.
-Me vería bien con vestidos
- ¿Sabes quién se vería mejor? – pregunta y tú arqueas una ceja – Yo
Comenzaste a reír y tuviste que apoyarte sobre la pared al lado de la puerta del dormitorio intentando recuperar el aire. Obi-Wan apareció por el pasillo y arqueó una ceja.
- ¿Quiero saber lo que sucede?
-Viorica se desmayó por agotamiento y la ayudaba a cargarla de regreso – responde ignorando el hecho que seguías riendo casi en el suelo y lágrimas estaban saliendo de tus ojos.
-Hablo de Y/N.
-Oh, pues, le dije que me vería mejor como Reina de Naboo que ella – responde y él no supo si poner una expresión de decepción o unirse a la mujer con la risa.
-Anakin, Anakin… La próxima vez que no tengamos misiones le pediré a Padmé que te vista como Reina de Naboo – dices limpiando las lágrimas.
-Maestro Qui-Gon, ¿por qué no estás aquí para lidiar con estos dos en lugar mío? – murmuró agotado.
Anakin entró, dejó a Viorica sobre la cama y salió para observar cómo seguías limpiando las lágrimas y Obi-Wan tenía una expresión de decepción mezclada con una de diversión.
- ¿Cenan? – pregunta Anakin y asentiste.
-Pero prométeme que no me harás reír.
-No prometo nada.
Los tres salieron de la habitación y se dirigieron al comedor del templo.
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