#ni él ni yo nos recordamos de los nombres
Explore tagged Tumblr posts
Text
"dime que no es reiner." pide, casi rogando, pero considerando que no era rubio: "o no, espera. que no sea el mono."
" ¿alguna vez te han dicho que pareces uno de los titanes de shingeki no kyojin? "
#r.#azhcrv#ni él ni yo nos recordamos de los nombres#pedimos disculpas por eso#holi!#te cambio like por rb
29 notes
·
View notes
Text

Mahmoud Darwish
TE MATARON EN EL VALLE
(Traducción del árabe: María Luisa Prieto)
Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el fuego en mi país?
¿Qué dice el fuego?
¿Has sido mi amor
o una tempestad sobre las cuerdas?
Yo soy extranjero en mi propio país,
extranjero.
Te regalo mi recuerdo bajo la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué le dice el relámpago al cuchillo?
¿Qué dice el relámpago?
¿Fuiste en Hattin 1
un símbolo de la muerte de Oriente?
¿Y yo soy Saladino
o un esclavo de los cruzados?
Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el sol en mi país?
¿Qué dice el sol?
¿Estás muerta sin sudario
y yo estoy sin Jerusalén?
Despuntó del valle.
Dicen que redujo el valle y se ocultó.
Su belleza secreta rodeó las pequeñas espigas
y resolvió las preguntas de la tierra.
Los de mi generación ¿recordáis el verano?
Flores de Hebrón
y huérfanos de Hebrón
¿recordáis el verano
que asciende de sus dedos
y abre todas las puertas?
Una violeta le dijo a su vecina:
tengo sed.
Abdallah me regaba.
¿Quién se ha llevado la juventud
de los jóvenes?
Despuntó del valle
y en el valle se muere.
Nosotros crecemos entre cadenas.
Despuntó del valle de pronto
y en el valle se muere por etapas.
Ahora nos alejamos de él generación tras generación,
vendemos las aceitunas de Hebrón gratis,
vendemos las piedras de Hebrón,
vendemos la historia de Hebrón,
y la vendemos
para comprar en su pecho la imagen
de un asesinado luchando.
No reconocí el amor de cerca.
Que lo reconozca mi muerte.
Mi infancia-Troya árabe
pasa y no vuelve.
Todos los puñales están en ti.
Elévate
verdor del limón,
brilla en la noche
y aumenta el llanto
de los que llegan.
El viento está en un puñal
y nuestra sangre es crepúsculo.
No quemes tu pañuelo verde,
la noche se quema.
Bienaventurada la serpiente que ha dormido
en la madera derruida.
Bienaventurada la espada que convierte al cuello
en ríos de libertad.
No reconocimos al amor de cerca.
Que se enfade el enfado.
Caminamos a la Troya árabe
y la lejanía se acerca.
No recuerdas
cuando escapamos de ti
hacia los vastos exilios.
Aprendimos los idiomas universales
y el cansancio del largo viaje
hacia el ecuador.
Aprendimos a dormir en todos los trenes,
lentos y rápidos,
el amor en el puerto
y el cortejo preparado para todo tipo de mujeres.
Aprendimos la amistad de cada herida,
la lucha de los enamorados,
el deseo envasado
y la sopa sin sal.
¡Oh país lejano!
¿Se ha perdido mi amor en el correo?
Ni el beso de goma nos llega
ni el óxido de hierro.
Todos los países son el nuestro
y nuestra parte de ellos es el correo.
No recuerdas
cuando escapamos de ti
a las cárceles.
Hemos aprendido a llorar sin lágrimas
y a leer las paredes, los cables y la triste luna,
libertad,
una paloma,
la satisfacción de Jesús
y la escritura de los nombres:
Aisha se despide de su esposo
y vive Aisha,
viven los perfumes de la sangre, el rocío y el jazmín.
¡Oh rostro lejano!
Te mataron en el valle
pero no te mataron en mi corazón.
Quiero que reconstruyas mi espontaneidad
oh rostro lejano.
Recuérdanos
cuando te buscamos en la hecatombe.
Que se quede tu brazo que da al mar
y la sangre en los jardines,
y sobre nuestro renacimiento se alce
un puente.
Que se queden todas las azucenas
de la palma húmeda
en su jardín,
pues llegamos.
¿Quién compra a la muerte un billete hoy
sino nosotros? ¿Quién?
Hemos exprimido todas las nubes
de los mapas del mundo
y los poemas de la nostalgia por el país.
Ni su agua riega
ni sus anhelos queman
ni construye un país.
Recuérdanos.
Nosotros te recordamos como un verdor
que surge de cada sangre,
barro y sangre
sol y sangre
flores y sangre
noche y sangre,
y te desearemos
cuando despuntes del valle
y desciendas al valle
cual gacela que nada
en un campo de sangre
sangre
sangre
sangre.
Oh beso que duerme sobre un cuchillo,
manzana de besos.
¿Quién recuerda el sabor que queda
-no estando tú-
como el jardín de la esperanza?
- Hemos crecido, infeliz,
me dijo la vida.
- ¿Y mi amor?
- Los muertos no crecen.
- ¿Y mis lunas?
- Se cayeron con la casa.
¡Oh beso que duerme sobre un cuchillo!
¿Te acuerdas de mi boca?
Te quiero cuando te quemas.
¿Quemarás mi sangre?
Amo tu muerte cuando me lleva
a mi país
cual lirio ardiente
o pájaro hambriento.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
La naranja ilumina nuestra ausencia,
la naranja ilumina,
el jazmín excita nuestra soledad
pero el jazmín es inocente.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
Te despiertas en la frontera del mañana,
te despiertas ahora
y diseminas la costa negra
como el viento y el olvido.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
El éxodo ha crecido,
ha crecido el amarillo de las rosas
¡Oh mi amor asesinado!
Ha crecido el vagabundeo por la luz de un mundo
que me ignora,
ha crecido la tarde en las calles de cada destierro,
ha crecido la tarde en las ventanas de cada cárcel,
ha crecido en todas las direcciones,
ha crecido en todas las estaciones,
y te veo
alejándote, alejándote por el valle lejano.
Abandonas nuestros labios,
abandonas nuestra piel,
abandonas...
Eres una fiesta.
Te veo.
Las palmeras caen.
¿Qué dijo Abdallah?
- En la época avara
proliferan los niños, el recuerdo
y los nombres de Dios.
Te veo.
Cada mano grita allí.
Fuimos pequeños,
las cosas estaban preparadas
y el amor era un juego.
Te veo.
Mi cara dentro de ti me conoce
como la abundante arena conoce
todo su amor por la playa.
Te alejas de mí
y la muerte es un juego.
Te veo.
Los olivos inclinan la cabeza
a un viento pasajero.
Todas las raíces están aquí,
aquí están
todas las pacientes raíces.
Que se quemen todos los vientos negros
en unos ojos milagrosos
¡Oh mi valiente amor!
No queda nada por qué llorar.
Adios.
Las ceremonias de despedida han crecido
y la muerte es una etapa que hemos comenzado.
La muerte se ha perdido,
se ha perdido
en el alboroto del nacimiento.
Extiéndete desde el valle
hasta la causa del éxodo
cual cuerpo que corre sobre cuerdas,
cual gacela de lo imposible.
[1] Batalla en la que Saladino venció a los cruzados.
2 notes
·
View notes
Text
¿Listos para Semana Santa?
Muy amado hermanos en Cristo Jesús, que la paz, el bienestar y la gracia estén siempre con todos ustedes. ¿Ya están Listos para Semana Santa?
Como ya es tradición, aquí en OhxDios hare un viaje temático bíblico con motivo de la semana más festejada de todo el año 2024 es decir, la semana santa. Y me gustaría comenzar con un versículo muy consentido (Ex 3:12): "yo estaré contigo" ¿No es una hermosa promesa para iniciar nuestra semana santa? Dios le dice esto a Moisés en el monte Sinaí. Jesús da su famoso Sermón del Monte en To oros y es crucificado en el Gólgota (Mt 27:33) ¿Porque Dios hace lo importante sobre un monte? (ver Montes en la Biblia).
Lunes Santo:
Nuestro Dios es el dios de los procesos, el que busca siempre lo mejor para ti, por eso ha diseñado un plan perfecto para cada uno de sus hijos. Y le encanta sorprendernos, por eso le encantan las sorpresas. ¿Lo habías pensando? Él sabe que nosotros valoramos más aquello que nos cuesta trabajo. Así como recordamos más lo negativo que lo positivo, pero eso es otra historia. Dios quiere que te esfuerces para obtener todo lo bueno. ¿Alguna vez has subido una montaña o una pirámide? Por eso todo acontece sobre un monte.
Hoy quiero dejar aquí esta reflexión. En la actualidad este mundo está cada vez más disperso. Mas desconectado pues está "según esto" más conectado. Más enchufada me gusta decir ¿No es curioso? Ese día, en ese monte Dios le dice a Moisés su nombre EHYEH, le dice YO SOY, nos da su pacto Mosaico, es su promesa y cuando Dios promete, Dios cumple.
Hoy sabemos que también en algún Monte su Hijo amado vencería a el mundo, a la muerte y al pecado. Dios dijo YO SOY y ÉL SERÁ Jesús.
En un mundo que no tiene integridad, que las personas ni respetan su palabra, que ya no es una cuestión de honor, pues dicen una cosa y hacen otra, a menos que haya un contrato firmado de por medio, . Incluso con la puntualidad. Dios nos dice lo que será. Al final de esta semana Jesús resucitará y con Él nosotros también. Y Jesús también va a volver. Y nos va a liberar. Porque Dios sabe que llegaremos a ser, así como Dios sabía lo que Moisés alcanzaría a hacer a pesar de que él le ponía tantos pretextos.
¿Estás también poniendo pretextos a tu transformación? ¿Y tú, que estas esperando? A lo mejor tú, querida o querido lector podrías ser el siguiente Moisés o la siguiente María Magdalena.
Meditemos acerca de esto.
Guarda o dale ❤️ a esta publicación para que puedas seguir los temas durante toda la semana santa.
Martes Santo:
El día de ayer comentábamos la promesa "Yo estaré contigo". Hoy iremos al final de (Mt 28:20) donde encontramos la promesa: İSiempre! ¿Ya te hizo click? İExacto! ¿Sientes esa alegría? Cuando Jesús dice İSiempre! Es Siempre y Él quiere que lo experimentes. Sin embargo, no depende de lo que podemos lograr, sino de lo que Él se compromete a hacer. El omnipotente es verdaderamente el Omnipresente, y ese solo es Jesús, No esperes a volver al templo, vence a tu renuencia, no seas como los de camino a Emaus (Lc 24:13-31), deja que tu fe en él sea en la confianza tranquila de que estará contigo todos los días y en cada momento. Encuéntralo en secreto y a solas, y grita Él Vive! No importa donde estas y si estas en el trabajo, hazlo y veras que esta alegría es contagiosa!
Miércoles Santo:
Ayer estuve meditando profundamente acerca del miércoles de traición. Probablemente mi reflexión resulte incómoda para algunos, eso espero, por lo menos. Sabemos, gracias al profeta Jeremías que Dios te tiene contemplado en sus planes con una misión para tí. Pero también nos da la libertad de escoger, tal y como sucedió en el huerto. Hoy Jueves nos da el reto más grande dentro del liderazgo: el lavado de pies. Mira el video de Youversion que está antes de esta publicación, porque todos estamos llamados a servir para Dios.
Regresando al miércoles ¿y si Dios te estuviera pidiendo algo que es sumamente difícil que tú pudieras demostrarle, como lo hizo Noé, que si hay una alternativa pero que es casi inverosímil.
Judas cayó en la tentación por dos cosas, su idolatría al dinero y juzgar a los demás.
Si nos movemos en la gracia del Señor, aceptando las diferencias de los demás, con el amor generoso del Padre y sin juzgarles por sus actos. Podríamos quizás ganar la aprobación y respeto del Padre ante nuestra fidelidad. ¿Que estamos haciendo mal? ¿Cuál es el reflejo en mi vida de todo esto? ¿Que puedo cambiar, aunque sea algo que no me gusta pero que glorifica al Padre?
Jueves Santo:
A menudo pienso en la sensación que debieron de tener todas las personas del mundo al darse cuenta que efectivamente Jesús si era el Hijo de Dios: "Él es el salvador del mundo" (Jn��4:42 NTV).
Israel estaba esperando ansiosamente por un Mesías, por eso el grito de Hosanna. Ellos necesitaban ser liberados de los Romanos. Sin embargo después de este Viernes Santo todo parecía estar igual, eso debió de ser muy desconcertante para aquellos de poca fe, me refiero a los Tomás que soló creen en lo que ven, pues Roma seguía y siguió bajo el poder de Tiberio, yerno e hijo adoptivo de Augustus a quien sucedió y luego vino su sobrino nieto y adoptado Calígula ¿necesito decir más?
Sin embargo Jesús nos salvó de todos y hoy por hoy el imperio Romano ya no existe, pero nosotros seguimos siendo hijos de Dios. Entonces, ¿Quién ganó la batalla?
Nosotros fuimos salvados y no nos tocaba. ¡Esa es la verdadera Pascua! Nada ni nadie es más grande ni más divino, pues en Él se encuentra concentrado todo el poder, toda la creación y toda la gloria. Fue por su perfecta obediencia que el Padre le ha exaltado como el único heredero del reino y el gran salvador de la humanidad.
Y pensar que hay personas que solo viven para tomar y consumir. Nada les ha costado trabajo y siempre están buscando su propia satisfacción. Pero no son felices. Solo creen en lo que pueden ver y disfrutar. No se dan cuenta que se la viven evadiendo su propia realidad. Dicen así soy yo y no voy a cambiar. Si les gusta bien y si no también. ¿Como pueden vivir ignorando a Dios y solo pensar en ellos mismos? ¿Porque?
Viernes Santo:
La semana corrió y nos acercamos al día central de nuestra fe cristiana. Jesús ha sido crucificado. Muchos "no tan creyentes" no solo de estos tiempos sino de aquellos tiempos necesitan una señal y esa señal es la cruz. Hace tiempo publiqué acerca de "colgarse la cruz", es algo sumamente cotidiano. Ahí concluyo que no es lo mismo cargar que colgarse la cruz ¿Estás de acuerdo conmigo?
Por cierto, permíteme compartirte que, en aquellos tiempos, las cruces eran confeccionadas o fabricadas a la medida de sus víctimas, pero cuando suben a Jesús, amarran la primer mano y jalan la otra y le dislocan el brazo. Es decir, no era para Jesús sino para Barrabás cuyo nombre barAbba significa "hijo de Dios". Mis Amados, concluyo que esa cruz era para mí y para tí, para todos nosotros, pero Jesús tomó nuestro lugar con su gran amor inagotable.
Es una gran diferencia mirar la cruz vacía que, cuando fue ocupada, es decir el crucifijo. El innombrable, con el pretexto "del olvido" no quiere que veamos la primera sino la segunda. ¿Como vamos a olvidar algo que nos dio vida y libertad? A nadie le gusta perder y ese perdió precisamente en la cruz. Es ahí donde ocurre la promesa encontrada en (Mt 28:20).
En la cruz Jesús glorifico al Padre y en la cruz (vacía) es donde nosotros debemos glorificar a Jesús. ¿Ves la diferencia? (Ahora lee Gálatas 6:14). Nosotros fuimos crucificados con Jesús (Rom 6:6) y por el poder de su gracia hemos muerto para el pecado de este mundo, aunque sigamos aquí. Por eso no le tememos a la muerte. Al negarnos a este mundo estamos persistiendo en una mente cristocéntrica. Jesús, el Cristo crucificado viven en mí. Oremos para que esto sea toda una realidad. ¿Amen?
Sábado Santo:
Y llegamos al día en dónde se manifiesta la Gloria de Dios, en Jesús, y por primera vez, desde la transformación del agua en vino, el Hijo del Hombre descansaba. Pero no, o quizás por algunos minutos. Lo dejo aquí para cuando te sientas abrumado.
Pablo el aspóstol le llama "el plan secreto" (Efe 3); dónde culmina el ayuno pascual y la indulgencia plenaria realizada sólo por el Vaticano. No es un día de fiesta sino de luto. Es el Shabbat para los Hebreos. La tumba es vigilada. Jesús está en su sepulcro, desciende a los infiernos en la víspera de su resurrección en el Domingo de Pascua. Por eso se menciona en el Credo (1 Pe 4:6) y luego se justifica en la explicación de (Efe 4:9) y mas tarde incluye en su predicacion a los Hebreos (Hch 3).
La Gloria comienza con los pastores (Lc 2:14), luego continua con el Kyrie Eleison (del griego kyrios, Señor busca la cancion ochentera de Mr Mister) que es el "Señor ten piedad de nosotros". Como comentaba, no es un día de fiesta, sino de luto. La resurreción aún no culmina , el guardia custodiaba la tumba y las mujeres iran hasta el domingo al sepulcro pues es el shabbat.
Domingo de Pascua:
¡No está aquí! (Mt 28:6)
¡La tumba está vacía y como nosotros Él murió pero también como nosotros nuestras tumbas estarán vacías y lo veremos a Él !
No es fácil asimilarlo pero es verdadero. Todo lo que está en este mundo, incluso Jesús algún día tendrá que ir a la tumba, pero si crees es Jesús entonces ese no será tu fin como tampoco fue para Él.
Eso es lo importante del domingo de Pascua. La muerte se saltó aquellas puertas marcadas con la sangre del cordero. Nosotros también estamos marcados y por ello debemos saltar de gozo y júbilo porque Él Vive y está con nosotros si nosotros estamos con Él.
Jesus es Otro y nos ha hecho otros para darnos otro.
¡Felices Pascuas!
Que La Paz del Dios y el amor inagotable de Jesús te acompañen y te cuiden siempre.
OhxDios
0 notes
Text
Un analisis de "Las ruinas circulantes" de Jorge Luis Borges
Las ruinas circulantes es un cuento corto escrito por Jorge Luis Borges, quién fue un escritor poeta y ensayista argentino. Este fue publicado el año 1940 en la revista literaria Sur y el siguiente año fue insertado en la colección “el jardín de senderos que se bifurcan”, que posteriormente llego a formar parte de Ficciones en el año 1944.
Las ruinas circulares es un cuento donde podemos ver la combinación de ficción y fantasía pero que al mismo tiempo mantiene un equilibrio entre la realidad.
El cuento trata sobre un hombre al cual no se le designa un nombre fijo durante todo el relato, a veces se lo menciona como “el soñador”, “el hombre gris”, “el mago” o “el hombre taciturno”, el cual llega a las ruinas de un templo circular que aparentemente fue quemado. Estando en este lugar toma un descanso y al despertar se da cuenta que sus heridas han sido curadas de manera mágica, pero esto no lo sorprende. A lo largo de la historia el soñador vive en este templo, pero gran parte de su tiempo se la pasa soñando, dentro de estos sueños él crea a un hombre a quién no puede dotar de vida, así que decide pedir ayuda al dios del fuego. Es así que el soñador y el dios del fuego son los únicos que saben qué este nuevo ser no es un hombre real sino la creación de un sueño. Al finalizar la obra se relata que este hombre creado de un sueño puede caminar por medio del fuego sin recibir daño alguno, al darse cuenta de esto el soñador empieza a temer que su creación reconozca que es solo una proyección. Pero de repente llega un gran fuego al templo. El soñador decide enfrentar la muerte y camina en medio del fuego, pero se da cuenta que el fuego no lo quema ni lo lastima, al igual que al hombre que a creado y es aquí cuando se vuelve consciente de que también él es parte de un sueño.
Mi Interpretación de "Las Ruinas Circulares"
Bajo mi perspectiva yo creo que “Las ruinas circulantes”, hace de cierta forma referencia a la ensoñación. La ensoñación es una manera de disociación de la realidad en donde una persona sueña despierto y en ocasiones esta experiencia puede ser más o menos vívida. Parte del el soñar despierto es que después de un tiempo volvemos a la realidad y recordamos que todo lo que hemos soñado no es real y que lo que vivimos es muy diferente a lo soñado.
¿Pero en que se parece “Las ruinas circulantes” con la ensoñación?
Bueno algunos de los factores que me lleva a pensar en esto es el énfasis que hace la historia en la creación de un nuevo ser, al cual se lo va perfeccionando y para lograr esto el soñador se duerme en un templo en ruinas. El hombre crea una realidad dentro de su mente donde hace posible la creación de este ser humano perfecto, pero es consciente de que este no es real y que la existencia de todo esto depende de él. Y esta idea es similar a la ensoñación ya que en ambos casos el soñador crea una realidad alterna en su mente. Una de las cosas que nos lleva a soñar despiertos es la insatisfacción que se tiene de la realidad, el no estar contentos de lo que estamos viviendo. Al soñar despiertos nos ponemos a nosotros en un mejor escenario, pensamos en como actuaríamos y como reaccionaríamos o que haríamos, mientras soñamos vamos imaginado las escenas y si no nos gusta solo la volvemos a pensar y la imaginamos de nuevo. Y esto también lo vemos cuando el soñador se dispone a crear a este nuevo ser y se toma el tiempo de formarlo.
En el cuento también se hace mención de que “el soñador” se dispone a dormir después de su llegada y al despertar sus heridas sanan sin darse cuenta. Si analizamos una de las causas de soñar despierto que propone el articulo “Trastorno por ensoñación inadaptada “donde se menciona que “Las posibles causas de esta disociación pueden ser biológicas o contextuales (acontecimientos traumáticos)” (Ferran,2021).
Es posibles de que aquellas heridas del soñador hagan referencia a los traumas de quien soñó o imagino toda la historia y que es por eso que el soñador del cuento despierte con las heridas sanas ya que esta ensoñación le sirve de aliciente al que imagino todo desde el principio.
Por otra parte un elemento que creo que es bastante importante en el cuento es el fuego, ya que representa la vida y la muerte, es vida por que gracias a este la creación del soñador logra tener vida y es muerte porque es debido a este que el soñador se da cuenta que él es parte de la imaginación de alguien más. A este elemento también podríamos asociarlo con la conciencia de la realidad, ya que cuando uno se vuelve consiente de que nada de lo que soñó o imagino en su mente es real es donde todo termina, al igual que en el cuento.
0 notes
Text
Devocional: El hombre malo, ¿Quién es y qué hacer con él?
Hoy traemos un devocional diferente, uno que te ayudará a librar guerra espiritual. Cuando leemos el Salmo 140 en los primeros versículos podemos encontrar una descripción sobre el hombre malo, y no nos referimos únicamente al género masculino, sino también a las mujeres que operan bajo la misma manera. Para iniciar quiero que quede claro que este hombre malo está vencido en el Nombre poderoso de Jesús. No temas, prepárate y reconoce a tu enemigo para que así puedas vencer la batalla con la ayuda y soporte celestial de Jehová de los Ejércitos.
Iniciaré con lo escrito por el apóstol Pablo en 2 Corintios 11: "para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones."
Ahora bien, hablemos del hombre malo y cómo podemos vencerlo en el nombre de Jesús.
Salmos 140:1-5 dice así:
"Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; Guárdame de hombres violentos, Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas. Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. Selah Guárdame, oh Jehová, de manos del impío; Líbrame de hombres injuriosos, Que han pensado trastornar mis pasos. Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto a la senda; Me han puesto lazos. Selah."
Empezaré con el hombre malo ya que éste engloba a todos los demás, por lo cual los violentos y los injuriosos también son el hombre malo. Ya conocemos que Satanás es el mal, no podemos decir que hay una pizca de bondad en él porque sería una gran mentira. Esto no es discutible ni entra ninguna "sabiduría" o postura extraña como el "ying y el yang" que el Señor lo reprenda.
El hombre malo es aquel que está bajo el pecado, dominado por el diablo y que debido a ello busca hacerle mal al otro ya sea física o verbalmente. El salmista dice: "Guardame de los hombres violentos" y esto abarca la violencia física, aquellos que quieren dañar el cuerpo de los demás y los que atentan contra el otro verbalmente, usando groserías y palabras destructivas.
Los dos tipos de personas tienen un rasgo común y es que vienen a robarte la paz que Cristo te da. ¿Ya entiendes porque operan bajo el poder del enemigo?, si aún no lo entiendes te lo recuerdo con las palabras del Señor:
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
S. Juan 10:10 RVR1960.
Es decir, que las personas que están bajo el dominio del diablo, que éste los usa atacan directamente contra lo que dice el Señor Jesucristo aquí. Vienen a hurtar tu paz, de una manera silenciosa o inclusive pública, a matar la fe que tienes y destruir lo que has sembrado para el Señor; es decir, si has sembrado paciencia y misericordia viene a destruir esas acciones, ya sea haciéndote dudar, detenerte de seguir sembrando o perdiendo todo aquello. Su fin es llevarte a la muerte espiritual para que así te conviertas igual a ellos.
Pero tenemos un fin más grande y está en el mismo versículo: Jesús vino a darnos vida. Y como Él ha vencido al mundo, al diablo en su cara no hay nadie que puede detener al Señor. Nosotros estamos con un Dios más grande que todo lo puede. Amén.
Ya el mismo versículo de los hombres violentos nos dice que estos planifican maldad en su corazón, es decir, que piensan muy bien como hacerte caer, como robarte la paz. El enemigo te estudia y al saber tu área débil te ataca por allí para que caigas en pecado o te alejes de Dios, que es prácticamente lo mismo. Hoy, le recordamos nuevamente lo escrito por Pablo en Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Amén.
Toda palabra de destrucción y muerte proviene del enemigo, ya podemos descubrirlo con lo que dijo el Señor Jesús en Juan 10:10. La vida proviene de Él, y es por eso que los insultos, desprecios y críticas que nos hacen son para robarnos la autoestima, la fe, la unción de Dios. Todo ese veneno está vencido, no hay ninguna cosa que nos haga mal cuando estamos seguros en Jesús. Y entiendo que estas palabras pueden doler, pueden generar algo en nosotros como malestar, tristeza pero no podemos dejar que eso se apodere de nosotros. Dios nos fortalece en todo momento, y Él vendará las heridas de nuestro corazón.
Lo importante es lo que Dios diga de nosotros.
El impío y el hombre malo es el mismo personaje. No hay ninguna diferencia.
El hombre injurioso es aquel que te ofende, que dice falso testimonio sobre ti y siempre busca ponerte por el suelo. Éste directamente está violando el mandamiento del Señor que dice claramente: "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Exódo 20:16). Al ser seguidores de Cristo nosotros no podemos pagarle de la misma manera a estas personas, no podemos insultarlos ni ofenderlos por más que querramos, por más fuerte que sea. Allí es donde se verá nuestro nivel de paciencia, de dominio propio que es tan importante para nosotros como reflejo del Señor. La mejor respuesta que podemos darle a estas personas es: "Dios te bendiga". Y el Señor verá y juzgará nuestra causa justamente.
Los soberbios, son aquellos que no quieren reconocer sus errores y buscan culpar a los demás; por eso es que el salmista dice que le tendieron lazo y tendieron red. Este tipo de personas busca culpar a los demás de sus propios errores, también están atentos a la más mínima falla que uno pueda cometer para así sacarlo en la cara o tomar ventaja de ella. Igualmente están vencidos, ellos con toda su soberbia y orgullo acumulado. Salmos 57:6 dice:
"Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah."
Ellos mismos caerán en todas sus trampas, así como los hombres violentos serán violentados, así como el injurioso recibirá que hablen mal de él, todo tiene un pago. Cada cosa que sembramos será cosechada algún día, tarde o temprano se recibirá el fruto.
Si te encuentras alrededor de una persona con estas características te invito a orar, a hacer guerra espiritual y presentarle la causa al Padre Celestial que juzga desde los cielos. Sabemos que todos ellos están vencidos en el nombre poderoso de Jesús y que las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia. Tu victoria está asegurada con Cristo, no te despegues de Él ni pienses que puedes solucionarlo por tu cuenta, con insultos no se gana absolutamente nada sino abrirle más las puertas al enemigo. Orar y clamar a Dios es la solución a todos los ataques, Jesucristo venció y nosotros tenemos la victoria asegurada con Él.
Para ejemplos de reprender al diablo te invito a leer los Evangelios. Jesús lo hacía con autoridad, no dejaba ni siquiera que hablasen y los echaba fuera. El Señor es nuestro ejemplo hoy, mañana y siempre.
Amén.
#Jesús#Jesucristo#Cristo#Dios#Padre celestial#Jehová#Espíritu Santo#bendiciones#devocional#devocionales#cristianos#blog cristiano#textos cristianos#textos bíblicos#reflexiones bíblicas#reflexiones cristianas#iglesia#escritos cristianos#frases cristianas#versículos#versiculo diario#versiculo del día#versículo#santo#mujer cristiana#jovenes cristianos#vida#fe#esperanza#vida eterna
8 notes
·
View notes
Text
Roberto Calasso, nuestro extemporáneo
Ernesto Hernández Busto

I
Uno de los vicios más comunes de los obituarios suele ser el intento por elevar al muerto al pedestal de lo exclusivo. Lo recordamos como si dejase entre nosotros un espacio irremplazable, un molde roto, un vacío. Evocamos al "último de los" con el típico sentimentalismo de lo excepcional. La muerte, sin embargo, es justamente aquello que tiende a igualarnos con el resto, el severo desmentido de esa unicidad que buscamos proclamar, un supremo mecanismo de emparejamiento.La noche del miércoles 28 de julio, dos meses después de cumplir 80 años, falleció en Milán Roberto Calasso. Desde entonces se le ha llamado "titán", "pilar", "gigante", "autoridad indiscutible", "leyenda", "la luz intelectual de Europa", "hombre de letras renacentista", "el último intelectual" (un término que detestaba, por cierto), "institución literaria en una sola persona". Era, sin duda, un escritor extraordinario, aunque no "raro" ni "único": él mismo se ocupó de precisar su linaje entre los mitógrafos, y de editar y comentar a sus predecesores. Pero lo realmente notable de Calasso es su radical extemporaneidad. Lo raro, en este caso, es que siguiera aún entre nosotros; la insólita conjunción entre el perfil y el fondo. Tras labrar pacientemente una obra monumental, se ocupó de explicar su disgusto con la época que le había tocado vivir en un pamphlet saturado de reveladoras boutades: La actualidad innombrable.
Que Calasso fuera nuestro extemporáneo por excelencia es algo que merece ser pensado más allá de cualquier metáfora o circunstancia fúnebre. ¿Qué es lo que desaparece con él?, ¿cuál la virtud que sus lectores debemos dar por concluida? Y también, por supuesto, ¿qué nos deja tras una veintena de libros y casi seis décadas de oficio editorial?
La retórica post mortem gira sobre el tamaño de una doble ambición felizmente cumplida. Un bivio aparente, como el propio Calasso dejó claro al convertir el "arte de la edición" en una suerte de escritura alternativa, donde "un libro equivocado es como un capítulo equivocado de una novela". En este sentido, la distancia entre él y el resto de los editores contemporáneos es mayúscula. Sus numerosos imitadores, más o menos confesos, nunca consiguieron igualarlo porque su característica distintiva, como ya se ha dicho, fue ser, al mismo tiempo, un gran escritor y un gran editor. Kurt Wolf, Gallimard, Unseld, Barral, Schiffrin... fueron buenos editores y escribían bien. Pero no estaban a ese nivel. Por otra parte, pocos grandes escritores han ejercido como editores durante tanto tiempo. Y aún menos han conseguido dar forma a un catálogo concebido como biblioteca ideal.
Adelphi ocupa un lugar especial dentro del mundo de la edición contemporánea. Es, como quiso Calasso, una forma. Hay, por supuesto, "autores Adelphi" y otros que serían impensables allí. Alcanzar ese puesto no fue tarea fácil: tras la historia de la editorial se disimula toda una guerra cultural, la emergencia de ciertos valores y polémicas que agitaron la posguerra italiana, y cuyos ecos llegan, al menos, hasta finales del siglo XX.
Adelphi comenzó como un desprendimiento de Einaudi, luego de aquella época dorada en que la editorial turinesa dio trabajo a Pavese, Natalia Ginzburg, Giulio Bollati, Felice Balbo o Italo Calvino. En el origen de aquella escisión o desprendimiento está Nietzsche, o más bien, una polémica sobre la edición crítica de sus Obras completas: proyecto de Giorgio Colli, que Einaudi habría rechazado citando razones tanto económicas como ideológicas. Para algunos, fueron el propio Giulio y el ala izquierda de la editorial los responsables de la censura; para otros, fue el germanista Cesare Cases (que en 1973 polemizara con Calasso a propósito de Gottfried Benn) el encargado de aquel veto sobre el que planea la sombra de Georg Lukács y su influyente Asalto a la razón.1 Al final, Luciano Foà no pudo editar a Nietzsche, y se fue a Milán junto a su amigo Roberto "Bobi" Bazlen y con el dinero de Roberto Olivetti y varios jóvenes colaboradores para fundar otra casa editora.
En esta rápida genealogía puede intuirse de qué manera Adelphi rompió con la unanimidad marxista de la cultura italiana de postguerra y cómo, ya desde su nacimiento, liberó ciertos nombres propios y conceptos del estigma ideológico propiciado por la sinistra. La idea de Bazlen sobre "los libros únicos", bien explicada por el propio Calasso en La marca del editor, dominó un canon intelectual capaz de abarcar desde Kubin hasta Hofmannsthal, desde Canetti y Céline hasta Sebald y Brodsky, pasando por todos los nombres ineludibles de la cultura europea. "Solo publicaremos libros que nos gusten mucho", había dicho Bazlen, y fue Calasso quien se ocupó de hacer realidad ese credo.
A Bobi Bazlen está dedicado uno de los dos últimos libros de Calasso, que llegaron a las librerías el mismo día de su muerte. (El otro, Memè Scianca, son unas memorias de infancia). Pero hay revelaciones sobre el intelectual triestino en varios ensayos previos. En pocas palabras, Bazlen fue su chamán, el modelo para superar una serie de supuestas incompatibilidades establecidas por la Modernidad:
El literato habla con lugares comunes de las cosas últimas; el lector de las obras divulgativas del Oriente ama cualquier forma de Kitsch espiritual; el erudito no sabe vivir; el hombre que conoce la vida comete errores de sintaxis; el científico explica el mundo reduciéndolo a una pobre imagen; el entusiasta no sabe sacar cuentas; el neófito no ve la antigüedad del presente; el restaurador no ve la modernidad de lo antiguo. Todas estas incompatibilidades son una invención bastante reciente, una de las tantas consecuencias de aquel fecundo principio esquizoide que nos gobierna desde hace mucho tiempo. Quien no obedece a estas máximas es sospechoso, alguien poco serio, un ecléctico, alguien que siembra la confusión. Bazlen no obedecía a ninguna de estas –y otras– incompatibilidades. En tal sentido, nadie como él sabía sembrar esa confusión.2
Para Calasso, si Bazlen podía convocar ese poder centrífugo era por su esencial taoísmo: en el centro de aquella tormenta había un punto vacío, el acto elusivo de una potencia muda, la capacidad para no publicar en vida ni una sola línea y desgranar apenas indicios de sabiduría, señales, aforismos.
En estas últimas memorias, Calasso recuerda uno de sus diálogos oraculares con Bobi: "Un día, Bazlen dejó escapar casi a regañadientes la respuesta a una pregunta que yo no le había hecho, pero que podría haberle hecho, como cualquiera, siendo una pregunta-atajo: '¿Qué podía intentar un escritor en este momento?' 'O lo diminuto o lo inmenso... O Jules Renard (el Diario) o el todo'. Palabras dichas como en fuga".
Esa lección, no por gusto evocada durante estos días de duelo, es una de las claves para entender la obra (editorial y literaria) del propio Calasso. Si Bazlen, escritor del no (Vila-Matas dixit), se había refugiado en un silencio alquímico, a él le tocaría el camino del opus total sobre la base de las visiones y premoniciones de su maestro. Contra la nada ágrafa, el todo impreso.
Ese todo fue, primero, el pago de una deuda: Adelphi estaba llamada a convertirse en la verdadera obra de Bazlen, que antes de morir solo pudo ver editado el primero de sus títulos: la novela La otra parte del pintor Alfred Kubin, un "Kafka antes de Kafka". Fue la primera piedra de aquella editorial concebida como figura única y exclusiva, monstruo de colores pastel, serie de volúmenes que, colocados al mismo nivel que una biblioteca ideal, aspiran a ser leídos como un solo libro.
Similar magnitud tuvo su ambición literaria: Calasso nunca persiguió menos que el absoluto, y por eso cuesta delimitar el tema de sus obras, como bien notó Calvino al reseñar La ruina de Kasch. En un esfuerzo por sintetizar, podemos decir que la literatura de Calasso es una suerte de laberinto cuyo tema central parece ser la evolución y los misterios de la conciencia humana, evocada a partir del mito y su supervivencia. El mito transmite un saber, pero ese conocimiento circula muchas veces por vías subterráneas y requiere de cierto tiempo para captar nuestra atención: "tuve que esperar a hacerme mayor para darme cuenta de hasta qué extremo los mitos forman parte de lo que somos, de nuestra sustancia", confesó.
Por eso también el Calasso escritor está a una distancia sideral de sus imitadores. Para llegar donde él llegó no basta con suscribir un difuso orientalismo new age, glosar los mitos, defender la verdad del relato, rechazar la ciencia, practicar la pose elitista e intransigente del snob o apuntarse a una excursión de dos semanas por la India. Calasso fue, no hay que olvidarlo, un erudito y un polímata. Un hombre que vivió para leer, y cuya curiosidad lo llevó a territorios arduos, poco explorados. Su ambición, que combina filosofía, filología, antropología, mitología, historia del arte y de las religiones, resulta inusitada en la literatura moderna: lo inmenso, ha dicho un crítico italiano, es la dimensión que marca desde el comienzo su experiencia literaria. Para hacerle justicia como lector a esa experiencia hay que haber madurado, intelectual y vitalmente.
La cristalización de ese voluntarismo es su idea de la literatura absoluta, una expansión del concepto de Absolute Prose formulado por Gottfried Benn.3 Ese "saber que se declara y se quiere inaccesible por otra vía que no sea la composición literaria; absoluta, porque es un saber que se acomoda a la búsqueda de un absoluto y por tanto no puede referirse a nada que sea más pequeño que el todo", se reconoce, sin embargo por pequeñas señales o minúsculas turbaciones: "una cierta vibración y luminosidad de la frase, un nuevo estremecimiento o una sacudida estética".
Al igualar la literatura y la epifanía, Calasso rinde homenaje al Mallarmé del Libro absoluto, a la estética de la resonancia y la cintilación. Pero también engulle la poética de Benn, que a principios de diciembre de 1950, en una carta al crítico Dieter Wellershof, escribió: "el lenguaje no quiere (ni puede) otra cosa más que fluorescer, brillar, arrastrar, aturdir. Se celebra a sí mismo, lleva a lo humano a su delicado pero también poderoso organismo: se vuelve monológico, incluso monomaníaco”.
Es curioso que Calasso, supremo prosista, haya basado su estética de la literatura absoluta sobre una comprensión esencialmente poética de la literatura. Su "método de trabajo" estaba, como pedía Simone Weil, fundado en la analogía, y debió enfrentar muchos de los reparos que durante siglos han soportado los poetas.
También los prejuicios contra "lo irracional". Tanto Adelphi como Calasso llevaron a cabo, en paralelo, un sistemático trabajo de rescate de lo irracional que parece una prolongación de la filosofía de Nietzsche por otros medios. En Calasso, como en tantos poetas y filósofos, lo irracional no es el camino opuesto a la razón o la armonía, sino otro camino para llegar a ser y conocer. Uno que se interna en la realidad del mundo visible e invisible sin necesidad de someterse a las leyes de lo apolíneo, al severo reduccionismo de la técnica o al positivismo científico de la sociedad secular.
Podría incluso afirmarse de Calasso, como se ha dicho de Nietzsche, que a pesar de los variados disfraces el verdadero tema de su obra no es otro que el mundo mismo. En uno de esos raros momentos en que trató de ser didáctico, un diálogo con adolescentes italianos del liceo clásico (puede verse aquí), y ante una chica que le preguntó si el mito no sería una manera de desahogar tabúes, el escritor declaró: "¿Por qué asusta el mito? Porque es el mundo el que asusta. Intentamos tratar el mundo como una cosa doméstica, pero solo porque estamos aterrorizados. Y tenemos razón en estarlo. La naturaleza, por su propia constitución, es algo enigmático, cruel y difícilmente dominable. Estas historias son el tejido mismo de la naturaleza".
Después, propinándole a la povera studentessa una cita de Salustio en Sobre los dioses y el mundo donde el neoplatónico se refiere a la epifanía mítica y su carácter engañoso, Calasso proseguía: "el primer mito es el mundo mismo, el tejido del mundo está hecho de tal modo que resulta adyacente y afín a estas historias míticas... Aquello que aterroriza no es el incesto o el asesinato: es la existencia". A la misma conclusión llega aquella línea del Yoga Vasishtha que se convirtió en una de sus frases preferidas: "El mundo es como una impresión dejada por la narración de una historia".
II
La radical extemporaneidad de Calasso y su obra lo convirtió, también, en una suerte de personaje legendario. En estos días hay quienes pretenden conferirle características casi mitológicas. Como recuerda Marco Marino, por ejemplo, a Joseph Brodsky le gustaba jugar con la idea de que un dios, tal vez Apolo, había entrado en el cuerpo de Calasso para contar al mundo la historia secreta de los dioses. En una novela como Las bodas de Cadmo y Harmonia, dijo Brodsky, "se escucha un timbre extremadamente íntimo, y sin embargo, al mismo tiempo, altamente impersonal que no puede pertenecer a uno de nosotros".
Aunque ajena a las seducciones de lo contemporáneo, la figura íntima e impersonal de Calasso es parte de una larga tradición intelectual que se rebela contra el mundo visible y sus demonios ocultos para proponernos un "conocimiento verdadero". Que ese saber tome la forma de la literatura y no de la filosofía, por ejemplo, parece ser el primer síntoma de nuestra decadencia. Hilo revelador, del cual puede tirarse para llegar al centro del laberinto.
Ni dios, por supuesto, ni profeta: Calasso estaría más cerca de aquellos ṛṣis a los que alude en sus comentarios védicos: componedores, videntes, figuras energéticas y poderosas que a menudo se mueven como personas comunes entre la gente para transmitir ciertos conocimientos, y cuya principal característica es la incandescencia mental. Los ṛṣis descollaban porque ardían. El ardor es aquella voluntad de conocer previa al pensamiento.
Detrás de ese señor experto en negronis con modales de aristócrata florentino, y trajes impecables, cuya mirada desdeñosa y sonrisa irónica se hicieron proverbiales en la pasarela del mercado editorial, también podemos intuir la figura del mago. Es curioso cómo cambió físicamente con el paso del tiempo: el apuesto adonis veinteañero que conocemos por algunas fotos dejó paso a la estampa luciferina del dandy interesado en saberes iniciáticos y juegos psicológicos. El estilo, escribió su admirado René Daumal, es la huella de lo que se es sobre lo que se hace", y Calasso fue adquiriendo con el tiempo un estilo inconfundible.
A mí me recordaba un poco al Maurice Conchis de The Magus, la novela de John Fowles que transcurre en una isla griega, empeñado en practicar el "juego de los dioses", que no es otro que un ritual de conocimiento analógico, lleno de antiguas máscaras. O a aquel otro mago, Oliver Haddo, protagonista de la novela de Somerset Maugham que publicó en Adelphi. O a un metteur en scène de Klossowski. "El pérfido Calasso", lo llamaba, en broma, Jorge Herralde.
Con el "personaje Calasso" no había puntos medios: la gente lo adoraba o lo odiaba de inmediato. En Italia fue materia más polémica que en el extranjero. Algunos se burlaban de sus diatribas contra el Occidente moderno o lo acusaban de contar fábulas de las que ya sabía la moraleja, y limitarse a glosar verdades establecidas en los mitos originales, como si no fuéramos todos, escritores y críticos, escoliastas de ese puñado de historias primordiales. Calasso, de conocida familia antifascista, fue también el blanco colateral de los reproches contra Adelphi y la llamada "cultura de derechas", por su insistencia en el mito, lo irracional y la estética de lo sagrado. Desde la primera fila de mi soggiorno piamontés asistí a la tremenda polémica italiana de 1994 sobre los escritores de derechas, algunos de ellos antisemitas, que involucró a Adelphi y al propio Calasso tras la publicación del panfleto de Leon Bloy, Le Salut par les Juifs. Fueron años llenos de excesos retóricos. Recuerdo, por ejemplo, a un bilioso Berardinelli, quejándose en el periódico de que Adelphi había "colonizado culturalmente" a la izquierda italiana, que ahora se prodigaba en un entusiasmo ridículo por Heidegger, Jünger o Carl Schmitt. O a Cesare Segre respondiéndole a Calasso que sería más útil parándose en la puerta de alguna iglesia para explicar a las pías ancianitas qué era el Paráclito, en vez de publicar al "inmundo, fanático y delirante" Bloy.
Por supuesto, la poca gente que se atrevía a acercarse a Calasso lo hacía intimidada por su leyenda: aquello de que había leído la Recherche de Proust a los 13 años, y había sido celebrado nada menos que por Adorno, hombre parco en elogios. Pero Calasso también adoraba seducir y tenía un notable sentido del humor.
Creo que empecé a leerlo en el invierno de 1993. Por ese entonces, vivía yo en un pueblito entre Alessandria y el Monferrato llamado Cella Monte, y no me hubiese atrevido a hacer el peregrinaje hasta el número 14 de la Via San Giovanni sul Muro, en Milán. Compraba los libros de Adelphi en algunas librerías de Turín y luego trataba de llegar a fin de mes. La ruina de Kash y Las bodas... fueron, por supuesto, una revelación. Cuando leí Los cuarenta y nueve escalones, y se me ocurrió traducir, junto con mi novia italiana de entonces, "De la opinión", un extenso y medular ensayo de Calasso que salió en Vuelta, en agosto de 1994. Fue, si no me equivoco, su primer ensayo publicado en español.
Le escribí más tarde una larga y ceremoniosa carta para proponerle que incluyera una selección de ensayos de Lezama Lima en Adelphi, pero nunca me respondió. Muchos años después, en Frankfurt, me atreví a recordarle el asunto. Acompañaba yo a Jaume Vallcorba, editor de Acantilado, al selecto cóctel que celebraba Suhrkamp en la hermosa casa con jardín de Siegfried Unseld. Vallcorba, recuerdo, estaba exultante: daba saltitos de entusiasmo al saberse entre la crème de la edición mundial. En una esquina, Calasso conversaba con Andrew Wylie y Martin Amis. Me acerqué envalentonado por varias copas de Riesling y le recordé aquella propuesta de diez años atrás. Me dijo que lo tendría en cuenta, que creía que Lezama ya estaba editado en Italia, pero que no lo había leído. Luego, educadamente, volvió a su Olimpo.
Mi propuesta no era descabellada: hay muchas afinidades entre el proyecto intelectual de Calasso y la visión lezamiana de la historia inseparable del mito. El llamado sistema poético de Lezama y su noción de la imago como fuente de conocimiento hubieran encantado a Calasso, igual que su Introducción a los vasos órficos. Ambos comparten lecturas esenciales: Platon, Frazer, Spengler, Daumal, Weil, y aquella traducción de un pasaje de la Epístola a los Hebreos que aparece en el Paraíso de Dante: "Fe es la certeza de lo que se espera/ y la convicción de lo que no se ve".
Antimodernos esenciales, Lezama y Calasso comparten también la ambición de la summa y el sueño de un Curso délfico que tiene la forma de una biblioteca. Puede decirse que Calasso novela "eras imaginarias" o que la lucha entre causalidad/incondicionado es la verdadera materia de la oposición calassiana entre el pensamiento analógico y el digital en nuestras sociedades seculares. Con diferentes retóricas y modos intelectuales, ambos apuntaron al viaje perpetuamente renovado de lo visible a lo invisible.
Me quedan por leer sus últimos cuatro libros (las dos memoirs ya mencionadas que acaban de salir; Allucinazioni americane, el librito que dedica a Hitchcock, y su volumen sobre la Biblia: Il libro di tutti i libri). Pero en el penúltimo periodo del pensamiento de Calasso descollan El ardor y El Cazador Celeste, proyecto de una suerte de antropología filosófica, que vendría a sustituir a la agotada metafísica del siglo XX.
Repasé con cuidado esos libros, porque tienen numerosas intuiciones sobre el tema del sacrificio animal, que me interesaba particularmente. No son fáciles de leer, pero en ellos arde la misma inteligencia deslumbrante que fue el sello distintivo del "estilo Calasso". El ardor, que gira sobre los Vedas (uno de los textos más aburridos que han llegado hasta nosotros, todo hay que decirlo) tiene también pasajes que ayudan a entender su vocación de mitógrafo y a superar muchos de los callejones sin salida que encontramos en Durkheim, Mauss o Girard.
De ese libro se desprende, como una enorme nota al pie, las 500 páginas de El Cazador Celeste, un libro retóricamente menos logrado (conversando hace poco con Edgardo Dobry, traductor habitual de Calasso al español, ambos constatábamos que últimamente il Maestro parecía necesitar algún editor que le ayudara a evitar desvíos y, sobre todo, las numerosas repeticiones que exhibe su argumentación). Pero las tres o cuatro ideas básicas de ese tratado sobre el homo necans, que es también un compendio de los comienzos de la poiesis para explorar la manera en que el hombre se convirtió en "animal metafísico", son cautivadoras y merecerían ser más debatidas en el mundo contemporáneo.
En esos libros recientes, Calasso parece ensombrecido, dueño de una sabiduría terrible sobre un mundo asolado desde los comienzos por la violencia; un escenario donde existir es destruir, sacrificar y expiar una culpa. No hay –no puede haber– en ese vasto territorio de lo humano nada parecido a la neutralidad pues somos un fuego que devora y una sustancia que es devorada.
Son proyectos que solo Calasso podía llevar a feliz término. En ese sentido, fue también un cazador, un ser resistente y obstinado, capaz de moverse por diferentes lenguas, eras y territorios inhóspitos siguiendo el rastro de sus historias. Su amigo y traductor Tim Parks hacía notar hace poco ese paralelismo entre el escritor y el montero. "Un libro se escribe cuando hay algo específico que debe descubrirse", escribió Calasso. "El escritor no sabe qué es ni dónde está, pero sabe que hay que encontrarlo. Entonces comienza la caza. Empieza la escritura".
Calasso fue velado este lunes en Santa Maria presso San Satiro, una de las iglesias más antiguas de Milán. Al comienzo de este obituario demasiado largo hice notar una paradoja: aquel que creemos excepcional demuestra, al ser rememorado, su común condición de mortal. Incluso quien se ha asomado a lo invisible para traernos de "la otra parte" sus candentes prendas de sabiduría, habrá de apagarse, entrar en lo desconocido. En "El regreso a Eleusis", capítulo final de El Cazador Celeste, Calasso parece ripostar con una sonrisa a esa objeción: "No se puede vivir sin lo invisible, aunque lo invisible encierre en sí a la muerte".
_________________
1 Cases fue hasta su muerte en 2005 una de las "bestias negras" de Calasso. Cuando no polemizaba explícitamente con él, solía mandarle cajas de chocolates por cada alusión satírica u ofensiva que detectaba en sus escritos. El que quiera saber los detalles de ese ajuste de cuentas puede remitirse a "Conjuras del Tao", ensayo incluido en Los cuarenta y nueve escalones.
2 Roberto Calasso, "Da un punto vuoto", en I quarantanove gradini, Adelphi, 1991. Más información sobre Bazlen podrá encontrarse en una novela de Daniele del Giudice, Lo stadio di Wimbledon (hay traducción al español en Anagrama), y en las páginas que sobre él han escrito Christopher Domínguez Michael y Enrique Vila-Matas, que lo incluye entre sus bartlebys.
2 notes
·
View notes
Text
Y volvimos a hablar. Después de tantos meses, de nuevo me escribió. Empezamos a charlar y me insinuó matrimonio. A mí la verdad él me sigue enloqueciendo como siempre. En la noche me volvió a escribir y lo llamé. Nadie en este mundo tiene idea de lo que me hace sentir el escuchar su voz, y la manera en que pronuncia mi nombre. Le confesé que para mí ha sido imposible olvidarlo, que desearía más tiempo a su lado, que me pone nerviosa. Él me dijo que sentía que algo nos seguía uniendo y le parecía imposible a pesar del tiempo que ha pasado, que le gustaría volver a besarme... llegar a algo más conmigo. Le confesé que aquel sueño que me contó me dejó pensativa y que lo iba a querer por siempre. Nos hizo falta más tiempo. Me propuso irnos a una isla abandonada un mes. Le propuse irnos a una isla abandonada una vida. Sé que lo confundí, ni yo misma entiendo esto. Me dijo que me recuerda y que jamás olvidará la cara de enamorado que ponía cuando me veía en la iglesia; No lo entiendo, porque la que no podía dejar de mirarlo nunca, era yo. Recordamos nuestra vida juntos, lo injustos que fueron, y que fuimos con nuestra relación. Él tiene 26 y yo 24. Nos enamoramos a los 17 y 15.. y nos hicimos novios a los 18 y 16. Han pasado 8 años desde nuestro amor. Lo amaré siempre. Desearía dejarlo todo por él. Le confesé que es mi traga eterna. Jamás había sido tan sincera. Le abrí mi corazón. Me susurró que si yo soy feliz, él también lo estará. Ojalá nos encontremos de nuevo en algún punto, (nos dijimos), y nuestros caminos vuelvan a convertirse en uno solo. Ojalá podamos volver a coincidir en el amor.
#amor#love#citas#un espacio dedicado a ti#desamor#personal#frases#dolor#ds#citas en español#frases en español#mis citas#mis frases#mis frases de amor#amor imposible#historias#microcuento#vida#amor de mi vida#vida cruel#vida real#realidad#ilusiones#ilusión#separados#separación#imposible#lejanía#adios#pareja couple
43 notes
·
View notes
Text
Enciende una luz
2020-12-24
1. Oración inicial
«Papito Dios, te doy gracias porque no nos dejaste en tinieblas, enviaste tu luz al mundo, luz que, por tu gracia, en mí ha resplandecido; ahora, Padre, te pido con mucha humildad que seas tú permitiéndome resplandecer sobre la vida de mi prójimo para que seas glorificado y tu luz llene la tierra. Gracias en el nombre de Jesús, amén. «
2. Lee la palabra de Dios
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.” Juan 12:46
3. Reflexiona
Es muy hermoso ver cómo por esta época se encienden muchas luces decorativas en nuestras ciudades y hogares, pues durante estos días recordamos y celebramos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, la luz del mundo.
A la vez, es muy esperanzador saber y recordar que ya no tenemos por qué estar en tinieblas puesto que la luz vino al mundo, pero tristemente todavía hay muchas personas que continúan en oscuridad con sus malas acciones que solo llevan a la muerte, no conocen la luz que los lleva a la vida.
Hermanos, no permitamos que las fiestas y el brillo de las luces externas nos distraigan y nos olvidemos de encender la luz principal, la luz que debe brillar en nosotros. Lo más importante de esta fecha como dice el versículo de hoy, es creer en Cristo, recibirlo en nuestro corazón y permitir que su luz alumbre nuestra vida para ya no permanecer más en tinieblas, ni nosotros, ni nuestras familias.
Permite que el día de hoy Jesús nazca en tu corazón, cree en Él y recíbelo como el Señor y salvador de tu vida, así se encenderá en tu vida como en tu hogar la luz más bella y resplandeciente, y adicionalmente estarás celebrando una real ¡Feliz Navidad!
1 note
·
View note
Text
VGR
English
Español
Français
Português

09/03/2020
Asistí a una reunión del Hermano Branham, parte 1
¡Encontramos otro tesoro en los archivos!
El 24 de abril del 2017 publicamos un artículo de un ministro australiano llamado Len J. Jones, titulado Asistí a otra reunión del Hermano Branham, 1959. El artículo era un resumen de su primera visita a las reuniones del Hermano Branham de 1951 (en Vernon, Columbia Británica) y luego escribió otro de 1954 (Shreveport, Luisiana). Recientemente encontramos el artículo de 1954.
El siguiente testimonio pertenece al reverendo Len Jones se publicó originalmente en la revista religiosa australiana La evidencia y, posteriormente, en otras revistas religiosas a finales de los años cincuenta.
Publicaremos las tres partes del artículo durante el transcurso de la semana.
Asistí a una reunión de Branham, 1954
Son las 12:30 de la media noche. Acabo de llegar de una reunión de Branham y quiero redactar mis impresiones mientras aún recuerdo todo. Siento que es mi deber contar lo que he visto y oído esta noche. Nunca me he sentido tan cerca del Cielo; es lo más cerca al Cielo que espero estar en la tierra. Jamás olvidaré esta noche. Algo me ha sucedido y nunca volveré a ser el mismo. Les contaré lo que oí y vi. Por favor, créanme, sin importar cuán increíble parezca, pues es la verdad.
Cuando llegué a Shreveport, el secretario de la iglesia me informó que la noche siguiente el Hermano Branham se encargaría del servicio y que nuestras dos reuniones se habían anunciado juntas. Me sentía dichoso; había deseado tanto asistir a semejante reunión, pues había escuchado demasiado sobre el ministerio del Hermano Branham.
Su reunión se anunció únicamente en el periódico; no se necesita nada más cuando William Branham visita una ciudad. La iglesia se llenó completamente y hasta había gente de pie. Unos viajaron más de 300 kilómetros para ir a la reunión. Uno de los primeros hombres que encontré fue el pastor de Baton Rouge —ubicado 400 kilómetros de distancia—. Recientemente había predicado para él. El reverendo Gordon Lindsay, editor de LA VOZ DE SANIDAD, viajó una distancia similar desde Dallas, Texas.
En su mensaje de esta noche, el Hermano Branham mencionó que ayer iba a partir hacia Sudáfrica e India. No obstante, mientras se preparaba, un hombre se le apareció en su casa —llevaba una vestimenta peculiar y una especie de sombrero que nunca había visto— y le dijo: “No viajes a ultramar hasta septiembre”. Él observó de nuevo (luego me describió al hombre) y ya no estaba; entonces se dio cuenta que había visto una visión. Fue este aspecto milagroso que caracterizó toda la reunión, pues íbamos a presenciar y escuchar muchas maravillas. El Hermano Branham canceló de inmediato su visita a Sudáfrica e India y partió como le fue instruido. Sus reuniones en la India son patrocinadas por un destacado dignatario de la iglesia anglicana.
Citando la Escritura, “el perfecto amor echa fuera el temor”, mencionó que el amor era lo más grandioso que había en el mundo y que nada podía hacerle frente. Dijo: “La gente y los animales saben si Ud. los ama, y Ud. no puede engañarlos”. Para ilustrar esto, contó dos historias que experimentó.
Un día, estaba cruzando un campo cuando un toro feroz intentó embestirlo. No había árboles donde subirse ni cercas que saltar, pues se encontraba en el centro del campo. No había otra esperanza, sino Dios. Dijo que una extraña paz lo invadió y supo que el animal no podría hacerle daño. El toro escarbó la tierra y luego corrió hacia a él a gran velocidad. Se detuvo allí, indefenso, en el medio del campo con un toro que corría hacia él. Lo único que hizo fue pararse allí y, mientras el toro se acercaba, dijo suavemente: “No puedes lastimarme y yo no quiero lastimarte. Ahora solo aléjate y recuéstate”. El toro se acercó como hasta una distancia de 1 metro y entonces se detuvo repentinamente e hizo exactamente lo que le habían dicho. Entonces recordamos a Daniel en el foso de los leones.
Para ilustrar el poder del amor, no solo en la gente, sino también en los animales e insectos. Contó que un día estaba cortando el césped sin camisa, pues era un día muy caluroso. Perturbó un enjambre de avispas y estas volaron hacía él para atacarlo. De nuevo, él les habló suavemente a las avispas y les pidió que se alejaran, pues no quería lastimarlas ni que lo lastimaran a él. Entonces se alejaron de él sin molestarlo. Esto, dijo él, fue exactamente lo que ocurrió con el apóstol Pablo cuando la víbora se prendió a su mano, él solo la sacudió y la arrojó al fuego, sin temor.
Con respecto a la sanidad, el Hermano Branham dijo que Jesús no sanó a todos en el estanque de Betesda. Él pasó por alto a muchos sin decir una palabra. Él habría podido sanarlos a todos, pero no lo hizo; solo sanó a un hombre. Y así, dijo él, ocurre hoy en día. El Señor puede obrar, pero solo algunos se esfuerzan y tocan el borde de Su vestidura.
Dijo que Jesús no podía hacer nada por sí mismo, por eso pasó por alto a tantos en el estanque de Betesda y no acudió el primer día al llamado de María y Marta por su hermano Lázaro. Tuvo que esperar hasta que el Padre le hablara, pues Él no podía hacer nada hasta que el Padre le mostrara.
Él dijo que Jesús vio todo en visiones. Él discernió los pensamientos de los hombres. ¿Qué podemos decir ante semejantes declaraciones? ¿Qué sabemos al respecto? Eso se sale de nuestra dimensión, pero allí estaba un hombre que vive en esa dimensión y, antes de que esa noche acabara, iba a hacer lo mismo que habló de la manera más asombrosa. ¡Branham es un hombre fuera de lo común! ¡Él vive en otro mundo! ¡Jamás había escuchado algo semejante! ¡Nunca había visto nada igual! Nunca había
conocido a un hombre como él y no creo que conozca a otro igual mientras viva.
Después de que terminó de hablar, dijo: “Ahora, si soy un profeta de Dios, las cosas que he hablado acontecerán esta noche. Si no ocurren, pueden llamarme un falso profeta”. ¡Jamás había escuchado a un hombre decir algo así! ¡Nunca había oído a un hombre hablar con tanta autoridad!
Antes de que comenzara la reunión, su hijo repartió tarjetas a aquellos que deseaban oración. Las tarjetas iban numeradas desde la L 50 hasta la L 100. De ese auditorio abarrotado, pasaron 15 personas para recibir oración y se pararon en la línea. Ahora, pensé: “Veremos si este hombre solo habla teoría y teología como el resto de nosotros, o tiene un conocimiento experimental de lo que afirma”. Dentro de poco, quedé convencido de que allí, sin duda, se encontraba un hombre que hizo las cosas que predicamos.
Cuando las quince personas se pararon frente a él, dijo: “Estas personas son extrañas para mí. Nunca las había visto. ¡No las conozco en lo absoluto! Ahora…”, añadió: “veremos lo que el Señor hará esta noche. Satanás es solo un fanfarrón. Jesús ganó la victoria en la Cruz del Calvario y nos hizo jefes”. Nosotros también decimos lo mismo, pero este hombre iba a demostrarlo ante nuestros ojos.
La primera persona que se paró frente a él era una señora de mediana edad, tranquila y delgada. El Hermano Branham interactuó con toda la gente de una forma muy amable y calmada, nunca levantó la voz ni se alteró o molestó. Todo el tiempo manejó la situación a la perfección. Branham es el tipo de hombre que siempre he creído que un Cristiano debe ser. Es un hombre gentil y humilde, en todo el sentido de la palabra; solo tiene un propósito en la vida: complacer al Señor. Todos lo aman. Nadie lo envidia por su éxito ni por su gran popularidad. Él se comporta igual en los grandes auditorios de la tierra con 10.000 asientos —los cuales con frecuencia se llenan completamente—, que en su humilde hogar, donde ministra a los que van a visitarlo.
Cuando la primera persona se paró delante de él, todos contuvieron el aliento para ver si lo que había dicho acontecería en esa reunión. Muchos predicadores cuentan lo que ha pasado en otras reuniones, pero aquí había un hombre que ya había afirmado: “Si soy un profeta de Dios, las cosas que he hablado acontecerán esta noche. Si no ocurren, pueden llamarme un falso profeta” .
Él esperó un rato, pues no tenía prisa. Le habló tranquilamente como si esperara que le llegara inspiración: “Ahora, no la conozco en lo absoluto. Nunca nos habíamos conocido. Si puedo decirle cosas sobre Ud. y cuál es su problema, reconocerá que el Señor me ha revelado esto, pues ningún hombre puede hacer tales obras por su propio poder”. Ella estuvo de acuerdo. El aire era electrificante y se percibía una atmósfera tensa llena de emoción y expectativa. Ahora citaré exactamente lo que le dijo, pues lo escribí mientras él hablaba:
“Ud. no vive en Shreveport. Ud. viene de fuera de la ciudad. Veo que el lugar de donde viene tiene muchos pinos. ¿Es correcto?”. La señora asintió en silencio. Él continuó: “Le diré dónde es, es en Camden, Camden en Arkansas. Sí y su nombre es Dorothy, pero la llaman Dolly. Así es. Ud. es Dolly Yacht y tiene dos tumores en su estómago”.
Cuando dijo esto, el caos estalló en la multitud. Parecía que todos lloraban, sollozaban y gritaban al mismo tiempo. Algo ocurrió en mi interior y sé que nunca seré el mismo. Por favor, no digan que se trataba de un engaño; la atmosfera del lugar y el espíritu del hombre harían ver tal pensamiento como algo sacrílego. Todo esto ocurrió a menos de 2 metros de donde estaba sentado en la plataforma. La mujer se bajó de la plataforma llorando, sollozando y adorando a Dios. Cuando la vi por última vez estaba arrodillada en silencio en uno de los pasillos de la iglesia, con sus manos levantadas adorando a Dios y con lágrimas rodando por sus mejillas.
En los próximos días, publicaremos la segunda parte del artículo del reverendo Jones, que trata sobre otras personas que se pararon ante el profeta y lo que él les dijo.
 COMPARTIR
Derechos de autor © 2020 Voice Of God Recordings, todos los derechos reservados Privacy Policy
4 notes
·
View notes
Text
Metafísica transmedia
Las palabras son inciertas
y dicen cosas inciertas.
Pero digan esto o aquello,
nos dicen.
Octavio Paz
Es la primera página que escribo desde que se me dañó el disco duro y con él se fueron todas esas columnas, cuentos, poemas, reflexiones y palabras que, como estas, tuve que rumiar durante un tiempo antes de dignarme, no a escribirlas, sino a que su ínfima cantidad tuviera vida y no se perdiera en el mar de datos (momentáneamente porque sabemos del poder nigromántico del control+z). Las fotos sobrevivieron en su mayoría gracias a facebook. Después de todo, regalar tu intimidad y permitir que otros vean lo que observaste por el lente, logró preservarlas.
Tuvieron que pasar tres días para que yo sintiera el significado de perder todos mis trabajos universitarios, los ensayos, investigaciones o los escritos espontáneos y desinteresados que dejé incompletos a la espera, de que un día lejano, los volviera a visitar como a un pariente lejano que nos quiere mucho y nos espera a que irrumpamos en su soledad.
Cuando el técnico me dijo que el disco duro se había dañado y que era imposible recuperar la información, no se me ocurrió pensar que existieran más individuos como él y mejor capacitados. De manera fría, indiscriminada y sin mucho cálculo dije: “Pues bueno, ¡qué vaina! Toca formatearlo”. Y como justificando mis palabras, pensé que no importaba, al fin y al cabo, todo se iba a perder en algún momento. Nada sobrevive al tiempo, ni siquiera el tiempo mismo.
La ingenuidad y los juicios apresurados siempre han sido dos características mías. Tal vez mi silencio y la distancia que suelo tener me han valido para disimular este mal con mayor facilidad. Aun así, sigo equivocándome.
No se trata solamente de unos bytes, insignificantes y minúsculos, que, no representan mayor cosa dentro de los millones de terabytes que deben inundar los medios de almacenamiento analógicos y virtuales, la llamada nube que, en ocasiones pienso, su nombre vuelve sobre la idea de la residencia divina: la bóveda celeste. Tal vez no esté tan errado al pensar que la divinidad que adora la mayoría de personas que vivimos en un siglo XXI al estilo occidental son los datos y la información que circula ya no mediante cables, sino como ondas electromágneticas que viajan más lejos que la mayoría de quienes hacen uso de ellas.
Me pueden reprochar lo dramático al perder información como antes se extraviaban maletines llenos de manuscritos y documentos, o se quemaban álbumes y diarios. Sin embargo, yo no escribo estas palabras por el valor de las cosas perdidas per se. Pues si su tamaño medido en gigabytes era ínfimo, su valía como material periodístico, literario e histórico es todavía menor. No pretendo engañar al lector haciéndole creer que alguna obra maestra se perdió o que nos hallamos ante una tragedia por la que más de un hombre deba sufrir.
Lo doloroso para mi es la perdida de esa carpeta llamada documentos donde reposaban otras carpetas como libros (con pdfs e epubs difíciles de encontrar) y mis escritos, eco a la vanidad, donde estaban todas las palabras a las que pude llegar en compañía de otros o escribiendo en soledad (mas no solo, porque muchas de las cosas que intenté escribir fueron alimentadas por situaciones de la vida, palabras de otros, etc). Y ya no hay vuelta atrás. Así como cuando se quema algo, ya no hay forma de regresarlo a su estado original. Tal vez si la alquimia no hubiera muerto…
Me puedo engañar de nuevo y hacerme creer que es una oportunidad, como se suele pensar y decir, para crear(se) de nuevo. Seguramente tarde descubriría la falacia de todo esto. Pues no se trata de crearme una nueva identidad, cosa que igual ya había hecho en contadas ocasiones cuando me adentraba en la ficción, sino de hacer una arqueología de unas ideas que ya no están o cuyo rastro, muy fino, no se puede ver o seguir, al menos no de manera muy clara y definida.
Ahora me detengo y miro unos disquetes. Recuerdo que hace poco leí la noticia de que el pentágono reveló que tenía los códigos para el lanzamiento de los misiles nucleares almacenados en estos dispositivos. Me causó gracia al principio. Pero ahora entiendo sus razones. El mundo virtual es lo inmediato, lo efímero. Estamos ligados a la materialidad.
Por más que la vista a través de una pantalla nos reproduzca la voz y parte del cuerpo mientras se está en la distancia, tarde que temprano desaparece el artificio y recordamos que no solo eso hace a un ser humano. Que sin las otras partes no puede ser un todo. Esto es: sin su piel, su olor y temperatura corporal, la imagen pasa por mera representación. Los pokemones no han existido, para desgracia de muchos, ni existirán, por ahora pues no sabemos los avances de la biotecnología o la misma evolución de las especies dónde nos conduzcan, por lo que buscarlos en la calle se asemeja a un peregrinaje en la búsqueda de un dios lejano o un símil entre el mito platónico de la caverna donde el mundo lo vemos dentro de los límites de una pantalla y hay una realidad superior que esta quizá no abarca.
Tal vez nunca vaya a tener una caja llena de libretas de apuntes y cuadernos. La tozudez o la costumbre, me llevará a conservar el ritual de comenzar a trazar las primeras letras en un papel, para luego reescribir y tal vez continuar, en el computador, hasta que terminé o se marchen. Es por ello que no me veré exento de que me pasé de nuevo, pues si algo demuestra la experiencia, es su futilidad en la mayoría de las veces. Como Sísifo nos vemos condenados a subir la piedra todos los días sin poder alcanzar la cima.
Seguramente estos 15 kilobytes naufragarán en la nada de los datos suprimidos, un limbo virtual e insondable al que los genios informáticos siguen sin asomarse, pero algún nuevo tipo de metafísico transmedia estará pensando en cómo penetrar.
(Escrito en el 2016)
1 note
·
View note
Photo
Choi Lila, un nuevo año comienza y con eso, un sinfín de oportunidades. Queremos comentarte que tus datos han sido revisados por nuestro equipo docente y que tu solicitud para ser parte de nosotros ha sido por fin aceptada. Así, anhelamos que encuentres aquello que persigues, así como también una nueva meta o propósito junto a tus demás compañeros. Esperamos que dentro de nuestros muros experimentes emociones que se creían inexistentes y conozcas la dicha de los aplausos.
¡Joy! Gracias por la muestra de interés en nuestro proyecto, esperamos que tu tiempo con nosotros sea agradable. Recordamos que a partir de este momento, cuentas con 24 horas para enviar tu cuenta.
DATOS OOC / GENERALES.
Pseudónimo: Joy.
Pronombres: femeninos.
Edad: 19.
País o zona horaria: Estados Unidos, EST.
Nivel de actividad: yo diría un buen 8, pero sube y baja dependiendo del día.
Triggers: racismo, discriminación, crueldad animal, enfermedades mentales (que sean mal informadas), suicidio y abuso sexual.
DATOS IC / BÁSICOS.
Faceclaim: Park Sooyoung / Joy.
Nombre: Choi lila.
Fecha de nacimiento: 1 de Noviembre 1997.
Orientación sexual y romántica: “heterosexual” ( está descubriéndose a sí misma. )
Ocupación: camarera en cakeshop night club, estudiante cosmetología & youtuber.
Cursos electivos: danza y expresión corporal y canto popular.
DATOS IC / ENTREVISTA PERSONAL EN ITAEWON DRAMA ACADEMY.
¿Cómo te describirías a ti mismo y cómo te describen los demás?
“ mucha gente usualmente susurra cuando estoy presente, ni lo disimulan,” rió negando con su cabeza. “ al parecer soy considerada una persona muy atractiva aunque yo no me veo de esa manera. ” encogió sus hombros, la verdad siendo que tampoco le molestaba recibir cumplidos a la fémina. “ las personas pueden ser difíciles de leer o entender así que no estoy segura de cómo me describirían los demás – la pregunta es demasiado abierta como para preparar una respuesta concreta. ” se acomodó en su asiento. “ supongo que yo me describiría como alguien que le gusta aprender y se adapta rápido, ¡muy amigable también! ”
¿Por qué te interesa inscribirte en Itaewon Drama Academy? ¿Tienes alguna experiencia en el mundo de las artes escénicas?
“ honestamente, no tengo mucha experiencia frente a las artes escénicas. ” contestó inclinando su cabeza, relamió sus labios antes de continuar. “ sin embargo, detrás de escenas, sí. he tenido la oportunidad de maquillar a varios artistas para sus respectivos eventos. ” asintió. “ de ahí vino mi interés por entender más como funciona, al igual que la escuela se ve con muy buenas reseñas. ” Y no es muy cara, pensó.
¿Cómo es tu situación familiar? ¿Por qué no cuentas algún suceso relevante en tu vida?
“ nací en estados unidos y viví ahí la mayoría de mi vida. mis padres se divorciaron cuando yo tenía 14 años, mi padre se fue y yo me quedé con mi madre y hermanas menores. ” acomodó su cabello, mientras formulaba las oraciones para contar su vida sin aburrirle o sin ser tan personal. “ hace tres años, nos mudamos a este país, viviendo con mis abuelos. luego mi madre conoció a un hombre, que vendría siendo mi padrastro ahora y nos mudamos para acá hace un año. ahora estoy comenzando mi vida estudiando y conociendo cosas nuevas. ” sonríe debido a que hay muchas cosas que son relativamente nuevas aún para ella.
DATOS IC / EXTRAS.
tw: bullying
Cuando era pequeña, recibía mucho bullying por su figura y rostro. Llegaba llorando la mayoría del tiempo a casa. Hasta que un chico comenzó a hablarle durante clases, causando que Lila inevitablemente se enamorara. El corazón de la pelinegra terminó siendo roto al ver que él había preferido a una chica más hermosa. La pequeña puberta rogaba a su madre que le dejara tener cirugía plástica para volverse más bella. Estaba obsesionada con las apariencias. El internet, siendo la influencia más fuerte, terminó convenciéndola que el maquillaje era la mejor salida. Compró maquillaje, y lo intentó. Se veía horrible, pero pronto recibió ayuda de sus amigos internautas. Comenzó su viaje, hizo mascarillas para su piel, hizo ejercicio, comió sano y mejoró su técnica de maquillaje, después de tantas fallas y éxitos. Lila se volvió una chica irresistible.
Le encanta el anime, música rock y películas de miedo.
Tiene un canal de youtube con 1 millón de suscriptores, sube videos de maquillaje, moda, música, comida y muchas cosas más. Lo hace hablando en inglés debido que es como su lengua nativa. No se considera celebridad ni nada parecido, pero si ha sido reconocida a veces. Ese canal es su orgullo más preciado.
1 note
·
View note
Text
Diálogo con Roger Moore, al pie de las Cataratas [La Nación, 30.01.1979]

PUERTO IGUAZÚ (De un enviado especial). El hotel internacional de Iguazú, recientemente inaugurado, es un oasis refrigerado en medio del clima caliente, que desafía todas las condiciones de trabajo. Aquí, en el centro de los bosques que conforman el Parque Nacional Iguazú, se han instalado los equipos cinematográficos de Albert Broccoli, bajo la dirección del británico Lewis Gilbert, para concertar diversas secuencias del filme “Moonraker” (“Rastreador lunar”), el décimo primero de la serie de James Bond que, en castellano, será conocido como “007: Misión espacial”.
La presencia de Roger Moore ha sido uno de los mayores motivos de atracción –junto con las bramantes Cataratas, por supuesto- estos días, en esta zona de la provincia de Misiones, a poca distancia de las tierras brasileñas y paraguayas. El sol enorme y las posibilidades fotogénicas de estas bellezas naturales colman de satisfacción a los responsables de la película, que no abandonan sus muy reparadas tareas en ningún momento.
En la “suite” B del primer piso del hotel, Roger Moore está aún transpirado y solicita algo fresco para beber al mismo tiempo que nos sugiere que este momento –son las 16.30- es el mejor para responder las preguntas que queremos hacerle. Steve Swan, el ansioso encargado de prensa del equipo, quiere apurar las cosas con el fin de organizar una conferencia de prensa colectiva para más tarde, que no se llevó a cabo, y preparar el rato de descanso para Moore, que, seguramente, tampoco se cumplió.
“Cómo no se me va a ver feliz”, había respondido el actor mientras regresábamos al ascensor, “si siempre me ponen al lado de las mujeres más hermosas”. La referencia venía a cuento porque acababa de saludarlo la rubia Irka Bochenko, modelo polaca de 20 años, que, en esta ocasión, es una de las habituales “Bond Beauties”, por lo menos la única componente del extenso reparto, que lo acompaña durante las tomas por los saltos de agua y los bosques.
Le recordamos a Moore que en la Argentina se hizo popular con El Santo, por la televisión. “Aquí y en tantos sitios…” –responde alborotado, mientras le sonríe intermitentemente al fotógrafo. “Hace once años que lo abandoné, pero El Santo vive ahora en el cuerpo de otro actor”. Estira las manos y con los dedos nos urge el papel donde tomamos estas notas, y la lapicera. Escribe el nombre del nuevo Santo: “Ian Ogolvie”.
“También dejé la serie <<The Persuaders>> y (<<Dos tipos audaces>>), en la que trabajaba con Tony Curtis” –prosigue-, “¡Ah, Curtis. Qué amigo! Ahora nos vemos de tanto en tanto, cuando voy a Hollywood, porque él vive allá”.
“¿Dónde vive usted?”, le requerimos. “¿Yo? En Suiza, Italia y Francia. Tengo casa en los tres países. No podría decirle en cuál estoy más tiempo”. “Acaso dónde están sus hijos”, sugerimos. “Bueno, puede ser. Tengo tres y ellos viven en Suiza, mejor dicho, están en un colegio suizo. Tengo una niña de 15 años, y dos varones: uno de dos y otro de cinco años”.
“¿Si estoy mucho tiempo fuera de mi casa?” –Moore repite la pregunta que le hicimos- “Sí, bastante, pero a mis chicos los vi para Navidad, en Suiza, y a mi mujer el día antes de llegar a Iguazú, en Río. Dentro de ocho días los veré a todos de nuevo, porque iré a suiza a practicar esquí”.
“Es ésta la cuarta vez que usted interpreta a James Bond, después de <<Vivir y dejar morir>>,<<007 y el hombre del revólver de oro>> y <<La espía que me amó>>. “Efectivamente –contesta-, James Bond es el personaje que más me divierte, la paso muy bien durante las filmaciones excepto cuando debo estar frente a los periodistas. ¡Es que soy muy tímido y modesto! No me gusta nada hablar de mí!”.
Después de esta confesión, poco cierta probablemente, extrae un habano enorme y lo enciende. Sentado en la terraza de la “suite”, bebe ya el jugo que le ha preparado una empleada del hotel. Su chaqueta “safari” –la misma que no se ha quitado durante todos los días y horas que dura el rodaje, los descansos, las comidas y una fiesta en la “suite” del edificio- se ha ido secando la transpiración que hacía más el intenso color ceniza de la misma. “Tengo siete trajes iguales. Me gusta andar por la calle, durante mi tiempo privado, con las ropas de Bond”. Lo más llamativo es que ni siquiera se las quita cuando descansa al borde de la pileta de natación.
Recordemos en seguida a su antecesor en el personaje de Bond, Sean Connery. “¡Ah, sí, Connery…! En mi vida de actor, me ha tocado reemplazar a todo el mundo. Una vez a George Sanders, después a James Garner en <<Maverick>> y a Robert Taylor, hace 22 años, en una serie de TV sobre <<Ivanhoe>>. Algún día me reemplazaré a mí mismo”.
La ironía es uno de los fuertes de Roger Moore, no su diálogo. “Ponga que soy amigo de Sean Connery, sólo que lo veo poco porque él vive en España y yo no voy mucho allí. En algún aeropuerto nos hemos cruzado, pero nada de fotos juntos”.
“Nada de fotos juntos” había dicho también en un rato cuando le habíamos pedido tomarlo junto al “doble” que rueda las escenas de riesgo.

Según una costumbre habitual en los actores de habla inglesa, tampoco Moore es edicto a contar el argumento del filme. “Ésta es la más grandiosa de todas las de la serie de James Bond… Siempre la que sigue es más grande que la anterior”. El humor alienta en todas las respuestas, igual que su sonrisa, que se vuelve una carcajada que festeja las propias palabras. <<La espía que me amó>> costó tres millones de dólares. <<Moonraker>> cuesta 13. El cálculo era de 30 millones, pero tuve que pedir un aumento de salario. Tres millones cuesta el filme y 10 cubro yo. Es que me gusta comer bien”.
Le puedo aclarar que <<Moonraker>> es el título de la tercera novela de Ian Fleming, con James Bond. Es la denominación de un cohete que va hacia la Luna con el fin de lanzar un gas que destruirá la tierra, cosa que, como usted sabe, sólo Dios puede conseguir. Esta vez, mi enemigo no tendrá esa suerte”.
Cuando tocamos el tema de sus antecedentes, como actor, recuerda: “Comencé en el teatro, con un papelito en una versión del vaudeville <<Sobrero de paja de Italia>>. Me gusta el teatro, pero no trabajo en escena desde 1954. En Nueva York, el 17 de septiembre de 1953, estrené una obra que bajó de cartel ese mismo día. ¡Gran suceso!”
Le preguntamos si gusta de algún escritor. “Algunos contemporáneos, sobre todo James Clavell, por ejemplo, que recientemente me ofreció una de sus obras para llevar al cine. Trata sobre un general japonés”.
Parece haber perdido el número de sus películas. “Una 350 para la televisión y no más de 25, en el cine. Hice mi primer personaje hace mucho, al lado de Elizabeth Taylor, en <<La última vez que vi París>>. También en <<Melodía interrumpida>> y <<El ladrón del rey>>. En Italia trabajé en una historia sobre el rapto de las sabinas (<<El rapto de las vírgenes>>). El resto es conocido”.
El tema de la conversación se traslada a los actores. “Voy a ser vulgar y decir que mi actor predilecto es Laurence Olivier –afirma, entre irónico y convencido-. “La actriz que tendría que nombrar sería mi mujer, pero como ya no se trabaja, voy a decir que me gusta mucho Jill Clayburgh”.
El diálogo se diluye entre los refrescos bienvenidos y la aclaración (sin certificado de verdad) de que no hubo “dobles” heridos, como dijeron los cables, y de que, seguramente, habrá otros filmes de Bond, sólo que, ahora, a Roger Moore, lo que le preocupa es saber que esta superproducción proseguirá en el norte de Guatemala, entre unas ruinas indígenas, en Miami, en Los Ángeles y en París. “Después vendrá mi solaz con el esquí”, concluye este actor de perfecto inglés, que también habla italiano y que arriesga en castellano numerosas respuestas y todos los saludos.
Claudio España
1 note
·
View note
Text
Historia en un barco
Llevábamos ya cuatro días dando tumbos bajo un cielo gris verdoso, enjabonado, que nos quería devorar, aniquilar con piel y pelos, y nuestra piel era gruesa, y esos pelos eran los últimos que nos quedaban, tantos habíamos perdido ya. Pero al atardecer del cuarto día —un día que no olvidaré, con su indiferencia en las aguas y esa luz evanescente sobre las escotillas—, nos preparamos para la noche como viudos dispuestos a casarse por última vez, pero que no las tienen todas consigo, debido sobre todo a la parafernalia de rigor. Bebimos nuestro último whisky y encendimos las últimas velas y pusimos las mejores caras que pudimos encontrar, y nos persuadimos de que no achicaríamos agua en nuestras últimas horas porque era algo indigno y, además, no valía la pena.
La luz se desparramaba, pues, sobre todo, una luz particularmente buena y cara; no quedaba un solo rincón oscuro en nosotros ni en el viejo velero, que era un billete de lotería no premiado que nos habíamos sacado; y probablemente nosotros también fuéramos billetes no premiados y al final se acabó la luz. Pero cuando nos reunimos luego en el comedor con nuestras velas y nuestro whisky y nuestra luz tan especial, la cosa volvió a cambiar y ya no fue necesaria esa luz tan especial, una luz excepcionalmente costosa para unos cuantos cadáveres, y volvimos a oscurecer un poco el ambiente y apartamos la vista de los rincones, pues ya no valía la pena hacer ningún esfuerzo. Y dejamos de hablar tan burda y torpemente como esos jovenzuelos inexpertos que opinan que es preciso decir la última palabra sobre todo y que decir la verdad siempre está permitido, lo cual no es sino una disculpa para los palurdos y maestros de escuela. Por eso hablamos tan finamente como nos fue posible; pues maldiciones se lanzaron muchísimas, podéis creéroslo, pero con una enorme cautela y delicadeza. «Dicki» por aquí y «viejo querido» por allá, y nada de un viento que se acabó después que nosotros, ni de un viejo velero que se acabó con nosotros, ni de un agua que nunca se acabaría. Sí, con un poco de whisky —que ya no teníamos por qué ahorrar— hasta logramos correr un velo especialmente oscuro y denso sobre ciertas cosas, y aunque no soltamos una sola sílaba sobre el mañana o cosas por el estilo, se abrió paso una especie de suposición tácita, como si pasado mañana pudiésemos hablar de todo aquello, y cada cual trataba, en la medida de sus fuerzas, de afianzar en los demás la idea de que no había nada tan firme y duradero como él mismo, y de que un comedor era un sitio poco acogedor. Manky, por ejemplo, dijo que no deberíamos ahorrar whisky en absoluto, ya que a bordo no podríamos hacer niños ni tener descendientes, puesto que faltaban esas criaturas pelilargas necesarias para ello. Y aquella fue, en resumen, y habida cuenta de las especialísimas circunstancias, una buena frase de Manky.
Pero ahora pasaré al asunto del cual quería hablar y por el cual he soltado toda esta cháchara; en seguida veréis que era preciso hacerlo. Pues uno de nosotros —su nombre no tiene ya valor alguno en este planeta, no designa nada, y un día designó a un hombre no demasiado gordo, pelirrojo, con dos portillos en la dentadura y escasa capacidad culinaria—, uno de nosotros, digo, dijo algo que nos llamó la atención y aún recordamos ahora, al cabo de muchos años. Y no pienso olvidarlo hoy. Todavía recuerdo que se levantó con su vaso, se dirigió a la pared y puso el vaso en una mesita al tiempo que decía aquello, y lo dijo de manera tal que no quedó claro si había meditado mucho su acción. Dijo: Estoy harto de ir por ahí rodando. Harto. Me vuelvo a casa. Sí, eso fue todo.
Ahora podrá no pareceros gran cosa, y nadie empalideció cuando yo lo conté, pese a los trucos que empleé y al énfasis que puse, pero aquí no estáis en un comedor, ni tampoco sopla aquel viento, etc., y apenas podréis comprender que, dichas esas palabras, se hiciera un gran silencio, como cuando un hombre o diez ven en la oscuridad una luz que luego se apaga y resulta ser la colilla de un puro. Cierto es que Ferry —he acabado diciendo su nombre— lo comprendió bastante bien, en seguida se quedó sin aliento al ver aquello; notamos perfectamente que se puso pálido, más pálido que la pared ante la cual se había detenido. Y al instante abandonó el acogedor salón, lo cual era una auténtica locura con aquel oleaje, y nunca volvió a entrar, y hasta hoy ninguno de nosotros ha preguntado adónde se marchó. Tenía un hogar, una casita en el Estado de Arkansas, con una esposa que lo esperaba, pero no se dirigió allí, y nosotros lo sabíamos perfectamente cuando lo dijo, tan perfectamente como que nunca volveríamos a ir a ningún lado en este planeta, nosotros, los que no teníamos «hogar» alguno. Y aunque sabíamos que ni él ni nosotros volveríamos a ir jamás a ningún sitio, y que el agua es igualmente húmeda para todos, nuestro odio era tan grande que él lo sintió inmediatamente y salió a enfrentarse al agua; pues no sabíamos que el viento cesaría por la mañana y el agua se calmaría en pocas horas, y terminamos el viaje sin cocinero y sin whisky.
[Narrativa Completa 1] Relatos 1913-1927, Bertolt Brecht
0 notes
Photo

La Historia de Terrens Hoon.
Mi nombre es Terrens Hoon, de obviamente de la familia Hoon que significa niebla o humo. Mi nombre significa terreno de humo, ya que ni nombre significa tierra o terreno en ciertas partes de América. Tengo la edad de 25 años, soy tauro, nací en el año de la rata, para aquellos, que aún creen en esa tontería y blah blah blah…Soy de corea del norte, nacido en Kaesong, donde mi familia, aprovecha las industrias extranjeras para obtener dinero, sea como sea, mi familia, sí, mi malévola familia. La familia Hoon, es como una mafia, o algún tipo de mercenarios, asesinos y algo así como cazar recompensas, hacen de todo por dinero, claro si pagan bien ellos aceptaran, pero si no lo hacen, pues…ni cómo salvarlos. Mi tátara, tátara y más tatarabuelo Chul-moo Hoon, fue la clave de la familia con el nombre de jeogmog hyeonsang, (ojo rojo) y con ello dio inicio, a la fama de esta terrible familia. Claramente en toda leyenda familiar contiene un tipo de historia trágica o cosas asquerosas y malvadas de parte de ella, claro este no hace la diferencia, chul era un hombre de muy mal carácter y una actitud que desearías poder golpearlo si lo vieses, aunque claro si lo lograran. En los comienzos de esta terribles familia, convertían a los hombres en máquinas de matar, torturadores y volviéndolos locos, mientras que las mujeres eran las incubadoras de donde nacían estas máquinas de matar, no importaba si fuera parte de tu familia, mientras más nacieran mejor, si, suena asqueroso, algo antiguo, como si fuese parte de la época de Gojoseon o algo así. Mi tátara abuelo chul, realizo muchos asesinatos en su tiempo del año 3000, mato al que iba a hacer presidente en ese tiempo, le abrió la pansa a mi tatarabuela por acostarse con otro hombre, asesino al bebe que tenían, como dije, su forma de pensar era muy antigua, se acostó con otra mujer y tuvieron a un varón llamado kwan Hoon, que a la edad de 20 años mato a su padre chul y se quedó con el negocio familiar, y su madre…digamos que fue algo enfermizo, preferiría no mencionarlo, aun con su diferencia de edad él tenía 20 y su madre 35; pero bueno. La familia hoon era una trampa de traiciones, no podías confiar en nadie, ni en la persona más pura de la familia, al final, siempre te traicionaran, así transcurrió el tiempo, hasta el año de 3960, el día en que nació mi padre, donde el empezó algo diferente a toda la familia Hoon, mi abuelo sigue vivo, eso creo, pero vivió, mi padre dice ´´ porque hacer que empiece de nuevo si lo podemos cambiar juntos´´ mi padre es un genio, y lo digo yo, que soy un imbécil, el convenció a mi abuelo que si quemaba las huellas de las manos podrían culpar a cualquiera sin la necesidad de guantes, esa idea le gusto a mi abuelo y empezó a hacérselo a todos incluyendo a mi padre, también el de chantajear a las empresas extranjeras, también el hecho de secuestrar mujeres para continuar con la procreación, ya que las mujeres Hoon se volvieron demasiado problemáticas y las iban matando poco a poco y así mi padre se volvió la mente maestra y mi abuelo su títere, así hasta el año 3996 donde nació otro pelele de mi padre, yo, su hijo Terrens y en el año de 4002 nació mi hermano menor shew donde nosotros casi no recordamos a nuestra madre, por lo menos yo lo quiero olvidar, nuestra madre se llamaba sun hee, quien quiso cambiar y pensar diferente, ella espera que la familia Hoon pudiera hacer un trabajo mejor más noble, ser un lugar donde el bien domine y cambie esta terrible familia. Pasaron 4 años yo tenía 11 años y mi hermano cumplía los 3 apenas, mientras yo ayudaba a mi madre a vestir a mi hermano, y cuando veía a mi hermano a los ojos veía eso que decía ella, esperanza, pero la esperanza no puede vivir en esta casa, cuando termine de cambiar a mi hermano, mi padre entro y nos pidió que nos sentáramos frente a nuestra madre, eso hicimos, ella solo cerro los ojos y sonreía y mi padre rápidamente saco su katana y le corto la cabeza frente a nosotros, yo quede espantado, y mi hermano lloraba y mi patético padre dijo ´´ A si se le trata a las personas que intentan traicionar a la familia Hoon, ustedes no lo intentaran verdad hijos míos,´´ y en eso apareció ella Sugiui, el diablo en persona, el infeliz, maldito de mi padre dijo, que ella seria nuestra madre ahora, yo no dije nada porque estaba demasiado concentrado en el cuerpo de mi madre tirado allí y su cabeza fuera de su cuerpo y mi hermano no paraba de llorar y esa demonio solo dijo que callara al bebe o lo haría ella y en la situación en la que me encontraba preferí hacerlo yo, si callarlo era matarlo, preferiría no dejar que lo tocaran, de allí solo recuerdo que se dieron un asqueroso beso, y me dijeron que ella se haría cargo de mí y que yo me haría cargo de mi hermano, mi vida fue miserable, esa mujer hacia todo lo posible para derrumbarme, hacerme enloquecer, me quemo ella misma las manos y como gritaba de dolor en mi mano derecha me quemo esa mano para llegar casi al hueso, no paraba de sangrar mi hermano me vendo la mano, pero el dolor no se iría con solo vendarlo y tuve que vivir con ella y solo lo lavaba con agua y jabón, para que no se infectara, y me quedo hundido la palma de mi mano y se puede ver el hueso de mi mano, por eso decidí usar un guante, mi hermano a diferencia de mí, parecía muy acostumbrado al dolor, solo veía a ese diablo con odio igual lo hacía con nuestro padre, y el salió ileso de allí. Cuando tenía 15 años mate a un miembro de la familia, por la razón de que me hizo enojar, dijo muchas cosas de mi hermano y mi madre, mientras se reía de mí y mi mano que aún no sanaba, lo asesine como si fuese un niño más pequeño le saque los ojos y le abrí el estómago, mi hermano a la edad de 8 años, me detuvo y me saco de la habitación yo no era consiente aun, pero mi hermano solo me dijo que el convencería a Sugiui y que yo no moriría en sus manos, y así fue, dijo que lo mato por qué quería traicionar a la familia y todo le creyeron, yo le debía una a mi hermano, aun siendo menor que yo, yo ya sabía que él era como nuestro padre, inteligente y engañoso, pero bueno, pasaron 5 años y ambos éramos unos asesinos profesionales como si fuéramos ya adultos de 36 años o algo así yo mataba, mi hermano planeaba y en cuanto acabamos el trabajo ese día mi hermano dijo ´´ Quiero matar a papa´´ yo lo miraba sorprendido, tanto que me reí y le dije ´´ Y como planeas hacerlo, recuerda que nuestro patético padre es un listillo de mierda, dudo que lo superes ya con su experiencia y fuerza´´ y él dijo ´´ por eso te pido que me apoyes hermano´´ yo lo volví a mirar, pero no dije nada y el continuo´´ Podemos vengar a nuestra madre, podemos hacer lo que ella deseaba, recuerdas, esperanza en nuestra familia, honor.´´ suspire y le dije ´´ Como planeas hacerlo, porque esto ha estado por mucho tiempo, no puedes cambiar algo así un día para otro´´ y el continuo ´´ No, pero podemos empezar de poco a poco, yo sé que contigo todos te escucharan, porque claro les das un miedo que parecieras que saliste de una película de horror´´ reímos juntos y luego le golpe el hombros ´´ Toma eso por grosero, respétame que soy tu hermano mayor´´ luego suspire y el hablo ´´ por favor hermano, no me dejes solo en esto, sin ti en esto no podré avanzar y ganar, te necesito´´ y mirándolo a los ojos acepte, él iba a decirme el plan en cuanto lo tuviera planeado...lo lamentable es que nunca lo íbamos a realizar. No iba a pasar ni siquiera el año y yo ya andaba con mis tonterías, quería fumar, beber lo que sea, pero sin dinero con el que obtenerlo no iba a hacerse. Pensaran muchos que, si soy un mafioso porque no robo a alguien, es fácil decirlo, pero uno ya no puede asaltar a alguien sin que ya lleven un arma con ellos, más siendo solo uno, muchos en este tiempo piensan ´´ nadie lo extrañara´´ así también es mi familia. Como iba diciendo, estaba estresado, desesperado, casi y me lastimaba la cara por tanto que me la rascaba, y mira que ya tenía un rasguño en mi rostro gracias a esa anciana y sus ´´cuidados´´ como ella dice, y digamos que podría decir que iba a cometer el error más estúpido en la tierra, y miren que he hecho bastantes. Iba a robarle a mi familia, iba a agarrar todo el dinero que podía y gastarlo en mi adicción, estaba a punto de lograrlo, hasta que oí a mi hermano hablándome. ´´Pero qué demonios estás haciendo!´´ dijo él y yo continúe ´´ Que te parece que hago, y baja tu estúpida voz, no quiero que me descubran´´ intente seguir abriendo la cerradura, pero él me agarro del hombro ´´ Hermano detente estas cometiendo suicidio o que! si ella se entera´´ lo interrumpí, ´´ por eso baja tu estúpida voz!! Todo iba bien hasta que apareciste´´ el hablo´´ Hermano, tú sabes que ella es muy estricta con el dinero de la familia, no puedes agarrarlo y pasar desapercibido, ella te matara si descubre que tú lo has tomado...´´ hable´´ Y a quién le importa, si muero, ¡¡moriré con una buena bebida alcohólica y unos cigarrillos ´´ el hablo´´ COMO!! Como puedes poner a la adición ante tu propia vida´´. Estábamos discutiendo, estaba estresado, me faltaba aire, casi no podía escuchar lo que mi hermano decía, solo escuchaba cosas como, idiota, imbécil, no me dejes, ella lo planeo, y luego.....todo se tornó de rojo, escuchaba algo muy bajo, era mi hermano que se despedía de mi ´´ Hermano.....Terrens......no....no dejes q-que ella te c-c-controle.......y perdóname....por n-no, poder cu-curarte.......lo siento....te-q-quiero hermano...´´ Lo había arruinado..... mi instinto sangriento gobernó ante mi propio y única familia. Luego ella apareció, y me pregunto lo que paso, pero en su mirada no había ni siquiera preocupación ni interés, solo quería escucharme decirlo....lo mismo que mi hermano dijo.....´´lo mate por traición´´. En mi familia enterramos a los cuerpos en ataúdes especiales, cuando uno muere, pero a los traidores, lo tirara como basura, para que se pudran, yo no podría ver a mi hermano en este estado, así que con el dinero que gane por matar a un ´´traidor´´ le hice el funeral yo solo a mi hermano, sepultándolo los mas lejos de la familia Hoon, poniéndole un ramo de claveles, ese día llore como nunca, llore porque estaba solo, porque lo mate, porque tuve su sangre en mis manos, porque le quite la vida, porque era mi hermano, porque era mi sangre...porque era lo único que me mantenía atado a esta familia, él nunca iba a dejar la familia Hoon, él era la esperanza de la familia, y yo solo era el desastre, el idiota, el hablador, el malvado, ¡una Marioneta!. Todo eso solo me hizo derrumbarme más, y llorar hasta que ya no pudiera más, era mi fin. Pasaron 3 meses era agosto 15 del 4014, ese día fue pesado, porque era el cumpleaños de mi hermano, todos hablaban de él, todos eran insultos, malasias, desprecios, mientras que, a mí, aplausos, no los soportaba, era como vivir el infierno mismo, ese día fue demasiado y quería matar a cada uno de ellos, romperles los dientes, cortarles la lengua, cualquier cosa para que ya no hablaran así de él...... fue duro, y allí es cuando empezó mi rabia, grite que se callaran todos, le grite a esa mujer, le dije lo que hice, y porque lo hice, pero ella solo me miraba con superioridad, como si ya lo hubiera sabido, ella lo planeo todo.....y yo y mi hermano nunca nos dimos cuenta. Ahora yo era el fugitivo, tuve la suerte de que un barco pasara por mi ciudad, de allí me escabullí entre la gente y logre entrar, estaba a salvo. Le pregunte a un gordo de mierda hacia donde se dirigía el barco, él dijo un poco bajo ´´ México del sur ´´ y solo esperaba a la llegada, cuando veía la ciudad, también un misil, lo último que recuerdo, es a un chico intentaba sujetarme y me termino golpeando muy fuerte en el estómago, y luego estábamos en otro lugar llamado CMDE, junto a un niñato rubio, el gordo borde de antes y un chico con un peculiar traje, que era ridículo, ese chico se presentó ante nosotros como Blue. Y allí mi magnifica historia, como era mi familia, mi hermano, y como conocí a los tres idiotas más grandes del mundo, más Blue, que se cree un líder solo porque es fuerte, siempre está metiéndose donde nadie le llama, siempre diciéndome que debo hacer, él no tiene derecho a decirme que debo hacer con mi vida, que es bueno y que no lo es, él no sabe nada de mí, por lo que pase, por lo que vi...él no lo sabe... así que deje de juzgarme. Atte.: Senig063.
3 notes
·
View notes
Text
| Atar |
De un tiempo mejor
Maximiliano Fabi
“El tiempo contenido en el instante en el que la luz de la estrella que cae brilla para el ojo humano es de la misma naturaleza que aquel que Joubert, con su habitual seguridad, ha definido así: «Hay un tiempo -dice- incluso en la eternidad; pero no es el tiempo terrestre, el tiempo mundano... Es un tiempo que no destruye, realiza solamente»”.
W. Benjamin, Sobre algunos temas en Baudelaire.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?
J. L. Borges, De que nada se sabe.
I
En una de las clases del curso que más tarde sería publicado bajo el título de El modelo pulsional, Oscar Masotta decía que "hablo de tiempo porque calculo que no va a alcanzar". Esa expresión, en un libro cuyo editor advierte -ya en la primera página- que "el original mecanografiado ha quedado inconcluso como consecuencia del fallecimiento de Oscar Masotta en la ciudad de Barcelona, en 1979"1, no puede sino adquirir una forma grave, oracular, y más aún si consideramos que el propio Masotta, poco antes de proferirla, había ahondado en cierta reflexión de Jacques Lacan acerca del reloj, a raíz de la cual concluiría -Masotta- lo siguiente:
"Los filósofos de la experiencia vivida y del élan vital han sido sin duda los culpables, o los cómplices, de un sentimiento popular contra estas pequeñas maquinitas tan cotidianas, y por la perfección electrónica tan increíblemente exactas. Todavía en Heidegger se percibe claramente la contraposición de un tiempo -¿cómo llamarlo?- mejor, distinto, más cercano a la verdad y el tiempo juzgado trivial de los relojes."
¿Pero puede acaso dudarse de que existe un tiempo «mejor, distinto, más cercano a la verdad» que el tiempo mensurado -y mensurable- por la máquina? Masotta mismo no deja de sugerirlo, cuando luego de advertir que aquella clase no concluiría sino informando algunas nociones clave acerca del amor y el psicoanálisis, pregunta: "Pero, ¿no es ya una maravilla que alguien pueda prometer hablar del amor en un tiempo menor a cuarenta y cinco minutos?"
Efectivamente, es maravilloso descubrir que el tiempo puede caber en sí mismo y dejar todavía lugar para más. Es maravilloso que lo que a duras penas puede decirse en cuarenta y cinco minutos, pueda en otra ocasión decirse en cinco, en tres, o en la mitad de uno. No otro es el secreto de la «palabra» que denominamos «poética», que no es rima, aliteración, o una mera línea encima de otra (quiero decir que no es la sola imitación de sus evidencias), sino aquella que inspira; aquella que nos imbuye, en un instante, de unas experiencias para las cuales no habríamos tenido suficiente con una sola vida.
Hablar acerca del amor, esa dialéctica cuya extensión acaso deba coincidir, como la de su contraparte, con la completa historia de la humanidad, no sería posible en cuarenta y cinco minutos -o poco menos- si Masotta no llevase consigo, en sus lecturas, en sus conversaciones, la transmisión de siglos acerca de esa materia que entonces se coagularía -y ahora también para nosotros- en un cuarto de hora de lectura.
II
Acaso sea cierto entonces, como pensaba el Eriúgena, que la tarea del intelecto no es otra más que la de ir reuniendo los distintos individuos en especies, y éstas a su vez en géneros que -de nuevo- serán individuos, y que asimismo deberán abarcarse en nombres cada vez más universales hasta el impronunciable Nombre final. Hay una teología en la que confía todo lector, y es aquella que predica que lo más grande puede caber en lo más pequeño y que el todo puede caber en la parte, pues ese y no otro es el misterio de la palabra, es decir: el de la significación.
Benjamin, en El narrador, supo explicarlo cuando dijo que aquel que escucha una historia en cierto estado de sopor, adquiere de inmediato el don de narrarla, es decir: el don de transmitir esa entera experiencia, sin menoscabo ni desgaste alguno, a través de un recipiente menor, o mejor: más breve. Y así, pues, el protagonista de Joseph Conrad, en El corazón de las tinieblas, pudo sumergir a todo su auditorio, durante la apenas parte de una noche, en el largo horror de los meses de su experiencia en el Congo, a punto tal de que nadie -hundido en esa vivencia final- se anoticiaría de que el cambio de la marea que esperaban para zarpar, había pasado.
Pareciera entonces que hubiese, sí, un tiempo mejor, más verdadero, donde aquella palabra que en principio no es más que eso (a-m-o-r), un puro vacío, adquiere de pronto algo así como un significado, un sentido más vívido -o acaso ya al menos viviente- a través de otras pocas que transmiten (o en las cuales retornan) las experiencias humanas de siglos.
Y puede que sea a Bergson a quien ciertamente, como sugería Masotta, debamos algo de esa intuición -se dirá «mística» pero que en realidad es retórica-, pues como bien leemos en un homenaje que le rindiera la Universidad Nacional Autónoma de México:
"La primera experiencia de la duración es la forma que toma la sucesión de nuestros estados de conciencia cuando nuestro yo se deja vivir, cuando se abstiene de establecer una separación entre el estado presente y los anteriores. Para ello no es necesario olvidar los estados anteriores: es suficiente que al recordarlos no se juxtapongan [sic] al estado actual, como un punto sobre otro punto, sino que el yo los organice; como cuando recordamos, por así decir, de una vez, las notas distintas de una melodía. Cuando no ocurre así, cuando juxtaponemos [sic] nuestros estados de conciencia de modo que los apercibimos simultáneamente, como desplegados en un orden, entonces proyectamos el tiempo en el espacio y expresamos la duración en extensión. Cualquier idea de orden en la sucesión implica este despliegue espacial del tiempo, porque implica la ingerencia [sic] en la duración del carácter de homogeneidad, y la duración pura, en cambio, es heterogénea porque es cualitativa".2
Esta es la diferencia, podríamos decir, entre recordar una melodía que hemos escuchado y recordar la visión de la partitura en la cual la hemos visto escrita. También cabe a la escritura poética, pues la vivencia de la poesía va más allá de experimentar -y acaso retener- su forma física, material, cascarudamente fenoménica. La memoria de un poema -destreza mecánica- no alcanza a transmitir su valor, pues la toda duración que se concentra en su artesanía, se desvanece tras la mera computación del tiempo que insumiría su sólo recitado.
III
Hay un tiempo mejor, entonces, y es aquel en el cual la palabra «amor» dice más que la demora de sus solas cuatro letras. Pero vayamos a lo concreto -a las cosas mismas, como soñó alguna vez la fenomenología- y consideremos que en cierta página de la obra de Borges, leemos:
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado. Ya no compartirás la clara luna ni los lentos jardines. Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado,
Y en otra, pero de León Felipe:
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura, en horas de desaliento así te miro pasar! ¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura y llévame a tu lugar;
Se me dirá que no son poemas de amor; que son de añoranza, de derrota, pero pregunto: ¿puede acaso un poema no estar hecho de amor? Por lo demás, ¿qué es después de todo el amor sino un falso (real) reencuentro -ficción- y, por lo tanto, siempre una forma inactual de la nostalgia? ¿No dicen acaso, cada una de esas estrofas, aquello mismo que Jacques Lacan expondría a lo largo de varias páginas en la Encyclopédie Française, y que entonces culminaría reduciendo a una «fórmula de aspecto algo filosófico» donde "se reconocerá una nostalgia de la humanidad: ilusión metafísica de la armonía universal, abismo místico de la fusión afectiva, utopía social de una tutela totalitaria. Formas todas de la búsqueda del paraíso perdido anterior al nacimiento y de la más oscura aspiración a la muerte"3?
Se comprende entonces que el tiempo -cierto tiempo- no fuese a alcanzar para Masotta, puesto que no alcanza para nadie: si aquello que amamos se encuentra perdido allá en los tiempos sin tiempo del mito, entonces no existen formas -aquí- para dar alcance a ese amor que siempre se encontrará a la misma distancia de cualquier huso horario. También Montaigne, en sus Ensayos, decía sentir que se quedaba sin tiempo; y en el mismo sentido, son conocidas aquellas siglas que Lacan estamparía al final de La instancia de la letra, y que él mismo -por otro lado- después se encargaría de revelar: Tu t`y es mis un peu tard. «Te has puesto un poco tarde a la obra».
IV
Y sin embargo nadie -salvo el poeta- podría haber comenzado a tiempo. En una conferencia sobre la Divina comedia4, Borges ponderaba ésta, «quizá la mejor estrofa» de Lugones:
Al promediar la tarde de aquel día, Cuando iba mi habitual adiós a darte, Fue una vaga congoja de dejarte Lo que me hizo saber que te quería.
El tema -dijo entonces- es aquel mismo del amor culpable entre Paolo y Francesca: "dos personas que descubren que están enamoradas y que no lo sabían". Y ahora la memoria me recuerda que en otro lado, Borges (¿o sería Capellani?) había renegado de esos versos: «una vaga congoja de dejarte» ciertamente parece un muy pobre asomo del amor, pero yo entonces me oponía igualmente a ese juicio, pues aún así intuía que había una gran revelación, sutil revelación, en aquellos versos del poeta que invocan el adiós (acaso la más honda experiencia que trae consigo todo amor), ya que no es en el encuentro -ni siquiera en el reencuentro- sino en la separación, donde aquel hallará siempre su forma límite: todo amor que vivimos traza, en el tiempo, la silueta de una despedida, así como la vida -decía Heidegger- no es sino el contorno de la muerte.
Vayan aquí, entonces, cuanto menos sea para no sentir la espesura del tiempo -de cierto tiempo- estas ideas, estos pensamientos que intentan acertar, en el blanco de estas pocas páginas, otras tantas de lectura... Como la flecha, que nunca acierta más por dar en el objetivo mentado por el arquero, sino por hundirse, sea donde fuese que haya caído.
______________________________
1 Oscar Masotta, El modelo pulsional, ed. Argonauta, Bs. As., 2018.
2 E. Nicol, «La marcha de Bergson hacia lo concreto», en: Homenaje a Bergson, UNAM, Imprenta universitaria, México, 1941.
3 Jacques Lacan, La familia, ed. Argonauta, Bs. As., 1978.
4 En: «Siete noches», Obras completas, t. II, ed. Emecé, Bs. As., 1989.

0 notes
Text
César Vallejo

Escribe James Quiroz.
A más de 100 años de su natalicio, el poeta César Vallejo sigue siendo uno de los poetas más queridos y recordados por todos los peruanos y cada vez viene ganando adeptos no sólo en nuestro país sino también en el mundo.
Nacido en Santiago de Chuco (un pueblo serrano enquistado en los andes liberteños), su ruta vital representa un ejemplo de compromiso y de tenacidad en un afán por procurar el objetivo anhelado: ser esencialmente él mismo.
Como diría en una carta a su íntimo amigo Antenor Orrego, a propósito de la escritura de Trilce: "Si no he de ser libre hoy, no lo seré jamás".
Vallejo buscaba ejercer, en estricto, su libertad: su libertad de pensamiento, de escritura, de emociones, y el único lugar en el mundo en donde él intuía que podía satisfacer ese objetivo- dado que Lima, la conservadora capital peruana no cumplía las condiciones- era esa ciudad "grande y lejana y otra vez grande", el París de entreguerras, el de la "lost generation", que de manera desgarrada describió Vallejo en varios fragmentos de sus Poemas Humanos.
Mientras radicó en Europa, Vallejo tuvo dos grandes compromisos notoriamente conocidos: 1. Su convicción literaria, signada por su compromiso con la literatura, como medio idóneo para trasmitir artísticamente el drama humano, con todos sus gestos posibles, y 2. Su convicción política, manifestada en su adhesión al marxismo, como instrumento político de cambio a fin de soñar la empresa ideal de la igualdad mundial.
Dado que este no es el lugar para debatir aspectos políticos, hoy no vamos a recordar al Vallejo político sino al Vallejo poeta, y más precisamente en el mes de su nacimiento vamos a celebrar la vida inmortal de este vate cuya influencia literaria es tan considerable como lo acredita esta muestra de poemas que "homenajean" a Vallejo y que ha preparado con esmero Sergio Gómez Reátegui para el disfrute de sus lectores.
Padre Vallejo
Padre total Vallejo,
entre los ángeles, entre el polvo y las lilas,
asegúrame.
Abre tu mundo desesperanzado,
tus mil respuestas para un sólo adverbio,
hombre, Vallejo, vuélvete.
No es con palabras que te estoy llamando,
es con ternura en tímidos renglones,
con la sangre sin tregua.
Estoy cansada ya de designarme,
de decir cosas que hasta el hombre entiende,
de mentir vez a vez con la verdad.
¿De qué te sirve ahora el mundo
oscuro con que te hacías a diario el corazón?
Hombre, Vallejo, préstate.
No faltará una ciega materia,
un hueso, un ala por ti nombrada en tierra,
que te vuelvan tu sueño.
Anda, Vallejo, alúmbrame.
Ida Vitale.

No me es posible escribir
Sin recordar
Por lo menos tu nariz padre César
No me es posible enterrar tu perfil
En una rima y nada más. El fulgor
Que pone en marcha mi esqueleto
Y tiñe mi sangre de rojo
No viene de las estrellas
Sino de ti padre César
Tú que ayunabas noche y día
En este mundo pero te nutrías
Del universo ¿cómo hiciste
Para convertir tu sollozo
En pan de todos tu desesperación
En agua pura?
Eielson.

Vallejo
es muy difícil encontrar un hombre
que escriba poemas
que no te decepcionen.
Vallejo nunca me decepcionó
de esa manera.
algunos dicen que murió
de tanto pasar hambre.
como sea
sus poemas sobre el terror a estar
solo
son en cierto sentido amables y
no
gritan.
estamos cansados de casi todo el
arte.
Vallejo escribe como un hombre
y no como un
artista.
está más allá de
nuestro entendimiento.
me gusta pensar que Vallejo todavía está
vivo
y caminando por la
habitación, encuentro
el sonido de sus
pasos firmes.
imponderable.
Charles Bukoswki.

Por Vallejo
Ya todo estaba escrito cuando Vallejo dijo: —Todavía.
Y le arrancó esta pluma al viejo cóndor
del énfasis. El tiempo es todavía,
la rosa es todavía y aunque pase el verano, y las estrellas
de todos los veranos, el hombre es todavía.
Nada pasó. Pero alguien que se llamaba César en peruano
y en piedra más que piedra, dio en la cumbre
del oxígeno hermoso. Las raíces
lo siguieron sangrientas cada día más lúcido. Lo fueron
secando, y ni París pudo salvarle el hueso ni el martirio.
Ninguno fue tan hondo por las médulas vivas del origen
ni nos habló en la música que decimos América
porque éste únicamente sacó el ser de la piedra más oscura
cuando nos vio la suerte debajo de las olas
en el vacío de la mano.
Cada cual su Vallejo doloroso y gozoso.
No en París
donde lloré por su alma, no en la nube violenta
que me dio a diez mil metros la certeza terrestre de su rostro
sobre la nieve libre, sino en esto
de respirar la espina mortal, estoy seguro
del que baja y me dice: —Todavía.
Gonzalo Rojas.

QUO VADIS CÉSAR VALLEJO
¿Quién no tiene su vestido azul? ¿Quién no almuerza y toma el tranvía?
V.
Hoy es, César, un martes y me escuchas
en el doble perfil de tu revés.
Más franco y alcalino inolvidable
tu cholo (que soy yo)
envidiósicamente te recuerda:
Ubérrimo y mundial será morir
con mis huesos peruanos de Perú
en un lecho francés y no de Chilca
que se ha puesto a la mala malamente
(donde ya nadie almuerza ni hay tranvías
ni ninguno que tenga un traje azul).
Antonio Cisneros.

SERMÓN SOBRE LA MUERTE
¿Es para eso que morimos tanto?
¿Para sólo morir,
tenemos que morir a cada instante?
César Vallejo, “Sermón sobre la muerte”
De instante a instante envejecemos, defecamos, herimos la multitud del tiempo, descansamos y leemos tres o cuatro libros.
De instante a instante nos arrodillamos en la iglesia, comulgamos, distraemos el rasante vuelo de una mosca, soplamos veinte o treinta velas, nos amamos, nos odiamos y hacemos el amor.
De instante a instante una brizna de hierba crece en nuestras manos, tomamos café, escuchamos el gramófono, elegimos un cinema y recordamos con nostalgia algunos nombres.
De instante a instante se apaga una canción y con ella algún recuerdo: las líneas de un poema que nos fue dado revelar, los ojos de la mujer que alguna vez nos quiso, la imagen de un león llorando tras las naves incendiadas. El fuego del incendio.
De instante a instante desaparecen las palabras, los hijos, los amores, los viajes, los proyectos.
De instante a instante un pedazo de muerte se apodera de nosotros.
Eduardo Chirinos

0 notes