#necesito un tema para las jornadas
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Hagan una hecatombe por mi, me tengo que iluminar con griego e inglesa
#I'm not fine#necesito un tema para las jornadas#y darle un cierre a mi análisis para el final de inglesa#diosss
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Estos pensamientos «que se apoderan de mi mente» están muy relacionados con los engramas, los juicios personales automáticos, la herencia transgeneracional, el proyecto sentido (la vida intrauterina), los programas inconscientes, la resonancia, etc. Todos estos temas los abordamos a lo largo del diplomado en Coaching Neuro Biologico.
Vamos, ahora, a hacer un primer acercamiento al tema en este mensaje.
Los pensamientos que nos atrapan aparecen en forma automática a partir de un problema o inconveniente, que lo explica o lo justifica o solamente lo enjuicia.
Ejemplos:
• No puede ser que me pase esto en este momento. • ¿Por qué a mí? • Ahora no voy a poder hacer lo tenía pensado. • Siempre me pasa lo mismo. • Cada vez que quiero hacer algo todo se complica.
Una persona se encuentra con un conocido por la calle, le saluda, y éste no le responde. Reacciona inmediatamente poniéndose tenso, con deseos de increparle, furioso, conteniéndose y pensando «¿Por qué no me habrá saludado este estúpido?». Otra persona que ha sido derivada por su médico de cabecera a un psicólogo, mientras espera ser recibida se le pasa rápidamente por su cabeza «Nadie ni nada podrá ayudarme» y comienza a desesperarse con deseos de salir de ese lugar. Un estudiante recoge las notas de uno de sus exámenes, tiene un cuatro, su reacción inmediata es pensar «Soy un auténtico fracaso». Y, por último, otra persona llega a casa tras una dura jornada de trabajo, se sienta a reposar, de pronto observa una punzada en su pecho, un pensamiento le cruza rápidamente su mente, «¿y si me da un infarto?», se asusta, su organismo comienza a responder con taquicardia, llama asustado a su esposa y le pide ir a urgencias.
La mente humana, en su deseo de conocer, entender y controlar, confunde sus opiniones y puntos de vista con la verdad. Dice: “así son las cosas”. Tienes que ser algo más que el pensamiento para darte cuenta de que tu manera de interpretar «tu vida», o cualquier situación o conducta de otra persona, cualquier manera que tengas de juzgar una situación, no es más que un punto de vista, una de las muchas perspectivas posibles. No es más que una cadena de pensamientos.
Es importante salir del rol de pensador, y tomar el rol de testigo imparcial de los pensamientos, ser EL OBSERVADOR DE LOS PENSAMIENTOS. Des identificarnos, desapegarnos, de los pensamientos que nos «asaltan». Podríamos decir: «hay pensamientos, más no hay un pensador que los piense».
Al des identificarnos de los pensamientos, también les quitamos propiedad: ya no son “mis pensamientos” sino son sólo pensamientos. Así ya no necesito aferrarme a esos pensamientos, los observo como son, volátiles y cambiantes. Entonces puedo comprobar que yo no soy mis pensamientos, soy mucho más!!!
OBSERVACIÓN, INDAGACIÓN, REFLEXIÓN:
Un primer paso es tomar conciencia del pensamiento, ya que muchas veces estos pensamientos son inconscientes, reactivos, o suceden tan rápido que no nos damos cuenta de ellos. No podemos liberarnos de aquello de lo cual no tomamos conciencia. Al tomar conciencia podemos observar estos pensamientos como un testigo imparcial de los mismos.
A partir de allí podemos cuestionarlos, indagar sobre los mismos: ¿De dónde proviene este pensamiento ? ¿Es un pensamiento racional ?¿Me sirve? ¿Contribuye a mi bienestar y a los resultados que quiero lograr? ¿Qué fundamento tiene ? Etc.
Esta indagación sólo es posible a partir del desapego con el pensamiento. Si creemos que nuestro pensamiento es verdad, si estamos parados en la certeza, el dogma, lo ideológico, no hay cuestionamiento posible.
A partir de la observación inocente y la indagación podemos entrar en el proceso de reflexión. En nuestra vida cotidiana usamos la reflexión para articular conclusiones que nos permitan tomar buenas decisiones. En Coaching NeuroBiológico, por el contrario, usamos la reflexión para desarticular conclusiones, creencias, juicios, pensamientos que nos tienen esclavizados. Cuando estás inmerso en el pensamiento compulsivo, estás esclavizado por él.
Cuando nos atrapamos en nuestras cadenas de pensamientos compulsivos, podemos hacer una pausa, podemos escoger algo que se convierta en nuestro “botón de pausa” para hacer un alto a esos pensamientos compulsivos y adictivos y luego podemos empezar a salirnos del personaje que creemos que somos (el pensador), para pasar a ser el observador imparcial de los pensamientos. Así ya no me dejo secuestrar por los mismos, sino que puedo ponerlos a mi servicio usando los que me sirvan de forma constructiva y generativa o desechando los que son incoherentes con la vida que estoy eligiendo vivir.
Los botones de pausa pueden ser varios y cada uno puede utilizar el que mejor le sirva. El objetivo del botón de pausa es buscar hacer un alto inmediato para no dejarse arrastrar por los pensamientos y las emociones que los acompañan. No es para evadirlos, simplemente para salir de ese círculo compulsivo y luego pasar a la acción de forma más efectiva. A continuación, algunos ejemplos de botones de pausa: hacer respiraciones profundas, salir del lugar e ir a dar una vuelta, poner algo de música relajante etc.
Los dogmas, certezas, ideologías, etc. son prisiones conceptuales (personales o colectivas). Y lo extraño es que la gente ama la celda de su prisión porque les da sensación de seguridad, una falsa sensación de «yo sé» o de “yo soy” creyéndose la identidad de sus pensamientos.
La buena noticia es que tenemos la llave para abrir la prisión… y empezar a vivir en libertad…
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La identidad y la diferencia
1. Señales
Un partido que iba a jugarse “en la segunda quincena de febrero”, según los diferentes medios partidarios, se termina disputando en el mes de junio. Con semejante punto de partida, no puede esperarse otra cosa que un día donde la improvisación se expande como una epidemia y gobierna a sus anchas. Así comienza mi jornada: no importa que haya decidido pedir el día en el trabajo para estar abocado a la excursión: sus preparativos, el viaje, la previa, los noventa minutos, el post partido, el regreso; ni un poco importa, igual voy a estar despierto unos minutos después de las siete de la mañana y ya va a haber mensajes en los grupos de WhatsApp arengando la fecha. La sede quedó confirmada una semana atrás: el Centenario de Quilmes. El horario se estableció luego: seis de la tarde. Pero cuarenta y ocho horas antes del partido se modificó: siete y diez de la tarde. Ya con un grupo nutrido de hinchas ocupando las tribunas se volvió a cambiar: ocho menos cuarto de la noche. Dale que va.
Para ese entonces yo acumulaba muchas horas de actividad en el miércoles “libre”. Había decidido sumarme a la ola de improvisación desde el desayuno, en lugar de hacerlo en casa fui al bar La Armonía con el libro de Adrián Fernández Gallinar que me acompaña estas semanas ─quien lea esta bitácora habrá podido notarlo en las últimas entradas, incluso uno de los capítulos de Relatos en Español le da el título a esta misma crónica─; elegí algunos textos al azar y reviví las instancias del fallido ascenso de 2013. Deambular y penar, una síntesis de nuestro peregrinaje por los inframundos en las últimas décadas. Una medialuna dulce y un vigilante duran un par de minutos y el plato exhibe la servilleta de papel arrugada sobre restos de azúcar. Dedico un rato más largo a la taza de café con leche y a la lectura. Marco una oreja en la página setenta y seis ─no traje lápiz, tampoco celular, sólo un billete de mil y las llaves─ donde Adrián habla del conocerse “de cara” en la tribuna, “sin necesidad de saber nombres, apodos, procedencia, ocupación, ni cualquier otro etcétera”. Sonrío, da cuenta de algo que pensé muchas veces y no recuerdo haber escrito acá. Me reconozco en esa dinámica tan habitual en los partidos, no sólo en los que convocan millares, también en los que somos unos cientos capeando el temporal en Asturias y Santiago de Compostela. Antes de cerrar el libro me pregunto cuántas de esas caras, habituales en mi infancia y adolescencia como ocupantes bondadosos de las mesas del bufet y las canchas de la ciudad deportiva, volveré a ver en unas horas transitando una geografía atípica para nuestro deambular cotidiano.
De regreso en casa noto que camino en círculos: es ansiedad, estoy manija, obvio. Pero, ¿de qué, exactamente? ¿De que empiece el partido? No creo, si lo mejor ─en este día─ es todo lo que lo rodea. Deduzco que necesito que pasen las horas. Comienzo a escribir un diario de la jornada: una frase más atolondrada que la otra, descarto la idea. Le mando un mensaje a Juan para que me ayude a decidir un tema que me parece importante y que, posiblemente, a un lector ajeno a “todo esto” le resulte una nimiedad. Despliego dos camisetas sobre la cama: la Puma roja de los últimos años en la A, la Adidas azul oscuro de la selección española de fútbol que usó nuestro equipo un tiempo antes de llevar la Puma. A pesar de haber comprado la remera “edición especial” que NR hizo para este partido, no tengo dudas en llevar una noventosa. ─Hoy es día para ir de rojo ─me responde Juan con la precisión y claridad habituales. Llevaré la misma camiseta que tenía puesta en la tribuna la última vez que estos mismos rivales se enfrentaron, veinticinco años atrás.
La cuestión de las camisetas no se agota en el intercambio con Juan. Con la idea de mitigar la ansiedad y que pasen las horas, armo un bolso y me voy a nadar. La pileta me recibe colmada: hay clases de todo tipo, por suerte una está por terminar y va a dejar libre dos andariveles. Me sumerjo y nado subacuático: lejos de los ruidos del exterior, abrazado a mis pensamientos y las distancias. Completo veinte minutos de ejercicio y hago una pausa. Miro hacia un costado y veo que el guardavidas ─que no tengo idea cómo se llama, apenas sé que lee novelas de Dan Brown��� hoy no está con su remera habitual sino con una casaca: la de Quilmes. Mi intención de evadirme un rato (más) del partido se frustra. Hago unos largos, salgo de la pileta, vuelvo para casa en plan de almorzar y salir para el club, aunque recién sean las once de la mañana.
2. Excursiones
La Copa Argentina tiene dos elementos que excitan a cualquier equipo del inframundo metropolitano de AFA: jugar “por los puntos” contra equipos de la A y hacerlo en canchas neutrales. El antecedente más reciente es el de la edición de 2015 donde Deportivo Español fue a jugar a la cancha de Instituto contra Godoy Cruz y le ganó uno a cero. Nuestro Japón, qué duda cabe. La instancia siguiente fue contra Independiente (derrota por la mínima) en cancha de Lanús: lo más parecido ─por cercanía, por rival─ a este partido contra Vélez en el Centenario de Quilmes. Tomo el subte hasta Eva Perón y camino hacia el club con la primera cerveza del día. Encuentro el bufet abierto y paso al salón que sobrevive al paso del tiempo y a cada catástrofe atravesada (la lista es larguísima). Empiezo a cruzarme con personas conocidas, las que conozco de nombre y otras que ubico “de cara”. ─¿Te deprime entrar acá? ─es la pregunta recurrente en el bufet. Las respuestas son dos: “sí, claro, si yo me crie acá, ¿te acordás lo que era esto?”, y “no, ya tengo asumido la situación en la que estamos”. Surfeo hace años entre las dos opciones, pero me ubico en la segunda: el tiempo presente, a pesar de tanta efeméride a mano con este partido en ciernes. Unas horas después, cuando el equipo sea superado en velocidad, juego y resultado (en ese orden) por su rival, las mismas dos opciones se desplegarán en la tribuna: habrá quienes le reclamen al equipo que sea competitivo como lo era tres décadas atrás, y quienes vivan el encuentro asumiendo la identidad y la diferencia, celebrando como familia.
Del club al almacén, del almacén al estacionamiento del club, las cervezas se acumulan, las flores hacen su parte, y la policía hace la suya: los micros no están habilitados para salir a Quilmes. Asambleas espontáneas, deliberaciones, reformulación del operativo: empezamos a distribuirnos en los lugares libres de los autos. Las noticias que llegan desde Liniers son similares: la policía porteña haciendo lo que mejor sabe, interrumpir una jornada de celebración con la intención de llevarse una tajada de esa alegría, en billetes de dos mil si es posible. Finalmente, se materializa la habilitación para que salgan los micros. Nos enganchamos desde los autos a la caravana. Vamos tocando bocina, sacando los cuerpos por las ventanillas, los autos de alrededor nos preguntan contra quién y en dónde jugamos. Viajo en el asiento de atrás de un auto con Manu: los extremos de edad del grupo, él sub 30 y yo, más de 40. Lo veo sonreír, tomar cerveza, sacar fotos: el viaje de egresados españolista. Por él vale la pena todo esto.
El recorrido sufre mil y un desvíos: que la policía quiere contener a la caravana ─y al resto de los autos que circula por la autopista 25 de mayo y no tiene idea ni le importa lo que pase en Quilmes─, que hubo un accidente fatal en la Bs.As. ─ La Plata y hay que desviarse, que una hinchada tiene que ir “por arriba” y otra “por abajo”, en fin... cruzamos el Riachuelo por el puente Avellaneda, vamos por los barrios hasta Sarandí, hacemos una vuelta para vaciar vejigas en una cuadra cualquiera, y volvemos a subir a la autopista para hacer el recorrido restante. Llegamos a las inmediaciones de la cancha y nos cruzamos con hinchas de Vélez tomando cerveza en dos esquinas. Es increíble: te controlan a veinte kilómetros del estadio, y a trescientos metros del acceso los hinchas se cruzan sin vallas ni policía de por medio. Mejor así: el autocuidado siempre da mejores resultados que la intervención de uniformes y armas. Estacionamos, pedimos el dato de una casa-kiosco (gracias por la temperatura de la birra y los precios, Gran Buenos Aires) y tomamos unas cervezas más mientras el grupo se va haciendo más nutrido y la claridad de junio desaparece como el contenido de las botellas. Un rato antes de las siete devolvemos los envases y vamos a la cancha: hora de jugar.
3. Principio de realidad
Quien piense que existen equivalencias entre un equipo de Primera División y Deportivo Español no vio jugar al equipo de Chumba este año, o decidió omitir todas y cada una de las señales de lo que podía ocurrir ─y ocurrió─ sobre el terreno de juego. Pueden señalarse alternativas y errores, desde ya. Si a Yossini le queda grande el mediocampo en el España y es presa fácil de los volantes de la Primera C, podría haber estado más y mejor acompañado (Bolig) para jugar contra Vélez. Si el árbitro asistente señalaba el fuera de juego en el primer gol, tal vez el equipo no se desmoralizaba tan rápido. Incluso, que si el plantel que logró la clasificación a la Copa hubiera disputado este encuentro, habría sido otra la historia. Todo eso tiene algo de cierto y quizás Español podría haber estado en partido más de veinte minutos, acaso terminar perdiendo por un resultado menos abultado. De ahí a insultar a los jugadores y al cuerpo técnico en el contexto de esta Copa, hay un trecho muy grande.
La alegría estaba en otro lugar. Mientras el equipo sacaba una y otra vez del medio, en la tribuna se cantaba. Un primer tiempo con cierta paridad hasta el uno a cero, que terminó totalmente definido. Sin embargo, los escalones del Centenario tenían clima de fiesta. A Juan lo encontré una vez adentro de la cancha: con su hija, su papá, su hermana, sus sobrinas. Por ellas también seguíamos cantando y celebrando como familia. Gonza vino con uno de sus hermanos y unos amigos: habitual puteador, se desquitó en el alambrado con un minúsculo rival que quiso tirar caños en el segundo tiempo y con el menos favorecido de los Bou. Los hermanos Fran y Rodro se sumaron a la aventura: llegaron en un tren colmado, volvieron en furgoneta. Lo mejor pasó por la tribuna y nuestro abrazo colectivo. Pensar que sería de otro modo tiene el peligro siempre latente de sobrecargar el campo de la fantasía.
4. Nuestro mundo
Durante el segundo tiempo ─que en broma nos jactábamos con Fran y Rodro de que terminó uno a uno─ veíamos al equipo y pensábamos en el próximo compromiso por el torneo de la Primera C. Caride tiene que jugar siempre. Hay que recuperar al arquero titular. Conceicao y Gómez pueden jugar arriba juntos. Vázquez puede generar con David. Cattaneo, si está bien, tiene que ser el cinco. Santagati es necesario por izquierda. Bale puede jugar de zaguero con Nieto a su derecha. Era claro que nosotros seguíamos al equipo pensando en el torneo anual, el partido del próximo martes a la tarde, al que la mayoría de quienes estaban en la tribuna no asistirán. Y no es un reproche: es la confirmación de que las luces y los flashes atraen, las cámaras se fijan un rato en este equipo que no mucho tiempo atrás hizo historia, cada quien cuenta por enésima vez lo que recuerda de los tiempos dorados, y después los reflectores del estadio Centenario se apagan, el retorno a la cotidianidad se impone, los saludos de despedida son entre sonrisas hasta el próximo encuentro. Que será casi secreto, como esas reuniones de los años que vendrán en las que recordemos las anécdotas de esta jornada, viendo al Deportivo Español de nuestros amores y esperando las buenas que tardan, pero ya van a venir.
Copa Argentina 2023 ─ 32avos de final ─ Estadio Centenario de Quilmes ─ Miércoles 07/06/2023
Deportivo Español 1 ─ 5 Vélez Sarsfield
(Deportivo Español quedó eliminado de la presente edición de la Copa Argentina)
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«Gulag. Historia de los campos de concentración soviéticos», de Anne Applebaum
Se equivocan al pensar que la memoria no tiene un valor creciente, o que la maleza del tiempo crecerá cubriendo cualquier hecho o dolor verdadero del pasado. Que el planeta sigue girando, los días y los años pasan… No. El deber ordena ahora que todo lo que no haya sido dicho sea dicho totalmente.
A diferencia de lo poco conocidos que son la mayoría de los libros que he comentado sobre el tema, Gulag: historia de los campos de concentración soviéticos es una obra aclamada (ganó un Pulitzer nada menos) que ha sido reseñada tanto por lectores aficionados como por historiadores en centenares y centenares de ocasiones. No perderé tiempo, pues, intentando resumir el contenido, limitándome en su lugar a decir lo ya conocido: este relato ordenado, mesurado y minucioso es el estudio más completo sobre el gulag que se ha escrito hasta ahora, y por ello resulta completamente imprescindible si se quiere llegar a conocer al menos superficialmente lo que fue el sistema de trabajos forzados de la Unión Soviética. Entre los historiadores se sigue debatiendo el número de personas que sufrieron la represión en algún grado (según la autora, 28 700 000 entre desplazados y encarcelados, 2 749 163 muertos únicamente en el gulag entre 1929-1955 y 786 098 ejecuciones políticas entre 1934-1953), la responsabilidad directa de Stalin o las causas subyacentes que permitieron llegar a esa situación, pero ninguno, ni "totalitario" ni "revisionista", niega que se haya tratado de un régimen liberticida y represivo; solo un ignorante o un estúpido puede creer lo contrario, y solo un perturbado puede tenerlo como ejemplo de sociedad ideal.
De los profusos testimonios que cita Applebaum a lo largo del libro, traigo aquí unos pocos de los que me parecieron más estremecedores.
Una vez que un prisionero merodeaba alrededor de la cocina recogiendo sobras, por lo general estaba a punto de morir, y podía morir realmente en cualquier momento: de noche en la cama, de camino al trabajo, al ir por la zona, en la cena. Janusz Bardach vio caer a un prisionero durante el recuento al final de la jornada. Se formó un grupo en torno a él. «Para mí el sombrero», dijo un hombre. Otros cogieron las botas, los peales, el abrigo y los pantalones. Hubo una pelea por la ropa interior. Apenas hubo sido despojado de sus pertenencias, el prisionero caído movió la cabeza, levantó la mano y dijo débil pero claramente: «Hace mucho frío». Pero su cabeza volvió a caer en la nieve y una mirada vidriosa apareció en sus ojos. El grupo de saqueadores se apartó con los despojos, sin alterarse. En los pocos minutos que pasaron después de que lo desnudaron probablemente murió de frío.
Más habitual que la rehabilitación plena, fueron la experiencia y los sentimientos ambiguos de Olga Adamova-Sliozberg, que solicitó su rehabilitación y la de su esposo en 1954. Esperó dos años. Entonces, después del discurso secreto de Jruschov, recibió un certificado que declaraba que su caso había sido revisado y cerrado por falta de pruebas. «Había sido arrestada el 27 de abril de 1936, de modo que había pagado por este error veinte años y cuarenta y un días de mi vida». En compensación, el certificado declaraba que Adamova Sliozberg tenía derecho al pago de dos mensualidades por ella y por su esposo fallecido, y 11 rublos 50 cópecs adicionales para compensar el dinero que había estado en poder de su esposo en el momento de su muerte. Eso fue todo. Mientras estaba en la sala de espera de un despacho del Tribunal Supremo en Moscú, asimilando la noticia, se dio cuenta de que alguien gritaba. Era una anciana ucraniana, a la que le acababan de dar una noticia parecida: La anciana ucraniana comenzó a gritar: «¡No necesito vuestro dinero por la sangre de mi hijo!, ¡guardáoslo!». Rompió los certificados y los tiró al suelo. El soldado que entregaba los certificados se le acercó y le dijo: «Cálmese, ciudadana». Pero la mujer comenzó a gritar otra vez, atorándose en un paroxismo de furia. Todos guardamos silencio, abrumados. Aquí y allá escuché sollozos y llantos ahogados. Volví a mi apartamento, del cual ningún policía podía expulsarme ahora. No había nadie en casa y, finalmente, pude llorar libremente. Llorar por mi esposo que había perecido en los sótanos de la Lubianka cuando tenía treinta y siete años, en la flor de su capacidad y su talento; por mis hijos, que crecieron huérfanos, estigmatizados como hijos de enemigos del pueblo; por mis padres que murieron de pena; por Nikolai que fue torturado en los campos, y por todos mis amigos que no vivieron para ser rehabilitados, sino que yacen bajo la tierra helada de Kolimá.
En los últimos estadios de la desnutrición, los dojodiagi tenían un aspecto extraño e inhumano, se convertían en la encarnación de la retórica deshumanizadora utilizada por el Estado; en otras palabras, durante su agonía, los enemigos del pueblo dejaban de ser personas. Enloquecían, y a veces deliraban y despotricaban durante horas. Sus ojos tenían un brillo extraño. Se movían con lentitud, no podían controlar el intestino ni los esfínteres y, por consiguiente despedían un hedor terrible. Tamara Perkevich cuenta la primera vez que los vio: Allí, tras la alambrada, había una hilera de criaturas que recordaban vagamente a los seres humanos […] eran unos diez esqueletos de varios tamaños cubiertos de una piel parda, apergaminada, todas desnudas hasta la cintura, con las cabezas afeitadas y los pechos marchitos y colgantes. Su único vestido era unos tristes calzones, y sus tibias sobresalían como proyectadas de círculos cóncavos y vacíos. ¡Mujeres! El hambre, el calor y el trabajo duro las habían transformado en secos especímenes que todavía se aferraban a los últimos vestigios de vida.
Si los jefes del campo se daban el lujo de tomar decisiones tan alejadas de las personas que estaban siendo afectadas realmente, la proximidad no necesariamente suscitaba en los niveles inferiores de la jerarquía más compasión. Un prisionero polaco, Kazimierz Zarod, iba en una columna de prisioneros que marchaba a un nuevo campo. Casi sin alimento, los prisioneros comenzaron a desfallecer. Finalmente, uno de ellos cayó, y era incapaz de levantarse de nuevo. El primer guardia lo apuntó con su arma. Un segundo guardia lo amenazó con disparar: —Por amor de Dios —escuché gemir al hombre—, si me dejan descansar un momento los alcanzaré. —Camina o eres hombre muerto —dijo el primer guardia. Lo vi levantar el rifle y apuntar. No podía creer que dispararía. Los hombres en la columna detrás de mí se habían reagrupado en ese momento y me impedían ver lo que estaba ocurriendo, pero de pronto se oyó un disparo y luego otro más, y supe que el hombre estaba muerto.
La cantidad de memorias y obras literarias que cita la autora en la bibliografía es verdaderamente inmensa, por lo que este libro tiene valor doble para los que estamos interesados en leer testimonios de sobrevivientes. Aun siendo una lista muy larga, sin embargo, está lejos de ser completa: varios de los libros que he leído y que he visto citados en otras obras (en la de Fuster, por ejemplo) no aparecen, y eso da una pista de la cantidad de documentación existente. Quien no conoce cómo era tratada la gente en la URSS es porque no quiere conocer.
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Un día cualquiera decidí ser feliz.
A lo largo de mi vida me he topado con el mágico pensamiento estúpido de determinar la felicidad en tiempo, de tal manera que cuando me siento plenamente feliz y disfrutando del momento siempre me pregunto "¿Cuanto me va a durar?" "Solo espero el momento para que todo se vaya a la mierda y vuelva a mi vida de tristeza y soledad".
¿Qué es la felicidad? ¿Cómo lograr alcanzarla? ¿Qué tan valiosa es que no se puede encontrar? Tengo 26 años de vida, de los cuales solo 16 soy plenamente consciente de ella y de las consecuencias que puede traer cada decisión que pueda tomar. Pensar en eso antes me causaba mucho ruido y decía "¿Cómo es posible que el rumbo de una vida pueda cambiar tan drásticamente con una decisión bien o mal tomada?, pero al final de cuentas es una decisión que tomamos", y aunque tenía la idea no entendía la magnitud de lo que había descubierto preguntándome eso constantemente en mi cabeza casi todas las noches.
Escuchaba mucho que la felicidad costaba, pero cuando se encontraba todo habría valido la pena. Y eso me daba miedo, decía "¿Cuanto más tengo que pasar entonces? ¿cuanto más tengo que sufrir para encontrar esa bendita y mentada felicidad? ¿Cuanto más tengo que llorar?" En ocasiones hasta pensaba en rendirme y sencillamente solo dejar "fluir" el rumbo de mi vida, y si en el camino encontraba la felicidad pues que dicha y si se me pasaba, pues que bien también. Resignación Dihanna ...
Y aunque siempre me ha gustado investigar y tener más que ofrecer a mi misero conocimiento general, nunca me metía en el tema de superación personal, por verlo "innecesario" y sentirme capaz de soportar todo lo que la vida me pusiera en el camino, siempre con un escudo que me cuidaría, porque en ocasiones significativas habría funcionado excelente, mi lema inconsciente era siempre pensar en el peor de los casos, y prepararme diariamente para ese escenario, de esta manera, cuando ocurriera, estar meramente preparada para sobrellevarlo pacificamente porque ya lo había vivido en mi mente. ¿Qué me dejo esto? nada más que paranoia y abandono.
Entonces conforme creces, te topas con personas distintas a ti, con otros pensamientos y otras perspectivas de ver la vida. Algunos con ideales parecidos a los tuyos pero siempre individuales. Y la vida te pone en situaciones en las que ya no basta con solo pensar en el peor de los casos para protegerte. Te pone verdaderamente entre la espada y la pared. Te obliga a tomar acción aun cuando no lo quieras.
Y también conoces personas que son magia y luz, que te ayudan a reconocer y diferenciar lo común de lo completamente inusual. Te hace dudar de tus años de "experiencia" con tantos fracasos, y te topas con la sensación de no saber como reaccionar, pone en duda tu criterio, tu propio pensamiento. Te hace cuestionarte si lo estas haciendo bien o no, si tienes que protegerte o no, si tienes que seguir mientras estes bien o mejor dejarlo todo antes de que la felicidad se vaya y sufras mucho más está vez.
Es cuando conoces el verdadero miedo, el miedo de perder todo por entregarte dichosa a lo que te hace ilusión. Y te preguntas "Estoy siendo la mujer más feliz del mundo ¿Cuanto me va a durar esto?" porque de verdad necesitas que dure toda la vida, pero tienes tanto miedo de que vuelvas a ser lastimada. De que la vida te haya jugado otra vez una trampa.
Y te derrumbas, terminas llena de oscuridad, llena de dudas, de incertidumbre y de mucha impotencia. Te enojas contigo y con el universo, solo por el hecho de pensar que esa felicidad algún día va a terminar, no sabes cuando, pero terminará. Y te da rabia, y piensas "ya lo sabia, ya sabía que no duraría para siempre, ya sabía que la felicidad eterna no es para mí, porque no soy merecedora. Y ya sé que terminará lastimándome, aunque yo la ame mucho, terminará rompiéndome". Decides tomar acción con base en tu experiencia y a tus nulas pruebas mentales de que serás sumamente infeliz cuando todo se vaya a la mierda. Entonces ya no eres tu, simplemente solo estas esperando el momento, como cuando sabes que te van a golpear duro, solo esperas y te pones alerta para recibir el chingazo de donde venga.
Y entonces lo logras... logras que esa felicidad se vaya, estás tan alerta que descubres que tenías razón. El tiempo te muestra que no importa que tan atenta estés y que tanta atención pongas, se alejan de ti. Y te dices "Lo sabía, sabía que tenia que estar sola" y así lo logras, logras estar sola y sentirte mal, muy mal. Sientes impotencia porque hubieras preferido jamas toparte con ese instante de felicidad que te lleno por un tiempo el alma. Porque ahora simplemente no puedes vivir sin esa sensación. Ahora sientes que te mueres, y sientes que día a día va doliendo más. Ahora no es como antes, ahora de verdad sientes un vacío inexplicable. Algo que no puedes controlar en base a tus experiencias, no hay nada que se le parezca. Sentías tanta felicidad que ahora no hay nada más que oscuridad. Y piensas "es el equilibrio de la vida" pero no puedes simplemente resignarte, porque ya has probado el cielo y quieres quedarte ahí. Pero ¿como ser merecedora de algo tan divino? ...
Te cansas de pensar, te cansas de ver películas de amor, te cansas de leer en tumblr, de escuchar canciones poéticas, te cansas de fumar... Simplemente no entiendes nada, pero decides no entenderlo. Decides dejarlo ahí, como si hubiera un pizarrón de corcho y decidieras poner una nota "¿Cómo volver a ser feliz? ..." En la sección "pendientes" ... Entonces te relajas, empiezas a seguir una rutina que aunque te cuesta trabajo, al pasar de los días te vas acostumbrando. Y empiezas a ver tu casa como un refugio bonito donde puedes cantar, bailar, pintar, cocinar, reír, llorar y estas en paz. Ahora te encuentras contigo y solo contigo, conoces personas desde otra perspectiva. Y cada día que pasa encuentras temas que te llaman la atención y te pones a pensar "¿Que haré hoy? limpio la casa, me hago de cenar, veo una serie, medito y duermo" y al día siguiente después de la jornada laboral piensas nuevamente "¿Qué haré hoy? leer un libro de espiritualidad, cantar en el karaoke, bailar en tik tok, meditar y dormir" y de repente te encuentras en la sala de tu casa, con tu pipa favorita y piensas "Soy feliz" ... Entonces entiendes todo...
La felicidad es una decisión, algo que no se puede encontrar, porque aunque te aferres a buscarla no aparecerá. Porque no se trata de leer muchos libros de auto ayuda, ni de ver miles de películas motivacionales, ni se trata de encontrar a una persona que te ame y te acepte tal cual eres... La felicidad es la decisión de ser feliz. Así de simple... Si me aman, yo decido amar y decido ser amada, porque así es como me siento feliz... En cambio si me aman y decido dudar de ese amor y decido no amar lo suficiente por miedo a ser lastimada, entonces aunque me sienta muy feliz siendo amada, esa felicidad no durará, porque estoy decidiendo no ser feliz, porque estoy decidiendo dudar.
Tú tienes el poder de llevarme al cielo, tú tomaste mi mano y me encaminaste a soñar libremente, y a ser amada con locura. Y aunque no somos perfectas amor mio, y tenemos muchas dudas y miedo. Yo he decidido ser feliz, y he decidido ser feliz a tu lado. No me queda duda que te amo y que me amas y acepto ese amor mutuo. Lo acepto transparente y bondadoso como sé que lo es.
Me llenas de esperanza y me confirmas lo que siento, no necesito nada. Porque mi decisión es ser feliz a tu lado. Ayer mientras dormías no dejaba de ver tu cara y decir "Universo, gracias, gracias, gracias" Aquí me quedo cuidándote y amándote. Aquí estoy dispuesta a ser feliz y ser amada.
Hoy es lo que decido, decido ser plenamente FELIZ.
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Los dibujantes no están eximidos del vértigo estresante de la jornada laboral moderna.
Es verdad que trabajan bajo techo. No manejan maquinaria pesada. La vida de nadie depende de su pericia. Pero no por eso los dibujantes llevan una vida menos trepidante.
Lo cierto es que pasan todo el día procurando las condiciones ideales para desarrollar su tarea y la mayoría de las veces fracasan.
Es muy fácil subestimar el nivel de concentración profunda necesaria para dibujar algo trascendente.
Un ambiente cómodo, eficientemente ventilado, con una temperatura agradable y sin distracciones frecuentes, es fundamental para, por lo menos, atreverse a dibujar algo que valga la pena.
Todas las obras de arte que hoy se exhiben en los museos importantes son el resultado de incontables horas de trabajo profundo e ininterrumpido en condiciones ideales.
Es por esto que los dibujantes siempre están persiguiendo la soledad. Prefieren renunciar a la compañía de sus pares porque que valoran el silencio.
Parafraseando al autor de “Colinas como elefantes blancos”: “La vida del dibujante, en el mejor de los casos, es una vida solitaria”
Lamentablemente es cada vez más difícil estar solos. Que no es lo mismo que sentirse solo.
Todos podemos sentirnos solos en el metro en hora pico.
Por eso los dibujantes que perseveran en su oficio, buscan alternativas al escurridizo silencio para tomarse la vida con mas calma y poder concentrarse.
Muchos recurren a la música heavy metal. Otros se aíslan en baños turcos abandonados y algunos extremistas dibujan por la noche cuando todo el mundo duerme. Último recurso del artista desesperado. Nada recomendable.
Sólo después de procurar las condiciones mínimas para trabajar empiezan a resolver temas propios del oficio como la teoría del color, proporciones anatómicas y el manejo de herramientas y materiales.
Los siguientes versos son el testimonio de dos dibujantes del Rio de La Plata. Uruguaya y argentina, habitantes de Colonia y Buenos Aires respectivamente.
Ellas enfrentan sus ajetreados días con la ayuda de una infusión ancestral, obteniendo resultados para nada despreciables.
Dejemos que nos cuentan ellas mismas.
Primero la uruguaya.
Si al ponerme a dibujar
la blancura del papel
paraliza mis movimientos
Busco el paquete de yerba y ………. preparo un mate.
Cuando la punta del lápiz
se rompe bajo la presión
de mis manos inseguras
y la tengo que reafilar
Busco el paquete de yerba y ……… preparo un mate.
Los días que la pintura,
en mi paleta rebelde,
me niega sus armonías
Y no se deja controlar
Busco el paquete de yerba y …... preparo un mate.
Si después de varios intentos
los trazos de mis retratos
no me logran fascinar.
Busco el paquete de yerba y ….. preparo un mate.
Lo importante es perseverar
Cuando hablamos de dibujo
Y no considerar un lujo
Algunas veces descansar
Toda obra terminada
De perfección aparente
Tuvo que ser rescatada
De algún colapso inminente
Si no fuera por el respiro,
De un artista reflexivo
Que antes de romperlo todo
Paró,
Buscó el paquete de yerba y …. preparó un mate.
Evidentemente la dibujante uruguaya a conseguido en la yerba mate la tranquilidad necesaria para sobrellevar los contratiempos sin desfallecer.
La situación con la dibujante argentina es un poco diferente.
Después de pasar años escuchando tangos me melancólicos e introspectivos, nuestra amiga porteña tiende a dramatizar un poco sus padeceres. Por suerte cuenta con la yerba mate pero dejemos que sea ella la que nos cuente.
Al momento de dibujar
Un murmullo me castiga
Mi mente se desperdiga
Silencio debo encontrar
No me puedo concentrar
Cuando me acorrala el ruido
El más mínimo zumbido
Me provoca desconcierto
Enseguida caigo muerto
Y doy todo por perdido.
Cada vez dibujo menos
Por las muchas interrupciones
Que ocasionan crispaciones
en mis momentos serenos
Fragores, Chasquidos, truenos
Alborotos y bullicios
Constructores del edificio
Se cuelan por mi ventana
Sin falta por la mañana
Sacándome de mi quicio.
Por qué soy tan delicado
Algo debe andar muy mal
Un problema neuronal
O algun trauma del pasado
Que el silencio perturbado
Me afecta sobre manera
Ignorarlo quien pudiera
Yo no, tengo que admitir
Pues no paro de sufrir
Por un susurro cualquiera.
Acabo de percatarme
Que necesito un momento
Casi olvido prepararme
La cura de mi tormento
Preciso dar cumplimiento
Al ritual, la solución
Prepararme la infusión
La medicina temprana
Que en mi vida de artesana
Le da descanso a mi mente
La yerba, el agua caliente
Del mate de la mañana.
- Joel Betancourt
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Cómo distribuyo mi tiempo en mi negocio entre planificar, ejecutar y captar
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Desde que sigo a gente “de éxito” y observo lo que puedo aprender de ellos, también he puesto más foco en cómo yo hago las cosas. Si he aprendido una cosa básica sobre esta gente es esto: ninguno de ellos ha empezado con el plan perfecto. Simplemente han entendido que para lograr algo hay que mover el culo. Luego se han dado cuenta de cuándo más lo mueven, más consiguen.
Luego el día a día tiene una limitación de 24 horas que en realidad son 18 porque también tienes que dormir. 6 horas es el mínimo pero para algunos es poco porque necesitan más para estar descansados. Esa es la base y uno de los “secretos” que tienen en común. Cuidan su cuerpo y su mente.
El hecho de que tu tiempo en general y nivel diario es limitado significa que tienes que optimizarlo al máximo. Al final lo que diferencia aquellos que triunfan del resto es que rinden más en menos tiempo en comparación con el resto de la populación.
Lo que yo he ido adaptando a lo largo del tiempo
Uno de mis puntos más fuertes a nivel personal es el nivel de disciplina que soy capaz de alcanzar. La mayoría de las personas no es capaz de seguir una rutina. En mi caso es más bien al revés. De hecho creo que en vez de rutinas para mi son obsesiones. Si en ocasiones no puedo seguir el ritmo diario ya sea por viajes, lesiones, eventos especiales, etc. me siento extremadamente incómodo y tengo una mala conciencia de no haber seguido la rutina que estoy acostumbrado.
La base de la disciplina no es únicamente fuerza de voluntad. Aquí muchos se equivocan y buscan la excusa equivocada. Es más bien la multitud de posibilidades de distraerse a lo largo del día. En mi caso intento reducir el ruido al máximo. Posiblemente una de las mejores decisiones ha sido retirarme en gran parte de redes sociales, donde apenas soy activo. Ahora mismo estoy siguiendo a Alex Becker que lleva el tema de reducir distracciones a otro nivel. No tiene apenas muebles en su piso, no sale de casa, no bebe, no come comida basura, etc. Algunos dirán qué tipo de vida es esa y algo de razón tendrán. La cuestión es lo que quieres conseguir en tu vida y el precio que estás dispuesto de pagar por ello. Nada viene gratis en la vida y menos el éxito personal o profesional.
Distribución de mi tiempo en un día de trabajo
Un día normal de trabajo pueden ser unas 13 horas desde que me levanto. En este tiempo igual paso unas 10-12 horas delante del portátil trabajando. Aquellas tareas que requieren más concentración, disciplina o creatividad intento sacarlas por la mañana. No siempre es posible.
Planifico mi jornada y/o próximos días antes de empezar. Invierto unos 10-20 minutos en esta tarea.
Después tengo unas 4 horas de ejecución. Trabajo en proyectos de clientes. Saco faena del día a día.
Ahora como aunque no siempre tengo tiempo para ello. Invierto 20 minutos para ello.
Después suele ser un buen momento para hacer una llamada reunión para coordinarme con un proveedor o hablar con alguien de mi equipo. Aquí puedo llegar a invertir 40-60 minutos aunque no lo hago todos los días.
Siguen 3 horas de ejecución. Aquí si tengo suerte puedo dedicarle tiempo a temas más ligeros que ya no requieren un nivel de energía tan elevado. Sobre las 18 horas (en ocasiones se me hace más tarde), voy apuntando las horas que he invertido para cada cliente. Necesito hacerlo para la facturación a fines de mes.
Después invierto 10-20 minutos para la captación de nuevos clientes. Simplemente hago una búsqueda rápida en las plataformas habituales.
Evidentemente no todos mis días son iguales. Lo que si hago es sacarle provecho a cada minuto del día. Hay semanas donde consigo más y otras donde saco menos. Estar centrado es la clave. Lograr ejecutar lo máximo posible es otra clave. ¿Se puede mejorar mi rutina? Sin duda. En ello estoy.
Stay tuned.
via JorgedelBarrio.com
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Me duele muchísimo la cabeza ahora. No soy capaz de concentrarme. Sé que si fuese opositora todo sería más fácil. Pero la realidad es la que es. Yo no te obligo a aceptarla. Eso me consuela. Puedes irte cuando quieras, me dolería en el alma que sufrieses esta situación por mi culpa. O que tus nervios se viesen multiplicados.
Podría haber llevado 3 temas. Para mí, cualquier discusión/roce/enfado/tristeza que tengamos supone casi media jornada de estudio. Y eso es mucho, Á. De verdad, no puedo estar pagando un alquiler para no rendir al 100%. Por favor, tenlo en mente.
Yo no quiero que te vayas, pero necesito tu compromiso con todo esto. Si ves que ahora no te sientes capaz de afrontarlo, en serio, dilo. Lo entiendo. Pero yo necesito sí o sí la tranquilidad para poder seguir con el ritmo. Siento repetirme, pero realmente tampoco sé cómo actuar, y al menos puedo exteriorizarlo. Mi preocupación ahota también es que yo pueda empeorar tu situación, pero es que yo he sido clara contigo, Á. E intento ayudarte y reconfortarte en los momentos en que te veo decaído. Sabías lo que había... Qué otra cosa puedo hacer para que lo entiendas.
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7 COSAS POR LAS QUE ME QUEDARÍA A VIVIR EN UNA CASA DE HUÉSPEDES
Este julio de 2019 ha sido la primera vez en mi vida que he repetido destino vacacional y -oh sorpresa-, ha sido por el alojamiento. Es más, si pudiera, habría una tercera visita. Hay otro lugar al que pienso volver, más cerca de mi casa y que al igual que el anterior, me hace alejarme de todo.
Bienvenidos a MIS -sí, posesivo en mayúsculas- casas de huéspedes.
La Guzmana de Ronda
Aún tengo que inventar un nombre que defina mejor a este tipo de alojamiento que parece que a partir de ahora buscaré por toda la geografía –al menos- ibérica: comodidades, trato y huéspedes al nivel de hoteles de cinco estrellas, pero catalogados como “casa rural”, “pensión” o “granja”.
Mientras sigo pensando, os cuento las 7 cosas que al contrario de un amor de verano, han hecho que siga pensando en estos dos alojamientos mucho más allá de septiembre…
1. Sosiego
En Andalucía se habla alto. En Sevilla más y en los pueblos, ni te digo. Todo el interior de las arquitecturas retumba y tienes que luchar porque tu acompañante te oiga. Llegar a un lugar en el que hablo tan bajito que apenas se me oye solo puede significar que llevo bastantes horas metida en un ambiente en el que reina el silencio. Y el rey de estos lugares para mí está en una pequeña aldea al norte de Portugal. Se llama “Casas Campo Cimo da Quinta”. A 6 km del pueblo más cercano –Miranda do Douro-, y en la zona más bonita de Los Arribes del Duero. Un lugar que invita a la meditación y la práctica de yoga sin que en sus instalaciones haya lugares u horas reservadas a ello.
Jardín de “Casas Campo Cimo da Quinta”
2. Piscina
Pequeña, íntima, con solarium, al aire libre, rodeada de plantas. Para bañarse, oírla, leer con los pies dentro de ella o mirarla con un té desde la terraza.
Piscina de “Casas Campo Cimo da Quinta”
3. Café
La importancia que el café tiene en mi día a día, incluso estando de vacaciones, puede hacer que deteste o adore a un hotel solo por la calidad del mismo. He dormido en hoteles de cinco estrellas con cafés tan desagradables que me han estropeado el resto del día y eso, de vacaciones y a primera hora de la mañana, puede tener más importancia de la que parece.
Señores directores de hoteles, desde aquí hago un llamamiento: STOP CAFÉ DEPRIMENTE.
4. Desayuno
Benditos alojamientos pequeños con sus desayunos buffet casi vacíos en el que el huésped de la mesa de al lado se mueve en silencio hacía la fruta fresca si ve que tu pieza de pan tarda demasiado en tostarse. Sintamos gratitud ante ese zumo de naranja natural y fresquito en jarra grande del que puedes servirte tantas veces como quieras.
No necesitamos desayunos exagerados con 20 tipos de cereales azucarados y cafés de máquina expendedora. Dos o tres tipos de pan, aceite de oliva de calidad, algo de dulce –si es recién hecho, mejor- y un poco de fruta pueden hacer que te lleves pensando en el desayuno el resto de la jornada. Disfrutarlo tranquila, con un horario propio del verano - ¿Qué es eso de desayunar entre las 7 y las 9?- y con la certeza de que la familia de la mesa de al lado no va a pelear contigo por el último trozo de bizcocho de té verde es de las mejores cosas que pueden pasarte estando de vacaciones. Directores de grandes hoteles, de nuevo tomen nota.
Oda a la “Bola Doce Mirandesa” casera, mezcla perfecta de azúcar y canela que puedes probar en “Cimo da Quinta” cada mañana de tu estancia.
5. Cena
Mientras que estos lugares animan a salir a la hora del almuerzo, probar la gastronomía local y descubrir que hay vida más allá del borde de la piscina, las cenas te invitan a no abandonar las instalaciones. Cocinadas a pocos metros de ti y servidas sin prisa, dejarás de preguntarte qué hace un chef francés gestionando una pensión en Ronda o cuántas horas ha necesitado ese salmón para alcanzar el punto de cocción perfecto en la barbacoa exterior de ese rincón de Portugal; simplemente disfrutarás de ello.
6. Naturaleza
Viviendo en Madrid descubrí que soy de pueblo, muy de pueblo. Pero en el tema hotel, soy de hotel de campo. Necesito estar rodeada de árboles para conectar con el estado que busco cuando suelo ir de vacaciones y tanto en “Cimo da Quinta” como en nuestro otro protagonista “La Guzmana de Ronda”, la dehesa y el olivar que los rodean son tan importantes como el lobby cómodo y luminoso en el hotel de ciudad, del que por supuesto, también disfruto.
Sendero de “Pena Branca”, donde se encuentra “Cimo da Quinta” a “Aldeia Nova”
Rutas de senderismo, a caballo o bicicleta pueden ser el complemento perfecto al turismo patrimonial que se puede hacer cerca de estos dos espacios.
Los Arribes del Duero desde Miranda do Douro
Miradores desde los que avistar buitres en libertad, un crucero medioambiental que te permite conocer la importancia de esa frontera natural que nos separa del país vecino o balcones naturales improvisados desde los que sentirte pequeñita dentro de la inmensidad de verde que te rodea. Mucho donde elegir.
Mirador del Guardia Forestal (Sierra de las Nieves)
7. Patrimonio
Pasar de la relajación a la curiosidad dentro de la cama más grande en la que he dormido nunca fue lo que me ocurrió en “La Guzmana de Ronda” al recordar que solo 4km me separaban de una de las ciudades más atractivas para los extranjeros desde que la “descubrieran” los viajeros románticos del siglo XIX hasta hoy.
Ronda
De igual modo, la parte española o portuguesa que enmarca el Parque Natural de las Arribes del Duero o Douro Internacional incluye lugares llenos de patrimonio como la propia Miranda du Douro, Fermoselle o ciudades no muy lejanas como Braganza o Zamora. Lugares con- atención- pocos turistas, a pesar de estar muy bien cuidadas, limpias y explicadas.
Miranda do Douro
Si a todo lo anterior le añadimos una atención al público cercana, un precio nada desorbitado, las comodidades de un gran hotel y una decoración cuidada que no te creer que estás en casa de tu tía la del pueblo, tenemos una combinación perfecta de viaje de fin de semana –o si eres un ser afortunado, entre semana- para desconectar, comer bien, dormir mejor y agradecerle a tu yo del pasado que dejase unos días sin coger de las vacaciones de verano.
La Guzmana de Ronda
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Espero que estéis disfrutando del verano.
Os recuerdo que además de aquí podéis encontrarme en Facebook,Twitter y sobre todo Instagram.
¡Nos vemos pronto!
#lapaseante#arte#turismo#cultura#miranda do douro#portugal#ronda#hotel#la guzmana de ronda#cimo da quinta#andalucia
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Guía de aceites esenciales: Cuáles usar y para qué
El mundo de los aceites esenciales es vasto, intrigante y, sinceramente, un poco confuso. ¿Son estos extractos de plantas realmente tan poderosos? (Sí.) ¿Necesito ser del tipo que ama el bricolaje, crujiente para usarlos y disfrutarlos? (¡En absoluto!) ¿Puedo ponerme unas gotas en la piel y dar por terminado el día? (No, por favor, no lo hagas.) ¿Para qué diablos uso todos estos aromas diferentes? (¡Te lo diremos!)
¿QUÉ SON LOS ACEITES ESENCIALES?
"Los aceites esenciales son extractos de plantas volátiles y altamente concentrados", explica Avery. "Obtenemos aceites esenciales a través de diferentes métodos de extracción, y la parte de la planta de la que obtenemos el aceite esencial puede ser diferente dependiendo del aceite pero es típicamente la parte más aromática. El aceite de rosa, por ejemplo, viene de los pétalos de la rosa, mientras que los aceites de cítricos vienen de la corteza".
Debido a que los aceites esenciales son obviamente totalmente naturales, puede ser fácil asumir que son suaves y en gran medida no reactivos. Este no es el caso en absoluto, por definición, es algo extremadamente potente. "En promedio, son hasta 75 veces más potentes que las hierbas secas", dice Avery. Como tal, "los aceites esenciales deben manejarse con cuidado. "Esto significa que un par de gotas llegan muy lejos, y aparte de los aceites muy específicos (más adelante), los aceites esenciales siempre deben diluirse adecuadamente antes de aplicarlos directamente sobre la piel. Si los aceites esenciales deben ser ingeridos o no es un tema muy debatido, y muchos argumentan que no es seguro a menos que sea aconsejado específicamente por un médico o experto.
¿PARA QUÉ SE PUEDEN UTILIZAR LOS ACEITES ESENCIALES?
La aromaterapia, el tratamiento de las enfermedades de la piel, el alivio de la inflamación muscular... los beneficios de los aceites esenciales abundan. "Los aceites esenciales se pueden utilizar en productos de cuidado personal, en productos de limpieza para el hogar, para el bienestar general en el contexto del apoyo emocional y de muchas otras maneras", dice Avery. Esta versatilidad también se extiende a las propias fragancias. "Algunos de los aceites esenciales más populares, como el de lavanda y el de naranja dulce, pasan a formar parte de muchas categorías y pueden utilizarse eficazmente para muchas aplicaciones", dice.
¿CÓMO DEBO DILUIR MIS ACEITES?
Además de evitar una posible reacción cutánea, la dilución de los aceites esenciales les permite funcionar mejor: cuando se exponen al aire solos, las moléculas de los aceites esenciales puros tienden a evaporarse muy rápidamente. "Agregar el aceite esencial a una sustancia portadora facilita mejor la absorción del aceite por el cuerpo", dice Avery.
En la mayoría de los casos (incluso si sólo estás añadiendo los aceites esenciales a un baño), necesitarás un aceite base, un aceite neutro a base de plantas que puede actuar como base. Los aceites de transporte común incluyen almendra dulce, jojoba, oliva, semilla de girasol, aguacate y semilla de uva.
Según Avery, mientras que las diluciones específicas pueden variar en función de las necesidades personales y de los aceites esenciales individuales, la regla general es apuntar a una dilución del uno al cinco por ciento. "Una mezcla de uno por ciento es seis gotas de aceite esencial por onza de portador, mientras que una mezcla de cinco por ciento sería 30 gotas por onza de portador", dice. Para más detalles, consulte la práctica guía de dilución de Aura Cacia.
Abajo, vea qué aceites usar y cómo dormir mejor, eliminar el acné, ahuyentar el dolor de cabeza y mucho más.
PARA DORMIR (Y PERMANECER) DORMIDO:
Si te encuentras contando ovejas cada noche, puede que ya sea hora de que consideres alguna aromaterapia - hay innumerables estudios que detallan cuán beneficiosos pueden ser ciertos olores para conseguir un buen cierre de ojos, incluso en situaciones altamente estresantes. Por ejemplo, un estudio encontró que cuando los pacientes de la UCI inhalaban lavanda, manzanilla y neroli, sus niveles de ansiedad disminuyeron significativamente y su calidad de sueño hizo exactamente lo contrario. Otro encontró que el olor de la lavanda aumentaba el sueño de onda lenta (profundo), particularmente en las mujeres. El solo hecho de tomar un poco de cualquier tipo de aceite para inducir el sueño antes de acostarse puede ayudar, pero para cosechar los beneficios durante toda la noche, considere mantener un frasco abierto de una dilución de aceite en su mesita de noche o usar un aerosol para almohadas.
Aceites esenciales que ayudan a inducir el sueño: lavanda, vetiver, pachulí, sándalo, ylang-ylang, manzanilla, neroli, mejorana, cedro, bergamota, salvia claria, incienso y rosa.
PARA ALIVIAR LA ANSIEDAD Y ENCONTRAR EL EQUILIBRIO:
No te estreses: La relajación está a sólo un suspiro de distancia. Aunque hay muchos olores respaldados por la ciencia para encontrar la calma (rosa, sándalo, lavanda, incienso y naranja entre ellos), Avery señala que al final, lo haces tú: "Cualquier aroma que te hable y produzca una sensación de calma y relajación puede ser beneficioso." ¿Nuestro truco favorito para aliviar la tensión en 30 segundos? Masajea una mezcla de aceites con aromas calmantes en las sienes, que son puntos de presión.
Aceites esenciales para desestresar: rosa, salvia común, incienso, lavanda, bergamota, mejorana, ylang-ylang, limón, geranio, naranja, sándalo, manzanilla y vetiver.
PARA UN IMPULSO MENTAL:
Cuando la depresión de las 4 p.m. llegue, reinicie olfateando una fragancia vigorizante, o mejor aún, rociándose con una neblina facial impregnada de aceite. Escoja los aromas que le ayuden a duplicar la cantidad durante el resto de la jornada laboral: Un estudio muestra que oler romero puede aumentar la memoria en un 75%, mientras que la hierbabuena de menta también se ha asociado con el recuerdo, así como con la concentración sostenida. Otras investigaciones han demostrado que la hierbabuena de menta, la albahaca y el helicriso ayudan con el agotamiento y la fatiga mental.
Aceites esenciales para mejorar la concentración: romero, albahaca, menta, helicriso, cedro, vetiver, pomelo, pino, enebro.
PARA OBTENER ENERGÍA INSTANTÁNEA:
Omita la tercera taza de café y en su lugar mantenga a mano aceites esenciales que elevan el ánimo. Los cítricos se asocian específicamente con el aumento del estado de ánimo y los niveles de energía, aliviando la ansiedad y el estrés inducidos por la fatiga. Un estudio encontró que la administración de aceite de yerbabuena incluso condujo a un aumento en el rendimiento del ejercicio.
Aceites esenciales para la energía: limón, naranja, pomelo, eucalipto, canela, menta, jengibre, romero, menta verde, pimienta negra y jazmín.
PARA ALIVIAR LA INFLAMACIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA PIEL:
Hemos hablado mucho sobre la ayuda al estado de ánimo y la mentalidad, pero ¿qué hay de los beneficios curativos más físicos de los aceites esenciales? Muchas plantas son antisépticos naturales, antiinflamatorios, antimicrobianos y antivirales, por lo que cuando se concentran en forma de aceite esencial, pueden funcionar como remedios altamente efectivos para el acné, el dolor muscular, el dolor de garganta y más. Por ejemplo, el aceite de yerbabuena, siempre versátil. "Es refrescante y se puede encontrar en productos formulados para el cuidado muscular junto con aceites esenciales de eucalipto, gaulteria y manzanilla alemana, por nombrar algunos", dice Avery. Pruebe su receta para un masaje de piernas: "Añada 10 gotas de aceite esencial de menta a una onza de aceite de almendras dulces y frótela en los músculos de las piernas y los pies".
En cuanto a las imperfecciones y otras irritaciones de la piel, también hay muchas opciones. El aceite del árbol del té es un remedio amado por los editores para arrugar los granos en cuestión de horas, especialmente porque es uno de los únicos aceites esenciales (junto con la lavanda) que se puede aplicar con seguridad directamente sobre la piel. Aplique unas cuantas gotas en una mancha para eliminar las bacterias y aliviar el enrojecimiento. ¿Se enfureció, se inflamó la piel por una quemadura solar, rosácea u otras sensibilidades? Rocíe un poco de agua de rosas o un hidrosol de lavanda para un alivio instantáneo.
Aceites esenciales para la inflamación:
Acné e irritaciones de la piel: aceite de árbol de té, lavanda, orégano, bergamota, romero, helicriso.
Inflamación muscular: menta, eucalipto, gaulteria, manzanilla, nuez moscada, jengibre, cayena, romero, pimienta negra.
Dolor de garganta: eucalipto, menta, jengibre, limón, árbol de té, salvia, romero.
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El aullido del silencio
MANUEL LLORENTE Madrid (El Mundo.es)
El claustro del Monasterio de Silos. JOSÉ AYMÁ
Convertido en alivio, contrapunto místico o mito, el silencio se ha convertido en un hambre y un tema para músicos, artistas y escritores.
El aviso de maitines llega desde una campanilla que suena al final del pasillo a las seis menos veinte de la mañana. Si bajas las escaleras de madera del edificio, das la vuelta a un patio acristalado, subes unos escalones de piedra, atraviesas el claustro aún dormido y te adentras en la iglesia, a las seis podrás escuchar el primer canto. «Señor, ábreme los labios y mi boca cantará Tu alabanza». Al salir, ya clarea. El ciprés del Monasterio de Silos ha recibido la primera luz y podría pensarse que todo es una metáfora, que la palabra bautiza la jornada, disipa las tinieblas de la noche y surge el conocimiento. Todo está a punto de comenzar, se inicia el día, la labor. «Ora et labora».
Todo está en silencio, dentro y extramuros de la abadía, aún no se oyen los primeros trinos, todo es una promesa, un desafío. El huésped está desconcertado, no sabe cómo conducirse en medio del silencio. ¿Le abruma, le ahoga? No es fácil vivir en el silencio, estar instalado en él, ser parte de él.
El documental El gran silencio (2005), de Philip Groning, muestra el quehacer de los monjes cartujos del monasterio Grande Chartreuse, en los Alpes franceses, y fue un pequeño acontecimiento que removió de los asientos a quienes asistieron a la vida cotidiana de unos hombres entregados al silencio más absoluto. El gran silencio se empezó a fraguar en 1984, tuvo dos años de preparación, uno de rodaje y otro de postproducción. La película fue vista en una proyección por los monjes de Silos. Aquellos cartujos observan un silencio aún más severo que los monjes benedictinos del monasterio de la provincia de Burgos, ubicado entre Salas de los Infantes y Lerma, cerca del desfiladero de Yecla, donde discurre un riachuelo entre una fina garganta de paredes verticales de piedra blanca. Hasta allí se han ido acercando Federico García Lorca, Gerardo Diego, José Ángel Valente, Raúl del Pozo, Ramón Tamames, Cristino de Vera...
El monje Moisés Salgado tiene 66 años, de los que 52 los ha vivido aquí, dentro de Silos.
~¿Qué aporta el silencio?
~El silencio, físicamente, es un descanso. El silencio, psicológica y espiritualmente, es un encuentro consigo mismo, con Dios y los hermanos. Pascal ya dijo que la gran desgracia del ser humano es su incapacidad para estar una hora solo en una habitación.
~¿Tenemos miedo a estar solos?
~El crecimiento del ser humano tiene que ir por el lado espiritual. Ya hemos crecido, si nos fijamos en cómo vivían en Atapuerca. En el plano técnico, en la medicina, se han producido verdaderos milagros. Pero el hombre, a nivel ético, ¿ha crecido? Borges dice que no. Bueno, Borges ya sabemos que es muy pesimista. El hombre sigue dominado por sus pasiones. Sí, se ha avanzado en los Derechos Humanos, por ejemplo; pero, ¿y el aborto? En esto el hombre tiene un comportamiento infantil y cruel.
El paseo del pasado domingo por la huerta del monasterio con el padre Moisés es un bálsamo. El sol ilumina las berzas heladas y la enorme secuoya traída desde las Américas hace mucho, pero no calienta. Hace un frío de cuchillo que él no siente. Camina despacio y se detiene mientras habla como desde el más allá, con una tranquilidad y desapego que asombra y tranquiliza. Ha subido hasta su celda para mostrar un ensayo que recomienda, La fuerza del silencio. Frente a la dictadura del ruido, de Robert Sarah, cardenal de Guinea. «Ahí está todo». Puede que también lo esté aquí, donde se desconoce el significado de la prisa; puede que todo esté escondido entre la observancia de las reglas de la orden, en la rutina de los cantos y los rezos, en el comer lentejas y lechuga y beber vino o agua en jarra de barro en el refectorio mientras un monje lee desde un pequeño púlpito textos religiosos o seglares; puede que todo se halle en los pequeños quehaceres para mantener vivos unos ritos milenarios.
Detalle de una columnata de Silos. JOSÉ AYMÁ
~El hábito también hace al monje, como la liturgia de las cosas.
El padre Moisés Salgado Gómez, que es de un pueblo cercano, Gumiel de Izán, ya ha publicado los libros Vivir con sabiduría y ¿Quién es el monje? y está escribiendo Otra forma de vivir es posible, donde plantea que, como el hombre tiene una herida moral, interior, de ruptura, sólo la puede curar un médico espiritual, que él considera es Jesucristo.
~Quizá no estemos acostumbrados a cultivar, si es que se cultiva, el silencio.
~Cuando llega algo duro, el silencio devuelve al hombre a sí mismo.
~¿El silencio puede llegar a abrumar?
~Nunca. Lo necesito como el comer. Lo dice san Benito [fundador de la orden benedictina], el monje busca a Dios en el silencio y en las Sagradas Escrituras. También en los grandes maestros.
~Dígame tres.
~Después de Jesús de Nazaret, Gandhi: todo un gigante. Y Sócrates.
~¿El silencion le colma?
~Cuando estoy de hospedero y ya puedo irme a mi habitación, a mi celda, me dedico a leer libros de espiritualidad, y leyendo me aíslo. Me da pena que no se cultive el silencio, invito a la gente a que lo busque porque lo necesitamos. La lectura es una buena forma de estar en silencio. Cada uno que lea lo que le diga algo. Estamos muy confundidos con la concepción hedonista de la vida, con ese vacío espiritual. Hoy no existe la esclavitud pero sí existe de otros modos.
Cristino de Vera. JOSÉ AYMÁ
En la mañana del pasado domingo en Silos acudieron tres autocares repletos de turistas que llenaron la iglesia en la misa de once, donde entre los cantos gregorianos sobresalían toses, muchas toses, bolsos que se caen y voces de niños. Después vino la visita al claustro entre risotadas y chavales jugando al balón. Y más tarde, la compra caprichosa y voluptuosa en la tienda del monasterio, esta postal, aquel chocolate, esa miel. Un envoltorio de papel de seda para la jornada de fotos en grupo para compartir y mucho selfi.
El silencio o lo no dicho. Ni sugerido. El silencio o el color blanco. La nada y el todo
El pintor Antoni Tàpies escribió: «Un día traté de llegar directamente al silencio». Al artista le dedicó José Ángel Valente Cinco fragmentos (Ediciones de la Rosa Cúbica), el segundo de los cuales dice así: «Mucha poesía ha sentido la tentación del silencio. Porque el poema tiende por naturaleza al silencio. O lo contiene como materia natural. Poética: arte de la composición del silencio. Un poema no existe si no se oye, antes que su palabra, su silencio».
El pintor Cristino de Vera vive no sólo en silencio, sino en el silencio. Habita una casa en el centro de Madrid con las persianas bajadas leyendo a sorbos una y otra vez las páginas que ha ido subrayando durante años de Conocer el silencio y Por los caminos del silencio, de Marià Corbí.
~¿Me los puede prestar?
~No, no. Si se los lleva me quedo solo.
Cristino de Vera no vive solo, pues comparte sus 88 años de preguntas e incertidumbres con Aurora, su mujer, psicóloga y silla de Cristino. Pero casi, vive en sus mundos.
Cristino de Vera ha pintado vanitas, monjes, lámparas y Cristos crucificados en tonos suaves y a plumilla con la dedicación de un asceta y el silencio de un estilita. Es su mantra.
~Al amanecer y al atardecer es cuando pinta Dios, la dulzura del azul es inexplicable. Mi paisano Luis Feria decía «Designio de la luz, no te acabes». Contemplar una nube es un milagro. Leonardo da Vinci está en el amanecer. El mediodía es casi pesado. Los grandes artistas son silenciosos. Miguel Ángel... el arte es una alabanza a Dios.
Cuando Cristino caminaba lo suyo, se acercaba hasta los alrededores del Parador de Sigüenza. Lo hacía «para calmar mis nervios, para dormir bien. Mientras, oía una sinfonía de pájaros que es el coro más bello que se pueda imaginar».
Marce Cunningham y John Cage. PETER HUJAR ARCHIVE / FUNDACIÓN LOEWE
~Dígame tres pintores silenciosos.
~Zurbarán, Sánchez Cotán, Mark Rothko. Esos carmines oscuros que tiene Rothko, esos azules profundos... Qué misterio.
Y cuenta Cristino cómo el arquitecto Philip Johnson diseñó la capilla Rothko para albergar y contemplar algunas de las enormes pinturas del artista judío. Esto también lo ha contado el actor Juan Echanove sobre las tablas del Teatro Españolhasta el pasado 30 de diciembre a través de la obra Rojo, de John Logan. En ella, el actor encarnaba a Rothko, puntal del expresionismo abstracto, y cómo se enfrentaba en su estudio a las telas, a su significado: cómo las miraba una y otra vez hasta conseguir los tonos y la textura que tenía en mente, su batalla interior. En esa obra, Rothko/Echanove decía en un momento dado: «Hay precisión en el silencio».
~Cristino, ¿y músicos?
~Mompó, Satie... Me los descubrió Juan Manuel Bonet, que es un sabio. Ellos utilizan el silencio, de ellos surge la melodía pura.
~Cuando pinta, ¿escucha música?
~Escucho a Mozart, a Händel y sobre todo a Bach. La pasión según san Mateo. Dios se justifica con Bach.
A Cristino se le alarga la cara en la mañana silenciosa cuando pronuncia Bach.
~He ido a Silos y a otras iglesias a escuchar el silencio. El arte del románico de Cataluña y Francia... También escuché el silencio en las cuevas de Altamira, cuando nos llevaba allí Camón Aznar en los años 60. Nos invitaban a los cursos de verano de la Magdalena de Santander durante 20 días y en las cuevas recitaba sus poemas Gerardo Diego. Yo paseaba por las cuevas silenciosas y miraba una cierva preñada, un búfalo. Imaginaba la vida de los hombres entonces, cuando salían a matar animales para comer y luego los pintaban con su sangre. Qué soledad, qué silencio en la oscuridad de la noche. El cielo es la caligrafía divina. El hombre no sabe si hay otros habitantes en el universo, el hombre no sabe nada. La respuesta está en el silencio. En las cuevas de Altamira meditaba sobre el silencio, sobre el cosmos. Las cometas en noches como las de Segovia son mensajes de Dios que no entenderemos nunca. Dios y el silencio... El silencio es la voz de Dios.
Todo lo que aquí se oye viene a cuento porque se acaba de publicar Tacet. Un ensayo sobre el silencio (Siruela), de Giovanni Pozzi (1923-2002), un italianista suizo que en este libro breve e intenso como un zumo de limón escribe: «Hay que imponer silencio al traj��n del propio pensamiento, calmar el sosiego del corazón, la agitación de las preocupaciones, eliminar toda clase de distracción. No hay nada como la escucha, la verdadera escucha, para comprender la correlación entre el silencio y la palabra. Por analogía, la música se escucha plenamente cuando todo calla a nuestro alrededor y dentro de nosotros».
Pablo d'Ors. ANTONIO HEREDIA
De la música y el silencio trata 4' 33'', de John Cage, la experiencia más extrema que se conoce: una absoluta ausencia de sonido. Fue compuesta o ideada por Cage y estrenada el 29 de agosto de 1952 en Woodstock (Nueva York) por el pianista y compositor David Tudor. Si acudimos a Youtube podemos contemplar cómo otro intérprete, el pianista William Max, impecable en su chaqué, se acerca a todo un Steinway, saluda al público inclinando la cabeza, toma asiento, se coloca unas gafas, abre la partitura, acciona algo que no se aprecia (¿un metrónomo?, ¿un secundero?), sube la tapa del teclado, alza la mano derecha y... la mantiene durante 33 segundos. Fin del primer movimiento. Segundo movimiento: vuelve a abrir la tapa de madera negra, la cierra y levanta la mano que mantiene suspendida durante dos minutos y 40 segundos. Fin del segundo movimiento. Tercero: lo mismo durante un minuto y 20 segundos. William Max se quita las gafas, las coloca cerca del teclado, se levanta, saluda al público inclinando la cabeza y desparece por la izquierda del escenario. Fin de la obra de John Cage. Duración, la del título de la composición: 4' 33''. La versión de William Maxwell tiene 4.230.908 visualizaciones por internet.
¿Farsa, genialidad? Cage amó el silencio, no en vano fue maestro zen, estudió el budismo y tuvo el I Ching a su vera durante décadas. También fue un pionero de la música electrónica, además de discípulo de Schönberg. Y nadó entre las aguas revueltas de la música aleatoria. Bien, pero ¿qué quiso decir? ¿Necesita esta pieza explicación, debe tenerla? Al parecer quiso demostrar que el silencio absoluto no existe pues, comentó después, «se podía oír el viento golpeando fuera durante el primer movimiento. Durante el segundo, las gotas de lluvia que empezaron a golpear el techo, y durante el tercero los sonidos de la gente mientras hablaba o salía de la sala. El púbico no entendió el objetivo de la obra».
¿Existe el silencio absoluto? No, según John Cage. Él mismo se introdujo en una cámara aislada (anecoica) y sintió un sonido grave y otro más agudo. Le explicarían después que el primero corresponde a la circulación de la sangre por las venas y que el segundo provenía del sistema nervioso. Hay un libro de John Cage titulado, cómo no, Silencio (Árdora ediciones).
«Hablan los manantiales en la noche, hablan en los imanes del silencio», ha escrito el poeta Antonio Gamoneda en su Libro del frío. «Vuelvo a casa atravesando el invierno: olvido y luz sobre las ropas húmedas. Los espejos están vacíos y en los platos ciega la soledad», dice en otro poema.
Habla ahora Pablo d'Ors, autor de Biografía del silencio (Siruela). De este libro se han vendido cerca de 150.000 ejemplares, lo que indica el interés que suscita en la sociedad actual el silencio. O su necesidad. Este sacerdote, filósofo y escritor, además de consejero cultural del Vaticano nombrado por el papa Francisco y fundador de la asociación Amigos del desierto, escribe en este ensayo: «El silencio, tal y como yo lo he vivido, no tiene nada de particular. El silencio es sólo el marco o el contexto que posibilita todo lo demás. ¿Y qué es todo lo demás? Lo sorprendente es que no es nada, nada en absoluto: la vida misma que transcurre, nada en especial. Claro que digo nada, pero también podría decir todo».
~¿Qué oye usted en el silencio?
~Lo esencial es que nos oímos a nosotros mismos. Hay una fascinación por el misterio, que está mitificado, necesitamos un mito. Y esto revela una necesidad espiritual que está en el ser humano. Pero no nos han enseñado la práctica del callar, y menos del escuchar, no es tan sencillo.
~¿No nos aguantamos a nosotros mismos y por eso el silencio puede convertirse en peligroso?
~Por supuesto que puede convertirse en peligroso. Si no te conoces a ti, no te amas ni a ti ni a los demás. Yo distingo entre el silencio y el silenciamiento. El silencio exterior ahí está. El silenciamiento es el silencio interior.
~¿El silencio puede abrumar?
~Es una de las posibilidades más factibles. A mayor movilidad externa, menor movilidad interior. El silencio está de moda porque tenemos que parar. Como un coche, que si está encendido constantemente acaba por quemarse. Por eso invito a que la gente se encuentre consigo misma a través de la Asociación del silencio.
~El silencio, ¿hay que ir a buscarlo, hay que recibirlo?
~Primero hay que ponerse en predisposición, si no lo rehuiremos. Luego hay que recibirlo. El silencio es lo que hay, es lo que queda; el resto pasa. Las nubes pasan, el cielo permanece.
~Pudiera parecer que con el silencio llevamos la contraria a la vida, a la inmediatez, al ansia de poseer, de viajar...
~La vida no es eso. Con eso tapamos la vida. En el hombre hay un impulso a la apropiación, tiene una dinámica voraz, vertiginosa. Pero esto no nos construye, no nos hace más personas. Además la meditación no fomenta el egocentrismo. La sabiduría y la compasión van de la mano.
~¿Qué libros tiene de cabecera?
~Leo mucho a Franz Jalics, sus Ejercicios de contemplación, y las sentencias de Carlos de Foucauld. Y a Kafka.
~¿Franz Kafka?
~Sí, es el más grande. Porque no escribe desde la cabeza sino desde las entrañas. Se le utiliza como paradigma de lo oscuro pero está el Kafka luminoso, liberador. Su escritura es un ejercicio espiritual. Me interesan sobre todo sus diarios y las narraciones cortas.
~¿Vio el documental El gran silencio?
~Sí, pero no soy un entusiasta. Está bien hecho, con rigor... Te puede despertar paz, pero también ponerte nervioso. Puedes equiparar la contemplación con lo lento. Nos puede pasar como con las películas de Ingmar Bergman, que hoy pueden resultar demasiado metafísicas.
~¿Y la película Silencio, de Martin Scorsese?
~Tiene una tesis simple.
~El silencio, parafraseando a Santa Teresa, ¿puede estar en lo más pequeño, en todas partes?
~El misterio está en todas partes. Nada se puede comprender en plenitud. La práctica del silencio nos enseña a aprender a estar en la vida y no huir de ella. Hay que volver a lo que hay. Hay que saber estar en lo que estás, ahí está la vida. Podemos hablar de Dios desde la vida, partiendo de la vida, apreciar que hay algo palpitante.
«No digas nada, no preguntes nada./ Cuando quieras hablar quédate mudo/ que un silencio sin fin sea tu escudo/ y al mismo tiempo tu perfecta espada». (El silencio, Jorge Luis Borges).
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Glee «The Mark & Grether Group» Part II
Junio de 2054
-Blaine… te amo… pero bien sabes que cuando actúas así, francamente… -Francamente que… sabes bien que toda esa actitud engreída y extra influyente de Cooper es pura mier… -¡Oye!... —exclamo Kurt deteniendo la grosería de su esposo. -Es falsa... de principio a fin… ¡por dios!, si parece que tengo un «deja vu» por todas las veces que me ha hecho pasar por esto… —dijo tomándose la cabeza. -Pues fíjate que yo estoy experimentando lo mismo… -¿Como? -Lo que oyes, porque ya tienes más de cincuenta y te estas comportando como si aún tuvieras 15, tus celos son absurdos y tus respuestas hacia él infantiles, así es que te sugiero que termines por madurar y dejes de criticar a tu hermano— dijo Kurt con la seguridad de quien tiene la razón absolutamente en todo. -Bien... —respondió su esposo pasando por su lado sin decir más. -Y cuando haces eso también, francamente Blaine Anderson-Hummel… —murmuró Kurt mientras avanzaba hacia la salida haciendo gestos que pedían paciencia a un ser superior, Blaine se limitaba a mirarlo de reojo de tanto en tanto, abrió la puerta para èl y se quedó mirando un punto en el infinito hasta que Kurt terminó por salir. -¡Cuñadito!, ¡por fin!… —exclamó Cooper mientras se arreglaba el cabello utilizando el vidrio polarizado de la limusina como espejo. -Disculpa Cooper, nos demoramos un poco… -No hay problema… —añadió su cuñado acomodándose esta vez el cuello de la camisa— le dije al chofer y dice que la autopista esta libre a esta hora, por lo que llegaremos a la agencia en menos de 5 minutos. -¿Cinco minutos hasta Malibú?... —repitió Blaine con las manos en los bolsillos del pantalón. -Obvio es a donde vamos… ¿o no?... —agregó Cooper abriendo al puerta. -Pues a mi me parece extremadamente conveniente… —dijo Kurt subiéndose de los primeros. -Y extremadamente falso…
-¿Falso?, ¿por qué dices eso «Mister Squirrel»? -Porque llegar a Malibú nos tomará por lo menos una hora… ¿o conoces a alguien que nos llevará por un camino secreto? -La verdad es… -¡Ay por favor!… —interrumpió Blaine subiendo a la limusina, hizo ademán de sentarse al lado de Kurt, pero este volvió al cabeza hacia la ventanilla como demostrando disgusto, su esposo no tuvo más que ubicarse en el asiento de enfrente. -¿Estamos todos?... —dijo Cooper preguntando lo obvio, Kurt sonrió y Blaine tomo una revista y se sumergió en ella— vamos entonces… —añadió dando unos golpes en el techo de la limusina, el chofer lo miro por el espejo retrovisor y le respondió tocándose la gorra con una seña como de militar. -Y cuenten… ¿cómo están mis sobrinitos? -Todos bien… cada uno en sus quehaceres… -¿Noah empieza la secundaria este otoño?... ¿verdad? —Blaine soltó una risa mas llena de ironía que de felicidad, Cooper murmuró un «¿que?» de lo más inocente. -No… Cooper, Noah entra a la universidad este año. -¿¡Que!? —exclamó de lo más sorprendido— ¿cómo es eso posible?, ¿no tiene como ocho años? -Hace diez años los tenía… —dijo Blaine dejando la revista para concentrarse en su teléfono móvil. -Vaya… ¿donde va el tiempo?... —agregó Cooper como si dijera la frase de su vida— oigan, en ese restaurante conocí a mi actual novia… —dijo señalando un establecimiento estilo hawaiano. -¿Tienes novia? -¡Obvio que tengo «Mister Squirrel»!, ¿por quién me tomas? -¿Tengo que responder a eso?... —dijo Blaine mirando a su hermano, Kurt arqueo un poco su ceja inquisidora. -No, obvio que no, igual les cuento que es bonita y amorosa… aunque me dan pena el resto de las chicas que perdieron su posibilidad conmigo… en fin… ¿que hay de Lizzie y su bebè? -Están bien, Devon crece con las horas… mira… —dijo Kurt enseñando una foto del bebé que llevaba consigo en su billetera. -¡Que lindo!, y bastante pequeño… —Blaine quiso recordar que era un bebè pero se tragó las palabras— me preguntaba que soy yo de este pequeño… -¿Que eres?... —pregunto Kurt arrugando el entrecejo en señal de duda extrema. -Si, porque ya saben, es nieto de ustedes y todo… de mi entonces, ¿que es?… ¿primo? -Lamento decirte «Coop» que debido a nuestro parentezco, eres su «tío abuelo»… —dijo Blaine sonriendo como si gozara aquello de llamar entre lineas «viejo» a su hermano. -Vaya… nunca pensé que a mi edad sería abuelo de alguien… excelente… ahora díganme… —Cooper adopto otra posición en el asiento para quedar enfrente de Kurt, Blaine se irguió de manera alerta, se acercó ellos y terminó sentándose en el medio de ambos. -¿Que?... —dijo al ver que su esposo lo miraba con cara de necesitar una explicación urgente. -Nada… ¿decías Cooper?... —preguntó inclinándose hacia adelante para ver la cara de su cuñado. -Decía que necesito que me cuenten que quieren lograr con los chicos de «The Mark & Grether Group», ¿una casa gratis?, ¿una en la mejor ubicación?, ¿cerca de alguna celebridad? -Nada de eso… lo que queremos «Coop»… -Lo que queremos es que se nos trate con justicia… —se adelantó en decir Kurt temiendo alguna respuesta desagradable por parte de su esposo, acto seguido le tomó una mano como si así pudiera controlarlo o algo parecido y siguió hablando— la agente nos consiguió una casa, pero creemos que el precio esta por muy fuera de lo legal, pensamos que al ser quienes somos, nos esta extorsionando un resto… -O tal vez se enteró que «Mister Squirrel» es mi hermano y por eso les esta cobrando lo indebido… -Claro… eso debe ser...—agrego Blaine mirando a su hermano con los ojos empequeñecidos. -¡Obvio que lo es!… pero yo lo solucionaré, no se preocupen… —respondió Cooper haciendo un gesto de quien pide calma con sus manos, Blaine abrió la boca para agregar otra cosa pero recibió un apretón en la mano que lo obligó a silenciarse. -Mira, la costa por fin…. —dijo Kurt señalando por la ventana para cambiar de tema. -Toda la playa es muy bonita, ¿les conté de la vez que me inscribí en un concurso de surf? —dijo Cooper derrochando vanidad, Blaine blanqueo los ojos y se quedó en silencio los siguientes 20 minutos.
-Creo y podría vivir en esta oficina sin problemas… —dijo Kurt mirando la agencia de bienes raíces, era una casa grande y con ventanales del porte de los muros, tenia un jardín enorme y la construcción principal estaba unos cuantos metros más arriba del nivel de la calle, había un camino de piedra hasta la entrada, con flores de temporada a ambos lados y arbustos y palmeras extra cuidados. -Cuando yo hable con ellos eso no será necesario cuñadito… —añadió Cooper antes de darle un par de instrucciones al chófer de la limusina. -¿Todo bien?.... —pregunto Blaine al percatarse de aquello. -Todo excelente «Mister Squirrel», solo le decía al conductor que estaremos aquí un par de minutos, que nos espere… -¿Un par de minutos?... realmente tienes una disociación entre el tiempo y la realidad… ¿verdad? -La verdad es que no, pero… gracias… ¿entremos?... —dijo dándole una palmada en la espalda a cada uno, avanzó arreglándose el cabello y haciendo señas a alguien que ni su hermano, ni su cuñado supieron quien era— dejen que yo hable… —agregó antes de abrir la puerta vidriada con el trasero. -Buenos días —dijo una mujer de lo más sonriente— bienvenidos a «The Mark & Grether Group», la mejor experiencia inmobiliaria del grupo Compass, ¿que nece…?... ¿Cooper?, ¿Cooper Anderson?... ¿eres tu?... —agrego sorprendiéndose al ver la cara del cliente que tenía enfrente. -Por supuesto que soy yo, en carne y hueso… ¿como estas hermosa?... —dijo saludándola con un beso, Blaine creyó ver que a la mujer se le caía un poco de saliva de la boca. -Bien gracias… ¿que haces aquí?... ¿buscando casa en el área de Malibu?... —agregó poniendo cara de ardilla curiosa. -No, por supuesto que no, jamás cambiaría mi departamento en el Porto… la verdad es que quisiera hablar con Nicole… ¿esta? -No, esta mostrando unas casa en el área oeste… ¿por que? -Porque con mi familia aquí necesitábamos hablar con ella… —Kurt sonrió e hizo una especie de saludo al sentirse aludido, Blaine lo miro a él con cara rara. -Desafortunadamente no esta… -¿Y Tony?... ¿o Russell?... -Ellos sí… acompáñame… —dijo la chica dándose media vuelta moviendo todo su cabello, Cooper les hizo una seña a sus acompañantes de que esperaran en el sitio, Kurt volvió a sonreír y a saludar a distancia, Blaine por su parte blanqueo los ojos como al principio de la jornada. -Vi eso… —dijo Kurt mirando a su esposo. -Pues lo hice para que lo vieras… —contesto Blaine sentándose en un sillón demasiado elegante para ser de una sala de espera. -¿Que tal si Cooper sale con un juego de llaves en las manos?... —su esposo lo miró de medio lado— llaves pertenecientes a una casa por supuesto… -Entendí... -Bueno… ¿qué tal si es así?... —dijo acercando una silla más pequeña aunque no por ello menos elegante. -No sera así Kurt… es un fanfarrón y lo sabes… una vez se hizo pasar por irlandés en el «Breadstix»… ¿te lo conte? -Al parecer si… aunque en realidad no lo recuerdo… -Pues lo hizo… así es que no creas en nada de lo que dice… reservare una habitación en el hotel del que hablamos mejor… —añadió sacando su teléfono móvil. -Pues reserva dos… no me gusta este Blaine de la costa oeste… —dijo Kurt tomando una revista. -¿Por que te enojas conmigo? -¿Tengo que repetir eso de que tu comportamiento es infantil y absurdo?... —Blaine soltó una cantidad extra de aire y prefirió no seguir con la conversación. -Mejor veré lo de la habitación… —agregó manipulando su teléfono. -Haz lo que quieras… pero creo y tendrás que cancelar cualquier cosa que ya hayas aceptado… —dijo Kurt señalando con su mirada a su cuñado que en ese momento salía de una de las oficinas con la mujer que los había recibido además de dos hombres ya maduros vestidos de manera casi similar, ambos con blazer azul y camisas al tono, Cooper se despidió de ellos estrechándoles la mano y diciendo un par de cosas que hicieron reír a todos, luego señaló hacia donde estaban sus acompañantes y por tercera vez Kurt sonrió e hizo el gesto de saludo a la distancia. -No lo creo… —dijo Blaine mirando al escena. -Al parecer si conocía a esas personas… —agregó su esposo levantándose. -Puede ser cualquier cosa… —insistió Blaine sin querer dar su brazo a torcer. -¡Chicos!... —exclamó Cooper llegando hasta donde ellos estaban, traía una carpeta bajo el brazo y algo que le abultaba el bolsillo de la camisa, dio un par de aplausos y se frotó las manos como si estuviera a punto de revelar un gran secreto. -¿Qué sucedió?... —pregunto Kurt mostrándose mas ansioso que antes. -Pues hable con Tony y con Russell, les dije que Nicole les estaba consiguiendo una casa, buscaron la información y me dijeron que por cierto había un error en el precio, pero que para evitar problemas y malos entendidos, están dispuestos a compensar eso dejandoles esta casa, a mitad del valor por los próximos seis meses… —explicó Cooper enseñando la foto de una casa espectacular, en primera linea de playa como habían pedido, pero además con piscina, terraza y acceso directo a algo que parecía ser una playa privada. -¡Oh por dios!... —exclamo Kurt tomando la carpeta con la información. -¿Les gusta?... —quiso saber Cooper sacando un juego de llaves desde el bolsillo de su camisa. -Esta… esta muy bonita… —respondió Blaine queriendo parecer desinteresado. -¡Mas que bonita!… si me dejan, me mudo con ustedes hoy mismo.... —exclamó dándole un golpe en la espalda no tan fraternal a su hermano. -Cooper ¿estás seguro y esto es lo que nos cobraran?... —pregunto Kurt señalando el papel con los detalles del contrato de arrendamiento. -Por supuesto… les dije que podía mover unas influencias a favor de ustedes… ¿que dicen? -Pues yo digo que sí… es espectacular, y la ubicación… se me ocurren como treinta cosas para hacer en esta playa privada… —dijo Kurt acercándose al foto para mirarla con más detenimiento. -¿Que dices tu «Mister Squirrel»? -Me parece bien… -Genial… iré decir que firmaran todo… —dijo Cooper devolviéndose a la oficina de dónde había salido minutos antes. -Cooper… -¿Si cuñadito? -Gracias… —respondió Kurt sonriendo. -De nada cuñadito… el placer es mío… vengan en cuanto terminen de leer todo… —termino por decir tomándose una buena porción de cabello, Kurt se le quedo viendo como embobado y su esposo se cruzó de brazos como si admitiera su derrota. -OK… di lo que te mueres por decir…—dijo Blaine tomando la carpeta con la información. -¿Estás seguro y quieres oírlo? -Te mueres por decirlo, así es que… hazlo… —dijo pasando las hojas. -OK, empezare por decir «te lo dije» unas tres veces, seguido de «desconfiado» otras cuatro, pondré cara de enojado un par de minutos seguidos y te diré «estoy enojado no me hables» y por último, finalizare exigiendo que hagas lo que sabes y tienes que hacer… -¿Que cosa? -Pedir disculpas… -Kurt… -Sabes y debes hacerlo, tu mismo lo dijiste… -¿Cuando dije eso? -Cuando hablamos con Noah antes de viajar, cuando le dijiste que si se había equivocado, debía pedir disculpas, que eso engrandece a la gente y no se que mas… -¿«No se que mas»?... —repitió Blaine divertido. -Si, olvide la mitad de lo que dijiste, pero es por tu culpa, por sentarte con la silla de esa manera sexy que sabes que me encanta— Blaine sonrió coqueto y engreído— así es que… un «gracias Cooper y disculpa por desconfiar de ti» vendrían muy bien una vez que firmemos todos los papeles. -Ok… haré mi mejor esfuerzo —dijo su esposo cerrando la carpeta, luego le tomo la mano y le dio un beso en al mejilla— lo siento… —agregó echando mano a la sonrisa que lo sacaba de situaciones como esa el 99,9% de las veces, Kurt sonrió de vuelta y le hizo un cariño en la cara— ¿de verdad pondrás cara de enojado un par de minutos seguido? -Obvio que lo haré y te diré que lo estoy, además, pensaré dos veces si contarte o no los planes que tengo para esa playa privada que tendrá nuestra casa. -¿Estoy yo en ellos?, porque si lo estoy, es tu deber contármelos… —dijo Blaine mientras comenzaba a caminar hacia la oficina de Tony y Russell... -Lo estas… -¿Y hay poca ropa?... -Nada de ropa más bien Señor Anderson-Hummel… nada de ropa… —corrigió su esposo poniendo cara de travesura.
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La sorpresa
El día había sido de lo más incómodo. Desde el malestar de la mañana por haber dormido poco y mal, pasando por el calor sofocante con el que había tenido que lidiar durante todo el día mientras daba salida a la brutal cantidad de trabajo, hasta llegar al camino de vuelta a ese sanctasantorum, lejano, pero tan necesario en su vida llamado hogar.
Aquel portal, como siempre, aquejó la necesidad de corriente eléctrica para dar permiso al visitante a recorrer su fresco interior. Todo estaba como siempre había estado desde que se había mudado aquí; la misma señora que pasea a sus perros a la misma hora con la misma correa y situados siempre en el mismo lateral, la misma escalera de mármol con el mismo pasamanos de color negro azabache, las mismas luces anodinas funcionando día y noche sin importar la falta que hicieran.
Subió peldaño a peldaño aquellas escaleras sin ningún tipo de ansia por hacerlo. Hacía tiempo que no tenía la necesidad de correr para llegar a casa a sabiendas de que quizás encontraría algo o a alguien. Quizás sentía que lo más apropiado era no ilusionarse con algo que por ahora, no podría suceder. Ese pensamiento era claro para él, pues así lo habían pactado por el bien de un futuro consciente para ambos. Llegó a la altura de los buzones y, por algún motivo que aún no alcanzaba a comprender, se detuvo y comprobó si había algo para él. Publicidad, publicidad y más publicidad...no...un segundo...¿qué es eso blanco debajo de toda la bazofia publicitaria? ¿Un sobre? ¿Con sello? ¿Dirección puesta a bolígrafo? Esto no es una cadena de un príncipe senegalés pidiendo dinero o un desesperado intento de fraude para llevar al lector de viaje a algún lugar remoto por un precio irrisorio, no, no era nada de eso. Tembloroso, giró su muñeca para leer el remite, aunque la letra era claramente reconocible, pero no podía creer lo que sus ojos estaban observando; más bien pensaba que su mente le estaba jugando una mala pasada creyendo algo que quizás no fuera así...
“¡Alice!” - No pudo evitar levantar la voz y dar fuerza y voz a sus pensamientos. Si, era ella. No cabía en si de la felicidad que sentía, del júbilo total y absoluto de recibir noticias suyas. Cerró el buzón de golpe, trastabilleó con la llave hasta lograr cerrarlo y subió corriendo las escaleras hasta su casa. Tal era la necesidad de creer lo que estaba viendo que, sin dejar de mirar la carta, tropezó con las escaleras varias veces dando lugar a esperpénticas y ridículas caídas sin mayores resultados que su preocupación de que la carta estuviera en perfectas condiciones.
Al llegar ante la puerta, abrió con fugacidad la cerradura y buscó con ansia en la casa, creyendo que la remitente habría tratado de jugársela con una carta vacía y que la carta estaría en casa, pero al no ver sus zapatillas en la entrada, entendió que, aquella carta, era la prometida hacía días y que no creía recibir tan pronto. Corrió hacia el salón y sin cambiarse, se sentó y dudó si abrirla o no. ¿Y si era un sueño y realmente la apertura de la carta fuera el desencadenante de su despertar? “¡Necesito abrirla!” - pensó de nuevo en voz alta. Así que la abrió y la leyó despacio, saboreando cada palabra escrita como si de láminas de oro se tratasen. Hacía dos días que la había enviado, así lo hacía constar en la carta, una carta en la que dos lágrimas fueron a parar tras leer de las trabas que sentía la redactora y lo difícil que se le estaba haciendo; pero también eran formadas por la felicidad de la otra parte que pudo leer y de la que sacó fuerzas de flaqueza para terminar de leer felizmente una carta que debía ser respondida:
“Al amor de mi vida:
Antes de nada, quiero hacerte partícipe de la ilusión y felicidad que me ha aportado la recepción de tu carta. No puedo encontrar palabras que describan el sentimiento que me invadió al ver que quien la remitía eras tú. Para nada esperaba una carta tuya con esta prontitud, aunque siendo sincero, la deseaba desde mucho antes de que esta situación llegase. Por ello, quiero darte mis más sinceros agradecimientos y prometerte que, como el resto de las que poseo redactadas por tu mano, será guardada como lecturas de cabecera, al lado de mi cama. De corazón, millones de gracias.
Ahora, ciñiéndome al contenido de la carta, si, reconozco que se hace duro no poder hablar con el mismo hábito que lo hacíamos antes, solventar nuestras inquietudes como bien dices y, sin duda, disfrutar del tiempo que pudiéramos pasar en compañía el uno del otro; sin embargo, tengo claro que una de las cosas que querías, era demostrarte que eras capaz de hacerlo y,aunque no nos resulte fácil, me siento muy orgulloso de ver como te demuestras a ti misma que puedes hacerlo. De verdad, se que es muy complicado, pero lo estás haciendo genial y esto es bueno para ti, sigue así princesa, puedes hacerlo, se que puedes lograrlo.
¿Así que hace dos días que me escribiste la carta y casi caes en la tentación de pedirme que nos viéramos eh? Ojalá lo hubieras hecho...aunque estoy muy orgulloso de ti, eso no evita que mis ganas de verte se incrementen día a día de forma exponencial.
Se que no sólo soy un paño de lágrimas, pero me gusta saber que soy un apoyo para ti, de la misma forma que tú lo eres para mí. Tengo muy presente cada segundo en que el amor y el cariño brotan de nuestras miradas, de nuestros besos, de nuestra piel; recuerdo cada instante nuestras risas, nuestras bromas constantes, tu facilidad para encontrar parecidos razonables como el de Mortadelo, tus enseñanzas al respecto de tantas y tantas cosas, los datos curiosos que tan sólo una mente ansiosa de detalles podría saber; los detalles tras las visitas a tu terapia o las jornadas de los sábados; el transcurrir de tu día con anécdotas incluídas. Todo ello es una constante en mi día a día, a cada paso, en cada respiración; y me satisface saber que, como tú pensabas desde un principio, esa ayuda que te dieron ha proporcionado cierta estabilidad y el sentimiento no ha desaparecido.
Por otra parte, siempre has poseído una mente curiosa y necesitada de estímulos nuevos y constantes. Una vida aburrida y monótona no es viable ni factible para tí, y ello no es malo, al menos yo no lo creo así.
Debo reconocer (de otra forma sería mentirte) que la situación se me hace muy difícil. Pero no me arrepiento de pasar por esto, pues es una forma fácil de saber que lo que sentimos no era tan sólo algo pasajero, sino, sin duda alguna, un sentimiento que nada ni nadie podrá tumbar de ninguna de las formas. Ni tan siquiera el tiempo, es su inmenso poder, es capaz de romper el hilo rojo que nos unía, incluso ya desde antes de encontrarnos. Agradezco seguir pudiendo pasar tiempo con los pocos a los que considero amigos, pues saco tiempo siempre para poder tomar un café aunque sea junto a ellos, y si, en cuestión de amistades, soy muy reservado y escogido, como las viejas con la fruta en una frutería jajajaja. Pero, ¿sabes qué? Tengo una suerte infinita, porque a pesar de tener pocos, la calidad es muy buena; y tú, siendo una de esas amistades, me has demostrado ser mi mejor amiga, amén de muchas otras cosas más.
Por ahora, no me siento solo, no temas. Tengo la suerte de poder sentirme acompañado siempre, sin importar donde esté o lo que esté haciendo, aunque en ocasiones el sentimiento de añoranza aumenta y noto tu ausencia temporal; pero se que todo esto es por un futuro mucho mejor y con vistas a una felicidad mucho mayor que la ya disfrutada. Una vez más, confieso que un par de lágrimas han recorrido mis mejillas en busca de la carta donde estamparse, pues ante tu deseo y confesión de los sentimientos que aún tienes por mí, no he podido evitar que esas lágrimas quisieran rubricar tus palabras haciendo de mis sentimientos agua, el elemento más preciado para mí. Ese agua sin la que no hay vida. Eres el amor de mi vida y no puedo pensar en nada que no sea tu felicidad absoluta, tu sonrisa pletórica, tu mirada salpicada de motas verdes, tu sabiduría dando lugar a la satisfacción de mi curiosidad por todos los temas en los que puedes tutelarme. Lo primero que te entregué fue mi alma, dentro de una caja de madera enterrada en la arena de tres playas que visitamos y luego, te entregué mi corazón mediante contrato firmado y vinculante de por vida. Eres el amor de mi vida, la mujer perfecta, la compañera ideal, mi mejor amiga; y nada de eso va a cambiar en lo que me reste de vida, porque confío en ti hasta un límite inimaginable. Te amo lo que dure un para siempre princesa.
Entraré ahora en el terreno que tocaste en la última parte de la carta: El trabajo y los planes de futuro.
Hay dos cosas que siempre te he dicho y que tengo muy claras:
1. Necesito verte feliz
2. No hay nada que pueda estar para mí por encima de tu felicidad.
Ambas, por más que pueda joder a quien le pese, pasan por una transición en la que la única que debe preocuparte eres tú. Si no eres feliz con tu trabajo, entonces lo prudente sería, al menos en mi opinión, formar un colchón (mayor o menor) que te de cierto margen de maniobra en un futuro más o menos cercano mientras, como mencionas en tu carta, vas haciendo más cosas. Es decir, para llevar a cabo tu planteamiento, necesitarás algo de dinero que puedes ahorrar con el trabajo que tienes ahora mismo, más aún sabiendo que eres capaz de controlar los impulsos de gastos con los que sentirte mejor. Puede, y digo sólo que puede, que esté tirando piedras sobre mi propio tejado, porque dejar tu actual trabajo haría que quizás no llevaras a cabo el planteamiento inicial, al menos por ahora, pero lo que necesito, lo que de verdad necesito, es que seas feliz y ver que, todo ese trabajo y esfuerzo, toda esa dedicación, da sus frutos en forma de sonrisa amplia, sincera y preciosa. Eso, sólo se consigue encontrando el camino que nos gusta, haciendo algo que nos llene, llevando a cabo algo que nos haga sentir vivos y, si los idiomas son ese punto en el que destacas, no lo sabremos mientras no pruebes. Conclusión: Con el trabajo que tienes ahora mismo, aunque no te guste, puedes ir cumpliendo pequeños objetivos a corto plazo, como los idiomas e ir cumpliendo con asignaturas de la carrera y, cuando hayas cumplido el objetivo de los idiomas, podrás dedicarte al módulo mientras, a título personal, vas completando la carrera. Dejar el trabajo es una opción, siempre y cuando ahorres algo de dinero para tener un margen y aguantes hasta tener dos años de paro, que sería suficiente para cubrir gastos mientras hicieras el módulo que quieres hacer.
(Madre mía, menudo tochazo...pues espero que te lo hayas leído, que para algo lo escribo!! Jummmm)
Como ves, tu planteamiento es válido desde el principio y lo único que te faltaba, a mi modo de verlo, es darte plazos para llevar a cabo el cumplimiento de tus objetivos. Nada de lo que te propones o planteas es descabellado de ninguna de las formas, tan sólo has de fijarte una cantidad y un plazo y llevarlo a cabo. Tienes mi apoyo total e incondicional pues, como ya te dije más arriba, mi prioridad número 1 es tu felicidad.
Llegará ese día y espero ser testigo del mismo...sé que llegará...de hecho, está en camino...
ESE día está cada segundo más cerca, y esa vida sigue en proyecto sin lugar a duda alguna mi vida...
Ahora, finalizo esta carta pero, de corazón, espero recibir otra en algún otro momento desde hoy hasta el fin de mis días.
Sincera, afectuosa y eternamente enamorado:
Quien tú ya sabes...”
Dejó de escribir y sonrió, no por lo escrito, sino por haberlo escrito sin haberse detenido ni un instante, sin haber vacilado en la escritura y sin darse cuenta de lo escrito, pues no lo había redactado de forma consciente, sino que su corazón había dictado con la mayor sinceridad lo que su mente no podría haber descrito con semejante facilidad.
Satisfecho, cogió su galaxia y sonrió recostándose sobre el sofá. Su día había cambiado por completo y, sin duda, sólo ella tenía esa capacidad: el amor de su vida, su princesa, su reina, su luna, su estrella en la noche más oscura, su música, su inspiración, ELLA.
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Aunque sea sutil, es violencia: Brenda Paola Méndez
Idealizar a la pareja y restar importancia a conductas agresivas en una relación permiten la instauración poco perceptible de violencia, que puede ser psicológica, física, sexual, económica y digital, cuyo propósito es mantener el control y poder sobre el otro.
Así lo consideró Brenda Paola Méndez Romero, persona orientadora académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, en el marco de la Jornada Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 25N.
Y agregó: la violencia en las relaciones de pareja es un tema que suele minimizarse, toda vez que se le considera una situación normal. Sin embargo, es un fenómeno social que contribuye a generar patrones de agresión dentro de una unión sentimental.
Al participar en la charla “El amor no es como lo pintan”, dijo: el ser humano elige pareja por satisfacción, pero cuando esa emoción empieza a tornarse en miedo, tristeza, enojo y conflictos impiden una sana interacción y resulta difícil salir de ese ciclo de violencia, “porque nos enganchamos en la fase de luna de miel, cuando el agresor se muestra arrepentido”, un círculo vicioso que suele repetirse.
Ante ello, sugirió que quienes viven esa situación busquen apoyo psicológico vía telefónica o platiquen con un tercero para identificar, desde una perspectiva diferente, si las situaciones que se están dando son violentas.
Puntualizó que se requiere comunicación, honestidad, confianza, apoyo, respeto, libertad e identidad propia. “Es importante entender que quizá antes de conocerse, cada uno tenía diferentes mundos y que en una relación sentimental debemos compartir un pedacito de nuestros mundos”.
Se necesita una deconstrucción de la relación de pareja y, a partir de nuestro propio conocimiento y sentir, generar una idea de lo que quiero y necesito, qué características debe reunir el otro, pero también qué límites voy a poner; eso es importante definir.
En tanto, Berenice Cano Santos, también persona orientadora de la FES Aragón, destacó: desdichadamente también en la comunidad universitaria se presentan estas relaciones tóxicas, donde impera la violencia de género. Pero los universitarios en esa situación no están solos, la Universidad trabaja para brindarles apoyo y, de manera conjunta, encontrar soluciones.
Para ello, recordó, la UNAM instituyó el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género, documento en el que participaron especialistas, académicos y la comunidad estudiantil, el cual establece políticas institucionales para la prevención, atención, sanción y erradicación de casos de violencia de género en la institución.
Dijo que la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género es la encargada de darle seguimiento. Si alguien es víctima puede acudir, en primera instancia, a las personas orientadoras de los planteles universitarios: “nosotros seremos escucha, y brindaremos información y asesoría para trabajar el caso de manera conjunta”.
Se trata de procedimientos voluntarios que consisten en un diálogo equitativo y respetuoso entre integrantes de la comunidad universitaria para encontrar una solución pacífica y, en su caso, lograr un acuerdo con respecto a la mejor manera de enmendar el daño causado. También participan psicólogos.
De acuerdo con el protocolo también existe la figura de una tercera persona quien puede señalar que sus amigos están en una relación tóxica; en este caso la instancia universitaria se pone directamente en comunicación con ellas para actuar, abundó Berenice Cano Santos.
Exhortó a la comunidad universitaria a visitar el portal de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género (https://www.defensoria.unam.mx), para saber cómo actuar en casos de violencia de género.
Según sea el caso, se canalizará con una psicóloga o abogada especializadas en perspectiva de género.
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Reporte Segundo Parcial
No sabía cómo comenzar este reporte. Creo que para estas alturas de la cuarentena mi cerebro (así como mi alma, si es que aún conservaba algo de ella) han terminado por esfumarse. Aún así, creo que hacer los últimos esfuerzos valen tanto la pena como creo que vale la pena mi carrera. O sea, mucho. Espero no estar divagando...
Creo que una buena apertura consiste en un contexto. ¿Y bien? ¿Qué contexto puedo dar de este parcial que no haya podido dar del primero? Tuvimos la falsa y efímera esperanza de que íbamos a volver a las aulas de clase al finalizar el mes, cosa que muy en el fondo sabíamos no iba a suceder dada la creciente preocupación y daños creados por la pandemia; aun así, mantenía las esperanzas de poder retomar todo y regresar a una normalidad que, para ese universo alterno, ya sería otra normalidad post covid.
La pandemia no ha hecho más que complicarme las cosas, aunque estoy segura de que no soy la única y hay un montón de gente que la ha de estar pasando peor que yo. Aunque tampoco considero que sea cuestión de competencia. Vamos, que tener un techo donde dormir y un internet que funciona tres horas al día es más de lo que algunas personas pueden decir y por ello estoy agradecida. Sin embargo, eso no quita la cantidad excesiva de trabajo que he estado teniendo. Jamás había considerado mi trabajo como algo demandante, algo que me impidiese estudiar y concentrarme cómo debía con mis deberes en la facultad. Hasta… bueno, hasta hace unos meses. Creo que, en parte, tener toda esta carga de trabajo como docente en una escuela de idiomas, y con varios grupos, me permitió entender de mejor forma a mis profesores.
Antes ya lo hacía, pero creo que esto simplemente me reforzó lo estresante que puede ser acoplarse a nuevas modalidades y sobretodo, intentar mantener comunicación efectiva con aquellas personas que dependen de tu enseñanza. Pero creo que ya me he quejado demasiado, normalmente me quejo cuando algo me aterra. Y, a decir verdad, la situación que enfrenta el mundo y que nos falta por enfrentar después de todo esto me aterra demasiado.
A pesar de todo esto, agradezco poder tener una especie de escapatoria (aunque sea por unas horas) de la cruda realidad. El arte y lo que se me ha impartido en las clases, es lo único que tengo después de una larga jornada pesimista. Ya sea el tener que ponerme a investigar sobre cierta corriente, cierto artista, cierta obra, me es un escape que necesito. Un recordatorio de que aún hay cosas que puedo disfrutar en esta vida. Ignorando la carga de trabajo que también se nos ha puesto a los estudiantes, es algo que verdaderamente disfruto de aprender.
Dicho esto, este parcial tuvo un enfoque hacia la imagen, pero ahora sí de lleno a lo digital. Cosa que tiene completo sentido, ya que hoy en día es muy difícil imaginar una vida sin la influencia de la tecnología y sus avances, imaginamos el futuro lleno de ella porque nos hemos dado cuenta del cambio que ha infligido en nosotros y en el mundo a través de los años. Con el paso del tiempo la tecnología ha ido transformándose en lo que hoy consideramos un elemento fundamental en nuestras vidas, creándonos cierta codependencia hacia ella.
Al investigar sobre los artistas que tuvimos en la primera actividad, me encantó toparme con que muchos de ellos fueron pioneros en las tecnologías que surgían en ese entonces. Que fueron de esas personas que dijeron en su momento: sin miedo. No pain, no gain. De nuevo, se demuestra que el artista, para bien o para mal, está dispuesto a probar de todo y a hacer de todo, con tal de dar con la técnica perfecta o adecuada para su obra. En ese entonces se habrá visto drástico, pero hoy en día, es bueno tener figuras a las que admirar que no sean las típicas figuras artísticas de antaño.
Varios de estos artistas plasmaban sus experiencias personales, ideologías políticas o sociales en sus obras. Cosa que no es novedad en la creación de alguna obra. Sin embargo, me deja pensando que, si ellos pudieron plasmar un poco de su época y algunos detalles fascinantes de lo que les estaba tocando vivir, ¿qué me impide a mí hacer lo mismo? Si bien, una pandemia, una casi tercera guerra mundial, una guerra civil, injusticia, racismo, terremotos, y demás no son cosas fascinantes, sí son temas de los que se puede sacar una cantidad de reflexión e inspiración brutal.
Sin caer en lo insensible, y siempre dentro del respeto y la empatía, puedo vislumbrarme en algún futuro creando una obra sobre lo que este año trajo para la humanidad. Una obra que invite a la reflexión de cuáles fueron muchos de los detonantes que trajeron consigo los acontecimientos que vivimos en el presente. Una obra que nos impida olvidar el presente y el pasado, para no arruinar el futuro, no de nuevo. Si bien, la mayoría de las personas buscará olvidar lo más pronto posible que todos estos hechos sucedieron, yo no pienso, ni quiero, ser una de ellas.
Quisiera agregar que en temas como los de este parcial, hubiera deseado poder tener clases presenciales, para así poder hacer preguntas en el instante y poder escuchar diversos puntos de vista, ya que son temas que sí encuentro bastante interesantes.
Lo único que me queda, y creo que hablo por otros más, es esperar. Es lo único que hacemos todos los días. Esperar y esperar a que el día termine para poder comenzar con el siguiente y volver a hacer la nueva rutina. Claro que se puede crear e innovar, sólo desearía tener un poco de tiempo para hacer aquello que verdaderamente me apasiona.
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¿Qué aplicación es buena para comprar acciones por Internet?
Si todavía no has operado en Bolsa y estás deseando hacerlo entonces este artículo es para ti. Te llama la atención el planeta de la Bolsa. deseas estudiar y estás deseando meterte en el mundillo, pero no sabes ni por dónde empezar. seguramente tus preguntas sean estas ¿Cómo comprar acciones? ¿Cuánto dinero necesito? ¿Qué acciones compro? ¿Cuántas acciones compro? ¿Cuánto se suele ganar? ¿Qué más me es necesario tener en cuenta? Antes de comenzar, vamos a señalar que las primeras cuestiones que deberías hacerte no son esas, sino otras del estilo de estas: ¿Qué pretendo hallar? ¿Cuánto estoy dispuesto a perder? no obstante, opino que la preferible forma de aprender algo es haciéndolo; aunque no poseas ni iniciativa de cómo son las reglas. Lo que necesitas es empezar. por esto, y sin que sirva como norma, vamos a comenzar la casa por el tejado. Vamos a responder a tus preguntas. ¿Cómo se compran acciones? Para adquirir acciones (o venderlas) necesitas que un broker lo haga por ti. Un broker es una persona (o una empresa) que está autorizada para comprar y vender acciones en el mercado. Tú le dices qué y cuánto deseas comprar o vender y él te lo realiza, en lugar de una chiquita comisión. Lo recurrente no es que cojas el dispositivo y grites “¡Compra! ¡¡Vende!!” Lo habitual es que te conectes a internet y te registres en la página web de algún broker, abras una cuenta con ellos (como si la abrieses en un banco, el papeleo va y vuelve por correo ordinario) y, desde esa página web, elijas qué deseas adquirir o vender y lo ejecutes todo a base de clicks de ratón. Ejemplos de este tipo de brokers son Interactive Brokers, IG, Saxo Bank, ThinkFOREX, Plus500, GKFX, etc. Si aún no sabes cuál es el que más te conviene, deja que yo te aconseje el más destacable broker para ti. lo verdaderamente probable es que tu banco tenga servicio de broker. Esto es, que te puedes abrir una cuenta de valores con ellos y operar en Bolsa desde tu banco. Aunque es algo más caro, no es mala alternativa para tus primeros pasos en Bolsa, porque te ahorras algunas dificultades iniciales. entre otras cosas, en un broker normal tendrás que abrir un cuenta y poner dinero en ella, en cambio, en la cuenta de valores que abras con tu banco, el dinero lo puedes sacar de manera directa de tu cuenta corriente. Además, la mayoría de los brokers no tienen áreas de trabajo, o por lo menos no tienen tanta presencia física como pueda tener tu banco; y poder hablar con un individuo de carne y hueso en directo te puede ayudar bastante al inicio. Para comprar acciones, puedes llevarlo a cabo cualquier ocasión del día si lo haces vía web. sin embargo, tu orden sólo se ejecutará si el mercado está abierto (en horario de oficina). Si lanzas la orden fuera de horas, o inclusive un domingo, ésta queda guardada y se ejecutará en los primeros minutos de la próxima jornada bursátil. ¿Cuánto dinero necesito para adquirir acciones? Esta es una pregunta que la mayoría respondería de otra manera. De todos métodos, siempre que le cuestiones a los profesionales sobre un tema qué es necesario para comenzar, te dirán que necesitas una cantidad de cosas y datos a tomar en cuenta infinitamente superiores a eso que ellos tuvieron en sus inicios. Y ahí están ellos. por eso tampoco hay que hacer bastante caso a esas opiniones, porque si no no empiezas en nada jamás. Yo opino que, bajo la condición de que lo que quieres es operar por primera oportunidad en Bolsa, sin arrojo de lucro y simplemente con fines exploratorios y educativos, basta para empezar a operar el hecho de tener 600€, de los que no se necesita ni va a necesitar un duro para otros objetivos, y de los que no hay por qué perder más allá de 100€. ¿Quedó claro? Si no quedó absolutamente claro, por favor, relee el párrafo previo tantas ocasiones como sea primordial para que así sea. Has de entender que cuanto más dinero poseas para dedicar a estudiar en bolsa, mejor. Lo ideal para empezar a estudiar a toda máquina es disponer de un mínimo de 15.000€, no obstante, la mayor parte de los fatales debemos conformarnos con estudiar mientras ahorramos. Tener poco dinero no impide estudiar y, mientras no se tenga conocimiento, no importa el dinero utilizable, no se puede ganar. así que primero aprende (practica en pequeño) y después gana. Al revés jamás trabaja. ¿Qué acciones compro? alguno de las que conforman el IBEX35 es una aceptable selección para tus primeras pruebas. Repsol, Banco Santander, Endesa, OHL, Ferrovial, Telefónica, Mapfre. Esos son buenos valores siempre. Eso no quiere decir que vayan a subir. Hasta cierto punto, este artículo es atemporal. Estoy escribiendo esto sin entender cómo estará el mercado cuando tú lo leas. seguramente si compras alguno de los antes nombrados, no te vas a llevar enormes sustos (y no llevarte grandes sustos es lo que más necesitas ahora). Que vayan a subir o no, es cosa del mercado. Suponiendo que pretendas retener tus acciones unos algunos días o semanas, lo destacado es que mires si el mercado está subiendo o no en líneas en general, y en este momento se encuentra. Sin entrar en datos, si la línea azul del gráfico que sale al pinchar en este enlace apunta hacia arriba en su extremo derecho, generalmente, puedes adquirir algunas acciones de alguno de los valores mencionados antes sin grandes preocupaciones por perder mucho dinero. lo más posible es que no pierdas dinero o inclusive que hasta saques algo (comisiones aparte). Si la línea azul (una media móvil de cien días) apunta hacia abajo o está plana, mejor espérate a que vire al alza. Otro detalle digno de mención en relación a qué acciones comprar, es el de escoger algún empresa que no esté saliendo en las novedades. televisión, prensa, internet y demás, están fuertemente manipulados para que el incauto ponga el dinero donde otros puedan robárselo. No piques. ¿Cuántas acciones comprar? Esta pregunta no se responde fácilmente pero, para una primera operación, te recomiendo el número de acciones semejante a 600€. Pongamos un ejemplo sencillo: Suponiendo que desees adquirir Inditex, cuyas acciones estuviesen hoy a 44€, suponiendo que las comisiones te salgan en grupo por 25€, podrías adquirir 13 acciones (600-25)/44 = 13. Si tienes más dinero, no te recomiendo que gastes más en tu primera operación. Esto es de prueba. ¿Cuánto se frecuenta ganar comprando acciones? No es necesario decir que cuánto ganes es dependiente sólo de ti. Se puede ganar, hacer dinero cuando la bolsa baja. Si alguien pierde, otro alguien gana, pues para todo comprador hubo un vendedor, y al reves. No hay seguridades completas ni escenarios inviábles. No hay nada escrito y nadie puede adivinar el futuro. no obstante, te puedo dar un par de pistas orientativas: La primera, y más relevante, es que si eres completamente nuevo en Bolsa, no ganarás ni un duro durante los primeros seis meses. por supuesto, habrá operaciones en las que ganes y otras en las que pierdas, pero en grupo no ganarás. Esto no es nada grave, siempre que vayas con cuidado y no pierdas hasta la camisa mientras aprendes, pero tenlo en cabeza. La segunda orientación sobre los beneficios es que a los profesionales les cuesta batir al mercado. esto significa que, si el IBEX35 sube un 14% entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, ellos sudan para superar ese 14%. Conténtate con comenzar ganando un 8% anual de manera sostenida y no esperes jamás sacar más del 20% año tras año, salvo que te conviertas en uno de los mejores traders del mundo. ¿Qué más me es necesario tomar en cuenta? Cuando quieras publicar tu primera orden al mercado, no sólo te preguntarán qué sociedad deseas comprar y cuántas acciones. Además, como mínimo, te preguntarán por el tipo de orden. Hay, a grosso modo, dos tipos de órdenes: En las que fijas cuándo compras o en las que fijas a cuánto compras. Las primeras son las llamadas órdenes de mercado y las segundas son las órdenes limitadas. Cuando compras a precio de mercado compras ya, al precio al que esté cotizando la sociedad en ese instante. Antes de ofrecer la orden de compra, puedes averiguar el precio y, en los segundos entre que la orden entra y se ejecuta, el valor puede haber variado un poco. En las órdenes limitadas, tú dices a cuánto quieres comprar, pero tienes que aguardar a que el valor pase por ese punto. entre otras cosas, OHL está en este momento a 19.1€ y tú deseas comprar a 19€. Si das ahora la orden, es posible que te entre en algún momento de la mañana. además es viable que OHL no vuelva a valer 19€ en los próximos 20 meses. En cualquier situación, fundamentalmente si compras valores del IBEX35, como te sugiero, no debería inquietarte en exceso comprar y vender con órdenes de mercado (instantáneas). Cuando afines un poco más, tú mismo decidirás qué tipo de orden te conviene más. Una cosa que tienes que saber es que, aunque coloques 600€, no tienes por qué poner en riesgo 600€. Si tú entras en Inditex a 44€ (con 10 acciones, por ejemplo) estás poniendo encima de la mesa 440€. Pero, si decides que, si Inditex baja hasta 43€, vas a retirar tu dinero, pase lo que pase, entonces, realmente, sólo estás arriesgando 1€ de cada una de tus acciones, oséa, pones 440€, pero sólo arriesgas 10€. por esto, cuando des la orden de adquisición, tienes que dar una orden de venta también, a ejecutar sólo si las cosas se ponen feas. A esta clase de órdenes son conocidos como stop loss (“parar pérdidas”). Estos stop loss no son más que órdenes condicionadas que deshacen tu posición si el precio fuese en el sentido opuesto al esperado. Si vas a invertir 600€, te sugiero que pongas un stop, precisamente, Sitio Web a 50€ de distancia. Esto es, volviendo con el ejemplo de Inditex: Si compras 13 acciones de ITX a 44€ y no quieres perder bastante más de 50€, debes poner un stop loss en 40.15€ (pues, 50/13=3.85 y 44-3.85=40.15). Las órdenes que se envían a Bolsa y no se ejecutan son gratis. así ya que, no escatimes y pon siempre un stop loss. de este modo, controlarás tu compromiso en todo instante. Algunos consejos previos a comprar acciones Si oyes la palabra “futuros”, “opciones”, “warrants” o “apalancamiento” huye. sencillamente huye, porque, no importa lo que te comenten o lo que a ti te logre parecer, no son para ti. Los productos derivados y el poder de apalancamiento son multiplicadores de riesgo. El aprendiz tiene que entrenar con el mínimo riesgo. Todo lo demás es fantasía y, en el mercado, la fantasía se paga muy (pero que muy) cara. da igual lo seguro que estés de tus operaciones, sigue siempre tus entradas en Bolsa de una orden stop loss de salida de emergencia. Si en el final no es necesario, enhorabuena. Si la hace, te ahorrará muchos disgustos y mucho dinero. No sigas los consejos de nadie a la hora de escoger qué valores adquirir y vender. Tienes que aprender a pensar por ti mismo y nadie te va a abonar el dinero que pierdas tras haberte aconsejado mal. debido a que eres el exclusivo responsable de tus resultados, ten en cuenta de tener total control sobre tus elecciones y operaciones. No operes intradía. Por si no sabes lo que significa, significa que no abras operaciones con la intención de cerrarlas a los pocos minutos. Ese juego de alta velocidad es reino de los más profesionales. Espera a ser uno de ellos para ingresar en él.
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