#morrongo

[soynaruteira]

[beni75]

Desconozco autoría

1-. puente de san miguel

2-. Puente del Morrongo a la Corta

3-. puente la sebastiana

4-. riachuelo en el puente de hierro

5-. rio bajo el puente de hierro

6-. rivera de olivargas - puente de la sebastiana

7-. romerita

8-. a 15-. San Miguel

16-. a 21-. San Telmo

22-. Santa Eulalia

23-. sauce llorón

24-. Tarde de tormenta el viernes en La Mora y Monteblanco

25-. vista Barbellina desde los chalets

26-. Vista desde el cabezo de la Berbellina

27-. y 28-. plaza

29-. y 30-. puente de hierro

[9825--jinete]

No juzgo a nadie que sea infiel. Porque morrongo y santurrón, jamás. Pero hasta para ser infiel hay códigos que se tienen que respetar, porque cómo es posible que esta malparida va a meter al amante a su propia casa a que se la cojan en la misma cama donde duerme con el esposo.

¿Ya vieron el video que anda por ahí de un policía que encuentra a su esposa con otro policía en su casa?

Eso no tiene perdón ni de Dios ni de nadie, no sean tan hijueputas a lo bien.

[paydequesomorado]

El gato doméstico​​, llamado más comúnmente gato, y de forma coloquial minino, ​ michino, ​ michi, ​ micho, ​ mizo, ​ miz, ​ morroño​ o morrongo, ​ y algunos nombres más, es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es una subespecie domesticada, por la convivencia con el ser humano, del gato montés. 

[healingremiel]

Coherencia

Sería muy estúpido de mi parte, si no me gustan los hombres pajeros, buscar un hombre de esos que siguen sectas de NoFap o anti pornografía, ya que son los peores de todos, nadie que tenga la conciencia tranquila y la mente sana se va a adherir a un grupo que tiene como eje central la masturbación (a favor o en contra), y si están allí es porque no sueltan la mano del pájaro nunca, dime de qué te jactas y te diré de qué careces. Además son los más mentirosos e hipócritas, prefiero un degenerado abiertamente que un morrongo solapado que dice ser lo que no es y solo vive de apariencias y mentiras. Yendo más lejos y siendo verdaderamente más honesta, no prefiero a ninguno de esos dos, solo quiero un hombre más maduro, avanzado y consciente, que no tenga genuino interés en esas tonterías y menos de formas tan exacerbadas, no un reprimido que crea que abstenerse es lo mismo que no hacerlo y estar en ese nivel.

[ochoislas]

NANA      al conde de Trévelec

Vamos a dormir, negro michino. Mira que ya el apagador        posé en la vela. Vas a soñar con pajarillos, matorral, morros felinos...        y yo con Ella.

Adrede el café nos saltamos, y en nuestra cama calentita        —quien vela, llora— dormiremos, patas con brazos. Y mientras que tú ronroneas,        pasaré la hora.

Bajo tu abrumado iris sutil se encenderán los idilios        de las cumbreras. Yo creeré una noche más verla, cómo fría desgarra        mi vida entera.

Y tu pesadilla en el tejado te dirá el horror de ser tres        en un romance. Sufriré los ojos burlones de su falso primo, las lágrimas        del muy farsante.

Y si te despiertas de un salto arpado, mordido, cayendo        de una buharda, moriré yo bajo el aleve sablazo que tira entre fintas        el fatuo que ama.

Levantados ya, en gris mañana, tú irás en busca de ratones,        yo de licores que hacen olvidar cualquier cosa, pues en el fondo hombre y morrongo        son dos bodoques.

*

BERCEUSE        Au comte de Trévelec

Endormons-nous, petit chat noir. Voici que j’ai mis l’éteignoir         Sur la chandelle. Tu vas penser à des oiseaux Sous bois, à de félins museaux…         Moi rêver d’Elle.

Nous n’avons pas pris de café, Et, dans notre lit bien chauffé        (Qui veille pleure.) Nous dormirons, pattes dans bras. Pendant que tu ronronneras,       J’oublierai l’heure.

Sous tes yeux fins, appesantis, Reluiront les oaristys       De la gouttière. Comme chaque nuit, je croirai La voir, qui froide a déchiré       Ma vie entière.

Et ton cauchemar sur les toits Te dira l’horreur d’être trois       Dans une idylle. Je subirai les yeux railleurs De son faux cousin, et ses pleurs       De crocodile.

Si tu t’éveilles en sursaut Griffé, mordu, tombant du haut       Du toit, moi-même Je mourrai sous le coup félon D’une épée au bout du bras long       Du fat qu’elle aime.

Puis, hors du lit, au matin gris, Nous chercherons, toi, des souris       Moi, des liquides Qui nous fassent oublier tout, Car, au fond, l’homme et le matou       Sont bien stupides.

Charles Cros

di-versión©ochoislas

[jgrolav0106]

Gatos

El gato doméstico (Felis silvestris catus), llamado más comúnmente gato, y de forma coloquial minino, michin, michi, micho, mizo,​ miz,​ morroño o morrongo, y algunos nombres más, es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es una subespecie domesticada, por la convivencia con el ser humano, del gato montés.

El nombre actual en muchas lenguas proviene del latín vulgar catus. Paradójicamente, catus aludía al gatos salvajes, mientras que los gatos domésticos eran llamados felis.

Como resultado de mutaciones genéticas, cruzamiento y selección artificial, hay numerosas razas. Algunas, como la raza sphynx o la peterbald están desprovistas de pelo; otras carecen de cola, como los gatos de la raza bobtail o la manx, y algunas tienen coloraciones atípicas, como los llamados gatos azules.

[scrumptiousruinskingdom]

El morrongo Los Trovadores de Cuyo

[cortazariano]

“y los gatos, siempre los inevitablemente minouche morrongos miaumiau kitten kat chat cat gatto grises y blancos y negros y de albañal, dueños del tiempo y de las baldosas tibias, invariables amigos de la Maga…”

(J. Cortázar, Rayuela cap 4)

[twoshadowsgroove]

zumba zumba samba samba la chisma convocador ambas morrongo todos los ahorcados mueren empalmados bajar sin Bamba Bamba rompe las cuerdas de tu cachimba rima rima rima rima suicida tirándose fija la rima que fijarse fijar hija fija la risa que viene la camionera con la lija

[chris034cc]

Gatos

El gato doméstico (Felis silvestris catus), llamado popularmente gato, y de forma coloquial minino,​ michino, michi, micho, mizo, miz,​ morroño o morrongo, entre otros nombres, es un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es una subespecie domesticada por la convivencia con el ser humano.

[bells-rr-blog]

“y los gatos, siempre inevitablemente los minouche morrongos miaumiau kitten kat chat cat gatto grises y blancos y negros y de albañal, dueños del tiempo y de las baldosas tibias, invariables amigos de la Maga que sabía hacerles cosquillas en la barriga y les hablaba un lenguaje entre tonto y misterioso, con citas a plazo fijo, consejos y advertencias.” J.C.

[piamedea-digital]

Two versions of a #picsart free to edit collaboration aka #remix of an image by fellow #picsartist, #morrongo created with an image from #pixabayartist, #prawny #magic #differenceblendingmode #colorful ##digitalartpiece #piamedeadigital #piamogo_art #arte_pilarmo #tucsonartist #tucsondigitalartist

[casaamarilla]

2017, Colombia's Year of the Morrongo

2017, Colombia’s Year of the Morrongo

I know, I know, I have been circulating this word for a few weeks now – Morrongo, but it’s the best, if not the only way, to spew out a gristly morsel of what lays ahead of us here in Colombia in 2017. This is Colombia’s Year of the Morrongo, or can I say…we are going to face a great deal of Morrongismo?

Etiqueta a un que creas morrongo

  Tune in to my short intro podcast No 169 about the Year of…

[ochoislas]

Cuando supe de la población gatuna recordé el perro que había abandonado mi madre, y también mi antiguo temor al bosque. No podía evitar preguntarme cómo salían adelante los gatos un día tras otro. Podía ser que dependieran de la comida que abandonaban los visitantes, pero todas las papeleras del parque estaban provistas de tapas de malla para alejar a los cuervos, cada vez más numerosos. A los gatos les costaría mucho alcanzar las sobras, por muy ágiles que fueran . Bueno, lagartijas y ratones también eran comestibles… Pero más allá del muro estaba la ciudad y su basura. Tras oscurecer los gatos saldrían a rapiñar por las calles.

Además estaba la hilera de edificios de apartamentos a un costado del bosque, a lo largo de la avenida principal. Todos con terrazas que daban al parque. Trepar era poca cosa para un gato, y si le dejaban su comida favorita ante una puerta pronto se haría asiduo. Algo me decía que tenía que haber gente que les sacaba comida: inquilinos viejos y mujeres solas. Incluso niños. Niños fascinados por la idea de tener una amistad secreta con un gato.

Este género de relación no me resulta extraño, quizás porque es tan frecuente en los cuentos. Pero los niños de los pisos tenían que recibir de los gatos algo a cambio para que les compensara, si no no perseverarían. Hay relatos de montañeses que trocaban con aldeanos la cosecha anual de corteza de tilo por seis cuartillos de arroz en forma de duros panes. Ningún aldeano podía negociar abiertamente con los huraños serranos, de hecho se temían hasta el punto de evitar verse frente a frente. Sin embargo cuando se cerraba un trato no podían hacerlo de modo más eficiente. El trueque se producía en un santiamén, antes de que ninguno de los dos hombres llegara a ver al otro u oyera su voz. Intuyo que todos, en nuestro fuero interno, deseamos que los tratos pudieran hacerse así. Aunque siempre existiría el temor a un ataque o a ser descubierto.

Suponiendo que fueran mis propios hijos ¿qué podrían obtener a cambio? Ellos no sabrían qué hacer con una carga de fibra de tilo. Juguetes o dulces, sí. Supongo que desean miles de cosas, pero no un medio de vida como la fibra de tilo. ¿Qué entonces? Algo que no pudieran obtener fácilmente, algo que a los gatos les sobrara.

Los niños dejan comida en el balcón. Y a cambio el gato les proporciona… un padre. ¿Qué tal eso? Los gatos machos procrean una vez al año, o sea se convierten en padres. Son padres hasta decir basta. Pero a estos padres les trae sin cuidado cuántos hijos tienen, ni siquiera se dan por enterados de que lo son. Sin embargo la existencia de su prole los convierte en tales. Padres que no conocen a sus propios hijos. Entre los seres humanos parece existir la convención de que un hombre sólo es padre cuando reconoce a un hijo, pero es una concepción muy mezquina. ¿Por qué permitimos que los hombres dividan a los hijos en dos categorías arbitrarias: reconocidos e ilegítimos? Si los niños deciden que el morrongo que trepa a su balcón es su padre, esto no le va a acarrear a éste ninguna molestia. Un padre mira dentro a dos de sus hijos desde el balcón cada noche. Los dos hijos humanos dejan fuera fielmente cada noche algo de comida. El gato viene tarde, cuando los niños duermen profundamente y nunca lo ven ni escuchan sus maullidos. Les basta saber a la mañana siguiente que ha venido. En sus sueños los niños duermen abrazados a su padre gato.

Creo que el sistema de canje usado por los montañeses y los aldeanos se llamaba trueque silencioso. He llegado a comprender que no había nada extraño en establecer ese comercio silencioso con el fin de sobrevivir.  Las personas que intentan sobrevivir  —yo misma, mi madre o mis hijos, por ejemplo— pueden encontrar cierto consuelo en vivir en la linde del bosque. Arrojamos cosas allá dentro y nos persuadimos de que no las hemos abandonado, más bien las hemos liberado en un mundo distinto, y luego nos representamos el monte ignoto y nos estremecemos de miedo o suspiramos con afecto. Entretanto las criaturas que allí se multiplican atisban furtivamente el mundo de los humanos afuera. O al menos todavía no he escuchado de ninguna que salga del bosque a atacarnos.

Cierto género de trato silencioso se está desarrollando entre ambos lados. Quizá mis hijos ya hayan empezado a traficar con un gato que vive en el bosque.

Tsushima Yūko

[picsart]

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