#memes de Bob esponja

[jukeboxofjellycat]

[malevna]

༘⋆  𝙪𝙣 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙜𝙙𝙖𝙡𝙚𝙣𝙖 𝙖𝙡𝙢𝙖𝙜𝙪𝙚𝙧.

i'm lonely but i'm good i'm bitter but i swear i'm fine i'll save all my romanticism for my inner life and i'll get lost on purpose this place made me feel worthless.

[latinotiktok]

I'll bite. How do you know so much about latin hetalia? 🤨🤨🏳️‍🌈

[tcehwan]

𝙅𝘼𝙉𝙂 𝙏𝘼𝙀𝙃𝙒𝘼𝙉 asistiendo a la fiesta de las fieras.

[manchicasanchez]

Se viene funa, señores 😎🤙

This be like...👇

1) Adán (Hazbin Hotel): sólo dice groserías y chistes sobre su *****, es malo porque sí y se comporta igual que un crío mimado.

2) La Momia (Tadeo Jones/Tad the lost explorer): se dedica a gritar y chillar todo el rato, es muy cargante y fastidia mucho a los protagonistas.

3) Patricio Estrella (Bob Esponja/SpongeBob Squarepants): mal amigo desde el minuto uno, egoísta y con un trasfondo malvado (a veces ha demostrado hacerse el tonto sólo para ver el mundo arder).

4) Olaf (Frozen): gritón insoportable que no entiendo cómo puede ser tan amado.

PD: esta es sólo mi opinión. Respeto los gustos de otros 👍

[sinwcc]

ROSEWOOD, @shinsdc said: ' debo encontrar a mi familia. '

'' ¿están en el vecindario? ¿o en alguna otra parte del pueblo? ' es gracias a palabras del contrario que aterriza, el contraste de la realidad que sucede en el pueblo con la, relativa, calma dentro de hogar es impresionante, por decir poco.

[alejandromemesandmore]

Soy ese

[eunyuin]

d. Para que nuestros personajes se encuentren AFUERA DEL BAÑO. @dckhwn

intriga calaba los huesos, quería asegurarse que al menos eunseung tenía lo que le había dado. en la vorágine de quitarles todo, ella después de que le quitaran el anillo de kaz, sólo pudo pensar en aquel fantasma que pesaba en su cuello por la costumbre. se mete ella al baño. se mira, quería sus cosas de nuevo era súper injusto. al salir, reconoce altura y prendas “¿me estás siguiendo?” bromea esperando que voltee para confirmar su sospecha.

[erenozkurt]

Permaneció en el mismo lugar incluso cuando escuchó la voz de Sylas aparecer, buscando en el muro algo que pudiera distraerlo antes de posar su mirada en su persona. Eren inspiró hondo, la presencia del moreno le recordaba inconscientemente su propia posición en todo el problema. " Los deseos no son tontos, tienes razón " nunca intentaría de burlarse de lo que salía del corazón de un alma desesperada. Así que, es en su segunda oración y ahora pregunta dónde volteó a verlo. " ¿No deberías saberlo? ", pensaba que sí, incluso después de haberse suscitado aquel altercado. Sintió un poco de pena al verlo, pero, ¿qué más podían hacer? Entendía perfectamente la situación. " Me enteré " asintió " Lamento que tuvieras que conocerla, usualmente es peor " su madre era, una mujer difícil en toda la extensión de la palabra. " Mi familia es cómplicada, aunque todas lo son, ¿no? " pensaba que habían peores problemas que los suyos. " ¿Ya tomaste una decisión? "

"no los llamaría tontos, si alguien cree tan fervientemente en algo supongo que es porque le ha servido." menciona el noruego, mirando y leyendo todo lo que las personas habían puesto en el muro. se había acercado a propósito, claro que sí, porque el no tener contacto con evren últimamente lo estaba torturando. ' ¿ha venido? ' pregunta, porque no duda que él sepa ya todo, por lo que no tenía que decir de quién hablaba. ' tu madre pasó a visitarme, por cierto. ' sabe que la última vez le dijo que no hablara con la familia a menos de que ellos supieran, pero él no había buscado juntarse con ella, de la nada llegó a su estudio y no pudo hacer mucho más que sólo escuchar.

[jukeboxofjellycat]

The bakers at this time. 😄

[galletafilosofica]

Cell esta intentando cambiaaaaar! 😫

[svnmih]

kdekukas. vaya, vaya. ¿no es este encuentro increíble?

' también me alegra verte, mai ' palabras genuinas van de la mano con sus comísuras alzándose unos centímetros. ' lamento no traer regalos tan grandes como la noticia del príncipe, al menos que seas una gran fanática de los llaveros. de ser así... ¡enhorabuena! hoy es tu día, ¿quieres el de new york, parís o roma? ' la ironía está acunada en su jocosidad. @maigawa

[alejandromemesandmore]

Parece mentira

[meraki-sunset]

Holaa solo queria decir que amo demasiado tu AU de steve😭❤️‍🩹

Graciaaaas🧡🧡🧡

Toma un triangulito como el meme de bob esponja

[malevna]

lo peligroso de la cercanía de niall, es, en realidad, hecho inamovible de qué siempre está añorando más de esta misma, remanentes parecen arrinconarse en recóndito espacio de la memoria y afloran en una rapidez aterradora cuándo esta misma se desliza en el mismo trazo que en pasado impío, remembranza clara de conocimiento, de enlace, de pérdida, aquella que se retuerce en las entrañas cuándo vuelve a pensar en ella y le odia, le odia por partirle el corazón, pero también por no arreglarlo después; le odia porque tampoco puede hacerlo, no del todo, porque en ese momento se obliga a hacerlo porque sabe que elecciones siempre estarán claras, que balanza no se inclina a su favor, no ahora, no nunca. dejarse ir, quizá es al final, ese momento clave de dadivosa sensación de amor, por lo que había sido, por lo que en probabilidades estadísticas quizá pudo volver y no lo hizo; prendarse del momento es cruel, obligarle a él a hacerlo lo es aún más porque aflicción está en alguien más, aunque esa raíz también esté con el irlandés; no se da el permiso tampoco de afectación a neoyorquino que quizá no está en escena, pero jamás dejará de pesar, que no podría ver a niall igual a partir de ello. es en ese impulso, en ese convencimiento del final qué termina acariciando de nueva cuenta la mandíbula ajena, el ángulo marcado de la misma, la curvatura del cuello y las clavículas, qué le mira a los ojos con angustia, una que le pertenece a amelia, pero también a él, a ellos, le deja las marcas de qué podría aferrarse, de que se debate en hacerlo pero que tampoco se da ese permiso, fantasma de la boca se traslada a la palma extendida, le toma mano dominante de la muñeca y la posiciona contra la clavícula, eco de locomotor golpeando contra la caja torácica probablemente regala más de lo que verbo jamás se atreverá.

le había buscado tanto, en todos lados, en sitios qué sabía que le romperían el corazón, había preparado el ruego, la confesión, esta misma se había perdido junto con amelia en el bosque, parecía cruel que, entre todas las cosas que ella acarreaba también trajese aquella memoria tan viva, y la vuelve a odiar, porque añora, con todo lo que tiene, con todo lo que podría soportar, qué se quedase enterrada en arboleda, qué ese secreto también. ' no te perdono. ' sentencia finalmente y le quema la garganta, pero lo dice sin evitarlo, magdalena siempre ha sido experta en congraciarse con el dolor, no con ese, no con lo que puede guardar y lastimar a alguien más. ' te odio, te odio tanto porque tú también me querías y no fue suficiente. ' quizá también es por aquello por lo que se ha aferrado tanto a luchar por peter, porque así se demuestra que es suficientemente valiente, qué amar no es tener el miedo qué a partir de él ha creído que debe de tener, porque apenas y se había recuperado de partida del irlandés, no puede concebir recuperarse de la partida del americano. ' te odio porque tengo qué hacerlo. ' sentencia finalmente y niega suavemente con la cabeza, todavía siente tacto ajeno y quema, pero no se aleja, es más, los labios rozan nudillos ajenos cómo acto de despedida, cómo sí fuese a guardar efímera memoria. hablar de peter le acongoja, siente qué comete una falta, alguna infracción a fidelidad qué no tiene que existir pero que a la vez se aferra a ella, porque eco de sus palabras está ahí, no quiero que te toque nadie qué no sea yo, y las posiciona cómo un rezo. un pecado más, asume, no será tan malo. ' le quiero de verdad y eso no va a cambiar ahora, probablemente nunca ' otorga. ' pero tenías que haber estado tú, porque tú me prometiste qué ibas a estar. ' y no estuvo, y no iba a volver a estarlo y es ahí dónde tal vez se deben de asumir realidades qué no quedan claras del todo y ríe, sin ganas, con cansancio evidente entre las pupilas, con esa rabia qué sabía que había tenido por tanto tiempo y ahora es patetismo propio el que la torna en melancolía. ' ¿tú qué? ' insta. ' ¿ya estabas con alguien más? ' baja la mirada, encoge los hombros. ' ahora también, nada cambia nunca entre nosotros. '

' pero le creíste. ' se aferra tanto a la idea del daño, desesperación palpable en las heridas abiertas qué ocasionó su partida, su llegada, su falta de entereza para arriesgarse, de ambos, pecados que comparten y pecados qué jamás van a enunciarse fuera de ellos, secretos que pareciese tienen que llevar en lo que respecta al nosotros y estarán ahí, en una constante. ' tal vez lo hice, quién sabe. esa noche estaba jodidísima. ' alza la barbilla, le mira a los ojos, quiere abalanzarse contra él, primario es aquel instinto qué no ha controlado en totalidad y se relame con fuerza los labios, se arranca de a poco delicada dermis, el carmín entremezclado con bálsamo previamente aplicado, no importa la visual, solo importa el accionar, el errático movimiento qué no controla de la mirada, de las pulsaciones. ' la carga de amelia la tengo todo el tiempo desde ese día. ' ríe sin ganas. ' y nadie puede hacer nada para qué me la quite de encima. ' ni siquiera la plegaria, la súplica de rodillas, la expiación de los pecados, nada la había borrado, nada le había permitido el quitársela de encima, parecía que ahora amelia habitaba entre las costillas y ahora sangraba porque se le había ocurrido escaparse de entre estas mismas. camino es errático, vaivén en pasillo entre camas, no se aleja del todo y tampoco puede evitar las lágrimas que le empapan las mejillas, qué siente terminan rozando la curvatura del cuello, humedad extendiéndose por efigie cuándo ahoga sollozo qué palabras ajenas ocasionan, la duda hilada a la sensación de asco por mentirle está ahí, tan viva qué le corroe, tentación de armar una narrativa hiriente y sin embargo es ver aflicción ajena la que le detiene, la que le ruega la verdad. ' tan convincente. ' ríe, sin ganas, amargura empapa la lengua cuándo se clava las uñas contra la mandíbula, anclaje al sentir que se pierde a sí misma. ' ¿cómo puedes creer que yo haría algo así? ' asco le da siquiera pensarlo, sabe qué es la transparencia al final pecado más grande. ' jamás podría dej— dios, niall, por favor ' sí a niall le da suficiente asco volver a verle puede ser más fácil, pero tampoco quiere ver aquella mirada en ojos ajenos, le sabría demasiado cruel. cierra los ojos porque el sollozo es más grande, porque la mentira pesa y le ensombrece todo lo demás, porque quiere volver a esconderse entre brazos ajenos, rogarle qué no vuelva a pensar eso de ella, pero no lo hace, incapacidad está ahí, torturando, y se lo merece. finalmente vuelve a acercarse, rótulas rozando las opuestas cuándo exhalación es fuerte, le arde el pecho, todo lo demás por enunciarlo de aquella manera y tensa la mandíbula, se encuentra con mirada ajena cargada de ausente y sabe qué pierde pues en ese inmediato le produce náuseas. ' es más fácil así. ' relame los labios, se pierde en mirar boca ajena, es más fácil hacerlo cuándo sabe qué añora decirle que le está mintiendo, qué hubo un momento en el que totalidad le había volado la cabeza, que entereza estaba en él. ' es más fácil si tú crees que me follaba a — ' no se atreve a decir su nombre, aversión es evidente en el timbrar de vocales quebradas y en el aliento qué pierde cuándo él se pone de pie, cuándo anatomías están entretejidas, se muerde el labio inferior con sumo cuidado, labios apenas se rozan y ella se queda sin aliento pretendiendo que no hay anhelo. ' no lo soportarías. ' adagio inamovible, siente aliento ajeno entremezclado. ' no lo soporto ni yo. ' probabilidad de que comprenda las palabras está allí, sí el enlaza las piezas, sabe qué no es difícil averiguarlo. ' eres un hijo de puta. ' y aún así le muerde el labio inferior despacio, lo delinea con la punta de la lengua y se promete qué es la última vez que lo besa.

el tiempo pareció detenerse en cuanto los labios femeninos pasaron de su mejilla a su mandíbula. se encontró a sí mismo conteniendo la respiración como si aquello fuese a evitar que los segundos avanzaran y que el contacto se perdiera. el calor que desprendía el encuentro solo suscitó la celeridad de sus latidos. en un movimiento inconsciente, una de sus manos fue a parar a su cabello, el que acarició con parsimonia y devoción. luego, la misma bajó lentamente hasta llegar a su mejilla, donde sus nudillos se encargaron de dejar muestras de afecto que, hasta el momento, se habían limitado a infundirle el consuelo necesario para enfrentar la situación. le resultó imposible no ser indulgente, no ceder al impulso más puro de su corazón. todo el cuerpo le dolía con las ganas de tocarla, de sentir la calidez de su piel, de hacerse con la suavidad de la misma. lo que más quería, sin embargo, era besarla; unir sus labios por, quizás, una última vez, porque la culpa pesaba. la confusión estaba ahí, volviéndose una con su carne, y desconocía dónde irían a parar, puesto que las cosas entre ellos eran demasiado inciertas, más volubles que estables. cada paso que parecían dar hacia adelante, pronto se transformaba en tres casilleros que retrocedían de golpe. las complicaciones se habían transformado en su nueva normalidad, casi de manera retorcida. sabía que la responsabilidad caía en él, por ello, cada vez que estaba solo con sus pensamientos, estos se encargaban de recordarle todos los errores cometidos, todas las faltas en las que había ocurrido por un temor infundado, por la cobardía que lo caracterizaba. no obstante, ahí estaba, siguiéndola como un poseso. no era capaz de despegarse por completo de ella, la mera idea provocaba que sus entrañas ardieran con aflicción. la respiración se le atoraba en la garganta. los ojos le picaban. no podía dejarla ir. no quería. existía una enorme parte de él que estaba consciente de que tenía que hacerlo por su bien, pero el egoísmo se imponía con firmeza. tanto tiempo se había aferrado a sus verdaderos sentimientos, que estos jamás habían sido igualados por nada ni nadie más. seis largos años de esconder un amor que fue el más importante, el más contundente. niall jamás había vivenciado nada como aquello que magdalena logró despertar en su interior. era un fervor silencioso que lo había doblegado a sus rodillas. cuando inició a hablar, se relamió los labios antes de atrapar el inferior con los incisivos. su cabeza estaba dividida entre sus palabras y el roce de sus manos. sus dígitos quemaban con las ansias de volver a entrelazarse con los femeninos.

por un instante ínfimo, se detuvo, sin darle crédito a lo que acababa de oír. abrió la boca para decir algo, mas las palabras parecieron no querer abandonar la punta de su lengua. el aturdimiento lo tomó prisionero. la tortura de haber huido justo cuando pudo haberlo tenido todo siendo cada vez más acuciante. presionó los labios entre sí y se pasó una mano por el cabello. no recordaba casi nada de esa noche. se había encargado de llenar su sistema de alcohol hasta el tope. había querido olvidar, escapar de su propia piel, y la situación se había presentado en bandeja como la oportunidad perfecta para hacerlo. se había perdido con otros cuerpos en busca de aplacar lo que le sucedía en realidad. viéndolo en retrospectiva, era lo mismo que había ocurrido en la última fiesta de las fieras tan solo unas semanas atrás. la coincidencia punzó su pecho. negó con la cabeza. ‘ lo lamento ’ pronunció al fin. su voz sonó afligida, y fue porque así se encontraba. entrelazó sus falanges con las impropias para luego llevar la unión hasta sus labios. imposible no querer disculparse mediante la demostración de su arrepentimiento. ‘ era— soy un verdadero imbécil, ¿no? ’ una risa amarga lo abandonó antes de que un suspiro apesadumbrado, viciado de desdén por sí mismo se materializara en el aire. la miró de soslayo mientras caminaban; todavía le sostenía la mano y lo hizo como si fuera la última vez que podría hacerlo. el recuento de la noche de malena que acabó con la mención de aquel que le ocupaba el corazón lo hizo contraer apenas las facciones. se trató de un pinchazo en el medio del pecho. celos, arrepentimiento y odio por su propia persona se amalgamaron para atormentarlo. forzó una sonrisa en cuanto soltó su agarre. ‘ sí, supongo que— tiene sentido ’ murmuró y sus dientes empezaron a rasgar la frágil piel de su labio inferior. apartó la mirada e inspiró con profundidad para calmar el tumulto de sensaciones negativas que se arrastraba desde su estómago hasta sus pulmones. ‘ estuvo contigo cuando más lo necesitabas —— yo… ’ y se silenció, porque no quería decir que había pensado en acompañarla, que el no hacerlo todavía lo afligía. una vez más su pusilanimidad se había interpuesto en el camino. desconocía si en algún momento podría llegar a perdonarse por abandonarla por completo.

la cabeza le colgó en cuanto la acusación llegó a sus oídos. era absolutamente culpable de haber escondido de ella información crucial. se restregó la frente con frustración. él solo se metía en los peores lugares cuando se trataba de malena. parecía que estaba destinado a cagarla una y otra vez con ella. la rabia consigo mismo se arrastró por sus venas y quemó para hacerle sentir la carga de responsabilidad por el rumbo que las cosas estaban tomando. ‘ lo sabía, pero— ’ no sabía cómo proceder, porque diversos vocablos se agolparon dentro de su boca y, a la vez, ignoraba qué podría decir que lograra revertir la situación. pasó una mano por su cara con violencia. alzó la mirada y la posó en ella. en sus ojos centellaba un pedido por clemencia. no había sido su intención traicionar su confianza. ‘ malena, estabas— yo no podía decirte— no quería agregarte mayor carga ’ primer error, porque de alguna forma u otra, ella iba a terminar por enterarse. solo no esperó que fuera tan pronto. había querido ahorrarle el peso de esas declaraciones venenosas. su único propósito fue cobijarla del daño que estas pudieran producirle, pero claro que sería contraproducente, porque sus acciones nunca parecían ser las acertadas por más que lo intentara. los pulmones se le contrajeron cuando la vio ponerse de pie y su primer instinto fue hacerlo también. no obstante, se quedó sentado en su lugar porque sintió cómo un océano de distancia se instauraba entre ellos. el segundo error fue preguntar sobre boris. no fue capaz de controlar su lengua. la necesidad de saber la verdad tendiéndole una trampa, acechándolo como un demonio. abrió y cerró la boca varias veces con la desesperación echándole una soga al cuello. esta fue apretándose poco a poco. ‘ es que— ¿por qué diría eso? ’ volvió a descansar sus pupilas en ella. ‘ sé que es una mentirosa ’ acotó de inmediato antes de morderse el labio con violencia. ‘ —pero lo hizo sonar tan convincente ’ y en cuanto aquello salió de su boca, se arrepintió. las lágrimas deslizándose por las mejillas femeninas lo hicieron apretar los párpados fuertemente. no quería ver el daño que estaba causando. temía que no hubiera retorno. ‘ no, no, malena — por favor ’ suplicó. unió sus manos y las llevó a sus propios labios en un ademán que destilaba impaciencia. ‘ no estoy dudando de ti, estoy dudando de él ’ cada sílaba fue pronunciada con asco y furia de solo imaginar al hombre avanzando sobre ella. las siguientes palabras lo llevaron a echar la cabeza ligeramente hacia atrás. pegó los labios y los apretó para formar una fina línea. asintió una, dos, tres veces. una sonrisa cargada de amargura surcó sus facciones. decidió apartar la vista para que no pudiera ver lo mucho que le dolieron esos dichos. ‘ es verdad — no fuimos nada ’ una mentira enorme que terminó por partirle el alma, porque, aunque oficialmente el vínculo que compartían nunca poseyó una etiqueta, magdalena lo había sido todo para él, y lo seguía siendo, incluso después de haberse escapado como un cobarde. sus azules se posaron en los contrarios cuando lo tomó del mentón, pero existía una ausencia en ellos, un vacío. sin pensarlo mucho, le miró los labios por más de lo estipulado. quería borrar los últimos minutos con un beso. la cercanía tornándose demasiado tentadora. se puso de pie y suspendió su rostro sobre el impropio. ‘ creo que hay algo que no estás diciendo — eso es todo ’ murmuró sin interrumpir su tarea de escudriñar su semblante como quien desea averiguar un secreto. ‘ — pero si tienes cola de paja… ’ se encogió de hombros con sencillez, casi sin medir las implicaciones de lo pronunciado.