#lo ambienté post toqueteo que los hizo quedar como 🤡 porque ninguno cedía(?)

[smileflowcr]

Hyuk puede fingir que nada sucedió, que aquella noche en su apartamento entre besos y caricias hasta caer en cama, donde ambos luchaban para dominar al otro sin éxito alguno solo fue un error. Tenía fantasía, sueños sobre poseer a ese atractivo amigo suyo durante horas y escuchar los más exquisitos sonidos escapar de los labios ajenos, ahora todo eso quedaría como una ilusión. No es que hayan cortado comunicación del todo, pues entre ambos aún existe la chispa del deseo, terminando o mejor dicho, irrumpiendo los encuentros casuales de jugar o ver una películas para complacer al otro, sin dar ese paso que los detuvo. Ha estado con chicos y chicas, le gustan ambos, pero es dominante por naturaleza y sabe que no podría una posición sumisa aunque quisiera, estaba para someter a otros. Por lo mismo, junto a los deseos de un encuentro más íntimo, es que asiste a una fiesta de la universidad sin avisar a Sangah, ya que no eran nada y tenía total libertad de acostarse con quién cayese en sus garras, en este caso un chico mucho más bajo que él, con grandes orbes y coloradas mejillas como le gustan y que apenas conectaba tres palabras antes de mirar hacia otro lado, cohibido por la atractiva presencia propia. Hyuk se lame los labios como un animal hambriento, devorando constantemente la boca ajena, tomando pequeños descansos para respirar y deslizar una mano bajo la camisa del menor, clavando un poco las uñas y susurrando vocablos obscenos, describiendo con gran detalle todo lo que podría hacer esa noche si aceptaba ir a una habitación con él. El muchacho jadea en el beso, cayendo poco a poco en la lujuria y rodeando su cuello con los delgados brazos, balbuceando cosas sin sentido en lo que Hyuk mira hacia un lado, poco preocupado por si alguien presencia sus actos, encontrándose con una mirada bastante similar no tan lejos. Pierde el interés en el chico y basta con separarse escasos centímetros para que este salga corriendo tras disculparse, dándole toda la libertad de enfocar su atención en el sensual hombre que sigue apareciendo en sus sueños. “No sabía que eras voyerista, Sangah, ¿Te gustó el espectáculo?” pregunta, limpiando con su pulgar restos de saliva que el chico dejó en sus labios.