#literatura Tokugawa
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notasfilosoficas · 2 years ago
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“Si la gente se ríe de ti por ser inocente y sincero, entonces es que este mundo no tiene solución.”
Sōseki Natsume
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Fue un escritor japonés y profesor de literatura inglesa nacido en febrero de 1867 en el shogunato de Tokugawa.
Sôseki nació en el seno de una familia de funcionarios públicos, descendientes de una familia de samurais venida a menos.
Sus padres lo entregaron en adopción a uno de sus sirvientes a la edad de dos años, viviendo con la pareja de sirvientes hasta la edad de 9 años.
Tras vivir una adolescencia marcada por la desgracia pues pierde a su madre a la edad de 14 años, se volcó a los estudios humanísticos hasta alcanzar una brillante formación intelectual.
Se matriculó en 1884 para cursar arquitectura en la Universidad Imperial de Tokio aunque terminó estudiando lengua inglesa.
Se inició en el arte de la composición en 1886 al entablar amistad con el poeta Masaoka Shiki, quien lo inició en el arte de la composición de haikus, que es un tipo de poesía japonesa. Y es ahi en donde adopta el seudónimo de Sôseki que en chino significa “terco”.
Tras licenciarse comenzó a ejercer la docencia sin abandonar por ello su vocación literaria.
En 1900 consiguió una beca que le permitió desplazarse a Inglaterra. Los tres años que pasó en Londres fueron de soledad, y miserables pagas del gobierno japonés. 
Sôseki regresa tres años mas tarde a Tokio para hacerse cargo de la cátedra de Literatura Inglesa. Enseñó 4 años en la cátedra de Filología Inglesa como estaba pactado, pero esa ocupación le resultaba odiosa, así que empezó a ocupar el resto de su tiempo en escribir.
La carrera literaria de Soseki comenzó con los relatos cómico-satíricos que aparecieron en las revistas literarias del momento.
En 1905 aparece su primera novela, Wagahai wa Neku de aro (Yo soy un gato) y un año después la novela titulada Botchan, muy celebrada como la anterior por la complejidad y elegancia de su prosa.
Tras el reconocimiento de sus dos publicaciones Sôseki Natsume abandona la docencia para dedicarse exclusivamente a la producción literaria, compaginando su obra con la publicación de un diario.
En su novela titulada Sanshiro en 1908, coloca su lupa crítica hacia la clase intelectual nipona y en su novela Sorekara, una novela psicológica con una extraordinaria riqueza de matices hacia el egoísmo extendido en la clase media urbana de su tiempo.
En 1910 su carrera literaria se ve interrumpida por problemas de una ulcera gástrica y cuando estaba llamado a ser uno de los autores con una de las producciones literarias mas extensas la muerte lo sorprendió a la edad de 49 años.
Natsume muere en Tokio en diciembre de 1916.
Fuentes: Wikipedia y biografiasyvidas.com
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deportedecontacto · 7 months ago
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Origen y evolución de los samuráis en Japón El surgimiento de los samuráis en el período Heian El origen de los samuráis en Japón se remonta al período Heian (794-1185). Durante este tiempo, el sistema de gobierno se estaba desarrollando y los clanes guerreros comenzaron a tomar un papel más importante en la protección de la nobleza y sus tierras. Los samuráis inicialmente eran guerreros a caballo que servían a los nobles feudales llamados daimyos. La palabra samurái significa "aquellos que sirven", reflejando su función como protectores leales. La consolidación en el período Kamakura Durante el período Kamakura (1185-1333), los samuráis empezaron a consolidarse como una clase social distinta. Bajo el liderazgo del shogunato Kamakura, emergió un gobierno militar que dependía del poder y la lealtad de los samuráis. En esta época, se formalizaron muchos de los códigos éticos y de comportamiento conocidos como el Bushidō, o "Camino del Guerrero". Ascenso y prominencia en el período Muromachi En el período Muromachi (1336-1573), los samuráis se convirtieron en los principales actores políticos y militares. Durante este tiempo, el país experimentó guerras internas conocidas como las Guerras de los Estados Combatientes (Sengoku Jidai), que incrementaron la influencia y el poder de los samuráis. Se destacaron líderes militares como Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi, quienes eran de origen samurái. El período Edo: El samurái como burócrata El período Edo (1603-1868) marcó el inicio de un largo período de paz bajo la dinastía Tokugawa. Durante estos años, muchos samuráis adoptaron roles administrativos y se convirtieron en burócratas, mientras que sus habilidades marciales pasaron a un segundo plano. A pesar de la paz, la clase samurái mantuvo una significativa influencia cultural y social en Japón, y los principios del Bushidō seguían siendo altamente valorados. Transformaciones durante la Restauración Meiji La Restauración Meiji en 1868 trajo consigo grandes cambios sociales y políticos. El nuevo gobierno centralizado buscó modernizar Japón siguiendo modelos occidentales, lo que llevó a la disolución del sistema de clases y, en consecuencia, a la desaparición oficial de los samuráis como entidad social. Sin embargo, muchos ex-samuráis encontraron nuevas funciones dentro del aparente sistema militar y gubernamental emergente. Impacto cultural y legado de los samuráis A pesar de su desaparición como clase, el legado de los samuráis ha perdurado en la cultura japonesa. Los valores del Bushidō, como el honor, la lealtad y el sacrificio, continúan siendo ideales importantes en la sociedad japonesa moderna. Además, la literatura, el cine y otros medios de comunicación han perpetuado la imagen de los samuráis, asegurando que su influencia histórica no sea olvidada. Período Heian: Surgimiento inicial de los samuráis como protectores de la nobleza. Período Kamakura: Consolidación y formalización del Bushidō. Período Muromachi: Expansión del poder samurái durante las Guerras de los Estados Combatientes. Período Edo: Los samuráis se convierten en burócratas bajo la dinastía Tokugawa. Restauración Meiji: Modernización y disolución de la clase samurái. La clase samurái: Quiénes eran y su rol en la sociedad Origen y definición de los samuráis Los samuráis fueron una clase militar aristocrática que surgió en Japón durante la Edad Media. Originalmente, la palabra "samurái" significaba "el que sirve", refiriéndose a los guerreros que servían a los nobles y a los poderosos señores feudales conocidos como daimyos. Con el tiempo, la clase samurái se convirtió en una casta guerrera respetada y reconocida en todo el país. Entrenamiento y habilidades de los samuráis El entrenamiento de un samurái comenzaba desde una edad temprana e incluía rigurosas disciplinas tanto físicas como mentales. Dominaban diversas artes marciales, entre ellas el kendo (esgrima), el jiu-jitsu (combate cuerpo a cuerpo) y el kyudo (arquería). Además de sus habilidades marciales,
los samuráis también eran instruidos en aspectos culturales y filosóficos, incluyendo la poesía, la caligrafía y el código de conducta conocido como bushido. El código de honor: Bushido El bushido, que significa "el camino del guerrero", era el código ético que regía la vida de los samuráis. Este código enfatizaba valores como la lealtad, el honor y la valentía. El bushido no solo dictaba cómo debían comportarse en la batalla, sino también cómo debían vivir sus vidas cotidianas, poniendo un alto valor en la integridad y el respeto. Influencia en la sociedad feudal La influencia de los samuráis en la sociedad feudal japonesa fue significativa. Actuaron como la columna vertebral militar del sistema feudal, protegiendo las tierras y sirviendo a los daimyos. Además, su estricto código de honor y ética influenció profundamente la cultura y las prácticas sociales de la época, estableciendo estándares altos de conducta que fueron seguidos por otras clases sociales. La evolución del rol samurái Durante el período Edo (1603-1868), el rol de los samuráis empezó a cambiar. Con la unificación de Japón y la relativa paz bajo el shogunato Tokugawa, muchos samuráis encontraron que sus habilidades militares eran menos necesarias. Así, se convirtieron en burócratas y administradores, aplicando su riguroso entrenamiento y disciplina a la gestión civil y gubernamental. Impacto cultural y legado El legado de los samuráis perdura en la cultura japonesa moderna. Sus valores de disciplina, honor y lealtad continúan siendo venerados y se reflejan en prácticas empresariales, artes marciales y otras áreas de la vida japonesa. Los samuráis no solo fueron guerreros hábiles, sino también figuras que ayudaron a moldear la identidad cultural y social del Japón. Código de honor: El Bushido y su significado para los samuráis El Bushido es, en esencia, el código de honor y ética que regía la vida de los samuráis en el Japón feudal. Este término, que se traduce como "el camino del guerrero", comprende una serie de principios que guiaban tanto la conducta en la batalla como en la vida cotidiana de estos guerreros. Los samuráis, lejos de ser simplemente soldados, eran considerados la élite de la sociedad japonesa. El Bushido no solo les exigía habilidades en combate, sino también un comportamiento ético que abarcaba la lealtad, el honor y la justicia. El deshonor podría llevar a un samurái a cometer seppuku, un suicidio ritual, para preservar su nombre y el de su familia. Principios del Bushido Gi (Justicia): Un samurái debía ser recto en su actuar, tomando decisiones justas sin desviarse por intereses personales. Yu (Valor): El coraje era fundamental. No se trataba solo de valentía en la batalla, sino de enfrentar las dificultades de la vida con una actitud fuerte y decidida. Jin (Compasión): A pesar de ser guerreros, los samuráis debían mostrar compasión y ser generosos, utilizando su poder para proteger a los débiles. Rei (Respeto): El respeto y la cortesía eran esenciales. Los samuráis debían tratar con dignidad a todas las personas, sin importar su estatus social. Makoto (Honestidad y Sinceridad): La palabra de un samurái era su vínculo. Mentir o engañar iba en contra de su naturaleza. Meiyo (Honor): El honor personal y familiar era de suma importancia. Mantener una reputación honorable era crucial para un samurái. Chugi (Lealtad): La lealtad hacia su señor y compañeros era fundamental. Un samurái era conocido por su fidelidad inquebrantable. El Bushido también influía en aspectos más mundanos de la vida de un samurái, como su dedicación al estudio, la poesía y el arte. La educación era muy valorada, y los samuráis aprendían no solo sobre tácticas militares, sino también sobre filosofía y cultura para ser líderes completos y equilibrados. A través de este código de honor, los samuráis mantenían una disciplina estricta y un sentido profundo del deber. A menudo, se les veía como el ejemplo perfecto del hombre ideal en la sociedad japonesa, combinando la fuerza física con una fuerte moralidad.
El impacto del Bushido fue tan profundo que su influencia se siente incluso en la sociedad japonesa moderna. Los principios de honor, lealtad y dedicación siguen siendo valores fundamentales en la cultura y ética del Japón contemporáneo. El entrenamiento y las habilidades de los samuráis Disciplina y Código de Honor El entrenamiento de los samuráis estaba profundamente arraigado en un estricto código de honor, conocido como Bushido. Este código dictaba no solo el comportamiento en el campo de batalla, sino también en la vida diaria. Los samuráis debían demostrar una disciplina excepcional y un compromiso inquebrantable con los principios de lealtad, coraje y respeto. Artes Marciales y Dominio de la Espada Una de las habilidades más reconocibles de los samuráis era su destreza en las artes marciales. El dominio de la espada, específicamente la katana, era una parte fundamental de su entrenamiento. A lo largo de años de práctica rigurosa, los samuráis desarrollaban técnicas sofisticadas de esgrima y combatían en duelos para perfeccionar su habilidad. Entrenamiento Mental y Espiritual El entrenamiento de los samuráis no se limitaba a lo físico. El desarrollo mental y espiritual era igualmente importante. Practicaban la meditación Zen para lograr un estado de equilibrio y calma interior, lo cual era crucial para mantener la compostura y la toma de decisiones en situaciones de alta tensión. Estrategia y Tácticas Militares Además de sus habilidades físicas y espirituales, los samuráis eran conocidos por su conocimiento en estrategia y tácticas militares. Estudiaban textos clásicos sobre guerra y filosofía, desarrollando la capacidad de pensar críticamente y planificar detalladamente sus movimientos en el campo de batalla. Manejo de Armas Diversas Si bien la katana es el arma más emblemática de los samuráis, su entrenamiento incluía el manejo de una variedad de armas. Esto incluía lanzas (yari), arcos (yumi) y armas de fuego cuando estas llegaron a Japón. Esta versatilidad les permitía adaptarse a diferentes escenarios de combate. Equitación y Artes Ecuestres La equitación era una habilidad esencial para los samuráis. El manejo hábil de caballos les permitía moverse rápidamente en el campo de batalla, facilitando tácticas de ataque y retirada. Además, desarrollaban técnicas avanzadas de combate a caballo, haciendo uso del arco y la lanza mientras cabalgaban. La vestimenta samurái: Armadura y armas tradicionales Armadura samurái: Protección y simbolismo La armadura samurái era mucho más que una simple protección en combate. Conocida como Yoroi, esta pieza de equipamiento estaba diseñada para proporcionar una combinación de movilidad y defensa. Estaba compuesta principalmente por placas de hierro y cuero lacado, unidas por cordones de seda, formando un conjunto flexible y resistente. Componentes de la armadura samurái Cada parte de la armadura tenía su propio propósito y significado. La cabecera o kabuto protegía la cabeza y frecuentemente incluía una máscara con rasgos feroces para intimidar al enemigo. El cuerpo era cubierto por la dō, una coraza que protegía el torso y estaba diseñada para desviar golpes y flechas. Los brazos y las piernas estaban protegidos por los kote y suneate respectivamente, que ofrecían seguridad adicional sin limitar los movimientos del guerrero. Armas tradicionales: La katana La katana es posiblemente la más reconocida de las armas samurái. Caracterizada por su hoja curva y afilada, esta espada no solo era efectiva en combate, sino que también simbolizaba el alma del samurái. Su elaboración era un proceso complejo y meticuloso, reflejando el estatus y la calidad de su portador. El arco y la flecha: Armas a distancia Mientras que la katana es famosa, el Yumi (arco) y las flechas también eran elementos cruciales en el arsenal del samurái. El Yumi era notablemente largo, lo que permitía disparar con gran precisión y potencia desde distancias considerables. El uso del arco requería una gran habilidad y era una parte integral del entrenamiento samurái.
La lanza Yari: Versatilidad en combate Otra arma fundamental era la Yari, una lanza que ofrecía gran versatilidad en el combate cuerpo a cuerpo. Poseía una larga hoja afilada montada en un eje que variaba en longitud, permitiendo realizar ataques rápidos y efectivos. La Yari podía ser usada tanto desde el suelo como desde la posición elevada en un caballo, aumentando su utilidad en diferentes escenarios de batalla. El Wakizashi y el Tanto: Armas secundarias Además de la katana, los samuráis llevaban el Wakizashi y el Tanto como armas secundarias. El Wakizashi era una espada más corta, ideal para combates en espacios reducidos. Por otro lado, el Tanto, un pequeño cuchillo, cumplía múltiples funciones tanto en el combate como en la vida diaria del samurái. Importancia cultural de la vestimenta y las armas La vestimenta y las armas tradicionales de los samuráis no solo definían sus capacidades en el campo de batalla, sino que también eran un símbolo de su honor, disciplina y estatus social. Cada pieza, desde la armadura hasta las armas, era diseñada y elaborada con un cuidado extremo, reflejando la rica herencia cultural y las intrincadas tradiciones del Japón feudal. La vida cotidiana de los samuráis: De la guerra a la paz Entrenamiento y disciplina militar La vida cotidiana de los samuráis estaba profundamente enraizada en un riguroso régimen de entrenamiento y disciplina. Desde temprana edad, los futuros guerreros eran instruidos en el arte del combate con espadas, arcos y otras armas tradicionales. Este entrenamiento no solo fortalecía su físico, sino que también cultivaba una mentalidad férrea y determinada necesaria en el campo de batalla. El código de ética conocido como Bushido, o "el camino del guerrero", guiaba cada aspecto de la vida de los samuráis. El Bushido enfatizaba valores como la lealtad, el honor y el sacrificio. Cumplir con este código era esencial, ya que cualquier desvío podía resultar en la deshonra familiar y personal, a veces requiriendo el seppuku, o suicidio ritual, para restaurar el honor perdido. Con la llegada de la paz en el período Edo, el rol de los samuráis comenzó a transformarse. Además de sus deberes militares, empezaron a asumir responsabilidades administrativas y burocráticas. Muchos se convirtieron en funcionarios de gobierno, gestionando tierras y recursos, asegurándose de que las leyes y las políticas del shogunato se implementaran correctamente. Educación y cultura En tiempos de paz, los samuráis también se dedicaban a la educación y al cultivo personal. Estudiaban literatura, poesía y filosofía, incluidos los clásicos chinos y las enseñanzas del zen. La caligrafía y la pintura eran otras formas de expresión artística que muchos samuráis practicaban, demostrando que el camino del guerrero también pasaba por el cultivo del espíritu y la mente. [aib_post_related url='/consejos-para-ganar-elasticidad-en-las-piernas/' title='Consejos para ganar elasticidad en las piernas' relatedtext='Quizás también te interese:'] Los samuráis valoraban profundamente la vida familiar y las obligaciones que conllevaba. El hogar samurái era una estructura jerárquica donde el respeto y la obediencia eran fundamentales. Los matrimonios, comúnmente arreglados, se basaban en la consolidación de alianzas y el fortalecimiento de las posiciones sociales. La educación de los hijos también era una prioridad, asegurando que las futuras generaciones siguieran el camino samurái. Agricultura y economía Muchos samuráis participaron en actividades agrícolas y económicas para complementar sus ingresos. La tierra era una fuente vital de sustento, y la gestión eficiente de estas propiedades era crucial para mantener el estatus y la independencia económica. En algunos casos, incluso supervisaban la producción de bienes artesanales o comerciales, ayudando a diversificar las fuentes de ingresos durante tiempos de paz. Las relaciones sociales eran una parte integral de la vida cotidiana de los samuráis. Regularmente participaban
en ceremonias de té, festivales y otros eventos comunitarios que fortalecían los lazos sociales y reafirmaban su estatus en la sociedad. Estas interacciones no solo eran oportunidades para mostrar habilidades y refinamiento personal, sino también para consolidar redes de apoyo y lealtades mutuas. La influencia de los samuráis en la cultura japonesa El legado histórico de los samuráis Los samuráis, conocidos como la clase guerrera de Japón, han dejado una huella imborrable en la historia y cultura del país. Surgiendo en el período Heian, su influencia se extendió durante siglos hasta la Restauración Meiji en el siglo XIX. Estos guerreros no solo fueron maestros en el arte de la guerra, sino también mecenas de la cultura y promotores de valores como el honor, la lealtad y la disciplina. La filosofía del Bushido o "Camino del Guerrero" es uno de los legados más significativos de los samuráis. Este código dictaba la conducta, los deberes y el estilo de vida de los samuráis, abarcando virtudes como el coraje, la compasión y la honestidad. A través del Bushido, los samuráis promovieron una ética que sigue resonando en la sociedad japonesa contemporánea. Impacto en el arte y la literatura La rica tradición de los samuráis también se refleja en el arte y la literatura japonesa. Obras literarias como "El cuento de los Heike" y múltiples haikus fueron inspirados por la vida y hazañas de estos guerreros. Pinturas y grabados históricos también destacan la figura del samurái, representando escenas de batallas épicas y retratos de famosos guerreros. Influencia en la educación y formación Durante el dominio de los samuráis, la educación y la formación física eran aspectos cruciales. El Kendo, el arte de la esgrima con sables, y el Kyudo, la arquería tradicional japonesa, son disciplinas que se originaron bajo la tutela samurái. Estas prácticas no solo entrenaban el cuerpo, sino que también cultivaban la mente, reforzando la importancia de la autodisciplina y la perseverancia. La influencia de los samuráis se extiende también a la arquitectura y el diseño urbano. Los castillos japoneses, como el Castillo de Himeji, son ejemplos emblemáticos de la arquitectura samurái. Estas fortalezas no solo funcionaban como residencias, sino que también simbolizaban el poder y la autoridad de sus habitantes. Además, la disposición de las aldeas y ciudades muchas veces era planificada para optimizar defensas y recursos estratégicos. En la actualidad, la figura del samurái continúa siendo una fuente inagotable de inspiración en la cultura popular. Películas, series de televisión, manga y videojuegos a menudo retratan la vida de estos guerreros, manteniendo vivo su legado y presentándolo a nuevas generaciones tanto en Japón como en todo el mundo. La influencia de los samuráis en la cultura japonesa es vasta y multifacética. A través de su código ético, sus contribuciones al arte y la literatura, su impacto en la educación y formación, su influencia en la arquitectura y su presencia en la cultura pop, los samuráis han dejado una marca indeleble que sigue perdurando hasta nuestros días. El legado de los samuráis en la historia contemporánea El legado de los samuráis, guerreros emblemáticos del Japón feudal, ha dejado una huella imborrable en la historia contemporánea de Japón y más allá. Estos guerreros no solo desempeñaron un papel crucial en la formación de la sociedad japonesa, sino que también han influido en diversos aspectos de la cultura moderna. Influencia en las artes marciales Las artes marciales modernas, como el judo, el kendo y el aikido, tienen sus raíces en las técnicas de combate que los samuráis utilizaban. Estos métodos de lucha no solo se centraban en la habilidad física, sino que también promovían el desarrollo del carácter y la disciplina, valores que siguen siendo fundamentales en las artes marciales de hoy en día. Ética del bushido El código de honor samurái, conocido como bushido, ha sido adaptado y venerado como una filosofía de vida en la era contemporánea.
Principios como la lealtad, el honor y el sacrificio personal han trascendido épocas y continúan inspirando tanto a líderes empresariales como a individuos en su vida diaria. Papel en la cultura popular Los samuráis han dejado una marca indeleble en la cultura popular global. Desde películas como "Los Siete Samuráis" hasta videojuegos y series de televisión, la figura del samurái se ha convertido en un símbolo de valentía y nobleza. Este fenómeno ha ayudado a popularizar aún más la cultura japonesa en todo el mundo. Influencia en la moda y el diseño El legado samurái también se extiende al mundo de la moda y el diseño. Elementos tradicionales como la katana y la armadura samurái han sido reinterpretados en tanto alta costura como en ropa casual. Dichos elementos se pueden ver en pasarelas internacionales y en marcas de moda de renombre. Educación y liderazgo En el ámbito educativo y corporativo, muchos principios del entrenamiento samurái se han integrado en programas de liderazgo y desarrollo personal. Ejercicios de meditación y prácticas como el Kendo son utilizados para enseñar concentración, autocontrol y determinación. Play on YouTube El legado de los samuráis también se refleja en las innovaciones tecnológicas de Japón. El país ha liderado avances en robótica e inteligencia artificial, campos que destacan por su precisión y dedicación, valores profundamente enraizados en la ética samurái.
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educacaoplural · 9 months ago
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O período Edo no Japão e a cultura samurai
O período Edo, também conhecido como período Tokugawa, foi um dos períodos mais longos e estáveis da história japonesa, estendendo-se de 1603 a 1868. Este período é chamado de Edo por causa da cidade de Edo, atual Tóquio, que se tornou a capital do país durante o governo do xogunato Tokugawa. Durante este tempo, o Japão experimentou um período de paz e estabilidade política, mas também viu o florescimento da cultura samurai, que desempenhou um papel central na sociedade e na política japonesa.
O período Edo foi marcado pela ascensão do xogunato Tokugawa ao poder, que estabeleceu um sistema de governo centralizado com o xogum como a autoridade suprema. Este sistema substituiu o período tumultuado dos Estados Combatentes e trouxe um período prolongado de paz e estabilidade para o Japão, conhecido como Pax Tokugawa. Durante este tempo, o xogunato Tokugawa impôs uma política de isolamento do Japão do resto do mundo, conhecida como sakoku, limitando severamente o contato e o comércio com países estrangeiros.
A sociedade japonesa durante o período Edo era estratificada, com uma hierarquia rígida que colocava os samurais no topo. Os samurais eram a classe guerreira privilegiada e serviam como os principais governantes e soldados do país. Eles juravam lealdade a um daimyo, ou senhor feudal, em troca de terras e proteção. Os samurais eram treinados nas artes da guerra, como esgrima, arco e flecha, equitação e estratégia militar, mas também valorizavam a cultura e a filosofia, como o bushido, o código de conduta dos samurais que enfatizava a lealdade, a honra e a coragem.
Além dos samurais, a sociedade Edo era composta por agricultores, artesãos e comerciantes, com os samurais ocupando o topo da hierarquia social e os comerciantes, considerados a classe mais baixa, embora fossem frequentemente mais ricos que os samurais. No entanto, as rígidas restrições sociais e o sakoku limitavam a mobilidade social e impediam os comerciantes de desfrutar plenamente de sua riqueza e status.
A cultura samurai durante o período Edo era rica e diversificada, com os samurais envolvidos em uma variedade de atividades culturais, além das artes da guerra. Isso incluía o estudo da literatura, poesia, música, ikebana (arranjo de flores), cerimônia do chá e caligrafia. Muitos samurais também eram patronos das artes, apoiando artistas, poetas e músicos, e promovendo o desenvolvimento das artes e da cultura japonesas.
As artes marciais também desempenhavam um papel importante na cultura samurai, com escolas de esgrima, arco e flecha, e artes marciais sendo estabelecidas em todo o país. Essas escolas ensinavam não apenas técnicas de combate, mas também valores morais e éticos, como disciplina, autocontrole e respeito pelo oponente.
Além disso, o período Edo viu o desenvolvimento de uma rica tradição artística, incluindo a pintura ukiyo-e, que retratava a vida cotidiana, paisagens e figuras históricas, e a cerâmica, com ceramistas como Osamu Bernard Leach e Hamada Shoji produzindo peças de grande beleza e qualidade.
No entanto, o período Edo também foi marcado por restrições e conflitos internos. A rigidez do sistema de castas e as políticas de isolamento levaram a uma crescente insatisfação entre os camponeses e os comerciantes, culminando em várias rebeliões e revoltas camponesas, como a Rebelião de Shimabara em 1637-1638.
Em 1868, o xogunato Tokugawa chegou ao fim com a Restauração Meiji, que restaurou o poder do imperador e marcou o início de uma era de modernização e ocidentalização no Japão. O período Edo, no entanto, deixou um legado duradouro na cultura e na história japonesas, com muitos dos valores e tradições dos samurais continuando a influenciar a sociedade japonesa até os dias de hoje.
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gonzalo-obes · 1 year ago
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IMAGENES Y DATOS INTERESANTES DEL DIA 27 DE NOVIEMBRE DE 2023
Día del Maestro en España, Cyber Monday, Año Internacional del Mijo y Año Internacional del Diálogo como Garantía de Paz.
San Valeriano, San Máximo, Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y Santa Bitilda.
Tal día como hoy en el año 1983
En las proximidades del Aeropuerto de Barajas (Madrid, España) tiene lugar el accidente aéreo de un avión Boeing 747 de la aerolínea Avianca, que cubre el trayecto París - Madrid - Bogotá. 181 personas pierden la vida. (Hace 40 años)
1971
El primer objeto humano que alcanza la superficie del planeta Marte, la nave soviética Mars 2, lo hace de forma accidentada al estrellarse contra su superficie al fallar la secuencia del módulo de descenso que impidió que los paracaídas se desplegaran. Se había lanzado el 19 de mayo desde el Cosmódromo de Baikonur. (Hace 52 años)
1957
En Nueva Delhi (India) Jawaharlal Nehru, primer ministro, pronuncia un apasionado discurso en favor del desarme nuclear en el que apela a EE.UU. y a la URSS a iniciar el desarme, acabando con los arsenales de armas atómicas para "salvar a la humanidad del último desastre". Nehru, discípulo de Gandhi, será como él un practicante de la resistencia pasiva y la desobediencia civil, y por tanto defenderá la no alineación de su país durante los años de la Guerra Fría. Morirá en 1964. (Hace 66 años)
1895
Alfred Nobel, que inventó la dinamita en 1867 y posee una enorme fortuna por éste y otros descubrimientos, pero a la vez un cierto complejo de culpabilidad por el mal y la destrucción que sus inventos pueden haber causado a la Humanidad en los campos de batalla, firma en el Club Sueco-Noruego de París (Francia), su testamento, estableciendo que con su fortuna se cree un fondo destinado a premiar anualmente a aquellas personas que más hayan hecho en beneficio de la Humanidad en distintos ámbitos como son la Física, la Química, la Medicina, la Literatura y la Paz. El primer Premio se entregará en 1901 al físico Wilhelm Röntgen, descubridor de los rayos X aplicados en muchos campos de la medicina. (Hace 128 años)
1868
En Japón, al finalizar el shogunato Tokugawa se inicia la Restauración y el Emperador Meiji decide trasladar su residencia y toda la corte de la ciudad de Kioto a Edo, que en adelante se llamará Tokio, que significa "Capital del Este", y será la capital del país. Durante la Era Meiji, hasta 1912, Japón iniciará su modernización y emergerá como potencia mundial. (Hace 155 años)
1807
Tras haber atravesado España, entra en Lisboa, el general francés Junot al mando de 28.000 hombres. La corte portuguesa huye al exilio en Brasil. (Hace 216 años)
1493
Cristobal Colón llega al Fuerte de la Natividad, en la actual Haití, que había fundado el 25 de diciembre de 1492, y verifica tristemente que todos sus compañeros han sido masacrados por los indios. (Hace 530 años)
1095
Durante el Concilio de Clermont, Francia, los cristianos son convocados por el Papa Urbano II para ocupar la ciudad santa de Jerusalén, iniciando así la Primera Cruzada. Finalmente se logrará tomar la ciudad en julio de 1099. (Hace 928 años)
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ochoislas · 4 years ago
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Según la tradición las mujeres que nacen bajo el signo del fuego en el año del caballo son casquivanas. Pero no son las únicas. Una vez fui a una romería en Omi, a un lugar llamado Tsukuma. Allí es costumbre que las mujeres bellas del lugar que se han divorciado o enviudado aquel año, además de las que han cometido adulterio, desfilen hasta el santuario llevando sobre la cabeza tantas cazuelas como amantes han tenido. Entre ellas había una mujer ya madura de buen cuerpo y linda cara que portaba una única cazuela, y con todo era patente que le resultaba una humillación insufrible. Todo lo contrario de una muchacha todavía vestida con quimono de mangas acuchilladas, dientes sin tiznar y cejas intactas, que llevaba siete enormes cazuelas apiladas sobre la cabeza. Caminaba vacilando, descompensada, y detrás iba su madre, que trataba de sostener las cazuelas con una mano mientras aupaba sendos nietos a las espaldas y el pecho, además de un tercero que tiraba de su otra mano. ¡Por lo visto la muchacha tenía ya tres rapaces! Sin embargo parecía indiferente a las risas de todos, hasta que la vimos desaparecer entre los pilares del arco del santuario.
Cuando acabó la fiesta caminamos de vuelta, cada uno con sus pensamientos. Nuestra senda torcía entre arrozales donde pálidos iris morados florecían en las aguas limpias a la orilla de los marjales. Las correhuelas de los ribazos se veían ajadas bajo el solazo de mediodía. Nos quejamos del fuerte calor. A la par de nosotros caminaba un grupo de pajecicos del monte Hiei, tocados con sombrerones de juncia de los que llaman monte Fuji, que estaban de última en la capital. Sin duda los muchachos eran objeto de devoción en el templo mayor del lugar, donde servían de bardajes de los prelados. Entre ellos estaba Rammaru, que aparentaba mayor terneza aún que la de sus catorce años. Era un niño hermoso y todos los bonzos de la montaña suspiraban por él.
En el mismo colegio donde vivía Rammaru se alojaba también cierto parásito llamado Iseki Sadasuke, que guardaba a los pajes en su salida. Éste se quitó el sombrero y se lo puso a Rammaru encima del suyo, dándole al apuesto muchacho un aspecto desairado. Rammaru prefirió tomarlo a chacota y siguió adelante como si nada, pero el otro lo señaló a sus espaldas, haciéndole burla: «¡Mira, igual que esas mujeres! ¡Que cada uno lleve tantos sombreros como amantes tiene!», y estalló en carcajadas.
Rammaru se detuvo: —¿Acaso sugieres que tengo más de un amante? A ver, cuéntame eso.
—No hace falta que te lo cuente yo —respondió Sadasuke—. Pregúntale a tu negro corazón.
Rammaru sonrió agriamente: —Si los sacerdotes se divierten conmigo, tal cosa no es amor. Amante tengo uno sólo: el hombre que viene a verme a diario de la capital. Ése es el único que ocupa mis pensamientos... —y diciéndolo lloraba.
A algunos la reacción de Rammaru les pareció poco viril, pero otros alabaron su madurez y se aprestaron a cambiar de asunto. Orillando la ribera de Katada a fuerza de velas y timón alcanzaron su templo cuando las campanas vespertinas resonaban en la montaña. De modo que la rencilla no tuvo consecuencias.  [...]
Matar a Sadasuke aquella misma noche habría supuesto quebrantar su filial deber del peor modo posible. Pero Rammaru no podía reprimir su inquina tras lo ocurrido aquel día. Cuando todos se habían acostado y sólo se escuchaban ronquidos, sacó las cartas que había recibido de su amante durante años y las repasó amorosamente. No había dos escritas por la misma mano y los giros eran siempre distintos. El hombre no sabía escribir y se valía de otros para consignar sus sentimientos. ¡Cuánto trabajo se tomaba! Ponderándolo, Rammaru lo amaba más todavía.
«Cuando yo falte, su dolor y su furia serán enormes. Estoy resuelto a matar a Sadasuke y no voy a flaquear por postergarlo un día. Al alba iré a la capital a ver por última vez al hombre que amo. Yaceremos juntos y holgaremos, mas no le haré saber mi propósito, sólo me despediré de él en este mundo de dolores...» Sus lágrimas corrían, sin ser vistas por nadie.
Los pajes que vivían en la montaña solo contaban con los torpes dedos de los montañeses para que los peinaran y les hicieran moños. Los muchachos estaban malcontentos y habían tomado la costumbre de bajar hasta el puente de Sanjo en la capital para arreglarse el pelo, recorriendo nada menos que tres leguas por la abrupta carretera de Kiraragoe. Entre los  peluqueros había uno en particular tan hábil y veloz que acababa de peinar antes incluso de que se secara el agua con que aprestaba el pelo. Se llamaba Shirasagi no Seihachi. Todos convenían en que era demasiado noble para tan bajo oficio. Era un inveterado amante de los muchachos. Tenía dedos diestros en extremo y en una ocasión había inventado un nuevo estilo de peinado que llamó sauce quebrado por el pliegue doble del moño. Fue tan popular que todos los pajes de los templos fueron en bandada una mañana donde el peluquero, peleando por ser los primeros. Cuando Seihachi vio a Rammaru, tomo un peine escogido y empezó enseguida a peinarlo, indiferente a lo que los otros, que hacían cola impacientes, pudieran pensar.
En otra ocasión en que Rammaru volvía de peinarse con los otros y habrían recorrido ya casi una legua por el camino de la sierra, el cielo donde se congregan los dioses se anubarró de mil turbulentos colores. Una lluvia constante y racheada lanzaba hojarasca contra ellos y el viento secaba el afeite untado en el pelo. Desesperados por no despeinarse se apiñaron en corro al abrigo de un soto de cedros, cubriéndose la cabeza con las mangas y apretándose los moños con las manos. Mientras esperaban impacientes que aclarara sobre la montaña, apareció Seihachi, que había seguido a Rammaru desde el puente. Se sacó unos peines del vestido y, diciendo que los había seguido temiendo que se les descompusiera el peinado, tomó agua en las manos de un arroyuelo que corría bajo una peña cercana y procedió a retocar el peinado de todos los pajes. Tal cortesía dejó a todos patente que Seihachi estaba secretamente enamorado de Rammaru. Posteriormente Rammaru le correspondió y no pasó mucho tiempo antes que se entregara a él. Todo les auguraba una larga y apacible vida juntos.
Seihachi no podía imaginar que aquel día se dirían adiós por última vez. Estaba huraño, lo que era raro en él, porque no había sabido del muchacho en cuatro o cinco días, y recelaba. Rammaru se sintió ofendido por sus reproches, pero lo invitó a una posada donde pudieron beber a sus anchas. Cuando el vino se les subió a la cabeza se echaron juntos y Rammaru escuchó las querellas de Seihachi hasta la madrugada. Por fin se separaron con las mismas lágrimas de siempre.
Rammaru se había hecho acompañar de un fiel servidor del templo y en el camino de vuelta entró en el taller de un artesano llamado Takeya. Al rato salieron y continuaron su camino. Seihachi, que los observaba a hurtadillas, se quedó preocupado por lo que vio. Entró en la tienda del espadero e interrogó al hombre sobre la visita de Rammaru. El hombre le dijo que ignoraba el motivo pero que le había encargado que repusiera los pasadores y sacara filo a su espada. A Seihachi le pareció muy extraño. Inmediatamente se preparó para defenderlo y fue tras Rammaru, atajando hasta Nishidani. Se laceró las piernas con las zarzas y enredaderas, y cuando cayó la noche estaba agotado y sin resuello. En la negrura no se distinguían ni las cimas de los árboles ni el pico del monte, pero, como pudo, logró alcanzar las luces de la capilla de Gansan Daishi. Allí descansó. Repasando lo ocurrido lo ganaron de nuevo las dudas sobre la lealtad del muchacho. [...] De pronto luces de antorchas recorrieron el templo: «¡Rammaru mató a Sadasuke y huyó!». La campana del templo tocó repetidamente alarma y resonó el estridor del bucio. Unos cuantos monjes que andaban resentidos con el muchacho formaron una partida para atraparlo. Seihachi los siguió de lejos, monte abajo hacia levante, donde finalmente la media docena de robustos bonzos capturaron a Rammaru, impidiéndole acabar virilmente con su vida.
«¡Éste no se libra de ser decapitado por lo que hizo! —dijo uno de ellos—. Ya que más le da lo que hagamos con él. Mucho se hizo de rogar para beber con nosotros. Ahora es nuestra oportunidad de tomar lo que nos negó siempre. ¡Bebamos y el chico sea la guarnición!» Aporrearon la puerta de una taberna de la cuesta y despertaron a los dueños. Pronto estaban los bigardos escurriendo sus jarros desportillados. Uno de ellos llenó de sake un cuartillo con el lacado descascarillado y obligó a Rammaru a tragarlo. «¡Todo llega! ¡Ahora tomaré mi placer contigo como siempre quise!», dijo metiendo la mano bajo el vestido del chico. Otro le daba papirotazos en las orejas: «¿Qué? ¿No escuchabas antes cuando te pedíamos tus favores?». Le aflojaron la faja, le pusieron una coroza de papel y lo sometieron a todo género de vejaciones, pero, como lo tenían sujetado por ambos brazos, no pudo resistirse a nada. Un bonzo le pasó la lengua por los labios. El muchacho apretaba los dientes con rabia, derramando amargas lágrimas de impotencia. Pero de súbito Seihachi cayó sobre ellos blandiendo su espada y dispersó a los monjes. Consoló al muchacho y lo llevó con él no se sabe adónde. Solo quedó tras ellos la fama de sus hechos.
Tres años después alguien contó que los había visto en Tsurugaoka, en Kamakura, con hábito de monjes mendicantes, tocando a dúo la flauta de bambú. Tañían el viejo y conocido aire La nidada de las grullas. O al menos eso es lo que cuentan.
Ihara Saikaku
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polinotas · 4 years ago
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Origen y guía del papercraft
¿Te gusta armar rompecabezas? Inimaginables son tales diseños y construcciones. ¿Qué fue lo que no te dijo tu maestr@ cuando sacaste la calificación de 10 en tu maqueta? Descubre el origen, cómo se presenta en la actualidad, la utilidad de los objetos, las instrucciones y cuáles modelos elegir del papercraft.
En la perspectiva actual se le conoce como “papercraft”, sin embargo, su origen proviene de “origami”, cuyas partes previas son los vocablos japoneses “ori”(doblar) y “kami”(papel) que por el kanji (紙) paso a ser “gami”. El significado de “origami” es “papiroflexia”, cuya definición es “arte de dar a un trozo de papel, doblándolo convenientemente, la forma de determinados seres u objetos”. No obstante, papercraft resulta ser en español lo mismo que “modelo de papel o maqueta de papel”.
Aproximadamente se cree que se creó éste arte en China en el siglo I d.C. y apareció en Japón en el siglo VI. En el periodo japonés Heian (794-1185) se presentó siendo decorativos de lujo en las ceremonias. Tuvo accesibilidad para muchos en el periodo Muromachi porque se redujo el precio del papel. Y con la democratización del arte, en el periodo Tokugawa, hubo documentos principales; la base del pájaro se halló en uno y del libro Senbazuru Orikata de 1797 se tuvo el registro de la base de la rana. Después se presentó en el Occidente por los últimos comerciantes de la Ruta de la Seda porque probablemente Marco Polo trajo el papel en el siglo XIII.
De inicio, aclaro que en el origami hay diferentes reglas que en el papercraft, así que vienen las instrucciones básicas de la papiroflexia del modelo de papel. Sobre el papel, conforme al tamaño del proyecto hay que elegirlo. Para el modelo chico es ideal el papel block de dibujo medio Nº99 1/8. Si es que se desea ser específico con los detalles hay que conseguir el papel hilado extra blanco de 140grs, que se encuentra como cartulina entonces se tiene que cortar en A4(oficio) para usarlo. De la maqueta medio es el mismo tipo de papel hilado pero de 180grs y por el grande el cambio debe de ser de 200grs. Por supuesto que en los papeles hay que imprimir el proyecto a color y si es que se quiere evitar problemas por la línea blanca, la cual se presenta terminando una parte (cabeza, cuerpo, etcétera) en ciertas esquinas, se puede imprimir con el borde adicional. El PDF del ser u objeto se puede imprimir con líneas o sin líneas, como prefieras, aunque recomiendo imprimirlo sin líneas y ver las líneas del PDF en la computadora, laptop o celular.
Los utensilios adicionales que hay que utilizar son silicón líquido (silicona líquida), tijera, regla metálica, palillo chino, lápices o plumones, aguja, monedas(las que guardó tu abuelo de 1940) o piedras, cinta adhesiva (diurex) y pincel o navaja artística.
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Para usar el silicón líquido hay que poner una gota en una parte y con tal de esparcir sin dejar máximos se utiliza pincel o navaja artística, y es mejor dejar sin cubrir las puntas adhesivas, blancas. Al estar armando alguna parte se necesita el palillo chino para empujar esquinas con tal de que se peguen con exactitud, y si se cae una parte al piso ayuda a desdoblar ese ligero error. La aguja se requiere para separar si es que al poco tiempo de revisar la parte, el silicón todavía no está seco, se detecta que se pegaron unas partes equivocadas que no benefician lo que continua. De las monedas, se agregan a los pies por lo que hay que ajustar cuantas sean necesarias dejándolas unidas con la cinta adhesiva. Diferente a las piedras que deben de ser exactas con la postura de los pies y no demasiado pesadas para que se rompa el papel con silicón. A fin de pintar de manera correcta hay que utilizar los plumones correspondientes a los distintos colores que aparecen.
Les demuestro acerca de las tres líneas de los PDF. La línea continua que se va a cortar: ––––––––, la línea discontinua que se va a doblar hacia afuera: --------, y la línea discontinua y con punto que se va a doblar hacia adentro: –– - –– - ––. Entonces con la tijera se corta la primera línea y las otras (discontinuas) se doblan con la regla metálica. Aparte se muestra una equis (X) en los libros artísticos, donde hay que pegar las partes que se anexan.
Primero se deben de cortar y cubrir de silicón todas las partes, así siguen siendo flexibles. Con la línea continua lo que hay que hacer es cortarla con tal de que desaparezca, pero sólo deja las puntas porque te beneficia para doblar de la forma correcta, De la construcción, la idea principal es siempre empezar por las partes de la punta para ir a las siguientes. Luego se deben de juntar como van las piezas clave para una parte (oreja, nariz, llanta, etcétara) que se encuentran con precisión en el programa Pepakura, el cual abre documentos PDO, y se pegan sucesivamente con el silicón líquido.Si es que las partes que se pegan son excesivas de preferencia es necesario cortar las puntas. Por supuesto que los pies se deben de ajustar con las monedas o piedras con tal de que quede estable y equilibrado el modelo. Al estar en los últimos pasos, es recomendable cerrar el diseño en un punto, pintar con los plumones por lo que se quitan las líneas o puntos blancos que sobran y darle una capa total de silicón. 
El papercraft y el origami se encuentran en ferias, tiendas, librerías y en internet. En algunas ferias relacionadas con la literatura hay unos puestos con diseños terminados y también libros de papiroflexia en venta. Para hallar los libros especiales en las librerías se pregunta o búscalos cerca de la sección de niños o jóvenes. Si es que quieres conseguir los PDF consulta paper-replika.com, nintendo-papercraft.com y pokemonpapercraft.net. En el primer link hay diseños de casas, personajes de Disney y aviones. En los otros links hay Pokémon y personajes relacionados con Nintendo.
Agfl
REFERENCIAS
RAE 2019, www.wikipedia.org/wiki/origami, www.editorialjatziri.com.mx, www.wikipedia.org/wiki/Modelo_de_papel, www.youtube.com/c/FelipeBlast
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joseandrestabarnia · 5 years ago
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Título: Flores de las cuatro estaciones, siglo XVII
Artista: Escuela rinpa, Japón
Acerca de
El tema de 'Flores de las cuatro estaciones' es popular en Japón, donde siempre ha habido, en literatura, poesía y pintura, una gran sensibilidad al cambio de las estaciones. En estas pantallas, bellamente realizadas en los ricos colores típicos del estilo decorativo de Rinpa, la composición se lee de derecha a izquierda. Las agrupaciones de flores están dispuestas verticalmente a través de los paneles, cada grupo de diferente densidad, escala y color de una manera que recuerda los ritmos de una buena caligrafía cursiva. El primer grupo de flores en el extremo derecho es un racimo que contiene el pino, el bambú, la flor del ciruelo y el cerezo conocidos como los "Tres Amigos" y que simbolizan la fuerza y la integridad. El centro de la pantalla derecha está dominado por peonías, Aquí un símbolo de la primavera y una lámina perfecta para los crisantemos, que son el foco central de la pantalla izquierda. Los crisantemos son las flores del otoño y también, como la flor del ciruelo, recuerdan las asociaciones poéticas. La variedad de flores representa los doce meses, así como las cuatro estaciones. En las pantallas se incluyen el trébol de arbusto ('hagi'), una de las siete flores de otoño, la begonia, la glicina y muchas otras. El panel final, a la izquierda de la pantalla izquierda, contiene narcisos. Como florece en el frío de la temporada de Año Nuevo, el narciso comparte con la flor del ciruelo las virtudes de la pureza y la perseverancia. Colocarlo en último lugar en las pantallas había traído al espectador un círculo completo, reiterando la continuidad de las estaciones.
'Asian Art', AGNSW Collections, 1994, pág. 216-217.
Detalles:
Lugar donde se realizó el trabajo: Japón
Período: Período Edo (Tokugawa) 1615-1868 → Japón
Fecha: siglo XVII
Categoría de medios: Pintura
Materiales usados: par de pantallas de seis paneles; tinta, color y oro espolvoreado sobre papel
Crédito: Comprado 1989, Art Gallery NSW.
Información del museo.
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artesmarcialessblog · 3 years ago
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Onna bugeisha - “Mujer guerrera”
Las mujeres samurái
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Las onna bugeisha han pasado a la historia como símbolos de la mujer fuerte, independiente y capaz.
Feminidad y valentía.
Son las dos claves de las onna bugeisha, conocidas como mujeres samurái.
Guerreras diestras en un mundo casi exclusivo de hombres, cuentan con numerosas figuras históricas en todas las épocas del Japón samurái.
Aunque calificarlas de samurái es más un convencionalismo, pues ni eran samuráis ni existieron exclusivamente durante el dominio militar del país, es evidente que se asociaban con principios de honor y de defensa familiar que obedecen al código del bushido.
Las onna bugeisha han pasado a la historia como símbolos de la mujer fuerte, independiente y capaz.
Se dice que todo comenzó con la Emperatriz Jingū, quien ostentó el poder de facto tras el fallecimiento de su marido, el Emperador Chūai.
Su mandato como regente perduró 68 años, desde 201 hasta 269, un ejercicio con el que sería calificada como la decimoquinta dirigente imperial, ya en la era Meiji.
Detrás de esta figura se erigen numerosas leyendas no confirmadas, como que comandó la conquista de Corea personalmente.
De cualquier modo, la figura de la Emperatriz Jingū fue un modelo a seguir para las futuras onna bugeisha.
Emperatriz Jingū
Instruidas en la guerra pero también en las artes, las mujeres samurái normalmente no combatían en las grandes campañas; su papel era más bien defensivo en la ciudad.
Se les asocia con el entrenamiento y la maestría de la naginata, mientras que las espadas se reservaban más para los hombres.
Este arma permite atacar con seguridad, derribar a la caballería y realizar cargas, un conjunto de características versátil y adecuado para su labor protectora.
Ocasionalmente, las onna bugeisha de más alto estatus ejercían su poder desde palacio, es decir, mediante intrigas y manejando las influencias en la sombra.
Estas son algunas de las mujeres samurái más destacadas.
Tomoe Gozen
Tomoe Gozen (1157 – 1184) fue una onna-bugeisha (mujer samurai) nacida en una familia acaudalada de samurais, y como era costumbre en sus circunstancias, se le instruyó en la práctica de la naginata para después participar en el bando de los Minamoto, en particular bajo el mando de Minamoto no Yoshinaka, del cual se sospecha que fue su asistente o concubina.
En el clan Minamoto, vencedor en la guerra, no quedó en paz tras el conflicto. Minamoto no Yoritomo, otro de los líderes importantes del clan, acusó a Yoshinaka de traición, lo que puso al shogunato en su contra y le hizo perder prácticamente su ejército.
Yoshinaka terminó muriendo en combate contra el shogunato en la batalla de Awazu, en la que algunos historiadores dicen que Tomoe le siguió al otro mundo por amor.
Otros defienden la teoría de que huyó de la batalla y terminó sus días como monje budista.
La mayoría de personajes y sucesos incluidos en el Heike Monogatari han sido demostrados, aunque éste no es uno de ellos, por lo que podría ser un personaje ficticio.
Mito o realidad, muchos artistas han tomado a Tomoe como un símbolo del poderío de la mujer guerrera desde aquel entonces.
Cantar del Heike (Heike Monogatari)
El Heike Monogatari es un conjunto de libros épicos que narran las Guerras Gempei, aquellas que enfrentarían a los dos clanes más poderosos -Minamoto y Taira- como una epopeya que culminaría el periodo Heian.
Durante ese crucial suceso se habla de una guerrera legendaria llamada Tomoe.
Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones.
También era una excelente arquera, y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie.
Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno.
Cuando quiera que una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros.
Mochizuki Chiyome
Una variante de onna bugeisha es la que personalizó Mochizuki Chiyome en el siglo XVI:
Tras la muerte en combate de su esposo, el daimyo Takeda Shingen le encargó el reclutamiento y adiestramiento de una red femenina de agentes cuyos componentes recibían el nombre de kunoichi.
Hacían de espías, llevaban mensajes secretos codificados, asesinaban a enemigos destacados… Su memoria se ha perpetuado, algo deformada, en varios videojuegos y animes.
Hōjō Masako
Un samurái no siempre consigue el poder mediante el combate y la fuerza; también lo hace a través de la política y la inteligencia.
Es el caso de Hōjō Masako, una de las pocas mujeres que detentó el poder de todo Japón en la sombra, detrás de toda una serie de mecanismos y tratos que le permitieron ser la mujer de la casta samurái más importante de su época.
Para entender cómo Hōjō Masako (1157 – 1225) llegó al poder es necesario explicar antes el trasfondo histórico que le rodeaba.
Nacida en una familia guerrera en la provincia de Izu, cuando alcanzó la edad adulta se vio envuelta en las Guerras Gempei (1180 – 1185), el conflicto bélico que asentaría el dominio de la casta samurai durante nada menos que siete siglos.
Esta guerra enfrentaba a los clanes Taira y Minamoto, que se disputaban el poder por encima del Emperador.
La familia Hōjō era poderosa antes de la guerra, pero su dominio se limitaba a la región de Izu.
El padre de Masako, Hōjō Tokimasa, era un hombre que sabía manipular el juego de tronos a su antojo, característica que más tarde heredaría su hija.
Antes de las Guerras Gempei, los Minamoto intentaron retirar a los Taira del poder, pero fracasaron.
Toda la familia fue masacrada excepto sus hijos. Así, el hijo mayor del clan, un joven de 13 años llamado Minamoto Yoritomo, fue recluido en los dominios de los Hōjō.
Pero los Minamoto no estaban acabados, y el padre de Masako lo sabía: por eso acordó su enlace matrimonial con Yoritomo en 1180: el comienzo de la guerra.
Aprovechando la debilidad de los Taira y el trato de favor que algunos miembros de la familia imperial todavía reservaban para el clan Minamoto, los Hōjō con Tokimasa a la cabeza lideraron una brutal guerra que les llevó a la victoria: Yoritomo se convirtió en el shogun y Masako, en la mujer más poderosa de Japón.
Tras la muerte de Minamoto Yoritomo, el poder oficial se transfirió a su hijo Yoriie, pero la realidad era bien distinta: los Hōjō establecieron un gobierno en la sombra, liderado por Masako, madre del shogun.
Para ello, aniquilaron a los miembros Minamoto que les suponían algún obstáculo, situando a títeres fáciles de manipular en su lugar que les permitieran ostentar el poder.
Hōjō Masako, una mujer experta en las argucias y con enorme habilidad para mantener el poder estaba a cabeza de los Hōjō, y por tanto, del gobierno de Japón, posición que no abandonó hasta su muerte.
Fueron cayendo, poco a poco, todos aquellos clanes potencialmente peligrosos para el poder de Masako, por supuesto siempre bajo su absoluta supervisión.
Nunca enfrentó a los enemigos de manera directa; ni siquiera se personó en una batalla en toda su vida.
Jugó las cartas necesarias para incitar rebeliones internas entre sus enemigos, construyó una red de alianzas y favores; también consiguió que su segundo hijo Sanetomo ascendiera a ser el tercer shogun tras el asesinato del anterior.
Pero los enemigos del clan Hōjō -liderado principalmente por Masako y su hermano, Yoshitoki, que era consejero del shogun- nunca dejaron de aparecer, y Sanetomo también fue asesinado.
Los dos hermanos tomaron una decisión drástica y declararon la ley marcial, colocándose como dictadores por encima del shogunato.
Para afianzar su posición, colocaron a un shogun para su conveniencia, un bebé descendiente de los Fujiwara -familia que fue trascendental hasta hace pocos años y que contaba con sangre imperial-, una decisión que tampoco contentó a todo el mundo.
En 1224 Masako tuvo que hacer frente, ya en solitario, a su último gran desafío: la muerte de su hermano.
El clan Miura aprovechó esta ocasión para intentar derrocar a la fémina de los Hōjō, un golpe que fue reconducido mediante negociaciones y acabó en nada.
Otro Hōjō ocupó el poder oficial, el sobrino de Masako, mientras que ella siguió ostentando el poder hasta su muerte.
Probablemente, la mujer que más tiempo y con más eficacia ha liderado el país en la historia de Japón.
Nakano Takeko
Nakano Takeko fue una de las últimas samurais en la historia de Japón. Forma parte del selecto grupo de mujeres guerreras que fueron trascendentales en un gran conflicto armado, y a día de hoy se le conoce por su fuerte determinación y dotes de mando en la batalla.
Nacida en Edo, Nakano Takeko (1847-1868) era hija de un oficial en la región de Aizu, uno de los bastiones más beligerantes y mejor armados situado en la prefectura de Fukushima.
En este contexto, el maestro Akaoka Daisuke la adoptó, transmitiéndole una sólida educación tanto en literatura y letras como en el combate.
Era habitual que las mujeres guerreras, conocidas como onna bugeisha, fueran entrenadas en el manejo de la naginata, un arma larga exclusiva para ellas, como la katana para los hombres.
Fue instructora de artes marciales, formando un pequeño escuadrón de guerreras, pero pronto tomaría parte en la guerra Boshin, la última gran guerra civil de Japón.
El conflicto enfrentaba al bando del shogun Tokugawa, que mantenía el poder sobre toda la isla desde hace tres siglos, contra el bando imperial, que luchaba por restaurar a la dinastía legítima y retirar al shogun.
Nakano-Takeko luchaba para el bando perdedor: el shogunato.
Lideró un ejército independiente femenino de samurais en la batalla de Aizu; algo poco habitual, pues las mujeres no solían participar en la guerra y su papel era más bien defensivo en la ciudad.
Su contundencia en la batalla, sin embargo, fue espectacular, hasta el punto de que el ejército enemigo tuvo que replantear su estrategia.
Aquellos soldados con naginata eran mortíferos.
Por desgracia, Takeko recibió un impacto de bala en el pecho, quedando herida de muerte.
En el último momento, cuenta la historia, pidió a su hermana que le realizara el suicidio ritual del seppuku.
La guerrera se ejecutó y su hermana le cortó la cabeza, para enterrarla a los pies de un árbol en el templo Hokaiji. “No se llevarán mi cabeza como trofeo”, fueron sus últimas palabras.
Hoy en día podemos visitar un monumento situado al lado de ese árbol.
Construido como un monumento a la valentía de Nakano Takeko y su excepcional habilidad en la batalla, cada año es visitado por un grupo de mujeres vestidas de hakama para honrar su recuerdo.
http://akimonogatari.es/onna-bugeisha-las-mujeres-samurai
http://akimonogatari.es/mujeres-samurai-nakano-takeko
http://www.pandora-magazine.com/oriental/especial-samurais-el-espiritu-guerrero-de-las-onna-bugeisha-las-mujeres-samurai/
https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=2jNI5h1l92U
https://www.google.com.uy/amp/s/www.labrujulaverde.com/2016/04/las-5-mujeres-samurai-mas-famosas-de-japon/amp
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1764289456942276&id=753839411320624
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desertmaelstrom · 5 years ago
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Musashi I (Eiji Yoshikawa)
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 "Más de 120 millones de ejemplares vendidos en Japón", reza la contraportada de este volumen, una abultada cifra imposible de concebir en un país, el nuestro, donde las editoriales acostumbran a las tiradas cortas y donde un bestseller puede rondar apenas unos cuantos miles de copias. Aun así, mi interés por esta obra iba más allá de la posible curiosidad que estas ventas desorbitantes pudieran despertar. En efecto, son las películas de samurais de Akira Kurosawa y la serie de tebeos de Usagi Yojimbo las que básicamente me hacen llegar a esta magna obra de la narrativa japonesa cuya importancia, para que os hagais una idea, sería comparable, a mi modo de ver las cosas, a la que tiene el Quijote en nuestra literatura. "Musashi, la leyenda del samurai" es el primer volumen de una trilogía que publica aquí Quaterni. Probablemente el nombre os suene: Miyamoto Musashi fue un célebre espadachín, ronin, filósofo, estratega y escritor que vivió entre los siglos XVI y XVII, cuyas hazañas acabaron por otorgarle un carácter prácticamente legendario dentro del imaginario cultural japonés. Con semejante fama, no es de extrañar que Eiji Yoshikawa decidira novelar sus andanzas en esta obra poco antes de la segunda guerra mundial, época caracterizada por un fuerte sentimiento nacionalista que veía en el periodo Edo, cuyos primeros años Musashi vivió, un referente de unidad política y, al tiempo, de esplendor económico y cultural. "Musashi, la leyenda del samurai" es un folletín de aventuras con componente romántico que arranca con Takezo, el nombre original de Musashi, en las postrimerías de la batalla de Sekigahara, que marca el comienzo de la unificación del país bajo el shogunato de Tokugawa Ieyasu. Aquí Takezo apenas cuenta con 17 años y, para su desgracia, forma parte del bando perdedor, lo cual le obliga a huir y esconderse junto a su amigo de la infancia Matahachi. A partir de su encuentro con Takuan, un atípico monje zen, el salvaje Takezo decide dar un giro de 180 grados a su vida y toma la senda del guerrero, deseoso de convertirse en el mejor espadachín de Japón y, de paso, rechazando su egoísmo y temeridad iniciales, convertirse en mejor persona. El formato de folletín de la obra (fue serializada en periódico) imprime un ritmo narrativo envidiable que hace que las más de 400 páginas las pasemos en un pispás, pero al mismo tiempo su calidad literaria es, en mi opinión, destacable: Con economía de medios consigue vívidas y emotivas descripciones, se incluyen pasajes informativos a nivel histórico que nos permiten contextualizar lo que está pasando, sacando así mayor provecho de la lectura, y la narrativa es sorprendentemente fresca y actual para una obra que cuenta ya unos ochenta años. Otro de los elementos que juegan a favor del libro es su extenso reparto de personajes secundarios, brillantemente caracterizados y cuyo atractivo hace peligrar el protagonismo de Musashi (de hecho, en Japón la gente tiene tan interiorizadas las personalidades de estos secundarios que acostumbran asociarlos a la hora de describir a conocidos). Así, estos personajes detentan una posición privilegiada en varios capítulos y en muchas escenas en las que Musashi está ausente. Por otro lado, el autor consigue tejer una muy interesante trama donde todos los personajes se hallan interconectados de una manera u otra y que casi da la sensación, por momentos, de tratarse de un culebrón en toda regla. Así, el componente dramático es evidente, centrado sobre todo en amoríos y desengaños por un lado y en el eterno tema del honor por el otro. Con todo, Yoshikawa combina estos elementos con el género de aventuras, donde no podrían estar ausentes los duelos a espada, sin perder nunca de vista un peculiar sentido del humor que se introduce por medio de personajes cómicos y del que el propio Musashi no es ajeno. O sea, que me lo me pasado muy bien leyendo esta primera entrega que, por cierto, me ha dejado con ganas de más (de hecho cierra casi con un cliffhanger). Sin duda se la recomendaría a cualquiera interesado en la historia de Japón o su cultura, así como aquellas personas que pudieran ser seguidores de productos con una ambientación similar (animes como "Samurai Shamploo", mangas clásicos como "Lobo solitario y su cachorro" o más recientes como "La espada del inmortal", películas como las ya mencionadas de Akira Kurosawa o incluso "doramas" de época).
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radagaz · 6 years ago
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Japão a infância e educação
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O povo japonês considera o amor de aprender uma das principais virtudes da vida. Esse fato levou a educação a desempenhar um papel crucial em sua cultura, especialmente desde a Restauração Meiji em 1868. Praticamente todos os japoneses concluem a educação até o ensino médio (também chamado de ensino médio) e a maioria continua com treinamento técnico ou universitário.
Apesar de seu registro geral exemplar em educação, o Japão enfrenta sérios desafios no novo século. Por exemplo, minorias como os nativos Ainu e os coreanos-japoneses ainda não participam adequadamente do sistema educacional. Além disso, o sistema tem sido criticado por se concentrar muito na realização de testes e não em habilidades de pensamento crítico. Como muitos pais acreditam que a escola pública não consegue preparar adequadamente os alunos, eles enviam seus alunos para as academias privadas ( juku ), depois da escola e nos finais de semana, para se prepararem para o próximo nível dentro ou fora do sistema escolar público. Mas o sistema educacional japonês satisfaz as necessidades da grande maioria da população e ajudou a nação a competir no cenário internacional por mais de 100 anos.
O Período Antigo: A educação formal no Japão começou quando o sistema de língua chinesa foi introduzido no Japão por volta de 500 dC Na época, apenas a aristocracia tinha acesso à educação por meio de escolas que ensinavam principalmente o confucionismo e o pensamento e a prática budista. A primeira escola real, a Daigakuryo(a universidade), foi iniciada pelo imperador Tenji durante esse período. Localizado na capital de Quioto, o Daigakuryo se concentrava principalmente em fornecer aos possíveis funcionários do governo um histórico de práticas confucionistas que se relacionassem com seus futuros empregos. Mais tarde, a escola tornou-se uma instituição oficial sob o Código Taiho de 701. Os jovens geralmente entravam na universidade entre os primeiros e os meio da adolescência. Quando se formaram, foram colocados em cargos governamentais em níveis que correspondiam ao seu sucesso na universidade. O Código Taiho também pediu o estabelecimento de colégios chamados kokugaku, localizados em cada uma das áreas provinciais do país. Além de ensinar os clássicos chineses, essas primeiras escolas provinciais ofereciam treinamento em medicina e em adivinhação.
Durante o período Heian (794-1185 dC), o auge da era aristocrática do Japão, as instituições educacionais continuaram a se concentrar na nobreza e estavam localizadas na capital de Kyoto. No entanto, o currículo do Daigakuryo fez uma transição do confucionismo para as artes, refletindo a grande ênfase na estética durante o período Heian. Talvez mais do que em qualquer outro momento da história japonesa, esse período colocou o maior valor no ideal do amor cortês através da poesia, da música, da arte visual, da caligrafia e da dança. Tais refinamentos foram, obviamente, reservados para aqueles privilegiados para serem educados no tribunal. A educação também continuou a ocorrer nos templos budistas, tanto na capital como nas províncias. Depois de completar o treinamento, os padres se tornaram o principal meio de fornecer educação àqueles que não estavam na aristocracia.
Assim, educação e religião estavam interligadas durante o período antigo. Duas das figuras mais proeminentes na educação religiosa foram Saicho (767-822) e Kukai (774-835). Saicho estabeleceu o Templo Enryakuji no Monte. Hiei perto de Kyoto. Além de ser o centro durante o Período Heian para educar monges na seita Tendai do budismo, tornou-se um ponto focal para a educação religiosa japonesa por centenas de anos. O amigo e rival de Saicho, Kukai, estabeleceu um mosteiro no Monte. Koya, que se tornou o centro educacional do budismo Shingon. O papel central de Kukai na história da educação japonesa é evidenciado por ele ter inventado Kana, o alfabeto japonês, e por seu esforço em estabelecer uma escola que atendesse às necessidades dos plebeus, um grupo não inscrito no Daigakuryo ou no kokugaku. Sua academia particular, a Shugei Shuchiin, não excluía as classes baixas e promoveu o desenvolvimento pessoal, moral, espiritual e intelectual de seus alunos.
Período Medieval: Durante o Período Kamakura (1185-1333) e o Período Muromachi (1333-1573), a educação japonesa era paralela ao militarismo dos tempos. Com a ascensão ao poder dos bushi (classe guerreira, composta de samurais) e o shogun (chefe dos exércitos e ditador militar), a educação nas cidades e no campo aumentava as habilidades de guerra para o treinamento religioso. Afastando-se da estética do Período Heian, a educação medieval para os guerreiros incluía treinamento em armamento e cavalgadas - enquanto ainda ensinava aos jovens samurais a importância das boas maneiras e do conhecimento de sua cultura. A educação girava em torno da casa do guerreiro, a propriedade de seu senhor e os templos locais. Quanto ao xogunato e às famílias dominantes, continuaram existindo oportunidades educacionais indisponíveis para os plebeus.
Em vez de começar novas escolas, no entanto, o xogunato estabeleceu vários grandes centros de aprendizagem que continham bibliotecas abertas a estudiosos e membros do sacerdócio. Um famoso chamado Biblioteca Kanazawa foi inaugurado em 1275 e permanece aberto hoje como um museu. Outro centro educacional medieval japonês, a Escola Ashikaga, abriu em 1439 e ofereceu currículos no confucionismo e na ciência militar. Assim, até as escolas e bibliotecas da classe dominante se concentravam nos valores tradicionais confucionistas e na educação militar, combinando os temas culturais da época.
Perto do final do período medieval, o sistema educacional do Japão foi submetido a uma nova influência - missionários católicos jesuítas, começando com a chegada de Francisco Xavier em 1549. Esses missionários estabeleceram escolas e igrejas que enfatizavam a educação geral, treinamento vocacional, tecnologia ocidental e - é claro - cristianismo. Embora o cristianismo tenha sido banido menos de um século depois que Xavier chegou ao Japão, e não foi permitido voltar ao país por mais de dois séculos, ele ajudou a moldar a educação no Japão medieval tardio.
Início do período moderno: O período moderno inicial no Japão compreende os anos do Período Tokugawa (1600-1868), durante a maioria dos quais o Japão permaneceu isolado do resto do mundo. Um resultado positivo desse isolamento foi que o país poderia se concentrar no desenvolvimento de sua própria cultura, incluindo o sistema educacional. Embora a melhor educação permanecesse aberta apenas às classes altas, o período testemunhou a disseminação da educação entre os plebeus de uma forma que não havia ocorrido anteriormente no Japão. No final do período, cerca de 40% dos meninos e 10% das meninas recebiam educação fora de casa. Esses números provavelmente significavam que as oportunidades de educação e a taxa de alfabetização do Japão estavam à frente da maioria dos países do mundo, com a exceção de duas ou três nações no Ocidente.
O sistema educacional de Tokugawa incluía vários tipos principais de escolas, como hanko, terakoya, shoheiko e shijuku. Estabelecido em cada um dos domínios dos daimyo(senhores), o hanko educou principalmente os filhos dos samurais do senhor em tópicos relacionados ao confucionismo. Somente mais tarde, no Período Tokugawa, as escolas inscreveram um leque mais amplo de classes sociais e expandiram seu currículo para incluir tópicos não confucionistas, como medicina, estudos japoneses e ciências ocidentais.
Ao contrário do hanko, os terakoya eram escolas independentes destinadas principalmente aos filhos dos mercadores e habitantes da cidade - não os samurais.Geralmente instalados em templos budistas, eles ofereciam instruções em uma ampla gama de assuntos básicos, como caligrafia, leitura e aritmética. As crianças entraram com sete ou oito anos de idade e permaneceram por cerca de três ou quatro anos. Além do terakoya estavam as shijuku, academias privadas que freqüentemente ficavam nas casas dos professores e que se concentravam em assuntos geralmente considerados os campos favoritos do professor. Finalmente, o Período Tokugawa também teve uma escola oficial do shogunato chamada Shoheiko, localizada em Edo (Tóquio). Aqui os filhos dos líderes da nação foram educados por estudiosos confucionistas.
Até agora, nossa discussão sobre oportunidades educacionais no Japão incluiu principalmente apenas crianças do sexo masculino. As meninas geralmente não eram enviadas para as escolas e, em vez disso, eram treinadas em casa em questões de dono de casa e de etiqueta. Embora algumas meninas possam ter sido expostas à educação na literatura e nas artes, a maioria não foi. No entanto, as oportunidades para as meninas receberem uma educação aumentaram nos anos finais do período, com um aumento de estudantes do sexo feminino em terakoya e até mesmo o início de algumas escolas exclusivamente para meninas. Mas o currículo dessas escolas estava voltado para assuntos não-intelectuais, como cerimônia do chá, arranjos de flores e etiqueta.
Período Moderno: O período moderno no Japão começou com a restauração do imperador em 1868, cerca de 15 anos após o país ter sido "aberto" para o mundo exterior pela excursão expedicionária do almirante norte-americano Matthew Perry. Este período viu uma enorme quantidade de reformas educacionais como o país procurou alcançar o Ocidente depois de mais de 200 anos de isolamento virtual. Embora a Segunda Guerra Mundial, incluindo seu prelúdio e rescaldo, certamente tenha devastado o sistema educacional do Japão, o país testemunhou um avanço educacional incomparável desde o Período Meiji até o presente.
As metas educacionais no período moderno foram refletidas no Gokajono Goseimon, o Juramento Imperial de Cinco Artigos (ou Juramento da Carta) emitido pelo imperador em 1868. O artigo 5 melhor articulava os objetivos internacionais do Japão para a educação que se tornariam o tema da era moderna: "conhecimento será buscado em todo o mundo, e os fundamentos do governo imperial serão fortalecidos." O documento também deixou claro que "as pessoas comuns ... deverão alcançar suas aspirações", estabelecendo assim um segundo tema básico da educação na era moderna do Japão: a disponibilidade do nível apropriado de educação para todas as pessoas.
Quatro anos depois do Período Meiji, o governo emitiu a Ordem Educacional de 1872 ( Gakusei ) , que formou a base para o moderno sistema público de educação no Japão. Os Gakusei pediram forte controle da educação pelo governo central e integraram muitas das escolas da era Tokugawa ao novo sistema. Por exemplo, os terakoya - anteriormente as escolas nas províncias para os plebeus - foram transformados nas novas escolas primárias. Estas escolas primárias formaram o núcleo do novo sistema de escola pública e numeraram 25.000 em meados da década de 1870. Estudantes em todo o país foram obrigados a frequentar a escola primária. Embora a escolaridade fosse obrigatória, o custo ainda tinha que ser pago pelas famílias dos alunos. O ressentimento em relação ao novo sistema levou a várias revisões posteriores, incluindo Kyoikurei, a Ordem de Educação de 1879. Permitiu mais controle local do currículo e das políticas escolares, e também relaxou os requisitos compulsórios.
Apesar dessas revisões, a tendência para os padrões nacionais de educação pública continuou durante todo o restante da era moderna, assim como o esforço para levar a educação básica a todas as pessoas. O fim do xogunato em 1868 significou o fim do sistema de classes que criou diferenças significativas entre a educação dos senhores e famílias samurais e as pessoas comuns. Agora, as quatro classes anteriores - samurais, agricultores, artesãos e comerciantes - eram vistas como participantes iguais na nova escola.
Além das novas escolas primárias (também chamadas de elementares), o moderno sistema educacional do Japão incluía dois outros elementos principais: escolas secundárias e universidades. A escola secundária ainda não era obrigatória e destinava-se a crianças que mereciam formação adicional. Então, um grupo ainda menor de candidatos altamente qualificados seguiria para o sistema universitário. A universidade mais ilustre do período era a Universidade de Tóquio, que tinha suas raízes nas instituições de elite do xogunato do passado. Tornou-se o precursor de outras universidades imperiais, como as estabelecidas em Kyoto, Tohohu, Kyusha, Hokkaido, Osaka e Nagoya. As universidades privadas que começaram durante o período incluem Keio, Waseda, Doshisha, Meiji Gakuin e Tsudajuku.
Durante os primeiros anos do Período Meiji, houve uma forte e intencional confiança na assistência ocidental no desenvolvimento de todos os níveis de educação. O governo enviou emissários ao exterior para aprender o máximo possível sobre todos os elementos da cultura ocidental, incluindo a educação, para que o Japão pudesse alcançar o sucesso de estilo ocidental no avanço tecnológico. O grupo mais famoso a ir para o exterior foi a Missão Iwakura, um grande grupo de altos funcionários do governo e estudantes que viajaram para os Estados Unidos e Europa de 1871 a 1873. Essas missões tiveram uma forte influência nos currículos adotados em todos os níveis. escolaridade no Japão.
Tão importante quanto as missões japonesas no Ocidente foram os especialistas ocidentais que viajaram para o Japão nas décadas de 1870 e 1880. David Murray, contratado para atuar como assessor do Ministério da Educação, veio para o Japão em 1873 e trabalhou em uma ampla gama de novas iniciativas educacionais, incluindo a Ordem de Educação de 1872. Ele também foi fundamental para o governo estabelecer as mulheres de Tóquio. Escola Normal, além de estar fortemente envolvido no planejamento da Universidade de Tóquio. Como outros especialistas ocidentais, Murray enfrentou o desafio de decidir que combinação de recursos japoneses ocidentais e nativos produziria o melhor sistema educacional para o Japão moderno. Esse é o desafio que o Japão enfrentou durante todo o período em que a influência do Ocidente foi forte.
Outro colaborador ocidental para o desenvolvimento da educação japonesa foi James Curtis Hepburn, um médico missionário que veio para o Japão em 1859, apenas seis anos após a chegada do almirante Perry. Hepburn fundou a Meiji Gakuin University, tornou-se o primeiro presidente da universidade, inventou um sistema de romanização da língua japonesa e participou da tradução da Bíblia para o japonês. Muitos outros cristãos ocidentais foram fundamentais na promoção da educação no Japão Meiji, incluindo aqueles que estabeleceram as chamadas "Escolas de Aprendizagem Ocidental". As três escolas mais famosas, ou "bandas", como eram chamadas, estavam localizadas em Kumamoto, Sapporo e Yokohama. A banda Kumamoto foi liderada por uma professora americana, LL Janes, que ensinou um currículo ocidental de matemática, história e inglês, mas que também expôs seus jovens filhos de samurais aos princípios do cristianismo. Esses jovens das bandas ocidentais aprenderam sobre ciência, tecnologia e religião ocidentais. Alguns dos primeiros líderes do Japão moderno eram cristãos, embora o cristianismo continuasse sendo uma religião minoritária no Japão, nunca ganhando mais do que 1% a 2% da população.
Talvez a universidade privada mais conhecida do Japão, a Universidade Doshisha, tenha sido fundada em 1875 por Niijima Jo, um ex-membro da Banda Kumamoto, e por Jerome Davis, um ministro da Congregação. Niijima foi um dos primeiros japoneses a ser educado nos Estados Unidos (no Amherst College). Como algumas outras universidades privadas no Japão, Doshisha adotou currículos semelhantes aos das instituições educacionais ocidentais. Tem seis grupos acadêmicos principais - teologia, direito, economia, letras, comércio e engenharia - com mais de 25.000 alunos matriculados.
Doshisha também foi a primeira universidade no Japão a admitir mulheres. As universidades privadas desempenharam um papel importante na coeducação, pois o governo, em 1879, restringiu a coeducação às escolas primárias (ou elementares). Foi somente através do apoio de grupos privados que as escolas secundárias e o ensino universitário ficaram disponíveis para as mulheres. Os missionários cristãos eram particularmente ativos no apoio a escolas secundárias e faculdades de coeducação e mulheres. Também desempenhou um papel importante no desenvolvimento da educação das mulheres durante o Período Meiji, Tsuda Umeko, que havia sido estudante da Missão Iwakura em 1871 e tornou-se uma das primeiras mulheres japonesas a estudar nos Estados Unidos. Após concluir os estudos no Bryn Mawr College e também trabalhar como tutor e professora de mulheres jovens no Japão por muitos anos, Tsuda fundou a Escola de Inglês para Mulheres (agora chamada Tsuda College) em Tóquio em 1900. O governo apoiou fortemente a coeducação nas escolas primárias. no Período Meiji, mas recebeu o apoio de muitos indivíduos e grupos privados dedicados para manter as oportunidades educacionais para as mulheres nos níveis médio e secundário.
Apesar dos esforços que o Japão estava fazendo para padronizar grande parte de sua educação moderna, seguindo o conteúdo e procedimentos ocidentais, em 1890 havia forte senso entre muitos líderes de que a nação também precisava enfatizar a "educação moral" que era única no Japão. O documento que resultou dessa preocupação com a moralidade na educação foi o Rescrito Imperial sobre Educação, emitido em 30 de outubro de 1890, em nome do Imperador Meiji. Escrito com o conselho e conselho do estudioso confuciano, Nagazane Motoda, o Rescript deixou clara a conexão essencial entre a educação do povo e os princípios do pensamento e lealdade confucionista ao imperador. Alguns trechos do documento de 315 palavras seguem:
Conheça vocês, Nossos súditos: Nossos ancestrais imperiais fundaram Nosso Império em uma ampla base e eterno ... Nossos súditos, sempre unidos em lealdade e piedade filial, têm de geração em geração ilustrado a sua beleza. Esta é a glória do caráter fundamental do Nosso Império, e aqui reside a fonte da nossa educação.Vós, nossos súditos, sejam filiais a seus pais, afetuosos com seus irmãos e irmãs;como maridos e esposas são harmoniosos, como amigos verdadeiros; carreguem-se em modéstia e moderação; estenda sua benevolência a todos; buscar aprender e cultivar as artes e, assim, desenvolver faculdades intelectuais e poderes morais perfeitos; além disso, promover o bem público e promover interesses comuns;respeite sempre a Constituição e observe as leis ... e assim guarde e mantenha a prosperidade do Nosso Trono Imperial coeval com o céu e a terra.
A promulgação deste documento serviu como uma medida corretiva para as influências ocidentais mais liberais sobre a educação desde o início da Restauração Meiji.Distribuído em todo o país pelo Ministério da Educação, o Rescript lembrou à população que a educação estava intrinsecamente ligada às necessidades da nação, aos valores confucionistas tradicionais e a uma Casa Imperial descendente do céu. Ele foi lido durante eventos cerimoniais em escolas de todo o país, com a devida reverência necessária. Embora geralmente aceito pelo povo, um incidente famoso de uma resposta inadequada permanece bem conhecido no Japão até hoje. Uchimura Kanzo, uma professora de ensino médio que havia sido educada no Japão e nos Estados Unidos, aparentemente não se curvou de forma suficientemente respeitosa à assinatura do Imperator no Rescript quando foi lida em sua escola. Este incidente levou-o a deixar a escola, após o que se tornou um famoso jornalista e figura religiosa até sua morte em 1930. Por volta de 1900, Uchimura fundou o que se tornou o maior ramo do cristianismo indígena no Japão, Mukyokai, ou cristianismo não cristão.
No final dos anos 1900, o Japão tinha visto um desenvolvimento considerável de todas as partes de seu sistema educacional - ambos sob a influência de especialistas ocidentais e sob o olhar atento de nacionalistas que asseguraram que o país mantivesse seu foco confucionista e imperial. Com a direção do Ministério da Educação e seu influente primeiro-ministro, Mori Arinori, o país tinha um sistema escolar obrigatório em todo o país; cerca de 500 escolas secundárias em todo o país, com algumas oferecendo formação técnica e outras fornecendo matérias académicas tradicionais; e um sistema de elite de universidades públicas e privadas que preparavam estudantes para o ensino, medicina, direito, serviço governamental e outras profissões.
Nos primeiros anos do século XX, a frequência nas escolas primárias continuou a aumentar para mais de 90% e, em 1907, os anos de escolaridade obrigatória aumentaram de três para seis. Desde a década de 1890 até o início da Primeira Guerra Mundial, a pressa do Japão em industrializar e criar um forte exército levou a um foco maior na educação e treinamento industrial do que no passado. As vitórias na guerra sino-japonesa (1894-1895) e na guerra russo-japonesa (1904-1905) estimularam essa mudança de direção. A educação japonesa veio de certa forma sob a influência dos movimentos mundiais democráticos, socialistas e relacionados que estavam "no ar" após a Primeira Guerra Mundial e depois da Revolução Russa. Um exemplo foi o Shin Kyoiku Undo (Novo Movimento Educacional), que enfatizou a individualidade das crianças e encorajou os esforços de cada criança para demonstrar iniciativa de maneiras que não eram amplamente refletidas na educação confucionista convencional. Embora esse movimento tenha perdido o favor quando um clima mais conservador retornou durante o militarismo da década de 1930, influenciou significativamente a direção da educação japonesa durante o período Taisho (1912-1926). Outra tendência notável do período após a Primeira Guerra Mundial foi a expansão do número de faculdades e universidades. A Ordem Universitária de 1918 estimulou esse crescimento estendendo o reconhecimento do governo a instituições pós-secundárias que não estavam associadas ao governo.Estudantes surgiram nas escolas particulares como resultado dessa mudança.
O militarismo dos anos 1930 e o começo da Segunda Guerra Mundial acabaram com o breve período do Japão, durante o qual idéias progressistas foram promovidas na educação. Agora as escolas poderiam ser melhor caracterizadas como ferramentas do estado. Até mesmo o nome das escolas primárias foi mudado para kokumin gakko, ou escolas de pessoas nacionais, refletindo sua missão de treinar súditos leais para o império japonês. Os graduados do kokumin gakko eram obrigados a frequentar o seinen gakko, escolas que enfatizavam os tipos de habilidades vocacionais que serviriam ao país em seu esforço de organizar uma grande expansão militarista. Até mesmo livros didáticos foram usados ​​durante o período de guerra para reforçar os objetivos ultranacionalistas do Estado. Um conjunto de textos, chamado Kokutai No Hongi(Princípios Cardeais da Entidade Nacional), serviu ao propósito do governo de controlar o pensamento das pessoas e seu acesso a uma ampla gama de informações históricas.
Após sua derrota na Segunda Guerra Mundial, o Japão foi ocupado pelas Forças Aliadas sob o comando do Comandante Supremo das Potências Aliadas (SCAP), General Douglas MacArthur. De 1945 a 1952, as forças de ocupação procuraram transformar o Japão em uma democracia e desmilitarizar o país. Uma parte significativa do plano envolveu a alteração do sistema educacional que fazia parte da cultura pré-guerra e de guerra. A chamada "educação moral", central para o ultranacionalismo do período de guerra, foi encerrada. O principal catalisador de todas as mudanças foram as Missões Educacionais dos Estados Unidos no Japão, que ocorreram de 1946 a 1950. As recomendações dessas missões formaram os planos pelos quais a educação foi reformada após a Guerra.
A peça central da transformação educacional do pós-guerra no Japão foi uma série de reformas que ocorreram em 1947. Elas foram supervisionadas pelo SCAP e pelo Conselho de Reforma da Educação, formado por civis japoneses. No centro das reformas estava a Lei Fundamental da Educação, que substituiu o Rescrito Imperial de Educação de 1890, emitido pelo Imperador Meiji. Consistindo de um preâmbulo e 11 artigos, a lei substituiu a antiga ênfase em treinamento para ser um sujeito leal do imperador com um novo enfoque nos seguintes princípios: igualdade de oportunidades para a educação para todos os cidadãos, coeducação, o pleno desenvolvimento da personalidade, uma apreciação e respeito pela verdade e justiça, e uma nova ênfase na liberdade acadêmica para o corpo docente. A seguir estão algumas características específicas do sistema reformado:
A estrutura 6-3-3-4 com seis anos de escola primária (também chamada de escola primária), três anos de escola secundária (também chamada de ensino médio ou escola secundária), três anos de ensino médio (também chamado de ensino médio). ) e quatro anos de
Educação obrigatória por nove anos - isto é, tanto para o ensino fundamental quanto para o secundário.
Educação de pessoas deficientes
Substituição de livros didáticos produzidos pelo governo por textos que foram publicados em particular, com menos envolvimento do governo do que no passado
Nova ênfase na formação de professores de escolas públicas em nível universitário
Mudança do controle central total da educação para uma autonomia muito maior nas aldeias, cidades e prefeituras
Permissão para ter sindicatos de professores e outras organizações de apoio, como grupos de pais e mestres
A maioria das reformas foi mantida depois que a ocupação terminou, mas houve algum retrocesso quando um governo conservador chegou ao poder em 1956. Por exemplo, o governo aumentou seus esforços para revisar livros didáticos, influenciar nomeações para conselhos escolares locais, colocar restrições a sindicatos de professores esquerdistas. e restabelecer algum nível de educação moral no sistema escolar.
As décadas desde a década de 1950 trouxeram poucas mudanças estruturais à educação japonesa. No entanto, vários eventos sociais e políticos se relacionaram com a educação, como os seguintes: crítica da influência do governo nos livros didáticos nos anos 60;manifestações estudantis em 1968 contra o aumento dos custos de uma educação universitária; a introdução, em 1979, de um exame geral de admissão geral para as universidades públicas; e a preocupação de que academias privadas sejam necessárias para complementar a educação pública de uma criança, se ela tiver uma boa chance de ser aceita em uma universidade.
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mujeresbacanas · 8 years ago
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La última samurai
Nakano Takeko
 (1847 - 1868) 
Nakano Takeko fue una de las últimas samurais en la historia de Japón; luchó y murió en la guerra Boshin. Nació en Edo y fue intensamente entrenada en artes marciales y educada en literatura por su maestro y padre adoptivo Akaoka Daisuke. Nakano se dedicó a ser instructora de artes marciales y formó un pequeño escuadrón de samurais. En Japón las mujeres guerreras, conocidas como onna bugeisha, eran entrenadas en el manejo de la naginata, un arma larga exclusiva para ellas, equivalente a la katana para los hombres.
Nakano y sus guerreras se prepararon para combatir en la Guerra Boshin, que fue la última gran guerra civil de Japón. El conflicto enfrentaba al bando del shogun Tokugawa, que mantenía el poder en la isla desde hace tres siglos contra el bando imperial que quería recuperar el mando. Takeko dirigió un cuerpo de combatientes femeninas que lucharon de forma independiente. Oficialmente no formaron parte del ejército porque las mujeres no participaban de la guerra.
En la batalla de Aizu, Nakano luchó con su naginata con determinación y maestría, fue una batalla estrecha hasta que recibió un disparo en el pecho. Para evitar caer prisionera en manos del enemigo, le pidió a su hermana de combate que la asistiera en el ritual de seppuku, entonces Yuko la decapitó y enterró su cabeza bajo un pino. “No se llevarán mi cabeza como trofeo”, dijo Nakano.
Hoy existe un monumento en su memoria junto a su tumba; cada año durante el festival otoñal de Aizu en Fukushima, un grupo de chicas jóvenes visten la hakama y bandas blancas en su cabeza para conmemorar la valiente lucha de Nakano y sus guerreras.
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ochoislas · 4 years ago
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CERRO FRONDA DE BAMBÚ (Proemio y cuartetas)
Cerro Fronda de Bambú no es sino Cerro Verde, por otro nombre. Ya hace unos años que armé un cobijo con bardas amarillas y me fui a vivir allí. Hace poco pensé levantar otra cabaña y llamarla de la Fronda de Bambú. La podría usar de vez en cuando para sentarme a meditar o deambular, leer y recitar las escrituras, o canturrear a solas. Pero aún está por hacer.
El calor de la canícula es tan fuerte este año que he dejado de enseñar y de estudiar. Las montañas están en calma, los días son largos y los paso paseando una y otra vez bajo los altos bambúes. Dijérase que las hojas retienen la brisa y se pudiera casi tomar un puñado de aire fresco en las manos. No se trata de un elegante pasatiempo que se preste a la escritura, pero he consignado lo que me vino a la cabeza y compuesto esta decena de cuartetas de cinco caracteres sobre la Choza de la Fronda de Bambú.
Frente al alero, titilan frondas de bambú; tras el alero, telón de frondas de bambú; sobre el cumbrera, celada de frondas de bambú y entremedio un viajero prendado del bambú.
Cuerpo leve como farfolla de bambú; hojas apuntadas como barquichuelas bogando al albur por el gran vacío, a la zaga de los vientos, boyando libres.
En sus nudos el vano del vacío, en las hojas el color de la forma; forma y vacío al fin son uno sólo y yo me embozo entre ambos.
Gensei
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tomasbarrosblog · 5 years ago
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Ine Kusumoto: a tempestade perfeita?
Ine Kusumoto era uma mulher que tinha tudo para dar errado.
Ela era alguém que a sociedade japonesa certamente iria rejeitar e desprezar totalmente. Filha de uma (suposta) cortesã e um estrangeiro, nascida no Japão do século 19. Se ainda hoje o país é extremamente conservador e desconfiado de estrangeiros, imaginem como era naquela época! 
  E Ine Kusumoto, apesar de tantas desvantagens, conseguiu tornar-se médica, ser mãe solo e ganhar muito respeito e admiração da sociedade em geral. Como isso foi possível?
  Panorama histórico
  Nos anos 1800, ainda vigorava no Japão a política isolacionista do sakoku (“país fechado”). Apesar do nome, isso não queria dizer que o contato com outras nações fosse totalmente bloqueado. O comércio exterior existia, mas era rigorosamente limitado. A ilha de Dejima era o único lugar em todo o Japão onde estrangeiros podiam entrar e circular, com raríssimas exceções. Os japoneses “comuns” também dificilmente tinham permissão para entrar em Dejima. A sakoku buscava, entre outras coisas, impedir que idéias e costumes estrangeiros influenciassem o povo japonês.
Vista do porto de Nagasaki, pintura de Kawahara Keiga. Dejima é a pequena ilha artificial em formato de lua, à esquerda.
Os pais
  O pai de Ine Kusumoto era Philipp Franz von Siebold, brevemente retratado em nosso texto sobre japanófilos. Curiosamente, embora Ine tivesse o apelido de “Oranda O-Ine” (Ine da Holanda), seu pai era alemão. O engano aconteceu porque ele estava a serviço dos holandeses, que detinham exclusividade no comércio com o Japão na época. Ambicioso, inteligente e habilidoso em relações interpessoais, Siebold veio ao país disposto a fazer nome como médico e cientista. Conseguiu estabelecer contatos e fez amizades com japoneses apesar das dificuldades impostas pela sakoku. Com isso, obteve uma quantidade gigantesca de informações, que mais tarde o tornaram um “especialista em Japão”. Também foi graças a esses contatos que Ine obteve oportunidades impensáveis para uma mulher dessa época.
  Taki Kusumoto, a mãe de Ine, era uma cortesã que foi enviada a Dejima para ser concubina de Siebold. Entretanto, há dúvidas sobre esta parte da história.
  Ao que parece, Siebold insistiu em ter uma concubina virgem porque temia pegar sífilis. Além disso, em carta à sua família, ele teria mencionado que Taki era de família nobre. Entretanto, como há pouca informação comprovada sobre ela, não dá para se ter certeza de nada.
  De qualquer forma, tudo indica que, no final das contas, Siebold acabou amando Taki de verdade. Ou, pelo menos, passou a considerá-la como mais do que uma simples “companhia temporária”.
  Ine nasceu em 1827, quatro anos depois que Taki se tornou concubina de Siebold.
Taki Kusumoto e Philipp Franz von Siebold, os pais de Ine.
  O caso Siebold
  Quando Ine completou dois anos de idade, seu pai foi expulso do Japão, acusado de traição. Sempre ávido por conhecimento, Siebold colecionava não só espécimes de plantas e animais, mas também todo tipo de objetos. Entre esses itens estava um mapa, que conseguira com um cartógrafo da corte japonesa. 
  No Japão do século 19, um estrangeiro apossar-se de um mapa (que poderia conter informações estratégicas) era algo gravíssimo. O cartógrafo foi condenado ao seppuku(*) e Siebold, expulso do país.
  Por causa da lei vigente na época(**), Siebold não pode levar Taki e Ine consigo para a Europa. Entretanto, ele cuidou para que ao menos elas ficassem financeiramente amparadas. Era sua obrigação, claro, mas os registros indicam que Siebold foi bastante generoso. Seus amigos se comprometeram a cuidar delas e informá-lo de qualquer necessidade.
O pai de Ine foi expulso do Japão por causa de um mapa.
  Uma mulher independente
  Ine herdou do pai o gosto pela Medicina. Porém, mulheres japonesas daquela época não tinham acesso a uma educação científica. Estudavam o básico e, se fossem nobres ou ricas, talvez pudessem se dedicar à Literatura, mas não profissionalmente. Embora não houvesse uma proibição formal, a sociedade impunha obstáculos. A prioridade máxima da mulher no antigo Japão era casar e ter filhos, ponto. 
  Felizmente, Ine escapou a essa regra. 
  Durante os anos passados no Japão, seu pai tinha fundado uma escola de medicina ocidental. Vários de seus alunos ajudaram na educação de Ine. Mais tarde, iriam também apresentá-la a pessoas importantes, que se tornariam seus pacientes.
  Aos dezoito anos, ela começou a estudar obstetrícia com um ex-aluno de seu pai, Ishii Soken. Em 1851, Ine engravidou e precisou interromper os estudos. Ela deu à luz a uma menina, Takako. Embora Ine nunca tenha revelado nada a respeito, suspeita-se que Ishii Soken a estuprou. Soken tentou retomar contato com ela, chegando a propor casamento, mas foi rechaçado com firmeza. 
  Ine continuou a estudar após o nascimento da filha, deixando a bebê aos cuidados de Taki. Ela se tornou discípula de vários ex-alunos de seu pai, mas nunca voltou a falar com Ishii Soken. Também nunca se casou, preferindo criar Takako apenas com ajuda de sua mãe.
Takako, a filha de Ine Kusumoto.
  Ventos da mudança
  Em 1854, com a abertura do Japão ao ocidente, a política do sakoku deixou de existir. Passados alguns anos, Siebold finalmente conseguiu retornar ao país. Após tanto tempo, muitas coisas tinham mudado, claro. Ele, assim como Taki, havia se casado novamente e formara uma nova família. Apesar disso, Ine reencontrou o pai e morou com ele por algum tempo. Ela conheceu seus meio-irmãos, Alexander e Heinrich, com quem manteve boas relações por toda a vida.
  Ine foi construindo sua reputação e, aos poucos, ganhando pacientes e elogios da comunidade médica ocidental no Japão. Sua competência e habilidade chamaram a atenção de pessoas importantes como Date Munenari, um nobre daimio (***) de Uwajima. Ele a contratou como médica exclusivamente das mulheres de sua família. 
Date Munenari vestindo quimono (esq.) e roupas ocidentais (dir.)
Mas o ponto alto da carreira de Ine foi em 1873, ao atender ao parto da consorte do Imperador Meiji. Pela primeira vez na história, uma mulher de origem “impura”, praticante de medicina ocidental atendia um membro da família imperial.
  A tempestade perfeita
  Provavelmente a vida de Ine Kusumoto seria muito diferente em qualquer outra época. Pode-se dizer que ela nasceu na hora certa.
  A formação profissional de Ine aconteceu num vácuo entre a queda do shogunato Tokugawa e a consolidação da era Meiji. Foi um período em que antigas regras eram abandonadas, mas ainda não se sabia bem quais seriam as novas regras.
  Naquele breve momento, gênero, origem e status social tiveram menos importância que competência e talento.
  Após a consolidação da era Meiji, essa janela de oportunidades se fechou. Quando as novas regras foram totalmente entendidas, viu-se que não eram tão diferentes das antigas. Afinal, europeus eram tão preconceituosos quanto japoneses, a única diferença era o jeito de expressar.
Como deviam ser as mulheres japonesas de antigamente: belas, recatadas e do lar.
Fora desse curto período de liberdade, uma mulher inteligente, talentosa e independente como Ine teria sido execrada. Iriam criticar sua “rebeldia” por não se casar e querer “fazer trabalho de homem”. Desprezariam seu “sangue impuro” e a medicina estrangeira que ela praticava. Nunca lhe dariam uma oportunidade real de provar o seu valor. 
  Porém, naquele período de grandes mudanças, ninguém sabia com certeza o que era condenável ou não. E por isso, Ine conseguiu o que parecia impossível.
  Felizmente, ela nasceu na tempestade perfeita. Com certeza enfrentou muitas dificuldades, mas quando se abriu aquela janela de oportunidades, soube aproveitar o momento como ninguém.
  Ine Kusumoto faleceu em 1903, aos 76 anos. Estava realizada profissionalmente e desfrutou da companhia de família e amigos até o fim.
Ine Kusumoto
(*) seppuku: também conhecido como harakiri. Suicídio ritual.
(**) essa lei proibia filhos de japoneses com estrangeiros de sair do Japão. 
(***) daimio: grande senhor de terras.
  Fontes (sites):
Wikipedia
Wikipedia (Sakoku)
Not Even Past
People Pill
Jama Network
Samurai Archives
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libroslowcost · 6 years ago
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El periodo Momoyama (1573-1615) es quizás la época más representativa de toda la historia de Japón. En ella se logró la unificación de todo el país bajo el poder único de Toyotomi Hideyoshi, tras innumerables guerras civiles. Le sucedería Tokugawa Ieyasu. Hasta mediados del siglo XVI el territorio japonés estaba fragmentado en manos de muchos señores feudales (daimyo), que ambicionaban llegar apoderarse de todo el país. Al final del siglo XVI uno de estos daimyo logró comenzar este proceso de unificación, Oda Nobunaga (1534-1582). Este proceso fue continuado por uno de sus generales, Toyotomi Hideyoshi (1537-1598), y fue completado por un aliado suyo, Tokugawa Ieyasu (1543-1616). Los mismos señores feudales, que antes intentaban conseguir poderes individuales, colaboraron para la unificación de todo el Japón. Este dominio de los señores de la guerra sobre todos los daimyo despertó en ellos el deseo de mostrar a sus súbditos la grandeza de su poder: palacios impresionantes con ricos interiores, castillos majestuosos, obras de arte de todas clases... Es por ello que este período se considera la edad de oro del arte japonés. Más libros de historia en nuestra web. 1 libro x 3€ 📕 2 libros x 5€ 📕📕 5 libros x 10€ 📕📕📕📕📕 www.libroslowcost.es ¿Quieres vender tus libros? Te los compramos. Para lotes grandes en Madrid provincia vamos a recogerlos. Llama o escríbenos!!! #librería #segundamano #Libros #librosbaratos #lowcost #compramoslibros #queleer #librosonline #lectura #amoleer #librosrecomendados #books #read #bajoprecio #cultura #novelas #librosandcompany #fotografía #arte #escribir #literatura #bookstore #compramostuslibros #venderlibros #lectoresunidos #momoyama #japon
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ochoislas · 4 years ago
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Comparto morada, cuidando de mi madre, a medias seglar, a medias monje. Puesto que resido en el bajo mundo, llámenme hombre de doble Vehículo. Cruzo el vacío, huyendo la casa en llamas; cierro la puerta, guardando la llama al viento. Entre diez mil cuidados, nada pretendo... aselado muy alto, soy como el halcón ahíto.
*
Escampó la lluvia y mejoró mi dolencia; salgo a caminar un rato con mi madre. Echamos sandías a flotar para aliviar el calor; hervimos té para purgar las ilusiones. Bregan bambúes, cabizbajos frente a la brisa; baten persianas, rizadas como el regato. Sacudimos el vestido en el recoleto collado y la canícula se torna llovizna otoñiza.
Gensei
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