#leeré más tarde :)
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Encontré este escrito navegando, espero les agrade
Las locas que leen poesía.
El punto débil de todo hombre debería de estar entre un libro y una mujer.
Las locas que leen poesía, ésas que por las mañanas se toman una taza de café caliente o les gusta hacer el amor antes de irse a sus labores, que por las tardes te dicen "vamos por una cerveza o una copa de vino" y se la pasan mirando al cielo buscando entre las nubes formas de animales. Me gustan las adictas a la poesía, ésas que siempre cargan un libro en su bolso, y aunque no lo utilicen ellas se sienten más completas llevando ese libro a todos lados. Esas locas que por las noches te dicen "mira qué hermosa se ve la luna", o te comentan "esta noche leeré un poco y creo después me iré a dormir desnuda", intentando provocarte con ese coqueteo sutil que las caracteriza.
Me gustan las locas que leen poesía porque ellas cargan letras en el corazón, el pecado en sus labios, el deseo en la mirada, muchos sueños sobre el amor en su cabeza y traen los sentimientos a flor de piel. Ellas se saben de memoria todas esa palabras rebuscadas que usan los hombres para conquistarlas, pues ya las han leído todas, a ellas difícilmente las engañas con eso, así que no seas tan ordinario y busca otras estrategias para ganártelas.
Para conquistar a una amante de la poesía no se necesita leer poemas eróticos o románticos, ellas mismas son un poema de esos que cambian tu vida. A ellas les encantan los hombres de verdad, que sepan leerlas en sus momentos difíciles, en sus días de depresión, que sepan cuando necesitan un abrazo, cuando quieren sólo sexo o cuando desean amor y también hacerlo.
A las amantes de la poesía les gusta un hombre que sepa leerlas entre líneas, que entienda que las cicatrices que llevan grabadas en su alma y en la piel son las letras del poema de su vida, y esos versos ni el tiempo los podrá borrar.
—-☮️
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Okay primero habria que empezar por el hecho de que nunca se necesito realmente una escuea de magia dentro de latinoamerica, como llego a esto? sencillo, empecemos por el hecho de que cuando llegaron los españoles eramos indigenas, personas que vivian en contacto con la naturaleza y que gracias a su por así decirlo “ignorancia” nunca se vio la magia como algo que se podía realizar para dañar a otros, muchos menos Sabina del alcance que podía llegar a tener, los chamanes que existían dentro de las tribus fueron el reflejo de la primera manifestación mágica para estas personas.
Junto con la llegada de los españoles llegan los católicos, quienes se encargarían de apaciguar y domesticar de alguna forma a los indígenas, a que quiero llegar diciendo esto?
Junto con la llegada de los católicos llegan los primeros magos de España, que tenían la misión de educar a todos los magos y brujas jóvenes para que no asustarán a los españoles y poner en evidencia todo el mundo mágico, es aquí donde nace Castelobruxo, un santuario donde los chamanes de las tribus que rodeaban en aquel entonces amazonas podían mantener sus costumbres y poder transmitir de forma pacífica sus cocimientos de generación en generacion
Durante la colonización los magos y brujas nativos de las tierras se mantuvieron ocultos para no ser explotados o asesinados por los españoles, si las costumbres quedaron, pero no podían ser manifestadas para no tener que lidiar con los españoles.
Es gracias a la independencia y a los distintos tratados que se forman durante ella (periodo entre 1800 y 1870 si no me equivoco) que se formaron las demás escuelas alrededor latinoamerica, estimo que al menos unas 7 u 10 (organizaré esto más tarde) en dónde se crearon alianzas en distintos países para poder formar a los magos y brujas del futuro
Con esto dicho, si, hay más de una escuela de magia en Latinoamérica, pero se encarga de la magia que es netamente necesaria para poder vivir y defenderte además de por supuesto saber de las costumbres que practicaban tus ancestros pero sin poder ejercerlas, para esto nace otra escuela, una que pudiera recibir a estudiantes de distintos países y poder fomentar la unión entre ellos [para este punto ya estoy muerta de sueño, solo escuchen mi delirio], la misma cuenta con los espacios, herramientas y educación para poder ejecutar los distintos rituales que practicaban nuestros antepasados, por supuesto hay profesores que se especializan en más de un país, por ejemplo el mismo de Venezuela, lo comparte también Colombia y Ecuador, dando "Tradiciones del Chamanismo" (o quizás lo cambie, depende de como vea esto en la mañana), es un total de 8 años, y saldrás con un título de mago/bruja especializado en las artes de...
Por supuesto también habrán nativos que entren a estás escuelas, sin embargo hay uno que otro país que se ve excepto en este sentido ya que piensan que este tipo de conocimiento puede transferirse solo de familiares a familiares
Por hoy eso ha sido todo, leeré sugerencias, preguntas, si quieres usar esta información para tu propio beneficio no tengo ningún problema pero por favor etiquetame o da derechos de autor y saber que haces con este delirio que escribí
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SEÑOR POE
4 de febrero, 1984. Cumplo 15 años. Mi papá me pregunta qué quiero de cumpleaños. Le digo que dinero para un libro. Se me queda viendo raro, hace una mueca curiosa, saca la cartera y me da un billete. Ese libro ya lo tenía separado desde hacía una semana en la librería Castillo, una sucursal que estaba en el Mol del Valle. Vivía a media cuadra de la avenida Vasconcelos y tan pronto tuve el billete en la bolsa me subí a un camión urbano y llegué al Mol. Ya en la librería me distraje un poco viendo otros títulos pero el encargado me reconoció y se acercó a recordarme lo del libro; —éste es el último ejemplar, joven, —dijo entregándomelo— ya no nos van a mandar más. No dudé ni un instante y pagué la cuenta. Me entregó esta nota de remisión y la puse dentro del libro. Desde entonces ha estado ahí.
El tema de Edgar Allan Poe me obsesiona desde quinto año de primaria. Parte de la biblioteca de mi abuelo materno estaba en casa de mis papás. Había de todo, pero un pequeño volumen captó mi atención: una selección de cuentos de Poe. Creo era de los años 30´s. En la primer página venía una viñeta con un el busto del autor y después el índice. Joyas como el barril de amontillado, el corazón revelador, la caída de la casa de Usher y los asesinatos de la calle morgue me impactaron de manera tremenda. Recuerdo tanto los cuentos como las pesadillas que generaron. Desde entonces mi predilección ha sido por la literatura extraña y de terror. Cuando vi los cuentos completos del autor en el estante me emocioné mucho. De regreso, iba en el camión hojeando el volumen. Me sorprendió ver una cantidad de cuentos que nunca había escuchado. Cuando llegué a casa, mi mamá dijo que íbamos a salir todos a cenar para festejar. Yo la verdad no tenía muchas ganas de convivir pero hice caso. Creo que fuimos a unos tacos, no me acuerdo. De lo que sí me acuerdo es que tan pronto llegué a casa me encerré en la recámara y me puse a leer. El primer cuento me dejó patidifuso: el sistema del dr. Tarr y el profesor Fether. Seguí con los hechos en el caso del señor Valdemar, que me dejó particularmente afectado y creo haber leído también William Wilson, un caso de Dopelganger. Me acosté tarde y con la cabeza llena de escenarios sombríos, asesinatos, voces del más allá y alucinaciones. Fue un cumpleaños memorable.
Releo a Poe cada tanto. La variedad de temas que presenta es tal que siempre hay algo para cada día. Pero además Poe se ha vuelto uno de esos amigos raros que siempre están ahí, merodeando por tu calle, tu patio y dentro de casa, esperando a que lo invoques para tener una inquietante y perturbadora charla.
Desde ese cumpleaños lo que sí me quedó bien claro es que prefería mil veces estar solo y encerrado en mi biblioteca que andar de fiestas. Pues no hay mejor compañía que los venerables libros y ambiente más estimulante que las atmósferas creadas por la lectura.
Ahí sigue mi libro, esperando el día que me muera.
Hoy es 4 de febrero del 2023, cumplo 54 años, 39 después de ese gran reecuentro con el señor Poe.
Voy a abrir el libro al azar y leeré el cuento que caiga, para no perder costumbre.
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Escucho cada gota golpear en mi ventana, cierro los ojos y por un momento siento tranquilidad pero pornto llega el caos, voy a cama todos los días temprano, pero nunca logro conciliar el sueño, que cambio? Que sucede? Estas bien? Me pregunto a cada momento y no encuentro ni un atismo de la posible respuesta.
Me siento solo, pero he... mi mente y ser me dicen, siempre lo has estado, y me pregunto entonces que es diferente ahora. Eres feliz? Miro mi retrospectiva, y veo a esa persona que aún con tan poco, sentía esa plenitud, esa alegría, que podría asemejarse a un niño de 8 años jugando con sus amigos, no se que me ha pasado, tengo poco, pero más de lo que alguna ves hubiese podido obtener, y se que no pararé, y podré escalar en este circulo social, con expectativas materiales y niveles socioeconomicos, pero... esta ves no siento ansias, esta ves me es indiferente, esta ves solo quiero encontrarle un mejor sentido a la vida, la educación, la constancia, la disciplina, la contsnacia y una infinidad de cualidades son importantes pero me quiero hacer creer que ninguna tiene tanto valor como el sentido a tu vida, cual es tu objetivo, y me refiero a eso que trasciende un carro, una casa, una familia, creo que eso es lo que define nuestro destino, forja nuestro camino, y cuando no lo tienes, no sabes a donde ir. Los días van en automático, haces todo lo que debes hacer pero en un parpadear estas en la cama, esperando poder dormir, y se repite, y repite...
Si llegaste hasta acá, gracias por leerme, si gustas dejarme tu opinión, ten seguro que la leeré y te diré que pienso, y finalmente que tengas buenos días, buenas tardes y buenas noches.
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Lo leeré más tarde
Cuentos de Atemahawke
FIGO
Figo desde niño había sido bien parecido, adaptado, y mas o menos simpático. Figo no necesitaba mas de la vida que lo que está le daba, y para demostrarlo, aunque casi sin planearlo, se casó acabando la carrera de caballero, con la chica bonita del pueblo llamada Ingrid Von Leberkase, y nada pudo haber alegrado más a los cuatro futuros abuelos. La boda estuvo bien planeada, con efiges de papel maché, peinados de concha, y banquetería de nivel estatal. Después de la celebración, y con los cocteles ayudando a silenciar el futuro, Figo y su mujer iban realmente dormidos mientras el caballo los introducia más y más en lo profundo del bosque.
De pronto lo despertó una intensa exclamación de su mujer:
¡Figo, mira!
Ofuscado por el alcohol, le tomó algo de tiempo explicarse lo que veía. A escasos veinte metros del camino había un árbol enorme con ventanas, y una puerta. Su esposa bajo del caballo, y corrió hacia la casa. Se acercó con cuidado de no parecer mal intencionada, y al asomarse vio el interior de una pequeña casa acogedora, donde unas criaturas peludas y adorables, con cuerpo de humano, axilas de perro y narices de codo de labrador reían y comían hojaldres bañados de miel, piñones, y pasas, mientras contaban historias alrededor de una chimenea-fogata. El frío arreciaba, y Figo no le pudo decir que no cuando su esposa le pidió que tocara la puerta. Las criaturas, cubiertas de un pelambre suave, y con cara como de pandas, los invitaron amablemente a sentarse y a beber un vino dulce con especias. Después de presentarse y platicar, los anfitriones sacaron una vela grasienta de una caja de palofierro, y le preguntaron a la pareja: “¿han jugado destinitos?”. “Si”, mintió Figo, mientras su esposa miraba fijamente la fina construcción de la caja.
“Bien!”, rieron, “¿Entonces no te importará que tu mujer apague la vela?”.
Figo, prefirió lucirse que preguntar, tomó por la muñeca a su mujer, y le pidió soplara a la vela. Su mujer obedeció y desapareció dejando caer la caja. De la caja salió una torre de ajedrez, un torito de botella de vino, y un frasco vacío de gotas para los ojos, mientras Figo recuperaba la sobriedad, las criaturas tomaron actitud de changos, y se reían frenéticamente mientras brincaban de mueble en mueble, gritándole a Figo que había sido una buena. “¿Una buena que?”, preguntó el caballero, ya completamente ensombrecido. El más chico de los tres, sin dejar de reír, tomó a Figo de una patilla con una fuerza sobrenatural, y lo arrastró hacia afuera de la casa.
Afuera, Figo vio que su corcel había desaparecido, y no era de noche mas. El día era tan caluroso que le secó la boca de inmediato. Uno de los peludos y extraños hombrecillos le dijo: “Figo realmente nosotros no te hicimos esto, ni te vamos a decir que lo hiciste tu mismo”, mientras tranquilo y sonriente le preparó su equipaje, explicándole: “Tarde o temprano tu vida cambiaría y que mejor que de una forma tan romántica”. Estallando en risas exclamaron: “¡eso! ¡eso! ¡esto!…..Es filosofía”.
Entonces muy emocionados le explicaron las reglas: “Tu mujer está en una torre, que está en el lomo de un toro… O en un toro que vive en una torre….. O en un toro de torres….. O en una torre de toros…. Tendrás que descubrirlo. Como todo buen juego tienes limite de tiempo, ya que el toro salió del océano y muy pronto regresará inevitablemente ahogándola. Nosotros te regalaremos este flamante unicornio, tu deber será buscarla” Figo montó su lánguido unicornio y le clavó lastimosas las espuelas, entre las costillas, forzándolo a correr en buscar de su mujer.
Continuara…
HANSEL Y GRETEL
“Preferiria que nunca hubieras nacido”.
Así felicitó su madrastra a Gretel cuando cumplió 5 años. La madrastra, claro está, no era perfecta, pero cualquier conocido que la hubiera oido le habría dado por lo menos una parte de razón. A Gretel la consideraron una niña mala. Siempre mala. Desde que nació era muy notoria su maldad. Mientras las niñas de su edad jugaban con muñecas o a ser madres, Gretel hacía arder los establos de la gente que más necesitaba a sus animales. Ella tenía algo a su favor y eso era que nunca, nunca la descubrían. Debido a su hermosa sonrisa y sus penetrantes ojos rosas nadie podía castigarla. Culparla siempre pero jamas castigarla.
Después vino su hermano menor, Hansel.
Hansel siempre fue débil de cuerpo, mente y espíritu. Era un chico inocente y manipulable. Siempre hacia lo que su hermana le ordenaba. Así vivieron estos dos hermanos hasta que su madrastra convenció a el padre de estos chicos a abandonarlos en el bosque porque ya no había comida suficiente para todos.
Los dejaron en lo más profundo del bosque, diciéndoles que durmieran mientras ellos recogían leña. Los dejaron como se deja a un animal sin gracia. Después de algunos días de caminar tratando de encontrar su hogar, encontraron la acogedora casa de una panadera: La viuda de Barbosa.
La tierna señora era casi ciega y les ofreció adoptarlos. Ya tenía a un niño llamado Emilio, y donde comen dos comen cuatro, ¿no?. A Emilianito le encantaba la idea de tener con quien compartir su actividad favorita, la invención e investigación científica. Hansel y Gretel, agradecidos comieron hasta saciarse y celebraron a su llegada con cantos alrededor de la chimenea.
Parecía que había llegado felicidad al hogar de los Barbosa.
Desafortunadamente, en la noche Gretel se dejó llevar por su ira bien conocida. Se robó las joyas de la casa y la hizo arder (como en los viejos tiempos, se decía, nerviosa). Hansel no terminaba de gritar cuando Gretel lo tomó del cinturón para huir. Vagaron durante dos semanas y al llegar al primer pueblo que encontraron, inventaron una historia ridícula de una mujer que los trató de hacer pan dulce. El pueblo conmovido organizó una excursión para encontrar a la familia de la valiente niña. El coraje que sintió el padre y su mujer al verla se ablandó con las joyas, y los hermanos vivieron felizmente durante unos años, hasta que un incidente mal documentado dejó al papá en un hospital psiquiátrico, y a la madrastra en el bosque, muda.
CHICLOSO
Nublada era una ciudad que había perdido la cuenta de sus habitantes. Era un mar de calles y callejones, cada uno con su olor y forma. Chicloso era un perro dueño de una cantina en el callejón más sombrío de la ciudad. Como el prestigiado empresario que era, tenía que vestirse acorde a su altura, y nunca fue visto sin botas vaqueras, tanga (que cambiaba de estampado cada día), joyas ostentosas, y su bien cuidada mohicana. A pesar de estos hábitos, Chicloso “Chiclo” para sus amigos era un buen perro.empresario, de esos que con solo sonreír, su lengua de fuera te hubiera sacado una sonrisa. Su carrera como bailarín era prometedora. Desde sus inicios en los clubes de danzón más sabrosos de la ciudad, los eruditos del baile le decían que no podían enseñarle nada nuevo. Era impresionante su forma de moverse. La gente se quedaba inmóvil frente a sus habilidades, especialmente cuando bajaba las escaleras haciendo pequeños giros, y desaparecía para aparecer arriba, y hacerlo todo otra vez.
Chicloso siempre se consideró un canino multifacético y esque podia estar furioso un instante, y al siguiente estar bailando sus cumbias favoritas. Claramente era, en su opinión y la de sus amigos y clientes, un artista. Su cantina nunca estaba vacía. Una de las particulares razones para esto eran sus raroz experimentos con ingredientes peligrosos y dificiles de conseguir. Cualquiera con la suerte de arreglarlo de buenas podía pedirle un paseo por la “cocina”, un laboratorio de punta para el desarrollo del arte de embriagar. La especialidad de Chiclo, fuera de la pista de baile, era el “Maxime”, la fuerte combinación de mezcal con axiote y melaza que hizo famosa a su cantina.
Chiclo, siempre perfeccionista, se preocupaba por que todo en la cantina saliera bien, y se enorgullecía de tener al personal más eficiente de toda Ciudad Nublada. Y eficiente era la palabra correcta, porque una sola mesera, un cantante, y Chiclo, tenían que tomar órdenes, embriagar y entretener a la clientela, cobrar, limpiar el piso, mobiliario y platería de una cantina de buen tamaño. Precisamente por esta escasez de manos le dolió bastante que su mesera se fuera sin decir adiós. Siempre había sido explosiva. Lo que lo confundió e indignó, fue la nota en papel bien doblado y tinta rosa que encontró en el escritorio de la oficina ese día:
“En un patrimonio de arrabal me condeno al hueco silecio si, de estatua perfecta silencio si, aburre el calendario, muerde, come televisiones familiares. Afuera el ruido caliente, un tráfico de dos pisos, los alacranes hechos hombre en la cara de mi ciudad. ¿Dejé morusas en el camino? ¿Cómo regreso? ¿Cómo apago esta noche si el oxígeno deliberado defiende mi alerta? Con las uñas encogidas dejo nata en lo ido, me clausuro la libertad por si el vuelo equivocado por si brota tu nombre en mis ojos y funda un reino en mi carácter. ¿Para qué tanta lentejuela en este mar de espejos? Apuesto a perderte, es la única forma de ganar… Gretel”.
MORGAN
Morgan era el producto de una noche de copas entre un pulpo y un marinero de las costas frías o al menos esto era lo que las pantallas le habían dicho. Vivía en las inundadas partes de un barco encallado en el hielo del polo norte y la información que tenía de su pasado se limitaba a los televisores que le mostraban imágenes abstractas y sonidos místicos que para ella eran el pan de cada día. Todas las pantallas estaban colocadas alrededor del inundado barco. Le decían a esta criatura información sobre el mundo exterior.
Un día de marzo un niño llamado Vega entro al barco seducido por los cantos de la joven pulpo. Al verla moverse quedo encantado, entre sus cantos y la luz de las televisiones, se metió con ella al agua helada y la abrazo. El pequeño sobrevivió comiendo la lama que se hacía en todas partes. Así vivieron casi un año. Pasaban días enteros con el cielo nublado, viendo desde la ventana rota del camarote del capitán, como las ballenas salían a la superficie. Su vida se limitaba a cosas sencillas pero hermosas. Un día mientras desayunaban lama, preparándose para ver las auroras boreales, Morgan advirtió a su amiguito de una extraña carta que había recibido dentro de una perla, la cual narraba maravillas sobre el océano que ellos dos no conocían. Muy triste Vega le dijo que quería ir pero él era humano y no podía respirar bajo el agua.
La mujer pulpo, desesperada por la incertidumbre de no poder llevar a su mejor amigo, tomo una decisión. Mientras Vega dormía en su camarote. Lo anestesió con extracto de molusco rojo, le quitó un pulmón; lo cambio por uno suyo, (el cual podía respirar agua). El niño instantáneamente cambio de color y rayas verdes azules aparecieron en todo su cuerpo. Antes que despertara, aunque un poco debilitada, Morgan lo lanzó al agua y cuando Vega despertó ya estaban nadando entre tranquilas algas gigantes que se movían lentamente mientras los dos perdieron el miedo a dejar su antiguo hogar. Quizás era momento para que Morgan dejara de resolver los problemas de otros y solamente se dedicara a flotar entre el inmenso y desconocido océano.
VAQUERO GALÁCTICO
Albino era un pueblo chico. Ahí había un tipo honesto que se dedicaba a arriar vacas. Le gustaba su trabajo, era bueno para su trabajo, y su trabajo le daba para cuidar a su familia. A las vacas no les pudo haber tocado mejor arriero, porque este arriero se consideraba un artitsta del arriaje. A este arriero le llamaban no por su nombre, sino por su oficio, y una vez, cuando le preguntaron “¿Cómo te llamas?” contestó “Arriero”, y le gustó. Arriero desenvolvía su vida en Albino, cuidando a su familia, cuidando a sus amigos, y cuidando a sus familiares. El papá de Arriero había sido arriero, y su mamá, por lógica, esposa de arriero. Sus hijos, hijos de arriero se convertirían algun día en arrieros y se casarían con esposas de arrieros. A cualquiera que no fuera de ahí le pareceria monótono, pero a Arriero le gustaba verlo como su inmortalidad. Así habia sido desde siglos atrás, asi era ahora, y así seguiría siendo. En cada generación el arriero había perfeccionado la técnica de arriar. En estos dias, Arriero había llegado a un método que a juzgar por él, no tenía rival, y si lo tenía, A Arriero no le interesaba. Todos los dias Arriero alimentaba a sus vacas con la pastura más fresca y cariñosamente cortada. Después de una ligera caminata para diferir el desayuno, arriero las llevó a cepillar, antes de hacerles pruebas de sangre para detectar la presencia de bilis y asegurar la presencia de endorfinas, es decir, les hacía pruebas de felicidad.
Después de la comida por lo general las invitaba a la sala, a escuchar la fonola, tocar mítria, o jugar juegos de mesa que habían estado siempre en el baúl. Arriero se despertaba al amanecer, a tiempo para estar rasurado casi todos los dias excepto cuando eran fechas especiales, y esta vez se trataba de su cumpleaños. Al rasurarse a la luz del sol, Arriero pensaba acerca de su vida. Invariablemente le gustaba lo que encontraba al pensar. Todo tenía función y sentido. Se le venían a la mente imágenes de sus dos hijos en la pianola, su esposa en el violín y su hija con una guitarra vaquera. Aunque solo lo imaginaba, estaba seguro de que el niño que su esposa llevaba en el vientre lo acompañaban cantos inaudibles pero existentes. Su teoría le provocó una sonrisa, que se corto con la navaja. Mientras cortaba un trozo de papel para parchar su error, entraron al cuarto en fila india entonando las mañanitas, la esposa del arriero pesadamente embarazada y sus tres hijos, seguidos por la madre de Arriero presentando un pastel de tres niveles un poco chueco, con tres velas delgadas y largas, y otras dos mas que le resultaron un poco extrañas. Arriero abrazó a su mujer y le dio un beso en la frente a su mamá antes de sentarse a soplar las velas. Inhaló profundamente con sus pulmones de campo y sopló con fuerza para no tener que hacerlo dos veces.
Las tres velas largas se apagaron inmediatamente, pero las dos extrañas se negaban rotundamente a apagarse. Cuando ya le empezaba a faltar oxígeno, las dos velas se apagaron de repente, sin humo, sin brasa, sin nada. Cuando volteó a su alrededor, medio mareado pero orgulloso de su fuerza, se encontraba totalmente solo. Ni una señal de la fiesta que había sucedido ahí hacía segundos. Arriero confundido busco primero en el cuarto, luego en la casa, luego en el rancho, y luego de nuevo en la casa. Solo las vacas y su gato estaban ahí. Se sentó en un tronco caído, y su desesperacion era silenciosa porque no había a quién decírsela. Después de una horas, habiéndose olvidado de darle a las vacas de comer, llegó a la conclusión de que esto tenía que ver con las sucias velas (si realmente eran velas) que no se habían querido dejar apagar. ¿De dónde habían salido estas velas? De seguro su mamá las había obtenido de las tres criaturas peludas y risueñas con las que la había visto hacia unos dias. ¿Quiénes eran estas criaturas? ¿Qué eran? De seguro si las encontraba a ellas encontraría a su familia.
En la noche, después de haber alimentado a las vacas con pastura reseca y de mala forma, se acostó solo, con frío, y con su desesperación. Al día siguiente, sin haber dormido, y sin haberse rasurado, llevó a cabo su trabajo, distraido, esperando a su familia de regreso, entumido de miedo y desesperación, Así se acostó, y así se levantó, sin dormir, a hacer lo mismo el díasiguiente. Pasaron tres, cuatro dias. Meses y años. Siguió valiente, con lo poco que quedaba de su vida, esperando que todo volviera a la normalidad. A veces tenía la sensación de que todo había sido una pesadilla, que si se concentraba lo suficiente se podría despertar y ver a su familia. Pero esto era, por supuesto, la respuesta normal de una mente atrofiada por la soledad…
Como no se había rasurado, no había tenido necesidad de verse al espejo. Un día de primavera, harto de huisapoles que le plagaban la barba, decidió rasurarse. Cuando terminó no pudo quitar los ojos del espejo. Lo que vio lo asustó. Vio un hombre acabado y chamagoso. Este no era él, y no podía permitirse ser el. Se desnudó, llevaba años sin lavar su ropa, y se metió a la tina vacía y dejo de prohibirse llorar mientras abría la llave del agua fría serena. Cerró los ojos y metió la cabeza al agua helada. Al sacar la cabeza del agua y abrir los ojos, quedó paralizado al ver una mujer con tentáculos en lugar de piernas, parada en su tina, vomitando tinta con cara de desesperación. En un impulso de pánico Arriero brincó de la tina y cayó boca abajo en el piso del baño. Cuando volteó su cara entintada, estaba otra vez, completamente solo. Esto había sido realidad o una alucinación muy convincente, porque la tina seguía llena de una tinta obscura.
Cuando superó el asco y metió el brazo para quitar el tapón de la tina, se dio cuenta que en la tina se revelaban instrucciones detalladas para construir un tipo de transporte. Las instrucciones, en español, indicaban que se necesitaban por lo menos 7 personas para construir lo que fuera que describían. Como no había nadie en el pueblo fantasma, y la gasolinera hacía mucho se le había acabado la gasolina, decidió enseñarle a las 6 vacas más inteligentes a leer, a hacer operaciones matemáicas básicas, y a manejar herramientas con el hocico.
Entre los siete construyeron este ambicioso transporte. Le adaptaron turbinas de tambo a la casa que construyó cuando hacia mucho tiempo. Construyeron controles con instrumentos de granja, y reforzaron las ventanas como las instrucciones mandaban. Un día, después de mucho tiempo empleado en este proyecto, las vacas ingeniero lo despidieron deseandolse suerte con su español quebrado, mientras las plantas de una casa de rancho flotaban sobre el pueblo vacío. Desde adentro, tras una ventana reforzada, él y su gato se despedían de ellas y se preparaban para una aventura que podía terminar en una explosión inmediata, o un viaje interplanetario. Así, nerviosos, pero sin poder dar marcha atrás, ascendieron hasta salir de vista.
FLAMBI
Flambi es un proyecto caprichoso, concebido por una de las mas grandes mentes científicas de Ciudad Nublada. Este hombre quería un ayudante, pero no quería uno común y corriente. Diseñaría algo que le recordara el oficio de su madre y algo que se moviera por medio de impulsos electrónicos. El resultado fué Flambi, un panque con extermidades robóticas diseñadas para moverse al ritmo de la música y llevar y traer cosas de hasta diez kilogramos. A Flambi y su conciencia choco-chip le gustaba su existencia. Cuando le preguntaban que qué era, contestaba emocionado: ¡Mandadero y bailarin!, Flambi era por naturaleza curioso pero no tenia ningun problema en seguir obedeciendo las ordenes de su amo graciosamente mientras llevaba y traía aparatos.
El desorden en la vida de este curioso panque surgió cuando el doctor escribía cómo le hacia falta un corazón para su creación más importante. Flambi quedo extasiado con esta palabra “¿Para qué funciona?, ¿Yo podria tener uno?, ¿Qué será tan importante de este órgano?” Todas estas dudas iban y venían en la mente-nuez de la curiosa criatura hecha de harina, metal y azúcar.
Un día, al cargar un zapato, no pudo más, y con una sonrisa nerviosa le pregunto a su amo: “¿Qué es un corazón?” El doctor, irritado, le dijo: “Tu no tienes, no necesitas y nunca tendrás corazón, y tienes prohibido preguntarlo de nuevo”. Hasta Flambi tenía su dignidad, y le enojaba no haberse merecido una respuesta. Cuando el Doctor le pidió el otro zapato, a Flambi le dió tanto coraje que se arranco su luneta azul. El Doctor tenía suerte de no haber diseñado un panqué más poderoso.
No fué sino hasta una semana después cuando llegó el doctor con cara de felicidad y un objeto especial: un corazón en una funda de almohada. Flambi pretendía que todo seguía normal pero asombrado observaba cada uno de los movimientos del doctor, mientras trabajaba en su proyecto más celado: La Dama. El Doctor, sintiéndose observado le ordenó a Flambi que se fuera a limpiar el baño. Mientras el esclavo de harina desconsolado cepillaba los azulejos detrás del lavabo, después de horas de impotencia, salió un tentáculo de la tina, y le tocó el hombro. Flambi no tuvo tiempo de asustarse antes de empezar a bailar al ritmo del canto de la mujer pulpo. El robot de repostería bailó mientras la mujer pulpo se arrastraba hacia el laboratorio del Doctor. Cuando escuchó el silenció horrible, seguido de un grito peor, Flambi corrió, tan rápido como sus resortes que funcionaban como piernas lo permitían. Lo que vió es difícil de describir. Una mujer pulpo apoyada en sus manos, con los tentáculos en el aire, con el corazón de la funda en la boca, y un tentáculo sosteniendo cada ojo del doctor. El doctor, confundido y gritando, buscaba la mano de “La Dama” acostada, sin ser terminada, en la plancha fría del laboratorio. La escena quedaría para siempre sellada en el alma de crema del panqué. Nunca odió realmente al Doctor. Paso sus corajes, pero lo quería, y nunca lo habría dañado. El buen Doctor no merecía esto. Mientras la mujer pulpo se arrastraba a la tina, Flambi se acercaba al doctor a consolarlo, y ayudarlo. El inventor hijo de una panadera, recargado en la mesa, con la mano de la Dama en la suya, sacó una navaja de su bolsillo, y con las manos temblorosas se cortó la garganta. Flambi trató de evitarlo, pero no tenía la fuerza, y soló pudo quitarle la navaja cuando ya no tenía caso.
Enojado, corrió al corazón que había dejado caer la mujer pulpo al salir, y lo hizo trizas. Cuando el robot vió lo que tenía en las manos, no pudo pensar en otra cosa más que en huir. Armándose de valor y cobardia, corrió con sus eléctricas patitas hasta la calle, cruzó sin fijarse que casi lo atropellaban y exhausto llego a un callejón donde penso que estaría a salvo. ¿A salvo de qué? Llorando escandalostamente se enterró el trocito de corazón en lo más profundo de su interior de panque e inexplicablemente comenzó a latir. Cuando recuperó el aliento estaba bailando al lado de un basurero pues escuchaba la música que provenía de una puerta sucia y pateada. De esta salió un perro en tanga, y dijo las palabras más gloriosas que Flambi había escuchado: “¡Caray! Tu si que tienes el corazón de un bailarín… ¡Estas contratado!”
EMILIANO
La infancia de Emliano Barbosa dio un giro terrible cuando un incendio le arrebato a su madre. Se había quedado dormido en el sótano estudiando sus tablas astronómicas y cuando lo despertó el sopor del monóxido de carbono, su casa era una montaña de cenizas, donde nunca encontraron los cuerpos ni de su mamá ni de los dos invitados que había esa noche. Cuando cubierto de cenizas llegó a pedir ayuda al pueblo más cercano, tuvo la impresión de que las personas de ahí, que no conocía, le guardaban rencor. Afortunadamente el pueblo tenía un teléfono público, de donde pudo llamar a su tía que lo adopto.
Su tía vivía en Ciudad Nublada, y era la dueña de una funeraria prestigiosa, en una mansión antigua donde solo las personas más reconocidas podían hacer sus servicios funerarios. En cuanto Emiliano recuperó las fuerzas, y como parte de la familia, comenzó a ayudar en el área de arreglo, la pareció un trabajo fantástico. Para una persona con sus inclinaciones científicas era un deleite poder trabajar con tantos cadáveres, y descubrir de primera mano la formación tan elegante de las venas que corrían por sus clientes, y por el resto del mundo.
Así, mientras se ganaba una vida cómoda, estudiaba medicina y muy pronto llego a ser el mejor embalzamador de Nublada, y tampoco era un mal doctor. Más de una vez evitó que enterraran a personas que no habían muerto, sino que sufrían de formas exóticas de catatonia. Al pasar de los años, habiendo perfeccionado su arte, decidió adentrarse en su otra pasión: la de inventor. Ocultándoselo a su vieja tía empezó a tomar partes que nadie extrañaría. Un brazo aquí, una cadera acá. Lo que estaba formando, aunque el sabía que no estaba bien, era demasiado importante para dejarlo: ¿Podría armar una persona completa? Echó una moneda al aire, para decidir si debería hacerla hombre o mujer, y cuando cayó la moneda, quedó decidido. El Doctor Emiliano Barbosa dedicaría su tiempo y experiencia a crear a La Dama. Al Doctor lo descubrieron poco antes de poder terminar su creación , y sin tener idea si funcionaría. Su tía, que lo quería, no llamo a la policía, pero si le prohibió volver a acercarse a la funeraria, y esto obligo al doctor a trabajar clandestinamente y en condiciones menos que ideales, en un laboratorio armado de manera informal en una cochera rentada.
La mujer armada estaba dentro de una tina con hielos y medusas eléctricas que mantenían el agua en condiciones exactas. No pudo contener su emoción mientras se acercaba a insertar el corazón, y tuvo que contener el aliento. Trató de librarse de cualquier distracción pues sabía que su propio corazón no podía soportar emociones demasiado fuertes, y decidió descansar un poco. El doctor se quedó dormido con el corazón en la mano, y de pronto lo despertaron coros que nunca había escuchado antes, sólo vio dos tentáculos que iban a su cara.
VEGA
El show de Vega comienza a las doce en punto, y usualmente un minuto antes de las diez, el lugar esta a reventar. Vega sabe que Chiclo, su patrón no le tiene confianza, pero que lo necesita porque llena la cantina. En las mesas de primera fila siempre están los gatos mas influyentes de ciudad nublada. A las 11:59 cae un silencio pesado en la cantina, y a la media noche se abren las viejas cortinas del escenario.
Damas y caballeros: ¡Vega!.
El reflector se centra en un niño de complexión delgada que se viste de gato.
El disfraz no es nuevo, para quien no lo ha visto antes, es asqueroso. El peluche grasoso le cubre solo hasta los codos y las rodillas, y se nota que la intención nunca fue hacerlo parecer realmente felino.
A primera impresión, Vega inspira lastima. Cuando su acordeón-batería-silbato-harmónica empieza a moverse, inspira nervios y confusión.
Segundos después el instrumento-invento empieza a rugir, la música que emite, empieza por inspirar al público y termina por hipnotizarlo. Quien no queda encandilado con la música se pierde con los mezcales que sirve la coqueta Gretel que con sus dulces y rosas ojos domina a los gatitos y ligeramente les examina su cartera. Gretel saca un par de billetes, y regresa la cartera.
Cuando termina la función, y unas horas después de cerrar, se sientan Gretel y Vega a contar las ganancias. Vega siempre voltea a su ventanita redonda y observa la torre inclinada de donde en ocasiones sale agua a borbotones. Siempre que voltea a la torre, esta realmente maquinando robarle a Chiclo su personalidad y encanto. Mientras, le hace creer a Gretel que la escucha. Gretel prende su cigarro largo y le dice a Vega cuanto quiere dejar de fumar y de hacer el mal. Le dice lo harta que esta de su trabajo. Esa noche llamo su atención que la triste chica empezó a llorar en el lavabo diciendo que estaba cansada de hacer el mal.
-me siento tan vacía.
Vega trato de tocar una canción que la confortara, pero la tristeza de Gretel era demasiada, y los fantasmas que la acechaban eran muchos, de pronto Gretel cuestiono a Vega:
-¿Que es lo que siempre ves por la ventana? Vega molesto la ignoro, y se quedo mirando fijamente al piso 113.
Gretel se asomo y miro también al edificio, como hipnotizada salió del camerino. A Vega le intereso poco que Gretel no se abrigara al salir. Gretel corrió en el frió y sintió con algo de cariño (!) la escoria que amortiguaba sus pasos. Paso por el camino una camioneta de doble cabina, al detenerse le preguntaron:
-¿Cuánto?.
Gretel acostumbrada a esto, y lo ignoro.
Cuando llego al edificio que Vega no dejaba de observar, se sorprendió ligeramente al no saber que hacia ahí. Subió unos pisos por el ascensor medio inundado, y mientras la caja metálica la llevaba al piso 113 sintió una paz muy peculiar, su corazón comenzó a latir suavemente y la música que salía de la vieja bocina en el elevador le hace el viaje ameno. Salió del ascensor en el piso planeado, y entre el agua que corría por sus pies se encontró con la puerta de un departamento. Sus impulsos la llevaban hacia el interior, pero la puerta estaba cerrada con llave. Rompió una pequeña ventana que había en la puerta para abrirla por dentro y se cortó al estirar el brazo. Una vez adentro con el agua hasta las rodillas busco el baño, no tuvo que prender la luz porque el baño se iluminaba con la luz de una vela.
-Te tardaste- dijo Morgan.
-Lo sé- contestó Gretel mientras se hincaba junto a la tina, se bajo un tirante de la blusa. Morgan prendió un cerillo y lo puso en el interior de un frasco de mayonesa bien limpio. Con el cerillo todavía prendido, y con cuidado de no quemarla, le acomodo la boca del frasco en el centro del pecho y lo movió hacia la izquierda. El cerillo consumió el oxigeno entre el frasco y Gretel, pero no se apagó, sino que continuo succionando. Del pecho de Gretel exploto una torrente de sangre, seguido por su corazón sorprendente mente pequeño . Morgan deposito una semilla de mostaza en el orificio que le quedo a Gretel en el pecho y cerro cuidadosamente el frasco . Gretel tomo entre sus brazos a Morgan, porque, aunque sensuales los tentáculos no le servían para caminar.
Antes de salir del departamento, Morgan le pidió a Gretel que la llevara a la recamara. Morgan abrió el frasco y vació el contenido dentro de la funda de una almohada.
A su salida el sol comenzó a salir.
-¿Quien vive ahí?, pregunto Gretel mientras caminaban al río.
-No sé…-
Llegaron a un muelle donde se despidieron y Gretel la dejo caer en el agua tranquila. Moviéndose con gracia , se alejo Morgan mientras que Gretel comenzó a llorar con una sonrisa de paz
Sus lagrimas hicieron germinar a la semilla que llevaba dentro y salieron de sus ojos y de todos los poros de su cuerpo curiosas raíces que se enraizaron firmemente en el muelle.
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2024
Las palabras no me alcanzan para describir lo duro que fue este año. Demasiadas cosas pasaron: incertidumbre, mudanza, inestabilidad económica, duelos, pérdidas, dramas, desamor e ilusiones rotas. Sé que en el futuro voltearé atrás y mucho de esto me parecerá lejano o incluso se irá al olvido pero, de ser posible, me gustaría pedirle al tiempo que no me arrebate o diluya aquel 20 de julio.
Lamentablemente no tengo una buena foto de aquel día, solo una que le tome a un libro como recordatorio para comprarlo después, la única prueba de que aquello realmente sucedió pero… La puntualidad de quedar a las 10 y llegar media hora antes para no hacerla esperar sola; la sorpresa de sentir sus manos que me jalaban al vagón del metro porque me había perdido leyendo, impidiéndome verla llegar; luego estar sentados el uno al lado del otro en el vagón, la timidez buscando iniciar una plática interesante — es más linda de lo que recordaba. Criticar las creencias absurdas que podemos llegar a tener. —¿En qué cosas absurdas crees tú? —pregunto. —En el amor —me responde sin pensar. Suelto una carcajada, inteligente y ocurrente, ¡me encanta!
Salir del metro para continuar el camino a pie, confiar en que esta vez sí leeré bien el navegador y no erraré en la ruta. Recorrer las calles, ella del lado de la banqueta, yo del lado de los carros porque es más seguro para ella. Escucharla quejarse de su compañero incompetente, de cómo su jefe es extraordinario y por qué NO el pobre es pobre porque quiere. Llegar a nuestro destino: una librería, una mujer de palabras entre muchos libros. Almorzar, charlar y recorrer la librería. Ayudo a cargar los libros que le llaman la atención o los que estaba buscando e imagino mil y un tardes de sábado recorriendo librerías con ella, cargando sus libros, leyendo la contraportada de cada uno de ellos esperando que alguno capte mi atención para también leerlo, y comentarlo, y atesorarlo, con ella.
Dirigirnos al centro para ver si encontramos los libros más baratos, primero por metrobús y luego caminando por Reforma. —¿Has probado alguna vez el pan garibaldi del Globo? —No, nunca. —Ven, vamos, tienes que probarlo. Compro dos panes pequeños, uno para ella y otro para mí. Nos sentamos y antes de probarlo le toma una foto. —Sí, soy la morra que le toma fotos a la comida —me río y le digo —Está bien —tratando de ocultar mi anhelo de llevarla a probar las comidas más deliciosas e instagrameables que podamos encontrar.
Llegar a la segunda librería y no encontrar los mismos libros. —Lo siento, no debí sugerir que viniéramos acá —digo apenado. —No te preocupes, libros van y vienen, ya tendré oportunidad de comprarlos —dice ella sin prestarle gran importancia; sin embargo, yo estoy que me muero de la culpa por tan mala sugerencia. Salir e ir por un café y, aún con la culpa a cuestas, sentir como ella me toma del brazo para no perdernos entre el mar de personas. Ya no más culpa, ya no más pena, mi corazón ahora baila. Es curioso cómo los lugares que frecuentamos y que a veces no les prestamos mucha atención pueden albergar experiencias en nuestro haber futuro. Lo digo porque justo me pasó con ella: terminamos en una cafetería que siempre había formado parte del paisaje de mi camino pero a la cual nunca había puesto atención. —Esta cafetería es una de mis favoritas. Cuando era estudiante, venía y me ponía en un rincón para ver todo el mundo de personajes que venían a tomar café —me cuenta ella, y yo solo no puedo dejar de pensar en todas las veces que pasé frente al local y que probablemente ella estuvo aquí, que hermosas coincidencias.
Finalmente, terminar en mi casa, mojados por la lluvia que parecía no iba a llegar. Secarnos para después dejarnos caer en el sillón y, como no queriendo la cosa, terminar en el mejor abrazo que nunca antes nadie me había dado. Saborear su aroma, sentir su respiración y unas ganas inmensas de fundirme en ella, solo para después recibir uno de mis top 3 mejores besos de toda mi vida… Podría continuar, pero lo demás lo tengo tan grabado en mi ser que no veo necesario registrarlo, solo diré que ese abrazo, ese beso, ese "Eres guapísimo" me acompañan desde ese día y para siempre.
PD: Consuman manga y anime. PD 3: Nada más me acuerdo para no llorar. PD 12: Espero te encuentres bien, tomando agua, haciendo ejercicio, durmiendo y alimentándote bien. PD 101: Mi mejor primer cita hasta ahora.
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Se siente un alivio desquitarse por aquí, a veces ser mamá me consume la vida y no tengo ni quiero contarle todo lo que estoy viviendo a las personas porque qué vergüenza, iteral, pero al menos aquí, me desahogo y escribo todo lo que siento. Algún día en unos años si aún sigue tumblr leeré todo y me reiré fuertemente. Para ese entonces, Alessia estará grande y paseando conmigo en plan energía femenina y yo ya espero ya haber superado todo y quizás estar con el amor de vida, no ese que me dice que si lo es, si no el que me demuestra que lo soy.
Por ahora seguiré reconstruyéndome porque, sí, cometí muchos errores por amar demasiado y por inmadura pero el ser mamá me cambió y me demostró que soy una mujer fuerte que soportó un dolor inmenso como para que venga un poco hombre a hacerme sentir que lo que yo viví nueve veces fue una cosa de nada, que me hizo sentir que solo era mi hija porque solo yo debía pagarme antojos y medicinas e ir sola casi siempre, que me demostró que es lo que es ser un completo patan para abandonarme de esa manera y decirme “que tengo que hacer yo ahí” como si hubiera embarazado a una puta, que no fue capaz de dejar de lado todo para ser mejor si no solo lo que le conviene. En cambio yo, di mi cuerpo, mi salud mental, mi tiempo, mi vida literal por mi hija y hoy en día todos los días lo sigo haciendo y ni eso lo hizo darse cuenta que la estaba cagando conmigo que yo merezco cielo mar y tierra porque yo me traje lo más preciado porque si no fuera por mí no tendría la alegro más grande de su puta vida, que si no fuera porque lo amé nuestra hija no estaría aquí, que si no fuera por todos mis sacrificios hasta el día de hoy su hija no sería una niña sana. Porque se padres es fácil, pero realmente ser un padre es todo lo que yo hice y no porque yo soy mujer y biológicamente tengo que parir si no porque yo si me di y doy ese tiempo tan preciado enfocado en mi hija, que no va a venir nadie a querer demostrarme lo mínimo que puede hacer por mi, prefiero que se vaya con alguien fácil de endulzar a que se raje por mí porque si yo soy difícil es porque valgo toda la puta pena del mundo, no es esa que le sonríe para sangronearlo, para solo coger y ya soy yo una mujer 100/10 con fallas y todo pero comprometida, buena madre sobretodo y hermosa como quien pudiera.
Yo ahora me río y más tarde reiré más fuerte porque seré más feliz porque me están regalando esa felicidad ya que nadie será feliz a cuesta de mis lágrimas.
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1396.
Tengo un rato plenamente para mí antes de irme a dormir. Dentro de unas horas ya me tengo que levantar e ir a hacer algunas cosas, pero lo haré contenta sabiendo que es para mejorar y, a futuro, poder independizarme un poco más. A la tarde no hay activismo porque los organizadores no se sienten bien, y creo que yo también lo voy a aprovechar para descansar. Me doy cuenta de que mi trabajo no es necesariamente demandante desde lo físico, y casi todo lo que hago lo hago desde mi casa, pero bueno, el cansancio igual está y quiero descansar. Ahora leeré un rato antes de dormir. Mañana intentaré poner en práctica la mañana sin entrar a los mindlessly-scrolling-sites, a ver si llego al mediodía. Hace años quiero incorporar ese hábito pero me cuesta. Veremos.
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🚀🎮 Predicción y reflexiones pos-showcase de temporada 🎮🚀 🕹️ Sony ha optado por la sobriedad, enfocándose en juegos próximos y dejando los fuegos artificiales para otros. Curioso giro, ¿verdad? Pero ahí estaba Astro Bot, brillando sin la necesidad de grandes nombres y remolinos de expectativa. Pronóstico arriesgado pero... ¿Juego del Año? 🏆 Estén atentos. - ✨ Xbox, por otro lado, decidió echar la casa por la ventana: - Títulos a punto de caer en nuestras manos. 🙌 - Miradas largas hacia 2025... y más allá. - Gameplay fresquito, no solo trailers de humo. 🌬️�� - Fable... un clásico renacido. 🐉 La promesa de Xbox Game Pass queda más fuerte que nunca; la duda se desvanece, y ahora, solo debemos esperar frutos jugosos. ¿Será que Microsoft cumplirá? El futuro lo dirá, pero mi sexto sentido gamer me dice que sí. 🎲 📈 ¿Qué nos dice esto sobre el panorama jugadoril? - La calidad ya no solo se mide en bombo y platillo, sino también en accesibilidad y planeación a futuro. 📅 - Las promesas hechas se esperan con more eager (y con un poco de tregua al cinismo). 🤞 Todo pinta para un futuro lleno de tardes pegados al mando. Serán los jugadores quienes determinen el éxito o el tropiezo de estas estrategias. ⚔️ ¿Creen que Astro Bot sorprenda a la crítica y fans por igual? 🎩 ¿Sony será el mago silencioso pero efectivo de este show espectacular de magia virtual? 🛡️ Y sobre Xbox... ¿Será este el principio de una nueva era dorada para Game Pass? 💬 Comenta tus predicciones y comparte este post con ese amigo que vive con un control en la mano. ¡Los leeré emocionado como en el último nivel de mi juego favorito! #Gaming #PlayStation #Xbox #GamePass #AstroBot #Fable #Videojuegos #Innovación #EstrategiaGamer #JuegoDelAño 🧙♂️🎮👾💚
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Bucle
Hay bucles del cual me cuesta salir: "Me levantaré más temprano" y al día siguiente me despierto tarde.
"Evitaré llegar tarde al trabajo" y duro una semana entera llegando tarde y gastando dinero en taxi para llegar temprano.
"Escribiré y leeré así sea 10 minutos todos los días" y me distraigo viendo memes o postergo en hacer otras cosas.
El punto es que digo que haré tal cosa y cometo los errores una y otra vez, no sé qué me falta para que haga las cosas que debo hacer porque me conviene hacerlas, por mi bienestar y crecimiento personal, supongo que debo encontrar alguna motivación como lo he hecho con el ejercicio, me he vuelto disciplinada haciendo ejercicio casi diario, y mi racha de Duolingo (821 días y contando), pero me falta disciplina para las demás cosas, hasta para tomarme los medicamentos antidepresivos estoy siendo irresponsable, se me olvida tomármelos a la hora adecuada o me las salto.
Tengo que generar la sustancia para tener constancia y disfrute de las otras cosas que me toca hacer, para tener una mejor versión de mí misma, para ahorrar tiempo y dinero, para tener más conocimiento, en fin, para tener un crecimiento en mi día a día. Al menos estoy dando un paso importante el día de hoy, escribir lo que siento y procesar mis pensamientos para tener todo en orden.
Voy a darme más oportunidades para ponerle empeño a mi vida y que sea más nutrida.
17/06/2024
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Mi amor
Te he extrañado muchísimo desde la última noche que estuvimos juntos. Créeme que guardare con cariño esa noche en mis recuerdos por muchos años. Últimamente he estado dando vueltas en mi cabeza una y otra vez. He leído tu carta al menos cuatro veces, y probablemente la leeré muchas más antes de acostarme.
He estado sentado aquí, mirando tu fotografía, y sintiendo cada vez más nostalgia con cada minuto que inevitablemente pasa. He querido esta foto más que cualquier otra cosa que conozco, excepto por supuesto... Que a ti.
Sigo pensando en tu querida. Sigo deseando estar en casa contigo. Quiero irme de la peor manera posible y así poder ir a casa y verte, pero, las cosas no están muy bien con este asunto. Nunca había estado tan solo en mi vida como lo estoy ahora. Estoy completamente perdido sin ti querida, nunca pensé que podia extrañar tanto a alguien... , espero que no pase demasiado tiempo para que pueda estar contigo otra vez. Y vivir una vida feliz y normal.
Apenas estoy aquí, desearía poder explicarme, pero las palabras se me escapan.
Es demasiado tarde para salvarme.
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Tengo en mi mesa tus útimas cartas, en una de ellas, hay una promesa; me decías entonces que nada ni nadie rompería nunca nuestro amor eterno.
Hablabas de luchar sin tregua, de vencer barreras, odios y pobrezas, de que juntos veríamos el cielo cuando brillase en la tarde nuestro pelo blanco.
Y después de esto, no vinieron más... Una tarjeta para mi cumpleaños y otra para navidad.
¡Cómo pesa la distancia y cómo pesa la soledad!
Tu vocablo ya es distinto y las gentes de otros pueblos te enseñaron nuevos gestos, nuevos gustos y hasta un nuevo sentimiento.
Es más rápida la vida y no tendrás tiempo de ver una flor, de escuchar un trino, de ver como cae el sol, la luna es diferente y las estrellas de neón. Es fingida la sonrisa y el amor un cheque al portador, es un constante ruido y la paz deberá estar en un bar.
Mañana, mi martirio, leeré otra vez tus últimas cartas, en donde no has cambiado, en donde aún eres fiel.
Cuando se vaya extinguiendo la llama solitaria del único leño, quemaré tus cartas y morirás en mí; las cenizas del amor, serán juguetes al viento y tan sólo entonces, estaremos juntos otra vez.
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Liberando mi mente
Después de muchos días (semanas, de hecho) de actividad deportiva mínima, los últimos días de la semana que acaba de terminar (viernes y domingo) realicé dos sesiones de entrenamiento en bicicleta, sobre rodillos, breves, seguidas de ejercicios de musculación.
He recuperado peso (70 kg), me he fortalecido, mi organismo parece hallarse en plena recuperación. He dormido muchas horas durante muchos días, como si hubiera regresado a esa edad en la que se crece (la adolescencia), o tal vez al primer año de vida. Por supuesto, estas son solo sensaciones, pero van acompañadas de otros sentimientos mucho más potentes, que si bien no pueden ser explicados, su presencia con carácter positivo hace que parezcan una certidumbre. He logrado más que sobrevivir, la victoria se manifiesta de manera clara, inequívoca, contundente. Ello implica la destrucción de antagonistas, lo cual no debe inquietarme, no debo pensar más en eso, debo seguir adelante, evitar mirar hacia atrás.
Escribo en un cuaderno, notas que usaré más tarde para dar forma a mi prosa usando mi computadora personal, el procesador de palabras. Mi habitación es el espacio donde se manifiesta mi creatividad, mi individualidad, mi capacidad para la actividad productiva. Escucho diferentes géneros musicales, preferentemente del periodo barroco. Bach, Vivaldi, Händel, Telemann, Pachelbel, etc. También leo obras maestras de la literatura, historia, filosofía, psicoanálisis. Enriquezco mi vida. A diferencia de tantos débiles mentales, no confundo el significado de la palabra riqueza con abundancia material, innecesaria. Para mí, la riqueza es actividad creativa (diferente en cada ser humano), cultura, la búsqueda de la independencia, la realización, el amor a la vida; biofilia.
Muy a mi pesar, he seguido presa de la furia que llevo conmigo. El sábado pasado, mientras comía, dije a mi madre que he sufrido mucho por haber sido tratado por muchas personas (a lo largo de toda mi vida) como un individuo despreciable. Eso ha sido muy injusto, porque no merezco el desprecio de nadie, sino más bien lo contrario. La postura que adopté ante la vida, paulatinamente, comenzando en mi infancia, es digna de reconocimiento, no de lo contario.
Mis padres no se limitaron a violentarme de manera cotidiana, convirtiéndome en el receptáculo de su destructividad, sino además, invitaron a muchas personas a sumarse a esa violencia, algo que la mayoría de esas personas hicieron, aceptaron esa invitación.
Un personaje central en esto fue el esposo de la que ahora es mi hermana menor (tras la muerte de mi hermana, última en el orden de los nacimientos, hace 17 años), que contrajo nupcias un sábado 14 de agosto de 1993, hace 30 años. Ese individuo improductivo, impotente y desvergonzado, ya encontró lo que andaba buscando. Su hija menor (una linda adolescente que nació cuatro meses después de la muerte de mi hermana menor) no disimula el desprecio que siente por él, y sus hijos mayores (que ya dejaron el hogar paterno) saben bien que ese individuo falló miserablemente como esposo y padre de familia. Esa conciencia resulta muy dolorosa, algo que no tiene remedio, y esa será su realidad hasta que se vaya de este mundo.
Durante la madrugada del domingo 27 de agosto, hablé por teléfono con una psicóloga de otra entidad de mi país. Le dije que llevo en la mente una obsesión que me domina y obstaculiza o imposibilita que haga algo productivo.
Puedo poner muchas cosas por escrito, que después corregiré y depuraré, imprimiré y leeré en voz alta, convirtiendo mi discurso en archivos mp3 que llevaré conmigo y escucharé en un dispositivo portátil, usando auriculares. También copiaré ese texto, de forma manuscrita, usando mi mano no dominante, la izquierda.
Vivo como si alguien pudiera leer todos mis pensamientos, como si presenciara y observara cada cosa que hago. Esa psiquiatra de nombre Fabiola, bastante incompetente, a quien vi por última vez en abril de 2012, sigue en mis pensamientos. Entablo diálogos con ella, lo cual resulta en una interacción difícil y frustrante. Esa mujer ya no está en mi vida, jamás volveré a verla.
El narcisismo patológico es algo de importancia central en mi existencia porque individuos que presentaban esa destructividad, me atacaron con intenciones homicidas sin que yo les haya dado el menor motivo. El más importante fue, por supuesto, mi padre.
Cuando me refiero a este tema, narcisismo patológico, menciono a médicos, porque parece una profesión donde la mayoría de los individuos presentan esa patología. Van por la vida autodenominándose “doctores” sin serlo. En mi país, una especialidad en medicina no es un doctorado. Además, no hay una relación lineal entre nivel intelectual y grados académicos.
En mi país, muchos individuos que no pueden con la aritmética más elemental (que se estudia en los primeros años de la enseñanza básica) optan por estudiar licenciaturas que no llevan números (refiriéndose a esa área del conocimiento como “matemáticas”) y así, muchas personas que carecen de las capacidades intelectuales para ingresar en las universidades, se gradúan y ejercen profesiones desempeñándose de manera terrible, causando daños irreparables. Una de las causas de eso es contar con uno de los peores sistemas educativos de todo el mundo, y esa precariedad intelectual de tantos individuos, las posturas de cobardía que implican evitar esforzarse, estudiando para superar esas debilidades.
La ocupación de (de tiempo completo) de muchísimos médicos en mi país es sentirse superiores al resto de los mortales.
Entre 1990 (yo tenía 26 años de edad) y 2006 (había cumplido 42), me atendieron tres médicos psiquiatras, que se encuentran entre las personas que más me perjudicaron. El primero de ellos (me atendió entre 1990 y 1995) tuvo que haber identificado a mi padre como un psicópata, y en lugar de informarme de ello, decirme que con una persona como esa no hay nada qué hacer, resulta imposible algún tipo de relación no destructiva, intentó hacer que yo me acercara a él, a lo cual yo me negué. Su intención era propiciar mi caída hacia un precipicio, lo cual ya estaba sucediendo, se consumó años más tarde, y casi me mató.
Al platicar con mi madre mientras comía el sábado pasado, le comenté sobre una fábula que leí en una publicación en inglés, hace muchos años.
Un hombre sube a una montaña nevada y encuentra una serpiente de cascabel. Ella le implora que la lleve a su hábitat, el desierto, pues ahí, en la alta montaña, a muy bajas temperaturas, ella se debate entre la vida y la muerte. “Pero me matarías”, exclama el hombre. “¿Tú crees que si me salvaras la vida yo sería capaz de hacerte algún daño?” El hombre toma a la serpiente, la mete entre sus ropas, baja de la montaña, se dirige al desierto, y al colocar al animal en tierra, ella se voltea y le planta una mordida. “¡Pero prometiste no hacerme daño!” exclama el hombre. “Tú sabías lo que yo era”, responde la serpiente, alejándose.
El significado de la metáfora debe ser obvio.
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— Miércoles 2 de agosto del 2023.
Hoy no hice mucho. En la mañana leí un poco del origen de las especies de Charles Darwin, me gusta ese libro, y gracias a él conocí otros libros de Darwin que ya agregué a mi lista de libros por leer. Luego hice un poco de limpieza y tuve una entrevista para un programa de mentorías. Por la tarde no hice mucho. Luego tuve mi primera clase de un curso de Data Analytics que empecé y antes de que terminara salí a hacer las compras con mi mamá. Me puse a ver la clase de mi curso de desarrollo fullstack mientras hacía otras cosas. Luego no hice mucho, no fui productiva hoy, no me gustó eso :(
Mañana tengo clase a las 6:30am lo que significa que tendré que despertar temprano. Espero mañana hacer más cosas. Si no me da sueño, leeré un rato antes de dormir.
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7/01/2023
No debería pensar en el, saben, quiero iniciar senderismo, eso solo se puede los domingos, pero solo no quiero saber nada de él, que se escape a su alegría por qué me invade el deseo de invitarlo a la mía.
Hoy ¿que haré?
Leeré a Pizarnik nuevamente.
El gusto que tengo por los diarios es similar al gusto que siento por el teatro, pues de ellos desprenden otras vidas que se viven como si fuesen yo, se puede sentir desde las sensaciones del otro, mi ser que es sensible a este tipo de emociones lo vive con intensidad.
Leo un día normal para Pizarnik, me coloco en su cuarto,me siento en su cama y desde un extremo la veo con sus angustias, fumando un cigarrillo, llorando sus penas, luego mientras escribo esto veo a alguien detrás mío, me ve llorando las mías, viviendo mis alegrías y mis penas, así me bebo su vida como otros tanto beberán la mía, de hecho hay tanto que decir de ella, tanto tanto... Pero ahorita no me sobra el tiempo, más tarde seguiré. Me voy
Bueno, antes de irme, recordé que escribía sobre el día de hoy.
Iré a ayudar a mi madre, jugaré un poco, haré pulseras, diseños, de ahí todo es impredecible, supongo estará marcado por la circunstancia, lo que es seguro es que en la noche trataré de escribir sobre ella.
No creo irme a *** hoy, me iré mañana, eso espero, la verdad es que ya no quiero estar aquí.
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«La muerte de Montaigne», de Jorge Edwards
No debería esperar a que un escritor muera para dedicarle tiempo (sobre todo cuando me gusta especialmente), pero en el caso de Jorge Edwards ya es muy tarde: nuestro primer Premio Cervantes falleció el 17 de marzo a los 91 años, y ante eso no me queda sino seguir leyéndolo por mucho que sea algo tarde. Si el tiempo y el ánimo me lo permite, por lo menos leeré o volveré a leer cuatro libros suyos.
En el artículo que Mario Vargas Llosa escribió a propósito del fallecimiento de Edwards se refiere a La muerte de Montaigne como su libro más representativo; yo, aunque todavía no he leído toda su obra, también tiendo a pensarlo. Edwards se identificaba con Montaigne, lo admiraba y le tenía cariño, y eso no es de sorprender: la honestidad y cercanía que refleja en sus escritos hace al autor de los Ensayos uno de esos escritores que terminas por considerar un amigo. Y ya que estoy escribiendo sobre el Señor de la Montaña (así lo llama constantemente Edwards en el libro), me gustaría aprovechar para hacerme un reproche público por no escribir nunca el comentario sobre los Ensayos. Con el mayor gusto comenté cinco libros sobre Montaigne que leí en ese tiempo, lo que demuestra que realmente me interesaba (y lo sigue haciendo), pero al verme frente a frente con su obra me vi sobrepasado. Fue tal la cantidad de pasajes que guardé y apuntes desordenados que tomé que sin llegar a terminarlo asumí que no podría darles forma. Obviamente, desistí de escribirlo teniendo en mente que volvería a hacerlo en otro momento, pero otros libros comenzaron a aplazarlo hasta que finalmente terminó perdiéndose. En fin, prometo escribirlo pronto.
Volviendo al libro, dice Vargas Llosa que, además de ser hermoso, es uno de los mejores ensayos que se han escrito sobre Montaigne. ¿Es esto cierto? Sí que es lindo, pero habiendo tantos y tan buenos no sé si sea uno de los mejores. Aunque la mayor parte del libro puede considerarse un ensayo, también se mezcla la novela y las memorias, además de tener una buena parte de relato histórico. Esto último puede que sea lo que menos logre enganchar a alguien que lee la obra esperando encontrar únicamente a Montaigne. Aun así, es un libro entretenido, lleno de reflexiones interesantes y pasajes típicos de su estilo (que Montaigne interrumpiese constantemente la escritura de los Ensayos para dejarse llevar por el onanismo es, como poco, controvertido). Tal como el Señor de la Montaña (aunque en su caso no sé si tenía torre), espero que Edwards haya podido pasar sus últimos años apaciblemente.
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