#le decía loco :/
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Si pudiera vivir por siempre en un video...
#Operación Triunfo#ot 2023#Cris#CrisB#video#mi niño... nunca superaré lo mal que lo trataron en ese programa. le daban temas horribles que no lo ayudaban a mostrar ese vozarrón#le inventaron polémicas para que la gente no lo quisiera (y lo lograron). lo hacían un lado porque no daba chisme. sólo iba a trabajar.#era un sol y un amor y talentosísimo... y lo sacaron después de esta presentación de ganador. es que... Amaia bien lo decía:#los fans de OT están locos#lo peor fue la doble moral de querer salvar a unos concursantes por tener un vozarrón y atacar a Cris solamente porque les caía mal#porque se inventaron cosas horribles sobre él porque no lo querían cerca de su favorita#pero nada... siempre orgullosa de ser parte del 47.7% que votó para salvarlo#:(#spanish#español#música#en fin que quería esto en mi blog para verlo cuando se me antoje sin tener que ir a youtube#Youtube
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Poseedor - Mi mejor amigo
Anteriores partes: El chico del gimnasio, El corredor
Mire a mi mejor amigo quitarse la camisa dejando al aire su increíble y peludo pecho, me lanza una mirada de extrañeza.
─¿Todo bien? ─me cuestiona con una voz firme.
Me limito a mover mi cabeza y desviar la mirada de su torso. Verlo de esa forma siempre ocasiona que me ponga caliente, no importa cuantos años pasemos siendo amigos siempre me derrito cuando me muestra su increíble cuerpo.
─¿Qué quieres hacer primero? ─pregunta mientras desempaca ropa de su maleta.
Nos costó mucho encontrar espacio para tener libre este fin de semana, no quiero arruinarlo por mi calentura, simplemente quiero pasar tiempo con él, extraño mucho la convivencia que teníamos en la escuela.
─¡Hey me escuchas! ─mi amigo mueve su mano frente a mi sacándome del trance.
Se acerca tanto a mí que es inevitable no ver su pecho, sudor frio comienza a resbalar sobre mi espalda, mi temperatura sube y una erección esta más que lista para salir. Lo miro a los ojos y mi impulsividad gana, trato de besarlo.
Inmediatamente el coloca su mano entre los dos y de un movimiento suave me aleja.
─Ni lo pienses ─me regaña con una voz suave y profunda─, quiero pasar tiempo con mi mejor amigo, con su cuerpo, no que compartamos el mismo.
Desde que besé a alguien por primera vez supe de mi habilidad, tomar el cuerpo de otras personas. Mi mejor amigo fue la primera persona a la que le conté, también fue el primero en tirarme de loco, así que tuve que demostrárselo. Aún recuerdo su cara de shock cuando me vio usando su cuerpo.
─Si quieres tomar el cuerpo de alguien que sea el de una señorita linda ─dijo con una sonrisa tonta.
─No me gusta el cuerpo de las mujeres, me siento raro.
Se encogió de hombros y siguió desempacando. Mire hacia abajo para confirmar que la erección seguía allí apretando mi pantalón. Decidido a tomar su cuerpo me acerco a él desde su espalda, situó mis manos en sus hombros para bajarlas despacio hacia su pecho y finalmente tocar sus pezones.
─Recuerdas la escuela ─susurro en su oído─ como nos divertíamos con todos esos chicos, recuerdo que siempre decías que con ellos nunca lo harías, o bueno, eso fue hasta que tome tu cuerpo y lo experimentaste ─La punta de mis dedos jugaban con los pezones, pero mi vista estaba fija, en la cada vez más grande, entrepierna─ si quieres que ambos disfrutemos este viaje me dejaras manejar esto.
Hubo un momento de silencio, esperaba otra negativa de su parte, ya lo ha hecho antes. Para mi sorpresa dio media vuelta y me planto el mejor beso que le he dado. Rápidamente mi alma salió de mi cuerpo para entrar en el suyo, sentí de nuevo la calidez y calentura de ese cuerpo. Primero las piernas anchas, la entrepierna a punto de reventar por la erección completa, su torso formado por años de entrenamiento y finalmente su rostro con el cual ya no me sentía extraño.
En el momento en que mi vista se recupero mi anterior cuerpo se desplomo, con mis nuevo reflejos alcance a tomarlo hasta de que azotara.
─Quiero chicos con un buen culo ─escuche a mis espaldas.
Mi amigo estaba allí de brazos cruzados, esperando que dejara mi cuerpo sobre el sillón, una presencia que solo yo podía ver.
─¡Perfecto! ─exclame entusiasmado─ probemos un poco el producto ─rodee la zona de la entrepierna con mi mano y di pequeños golpes en la punta del pene ─sigue estando allí ─gemí mientras una enorme ola de placer se expandía.
Mire a mi amigo sintiendo la misma satisfacción. No puedo esperar a encontrar un chico que nos guste follar a ambos.
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Burning red.
A finales del 2015 recibí un mensaje misterioso cargado de humor, de un sujeto que decía haber visto a una chica linda viajando en Orlando. Cuando lo leí creí que era uno de mis amigos y sus bromas, así que seguí la corriente. Pregunté ''¿Quién eres tú''? y recibí de respuesta un ''Soy Elmo''. Claramente no era alguno de mis amigos, así que nuevamente pregunté y supe que se trataba de un chico con el que sólo había intercambiado unas pocas palabras tiempo atrás.
Los días pasaron, seguimos hablando y los sentimientos empezaron a surgir, pero en el 2016 el amor se hizo presente cuando tuvimos esa primera llamada. Como si de una novela adolescente se tratase, yo había caído en los brazos del típico chico fuckboy de ojos verdes, terriblemente guapo, a quien le gustaba las carreras, el alcohol y la vida en descontrol. Y luego estaba yo: la chica tímida de ojos cafés que no salía casi de su casa, y que cargaba consigo miles de inseguridades.
Me sentía orgullosa porque eras mío, y te veía como un trofeo al cual presumir ante todos. Y tú sólo querías acabar con tu soledad, y claro, darle celos a tu ex. Sin embargo, el tiempo fue pasando y sin pensarlo, ambos caímos profundamente el uno por el otro en el precipicio, y sin paracaídas, lo que me llevó por primera vez a experimentar el amor en forma de adrenalina.
Y así como nos convertimos en dos adolescentes locos y dependientes el uno por el otro. Yo rompía mis reglas por ti, y tú cedías tu vida sin reglas por mí. Peleábamos y chocábamos constantemente, pero después arreglábamos nuestras peleas con pasión desbordante. Imaginábamos una vida juntos, donde tú decías que querías tener una hija que tuviera mis ojos y mis mejillas, y luego yo te decía que soñaba envejecer a tu lado. Bailábamos como dos tontos ''Perfect'' de Ed Sheeran, en medio del caos y la destrucción.
Ese era nuestro amor: pasional, desenfrenado, como un brillante rojo ardiente, hasta que un día, a inicios del 2019, yo decidí llevarlo a su devastador fin.
Querido A, recuerdo que cuando estaba contigo no me podía imaginar una vida sin ti, pues sentía que podía morir si tú no estabas conmigo. Sin embargo, han pasado cinco años desde que terminamos y como ves, sobreviví a ello. Creía que la felicidad estaba a tu lado, pero la verdad era que sólo me estaba destruyendo a tal punto en donde ya no me reconocía. Eras como una droga, que me llevaba a lo más alto y me hacía ver las estrellas, mientras que por dentro me estaba consumiendo lentamente.
Siempre me pregunté: ¿Me amaste de verdad, o sólo fui otra de las chicas a las cuales sometiste en tu juego de manipulación? Y cuando dijiste que era el amor de tu vida, y que nunca habías (ni podrías) amar a alguien como a mí, dime, ¿era cierto, o sólo fue el mismo discurso que diste a todos tus amores?
Podría culparte de todo las heridas y los traumas que por mucho tiempo me han costado sanar, incluso podría odiarte infinitamente, pero querido, sé que yo también te hice ver el infierno. Después de todo ambos lo sabemos bien: fue culpa mía, fue culpa tuya y fue culpa nuestra.
— Lo que nunca pude decir VIII; Rose Noire.
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Vacaciones
Los rayos de luz atravesaron los árboles y se dividieron en haces más pequeños que crearon grupos de puntos en el suelo del bosque. La criatura que volaba a través de ellos los comparó con los barrotes de una prisión tras la que había visto encerrados a los humanos. Gruesos barrotes de metal que les impedían escapar. No era diferente a sus deberes en el bosque, estancado en patrullar las partes vírgenes. En realidad, se habría considerado afortunado de no tener que lidiar con la burocracia de los Parques Nacionales o incluso con pequeñas áreas del bosque donde los humanos hacían ejercicio corriendo.
"Somos protectores, Klick. El bosque es nuestro hogar y debemos hacer lo que sea necesario para protegerlo", decía su padre, aunque cada vez era más difícil con las máquinas derribando nuestros hogares y destruyendo cualquier signo de vida que alguna vez hubo allí. Máquinas que no podían ser detenidas.
Klick estaba flotando cerca de un árbol cuando escuchó el sonido de las ramas al romperse bajo un pie pesado. Un hombre estaba deambulando, mirando al cielo con una sonrisa en su rostro. Respiró profundamente y su equipo de senderismo se acomodó en su mochila. Era un explorador y tropezó con la tierra de Klick. Caminó entre los arbustos hasta que llegó a un claro, pétalos de flores rosadas dispuestos en un gran círculo. Klick había hecho este claro hace mucho tiempo, esparciendo los pétalos en un movimiento circular con sueños de que algo podría tropezar en él. Ahora, este humano estaba de pie en el centro.
Respiró profundamente y el aroma floral se arremolinó a su alrededor hasta que arrojó su bolso a un lado. Comenzó a quitarse la ropa, arrojándola por el perímetro de la trampa hasta que de repente quedó desnudo. Klick admiraba al humano y corría de un árbol a otro hasta que tuvo una vista excelente. El hombre estaba tendido entre los pétalos, oliendo el aire que intoxicaba su mente. Klick corrió hacia él, sin que nadie lo notara mientras rodaba por el suelo. Klick se metería en muchos problemas, pero aprovechó esto como una oportunidad para escapar de esta rutina repetitiva.
El hombre abrió la boca para tomar aire profundamente y justo cuando lo hizo, la pequeña bola de luz que era Klick apareció dentro de su boca. El aura brillante de Klick era visible a través de su piel hasta que desapareció por su garganta. El hombre tragó saliva, gimiendo mientras miraba las hojas ondeando con la brisa. Comenzó a gemir y retorcerse cuando de repente Klick le robó la piel y la hizo suya. El hada llenó su nueva forma hasta que de repente los ojos del hombre convulsionado se pusieron en blanco y se desplomó. Klick abrió sus nuevos ojos unos momentos después, con los brazos estirados y continuó tendido allí por un momento. Sintió la hierba en su espalda, el viento bailando sobre su pecho, los sonidos de la vida que existía en el hueco.
Klick se incorporó y olió los olores que estaban haciendo que el sentido del hombre se volviera loco. Ahora, inmune a Klick, solo podía oler la dulzura floral que lo rodeaba. Mirándose a sí mismo, admiró su nueva forma. Tocó su pecho con delicadeza antes de presionar completamente su palma en los pectorales carnosos. Se flexionó al sentir, el músculo sobresalía y se tensaba mientras deslizaba sus dedos sobre ellos. Finalmente encontró la polla, flácida al principio, pero una vez que la tocó, el órgano cobró vida.
—Guau. —Klick se sobresaltó por su voz y sus manos tocaron su garganta. Tarareó, las vibraciones lo hicieron sonreír. Cuando se puso de pie, no pudo ignorar la longitud que se había endurecido simplemente con un roce de sus dedos a lo largo de la punta. Ahora quería más, sus dedos envolvieron la longitud creciente mientras sus ojos revoloteaban de placer hasta que estuvo apoyado contra un árbol. La textura áspera del tronco raspó a lo largo de su columna vertebral, sumándose a la sensación de hormigueo que crecía con cada embestida. Klick observó el músculo a lo largo de su cuerpo mientras lo tensaba, admirando su nueva forma hasta que fue casi insoportable. Corrientes blancas salieron disparadas de su cuerpo y no pudo evitar gemir mientras se alejaba del árbol. Su trasero se tensó, su cuerpo se flexionó y su polla se sintió como si nunca fuera a dejar de estallar.
Con un último suspiro, Klick se calmó y sonrió complacido. Su pene agotado seguía latiendo mientras se estiraba, acostumbrándose a su nuevo peso y estatura. Klick tenía la intención de pasar solo un poco de tiempo fuera de su gruta, experimentando la vida humana, ya que tal vez nunca más tendría la oportunidad. Un respiro de la monotonía que ya demostraba ser adictiva.
—Solo por un rato. —Sus ojos se movían entre el paisaje de su cuerpo y el perímetro de la trampa de hadas. Hubo un repentino estallido de energía y él estaba recogiendo la ropa del humano para ponerse y caminar de regreso a través del lugar donde eventualmente se encontraría con la civilización humana para ver qué problemas podía encontrar.
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Una noche más-Matías Recalt x Reader.
Pairing: Matías Recalt Advertencias: smut, sexo sin protección, rollo de una noche.
Era una de esas noches en las que Matías te llamaba, te decía que no podía soportar ni un minuto más a su novia y que se moría por verte. Ya no era la primera vez que ocurría, en esta semana. Sabías lo que eso quería decir: Quería otra noche contigo.
¿Qué era más duro si saber que nunca seria tuyo o saber que siempre le dirías que si? No lo sabías, pero esta noche no pareció afectarte. Llevabas unos días cansada, con ganas de desahogarte del trabajo y de los mundanos obstáculos de cada día. Además también ibas un poco cachonda debido a que Matías te tentaba cada día al enviarte un mensaje de lo bien que se lo pasaba contigo.
Sabías que Matías estaba en una relación abierta y que no había problema en ello, pero siempre te acababas compungiendo por ello. Pero, ¿y si esta noche te dejabas llevar y disfrutabas del sexo casual que te ofrecía ser la nueva enamorada del actor?
Decidiste ponerte un conjunto sexy, con seda y encaje que hacía que tu cuerpo pareciera más delicado de lo normal. Te aplicaste una crema que hacía que tu piel fuera terciopelo al tacto y, finalmente, te despeinaste un poco así como a él le gustaba. Pero para parecer menos interesada, como la diosa inalcanzable que eras, sobre la lencería te colocaste una camiseta que había dejado la noche anterior. Como si solo estuvieses de chill.
Oíste un coche, las luces del coche estaban apagadas aun siendo de noche. No vivías cerca, pero tenías ese código para reconoceros. Así pues, aparcaba y salía del coche a un paso calmado, sin preocupación. Había estado antes aquí. Ya te había visto desnuda y no era nada fuera de lo usual. O eso creía él.
Tenía una llave para emergencias, y si hubiera sabido que le esperaba lo hubiera considerado una emergencia. Lo esperaste en la cama, para aportarle misterio.
- ¿Nena, adonde estás? - preguntó una vez dentro de la casa.
- Sigue mi voz. - lo retaste.
Matías sonrió. ¿Qué estaba ocurriendo esa noche?
Se quitó la chaqueta y la dejo sobre el sofá. Por el camino cayeron sus zapatos, sus calcetines y una sudadera que llevaba encima de una camiseta ancha. Giró por el pasillo y te vio recostada sobre la cama con ese conjunto que nunca te había visto y te quedaba tan bien. Al verte, se lamio los labios como un lobo hambriento. Te iba a comer entera.
- ¿A que se debe tanto erotismo? - se sentó en la cama mientras te levantabas a masajearle la espalda de forma seductora.
- ¿Y porque no hacerlo? - le susurraste al oído. Un escalofrío recorrió la espalda del chico. Se le escapo un suspiro y se volvió a lamer los labios. De repente, tenía la boca seca. Se sentía como si fuera su primera vez de nuevo.
Te acercaste a su lado y tus pechos se movieron ligeramente, apretándose un poco debido a tu brazo. No eras tan inocente, sabias perfectamente que estabas haciendo. Tu cabello caía como una cascada sobre tu pecho y tu espalda. Matías se volvía loco con solo mirar tu cuello desnudo, tu clavícula marcada y tus pechos redondos y suaves.
- Puedes tocar si quieres. - le ofreciste un vista aún más tentadora de tus pechos, inclinándote hacia él. Definitivamente su novia no lo recibía así para tener relaciones.
Alzó la mano hacia tu pecho, pero antes de colisionar piel con piel, unió vuestros labios en un beso suave y lento que iba siendo cada vez más explicito. Masajeaba tus pechos sobre el sostén, no obstante, gruño frustrado y metió la mano por debajo. Te derretías con su tacto pero no podía ser, hoy te tocaba seducirlo, no al revés.
Lo tumbaste y te quistaste el sostén para colocarte sobre él. El contacto de piel con piel hizo que tus pezones se volvieran duros y Matías lo notara. Apuró los besos como si fuera un hombre hambriento, de ti, y cada vez eran más húmedos, más apasionados y más sucios. Tu boca no era lo único húmedo en el momento, lo que hacía él te encantaba, pero no era el momento de que te sedujera, sino que tu lo hicieras por él.
No dudaste al quitarle los boxers, y empezar a darle un ritmo continuo a su verga. Matías abrió los ojos sorprendido por tu iniciativa. Pero se sorprendió aun más cuando incorporaste tu boca al trabajo.
Bajo de ti, él temblaba, se escurría, se contorsionaba. No podía aguantar tanta fuente de placer, y más cuando no lo había conocido de ti. Rápidamente, sus dedos se colaron por dentro tus bragas y con solo rozarte, suspiraste entrecortadamente. Mojó sus puntas en tu agujero y cubrió la zona con tus jugos. Masajeaba la zona al mismo ritmo que tu le dabas. Él no podia aguantar el ritmo y tú tampoco.
Pronto la ropa sobrante se fue, por lo que solo os queréis tocar y frotar el uno con el otro.
- Nena, dejame entrar o me voy a correr como un gil. - jadeó viendote demasiado profundo en la pasión del momento.
Se acomodó dentro de ti y embistió suavemente para que te adaptaras. Pero tu ya estabas con los ojos en blanco, agarrandote a su espalda con tus uñas. Tus gemidos eran intensos y Matías no podía resistir los suyos al oírte. Era más vocal que otras veces.
- Más, Matías, más. - estabas fuera de si, su pene rozaba el punto mas sensible dentro de ti.
Matías empujó más, casi sin poder controlar su lujuria o la situación. Dejó escapar un gruñido fuerte y le temblaron los brazos que lo apoyaban sobre ti. No podía aguantar más. Tu lo apretaste, llegaste a tu climax con un gemido obsceno y temblor en las piernas. Él no se contuvo más. Gritó tu nombre y se vino.
Se cayó sobre ti y lo abrazaste con brazos y piernas. Jadeaba como si hubiera hecho un triatlón.
- Matías - lo llamaste.
- Decime, linda. - suspiró sonriendo.
- Te amo.
- Yo también te amo. - te acarició el pelo hasta que te dormiste.
Por primera vez, Matías consideró quedarse a dormir y así lo hizo.
#lsdln#lsdln cast#matias recalt#matias recalt x reader#la sociedad de la nieve#society of the snow#matias recalt x you
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"Marcos vio la pintada en la pared de la cancha del barrio. Supo que seguramente era mucho más vieja que él.
"LA VIDA VA A CAMBIAR! VIVA MITOCONDRIA Y LA REVOLUCIÓN!", proclamaba el grafiti. Sus letras eran cadenas de RNA hechas en simple aerosol, irónicamente más duradero que los psicodélicos grafitis de bacterias sintéticas de aquellas décadas.
Mitocondria y Las Organelas, la gran banda del Biopunk, los jóvenes de pelo largo y escamas tornasoladas que se rebelaron en música y genoma, se separaron en 2094, cuando los padres de Marcos no sabían ni hablar todavía. Guillermito, el dino-loco, con su filosa sonrisa, murió hace 5 o 6 años, cuando el implante de psicotrópicos que tenía en la cresta de su cabeza le provocó una shock hormonal fatal. Hoy solo vivían en compilados de nostalgia por la radio y de música de fondo en restobares indies, muy caros para el presupuesto de Marcos.
La revolución biosocialista... La UBA Tomada, el Grito en los Andes, la República Biosocialista Mundial... todas cosas para los libros de historia. Tawantinsuyu, Persia, Indonesia… había lugares donde seguían flameando las banderas rojas y presumiendo las cadenas rotas... pero el sueño de un mundo donde la biotecnología acabara con las necesidades de los hombres y aboliera las clases era, -no importa lo que dijera Melanie- una fantasía que ni los hijos de los revolucionarios creían.
La vida cambió, eso sí.
Cambió un montón. Capaz no como querían los escritores del grafiti; posiblemente ni se acuerden del biopunk y de aquellos raros genomas nuevos. Habrán conseguido un trabajo, capaz de empleados públicos o de técnicos de laboratorio, y ahora seguramente andarán jubilados por ahí, con colas y orejas escondidas en ropas prácticas, profesionales.
Si es que tuvieron suerte. No fueron décadas muy afortunadas las que vinieron.
Diez millones de botas de los Cascos Azules, marchando desde Nueva York hasta Shanghái, se encargaron de que la vida no cambie más.
Es el precio, la sociedad decía, que tenemos que pagar por esos años locos que vivimos.
Por esos años locos en los que casi morimos.
Un Ecocidio fue demasiado. Otro más, impensable. Ni uno solo más.
Marcos suspiró.
Los rotores de otro helicóptero del SENA en su patrulla diaria apagaron su suspiro.
En un rato iba a venir Marina con facturas, y las cosas iban a estar un poco mejor."
#soft biopunk#(escrito antes de que juegue a disco elysium así que yo mismo me sorprendí de un par de paralelos)#cosas mias
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Ray Charles and Quincy Jones
(English / Español / Italiano)
‘Shortly after arriving in Seattle, I heard about a blind man who had shown up one night at the Elks Club on Madison Street and had blown up the place away with his playing and singing. Rumour had it that he had appeared in Seattle out of nowhere and was amazing, so I snuck in one night to hear him. He was a lanky, dark-skinned guy, and he was throwing himself around like a madman. He played piano and sang like Nat King Cole and Charles Brown, and he also played be bop on alto sax like Charlie Parker. There was even something of Bud Powell in his piano playing. I attended a whole set and then introduced myself. He told me his name was Ray Charles and it was love at first sight for both of us. I was fourteen when I met him and he was sixteen, and what I liked about him and his music was that he was independent. At sixteen, Ray Charles was already a man. […] I admired the way he did the shopping, the way he cooked, the way he did the laundry. I'd watch him cross the street without a cane or a dog, avoid traffic, do the shopping, figure out the rest, shuffle across the pavement, never missing a step, and I'd say to myself, ‘Hell, if he can do it, I can do it. [Ray was my role model at a time when I had few role models. He understood the world as I was incapable of understanding it. He told me, ‘All music has soul, Quincy. No matter what style, you have to be true to it. He refused to set limits for himself.
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
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«Poco después de llegar a Seattle, oí hablar de un chico ciego que se había presentado una noche en el Elks Club de Madison Street y había hecho estallar el local tocando y cantando. Se rumoreaba que había aparecido en Seattle de la nada y que era increíble, así que me colé allí una noche para escucharle. Era un tipo delgaducho, de piel morena, y se lanzaba como un loco. Tocaba el piano y cantaba como Nat King Cole y Charles Brown, y también tocaba be bop con el saxo alto como Charlie Parker. Incluso había algo de Bud Powell en su estilo al piano. Asistí a un set entero y luego me presenté. Me dijo que se llamaba Ray Charles y fue amor a primera vista para los dos. Yo tenía catorce años cuando le conocí y él dieciséis, y lo que me gustaba de él y de su música era que era independiente. A los dieciséis años, Ray Charles ya era un hombre. […] Admiraba cómo hacía la compra, cómo cocinaba y cómo lavaba la ropa. Le veía cruzar la calle sin bastón ni perro, evitar el tráfico, hacer la compra, calcular el resto, arrastrar los zapatos al pisar la acera, sin perder nunca un paso, y me decía: «Joder, si él puede hacerlo, yo también». […] Ray fue mi modelo a seguir en una época en la que tenía pocos modelos a seguir. Entendía el mundo como yo era incapaz de entenderlo. Me dijo: «Toda la música tiene alma, Quincy. No importa el estilo, tienes que ser fiel a él». Se negaba a ponerse límites».
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
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«Poco dopo essere arrivato a Seattle, sentii parlare di un tizio cieco che una sera si era presentato all'Elks Club di Madison Street e aveva buttato giù il locale suonando e cantando. Si diceva che fosse comparso a Seattle dal nulla e che fosse incredibile, perciò una sera mi intrufolai lì dentro per ascoltarlo. Era un ragazzo magro, dalla pelle bruna, e ci dava dentro come un matto. Suonava il pianoforte e cantava come Nat King Cole e Charles Brown, e suonava anche il be bop sul sax alto come Charlie Parker. C'era anche un po' di Bud Powell nel suo stile al pianoforte. Assistetti a un intero set e poi mi presentai. Mi disse che si chiamava Ray Charles e fu amore a prima vista per entrambi. Avevo quattordici anni quando lo incontrai per la prima volta, e lui ne aveva sedici, e ciò che mi piacque, sia di lui che della sua musica, è che era indipendente. A sedici anni, Ray Charles era un uomo. […] Ammiravo il modo in cui faceva la spesa da solo, cucinava da solo e si lavava i panni. Lo guardavo attraversare la strada senza un bastone né un cane, evitare il traffico, fare gli acquisti, calcolare il resto, strascicare le scarpe mentre saliva sul marciapiedi, senza mai mancare un passo, e mi dicevo: “Accidenti, se lo può fare lui, posso farlo anch'io”. […] Ray era il mio modello, in un momento in cui di modelli ne avevo pochi. Capiva il mondo come io non ero capace di capirlo. Diceva: “Ogni musica ha la sua anima, Quincy. Non importa in che stile sia, devi esserle fedele”. Rifiutava di porsi dei limiti»
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
Source: jazzit.it
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Susano’o x Okita
Fanfic AU. Pedido especial por telegram de Lariza Tv.
Fem. Por:Huitzil1416
Durante el Ragnarok al final de la batalla como se suponía la muerte no se le otorgaba al perdedor y de hecho una vez que termino todo y los humanos se vieron perdiendo la oportunidad de salvar a la humanidad la muerte no fue lo que les aconteció sino un destino peor. Zeus pervertido convirtió a los hombres en mujeres con tal facilidad y burla para humillarlos a todos, a algunos más y a otros quizás menos, pero el castigo era claro, ser la esclava sexual del contrincante en su pelea.
Capítulo especial Susano'o x Okita
Susano’o no Mikoto sentía una emoción como nunca en su corazón al ver al asesino de humanos sobrevivir al doloroso cambio de hombre a mujer, porque ella no lo sabía, quizá nunca lo creería pero para él, Soji Okita era la criatura más hermosa que había visto en toda su existencia.
Como el dios de las espadas, apreciaba más una buena batalla que a una mujer. No era un misterio que No Mikoto encontrara más emocionante entregarse en cuerpo y alma a un combate que a alguna amante.
Siendo honestos, Susano'o nunca había tenido una erección por una persona, deidad o criatura pero si que sentía su cuerpo explotar cuando se encontraba con un campo de batalla que incluía a algún espadachín o guerrero fuerte así que haber peleado con Soji Okita fue un completo sueño cumplido.
El dios sabia de la leyenda de Okita, quien fuera Capitán de la primera división del Shinsengumi y tenía conocimiento de sus habilidades superiores e incluso el sobrenombre de este al ser llamado “El demonio de la espada” lo que significaba su contrario, así que sí. Susano’o, no iba a negarlo a esta altura, él admiraba a Soji de sobremanera, se podría decir que era un fan de aquel joven quien había sido llevado al final de su vida por una enfermedad y no ocultaba su deseo largamente acariciado por Susano'o de poder conversar ampliamente con quien estaba en la cima de los homicidas durante el Bakumatsu, Soji Okita.
Susano sabía absolutamente toda la historia de Okita, había leído con mucho interés todo documento que hablaba del humano, así como también había escuchado historias y leyendas que lo incluían o lo mencionaban. No es como si se hubiera obsesionado con un simple humano por su trayectoria existencial, su valor, sus habilidades con la espada, su alma, su corazón y su hermosa sonrisa ¡Por su puesto que no!
El dios se decía así mismo que simplemente sentía una genuina admiración y respeto por un humano, solo eso. No había nada de malo en encontrar a una persona interesante y atractiva aunque se tratara alguien del mismo sexo, así como tampoco tenía nada de malo pensar en lo mucho que deseaba ser mas cercano para conversar, reír, bromear y ¿Por qué no? Entrenar juntos.
Es por ello que para Susano'o tener al humano que tanto admiraba como “esclava sexual “ era la fantasía de todo admirador, aunque a Okita no le gustará, ahora era propiedad de un loco demasiado entusiasta.
En verdad Susano'o estaba muy emocionado de tener a Okita para él, tanta era su felicidad que no le dijo al humano sobre qué prefería conocerlo personalmente que ocuparlo simplemente como un objeto sexual. Además no había parado de hablar sobre lo impactante y sorprendente que había sido su pelea durante el Ragnarok mencionando que él había exigido ser su contrincante molestando a Anubis en su disputa por ver quien seria el siguiente peleador.
— Cuando supe que seguirías durante el Ragnarok, no dude en ofrecerme para pelear ya que estuve esperando impacientemente a que fueras el elegido porque quería conocerte y pelear contra ti ya que eres una leyenda —
Okita iba caminando con su habitual apariencia incluso como si se tratara de una burla de dios y que definitivamente lo había abandonado, la humana seguía viéndose igual como cuando era hombre, su apariencia de mujer no difería mucho pues a simple vista seguía siendo bajito, sus senos no habían crecido demasiado así como tampoco tenía unas prominentes caderas ni largas y hermosas piernas, a excepción de su vagina todo lo demás parecía igual.
— Te ves demasiado feliz con el dictamen de ese viejo — dijo Okita.
Susano'o no borro su feliz sonrisa — ¿Por qué no estaría feliz? — cuestiono — han revivido a todos los peleadores del Ragnarok y podemos estar juntos, es la oportunidad perfecta para conocernos mejor y poder llevarnos bien, además los dioses ahora respetan más a la humanidad y no los exterminaron como debía ser. Así que yo creo que aunque los peleadores del Ragnarok hayan perdido en sí fue una victoria para la humanidad porque siguen vivos que era por lo que pelearon tan fervientemente todos ustedes —
Okita se detuvo un poco sorprendida, era cierto lo que decía ese dios aunque ellos eran esclavas, la humanidad seguía existiendo por otros mil años y ahora existían dioses que protegían a los humanos de la ira de otros pues vieron durante el Ragnarok lo sorprendente que podía ser la humanidad.
— Vaya… de alguna manera cuando lo dices así me parecer que ser una esclava sexual es un pago mínimo por salvar millones de vidas — la humana miro el piso pensando en su compañero Kondo Isami ¿Qué haría él en su lugar?
De alguna manera Okita se sentía perdido de nuevo sin Kondo. Sin un camino, sin una meta y el vivir como un objeto le hacia sentirse miserable.
No había tenido en vida la oportunidad de enamorarse como todos los demás. No hubo jamás una persona en su corazón por la que sintiera la misma pasión que por el arte de la espada. Y durante todo su solitario camino siempre el único que quizá lo entendía era Kondo, a quien necesitaba más que nunca.
Susano'o se regreso a ver a Okita al notar que no lo seguía y vio una expresión triste en el rostro joven de este por lo que se le acercó llamándole varias veces sin recibir respuesta alguna por lo que se agacho para que la humana lo viera.
Los ojos de Okita se abrieron mucho y la mujer dio un salto hacía atrás cuando vio tan de cerca al dios.
— ¿Qué estás haciendo? — le preguntó Okita.
— Te estuve llamando — respondió Susano'o seriamente viendo como la humana intentaba ocultar sus emociones de él pero ya fuese porque Susano'o lo había estudiado a fondo o por el simple hecho de ser un buen observador no paso desapercibida la expresión de la humana — Creo que no me di a entender antes cuando fuiste convertido en mujer y designado a mi como tu amo — el dios dejo salir un suspiro — la verdad es que me hace mucha emoción tenerte para mi Okita, sin embargo jamás haría algo que tu no quisieras ¿Entiendes? —
Okita trago saliva llevando su mano a la cintura en busca de su catana porque, aunque no estaba en peligro sostener la empuñadura de su arma le hacía sentir menos ansiedad.
— En tu transformación a mujer se que sufriste mucho, fui yo quien estuvo cuidándote y calmando tu dolor, quizá por eso no recuerdas cuando te dije que no quiero tener una relación de esclavo-amo contigo, sino que de verdad quiero conocerte y tener una relación amigable y armoniosa contigo. Tengo tantas cosas que aprender de ti y me gustaría enseñarte muchas cosas que yo sé, así que siento que pronto nos haremos grandes amigos —
La humana asintió con la cabeza — No logró comprender del todo a los dioses, fuiste mi enemigo durante el Ragnarok y se supone que deberíamos ser rivales pero justo ahora dices cosas que contradicen las órdenes de un dios jerárquicamente más poderoso que tu y ni siquiera dudas de tus palabras —
El dios vio media sonrisa en el rostro de Okita y esa simple acción hizo que el corazón de Susano'o latiera más emocionado y feliz que nunca.
— ¿Por qué dudaría de algo en lo que fervientemente creo y quiero? Sería patético que no peleará por mis propios sueños y tu Okita siempre has sido un sueño para mi ¿Por qué debería hacerle caso a un dios que no pudo ver lo sorprendente que eran sus creaciones? —
El dios se reincorporó para acercarse a Okita y le tomo de la mano amigablemente — Ven, de ahora en adelante yo te guiare para que descubras todo lo maravilloso del Valhalla y por su puesto que tendrás de vuelta tu espada —
Con eso dicho ambos continuaron caminando ya sin dudas en sus corazones y tal y como había dicho Susano'o, Okita aunque fuese mujer disfruto mucho de la compañía del dios ya que este era amable, divertido y bondadoso. Le mostraba y contaba sobre sus aventuras, del cómo había visto a varios espadachines famosos e incluso como es que se transformaba y viajaba, entre ellos dos se formó rápidamente una sólida amistad e incluso una poderosa atracción.
La humana y el dios les gustaba demasiado pasar el tiempo juntos haciendo cualquier cosa e incluso sin hacer nada buscaban sin darse cuenta más contacto físico cualquiera que fuese por pequeño que se tratara les hacia sentir cómodos y a gusto.
Okita no sabía si lo que sentía por la deidad podía ser llamado amor pero quería hacerle saber lo mucho que le apreciaba y valoraba. Sabia bien la humana lo que el dios sentía por ella, no era estúpida. El dios babeaba por ella y aunque nunca le faltó el respeto no pasaba desapercibido el sonrojo que este tenía cuando ella se acercaba demasiado a él.
La humana de alguna manera pensaba que el dios era algo “lindo” su alegre personalidad y su nata amabilidad combinadas con su personalidad torpe y descuidada lo hacían a su parecer demasiado lindo.
“Deben ser las hormonas de mujer” se decía a sí misma Okita porque nunca había pensado que un hombre fuese lindo “Sí… definitivamente tienen que ser las hormonas de mujer”
Y aunque la humana pensaba de esa forma realmente quería que el dios la abrazara por más tiempo, la mimara e incluso pensó que no estaría mal si la besaba.
Así que una noche después de que Susano'o y Okita tomaran cada uno un baño acabando de entrenar es que sin saber exactamente a donde iban es que por la provocación de Okita terminaron besándose fervientemente en una habitación tipo oriental arriba de un muy cómodo y fino futon.
Las lenguas de ambos se entrelazaron audazmente y lo que debía ser algo tierno pues era el primer beso de los dos se convirtió rápidamente en una pelea de dominio y pasión.
Susano’o fue quien al sentir como su miembro comenzaba a ponerse duro como si estuviera en una pelea es que detuvo el beso abruptamente alejando con ambas manos a Okita sin soltarla de los hombros pensando.
“Esto es peligroso.”
Un grueso trago de saliva dio la deidad al ver la confusión en los ojos abiertos de la humana frente suyo, con aquellos suaves y dulces labios aterciopelados, rosados e hinchados por su culpa. ¡Joder tan hermosa imagen tenía Susano'o frente suyo!
Okita tenia los labios entreabiertos. Su ropa estaba desarreglada dejando ver sus pálidos hombros y el inicio de sus tiernos y apetitosos duraznos ¿Qué no daría el dios por besar aquellos pequeños montes cual recién nacido destetado?
La mujer se había quedado con ganas de continuar con el beso. Detestaba que un hombre u otro ser marcara el ritmo de lo que ella quería, no permitiría que aquel dios le detuviera en algo que ella sin saber que quería ahora necesitaba.
— ¿Qué sucede? – pregunto con su voz baja — Acaso ¿Hice algo malo? — la pregunta la hizo con un deje de dolor tan solo para ver si podía manipular al dios.
Claro esta que Susano'o, reacciono a esa sensual voz que le provocaba la sensación de mil mariposas en su estomago. Todo el cuerpo del dios se estremeció de placer y sonrió nerviosamente pues no quería lastimar a su rival.
— ¡No! — contesto apurado el dios — No haz hecho nada malo, p-pero es que… — los nervios del dios de la espada eran obvios tanto así que comenzaba a titubear algo que jamás pensó que le fuera a pasar al hablar — es q-que quiero dormir temprano —
La mirada fría que le dedico Okita al dios fue un reclamo sin palabras pero que calaba fríamente al corazón acelerado de Susano'o.
— Yo no quiero dormir todavía — ronroneo la pelinegra cambiando su personalidad nuevamente como si el dios estuviera tratando con dos personas distintas — hazme compañía —
— D-debemos ir a dormir, mañana quedamos de a ver a la señora Sasaki debido a su embarazo ¿Recuerdas? —
No podía Susano'o creer que estaba sudando como si hubiera hecho mucho ejercicio porque, de alguna manera pensó que la humana frente suyo iba a enojarse y sacar al demonio que tenía dentro sin embargo aquella que se había acercado estaba apoyada en sus muslos y sonreía con un deje de malicia siendo esa sonrisa algo que preocupo tanto al dios que no se atrevía a mirarla.
“Si no la miro no caeré en sus encantos, he tenido que enfrentarme a peligros y adversidades mas grandes. Vamos Susano'o no Mikoto, si no la miras estarás bien, estaré bien si no cruzo miradas con ella”
Okita tocó al dios para acercarse a su rostro para pedirle un solo beso más pero su sorpresa la hizo estremecer al notar la enorme erección que tenia Susano’o no Mikoto. Era enorme pese a estar oculta en la bata que usaba y de alguna manera saber que ella era la que provocaba los nervios y esa erección en la deidad llenaban de un orgullo siniestro a la humana.
Las finas manos de quien fue el denominado demonio de la espada buscaron lentamente el miembro duro del dios quien seguía balbuceando cosas sin sentido sobre deberes y obligaciones.
Susano'o cerro su boca de golpe al notar como las pequeñas manos de Okita tocaban su duro y adolorido miembro.
La mirada del dios se clavo en ella mientras el rostro de este se pintaba meramente de carmín y daba un grueso trago de saliva.
— O-O-Okita… — La humana sonrió al escuchar su nombre salir de los labios de este hombre.
— ¿Si? — ronroneo la guerrera al oído de su deidad — Susano'o —
De solo escuchar su nombre ser pronunciado por la pelinegra con ese tono de voz tan tierno y sensual hicieron que el dios casi se corriera en las prendas que llevaba; el dios quería llamar a Kondo Isami, a Adán o a la señora Sasaki para que Okita se le quitara en encima pero eso no sucedió.
Para empezar Okita estaba maravillada de todas las reacciones que hacía Susano'o, y al meter las manos dentro de la ropa del dios pudo notar lo mojado que estaba, el presemen que sacaba la deidad era pegajosa y blanquezca muy similar al color de las perlas.
— Dices que no por la boca pero esta espada de aquí exige ser atendida y lustrada — Okita no podía borrar su sonrisa pese a que no sabia que mierda estaba haciendo simplemente estaba siguiendo sus instintos y estos le decían que debía engullir aquel enorme y delicioso trozo de carne caliente que tenía enfrente.
El miembro del dios era glorioso a los ojos de Soji Okita quien no pudo hacer la comparación de su antiguo pene con el del dios, aunque ahora la humana ya no fuese un hombre sabía perfectamente que incluso entre su especie aquella envergadura no era de tamaño normal.
La pelinegra se relamió los labios, se ato por completo el cabello hacia atrás y se agacho para engullir el miembro de Susano'o, todo lo que podía en su boca sin embargo en cuando su lengua tocó la punta de la cabeza rosa del miembro del dios este gimió por lo alto dejando salir toda su hombría en el rostro de la humana.
Okita se alejo para notar lo caliente que era el semen del dios, tan espeso como si nunca se hubiera masturbado en su vida y cuando estaba a punto de probarlo el dios le limpio la cara con la bata, pero lo hizo rápido aunque eso sí, con cuidado de no lastimarla.
— Por eso te dije que mejor fuéramos a dormir — Susano'o parecía enojado y dejó de sonreír.
La humana lo pensó un poco y tomó al dios de la muñeca — Quiero hacerlo — exigió.
— No quiero lastimarte — respondió el dios teniendo nuevamente una erección.
— No soy una débil muñequilla que puede romperse con unos cuantos golpes además, es mi decisión y quiero hacerlo contigo pero solo quiero si tu estas listo —
Cuando dijo eso Okita pareció que el dios cambió su expresión a una más obscura fue cuando la humana sintió como los labios del contrario le besaron con brusquedad y deseo, rápidamente la pelinegra abrió su boca para recibir la húmeda lengua del dios en su boca en un beso asfixiante y excitante que los dejo sin aire a los dos.
Mientras se besaban Susano'o, uso una mano para masajear los pequeños senos de la humana mientras que con la otra comenzó a masturbarla acariciando y presionando la vagina de la guerra hasta que comenzó a sentír como esta movía sus caderas y que los dedos que ocupaba jugando con la vulva de su mujer estuvieran mojados por completo.
Okita comenzaba a gemir y a hacer ruidos con la boca, suspiraba largo y tendido cuando sentía los largos dedos del dios entrar en ella y salir masajeándola con maestría.
¡Dios quería más!
Fue entonces que el dios la tomó de los cabellos alejándola del beso, la examino con la mirada cuidadosamente y la sometió rápidamente en el futon subiéndose arriba de ella haciendo que la sangre de Okita se encendiera y su corazón latiera rápidamente.
— Pensar que intentarías seducirme a mi, Amanoma-Gaeshi… ¿No es un poco imprudente? — pregunto el de cabellos ondulados.
— En la próxima ¡Yo lo haré mucho mejor! — aseguro la pelinegra excitada como en su combate.
Con cierta brusquedad el dios abrió la piernas pálidas de la humana situándose en medio de ellas acomodándose mientras dejaba expuesto su gran miembro masculino chorreante de líquido seminal, erecto, duro, deseoso de entrar en su humana porque aunque la oriental lo fuese a negar ella le pertenecía e iba a hacer de ella un desastre por completo sin contenerse.
Aun cuando Okita sentía miedo también sentía su cuerpo lleno de adrenalina. No iba a acobardarse solo porque la expresión de ese masculino dios había cambiado a una seria, casi siniestra lejos de la de una piadosa deidad.
— Ya usa esa maldita espada para cortarme — susurro Okita en una orden — métemela — sonrió de media vela sonrisa que no le duraría mucho tiempo.
— Cómo era de esperar del cazador de hombres más fuerte del periodo “Bakumatsu” —
La humana definitivamente no sabía las consecuencias de las palabras que ella acababa de decir, de saberlo jamás las habría dicho así que cuando la oriental le hizo aquella invitación exponiendo su vagina abriéndola con sus dedos incitando al deseo, el dios perdió toda racionalidad.
Inclinándose como un animal Susano’o mordió con fuerza a Okita del hombro derecho mientras que usaba su mano para levantar hasta sus propios hombros la pierna de la humana, con la otra mano guio salvajemente su miembro a la entrada jugosa de la pelinegra hasta forzar su entrada en aquel apretado coño humedo.
Okita se aferró a las sabanas mientras se quedaba sin voz ante la intromisión violenta del dios en su interior. La impresión de ser penetrada fue un verdadero shock para ella pues un fuerte dolor atravesó todo su cuerpo desconectando su cerebro por un momento. Fueron solo unos segundos en los que incluso olvidó respirar y vio borroso , sin que siquiera por su cabeza cruzada algún pensamiento.
El dolor de la fuerte mordida que dio Susano’o con la estocada repentina arrancaron de la humana unas lagrimas y cuando volvió en sí se dio cuenta que nada la había preparado para semejante dolor, y aunque ella no era una cobarde ni mucho menos una débil mujer quizá no debió incitar al dios tanto.
Okita no tuvo tiempo de reponerse cuando Susano’o comenzó a moverse dentro de ella, era como si no le importara que la acabara de desflorar, como si solo de su propio placer se preocupara. Sentir el enorme trozo de carne entrar y salir dentro suyo le fue incomodo pero como la guerrera que era, apretó las muelas con fuerza soltándose de las sabanas para llevar sus manos al cuello de su rival y trago saliva dibujando una sonrisa en su rostro.
— ¿Por qué si soy yo la que esta sufriendo eres tu el que llora? — pregunto Okita viendo como Susano’o derramaba lagrimas y estas caían en sus mejillas sonrojada — dime… ¿Por qué lloras? —
El dios tembló al escuchar la suave voz de la humana sabiéndose derrotado — Para ser justo… realmente, desearía que este momento durará para siempre… — el de cabellos ondulados beso la frente de Soji con cariño y amor — este momento de felicidad, desearía que durará para siempre, mi corazón esta ardiendo —
Susano’o sonreía ilusionado haciendo que esa ilusión se contagiara a la humana bajo suyo relajándola por completo calmándola, mientras esperaba sin decirlo a que ella se acostumbrará a tenerlo dentro.
— Tu también haces arder mi corazón y me haces sentir la sangre hervir — Okita quito las lagrimas del dios mientras comenzaba a frotarse en su dios.
Susano’o continuo moviéndose rápidamente ambos como en su pelea no iban a dejar que el otro tuviera el control definitivo así que comenzaron a besar, morder y rasguñar en el ardiente momento de hacer el amor.
Durante su pelea ambos habían disfrutado de la gran batalla que llevaron juntos hasta el punto en que los dos habían deseado con todo su corazón haberse conocido en diferentes circunstancias.
El dios era algo violento pero descubrió como su humana disfrutaba con algo de dolor mientras la penetraba. Su gran miembro podía verse entrar y salir del vientre de Okita mientras ella gemía volviéndose sumisa a sus besos y caricias.
— Voy a correrme — gruño el dios cuando sentía como su miembro bombeaba dentro de ella y las paredes internas de su mujer lo apretaban como negándose a dejarlo escapar — Voy a fecundarte — le aseguro.
Okita negó con la cabeza sin dejar de gemir deseando que el dios siguiera penetrándola para continuar disfrutando de sus caricias mientras que su coño no dejaba de hacer ruidos húmedos cuando los testículos del dios chocaban con su piel baja mojándola aun mas ¿Cuántos orgasmos hasta este momento habia tenido?.
— No dentro — suspiro Soji sin dejar de moverse para que la verga tocara su punto más dulce mientras también sentía su cuerpo temblar anunciando el orgasmo.
— Soji… Okita —
Fue entonces que el dios comenzó a moverse más erráticamente enterrando tan profundamente su pene en la humana mientras sentía como todo su cuerpo le abandonaba y vertía toda su semilla en el interior de su humana, lanzando un gran chorro de semen que no tardó en desbordarse e hinchar el vientre de su amada al ser disparado justo en su órgano femenino fecundándola inevitablemente mientras ella lanzaba una fuerte maldición teniendo un escandaloso orgasmo .
Los dos se quedaron temblando ante la nueva experiencia sexual que habían tenido juntos, respiraban agitadamente tratando de componerse. El primero en hablar y quien estaba justo a lado de Okita fue Susano’o quien sonrió acariciando la mejilla sonrojada de la humana.
— Lo hiciste genial — dijo con su corazón alegre y feliz — Por favor Okita Soji, quédate conmigo y descubramos juntos este nuevo camino —
Okita le miro aun jadeando sin recuperar del todo el habla y asintió con la cabeza — Ya no estaremos solos nunca mas — le dijo devolviéndole la sonrisa, lista para otro raund con aquel adorable dios.
No era raro para nadie que el dios Susano’o pidiera ayuda a los humanos ene l pasado o presente, pero si fue una sorpresa verle tan enamorado de Okita pues nadie jamás pensó que el dios de la espada fuese a adorar tanto a una humana incluso más que a las espadas o al arte de la esgrima.
Gracias a todos por su apoyo y amor incondicional pero sobre todo a Lariza quien realizo este hermoso pedido especial y sin su paciencia este capitulo no estaría hoy entre nosotros.
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Versatilidad compleja.
Soy tan sincera que cuando conozco a alguien siempre les advierto de que yo no seré la mujer de su vida.
Y no es un pensamiento pesimista, ni exagerado. Es una certeza con la que vivo a diario, con sus pros y sus contras. Con sus sabores y texturas.
También les digo, a todos esos chicos que entran en mi vida, que a mi la constancia me sabe a mucho y que la evito para no empacharme. Que me dan miedo los cólicos de después. Que me conozco.
Después, de todas formas, me encuentro queriéndolos. Porque esas cosas no se controlan nunca y yo soy un poco corazón de pollo.
Qué cosas, ¿no? Y que complicado.
Soy tan sincera que antes de siquiera profundizar un lazo hablo de mis defectos, porque quien avisa no es traidor decía la abuela.
Y también hablo de los traumas y las heridas aún un poquito abiertas. Porque yo necesito espacio y días solitarios sin reproches. Porque tengo la terrible manía de desaparecer un par de días de la sociedad y las redes. Porque soy un poco hermitaña con los sentimientos.
Luego, aún así, me disculpo por ser así. Porque quien se disculpa no se queda con la espinita en el pecho, decía mamá.
Qué contradictorio, ¿no? Y que versátil.
Soy tan sincera que cuando empiezo a querer no me lo guardo, ni lo escondo con dobles intenciones. Solo lo suelto, aunque pueda resultar una bomba. A veces incluso soy demasiado bruta.
Y no es malo tampoco, porque hay cosas que no se pueden difuminar ni esconder. Hay cosas con las que hay que ir de frente aunque luego no te dure casi el sabor.
También soy un poco como una sucesión inagotable de impulsos. Y de cosquilleos. Porque yo me rijo por ellos, los escucho y siento, incluso con los ojos cerrados. Entonces, nunca hay un camino seguro conmigo.
Después, irremediablemente, me aferro un poco a ese cosquilleo en el corazón y a esos impulsos locos que me dan. Porque a veces también estoy un poco loca y desquiciada. Porque sentir también es de dementes.
Katastrophal
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Volando | SG.
|Sinopsis: Satoru, que puede ver todo, no vio venir su debilidad.
|TW: Puro y simple romance <3
Basado en esta canción de Mora, Sech y Bad Bunny.
Desde el primer día que Satoru te vio en la entrada de la escuela de hechiceria cuando era joven, desde ese momento supo que serias su debilidad. El podía ver todo, pero no se vio un día enamorándose de alguien como tú.
Al inicio, creyó que solo era un capricho, que era solo que eras demasiado bonita, que, con el tiempo se olvidaría de esos sentimientos. Pero también eras fuerte, y mucho, tanto como para alcanzar a los categoría 1.
El no sabía el motivo, pero cada que estabas cerca se ponía nervioso, y comenzaba a sudar. “Es casi como si esa mocosa me hubiera embrujado, Suguru…” Era lo que siempre le decía a su mejor amigo.
El trato de olvidarse de todos esos sentimientos nuevos trabajando, estudiando, tratando de no tenerte todo el día en la cabeza, pero el no sabía si era una maldicion o coincidencia, que en cada oportunidad que disociaba, tú cara linda pasaba por su mente, haciéndolo sentir mareado y con nervios.
Poco a poco se vio llegando temprano a la escuela solo para verte, para estar mas cerca de ti, para inhalar tu perfume dulce cada que estaba cerca de ti.
Satoru supo que no era solo un crush de adolescentes cuando te vio de nuevo en un puesto ambulante en una de las calles de Tokio. Por un segundo el aire se le quedó en la garganta y comenzó a sentirse nervioso a pesar de haber pasado casi 7 años de no verte.
Cuando era adolescente, no podía pensar en otra que no fuera su linda mejor amiga, ella era la única que llamaba su atención, su cabello castaño cayendo encima de sus pequeños hombros y su sonrisa brillante cada que lo miraba. A sus 17 estaba bien imaginarla, enamorarse como cualquier chico, pero ¿a los 25? Eso ya no era solo un crush.
Luego de volver a hablarte, a seguir viéndote de nuevo, al seguir pasando tiempo contigo, se dio cuenta que estaba irremediablemente enamorado.
La forma en la que tus ojos se achicaban cada que sonreías, Como ladeabas tu cabeza hacia un lado cada que estabas confundida, como tu voz subía de tono cuando hablabas de algo que te gustaba. Los pequeños gestos de disgusto que hacías cada que algo no te gustaba. Era algo que jamás había prestado atención en alguien.
Poco a poco se dio cuenta que estaba loco. Era la única forma en la que el se consideraba. No podía concentrarse en nada cada que tu estabas cerca, no podía formar oraciones coherentes cada que hablaban porque tu perfume le llenaba las fosas nasales, mareandolo.
No trato de arreglar todo como cuando era un adolescente, esta vez no correría de lo que sentía, así que se dejó llevar por todo, por los sentimientos, por las sensaciones, por los pequeños momentos.
A pesar de que el le negaba a su mejor amigo estar enamorado, era una completa mentira.
El vivia de lo que tu dijeras, de lo que tu quisieras, el vivía solo y para ti. El estaba dispuesto a darte hasta el más mínimo deseo, lo que pidieras, aun así fuera ridículo.
“Es Imposible que no estés enamorado, cada que te llama vas corriendo, cada que ella necesita algo, eres el primero en correr a dárselo. Seguro que solo es una mejor amiga? Vives distraído pensando en ella.” Suguru se masajeó los hombros riendo.
Satoru solo suspiró. Sabía que se había vuelto loco, todo lo que hacía lo hacía por ti y para ti, porque sabía que verte sonreír era el mejor pago por todos los favores. Sabía que en cualquier momento y a cualquier hora que tu lo llamaras, iba a estar ahí. Lo tenias comiendo de la palma de tu mano y el no podía estar mas de acuerdo.
#jjk español#jujutsu kaisen x reader#gojo satoru#gojou satoru x reader#jujutsu kaisen headcanons#satoru x you#satoru gojo x reader
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Quise escribir otro yandere y practicar este tipo de fanfics, espero sea del agrado del lector. Gracias por leer mis otros drabbles.
Advertencias: Yandere Alucard Tepes x Reader femenino. No acepto o consiento cualquier comportamiento dañino, obsesivo y/o posesivo cualquier otro. Esto es sólo una ficción.
Alucard no había sido egoísta en su vida. Pero cuando lo fue por primera vez él mismo se sorprendió de serlo. Fue como un nuevo descubrimiento de sí mismo, de algo que no pensó que había en su ser..
El sentimiento de querer que tú solo te interesaras en él y en su amor, lo volvió loco, no necesitabas a nadie más, no necesitas convivir con tus amigos y tu familia, podían hacer una nueva familia juntos, tan grande como quisieras, porque solo debías estar con él, amarlo, adorarlo, como él hace contigo.
Su amor por ti era tan grande que lo hacía querer poseerte en el momento en que estuvieran solos.
Sabías que te amaba, te lo había dicho, pero fuiste tan ingenua y rechazaste lo que te ofrecía, a él lo enfureció. ¿Cómo podías no amarlo? Él era perfecto y mejor que un hombre común, tenía todo lo que pudieras desear, te daría todo lo que le pidieras, pondría el mundo ante tus pies si se lo pidieras; pero fuiste tan tonta y decidiste rechazarlo.
Y ahora, como consecuencia de tu decisión, Alucard te había secuestrado, llevado con él a su casa y puesto en lo más oscuro de su castillo.
"Corazón mío." La puerta de acero chirrió, lo miraste entrar, viste sus ojos dorados, parecían brillar con un toque de oscuridad.
La poca luz de las velas lo ayudaban para que pudiera apreciar tu belleza, aunque no las necesitaba ya que su vista le hacía apreciar muy bien todo.
" Hace mucho frío esta noche. Te traje unas mantas para que puedas cubrirte." Adrián caminó hacia ti, dejando en el suelo las cobijas.
"¿Cuándo me dejarás salir de aquí, Alucard?" Preguntaste, estabas molesta y al mismo tiempo triste por lo que él hacía.
"¿Me amas, al fin?" Ahora preguntó él, mirando entre tu ser.
"... No."
"Entonces aún no podrás dejar este lugar"
"¡No puedes tenerme aquí! ¡No puedes obligar a alguien a qué te ame!"
Alucard ignoró tu grito, estaba caminando hacia la puerta por dónde había entrado momentos antes, sentiste que tus esperanzas de salir de ese frío calabozo se iban con él.
"¡Alucard, por favor!''
Escuchó que le llamaba, pero ya era tarde cuando la gran puerta se cerró.
Sabía que estaba haciendo mal, su lado humano se lo decía, pero aún así la tenía retenida. Solo quería que lo amaras, que fueras tan devota a él. Y si tenía que hacer esto para que cambiaras de opinión y le dieras lo que quería, entonces lo haría. Haría cualquier cosa para que dijeras que estarías con él para siempre, voluntariamente o no.
Amar era una locura letal para los vampiros.
Ahora entendía a su padre.
#yandere alucard x reader#yandere castlevania#adrian tepes x reader#adrian tepes x fem!reader#yandere adrian tepes x f!reader#yandere adrien tepes#castlevania (2017)#adrian tepes#alucard tepes x reader#alucard castlevania x reader
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Calmar tu sed - parte 4
Buenaaaas chicas, por fin les puedo traer la cuarta parte de Calmar tu sed, y no hubiera sido posible sin que mi querida @deepinsideyourbeing me hubiera sacado con cariño de mi bloqueo creativo (Gracias preciosa!)
Esta vez vamos a intentar disciplinar un poquito a conejito Blas 🐇
💕Sub!Blas Polidori x f!reader
❤️🔥+18 sexo explícito, blas es insaciable y desobediente, masturbación, mommy kink, age gap, soft dom, edging...
En principio habías quedado con dos amigas a la que salieras del trabajo, hacía ya semanas que no os veíais ya que todas andabais muy ocupadas, así que ese viernes era el día perfecto para poder reuniros de una vez.
No le prestaste mucha atención al móvil esa tarde; querías resolver todos los asuntos con los que tu jefe tan amablemente te había sepultado, por lo que no debías distraerte con nada.
Fue un día muy cansado en la oficina, suspiraste y soltaste tu coleta para volver a hacértela esta vez más floja y fuiste caminando hasta la parada del metro.
Cuando sacaste el celular de tu bolso para ponerte música en el camino, decidiste revisar el grupo de whatsapp que tenían para ver cómo iban las demás y si había algún cambio en los planes. 20 mensajes sin leer, decía la pantalla. Malo.
Los últimos mensajes recibidos que leíste por encima decían:
“La próxima vez será”
“Lo siento chicas”
Muy malo.
Por lo que se ve, una de tus amigas se había quedado sin canguro para su bebé en el último momento y la otra tenía que quedarse en su trabajo hasta tarde por un cambio de turno que no había recordado hasta hoy. Joder. Y para esto te habías organizado la tarde. Bueno, ya qué, te dijiste. Tomaste el camino que llevaba a tu casa en lugar del que llevaba al centro.
Cuando entraste al piso, Blas tenía la música puesta y no te escuchó llegar.
Al caminar por el pasillo, pensaste brevemente en hacer una broma en la que le avisabas de haber llegado para no descubrirle en ninguna situación comprometida. Pero antes de que pudieras hacerlo la situación comprometida saltó a tus ojos.
Blas se encontraba tendido en vuestra cama, vestido únicamente con unos pantalones cortos de deporte. En una mano, su teléfono, delante de su cara, más que probablemente mirando fotos tuyas provocativas que de vez en cuando te divertía enviarle. La otra mano no sólo sostenía y masajeaba su miembro duro, si no que, enredadas entre sus dedos, distinguiste unas braguitas tuyas que llevabas unos días buscando. Blas gemía y cerraba los ojos.
Ya estabas frente a él, pero como con la música aún no se había dado cuenta de tu presencia decidiste aclararte la garganta para llamar su atención. A juzgar por el ritmo de su mano estaba muy cerca del final; notaste como tu propio sexo comenzaba a humedecerse y tu pulso se aceleraba. Te excitaba tanto lo insaciable que era tu novio…
-Amor! – se sobresaltó al verte, sin embargo, su cuerpo ya había entrado en un punto del que no podía retornar, aunque su mente se lo ordenase. El ceño del chico se frunció, sus ojos se entrecerraron. Con un pequeño gemido, Blas miró hacia abajo, como para intentar controlar lo que ahí estaba sucediendo, pero era inútil. Eyaculó sobre su pecho y su abdomen mientras suspiraba e intentaba pararlo, apenas moviendo su mano – Mi amor…yo…lo siento, no pensaba que llegases tan pronto… - intentando recuperar su respiración normal, Blas se disculpaba mirándote con esa carita con la que realmente no te podías enfadar.
-Me cancelaron en el último momento – soltaste tu bolso y adoptaste una posición de femme fatale que sabías que a él le volvía loco – Yo te había dicho que nada de masturbarte, ¿o sólo lo imaginé? – mientras bajabas de tus tacones, Blas hacía lo posible por limpiarse con una de las pequeñas toallas que guardabais en la mesilla de noche.
-Ya sé, amor, pero yo sabía que llegabas tarde y qué se yo…
-Ah, así que querías engañarme porque pensabas que no te iba a pillar…ya veo.
-No, no, ¡no! – exclamó – Es solo que sabía que llegabas de noche y no podía esperar… -dijo formando un puchero que estaba seguro de que le libraría de posibles represalias.
Mientras te desvestías y te ponías la ropa cómoda que llevabas en casa ante su atenta mirada, sopesaste qué castigo sería el adecuado para el comportamiento rebelde de tu joven novio.
-Y con mis bragas, además… - añadiste. Tch, tch, tch…- negaste con la cabeza con la decepción impostada de una profesora que ha pillado a su alumno favorito copiando.
-Y sí… eso no estuvo bien – rio de forma inocente, aunque su sonrisa se desvaneció cuando vio el gesto grave que estabas esforzándote en poner.
-Yo te voy a tener que buscar un castigo, conejito…
Blas caminó hacia ti y rodeó tus hombros con sus largos brazos, apoyando su barbilla en tu hombro, buscando aplacarte con cariños.
-Te preparo hoy tu cena favorita, gatita… no te enojés…
-Eso no es suficiente, pero … puedes empezar por ahí.
Más tarde, después de una ducha reconstituyente, habías decidido encender unas velas con aroma a canela y vainilla y escuchar tu pódcast favorito en el sofá. Fuera llovía, y el olor que comenzaba a salir de la cocina te embriagaba. Blas te estaba preparando lasaña de verduras.
De vez en cuando, le veías a través del marco de la puerta de la cocina, tan guapo con su delantal manchado de tomate. Estaba escuchando Tu geografía del grupo Indios, y le escuchabas cantar si pausabas tu programa.
Blas se esforzó no solo por cocinar a la perfección tu plato predilecto, sino que además decoró la mesa con un bonito mantel con motivos vegetales, un jarrón de flores secas y pequeñas velitas con forma de corazón.
-Sé muy bien lo que estás haciendo, nene.
-¿Mmm? – se hizo el loco mientras cortaba el pan en rodajas encima de una tablita de madera. Ni siquiera quería manchar con migas la mesa. Insólito.
-Dejá de hacerme buena letra– sonreíste satisfecha de haber infundido ese terror en él.
-Nah, amor, ¿es que no puedo ser detallista? – se defiende indignado.
Tú ríes por lo bajo y observas como te sirve una porción de la humeante lasaña en tu plato con todo el cuidado del mundo.
Esta vez Blas se había superado, definitivamente había perfeccionado su receta y había logrado algo excepcional.
Saboreaste un bocado y, después de tragar besaste las yemas de tus dedos para enfatizar tu felicitación.
-Increíble, nene, la rompiste.
-Gracias, nena, esta vez le puse un- ahhh… - su frase se vio interrumpida por un amago de gemido que murió en su garganta. Tu pie descalzo, había empezado a masajear su entrepierna por debajo de la mesa. No mucha tela os separaba, ya que, normalmente, Blas sólo llevaba un pantalón deportivo sin ropa interior cuando estaban en casa.
-Le pusiste qué? -preguntaste con una mezcla de diversión y malicia en tu rostro mientras insistías en acariciar su creciente bulto con los dedos de tu pie.
-Uhh…u-un poco de albahaca fresca… - Blas cerraba los ojos y se aferraba al mantel – nena… qué hacés?
-Yo? Cenar… - alcanzaste su erección con tu otra extremidad, recorriéndola con cuidado y manteniéndote al borde de tu silla.
-Nena, pero me vas …a volver loco – echó la cabeza hacia atrás.
Cuando tu novio se empezó a entregar relajadamente al placer que le estabas proporcionando viste tu oportunidad de parar en seco, apoyando de nuevo los pies en el suelo. Esto solo era el principio del juego. Como era de esperar, él abrió los ojos como platos y su expresión pasó del horror a la realización y después a la súplica.
-Nahhh me estás jodiendo, boluda.
Le miraste como una leona, en tus ojos, advertencia.
-No te escuché bien, ¿qué dijiste?
Él cerró los ojos un momento y tomó aire con el objetivo de volverse más diplomático.
-Mi amor, …- calibró sus palabras - cariño… ¿me vas a dejar así?
Tú te levantaste de la mesa con agilidad, apoyando las puntas de tus dedos en el piso como si fueras una bailarina, recogiste tu plato vacío y te dirigiste a la cocina para llevarlo a la pila.
-Me acordé de que hay helado, ¿querés? -sonreíste sin que te viese.
-La puta madre…-murmuraba él por lo bajo mirando el desastre que le habías provocado y que tanto le costaría bajar sin un alivio real.
-Blas? – llamaste nuevamente desde la otra habitación
-Sí, dale! – contestó con resignación.
Para cuando os sentasteis en el sofá del salón, el cuerpo del muchacho ya se había tranquilizado un poco, gracias a Dios. Como siempre, tardasteis más en seleccionar lo que ibais a ver que en el propio visionado.
El ya familiar sonido de la intro de Netflix resonaba cuando, muy para su desgracia, Blas dirigió su mirada hacia ti. En concreto hacia tu boca, que lamía el dichoso helado como si de verdad tu principal objetivo en la vida fuese hacer que perdiese la cabeza.
Tu lengua se paseaba desde la base de este hasta la punta a un ritmo demasiado lento y cuidado como para que no lo estuvieses haciendo a propósito. Las gotas de vainilla se deslizaban por tu boca hacia tu garganta tal como él desearía que sucediese con su corrida, lo cuál le hizo tragar saliva. Basta, no tenía sentido torturase imaginando tales cosas. Ya habría oportunidad de ponerte carita de corderito degollado cuando os metieseis en la cama más tarde, seguro que ahí cedías, pensó.
Intentó concentrar su atención en saborear su propio helado – el suyo de chocolate – y prestar atención a la película que estabais viendo.
Ya habiendo terminado vuestros postres, tú te reclinaste en su hombro. El aroma de su perfume emanando de su cuello y su pecho te encendía sin excepción.
Para colmo, una escena de sexo lésbico empezó a desarrollarse en la pantalla, suavemente con unos besos, y luego con las protagonistas deshaciéndose de su ropa. Blas la seguía con atención.
-Sabés? Yo en la uni me lié con mi amiga Camila…
Él dirigió la mirada hacia ti brevemente.
-Sí? – trató de sonar casual.
-Sí, vaya, hace mil años, pero aún me acuerdo.
-Mirá…
-Tenía unas tetas esa piba… -comentaste, tratando de sonar desinteresada también – me encantó comérselas…
Blas ya ni siquiera le estaba prestando atención a la película ni a sus protagonistas. En su cabeza, solo tú en brazos de tu amiga, a la que por cierto conocía en persona. En realidad, todo tipo de pensamientos cruzaban su mente como si se tratase de una carretera muy transitada. Debajo de la suave manta gris que os cubría, tu cuerpo cálido encajaba a la perfección con el suyo. No supo decidir si que tu mano comenzara a acariciar su muslo sutilmente era una nueva condena o un premio.
No tardaste en llegar a su miembro, ya totalmente duro, palpitando sobre su muslo; con tu pulgar, rodeaste su glande y trazaste lentos círculos que provocaron que su líquido preseminal atravesase la tela de sus pantaloncitos de Adidas, humedeciendo tus dedos deliciosamente.
Cuando lo tomaste por completo en tu mano, Blas cerró los ojos y suspiró. Aunque no sabía si debía entregarse esta vez, decidió que el hecho de que ya le estuvieras masturbando, aunque fuera de forma perezosa, era buena señal.
No es que tú fueses una máquina ni una mujer sin corazón. Por supuesto que tú también estabas disfrutando e incluso notabas tu propia humedad al sentir a tu novio de esa manera. Pero ese pibe necesitaba un castigo o no iba a aprender. Te perdiste en tus propios pensamientos mientras masajeabas lentamente la hombría de tu novio; tanto te distrajiste que tus alarmas no sonaron cuando una de las manos de Blas, empezó a acariciar tus senos, sosteniéndolos de forma delicada, mimando tus pezones rosados por encima de la camiseta de pijama que llevabas puesta. Lo cierto es que se sentía maravillosamente. Quizás castigar a tu niño era más duro de lo que parecía.
Pareciera que Blas no quería decir nada, ni tan siquiera gemir por si acaso el sonido de su voz te sacaba de tu estado de generosidad. Como si pudiera distraerte lo suficiente para que por fin le aliviaras.
Casi sin detenerte a pensarlo, te deslizaste por su pecho y bajaste tu cabeza hasta tener la boca a la altura de sus caderas. Besaste su punta, asegurándote de que tu aliento calentase aún más su piel a través de la tela, causándole un escalofrío electrizante que le hizo apretar nuevamente los párpados.
Tu saliva bajaba por tu lengua hasta humedecer aún más la mancha que delataba su excitación. Cerraste tus labios en torno a él y ejerciste un poco de presión con ellos. Él no se atrevía a moverse, así que fuiste tú la que se encargó de bajar la prenda hasta que su pija quedó al descubierto, palpitando dolorosamente.
Dejaste que se posase en el interior de tu boca, y, con cuidado de no arañarle con los dientes comenzaste a chupar como habías hecho hacía un rato con aquel helado de vainilla.
Él acarició tu pelo con cuidado una vez más de no provocar que cambiases de opinión.
Blas no podía estar más duro, la sangre bombeaba a través de sus venas cada vez más fuerte, la piel de sus testículos se tensó sutilmente, y tú sabías lo que eso significaba. Estaba muy cerca.
Por mucho que te molestase detener tu tarea, sabías que era ahora o nunca. Así que sacaste su longitud de tu boca y le diste una lamida de despedida, desde la base hasta la punta, plantando un beso al final. Con el dorso de tu mano limpiaste la saliva de tus labios y volviste a recostar tu cabeza contra su pecho.
No hacía falta ser muy listo para saber que ibas a continuar castigándolo cada vez que tuvieses ocasión. Esta vez no ibas de farol.
Blas soltó un quejido lastimero y se llevó las manos a la cara frustrado.
-Pará, ¿por qué me hacés esto, nenita…? Yo no soy tan malo con vos.
-Nunca hacés caso – le reprendiste mirando a la pantalla para que sus ojitos oscuros no te afectasen cual hechizo.
-Pero cielo… es que a veces no puedo evitar desobedecer – intentó justificarse sin demasiado éxito.
-No es excusa – pretendiste sonar autoritaria – lo de la playa fue imperdonable, señor Polidori.
-Ya te pedí perdón por eso…- se giró hacia ti y te obligó a mirarle invadiendo tu campo de visión; necesitaba que vieras su expresión apenada para infundir un poco de compasión en ti. Tomó tu cara entre sus grandes manos y te besó – es que tenés unas tetitas tan ricas – bajó sus besos por tu mandíbula, trazando un camino por tu cuello y después tu pecho – que yo no me puedo resistir, mami…
El muy cabrón sabía muy bien cuando utilizar ese nombre y cuando no. En el momento justo.
-¿Pero si vos te portás bien mami te da todo lo que necesitás… - suspiraste a causa de sus besos y de sus palabras – es que no tenés suficiente, conejito?
La boca de Blas ya se hallaba totalmente inmersa en tu cuello, lamiéndolo con hambre, e incluso succionando con cuidado de no dejar marcas demasiado grandes. Conocía tus puntos débiles.
-Que hacías con mis bragas, eh? – no tuviste otra que gemir y soltar el aire que estabas conteniendo con tanto esfuerzo – se estaba tocando mi chico?
-Sí, mami, lo siento…-Bien, el primer paso era mostrar verdadero arrepentimiento, razonaste entre la niebla de tus nada cristianos pensamientos en ese momento – te prometo que iba a ser una muy rápida para no molestarte hasta la noche…
-No me molestás, pequeño… pero tenés que hacer caso… ser obediente… ¿es que no te gusta ser mi buen chico?
-Sí… sí! – A Blas le encantaba ser tu chico bueno.
-Pues entonces portáte bien y yo te daré premios ¿sí? – con toda la fuerza de voluntad que quedaba en tu ser – que no era mucha – te levantaste suavemente y, de camino a vuestro dormitorio apagaste la televisión, la cual preguntaba desde hacía rato si alguien seguía allí.
Te preparaste para ir a dormir, tratando muy fuerte de ignorar lo absurdamente húmeda que estaba tu ropa interior. Cepillaste tus dientes y te metiste en la cama.
Ya a oscuras, Blas entró en el dormitorio y se tendió junto a ti, de costado, tal y como estabas tú. Apoyó su erección a tus nalgas. Te abrazó por detrás, y, aunque no dijo nada, atrapó el lóbulo de tu oreja entre sus dientes y comenzó a lamer, provocando un incendio en tu interior. Definitivamente conocía todos tus puntos débiles y estaba dispuesto a atacarlos todos.
Al abrigo de la oscuridad dejaste que algunos gemidos cayeran de tu boca. ¿Tan pronto ibas a ceder?
-Mami, levantame el castigo… no lo volveré a hacer…
-No te creo nada…-suspiraste poniendo tu mano en su mejilla.
Encontró consuelo en frotarse contra tus glúteos y agarrar tus tetas; sentías que ni podías ni querías pararle. Su lengua te atacaba por todas partes, incluyendo tu cuello, tu oreja, tu mandíbula, mordía tu hombro y embestía contra ti de forma animal, desesperado por tu roce.
No ibas aguantar mucho más sin bajar tus shorts y dejar que hiciera contigo lo que él quisiera.
-Mami… nena… si no me dejas entrar voy a correrme en los pantalones como un gil, por favor… -suplicó jadeando.
La imagen de Blas viniéndose sin ni siquiera penetrarte provocó que el último hilo de autoridad que quedaba en ti se rompiese.
-Está bien, cogéme - soltaste todo el aire que te quemaba la garganta, toda tú estabas ardiendo.
Blas no necesitó que se lo dijeras dos veces, con las manos temblorosas bajó su pantalón y por poco arranca el tuyo. No pudo esperar a poder bajar tus bragas, simplemente las hizo a un lado y se introdujo en ti de un solo movimiento. Ambos estabais tan húmedos que no hizo falta mucha ayuda, aunque su tamaño te arrancó un grito, no existía más profundidad que la que estaba tocando él. En un par de segundos ya se movía dentro de ti, estirando tus músculos y gimiendo de alivio.
-Gracias, mi flor, te amo…te amo tanto…
-Mi conejito… -al decir esto, Blas empezó a penetrarte de forma más frenética, como si quisiera darte la razón en lo de que era un animalito desesperado.
De repente, muy para tu desgracia, el aguante de tu novio llegó a su fin, lo cual resultaba comprensible, pero deseabas tanto que siguiese dentro de ti…
Clavó sus dedos en tu cadera, y, con la otra mano llevó tu muslo hacia atrás para abrirte aún más y darle mejor acceso.
-Me voy a venir, ¡me voy a venir! – gritó desesperado.
-¡Veníte, amor,…. Dios!!
Blas encajó la punta de su miembro en lo más profundo de ti, y una vez allí, dejó salir toda su excitación, la notabas ardiendo, lamiendo tus paredes. Las últimas palpitaciones enfatizaron más lo muy a presión que salía, llenándote por completo.
Se derrumbó a tu lado, pero sin salir de ti. Siguió acariciando tus pechos y besando tu cuello, murmurando palabras de amor a tu oído.
-Mi niña… cómo te adoro…
-Soy demasiado buena contigo -dejaste salir una risa.
- Y sí… no te merezco…-continuó plantando besos adorablemente.
Su mano bajó desde tu torso hasta tu pubis. Uno de sus largos dedos comenzó a trazar círculos de búsqueda hasta encontrar tu clítoris entre tus pliegues. Presionó suavemente e inicio ese patrón de movimientos que sabía que funcionaba tan bien en ti.
Te aferraste a su brazo como si fuera un ancla a tu propia cordura. Su miembro aún duro reaccionaba a cómo tus contracciones le apretaban. Si aún no habías alcanzado el orgasmo es porque tratabas de alargar la sensación, pero pronto no pudiste más y te deshiciste sobre él, manchando aún más su cuerpo y vuestras sábanas.
-Esa es mi buena nena…así mejor ¿verdad?
No conseguías hablar, así que Blas se tomó tu silencio como un ‘sí’ y, cuando recuperaste tu respiración normal, dejó un beso rápido en tu mejilla antes de levantarse a prepararte un baño caliente.
Te sonreía apoyado su espalda en el marco de la puerta, tan alto, tan hermoso, mientras el sonido del agua llenando la bañera ya parecía reconfortarte.
-No tenés remedio vos – dijiste negando con la cabeza.
-¿Yo?
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Parte 3
Parte 2
Parte 1
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@lastflowrr @iamjustadoll @moviestarmartini @yanvgc @choccocake @bichotaaseason
(como siempre, díganme si quieren que las incluya en la taglist o las borre <3)
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1a. historia de Amor
El siempre estaba ahí. Nunca a mi lado, pero tampoco lejos. Era una presencia constante, la sombra que aprendí a ignorar hasta que su peso se volvió insoportable.
Lo encontraba en todas partes: frente a la puerta del salón, en los pasillos, entre los estantes de la biblioteca. No decía nada. No hacía ruido. Solo me miraba, con esos enormes ojos negros, que parecían buscar algo que nunca encontraban.
Al principio, su forma de estar me intrigaba. Había algo hipnótico en cómo se mantenía siempre cerca, sin invadir mi espacio. Si me movía, él iba conmigo también, guardando esa distancia exacta que le permitía observarme sin cruzar la línea imaginaria que algún día él mismo trazó. Era el tipo de atención que, al principio, me hacía sentir importante. Alguien veía algo en mí, algo que quizá yo misma no entendía del todo.
Con el tiempo, esa insistencia comenzó a pesar. ¿Por qué nunca decía nada? ¿Qué quería de mí? Cuando sus amigos se reían conmigo o me hablaban, él permanecía callado, como si no quisiera romper ese ritual invisible que había construido entre nosotros. Si yo le pedía que hiciera algo, como vestirse de cierto color o sentarse en un lugar, o lo que fuera, él lo hacía sin dudar, como si eso fuera lo único que lo acercara a mí. Obedecer mis más simples deseos.
Un día, no pude más. Lo llamé, lo llevé a una banca bajo los árboles junto al gimnasio y cuando finalmente tuve la oportunidad de confrontarlo, sentí que el aire se volvía más pesado. “¿Qué quieres?”, le pregunté. Su mirada, que tantas veces había estado fija en mis ojos, ahora se desviaba. No respondió. Me devolvió la pregunta: “¿Tú qué quieres?” Un poco altanero.
Yo no dudé. Lo tomé de las manos con fuerza: “Te quiero a ti. Me gustas. Podemos intentarlo.” El silencio que siguió fue peor que cualquier palabra que hubiera podido decirme. Un corte seco, como si sus ojos, que siempre habían dicho tanto, ahora se cerraran de golpe.
No respondió. No dijo nada. Solo dejó que mis palabras flotaran en el aire, pesadas, sin un lugar donde aterrizar. Me quedé ahí, esperando, como si su silencio pudiera cambiar de forma y convertirse en algo tangible, pero no ocurrió. Y comencé a llorar.
Al día siguiente, llegó con ella otra vez a mi puerta. Una chica de veterinaria que nunca había visto antes. Llevaba una bata blanca, salpicada de sangre, como si acabara de salir de un ritual ajeno al mundo que yo conocía. Caminaban juntos hacia mi salón, y él, como siempre, me miraba. Pero esta vez sostenía la mano de ella con una firmeza que parecía un acto de desafío, y sus ojos me buscaban como si quisiera asegurarse de que yo los veía.
Me quedé inmóvil, mirándolo, tratando de entender. ¿Era una respuesta? ¿Un rechazo? ¿Una forma de demostrarme algo que no podía poner en palabras? No lo sabía, y esa incertidumbre comenzó a carcomerme. Ella era todo lo opuesto a mí: tosca, con una fuerza que parecía tangible, y una presencia que contrastaba con mi manera más sutil de estar en el mundo.
A partir de ese día, se convirtió en una rutina. Siempre había una nueva chica, y siempre me miraba mientras estaba con ellas. Caminaban juntos, reían, y él seguía buscándome con la mirada. Nunca dejaba de hacerlo. Era como si quisiera que supiera que, a pesar de todo, seguía allí, atrapado entre esas relaciones que parecían una respuesta indirecta a lo que yo le había dicho.
Pero no decía nada. Jamás volvió a decir nada. Incluso su mejor amigo alguna vez me dijo: es loco enamorado mas loco que he visto. Refiriéndose a que nadie entendía porque si tanto me quería no estaba conmigo.
Con el tiempo, me di cuenta de que no era a mí a quien rechazaba, sino al amor mismo. Quizá nunca supo cómo amar sin miedo, cómo aceptar que alguien lo quisiera sin sentirse expuesto, vulnerable. Y yo, con cada mirada suya, con cada silencio, fui aprendiendo algo que no entendí en ese momento: que amar también significa saber cuándo dejar de esperar.
Yo era un libro abierto, ofreciéndole cada palabra de mi historia. Y él, una página en blanco, dejando que yo escribiera en su lugar.
Pasaron casi ochos y todavía afuera del metro volviendo del trabajo lo llegaba a ver. Me acompañaba hasta el transporte o se iba conmigo pero jamás hablo, ni dijo nada de lo que algún día pudo ser.
Cuando finalmente dejó de aparecer, sentí un vacío extraño, como si algo que había estado allí tanto tiempo hubiera dejado de existir. Pero no fue tristeza lo que sentí. Fue alivio. Su ausencia me enseñó lo que su presencia nunca pudo: que amar no es mirar, sino moverse; no es esperar, sino actuar.
Mi primera historia de amor no fue un romance, sino una lección. Y aunque nunca escuché las palabras que quería oír, entendí algo que jamás olvidaré: el amor que no se dice deja huellas, pero son como pasos en la arena: que el tiempo borra, dejando solo el recuerdo de que quizá alguna una vez si estuvieron allí.
Maria Manuela
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hola , no estoy seguro de si está aceptando peticiones en este momento, pero si es así, puedo solicitar ler reader y lee muichiro por favor? gracias
Hola chicoss!!!!!!!!
Feliz Navidad😁✨🎄 Por fín volví con los fics🥳🔥 tube que leer otros fics para ver si se me ocurría una idea o si le echaba ganas jajaja
Vamos a empezar!
Título: Tickle Muichiro: Estudios y besos
Ler:Reader (tú) Lee:Muichiro
Sipnosis: Ocurre una interrupción mientras estudias, espero y les guste ≧◉◡◉≦
Tú y Muichiro eran huérfanos, así que ambos vivían en su liceo. Ambos eran estudiantes de 2° Año (8° grado) Es decir, ambos tenían 14 años. Son novios y viven en la misma habitación. Y a pesar de que Tokito sea una persona fría y tranquila, siempre sabías como sacarle su lado infantil y dulce
Ustedes (Sobre todo tú) estaban acostumbrados a vacilar sobre todo cuando hacían deberes, pero quiénes eran los demás para juzgar?
Tú estabas en el suelo, encima de la alfombra de tu cuarto, con un montón de cuadernos y un computador. En otras palabras estabas estudiando, junto a Tokito que no hacía nada, solo verte. Llevaban horas ahí en el piso, así que te sentaste, cansada de la posición en la que llevabas horas
"Tokito amor, estoy cansada" Decías en un tono algo infantil.
"Ok" Tokito se sentó contigo con su típico rostro neutral."¿Necesitas algo?"
"Mmm, si. Quiero darte un beso" Preguntaste con una sonrisa sincera
"En serio?? Si pasa la directora nos pueden regañar." Comentó Muichiro, acomodándose el cabello y cruzando sus brazos
"Aw, vamos!!" Insistías hasta que viste su cabello, a pesar de ser hombre su pelo estaba muy largo. Así que lo tocaste por sus puntas azules, subiendo hasta llegar a su cabeza."A menos que quieras que te haga cosquillas"
"¿E-eh? No!!! claro que no" Su voz indicaba lo contrario
"Bueno, bésame entonces." Mientras decías esto, tus dedos bajaron por el cabello de Muichiro disimulada-mente hasta que tus dedos se movieron sobre sus costillas, haciendo que Muichiro se vuelva loco, chillando y gimoteando de la risa.
Despues de unos segundos que parecieron horas te detuviste. Muichiro aún algo nervioso te miró con un rubor creciente. Sus manos descansaban en tus mejillas mientras que tus manos todavía seguían bajo la ropa de Muichiro, apoyadas en su torso.
Te acercas a él, dándole un beso en el cuello que hizo que soltara un ligero hipo. Muichiro se hecha atrás en la alfombra, mordiéndose el labio de la pena.
Tú te inclinas a ver a Muichiro quien yacía en la alfombra negra de la habitación."Quiero más.... besos...." Murmuró Muichiro
"Pues besame" Eso fue lo que hiciste, sus labios se encontraron en un beso ligero y algo tembloroso, este beso duró un tiempo más de lo imaginado.
Finalmente se separaron, Muichiro con sus ojos iluminados, más de lo normal. "Otro?" Preguntaste con una sonrisa.
Muichiro asiente nerviosamente, su rostro completamente adorable. Ambos se acercaron para repetir el beso nuevamente. Muichiro te "empujó" más, agarrándote suavemente de los hombros. Tu sonreíste antes de dejar la cara de Muichiro llena de besos.
Muichiro gimió suavemente del susto, riendo tiernamente, sosteniendo tus hombros."Jejejeje!! Qué cosquihihillas."
"A entonces quieres que te hagan cosquillitas" Arrullaste a Muichiro, sacudiendo tu rostro en su mejilla.
"Jeje, nooho"
Separas tu cara de su mejilla para sostenerlo de su cintura y moverte a su pecho, rascando tu barbilla suavemente contra su pecho, haciéndolo chillar
Muichiro rió alegre y agudamente mientras pataleaba, sin controlarse en lo más mínimo, esa era una de las peores formas de hacerle cosquillas a Muichiro, probablemente eras la única que lo sabía.
Luego seguiste con los besos, subiendo por su cuello hasta su rostro. Muichiro te abrazo del cuello, riendo intentando sacar su cabeza de la tuya.
Tus labios lo besaban por todas partes, torso, ombligo, rostro, cuello, e.t.c.
"Jejejejejejeje yahaha" Muichiro te sostiene de los hombros para alejarse de tí
Te alejaste y soltaste una pequeña carcajada de ternura."Jajaja, mejor volvamos a estudiar"
Ni uno de los dos quería dejar el juego, pero debían seguir estudiando.
Muichiro gateó hacia donde estabas, con un rostro que indicaba nervios y vergüenza.
"¿Puedo estar en tu regazo mientras estudias?" Preguntó Muichiro con un leve sonroje de vergüenza contenida
Lo miras con un puchero, pero luego lo abrazas lateralmente y lo aferras a tí."Como sea".
Ambos siguieron estudiando, esta vez en la cama para estar más cómodos. Acomodaste a Muichiro con su espalda en tu pecho mientras estudiabas. Obviamente Muichiro te ayudaba con algunos problemas. Si acertaba un ejercicio recibía como regalo uno o 2 besos en su cuello, y si se equivocaba debía aceptar que le hicieras cosquillas en sus sitios débiles. Pero poco a poco ambos se cansaron del juego y terminaron dormidos. Estos días se repetían constantemente cuando vacilaban en sus deberes, pero por lo menos esto le daba más diversión a sus estudios.
(Gracias por leer, espero que les haya gustado porque me divertí bastante haciéndolo(∩_∩) ciaito) @daisyblossoms @mauvalencia @pleasantgardenenemy @creative-kny-fics @zoltron4500 @choc0joang0
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a ver mutis venezobellos. abro discusión (sólo entre venezolanos preferiblemente)
hay polémica de que arca es kike tibia o hasta chavista o que "apela a gringos" debido a que se opone al sionismo de mcm (que me parece más que sensato) A PESAR de que sea abiertamente anti maduro y lo quiera fuera.
yo personalmente no veo nada malo con ésto, ya que soy de izquierdas a pesar de que apoye a mcm debido a la situación particular por la que estamos viviendo. me disgusta que ella sea pro Israel y si tuviéramos una democracia estable ni le parara pero no es el caso, ella es la opción democrática ahorita y eso uno lo asume y lo apoya
ahora. arca por lo q veo se expresó muy pobremente ya q hizo pin a un comentario que llamaba a mcm golpista Además de sionista A PESAR de que al principio del comentario decía q maduro debía irse. por eso la quieren quemar.
sin embargo días antes en el 31 de julio ella clarificó q era anti maduro y anti sionismo. más claro no puede ser no?
ahora. será que yo estoy loco o la gente se está polarizado al punto en el que ser anti maduro no parece suficiente sino que se tiene que ser explícita y ciegamente PRO mcm? ésta ceguera ideológica me hace pensar en cómo chávez tenía un carisma y forma de llevarse q movía masas pq se sentían esperanzados y tenía seguidores ciegos al igual q mcm pero del otro lado del espectro político. igual q es simplemente una vaina mía. pero mcm definitivamente ha pasado años queriendo superar a chávez y para poder superar algo primero hay que entenderlo y ser cómo él. al menos en política...
porfa diganme qué piensan porque ando fascinado por el fenómeno pero a la vez medio preocupado de que nos vayamos al otro extremo que tampoco es la idea por antecedentes como pérez jiménez<3 cualquier opinión aparte me encantaría también ando bastante interesado en saber q piensan otros venecos al respeto!!!! ah y sean cordiales lo más posible!!!!
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HABLEMOS DE MI HISTORIA WARDEN-LER Y SUS CAPS:
The English version is below ;)).
Hace tiempo dije que había creado una historia del Warden-ler en un cómic(llegue a hacer 30 cap)el cual tiene una calidad de lógica...dudosa xdd,pero jamás aclare de que trataban estos cap y bueno,me voy a dedicar a resumir esos caps:
Aún que por ahora solo les resumiré unos cuantos,para no aburrirlos ;)).
Por cierto el cómic se llamaba "Congratulations! You are a recluse"
Cap 1: The beginning
Se supone que en este cap,Warden y Once-ler se conocen,por qué?bueno,estos se conocen ya que Warden estaba viviendo su vida "normal"como alcaide de Superjail y bueno que mejor que te caiga un periódico en la cara,anunciándote la gran fama de Once-ler y que mejor que decirle a Jailbot que te traiga al sujeto,por capricho...Warden,tenemos qué hablar?XDD
El cap es corto y desde aquí vemos que Moon-light estaba corta de ideas,lo siento.
Cap 2: Please return me to my home.
En este cap Once-ler conoce a Warden,después de que Jailbot lo haya traído de manera violenta,como siempre...al menos no tan violenta xd bueno,es obvió que está molesto por ser básicamente secuestrado violentamente por un robot,de un hombre de traje morado.Lo conoce y evidentemente intenta huir de ahí,el joven estaba asustado y solamente quería huir de a como sea,y quién no?el lugar estaba repleto de violencia,sangre y demás cosas que asustarían a una persona normal.
Warden no entiende el por que quiere huir de ahí,así que intenta empatizar con él.Once-ler le suplica que le devuelva a su hogar,platicar un rato con él,Warden intenta ver el por que y le pide a Once-ler que le enseñe su mundo con la pregunta¿En serio es tan bueno?
Once-ler confundido,intenta utilizar esto para ver si puede librarse de él y volver a casa,así que acepta.Warden intenta ver esto como unas vacaciones,feliz,utiliza sus poderes y abre un portal hacía Thneed-ville(Mire a la fecha no sé ni yo,como sabía donde estaba Thneed-ville xdd)llevando a esos 2 y a Jailbot al mundo de el Lorax,hogar de Once-ler.
Cap 3: I'm sorry, I fooled you…
Después de ir a Thneed-ville,Once-ler se encarga de distraer en múltiples veces a Warden y que por fin se pueda escapar.Esté logra entretenerlo en el bosque,al menos lo que queda de esté por culpa de su fabrica.Logrando hacer que se entretenga con todo lo que hay alrededor y por fin!de una logra escapar,corriendo sin parar,no viendo atrás y escondiéndose entre un conjunto de árboles.
Creyendo que ya se había escapado,intenta volver a su fabrica,aún con miedo de algo que lo vigila o lo persigue.Logra volver de manera tranquila y todo parece ir bien,incluso llega la noche ,y nada realmente parece ir mal...cosa que asusta a Once-ler ya que esté creé lo mismo¿Por qué todo está tan bien?¿No se supone que ese loco me estaba persiguiendo?Once-ler aún con esto intenta ir a la cama,siguiendo con esas dudas en su cabeza,incluso llegándose a sentir mal por haber dejado al tipo así pero ignoro esto.
Aún con el traje puesto y sentándose en la cama,pensando en que sucederá y intentando ignorarlo pero....no todo te puede salir bien Once-ler!
Once-ler escucho esto y de inmediato se asusta al no saber que paso,y intenta alejarse de algo de lo que no está seguro todavía que es pero lo intenta.Esté es sujetado de los brazos fuertemente,aterrado de eso,volteando a ver a lo que lo sujeto y viendo a un Warden completamente enojado ,y con ganas de tomar venganza de lo que le hicieron.Warden sin querer escuchar sobre lo que decía el joven,le ordena a Jailbot que los lleve de vuelta a Superjail,el robot hace caso a su dueño y los lleva de nuevo.
Cap 4:Congratulations! You are a recluse.
Después de llevarlos a Superjail,Warden decide encerrar a Once-ler,como nuevo prisionero de Superjail.Está decisión aterra a Once-ler,quien ruega por que no se le deje ahí pero Warden ya está muy molesto por lo que le hizo como para querer escuchar sus suplicas y solamente le dice:"Felicidades!eres un recluso.
Once-ler no intenta más y acepta su destino como prisionero de esa terrible prisión,con un alcaide que lo odia y ciertamente aún se siente mal por haberle echo eso pero aún toma su postura de codicioso,engreído que no le importa nada y simplemente actúa como si esa decisión por parte del director,no le importara.
Warden,oh Warden evidentemente está enojado por todo lo que le hizo el joven,él solo quería ser su amigo y esté lo dejo solo, junto con Jailbot en el bosque...sin despedirse.Lo engaño y eso ya es motivó para que le tome odio al joven.
Después de eso Warden intenta tomar las cosas como lo haría él,contra un tipo que le hizo algo malo...dejar de decirle amigo y no tomándolo en cuenta xdd.
Cap 5:You forgive me?
Ok,ok como lo sugiere el titulo,en este cap Once-ler intenta entre comillas "pedirle perdón" a Warden.Aunque esto es más bien porque quiere ver si Warden le perdona,se hacen amigos y de alguna manera considera el liberarlo.
Warden no es un tipo que permanezca enojado con alguien durante mucho tiempo,excepto si se trata de Jared xdd así que simplemente finge indigna por lo que Once-ler le hizo a esté y trata de hacerse el interesante para que Once-ler intente seguir con esto de pedirle perdón,al final lo hace,pero no es tonto y trata de ir despacio con eso de hacerse amigo de Once-ler y no volver a caer en sus trampas para escaparse.
Básicamente este cap trata de Warden siendo amigo de Once-ler y Once-ler intentando usar sus trucos para volver a escaparse,intentando convencer a Warden de que eso será lo mejor.
Bien,hasta acá les resumí esos cap,no quería hacer esto tan largo...aunque creó que lo hice XDD espero les haya gustado el resumen de los cap y esperen otra actualización para saber los demás caps.
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Translation:
LET'S TALK ABOUT MY WARDEN-LER STORY AND ITS CHAPTERS:
A while ago I said that I had created a Warden-ler story in a comic (I did 30 chapters) that has a quality of logic… dubious xdd, but I never clarified what those chapters were about and well, this I'm going to dedicate myself to summarize those chapters:
Although for now I will only summarize a few, so as not to bore you ;)).
By the way, the comic was called "Congratulations! You're a Recluse."
Chapter 1: The beginning
In this chapter the Warden and Once-ler are supposed to know each other, why? Well, they've known each other since Warden was living his "normal" life as warden of Superjail and well, it would be better if a newspaper fell in their faces, announcing the Once-ler's great fame and what better way to tell Jailbot. . I have to bring it up to you, on a whim… Warden, do we have something to talk about?
The chapter is short and from here we see that Moon-light was lacking ideas, sorry.
Cap 2: Please return me to my house.
In this chapter Once-ler meets Warden, after Jailbot has brought him in in a violent way, as always… at least not so violent xd well, it is obvious that he is upset about being basically violently kidnapped by a robot, in a man in a purple suit. He knows him and evidently tries to escape from there, the young man was scared and just wanted to escape by any means possible, and who wouldn't? The place was full of violence, blood and other things that would scare a normal person.
Warden doesn't understand why he wants to run away from there, so he tries to empathize with him. Once-ler begs him to return him to his home, talk to him for a while, Warden tries to see why and asks Once-ler to I showed him his world with the question: Is he really that good?
Once-ler confused, tries to use this to see if he can get rid of him and return home, so he accepts. Warden tries to see this as a vacation, happy, he uses his powers and opens a portal to Thneed-ville (Look at the date I don't even know, how I knew where Thneed-ville was xdd) taking those 2 and Jailbot to the world of the Lorax, home of Once-ler.
Cap 3: I'm sorry, I fooled you…
After going to Thneed-ville, Once-ler is responsible for distracting Warden multiple times so that he can finally escape. Esté manages to entertain him in the forest, at least what remains of it because of his factory. Managing to do so Let him entertain himself with everything around him and finally he manages to escape, running without stopping, not looking back and hiding between a group of trees.
Believing that he had already escaped, he tries to return to his factory, still afraid of something that is watching him or chasing him. He manages to return calmly and everything seems to be going well, even night comes, and nothing really seems to go wrong… something that scares Once-ler since he is creating the same thing. Why is everything so good? Isn't that crazy man supposed to be chasing me? Once-ler still tries to go to bed with this, still with those doubts in his mind. head, even feeling bad for having left the guy like this but I ignore this.
Even with the suit on and sitting on the bed, thinking about what will happen and trying to ignore it but…not everything can turn out well Once-ler!
Once-ler heard this and immediately gets scared because he doesn't know what happened, and tries to get away from something he's still not sure what it is, but he tries. He is held by his arms tightly, terrified of that, turning to look at him. which he held him and seeing a Warden completely angry, and wanting to take revenge for what they did to him. Warden, not wanting to listen to what the young man was saying, orders Jailbot to take them back to Superjail, the robot does case their owner and takes them back.
Cap 4:Congratulations! You are a recluse.
After taking them to Superjail, Warden decides to lock up Once-ler, as the new prisoner of Superjail. This decision terrifies Once-ler, who begs not to be left there but Warden is already too upset by what he did to him to wanting to listen to his pleas and only tells him:"Congratulations! you are a recluse.
Once-ler doesn't try anymore and accepts his fate as a prisoner of that terrible prison, with a warden who hates him and certainly still feels bad for having done that to him but he still takes his stance of being a greedy, conceited man who doesn't care about anything and just acts. as if that decision on the part of the director did not matter to him.
Warden, oh Warden is obviously angry about everything the young man did to him, he just wanted to be his friend and he left him alone, along with Jailbot in the forest… without saying goodbye. He deceived him and that is already the motivation for him to take hatred of the young man.
After that Warden tries to take things as he would, against a guy who did something bad to him…stop calling him friend and not taking it into account xdd.
Cap 5:You forgive me?
Ok, ok as the title suggests, in this chapter Once-ler tries to "ask for forgiveness" from Warden. Although this is more because he wants to see if Warden forgives him, they become friends and somehow considers freeing him.
Warden isn't a guy who stays mad at someone for long, except if it's Jared XD This thing about asking for forgiveness, in the end he does it, but he is not stupid and tries to go slowly with the idea of becoming friends with Once-ler and not falling into his traps to escape again.
Basically this chapter is about Warden being friends with Once-ler and Once-ler trying to use his tricks to escape again, trying to convince Warden that this will be the best thing.
Well, up to this point I summarized those chapters, I didn't want to make this so long… although I thought I did XDD I hope you liked the summary of the chapters and wait for another update to know the other chapters.
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