#las vueltas que da la vida vicky
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Helicóptero de mentiras y evacuación de “salva"
Colombia es un país surrealista que ni en las mejores obras de Dalí podría graficarse de manera tan exacta y precisa sin perder esa magia que lo caracteriza; con todos sus matices, locuras, robos, troncos, arboles y falsas noticias, o Fake News.
En este país que puede ser tan antagónico en su ser que puede pasar en el mismo día de pelear porque las avionetas están llenas de cocaína, se caen en las calles, se extravían o el dudoso uso por parte de las vicepresidentas hacia los helicópteros oficiales de la nación; si ellas dan vueltas en círculos o haciendo acrobacias, se tiran de paracaídas o a lo Taylor Swift, van por el pan.
Sin embargo, estas situaciones pueden pasar como la burla del día y ya no pasar de ahí, el chiste del día o la semana, el problema de esto es cuando se trascienden las barreras de lo ético y en realidad generan conflictos, o vulneran una población tratándola de guerrillera o potencialmente peligrosa para un sector, cuando todos o la gran mayoría sabemos que no es así.
Estas situaciones son comunes en el país en donde se transgrede la integridad de las personas y de los colectivos con noticas falsas, las cuales pueden poner en peligro la vida de ellos -más en un país donde la “sangre de los héroes” nunca ha dejado de cesar-, en donde solo por ser de distintas afinidades políticas te pueden matar y dejar ahí en la acera como si tu vida no valiera ni un chelin.
El pasado 14 de febrero, durante las marchas de profesores exigiendo mejores condiciones laborales -como todos los años, como toda su vida- a una de las profesiones que más da al país y menos recibe de él; ocurrieron actos que aprovecharon los medios tradicionales más cuestionados para hacer de las suyas y hacer ver como los malos a los de siempre, y agrandar héroes falsos. Estos medios tomaron información dudosa, con algo de “sentido incomún” creyendo que al haber un helicóptero en las inmediaciones del magistrado y de los desmanes que estaban ocurriendo en la entrada querría decir que estaban sacando a los magistrados en helicóptero como en las mejores películas de acción, a lo Vicky Bond.
Todo fue una mentira, pero durante un tiempo muchos creyeron esto y ya se les estaba juzgando a los profesores de delincuentes, barbaros y demás sinónimos. El problema escalo de manera tan rápida que los grandes medios tuvieron que salir y ayudar a desmentir lo dicho anteriormente para que no fuera peor. Pero, esto deja cuestionamientos fuertes hacia el periodismo cafetero, más teniendo en cuenta que ya venían recientes de pasar por lo mismo con el caso de Studio Ghilbi.
Fuente: https://www.semana.com/nacion/articulo/urgente-varios-magistrados-fueron-evacuados-en-helicoptero-y-el-propio-director-de-la-policia-dirige-operacion-de-desbloqueo-en-la-corte/202437/
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Cutre, de Lynda Barry
Capítulo 1
Cuando nos mudamos acá, la madre agarró la cruz de cristal azul que pendía sobre su lecho y la colgó de un clavo en la nueva habitación que compartiría con mi hermana. La verdad, es una cruz que nunca me agradó. Jesús parece embrujado. Es de un tipo de material que refleja la luz. En medio de la completa oscuridad de la noche, te empieza a brillar con una luz verde y con los brazos extendidos como si estuviera en medio de un ballet muy trágico. Algunas noches, mirarlo me da tanto miedo que apenas puedo moverme y empiezo a rezar por protección. Pero cuando lo que te da miedo es Jesús, ¿a quién se supone que le rezás?
Capítulo 2
Érase una cutre vez en una calle cutre al costado de una colina cutre en la parte más cutre de un pueblo cútrido, en una cutre provincia, país, mundo, sistema solar, universo. Érase una cutre vez, detrás del aserradero cutre que se llama El Gato Negro, en una cutre calle de barro, burbujeante de olores muy raros que se elevan como el genio maligno de una lámpara a través de una cutre lluvia oscura, hasta la luz amarillenta de la ventana de la habitación cutre de arriba de una cutre casa alquilada donde una chica cutre está sentada en una cama cutre enfrente de su cutre hermana a quien VOY A MATAR SI TOCÁS ESTO, JULIE, Y SI LO HACÉS JURO QUE TE VOY A MATAR, SIN PIEDAD, NO HAY PERDÓN CUANDO SE TRATA DE LA PROPIEDAD PRIVADA, ¡TE HABLO A VOS, JULIE, A VOS! La chica cutre se llama Roberta y estaba escribiendo este cutre libro de su cutre vida y el nombre del libro era Cutre.
Cutre, por Roberta Rohbeson, quien está cumpliendo un castigo impuesto por su madre hasta el 8 de septiembre de 1972. Solo le quedan once meses y cinco días más.
Cutre. Famoso libro famosamente escrito por Roberta Rohbeson quien ni siquiera puede CONCENTRARSE PARA ESCRIBIR porque la hermana NO se calla, NO se calla, NO SE CALLA y Roberta está a punto de partirle la cabeza a su hermana menor SI NO SE CALLA Y—
Ahora es más tarde.
Ahora Roberta acaba de volver de haberse metido en serios problemas por tirarle la botella de removedor de esmalte a su hermana. Roberta le estaba apuntando al BRAZO, pero terminó en la CABEZA de la hermana por accidente. Roberta intentaba explicarle a la madre que había sido un ACCIDENTE, ¡UN ACCIDENTE! Pero la madre ya nunca le cree nada de lo que dice a Roberta desde aquella vez que la madre fue llamada de la sala de urgencias del hospital en el que se encontraba quien escribió este libro, en un estado de intoxicación grave y la madre empezó a gritar “¿¿¡¡DROGAS, DROGAS, DROGAS!!??” y los cables de su cuello sobresalían de una manera exagerada y otros tuvieron que retenerla para evitar que matara a quien escribió este libro, y los policías no paraban de pegar sus perturbadoras cabezas a la cara de quien escribió este libro y el aliento que tenían era extraño y no paraban de decir “¿de dónde sacaste la sustancia, Roberta, quién te dio la sustancia, Roberta, la sustancia, de dónde la sacaste, Roberta?”
Y en el compartimento de al lado, Vicky Talluso, drogada y amarrada a la camilla, gritaba “¡NI PIENSES EN VENDERME, ROBERTA! ¡SI BOTONEÁS, TE JURO QUE TE MATO!”
Pero quien escribió este libro no quería vender a nadie. Todo lo que quería era dar un fantástico mensaje de Verdad más Amor Mágico igual Libertad, pero este era obviamente un mensaje que ni la policía ni la madre podían comprender.
Y a la sala de cirugía habían entrado precipitadamente al chico que le gustaba a Roberta, quien también estaba intoxicado y con hemorragias internas, y la situación para el chico que le gustaba no se veía nada bien y la policía me preguntaba si yo tenía alguna información, si sabía cómo se había caído, por cuánto tiempo había estado ahí tendido, sobre los cortes me preguntaba, las heridas de arma blanca, sobre su condición médica hereditaria, si sabía dónde estaban sus padres, si tenía alguna otra información más allá del dato de que era el amor de mi vida.
Mientras tanto, de vuelta al rancho donde quien escribió este libro estaba recibiendo los gritos de la madre por accidentalmente partirle la cabeza a JULIE SU HERMANA IDIOTA con el removedor de esmalte, UN ACCIDENTE, quien escribió este libro se había sentado de una manera muy rígida en una silla de la cocina y miraba fijamente los bloques de mugre sobre el piso. La madre es lo que se dice un personaje principal. La madre es muy personaje principal que dice que vivo para atormentarla, que solamente le tiré el removedor de esmalte a la cabeza a Julie porque quería atormentarla, que dice que la razón por la que hago cualquier cosa es para atormentarla.
Ahora necesitás conocer el escenario de estos sucesos. Primero, la casa. La dirección. Crawford Este 1619. Una casa alquilada en una hilera de casas alquiladas todas iguales, todas horripilantes sobre un camino sin salida entre el aserradero El Gato Negro y el barranco que funcionaba como basural ilegal. La gente le ha estado tirando colchones viejos, hornos oxidados y perros muertos desde que recuerdo, aún cuando han clavado un enorme cartel que dice ¡NO ARROJAR BASURA! ¡SERÁ SANCIONADO! Pero durante toda nuestra vida en este lugar, nunca he visto a nadie que fuera sancionado ni una vez. No creo que ni siquiera exista en algún lugar de este mundo una persona ocupada en sancionar.
En el basural hay un hombre desnudo que se agazapa entre las pilas de basura y su nombre es el viejo Red y tiene una piel muy amarillenta, como un pollo que se quemó en el freezer, y su motivación en la vida es salir repentinamente corriendo afuera y hacer una exhibición de dos segundos de su pene y meterse adentro de nuevo. La gente dice que, en realidad, es un hombre de negocios, un ejecutivo de Boeing, de muy alto cargo. Nunca he visto al viejo Red, pero creo en él. Ha habido noches en las que he escuchado el sonido vagabundo de su yodel solitario.
Nuestra casa está inclinada. Por ejemplo, si dejás un frasco en el piso de la cocina, empieza a rodar muy rápido. La parte de atrás de la casa se incrusta directamente en la tierra de la colina, y el frente está apoyado sobre unos viejos soportes de madera que se hunden y hay unas rayas grises costrosas sobre la pintura beige y pedazos húmedos de moho creciendo por todo el techo y hay una antena de televisión rota que se mueve con el viento y hace sonidos que perturbarían hasta la persona más valiente.
Hay muchos árboles detrás de la casa, en su mayoría arces y pinos y un montón de olores asquerosos que vienen del basural y más olores asquerosos que vienen del barro frente a nuestra casa y durante el día hay un sonido de un parlante del aserradero que llama a un tal Mike. Mike a la puerta de entrada. Mike, tenés una llamada en la línea tres. Mike al muelle de carga. Y yo me he quedado observando desde mi ventana para descubrir cuál es Mike, cuál de todos esos hombres sentados en sus toros, insertando esos dientes planos de Drácula debajo de las cargas de madera, es Mike. Pero cada vez que llaman a Mike, un tipo diferente entra al edificio. Tal vez todos son Mike.
En nuestro patio de atrás hay un barril de petróleo todo oxidado enganchado a la casa y un poste para colgar la ropa con un agujero en el metal que se llama “llanto”. Está ahí para el drenaje y la ventilación, pero a veces también atrapa las corrientes de aire y emite un triste y solitario “uuuuuuuuu–uuuuuuuuu”. Y también está el “uuuuuuuuu–uuuuuuuuu” de los trenes que pasan del otro lado de la colina, y una vez, cuando estaba en el patio de atrás, oí al poste de la ropa y al tren hacer “uuuuuuuuu–uuuuuuuuu” al mismo tiempo y mis ojos se humedecieron instantáneamente, por qué razón yo no lo sé.
No hay vereda en nuestra calle. Solo barro y barro y barro. La madre dice que algo anda mal en el suelo. Burbujea. Julie dice que un hombre encogido habita el barro y que ella vio su cara elevarse por sobre la superficie y que vio el blanco de sus ojos abrirse sólo para ella, y que vio sus labios barrosos y sus dientes extraños y que él trata de hablarle pero ella siempre sale corriendo antes de que él pueda entregar su mensaje. Julie no es del tipo de personas que se inventa las cosas y ella jura que todo esto del hombre encogido es verdad.
—Julie, dejá de mentir, —le dije.
—Roberta, no estoy mintiendo, —me dijo.
—Si estás diciendo la verdad, entonces pinchate con este alfiler en la mano.
Julie se clavó todo el alfiler hasta la cabeza. Ella es así, tiene ese estilo de hacer las cosas. Y desde entonces, me ha estado perturbando la posibilidad de que exista un hombre encogido que emerge de la tierra, porque la forma en que Julie hizo lo del alfiler fue muy sincera.
Crawford Este es la calle de la gente basura. Dientes que faltan. Pelos grasosos de dos colores en las mujeres y pelos grasosos normales en los hombres. La gente viene solo en dos tamaños: muy gordo o muy flaco. Y todos ellos están rotos y todos ellos están tirando bocanadas de humo constantemente. Yo también fumo a veces. Y Julie también. Es muy difícil no fumar acá.
Hay un montón de autos muertos estacionados a los costados y algunos están repletos de basura al punto de que hace presión sobre las ventanillas de vidrio y un moho verde le crece encima. La madera de los portales de las casas está podrida. Las puertas se cierran a los portazos y el griterío es constante dentro de las casas y es constante fuera de las casas y a dos puertas de la mía hay dos chicas con cara de pescado que simplemente se paran en el barro y hacen torneos de quién puede gritar más fuerte.
Y la gente constantemente se está cayendo. Se cae todo el tiempo. En los patios, en el barro de la calle, de los autos, por las escaleras de las casas, y hace dos noches el tipo de los calzoncillos caídos de la casa de al lado estaba en el portal de su casa gritando “¡YO SOY lo que SOY y eso es TODO LO QUE SOY y LO SOY!” y después se cayó por la baranda a un arbusto.
El dueño, el propietario de todas las casas, es Harmong. El señor Harmong es el más infeliz y roñoso de todos los miserables que con su cara de chancho fraudulenta se dedican a alquilar casas para alimentar sus culos mantecosos. De todos los tiempos. Pesa como treinta millones de kilos y tiene que caminar con un bastón de metal de cuatro patas para evitar tropezarse con su propia grasa personal, que además lo hace jadear y ahogarse. En la piel de la cara parece que le hubieran pasado un antigrasas rosado y seboso. Harmong quiere que le paguen el alquiler en su exacta mano el primer día de cada mes, que es la tarea que la madre me encarga a mí, mientras ella se encierra en el baño hasta que el señor Harmong se haya ido.
La última vez que estuvo acá, sus dedos como pinzas me atraparon la mano, sacó sus labios de chancho para afuera y me preguntó si ya estaba grandecita como para tener un novio. Le dije que no. Él dijo que más me valía que no se enterara de que algún tipo me andaba atrás, porque tenía gente espiándonos. Dice que tiene gente que nos espía hasta al último de nosotros. El tipo de los calzoncillos flojos es el jefe de sus espías. Siempre dando vueltas por la entrada de su casa en sus estirados paños menores y mirando para nuestro lado.
Del interior de la casa no hay mucho para decir. El piso de abajo es una sola habitación. Está el área de la cocina y está el área del living. Está el televisor de la madre y el sillón de la madre y la lámpara de la madre. Todo nuevo. Todo caro. Regalos de gente agradecida del hospital. La madre es enfermera del Hospital para Veteranos.
En el living, hay una alfombra mugrosa a la que el señor Harmong le puso clavos para evitar que alguien la robara y algunos de los clavos se las han arreglado para sacar sus cabezas sobre la superficie y Julie y yo nos enganchamos los pies con ellos más de una vez. Tengo una especie de piedra que me traje para bajarles a golpes las cabezas, pero no se quieren quedar abajo. Hasta los clavos están tratando de escapar de este lugar.
La otra cosa que vale la pena mencionar es una caldera a gas, grande y marrón, con ductos dentados y cubiertos con cinta y marcas chamuscadas que sobresalen en un costado, causadas por lo que se conoce como acumulación de gases. Cuando la caldera está andando, a veces dispara unas llamas anaranjadas a la habitación. Supuestamente, no es peligroso. El señor Harmong dice que no hay nada de lo que preocuparse. Dice que si se sale de control, que le tiremos un poco de bicarbonato de sodio.
El área de la cocina era donde la madre me estaba gritando. Las paredes parecen de terciopelo gris por las capas de grasa y polvo. Hay telarañas que cuelgan y se balancean. La heladera es muy ruidosa y pierde agua y sufre sacudidas. La última cosa para mencionar es la mesa de la cocina, con unos falsos patrones de madera que parecen cobrar vida cuando estás puesto de alguna sustancia; podés ver cabezas que se mueven, que te hacen que sí, te dan algún consejo. Y aunque la persona que escribió este libro no había consumido ninguna sustancia al momento de recibir los gritos, por el rabillo del ojo, todavía podía ver a las cabezas con vida, que se movían debajo de la superficie de plástico de la tabla. Es que, al parecer, una vez que tu mente se expande, es muy difícil reducirla de nuevo a su tamaño habitual.
Desde el otro rabillo del ojo, podía ver a Julie, sentada en la parte más alta de las escaleras y sonriendo porque estaba feliz de que la madre le gritara quien escribió este libro. Julie estaba a punto de estallar de la risa de la escena porque JULIE ES MALVADA, ES UNA PERSONA MALVADA.
Quien escribió este libro se había sentado de una manera muy derecha, con el camisón floreado azul que tenía una rajadura debajo del brazo, causada por la insistencia de quien escribió este libro de sentarse con las rodillas arriba y obligar al camisón a tironear por culpa de las rodillas, cosa que, esta persona sabe, solo puede causar una rajadura, pero igual lo hace porque NO TIENE RESPETO por nada NI GRATITUD porque piensa QUE EL MUNDO GIRA ALREDEDOR DE ELLA, además es estúpida, idiota y estúpida porque anda en patas, qué pasaría si pisara una aguja, alguna aguja de bordado de la madre que ha quedado en el piso, qué pasaría si pisara una aguja y se le metiera derechito en el pie y Roberta no lo sintiera y la aguja siguiera subiendo y subiendo a través de las venas que conducen hasta el corazón y entonces la aguja LA APUÑALARA EN EL CORAZÓN y Roberta se MURIERA, y sería MUY DOLOROSO, todo esto de acuerdo con la madre enfermera, experta médica en Formas absurdas de estirar la pata. Fue la madre la que había robado el Diccionario médico de Steadman: Edición Dorada Aniversario, aunque tenía un cartel rojo que decía PROPIEDAD DEL HOSPITAL, NO SACAR. Un libro del que la persona que escribió este se ha enamorado y que lee por las noches, durante las horas solitarias.
La madre gritaba que había conocido mucha gente que había muerto de la Puñalada Ascendente de la Aguja Desapercibida, o PAAD, había sido testigo de casos como estos muchas veces y ni una sola persona HABÍA SOBREVIVIDO.
Y la persona que escribió este libro mantenía la rigidez de su cuerpo, aunque mientras le hablaban pensaba SÍ, CLARO, SÍ, CLARO, como si no me fuera a dar cuenta de que me está subiendo una aguja por el pie. Como si no tuviera suficiente información biológica sobre las venas para saber que una aguja nunca podría llegar hasta el corazón, ¡CLARO, CLARO, CLARO QUE SÍ!
Pero Roberta mantuvo la boca cerrada y los ojos en el piso, aunque continuó su examen de los pedazos de mugre en el piso. No emitió sonido mientras su madre verseaba con toda esa información médica falsa a lo largo de terribles explosiones de mal aliento.
Roberta tiene un olfato muy sensible.
Una vez, en los viejos tiempos de Roberta, hubo una perra llamada Cookie. Y la madre también estaba todo el tiempo gritándole a ella por todo, fumaba y le gritaba porque Cookie tenía problemas incurables en la piel causados por Demodex, la criatura de la sarna, y a Cookie siempre le picaba y se andaba rascando y todo el pelo se le pudría a pedazos y el húmedo y perturbador cuero cabelludo perruno empezaba a entreverse y el sonido de los mordiscos la ponía a la madre de los nervios, por lo que le tiraba cosas a la perra y le gritaba “¡ME PERJUDICÁS!” Y la madre entonces dijo que Cookie se tenía que ir y Roberta le suplicó, le suplicó que no, pero todo lo que la madre hizo fue esperar a que Roberta se fuera al colegio y, cuando volvió a casa, no había más Cookie. En cambio, había una bolsa de estrellitas de chocolate blanco, salidas de una famosa confitería al lado del puente Aurora. El famoso puente donde la gente se deshacía de cosas o se tiraba a sí misma. Y la madre tenía marcas de mordidas en la mano y le dijo a Roberta: “agarrate unas estrellitas”.
—¿Dónde está Cookie?
—Ni idea, —dijo.
Y Roberta se paró en la entrada y la llamó y la llamó hasta que la madre la entró a rastras y le gritó: “¿QUERÉS LLAMAR A LA PERRITA? ¡TOMÁ, LLAMALA!” Y entonces agarró el teléfono y le golpeó a Roberta la cara con el tubo. La nariz rota. Nariz de boxeador. Uno de mis rasgos distintivos. Mi olfato se volvió muy sensible desde entonces.
Todavía no mencioné el verdadero misterio de esta historia: la asquerosa y sangrienta escena en un estacionamiento al borde del área restringida del estado de Nevada, conocida como Dreamland. Un lugar real. La masacre del motel del Buen Capitán. Sólo dos sobrevivientes de los que se tenga registro. Una era Cookie. Y después estoy yo. Tal vez hayas visto fotos en el diario. Fue bastante conocida. Pero me estoy adelantando, porque todavía me falta mencionar al padre.
A Julie le quedó un moretón en la cabeza por el removedor de esmalte y la madre la hizo bajar para que yo pudiera tocarlo y tener dimensión total de mi terrible personalidad y tal vez fue un poco desconsiderado de mi parte el presionar tan fuerte como pude sobre el moretón. Pero hay algo que se llama odio en este mundo. Los hippies estaban tratando de curarlo, pero no creo que sean capaces. Ningún hippie podría en este momento hacerme decirle “paz” a mi hermana, quien se encuentra en la cama, fingiendo que duerme. Está haciendo su mejor imitación de las formaciones del sueño, como que le cuelgue la mitad de la boca, las respiraciones largas y los leves movimientos oculares debajo de los párpados cerrados. Y debo decir que es bastante convincente. Julie es una idiota y la odio, pero es muy talentosa para algunas cosas. Fingir cosas.
Me siento un poco mal por haberle roto la cabeza. Me siento un poco mal por muchas cosas que hice. Pero no me siento mal por haberlo matado. Porque fui yo quien lo mató. Y no pido perdón por todo eso. Fue una buena idea y siento orgullo por ella.
Verdad más Amor Mágico igual Libertad. Quien escribió este libro sabe que todos estos son muchos detalles que recordar para tu comprensión lectora, pero quiere despejar el quién, qué, cuándo, dónde y cómo de esta historia ya desde el vamos, para así llegar de una vez a por qué. La difícil pregunta de por qué se convirtió en lo que es y cómo fue que terminó de la manera en que terminó.
Cuando la pregunta es difícil, la respuesta va a ser difícil.
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Las vueltas que da la vida, Vicky - Serie Más que amigos 1
Las vueltas que da la vida, Vicky – Serie Más que amigos 1
¡Hola, holaaaaaaa! ¡Ya ha llegado el gran día! Por fin es 28 de Octubre y por fin está Vicky a la venta en Amazon ❤ Se ha hecho de rogar esta segunda edición, ¡lo sé! Pero ya está aquí 😉 Os dejo toda la información y el link de compra. Espero que os animéis a darle una oportunidad a la segunda edición de Las vueltas que da la vida, Vicky, versión revisada, editada y con contenido extra de Las…
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Here comes the sun. 7
A/N: ¡Solo queda una parte más y el epílogo! Disculpad si hay algún fallo o algo, no tuve tiempo de editarlo.
Advertencias: Un poco de angustia.
Palabras: 6076 (!¡)
Alina durante semanas no supo que decisión debía tomar. Al principio Blaine lo entendió, no era una decisión que debía tomarse a la ligera, pero después de tanto tiempo empezó a preocuparse.
Ella principalmente pensaba en que deseaba ella, sin pensar en nadie más, pero tenía tanto miedo de la respuesta, que siempre terminaba pensando en los deseos de Blaine, y en lo mucho que él la amaba. Era muy afortunada de tener a su lado a una persona como él.
Durante todas estas semanas también evitó a los chicos, cualquier cosa que tuviese que ver con Roger la enfurecía. A menudo vió a Mary, quién sin mencionar al rubio (sabía que algo gordo debía de haber sucedido, aunque ninguno de los chicos dió detalles), le hizo llegar lo mucho que los chicos la echaban de menos. También le hizo llegar la buena noticia de que se irían de gira mundial con su nuevo disco en dos semanas.
Eso la revolvió el estómago. Nunca habían estado tanto tiempo fuera de casa, y sabe que su padre los ama demasiado y querrá hacer una comida de despedida. Y sabe que no podrá evitar para siempre a Roger. Por mucho que le gustaría volver a verlo después de la gira, cuando hayan pasado meses, vuelva con una muchacha en su brazo, y puedan olvidar lo que se dijeron aquel día.
Pero sobre todo lo que más teme, es que al verlo pueda sentir que tomó la decisión equivocada, sentir que el tuvo razón y no cree que pueda vivir tranquila sintiendo que se equivocó. Pero no puede hacerle eso a Blaine. Él la quiere y ella le quiere. No puede arriesgar lo bueno que tiene por una persona intermitente. Por mucho que le quisiese desde los diecisiete. Ya no es una niña, y él tampoco.
Está terminando el registro de la tienda, cuendo suena el timbre que avisa de un nuevo cliente.
"Vaya, sigues viva" Brian entra con las manos en los bolsillos de sus pantalones.
"¡Brian!" No fue consciente de lo mucho que lo había echado de menos hasta ese momento. Pero rápidamente su vista vuelve a la puerta.
"He venido solo" Suelta el aire que no sabía que estaba conteniendo. "Bueno Freddie quería venir, pero necesitaba hablar contigo. ¿Cómo estás?"
Se encoge de hombros. "Estoy algo agobiada, tengo toda mi habitación desordenada, ya sabes llena de cajas... la mudanza..."
"Me refería a Roger"
"No sé si quiero hablar de él" Vuelve su vista a los papeles, esperando que Brian desista. Lo que no sabe es que después de conseguir que su amigo se abriese con él, no piensa detenerse. Nada es tan difícil como hablar con Roger.
"Él si me ha hablado de ti" Miente. Después de aquel día ignora su existencia. Si alguien menciona a la chica se vuelve silencioso y ausente. Y la otra parte del tiempo se la pasa siendo un insufrible e insoportable. Ya nadie le aguanta. Y tenía dos opciones. Hacer que ambos hablen y arreglen sus problemas, o terminar con la banda.
"¿Qué de mi?" El intento de Alina por sonar indiferente es lamentable.
"Te echa de menos" Directamente nunca mencionó esas palabras, pero es evidente. "Deberías hablar con él"
En ese momento Alina sabe lo que está haciendo. Roger nunca ha dicho eso.
"Entonces debería venir él y decírmelo. Y quizá con unas disculpas me pienso si quiero hablar con él." Brian rueda los ojos mientras suspira. No puede ser que ambos sean igual de tercos.
"¿Por qué no puedes dar el paso? Hazlo por nosotros, por los que tenemos que lidiar con su mal humor. Realmente te echa de menos. Y se arrepiente"
"Claro que no se arrepiente" Roger nunca se arrepiente de nada de lo que hace o lo que dice. Quizá si de la forma que lo hace, pero nunca por hacerlo. Si hace algo o dice algo es porque realmente así lo sintió en ese momento. Y a día de hoy sigue sintiendo lo que dijo a la chica. Quizá debió ser antes, o quizá de otra forma, pero siente que hizo lo que sentía, y no se arrepiente.
"¿Sabes que tu padre en unos días hará una comida de despedida?, ¿realmente dejarás que ese día sea el de vuestro incómodo reencuentro?, o mejor aún, ¿dejarás que se vaya sin arreglar las cosas?"
Si, quiso responder. Aunque sabe que lo echará muchísimo de menos, y que todas las noches tendrá la necesidad imperiosa de llamarlo, de decirle que está todo bien y que quiere a su amigo de vuelta. Pero aquel día todo cambió. Y no sabe si algún día podrán volver a estar como antes.
"No creo que sea buena idea. He tomado una decisión, necesitaba su apoyo, y él tomó su propia decisión. No hay nada más que hablar."
"Alina te lo suplico" En ese momento pudo jurar que Brian casi cae a sus pies suplicando. "Ve a verlo y haced las paces" Puede ver en sus ojos suplicantes la desesperación. "Estos últimos días ha estado actuando probablemente tres veces más el imbécil que es. Normalmente es gracioso, pero está siendo desagradable y un gilipollas. Nunca he conocido a un chico con un talento como el suyo para caer mal a los demás, y todos sabemos que de no ser por su encanto personal, ya lo habría golpeado. Así que por favor, habla con él. No te pido que seas amable, simplemente ve a verlo, para que así deje de atormentar a todo el mundo."
"Roger no es mi problema" se limita a contestar. "Y debería comportarse como un adulto y comprender que no tiene ningún derecho a decir esas cosas."
"Roger no tiene el derecho a decir el noventa por ciento de lo que sale de su boca a diario. No es como si eso lo hubiese detenido antes."
"¿Por qué le importa de todas formas? No tiene nada que ver con él."
"La cosa es..." Brian no sabe de donde está sacando la paciencia para no abrir sus ojos a la fuerza. "En su mundo, todo tiene que ver con él."
"Esto no"
"Escucha" El moreno pone sus manos sobre sus hombros. "Conozco a este chico desde que es un niño, y hasta hace muy poco ha luchado por superar unos traumas y una parte de él que aún no conoces. Y honestamente, me da igual, porque este hombre siente cosas por ti."
Omite el hecho de estar terriblemente enamorado, quiere ayudar a su amigo. No venderlo.
"Y tú no has tenido el intenso, y digo intenso disgusto de aguantarlos a ambos desde que os conocéis. Estabais tan ocupados odiandoos que érais incapaces de disfrutar del amor, complicidad y cariño que teníais en vuestros días de calma. Tampoco has tenido el placer de escucharlo hablar de ti todos los días durante años, mientras intenta llegar a un término con sus sentimientos."
Toma una profunda respiración.
"Alina. Como Roger es un maldito cobarde, vas a ser tú quien de el primer paso. Y honestamente, si no te importa sacarlo a él de su miseria, al menos sácame a mi de la mia. Sé la indicada, por favor."
Antes de que pueda pensar siquiera en lo que está pensando contesta. "Hablaré con él."
Tal y como Brian dijo, dos días antes de dar comienzo a la gira mundial, Rich se encarga de organizar una comida. Y a pesar de lo que dijo, no habló con Roger. Quizá por eso está tan nerviosa de camino a casa, lleva algo más de un mes sin verlo.
"¿Estás bien?" La mano de Blaine aprieta su muslo.
"Si" Alina está distraída mirando por la ventanilla del coche. "Solo llegamos tarde, ya sabes lo puntual que soy y me pongo nerviosa..." Empieza a divagar poniéndose aún más nerviosa mientras Blaine se ríe.
"Cariño, es tu familia" Recuerda. "Hace tiempo que no les ves, ¿cierto? A los chicos digo"
Con todo el alboroto de la mudanza había conseguido no alarmar a Blaine, pero si que se había dado cuenta que de pronto ya no llegaba tarde a sus citas con él por ellos, Roger no la buscaba para ir al estudio y ella ya no contaba ninguna anécdota de su día cada vez que se juntaba con ellos. Pero no tuvo el corazón de preguntar por temor a la respuesta.
"Bueno, ya no soy una niña para perseguirlos a todas partes, cada uno tiene su vida y con la mudanza..." Nota como se pone aún más nerviosa lo que hace que empiece a sentir pequeñas taquicardias.
"Oye" Blaine masajea su muslo. "Tranquila, solo es una observación. Quizá deberías invitarlos a casa. Cuando ya esté todo" puntualiza.
Sabe a lo que se refiere. Durante semanas estuvo reacia a llevar sus cosas al piso. Al principio dijo que primero deberían poner todo el piso en orden y con los gustos de ambos, los muebles, la pintura de las paredes... Todo lo necesario para sentirse en casa, de alguna manera su subconsciente quería retrasar el momento de poner su ropa en el armario, y sus productos en el baño. Y eso les llevó a cambiar tres veces el color del salón, hasta que finalmente se dieron por vencidos. En ese salón y con esos colores jamás podría bailar con Blaine.
"Sí, sería genial" Miente. La única manera de que Roger entras en su casa con los pies por delante.
Su mente viaja a la habitación de casa de sus padres, están casi todas sus cosas en cajas. Casi. Es incapaz de meter algo sin echarse a llorar. Y hoy que van de visita llevarán sus cosas a casa. Finalmente.
"Mira, ya están" Llegan al viejo vecindario de sus padres y a lo largo de la calle pueden ver diversos coches desfilando, además de mucha gente asomada a la ventana.
No sabe como consigue hacer que sus piernas funcionen correctamente hasta la puerta, pero no tiene tiempo de recuperarse de su nudo en el pecho cuando Blaine llama a la puerta.
"Alina" Los brazos de Vicky la sujetan con fuerza y abrazan su cuerpo temblando.
Cuando cruza el umbral de la puerta escucha el murmullo del salón y el grito de su sobrino de tres años.
"¡Alina!" Deaky se levanta cuando ve a su amiga. "Demasiado tiempo"
"Siempre un placer" Brian la saluda con un movimiento de cabeza sin levantarse del sofá.
Blaine está saludando a Freddie mientras este le sirve una copa de vino tinto.
"Ey, ¿qué pasa tío?" Roger saluda a Blaine dándole una palmada en el hombro. Un buen saludo, sin duda obra de Brian. "Hola Miss desaparecida"
Tenía muchas dudas de lo que sentiría al ver a Roger después de tanto tiempo, y de como se darían las cosas. Y ahí está, frene a ella, a un paso, con su pelo rubio un poco más corto y una sonrisa tirando de sus labios. Tan jovial y despreocupado... Si no fuese por los movimientos de sus dedos que lo hace parecer ansioso.
Y ella vuelve a sentirse igual que a los diecisiete.
Las palabras 'Eres un hijo de puta, Roger' mueren en sus labios cuando siente una mano en su pierna.
"Tia, tia, tia" el pequeño Will intenta llamar su atención tirando de su pantalón. "Ya voy yo solo al baño"
Su hermana Debbie rueda los ojos divertida. Realmente se lo está diciendo a todo el mundo.
"¿En serio?" Roger corta el momento incómodo ya que Alina parece que olvida por un momento como hablar. "Mi madre aún debe acompañarme"
Will se ríe y persigue a Blaine probablemente para decirle a él también lo adulto que se siente.
Roger da un paso acercándose a ella. No parece ni furioso ni triste, pero no sabe exactamente qué decir. Abre la boca varias veces pero no dice nada. Vicky corta el incómodo momento entrando con la comida.
"Vamos, a sentarse"
Cada uno toma su sitio en la mesa, y casualmente Roger y Alina terminan en frente.
Nadie parece percatarse de sus miradas incómodas, ni sus silencios en la mesa. Rápidamente hay varias conversaciones sobre la gira y de fondo el tintineo de los cubiertos.
"¡América!, ¿quién lo diría?" Exclama Rich.
"¡Quién lo diría!, ¿verdad Alina?" Mary saca a su amiga de sus propios pensamientos. "¿Recuerdas cuando íbamos a ver a estos perdedores?"
"Solo recuerdo la bebida. Era asquerosa" Bromea con una sonrisa.
"Entonces, ¿por qué ibas?" Pregunta Blaine con una sonrisa.
"Por la música medianamente aceptable."
"Digna descripción de tu padre, Brian" Deaky bromea.
"Aún recuerdo una tarde que entré en la tienda y vi a Roger y Alina, ¿os acordáis? Estábais escuchando la demo del primer disco."
En ese momento varias cosas pasan a la vez. Roger se atraganta con el vino, Deaky y Brian se miran confundidos y Alina se pone roja mientras titubea. A todo esto Blaine les observa con el ceño fruncido.
"¡Papá!, ¡era un secreto!"
"¡Oh vamos!, han pasado años, ya ha preescrito" Rich no es del todo consciente de la bomba que acaba de soltar en la mesa.
"Pensamos que la idea era mostrárselo juntos" Deaky mira a Roger que se encoge de hombros.
"¡Realmente te emocionaste!" Freddie señala a la chica. "No puedo creer que fuese falso"
"No fue falso"
"¿Recordáis sus gritos cuando le enseñamos la cinta?" Brian les hace recordar a todos ese momento.
"Todo falso" Freddie lamenta mientras niega con la cabeza.
"Oye, realmente estáis perdiendo el foco importante. Roger fue a mostrarme la cinta. Yo no lo pedí" En ese momento sus miradas se cruzan.
"Bueno..." Con una sonrisa y la ceja alzada dice "Yo recuerdo como me quitaste la cinta de las manos."
Alina jadea.
"Tendrás valor..."
"Te dije que querían mostrártelo juntos y debía ser nuestro secreto" Un escalofrío recorre su espalda cuando dijo 'nuestro' "Y accediste"
Rich sonríe con la copa de vino en sus labios. Sin quererlo había conseguido sacar a los chicos de esa nebulosa incómoda.
"Dinos Roger, ¿cuántas veces más nos has traicionado?" Brian pregunta apoyándose en la mesa.
Antes de que Roger pueda asegurar que nunca más enseñó a la chica ningún disco, lo cual sería una mentira a medias, ya que alguna canción que le hacía extrema ilusión si que se la mostró, Alina habla.
"Bri, ¿recuerdas aquel regalo alucinante en las navidades de 1971? En verdad yo lo elegí" Roger abre desmesuradamente los ojos.
"Era un regalo alucinante." Freddie habla recordando el obsequio "Debimos sospechar que no era idea de Roger."
"Para empezar" Roger se dirige a sus amigos. "Soy perfectamente capaz de hacer regalos alucinantes. ¿A que sí?" Pregunta mirando a la chica.
En ese instante todos se pierden. No tienen ni idea de lo que está hablando.
"¿Cómo lo hiciste?" A su vuelta después de esas navidades se lo preguntó muchas veces. ¿Cómo consiguió hacerle un regalo? Pero siempre respondía lo mismo.
"Magia" Responde con una sonrisa. Blaine no se pierde la media sonrisa cómplice de Alina, ni el intento de esconder la sonrisa de Maisie. Siente que conoce más a su novia por Roger y los chicos, que por ella mima.
Blaine carraspea haciendo que la chica aparte la mirada de Roger.
"El otro día vimos el concierto" Comienza otra conversación en la que pueda ser partícipe y no sentir la conexión de Roger y su chica.
"Fue alucinante" Maisie exclama "No podía elegir una canción favorita pero keep yourself alive me recordó cuando era una niña."
"Lo sigues siendo" Maisie saca la lengua a Alina.
"Nuestra favorita fue somebody to love, ¿verdad?" Blaine mira a la chica quién se pone un poco tensa.
"En verdad disfruté mucho de 39'" Tiene una mirada cómplice con Brian. Le trae buenos recuerdos. Roger disimula una sonrisa.
"¿Pero no es raro?, ¿verdad?" Alina sabe lo que está a punto de decir pero por alguna razón mira a Roger y no lo detiene. "Quiero decir, 39 es una canción preciosa y a continuación tocáis fat bottomed girls"
"Escribí ambas" Brian no sabe si sentirse ofendido o sentir pena por Blaine que no sabe donde meterse.
Alina y Roger comparten una mirada y ambos intentan contener la risa. El rubio toma la copa de vino para disimular la sonrisa, pero cuando escucha la pequeña risa de Alina no aguanta más y se le escapa una carcajada haciendo que el vino se le salga por la nariz. Entonces Alina empieza a reirse más fuerte.
"Lo siento" Entre risas Roger se disculpa mientras se limpia con la servilleta.
Brian esta vez está encantado de ser él, el que corte el silencio tenso en la mesa. Sabía que no había manera en el mundo de que Roger y Alina estuviesen juntos y fuesen incapaces de seguir teniendo esa conexión. El amor está ahí, en los pequeños detalles.
Roger y Alina siguen compartiendo miradas cómplices aunque no participan en la conversación.
En algún momento alguien pone música de fondo, tal y como hacían en todas las reuniones.
"¡Alina!, escucha" Maisie grita mientras sube un poco más el volumen. Todos se callan expectantes hasta que escuchan la canción.
Un escalofrío le recorre el cuerpo y siente un sudor frío por su espalda. Llevaba tiempo sin escucharla.
Here comes the sun.
"¿Recordáis su obsesión con esta canción?"
"Siempre la ponía en todas partes" Mary sonríe con el recuerdo.
"Tengo la teoría de que cada vez que se quedaba en silencio, escuchaba esa canción en su cabeza" Freddie asiente a las palabras de Brian.
"Siempre llevaba esa cinta, nos la ponía en la furgoneta" Deaky recuerda haciendo sonreír a Roger.
"La cantaba siempre. No había forma de escuchar la canción y no asociarla con ella" Rich pone de nuevo el vinilo, repitiendo la canción.
Y toda la conversación se ve interrumpida por Blaine. "¿En serio?"
"¿Nunca te puso la canción?" Maisie pregunta incrédula. Roger mira a la chica con el ceño fruncido.
"No" Casi suena más a pregunta.
"Tampoco es tan importante" Alina se pone realmente nerviosa, igual que en el coche. "Solo es una canción"
"Eras muy pesada" Recuerda Maisie.
"Cállate" Esta vez suena más agresiva.
"Pero Alina" Maisie frunce el ceño. "Pero si cantabas esa canción con todo el mundo"
Blaine la mira preocupado.
"Bueno, nosotros hemos compartido muchas canciones"
Alina siente que está a punto de ponerse a llorar. Se siente acorralada, y siente que no está siendo sincera.
"Bueno" Vicky se levanta de la mesa intenta ayudar a su hija. "¿Quién de mis tres hermosas hijas será la que me ayude a recoger los platos?"
"Bueno, Alina llegó tarde a propósito para no poner la mesa, sería lo justo que ella te ayude." Debbie bromea para romper el hielo. Alina no contesta, se levanta y casi corriendo huye a la cocina. Roger siente el impulso de seguirla, pero siente la mano de Freddie en su muslo y no lo hace.
"Está bien cariño, ¿qué ocurre?" Vicky cierra la puerta de la cocina tras ella. Alina está con la vista en el fregadero lleno de platos y cubiertos sucios. Si hace unos segundos sentía un nudo en el pecho y los ojos llenos de lágrimas, ahora siente que hiperventila, le cuesta respirar y sabe que si empieza a llorar, no podrá parar.
"No sé mamá..."
"Está bien, está bien" Coge a su hija en sus brazos y la abraza fuerte. "Está bien mi amor. Ven, siéntate"
Las lágrimas corren por sus mejillas y se sienta en la silla obligada por su madre.
"Estás pasando por una mudanza, te vas a vivir con un chico increíble y estás a punto de empezar una vida como mujer. Está bien. Es duro irte de casa, pero seguimos siendo tu familia, no nos iremos a ninguna parte" Alina niega con la cabeza incapaz de decir algo. "¿Recuerdas cuando se fue Debbie? Siempre venía a dormir los fines de semana aquí, hasta que se sintió lista. Está bien. Sentirte como te sientes está bien."
No sabe lo mucho que necesitaba oir esas palabras. Durante semanas había retenido todos sus sentimientos, y lo había conseguido porque siempre venía un día posterior donde seguía durmiendo en su cama, entre sus cuatro paredes, y aún podía soñar que tenía diecisiete años y que al día siguiente podría ir al estudio con los chicos. Pero esos días se acabaron, ahora su vida sería diferente y no estaba lista. Y sabe que no debería sentirse así. Debería tener miedo por todo lo que puede salir mal, pero no sentir que está tomando la decisión equivocada.
"¿Tú te sentiste así?"
Vicky no tiene el corazón de ser sincera ni de contestar esa pregunta.
"No todos vivimos las mismas situaciones igual."
Vicky fue feliz el día que durmió con Rich por primera vez en su hogar. Pero la diferencia es que su hogar nunca fueron cuatro paredes. Su hogar era donde el corazón de Rich y sus hijas estaba. Da igual en esa casa, que debajo del peor puente de un barrio pobre de Londres.
"No debería ser doloroso"
"No. No debería. Seguir esto" Pone su mano sobre el pecho de su hija, donde reside su corazón. "Nunca puede ser doloroso."
"Siento que si hago lo que siento haré daño a la gente que me quiere." Por primera vez se sincera con su madre. Todos sus miedos, y todo el dolor que siente en su pecho. Y todo lleva un nombre.
Por un momento piensa que todo es culpa de Roger, que si tan solo no hubiese sido tan egoísta de decir lo que siente en el momento menos indicado, ella no se sentiría así ahora. Por su culpa siente que debe pensar en él, y vuelve a sentir todo lo que sintió por él. Pero una pequeña parte de ella siente que puede que tenga razón. Que puede que esté equivocada, que todos los caminos siempre le han llevado a él. Siempre él.
"La gente que te quiere te seguirá queriendo. Es inevitable que nadie salga herido. Lo único que quiero es que no seas tú. No mereces sentirte así.
"Si, lo merezco" Se le rompe la voz y las lágrimas vuelven a llenar sus ojos. "Lo merezco"
"No cariño, no" Vicky vuelve a pasar los brazos por su cuerpo, abrazándola.
Lo merece. Debe ser sincera con Blaine, y no lo ha sido. Quizá en un principio no lo fué de manera inconsciente, pero ahora es consciente. Sus sentimientos que se habían quedado dormidos, después del toque de Roger habían despertado más furiosos que nunca. La queman por dentro y con más fuerza cada vez que intenta retenerlos.
"Eres mi hija. Y ninguna de mis hijas lo merecen."
"Tú eres mi madre, tu deber es apoyarme siempre. No eres objetiva"
"Como soy tu madre, te conozco" Sin ser demasiado explícita sabe lo que intenta decir. Sabe a lo que se refiere. "Te conozco mi niña"
Esta vez es Alina la que abraza a su madre. En algún momento la hace daño de lo fuerte que tiene sus brazos en su cintura, pero no se queja. Poco a poco sus brazos se relajan y permiten que Vicky se mueva un poco. Alina ya ha dejado de llorar y se apoya con un brazo sobre la mesa.
Su madre se da la vuelta y empieza a fregar en un silencio cómodo. Quiere ayudarla, pero cree que por mucho que pueda decir, no es de su boca de quién necesita esas palabras. Solo puede sentarse a su lado, escucharla cuando se sienta lista, y apoyarla en todas sus decisiones. Aunque no le gusten.
"Os vi" Alina rompe el silencio mientras su madre seca con cuidado una olla. Hay algo doméstico en hacer las tareas, se siente como una niña de nuevo, y vuelve a sentir esa comodidad y confort para hablar de nuevo. "A papá y a ti"
"¿De qué hablas, cariño?"
"Un domingo. Debíais pensar que Maisie y yo estábamos dormidas. Pero oí pasos en el salón y decidí bajar." Tiene una sonrisa mientras recuerda el momento. "Me quedé sentada en las escaleras. Estábais papá y tu bailando. Te decía algunas palabras en el oído y tu sonreías mucho. En algún momento debió cantar algunas frases de Here's comes the sun."
Vicky siente como el aire sale de sus pulmones.
"No sé cuanto tiempo estuve ahí, quizá diez minutos. Maisie se despertó y dejásteis de bailar."
Vicky ahora entiende un poco su obsesión con esa canción. Pero no lo entiende.
"No lo recuerdo, cariño"
"¿Qué?"
"No recuerdo. No sé, no recuerdo todas las mañanas de domingo de nuestras vidas"
El corazón de Alina se hunde. Para ella es un recuerdo precioso. Quizá el momento en el que se dió cuenta del gran amor de sus padres, y para ella es muy importante. No entiende como su madre puede no recordarlo.
"Pero mamá..."
"No entiendo por qué es tan importante, cariño, hemos tenido muchos bailes."
"Pero..."
Vicky deja de secar todos los cubiertos y se sienta en la silla a su lado
"Cariño. A esto me refería." Vicky empieza a entender un poco más a su hija. Toma su mano sobre la mesa y la acaricia. "Para mi ese baile no es importante, no significó nada. ¿Sabes por qué? He tenido millones de bailes con tu padre."
"Pero estábais felices"
"Bueno, gracias a dios siempre soy feliz con tu padre. Escúchame" Aprieta su mano y sonríe a su dulce niña. "Para mi todos los días son días extraordinarios. Tu padre siempre me hace sentir la mujer más afortunada del mundo, y siempre todos los días me demuestra todo su amor. Por eso ese baile no lo recuerdo, me es imposible recordar todos los buenos momentos porque para mi, desde que lo conocí me siento inmensamente feliz. Y todos los días me recuerda lo mucho que nos amamos. Lo que no entiendo es que significase tanto para ti."
"Me di cuenta de que os amábais. No sé." Frunce el ceño. Ahora no sabe que fue lo que marcó tanto ese recuerdo. "Simplemente os vi felices."
"Pues cariño. Eso es lo que deseo para ti. No deseo que un baile sea tu recuerdo más feliz. Deseo que vivas tantos momentos felices todos los días que te sea imposible recordarlos todos. Deseo que siempre seas amada, y que ames todos los días. Qué no dejes un día en blanco sin haber amado a la persona que tienes aquí." señala su corazón con el dedo. "Mereces ser feliz siempre."
Alina empieza a entender a su madre. Sabe qué quiere decir. Pero todo en su cabeza sigue siendo un lío enorme.
"Te quiero mucho mamá."
"Lo sé cariño" Esta vez se abrazan con tranquilidad. Están tan cómodas sintiendo el amor que se tienen, que no sienten cuando abren la puerta.
"Mis chicas favoritas abrazándose y no me invitan. ¿Habéis dejado de quererme?, dime Vicky, ¿me pedirás el divorcio? solo que sepas que tendrás que denunciarme, no pienso firmar esos papeles." Rich se apoya en la puerta con una sonrisa en los labios.
"Que cosas dices" Vicky se levanta arreglando el vestido.
Alina les mira con una sonrisa. Se están mirando como aquel día. Y como todos los días.
"¿Qué pasa?" Rich mira confundido a su hija y luego a su mujer. "Oye venía a decirte que no es por presión, pero siguen tus cosas en cajas en tu habitación, y hay cosas por ahí tiradas..."
"Tu padre está emocionado por convertir tu habitación en un estudio de pintura."
Rich abre la boca pero no es capaz de llevar la contraria a su esposa.
"Tranquilo papá. Está bien" Coge la indirecta y se levanta de su silla. Cuando sale por el umbral de la puerta siente que el peso sobre sus hombros ya no pesa ni duele tanto. Blaine se levanta al verla, pero se queda en el sitio cuando Alina lo detiene. "Iré a recoger las cosas. Prometí a mi padre que lo haría, tiene prisa por echarme de casa" Bromea mientras se aleja por el pasillo.
Roger y los chicos se miran confundidos. No saben que puede haber pasado en la cocina pero algo bueno debió ser. No parece la misma que entró.
"Chicos" Vicky aparece en el salón con Rich a sus espaldas. "Amo a mi hija, pero todos aquí sabemos que no podrá recoger todo ella sola. Roger hijo, ¿podrías ayudarla?" El chico se sobresalta, pero contento de tener una escusa por seguirla, se pone en pie y casi corre por el pasillo.
Alina está frente a su cama, dando la espalda a la puerta. Está mirando la pared donde hay cientos de fotos polaroid colgadas. Aún no tiene el corazón de quitarlas. La mayoría son de Mary, sus hermanas, y muchísimas de los chicos y Roger.
Roger entra a sus espaldas en silencio. Hace mucho tiempo que no sube a su habitación. Ve casi todo en cajas y como observa la pared llena de fotos. Se acerca al tocadiscos que es de las pocas cosas que aún están en su sitio, y pone de nuevo el vinilo que ya estaba colocado. Empieza a sonar Hello, Goodbye de los beatles y rueda los ojos. Su pequeña obsesión
Alina no se vuelve. Sabe quién es.
"Aquel día bebiste tanto que me tiraste la cerveza encima" Por encima de su hombro ven una de las fotos. Son Alina y Roger en la furgoneta, amos sentados mientras los demás intentaban recoger todo después del concierto en el pub. Ambos sonriendo con sus cabezas pegadas.
"No bebí tanto"
No, pero bebiste. Te sentó bastante mal."
"Fue tu culpa" con una sonrisa triste se vuelve a mirarlo y le da con el dedo índice en el pecho.
"Yo solo te di a probar, no para que te quedases la bebida y te emborrachases. Descarada" Se ríe un poco. Tiene razón. Durante semanas se burló de tener que llevarla a su casa borracha y tener que llamar a Mary para que llamase a sus padres y diría que dormiría con ella esa noche. Tampoco se olvida de que hubo un chantaje para que fuese a conocer a su madre con ese momento.
"Me ha dicho tu madre que te ayude. No confía en que seas capaz de hacerlo tú sola"
"Me conoce bien" Vuelve otra vez su vista a las cajas. "Quizá puedas meter lo que haya en mi cómoda en una caja."
Alina toma una de las cajas y abre el armario. Suspira pero empieza a sacar la ropa y doblarla.
"Tenías razón. El otro día." Roger abre el primer cajón mientras se sienta en la cama. "Fui un hijo de puta"
"No quise decir eso" Ambos evitan mirarse y poco a poco llenan cajas de sus pertenencias.
"Lo hiciste. Y me comporté como un cabrón así que no te lo tengo en cuenta." Piensa que debería pedir perdón pero no lo hace.
"Está bien."
Roger encuentra en el cajón la vieja libreta que le regaló en aquellas navidades. Sonríe y abre la abre. Pero está vacía. Frunce el ceño.
"¿No la has usado?" Está bastante ofendido.
Alina se gira confundida. Cuando ve la libreta suspira.
"No sabía para que usarla. Estoy esperando a una buena idea."
Mete la libreta en la caja que lleva un "Imprescindible" escrito a rotulador. Se ríe negando con la cabeza.
"¿Sabes lo que significa imprescindible? Ahí debería de ir mis tarjetas, datos médicos y esa clase de cosas."
"Mi libreta es imprescindible." Niega con la cabeza y sigue sacando ropa del armario. Sabe que da igual que cajas lleve hoy, porque todo está mal repartido, y no le importa. Roger es un desastre.
"¿Tus vinilos y casettes?" pregunta viendo sus baldas.
"Esos a la caja de música. Creo que está al lado de la puerta."
Poco a poco saca todos los vinilos y los casettes. La mayoría son de queen, de los beatles, abba y algunos grupos de rock, seguramente regalos de su padre. También hay algunos de algún grupo indie que sin duda sería regalos de Blaine. Pero reconoce uno. Es un casette sin foto ni pegatina. Lo reconoce porque es el que él la regaló en navidad. Sin que se de cuenta lo mete en la caja de imprescindible.
En ese momento se acuerda de algo
"Alina" la última vez que la llamó así estaban discutiendo y la forma en la que lo dijo le paró el corazón. Pero ahora era suave, como un susurro. "Tengo algo para ti"
Ambos se sientan en la cama, mientras Roger saca algo del bolsillo de su pantalón. "Brian el otro día lo encontró en mi coche y creo que rodó los ojos tan fuerte que casi se le quedan mirando hacia la nuca." Deja una cinta casette en sus manos. Es su cinta. La que llevaba a todas partes.
"Pensé que la habías perdido" Hacía años que la puso en la vieja furgoneta y se la olvidó allí. Cometió el error de decírselo a Roger y este se la quedó. Estuvo meses suplicando por su cinta y él siempre respondía "Si tanto la quieres no la andarías olvidando por ahí. Ahora tiene nuevo dueño", o "Si la quieres, gánatela"
"¿Cómo podría perderla?" Frunce el ceño. "Simplemente la he mantenido a salvo." No quiere admitir que alguna vez la ha escuchado en su coche y ha cantado Here comes the sun con una sonrisa. "Pero te pertenece."
"No que va. Es tuya. Tu lo dijiste, ahora tiene dueño" Alina devuelve la cinta a sus manos. "Además no la necesito, hace siglos que no la escucho."
"Oh, deberías. Mejora con el tiempo."
Alina niega con la cabeza con una sonrisa.
"Quédatela. Además ya no la necesito. Ahora Blaine es quién te lleva en el coche así que..."
"¿Estás dando por hecho que no me llevarás nunca más en tu coche?"
"¿Estás dando por hecho que no me llevarás nunca más en tu coche?"
"Bueno... No lo sé" No sabe que responder. Si fuese por él se la llevaría ahora mismo lejos de ahí. Pero no pueden.
De fondo cambia la música del tocadiscos. I want to hold your hand. Y ambos recuerdan aquella tarde en la tienda. No se mueven, saben que deberían seguir empacando, pero ninguno tiene las ganas.
"Te echaré de menos" Roger se vuelve a ver a la chica cuando habla. "Ahora que sois famosos y eso, será todo más difícil. Os espera una vida divertida y algo loca."
"Si. Supongo" Si por el fuera, elegiría esta vida mil veces.
"Os espera la mejor parte"
"A ti también" Roger dice automáticamente, casi sin pensar. "Oye" Toma una de sus manos entre las suyas. "Sé que estás dando un paso enorme mudándote y Blaine es un buen tio aunque sea un poco imbécil... Pero quiero que me escuches algo."
Por primera vez Alina le escucha. Sin peros.
"A ti también te espera la mejor parte. Eres jóven, Miss dancing queen. Y quiero que salgas. La vida ahí fuera es maravillosa. Quiero que conozcas gente, que bailes hasta no sentir los pies, que cantes hasta quedarte afónica. Que cantes tu canción favorita y beses a un extraño en un pub. Siempre he ido de un palo al otro pensando que era jóven, y no me arrepiento de nada. Quiero que tú también vivas esa vida, Alina. Sin ataduras. Que corras los riesgos. Y cuando tengas que comprometerte con alguien lo hagas. Pero después de vivir todo lo que puedas. Esto es todo lo que puedo desear a alguien a quién quiero muchísimo." Sus ojos no se apartan de los suyos, y puede notar las lágrimas de Alina en ellos. "Quiero que cuando seamos viejos podamos recordar las mejores partes de nuestra vida y podamos decir que disfrutamos todo lo posible."
Recuerda sus palabras tiempo atrás. "En todos los momentos más felices de mi vida tu estás en ellos" y ahora sabe que él también está en los suyos.
"Quizá por eso me enfadé tanto aquel día." Roger mete un mechón de pelo detrás de su oreja. "Quería que vivieses la vida al máximo. Y que no te conformes con menos de lo que crees merecer." Sabe que está entrando de nuevo en terreno pantanoso, así que pisa con pies de plomo sobre sus próximas palabras. "Solo... No quiero que te conformes con alguien que te trata como un Seat 127 cuando eres un Dodge Challenger"
Llegados a ese punto, Alina consigue retener las lágrimas, y con confusión lo mira.
"¿Me estás comparando con un coche?" No sabe si reír o llorar cuando Roger responde serio y con toda la sinceridad del mundo.
"Bueno... I'm in love with my car" Una sonrisa escapa de sus labios antes de abrazarla.
CONTINUACIÓN
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Proyecto XXX
“La tiranía deja libre el cuerpo y embiste contra el alma.
El amo no dice más: debes pensar como yo o morir. Dice:
eres libre de no pensar como yo, tu vida, tus bienes, todo
te será dejado, pero a partir de ahora eres un intruso entre nosotros".
ALEXIS DE TOCQUEVILLE
Victoria camina bajo la luz de la luna, que ilumina tenuemente la oscuridad reinante. Sólo se ven los árboles del bosque que las rodean. A su lado Rosario camina igual de tranquila. Ellas son dos más en medio de una masa de seres humanos de corta edad que caminan sin prisa pero marchando regularmente y sin detenerse. Todos van vestidos de negro. Victoria y Rosario también.
-¿A dónde vamos?- pregunta Victoria.
-A donde van ellos…- le responde Rosario con simpleza.
Victoria calla. Nadie habla. El silencio es sepulcral. Tan sólo se escucha el sonido de los pasos como un infinito traqueteo apagado sobre la tierra. La luna parece quieta en el cielo, observando con su cara enorme y amarillenta a través de los árboles del bosque la procesión que transita hacia un punto que Victoria no conoce.
Rosario, ataviada con un vestido encorsetado que le llega hasta las rodillas y medias oscuras de lana que le cubre las piernas, toma a Victoria de la mano. Ella percibe que no es una demostración de cariño, ni de afecto, ni de amor. Una sensación profundamente negativa la atraviesa. La mira a los ojos tras sentir su mano helada.
-¿Te pasa algo?
-No, no, nada…
El tono de voz de Rosario es de una tranquilidad fingida. El vapor se escapa de sus labios. Victoria, vestida idéntica a su amiga, sabe que en su interior hay un miedo terrible. De repente se detiene y hace detenerse a Rosario, tironeándola de un brazo.
-En serio, Rosario, vos no estás bien…
-No, Vicky, estoy lo más bien… en serio, sigamos…
-Yo no te veo bien…
-Vicky, no me vengas con planteos, dale, dejate de joder, sigamos…
Victoria queda en silencio. Se da cuenta de que es inútil. Rosario no va a dar el brazo a torcer.
-Bueno, sigamos…
En el camino cruzan un antiguo edificio en ruinas en pleno bosque. Es un montón de piedras. Sólo sobrevive en pie una ventana de estilo gótico con los vitrales rotos. La enorme multitud esquiva las ruinas, esquiva los árboles, rompe ramas con los pies, camina imperturbable hacia adelante.
De repente la fila de altísimos árboles se interrumpe. Una inmensa franja de terreno de doscientos metros de frente aparece frente a sus ojos. Más allá el abismo. Aparece un hombre extraño, al cual no se le ve el rostro. Sólo sus ojos enrojecidos, cargados de malvada violencia. Tiene una voz tan potente que se escucha como si estuviera amplificada con un parlante.
-Pérez… González… Johansson… Bruckner… Hoerster… García… Stakopoulos… Van Hoorn… De Andrade… Paoletti… Leoni… Rodríguez… Smith…
A medida que nombra los apellidos comienzan algunos a arrojarse al vacío. Algunos se paran en la cornisa para ser empujados por otro, quien a su vez también se arroja. Otros se lanzan agarrados de la mano, de a dos. Algunos se resisten a lanzarse e intentan escapar pero son empujados o arrojados tras ser arrastrados o sujetados por los brazos.
-O'Farrell…
Apenas el hombre oscuro pronuncia este apellido Rosario se lanza a caminar hacia adelante.
-¡Rosario!- exclama Victoria, de cuya custodia se escapa.
Un grupo de jóvenes del mismo apellido, y entre ellos Rosario, caminan decididos hacia el vacío. Victoria manotea su mano, pero aquella la sacude intentando continuar.
-Aguirre..
Rosario se da vuelta.
-Vicky, te toca, dale, vamos juntas…
El terror domina a Victoria, pero se mantiene pensante e intenta detenerla. Rosario camina. El resto de los O'Farrell se lanza con absoluta felicidad. Rosario continúa decidida a arrojarse. Faltando cinco metros, Victoria intenta un último recurso desesperado: se arroja encima de su amiga. Las dos caen al suelo. El impulso violento hace que sus cabezas queden a centímetros del vacío inmenso. Victoria la toma de la cabeza. Lagrimeando, pone el rostro de Rosario frente al suyo, a pocos centímetros.
-Rosario, por favor…- le dice, casi suplicando, con un hilo de voz quebrada- no te tires, no te pido que lo hagas ni por mí siquiera, por favor te pido, no te tires, Rosarito, te lo pido, te lo ruego, te lo suplico, no te tires, ¿dale? ¿eh?
La frase le resulta conmovedora a Rosario. Aún así intenta pensar en continuar.
-Figueroa…
-Ahí está tu otro apellido, te vuelve a tocar…
-Dale, Ro, en serio, no te tires, por favor…
Al ver los ojos suplicantes de su amiga finalmente desiste de la idea.
-Está bien, aunque me aburra no me voy a tirar…
Victoria se seca las lágrimas y sonríe. La abraza y la besa repetidamente en las mejillas sin poder contenerse. Rosario se siente desbordada ante tanto afecto desordenado.
-Bueno, ya fue, demasiado besuqueo, ¿no?
Al incorporarse Victoria mira el fondo del abismo: cientos de cadáveres destrozados contra la piedra irregular del suelo regada con sangre, y fracturados como muñecos viejos. Deja de mirar las pringosidades carmesí y se arrastra llevándose a Rosario con ella. Se ponen de pie y van hacia el bosque de la mano. Abriéndose paso entre la multitud, divisan un claro en el bosque. Nota que algunos se escapan por allí. Ambas caminan hacia ese lado, intentando buscar la escapatoria.
-Para allá hay un camino…- dice Rosario- vamos…
-Dale…
Mientras tanto el hombre imperturbable y malvado continúa pronunciando apellidos y los jóvenes prosiguen con su ritual de arrojarse con alegría al vacío.
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Hola, holaaaaa! Como va la semana? La mía avanza lenta pero segura. Me complace comunicar que mañana estaré en la caseta de @espazolectornobel_ourense en la #feriadellibroourense2022 Tendré conmigo en la caseta la serie Más que amigos: 1 Las vueltas que da la vida, VICKY 2 Los líos de Almudena 3 La decisión De Alba Y por supuesto llevaré mi último libro, Lo que KATE esconde! Os espero mañana a las 19 h en #ourense . #feriadellibroorense #cristinferro #cristinferrolibros #me #selfie #feiradolibrodegalicia #yo #ourenselee (en Ourense, Galiza) https://www.instagram.com/p/CelMcgHDA_3/?igshid=NGJjMDIxMWI=
#feriadellibroourense2022#ourense#feriadellibroorense#cristinferro#cristinferrolibros#me#selfie#feiradolibrodegalicia#yo#ourenselee
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Como es que vicki sigue abriendo y cerrando foros de forma compulsiva y la gente se sigue sumando? 》 Ya sabemos qué clase de gente se une, ya sabemos porqué cierran todos sus foros desde hace años. No vale la pena darles atención. Solo da media vuelta y sigue con tu vida, como hizo el resto.
O.o
❅•°•❈•°•❅• ━━━━ 𝐽𝑎𝑛𝑛𝑎 ━━━━•❅•°•❈•°•❅
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.⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝑫𝒆 𝒋𝒖𝒍𝒊𝒐 𝒂 𝒅𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ ⥼ 𝐥𝐚𝐦𝐚𝐫, 𝐬𝐞𝐤𝐚𝐧𝐢, 𝐚𝐥𝐛𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀╸𝚏 𝚎 𝚌 𝚑 𝚊 / 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨 𝟑𝟏 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟎
⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀
Lamar siempre ha sido más de lo que él mismo cree. Se desempeña en lo suyo con éxito por más problemas en los que se meta... Él, por separado. Que aunque tenga el agua hasta el cuello y sus posibilidades de salvarse se agotan. está ahí para mí.
Miami es nuestro lugar, de alguna manera. Como si fuese el rincón en el que ambos nos refugiamos de alguna manera; la suya era olvidarse de mi existencia, la mía recuperarlo después de tanta cagada.
Parecía un deja vú el encontrarse ahí de nuevo, con ayuda de alguien más y no buscando su lencería en un apartamento en el que no había estado siquiera una vez, ahora sabía perfectamente lo que buscaba porque estaba más que segura de lo que sentía, de lo que Lamar significaba para ella.
Lo último que se había sabido públicamente de María Victoria era que su madre la había sacado de un hotel cubierta con una manta encima del abrigo. Estaba flaca por la falta de comida, no dormía y lo único que sentía por dentro era rabia. Rabia y odio. Pero su madre no podía saber nada de eso, nada de lo que realmente sucedía en su vida y había sucedido mucho antes de que ella pudiese tener realmente una voz en la mesa Favré San Román.
Golpeó con los nudillos cuando se encontró delante de la puerta y fue una sorpresa que la imagen que su cabeza había creado no fuese real. Que estuviese acompañado de alguna gringa rubia que ni un "hola" pudiese pronunciar bien. Estaba solo y por voluntad de Dios le dejó entrar, hablaron. Quedaron en verse en dos días. A las dos semanas Victoria recién se dió cuenta de la verdad trás las palabras de la anciana; el amor te pone peor que la guerra. Por amor lo haces y das todo, a la guerra vas por algo que ni es tuyo. Vicky no iba a la guerra porque iba a por lo suyo, porque se pertenecían en niveles que cruzaban la realidad, y recién entonces le pidió que volviera a casa, ignorando que vivían en lugares completamente diferentes.
Desde entonces Victoria le abrazaba por las noches porque sino sufría de insomnio. Pero llegó Sekani y todo el ambiente cambió. Aunque entonces no se llamaba Sekani y era tan chiquito que ni se abultaba el vientre de la colombiana cuando, abrazada a la espalda de Lamar, le contó entre susurros que llevaba su hijo.
Ya las malas noticias no le afectaban en lo absoluto y aunque el suelo se estuviese derritiendo a su alrededor, su mundo, protegido por un domo que ella misma creó. Dentro de casa y frente al espejo de su habitación no podía evitar sentirse poderosa, fuerte, de nuevo, pero con más garra al no tener la presión de ocultarlo y bien claro había quedado meses atrás que a Victoria el embarazo le altera las hormonas y no la puntería. Se acariciaba el vientre con cuidado, con curiosidad incluso.
—Se siente tan diferente, tan... ¡No lo sé! Alba está vuelta loca con la idea, dice que prefiere un hermanito para "saber qué hace" —le dice a su hermana mayor, porque es la única que puede entenderle en ese momento.
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Loser
De McJobs & Otras Tragedias.
#1: Acadia
La gente siempre habla estupideces, piensa Acadia. Siempre lo hacen. Pero no sabe en realidad qué es lo peor de todo esto; si las idioteces que puedes llegar a escuchar en una conversación tan rutinaria e intrascendente en un asado de una noche de sábado cualquiera, o el hecho de que fingimos a muerte de que realmente nos interesan todas esas conversaciones inútiles y sin sentido.
Cuando todos sabemos que, en realidad, no es así.
Como ahora, mientras escucha como Vicky habla sin parar; no puede evitar pensar porque pretende que su monótona charla sobre su “rebelde” juventud campesina, llena de establos y vacas, más un leve e inocente flirteo con el lesbianismo, en un pueblo perdido del sur le es mínimamente interesante; si es de por sí un tema aburrido, tan aburrido que lo único que hace es llevarla a un estado de ánimo que le es demasiado parecido a la rabia.
Frustración.
Casi puede sentir como la lata cerveza se entibia lentamente en su mano, mientras neuronas mueren dentro de su cabeza, en una lenta y tortuosa agonía. Pero lo peor de todo, es que Vicky es plenamente consciente de que su charla irrelevante es aburrida y que en realidad no le interesa a absolutamente nadie que esté en este semicírculo, ya que cada dos o tres frases, suelta algún chiste estúpido referente a una situación anexa para no parecer tan soberanamente monótona, para después bajar la mirada hacia sus manos, seguramente sudadas, para ocultar lo que Acadia piensa que puede ser alguna clase de vergüenza.
La mira, y no puede evitar pensar que su risa está llena de una desesperación enfermiza.
“Conchetufuckyou” Se dice Acadia a sí misma, mientras contempla esa sonrisa, que en realidad no es una sonrisa, sino una desesperada llamada de atención, que la hace pensar inevitablemente en esas mujeres suicidas que, con el lápiz labial corrido y el rímel cayendo por sus mejillas como sendas lágrimas negras, con la cabeza y estómago llenos de Alprazolam y vodka, llaman por teléfono a las tres de la mañana a familiares y “amigos” que la han ignorado por años y que daban por sentado que ese inevitable Accidente, terminaría por ocurrir.
Más temprano que tarde.
Acadia trata de entender por qué siempre le ha caído tan mal Vicky. Trata de buscar en su cabeza ese argumento que justifique todo ese aborrecimiento, desprecio y condescendencia con el que suele tratarla cada vez que se la topa en el casino del trabajo, mientras esperan por un microondas que se desocupe; busca ese algo que le permita decir “Vicky me cae mal porque es media puta y arrastrada para sus cosas”.
O algo así.
Pero solo le cae mal.
Sin explicaciones ni teorías ni nada.
Solo la detesta.
Aunque, pensándolo bien, todo ese desprecio que puede llegar a sentir por ella, de una forma u otra, puede estar ligado a esa puta condescendencia que tiene hacia los demás y, sobre todo, consigo misma. Una asquerosa condescendencia con la que llena su ser; esa manía de querer a todos, de justificar a todos, seguramente esperando que la quisieran y, de vuelta, también la justificaran a ella y sus acciones.
Es una maldita y puta obsesión por caerles bien a todos.
Es como si estuviera gritando con todas sus fuerzas “Quiéranme”.
“Por favor, por lo que más quieran... solo quiéranme”.
Pero ahora, que ve las cosas un poco más claras, lo que realmente le aterra es pensar en porque todos fingen que les interesa su charla inútil y sin sentido.
Es decir, si es tan aburrido, ¿no es más fácil darle la espalda y salir caminando hacia algún otro rincón?, ¿entrar a la casa o simplemente irte rápidamente?
Entonces, ¿Por qué fingir que nos importa algo cuando evidentemente no es así?
Quizás la gente finge para que les finjan de vuelta.
Nosotros les mentimos a los demás, para que ellos nos mientan a nosotros también.
Lo que es algo triste, cuando lo piensas bien. Y tétrico. Muy tétrico.
Así que Acadia decide entrar a la casa. Volver a la fiesta.
Por eso, después de excusarse con esa fingida amabilidad que te da la experiencia, se da la vuelta y camina nuevamente hacia a la casa, pensando en temas muchos más importantes de su propia vida.
Camina, mientras su mente se desliza lentamente hacia Roberto, pensando en la historia que se han creado juntos; y que le gusta que así haya sido. Eso es lo que se supone que deben hacer las parejas, crecer juntos, armar una historia en conjunto para convertirse en una sola persona.
Aún trata de determinar qué es lo que realmente le gusta de él. No lo sabe todavía. Pero lo que sí tiene claro, es cuál fue el momento en el que se convirtió en algo más que un simple amigo de la universidad.
Fue un día de invierno, en el que la lluvia obligó a cancelar cierta Asamblea, de esas en la que sólo comunistas, anarquistas y fascistas disfrazados de tipos de Centro-Derecha discutían por horas acerca de temas inútiles y a las que la gente iba más motivada por el ocio y escapar de clases que por el afán de cambiar algo en un sistema que ya se sabia inutil.
Mientras compartían un vaso plástico lleno de café barato y un cigarro, él le regaló una chapita que tenía escrita la frase “God Is Gay” en ella, justo el día después que ella le comentara que Nirvana era una de sus cinco bandas favoritas de todos los tiempos, junto con Stones Roses,Danzig, Pantera y Misfits.
- Ayer dijiste que te gustaba Nirvana, y justo encontré esta chapita en la feria artesanal de la Pepsi, y me acordé de ti - Le dijo, con un brillo en sus ojos que no había visto en ningún hombre desde aquel dia en el que Gaspar se le declaró en el Parque San Borja, mientras tomaban cervezas a escondidas en una mañana de martes de cimarra.
- Para que la uses en tu bolso...-
Ese fue el momento.
De ahí en adelante las cosas se fueron dando solas, sin que nadie las forzara. Un primer beso en el Forestal, frente al Museo de Arte Contemporáneo, después de fumarse un joint de Critical Jack mirando el Mapocho. Hacer el amor por primera vez en su departamento, en el sillón, escuchando un compilado de Trip Hop de los 90s, mientras su compañero de Departamento estaba de vacaciones en la playa, salidas a cenar, a fuentes de soda y cines los domingos en la noche para gastar los fines de semana juntos.
Ya han pasado cinco meses desde aquella tarde en el Parque Forestal.
No sabría de forma exacta definir qué es lo que realmente siente.
Piensa que podría ser amor.
¿Por qué no?
Amor
La palabra en si suena demasiado grande. Le asusta un poco.
Amor
Pero suena bien.
Es entonces cuando entra en la casa y se arrepiente al instante de haberlo hecho. Porque piensa que podría haberse ido al patio delantero para llamarlo. Ahora. Porque después de todo, ya no le importa que sean más de las doce de la noche de un sábado y que algunas latas de cerveza comiencen a aturdir las neuronas dentro de su cerebro.
De hecho, es la excusa perfecta para poder hacerlo.
¿Pero eso no la haría parecer demasiado desesperada?
Se sienta en un sillón, mientras bebe un último trago de cerveza tibia. Observa cómo cierta gente baila canciones electrónicas que ella pensaba que ya habían sido olvidadas para siempre. Todos intentan hacerlo sin parecer ridículos. Algunos lo logran, la mayoría fracasa miserablemente.
Tal como todo en la vida.
Quiere un cigarro. En su bolso, ve la cajetilla con su último cigarro dentro de ella.
Entonces arma en su cabeza un plan. Un pequeño y perfecto plan para este instante. Primero, debe de buscar a Jessica, para que la acompañe a comprar cigarros y una botella de Vodka antes de que la botillería cierre. Entonces, una vez que ya tenga los cigarros y el vodka y regresen a la fiesta, tomará un vaso de la cocina y lo llenara con Hielo y Vodka. Con ese vaso en su mano y el cigarro encendido, llamara a Roberto, de sorpresa. De todas formas, ella sabe que el estará despierto, haciendo el turno de noche en el Call Center de Entel, el trabajo que tiene mientras termina su carrera de Ingeniería Comercial con mención en Comercio Internacional.
- Es el trabajo más aburrido del mundo... - Le dijo una vez - ...Atiendes a gente, peleas con esa misma gente, los insultas de forma que no sean capaces de entender de qué estás riendo de ellos, pero la mayor de parte del tiempo la pasas conversando temas que te aburren con tus compañeros, o navegando en internet con la clave robada a un supervisor -
Una llamada sorpresa, de cariño, una llamada de esas que nunca molestan a nadie. Para demostrarle que piensa en él, que se acuerda de él y que sepa lo mucho que le gustaría que estuviera con ella en ese momento, los dos juntos, tratando de bailar música electrónica de los 90’s sin verse demasiado patéticos o simplemente burlandose de Vicky y su conversación sin sentido.
Así que comienza a dar vueltas por la casa, buscando a Jessica, que sabe que debe de estar en algún lado. Bailando; probablemente coqueteando con alguien. De preferencia algunos años menor que ella. Un tipo con bíceps marcados, camisa ajustada de marca que no ocultaría ningún musculo, exceso de gel en el cabello y un perfume demasiado dulce que lo acercaría de una forma peligrosa a un perfil demasiado gay.
- No tendría problemas en tirarme un Vedetto... - Le dijo una vez, mientras le comentaba acerca de una despedida de Soltera a la que había acudido - ...Son ricos; flacos y musculosos, la mayoría de ellos la tienen grande y te apuesto a que deben de tirar como los dioses... ¿O que?, ¿solo los hombres pueden soñar con tirarse minas flacas y tetonas y es nuestro deber hacer caridad sexual con panzones cerveceros?... estan locos...-
¿Cuántas personas pueden caber en una casa de un barrio suburbano perdido en Maipú donde todas las casas son iguales?
¿Cuántos rincones poseen estas casas para que la gente se pueda esconder?
Nunca hubiese pensado que fueran tantos.
Pero lo son.
Demasiados rincones oscuros.
Da vueltas por la casa.
Y las cosas pasan. Solo así. De la nada.
“Es divertido pensar cómo funciona la vida” Se dice a sí misma Acadia. Es decir, lo seguro que se puede estar de las cosas un momento, para que un minuto después, todo se desarme y te des cuenta de que todo ha sido prácticamente una mentira.
Se siente engañada. Idiota. Estúpida.
Pero lo peor de todo, ingenua.
Huye. Porque no sabe qué otra cosa puede hacer. Corre, como si eso le sirviera de algo. Sabe que es algo estúpido, pero que sin embargo continúa haciendo.
Ladridos de perro.
El sonido de sus tacos golpeando el asfalto rompe el silencio de la noche.
Se acuerda de su tía abuela Olga. La amargada, la fanática religiosa que odiaba a los hombres, la que se quedó sola y eventualmente se volvió loca porque nunca se follo a nadie apropiadamente. Se acuerda de los eternos monólogos que se veía obligada a escuchar, cuando por lastima su mamá la forzaba a visitarla, el último domingo de cada mes, en el hogar de ancianos donde la fueron a botar cuando dejó de ser útil a sí misma y se convirtió en un estorbo para la familia.
Pero ahora solo una frase es la que llena su cabeza, la que repite como un mantra enrarecido mientras corre y su corazón comienza a bombear ácido a través de sus venas.
Solo una frase, una sola, de todas las frases que le escuchó decir en todos esos años de visitas por lastima: “Mijita’, los hombres son todos unos animales. Nunca confíes en ellos.”
Se rompe el taco de su zapato izquierdo, con un chasquido que es casi imperceptible.
Cae.
El contenido de su bolso se esparce en el suelo ruidosamente.
Intenta levantarse, pero el dolor en sus rodillas la hace llorar aún más.
Se limpia las lágrimas con la manga de su chaqueta, que se ensucian con rímel negro.
Y la ve. Entre el lápiz labial y la billetera. La chapita.
“God Is Gay”
La toma en sus manos y piensa que la vida es una gran sarcasmo. Que después de todo, ese dolor que ahora la quema por dentro haya comenzado con un simple gesto, de regalarle un simple detalle en un día lluvioso.
Para terminar en la calle, con las rodillas y las manos rasmilladas; con el alma rota en miles de pequeños trozos.
Llorando.
Porque, después de todo, ¿Cuántas posibilidades existen de que encuentres a tu “Pololo” siendo arrastrado a una pieza, por una mina con pinta de puta cafetera desquiciada, en una fiesta en la que nunca te menciono que iba a estar?
No demasiadas. Tienes más chances de ganarte el Loto.
Santiago no es una ciudad tan grande como lo había pensado, después de todo.
Acadia se levanta lentamente, mientras trata de calmar su respiración. Se promete no llorar más, pero sabe que para eso necesita un cigarro. Recoge todas sus cosas, excepto la chapita, que decide botar por una inmunda alcantarilla.
- Hijo de puta..- Murmura - ...Hijo de la Gran Puta.-
Los perros aún siguen ladrando. Detrás de rejas, protegiendo lo que nunca ha sido suyo.
El final perfecto para esta historia de mierda.
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Bajo siete llaves (2/?) | Latin Hetalia
a/n: capítulo anterior aquí
II. Los cinco años
Ema se despertó mucho antes de que su Tita viniera a tocar la puerta de la habitación, incluso antes de que Martín se levantara y fuera a abrir las cortinas y la luz traspasara el cuarto entero y llegara hasta sus ojitos y ella los achinara. Durante los minutos que separaron su desvelo del despertar de su papá, Ema se quedó observando sus facciones, la forma de su nariz, sus labios relajados, sus pestañas rubias inmóviles, y el cabello revuelto encima. Incluso se atrevió a estirar la manita y a despejar la frente de su papá, de un mechoncito de pelo rebelde que se quedaba ahí algunas veces. Sonreía tan suave, tan fugaz y calladita, que solía pasar desapercibida, y el único ruido que inundaba la habitación era la respiración de Martín, pausada.
Arriba de sus cabezas, en la muralla clara, colgaba un cuadro grande que guardaba celosamente una foto de ambos. En un juego de sombras, Martín agachaba la cabeza para mirarla.
- Papá –Ema dijo en un susurro. Su aliento olía a pasta de dientes desde la noche y se mezclaba con su propio olor, con su propia esencia que era toda mezcla de la esencia de Martín y, antes que su voz aguda, lo primero que hizo a Martín estar consciente de que su hija se había despertado fue su olor.- Papá, ya tengo cinco.
Martín sonrió, mañoso y somnoliento y con los ojos aguados. Por instantes no dijo nada, decidido a permitir que el silencio que se inmiscuía entre los dos fuera atosigado entero por la mirada dulzona y tierna que mantuvieron un par de segundos.
- ¡Ya casi te alcanzo! –Martín estiró los brazos, rodeó la espalda de Ema y la llevó consigo, haciéndole un espacio en su pecho que para ella siempre era cálido. Con su cara enterrada en el cuello, la contuvo cerca; un par de besos juguetones en sus mejillas y en su cabello fueron todas las pruebas que necesitó Ema, que necesitó él para entender que una relación como la de ellos, no había en ninguna otra parte.
Salir de la cama siempre era complicado, era molesto cuando estaban los dos porque Ema prendía la tele y veía los dibujitos y Martín, que medio cabro chico siempre había sido, no podía resistirse a arroparse los hombros y abrazar a su hija y mantenerse chistosos, riendo por todo, hasta que, cuando estaba Agustina allá en la casa, les tocaba la puerta y los hacía levantarse porque ¡no tendrás entrenamiento hoy pero Ema tiene que ir a sus clases de ballet! Y entonces ellos se ponían de pie, perezosos.
Pero ese día era el cumpleaños de Ema. Martín agarra su celular que está en la mesita al lado y le dice a la Ema que se acerque, porque van a sacarse una selfie. Las fotos a Ema le entretienen, le gustan, le llaman la atención. Apenas incorporados, Martín toma la imagen de ambos sonrientes y Ema le pregunta ¿la vas a subir a tu Instagram? Martín acompaña la foto con un mensajito especial:
Hace cinco años que llegaste a mi vida. Con tus ojitos, con tu sonrisa, con tu alegría, haces perfecto cada uno de mis días. ¡Feliz cumpleaños, princesa! Sos lo mejor que me pasó en la vida. Te amo, hija.
Aparecieron por la casa en piyamas y Agustina le agarró de la cintura y la cargó y Martín y Ema se echaron a reír, pero Ema le dio un beso en la mejilla a su Tita muy grande y le volvió a murmurar: ¡Tita, tengo cinco años! Y al rato la verían los dos, Agustina y Martín, correr por la casa grande, la casa inmensa y entre los sillones y los salones y las habitaciones y luego el grito, chillón y feliz, al ver a Alan durmiendo como un flojo contra un sofá azul. ¡Alan, cumplí cinco años!
- Vicky va a llegar pronto, le pedí que viniera antes para que me ayudara a ordenar la casa –comentó Agustina, mientras tomaban desayuno en la mesa, amplia y larga. Martín asintió con su jugo de frutas en la boca y Ema le dio un mordisco una media luna horneada, rellena con dulce de leche- .
- ¿A qué hora van a llegar mis amigos? –Ema pregunta después de tragar.-
- A las cuatro.
- Che, Ema –soltó Martín de pronto, acomodando su silla- ¿Y? ¿Qué querés que te regale?
- ¡Martín! –saltó su mamá, inmediatamente- ¿Cómo le decís eso a la nena? Ella no tiene que saber qué cosa le vas a regalar, eso es sorpresa –sus ojos marrones, acusadores, a Martín le causan una gracia tremenda y se rasca la frente, asintiendo al rato.
- Ah, tenés razón. Olvídalo, Ema, es secreto.
- ¡Pero...! –Ema intentó decir cualquier cosa, pero Martín le limpió las comisura de los labios con una servilleta porque había restos de dulce de leche esparcidos entremedio.
- ¿Vas a ir a buscar a Dani, Martu? –preguntó Agustina.
Martín removió los hombros.
- Sí –respondió después de un trago largo y profundo de la mezcla de frutas dulces- Ayer estábamos hablando y él también estaba muy emocionado por el cumple de Ema. Apuesto a que te va a traer un regalo muy bonito, Ema –le dijo después a la niña y en su sonrisa se notaba todo por lo cual el silencio que apareció entre ellos fue incómodo, molesto-. Pero dale, andá a ducharte. La Tita después te va a poner el vestido que te compré y va a ordenar la casa con la tía Vicky.
- ¿Y a qué hora vas a volver? –Ema murmuró, llena su carita de rulos colgantes.
Martín se puso de pie. Antes de darse la vuelta y salir por el umbral, directo al pasillo que conducía al baño, le dejó un beso en la frente, pero no contestó a su pregunta.
-
- ¡Mirá! ¿Te gusta? Se la traje de Paraguay. Pensé que le podía gustar, a las niñas le gustan las muñecas, ¿verdad?
Martín se echó a reír. Agarró a Daniel del cuello y lo atrajo cerca, besándole el cabello por unos segundos cortitos. Daniel se permitió tranquilidad, cercanía y serenidad junto a su novio, a su alfa que siempre olía como la estabilidad, como lo correcto. Cuando Martín lo soltó, él no quiso alejarse.
- No te pongas nervioso –Martín farfulló- Ema te adora. Le va a gustar cualquier cosa que le regales.
- No seas mentiroso, Martín –le contestó Daniel-.
- No te estoy mintiendo, Ema te quiere un montón. ¿No te acordás de nuestras tardes de películas? ¿O nuestras maratones de Los Simpson? Cuando nos acurrucamos los tres en la cama y comemos papas fritas.
Eso hizo a Daniel sonreír irremediablemente.
- Sí me acuerdo –canturreó.- "Soy un pastelito horneado de canela" –dijo entre risas.
- "¡No quiero levantarme nunca!" –le siguió Martín, recordando las frases que a Ema se le quedaban pegadas cuando él y Daniel la recostaban en su cama, después de una tarde de dibujos.
Miró a Daniel de arriba abajo, a su camiseta ceñida y su chaqueta de mezclilla y a sus bluejeans ajustados, cubriendo las piernas largas que él había tenido hace algunas noches alrededor de su cintura. Los ojos de Daniel, también verdes, siempre eran dulces para él, y en su rostro cándido y suave Martín sabía que existía una sonrisa que escondía todas las palabra que Daniel solo se atrevía a decirle en la intimidad, cuando estaban bañados únicamente por la luz que la noche suelta de cualquier manera y que aparece entre las cortinas corridas.
Daniel le respondió la mirada con un dejo coqueto que Martín pretendió haber adivinado desde hace mucho antes. Hizo un gesto hasta su habitación, pero Martín levantó las manos y negó con la cabeza, con su sonrisa de siempre, sin embargo. Le agarró las mejillas y le dio un beso y Daniel saboreó sus labios tan desmedidamente que a Martín, de pronto, le pareció sucio volver a besar la boquita de Ema si Daniel ya le había ocupado la boca así.
- Te ves hermoso siempre, pero tengo que preguntar. ¿Te cambiaste ya o...?
- ¿Te gusta cómo me veo? –preguntó Daniel, dando una vuelta disimulada sobre sí mismo- Porque si no te gusta puedo ponerme una camisa y unos shorts y eso es todo.
Martín esperó un poco antes de contestarle:
- Vos te ves lindo hasta en piyama.
- ¡Pará de ser tan chamullero, por Dios! –Daniel se echó a reír- No lo necesitas.
- ¿Ah, no? –Martín sonó desafiante y Daniel se apoyó en su pecho.-
- No. Te basta con esa cara.
Martín lo tomó como un halago.
Se dejaron ver juntos cerca de una juguetería y de tiendas de ropa para niños y Daniel sabe que no hacen más que alimentar el rumor eterno de que a Ema le pueda llegar un hermanito, esta vez directamente del vientre de Daniel. Pero Martín nunca habla en serio de ese tema, nunca le da ninguna respuesta concreta. En parte porque le parece injusto tener un hijo con Daniel, porque ese hijo, a diferencia de Ema, sí tendría una mamá.
Martín compra el último Furby de orejas largas y turquesa y la chica que atiende el bazar envuelve la cajita en un papel rosado de hadas con varitas. Martín aprovecha de echar dentro un papel blanco con la carta que le escribió a Ema anoche mientras ella dormía; Daniel nota el detalle y le susurra en el oído que definitivamente sabe cómo conquistar a un omega.
Ellos vuelven a la casa de Martín cerca de las dos y media de la tarde. Ema corre a recibirlos cuando oye el auto estacionarse y Martín abre los brazos pero Ema está demasiado emocionada como para poder abrazarlo concretamente. Empieza a dar vueltas alrededor de Daniel, que, conciliador y maternal, le tira un rizo con los dedos y luego se agacha para abrazarla con fuerza. ¡Feliz cumpleaños, Emita! Deja salir y Ema lo abraza también, le rodea el cuello con los brazos.
Vicky y Agustina tienen casi todo listo. La casa está llena de globos de colores, llena de serpentinas y hay cositas ricas para comer puestas en una mesa en el jardín, al lado de la piscina. En la piscina también hay globos y Martín se ríe feliz cuando nota, por fin, los gorritos de cumpleaños que tienen encima su mamá y su hermana. Agustina le obliga a ponerse uno él también y no se niega, pero le susurra al oído que vaya luego en busca del regalo para Ema, de que él le ha comprado y del que ha traído Daniel. Agustina siempre está ahí para ayudar.
Prepararon todo con anticipación. A las tres y cuarto Martín le dice a Ema que vaya a ponerse su vestido y la Tita le coge la mano y la guía hasta su habitación, mientras oye toda la cháchara de la niña, que de a poco se ha ido acostumbrando a sus fiestas fancy, solo que ahora es más grande y puede darse cuenta de ello. Sentados en el sofá, Daniel de pronto le agarra la mano a Martín y Martín la sujeta fuerte, se la lleva a la boca, le besa el dorso y luego la deja caer, como si nunca la hubiera sostenido en primer lugar.
Entonces Ema vuelve, coqueta y graciosa, agarrándose el vestido con las manitos y dando una vuelta juguetona, que hace a todos los demás soltar carcajadas. Alan corretea entre sus piernas y Daniel insiste en ponerse de pie y tomarse una foto, solo con Ema y con Martín, con su familia. El vestido blanco de Ema se arruga justo en el hombro, donde Daniel le pone la mano, mientras Martín le rodea la cintura. Vicky hace click y Daniel murmura inmediatamente que hace mucho que no tenía una foto en su Instragram con su novio y con Emita.
Martín ve que Agustina frunce el ceño.
-
Las siete de la tarde y van a cantar el cumpleaños feliz. Ema está sentada en la cabecera de la mesa, allá en el jardín, con todos sus amiguitos mirándola, con su Tita y Victoria a cada lado. A la fiesta ha venido también Francis y Luciano, el compañero de Martín en el equipo. Hay un murmullo constante que se mezcla con el correr del agua de la piscina y Martín atraviesa el ventanal que da al patio llevando en las manos, cuidadosamente, una torta de tres pisos con motivos de Frozen. Celeste entera, los ojos de todos los niños se van a la princesa que se empina justo en el círculo más alto. Ema abre la boca en sorpresa y Martín acomoda, muy suave, la torta en frente de ella. A lado de la princesa de mazapán hay una vela encendida con forma de 5.
- ¡A la cuenta de tres empezamos a cantar! –Agustina dice fuerte y los niños que están entusiasmados por comer la torta, se empiezan a adelantar. La Tita hace 1, 2, 3 con los dedos pero entonces el celular de Martín va subiendo de tono hasta desconcentrarlos a todos y de pronto todas las miradas están sobre él y sobre el aparatito que vibra ahí en el bolsillo de su pantalón.
- Ay, perdón –se indulta Martín, tratando de sonreír para que se den cuenta que todo está bien. Mira la pantalla del celular e inmediatamente frunce el ceño, porque es un número desconocido.
- ¿Quién es, papá? –pregunta Ema, mirándolo hacia arriba.
Martín no deja de arrugar el entrecejo.
- Voy a contestar. ¿Pueden esperarme un rato? No me demoro nada.
Martín no espera a que alguien le responda algo y se va caminando a zancadas rápidas hasta su cuarto. Su celular sigue sonando y parece que quien lo está haciendo sonar no tiene ninguna intención de desistir de la llamada. Una vez en la tranquilidad, la soledad y la privacidad de su habitación, Martín toca la pantalla y se lleva el teléfono al oído.
Por momentos no hay sonido, hasta que él se atreve a murmurar:
- ¿Hola?
- Martín –dice la voz al otro lado. Y Martín tiene un vago recuerdo, un vago sentimiento de conocer esa voz de algún lado.
- ¿Con quién hablo? –pregunta, mirando por la ventana al patio donde todos lo están esperando.
Hay otro instante de silencio inoportuno y desgarrador. Martín va a colgar pero entonces el hombre carraspea.
- Con Manuel. ¿Te acordai' de mí?
Martín solo había conocido a un Manuel significativo en toda su vida y no era tonto como para no poder imaginar que era ese Manuel quien estaba hablándole ahora.
Abrió la boca pero no soltó palabras. La frente le empezó a sudar poquito, y lo único que podía sentir en ese momento era el boom boom de su corazón fuerte contra su pecho, el aire, de pronto, se volvió pesado y nebuloso, difícil de soportar. Con la mano libre se quitó el sudor de la frente y entonces decidió aclarar todo.
- ¿Cómo te conseguiste mi número? –fue lo primero que logró articular, sin embargo. Daba algunas miradas furtivas hacia la puerta, temiendo que alguien estuviera tras ella o cerca o rodeando su cuarto, oyendo su conversación con el hombre que él imaginó jamás iba a volver a aparecer en su vida.
- No importa. Hoy es el cumpleaños de la Ema y Martín, yo... -el muchacho sonaba desesperado, intranquilo, como si estuviera hablándole en secreto-.
Martín se echó a reír.
- ¿Te enteraste por las noticias? –preguntó, mofándose.
- Quiero verla –Manuel escupió- Por favor, déjame verla. Te juro que estoy arrepentido. Y te juro que te voy a devolver toda la plata que me diste, te lo juro pero por favor, déjame verla, te lo ruego, ¡Déjame desearle un feliz cumpleaños!
- Firmaste un contrato –le recordó, ardiendo- La vendiste.
- ¡No! –gritó Manuel y Martín tuvo que alejarse el celular del oído- ¡Yo no hice eso! Te prometo que estoy arrepentido, necesito verla. Voy a devolverte todo, todo, pero hoy es su cumpleaños y yo necesito verla y decirle que...
- ¿Querés verla? –dijo finalmente Martín, cuando todas las erupciones que sentía por su cuerpo entero sosegaron despacio- ¿De verdad querés verla? –llegó entonces su risa burlona. Esa risa que hizo que el aliento de Manuel al otro lado de la línea se cortara- Si querés volver a verla, si querés desearle un feliz cumpleaños, si querés tenerla en tus brazos de nuevo, vas a tener que pagarme 100 mil dólares por cada visita. ¿Trato hecho?
Por unos segundos Martín no oyó nada más.
- ¡Voy a hablar! ¡Voy a decir todo! ¡Me importa una mierda el contrato, tu vida, tu representante, todo! Es mi hija. Yo soy su mamá. ¡Voy a contarlo todo!
- ¡Hacelo! –gritó también Martín- ¡Hacelo y te juro por mi hija que hago que te pudras en la cárcel!
Martín no dio espacio a ni una palabra más de Manuel y cortó el teléfono. Lo lanzó a la cama y luego se cubrió la cabeza con las manos, rodeado por un silencio crudo que engullía todos sus pensamientos, todas las cosas que él siquiera pudiera aclararse a sí mismo. El celular volvió a sonar, pero esta vez Martín no hizo nada y cuando se incorporó, echó un vistazo a todo el cuarto, como si de alguna manera algo hubiese cambiado. Abrió la puerta y caminó de vuelta al patio, pero todo a su alrededor era negro y cuando Ema le jaló de la manga de su camisa marrón, no le dio ni una sonrisa ni una palabra ni nada.
Cantan el cumpleaños feliz y Agustina le dice a Ema que pida un deseo. Martín levanta la mirada poco a poco y cuando ve a su hija con los ojos cerrados y los labios apretados, ruega fervientemente que ese deseo nunca sea conocer a su mamá, porque no está seguro de qué tan alejado se encuentra de volverse realidad.
notas: Manuel quiere a la Ema de vuelta y no va a parar hasta conseguirlo ;)
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Blue & purple
la verdad no tengo ganas de hacerlo en inglés, así que en español será
💙blue💙 what do you do when you’re sad? what are some things you do when you can’t sleep? what was the best (non-romantic) night you’ve had? what kind of covers do you have on your bed? who is the last person you told a secret to?💙Como mucho cuando estoy triste (y cuando estoy ansiosa, y estresada, y cuándo quiero darme mis antojos... Ok me gusta mucho comer). Pero cuando estoy triste como cosas que me hacen feliz, mi comfort food por lo general son sopas y comida china (y helado). Tambien le doy demasiadas vueltas al asunto cuando estoy triste y en los últimos años ya he aprendido a simplemente 'llorarlo' para ayudarme a sacarlo del sistema. Eso ayuda (y me da un dolor inmenso de cabeza). 💙Tendría que ser con mis amigos; en realidad serían dos ocasiones. Más reciente ahora último que fui a un concierto en grupo y pasé con un grupo diferente con el que fui, me divertí muchísimo más que con los que fui y me sentí muy aceptada ❣️ la otra sería cuando pase año nuevo con @betelxeuse rodeada de extraños y robamos trago de regreso jaja probablemente el inicio para uno de los mejores años de mi vida 💞💙Tengo un solo edredón, que es suavecito y lo uso mucho porque soy una friolenta de mierda jajaja.💙🤔🤔🤔 Probablemente a mi mejor amiga (o a ti, de momento no tengo secretos que recordar)
💜purple💜 what’s your astrological sign? what’s the best piece of advice you ever received? when’s the last time you followed your instincts? what’s your favorite food? what’s your secret dream?💜 Tauro 🐂. 💜 Chill vicky, chill (y que las cosas no están escritas en piedra y se pueden dar cambiando en el camino, y eso no es necesariamente malo) 💜Hace dos días y no me fue tan bien que digamos 🙃. 💜Pues me gusta de todo cuando era pequeña pedía pollo en la playa lol. 💜Pues no creo que sea un secreto, siempre he querido ir a Venecia. Pero ya pensándolo con más forma (?). Quisiera tener una ceremonia bonita (de lo que sea) en Venecia, sería muy bonito y romántico. también quiero ir a un templo del Tibet
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Las vueltas que da la vida: VICKY - 2ª edición
Las vueltas que da la vida: VICKY – 2ª edición
¡Hola, holaaaaa! Hoy empieza una nueva era para mí. Yo lo llamo mi renacer como escritora, espero que así sea 😛 y que os guste lo que estoy haciendo… Estoy súper feliz de poder compartir con vosotros la nueva portada de Las vueltas que da la vida: VICKY. La primera entrega de la serie MÁS QUE AMIGOS saldrá muy pronto a la venta, ¿hay ganas de leerlo? Llevo unos días corrigiendo, editando,…
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#2ª edición#amazon#cristin ferro#Las Vueltas que da la Vida#más que amigos#mis libros#serie más que amigos#vicky
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Géneros, clasificaciones y duraciones del vídeo
1.-Establece una clasificación y subclasificación de las producciones audiovisuales, explicando lo que más caracteriza a cada una de ellas
Según la duración:
Un cortometraje es cualquier película que dura entre 0 y 25 minutos que se caracteriza por ser contundente, de narración ágil y normalmente con la llamada vuelta de tuerca o con un giro inesperado que da la vuelta a la historia y nos sorprende al final.
El mediometraje es una película de 26 a 69 minutos. No tiene reglas fijas y puede cumplir o no con cualquiera de las reglas del cortometraje o del largometraje. Junta lo peor de ambos y dura demasiado poco como para estar en un evento de cine y demasiado como para participar en un festival de cortometraje, lo que lo convierte en un formato desventajoso para hacer cine por lo que no es nada recomendable.
Y el largometraje que es aquella pelicula que dura 70 o más minutos. Es más profundo y completo que los demás. Transmite emcciones de manera más extensa. Sus objetivos narrativos se basan en la exposición y en la dramaturgia.
Según la temática general de la película:
Las películas de ficción son toda obra de cine que hable de sucesos y personajes imaginario
Las películas de animación donde sus elementos son creados y traídos a la realidad por los realizadores creando un mundo a base de dibujos, modelos 3D, elementos de plastilina, etc.
Los documentales presentan hechos y escenas reales aunque no sea una realidad objetiva pues está manipulada por las personas.
Según la temática particular de la historia:
Las películas de acción se basan en enfrentamientos físicos de sus personajes y elementos llenos de energía y por lo general toman esto como base importante de la película.
Las películas de horror donde el principal elemento narrativo es el miedo y los elementos funcionan en conjunto para asustar al espectador.
Las películas de drama están protagonizadas por la psicología y acontecimientos de los personajes y las situaciones. Suelen exponer la intensidad positiva o negativa de sus interacciones.
Las comedias románticas son las versión suave y bonita del drama con comedia. Suelen ser historias de amor.
El melodrama es un drama con características muy exageradas y estereotipadas.
Las películas de aventura y fantasía tienen historias emocionantes que suelen ocurrir en lugares exóticos.
Las películas históricas son aquellas cuya trama es un acontecimiento histórico.
Los musicales construyen su narrativa a través del canto y del baile.
Los westerns presentan una estructura del salvaje oeste (vaqueros contra bandidos en un lugar sin leyes, con viajes prolongados y peligrosos).
Las películas de ciencia ficción cuya narrativa se construye a partir de lo que imaginamos que puede pasar al mezclar la ciencia y la tecnología.
2.-¿Por qué hablamos de corto/medio/largo metraje?
Esto se debe a que antiguamente las películas de celuloide se medían en pies y el metraje nos indica exactamente la longitud de la película cinematográfica. De ello corto, medio y largo.
3.-En general, cuándo decimos que una producción audiovisual es más cinematográfica o más televisiva?
Se dice que una producción audiovisual es más cinematográfica cuando el lenguaje y la narrativa toman mayor protagonismo en su narración y así se logra un mayor cuidado y calidad en la forma en que está realizado. Así como, se suele decir que es un producto más televisivo cuando su realización es más rápida, menos cuidada y de menor calidad.
En general, cuando hablamos de algo cinematográfico, nos referimos al refinamiento, complejidad o calidad de su lenguaje audiovisual, y cuando hablamos de algo televisivo nos referimos a una narrativa de calidad en cuanto a lenguaje y producción, aunque no son reglas escritas.
4.-Realiza la clasificación del punto 1 con varios ejemplos de cada caso.
Según la duración:
Algunos cortometrajes son “Anónimos” de Felix Llorente, “La culpa” de David Victori, “Café para llevar” de Patricia Font (ganador del premio Goya a mejor cotrometraje en 2015), “Paperman” de John Kahrs, “Roles” de Álvaro Cuevas, “Cuerdas” de Pedro Solís García y “El Tesoro” de Marisa Lafuente entre otros.
Varios mediometrajes son “El chico” de Charles Chaplin (51 minutos), “La cabina” de Antonio Mercero (35 minutos), “El muelle” de Chris Marker (29 minutos), “Simon del desierto” de Luis Buñuel (46 minutos), “Una partida de campo” de Jean Renoir (40 minutos) y “El hombre que plantaba árboles” de Frédéric Back (30 minutos) entre otros.
Dentro de los largometrajes algunos son “Invencible” de Angelina Jolie (2 horas y 17 minutos), “El ascenso” de Ludovic Bernard (1 hora y 45 minutos), “Infiltrados en Miami” de Tim Story (1 hora y 41 minutos), “Dolor y dinero” de Michael Bay (2 horas y 10 minutos), “El niño” de Daniel Monzón (2 horas y 10 minutos) y “Cien años de perdón” de Daniel Carparsoro (1 hora y 33 minutos) entre otros.
Según la temática general de la película:
Algunas películas de ficción son “Metropolis” de Fritz Lang, “Planeta prohibido” de Fred M. Wilcox, “El planeta de los simios” de Franklin J. Schaffner, “Encuentros en la tercera fase” de Steven Spielberg, “La guerra de las galaxias” de George Lucas y “E.T. el extraterrestre” de Steven Spielberg entre otras.
Varios documentales son “La historia de Jan” de Bernardo Moll, ”La sal de la tierra” de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, “Un océano de plástico” de Craig Leeson, “Océanos” de Jacques Perrin entre otros.
Dentro de las películas de animacion encontramos “Gru, mi villano favorito” de Pierre Coffin y Chris Renaud, “Los mundos de Coraline” de Henry Selick, “El principito” de Mark Osborne, “Enredados” de Nathan Greno y Byron Howard y “Shrek” de Andrew Adamson y Vicky Jenson entre otras.
Según la temática particular de la historia:
Algunas películas de acción son “Terminator 2: El juicio final” de James Cameron, “Matrix” de Lana & Lily Wachowski, “Indomable” de Steven Soderbergh, “Avengers: endgame” de Joe Russo y Anthony Russo y “Atómica” de David Leitch entre otras
Entre las películas de horror destaco “El hombre invisible” de Leigh Whannell, “It” de Andrés Muschietti, “Annabelle” de Gary Dauberman, “La Monja” de Corin Hardy, “Verónica” de Paco Plaza y “No respires” de Federico Álvarez entre otras.
Varias películas de drama son “Mujercitas” de Greta Gerwig, “Diecisiete” de Daniel Sánchez Arévalo, “Lo imposible” de Juan Antonio Bayona, “Roma” de Alfonso Cuarón, “Diario de una pasión” de Nick Cassavetes y “Siempre a tu lado, Hachiko” de Lasse Hallström entre otras.
Algunas comedias románticas son “La boda de mi novia” de Paul Weiland, “El chico ideal” de Frank Coraci, “50 primeras citas” de Peter Segal, “Sucedió una noche” de Frank Capra, “Sabrina” de Billy Wilder y “Algo salvaje” de Jonathan Demme entre otras.
Algunos melodramas son “Cautivos del mal” de Vincente Minnelli, “Toys in the Attic” de George Roy Hill, “Vidas truncadas” de Frank Lloyd, “Edward, mi hijo” de George Cukor, “Tierra firme” de Carlos Marques y “A contratiempo” de Óscar Ladoire y Fernando Trueba entre otros.
Como películas de fantasía y aventura destaco “Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald” de David Yates, “Maléfica” de Robert Stromberg, “ El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo” de Peter Jackson, “Harry Potter y las reliquias de la muerte” de David Yates y “Oz: el poderoso” de Sam Raimi entre otras.
Varias películas historicas son “El discurso del rey” de Tom Hooper, “12 años de esclavitud” de Steve McQueen, “Gandhi” de Richard Attenborough, “Trece días” de Roger Donaldson, “Troya” de Wolfgang Petersen y “La lista de Schindler” de Steven Spielberg entre otros.
Algunos musicales son “La La Land” de Damien Chazelle, “Cats” de Tom Hooper, “El gran showman” de Michael Gracey, “Mamma mia!” de Phyllida Lloyd, “Grease” de Randal Kleiser y “Cabaret” de Bob Fosse entre otros.
Entre peliculas westerns encontramos "Centauros del desierto” de John Ford, “Valor de ley” de Ethan Jesse Coen y Joel David Coen, “El tren de las 3:10″ de James Mangold, “Los siete magníficos” de John Sturges y “El renacido” de Alejandro González Iñárritu entre otros.
Algunas películas de ciencia ficcion son “Metropolis” de Fritz Lang, “La novia de Frankenstein” de James Whale, “El increíble hombre menguante” de Jack Arnold, “La naranja mecánica” de Stanley Kubrick, “Solaris” de Andrei Tarkovsky y ”Almas de metal” de Michael Crichton entre otros.
5.-Busca los trailers oficiales de las siguientes producciones y clasifícalas según los criterios vistos en el punto 1.
a. L´Odyssée: se trata de un largometraje ya que supera los 70 minutos de duración (dura 122 minutos). Respecto a la temática general se trata de un documental pues esta basado en la vida de Jacques Cousteau y respecto a la temática particular es una película de aventuras y dramática.
b. No soy madame Bovary: dura 128 minutos por lo que se trata de un largometraje. Se trata de una película de ficción en cuanto a la temática general y en cuanto a la temática particular es una comedia y un drama.
c. El hombre de las mil caras: se trata de un largometraje pues dura 123 minutos. Es una película de acción según la temática general y según la temática particular se trata de una película dramática.
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⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ↬El tronar del palacio
Victoria se apoyaba contra el lavabo, la cabeza gacha y los ojos cerrados le hacían entrar en una especie de trance en el que nada de lo que sucedía actualmente, era real. Veintiún años tenía, una carrera por delante, una vida que era lo último en seguridad por más que las metralletas estuviesen cuidándote las espaldas. Tenía reglas y normas que seguir.
Tomó aire y se armó de valor. Sólo debía darle una mirada, una confirmación más allá de sus conocimientos básicos sobre su propio cuerpo. Pablo venía a su cabeza, su padre también, aunque no de la misma manera. A Pablo le cagaría la vida. Sus padres estaban muertos y aún era el protegido de Gustavo, no había manera de que pudiese estar a la par de los San Román. Siempre por debajo. Todos siempre por debajo.
Estiró la mano y tomó la primera de las tres pruebas de embarazo, no se atrevió a mirarla hasta que estuvo segura de que podría hacerlo sin sentir que el mundo le daba vueltas. La sangre le cayó a los pies de golpe, dejándola helada al instante. Su anterior preparación no había servido de absolutamente nada.
Sintió náuseas y aún no sabía si era algo bueno o malo. Fue por el segundo, y luego el tercero, una combinación de tres pruebas que habían dado positivo lo que le hizo perder el balance de su propio cuerpo, sumándole también que ya no había vuelta atrás en su vida.
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀...
Estuvo un par de días tan callada y tan metida en lo suyo, que era casi imposible alcanzarla a tiempo. Tenía todo listo para un viaje exprés a Colombia. Exprés, porque no pensaba quedarse allá más tiempo del necesario, suficientes chismes llevaría su vuelta por más chiquita que fuese, hasta que la necesidad de la compañía de su hermana se hubiese disipado.
En un par de horas estuvo frente al apartamento que ocupaba actualmente. Cuando Mariana le dijo que se iría a España, tuvo una mezcla de sentimientos tan extremos como todo lo que María Victoria sentía. Tanta felicidad por ver y ser participe del crecimiento de su hermana, y el miedo desenfrenado de que la pelaita a la que le dio el biberón estuviese tan lejos y no pudiese estar cerca para ayudarle, porque sí, Victoria estaba en Brasil, pero sólo eran un par de horas de distancia. Dejó el bolso en el suelo y se arregló la ropa, acomodando el suéter y los jeans. Sintió vergüenza por no haber alcanzado a armar una buena maleta, pero sólo había agarrado lo primero que encontró al salir del trabajo y metió toda su ropa a la fuerza, el resto podría sacarlo de la casa de sus papás. Tocó el timbre dos veces y luego golpeó con sus nudillos hasta que los mismos dolieron.
Su paciencia estaba muy por encima de los límites y quiso tumbarle la maldita puerta ahí mismo. Quizás sólo habían pasado un par de segundos pero se sentía como mínimo diez minutos.
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀...
—¿Qué clase de madre voy a ser a los 22? ¿Vos te das cuenta en la mierda en la que me metí? No, marica, es que yo de aquí no salgo viva. No.
—Marica no, te tenés que calmar. Mirá... Coño, Vicky. Pero es que de verdad la cagaste. ¿Cómo te dejás preñar ah?
Victoria sólo se llevó las manos a la cara, cubriéndose con las mismas. Cómo coño se dejaba preñar. Acabó riéndose, porque realmente no había mucho más que hacer en ese momento. La mirada extrañada de su hermana menor estaba lejos de ser una de sus preocupaciones. Pero de pronto, las risas por más que quisiera, no se detenían. El corazón le latía tan rápido que quería echarse a llorar ahí mismo, abrazándose a su hermana como si por un momento pudiese volver el tiempo atrás. Mariana llegó hacia ella tan rápido que no se dio cuenta hasta que le agarró de los hombros y la sentó en el sofá en el que Vicky estaba apoyando la espalda con anterioridad.
—¡Victoria, coño! Calmate, que no va a pasar nada. Está todo bien, Vicky. Es un bebé, no una enfermedad. Agradecé que no te llenó la vagina de verrugas, webona, que andás llorando por maricadas.
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