#josé luis sáenz de heredia
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José Luis López Vázquez-Concha Velasco "La decente" 1971, de José Luis Sáenz de Heredia.
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Pero... en qué país vivimos! (1967)
#concha velasco#manolo escobar#tve2#gracita morales#alfredo landa#antonio ferrandis#joaquín prat#josé maría caffarell#josé luis sáenz de heredia
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LA MÁS ENTRAÑABLE: RAFAELA APARICIO
SU PAREJA DE TODA LA VIDA
Hace muchos años la actriz Florinda Chico fua a visitar en una residencia de ancianos a una antigua compañera y amiga. Florinda salió muy impresionada porque su amiga no la reconoció y la catalogó como una desconocida. Poco tiempo después esa anciana murió víctima de la edad y del Alzheimer. Era una de las grandes características del cine español de todos los tiempos: RAFAELA APARICIO.
Si el capítulo anterior lo dedicamos a un actor de reparto esencial en la historia del cine español (Antonio Riquelme), este lo vamos a dedicar, en el lado femenino, a una mujer que ocupó durante muchos años los teatros, los cines y las pantallas de televisión con su peculiar físico, una malagueña de Marbella (1906) que inicialmente estudió Magisterio (profesión que solo ejerció durante dos años). Las actividades de su padre, empresario taurino y teatral hizo que los primeros años de Rafaela fueran itinerantes: La Carolina, Sevilla y Córdoba
Se inició en el teatro en 1929. Debutó en el cine en 1935 como figurante en Nobleza baturra, de Florián Rey. Desde entonces se dedicó solo al teatro y no volvió al cine hasta 1955 cuando participó en Al fin solos, de Alejandro Perla. A partir de ese año compartió cine, teatro y la incipiente televisión.
Rafaela Aparicio tuvo una curiosa vida sentimental. A finales de los años 20 se casó; un matrimonio que duró poco más de un año y que ella calificó como el mayor error de su vida. En 1933 se unió, sin documentos por medio, con otro conocido actor de reparto, Erasmo Pascual, con el que tuvo 2 hijos y con el que compartió el resto de su vida.
Hablar de Rafaela Aparicio es hablar del cine español de la segunda mitad del siglo XX. Participó en decenas de películas de desigual calidad, pero dejando en todas ellas su impronta de gran actriz, aunque encasillada en unos papeles muy definidos. Su físico y su voz no le permitían tener registros más amplios, pero Rafaela siempre cumplió con sus personajes dotándolos de mayor amplitud en la escena y en la pantalla de lo que se suponía que podían dar de sí.
En una selección de la nómina de sus más de 100 películas podemos destacar:
-La vida por delante (Fernando Fernán Gómez, 1958)
-La vida alrededor (F. F. Gómez, 1959)
-Atraco a las tres (José María Forqué, 1962)
-El extraño viaje (F.F. Gómez, 1964)
-Historias de la televisión (José Luis Sáenz de Heredia, 1965)
-Sor Citroën (Pedro Lazaga, 1967)
-Historia de la frivolidad (Narciso Ibáñez Serrador, 1967)
-Ana y los lobos (Carlos Saura, 1973)
-Duerme, duerme mi amor (Francisco Regueiro, 1975)
-Mamá cumple 100 años (Carlos Saura, 1979)
-Profesor Eróticus (Luis María Delgado, 1981)
-El Sur (Víctor Erice, 1983)
-El año de las luces (Fernando Trueba, 1986)
-El mar y el tiempo (Fernando F. Gomez, 1989)
Rafaela Aparicio participó en varias películas de gran calidad, incluso alguna obra maestra (El extraño viaje, Mamá cumple 100 años o El Sur); también participó en muchas películas de baja calidad y sorprenderá a algunos que incluya en la lista a ese impresentable e infumable bodrio de Profesor Eróticus pero es que no me he podido resistir a citar una película en la que el personaje principal respondía al nombre de Profesor Figueredo. Ruego me perdonen por aquello de la identidad del apellido.
En los años 60 formó pareja con su amiga Florinda Chico en una serie de éxito en la televisión (La casa de los Martínez). Sus papeles habituales fueron los de cocinera o chica de servicio, aunque no faltaron curiosos personajes como la monja de Sor Citroën. Rafaela recibió numerosos premios a lo largo de su carrera incluido un Goya de honor por toda su trayectoria.
En 1994 intervino en su última película ¡Oh, cielos!, de Ricardo Franco. Poco después ingresó en una residencia de Canillejas en Madrid con un Alzheimer que se complicó con problemas vasculares, falleciendo en 1996. Al entierro de la actriz que había participado en decenas y decenas de obras de teatro y de películas asistieron poco más de media docena de representantes del sector (Andrés Pajares, Luis Varela o Juanjo Menéndez entre esos pocos).
Hoy, en la memoria sentimental de los españoles, cinéfilos o no, Rafaela Aparicio ocupa el lugar entrañable que sus compañeros de profesión no supieron darle en su último viaje.
2/1'0/2024
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El alma se serena (José Luis Sáenz de Heredia, 1970). 1,25/10
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José Luis Garci modera el debate en torno a la película 'Historias de la radio', de José Luis Sáenz de Heredia (1955),
Intervienen Antonio Giménez Rico, Miguel Marías y Eduardo Torres Dulce.
#Miguel Marías#josé luis sáenz de heredia#historias de la radio#antonio giménez rico#eduardo torres dulce#josé luis garci#qué grande es el cine
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“I do not know how to lose, that has been my fault all my life.”
Los ojos dejan huellas (José Luis Sáenz de Heredia, 1952)
#Los ojos dejan huella#José Luis Sáenz de Heredia#1952#quote#back#film noir#black and white#Jose Luis Saenz de Heredia#Raf Vallone#Elena Varzi#Julio Peña#Emma Penella#Fernando Fernán Gómez
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Los ojos dejan huellas (José Luis Sáenz de Heredia, 1952)
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𝕀𝕣𝕒́𝕟 𝔼𝕠𝕣𝕪
Su primera película fue El diablo toca la flauta (1954), a la que le siguieron diversos filmes, aunque destacó más en producciones de comedia como Esa pícara pelirroja, El arte de no casarse y Los chicos con las chicas.
Durante la década de los 60 intervino en numerosos títulos con destacados cineastas españoles, como con José María Forqué en Habitación 703 (1962); con Fernando Palacios, en Vuelve San Valentín (1963); con José Luis Sáenz de Heredia, en La verbena de la Paloma (1963); con Juan de Orduña, en Nobleza baturra (1963), y con Pedro Lazaga, en No desearás a la mujer de tu prójimo (1968).
Organizó su actividad cinematográfica con continuas apariciones en la televisión española en diferentes series, como Chicas en la ciudad (1961), Confidencias (1963-1965), Historias de mi barrio (1964) o Tiempo y hora (1966) o en espacios que hicieron historia de la televisión, como El irreal Madrid, de Valerio Lazarov. Especialmente recordado fue su amago de strip-tease en la sátira de Chicho Ibáñez Serrador Historia de la frivolidad (1967).
10 de marzo, Eory falleció a los 62 años de edad debido a la hemorragia.4 Su funeral fue realizado ese mismo día, al cual asistieron las actrices Silvia Pinal y Julieta Egurrola. Al día siguiente, fue cremada en el Panteón Español y sus cenizas se colocaron junto a las de su padre, Frederick Eory, en el Panteón de las Lomas ubicado en Naucalpan de Juárez, Estado de México.
𝙵𝚎𝚕𝚒𝚣 𝚌𝚞𝚖𝚙𝚕𝚎 𝟾𝟻!🎂
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REACTIVAN ECONOMÍA Y PROMUEVEN LA GASTRONOMÍA EN COSCOMATEPEC #EnContrasteVeracruz #Coscomatepec Durante Feria Gastronómica del Tamal 2022, se degustaron y vendieron cientos de tamales de sabores diversos Coscomatepec de Bravo, Ver.- Cientos de tamales fueron degustados durante la Feria Gastronómica del Tamal 2022 realizada este domingo en el corredor Francisco Javier Rodríguez Sáenz del parque Constitución; con la finalidad de reactivar la economía local, los ocho expositores que también participaron en un concurso del mejor tamal, recibieron la calificación de los jueces conformados por chefs de la región y entre ellos “Doña Clarita”, concursante del programa “MasterChef” México. El evento desarrollado con las medidas de sanitarias correspondientes, inició a partir de las 9:30 horas con la presencia del alcalde, José Luis Alonso Juárez; la sindico, Adriana Sánchez Ramos; la regidora primera, Yazmín Huerta Hernández; la Directora de Desarrollo Económico, Ana Karen Ramos Arroyo; la Coordinadora de Turismo, Marisol Loyo Heredia y el presidente del Comité de Pueblos Mágicos de Coscomatepec, Ignacio Gutiérrez Heredia. El jurado calificador estuvo conformado por la Chef, Irays Campos Hernández, especialista en artes marinas de Madrid y Paris; el Chef Sergio Alberto Barreda Vázquez, especialista en pescados y mariscos, así como de cocina molecular aplicada en restaurantes de la zona de Córdoba, Fortín y Veracruz, y a nivel internacional en la ciudad de Lima, Perú; siendo la tercera juez, Clara Carrera Pérez “Doña Clarita”, oriunda de Misantla, Veracruz y ex participante del programa “MasterChef” México. Con una gran variedad de sabores dulces y salados, los expositores y participantes de este concurso presentaron uno a uno sus platillos al jurado, calificando su presentación, sabor, textura y aroma. Fueron un total de ocho participantes: Dulce María Calvario Díaz, Luis Ernesto Loyo Heredia, María Concepción Rosas, María Teresa Vargas, Julia Martínez Frías, María Antonia López Sánchez, Taide Rendón Hernández y el equipo de la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) de Coscomatepec. https://www.instagram.com/p/CZYGV4MMg8v/?utm_medium=tumblr
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Concha Velasco-Fernando Fernán Gómez "Los gallos de la madrugada" 1971, de José Luis Sáenz de Heredia.
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SALE IKER DEL HOSPITAL
Porto, Portugal— Iker Casillas abandonó este lunes el hospital de Porto donde estaba ingresado desde el pasado miércoles, tras sufrir un infarto de miocardio.
El portero español dijo que no sabe qué será del futuro, pero que "lo más importante es estar aquí", a su salida del nosocomio.
"Me encuentro mucho mejor, será un reposo de un par de semanas o incluso de un par de meses. La verdad es que me da igual, lo importante es estar aquí", señaló, visiblemente emocionado, en unas breves declaraciones ante la prensa que esperaba en las puertas del hospital.
El jugador agradeció todo el apoyo recibido estos días y dijo que había que esperar y dejar que el corazón, el cuerpo y la cabeza se asienten.
Horas antes de salir, Casillas, quien debe seguir con la recuperación en su domicilio, adelantó que tenía el "corazón contento" en redes sociales. "Buenos días!! Yo con el #CorazónContento y vosotros?? Seguimos mejorando!", dijo.
El mensaje del exguardameta del Real Madrid y de la Selección Española llega acompañado de dos emoticones, uno de una cara sonriente y otro de un brazo en un gesto de fuerza.
El video que acompaña el mensaje corresponde a la película española "El taxi de los conflictos", dirigida en 1969 por José Luis Sáenz de Heredia y Juanjo Menéndez, en la que Marisol interpreta ese tema musical.
En tanto, Vicente del Bosque, exseleccionador español y exentrenador del Real Madrid, definió este lunes en Alicante al portero del Porto como uno de los héroes del futbol español y le deseó al una rápida recuperación tras su operación de corazón.
"Ha sido uno de nuestros héroes, un chico que ha pertenecido prácticamente toda su vida a un solo club y que ha tenido un recorrido magnífico en lo deportivo y lo personal, siempre con un gran comportamiento", comentó el técnico salmantino.
Del Bosque, quien ofreció una conferencia en la Universidad de Alicante enmarcada en la Cátedra Pedro Ferrándiz, confesó no haber hablado aún con el cancerbero, porque no le parecía pertinente, aunque sí le envió un mensaje.
El exseleccionar español no se mostró sorprendido por las muestras de cariño que ha recibido Casillas, porque es algo que se ha ganado con su comportamiento como jugador y persona y restó importancia a una posible retirada como consecuencia de su enfermedad cardiaca.
"Lo más importante es la vida. En el futbol llega un momento en el que por una cosa u otra tienes que dejarlo, pero lo importante es vivir muchos años", aseguró el técnico, que evitó pronunciarse por la actual situación deportiva del Real Madrid.
Del Bosque sí se congratuló del buen momento del futbol español a nivel de clubes, con Barcelona y Valencia con opciones de clasificarse para las finales de sus respectivas competiciones continentales.
"El Barcelona lo tiene más encarrilado, pero a los dos le deseamos lo mejor porque son nuestros representantes. Sería estupendo que los clubes españoles puedan jugar las dos finales", mencionó
(Reforma)
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EL SIGLO XIX ESPAÑOL EN EL CINE
LA IGLESIA DE SAN JUAN DE DIOS DURANTE EL RODAJE DE LLANTO POR UN BANDIDO
Si preguntáramos a unos jóvenes españoles qué han conocido de la historia de España a través del cine, posiblemente la respuesta sería que muy poco. Lamentablemente la respuesta en caso de que la pregunta se extendiese a la historia de los Estados Unidos sería otra y seguramente dirían que el cine yanqui les ha acercado a la conquista del Oeste, a la segregación racial, al nacimiento de las mafias, a la intervención norteamericana en las dos guerras mundiales, en la guerra de Corea o en la de Vietnam, al nacimiento del movimiento hippie; todo ello a través de personajes reales o ficticios en numerosísimas películas salidas de las factorías de Hollywood. Esto no se debe solo a la colonización cultural a que estamos sometidos en gran parte de Europa sino también a la falta de iniciativas culturales o políticas de nuestros cineastas y dirigentes.
Si nos circunscribimos solo al siglo XIX los conocimientos de los españoles en general – no solo de los jóvenes –son escasísimos y desgraciadamente el cine poco ha aportado para menguar esa pobreza cultural. Poco, muy poco, es lo que sabe un joven español de Trafalgar, de Pepe Botella, de “La Pepa”, de “El Deseado”, de las guerras carlistas, de “La Gloriosa”, de la I República, de Amadeo de Saboya, de los espadones Riego, Prim o Espartero, de la Restauración borbónica o de la pérdida de las colonias.
El siglo XX en nuestro país fue muy rico en acontecimientos, algunos tan dramáticos como la guerra del 36. Sin embargo, muchos desconocen que el siglo XIX fue mucho más accidentado, doloroso y trágico que el XX, con algunas guerras civiles y otras no civiles, que fueron incluso más inciviles, como la llamada de la Independencia o las carlistas, que la casi omnipresente guerra civil de 1936-1939.
A la presencia del siglo XIX español en nuestro cine vamos a dedicar el capítulo de hoy. El séptimo arte podía ser perfectamente un vehículo para ampliar el conocimiento de nuestra historia. El cine no lo ha hecho, pero en gran parte sí lo ha hecho la literatura desde la más conservadora (Palacio Valdés, padre Coloma, Pedro Antonio de Alarcón) hasta la más progresista (Clarín, Pérez Galdós, Pardo Bazán, Blasco Ibáñez).
Pero si el cine no sabido o no ha podido acercarnos a los acontecimientos del siglo XIX, la televisión sí lo ha logrado en parte, con series de buena factura y que tuvieron en general un éxito indudable (Curro Jiménez, Los pazos de Ulloa, Mariana Pineda, La Barraca, Los desastres de la guerra o Prim el asesinato de la calle del Turco).
En una somera revisión y dejando al margen engendros como Aquí llega Condemor o El liguero mágico he seleccionado 21 películas que atendiendo a las diferentes situaciones históricas podemos clasificar así:
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: A pesar de ser uno de los recursos más recurrentes del patrioterismo más primario (recordemos la “Oda al 2 de Mayo”, de Bernardo López) tampoco se ha abordado mucho en el cine, aunque sí en la literatura.
-AGUSTINA DE ARAGÓN, de Juan de Orduña (1950). Un clásico de los años 50, con Aurora Bautista. Una superproducción de buena ejecución fílmica y que es la exaltación del patriotismo español en aquellos años de aislamiento internacional de nuestro país.
-SANGRE DE MAYO, de José Luis Garci (2008). Floja adaptación de los Episodios Nacionales de Galdós, con los sucesos del 2 de Mayo.
GUERRAS CARLISTAS: Tres crueles guerras carlistas y las implicaciones políticas de los bandos en acción (liberales frentes a ultraconservadores) con las dos Españas ya activadas y que solo han aparecido y de forma colateral en aisladas películas sin entrar en profundidades ideológicas.
-LAS AGUAS BAJAN NEGRAS, de José Luis Sáenz de Heredia (1948). Melodrama rural ambientado en la primera guerra carlista y al que se le han caído los años.
-ALMA ARAGONESA, de José María Ochoa (1961). Otro melodrama familiar, en este caso ambientada en la última guerra carlista.
RESTAURACIÓN BORBÓNICA: Tres casas reales diferentes durante el siglo, abdicaciones, exilios y restauraciones solo dieron esencialmente para dos películas tipo folletín rosa.
-¿DÓNDE VAS, ALFONSO XII?, de Luis César Amadori (1958). Uno de los grandes éxitos del cine español en los años 50 con Vicente Parra y Paquita Rico en los papeles estelares. La película, correcta en lo formal, es solo el folletín amoroso del joven rey y su desgraciada prima María de las Mercedes. Por supuesto que nada de contexto ni análisis social o histórico. (Personalmente recuerdo haberla visto con mis mayores en Sevilla en un cine – Rialto - ya desaparecido, en una sala enorme y completamente abarrotada).
-¿DÓNDE VAS TRISTE DE TI?, de Alfonso Balcázar y Guillermo Cases (1960). El rey viudo (Vicente Parra es Alfonso XII de nuevo) vuelve a casarse. Confirmación de que segundas partes nunca fueron buenas (no lo digo por el casamiento sino por la película).
PÉRDIDA DE LAS COLONIAS:
En el siglo XIX España pierde todo su imperio colonial americano y asiático. El cine prácticamente solo ha hecho referencia a un episodio con dos versiones diferentes.
-LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS, de Antonio Román (1945). Un más que correcto cine épico que se deja ver todavía. Magnífica la canción “Yo te diré” con la voz maravillosa de Nani Fernández. Como curiosidad hay que señalar que la mayor parte de la película fue rodada en el Jardín Botánico de Málaga.
-1898.LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS, de Salvador Calvo (2016). Buena superproducción con menos patrioterismo que la anterior (a pesar de todo me quedo, cinematográficamente hablando, con la de Román).
BIOGRAFIAS: Todo un siglo con abundantes figuras de signo positivo o negativo solo ha dado para ofrecer una película dedicada a la vida de un bandido redimido y otra al gran artista de ese siglo.
-LLANTO POR UN BANDIDO, de Carlos Saura (1964). La segunda película del director aragonés es una aceptable visión del bandolero reconvertido, José María El Tempranillo, natural de la pedanía de Jauja perteneciente a Lucena, pueblo en el que se rodó la secuencia de la boda en una plaza muy cercana a mi casa, por lo que tuve la oportunidad de conocer de cerca lo que era un rodaje de cine. Posiblemente esta película se acerque más que la gran mayoría de las otras aquí referidas a las circunstancias políticas y sociales de la época.
-GOYA EN BURDEOS, de Carlos Saura (1999). Personalmente creo que es de lo mejor realizado por Saura. Un anciano Goya (Paco Rabal) no acerca a los avatares de su vida. Destaca especialmente la fotografía de Vittorio Storaro. (No incluyo en esta selección Los fantasmas de Goya por varios motivos: es una producción esencialmente norteamericana, se desarrolla en 1792 y además es …muy mala).
FOLCLORE: No podía faltar en nuestra selección la aportación del folclore y las folclóricas al cine sobre el siglo XIX.
-LA VERBENA DE LA PALOMA, de Benito Perojo (1935) con el insufrible Miguel Ligero. Una de las tres versiones que se han hecho de la popular zarzuela (las otras son de 1921 por José Buchs – no entiendo cómo se podía abordar un musical en pleno cine mudo – y otra de1963 por Sáenz de Heredia). Un clásico del cine de la II República que durante la guerra se estuvo pasando en los dos bandos.
-CARMEN, LA DE TRIANA, de Florián Rey (1938). Una película que se merece por sí misma un capítulo y que Fernando Trueba la glosó en La niña de tus ojos en 1998. En plena guerra civil y con los estudios de cine en zona republicana, en el bando rebelde optan por realizar coproducciones con Alemania (con la Alemania nazi); allí se fue el matrimonio Imperio Argentina y Florián Rey para realizar esta versión de Carmen (en este caso sí la de Mérimée). Se realizaron dos versiones y merecería la pena ver la alemana y escuchar no solo hablar a Imperio Argentina sino también ¡cantar en alemán! Por lo demás es un producto folclórico que ha quedado bastante fosilizado.
-LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS, de Juan de Orduña (1947). La primera vez que la obra de los Hermanos Machado se lleva al cine para mayor gloria de Juanita Reina ya que esta película significó su consagración como tonadillera y artista de cine (prefiero en este caso este término al de actriz).
-LA VIUDITA NAVIERA, de Luis Marquina (1961). Aquí el autor del guion es el gaditano José María Pemán. Los productores aprovecharon el éxito de Paquita Rico en ¿Dónde vas…? para realizar, con más pena que gloría, esta comedia costumbrista
-LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS, de Josefina Molina (1993). Bastante más floja que la primera versión a pesar de contar con Rocío Jurado y Paco Rabal.
SOCIEDAD: Digo bien: sociedad y no política pues no se ha abordado la riquísima historia política del siglo XIX español. Algo de costumbrismo y poco más, aunque en términos cinematográficos estrictos posiblemente en esta sección encontremos las películas de más calidad.
-EL CRIMEN DE LA CALLE DE BORDADORES, de Edgar Neville (1946). Comprendo que tengo debilidad por Neville, pero su cine cada vez me convence más. En este caso estamos ante un thriller costumbrista madrileño que nos acerca a los usos sociales del siglo que nos ocupa. Una buena película siempre recomendable.
-PEQUEÑECES, de Juan de Orduña (1950). Una de las superproducciones españolas de la época; Orduña sigue con Aurora Bautista y desarrolla un melodrama basado en la obra del mismo título del Padre Coloma y ambientada en el reinado de Amadeo de Saboya y en la I República. Con los años quizás lo más destacado que haya quedado de ella sea la magnífica factura de la película.
-AMANECER EN PUERTA OSCURA, de José María Forqué (1957). Una de las escasas películas con cierto contenido social. Destaca la actuación de Paco Rabal que, curiosamente, aparece en varias de las películas seleccionadas en este trabajo, lo que muestra como vivía su época de máximo esplendor. Sigue siendo una película válida actualmente. La película está rodad sobre todo en Ronda y Málaga destacando una sui generis procesión de Jesús el Rico.
-SOLO PARA HOMBRES, de Fernando Fernán Gómez (1960). Una comedia magnífica en la que adapta la obra de Miguel Mihura “Sublime decisión”. Particularmente me parece la mejor de todas las películas aquí seleccionadas. Fernando Fernán Gómez y Analía Gadé realizan una gran labor interpretativa y nos enseñan en forma de sátira la sociedad de finales del siglo XIX, centrándose especialmente en la situación de la mujer. Más profunda de lo que aparenta y divertidísima. Muy recomendable.
-FORTUNATA Y JACINTA, de Angelino Fons (1969). Una adaptación de Galdós fallida, sobre todo si se la compara con la serie de televisión de Mario Camus.
-VOLAVERÚNT, de Bigas Luna (1999). Un correcto thriller ambientado en el reinado de Carlos IV y con un casting de primera categoría: Aitana Sánchez-Gijón, Jorge Perugorría, Penélope Cruz que no sirve para completar una gran película.
Hasta aquí este pequeño repaso del tratamiento que el cine ha dado al siglo XIX de nuestro país. Sigo pensando que queda mucho, muchísimo, por desarrollar y si bien no disponemos de archivos audiovisuales de ese siglo para los documentales, para la ficción permanecen casi vírgenes personajes y hechos que marcaron esa época. Esperemos que en los próximos años las productoras y los directores de nuestro país se embarquen en esas historias. Material tienen en abundancia.
11/4/2020
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(vía GALERÍA DE CARTELES DE CINE: ¡A MÍ NO ME MIRE USTED! 1941. José Luis Sáenz de Heredia. Cartel: España: José Peris Aragó)
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El taxi de los conflictos (José Luis Sáenz de Heredia and Mariano Ozores, 1969). 4,5/10
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Raza, el espíritu de Franco (Gonzalo Herralde, 1977)
Como tentativa de crítica cinematográfica filmada ���que es, sin duda, como debiera hacerse: con imágenes y sonidos, y no con palabras—, no creo que Raza, el espíritu de Franco tenga ningún precedente, al menos dentro del cine español. Lástima que esta originalidad, que merece ser saludada por su audacia y por el camino que puede abrir a otros directores, no se haya empleado para llevar a cabo un análisis del estilo cinematográfico, de la estructura narrativa, de la caracterización de los personajes o de los medios de que se sirvió José Luis Sáenz de Heredia para tratar de lograr la adhesión del espectador al mensaje político del film que Gonzalo Herralde comenta y critica: Raza (1942), repuesto en 1950 con el título El espíritu de una raza. Hubiera sido fascinante —y más productivo— demostrar que Raza es una típica manifestación de la retórica fascista — lo mismo, por lo demás, que Z, y tantos otros films cuyo contenido explícito se pretende «progresista»— y un exponente tan «logrado» de la estética del franquismo como el mismísimo Valle de los Caídos; no sé si Herralde no ha querido o no ha podido hacerlo, pero el caso es que se ha limitado a la aristarquista misión de reivindicar como autor del film no a su director —que, como todos sabemos, es un muy mediocre artesano—, sino a su guionista, Francisco Franco Bahamonde, alias «Jaime de Andrade».
De todos es sabido, y desde hace ya bastante tiempo —aunque ahora Alfredo Mayo lo corrobore en el film de Herralde—, que Franco, celebrado —por el No-Do— cineasta «amateur» y cinéfilo de dudoso gusto, no se contentó con pergeñar semejante bodrio anticomunista-patriotero-moralizante, sino que vigiló de cerca la realización de la película, tomándose por un David O. Selznick de vía estrecha; hasta tal punto debió supervisarla, que cabría suponer que la dirigió por teléfono, o a través de las instrucciones que mandaba con un motorista. Por si tal grado de control fuese insuficiente para atribuir a Franco, sin reparo alguno, la paternidad de Raza, Román Gubern —que confeccionó con Herralde el cuestionario sometido a Pilar Franco y Alfredo Mayo— ha dedicado un librito a esclarecer minuciosamente el paralelismo que puede detectarse entre la alegórica y melodramática trama argumental del film, por un lado, y algunos hechos de la vida privada de Franco, por otro, presentados unas veces tal como fueron y otras, las más quizá, sublimadas (es decir, tal como el dictador le hubiera gustado que fuesen), y reservándose a sí mismo el papel protagonista, el de José Churruca, un buen hijo con más vidas que un gato —sobrevive, si no recuerdo mal, un par de fusilamientos y gravísimas heridas, esto último igual que Franco en Marruecos—, que no duda en enfrentarse, para salvar a la Patria, ni con su propio hermano, corrompido por el comunismo pero pintado más bien como un tahúr burgués y bon vivant.
Pienso que Gonzalo Herralde ha reproducido, con medios más adecuados, la labor histórico-anecdótica de Gubern, y para ello ha montado en paralelo las ridículas escenas clave del film «franquista» por excelencia con breves —y un tanto insatisfactorios— fragmentos de entrevistas, que (no sé por qué, ¿tal vez se negó Sáenz de Heredia?) se limitan a dos «testigos»: uno, del rodaje del film (Alfredo Mayo, el actor que encarnó a José Churruca), y el otro, de la vida de Franco (su hermana Pilar, único superviviente de los Franco Bahamonde, y conocida por su afición a hablar). Aunque sin hacer de la vieja película una parte integrante del «texto» de la suya —sino el «pre-texto»—, la táctica de Herralde tiene algunos puntos de contacto con la elegida por Dušan Makavejev en Nevinost bez zaštite (Inocencia sin defensa, 1968), aunque el resultado tenga bastante menos gracias e intención que el conseguido por el cineasta yugoslavo. Herralde ha actuado con seriedad de erudito que redacta una nota al pie de página de un libro de historia, y con una «objetividad» que, en 1977, resulta insuficiente; no se trata de que el verdadero protagonista de Raza, el espíritu de Franco —es decir, Franco, más que Raza— esté enfocado con complejidad, ni de que su figura resulte «ambigua», sino de que la excesiva neutralidad de Herralde convierte su película en un producto que puede ser del agrado de los nostálgicos del franquismo.
Al contrario de lo que sucede en Caudillo, el interesantísimo film de montaje de Basilio Martín Patino (pese a estar realizado en 1974), no es posible encontrar en Raza, el espíritu de Franco ni una reflexión histórica, ni una tentativa —por parcial y tímida que fuese— de la función militar y política de Franco; ni siquiera se nos presenta, junto a la película que concibió y supervisó, el contexto histórico que la explicaría, y que no me parece lícito dar por supuesto. Todo queda reducido a la pura anécdota intrascendente; Franco se confunde con la imagen idealizada de él que da Alfredo Mayo interpretando a José Churruca, y se convierte así, o casi, en un personaje de ficción, cuando desgraciadamente —por lejano que ahora nos parezca— no lo fue. Además, debo decir que a mí Franco no me interesa lo más mínimo, y su vida privada no me inspira la menor curiosidad, y que por eso Raza, el espíritu de Franco, con toda su originalidad y a pesar de la indudable habilidad que demuestra Herralde, me parece un film carente de importancia, casi irrelevante. Si Franco tuvo —muy a nuestro pesar— una indudable trascendencia histórica, de cuyas secuelas aún hoy somos víctimas, me parece evidente que no se debió a sus frustraciones personales, ni a sus sueños de gloria, ni a su hermano Ramón —que es cuanto, poetizado con cursilería folletinesca, el film de Herralde nos revela de él— , sino a que participó en una rebelión contra el Gobierno legal de la Segunda República, logró hacerse con el mando de las tropas sublevadas, fue concentrando en su persona todo el poder mientras conseguía ganar la guerra civil —que es lo que, más o menos, nos muestra Caudillo—, y logró mantener el poder conquistado con las armas y la astucia durante casi 40 largos años. Y me temo que el prestar tanta atención, y tan respetuosa, a la persona —en el sentido teatral de «máscara»— de Franco y a su vida privada —o, más bien, soñada— haga que la película de Herralde resulte mucho más interesante para los franquistas —que hasta se emocionarán con las acartonadas imágenes de Raza, que estarán de acuerdo con cuanto dice Pilar Franco— que para los que no hemos sido nunca nada parecido, a quienes no logran sacarnos de la indiferencia y de un cierto tedio malhumorado ni siquiera los disparates que dicen los entrevistados —porque tampoco Alfredo Mayo se salva de parecer, como poco, un inconsciente: por lo visto, militó en las filas «nacionales» igual que pudiera haberlo hecho en las republicanas, y todavía no parece haberse dado cuenta de que llegó a convertirse en el prototipo del héroe fascista del cine español de los años 40 y 50—, ni las grotescas estampitas que, al dictado de Franco, filmó el cuñado de José Antonio Primo de Rivera, el mismo que, esta vez a instancias del Ministerio de Información y Turismo regentado por Fraga —y no del Consejo de la Hispanidad—, rodó Franco, ese hombre (1964), para celebrar los «25 años de paz» que tan irritantemente machacaron mis oídos dieciseisañeros.
Miguel Marías
Revista “Dirigido por…” nº 50, enero-1978
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