#jamás haría algo que incomodase a sakmin ;;

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Toda la valentía que pudo tener para pedir aquel requerimiento se desvanece al instante que el mayor lo mira y niega de una manera directa pero gentil, se han comunicado de esa forma desde que viven juntos, aunque cada uno tenga un horario y no logren verse por largas horas, reencontrándose a la cena casi siempre. Doyoon debió suponer que sería rechazado, tal vez el otro no lo sepa pero ha sido un fan suyo desde la época que lo veía lucir ropa hermosa en las revistas cada mes, admirando la belleza en sus facciones y cómo la tela se acomodaba perfectamente a su figura, así como también conoce la recaída que sufrió de joven y alejó de las pasarelas. Lo que nunca creyó posible es que terminase compartiendo el mismo techo.“No lo decía para alguna campaña publicitaria… lo decía para mí, personalmente.” Sus palabras se pueden interpretar de varias formas, por lo tanto y antes que el mayor saque conclusiones erróneas, traga saliva para continuar su diálogo, jugando con los botones de su suéter y cerca del pecho. “Como sabrás estudio fotografía y debo hacer trabajos a menudo… ahora es temática libre y tuve una idea al ver el cariño y dedicación que pones en cada prenda. Tus ojos transmiten emociones tan profundas y únicas que me encantaría capturar esa esencia en imágenes.” Hablar es agotador, es más obvio cuando pasa horas y horas con gente desconocida que buscan acercarse a él por negocios, por ende a veces tiende hablar más de la cuenta y no está seguro si sus vocablos están bien conectados. Carraspea suavemente para dejar en claro una última cosa antes que sus mejillas se coloreen. “Solo si estás de acuerdo, Sakmin-ssi.”

Sakmin  era  un  romántico  empedernido,  desde  que  tenía  memoria  su  cabeza  se  había  llenado  con  ideas  sobre  como  sería  su  persona  perfecta,  como  se  enamoraría  de  esta  como  si  fuese  un  cuento  de  hadas  y  serían  felices  por  siempre.  Lo  intentó,  muchas  más  veces  de  las  que  podía  contar  ya  con  los  dedos,  siempre  creyendo  que  era  el  indicado,  pero  al  final  del  día,  solo  era  un  corazón  roto  que  debía  aprender  a  blindar  y  cuidar,  especialmente  desde  la  primera  vez  que  un  hombre  —su  padre—  le  rompió  el  órgano  vital.  Fue  un  sacrificio,  aquel  matrimonio  arreglado,  uno  que  ni  Sakwon  o  Derek  deseaban  que  se  consumara,  pero  Sakmin  prefirió  hacerlo  él  antes  de  que  alguno  de  sus  hermanos  más  pequeños  terminase  enredado  con  el  otro  chico  en  una  convivencia  que  les  traería  beneficios  a  ambos  apellidos.  No  era  malo,  Doyoon  era  todo  menos  malvado,  lo  trataba  bien,  eran  cordiales,  respetaban  sus  privacidades  y  dormían  separados  y  hasta  ahora,  no  había  ningún  tipo  de  acercamiento  que  pudiese  hacerle  juzgarlo  mal.  Sakmin  sisea  cuando  la  aguja  pincha  ligeramente  su  dedo  índice,  llevándolo  a  la  boca  para  evitar  manchar  el  corsé  en  el  cual  estaba  colocando  piedra  por  piedra,  cada  arreglo  para  resaltarlo.  -  —¿Disculpa?  —  -pregunta,  alzando  la  vista  desde  su  tarea  hasta  el  más  alto,  riéndose  ligero.  -  —¿Modelar?  Si  quieres  una  cara  para  alguna  de  tus  tiendas  o  que  vendan  algún  producto  de  belleza,  te  puedo  asegurar  que  hay  modelos  mucho  más  jóvenes  que  yo  —  -aquello  era  otra  cosa  que  dejó  hace  mucho  tiempo,  dedicándose  a  diseñar  y  vender  la  alta  costura  más  que  a  modelarla.  Ya  no  se  siente  tan  joven,  ni  tan  absurdamente  atractivo  como  antes,  así  que  aquello  le  había  tomado  por  sorpresa.