#iron maiden sektor
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inky-da-dinky · 3 months ago
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Cinematic parallels
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agvarina · 2 months ago
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Thought: Cyrax & Sektor go on a date while Iron Maiden Cyrax cheers her brother on from the bushes
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coolpizzazonkplaid · 4 months ago
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La heredera del Infierno
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Aviso: En el pequeño diálogo y pensamiento de Tomas, mucho de eso pertenece a las teorías de @evilbihan. Espero haberlo hecho bien y quiero seguir usando algunas más de sus teorías para los siguientes capítulos.
La información de Hela se encuentra aquí, también sobre Fólkvangr y Valhalla y sobre la Duat.
Para finalizar, las letras que canta Adelina son de dos canciones. La primera es "Days Of Future Past" de Iron Maiden y la segunda es "Maldito duende" de Héroes del Silencio.
Descubrimiento
Adelina despertó escuchando voces y una luz brillando cerca de sus ojos. Con una mueca de disgusto los abrió y la cabeza le estalló ante esa diminuta acción. Vio el techo de madera, paredes blancas y camillas. La boca le supo extraña y sus extremidades parecían que estuvieron dormidas por una eternidad. Se frotó los ojos fatigados percatándose de las vendas blancas que tenía y el camisón de tela china que llevaba puesto.
“¿Qué pasó?” se preguntó Adelina.
Se sentó en la cama, pero la paz no le duró demasiado. Las náuseas volvieron, la bilis invadió su garganta y vomitó al costado de la cama. El cuerpo le dolía, la boca le supo peor y a la vez su estómago rugió de hambre. Adelina siguió frotándose los ojos para sacarse el sueño y encontrar algo para evitar que su cerebro la matara.
Se levantó y sus pies tocaron la fría madera. Corrió las cortinas buscando a algún médico y a la única persona que vio fue a Tomas. Estaba en la puerta de la enfermería y sus ojos grises se sorprendieron al descubrirla despierta y tratando de caminar.
–Adelina –dijo de forma sorpresiva–. Ya traigo inmediatamente a Cyrax y Sektor para que te ayuden.
–¿Qué pasó? ¿Cuánto llevo dormida?
–Dormiste tres días completos –dijo una voz grave. Una tan conocida que Adelina le dio ganas de matar a la persona–. Tomas y yo estuvimos vigilando tu estado para ver si ocurría un inconveniente.
Adelina vio a Bi Han de manera odiosa y dejó su rencor para procesar lo que le había dicho. Tres días y su memoria seguía en blanco.
–¿Qué me pasó? –preguntó la chica y caminó lentamente hacia los hermanos–. Lo único que recuerdo es estar en el frío.
Se miraron entre ellos, como si no pudieran creer lo que decía. Bi Han se marchó con su voz grave llamando a las dos ninjas.
–¿En serio no recuerdas nada, Adelina? –cuestionó Tomas acercándose a ella–. ¿Absolutamente nada?
–Tengo la cabeza en blanco ¿qué pasó?
El chico guardó silencio y en sus cautivantes ojos grises entró la duda. En ese instante, Cyrax y Sektor entraron, se alarmaron al ver a Adelina de pie y le ordenaron volver a la cama. Tuvo otro ataque de vómito y el par de mujeres le dieron un balde para poder descargar la tripa. También, le ofrecieron un té relajante para calmar las náuseas y vio que Tomas seguía allí, observándola.
Cyrax y Sektor le hicieron preguntas sobre lo que recordaba y al ver la negativa de Adelina, supusieron que esa pequeña pérdida de memoria la recuperaría con el tiempo. Por ahora, necesitaba descansar y alimentarse para volver a los entrenamientos lo antes posible. Tomas siguió mirándola, como si tuviera miedo de que volviera a caer descompuesta, mientras ella bebía té.
–¿Qué miras, maestro? –preguntó Adelina temiendo que algún superior o los hermanos de Tomas rondaran cerca–. ¿Tengo algo en la cara?
–Me preocupa que no recuerdes lo que ocurrió.
–Lo último que recuerdo fue estar en el frío –dijo Adelina mirando a la nada, tratando de buscar recuerdos en su memoria, aunque sea pequeño–. Estaba temblando… Luego, creo que escuché gritos… y… ya está. Lo demás está en blanco.
–Bueno –dijo el muchacho con resignación y se puso de pie–. Tengo que dar clases, Acosta. Más tarde vendré a ver cómo te encuentras.
–Está bien –dijo Adelina–. Suerte en tu día.
Tomas se marchó de la enfermería y Adelina contempló el vacío. El silencio la estaba enloqueciendo y su pierna comenzó a moverse. Los minutos parecieron eternos y no podía volver a cerrar los ojos. Escuchó los pasos de los estudiantes y sus risas burlonas. Intentó conservar autocontrol que le quedaba antes de gritar improperios y verdades. Debía mantener el control y evitar que Bi Han le complicara más su estadía en Arctika.
Poco a poco, sus párpados le pesaron y se sintió dichosa de volver a cerrar los ojos, sumergiéndose en la negrura absoluta. No tuvo visiones ni pesadillas. Era una caricia a su persona. Necesitaba dejar de soñar.
Tuvo la esperanza de que, en esos tres días dormida, Daniela y Mariano le hayan enviado alguna carta en respuesta de la anterior. Quería leer si ocurrieron más locuras durante su ausencia en la Academia Wu Shi y sonreír por un momento.
Se sentía bastante sola, más cuando no podía hablar con Tomas o alguien de aquí. El ninja fue comprensible, era su maestro y tener una conversación casi informal cerca de los estudiantes podría dar un significado incorrecto. No consiguió entender el resto de estudiantes lin kuei ¿por ser de la Academia Wu Shi sería un paria? ¿por tener que entrenar con Bi Han y los demás no, la tratarían diferente? Fueron preguntas que se desvanecieron cuando el sueño se apoderó completamente de Adelina.
Al cabo de un par de días, Cyrax y Sektor le dieron el alta a Adelina y antes de que el dúo se marchara, les preguntó sobre qué le había ocurrido para estar en la enfermería. Ambas mujeres se miraron entre ellas y le comentaron sobre su ataque de pánico en el que acabó con convulsiones y delirios. Un nudo en la garganta se apoderó de la garganta, pero su memoria seguía en blanco. No había ni una imagen o algún recuerdo sobre esa noche. Las dos mujeres se fueron y dejaron a Adelina para que empezara su rutina.
Salió de la enfermería con el uniforme Lin Kuei y se topó con Tomas. Sus ojos grises se iluminaron al verla y le dedicó una pequeña sonrisa. Se desvaneció rápidamente, mantuvo una postura firme y Adelina hizo lo mismo.
–Acosta –empezó el ninja de gris–. Me alegro que Cyrax y Sektor te hayan dado el alta.
–Gracias, maestro.
Un silencio incómodo se instaló entre los dos. Tomas parecía querer decir más cosas, pero había duda en sus ojos grises.
–¿Puedo hacerte una pregunta, maestro?
–Hazla, Acosta.
–Cyrax y Sektor me dijeron que esa noche… la noche en que estuve en el frío –el rostro de Tomas se volvió serio. Adelina no sabía cómo hacer la pregunta sin que fuera rara–. Tuve un ataque de pánico. Dicen que estuve con convulsiones y delirios. Que decía cosas sin sentido.
–Eso es verdad.
–¿Qué fue lo que dije?
–¿Disculpa?
–Esa es mi pregunta ¿qué fue lo que dije durante mi ataque de pánico? –siguió Adelina. Sus ojos se posaron en sus manos que se juntaban nerviosas–. Quiero saberlo.
La mirada de Tomas se tornó pensativa. Al igual que Adelina, buscaba una forma de decir las cosas sin que fuera extraño.
–Decías que alguien sufría –explicó Tomas–. También que algo fue corrompido. Es todo lo que recuerdo.
–Está bien –dijo Adelina y puso su mejor sonrisa–. Muchas gracias, maestro.
–Fue un placer.
Antes de ser atrapada para una nueva labor, Adelina se escabulló hacia las afueras de los templos Lin Kuei con una pistola, su celular y anotador. El clima gélido abundaba en todo el lugar, los árboles tenían nieve en sus hojas, huellas de animales y las de la propia Adelina se esparcían por doquier. El cielo era un gris blanco y caía la nieve.
Adelina se puso la máscara Lin Kuei y siguió su camino. En las afueras, encontró las entradas a las montañas y caminó por ellas iluminada por las antorchas. De repente, Adelina escuchó una rama romperse y se volteó con la pistola en alto. Nada. No había nadie alrededor. La muchacha siguió enfocada en los caminos rocosos. Entró por uno y se guio por las antorchas hasta llegar a una bifurcación.
–¿Qué haces aquí? –preguntó una voz conocida.
Adelina se asustó con un pequeño grito, volteó para ver a Tomas con su traje de ninja y sus cautivantes ojos grises y analíticos.
–¿Por qué me sigues?
–Porque parecías que te estabas fugando del templo Lin Kuei –espetó el muchacho con los brazos cruzados–. Además de que soy tu maestro y exijo que me digas por qué estás a las afueras del templo.
–Porque quiero mirar las ruinas que vi la primera vez que llegué a Arctika –dijo Adelina tranquilamente–. ¿Quieres acompañarme?
Tomas dudó, pero aceptó unirse. La llevó con total normalidad entre las paredes rocosas y bifurcaciones hasta llegar a donde recordaba haber caído cuando pelearon.
–¿Qué buscas en esas ruinas? –cuestionó Tomas tranquilamente.
–Respuestas para mi investigación –contestó Adelina sin dar vueltas.
El joven la miró y sus ojos grises la mantuvieron hipnotizada, analizando el rostro de Adelina. Sintió que los pasillos se volvían más pequeños haciendo que el aire fuera sofocante y sus mejillas se calentaron.
–¿De qué es tu investigación? –siguió preguntando Tomas.
–Sobre Hela.
–¿Quién es ella?
–La diosa de los muertos según los nórdicos –explicó la muchacha.
Adelina y Tomas continuaron por el camino rocoso hasta llegar a las estatuas de Ganglate y Glangeura. Ambas formas de piedra seguían serias y derechas. Sus miradas parecían analizar a Adelina hasta incluso juzgarla.
–¿Quiénes son?
–Ganglate y Glangeura –respondió Adelina y estudió a las estatuas–. Son las sirvientas de Hela.
–¿Sus nombres significan algo?
–Ganglate significa “el retraso” y Glangeura “la pereza”.
Empezó a estudiar mejor a las estatuas. Quizás tendrían respuestas ocultas o incluso la solución a sus problemas. Sus ojos inexpresivos no daban a pasajes ocultos ni otros artefactos antiguos.
–¿Sabes por qué lo crearon? –preguntó Tomas.
–Eso creo –la mirada del muchacho escrutó a Adelina para que le expandiera su respuesta–. Creo que fue para guiar a su heredero hacia Sultin o algo mucho más grande.
–¿Sultin?
–Es la daga de Hela, significa “la sed”.
Adelina pasó las estatuas de las sirvientas y llegó a la cámara rocosa donde sus pesadillas iniciaron. La estatua de Hela seguía frente a la caja de piedra con dibujos y runas. Los ojos vacíos de la diosa recibieron al dúo y a pesar de estar sin vida, la analizaban.
–No puedo creer que hayan hecho esto –susurró Tomas.
–¿Qué cosa? –preguntó Adelina, mientras estudiaba a la estatua.
–Culto a la muerte. Es aberrante
–No lo es –contradijo Adelina pérdida en la roca–. Es imaginar qué hay más allá de la vida. Quizás algo mejor. Todas las civilizaciones lo han hecho a lo largo de la historia.
–¿Cómo cuáles?
–¿Cómo que cuáles, Tomas? –repreguntó Adelina con una sonrisa al chico, pero este seguía serio–. Todas las civilizaciones lo hicieron. Los nórdicos no solo creían en Hela, su verdadero paraíso era el Valhalla y Fólkvangr. Los salones donde iban los guerreros caídos en combate para seguir peleando para el fin de los tiempos –señaló la estatua de la diosa–. Los griegos pensaban que Hades gobernaba el inframundo junto a su esposa, Perséfone. Hades lo administraba, mientras los que se encargaban de juzgar eran tres reyes. En los Campos Elíseos se hallaban para las almas bondadosas, mientras que el Tártaro, residían los criminales y quienes atentaron contra los dioses del Olimpo.
“Los egipcios creían que dándole ofrendas a los muertos y preparándolos llegarían mejor a la Duat para que los juzgara Osiris con su balanza. Era un dios muy querido y alabado en los tiempos en el que el Antiguo Egipto estaba en su apogeo. Hasta incluso, fue el faraón de los dioses egipcios.
“Los cristianos tienen a Satán y a Dios. Satán castiga a los criminales y come a los traidores, mientras que Dios le otorga la entrada al cielo a las almas buenas. Hasta creo que seguramente vos hiciste en algún momento.”
 –¿El qué? –preguntó Tomas–. ¿Rendirle culto a un dios de la muerte? Es algo maléfico.
–No es maléfico rendirle a la muerte ¿Nunca has visitado a los fallecidos? –cuestionó la muchacha estudiando cada parte de la estatua de Hela–. Para hablar con ellos y homenajear su memoria. La cultura mexicana lo ha hecho, para ponerte un ejemplo. Dar ofrendas a los que ya no están, esperando que disfruten de su siguiente vida.
–A veces me arrodillo frente a los altares de madre y padre. También a los de mi madre y hermana –soltó Tomas con nostalgia.
–No es malo rendirles memoria, ni tampoco a dioses que no han hecho nada malo.
–¿Hay dioses de la muerte buenos?
–Hades es uno de ellos. La imagen de él era bastante mejor que la de sus hermanos, Zeus y Poseidón –explicó Adelina mientras tocaba cada parte de la estatua–. Fue el más leal a su matrimonio… bueno más o menos.
–¿Lo era o no?
–Sí y no.
–Explícate –exigió Tomas.
–Hades tuvo pocos amoríos a espaldas de Perséfone, mientras que sus hermanos fueron unos fornicadores constantes –argumentó la joven–. Ni siquiera sé decirte con sinceridad si Zeus tuvo más que hijos que Poseidón.
–¿Y Hela?
Adelina se quedó dudando un poco, absorta en la mirada de vacía de la estatua de Hela, analizando a ambos y cada pequeño gesto insignificante que hacían.
–Era solitaria, por lo que sé –comenzó Adelina–. No se metía en asuntos de otros dioses, ni tampoco la querían mucho por su aspecto.
–¿Qué tenía de malo su apariencia?
–La mitad de su cara era un cadáver en descomposición.
La mirada de Tomas se tornó incómoda y Adelina volvió a enfocarse en la estatua. No había ningún hueco o palanca. La dejó de lado y se enfocó en la caja de piedra. Sus manos temblaron al tocar la roca, pero tomó valor y sacó el objeto de su sitio.
Ese movimiento, hizo que la roca del alrededor se moviera y el polvo caía revelando inscripciones. Adelina mantuvo la caja en sus manos y la observó. Seguía teniendo la figura de un lobo y una serpiente, también de los otros lados estaba el dibujo de Hela siendo encerrada y el dibujo de un muchacho.
Adelina miró un momento hacia arriba encontrándose con un retrato nórdico de Kolbein por lo que decía las runas nórdicas.
–No me había dado cuenta que arriba estaba escrito –dijo Tomas y se acercó para ver la caja que sostenía Adelina–. Es extraño que no lo hayamos sabido.
–Yo tampoco vi esto cuando vine por primera vez –habló Adelina y mantuvo sus ojos en las inscripciones. Luego se alarmó por los dichos del ninja–. ¿Y cómo carajos no sabían? Pensé que la razón por la que intentaste matarme fue porque no querían que descubriera esto.
–Ni Bi Han sabía de estas ruinas. Y no quería hacerte daño.
–La puñalada en mi abdomen no dice lo mismo –dijo Adelina sarcásticamente y Tomas se rio.
–Lo digo de verdad, no quería lastimarte –habló el muchacho y su tono se volvió serio.
–Ya está en el pasado. Las acciones de ahora son las que importan.
–Está bien ¿qué significan esos símbolos? –Adelina le sorprendió el abrupto cambio de tema, pero se enfocó en el trabajo.
–Son runas y hablan de Kolbein –la chica entrecerró los ojos para entender el mensaje de las inscripciones–. “En honor a Kolbein, hijo de Hela y príncipe de los muertos. Los seguidores de Hela nunca encontraron sus restos. Duerma junto a su madre, alteza.”
–¿Entonces todo esto es un santuario para Kolbein?
–No lo es –dijo Adelina, mientras miraba los dibujos de las piedras. Mostraba a Kolbein como un guerrero de historias vikingas y en grandes batallas–. Al entrar a Arctika, hay runas nórdicas describiendo que esto es una prueba y lo que encontré en la caja era la primera parte de ellas. El retrato de Kolbein es simplemente una decoración más, como las estatuas de las sirvientas y de Hela.
–¿Qué había dentro de la caja?
Adelina dudó en qué decirle a Tomas. Le agradaba su compañía, pero esto era un asunto delicado y no tenía el valor para decirle toda la verdad.
–No puedo decírtelo, ahora –respondió Adelina con firmeza–. En otro momento te lo diré. Lo prometo.
Los ojos de Tomas se transformaron en decepción y la muchacha sintió que su pecho se estrujó ante esa mirada. Volvió a enfocarse en las ruinas, pero no hubo nada más que mirar o encontrar.
–Es todo, por ahora –dijo la chica en voz baja–. Volvamos antes de que se den cuenta que no estamos.
Tomas asintió y caminaron de regreso a los templos. Fue un trayecto silencioso, no hubo conversación, solamente el sonido de sus pies estrellándose en la nieve. El frío golpeó el rostro de Adelina y sentía sus mejillas rojas. Poco a poco, vislumbraron las puntas de los templos con sus banderines y al llegar a la entrada se separaron con un saludo respetuoso entre maestro y estudiante.
Durante el resto de la mañana, Adelina se dedicó a limpiar los pisos de algunos templos. El superior se lo había ordenado cuando estaba cerca de la zona de estudiantes y le mostró donde se hallaban todas las escobas, baldes y cepillos. También, otros alumnos fueron seleccionados y se apartaron de Adelina.
Al dejarlos, se llevaron todas las escobas riéndose de ella, como siempre. Lo único que quedaba eran cepillos y baldes. La chica suspiró y los tomó con furia. No iba a ceder a sus emociones y mantuvo su poco interés. Según las lecciones del Viejo Mario, la indiferencia era la mejor forma de enfrentar a los que molestan.
Una vez lleno el balde, Adelina fue hacia un templo, se arrodilló y comenzó a pasar el cepillo mojado por el suelo. No soportó el silencio y su voz entonó letras de canciones que recordaba. Su brazo pasó por la madera lentamente al compás de su voz. Héroes del Silencio, Iron Maiden, Megadeth, Seether, AVIVA.
Los suelos, poco a poco, iban brillando y librándose de la suciedad. El agua del balde se convertía en marrón y Adelina se perdió en su mente con las canciones que recordaba. Después siguió con el gran salón, luego otro templo y terminó cerca del área del Gran Maestro. Tras terminar, continuó su día con las clases regulares.
Bi Han le había dicho que al día siguiente retomarían sus clases para entrenar su criomancia. Mientras tanto volvería a los entrenamientos con los superiores y los hermanos de Bi Han. Le resultó complicado estar al día con el resto de estudiantes, pero poco a poco estuvo siguiéndoles el ritmo, hasta que llegara la hora del almuerzo.
–Bi Han, debemos respetar con la tradición –espetó Kuai Liang furioso–. Tenemos que seguir los pasos de padre.
–Necesitamos una nueva visión para los Lin Kuei –continuó su hermano vestido de azul y su rostro se volvió más frío como lo hacía con los estudiantes. Dejó su faceta tranquila para ponerse a la defensiva–. Podríamos ser una de las mejores naciones de la Tierra hasta incluso ser los más fuertes.
–Nosotros estamos para defender la Tierra, no gobernarla, Bi Han –contradijo Tomas y se levantó de su asiento–. Tenemos un compromiso con Lord Liu Kang.
La discusión fue elevándose más y más y los tres hermanos se separaron para calmar las tensiones. Tomas se alejó de los aposentos y caminó furiosamente hacia otro lugar. No le importaba, necesitaba escapar por unos segundos de las locuras de Bi Han. La tradición era importante, no podía dejarse atrás, era…
De repente, escuchó una voz desentonada conocida y detuvo sus pasos. No se percató que estaba en uno de los pasillos de los templos. Algunos faroles estaban apagados, al igual que algunas fogatas dejando un ambiente oscuro y vacío. La voz femenina siguió cantando y Tomas comenzó a caminar buscando a su dueña.
En su caminar, encontró a Adelina limpiando el suelo con un cepillo. Por sus acciones, no se percató de la presencia del muchacho. La observó haciendo la actividad una y otra vez, alejándose poco a poco, mientras entonaba una melodía tranquila y luego las letras.
–The days of future past to wander on the shore/A king without a queen to die forevermore/To wander in the wasteland –su mirada seguía enfocada en la madera y eso provocó en Tomas la nostalgia con recuerdos de su madre cantando a él y su hermana en las noches de cacería–. Immortal to the end/Waiting for the judgement/But the judgement never ends…
Volvió a recitar las mismas letras, terminando la canción y Adelina mejoró su postura. Tomas no pudo reconocerla, un misterio a sus ojos. Por más que el predecesor de Bi Han les haya enseñado inglés y su esposa les había cantado algunas canciones cuando era un niño, esta le resultó atrapante.
Adelina comenzó a cantar nuevamente, pero en español, un idioma, a ojos de Tomas, cautivante. Nunca pudo comprenderlo, más con el acento peculiar de la muchacha y sus amigos. A veces, le causaba gracia cuando rememoraba los días en que iban a la Academia Wu Shi los escuchaba hablando en ese acento tan entretenido.
–He oído que la noche es toda magia/Y que un duende te invita a soñar –Tomas no entendió las palabras, pero no pudo evitar sentirse intrigado con el significado. Adelina seguía enfocada y Tomas la escuchaba cantar–. Y sé que últimamente apenas he parado/Y tengo la impresión de divagar…
Adelina continuó en su labor y Tomas retomó su caminata, escuchando de lejos la dulce voz de la muchacha. Necesitaba aclarar su mente sobre el camino del Lin Kuei.
En la hora del almuerzo, hubo algunas miradas burlonas y risas por su incidente. Adelina se enfocó en comer. El estómago le rugió por pensar en el hambre que tenía, se le hizo agua en la boca en las diferentes comidas que quería probar. Cuando todos los presentes recibieron sus platos, Adelina tuvo que esforzarse para no comer tan apresuradamente, aunque su estómago no la ayudaba con cada bocado que hacía.
Tras terminar, siguió con sus entrenamientos hasta llegar al anochecer. El cansancio la invadió cuando las últimas campanadas daban por terminado el día y recibir con dicha la cena. Las risas no pararon en el gran salón, ya comenzaban a hartar a Adelina y tuvo que tener mucho autocontrol para no empezar una pelea. Debía mantener la cabeza gacha y preservar su paciencia. Comió su cena con tranquilidad y mantuvo su indiferencia.
Vislumbró a los tres hermanos charlar animadamente y a las dos mujeres, Cyrax y Sektor, escuchar la conversación. Sus ojos se posaron en Tomas, su sonrisa y su calma ante la presencia de sus hermanos. Le pareció bonito verlo así con sus allegados, sin preocupaciones o presiones por ser maestro. Su firmeza se marchaba y era reemplazaba por un hombre alegre y divertido.
Adelina volvió de sus divagaciones y terminó su plato. Cuando se marchaba hacia la zona de estudiantes, uno de los superiores la llamó y pidió que se prepara para la vigilancia nocturna en las murallas de los templos. Maldijo mentalmente, pero aceptó que tarde o temprano iba a ser elegida.
La chica llevó un libro para distraerse, rifle y pistolas, unos cuchillos, linterna, binoculares, celular, el invento de Mariano y un detector obsequiado por él. También, pudo conseguir agua caliente para hacerse mates durante el transcurso de la noche.
El superior le enseñó una pequeña torre de vigilancia donde prepararse. Luego, ubicó al resto de aprendices en lo que quedaba de las murallas, perdiéndose entre los fuertes. Cada estudiante sería reemplazado en el cambio de turno, incluso cabría la posibilidad de ser acompañados por más expertos o maestros. Por ahora, Adelina se quedó sola en la torre de vigilancia y contempló el amplio espacio que tenía.
Una cama de paja para descansar, varias ventanas exponiendo al exterior de las murallas, antorchas iluminando la zona, un asiento de madera y escaleras que llevaban al exterior donde había una hoguera sin quemar para avisar sobre un ataque. Adelina colocó sus pertenencias en la mesa de madera y cama, mejoró la iluminación de las cuatro paredes y ordenó mejor su arsenal. Dejó su libro en la mesa con el celular, el equipo de mates y el invento de Mariano. Cargó con el detector, las armas, linterna, cuchillos y binoculares.
Salió de la pequeña torre de vigilancia y caminó lentamente por el estrecho de piedra, manteniendo su rifle cerca de su pecho. El aire frío golpeó una parte de su rostro cubierto por la máscara del uniforme Lin Kuei, la nieve cayó por su vestimenta y la piedra, los vientos hicieron una neblina imposible de visualizar lo que se hallaba fuera de los muros.
En cada parada, Adelina usaba sus binoculares para corroborar si su zona estaba despejada y hojeaba su detector. Tras vislumbrar la siguiente torre de vigilancia, retornó a la suya de forma tranquila y siguió caminando hasta ver la que se encontraba del otro extremo, repitiendo sus paradas para observar con los binoculares y el detector. Finalizó su caminata nocturna viendo desde su torre de vigilancia y abrió la puerta para sentarse en el taburete de madera.
Su espalda chocó con la mesa y el libro que trajo a la vigilancia junto con el invento de Mariano. Antes de empezar su lectura, Adelina preparó su equipo de mate. Puso yerba en el pequeño recipiente y azúcar, echó el agua caliente y dio sus primeros sorbos, mientras tomaba el libro. Cronometró el tiempo en que se perdía para retornar a la realidad y hacer la vigilancia. Las letras se convirtieron en una película hecha en su mente con cada acción que hacían los personajes, los pensamientos del protagonista y sus divagaciones.
Adelina miró su celular y percatándose de la hora, abrió la ventana para usar sus binoculares y detector y salió nuevamente a repetir la caminata. Fue de extremo a extremo con lentitud y libre de las presiones que Bi Han y las miradas crueles de sus compañeros. Solamente caminar. Volvió a la torre, se encerró en las cuatro paredes y se sumergió en la hoja que había dejado, acompañada por los mates.
En un momento, la lectura le hizo recordar algunas memorias de su infancia con el Viejo Mario y rio sola, tranquila e invadida por la nostalgia. De repente, escuchó un ruido extraño y tomó uno de sus cuchillos que tenía en la bota. Cuando la puerta comenzó abrirse, lanzó el cuchillo y tomó la pistola. El rostro de Tomas esquivó el arma y se preparó para el combate. Adelina se relajó y sintió la vergüenza inundar su rostro.
–¿Qué haces aquí, acosador? –cuestionó Adelina y guardó el arma.
–Vine para la vigilancia –espetó Tomas, mientras sacaba el cuchillo de Adelina de la puerta–. El Gran Maestro me lo ordenó. Después, te relevan de tu puesto.
El muchacho le entregó el arma y las puntas de sus dedos se tocaron, haciendo que una electricidad volviera a recorrer las puntas de sus dedos. Adelina sintió que sus mejillas se calentaron y el estómago le dio vueltas. Mantuvo sus armas al descubierto y se sentó en el banco de madera, sorbió un poco de mate y retomó su lectura tranquila, pero la mirada penetrante de Tomas la distraía.
–¿Qué miras? –cuestionó Adelina observando por arriba del libro–. ¿Queres mate?
–Eh, gracias–respondió Tomas algo tímido. Tenía su máscara colgando en su cuello, pero la muchacha pudo notar el rubor en sus mejillas. Preparó el mate y se lo dio al ninja–. Estaba tratando de leer el título de tu libro.
Adelina lo alzó, exhibiendo la portada para que Tomas lo viera, mientras sorbía de la bombilla.
–Se llama “Nuncanoche”.
–¿De qué habla? Es bastante…–Tomas intentó buscar las palabras para terminar la oración y le extendió el mate a Adelina–… extenso.
–Lo es –coincidió Adelina, puso el señalador entre las hojas y tomó el mate–. Cuenta la historia de una chica que quiere vengar a su familia y se une a una escuela de asesinos para matar a los responsables.
–Parece bastante gracioso, porque te escuché reír desde cerca –dijo Tomas estudiando el libro–. Para tener una trama seria, por tus risas es bastante inmaduro.
Adelina sonrió y dejó su libro en la mesa. Tomó el recipiente de azúcar, le echó un poco al mate y agua caliente. Sorbió y le calentó el interior de su cuerpo.
–La protagonista, a pesar de sufrir, mantiene su humor y carisma –habló la chica–. Me recordó a Mariano. Su lenguaje, sobre todo, y la inmadurez.
–¿Inmadurez?
–Sí, Mia Corvere tiene momentos donde hace cosas graciosas, como Mariano.
–¿Qué hizo? –preguntó Tomas y su sonrisa se ensanchó.
–Siempre te cuento algo mío –contrarrestó Adelina y se enderezó en su asiento, mientras preparaba otro mate y se lo entregó al hombre–. Cuéntame tú una anécdota, Tomas. Tus hermanos y tú debieron haber hecho algo estúpido.
El muchacho sonrió y se quedó callado. Sus ojos grises eran pensativos, Adelina le recordaron las portadas de mangas y de libros que consiguió hace tiempo.
–No sé si tengo recuerdo de haber hecho algo inmaduro.
–Claro que debes tenerlo –espetó la muchacha sonriente–. Todos los tenemos. Cuesta recordarlos porque fueron parte de la infancia, pero sí que poseemos.
Tomas mantuvo su silencio con su gesto pensativo y terminó de sorber de la bombilla.
–Fuimos a un prostíbulo.
Adelina contuvo una carcajada y el rostro de Tomas se volvió rojo como un tomate. Después, le entregó abruptamente el mate a la chica.
–No te creo –exclamó y se acercó más al ninja, mientras se preparaba otro mate–. ¿Pero cómo? ¿Por qué?
–Éramos curiosos –argumentó Tomas con gesto de disculpa y una sonrisa tímida–. Queríamos saber a dónde iban los guerreros.
–Cuenta. No me dejes así.
Tomas se puso rojo y sonrió ante esas palabras, mientras Adelina sorbía mate.
–Siempre veíamos a los guerreros ir en la noche a un pueblo cercano. Buscaban compañía femenina –rememoró el ninja mirando a Adelina–. Bi Han, Kuai Liang y yo creíamos que se referían a sus esposas, pero nunca las vimos en los templos. Por eso, los seguimos desde Arctika hasta el pueblo y llegaron al prostíbulo… Nosotros no lo sabíamos. Por miedo a que nos atraparan, nos metimos en los callejones y vimos por las ventanas a las señoritas. Logramos entrar y nos pusimos mal al verlas.
Adelina soltó una carcajada y le costó respirar por el ataque de risa. Incluso Tomas se contagió, pero trató de conservar el control.
–¿Qué pasó luego?
–Las chicas nos atendieron y sentimos que éramos afortunados–expandió el ninja y ocultó su rostro–. Qué vergüenza…. –Adelina rio por cómo Tomas intentaba hablar–…. Los soldados que nos vieron se espantaron y nosotros hipnotizados por las mujeres. Nos llevaron a rastras hacia el templo Lin Kuei –Adelina no pudo contener sus risitas y Tomas se puso más rojo de lo que estaba–. Tuvieron que hacer un esfuerzo titánico para explicarle a padre por qué estábamos allí.
–¿Qué les dijo?
–Los castigó con vigilancia hasta el amanecer por semanas –Tomas rio y Adelina notó que su rostro se relajaba. Sus cejas dejaron de tensarse–. A nosotros nos dio una reprimenda y tuvimos que limpiar los templos por varios días. Desde ahí, Bi Han recapacitaba de cualquier cosa que hagamos.
–No puedo creerlo –suspiró Adelina con dolor en las comisuras de los labios y controló su respiración–. Un prostíbulo. Suena difícil de creer.
–Ahora es tu turno de contarme qué te hizo recordar a Mariano la novela.
Adelina se acomodó mejor el cabello negro y miró a Tomas. Su rostro estaba relajado y las mejillas de la muchacha se sonrojaron. Preparó más mate y le dio al ninja.
–Cuando éramos chicos, Mariano era un bromista y lo sigue siendo. Pero ahora está más controlado –explicó la joven–. Hay tantas estupideces que hicimos, pero la que recordé fue cuando se metió debajo de nuestra cama.
–¿Por qué lo hizo?
–Quería tocarnos los pies como si fuera una película de miedo –Adelina rio y Tomas se quedó en silencio esperando más, mientras sorbía de la bombilla–. Cuando lo hizo, Daniela y yo salimos a las corridas de la habitación y Mariano nos perseguía con una máscara de terror. El Viejo Mario casi lo ahorca, pero creo que yo fue la que casi lo hizo recapacitar de su vida.
–¿Por qué?
–Porque destrozó uno de mis libros.
Un silencio se hizo presente y el rostro de Tomas mostró muchas emociones combinadas. Le dio el mate y Adelina comenzó a echar más agua caliente.
–¿Casi matas a tu amigo solo por un libro?
–No literalmente, pero sí que me enojé cuando era pequeña –rio Adelina, mientras le daba el mate a Tomas–. El Viejo Mario tuvo que contenerme para evitar que lo agarrara y obligó a Mariano que me comprara otro.
La risa de la joven se apagó poco a poco y quedaron con el viejo ambiente alegre en la torre. Un silencio se apropió y se miraron. El rostro de Tomas estaba más relajado y el color de sus mejillas se apagaba lentamente. Adelina dejó el mate y tomó sus pertenencias para seguir con la vigilancia.
–Déjame ayudarte con tus cosas –dijo el ninja levantándose abruptamente–. Me olvide de decirte que no permitimos armas modernas.
–Gracias, pero las necesito –argumentó la chica, mientras caminaba hacia a la puerta–.  Si llega haber un ataque, no podré pelear con un cuchillo. Un rifle es mejor y puedo enfrentarme dando un golpe con la culata.
El muchacho se contuvo lo que tenía que decir y caminaron en el silencio de la noche nevada. El viento sopló fuertemente haciendo que la vista fuera imposible y Adelina tuviera que entrecerrar los ojos para mejorar su visión. Algunas veces, se detenían para mirar los alrededores y retomaban su caminata nocturna. Volvieron a la torre de vigilancia y continuaron compartiendo mates y charlando hasta que llegó el relevo de Adelina. Se despidieron amablemente y la chica regresó a sus aposentos esperando el nuevo día.
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tapovich-kun · 5 years ago
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My sense of humour becomes weirder and weirder. Wrote an ask but didn’t get the answer. So I decided to answer it by myself (no, no, I don't feel lonely, no, no, no). Skullman’s level of connection with other RM is GOD, LOL. And yeah, Skull is a fan of rock/metal music. There was a disscussion on Discord about rock/metal music so I decided to write a popular (imo) groups. Non-Russian groups mentioned Dio AC/DC Can Aqua Queen The Who Camel Kiss Cream U2 Pearl Jam King Crimson Led Zeppelin Deep Purple Pink Floyd The Beatles Red Hot Chili Peppers (RHCP) Slipknot KOЯN Iggy Pop Metallica Iron Maiden Dire Straits ZZ Top Guns’n’Roses Rainbow T-Rex Bad Company Cinderella The Rolling Stones Black Sabbath Elvis Presley The Moody Blues Sex Pistols Limp Bizkit David Bowie Bullet For My Valentine (BFMV) Foo Fighters Chuck Berry Aerosmith Jimi Hendrix Bring Me The Horizon Marilyn Manson Whitesnake Survivor Russian groups Смысловые галлюцинации (Smyslovye Gallyutsinatsii) Сплин (Splin) Агата Кристи (Agatha Christie) Сектор Газа (Sektor Gaza) Гражданская Оборона (Grazhdanskaya Oborona) Би-2 (Bi-2) 7Б(7B) My Autumn The sentence: Цой-жив! (Tsoy is not dead) is a reference to musical group Кино (Kino)
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theart2rock · 5 years ago
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Bang Your Head 2020 - Warm Up - Vorschau
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Das Bang Your Head geht diesen Sommer in seine 25. Runde. So früh wie noch selten haben die Organisatoren schon eine ganze Menge an Bands bestätigt gehabt. Zu Weihnachten waren die Tage schon fast gefüllt und es waren nur noch wenige Bands offen. Dies ist natürlich behilflich wenn man die Festivalsaison planen will, denn meist sind es Bands die darüber entscheiden, wo der Festivalbesucher den hinreisen möchte. Obwohl beim Bang Your Head ganz klar auch der familiäre Charakter eine Rolle spielt. Ich kenne nicht viele Festivals in dieser Grössenordnung wo man sich auch einfach nur so mal trifft. Jahr für Jahr die gleichen Kumpels, die gleichen Besucher, da sind beim Einen oder Anderen dann auch schon einmal die Bands zweitrangig. Aber eines darf man sich halt doch auch nicht ausser Acht lassen, das Überangebot an Festivals und Konzerten an sich. Damit hat jeder zu kämpfen, auch das Bang Your Head. Vor einem Jahr hat man den Schritt gewagt, kleinere Brötchen zu backen und ich finde die Rechnung ist aufgegangen. So kommt es, dass auch Bands ohne überrissene Gagenforderungen die Chance kriegen auf einem Festival vor ein paar tausend Nasen zu spielen. Und das Bang Your Head war schon immer für einen ausgewogenen Mix im Bereich des traditionellen Heavy Metals bekannt. So beginne ich meine Festival Vorschau mit dem Warm Up um Unentschlossenen die Entscheidung zum Ticketkauf ein wenig einfacher zu machen.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_text_separator title=”WARM – UP 15.07.2020″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
BLAZE BAYLEY
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=6q4-xZ3LWSU”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_column_text]Blaze Bayley war jahrelang Sänger der britischen Band Wolfsbane, deren Song Seen How It’s Done mir damals ziemlich nachlief. 1994 bekam er dann das einmalige Angebot bei Iron Maiden einzusteigen als Bruce Dickinson auf Solopfaden zu wandern begann. Die Folge war die Auflösung von Wolfsbane. Bei Iron Maiden musste er ein Loch ausfüllen in welches die Band gefallen war. Die beiden mit ihm entstandenen Alben The X-Factor und Virtual X waren beileibe keine schlechten Alben, aber Blaze bekam vorallem die alten Klassiker live nicht richtig in den Griff. Seit 20 Jahren ist er nun wieder solo unterwegs. Live auf der Bühne singt er die von Iron Maiden selten gespielten Songs aus seiner Zeit und diese, wie The Clansman, auch immer noch so wie sie gespielt werden müssen. Dank Blaze bleiben die beiden Alben nicht Archiv liegen.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”42045″ img_size=”medium” onclick=”custom_link” link=”https://www.cede.ch/de/music/?view=detail&branch_sub=0&branch=1&aid=140314100&pid=1599″][/vc_column][vc_column][vc_zigzag][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
CIVIL WAR
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=lXAvNLTWNMM”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_column_text]Als es bei Sabaton 2012 zum grossen Bruch kam, gründeten die ausgestiegenen Mitglieder zusammen mit Sänger Nils Patrik Johansson die Band Civil War. Musikalisch wie auch textlich unterscheiden sie sich gar nicht mal so stark voneinander. Die Texte handeln ebenfalls von historischen Geschehnissen, jedoch nicht zwingend nur aus dem Sektor des Militärs. 2016 dann stieg Sänger Nils aus und man holte sich den Amerikaner Kelly Sundown in die Band.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”42046″ img_size=”medium” onclick=”custom_link” link=”https://www.cede.ch/de/music/?view=detail&branch_sub=0&branch=1&aid=142159672&pid=1599″][/vc_column][vc_column][vc_zigzag][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
D:A:D
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=ASfVIFUw20Y”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_column_text]Wenn der Disney Konzern schon Angst hat vor einer dänischen Band, dann muss da echt was dran sein. Ihr arschgeiler Rock mit Blues und Country Einflüssen lässt keinen locker. Und wenn dann auch noch ein verrückter Bassist die Bühne entert mit seinen zwei Saiten ist die Stimmung am Siedepunkt angelangt. Wer D:A:D schon einmal live erlebt hat, wird dies garantiert noch einmal wollen. Seit bald 40 Jahren einfach nur gute Laune Musik.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”28469″ img_size=”medium” onclick=”custom_link” link=”https://www.cede.ch/de/music/?view=detail&branch_sub=0&branch=1&aid=16791996&pid=1599″][/vc_column][vc_column][vc_zigzag][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
MANIMAL
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=WS3tQiFRnLE”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_column_text]Power Metal aus Göteborg. Und wo Schweden drauf steht ist auch mit Garantie Melodie mit reingepackt. Manimal gibt es auch schon 19 Jahre lang. Trotzdem sind es bisher erst drei Alben die auf die Menschheit losgelassen wurden. Diese dafür in der gewohnten Schwedenqualität. Ihr letztes Album Purgatorio ist der Beweis dafür wie man eingängige Songs mit Bombenhooklines produziert. Die Refrains immer nah dran sich in jedem Ohr festzusetzen.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”42167″ img_size=”medium” onclick=”custom_link” link=”https://www.cede.ch/de/music/?view=detail&branch_sub=0&branch=1&aid=16319043&pid=1599″][/vc_column][vc_column][vc_zigzag][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
NIGHT VIPER
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=ICxFDA8-fxc”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_column_text]Ebenfalls aus Göteborg kommt die von Sängerin Sofie Lee angeführte Band Night Viper. Diesmal gibt es eine ordentliche Packung Heavy Metal um die Ohren. Mit zwei Alben im Gepäck kommen die Schweden nach Balingen und werden dort gehörig mit ihrem Classic Metal rocken. Headbangen ist angesagt.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”42169″ img_size=”medium” onclick=”custom_link” link=”https://www.cede.ch/de/music/?view=detail&branch_sub=0&branch=1&aid=146468552&pid=1599″][/vc_column][vc_column][vc_zigzag][/vc_column][/vc_row]
Bang Your Head 2020 – Warm Up – Vorschau was originally published on The Art 2 Rock
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inky-da-dinky · 2 months ago
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Ranking the Lin Kuei bros & the Iron Maidens on their spice tolerance
1. Kuai Liang- Highest spice tolerance. He's a literal pyromancer, spicy food is nothing to him. It also helps that his metabolism burns faster than he does!
2. Sektor- High spice tolerance. Maybe it's me associating fire users with high spice tolerance, maybe it's me thinking that she grew up Madam Bo's spicy dishes that rival Bo' Rai Cho's firey alcohol Fatality. The world may never know.
3. Cyrax- Mid spice tolerance. Tolerates savory spicy dishes (Within 5 business days & enough water to drown Seido), but absolutely digs spicy candy. She can eat a mouthful of Hot Tamales without breaking a sweat.
4. Tomas- Lower than average spice tolerance. Will laugh at Bi Han absolutely suffering over a bowl of dan dan noodles, only to take a bite & cave right after him. He's really fond of bitter & fermented food.
5. Bi Han- Lowest spice tolerance. Being a cryomancer leaves his taste buds extra sensitive to the hot & spicy. It's debatable if he can handle hard peppermint candies.
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inky-da-dinky · 5 months ago
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Tbh, I really hope that Sektor having this specific haircut doesn't get rettconned. ❤️
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agvarina · 3 months ago
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Your Sektor & Iron Maiden Sektor are MLM/WLW hostility
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agvarina · 4 months ago
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What if your Sektor & Cyrax + Iron Maiden Sektor & Cyrax were twins?
Now we cooking
Cyraxes are fraternal twins (boy cyrax is The younger twin) that love and care for each other.
Sektors are identical twins (Boy sektor is trans) who constantly argue and lovingly insult each other, If made to work in The same room tools Will Be thrown.
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