#historia de la nacion latinoamericana
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sublecturas · 2 years ago
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"Historia de la Nación Latinoamericana", de Jorge Abelardo Ramos en la #LíneaB @Edicontinente
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satorugojowidow · 1 year ago
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El Gobierno de Javier Milei anunció que modificará la ley de Educación con el objetivo de "penar el adoctrinamiento en las escuelas", lo cual es básicamente prohibir la enseñanza de la historia, ciudadanía y otras disciplinas humanísticas basadas en datos científicos porque puede contradecir su propio relato del pasado basado en mentiras.
Los artículos que se buscan eliminar son:
ARTÍCULO 11.- Los fines y objetivos de la política educativa nacional son:
a) Asegurar una educación de calidad con igualdad de oportunidades y posibilidades, sin desequilibrios regionales ni inequidades sociales.
b) Garantizar una educación integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona y habilite tanto para el desempeño social y laboral, como para el acceso a estudios superiores.
c) Brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacífica de conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural.
d) Fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto a la diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores universales y a la integración regional y latinoamericana.
e) Garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
f) Asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo.
g) Garantizar, en el ámbito educativo, el respeto a los derechos de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la Ley N° 26.061.
h) Garantizar a todos/as el acceso y las condiciones para la permanencia y el egreso de los diferentes niveles del sistema educativo, asegurando la gratuidad de los servicios de gestión estatal, en todos los niveles y modalidades.
i) Asegurar la participación democrática de docentes, familias y estudiantes en las instituciones educativas de todos los niveles.
j) Concebir la cultura del trabajo y del esfuerzo individual y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
k) Desarrollar las capacidades y ofrecer oportunidades de estudio y aprendizaje necesarias para la educación a lo largo de toda la vida.
l) Fortalecer la centralidad de la lectura y la escritura, como condiciones básicas para la educación a lo largo de toda la vida, la construcción de una ciudadanía responsable y la libre circulación del conocimiento.
m) Desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación.
n) Brindar a las personas con discapacidades, temporales o permanentes, una propuesta pedagógica que les permita el máximo desarrollo de sus posibilidades, la integración y el pleno ejercicio de sus derechos.
ñ) Asegurar a los pueblos indígenas el respeto a su lengua y a su identidad cultural, promoviendo la valoración de la multiculturalidad en la formación de todos/as los/as educandos/as.
o) Comprometer a los medios masivos de comunicación a asumir mayores grados de responsabilidad ética y social por los contenidos y valores que transmiten.
p) Brindar conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación integral de una sexualidad responsable.
q) Promover valores y actitudes que fortalezcan las capacidades de las personas para prevenir las adicciones y el uso indebido de drogas.
r) Brindar una formación corporal, motriz y deportiva que favorezca el desarrollo armónico de todos/as los/as educandos/as y su inserción activa en la sociedad.
s) Promover el aprendizaje de saberes científicos fundamentales para comprender y participar reflexivamente en la sociedad contemporánea.
t) Brindar una formación que estimule la creatividad, el gusto y la comprensión de las distintas manifestaciones del arte y la cultura.
u) Coordinar las políticas de educación, ciencia y tecnología con las de cultura, salud, trabajo, desarrollo social, deportes y comunicaciones, para atender integralmente las necesidades de la población, aprovechando al máximo los recursos estatales, sociales y comunitarios.
v) Promover en todos los niveles educativos y modalidades la comprensión del concepto de eliminación de todas las formas de discriminación.
ARTÍCULO 126.- Los/as alumnos/as tienen derecho a:
a) Una educación integral e igualitaria en términos de calidad y cantidad, que contribuya al desarrollo de su personalidad, posibilite la adquisición de conocimientos, habilidades y sentido de responsabilidad y solidaridad sociales y que garantice igualdad de oportunidades.
b) Ser respetados/as en su libertad de conciencia, en el marco de la convivencia democrática.
c) Concurrir a la escuela hasta completar la educación obligatoria.
d) Ser protegidos/as contra toda agresión física, psicológica o moral.
e) Ser evaluados/as en su desempeño y logros, conforme a criterios rigurosa y científicamente fundados, en todos los niveles, modalidades y orientaciones del sistema, e informados/as al respecto.
f) Recibir el apoyo económico, social, cultural y pedagógico necesario para garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades que le permitan completar la educación obligatoria.
g) Recibir orientación vocacional, académica y profesional-ocupacional que posibilite su inserción en el mundo laboral y la prosecución de otros estudios.
h) Integrar centros, asociaciones y clubes de estudiantes u otras organizaciones comunitarias para participar en el funcionamiento de las instituciones educativas, con responsabilidades progresivamente mayores, a medida que avancen en los niveles del sistema.
i) Participar en la toma de decisiones sobre la formulación de proyectos y en la elección de espacios curriculares complementarios que propendan a desarrollar mayores grados de responsabilidad y autonomía en su proceso de aprendizaje.
j) Desarrollar sus aprendizajes en edificios que respondan a normas de seguridad y salubridad, con instalaciones y equipamiento que aseguren la calidad del servicio educativo.
Básicamente el gobierno quiere eliminar los pilares de una educación entendida desde el derecho de las/os/es estudiantes, basada en saberes científicos, con una orientación integral, desde una perspectiva democrática y de respeto a sus identidades y subjetividades. Para ello comienza amenazando con perseguir políticamente a las/os/es docente que sostenemos con compromiso el derecho a la educación en un contexto de desidia y desfinanciamiento.
La persecución que se asoma en el horizonte ya la vivimos en este país durante la dictadura, sin importar las amenazas, seguiremos defendiendo la escuela pública. A la dictadura no volvemos Nunca Más!
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jeaninelatragedia · 11 months ago
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la gente que dice que no hay anarquistas en el sur global están mal, por más que me pese el corazón hay mucha teoría anarquista en latinoamérica.
dicho eso, creo que es una de las cosas que más revela la completa incompatibilidad de la ideología comunista anti-imperialista con la ideología anarquista. los movimientos anarquistas mexicanos, por ejemplo tienen una historia de asimilación al "canon" político del liberalismo que exponía el partido oficial (junto con el trotskyismo, por qué será!), ya que eran ideologías sin salida, sin amor nacional que refutaban una de las armas anti-imperialistas más importantes de una nación periférica: el nacionalismo comunista. (esto también refuerza el nacionalismo liberal, que lleva a más explotación por parte del núcleo imperial, claro. es bueno fomentar esas ideas para poder refutarlas sin perder nada, como se perdería "aceptando" la ideología marxista-leninista).
cualquier persona que se considere seria sobre la explotación latinoamericana por parte de las naciones del núcleo imperial debe entender que, aunque exista historia de la teoría anarquista por toda latinoamérica, no hay modelo anarquista posible que no termine por sucumbir a los intereses imperialistas que buscan explotar nuestras naciones por sus intereses económicos. la única forma de protejernos es con solidaridad entre naciones, alianzas económicas, y llegar a cultivar un poder dual que pueda plantearse en contra de los que busquen mantener la explotación económica del sur global.
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trastornadosrevista · 5 months ago
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OASIS: Df Entertainment confirma su regreso a Argentina
16 años después de su última visita al país y de su posterior separación, los hermanos que reimaginaron el britpop vuelven a Argentina. Producidos por DF Entertainment, los hermanos Gallagher comenzarán su visita a Latinoamérica con dos shows históricos en el Estadio River Plate las noches del 15 y 16 de noviembre de 2025 en el marco de su tour internacional que volvió a unirlos: “OASIS LIVE 25”.
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“Las estrellas se alinearon. La gran espera terminó. Vengan a ver. No será televisado” fueron las palabras con las que Oasis cumplió el sueño de millones de fans en el mundo y anunció su regreso a los escenarios. Desde entonces, crecieron los rumores de una etapa latinoamericana del tour de reunión de los hermanos Noel y Liam Gallagher, que hoy tiene su confirmación oficial: la gira incluirá una parada doble en Buenos Aires, con dos shows producidos por DF Entertainment en el Estadio Mâs Monumental, las noches del 15 y 16 de noviembre de 2025.
Tras una increíble recepción global por su regreso, la banda añadió 5 conciertos en estadios en América del Sur. Esta nueva etapa del tour comenzará en el Estadio River Plate, un lugar muy especial para los Gallagher. En palabras de ellos mismos: “Pueblo de la Gran Nación Argentina. Oasis regresa a casa, al Estadio River Plate. Estén ahí”. El anuncio -que incluye fechas en Brasil y Chile- marca las primeras presentaciones de la banda en América del Sur en 16 años, tras un éxito sin precedentes de entradas agotadas en el Reino Unido, Irlanda, América del Norte y Australia.
Desde inicios de los ‘90, Oasis encabezó una verdadera revolución musical que colocó el britpop en lo más alto a escala mundial. Con himnos como “Wonderwall,” “Live Forever” y “Champagne Supernova” entre sus 22 singles consecutivos en el top diez, marcaron el sonido de toda una época. Los hitos de la banda son impresionantes: 70 millones de álbumes vendidos, una colección interminable de premios, récords como el de álbum más vendido en una semana en Inglaterra con Definitely Maybe (1994), y del álbum de venta más rápido con Be Here Now (1997), la huella de Oasis sobre la música es incalculable. 
Debido a la demanda anticipada de entradas, habrá una preventa para fans antes de que la gira salga a la venta la próxima semana. La inscripción para la preventa ya está abierta en oasisinet.com hasta el miércoles 6 de noviembre a las 11:00 horas. La venta general de entradas comenzará el miércoles 13 de noviembre a las 12:00 horas y estará disponible únicamente en allaccess.com.ar.
La gira comenzará en Reino Unido natal el 4 de julio de 2025 en el Principality Stadium de Cardiff, a la que le seguirán 12 fechas en el país. Entre agosto y septiembre harán paradas por Escocia, Irlanda, Canadá, Estados Unidos y México y regresarán a Inglaterra para hacer dos shows en el emblemático Wembley Stadium. En octubre y comienzos de noviembre será el turno de los cinco shows en Australia, lo que dará paso a la etapa latinoamericana del tour, donde no solo visitarán Argentina, sino que también darán increíbles e inolvidables shows en Brasil (en el Estadio MorumBIS) y Chile (en el Estadio Nacional).
El tour “OASIS LIVE 25” será sin dudas EL suceso musical del 2025 que llegará a Buenos Aires de la mano de DF Entertainment, ¡no te quedes afuera! Su regreso sin dudas garantizará un show inolvidable y un hito en la historia de la música mundial.
TODAS LAS FECHAS DE LA GIRA OASIS LIVE ’25:
JULIO 2025
Vie 4 Jul – Principality Stadium, Cardiff, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 5 Jul – Principality Stadium, Cardiff, Reino Unido (AGOTADO)   Vie 11 Jul – Heaton Park, Manchester, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 12 Jul – Heaton Park, Manchester, Reino Unido (AGOTADO)   Mié 16 Jul – Heaton Park, Manchester, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 19 Jul – Heaton Park, Manchester, Reino Unido (AGOTADO)   Dom 20 Jul – Heaton Park, Manchester, Reino Unido (AGOTADO)   Vie 25 Jul – Wembley Stadium, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 26 Jul – Wembley Stadium, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   Mié 30 Jul – Wembley Stadium, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   AGOSTO 2025 Sáb 2 Ago – Estadio Wembley, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   Dom 3 Ago – Estadio Wembley, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   Vie 8 Ago – Estadio Scottish Gas Murrayfield, Edimburgo, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 9 Ago – Estadio Scottish Gas Murrayfield, Edimburgo, Reino Unido (AGOTADO)   Mar 12 Ago – Estadio Scottish Gas Murrayfield, Edimburgo, Reino Unido (AGOTADO)   Sáb 16 Ago – Croke Park, Dublín, IE (AGOTADO)   Dom 17 Ago – Croke Park, Dublín, IE (AGOTADO)   Dom 24 Ago – Estadio Rogers, Toronto, ON (AGOTADO)   Lun 25 Ago – Estadio Rogers, Toronto, ON (AGOTADO)   Jue 28 Ago – Soldier Field, Chicago, IL (AGOTADO)   Dom 31 Ago – Estadio MetLife, East Rutherford, NJ (AGOTADO)   SEPTIEMBRE 2025 Lun 1 Sep – Estadio MetLife, East Rutherford, NJ (AGOTADO)   Sáb 6 Sep – Estadio Rose Bowl, Los Ángeles, CA (AGOTADO)   Dom 7 Sep – Estadio Rose Bowl, Los Ángeles, CA (AGOTADO)   Vie 12 Sep – Estadio GNP Seguros, Ciudad de México, MX (AGOTADO)   Sáb 13 Sep – Estadio GNP Seguros, Ciudad de México, MX (AGOTADO)   Sáb 27 Sep – Estadio Wembley, Londres, Reino Unido (AGOTADO)   Dom 28 Sep – Estadio Wembley, Londres, Reino Unido (AGOTADO)
OCTUBRE 2025  Vie 31 Oct – Marvel Stadium, Melbourne, Australia (AGOTADO)
NOVIEMBRE 2025 Sáb 1 nov – Marvel Stadium, Melbourne, Australia (AGOTADO) Mar 4 nov – Marvel Stadium, Melbourne, Australia (ESPECTÁCULO ADICIONAL AGREGADO) Sáb 7 nov – Accor Stadium, Sídney, Australia (AGOTADO) Dom 8 nov – Accor Stadium, Sídney, Australia (AGOTADO) Sáb 15 nov – Estadio River Plate, Buenos Aires, Argentina (RECIÉN AGREGADO) Dom 16 nov – Estadio River Plate, Buenos Aires, Argentina (RECIÉN AGREGADO) Mié 19 nov – Estadio Nacional, Santiago, Chile (RECIÉN AGREGADO) Sáb 22 nov – Estadio MorumBIS, São Paulo, Brasil (RECIÉN AGREGADO) Dom 23 nov – Estadio MorumBIS, São Paulo, Brasil (RECIÉN AGREGADO)
VENTA GENERAL DISPONIBLE DESDE EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2024 A LAS 12:00 HORAS, ÚNICAMENTE DESDE ALLACCESS.COM.AR
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hipertexto · 11 months ago
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Extractos de LITERATURA LATINOAMERICANA: DESCOLONIZAR LA IMAGINACIÓN por Liliana Weinberg
la nueva tradición de crítica literaria y cultural, algunos de cuyos rasgos pueden rastrearse en esta reseña programática, se plantea ya el problema de la relación de la obra no sólo con la historia y las condiciones materiales de producción sino con “un sentido de la historia y del universo” y esto implica buscar nuevas modalidades interpretativas que permitan ver las obras en el mundo pero también el mundo en las obras. De allí que encuentren, en la localización de los “valores signo” de una cultura (Mariátegui), o en la búsqueda de “nuestra expresión” y de “nuestra palabra” (Henríquez Ureña) caminos para ahondar en el conocimiento de una cierta “configuración” cultural a través del arte y la literatura.
Sus indagaciones les servían para impugnar los proyectos elitistas y excluyentes, y los conducían a tocar un sustrato de lo nacional que lo negaba y superaba, en cuanto conducía al descubrimiento de una realidad social mucho más compleja que rebasaba los términos de dichos proyectos y, por lo profundo, llevaba a nuestros intérpretes a asomarse a una entidad más abarcadora: América Latina.
El presente texto quiere volver a asomarse, desde la propia experiencia de lectura, a ese espacio donde confluyen texto y contexto, imaginario colectivo e imaginario individual.p.11
Esos monumentales esfuerzos interpretativos nos han legado intuiciones fundamentales que el presente ensayo quiere retomar, bajo la divisa de muchos de nuestros grandes artistas: descolonizar la imaginación. A partir de la matriz básica de un imaginario compartido y de un patrimonio simbólico que nos remite a cierta forma característica de representación del mundo, los autores nacidos en las diversas entidades que integran América Latina han construido a su vez nuevas soluciones imaginarias que retoman y superan creativamente los muchos modos de colonización de nuestra experiencia histórica y nos afirman por la libertad múltiple de la experiencia estéticap.12
Si para este crítico es posible pensar en un horizonte artístico propio de la literatura occidental, caracterizable por determinados rasgos, como una peculiar forma de representación de la realidad y un tratamiento característico de tiempo, espacio e individuo, ¿nos será cuando menos dado intentar una aproximación semejante a la literatura latinoamericana en su conjunto a través de la exploración de ciertas soluciones simbólicas?
Otro tanto podemos decir de muchos de nuestros mejores críticos que, como Henríquez Ureña, Rama o Cornejo Polar, pensaron integralmente nuestra América desde el exilio.
Debemos tener en cuenta, sin simplificaciones, idealizaciones ni determinismos de ninguna especie, que esta literatura, tal como se presenta hoy, no es absolutamente original ni absolutamente reductible a ninguna otra serie. Surgidas del encuentro forzado de las culturas precolombinas con los grupos humanos que llevaron a cabo el descubrimiento, la conquista y la colonización de América, y nutridas por el patrimonio que a su vez aportaron los contingentes de mano de obra trabajadora que llegaron en sucesivas oleadas de desarraigo, las formas simbólicas con que se alimenta nuestra literatura surgen ya de una tensión esencial y atenazante que encierra afinidades, diferencias, superposiciones, asimetrías y rechazos.
las ideas se imponen al autor y generan la necesidad de verterlas por escrito. La publicación de los ensayos en la forma de libro no es pues automática, e implica una tensión entre la dinámica propia de los mismos y la necesidad de un orden y una inscripción institucional que les brinde un marco. El libro, símbolo de un orden de cultura que se va a estudiar como un objeto más de la crítica, es también vehículo de difusión de las ideas y de la presencia viva de quien las piensa.
Si regresamos a la “Advertencia” de los 7 ensayos de Mariátegui descubriremos que se cierra con una nueva protesta: “no soy un crítico imparcial y objetivo”. Lejos de adoptar una pretendida posición de neutralidad que a su vez fuera capaz de generar un efecto de objetividad en sus afirmaciones, el ensayista se niega a erigirse en juez y prefiere declararse parte
"Mi testimonio es convicta y confesamente un testimonio de parte": esta afirmación de José Carlos Mariátegui en el último de sus 7 ensayos de interpretación sigue siendo uno de los más atractivos puntos de partida para un análisis de la realidad latinoamericana. La idea de que todo juicio está marcado por una posición interesada y no neutral en el concierto social, la necesidad de desenmascarar toda falsa objetividad, distan en mucho de una simple posición individualista y falsamente universalista, que parecía ya superada pero a la que retornan algunas corrientes del pensamiento de la posmodernidad.
La crítica literaria y cultural ha procurado a su vez construir categorías de análisis — ‘heterogeneidad’ (Cornejo Polar), ‘transculturación’ (Ortiz, Picón-Salas y Rama), ‘ciudad letrada’ (Rama), ́formación’ y ‘sistema’ (Candido), ‘hibridez’ (García Canclini)—, que permiten comprender procesos específicos de nuestra América y abordar algunos de ellos.
Al interpretar la literatura latinoamericana como literatura caracterizada por la dialéctica colonización-descolonización se procura, precisamente, interpretar, esto es, encontrar un sentido, una clave que a la vez agrupe procesos que se dan en ámbitos estructurales y superestructurales, en órbitas exógenas y endógenas de nuestras obras literarias. Esto no implica reducir la pluralidad de producciones, textos y públicos, estilos y temáticas, a un solo y único punto de vista. Lo colonial marca el comienzo de la literatura latinoamericana, la conciencia de pertenencia a un "pequeño género humano" irreductible al europeo como es irreductible al específicamente americano, asiático o africano, aunque constituido por componentes de todos ellos. Temas que hoy nos atenazan, como la necesidad de recuperar nuestra historia y nuestra identidad, ser locales a la vez que universales, nuestra posición paradójica respecto de los centros hegemónicos, nuestra nostalgiosa necesidad de ser suburbio y superar el suburbio, nuestra negación del nosotros, tienen todos ellos componentes que proceden de esta matriz básica. Por su parte, y a partir del reconocimiento de que hay otros tempos y procesos de la creación y de la literatura que no pueden reducirse a la historia de hechos, autores como Octavio Paz desarrollarán más tarde la idea de tradición y ruptura.
“Una teoría moderna —literaria, no sociológica— sobre el proceso normal de la literatura de un pueblo distingue en él tres períodos: un periodo colonial, un período cosmopolita, un período nacional. Durante el primer período un pueblo, literariamente, no es sino una colonia, una dependencia de otro. Durante el segundo período, asimila simultáneamente elementos de diversas literaturas extranjeras. En el tercero, alcanzan una expresión bien modulada su propia personalidad y su propio sentimiento. No prevé más esta teoría de la literatura. Pero no nos hace falta, por el momento, un sistema más amplio” -Mariategui
La interpretación mariateguiana se basa entonces en la determinación de tres momentos axiales ligados a la instauración, negación y superación del modelo dependiente.
“Y hoy, ante los desastres del Antiguo Mundo, América cobra el valor de una esperanza. Su mismo origen colonial, que la obligaba a buscar fuera de sí misma las razones de su acción y de su cultura, la ha dotado precozmente de un sentido internacional, de una elasticidad envidiable para convertir el vasto panorama humano en especie de unidad y conjunto. La cultura americana es la única que podrá ignorar, en principio, las murallas nacionales y étnicas [...]. Las naciones americanas no son, entre sí, tan extranjeras como las naciones de otros continentes. Tres siglos de elaboración; un siglo de azarosos tanteos, desatados por las independencias y las nuevas organizaciones; medio siglo más de coherencia y cooperación. Tal es, en su perspectiva general, la senda de América.” -Alfonso Reyes
El problema de la periodización de nuestra literatura sigue teniendo un enorme interés. Así lo demuestra el lugar central que ocupa en la crítica latinoamericana la discusión en torno a ese tópico. Para Jacques Leenhardt, por ejemplo, periodizar implica producir una unidad significativa más allá de la diversidad en los niveles de la realidad y, dado que en América Latina existe una desarticulación entre las instancias sociopolítica, cultural y económica y una discordancia de las instancias discursivas, es imposible hablar de periodización…
El ensayo mariateguiano afirma la historicidad del hecho literario y se propone a la vez buscar sus momentos clave o momentos de sentido. De este modo, si uno de los datos históricos documentables es la instauración de la relación colonial, éste sólo se convierte en "momento de sentido" cuando se lo interpreta a la luz del proceso histórico por el cual se instaura esa relación. Esta tensión historicidad-sentido puede parecer un laberinto sin salida. Más aún, en la polémica entre lo histórico y lo estructural se han debatido varias corrientes de interpretación de nuestra literatura. Si tomamos una posición sustancialista y no dialéctica, diacronía y sincronía —tanto en el análisis de la obra literaria como en el estudio de cualquier fenómeno— resultan excluyentes. Como bien lo demostró Bajtin, si los sistemas son tratados de manera sincrónica,
no hay posibilidad de entender ningún principio de cambio; inversamente, si el hecho se estudia diacrónicamente y en su exterioridad, el cambio sólo puede ser comprendido como elección de alternativas que esencialmente ya están dadas y no como un proceso en el cual quede comprendida la organicidad del fenómeno, puesto que las leyes del cambio quedan puestas más allá de la creatividad. P.36-37
Antonio Candido propone el concepto de "momentos decisivos", que son aquellos en los que se discierne la formación de un sistema a través de las obras artísticas individuales, y que de algún modo reflejan la tensión viva entre sincronía y diacronía.31 Para el gran crítico brasileño, una obra es una realidad autónoma, cuyo valor radica en la fórmula que obtiene para plasmar elementos no literarios y transfigurar la realidad. Las obras no "valen" por expresar la realidad sino por la manera en que lo hacen. "Valen" porque inventan una vida nueva y ofrecen una organización formal hecha posible por la imaginación. Para que se dé un momento decisivo se requiere por tanto de la existencia de obras con valor estético autónomo insertas en el tiempo, algunas de las cuales serán a su vez generadoras de una tradición.p.37
Martín Fierro es, como ya lo afirmó Martínez Estrada, la contraparte del Facundo.46 Ángel Rama ha hecho también una certera observación sobre el origen del Poema, en cuanto representaría la reacción de un escritor de la ciudad letrada ante un mundo rural que considera en extinción.47 Quiero por mi parte simplemente evocar aquí el Martín Fierro como testimonio no sólo de la vida del gaucho sino también de la existencia de un fuerte circuito de tradición oral cuya valoración se reconoce hoy ya como inexcusable para los estudiosos de la literatura latinoamericana…. No es sólo la maestría en la imitación del habla, el estilo y costumbres del gaucho la que decide esta superación: hay algo más. Algo que la crítica seguirá indagando, y que está vinculado a la recuperación de la voz y la visión de mundo del gaucho con una maestría insuperable; Hernández deja hablar a la voz del gaucho, y nos deja oír su canto.
“[...]. Vallejo es un creador absoluto [...]. El valor sustantivo de Vallejo es el de creador. Su técnica está en continua elaboración [...]. Hay en Vallejo un americanismo genuino y esencial; no un americanismo descriptivo o localista. Vallejo no recurre al folklore. La palabra quechua, el giro vernáculo, no se injertan artificiosamente en su lenguaje; son en él el producto espontáneo, célula propia, elemento orgánico”-Mariategui…Intemporal y arraigado en el tiempo sin tiempo del mito a la vez que profundamente temporal y arraigado en el trabajo, el poeta de vanguardia encuentra en él un símbolo fundamental para su quehacer, una de cuyas caras mira a la trascendencia de la experiencia humana y la otra mira al trabajo: dos formas de la comunidad; dos formas de negación de la soledad y el ayuno…El poeta se siente ladrón, y en tal carácter se asimila tanto a quien roba justicieramente un huerto para saciar el hambre como a quien ocupa un lugar en la vida de todos: el ladrón no tiene un lugar fijo en la sociedad, es un marginado, un ser que no se queda nunca en un lugar sino que está obligado a vagar.
El solo de la vanguardia, que es a la vez el desarraigado de origen, el trabajador atado a un salario precario, el habitante de un cuarto solo en una pensión barata de cualquier calle y de cualquier ciudad, logra encontrar, a través del símbolo mínimo y universal del pan que mantiene la vida y se opone al hambre mortal, en la intersección de dos complejos metafóricos divergentes (pan-calor-comunión y hambre-frío-impersonalidad) y no puede sino invocar ese símbolo mínimo, universal, absolutamente traducible como es traducible el hambre. Hay una “emoción de ayuno”, se bebe café... La afirmación de una nueva forma de esencialidad y universalidad dada, no por elementos abstractos y metafísicos, sino mínimos y colectivos, absolutamente traducibles y recurrentes en la experiencia humana: hambre y pan.
Nos legó Martí una de las mayores, más densas y herméticas formas de simbolización de la relación compleja entre “dos patrias”. En una primera lectura, estas dos patrias, a las que llama “Cuba” y “la noche”, se nos presentan como una tensión entre dos vocaciones, entre dos llamados, entre dos mundos: el patriótico y el creativo, el orbe diurno de la vida política y el nocturno de la vida poética que se presentan al “yo” y le pertenecen de manera tan exigente y demandante como ese “yo” les pertenece.
Sin embargo, a partir de la pregunta que ocupa la primera parte del segundo
endecasílabo, “¿O son una las dos?”, la primera oposición comienza a minarse y a dar lugar
a un complejo entramado, a un momento ambiguo, a un espeso bosque de correspondencias: luz-día-vida, versus oscuridad, noche, muerte; hombre-palabra humana; universo-habla del universo.
El modernismo retoma uno de los grandes temas románticos: lo nocturno, que a su vez apunta (sólo apunta, sin colmarse nunca del todo) lo inabarcable, lo sublime, lo otro, lo desconocido, reverso de la luz y de la medida, pero lo carga de nuevos sentidos y lo convierte en un nuevo mundo de correspondencias. El símbolo de la noche designa lo indesignable, lo uno que es lo otro, la configuración que se reabre, que se reconfigura sin descanso. Y la sangre remite a la sinceridad radical del poeta: al tajo, al dolor, con que saca sus versos de las propias entrañas. La naturaleza habla mejor que el hombre. El quehacer del artista se ve confrontado con el del artesano: el uno especializado y dedicado de manera autoconsciente al trabajo espiritual que se absorbe en la perfección de la forma, el otro dedicado también a la transformación del mundo natural, pero aún no acabadamente consciente de su quehacer
Dos de los temas clave para la definición del mismo radican en la nueva posición que ocuparán artista e intelectual frente al problema del artepurismo y la relación del hombre con la técnica. No es casual que las nociones de “idea” y “trabajo” ocupen un lugar fundamental en sus reflexiones sobre arte y literatura. Sencillez, naturalidad, autenticidad para escuchar la propia voz y la voz de la naturaleza, son algunos de los rasgos que pide Martí a los nuevos poetas. Critica al espíritu burgués, con su cuota de superficialidad y artificio.
En El caracol y la sirena, Octavio Paz se refiere certeramente al modernismo como “un movimiento cuyo fundamento y meta primordial era el movimiento mismo” y a la poesía como “una experiencia total”.68 Con el modernismo se cierra una etapa en la literatura hispanoamericana y se abre una nueva concepción del campo literario como un campo autónomo, con leyes simbólicas específicas, regido por el concepto de arte puro y autorreferencialidad. Temas, imágenes, símbolos no obedecen a una lógica externa al sistema literario, sino a una lógica interna que un observador externo sólo podrá considerar pura arbitrariedad.
La defensa del “acratismo” del arte, esto es, su ruptura con todo afán didáctico y moralizante, y, más aún, la afirmación implícita de que —como en Las flores del mal— la relación belleza y bien no es imperativa, están presentes en su relectura de Azul, a la que considera “producción de arte puro, sin que tenga nada de docente ni de propósito moralizador”. Y su elección de aquellos autores que denomina Los raros es precisamente otro de los rasgos que definirán a la familia modernista: el poeta sigue la propia ley de la creación y establece de manera en apariencia arbitraria –pero rigurosamente obediente a los criterios fijados a partir de aquélla-- el sistema de correspondencias y la nueva tradición en que se habrá de inscribir su obra.
Concebido bajo el modelo de un “discurso cívico”, el Ariel es un testimonio de la preocupación de un intelectual de principios del siglo XX por el acelerado cambio de una sociedad que asiste a la corrupción y mercantilización de los valores espirituales y a la emergencia de nuevos sectores —particularmente los que llegan con las oleadas
inmigratorias— y la generación de “multitudes cosmopolitas” que ponen en crisis los cauces tradicionales de la vida democrática y el orden de una sociedad gobernada por un sector de base criolla. Preocupado por la expansión del pragmatismo y el utilitarismo, el culto a la mercancía y la necesidad de formación de una élite, a una “aristocracia del espíritu” que a su vez multiplique a través de la educación los valores de la sensibilidad y la inteligencia, el Ariel fue a su vez recibido en distintos puntos de Hispanoamérica como una proclama o una exhortación a la unidad de América por el espíritu.
Ariel está a la vez sujeto de Calibán como de la materialidad del mármol. Liberarse de estas dos determinaciones no es sólo abandonar lo bajo por lo alto, sino buscar su propia superación a través de la forma, como lo hacen la pintura, la escultura o la poesía. Rodó encuentra así una propuesta para fundamentar el quehacer propio del intelectual, en el momento mismo de génesis de esa nueva figura en el panorama cultural y político, que debe distinguirse tanto del artista propiamente dicho como del político profesional: aristócrata del espíritu, representante de un largo proceso de “selección espiritual”, el intelectual ingresará en el espacio público y lo reinterpretará bajo el modelo de un espacio preservado, un laboratorio donde lo social se piensa a través de la estilización, la literaturización, la elusión de los conflictos sociales: un lugar que, como el libro, convierte el marco contextual en realidad textual: he allí el espacio donde transcurre la prédica laica de Próspero, un espacio de la palabra puesto en nueva clave literaria.
El Ariel plantea la defensa de una aristocracia de los mejores en una democracia en la que predomina el número y hace una exhortación en favor de “la ley moral como una estética de la conducta”84 que conduzca al perfeccionamiento de la vida del espíritu y su defensa del ideal arielista para América, basado en el modelo griego y cristiano. Ello se traduce en una serie de polos antitéticos que se presentan en el Ariel: el orbe del espíritu versus el de la materia, desinterés versus utilitarismo, contemplación versus pragmatismo, orbe latino versus orbe anglosajón. La obra es también respuesta a un mundo que Rodó veía triplemente amenazado: por la democracia del número en lo político, por el culto vacío a la mercancía en lo económico y por el predominio del positivismo y el materialismo en lo filosófico. Defiende Rodó la necesidad de fortalecer una nueva élite que supere estas tres limitaciones a los fueros del espíritu, y dé a la América Latina un perfil propio que a su vez revalide y justifique su propia posición y la de otros artistas y pensadores. Posiblemente nunca alcanzó a imaginar Rodó el amplio eco y la rápida difusión que habrían de tener sus ideas, en cuanto permitieron a la nueva intelectualidad de nuestra región sentar las bases que otro intelectual, Manuel Ugarte, denominará “el parlamento de la raza”.
Recordemos que Rodó dedica su texto a “La juventud de América”, y que esta noción,convertida en palabra de pase del arielismo, tuvo incluso fuertes repercusiones en la formación de nuevas generaciones latinoamericanas: pensemos, sin ir más lejos, en Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña o Germán Arciniegas. Con el paso del tiempo, este programa arielista temprano habrá de cargarse de nuevos ingredientes: en primer término, el reformismo universitario, y luego entrará en fuerte contradicción al verse obligado a una confrontación con la inclusión de otros elementos, tales como el discurso proletario y las posiciones antiimperialistas…. Próspero educa por el espíritu, y refuerza así la escisión entre los diversos modelos de educación que están también rivalizando en ese mundo exterior al que llegan las oleadas inmigratorias: un sistema escolar obligado a confrontarse con las prácticas y saberes ligados al ámbito artesanal y al de la producción en serie. El ala, la frente, la idea, el espíritu, la palabra, refuerzan un modelo de enseñanza radicalmente opuesto al manual y técnico (y, a la larga, apuntan a una de las mayores contradicciones de un modelo educativo que pretende ser a la vez incluyente y excluyente, abierto y diferenciador): “el honor de cada generación humana exige que ella se conquiste, por la perseverante actividad de su pensamiento, por el esfuerzo propio, su fe en determinada manifestación del ideal y su puesto en la evolución de las ideas” (Rodó)
En efecto, se descubre a través de estos textos la tensión entre la figura del artista y la del intelectual, clave del modernismo, y la clara noción de que es a través del cuidado de la forma y de la palabra, esto es, en cuanto artista, como podrá hacer su aporte como intelectual. Y a la vez, la cuestión del campo se complejiza dado que se interseca también con otra órbita simbólica, el de la reflexión hispanoamericanista, que evoca la posibilidad de conformación de una magna patria integrada por diversas provincias, que no son otras que cada una de nuestras naciones.
Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Ezequiel Martínez Estrada ocupan un momento singular de nuestra historia literaria, que tiene en el libro y el ensayo no sólo su mejor vehículo sino incluso su mejor símbolo. Si bien cada uno de ellos seguirá una trayectoria y adoptará una posición particular, protagonizan todos un momento clave en el campo de las letras, cuyo propósito último es arrebatar al orden conservador y eurocéntrico los saberes que serán de utilidad en un nuevo orden democrático y plural; explorar las grandes bibliotecas para extraer y socializar el conocimiento y así reconfigurar su papel como miembros de una élite cultural. Su recuperación del propio concepto renovado de raza y de cultura dará cuenta del sentido de Hispanoamérica y se preocuparán, con diversos resultados y respuestas, del problema de la legitimidad de nuestros pueblos, esto es, de su derecho a la historia y al futuro.
La obra de Reyes y Henríquez Ureña es decisiva en cuanto a través de ella se consolida, encuentra su síntesis y a la vez irradia un sistema literario inscrito en la cultura, y es también representativa en cuanto muestra en todo su dramatismo las tensiones de hombres nacidos en el seno de una élite intelectual y política que, en lugar de hacer de su competencia una marca de diferenciación social, adoptan una postura democrática, liberal, racionalista, y aspiran a expandir esos saberes y competencias entre amplias capas de la población.
uno de los grandes desafíos de la generación de Reyes fue cómo ampliar, cómo abrir una competencia que por muchos años sirvió en América Latina precisamente para granjear privilegios a los conocedores y proteger al hombre de letras en la que Rama denominó genialmente “ciudad letrada”.
El proyecto cultural y político de Reyes y Henríquez Ureña radica en un enriquecimiento, en una mejora y profundización del legado del saber europeo y la tradición racionalista y democrática que arranca en Grecia y llega a nuestros días. Implica también una reconciliación con el legado español y un apasionado rescate de nuestra historia cultural y nuestras tradiciones orales. De allí su creciente interés por la historia de la cultura interpretada desde la plataforma de un humanismo racionalista e incluyente.
Es allí desde donde debe repensarse el aporte de Henríquez Ureña y Reyes: advertir sobre la ausencia de una tradición y una densidad de pensamiento en nuestra región sustentada por una masa crítica de lectores necesaria para dar sentido al diálogo, los debates, las discrepancias, así como contribuir a la fundación de esa tradición de análisis riguroso y pensamiento crítico y construir un espacio social de intelección.
Otra cosa que angustiaba a Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Vasconcelos y muchos
otros de una larga lista de grandes intelectuales, es la falta de lectores, esa “literatura sin lectores” a la que se refiere Candido, que conlleva no sólo dificultades de comunicación entre la minoría de alta cultura y las amplias capas de la población sino la imposibilidad de generar una masa crítica y una ciudadanía del conocimiento en la cual apoyar de manera firme una sociedad democrática. De allí su impenitente afán de editar libros, abrir escuelas, formar bibliotecas, impartir conferencias, escribir ensayos, un afán, una vez más, cercano al otorgamiento de una densidad cultural y a la consolidación de una comunidad de lectores que diera peso específico y arraigo a nuestras ideas, en esto que hoy renovadamente llamamos “tradición”. El libro en sí mismo se vuelve metonimia y metáfora de nuestro arraigo cultural a la vez que escenario real y simbólico de cambio.
El ámbito de la música se transforma con la inclusión del ruido y el silencio y se modifica la relación tradicional entre melodía, armonía, ritmo, escala. La reproducción infinita y omnívora de las cosas cambia la relación del hombre y su mundo, como la del propio artista con las obras que salen de sus manos. El nuevo orden se manifiesta muchas veces incluso como desorden, aceleración, abundancia de ruidos y saturación de objetos, y ello vuelve ingenuas las viejas formas de búsqueda y representación del mundo. En un orbe cada vez más amplio y más próximo, Picasso declara "yo no busco, encuentro": el artista debe establecer un nuevo pacto con las cosas.
El primer Wittgenstein, autor del Tractatus (1921), influido a su vez por Schopenhauer, plantea que lo que tiene valor en el arte es aquello que elude la red, la malla del lenguaje, y es precisamente aquello sobre lo que nunca puede estrictamente hablarse. Si por una parte, en su cota más alta, el arte es lo culturalmente indecible, o el asomo, desde el mirador del lenguaje, a la plenitud de sentido o al silencio, o también la forma pura desarraigada del mundo, por la otra, de manera inversa, la lengua del arte es el único modo de superar la lengua cotidiana del hombre hasta alcanzar el lenguaje de las cosas y hacerlas vivir dentro de las obras.
Como escribe Walter Benjamin, la naturaleza es muda y sólo puede ser nombrada por el hombre: "La incapacidad de hablar es el gran dolor de la naturaleza".105 El humano debe perfeccionarse por la palabra, hasta llegar a una alianza entre visión y nominación que le permita expresar íntimamente la muda comunicación de las cosas con el lenguaje verbal de los hombres, que las acoge con el nombre. Sólo la lengua del paraíso lograba la coincidencia total entre el nombre y la cosa, pero a partir de la caída del sentido total el hombre está condenado a un perpetuo ejercicio de traducción. La lengua de los hombres puede referirse al mundo, traducirlo, pero no es todavía capaz de pronunciar la pura lengua del mundo. El poeta, como otro tipo de artistas, se ocupará de traducir la lengua de las cosas a una lengua infinitamente superior, aun cuando, a diferencia de otro tipo de artistas, para hacerlo no pueda prescindir de la lengua nominal de los hombres. Es oficio de poeta emplear la lengua cotidiana de los hombres para romperla, superarla, y lograr nombrar la naturaleza, la inteligencia pura o el silencio. La lengua resulta así no sólo comunicación de lo comunicable, sino también indicio y forma de simbolización de lo no comunicable.
La paradoja del arte, el oficio de decir plenamente lo indecible, de rescatar por el lenguaje lo que sólo vive en el instante, se traduce en el perfume del "hueledenoche":
Como el hueledenoche embelesado, sólo das un perfume
que se pierde distante a la sordina.
La aspiración a la poesía pura que los Contemporáneos afincaron en el campo de la literatura mexicana en mucho se relaciona con la aspiración al silencio. Un largo viaje hacia ningún lugar, la aspiración a una poesía total que sea capaz de nombrar la nada, la ausencia de todo referente, la palabra que escapa a la trama del idioma, respuesta indecible a la pregunta que desde el habla podemos formular, ya una poesía en silencio apta para nombrar el todo, ya una poesía erguida apenas en el umbral del gran silencio, ya una poesía destinada a inventar su propio lenguaje, son todos ellos algunos de los posibles recorridos guardados en los diversos mapas que traza y sugiere la poesía de Gorostiza.
Se trata entonces de desasir los fenómenos estéticos de cualquier seña de causalidad extraestética, mostrar que comprender el hecho estético consiste precisamente en llegar al límite de esa comprensión y al vaciamiento total de cualquier determinación histórica, biográfica o racional. En Gorostiza, la nostalgia por una pura química de las formas, por una geometría evocada en plena eclosión de las ingenierías, aparece en esa poesía que el contemporáneo emplea para llamar al silencio. No sólo se trata de la forma desprendida de toda referencia, sino también del ritmo desprendido del sonido y de la visión desnuda de toda expresión, como diversas soluciones al desafío de señalar —para nunca alcanzar— la poesía pura. Se trata entonces de desarrollar una maestría absoluta en el oficio poético para aspirar a esta meta última: nombrar (decir) la nada.
Iluminar el mundo: repetir el destino de la luz.
Muchos reconocerán en éstos los versos de "El cántaro roto" (1955), poema de Octavio Paz contenido en La estación violenta (1948-1958), libro fundamental que se abre con "Himno entre ruinas", se cierra con "Piedra de sol" e incluye otros poemas a los que une su condición de viaje a las estaciones del tiempo.133 "El cántaro roto", que provocó en el momento de su publicación fuertes polémicas, ha tenido con el transcurso del tiempo menor eco en la crítica que "Piedra de sol", poema que concentra muchos de los estudios sobre la poesía de Paz. Sin embargo, ha seducido a quien esto escribe de una manera particular, por tratarse de un viaje de reconocimiento del pasado, un viaje en busca del sentido perdido. Este viaje al pasado, esta pregunta que atraviesa piedra y ceniza, nos recuerda lo que en otros géneros y espacios hicieron otros escritores de pueblos testimonio, muchos de ellos, además, grandes vanguardistas…Pero además aparece particularmente en este texto la tarea poética de reconquista del pasado. Si el héroe cultural instauraba la cultura y humanizaba la vida en la tierra, el poeta, especie de "Prometeo inverso", deberá volver a dar vida y tiempo a una cultura muerta…Pasado y presente confluyen en el tiempo del poema y se reúnen gracias a la palabra poética. Dos movimientos caracterizan a este poema: el momento "negativo" en el que el hombre se encuentra desde su presente con el pasado roto, y el momento "positivo" en que el sueño, el canto y la palabra restauran el sentido. Alternan en este poema recursos de la poesía contemporánea, y en particular la evocación implícita de Contemporáneos y el surrealismo, a través de imágenes y procedimientos que forman parte del bagaje del artista de su época, y recursos tomados de la poesía azteca, evocaciones del mundo prehispánico…El cántaro roto es la presencia del sentido cultural (el cántaro), pero presencia rota, sentido roto, interrumpido. Un cántaro roto es lo que es y es lo que fue, es testimonio de una cultura y una vida que fueron. El cántaro roto, como la calavera vacía, son algo más grave aún que la ceniza o el no ser: son lo que fueron, son sentido interrumpido, vida cegada. Está presente en él el viaje al pasado que en otra modulación nos había dado Pedro Páramo…como el del Aleph: es el viaje de la contemplación, pero es también el viaje de la excavación de los sentidos del pasado. Una preocupación cercana a la de Borges atenacea también a Paz: ¿cómo contener el universo todo en una forma mínima y precisa? Máscara y cántaro tienden al hombre, en su repetición desde tiempos inmemoriales, una posible solución artística a este enigma…El poeta no construye a partir de la nada: el poeta construye a partir de los restos de una cultura escatimada a sus ojos. Vivir es revivir el pasado. La calavera de Hamlet era a la vez símbolo de su propia existencia y de la existencia humana toda. Era también símbolo de las mudanzas de la vida: "Esa calavera tenía lengua y podía en otro tiempo cantar", dice Hamlet en el quinto acto del drama.
En El signo y el garabato había escrito Paz:
“Cada época escoge su propia definición de hombre. Creo que la de nuestro tiempo es ésta: el hombre es un emisor de símbolos. Entre esos símbolos hay dos que son el principio y el fin del lenguaje humano: su plenitud y su disolución: el abrazo de los cuerpos y la metáfora poética. En el primero: unión de la sensación y de la imagen, el fragmento aprehendido como cifra de la totalidad [...]. En la segunda: fusión del sonido y del sentido, nupcias de lo inteligible y lo sensible [...]. Somos bien poca cosa y, no obstante, la totalidad nos mece, somos un signo que alguien hace a alguien, somos el canal de transmisión: por nosotros fluyen los lenguajes y nuestro cuerpo los traduce a otros lenguajes. Las puertas se abren de par en par: el hombre regresa. El universo de símbolos es también un universo sensible. El bosque de las significaciones es el lugar de la reconciliación.”(Paz) Pero en esta obra temprana es evidente la preocupación de Paz por otra cara del sentido: el de la tradición cultural perdida y que se debe recobrar. Cántaro roto: el poeta pregunta a los signos de una cultura pasada; el sentido va en busca del sentido. El poema recobra la fuerza del ritual nombrador.
“El Aleph” es a su vez la visión del infinito contenida en ese mismo relato al que da nombre. Este texto ha inspirado innúmeras interpretaciones, desde las filosóficas y simbólicas hasta las psicoanalíticas y sociológicas. Todas ellas apuntan a un elemento recurrente: “la idea de ver lo infinito en un punto”, como lo dice Santiago Kovadloff
¿Cómo conciliar la literatura universal con las particulares modulaciones que le otorga la escritura argentina? La resolución de este conflicto toma la forma de una paradoja: seguro azar, representatividad de lo no representativo, universalidad en la particularidad.
Mariátegui reflexiona sobre la posibilidad de existencia de una historia indo-americana y una literatura compartida, ya que, como él dice, "Los pueblos de la América española se mueven en una misma dirección”. “La identidad del hombre hispano-americano encuentra una expresión en la vida intelectual. Las mismas ideas, los mismos sentimientos circulan por toda la América indo-española. Toda fuerte personalidad intelectual influye en la cultura continental [...].”P.146
Estas reflexiones constituyen un parteaguas en el modo de entender la literatura latinoamericana: tanto en opinión de Mariátegui como de Henríquez Ureña la definición de la literatura latinoamericana sólo puede darse a partir del estudio de un sentido que surja ligado a rasgos históricos y culturales. Es también importante señalar que para ellos la literatura latinoamericana, todavía en formación para su época, está orientada al futuro, es una tarea a realizar —a la cual, por otra parte, los propios intelectuales contribuyeron a alentar con sus textos críticos. P.148
la posibilidad de pensar la América Latina en su conjunto surgen ya planteadas de manera admirable en época de la independencia por Simón Bolívar, quien encontraba que los americanos compartían lengua, religión, costumbres y herencia histórica
“no hay posibilidad alguna de una historia imparcial, salvo que se la convierta en una mera arqueología del pasado, sin función activa en el presente”José Miguel Oviedo, “Introducción”, en Historia de la literatura hispanoamericana [1a ed. 1995], Madrid, Alianza editorial, 2001, p. 17. “La palabra hispanoamericana desencadena de inmediato una serie de preguntas: ¿se refiere a la literatura escrita en Hispanoamérica? ¿O la escrita por hispanoamericanos donde quiera que ellos se encuentren? ¿O acaso es aquella cuyo tema o asunto es hispanoamericano? Si respondemos afirmativamente a cada una de estas interrogantes, estaremos aplicando respectivamente un criterio geográfico, genético o temático —ninguno de los cuales parece muy satisfactorio. Por otro lado (y esta cuestión es más grave), el concepto literatura hispanoamericana es difuso porque también lo es el concepto mismo del que deriva: Hispanoamérica. Esta palabra designa un mundo cultural formado básicamente por el aporte hispánico, las culturas precolombinas y luego la sociedad mestiza o criolla [...]. Hispanoamérica no es una realidad cultural homogénea, ni menos se agota en los límites etimológicos de esa expresión. Es una realidad múltiple de extraordinaria diversidad y riqueza, en la que las más variadas creencias espirituales, formas estéticas, construcciones culturales y tiempos históricos conviven y se nutren mutuamente.Pero la misma persistencia de la pregunta señala algo: creemos en esa identidad o comunidad al menos como una proyección o destino; tal vez no somos, pero sin duda queremos ser. Hispanoamérica es un conjunto de países, pueblos, regiones culturales, ideales y pasiones dispersos (y a veces incomunicados...). Es precisamente esa diferencia del conjunto, esa unidad en las raíces (ya que no en todas sus ramificaciones y floraciones) lo que nos hace distintos de los otros y semejantes a nosotros mismos. En términos prácticos, pues, la literatura hispanoamericana será aquélla que exprese ese denso y confuso fondo común, ya sea que los criterios geográfico, genético o temático estén todos presentes o falte alguno y aun todos.” (Ibid 19-20) p.176
Primero se observó una etapa de uniformización y alienación de las culturas originarias:
“Sus sociedades fueron remoldeadas desde la base, se vio alterada su composición étnica y degradadas sus culturas por la pérdida de la autonomía en la dirección de las transformaciones que experimentaban. Se operó de este modo la transmutación de una multiplicidad de pueblos autónomos poseedores de tradiciones auténticas, en unas pocas sociedades espurias, de cultura alienada, cuyo estilo de vida más reciente presenta una tremenda uniformidad como efecto de la acción dominadora de una voluntad externa.” Darcy Ribeiro, Las Américas y la civilización, p. 60.
Ribeiro medita en torno a la compleja instauración del ethos colonialista, particularmente dominante en las sociedades con fuerte componente indígena y negro, por el cual el sector hegemónico no sólo impone su dominio sino que además autovalida su posición. Este ethos, que va de la mano con la alienación de los pueblos coloniales y de su propia intelectualidad, sólo se romperá siglos después, tras un largo proceso de toma de conciencia y de reconquista de la autenticidad cultural, “que comienza a hacer del ethos nacional el reflejo de la imagen verdadera y de las experiencias concretas de cada pueblo”.184
Ahora bien: la interpretación del sentido de la literatura latinoamericana a partir de la instauración de una matriz colonial o de una situación marginal, ¿no implica acaso reducir lo específicamente literario a otra cosa? ¿O debería en todo caso restringirse a aquellos autores y obras de crítica y creación latinoamericanas y caribeñas que hubieran tematizado o tratado explícitamente estas cuestiones? ¿No existe incluso quien niega la importancia de la situación colonial, dependiente, subdesarrollada, marginal o que la considera poco significativa para interpretar fenómenos literarios y artísticos? ¿O bien puede afirmarse que esta situación genera precisamente rasgos y procesos característicos, como lo señala Antonio Candido al hablar de “literatura y subdesarrollo”, y que conllevan incluso la necesidad de acuñar nuevas categorías de análisis y conceptos como la tan valiosa noción de “heterogeneidad”, sobre la que el propio Cornejo Polar volvió varias veces a lo largo de su vida?
“Unidad diversificada, el discurso de la literatura latinoamericana no constituye sino la plasmación a nivel estético de la organización que estructura históricamente al continente y que se expresa en la cultura a través de toda una serie de mediaciones. …La literatura es, sabemos, patrimonio universal y la experiencia estética no conoce fronteras, pero las obras surgen de una determinada cultura y se insertan en el tejido de la sociedad que las ve emerger.” -Ana Pizarro, coordinadora, La literatura latinoamericana como proceso, ed. cit., p. 16.
Rama enuncia los requisitos planteados por el crítico brasileño para que pueda hablarse de dicho sistema y los glosa así: (1) Características internas (lengua, imágenes, temas): una lengua cuidadosa pero no hermética ni para iniciados, resultante de un esfuerzo por abrirse al gran público universitario y al hombre culto de ciudad, particular preocupación por el tema de lo popular, el realismo. (2) Existencia de un conjunto de productores literarios, más o menos conscientes de su papel (en este caso, su paulatina toma de conciencia del papel del intelectual en A.L.) y su esfuerzo por poner las aptitudes al servicio de causas amplias.(3) Un conjunto de receptores, formando los diferentes tipos de público, sin los cuales la obra no vive: aceptación de la jerarquía de la lectura y los públicos.(4) Un mecanismo transmisor (de modo general, una lengua traducida en estilos) que liga unos a otros.(5) La “consciente autonomía”, que es también la de esta generación crítica.193
Al referirse a la obra de Cornejo Polar, el crítico Héctor Mario Cavallari escribe lo siguiente:
“[...] para Cornejo la literatura entendida como producción simbólica contextualiza su referente bajo la forma de un sitio múltiple y complejamente articulado de discurso: como una red o entramado de relaciones, de vínculos recíprocos, entre innumerables prácticasdiscursivas heterogéneas. En esa malla, lo estético, lo ético y lo político se cruzan vasta y minuciosamente.”
Así, en una de las últimas entrevistas realizadas antes de su muerte, en 1983, Ángel Rama planteaba este problema y se preguntaba:
¿Qué quiere decir hacer una teoría para la literatura latinoamericana?: ¿significa que nuestra literatura no tiene nada que ver con las literaturas europeas?, ¿que no hay principios interpretativos en las literaturas europeas que son los mismos en las americanas?, ¿que la teoría de la metáfora va a ser distinta en la literatura latinoamericana que en la europea? Entonces se me dirá: que una teoría literaria latinoamericana quiere decir que hay procesos productivos peculiares dentro de nuestro continente. Pero, ¿estos procesos productivos no aparecerán en África también? ¿Las literaturas africanas no tendrán procesos productivos y de elaboración muy similares a los de América Latina, en la medida que son países del Tercer Mundo con determinadas condiciones [...]? Yo creo que la literatura latinoamericana forma parte de un vasto territorio que se llama “las literaturas”, y no se va a encontrar que los tropos son diferentes en las literaturas americanas, que en las literaturas europeas. Yo querría que alguien me probara semejante dislate. Es decir, no se puede estar procurando de tal modo la segmentación de nuestra literatura del conjunto de las literaturas mundiales. Lo que yo creo que se puede hacer y es importante es esto: en la medida que toda teoría se organiza sobre un conjunto de materiales literarios determinados, tú puedes decir que en una teoría realmente general de la Literatura [...] también deben estar las latinoamericanas. Eso sí es correcto. Es decir, que la praxis latinoamericana también debe contar como la praxis europea, china o africana en el momento de diseñar una teoría general de las literaturas. Entonces es correcto y lógico decir que cada una de estas praxis son contribuciones que pueden enriquecer una teoría general, pero esto significa incorporarse al conjunto de la literatura, no separarse, no segmentarse “
Las reflexiones de Walter Mignolo a este respecto son fundamentales:
“La complejidad de interacciones semióticas y transacciones discursivas durante el período colonial nos enfrenta a una fascinante superposición de construcciones territoriales cuya sofisticación simbólica se achata y se pierde cuando, en el gesto etnocéntrico de apropiación, lo cubrimos con la pátina del sentimiento que me identifica como hispano o latino/americano. Por otra parte, nos permite distinguir el canon (que se nos impone como obligación leer y transmitir) del campo de conocimiento y de investigación (que se nos impone como un deseo o un interés perseguir). Lo primero es una herencia cultural construida como territorialidad a la que pertenecemos (o, como extranjeros reconocemos) y transmitimos; comenzamos a construir lo segundo (según la tesis de este artículo), como conocimiento y como diferencia crítica con lo primero. La preocupación por afirmar la identidad cultural latinoamericana frente a la europea fue una etapa necesaria en la “búsqueda de nuestra expresión” e inevitable frente a la callada e imponente identidad del colonizador. Mientras que su prolongación es justificable desde el punto de vista del programa ideológico de un grupo intelectual representativo de un amplio sector de la población, sería contraproducente pensar que la tradición en la que me sitúo incorpora sin diferencia todo el pasado del que me apropio y todo el presente que ignoro o desconozco. La literatura (y las tradiciones literarias) forman parte de lo que soy. Para que ella se constituya en campo de conocimiento es necesario puntualizar la diferencia entre el canon que leo y transmito (la literatura hispano/latinoamericana) como miembro de una cultura o interesado en ella, del campo de conocimiento que construyo y transmito como practicante de una disciplina. Se trata de la simple distinción entre autocomprensión (hermenéutica) y conocimiento (epistemología). El estado de crisis es el de la tensión entre ambos niveles” -Walter Mignolo, “La lengua, la letra, el territorio (o la crisis de los estudios literarios coloniales)”, en Lectura crítica de la literatura americana; inventarios, invenciones y revisiones, ed. cit., p. 25.
Este magnífico fresco de la sociedad rural latinoamericana, con patrones y peones, con escépticos y fanáticos, con poderosos y desharrapados, en el que pululan sin comprender la dimensión histórica cientos de seres empobrecidos y hambrientos, y sobre el que teorizan hombres de la ciudad y del poder que no los comprenden, se dedica a explorar esas fronteras de incomprensión, tierras de nadie que impiden la integración armónica y la posibilidad de erigir un proyecto colectivo.
Descolonizar la imaginación: tal es la tarea que se lleva a cabo en el Omeros,212 obra magna de Derek Walcott, la gran épica a la vez caribeña, latinoamericana y universal que describe vertiginosamente la tala del primer árbol y la caída de los dioses, la cultura, la cosmovisión toda del hombre colonizado. Nuevo Césaire, Walcott transforma con alquimia de artista extraordinario el drama de los pueblos coloniales
La iguana, reptil que ha sobrevivido a todas las catástrofes, sigue habitando esta tierra…La iguana pertenece a una especie zoológica que habita la isla desde la prehistoria (y es más antigua, por tanto, que el hombre mismo), a la vez que se perpetúa como tal en cada ejemplar único e irrepetible. Es a la vez una iguana, la que inspiró el nombre de la isla, y la especie de las iguanas, que sobreviven desde la prehistoria y que se manifiestan en cada individuo, en el día de hoy, en este momento irrepetible…La iguana habita un mundo fuera del tiempo humano, en el presente permanente de las especies, mientras que la historia de la isla comienza con los arahuacos, su exterminio y la llegada de otra raza que derriba los viejos dioses para poner en su lugar al Dios único.
“Hay en la literatura una memoria de la imaginación que nada tiene que ver con la experiencia real, que es, de hecho, una vida distinta, y esa experiencia de la imaginación seguirá dotando de realidad la búsqueda del caballero medieval o la masa de una ballena blanca, gracias a la fuerza de una imaginación compartida [...].
Acepto este archipiélago de las Américas. Al antepasado que me vendió y al antepasado que me compró les digo: no tengo padre, no quiero a ese padre, aunque os entiendo, espíritu negro, espíritu blanco, cuando los dos susurráis “historia”, pues si intento perdonaros a ambos caigo en esa idea vuestra de la historia que justifica y explica y expía, aunque no soy yo quien ha de perdonar [...]. Cuando interpretábais vuestros papeles, esos papeles otorgados por la historia del vendedor de esclavos y el comprador de esclavos, erais hombres que actuaban como hombres [...]. Yo, como el hombre más honrado de mi raza, os profeso una extraña gratitud. Os ofrezco mi agradecimiento extraño y amargo, pero también ennoblecedor, por el monumental gemido y la fusión de dos grandes mundos, como las dos mitades de un fruto cosidas por su propio jugo amargo, porque exiliados de vuestros propios Edenes me habéis situado en otro Edén prodigioso, y ésa fue mi herencia y vuestro don.” Derek Walcott, “La musa de la historia” [1a ed. en inglés 1998], en La voz del crepúsculo, traducción de Catalina Martínez Muñoz, Madrid, Alianza Editorial, 2000, pp. 84-86.
Escribir es pues denunciar y estilizar, representar y crear, recordar e imaginar, hacer de la cicatriz del hombre colonizado un principio de reflexión y de emancipación, descolonizar en el más alto sentido de la palabra: descolonizar la imaginación.
Con las vanguardias el sistema literario evidencia nuevos cambios: el campo literario consolida su autonomía, se enriquecen y radicalizan los lenguajes artísticos y se genera un público especializado receptivo surgido de los sectores cultos urbanos; se instaura el ideal universalista de la creación artística y se descubren nuevas categorías para pensar y producir la literatura: tal el caso del concepto vanguardista de "imaginación" y "ruptura". Muchos escritores y artistas de vanguardia ——Vallejo, Asturias, Carpentier, Wifredo Lam— descubren paradójicamente en París los nuevos modos de acercarse a América Latina.
Se genera en la década de los años sesenta y setenta el fenómeno por todos conocido como boom, categoría confusa que designa varias cosas al mismo tiempo: la emergencia de nuevas formas literarias, que alcanzan —como dice Rama— altos estándares de calidad y fijan nuevas metas elevadas a vencer; una nueva etapa en la profesionalización del escritor; un nuevo fenómeno de recepción por parte del público y un éxito editorial y de ventas. Obras como Cien años de soledad marcan un momento culminante de la novela que Rama denomina "culta- popular"
La redefinición del sistema literario latinoamericano se evidencia pues en el meollo mismo de las obras, y en la alteración de las formas de representación de la realidad, el deslinde de géneros y de estilos, etcétera.
Con el boom nuestro "cosmopolitismo" llega a su etapa más alta y a su vez entra en crisis. El boom representó un momento crítico en la modernización de nuestro sistema literario, con la estandarización de la lengua literaria en América Latina, y el hallazgo de formas que conciliaban admirablemente lo culto y lo popular e incorporaban el paisaje urbano.
Dado que buena parte del mundo ya no puede ser captada de manera comprehensiva por la experiencia del hombre común, y ha pasado a constituir tema de especialistas, existe como nunca antes en la historia un desajuste entre las nuevas realidades, las zonas recortadas para conocedores, y la posibilidad de nombrarlas. Nuestra megalópolis se vuelve ancha, ajena y massmediática.
A este abigarrado panorama deben sumarse importantes fenómenos relacionados con las nuevas formas de reproducción artística y literaria. Por ejemplo, se abaratan, agilizan y estandarizan las formas de edición del libro, papers y fuentes documentales, con el desarrollo de la informática y las nuevas "supercarreteras" virtuales (correo electrónico, internet, discos compactos, etc.). Sin embargo, esto no ha derivado en una baja de precios y mayor circulación del libro, puesto que éste ingresa a su vez como mercancía diferenciada en un circuito manejado por empresas editoriales en creciente proceso de concentración, muchos de cuyos representantes más poderosos monopolizan desde las decisiones de qué publicar hasta las de cómo distribuir.
Nuevos fenómenos repercuten en los más variados sectores del sistema literario. No sólo afectan, como se ve, los canales de circulación y las formas de recepción, sino que también inciden en la redefinición del lenguaje artístico, en la eclosión de nuevos temas y formas de tratamiento de esos temas, e incluso en la reconfiguración de los sistemas genéricos. P.191
No anunciar pues la muerte del intelectual, sino someter las ideas a la autocrítica y dedicarse a una interpretación leal de la realidad social, debería ser tal vez con mayor fortuna la tendencia de nuestro mundo intelectual.
Juan Villoro, en la entrevista titulada “Escribir es inventar la lengua”, dice:
“Cuando un mexicano o un peruano o un argentino traducen desde esta orilla, lo hacen tomando en cuenta que hay muchos modos del español, de tal forma que, por encima de cualquier regionalismo, buscan acceder a un lenguaje de uso común literario. En eso consistió toda la operación de la revista Sur, en Argentina, que no es la única posible, pero me parece muy interesante. Me refiero a una idea de la lengua como algo que hay que conquistar, insisto, a través de una invención. Algo que por lo común tiene mucho que ver con la impresión, por parte de quien escribe, de hallarse en una relativa periferia cultural. Otra cosa es que al mismo tiempo estén actuando, en una dirección sólo aparentemente afín, procesos de normalización y estandarización de la lengua inevitablemente relacionados con los flujos de la moda y del mercado, con la mayor o menor facilidad de acceso a los lectores o a las editoriales.”
Al mismo tiempo que establecen un nuevo pacto de identidad a través de la lengua — pacto en el que mucho tiene que ver la invención de un lenguaje literario cuyas reglas no tienen por qué obedecer a la “legalidad” y a las “condiciones de inteligibilidad” dadas por los académicos y guardianes de la pureza del lenguaje—, los nuevos escritores se rehúsan a aceptar que sean ciertas características temáticas o estilísticas, y principalmente el “exotismo” a que ha dado lugar la deformación del fenómeno de lo real maravilloso, las que se consideren nuestras marcas creativas
“La globalización significa que la modernidad ya no se confina a las fronteras nacionales, sino que se vuelve modernidad-mundo. El vínculo entre nación y modernidad, por lo tanto, se escindirá. En este caso, las múltiples modernidades ya no serían sólo una versión historizada de una misma matriz, a ellas se agrega una tendencia integradora que desterritorializa ciertos items, para agruparlos en tanto unidades mundializadas. Las diferencias producidas nacionalmente están ahora en parte atravesadas por un mismo proceso. Por ejemplo, el surgimiento de identidades desterritorializadas (el universo del consumo) que escapan a las fronteras impuestas por las diferentes modernidades de cada lugar.” Renato Ortiz, “América Latina. De la modernidad incompleta a la modernidad-mundo”, ensayo seleccionado y publicado por la revista Nueva Sociedad (Caracas), núm. 166 (2000), y dado a conocer también por la internet (http://www.nuevasoc.org.ve/n166/ensayo.htm). Las citas corresponden a esta última modalidad.
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kriegskrieger · 10 months ago
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Llegue a tiempo! 😂 Hoy, 17 de Junio, se recuerda el "Paso a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes" así como el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana.
Y bueno, lo tenía que dibujar al líder gaucho tomándose un descan- un momento, quien viene allá a lo lejos? 👀 Parte 2 en unos días 🤭
#martinmigueldeguemes #guemes #historiaargentina #historia #argentina #drawing #illustration #digitalart #history #historicalart #ilustracion #artedigital #guerragaucha #historiamilitar #salta #buenosaires
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whileiamdying · 2 years ago
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Literatura venezolana contemporánea: la exploración de lo transterritorial
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Una contribución para ensanchar el mapa de una literatura marcada por la diáspora, pero con autores clave que siguen escribiendo en el país. Por Alirio Fernández Rodríguez 7 septiembre 2023
Venezuela ha configurado, a través de un flujo migratorio inédito, un mapa literario de escritoras y escritores regados por todo el mundo. Está situación incide en un mayor interés acerca de una literatura no muy conocida. También han influido los premios internacionales. El último Premio Cervantes fue concedido a Rafael Cadenas, figura cimera de la poesía venezolana. El oriundo de Barquisimeto, reconocido ahora como “el poeta nacional”, fue el primer venezolano en obtener tal reconocimiento.
A propósito de este galardón, el más importante en lengua castellana, me he planteado hacer una panorámica actual de la literatura venezolana. Este ejercicio, como toda visión de conjunto, significa una renuncia a la exhaustividad. Así que he elegido ocuparme exclusivamente de la narrativa en el presente. De entrada, reconozco que al revisar cualquier aproximación a las voces literarias actuales de Venezuela, se tendrán por ineludibles los nombres de Karina Sainz Borgo (1982), Rodrigo Blanco Calderón (1981), Juan Carlos Méndez Guédez (1967) y Alberto Barrera Tyszka (1960).
Ahora bien, he dicho ineludibles, pero no los únicos en esta comunidad transterritorial de voces literarias venezolanas. De hecho, en 2022 intenté mostrar la realidad desperdigada que somos. Para ello diseñé el Mapa glocal de la literatura venezolana contemporánea, un mapa interactivo que muestra quiénes y en dónde están haciendo literatura. Allí se muestran las voces vivas, consagradas y jóvenes, de Venezuela. Entre los nombres incuestionables están Victoria de Stefano (1940-2023), Ana Teresa Torres (1945), José Balza (1939), Elisa Lerner (1932), Milagros Mata Gil (1951), José Napoleón Oropeza (1950), Gabriel Jiménez Emán (1950), Laura Antillano (1951) Eduardo Liendo (1941) y Antonieta Madrid (1939).
Por su parte, WMagazín planteó un “panorama actual” de la literatura venezolana que registra una treintena de voces. Además, como parte de una cartografía de la literatura latinoamericana del siglo XXI publicada en Letras Libres, Federico Guzmán Rubio incluyó un grupo de autores reconocidos como infaltables en la literatura de Venezuela de las últimas décadas. Todas estas han sido exploraciones necesarias que buscan señalar lo que va siendo la actualidad literaria venezolana.
Desde esta aproximación, pretendo sumar otros nombres que bien complementan estos panoramas. Así las cosas, un acercamiento a la narrativa muestra cómo la novela sigue dominando el pulso de la literatura, pero sin dejar de lado el cuento, cuya tradición en Venezuela es importantísima. Asimismo, movimiento y errancia se imponen como signos de esta época; pareciera ser este el modo en que va configurándose la patria literaria transterritorial venezolana. Desde allí, y sin ánimos canónicos, quisiera detenerme muy brevemente en algunos proyectos literarios que dan cuenta de este rasgo transterritorial preponderante de la literatura venezolana contemporánea. Destaco a continuación algunas voces, con al menos tres libros publicados, cuyas obras son dignas de considerar.
Dentro de Venezuela, pese a la precariedad de las últimas décadas, hay voces de gran valor. Victoria de Stefano (1940-2023) fue una narradora sumamente singular que construyó una obra sobresaliente con estilo y calidad estética particularísimos, a cuyo encuentro lamentablemente la crítica ha tardado en llegar. Son notables obras como Historias de la marcha a pie (1997), Lluvia (2006) o Vamos, venimos(2019), novelas en las que prosa, profundidad y lenguaje articulan belleza y verdad. También es significativa la obra de Ana Teresa Torres (1945), en la que ha sido determinante su interés y gran manejo de lo histórico, la memoria, lo político, lo psicosociológico o lo distópico para convertirla en una referencia obligada en Venezuela. De su trabajo, resalto El exilio del tiempo (1990), Doña Inés contra el olvido (1992), Nocturama (2006), Diorama (2021) y Cuentos completos (1966-2001). (2002).
Agrego a dos autoras más residentes de Venezuela: Carolina Lozada (1974) y Krina Ber (1948). Lozada es reconocida por una cuentística en la que destacan la efectividad de sus atmósferas, la presencia de personajes cercanos y alucinantes y la búsqueda estética desde temas irónicos y humorísticos, cotidianos y existenciales. Esta narradora acaba de publicar una novela titulada Todo es lo que parece (2023), y de sus libros de cuentos destaco Los cuentos de Natalia (2010) y El cuarto del loco (2014). Mientras que Krina Ber ha sabido dar tratamiento, desde el relato y la novela, a temas tan disímiles como el amor, el desplazamiento, el poder y la política, la muerte y, desde luego, el valor de la vida y la libertad. Quizá sea lo inestable o la desestructuración lo que mejor caracteriza su narrativa, ante la que el lector puede sentirse descolocado y cautivado a la vez. De Krina Ber son destacables el libro de cuentos Para no perder el hilo (2009) y las novelas Nube de polvo (2015) y Ficciones asesinas (2021).
Otras voces narrativas que considero pertinente anotar son Gisela Kozak (1963), Fedosy Santaella (1970) y José Urriola (1971), establecidos en México. El caso de Urriola es el de una voz “solitaria” en la ciencia ficción, a la cual ha resignificado en libros que ofrecen una experiencia enrarecida, a través de historias aparentemente comunes hasta que las máquinas o la inventiva humana irrumpen y desconciertan. De la obra de Urriola hay que mencionar las novelas Santiago se va (2015) y Fisuras (2020) y el libro de relatos Fragmentario (2021). Por otro lado, Fedosy Santaella ha acumulado una ingente obra, con novelas y cuentos que exploran las más diversas búsquedas de la condición humana, el tiempo y la identidad. Entre sus libros habría que señalar El dedo de David Lynch (2015), Los nombres (2016) Hopper y el fin del mundo (2021), Ciudades que ya no existen (2010) y Piedras lunares (2016). Gisela Kozak ha concedido lugar especial a la realidad urbana, a sus modos de vida y las relaciones que de allí emergen para narrar lo que la escritora descifra y desea mostrar: amor, emocionalidad, violencia, intimidad y condición política. Ha publicado Pecados de la capital y otras historias (2005), Latidos de Caracas (2006), En rojo (2011) y Todas las lunas (2011).
Daniel Centeno Maldonado (1974) tiene una obra desdoblada entre el periodismo literario y la ficción. Ha publicado en la primera categoría Retratos hablados: 50 conversaciones de aquí y de allá (2010) y Ogros ejemplares (2015); en la segunda, su novela La vida alegre (2020). En esta, el autor ha sabido combinar la profundidad de vidas ordinarias y grotescas, desde un impecable manejo del humor y el drama, con la tragedia de la existencia humana; todo dominado por un sutilmente esbozado deterioro de la Venezuela actual. También residenciado en Estados Unidos, está Camilo Pino (1970), quien ha publicado tres novelas: Valle zamuro (2011), Mandrágora (2017) y Crema Paraíso (2020). La narrativa de Pino explora la realidad política venezolana, la presencia de personajes fracturados en sus relaciones y las deformaciones derivadas de obsesiones profundamente humanas; sus narraciones se sirven del cinismo, el humor, la ironía y la provocación para hacer funcionar las historias.
En tierras más al sur de América, en Argentina desde hace más de veinte años, encontramos a Gustavo Valle (1967). Es autor de las novelas Bajo tierra (2009), Happpenig (2014) y Amar a Olga (2021). En su obra es clave la carga que se otorga a los personajes, pues parecieran los principales encargados de convencer al lector de que se quede a vivir la historia que se narra. Temas infaltables de su novelística: el amor y sus implicaciones, el intimismo, las ciudades y sus particularidades, la existencia y el paso del tiempo.
Por último, destaca el nombre de Eduardo Sánchez Rugeles (1977), de los autores mejor recibidos por el público dentro de Venezuela, con novelas como Blue Label (2010), Liubliana (2012) y, más recientemente, El síndrome de Lisboa (2022). También ha publicado el libro de cuentos Los desterrados (2011). La narrativa de este autor es potente y atrapa, despierta los sentidos y todo tipo de emociones; las historias suelen contener personajes que han sido llevados a límites inimaginables y nunca está muy claro lo que sucede ni cómo va a ser el desenlace.
Hasta aquí esta aproximación a la literatura venezolana actual. Se ha ampliado el universo de autores reseñados en otros panoramas, sin olvidar a los autores de más larga trayectoria ni a los nombres de mayor resonancia internacional. Con ello se pretende contribuir a la difusión de una literatura marcada por la diáspora, pero con autores clave que siguen escribiendo en el país. ~
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claudioiglesias · 1 year ago
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historia de una bruji
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¿Qué te gustaría más, ser una universitaria común y corriente o una bruja rica y super famosa?
“Un documental sobre una chamana de veinticinco años busca romper estereotipos”. Este título (del diario Korea Times) es un resumen apático pero justificado de Una chica que sueña con el tiempo de Hyuck-jee Park (Girl Who Dreams about Time, es el título en inglés; la peli es de 2022). Sujin es una bruja, que vive en la montaña con su abuela. Tienen un altar, en el que se comunican con los dioses, y resuelven problemas de los vecinos, gracias a la adivinación. Básicamente su vida está consgrada a la religión local, su calendario, ritos, etc. Cuando Sujin decide irse a la ciudad, empiezan los problemas. Otro título sería: “Una bruja va a la universidad y se cruza con la problema de la conciencia indígena”. 
Todxs lxs que vimos cine comercial coreano alguna vez estuvimos en contacto con estas chamanas, y su mundo de espíritus y fantasmas. Pero de una forma dislocada. Es un elemento integral del pop coreano y tiene sus fuentes en el cine de posguerra.
Solo que esta no es una típica película de terror, donde un personaje de ciudad debe versela con espiritus y aparecidos. Esta es una película sobre una bruja que dirige su altar, hace limpias, adivinación, da asesoramiento... Una verdadera profesional. Y la perspectiva de la película es igual de profesional. No tenemos acceso al aspecto sobrenatural o trascendente, sino a la forma de trabajar de Sujin, como si se nos mostrara la rutina de unx albañil. Sujin y su abuela preparan el material de los rituales hablando de cualquier tema. Los productos que ofrecen en el altar son productos de supermercado (paquetes de golosinas, etc.) En un momento van de compras a un mercado de brujas, como los que hay en tantas ciudades latinoamericanas, cerca de una playa donde se le hacen plegarias a un dios del mar. 
Su trabajo de bruja está integrado en su vida cotidiana, hasta que le toca ir a la universidad. Entonces debe abandonar a sus dioses. Y el conflicto es ese, la disputa entre su marco cultural tradicional (encarnado en la abuela) y el mundo moderno de la universidad: a simple vista, es la abuela es la que tiene problemas con su nueva vida. En el fondo podría ser al revés. 
Ahí está el asunto etnográfico propiamente dicho: no en la descripción de rituales y creencias, sino en el relato de las asimetrías culturales que el personaje debe enfrentar.
El problema de la peli es el trauma de la movilidad social (y geográfica) de tantxs migrantes internxs de zonas rurales, que al entrar en contacto con la ciudad sienten que la cultura nacional (lo que se enseña en las universidades, por ejemplo) es una cultura ajena. En la facultad, el profesor habla de los clásicos confucianos y Sujin se aburre, se distrae. Su contacto con los dioses es más directo, pero también más tenue. 
La película convierte el conflicto entre la vida laica de Sujin y su cultura rta en una guerra de posiciones, con mucho lugar para la invención lateral. Dentro del conflicto, hay zonas de no conflicto: momentos con la abuela, un poco de maldad cuando tiene que dar malas noticias a sus clientes.
Ahora, el contraste entre el mundo de los espíritus y el mundo de la ciudad, sus instituciones educativas, sus bares y su vida laica, este contraste en la película tiene una solución secular justamente porque su foco es la vida encantada que llevan Sujin y su abuela.
Las representaciones que la religión indígena hace de la salud y la enfermedad, del destino, los ancestros y la muerte, en la cultura laica solo podría aparecer como espiritismo, como cine de fantasmas. Que fue como muchxs conocimos la presencia de estos temas en el cine coreano.
La abuela le advierte que si se va definitivamente al mundo laico, los dioses van a enojarse. Que es como si dijera: si te vas a la universidad, lo que tenemos por delante es una película de terror, en la que los espíritus que has traicionado van a correr a buscar justicia. En cambio si te quedas, nos quedamos todxs contentxs en el ámbito del cine documental, investigando las creencias, los rituales, nos damos una panzada de descripción etnográfica donde vemos cada sección del ritual de manera abierta, prestándole atención a la forma pero también a su construcción material. Por ejemplo cuando van a comprar pescado seco para meterlos un paquete estilo tamal, con ropa de la persona sobre la que se quiere efectuar un beneficio. También escuchamos los tambores de cobre que se usan en un ritual, y que tienen un eco que suena como una guitarra distorsionada. Pero todo este estudio, el del cine documental, justamente es laico. Aunque su tema sea la relación de una abuela y su nieta con los dioses. 
Esta es la inversión que hace de esta película un caso particular: para que la película secularice su propio abordaje de la religión indígena, ella debe renunciar a la vida secular.
El mundo de la ciudad no tiene lugar para los espíritus, y la cultura oficial no tiene lugar para lxs migrantes, forzadxs a abandonar sus propias normas y asimilarse. La segregación étnica produce la conciencia indígena, y la segregación de las chamanas en el mundo laico y sus instituciones produce cine de terror: lo que todos vemos en películas donde el mundo moderno de la ciudad aparece acechado por el mundo de los fantasmas (como un síntoma).
El documental de Hyuck-jee Park trata de operar sobre esta asimetría, al describir un movimiento inverso al de la segregación (el movimiento de le documentalista, de la ciudad al campo).
Al final Sujin abre un canal de Youtube y los ancestros se quedan en paz, respondiendo a las consultas ávidas de la clientela.
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emmaanddani · 2 years ago
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Introducción por nuestra blog
Hola me llamo Emma y estoy interesada en la música de Chila en mil novecientos sesenta, setenta, y ochenta. Quería explorar el impacto de la Guerra Fría en la música, específicamente la música de protesta. Con Dani, vamos a investigar los movimientos música en Chile y cómo se relacionan con la Guerra Fría, especialmente con la dictadura de Pinochet y lo que eso significa para los músicos. Quiero saber más sobre la música folclórica chilena y cómo el género se transformó a lo largo de los años porque las circunstancias. 
Estoy interesada en este tema porque mis abuelos. Mis abuelos siempre han sido “radicales.” Por ejemplo, se conocieron en un viaje ilegal a Cuba. Después de este viaje, mi abuela fue acusar por el FBI. Mi abuelo obtuvo su doctorado en historia económica latinoamericana, donde el FBI lo interrogaba después de clase porque pensaban que era comunista. Cuando mis abuelos van a Nueva York, mi abuelo fue invitado a ser miembro del Centro Nacional de Chile, donde organizó giras de conciertos para músicos exiliados como Inti Illimani, asegurándose de que los grupos exiliados estuvieran a salvo de su gobierno. Además, mi abuelo ha sido un profesor toda mi vida y me hablaba de lo que enseñaba la los estudiantes. Esto me dio un gran interés en la historia de América Latina y la Guerra Fría. 
En términos del aspecto musical de este proyecto, siempre me ha interesado la música y me encantan los conciertos y la música en vivo. Creo que cualquiera que me conozca puede hablar sobre la cantidad de conciertos a los que voy. Me interesa especialmente la fusión de géneros musicales. Por ejemplo, la colaboración entre Kayne West y Bon Iver que llamada “Lost in the World.” Además, me encanta aprender sobre la música de diferentes culturas y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo. Creo que la música tiene el poder de unir a las personas en tiempos de necesidad. Por ejemplo, Chile durante de mil novecientos sesenta, setenta, y ochenta. En general, Dani y yo queremos explorar la combinación de historia y música en Chile.
-- Emma
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chilefuerte · 1 year ago
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Falta De Inclusión en el fútbol
Mi compañero Will y yo exploramos la inclusión de los deportes en los países latinoamericanos. La inclusión en los deportes se refiere a los esfuerzos para asegurarse de que todos tengan las mismas oportunidades para participar  La historia del deporte latinoamericano representa la desigualdad y la falta de inclusión para muchas personas. Por ejemplo, en el siglo veinte las mujeres en América Latina y en todo el mundo no tuvieron las mismas oportunidades para practicar deportes. El Gobierno de Brasil anunció una ley en 1941 que prohibía a las mujeres jugar fútbol organizado. Esta ley prohibió a las mujeres jugar fútbol durante casi 4 años. El presidente de Brasil creía que el fútbol era violento y por eso prohibía el deporte para las mujeres. Esta situación representa falta de inclusión en el fútbol en el siglo veinte. Las mujeres en Brasil no tuvieron la oportunidad de jugar al fútbol de cualquier manera.
La falta de representación de las mujeres en el deporte representa un problema mayor del siglo veinte. La historia del deporte femenino representa la historia del género en la sociedad latinoamericana. Los hombres esperaban que las mujeres siguieran los roles de género tradicionales.
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En países donde jugar al fútbol no era ilegal, las mujeres dijeron que no tenían el físico equivocado para el fútbol. Las mujeres fueron excluidas del fútbol debido a su creciente importancia para la identidad nacional. Muchas personas argumentan que el fútbol de las mujeres no tenían una gran historia y no muchas mujeres quieren jugar el fútbol. Estos creencias son falsos y describen la opinión negativa sobre deportes femeninos. En Argentina, Chile, y Ecuador los equipos de fútbol de las mujeres fueron creados al mismo tiempo con los equipos de los hombres. 
La creencia que las mujeres son peores que los hombres y debido a esto los deportes de las mujeres tiene menos espectadores representa el sexismo que se enfrenta la mujer en el siglo veinte y ahora también. Esta creencia se utilizó para alejar a las mujeres de los deportes y llevarlas a sus roles de género tradicionales. La audiencia que las mujeres tuvieron durante el siglo veinte apoya la idea que esta creencia fue falsa. El promedio de la asistencia en La Copa Mundial del año 1971 en México fue aproximadamente 25000 personas. La final de La Copa Mundial fue jugado en el Estadio Azteca, uno de los estadios más grandes del mundo. Había más de 100000 seguidores. Esta estadística representa cómo algunos países latinoamericanos adoptaron el fútbol femenino, pero la mayoría de los países latinoamericanos pensaban mal de las mujeres que jugaban.  
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Esta publicación de blog habla sobre la falta de inclusión de las mujeres en América Latina a explorar un deporte popular latinoamericano, el fútbol en el siglo veinte. Este tema es muy importante porque representa las creencias sexistas y tradicionales de desigualdad. En el futuro, el blog mencionará el estado de inclusión de los deportes ahora y comparará y contrastará los diferentes períodos de tiempo.
--- Neeladri Nandi
Fuentes:
https://href.li/?https://www.americasquarterly.org/article/a-century-later-latin-americas-futboleras-are-still-fighting-for-recognition/
https://sites.duke.edu/wcwp/2014/12/08/marimachos-on-womens-football-in-latin-america/
https://href.li/?https://www.fifa.com/fifaplus/en/tournaments/womens/womensworldcup/australia-new-zealand2023/articles/argentina-five-players-to-watch-womens-world-cup-2023
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cande0707 · 9 days ago
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Las páginas de este libro reúne mis clases de literatura Jaén Americana colonial en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucu mán. Además están relacionados con mis investigaciones en el Instituto Invertida Ciplinario de Estudios Latinoamericanos. Asl como la tarea docente va unida a la investigación, el camino personal es imposible sin el trabajo de equipa
Estas lecciones quieren actuar como un cuaderno de bitácora  para los estudiantes de Letras que se inician en los estudios literarios. El encuentro con la variada red que forman los discursos coloniales es apasionante y permite ver mundos forjados en el conflicto entre la voz y la letra, donde la identidad cultural latinoamericana nace en la violencia misma de la conquista. Imposición y Vaciamiento de nombre al mismo tiempo Colonización de la geografía y colonización de la cultura
La fascinación ejercida por las voces y las letras coloniales ha aumentado gracias a los aportes de la crítica literaria y cultural. A lo largo de este libra se escuchan, con tonos más fuertes que la milá, las voces de Antonio Comejo Polar, Angel Rama, Water Mignolo, Rolena Adorno, Beatriz Pastor, Mercedes López Baralt, Jean Franco, Noé Jibik, Martin Lienhartit, Eduardo Subirats y otros. Pre-tando que sirva como introducción a la lectura de una producción que reconstruyen la heterogeneidad de las Colonias del Nuevo Mundo no como coto exclusivo de filólogos sino como "totalidad contradictoria" superando falsos maniqueísmos
En este lugar y en este tiempo debemos defender nuestro derecho a acceder a la literatura y la crítica de ese "pequeño género humano que es Nuestra América". Las Letras Latinoamericanas a las que escogemos llamar discusión para ganar el inmenso continente de la oralidad presentan un complejo y apasionante mapa hecho de pinturas, dibujos, letras y voces. El desafío estil en construir instrumentos de lectura, en entrenar ojos y oídos para comprender la maravilla de las diferencias
Entonces le universidad podrá cobijar las "Palabras de corazón caliente de los nahuas al lado de los soberbios sermones del Luna Mit kas silenciosos colores de los quipus junto con el grito dolorido de Delmia y de Juara, de Alfonsina y de Marta, los clamores del cronista soldado y los fabulosas mundos de Mario Vargas Llosa, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, José Donoso, la palabra Luminosa de las mbyá y el Libra de la biblioteca de Borges, iva desgarrados les Imonios de Rigoberta y Domitila, palabra musitada en la letra de otras, así como Los otros de Darlo y los tambores de Nicolés Gallén; a Vicente Huldobro intentando crear la rosa en el poema y a Gésar Vallejo que busca apresar aquello que Diego Rojas, el compañero, escribe con el dedo grande en el aire
Cuánta riqueza de la pobreza como me decía Noë Jirik, Cómo afrontar este desarrollo, cómo safir a desfacer entuertos como Don Quijote que junto a Sancho también se lanzó a andar por los inmensos femitorios del continente vacío aunque no dejaran viajar a Cervantes. La escritura es para Borges una forma de la felicidad de la cual la lectura sería la mayor Vosotros, los estudiosos de los libros, somos, en primer lugar, lectores. Pero, no solamente lectores. Dice Roland Barthes que leer es desear la obra, es querer la obra, es negarse a doblar la obra fuera de toda otra palabra que la palabra misma de la obra. Pasar de la lectura a la crítica es cambiar de desear, es desear, no ya la obra, sino su propio lenguaje.
El ejercicio de la crítica así como la reivindicación de la memoria histórica y la cultura es un combate por la libertad y la vida en estas tierras donde como señala la copla popular tucumana recogida por Atahualpa: "Asi se escribe la historia/en esta guerra paisanos/con borrones en los libros/y con cruces en los llanos La palabra restaura la solidaridad en un fin de siglo ganado por los escepticismos en el que debemos recuperar las utopías en este nuestro reino de pesadumbre. Para comprender la importancia de la enseñanza de la literatura quiză haya que haber vivido los muros de silencio que están un poco lejanos de la bulliciosa universidad que hoy les loca a mis estudiantes, amenazada también por la priva #zación.
La enseñanza de la literatura es preciado para el diálogo, la investigación, excusa para el placer de entregarse a su "orgia perpetua". Mientras armaba este libro estuvieron conmigo, sin saberlo, los estudiantes que, desde 1986, comparten Serón mi tarea aprendiendo pero también enseñándome Cedo a la tentación de dar nombres a riesgo de olvidarme de muchos. Algunos se han quedado, obso no pero todos han marcado mi vidas: Victoria Cohen Imach, Olinda Lávaque, Guillermo Siles, Maria Marta Lujan, Fabiola Orquera, Rossana Nofal, Patricia Lemos, Cecilia Carrizo, Viviana Hurvitz, Ana Garcia Guamero, Pablo Arredondo Moreira, Maria Jesús Benites, Carolina Sánchez, Denise León. Para todos ellos mi agradecimiento por la pasión y la inteligencia. Tampoco puedo dejar de recordar a mis maestros Octavio Corvalán, Emiño Carilla y, sobre todo, Maria Eugenia Valentié, que me acercaron a la lectura de los libros mentirosos y a los enigmas de la lista roja y negra.
Hablar de Literatura Latinoamericana
El nombre literatura latinoamericana pone en escena la problemática. Nos encontramos con dos dominios a esclarecer: Literatura y Latinoamérica.
Literatura viene de Littera que significa Letra y nos remite a la Escritura, tomando como modelo a la escritura alfabética, ámbito arrancado a la Historia, sacralizado en el siglo XVII en el que aparece la noción de Bellas Letras. La literatura y la historia son construcciones culturales que tienden a naturalizarse Perdemos entonces la capacidad de cuestionarlas. La Historia se presenta como Mito y nos interpela para establecer con ella una relación de creencias
Si consideramos a la literatura como una institución humana, como producción particular no universal vemos que ha sufrido enormes variaciones a lo largo del tiempo. Esto no solamente sucede con la literatura sino con todas las disciplinas Como lo señala muy bien el francés Michel Foucault, las relaciones entre las palabras y las cosas sufren permanentes cambios Cada cultural-y con esto nos referimos tanto a las diferencias en el tiempo como en el espacio Designa a las producciones discursivas un papel diferente Los aztecas daban a sus pinturas un sentido ritual parecido al que tiene el Libro resguardado y elaborado en los conventos medievales. Si recuerdan en El nombre de la rosa de Umberto Eco, la Biblioteca custodiada por el sacerdote Jorge que no permite el ingreso a cualquiera (La imprenta aparece recién en el siglo XV pero es tan fuerte su efecto que, como señala Marshall Mac Luhan inaugura una era, la Galaxia Gutenberg en la que vivimos hasta ahora
Mientras tanto, junto con la escritura alfabética, han coexistido otros sistemas de notación, En el caso de los pueblos chinos la escritura tiende a ser totalmente diferente, en Egipto los jeroglíficos que recién pueden ser descifrados por Cham polión Hace muy poco tiempo se pensaba que los pueblos indígenas no tenían escritura. Sin embargo hoy comienzan a valorarse otros sistemas de notación en culturas predominantemente orales
No en todos los tiempos ni en todos los espacios se mantienen las disciplinas tal cual hoy las conocemos (La institución literaria está sometida a las convenciones discursivas de cada comunidad. Esto nos conduce a un problema: no existe un término similar en la cultura de los pueblos del Valle de México. La idea del sabio náhuatl o la del tlacuilo no es la misma que la del escritor. Nosotros hombres y mujeres de la tradición occidental en el siglo XX no consideramos como itinerarios los mismos objetos que hombres de la antigüedad o que los letrados del siglo XVI inclusive de siglos más cercanos. Probablemente lo mismo suceda en el futuro, las computadoras nos hacen avizorar como poblado por hipertextos.
En estos fines de siglo se discute acerca de la existencia de un canon literario, especialmente en el campo intelectual estadounidense. ¿que debe intentar leer el individuo que todavía desea leer en este momento de la historia?.
Para Harold Bloom, el canon es idéntico a un Arte de la Memoria literaria. Las angustias más profundas de la literatura son literarias, de hecho definen lo literario y casi se identifican con ello. Un poema, novela u obra de teatro se contagia de todos los trastornos de la humanidad, incluyendo el miedo a la mortalidad, que en el arte de la literatura se transmuta en la pretensión de ser canónico, de unirse a la memoria social o común. Siempre siguiendo a Bloom, el canon, palabra de origen religioso se ha convertido en una elección entre textos que compiten para sobrevivir, ya se interprete esa elección como realizada por grupos sociales dominantes instituciones educativas, tradiciones críticas o, como hago yo, por autores de aparición posterior que se sientan elegidos por figuras anteriores con-cretas
Las defensas ideológicas del canon literario son tan perniciosas en relación con los valores estéticos como las virulentas críticas de quienes, atacando el canon pretenden destruir la noción misma de literatura. Los anticanonizadores se basan en Antonio Gramsci que, en Cuadernos de la cárcel, niega que cualquier intelectual pueda estar libre del grupo social dominante.
En relación al canon hay que tener en cuenta el control social que se ejerce sobre los discursos. La práctica de la lectura está sujeta a distintas formas de control y regulación. La escuela es la institución encargada de ejercitar este poder. Todo sistema de educación se convierte en una forma política de mantener o modificar la adecuación de los sujetos a los discursos sociales por la enorme cantidad de saberes y de poderes que engloba dentro de sí, y el modo de producción literaria dominante. En toda sociedad coexisten un cierto número de modos de producción literaria, uno de los cuales será dominante, textos que articulan entre sí distintas relaciones tales como homología, conflicto, contradicción
El modo de producción literaria está en relación con el modo de producción social. No necesariamente esta relación es de armonía como afirman algunos de los detractores. Habría que distinguir entre el canon literario y los curricula
La longevidad de los textos forma en el interior de una cultura una jerarquía de valores Los textos más viejos suelen ser los textos canónicos, el tiempo otorga una autoridad innegable, sacraliza y canoniza las palabras escritas. No necesariamente los todos sobrevivientes son aquellos que integraron el canon de su época, porque como en el capítulo VI del libro El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha pueden ser excluidos por distintos motivos
"El canon es una construcción cultural que refleja los valores históricos y sociales de una comunidad" implica un complejo sistema de relaciones que puede funcionar como mecanismos de exclusión. El corpus es más amplio, integra un conjunto de producciones discursivas que no cumplen con las exigencias del canon pero que se encuentran en permanente relación con él.
Walter Mignolo afirma que la literatura latinoamericana ha partido de un campo de estudio forjado en la ideología del alfabeto y la transformación del concepto de aesthesis el que, a partir del Siglo XVII dejó de significar sensación para significar sensación en la belleza. Se creó así una situación asimétrica en la que por "literatura" se designó una práctica escrita, limitada a grupos sociales minoritarios pero ligados al poder afirmando una jerarquía de valores entre lo escrito y a lo oral Tanto la sugerencia de un investigador como Lord de que el arte de amar se perfeccionó mucho antes de la invención de la escritura como la fórmula de un escritor como Calvino en que todo comenzó en la tribu, revalorizan las relaciones entre oralidad, alfabetización y literatura
Algunos textos considerados obras maestras de la literatura hoy no tienen si no un valor arqueológico como por ejemplo la Diana de Montemayor largos poemas barrocos. La crítica ha rescatado un conjunto de discursos matrices de la literatura latinoamericana que, en sus orígenes, no estaban dentro de la institución literaria como el Diario de Colón o la obra de Bernal Diaz del Castillo.
Pero volvamos a la pregunta por la literatura: Durante mucho tiempo los estudiosos y teóricos buscaron una esencia algo que se pudiera encontrar en la obra literaria, algo tangible que siempre se les escapaba y que los formalistas rusos dominaron en el siglo XX la literariedad-un término bastante feo, por cierto. Al no encontrar ese objeto después de muchos estudios, decidieron apoyarse en la convención que una obra de arte es tal si es recibida por la comunidad como obra de arte. O sea la obra literaria es aquello que una comunidad acuerda que es literario. Sin embargo es incuestionable que la literatura es una producción social con una materialidad de símbolos.
Existe por un lado una materialidad de la obra literaria y por el otro lado una convención social que sanciona su carácter de tal. La palabra es más palabra que nunca en el poema, es palabra vuelta hacia la misma nos dice el mexicano Octavio Paz. Al mismo tiempo las palabras del poeta serán las de la tribu o lo serán algún día
La creación poética se inicia como violencia sobre el lenguaje, Dos fuerzas antagónicas habitan el poema: una de elevación o desarraigo, que arranca a la palabra del lenguaje, otra de gravedad, que la hace volver. (Octavio Paz, El arco y la fira)
Dentro del campo de la literatura latinoamericana aparecen una serie de discursos que no son fácilmente clasificables. Por ejemplo un poema náhuatl o cuica tí(flor):
Pero yo dije/ sólo por breve tiempo / sólo como la flor del elote / así hemos venido a abrimos, /así hemos venido a conocemos sobre la te ITE
Sólo nos venimos a marchitar, /Oh, amigos!/que ahora desaparezca el desamparo, / que salga la amargura, que haya alegría
En paz y placer pasemos la vida, / venid y gocemos / Que no lo hagan los que viven airados, / la tierra es muy ancha....
Las composiciones de los indígenas mexicanos llamadas huehuetlatolli o pláticas de los ancianos no son literatura en el sentido canónico. Lo mismo sucede con los himnos guaraníes asombrosos por su belleza, que plantean una concepción totalmente distinta de la palabra
Los extranjeros desean engañosamente / que oremos como lo hacen ellos. Para que esto no consigan hacer es que te molesto, Padre Namandű Verdadero, el Primero
Ellos utilizan nuestras palabras verdaderas / porque desean engañar nos, / y es así cómo dicen que el germen de la palabra alma es el ángel de la guarda.
Uno de los temas más discutidos es la pertenencia o no a la literatura del testimonio, género que surge como registro de la palabra de los que no tienen escritura Es el caso de Elizabeth Burgos Debray, una franco-venezolana que recoge la voz de Rigoberta Menchu, una india maya quiché. Rigoberta no escribe, aprendió a hablar el español para contar las luchas de su pueblo, Elizabeth Bur-gos Debray lo hace por ella. Lo mismo sucede con la pedagoga Moema Viezzer y la luchadora campesina boliviana Domitila Barrios en un libro que lleva el sugestivo nombre Si me permiten hablar.
La problemática se torna más compleja si se toma en cuenta discursos híbridos nacidos en la urgencia, como las cartas de José Martí, el diario del Che Gue vara, los escritos del subcomandante Marcos, los testimonios de la última dictadura militar recogidos en obras como La Voluntad de Eduardo Anguita y Martin Caparrós,
La función histórica y la función política siempre se han entreverado en estas latitudes con la literatura. Sin ir más lejos, el Facundo de Sarmiento, las cartas de Bolívar, las novelas de Ciro Alegría y de José María Arguedas, los poemas del Canto General de Pablo Neruda, las poesías y canciones de Mario Benedetti Desde la cultura popular también desafían al canon las coplas de Atahualpa Yupanqui o los tangos de Armando Discépolo, las canciones poemas de Juan Luis Guerra o de Silvio Rodriguez
Géneros profanos como el periodismo exhiben hay producciones que no podemos excluir las crónicas de Gabriel Garcia Márquez y Carlos Monsiváis, las de Elena Poniatowska y Tomás Eloy Martínez. Discursos silenciados como la escritura de las mujeres que, apartada de la gran literatura, eligió géneros menores como el folletín, las recetas de cocina, el rumor, las cartas, los diarios. Es el caso de textos como los de Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla, Flora Tristán y Manuela Sáenz
Nos apartemos por un momento de los conflictos que nos plantea el término literatura. Para poder comprender su dominio debemos manejar otra noción de cultura. La propuesta del semiótico ruso Iuri Lotman considera a la cultura como la memoria no hereditaria de la colectividad que se expresa en un sistema determinado de prohibiciones y prescripciones. La cultura es por definición, un fenómeno social: los casos de cultura individual son inevitablemente secundarios en el plano histórico.
Dado que la cultura es memoria o, si se prefiere, grabación en la memoria de lo vivido por la colectividad, se relaciona con la experiencia histórica pasada. En el momento de su aparición, por tanto, no puede ser constatada una cultura como tal. Se adquiere plena conciencia de ella con posterioridad a los hechos. Cada cultura se concibe a sí misma de determinada manera. Su funcionamiento supone tres funciones: aumento cuantitativo del volumen de los conocimientos, redistribución de los mismos dentro de la estructura, y la selección por medio del jue go entre memoria y olvido. Para fijar determinados contenidos debe descartar otros, excluyéndose. La destrucción de textos de la cultura es la creación de nuevos textos. La cultura va dirigida contra el olvido, logra vencer al olvido transformándolo en uno de los mecanismos de la memoria.
Existe una profunda diferencia entre el olvido como elemento de la memoria y como instrumento de su destrucción. En este último caso, en el imaginario social se produce una escisión Culturas como las latinoamericanas viven una especie de esquizofrenia como afirma Manuel Scorza ya que, marcadas por las conquis tas, han silenciado a los vencidos, Pero ese olvido obligatorio conlleva a la regresión histórica el ejemplo más claro nos lo dan las culturas de la conquista de América, imponiendo a la colectividad esquemas históricos mitificados
Las cultura funciona como un sistema de signos. Para Lotman posse sistemas modelizantes. El sistema modelizante primario es la lengua. La literatura, la religión, el mito, la historia son sistemas modelizantes secundarios. Para el marxista inglés Raymond Wiliams la distinción de la cultura, en el más amplio o en el más restringido de los términos como un sistema significante realizado, está concebida no sólo para dar lugar al estudio de instituciones, prácticas y obras manifiestamente culturales con otras prácticas Las relaciones entre cambio social y cambio cultural son cruciales. De acuerdo al tipo de relaciones que se establecen dentro de las formas culturales podemos hablar de formas culturales dominantes, transmitidas por las instituciones y consideradas como centrales les residuales que corresponden a las sociedades y épocas anteriores y a menudo diferentes pero que son todavía accesibles y significativas: formas culturales emergentes que comprende los tipos nuevos. Hay tensión y lucha entre la innovación y la tradición.
Para concluir me gustaría volver a la noción de literatura a través de la mirada del teórico francés Roland Barthes que entiende "por literatura no un cuerpo o una serie de obras, ni siquiera un sector de comercio o de enseñanza, sino la grafía compleja de las marcas de una práctica, la práctica de escribir, Veo entonces en ella esencialmente al texto, es decir, al tejido de significantes que constituye la obra". Podemos entonces decir literatura, escritura o texto.
Texto quiere decir tejido, pero si hasta aquí se ha tomado este tejido como un producto, un velo detrás del cual se encuentra més o menos oculto el sentido (la verdad), nosotros acentuamos ahora la idea generativa de que el todo se hace, se trabaja a través de un entrelazado perpetuo, perdido en ese tejido -esa textura el sujeto se deshace en él como una araña que se disuelve en las segregaciones constructivas de su tela. (Roland Barthes, El Placer del Texto, pág. 104)
Para Barthes las fuerzas de libertad no dependen sino del trabajo de desplazamiento que ejerce sobre la lengua.
La literatura toma a su cargo muchos saberes. Para Barthes la literatura es el resplandor mismo de lo real, no fija ningún saber sino que los hace girar, el saber que moviliza nunca es completo ni final. Lo que conoce de los hombres es lo que podría llamarse la gran argamasa del lenguaje, que ellos trabajan y que los trabaja, ya sea que reproduzca la diversidad de sociolectos, o bien que, a partir de esta diversidad, cuyo desgarramiento experimenta, imagine y trate de elaborar un lenguaje-límite que constituye su grado card, "En la medida en que pone en es cana al lenguaje en lugar de, simplemente, utilizarlo, engrana el saber en la rueda de la reflexividad infinita a través de la escritura, el saber reflexiona sin cesar sobre el saber según un discurso que ya ni es epistemológico sino dramático. La escritura transforma al saber en una fiesta (Barthes)
O sea que la primera gran fuerza de la literatura es el lenguaje, la segunda es la fuerza de representación. Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos la literatura se esfuerza por representar lo real. Muestra la no resignación de los hombres a la no correspondencia entre palabras y cosas. El rechazo entre lo real y el lenguaje es lo que produce, en una agitación incesante, la literatura. Al mismo tiempo que es realista es irrealista en la medida en que cree sensato el deseo de lo imposible. Esta es la función utópica, La utopía de la lengua es recuperada como lengua de la utopía. La tercera fuerza de la literatura, su fuerza semičlica reside en actuar los signos en vez de destruirlos, en meterlos en una maquinaria de lenguaje cuyos muelles y seguros han saltado, en resumen, en instituir en el seno mismo de la lengua servil, una verdadera autonomía de las cosas.
Durante mucho tiempo las historias de la literatura latinoamericana, surgidas con las nacionales, construyeron una imagen del periodo colonial que dificulta-si no impide- orientar la reflexión sobre obras que no fueran escritas en castellano, consideradas literarias y que apelarán a otros modelos de representación ya que, fundándose en criterios idiomáticos y literarios, sostienen que la literatura colonial es la literatura escrita en castellano en/sobre América dentro de los moldes de la cultura conquistadora, excluyendo otras conceptualizaciones..
El cuento "La busca de Averroes", de Borges, es un buen modelo de la dificultad para comprender diferentes conceptualizaciones de la cultura. Averroes, el sabio árabe, empeñado en traducir a Aristóteles y ofuscado por entender el san-tido de dos palabras, tragedia y comedia -que en el ámbito del Islam "baruntaba lo que querían decir, mita por el balcón enrejado el juego de unos chicos semi-desnudos que pretendian ser lo que no eran "todos querían ser el almudano, nadie la congregación o la forre". Averroes no puede reconocer en ese juego el teatro porque este género no pertenece a su cultura
Esta posición cerrada ignora la producción de exiliados como los jesuitas que escribieron en latin, la del mismo Colón cuyo Diario nos llega en latin; el aporte de viajeros como Hudson, las producciones en lenguas indígenas. La complejidad idiomática del periodo colonial: la confrontación de culturas basadas en la oralidad y sociedades basadas en la escritura, lo convierten en un modelo ideal tanto para la reflexión sobre culturas y lenguas en contacto como del espectro de Interacciones discursiva
El dominio de los textos escritos en castellano y con valor literario va dejando paso al dominio de textos escritos en otras lenguas y a las transcripciones de relatos orales, sin necesario valor estético. Se reconoce la relevancia de duros discursos para la comprensión del periodo, más allá de la letra escrita puesto que importan las tradiciones orales y las escrituras no alfabéticas- y de lo escrito en castellano por hispanos
La restricción de las letras coloniales a los textos escritos en castellano responde a la tradición colonizadora-formación cultural dominante según Williams-El recorrido que les proponemos supone leer la compleja red de negociaciones discursivas que fue la cultura colonial. Se trata de considerar discursos no literarios, ampliando nuestro horizonte con otros textos como los de la historia. El análisis de la escritura de la historia como historia de la escritura permite confrontar las formas de conservar el pasado. Como ejemplo vamos a ver la contradictoria vinculación entre la visión de los vencidos y la de los vencedores. Así también las diferencias entre los lenguajes. Para ello, hasta nuevo aviso, siguiendo a Walter Mignolo preferimos hablar de discursos y no de letras para permitir que ingresen a nuestro campo de estudio la multiplicidad de las producciones coloniales, inclusive las precolombinas.
Nuestra América y sus desventuras
Cuando decimos literatura latinoamericana en realidad al adjetivo conflictus al sustantivo, Fíjense ustedes que la primera pregunta que a ustedes se les puede ocurrir es muy antigua, nace con la conquista y no hemos encontrado una respuesta satisfactoria. ¿Qué es América Latina/Latinoamérica Hispanoamérica/Iberoamérica, etc.?
Desde el encuentro mismo con el continente data el desencuentro con el nombre. En ese sentido podemos decir con Edmundo O'Gorman que América había sido inventada por los europeos antes de encontrarla. Durante muchos años se habla fantaseado con las tierras más allá de la puerta del Mediterráneo.
Son muchos los bautismos que violentan nuestro territorio y nuestro imaginario, casi todos provienen del discurso del dominador, Tenemos que hacer una lista de nombres. América siempre fue el objeto que un sujeto llamado Europa fue nombrando Para Colón éstas eran las Indias, o Asia que tanto había buscado Todo el tiempo insistió en que había encontrado las tierras del Gran Khan que tanta fama había acarreado a Marco Polo. En su último viaje cuando avista el golfo de Paria cambia de idea y considera la llegada al Paraíso terrenal:
El mundo no es redondo. El mundo es una teta de mujer. El pezón nace en el pollo de París y asciende bastante cerca del ciclo. A la punta, donde fluyen los jugos del Paraiso, ningún hombre llegará jamás. (Alejo Carpentier, El arpa y la sombra)
Según Tzvetan Todorgy el descubrimiento de América es la experiencia más importante de la humanidad. Al mismo tiempo que, por primera vez se tiene una versión en totalidad del planeta, se vive la experiencia más radical de encuentro con la alteridad
América es el único continente con fe de bautismo. A París llega una carta de Vespucio que traduce del latin un arquitecto de Verona, famoso por haber dirigido la construcción del puente de Notre Dame. La inmediata edición de París (1503) provoca la alemana de 1505, también latina, de Estrasburgo. Los canónigos de la abadía de Lorena en Saint- Dié reciben con júbilo la carta y hacen la edición con un mapa Al Nuevo Mundo se le pone el nombre del piloto que lo pronuncia, y es en ese mapa que le ponen el nombre de América eu, basándose en una pintura donde elocuentemente América es una mujer desnuda frente a Vespucio su "descubridor" dice en La escritura de la Historia
Vespucci llega al mar. De pie, y revestido con coraza, como un cruzado, lleva las armas europeas del sentido y tiene de sí los navíos que traerán al Occidente los tesoros de un paraíso. Frente a él, la india América, mujer acostada, desnuda, presencia innominada de la diferencia, cuerpo que despierta en un espacio de vegetaciones y animales exóticos. Después de un momento de estupor en ese umbral flanqueado por una columna de árboles, el conquistador va a escribir el cuerpo de la otra y trazar en él su propia historia. Va a hacer de-olla el cuerpo historiado, el blasón de sus trabajos y de sus fantasmas. Ella se rá América "latina" (Michel de Certeau, La escritura de la historia)
Esta imagen erótica y guerrera tiene un valor mítico, pues representa el comienzo de un nuevo funcionamiento occidental de la escritura. La escena revela la sorpresa ante esta tierra que Vespucio captó con claridad, espacio inexistente en los mapas, cuerpo desconocido destinado a llevar el nombre de su inventor/dominador Al mismo tiempo cuerpo desnudo, en blanco, en el que la escritura colonizadora inscribe su deseo, al mismo tiempo que la violenta, naturaleza en espera del gesto "civilizador
La denominación Nuevo Mundo especula con el Viejo Mundo porque los habitantes de estas tierras no saben que están siendo nombrados. El Imperio le implanta una identidad a sangre y fuego. Fijense que la unidad del continente va a estar dada por la Historia, por la Lengua y por la Religión. Los primeros en arrebatamos el nombre dado por los conquistadores españoles fueron los Estados Unidos cuando se independizaron, al punto que hoy son conocidos como americanos
Los tiempos de la independencia en el siglo XIX trajeron sueños de unidad Simón Bolívar en la Carta de Jamaica proclame que somos un pequeño género humano y que debemos mantenernos unidos para formar la Patria Grande, Pero estos vientos dieron otros frutos: la balcanización del continente en regiones y luego en naciones
Y una vez que los Estados Unidos corrieron sus límites al Río Grande o Ric Bravo despojando a México de un enorme territorio, se instauró la denominación Norte/Sula difícil frontera entre la América anglosajona y la América española. Los distintos hispanos que van a Estados Unidos están a punto de imponer el español como lengua, al mismo tiempo los mexicanos sufren la represión al buscar trabajo, saltando a diario el muro entre el Norte y el Sur. América Latina es la geografía que quedó al Sur de Río Bravo y que hizo exclamar a Rubén Darío, en su Oda a Roosevelt:
La América del grande Moctezuma, del inca, / la América fragante de Cristóbal Colón, la América católica, la América española, la América en que dijo el noble Gustamos
La serie de nombres es interminable: América española por oposición a anglosajón. Hispanoamérica o Iberoamérica para abarcar al Brasil, América Indi gena. El nombre es América pero Latinoamérica es acuñado por los franceses cuando mandaron su emperador a México y también con intenciones imperialistas tiene un sentido político más amplio.
Nuestra América la llamó José Marti, un continente con un conjunto de regiones heterogéneas, sometido a procesos históricos similares, que ha dependido sucesivamente de los mismos imperios, habla fundamentalmente dos lenguas y posee una cultura común, modulada en la pluralidad, a la que mucho ayudó la campaña evangelizadora, Además el conflicto con la homogeneidad del dominador
La descolonización de la cultura latinoamericana incluye la revisión de los múltiples relatos tejidos alrededor de la identidad del continente, identidad entendida como esencia. Desde antes de la Conquista, La Letra proyectó una imagen virtual del Nuevo Mundo. Las representación estuvo signada por la alteridad del objeto, en relación a un sujeto que lo definía desde fuera.
En el largo discurso ideológico que vertebra nuestra cultura continental podemos reconocer distintas ideologías. Desde el discurso narrativo de la conquista estructurado alrededor de Mirabile o maravilla en el sueño del Dorado y de la Fuente de la Eterna Juventud, o utopía en la posibilidad de inaugurar una nueva sociedad hasta las últimas lecturas que condenan a nuestros pueblos a los már-genes de una sociedad postindustrial El mestizaje como señala Comejo Polar, ha producido tanto visiones pesimistas como de exaltaciones optimistas. Encontramos una fuerte relación entre el mestizaje y el proyecto de la modernidad. José Martí en Nuestra América enuncia la idea de sumatoria:
Éramos una visión con el pecho de atleta, las manos de petimetre y la frente de niño. Éramos una máscara con los calzones de Inglaterra, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España. El indio, mudo, nos daba vuelta alrededor, y se iba al monte, a la cumbre del monte a bautizar sus hijos. El negro, oteando, cantaba en la noche (pág. 165.)
La concepción del espacio americano como conjunción de culturas corresponde a un proyecto cultural de la posguerra. Esta representación es asumida por José Vasconcelos (cultura sinfónica), Ricardo Rojas (Eurindia), Arturo Uslar Pietri (cultura aluvional); José Lezama Lima (protoplasma incorporativo) Alejo Carpentier Lo real maravilloso americano). A través de estos modelos explicativos inten Jaron dior cuenta de una ontología del continente como mestizo,
En todos los casos se trata de una resolución con raíces en el nacionalismo vernáculo que enfatiza etnocéntricamente la suma y no en el conflicto pecando de reduccionismo al ignorar las diferencias, moviéndose con exclusividad dentro de la cultura central. Reconoce al menos tres matrices étnicas: la negra, la blanca, la indigena. Este discurso soslayaba de la pluralidad y el conflicto reduce las partes al todo en lo que Antonio Cándido llamaría "conciencia amena del subdesarrollo" Vemos la euforia en los textos de Carpentier que encubren la ficcionalización del espacio americano.
por la presencia faustica del indio y del negro, por la Revelación que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propíció, América está lejos de haber agotado su caudal de mitologias..
Es indudable la potencia de la palabra mestizaje. Aún hoy podemos advertir la fuerza de esta imagen auto identificatoria que nos provee de un locus amoenus al abandonar la visión eurocéntrica en la medida que se define lo americano como diferencia. Si bien es innegable la "confluencia" de razas y de culturas, este fenómeno se da en otras zonas de la tierra.
Los términos mestizaje y transculturación gozan de un mismo origen aunque de diverso prestigio. La noción mestizo nos remite a la idea de mezcla, mezcla profundamente asimétrica, La instancia hace hincapié más en las semejanzas que en las diferencias a inaugura la categoría de Nuevo Mundo, Nuevo Hombre en la que subyace la idea de un continente joven resucitando la utopía de la Patria Grande. América es el continente barroco en el que la mezcla es la operación fundamental, mezcla que tiene que ver más con la yuxtaposición que con la oposición, basada en la positividad más que en la negatividad
El vocablo transculturación es propuesto por Fermando Ortiz como modelo explicativo del cubano en su libro Contrapunteo Cubano del Tabaco y del Azúcar con el aval de Malinowski. La cultura es unidad en la diversidad, espacio en el que se reúnen las diferentes etnias que llegaron a Cuba
La verdadera historia de Cuba es la historia de sus intrincadísimas transculturaciones (...) Todos ellos arrancados de sus núcleos sociales originarios y con sus culturas destruidas, oprimidas bajo el peso de las culturas aquí imperantes, como las cañas de azúcar son molidas entre las masas de los trapiches (...) Y cada inmigrante como un desarraigado de su tierra nativa en doble trance de desajuste y reajuste, de aculturación o inculturación y de aculturación o inculturación, y al fin, en síntesis, de transculturación. (Fernando Ortiz, Contrapunteo Cuba-no pag. 87.)
No podemos dejar de coincidir con Comejo Polar en sus notorias relaciones con el concepto de mestizaje. La categoría heterogeneidad es fundamental en la crítica de la cultura que ha incorporado la categoría de alteridad. No es casual su nacimiento en el mundo de la postmodernidad o de la sobremodernidad o de la antimodernidad en el que la antropología deja de ser antropología del otro. La heterogeneidad ofrece las desventajas de las generalizaciones. Hablar de una heterogeneidad literaria refiriéndonos al sistema o a la literatura siempre supone tener en cuenta la heterogeneidad social, cultural y económica. Quiero recordar las palabras de Cornejo Polar al proponer:
La posibilidad de articular mediante una red de contradicciones las múltiples literaturas de América Latina parece ser una mejor opción que la de reivindicar el estudio aislado-paralelo al de la literatura culta de las literaturas marginales, aunque esta tarea resulta en cierto modo previo a la configuración de la totalidad. Después de todo, si se trata por ejemplo de la Conquista, debería estar claro que su literatura no es ni la hispánica ni la Indigena, ni siquiera la yuxtaposición de ambas, sino el sistema de contradicciones que las vincula y opone, pero sobre todo las explica, como representaciones simbólicas de un proceso histórico común, que a su vez, como es obvio en este caso, también está hecho de contradicciones, (Escribir en el aire...)
En América Latina existe un sistema literario privilegiado: es el que está constituido por las literaturas escritas en los idiomas que impusieron las metrópolis coloniales, bajo normas artísticas cultas derivadas de Occidente En torno a estos, en situación de alguna manera subordinada, se producen otros sistemas literarios que convenimos en llamar marginales: a grandes rasgos, son los que emplean las lenguas americanas y sus respectivas codificaciones culturales, diferentes pese a la presión aculturadora ejercida sobre ellas, io mismo que las Literaturas populares cualquiera que sea su filiación lingüística, Estas última, pero sobre todo las literaturas étnicas, se formalizan oralmente salvo pocas excepciones Esta estrashcación reproduce otra mucho más profunda. El sistema literario hegemónica dispone para su producción y reproducción de los atributos de la institucionalidad educativa y cultural, y globalmente de los servicios que ofrece el orden social todo, mientras que los sistemas marginales no cuentan más que con la potencialidad de los grupos que se expresan a través de ellos, precisamente son grupos social y étnicamente deprimidos. Es explicable, entonces, que en el primer caso se tienda a la consolidación y expansión, y en el segundo la mejor expectativa puede reducirse a la resistencia arcaizante y empobrecedora.
La crítica e historia literarias latinoamericanas no han problematizado suficientemente el asunto. Al no hacerlo convalidan un estado de cosas que ciertamente no tiene otra razón que la historia que comienza en la Conquista. El acto esencial de la Conquista consistió en degradar todo lo nativo y en excluirlo del espacio propiamente humano, el de los vencedores Siglos después, sün persiste el mismo esquema discriminatorio Eduarda Subirats muestra cómo la lógica de la colonización supuso el vaciamiento cultural, la confrontación con el centro sagrado, la destrucción de ta memoria histórica. El arma principal fue la cristianización violenta como sistema de eliminación de las formas de vida socialmente definidas, y con ellas, sus medios de expresión artísticos y religiosas
El problema de la identidad de la América hispana está indisolublemente ligado al continuado proceso de destrucción de sus culturas históricas de origen. Y es asimismo inseparable del sistema cultural exterior de dominación colonial sus refundaciones modernizadas, sólo podían y sólo pueden asentarse sobre aquella condición negativa: la desintegración de las culturas históricas de América, la lenta pero consistente eliminación de su memoria (Eduardo Subirats, El continente vacío)
Se construyó así una identidad sustantiva a espaldas y contra la memoria histórica. Y una identidad que a la postre era la de un poder exterior a sus formas de vida que se opone a la memoria, se convierte en simulacro, en compensación y ocultamiento de un proceso efectivo de racionalización y uniformización de las formas de vida que afecta también al indio como zona residual del desarrollo capitalista. La universalización implica la demolición del núcleo creador de las grandes culturas a partir del cual somos capaces de interpretar la vida.
La destrucción es resultado también de un proceso colonizador destructor realizado desde una industrialización implantada violentamente en la mayoría de los casos Exilia al sujeto de su comunidad real que es el núcleo de la memoria histórica, en nombre de un Yo universal. Se trata de un sistema civilizador que desde las cruzados medievales y el llamado "descubrimiento del Nuevo Mundo destruye las realidades comunitarias de una Europa cosmopolita, pluriètnica y plurireligiosa, en beneficio de un proyecto político universalista y radicalmente uniformador, la civilización cristiane
El concepto cristiano de civilización mundial lleva implícito el vaciamiento de un continente, Por un lado, significa comprender programada amerita al Nuevo Mundo como continente vacío de historia, de comunidades reales y de vida, por otro, supone la instauración en ese mundo vaciado del principio lógico y universal de una identidad trascendente y absoluta el Yo vacío, el sujeto colonizador, El héroe cristiano pertenecía a una España que había eliminado por decreto las dos terceras partes de su población, que durante nueve siglos habla practicado el mestizaje entre Judios, moros y cristianos.
La colonización destruye formas de vida, objetos de culto, valores, espacios físicos; somete a un orden moral y económico completamente ajeno, como premisa de un expolio económico de recursos naturales y fuerza humana de trabajo,
No parece necesario discutir ni sobre la existencia de varios y distintos siata-más literarios, ni sobre la interpretación que determina que sus relaciones de hegemonía y subordinación o marginalidad reproducen el carácter de la sociedad latinoamericana, salvo en lo que toca a los diversos niveles en los que se manifiesta la desigualdad de la relación entre los sistemas pues habría que analizar con más cuidado el caso de las Meraturas marginales que goza una alta autonomía artística pero que no dejan de ser dependientes en el plano de sus condicionamientos sociales. Siguiendo esta línea de reflexión, es poco probable que se puedan cuestionar que los sistemas marginales tengan asi validez artística y representatividad social
Se trata de proponer una redefinición del corpus de la literatura latinoamericana incluyendo dentro de él a los sistemas hasta ahora marginados, tarea que implica, en primera instancia, la formulación de un problema teórico. Escuetamente dicho: ¿qué categoría teórica es apropiada para enfrentar la multiplicidad de literaturas que coexisten en América Latina?
La primera alternativa es aceptar el dato empírico de esa multiplicidad efectiva y procesado mediante la categoría de pluralidad. En este sentido el término literatura latinoamericana puede conservarse para designar sólo un espacio virtual en el que proliferan muchos sistemas literarios distintos y hasta autónomos
Buena parte de la práctica crítico-histórica sobre las literaturas marginales y de literaturas étnicas y populares suele clausurarse en sus propios ámbitos. No se trata de una opción gratuita. Son profundas y decisivas las diferencias entre un sistema y otro, abarcan la conceptualización, el modo de producción, el funcionamiento y hasta la materialidad del ejercicio literario, que efectivamente conforman espacios pasibles de conocimiento independiente. Es obvio que existen problemas de competencia científica en cuanto la propia multiplicidad divergente exige especializaciones que impiden, o dificultan gravemente, las visiones de conjunto 
La categoría de pluralidad no da razón, sin embargo, de algunos hechos fundamentales. En efecto, al autonomizar ics sistemas literarios, impide ver las rela ciones que efectivamente pueda haber entre ellos, como sucede por ejemplo en los himnos religiosos indígenas modernos, en los que es imposible obviar las Interferencias cristianas, o en la poesía popular urbana, que emplea a destiempo ya veces resemantiza estructuras de la poesía culta, pero, sobre todo, desapercibida la inmersión de todos los sistemas literarios, aún de los que efectivamente tienen una autonomía artística muy marcada, como podrían ser las literaturas de los grupos étnicos de la Amazonia, en un solo curso histórico que engloba desde La Conquista, y con vigor creciente, a la sociedad latinoamericana integra, Teóricamente no cabe suponer que esa historia común deja sin marcar las literaturas que se producen a su ritmo, pese a que, como es obvio, inexperiencia de esa historia sea desigual y desiguales sean también las respuestas culturales que suscita
Pero vista de otra manera, is literatura mexicana, desde la Historia verdadera de la conquitto de la Nueva España hasta Obsesivos días creu lares y de Fray Bernardino de Sahagún a fray José Emilio Pacheco, es un solo y vasto intento de recuperar la memoria recuperando la palabra Porque en México la palabra pública también desde las Cartas de relación de Cortés hasta el penúltimo informe presidencial, the vivido secuestrada por el poder y el poder, en México, es una vasta operación. Si no fuese por la tarea de algunos escritores, la historia de México no tendría más voz que el zumbido de las moscas en los basureros de los discursos, las falsas promesas y las leyes incumplidas. Y cuando digo escritores, lo digo un el más amplio sentido, me refiero lo mismo a Sor Juana Inés de la Cruz, que salva a la colonia del silencio, que a Emilia-no Zapata, que alguna vez salvó a la revolución de la mentira (Carios Fuentes, Todos los gatos son pardos, pág. 80)
La categoría de totalidad no diluye las contradicciones reales; al revés, las pone de relieve, puesto que ellas son, por así decirlo, la materia con la que está hecha. En otras palabras, sólo porque las relaciones entre los sistemas son pre-rentemente contradictorias es que se pueden armar con ellos una totalidad, de la misma manera que las contradicciones entre las clases sociales son las que permiten entender la sociedad como un todo.
Desde los años setenta se consagra una lectura que acentúa la ruptura con la homogeneidad, privilegiando la diferencia y la pluralidad. Cambia la percepción del mundo y del sujeto. El intelectual, especialmente en los años ochenta, cambiará su actitud de escritor a traductor. Se advierten espacios que impugnan el imperialismo del libro. El concepto de culturas híbridas de Garcia Canclini plantea una instancia sincrética un tanto desvaída, quiebra la ilusión esencialista. Los conceptos heterogeneidad e hibridez se relacionan con este nuevo discurso que admite las oposiciones en mayor medida que las armonías.
Hoy concebimos a América Latina como una articulación más compleja de tradiciones y modernidades (diversas, desiguales), un continente heterogéneo formado por países donde, en cada uno, conecten múltiples lógicas del desarrollo, Su crítica a los relatos omnicomprensivos sobre la Historia puede servir para detectar las pretensiones fundamentalistas del tradicionalismo, el etnicismo y el nacionalismo, para entender las desviaciones autoritarias del liberalismo y del socialismo. (Néstor Garcia Canclini, Culturas Hibridas..)
Para García Canclini lo culto, lo popular y lo masivo sufren un proceso de reformulación dentro de la modernidad latinoamericana. Especialmente acusan el impacto de la lógica de mercado. Lo cultolmoderno, hegemónico, elitista, erudito, ilustrado no es borrado por la industrialización de los bienes simbólicos. Es el caso de Cien años de soledad. Del lado popular (subalterno, tradicional) hay que preocuparse menos por lo que se extingue que por lo que se transforma, Hay una reubicación de la artesanía y del folclor, Se desvanece la pretensión de que forman universos autosuficientes. Lo masivo, lo que tiene que ver con el mercado no es necesariamente incompatible. La presencia de la tecnología de medios no hace sino reutilizar los productos de los otros sistemas, se produce su transformación
Así como no funciona la oposición abrupta entre lo tradicional y lo moderno, tampoco lo culto, lo popular y lo masivo están donde nos fuimos a encontrarlos. Es necesario deconstruir esa división en tres pisos, esa concepción hojaldrada del mundo de la cultura y averiguar si su hibridación puede leerse en las disciplinas que los estudian por sepaга-do. (Néstor Garcia Canclini, Culturas Hibridas)
Me parece fecunda la propuesta de Itamar Even Zohar que propone el concepto de polisistema y de puericultura. En un polisistema no debe pensarse en términos de un centro y una periferia sino en términos de múltiples centros y de migraciones de uno a otro espacio. Hay múltiples concesiones de sistema a sistema así como conflictos, así como existen sistemas abiertos y sistemas cerrados. Muchos de los sistemas marginados asumen una postura de autodefensa que los dota de rigidez. Es imposible prescindir del sistema cultural al buscar el eje organizador del discurso literario como sistema. Una zona literaria es una unidad orgánica de relaciones, distorsiones, movimientos, intercambios, cuya base se sitúa en una historia de parámetros comunes. 
El libro que habla Oralidad y escritura en Latinoamérica
Para imaginar la escena de encuentro entre la escritura del conquistador y la oralidad indígena en América Latina, tenemos que tener en cuenta la colisión cultural donde el mutuo desconocimiento derivó en dominación del más fuerte. Cuando Colón, en su diario de viaje consigna la llegada a tierra firme se inicia una doble conquista: la de las armas y la de las letras. La posesión de la escritura determinará la superioridad de los vencedores en el manejo de la comunicación y legitimará el avasallamiento de las armas
Los pueblos latinoamericanos desconocían la escritura alfabética, abundan dentro de las crónicas las historias sobre el tema: Por ejemplo el episodio de los melodies narrado en los Comentarios reales. Algunos pueblos, como los mayas, habían creado un sistema de signos gráficos. Los nahuas del Valle de México empleaban ideogramas y pictogramas. El modelo de cultura más alejado de lo que conocemos como letra se da en la zona andina donde quilcas y quipus simplemente reforzaban las prácticas discursivas orales.
En las sociedades en las que se desarrolló la escritura alfabética ésta aseguró su señor con la imprenta. El Libro, cuyo paradigma es la Biblia, se transformó en la expresión de cultura de Occidente, negándose de este modo el profundo carácter oral de la antigüedad y el medioevo. Los pueblos indoamericanos por-bien matiza con sus producciones discursivas estas categorías naturalizadas, Results fundamental reconocer al papel de la oralidad en América. Hoy, distanciados de una posición etnocéntrica, los estudios culturales a fines del siglo XX aceptan la existencia de otras "escrituras" no alfabéticas en las que sonida e Imagen juegan un papel diferente, planteando relaciones plurales entre lo oral, lo visual y lo escrito.
Al construirse nuestra identidad continental se relegó a un pasado mítico y silenciado los discursos indígenas, despojando a los pueblos del continente na solamente de sus propiedades reales sino también de sus representaciones simbólicas, en este caso del inmenso reino de la voz Imposición de nombre le llamó el Inca Garcilaso de la Vega. Vaciamiento de un cosmos insiste Eduardo Subirats, denunciando la sustitución de la lógica indigena por una razón exterior e impuesta.
Si entre los recién llegados habla cronistas y escribanos, los pueblos indígenas también tenían especialistas en la manutención de los sistemas orales y de notación Por ejemplo los aztecas educaban a los sabios de la palabra (flamalinime), los versados en la palabra o en el decir (quimatia tiafoll), a los compositores/cantores (cuicat la/chicane) que producían los cantos y, finalmente, a los que hacían las pintures (laguito). Entre los andinos estaban los que manejaban los quipus (quipucamayos) y los sabios (amautas).
De la misma manera que Europa vio en la falta de escritura un signo de inferioridad y barbarie, los habitantes de Anáhuac o de los Andes se desconocieron en la Escritura del Dios que le imponía el colonizador resistiendo desesperado-mante dentro de sus universos simbólicos. En este conflicto se cifró el grado cero de la literatura latinoamericana. Dos son las escenas que he elegido para ilustrar-io. En ellas se condensan ricas significaciones: El Coloquio de los doce sabios de Anáhuac y el Diálogo trunco de Cajamarca: El primero tuvo lugar en México, el otro en el Perú. Ambos son una demostración del fracaso de la comunicación entre españoles e indígenas.
Las dificultades de los castellanos para comprender los modos de comunicación de los indígenas se debieron, en todos los casos, a su tendencia a evaluar los según sus propias prácticas discursivas basadas en la letra escrita y en el libro como objeto sagrado. El supuesto de que la civilización se funda en el libro estaba ya arraigado en el siglo XVI. Difícil, sino imposible, hubiera sido para los letrados pensar-que la letra es una de las tecnologías de in palabra y no la única, Es natural que toda comunidad humana, aunque no tenga escritura, haya desa-nullado sofisticadas prácticas lingüísticas y una clara idea de sus funciones en is vida social. Sin embargo, para una persona del siglo XVI esto era imposible de comprender.
En 1524 tiene lugar en el Valle de Anshuse el encuentro entre doce frailes franciscanos y un grupo de principales aztecas acompañados de sabios. La respuesta a las aseveraciones de los doce frailes en las cuales se les comunicaba la falsedad de los cultos que ellos, los aztecas, practicaban fue de asombro Los sacerdotes aztecas se nieguen a abandonar y destruir a los mismos las leyes y costumbres que "dejaron los primeros pobladores desta tierra" y porque "a esto estamos habituados y los tenemos impresos en nuestros corazones", Toman una decisión basándose en el reconocimiento de la identidad y de la tradición,
Los doce españoles, al oír la resistencia, dan razones para probar el error de estas creencias. El primer argumento es, naturalmente, la prioridad que tienen las creencias de los frailes frente a lo que podría parecer igualmente aceptable. El hecho de que los españoles no conocían y por lo tanto no adoraban los mismos dioses que adoraban los mexicanos es razón suficiente para asegurar que los segundos estaban en el error. No se les ocurre pensar que la situación inversa puede tener igual validez que son o razonamiento porque los mexicanos no tienen escritura. La escritura es el principal sobreentendido de su argumento. Lee-más las palabras de los frailes
Todo esto os declararemos muy por extenso si lo queréis oír y satisfa zeros emos en todo, porque tenemos la sagrada escritura donde se contiene todo lo que os diremos, que son palabras de aquel que da el ser y el vivir a todas las cosas. Es La sagrada escritura, de la que muchas veces os hemos hecho mención, es cosa antiquísima, son palabras muy verdaderas, cortísimas, dignas de todo crédito.
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Las actividades asociadas a las actividades de escribir y de leer son diferentes para los mexicanos que para los castellanos. Para los primeros, "Teer as "mirar y contar lo que dicen las pinturas", es decir, traducir signos gráficos no verbales a discurso verbal. Para los segundos, es transferir la letra escrita al sonido. La imagen de un Dios que dicta y la de alguien que escribe difícilmente podía ser captada por los mexicanos. Concebir la narración de lo que se mira en las pinturas, verter el contenido de ellas en discurso oral y conservar la tradición en la oralidad es algo que difícilmente podían entender los castellanos.
Estaban, como señala Walter Mignolo, uno a cada lado de la letra. Unos del lado de la letra que está pero que no se sabe tal, los otros del lado de la con ciencia de la letra que sitúa los grupos humanos en el mino de las ausencias: los Jetradas. Los unos, diestros en el decir y sabios de la palabra, los otros retóricos y letrados. El "otro" en Anahuac as esa extraño discurso que dictamina la veraci dad de un dios y la falsedad de los otros invocando la inscripción gráfica de la letra ¿Cómo podría el indigene, acostumbrado a mirar las pinturas del traculo, incorporar la idea de que la lectura del libro sagrado contenía la verdad del mun-do que en su error y ausencia de letras, ellos desconocían?.
Debemos tener en cuenta que el uso de la escritura modificó la manera de fijar el pasado. En unas pocas décadas las elites indígenas no solamente debieron aceptar e incorporar la escritura, sino asociarla a las formas tradicionales de expresión basadas en la imagen y el sonido. Esto alteró las representaciones del imaginario que proveían de identidad social. Allí donde la muerte rompió indefectiblemente e indistintamente todo vínculo social, y donde la derrota impuso el silencio del dolor, allí dio comienzo el reino de la palabra extraña.
El problema planteado es la traducción integral de una cultura a otra, el paso de un sistema de signos a otro. Paradójicamente, la ausencia del filtro occidental no resuelve las cosas, los indios, que alineados sobre sus papeles de amati, sus pictografías multicolores, pintaron los códices, prácticamente no dejaron las claves de su lectura.
Resulta curioso el hecho de que podemos poner fecha al encuentro entre oralidad y escritura en los Andes. El 16 de noviembre de 1532 en Cajamarca, se produjo un curioso diálogo entre Atahualpa y el padre español Vicente Valverde. Múltiples relatos se tejen alrededor de este hecho, con variaciones. Pero siempre se mantienen estos protagonistas agregándole el capitán Pizarro y el interpreta Felipillo y Martinillo- variante paródica de la Malinche, La Voz Suprema del Inca frente al Libro empuñada por Valverde. Sucintamente el sacerdote español le dijo a la Diosa diciéndole "Aquí está la palabra de Dios". Según distintas versiones el înca trató de leer al revés; se la acercó a la oreja intentando escuchar aquello que le habían prometido y arrojó al libro hijos, molesto por la mentira. En la versión de los testigos presenciales el hecho es relatado con extrema economía, la de Pedro Pizarro y la de Francisco Jerez. En realidad este acto que pasó a la historia como el ejemplo del fracaso del indio frente a la letra puede ser leído, como propone el estudioso peruano Antonio Comejo Polar como el fracaso del libro y el mentís de su universalidad. El desprecio de Atahualpa lleva a su calificación como bárbaro y como hereje que le vale la muerte. Su desconocimiento del verdadero de Dios la legítima,
Este encuentro es paradigmático de la imposibilidad de un diálogo. Aquellos españoles, analfabetos casi todos incluido su capitán, no comprenden el desconocimiento del libro. Para ellos es un objeto sagrado, para el Inca es solamente un objeto más. El fetichismo de la escritura que lleva a la consignación, a la apropiación de la realidad americana por escrito es llamado "furia nominativa" le llama Todorov. De ese modo se intenta ordenar y controlar una realidad plural a la que se devasta
Los gestos y las palabras de Valverde y Atahualpa señalan el origen de un complejo discurso cultural, quebrada desde su mismo soporte material, y, bien podría decirse que dan ingreso a varios discursos: de manera sobresaliente al de la Biblia, como así también al discurso hispánico imperial y al que a partir de entonces comenzará a generalizarse come "indio", negando las diferencias and nas con sus significados de derrota y resistencia. Hay, en la opinión de Cornejo Polar, una concentración de la memoria histórico-simbólica de las dos partes del conflicto y se expresa en la pertinaz preocupación latinoamericana: la de la pertinencia -o no- del lenguaje con el que se dice a sí misma, obsesión primera de una identidad, en cuya definición siempre aparece como fuerza desestabilizante, pero no necesariamente negativa la figura del otro
La imagen del libro hablante: grado cero de relación entre la cultura oral y la escrita representado por la dificultad de Atahualpa para entender no solamente la letra sino el funcionamiento mecánico del libro-abrirlo, pasar las hojas- que fun-cionan como los símbolos mayores de la incomunicación. Aunque en la Europa de la Conquista la letra todavía no se habla impuesto sobre la voz, en Anahuac, en Cajamarca la Escritura asume la representación plena de la Autoridad. Y es allí donde se metaforiza el silenciamiento de otras voces cuyas ricas modulaciones hemos olvidado, donde se produce el encuentro de la letra con las pinturas, de los relatos orales con el libro que concluyó con la violencia de las armas y el amordazamiento de las palabras
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juan-1980 · 22 days ago
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Los 12 apóstoles de la intelectualidad orgánica venezolana
Estos son 12 de los intelectuales orgánicos venezolanos más influyentes en la actualidad, según una encuesta realizada a profesores de los comités editoriales de las revistas Utopía, Praxis Latinoamericana, Laurus, Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Acta Científica Venezolana, Telos: revista de estudios interdisciplinarios en ciencias sociales y Apuntes: revista de estudios sobre…
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mxnews2 · 10 years ago
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De sirvienta a esposa del emporio del gas
La historia detrás del divorcio de los dueños mexicanos de Gas Zeta, Evangelina López y Miguel Zaragoza, es una novela mexicana de las buenas y de larga data. Producto de diversas acciones judiciales que llegaron a Costa Rica se desataron entre abril y julio problemas en el abastecimiento del gas de cocina.
Doña Evangelina López Guzmán entabló una demanda de divorcio el año pasado, tras 60 años de matrimonio y 10 hijos, contra Miguel Zaragoza Fuentes -ambos de más de 80 años de edad-, cansada de las infidelidades del empresario gasero y ante la posibilidad de que la nueva esposa de Zaragoza, Elsa Esther Carrillo, se apoderara de las compañías.
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Ante esto, el juez norteamericano del condado de Harris, Texas, Roy L. Moore, emitió una medida cautelar a favor de López, para que anotara los bienes gananciales, al tiempo que exigió que no se hiciera traspasos ni se nombrara a personas allegadas a Miguel Zaragoza. Zaragoza y López se casaron en octubre del 1953 y supuestamente se habrían divorciado en 1959, pero dicha situación fue desmentida porque, de acuerdo con lo reportado en el periódico mexicano Norte de Ciudad Juárez, en la edición del 23 de agosto, “Él y sus empleados de confianza declararon falsamente que su esposa Evangelina fue quien se presentó en el juzgado para promover el divorcio y declarar ante el juez que había procreado tres hijos con su entonces marido. Según los alegatos, esto nunca fue cierto, Evangelina nunca compareció ante ningún tribunal y además ya tenían cuatro hijos y no tres”, señala el medio informativo.
Se estima que el patrimonio de Gas Zeta, tanto en México, Costa Rica y en otras naciones latinoamericanas suma alrededor de $2 mil millones.
¿CÓMO OCURRIÓ?
La nueva esposa de Miguel Zaragoza, Elsa Esther Carrillo Anchondo, era la asistente doméstica de Dora Martínez, una de las amantes del empresario mexicano.
Según reporta Norte de Ciudad Juárez, el 28 de agosto, las dos mujeres se conocieron porque Zaragoza patrocinaba equipos de béisbol de la localidad, entre los que estaban el cuadro en el cual jugaba el esposo de Elsa Esther Carrillo.
La amistad entre ambas mujeres fue creciendo hasta que se convirtieron en confidentes al punto que Dora Martínez invitó a Carrillo a trabajar como asistente doméstica en la misma casa donde la amante convivía con Zaragoza.
“En la relatoría del expediente judicial de Harris, Texas, se integraron esos datos de la vida de Elsa y se entremezclan comentarios que se conocen en círculos sociales juarenses, como la presunta trampa que armó la asistente a su patrona Dora, durante la presentación del show \’Solo para Mujeres\’, protagonizado por famosos actores convertidos en strippers, donde surgieron fotografías comprometedoras para la compañera sentimental del empresario”, indica el reportaje suscrito por el periodista Carlos Huerta.
Ante esta situación, Zaragoza se enojó con su amante Dora, con quien llevaba casi 20 años, al punto que la corrió y Elsa Esther Carrillo entró a ocupar el lugar, con lo cual “dejó de ser la sirvienta de Miguel Zaragoza y se convirtió en una más de sus mujeres, hasta el día de hoy”, señala el periódico Norte de Ciudad Juárez; asimismo que Zaragoza procreó una hija con su nueva esposa 40 años más joven.
La opulencia y los lujos se comenzaron a notar en Elsa Esther, quien según la nota, generó un gusto por las marcas de ropa exclusivas, realizaba viajes constantes y logró tener conocimiento de las empresas y propiedades de la familia Zaragoza López. “El inconveniente fue que Elsa aún estaba casada con Enrique Ituarte y los hijos de ambos eran niños pequeños. Según la versión, Miguel Zaragoza convirtió al esposo de su amante en gerente de una de sus empresas gaseras en Nicaragua, desterrándolo de Juárez y de su familia. El arreglo se ha mantenido por casi dos décadas.
Después de conceder el divorcio a la que fue su mujer, Enrique Ituarte ha continuado como ejecutivo de una de las filiales de Z Gas en Centroamérica”, detalla el reportaje azteca. Elsa Esther estaba casada con Enrique Ituarte, quien durante años se desempeñó como maletero en el aeropuerto de México, con quien tiene dos hijos, y ella le solicitó a Zaragoza que lo contratara en una de sus compañías; luego el matrimonio Ituarte Carrillo llegó a su fin.
FIANZA MILLONARIA
Ante reiteradas ausencias a las audiencias de divorcios e incumplimientos a las resoluciones por parte de Zaragoza, el juez Roy L. Moore, que tramita el proceso, le impuso una fianza de 5 millones de pesos mexicanos y la posibilidad de que vaya a la cárcel. “Desde que esta promovió el juicio el 29 de mayo del 2014, el demandado ha hecho caso omiso de los citatorios y Moore lo declaró en rebeldía. (…)
La resolución de Moore causa sorpresa entre las partes, en virtud de que es común que al fijársele una fianza a un demandado, este obtiene su libertad inmediatamente.
Pero en esta ocasión el juez se reservó el derecho de enviar a una prisión convencional y no domiciliaria a Zaragoza Fuentes, aunque este deposite los 5 millones de pesos que le fueron fijados como fianza”, se desprende de Norte de Ciudad Juárez, el 27 de agosto.
Zaragoza no ha cumplido órdenes emitidas por el juez que consisten en girarle dinero de manera mensual a doña Evangelina para su manutención, así como no usar cinco aviones. Producto de esto, tiene una orden de aprehensión en Houston por desacatar el mandato de presentarse al juzgado donde se tramita el juicio de divorcio.
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newstimesmx · 10 years ago
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De sirvienta a esposa del emporio del gas
La historia detrás del divorcio de los dueños mexicanos de Gas Zeta, Evangelina López y Miguel Zaragoza, es una novela mexicana de las buenas y de larga data. Producto de diversas acciones judiciales que llegaron a Costa Rica se desataron entre abril y julio problemas en el abastecimiento del gas de cocina.
Doña Evangelina López Guzmán entabló una demanda de divorcio el año pasado, tras 60 años de matrimonio y 10 hijos, contra Miguel Zaragoza Fuentes -ambos de más de 80 años de edad-, cansada de las infidelidades del empresario gasero y ante la posibilidad de que la nueva esposa de Zaragoza, Elsa Esther Carrillo, se apoderara de las compañías.
Ante esto, el juez norteamericano del condado de Harris, Texas, Roy L. Moore, emitió una medida cautelar a favor de López, para que anotara los bienes gananciales, al tiempo que exigió que no se hiciera traspasos ni se nombrara a personas allegadas a Miguel Zaragoza. Zaragoza y López se casaron en octubre del 1953 y supuestamente se habrían divorciado en 1959, pero dicha situación fue desmentida porque, de acuerdo con lo reportado en el periódico mexicano Norte de Ciudad Juárez, en la edición del 23 de agosto, “Él y sus empleados de confianza declararon falsamente que su esposa Evangelina fue quien se presentó en el juzgado para promover el divorcio y declarar ante el juez que había procreado tres hijos con su entonces marido. Según los alegatos, esto nunca fue cierto, Evangelina nunca compareció ante ningún tribunal y además ya tenían cuatro hijos y no tres”, señala el medio informativo.
Se estima que el patrimonio de Gas Zeta, tanto en México, Costa Rica y en otras naciones latinoamericanas suma alrededor de $2 mil millones.
¿CÓMO OCURRIÓ?
La nueva esposa de Miguel Zaragoza, Elsa Esther Carrillo Anchondo, era la asistente doméstica de Dora Martínez, una de las amantes del empresario mexicano.
Según reporta Norte de Ciudad Juárez, el 28 de agosto, las dos mujeres se conocieron porque Zaragoza patrocinaba equipos de béisbol de la localidad, entre los que estaban el cuadro en el cual jugaba el esposo de Elsa Esther Carrillo.
La amistad entre ambas mujeres fue creciendo hasta que se convirtieron en confidentes al punto que Dora Martínez invitó a Carrillo a trabajar como asistente doméstica en la misma casa donde la amante convivía con Zaragoza.
“En la relatoría del expediente judicial de Harris, Texas, se integraron esos datos de la vida de Elsa y se entremezclan comentarios que se conocen en círculos sociales juarenses, como la presunta trampa que armó la asistente a su patrona Dora, durante la presentación del show \’Solo para Mujeres\’, protagonizado por famosos actores convertidos en strippers, donde surgieron fotografías comprometedoras para la compañera sentimental del empresario”, indica el reportaje suscrito por el periodista Carlos Huerta.
Ante esta situación, Zaragoza se enojó con su amante Dora, con quien llevaba casi 20 años, al punto que la corrió y Elsa Esther Carrillo entró a ocupar el lugar, con lo cual “dejó de ser la sirvienta de Miguel Zaragoza y se convirtió en una más de sus mujeres, hasta el día de hoy”, señala el periódico Norte de Ciudad Juárez; asimismo que Zaragoza procreó una hija con su nueva esposa 40 años más joven.
La opulencia y los lujos se comenzaron a notar en Elsa Esther, quien según la nota, generó un gusto por las marcas de ropa exclusivas, realizaba viajes constantes y logró tener conocimiento de las empresas y propiedades de la familia Zaragoza López. “El inconveniente fue que Elsa aún estaba casada con Enrique Ituarte y los hijos de ambos eran niños pequeños. Según la versión, Miguel Zaragoza convirtió al esposo de su amante en gerente de una de sus empresas gaseras en Nicaragua, desterrándolo de Juárez y de su familia. El arreglo se ha mantenido por casi dos décadas.
Después de conceder el divorcio a la que fue su mujer, Enrique Ituarte ha continuado como ejecutivo de una de las filiales de Z Gas en Centroamérica”, detalla el reportaje azteca. Elsa Esther estaba casada con Enrique Ituarte, quien durante años se desempeñó como maletero en el aeropuerto de México, con quien tiene dos hijos, y ella le solicitó a Zaragoza que lo contratara en una de sus compañías; luego el matrimonio Ituarte Carrillo llegó a su fin.
FIANZA MILLONARIA
Ante reiteradas ausencias a las audiencias de divorcios e incumplimientos a las resoluciones por parte de Zaragoza, el juez Roy L. Moore, que tramita el proceso, le impuso una fianza de 5 millones de pesos mexicanos y la posibilidad de que vaya a la cárcel. “Desde que esta promovió el juicio el 29 de mayo del 2014, el demandado ha hecho caso omiso de los citatorios y Moore lo declaró en rebeldía. (…)
La resolución de Moore causa sorpresa entre las partes, en virtud de que es común que al fijársele una fianza a un demandado, este obtiene su libertad inmediatamente.
Pero en esta ocasión el juez se reservó el derecho de enviar a una prisión convencional y no domiciliaria a Zaragoza Fuentes, aunque este deposite los 5 millones de pesos que le fueron fijados como fianza”, se desprende de Norte de Ciudad Juárez, el 27 de agosto.
Zaragoza no ha cumplido órdenes emitidas por el juez que consisten en girarle dinero de manera mensual a doña Evangelina para su manutención, así como no usar cinco aviones. Producto de esto, tiene una orden de aprehensión en Houston por desacatar el mandato de presentarse al juzgado donde se tramita el juicio de divorcio.
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amonerdj · 2 months ago
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Shakira confirma presentación en Lima tras dolencia abdominal que la obligó a suspender concierto
LIMA —  Shakira anunció el lunes que realizará su segundo concierto en Lima como parte de su gira latinoamericana luego de suspender una presentación el domingo tras una dolencia abdominal que la llevó a ser hospitalizada de emergencia. En su cuenta de Instagram, Shakira publicó una historia donde indicó que el concierto se llevará a cabo a las 20:15 en el Estadio Nacional de la capital peruana y…
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xlevelpr · 2 months ago
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Shakira confirma presentación en Lima tras dolencia abdominal que la obligó a suspender concierto
LIMA —  Shakira anunció el lunes que realizará su segundo concierto en Lima como parte de su gira latinoamericana luego de suspender una presentación el domingo tras una dolencia abdominal que la llevó a ser hospitalizada de emergencia. En su cuenta de Instagram, Shakira publicó una historia donde indicó que el concierto se llevará a cabo a las 20:15 en el Estadio Nacional de la capital peruana y…
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