#fijar la mirada en Cristo Jesús
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tetha1950 · 7 months ago
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Un mosaico de fe...
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Nuestro enfoque determina la trayectoria de nuestra mente y nuestro corazón. Por lo tanto, dirijamos la atención hacia el Señor Jesús.
Hebreos 12.1-3
Los mosaicos son una de las expresiones de arte más antiguas y hermosas. El proceso consiste en organizar azulejos de vidrio para crear imágenes o patrones. Algunos de estos son muy elaborados y, para apreciar la imagen completa, debemos alejarnos y observar desde cierta distancia. Si nos acercamos, en cambio, veremos el cristal individual. En otras palabras, dónde fijamos los ojos determina lo que vemos.
¿Con qué frecuencia, mientras crecemos en la fe, experimentamos algo similar? Durante las dificultades, tendemos a centrarnos en lo más insignificante de nuestras circunstancias y a menudo nos perdemos la visión más amplia de la obra de Dios.
Considere qué pasaría si cambiáramos nuestro enfoque. En el pasaje de hoy, en Hebreos, eso es justo lo que el autor nos anima a hacer: mirar al Señor Jesús. Nuestro Salvador no solo soportó la oposición de los hombres y la humillación de la cruz, sino que triunfó con gozo. Al mirarlo a Él, nuestros corazones se fortalecerán y animarán.
Practiquemos, entonces, alejarnos de los detalles de nuestras pruebas y contemplemos al autor y consumador de nuestra fe (He 12.2). Entonces veremos una imagen diferente: una de alegría y victoria.
(Ps. Charles Stanley).
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polohubes · 6 months ago
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¿Cómo se llega a tener fe?
Versículos de la Biblia.
Romanos 10:17 Así que la fe proviene del oír, y el oír, por medio de la palabra de Cristo.
Romanos 5:1 Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
En toda predicación apropiada del evangelio, debe haber una transmisión en la cual Cristo se infunde a Su pueblo. ¿Cómo puede transfundirse Cristo a nosotros? Lo hace por medio de la predicación del evangelio. Siempre que predicamos el evangelio de Jesucristo de una manera normal, el Cristo viviente se aparecerá, lo cual transfundirá a Cristo a Su pueblo.
Cuando era muy nuevo en el evangelio, el Señor envió a una hermana joven a predicar el evangelio en mi pueblo natal. Yo tenía curiosidad de verla. Cuando me senté en el salón de reunión y escuché su canto y su predicación, se apareció la gloria de Dios y fui atraído por Él. Nadie tuvo que convencerme para que creyera. Al escucharla, Dios se transfundió a Sí mismo en mí, y esta transfusión me cautivó y conquistó, causando en mí una reacción positiva. Después de la reunión, mientras andaba solo por el camino, alcé mis ojos hacia el cielo y dije: “Dios, Tú sabes que soy un joven ambicioso, pero aun si la gente me prometiera dar todo el mundo para que fuera mi imperio, yo lo rechazaría. Sólo quiero a Ti. Desde este día en adelante quiero servirte. Quisiera ser un pobre predicador yendo de villa en villa, diciéndole a la gente cuán bueno es el Señor Jesús”.
De esta manera, el Cristo viviente se transfundió en mi ser. Inmediatamente reaccioné a Dios, y Dios reaccionó de vuelta a mí. Mi reacción hacia Dios fue un acto de fe en Él, es decir, creí en Él. En respuesta a mi reacción, Dios me justificó, me dio Su justicia, Su paz y Su gozo. Había sido justificado por Dios. Él me había llamado a dejar todo lo que no fuera Él mismo.
Hebreos 12:2 dice que en Jesús empieza y termina la fe; por lo tanto, solo Él puede otorgarla. Para recibir la fe debemos fijar «nuestra mirada en Jesús» (Hebreos 12:2, PDT) y escuchar la buena noticia de salvación (Romanos 10:17).
La definición según la Biblia.
Hebreos 11:1 nos dice lo que es la fe según la Biblia:
“Ahora bien, la fe es lo que da sustantividad a lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
La nota 1 en cuanto a fe en el Nuevo Testamento Versión Recobro nos da una explicación más detallada:
“La fe es lo que da sustantividad a lo que se espera. Por lo tanto, es la seguridad, la confianza, la confirmación, la realidad, la esencia, la base de sustentación, de lo que se espera, es decir, el fundamento que sustenta lo que se espera. La fe también es la convicción de lo que no se ve. Esta fe nos convence de lo que no vemos. Por lo tanto, es la evidencia, la prueba, de lo que no se ve”.
R. P. H.
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crecimiento-espiritual · 2 years ago
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Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Apocalipsis 2:8‭-‬11 RVR1960
Lecciones de Esmirna
Qué sientes cuando escuchas: "Esto te va a doler".
Seguramente, tensión, miedo o alguna versión del terror. Son palabras que quizá hayas oído en el dentista, cuando te van a sacar sangre o antes de una inyección. Tal vez fue la provocación de un abusivo, justo antes de que te diera un puñetazo.
La frase "Esto te va a doler" es algo que nadie quisiera oír.
Sin embargo, en el pasaje de hoy, Jesús lo proclama a toda una iglesia: "No tengas miedo de lo que estás por sufrir" (versículo 10).
¿Cómo debemos entender esto?
Esmirna era una hermosa ciudad de la costa occidental de Asia Menor, famosa por la ciencia y la medicina. Sin embargo, también era conocida por la persecución de los creyentes. Cuando Jesús habla a su pueblo, se dirige a una comunidad asediada. En consecuencia, sus palabras son cuidadosamente escogidas e inmensamente poderosas. Estas palabras también pueden guiarnos hoy en nuestras propias luchas.
Las palabras de Jesús en el pasaje de hoy, destacan dos reflexiones:
En primer lugar, Jesús reconoce el sufrimiento de la Iglesia (versículo 9).
Dios no es pasivo, distante o ausente en medio del sufrimiento. Al contrario, él es Emanuel, Dios con nosotros. Jesús se involucra tangible y voluntariamente en nuestro quebranto. Sale a nuestro encuentro en medio del dolor porque le importamos de verdad. Él llora con los que lloran.
En el pasaje de hoy, vemos esto en acción. Jesús valida las luchas de su pueblo, alabándolo por su fidelidad. También demuestra que él comprende, identificándose a sí mismo como "el que murió" (versículo 8). Esto también nos consuela a nosotros. Teniendo en cuenta que Jesús ha pasado por todo tipo de oscuridad, no tenemos por qué ocultarle nuestro dolor. Déjame decirte algo: Si hoy estás sufriendo, él te vé y te entiende. ¿No es esto reconfortante?
En segundo lugar, Jesús replantea el sufrimiento de la Iglesia.
Jesús no sólo reconoce nuestro sufrimiento, sino que nos ayuda a verlo de otra manera. La iglesia de Esmirna debió sentirse vacía. Sin embargo, Jesús la llama rica espiritualmente. Esta iglesia debió sentirse derrotada, sin embargo, Jesús le promete "la corona de la vida" (versículo 10).
Las impactantes declaraciones y promesas de Jesús abordan el sufrimiento. El dolor terrenal se enmarca en un cuadro eterno, un cuadro en el que Jesús, el redentor victorioso, ha vencido a la muerte y ha desatado la vida a través de la resurrección. Esta es una perspectiva transformadora. Con Dios a tu lado, cualquier cosa que enfrentes no es el final. La muerte ya no tiene su aguijón. La victoria de Cristo es tuya.
La clave de la devoción espiritual de hoy es: Permanece fiel en el sufrimiento. En lugar de negar tu dolor, en oración, cambia tu perspectiva sobre él y decide fijar tu mirada en Jesús en lugar de en tu sufrimiento.
A veces, la vida te herirá. Pero puedes confiar en Jesús a pesar de todo. Si permaneces fiel y te mantienes en el camino, debes saber que “no sufrirás daño alguno de la segunda muerte” (versículo 11). Te espera una eternidad llena de paz. Mientras tanto, mantente cerca de Cristo e involúcralo en tus momentos más oscuros de sufrimiento. Deja que su amor eche fuera tu temor.
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ohxdios · 2 years ago
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¿Por qué estamos aquí?
Me encanta estar aquí. De verdad que Dios es Bueno. Pablo escribió a Timoteo diciendo “Ya que todo lo que Dios creó es bueno, no deberíamos rechazar nada, sino recibirlo con gratitud” (1 Tim 4:4).
Y es que las mejores ideas SIEMPRE vienen de Dios, ahí nomás así como eres de diverso y diferente a los demás, Dios te hizo a su imagen y semejanza. Sólo a Él se le hubiera ocurrido una idea tan genial.   Pero, ¿Por qué crees que nos hizo Dios? Por qué nos Ama, suele ser la primera respuesta y si es muy válida. Si Dios lo tiene todo incluso a su derecha está su amado hijo ¿Qué le pudo haber hecho falta?  Aquí está mi respuesta, Dios lo quiere Todo, y eso significa TODO. No le bastan los domingos y tus momentos de oración. Al Dios de la diversidad le encantan los detalles, mientras más pequeños mejor, pues Él quiere estar en tu vida y lo que Él te ofrece es una vida mejor. Una vida conectada a tu corazón. Por eso al seguir a Cristo y amarlo estás cuidando tu corazón para un mejor lugar para Él.
Por eso en Corintios dice “A eso se refieren las Escrituras cuando dicen “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo amán” (1 Cor 2:9).
Nosotros fuimos creados para alabar a Dios. Mi dificultad a este respecto es que por medio de la alabanza nos gozamos tanto ante el supremo y al hacerlo, experimentamos un verdadero disfrute, que me hace sentir totalmente completo.  
¿Te imaginas un par de enamorados que no se digan algo hermoso el uno para el otro? Claro que no, pues estaría incompleto. Luego entonces la alabanza es nuestra consumación de gozo. Y este gozo estaría incompleto, así como el de los enamorados, si no lo cantamos en voz alta, levantando nuestras manos hacia el SEÑOR, con todo el aire de nuestros pulmones y alcanzando notas que normalmente no logramos en la regadera, la verdad. Confirmo: nuestro gozo se hace completo en la alabanza.
Por eso Dios nos creó para la alabanza precisamente por el gran amor que tiene por nosotros.
El fin primordial de la humanidad es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre
A los que les gusta correr les va a caer muy bien lo siguiente, primero Corintios dice  “¿No se dan cuenta que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar!”
Luego en Hebreos 12 nos lo explica muy bien “corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante”.
Dios lo tiene todo y espera más que un todo. 
Si me regreso un poco, en el v.1 dice “quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado, que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia”
¿Te está haciendo click?
 Y aquí viene el como: (v.2) “Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe”.
Cuando uno corre no va mirando hacia atrás ¿verdad? Pero sí que conozco personas a las que les encanta hacerlo. Y continuando “Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor junto al trono de Dios”.
El Salmo 98 resulta sumamente revelador cuando se lee desde la óptica de Jesucristo “porque ha hecho obras maravillosas” Él, que está a la derecha: “obtuvo una poderosa victoria” pues Él “ha mostrado su poder salvador” (v.1). Él (SEÑOR) ha dado a conocer (anunció) su victoria y reveló su justicia (¿a quien?) a las naciones“ (v.2) Y si brincamos a Romanos 3:21: “tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés (es decir la ley) y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. WOW
Regresando al Salmo: “Recordó su promesa de amar y ser fiel a Israel” (v.3) y si te adelantas (v.9) encontrarás el Porqué: “porque viene a juzgar la tierra. Juzgará el mundo con justicia y a las naciones con imparcialidad” Tal y como Pablo lo describe “Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quienes son verdaderamente sus hijos” (Rom 3:19). 
“y se unirá a la gloria de los hijos de Dios” (Rom 3:21).  Mas, sin embargo, apenas cuando el doctor te dice: no puedes comer harinas inmediatamente tu mente no deja de pensar en pan y tortillas PUM. Generalmente nuestra concentración está en las cosas que nos hacen daño, están prohibidas o engordan.
Por eso Dios nos ha dado la alabanza, para que con ella fijes tu mirada en Jesús y permanezcas en Él con mucho gozo.
Esto no quiere decir que las cosas de este mundo no tengan importancia. ¡Claro que lo tienen! Los problemas no desaparecen con la alabanza. Pero con ella, gracias a Dios la perspectiva cambia y es cuando uno puede derrumbar a su Goliat personal. Y ese es mucho peor que el de David quien lo acechaba mañana, tarde y noche. Tu gigante no usa espada ni escudo, ni se esconde tras las colinas del Elá. Es experto en el abandono, la depre, la obsesión sexual y los vicios. Tu Goliat tiene un bramido silencioso que se pavonea en la oficina, ronda su dormitorio, te trae ese recibo cuando no lo puedes pagar, gente difícil de complacer, botellas que no puedes resistir, invitaciones que no puedes rechazar, hábitos de los que no puedes escapar y un futuro que así no puedes enfrentar. Pero David vió lo que nadie podía ver y rechazó lo que todos podían ver. Todos hablan de esto como si fuera el COVID, se especializan en Goliat y sus armas. Pero David se especializa en Dios y sólo ve a Dios.
“Tu vienes contra mi con espada, lanza u jabalina, pero yo vengo a ti con el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos (plural del sustantivo) de Israel, a quien has desafiado” (1 Sam 17:45).
Cuando sientas que tu vista se aleja de Jesús dí en voz alta “esta batalla es de Dios”  (17:47).   Tú como David, mantén la mirada en Jesús y alaba a Dios pues para eso fuiste creado.   “Aclamen alegres al Señor; Prorrumpan en alegres cánticos y salmos…Aclamen al Señor, el Rey” (Sal 98)
Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo les den siempre gracia y paz.
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unascensoralcielo · 2 years ago
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Un milagro no es que algo que oras, ocurra. El verdadero milagro, es cuando lo que cambia, ERES TÚ, no solo "una situación".
El milagro es cuando cambia lo de adentro para cambiar lo de afuera. Es cuando antes de que ocurra ese algo que pides, le des a Dios lo que el pide de ti.
El milagro no es un acto de magia que haga aparecer algo de la nada, es un acto de fe, que desde la nada, cree, que sin ver nada,lo ve todo. Cómo lo dice la palabra, que llama a las cosas que no ve como si las viera. El milagro no ocurre afuera, sino dentro de ti. Si el milagro no te conduce a la salvación, sino prepara tu corazón, si no te lleva a la cruz, sino deja una huella inamovible en ti, sería en vano que ocurra.
Si los milagros solo cambiarán situaciones y no corazones, en vano sería que ocurra. Si un milagro llegará con pedirlo por medio de una oración sin vivir cada palabra de esa oración, habría "una situacion cambiada" pero un corazon igual. Habrían "personas bendecidas" pero corazones iguales. No creas que Dios se tarda, los milagros no son hechos para que las vidas cambien rápido, sino para que cambien de verdad.
No pidas que el milagro solo traiga la bendición, porque si llega para que adores la bendición y no a quien te la dió, en vano ocurren las señales.
Dios bendice mucho más tu corazón por medio del proceso, que cumpliendo lo que tanto pides, el milagro no fue que haya pasado lo que pediste, el milagro es que tú corazón ya no sea el mismo. y un día entenderas que lo que ocurrió en tu corazón, es mucho más importante que la bendición "que pediste". Que el milagro de tu transfiguración, que haberte encontrado con tu verdadera naturaleza, es más importante que el milagro en el que habías fijado tus ojos. Fijar los ojos en la bendición es desviar tu mirada de Jesús, ponerlos en el proceso, es fijarlos en él. Jesus nos dijo, que debíamos entender el sentido de las señales milagrosas. Si el milagro ocurre antes de que tú corazón verdaderamente sea transformado, por medio de el no habria a nadie a quien ayudar, los procesos, te hacen maestro para los demás, hasta que te des cuenta que el proceso te bendice más de lo que la misma "bendición te bendice" hasta ese día, ocurrirá el verdadero milagro.
El cumplimiento de un milagro no es que hayan cambios pasajeros, sino transformaciones eternas.
Las bendiciones pueden bendecir tu casa, pueden bendecir tus finanzas, tu trabajo, tu salud. Pero los procesos, bendicen tu corazón. Las bendiciones te bendicen. Pero los procesos, te cambian la vida, te cambian el corazón. Te acercan a la salvación. El verdadero sentido de un milagro no es que "algo suceda" es que un corazón RESUCITE.
Esa prueba que hoy crees que te aleja de la salvación, es la que hoy más que nunca, te está trayendo a casa. A los pies de cristo.
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jesusislife · 3 years ago
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NUESTRA MIRADA EN CRISTO. En el mundo presente, un número importante de adolescentes y jóvenes se dejan cautivar por la popularidad de los artistas, actores, actrices y deportistas de renombre. Esta admiración los lleva hasta el grado de imitarlos en la forma de vestirse, en la forma de expresarse, o hasta en la forma de comportarse. La admiración de algunos jóvenes los lleva hasta el punto de fijar sus miradas en sus personajes favoritos. En las iglesias cristianas algo similar sucede con sus miembros. Ya que, en el cuerpo de Cristo, existe un número considerable de cristianos que fijan sus miradas en sus líderes y pastores de turno. El escritor del libro a los Hebreos nos advierte para que no pongamos nuestra mirada en los hombres sino únicamente en Dios: “Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios.” Hebreos 12:2 DHH. Nuestra mirada no debe estar puesta en los hombres, nuestra mirada debe estar puesta en Dios, debido a que nuestra fe procede de Él. Jesús es el origen de nuestra fe. Él es el que se hizo carne para otorgarnos la salvación; es el que crea, continúa y lleva nuestra fe a la perfección en el cielo. Él es el objeto y la causa de nuestra fe, que nos da algo para creer y la fe para creerlo. Cristo Jesús soportó con firmeza el amargo sufrimiento de la cruz y menospreció su vergüenza, sostenido por una fe que tan vívidamente contemplaba el gozo y la gloria que habían de venir como para hacer desvanecer la conciencia del dolor y vergüenza presentes. Jesús perseveró para que pudiera recibir el gozo de haber cumplido la voluntad y exaltación del Padre a la diestra. Por todo esto, Jesús debe ser nuestro ejemplo a seguir, nuestras miradas deben estar enfocadas al cien por ciento en el Hijo de Dios, quien es el autor y consumador de nuestra salvación y la vida eterna.
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walkthesameespanol · 7 years ago
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LA GLORIA DE LA MUERTE (#wtsedevo #GloriaCristo #CaminoGolgota)   
Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? (Lc 24:25-26 RVR 60)   
Todos hemos experimentado alguna vez dolor por la muerte de nuestro Señor Jesús. Sea que hayamos reflexionado sobre la cruz, o que esto haya sido exacerbado hacia la conmiseración por canciones y películas, ninguno de nosotros ha sido indiferente a los padecimientos de Cristo durante su muerte. Aun cuando tenemos el privilegio de conocer la historia completa, ninguno ha podido evitar en algún momento de su vida el haber recorrido el camino a Emaús. La muerte de nuestro Señor nos es un evento trágico porque es el justo muriendo por los injustos (1Pe 3.18); y Aquél que no conoció pecado (2Co 5.21), siendo tratado como al pecado mismo para que gozáramos del beneplácito del Padre. Sin embargo, nuestro enfoque no debe estar en el sufrimiento del Señor, por más doloroso que éste nos sea, sino que debemos fijar la mirada en dos aspectos fundamentales: la Gloria que este evento trajo, y la Gloria que debe traer.   
Para entender la Gloria que trajo la muerte del Señor, debemos empezar por entender algunos aspectos de nuestra salvación. El primero es la necesidad de este sacrificio; una vez el Consejo Eterno determinó que habríamos de ser salvados, ninguna otra cosa hubiese logrado este fin, excepto la encarnación y muerte del Señor Jesús. La misericordia no podía ser satisfecha en detrimento de la justicia, pues sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados (He 9.22) y la paga del pecado es muerte (Ro 6.23). Si habríamos de vivir para ser perdonados, se necesitaba alguien que muriese en nuestro lugar y pudiese representar al hombre como Adán (Ro 5.18-19), reivindicando al ser humano para mostrar Su amor, pero que tuviese la capacidad de vivir una vida perfecta y soportar el peso de la ira de Dios, para que su justicia fuese satisfecha. El sacrificio de Cristo trae Gloria a Dios por cuanto le permite satisfacer su odio por el pecado, redimiendo, empero, un remanente que le honrará; y por cuanto le constituye en Juez de aquellos que lo rechazarán, siendo satisfecha la ira de Dios hacia ellos cuando llegue la consumación. Cristo permite que se cumpla el propósito de Dios, exaltando su Poder y Soberanía, mas también su Justicia, Misericordia, Amor y Sabiduría. Quien siente lástima por Dios, no sólo no ha leído Apocalipsis, sino que no ha comprendido que este evento, por doloroso que sea, es el pináculo del actuar de Dios, su plan más perfecto, su obra maestra. La Escritura dice que Cristo habría de ver el fruto de su aflicción y quedaría satisfecho (Is 53.11); ¿no es esta Gloria eterna suficiente para dejar de llorar por unos instantes de dolor y alabarle por los siglos de los siglos?   
El segundo aspecto a entender es que, en lugar de hacernos sufrir por padecimientos físicos y espirituales que han llegado a su final, esto debe hacer que nos esforcemos día a día para ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor (Fil 2.12). Honremos el sacrificio del Señor, apartándonos del pecado que hizo necesario que Él muriera y alabándole con gratitud por el infinito amor que le llevó a padecer. Una vida santa, entendiendo lo aborrecible del pecado, es más agradable a Dios que las lágrimas temporales e innecesarias por un cadáver en una Cruz; después de todo, ya no se encuentra allí, Aquel que estuvo muerto, vive por los siglos (Ap 1.18). Por más doloroso que haya sido, la Cruz es un momento de Gloria y victoria para el Dios en quien creemos, y honrar ese dolor es nuestra tarea, no llorando por Él, sino viviendo para Él. Cantemos, no sólo con la voz, sino con nuestra vida, aquel viejo himno que nos recuerda que la Cruz no fue su final, pero su Gloria y la razón por la cual le amamos y alabamos hoy: Tuya fue la cruz, más nuestra es la dicha y es la paz; Tuya sea pues la Gloria, hoy y por la eternidad… El que tú y yo hoy seamos redimidos para Él es la gloria de la Cruz. 
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Serie devocional: La Gloria de la Muerte (#wtsedevo #GloriaCristo #CaminoGolgota). 
Publicado por: Alejandra  // Walk the Same Español 
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verdadpresenteadv · 3 years ago
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{HECHOS - 23.}—{REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS.}—{Miércoles, 18 de agosto, 2021.}— Pablo nuevamente se presenta ante el concilio de los judíos, y toma la defensa de su causa. Y Ananías, el sumo sacerdote, ordena que lo golpeen [v.1-3] sin haber hecho ninguna ofensa. Luego se presenta una disputa entre sus acusadores, fariseos y saduceos, que ayuda a Pablo. Cristo en visión de noche fortalece a Pablo.
◇◇◇ [v.1-3] El apóstol, al fijar su mirada en el supremo concilio judío, por primera vez después de un cuarto de siglo, no había duda de que aunque durante esos años sucedieron muchos cambios en los integrantes del concilio, Pablo pudo haber reconocido algunos rostros de antiguos compañeros.
◇◇◇ PABLO, “CON TODA BUENA CONCIENCIA”. Esta era una afirmación muy abarcante en labios de cualquier persona. Es por esta afirmación que se ordena que lo golpeen. Esta afirmación de Pablo, después de varios años de lucha con los judaizantes y sus víctimas, demuestra las convicciones del apóstol respecto a su propia conducta. Su proceder había estado enteramente en armonía con la voluntad de Dios y con la ley y los profetas. Si Pablo estaba en lo correcto, era obvio que sus acusadores estaban equivocados. Pues el judaísmo se convirtió en una religión caduca al rechazar a Cristo Jesús. Y los judíos que se convertían al cristianismo, eran judaizantes cuando querían arrastrar a los creyentes cristianos a circuncidarse y a guardar toda la ley ritual que se refería a los sacrificios de corderos y diversos lavamientos ceremoniales de purificación, que todo en conjunto eran símbolos, y que se habían cumplido en Cristo.
◇◇◇ SEGÚN LA LEY JUDÍA, AÚN NO PODÍAN GOLPEAR A PABLO. La ley judía permitía golpear, pero sólo después de un procedimiento judicial justo, que comprobara la culpabilidad del acusado (Deut.25:1-2; Juan 7:51). Pablo, un ex miembro del sanedrín (HAp 92, 329), conocía la ley y el procedimiento judicial correcto, y reclamó su derecho para que se lo juzgara de acuerdo con la ley.
◇◇◇ UNA CONDENACIÓN AL SUMO SACERDOTE INSPIRADA POR EL ESPÍRITU SANTO. "Pablo pronunció, bajo la influencia del Espíritu Santo, una condenación profética similar a la que Cristo había proferido al reprochar la hipocresía de los judíos. El castigo anunciado por el apóstol se cumplió terriblemente cuando el inicuo e hipócrita sumo sacerdote fue muerto por asesinos en la guerra judía." [LP 222]. [EGW].
◇◇◇ [v.4-11] PABLO SE DEFIENDE CON INTELIGENCIA INSPIRADA POR EL ESPÍRITU SANTO ante el concilio judío, en presencia del tribuno Claudio Lisias. El Espíritu Santo le confirma a Pablo que saldrá de allí con vida, pero que iría hasta roma, como testigo de Cristo, hasta el palacio del Emperador. Si Pablo hubiese ido a Roma como hombre libre no hubiese podido testificar de Cristo y su salvación, pues no tendría acceso al Emperador ni a los Senadores romanos. Así que Pablo tenía que ir como prisionero.
◇◇◇ [v.12-22] COMPLOT CONTRA LA VIDA DE PABLO. Los judíos preparan una trampa mortal contra Pablo, pero el tribuno Claudio Lisias es informado de esto. El Espíritu Santo hace que un joven oiga del complot y lo cuente a las autoridades romanas. Y envían a Pablo a Félix el gobernador, en Cesarea.
◇◇◇ [v.23-24] PABLO ES ENVIADO FUERTEMENTE CUSTODIADO A FÉLIX EL GOBERNADOR, EN CESAREA. El tribuno Claudio Lisias temió por su propia seguridad, en este caso de los judíos contra Pablo. "Lisias aprovechó con alegría esta oportunidad para deshacerse de Pablo... Poco tiempo antes un caballero romano de categoría muy superior a la de Lisias, había sido detenido violentamente y arrastrado por los judíos enfurecidos alrededor de los muros de Jerusalén, y finalmente decapitado porque recibió soborno de los samaritanos. Otros funcionarios encumbrados, por sospecha de faltas similares, habían sido encarcelados y despedidos con ignominia. Si Pablo era asesinado, podría acusarse al capitán principal de haber sido sobornado para que consintiera en su muerte. Ahora había razón suficiente para despedirlo en secreto, y así liberarse de una responsabilidad embarazosa." [LP 227]. [EGW].
◇◇◇ [v.23-24] PABLO ERA UN HOMBRE ÍNTEGRO y no hallaban de que acusarle. No hallaban delito en él. Entretanto Pablo aprovechaba todas las oportunidades y testificaba de Cristo a las personas que lo custodiaban, a los romanos, llamados gentiles. Luego el apóstol custodiado llega hasta Cesarea, con una carta enviada al gobernador Félix.
◇◇◇ ALLÍ HABÍA UN CONFLICTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL, y Pablo con riesgo de su vida, se puso de parte del bien. Hoy hay un conflicto igual. ¿De qué lado nos pondremos cada uno de nosotros?
◇◇◇ Hoy aún hay libertad para seguir a Cristo, aunque no en todos los países del mundo. Y siendo así, hay personas valientes que siguen y sirven a Cristo, siendo sus testigos, con gran riesgo para sus vidas. Y el mensaje del evangelio está siendo llevado contra todo obstáculo a todos los países del mundo. Y pronto vendrá el fin.
◇◇◇ Antes de la crisis ¿no servirás a Cristo en estos momentos de paz como testigo de la salvación?
◇◇◇ SIGUE LEYENDO...
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[HECHOS - 23] _ [Versión: RV1960].
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[PABLO NUEVAMENTE ANTE EL CONCILIO DE LOS JUDÍOS.]
(1) Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.
(2) El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca.
(3) Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?
[PABLO SE DEFIENDE ANTE EL CONCILIO JUDÍO.]
(4) Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias?
(5) Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo.
(6) Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.
(7) Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió.
(8) Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas.
(9) Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.
(10) Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza.
(11) A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
[COMPLOT CONTRA LA VIDA DE PABLO.]
(12) Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.
(13) Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración,
(14) los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.
(15) Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue.
(16) Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.
(17) Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.
(18) Él entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.
(19) El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme?
(20) Él le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él.
(21) Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa. [PDT. (21). Pero, no les crea. Hay más de cuarenta judíos escondidos, esperando para matar a Pablo. Ellos han prometido no comer ni beber nada hasta matar a Pablo, y esperan que usted acepte la petición.]
(22) Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.
[PABLO ES ENVIADO A FÉLIX EL GOBERNADOR, EN CESAREA.]
(23) Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea;
(24) y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.
[PABLO ERA UN HOMBRE ÍNTEGRO Y NO HALLABAN DE QUE ACUSARLE.]
(25) Y escribió una carta en estos términos:
(26) Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud.
(27) A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, lo libré yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano.
(28) Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos;
(29) y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión.
(30) Pero al ser avisado de asechanzas que los judíos habían tendido contra este hombre, al punto le he enviado a ti, intimando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tengan contra él. Pásalo bien.
(31) Y los soldados, tomando a Pablo como se les ordenó, le llevaron de noche a Antípatris.
(32) Y al día siguiente, dejando a los jinetes que fuesen con él, volvieron a la fortaleza.
(33) Cuando aquéllos llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él.
(34) Y el gobernador, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y habiendo entendido que era de Cilicia,
(35) le dijo: Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes.
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[HECHOS - 23] _ [Versión: RV1960].
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"REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS" | Creed en sus Profetas | PLAN de Lectura de un capítulo diario de la Biblia. | #RPSP
La Oración, el investigar la Biblia con entendimiento y obedeciéndola, nos conducirá a un Reavivamiento Espiritual.
Dios los bendiga.
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frayvictor · 4 years ago
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5to. día de la novena a Santa Clara. Hoy empezamos con los fragmentos de la segunda carta a Inés de Praga. Clara, maestra de la vida contemplativa, recomienda estos pasos para la vida de oración de Inés. Los dialogamos brevemente: 1) Mira: El mirar nos implica conocer con necesidad, pues un ciego no puedo guiar a otro ciego si no puede mirar (Lc. 6, 39). Es menester fijar nuestra mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe (Hb 12, 2) y conocer su modo de proceder, su estilo de vida para hacer las cosas y su manera para hacer presente el Reino de Dios. 2) Considera: Una vez que hemos conocido aquello que nos es crucial, empezamos a considerarle. Considera cuán difícil pudo haber sido la persecusión, la fatiga; la difamación, la presión social; el dolor de nuestro pecado, la humillación de los soldados; el suplicio de la cruz y el martirio de Nuestro Señor Jesucristo por amor tuyo y de los tuyos. 3) Contempla: La contemplación implica más nuestra mirada desde el corazón y no de la razón. Se trata de mirar desde las entrañas y experimentar cuánto pienses de ello. Este ejercicio apunta al amor de Nuestro Señor hacia nosotros: ¿Con cuánto amor se entregó por mí? ¿Cuántas de sus palabras me las dirigió personalmente a mí? ¿Cuál es la entrega que me está pidiendo? ¿Cómo es posible que mi Señor me haya amado de tal manera y a tal medida? ¿Cuánto amor experimentó el Señor para dar la vida por mí? 4) Desea imitarle: Finalmente, desea, anhela, busca y decídete a imitarle y seguirle. Que tu ser sienta el consuelo de querer seguir cada uno de sus pasos y andar por sus huellas, recorrer sus caminos, para sentir lo que sentía su corazón, para soportar cuanto tuvo que soportar por amor tuyo; para entregar cuánto tiene para entregar a los demás que le necesitan. Y no desees nada más que vivir una vida que refleja a Cristo Jesús, quien ha historizado el Reino de Dios aquí y ahora, y podremos conocer su plenitud en la vida Eterna. Mira atentamente, considera, contempla y desea imitarle. #santaclara #mística #puntosdeoración #fe #franciscanismo #Franciscanos #clara #clarisas #Francisco #friars #frailes #pazybien #pastoraljuvenil #oración #Iglesia (en Convento De Frailes Franciscanos, La Pintada) https://www.instagram.com/p/CDjIuc_lr4f/?igshid=1uzf3o7eat4ab
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princesadel-rey · 7 years ago
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IGLESIA Y CULTURA 1.5 «Acciones clave de la Iglesia» Segunda parte Ayer consideramos la primera parte de las acciones clave que podemos realizar como iglesia. ¿Qué otras podemos añadir? • Hay que confiar en Dios, no en las circunstancias Nunca han existido circunstancias en las que los cristianos no puedan confiar en Dios por completo. Nada de lo que tú y yo podamos enfrentar igualará lo que Jesús tuvo que sufrir. ¡Podemos confiar en Él! Él siempre se mostrará confiable a lo largo de todo lo que podamos atravesar. Lee: Hebreos 12:2 A mayor confianza, más gloria le traeremos. • Recordemos que todo lo que tenemos es por gracia de Dios Necesitamos mantener esa perspectiva para que no seamos tentados a volvernos muy agrios hacia nuestros empleados, nuestros amigos, los miembros de nuestra familia y hacia nuestro gobierno cuando éstos se opongan a nosotros. Todo lo que tenemos y tendremos es por su infinita gracia y misericordia. ¿Cómo pudo Pablo cantar en la prisión? Él sabía de lo que había sido perdonado y conocía la gloria que le esperaba. Percibió y atesoró estas grandes realidades. Lee: Hechos 16:16-25 • Descansemos en la victoria de Cristo No necesitamos temer ni pensar que Satanás, finalmente, después de todos estos milenios, ha ganado la delantera en su oposición a Dios. Nada de esto tendrá más éxito que el que tuvo la misma crucifixión para derrotar a Jesús. Sí, Él murió y todos festejaron. Pero, tres días después, Jesucristo se levantó de los muertos. El reino de Cristo no está en peligro de fracasar. Lee: Mateo 16:18 Ninguna persona de las que Dios ha elegido fracasará en ser salvo a pesar de que la agenda secular esté ganando, aparentemente, en nuestro tiempo y lugar. La mejor defensa contra la invasión de la cultura es un buen ataque, y esto implica que la Iglesia se levante y no retroceda en sus principios y pensamientos. Y tal vez te preguntarás: «¿Y cómo atacamos?». No se trata de discusiones o de debates acerca de lo que está bien o de lo que está mal, porque eso es en lo que el enemigo quiere que perdamos tiempo. El ataque más efectivo es seguir predicando el evangelio y seguir trayendo almas a los pies de Cristo en cada momento y en cada lugar donde se presente la oportunidad. ¡Y esto la cultura jamás lo va a cambiar! Lee: Romanos 8:31 ¿Estás listo? Hebreos 12:2 NTV Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.
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diosesamorteama · 5 years ago
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!!! PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS !!!
Para vivir con eficiencia esta vida, debemos fijar nuestros ojos en Cristo. Titubearemos si apartamos la mirada de El y si nos miramos a nosotros mismos o contemplamos las circunstancias que nos rodean. Debemos correr para participar en la carrera de Cristo, no en la nuestra, y siempre debemos fijar nuestra mirada en El.
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crecimiento-espiritual · 3 years ago
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¿Por qué dudamos?
2021-07-22
1. Oración inicial
«Papito Dios, perdón, perdón por dudar de ti, por no creerte y por compararte; tú eres bueno, poderoso y misericordioso, y en Cristo Jesús me has dado todo. Gracias Padre por tu fidelidad y por renovar tu misericordia cada mañana; te pido espíritu de sabiduría y de revelación en tu conocimiento y que aumentes mi fe. En el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14:26-31
3. Reflexiona
Para quienes creemos en Dios, muchas veces hemos sentido cómo el Señor Jesús camina sobre nuestro mar de dificultades, cómo se mueve poderosamente ante cualquier situación de nuestra vida, por difícil o imposible que parezca, el Señor siempre está por encima de ellas; somos testigos reales de su gran poder y misericordia, creemos fielmente en Él y diariamente vivimos sorprendidos y maravillados por su gran amor.
Pero, resulta que vienen las dificultades, esos momentos donde se pone a prueba nuestra fe, y generalmente iniciamos creyendo, teniendo fe en que nuestro Dios es poderoso y está con nosotros, que nada se sale de su control y que todo tiene un propósito, escuchamos su voz que nos dice “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” Y entonces empezamos a caminar sobre las aguas, le creemos a Jesús y con nuestra mirada puesta en Él vemos que lo imposible puede ser posible; pero a medida que van pasando los días y no vemos la solución tan pronta como nosotros la quisiéramos, nos empezamos a fijar en las circunstancias, quitamos nuestra mirada de Cristo para ponerla en lo grande del problema o en lo difícil de la situación, dejamos de creer para empezar a dudar, y es precisamente ahí donde nos sucede lo que al apóstol Pedro, nos comenzamos a hundir, aún con Cristo delante de nosotros, nos dejamos agobiar por las circunstancias, perdemos el ánimo y nos llenamos de temor.
La pregunta es ¿por qué dudamos? y la respuesta es, por desviar nuestra mirada. Cuando ponemos cualquier cosa por encima de Cristo, viene la derrota; escuchar y creer otras voces diferentes a la de Dios, produce en nosotros falta de fe. Por el contrario, si mantenemos nuestra mirada y nuestros oídos atentos a Jesús, Él nos dice, “Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” (Marcos 9:23) “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40).
Creer y no dudar, es la clave para andar sobre el mar.
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ibarbouron-us · 5 years ago
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Meditar los misterios «gozosos» significa adentrarse
En los motivos últimos de la alegría cristiana y en su sentido
Más profundo. Significa fijar la mirada sobre lo concreto del
Misterio de la Encarnación y sobre el sombrío preanuncio del
Misterio  del dolor salvífico. María nos ayuda a aprender el secreto
De la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es ante 
Todo evangelio, 'buena noticia', que tiene su centro o, mejor dicho,
Su contenido mismo, en la persona de Cristo, el Verbo hecho
carne, único Salvador del mundo... ». * 
* (Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 23)
I. La Anunciación del Angel a María
II. La Visita de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
III. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén
IV. La Presentación de Jesús en el Templo
V. El Niño perdido y hallado en el Templo
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dominicos-es · 7 years ago
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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO - I JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES
Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario 19 de noviembre de 2017
No amemos de palabra sino con obras
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1. «Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras» (1 Jn 3,18). Estas palabras del apóstol Juan expresan un imperativo que ningún cristiano puede ignorar. La seriedad con la que el «discípulo amado» ha transmitido hasta nuestros días el mandamiento de Jesús se hace más intensa debido al contraste que percibe entre las palabras vacías presentes a menudo en nuestros labios y los hechos concretos con los que tenemos que enfrentarnos. El amor no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de amar a los pobres. Por otro lado, el modo de amar del Hijo de Dios lo conocemos bien, y Juan lo recuerda con claridad. Se basa en dos pilares: Dios nos amó primero (cf. 1 Jn 4,10.19); y nos amó dando todo, incluso su propia vida (cf. 1 Jn 3,16).
Un amor así no puede quedar sin respuesta. Aunque se dio de manera unilateral, es decir, sin pedir nada a cambio, sin embargo inflama de tal manera el corazón que cualquier persona se siente impulsada a corresponder, a pesar de sus limitaciones y pecados. Y esto es posible en la medida en que acogemos en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad misericordiosa, de tal manera que mueva nuestra voluntad e incluso nuestros afectos a amar a Dios mismo y al prójimo. Así, la misericordia que, por así decirlo, brota del corazón de la Trinidad puede llegar a mover nuestras vidas y generar compasión y obras de misericordia en favor de nuestros hermanos y hermanas que se encuentran necesitados.
2. «Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha» (Sal 34,7). La Iglesia desde siempre ha comprendido la importancia de esa invocación. Está muy atestiguada ya desde las primeras páginas de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro pide que se elijan a siete hombres «llenos de espíritu y de sabiduría» (6,3) para que se encarguen de la asistencia a los pobres. Este es sin duda uno de los primeros signos con los que la comunidad cristiana se presentó en la escena del mundo: el servicio a los más pobres. Esto fue posible porque comprendió que la vida de los discípulos de Jesús se tenía que manifestar en una fraternidad y solidaridad que correspondiese a la enseñanza principal del Maestro, que proclamó a los pobres como bienaventurados y herederos del Reino de los cielos (cf. Mt 5,3).
«Vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno» (Hch 2,45). Estas palabras muestran claramente la profunda preocupación de los primeros cristianos. El evangelista Lucas, el autor sagrado que más espacio ha dedicado a la misericordia, describe sin retórica la comunión de bienes en la primera comunidad. Con ello desea dirigirse a los creyentes de cualquier generación, y por lo tanto también a nosotros, para sostenernos en el testimonio y animarnos a actuar en favor de los más necesitados. El apóstol Santiago manifiesta esta misma enseñanza en su carta con igual convicción, utilizando palabras fuertes e incisivas: «Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que le aman? Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre. Y sin embargo, ¿no son los ricos los que os tratan con despotismo y los que os arrastran a los tribunales? [...] ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: “Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago”, y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta» (2,5-6.14-17).
3. Ha habido ocasiones, sin embargo, en que los cristianos no han escuchado completamente este llamamiento, dejándose contaminar por la mentalidad mundana. Pero el Espíritu Santo no ha dejado de exhortarlos a fijar la mirada en lo esencial. Ha suscitado, en efecto, hombres y mujeres que de muchas maneras han dado su vida en servicio de los pobres. Cuántas páginas de la historia, en estos dos mil años, han sido escritas por cristianos que con toda sencillez y humildad, y con el generoso ingenio de la caridad, han servido a sus hermanos más pobres.
Entre ellos destaca el ejemplo de Francisco de Asís, al que han seguido muchos santos a lo largo de los siglos. Él no se conformó con abrazar y dar _ limosna_ a los leprosos, sino que decidió ir a Gubbio para estar con ellos. Él mismo vio en ese encuentro el punto de inflexión de su conversión: «Cuando vivía en el pecado me parecía algo muy amargo ver a los leprosos, y el mismo Señor me condujo entre ellos, y los traté con misericordia. Y alejándome de ellos, lo que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo» (Test 1-3; FF 110). Este testimonio muestra el poder transformador de la caridad y el estilo de vida de los cristianos.
No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida. En efecto, la oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la caridad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangélica. Y esta forma de vida produce alegría y serenidad espiritual, porque se toca con la mano la carne de Cristo. Si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres, como confirmación de la comunión sacramental recibida en la Eucaristía. El Cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por la caridad compartida en los rostros y en las personas de los hermanos y hermanas más débiles. Son siempre actuales las palabras del santo Obispo Crisóstomo: «Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no honréis al Cristo eucarístico con ornamentos de seda, mientras que fuera del templo descuidáis a ese otro Cristo que sufre por frío y desnudez» (Hom. in Matthaeum, 50,3:_ PG _58).
Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma.
4. No olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo _ vocación para seguir a Jesús pobre_. Es un caminar detrás de él y con él, un camino que lleva a la felicidad del reino de los cielos (cf. Mt 5,3; _ Lc_ 6,20). La pobreza significa un corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y pecadora para superar la tentación de omnipotencia, que nos engaña haciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de vida y condición para la felicidad. Es la pobreza, más bien, la que crea las condiciones para que nos hagamos cargo libremente de nuestras responsabilidades personales y sociales, a pesar de nuestras limitaciones, confiando en la cercanía de Dios y sostenidos por su gracia. La pobreza, así entendida, es la medida que permite valorar el uso adecuado de los bienes materiales, y también vivir los vínculos y los afectos de modo generoso y desprendido (cf. _ Catecismo de la Iglesia Católica_, nn. 25-45).
Sigamos, pues, el ejemplo de san Francisco, testigo de la auténtica pobreza. Él, precisamente porque mantuvo los ojos fijos en Cristo, fue capaz de reconocerlo y servirlo en los pobres. Si deseamos ofrecer nuestra aportación efectiva al cambio de la historia, generando un desarrollo real, es necesario que escuchemos el grito de los pobres y nos comprometamos a sacarlos de su situación de marginación. Al mismo tiempo, a los pobres que viven en nuestras ciudades y en nuestras comunidades les recuerdo que no pierdan el sentido de la pobreza evangélica que llevan impresa en su vida.
5. Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza. Sin embargo, nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada. La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada.
Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Ante este escenario, no se puede permanecer inactivos, ni tampoco resignados. A la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad.
Todos estos pobres —como solía decir el beato Pablo VI— pertenecen a la Iglesia por «derecho evangélico» (Discurso en la apertura de la segunda sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, 29 septiembre 1963) y obligan a la opción fundamental por ellos. Benditas las manos que se abren para acoger a los pobres y ayudarlos: son manos que traen esperanza. Benditas las manos que vencen las barreras de la cultura, la religión y la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la humanidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin «peros» ni «condiciones»: son manos que hacen descender sobre los hermanos la bendición de Dios.
6. Al final del Jubileo de la Misericordia quise ofrecer a la Iglesia la _ Jornada Mundial de los Pobres_, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados. Quisiera que, a las demás Jornadas mundiales establecidas por mis predecesores, que son ya una tradición en la vida de nuestras comunidades, se añada esta, que aporta un elemento delicadamente evangélico y que completa a todas en su conjunto, es decir, la predilección de Jesús por los pobres.
Invito a toda la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial. Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad. Dios creó el cielo y la tierra para todos; son los hombres, por desgracia, quienes han levantado fronteras, muros y vallas, traicionando el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna.
7. Es mi deseo que las comunidades cristianas, en la semana anterior a la _ Jornada Mundial de los Pobres_, que este año será el 19 de noviembre, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta. Podrán invitar a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la Eucaristía de ese domingo, de tal modo que se manifieste con más autenticidad la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey del universo, el domingo siguiente. De hecho, la realeza de Cristo emerge con todo su significado más genuino en el Gólgota, cuando el Inocente clavado en la cruz, pobre, desnudo y privado de todo, encarna y revela la plenitud del amor de Dios. Su completo abandono al Padre expresa su pobreza total, a la vez que hace evidente el poder de este Amor, que lo resucita a nueva vida el día de Pascua.
En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos. De acuerdo con la enseñanza de la Escritura (cf. Gn 18, 3-5; _ Hb_ 13,2), sentémoslos a nuestra mesa como invitados de honor; podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente. Con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre.
8. El fundamento de las diversas iniciativas concretas que se llevarán a cabo durante esta _Jornada _será siempre la oración. No hay que olvidar que el _Padre nuestro _es la oración de los pobres. La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseñó con esta oración manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario. A los discípulos que pedían a Jesús que les enseñara a orar, él les respondió con las palabras de los pobres que recurren al único Padre en el que todos se reconocen como hermanos. El Padre nuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se pide es «nuestro», y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cualquier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación.
9. Pido a los hermanos obispos, a los sacerdotes, a los diáconos —que tienen por vocación la misión de ayudar a los pobres—, a las personas consagradas, a las asociaciones, a los movimientos y al amplio mundo del voluntariado que se comprometan para que con esta Jornada Mundial de los Pobres se establezca una tradición que sea una contribución concreta a la evangelización en el mundo contemporáneo.
Que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio.
Vaticano, 13 de junio de 2017
Memoria de San Antonio de Padua
Francisco
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diostehabla · 7 years ago
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Marcos 1:1-15
Marcos 1:1-15
Hay probablemente más contenido en el primer capítulo del Evangelio de Marcos que en ningún otro capítulo de la Biblia (en este sentido, se puede comparar con Génesis 1). Abarca el ministerio de Juan el Bautista, después de retroceder en el tiempo a las profecías de Isaías y Malaquías. Incluye el primer año del ministerio de Jesús y sigue sus actividades durante un ocupado día del reposo. Concluye con su obra milagrosa de curación de un leproso. Y a pesar de las presiones de una vida muy activa, Jesús dedicó tiempo a la oración.
 Este capítulo de abarrotado contenido se convierte en un escrito sorprendente al no ofrecer una genealogía, que es tan prominente en el Evangelio de Mateo. Y en el programa anterior, al ver la introducción, ya hemos aclarado el por qué. Un rey debe tener una genealogía. En cambio un siervo, solo necesita referencias y no un "certificado de nacimiento". La cuestión no es quiénes son sus antepasados, sino más bien cuáles son sus acciones y si es capaz de llevar a cabo su misión y actividades. El Siervo del Señor se destaca aquí por Sus logros. Además de esto, a los romanos y a otros forasteros no les interesaba la genealogía de Jesús, que se remonta a Abraham.
 A medida que vamos comenzando el estudio del texto de este Evangelio, pidámosle a Dios que nos lleve a iniciar una relación vital con Jesús. Porque dirigiremos nuestra mirada hacia el Señor Jesucristo. Un comentarista Bíblico afirmó que "una mirada te salva, pero la contemplación te santifica".
 Comencemos nuestra lectura con los versículos 1 al 3:
 "Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en el profeta Isaías: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparara tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, haced derechas sus sendas."
 Este no es, pues, el comienzo de Juan o de Jesús. Es el principio del Evangelio cuando el Señor Jesús vino a esta tierra, murió sobre una cruz y resucitó. En esto consiste el Evangelio.
 En las Sagradas Escrituras se registraron 3 comienzos. Enumerémoslos en su orden cronológico:
 1. "En el principio existía el Verbo . . .", dice Juan 1:1. Esta declaración se remontaba a un pasado inmemorial y a un comienzo sin fecha, anterior al tiempo. Aquí la mente humana solo puede andar a tientas. Es lógica, antes que cronológica porque, para entenderme a mí mismo, tengo que poner mi punto de partida en algún momento del pasado para así ponerme en movimiento y continuar. Si veo un avión volando, asumo que en algún lugar se encuentra un aeropuerto. Aunque no sé donde éste se encuentre, sé que el avión debió despegar de alguna parte. Así, cuando contemplo el universo, sé que comenzó en algún lugar y que allí se encontraba Dios. No se nada sobre ese principio. Pero Dios vino desde la eternidad para encontrarse con nosotros. Yo solo tengo que fijar el punto de partida en el lugar y momento en que El se reunió con nosotros, en un pasado tan remoto como pueda imaginar, y darme cuenta de que El se encontraba allí antes de ese momento.
 2. "En el principio creo Dios los cielos y la tierra" (dice Génesis 1:1) En este pasaje Bíblico salimos de la eternidad y nos introducimos en el tiempo. Sin embargo, aunque muchos han intentado poner fecha de origen a este universo, hasta ahora nadie la ha podido averiguar. Las conjeturas abarcan un período que se extiende entre las cifras aproximadas de 6.000 billones y 3.000 billones de años. Sabemos muy poco al respecto, pero cuando lleguemos a la presencia de Dios y comencemos a conocer del mismo modo en que El nos conoce a nosotros, entonces nos daremos cuenta que hemos estado viendo la realidad de manera borrosa, con poca claridad, como a través de un espejo imperfecto. En ese día futuro nos sorprenderemos de nuestra pasada ignorancia. Porque nuestro Dios es inmensamente grande y dispuso de suficiente tiempo para crear.
 3. "Principio del Evangelio" (dice Marcos 1:1). Esta frase es la misma que encontramos en la primera carta de Juan 1:1, "Lo que existía desde el principio . . ." Aquí sí que tenemos una fecha. Se remontaba a Jesucristo, en el preciso momento en que asumió una naturaleza humana, física. Jesucristo es el Evangelio.
 Entonces este Evangelio de Marcos, que tiene pocas citas del Antiguo Testamento, incluye dos de ellas; dos profecías. Los romanos sabían muy poco sobre profecías pero el escritor siguió esa norma para mostrarles que Aquel personaje del cual él habla, no necesitaba una genealogía, aun que sí requería algunas referencias. Y así fue que Marcos demostró que las referencias sobre Jesús se remontaban a los profetas Isaías y Malaquías. Tanto Juan como Marcos declararon que la llegada de Juan el Bautista cumplía las profecías pronunciadas sobre éste último, que sería el precursor de Cristo.
 Continuemos leyendo el versículo 4:
 "Juan el Bautista apareció en el desierto predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados."
 Aquí es importante aclarar que el ministerio de Juan el Bautista tenía un carácter preparatorio, en el sentido de preparar a las personas para la venida de Jesucristo al mundo. Porque Jesucristo sería el que perdonaría los pecados. El relato continúa con los versículos 5 y 6:
 "Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas y miel silvestre."
 Juan el Bautista era un hombre extraordinario, no solo por su mensaje sino también por su forma de vestir y por los alimentos que comía. Había sido apartado o separado para este ministerio. Pertenecía a la orden de los sacerdotes, la tribu de Leví, y se esperaba que sirviese en el templo de Jerusalén. Pero Dios le había llamado a ser un profeta y por ese motivo se encontraba predicando en el desierto. Y mucha gente se había dirigido a aquel lugar para escucharle.
 En la actualidad, las iglesias u organizaciones están situadas donde la gente vive, en lugares céntricos o bien comunicados para facilitar el acceso rápido y cómodo de las personas. Juan el Bautista no siguió esa estrategia, sino que se alejó hacia la soledad del desierto y fueron las multitudes las que tuvieron que dirigirse hacia allí para poder escucharle. Escuchemos lo que dice el versículo 7:
 "Y predicaba, diciendo: Tras mí viene uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, inclinándome, la correa de sus sandalias."
 Estas palabras nos revelan algo de su notable personalidad. Inspiraba a las multitudes que le rodeaban. Era un hombre extraño y con un carácter fuerte pero, la mejor forma de calificarlo fue aquella en que le describió el profeta Isaías, presentándole como una voz. Era tan solo una voz. Observemos su humildad. Juan el Bautista era una persona verdaderamente humilde. Y continúa diciendo, en el versículo 8:
 "Yo os bauticé con agua, pero El os bautizará con el Espíritu Santo."
 En estas palabras vemos la gran diferencia entre Juan y Jesús. El bautismo real, verdadero es el Bautismo con el Espíritu Santo. La ceremonia o rito del bautismo se realiza con agua. Y el Bautismo con agua es en la actualidad muy importante porque constituye un testimonio exterior de una realidad interior que ya ha tenido lugar dentro de una persona. En el Evangelio de Mateo reflexionamos sobre la actitud de Jesús al bautizarse y dijimos que el motivo que tuvo para bautizarse fue el de identificarse con la humanidad.
 Ahora llegamos a un momento destacado en la vida de los protagonistas de aquel encuentro. Leamos el versículo 9:
 "Y sucedió en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán."
 Observemos la frase de Juan. "Jesús vino". Resulta emocionante pensar que Jesús volverá algún día nuevamente. ¡Y esa noticia sí que será un gran titular para una buena noticia! Pero en este pasaje que hemos leído, el Señor Jesús surgió de la oscuridad de 30 años de silenciosa preparación en el pequeño pueblo de Nazaret. Al fin apareció públicamente, y en Su bautismo, se identificó El mismo con la familia humana. Recordemos que en el relato paralelo de este mismo hecho, en Mateo 3:15, cuando Juan trató de impedírselo, al pensar que él no debía bautizar a Jesús, porque Juan el Bautista consideraba que él mismo, necesitaba ser bautizado por Jesús. En aquella ocasión Jesús le había respondido a Juan: "Permítelo ahora".
 Hay aquí otro detalle digno de observación. Veamos que se usa su nombre "Jesús" al describir el hecho de que Jesús vino. Encontraremos que en este Evangelio se utiliza su nombre común, Jesús, que en Marcos se usa con mayor frecuencia que cualquiera de sus nombres.
 Pero observemos la escena que se produjo, leyendo los versículos 10 y 11:
 "E inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu como paloma descendía sobre El; y vino una voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido."
 Aquí tenemos a la Trinidad reunida de una manera muy definida. Vemos al Señor Jesús, la segunda persona de la Trinidad; también apareció el Espíritu de Dios, tercera persona de la Trinidad, descendiendo sobre El como una paloma y, finalmente, escuchamos la voz del Padre, primera persona de la Trinidad, que resonó desde los cielos diciendo: "Tú eres mi Hijo amado" De una manera clara, el escritor concentra nuestra atención sobre la Trinidad. Y esa presencia de la divinidad es, por cierto, el sello de aprobación del cielo sobre la persona de Jesús y su dedicación a la misión que le trajo a este mundo.
 También podemos observar que los acontecimientos se sucedieron muy rápidamente. Jesús era el Siervo. Juan el Bautista fue el que le presentó y después, Dios el Padre le identificó y expresó su aprobación acerca de El. Y a continuación, la tentación le inició en su ministerio público. Leamos el versículo 12:
 "Enseguida el Espíritu le impulsó a ir al desierto.
 "Impulsar" aquí es una palabra que denota intensidad y seriedad. El Espíritu de Dios le condujo directamente al desierto para que fuese tentado. Es muy importante que comprendamos lo siguiente. Porque nos enfrentamos nuevamente con la siguiente pregunta. ¿Podía El llevar a cabo Su tarea? Otros hombres habían fracasado y no habían podido resistir la tentación. En el Génesis vimos que Adán, el primer hombre, falló. Después, Noé pudo pasar por la experiencia del Diluvio pero, luego, literalmente hablando, se calló de bruces, al protagonizar un deplorable incidente con sus hijos. Más tarde, vimos que Abraham experimentó varios fracasos en su vida. Y Moisés también fracasó, porque después de haber liberado a los israelitas de la esclavitud en Egipto y de conducirles a través del desierto, tuvo un fracaso en un grave incidente público y no se le permitió entrar en la tierra prometida. Y el rey David también fracasó. En contraste con todos aquellos importantes personajes del pasado, Jesús no fracasaría y veremos que la tentación daría comienzo a las actividades de Jesús. Leamos el inicio del relato de esa tentación, en el versículo 13:
 "Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían."
 En esta descripción no tenemos los detalles que nos ofrecieron los evangelistas Mateo y Lucas. Jesús permaneció en el desierto durante 40 días y fue tentado por Satanás. Sufrió la tentación durante todos aquellos 40 días. Algunos parecen tener la impresión de que ayunó por 40 días y entonces, fue tentado por Satanás. No fue así, sino que estuvo siendo tentado todo el tiempo.
 Otros tienen la idea de que allí El fue tentado por Satanás y que las fieras salvajes, más o menos, contribuyeron a la tentación. Lo que Marcos nos está diciendo es que El estaba allí en compañía de las fieras y los ángeles, y tanto unas como otros le servían. Las bestias son una parte de la creación que ha sido colocada bajo el dominio del ser humano. Por tal motivo Dios creó a esas criaturas. Recordemos que cuando estudiamos el Génesis afirmamos que todo en aquel libro constituía una preparación para hacer un hogar para el ser humano. Por lo que sabemos en la actualidad, la tierra es el único lugar habitable para los seres creados y donde existe una raza humana. En este pasaje se explica que las fieras, que estaban bajo el control del Hombre Jesucristo, le servían, y que los ángeles del cielo también estaban a Su servicio. Esto es lo que Marcos quiere decirnos aquí.
 Leamos ahora los versículos 14 y 15:
 "Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios, y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio."
 Después de la tentación, encontramos a Jesús comenzando su ministerio y actividades públicas. Observemos una vez más el destacado titular del escritor Marcos: "Jesús vino". Después de que Juan el Bautista fuese encarcelado, Jesús llegó a Galilea. Comenzó allí a desempeñar su ministerio, predicando el evangelio de Dios, como dice el texto Bíblico, diciendo que había llegado el tiempo y que el reino de Dios estaba cerca. El Evangelio de Dios consistía en anunciar que el reino de Dios se encontraba cerca. En el evangelio de Mateo se mencionaba al "Reino de los cielos". Y surge la pregunta: ¿hay alguna diferencia entre el "Reino de Dios " y el "Reino de los Cielos"? Sí, la hay. Y también hay una superposición. El Reino de los Cielos es el gobierno de Dios sobre la tierra; el Reino de Dios incluye a la totalidad de Su universo, incluso más allá de los límites de esta tierra. Así que el Reino de los Cielos está en el Reino de Dios. Mateo estaba aplicando el gobierno de Dios específicamente a esta tierra. En cambio Marcos estaba extendiéndose más allá, incluyendo una zona más amplia, porque el Reino de Dios abarca a todo el universo, con todas sus criaturas. Por lo que a la tierra se refiere, decir "el reino de los cielos se ha acercado", o decir "el reino de Dios se ha acercado" sería pronunciar dos frases sinónimas, es decir, que equivaldría a lo mismo. Pero el reino de Dios incluiría, además, regiones situadas más allá de la tierra. Mientras que, como acabo de decir, el reino de los cielos significa el gobierno de los cielos sobre la tierra.
 El mensaje de Jesús era el mismo que el de Juan el Bautista en el Evangelio de Mateo: "Arrepentíos y creed al Evangelio". Yo creo que en nuestro tiempo, el mensaje realmente ha experimentado un giro, es decir, que nosotros lo expresamos colocamos a la fe, antes del arrepentimiento. Aunque en realidad ambos, la fe y el arrepentimiento, van unidos en el tiempo. Cuando cambias de dirección y te diriges hacia Jesucristo por la fe, estás realmente yendo en dirección a El y apartándote de algo más. Y esa acción de alejarse de algo, es el arrepentimiento. Si no ha habido un cambio de dirección, un apartarse de algo, entonces, aparentemente, no ha tenido realmente lugar un cambio de rumbo real de dirigirse hacia Cristo. Y es cierto que si se ha realizado un verdadero giro en dirección a Cristo, habrá una manifestación visible de un cambio en la vida, mostrando que el creyente está apartándose de algo. Así que en absoluto existe una contradicción de términos. Lo importante es que las personas crean en el Evangelio.
 Ya hemos hablado algo sobre la rapidez en el desarrollo de los acontecimientos, que caracteriza a la narración en este Evangelio. Recordemos que este Evangelio fue escrito para un pueblo como los romanos, caracterizados por ser hombres de acción. Y movidos por ese impulso, ellos fueron los poderosos que llegaron a dominar al mundo por un prolongado período de tiempo. Al principio, en la introducción, dijimos que el Evangelio de Mateo había sido escrito para las personas religiosas. El Evangelio de Marcos, para los que mostraban su preferencia por la fuerza del ser humano. En Evangelio de Lucas fue escrito pensando en las personas inclinadas al pensamiento y a la reflexión. Y el Evangelio de Juan, fue dirigido a las personas como seres humanos viviendo en la miseria espiritual, como seres que necesitan la salvación.
 El último versículo que hemos leído, el 15, contenía la primera invitación de Jesús registrada en este Evangelio, en la que se proclamaba un mensaje de buenas noticias. En aquel tiempo, igual que hoy, la invitación divina es a creer, que es entregarse de todo corazón, confiadamente, a un objeto de fe. Así que, creer en el Evangelio, significa creer en Jesús mismo como el Hijo de Dios, como el Salvador, porque El y Su obra en la cruz constituyen la esencia, el contenido mismo del Evangelio. Solo por este medio se puede entrar en el reino de Dios; es decir, que se recibe como un regalo de la gracia de Dios.
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walkthesameespanol · 7 years ago
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Pelea,Persevera, Aguanta y Confia. (#wtsedevo #LaBuenaBatalla)
Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.
Hebreos 11:1-2 NTV.
Escuchamos un sin fin de veces este pasaje que nos dejo Pablo en 1 de Timoteo 6:11 donde no solo se le indica a Timoteo que debe pelear la buena batalla, ya que hoy en día cada verso es aplicable a nuestra vida, por lo tanto es nuestro deber tener este mismo sentir de “pelear la buena batalla”.
Cuando recuerdo este verso siempre me remoto a esas batallas medievales donde se luchaba cuerpo a cuerpo entre distintos reinos, o colonias que buscaban en su caso ampliar el territorio, o tener el control de un pueblo entero o reino, y algunos otros simplemente luchaban por el hecho de que ya habían sido derrotados en otro encuentro, pero al final de cuentas mucha gente tenia que tener estos enfrentamientos con un motivo que por lo regular no era propio, sino simplemente eran ordenes o indicaciones del dirigente de algún poblado o lugar.
Hoy a nosotros no se nos pide que tengamos un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con alguna persona o nuestro prójimo, incluso se nos dio una indicación que a mi parecer es infinitamente menos violenta, pero es mucho menos mas vista en la actualidad y esta es: “si te golpean en una mejilla, ahora pon la otra”. QUE DIFICIL ES ESTO! Algunos incluso se que diríamos, mejor un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
En su momento se luchaba tan violentamente que existían batallas de días enteros, pero hoy una de las noticias que nos deja una seguridad plena para los que confiamos en Cristo Jesús, es que la victoria ya esta ganada pero no por nuestros méritos, todas las victorias en nuestro entorno le pertenecen a Cristo Rey de reyes y Señor de señores.
Pelear una batalla, no siempre tendrá momentos done estemos por encima, incluso es probable que muchísimas cosas tambalean las circunstancias. Entiendo claramente que en este caminar no luchamos contra carne ni sangre, pero tenemos que hablar que llegando a Cristo incluso tendremos batallas que no esperamos, como alguna diferencia con la familia por que tu si crees en Jesús y a ti te digan que eres un fanático, o en la escuela pasa lo mismo, podrías llegar a ser el objetivo de burla de los compañeros, en el trabajo, en el camino a tu destino etc. Día tras día puedes estar en el frente de una batalla, en la cual como se nos indica en Timoteo “hecha mano de la vida eterna” ¿Qué es la vida eterna? Muy sencillo JESUCRISTO. Si tomamos nuestra mano de la de él, ten por seguro que existirán muchas batallas, porque en la palabra no encuentro que Dios se comprometa a no tener dificultades, pero si nos dijo que SIEMPRE estaría con nosotros y eso, ya es el todo del hombre.
Pelear la buena batalla no implica que tengamos que ser los más fuertes ya que esto es totalmente distintos, mi fuerza no esta en mis músculos, ni brazos, ni manos, mi fuerza esta en Él, por lo tanto el me da la victoria.
Y por ultimo nos tiene que quedar muy claro a todos que si tomamos el ejemplo de nuestro salvador el aguanto todo por amor a cada uno de nosotros, soporto la cruz derramando su sangre como una ofrenda liquida con un olor gratisimo delante de Dios.
Pelear la buena batalla es saber que Cristo tiene la victoria y solo con el ganamos las batallas.
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Serie devocional: La buena batalla (#wtsedevo #LaBuenaBatalla #Pelea #Persevera #Aguanta#Confia #Dependencia #Dios #Jesús #DeleiteEnDios #Timoteo #Hebreos)
Publicado por: Anónimo //Walk The Same Español.
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