#en fin ya me disculpe por el asco de st
Explore tagged Tumblr posts
Text
El viaje había sido relativamente corto, pero la espera en el aerorpuerto luego de un atraso de tres horas fue algo con lo que no contaba. Apenas había podido dormir en el avión y en medio de todo ese cansacio, no podía evitar sentirse aún más exhausa al imaginar la discusión que debía enfrentar al llegar. Se detuvo en el baño del aeropuerto para recuperar la compostura, lavarse el rostro y maquillarse como si no hubiese llorado la mitad del vuelo. Finalmente y de la mano de un equipaje relativamente ligero se dirigió hacia la salida para encontrar a su pareja. No podía mentirse a sí misma y no admitir que lo extrañaba demasiado, pero el motivo de su visita en ese momento era muy diferente a lo que el corazón tanto anhelaba. Sintió cómo se le sacudió la caja torácica al reconocer al más alto entre la gente. Debes ser fría, debes actuar distante; se repitió a sí misma una vez más, esperando no caer en la tentación de ir corriendo débil a sus brazos. Al tenerlo de frente, quiso ser fuerte, pero los ojos se le empañaron de inmediato y tuvo que tragar fuerte para deshacerse del nudo en la garganta. "Hola, Cole." Extendió su mano hacia la del contrario, dejando sobre ésta la cantidad exacta de dinero que le había depositado, en efectivo. "N-no quiero tu dinero, sabes que esa no es y nunca fue la razón por la que estuve contigo." aclara, ladeando entonces su cabeza hacia el auto. "Andando. Hablaremos en el hotel, no vaya a ser que alguien te vea conmigo."
@mvrcielago
#c: sophie#mvrcielago#por eso no roleo niñas; me salen mas toxicas que chernobyl#mas toxicas que queso vencido#con desinfectante y cloro encima#en fin ya me disculpe por el asco de st
3 notes
·
View notes
Text
Glee «Introducing Barbra St. James Berry»
Febrero de 2036
-¿Estás bien?, ¿más tranquilo?... —preguntó Blaine parándose delante de su esposo. -Mucho… ¿te importaría si nos quedamos otro rato más?, para ver a Rachel y todo… -No me importaría… iré a por esas cajitas verdes… —dijo señalando hacia atrás por encima de su hombro, le dio un beso y alcanzó a dar un par de pasos antes de girar sobre su propio pie y devolverse en lo avanzado— antes, una pregunta… -¿Si? -Cuando estábamos en la casa, dijiste algo de que tenias una… «cosa»… ¿puedo preguntar que es? —dijo Blaine mirándolo con los ojos empequeñecidos, Kurt sonrió coqueto y se acercó un poco más él para susurrarle la respuesta en el oído— ¿en serio?... —agregó sonriendo con travesura, su esposo gesticulo un si bien coqueto— ¿dónde compraste algo así?... -E-bay… —contestó Kurt alzando un hombro engreído. -¿Qué hay con E-bay?... —escuchó a sus espaldas, se dio media vuelta y vio a uno de los padres de Rachel— ¡Señor Berry!... —exclamó moviéndose hacia un costado para darle visibilidad a su esposo. -Por favor, llámame Hiram… ¿Kurt?, ¿verdad?... —preguntó señalándolo. -El mismo… —dijo este estirando su mano para saludarlo como correspondía— ¿cómo esta?... -Pues ya soy abuelo, así es que te lo imaginaras… —respondió saludándolo de vuelta— ¿tú?... —agregó mirando a Blaine— ¿podría decir... Daine?... -Cerca, Blaine...—corrigió saludando.
-Blaine… claro… el de la música… —Blaine hizo un gesto sonriente como diciendo «ese soy yo»— no se donde esta mi cabeza… seguro que perdida pensado en mi hija y mi nieta… -Si una chica Berry lo hacía perder la cabeza antes, imagínese dos… —dijo Kurt sonriendo. -¡Oye!, ¡es lo que LeRoy dijo!… —agregó Hiram también riendo, Kurt miró de reojo a Blaine sin saber si aquello debía ser comentado, ignorado o que. -Y… ¿ya conoció a su nieta?...—preguntó Blaine acercándose más a su esposo. -Aún no, bueno aun no la sostengo ni nada —contesto Hiram haciendo el ademán de quien mece a un bebe entre sus brazos— pero Jesse me llevo a verla y pude conocerla a través del vidrio de la incubadora… es la bebé mas bella que he visto en mi vida, después de Rachel claro...—contestó Hiram sonriendo feliz y orgulloso de su nieta. -Claro.. —repitieron Kurt y Blaine al unísono. -Disculpe Señor Berry… -Por favor llámame Hiram, que una estrella de Broadway como tu me llame por mi nombre, ni puedo empezar a explicarte lo que es… —agregó llevándose una mano al pecho. -Un honor… que puedo decir… —dijo Kurt haciendo los mismo gestos que el Papá de Rachel pero un poco más teatrales— en fin… —agrego al notar que Blaine lo hacía volver a lo importante con una carraspera — ¿dijo que la bebé está en una incubadora? -Si… pobre ángel… —dijo tomándose la cara. -¿Hay algún problema?... —pregunto Blaine sintiendo que Kurt de a poco buscaba su mano para tomarla. -No, bueno si, pero es algo más de precaución, le están haciendo un examen y cuando esté listo se la llevaran a Rachel… -¿Qué examen?... —insistió. -Uno para saber el motivo de la disminución de los latidos, uno que en nuestra generación duraba un par de días pero que ahora esta listo en una hora… —respondió Hiram blanqueando los ojos, Kurt alzó su ceja inquisidora al escuchar eso de «nuestra generación»— en fin… ¿ustedes ya la conocieron? —pregunto señalando a cada uno de manera alternada, Kurt miró a Blaine y lo dejó responder, después de todo aun no terminaba de tragarse eso de que el padre Rachel quisiera equipararlo en edad. -No… —contesto Blaine— solo pudimos hablar con Jesse, pero si no podemos verla hoy volveremos mañana… aunque por la hora tendría que decir más tarde… —agregó mirando la hora en su reloj pulsera. -¡Pues yo puedo llevarlos!... —exclamo Hiram señalándose a si mismo -¿Como? —dijeron ambos dando un respingo de sorpresa. -No a ver a Barbra por cierto, pero si a Rachel, así es que si... -¿Barbra?... —interrumpió Kurt sonriendo. -¿Era de esperarse?, ¿no creen? -Por supuesto… —añadió Blaine haciendo un gesto de obviedad con sus manos. -Vamos entonces… —dijo Hiram señalando hacia adelante, Blaine y Kurt miraron al unísono y se pusieron en marcha también al mismo tiempo, el padre de Rachel soltó una pequeña risa por lo bajo y se ubicó en medio de ambos, los tomo por los hombros y camino abrazado de ellos como un padre amoroso lo haría.. -Señor Be… es decir... Hiram… —se autocorrigió Kurt — ¿Rachel sabe que Barbra debe someterse a ese examen? —preguntó mientras avanzaban por uno de los pasillos del Mount Sinai. -Por supuesto que lo sabe… «honestidad, respeto y baile» aun son las bases de la familia Berry, aunque LeRoy faltara a dos de ellas… —contestó Hiram poniendo mala cara, Kurt y Blaine volvieron a intercambiar miradas— en el siguiente pasillo siguiente doblamos a la derecha...—añadió apuntando a donde dijera— y cuénteme , ¿qué es eso que compraron en E-bay?... —Kurt abrió un poco más sus ojos y contuvo la respiración un par de segundos— porque debo advertirles que conozco a alguien que puede hacer que sus compras lleguen más rápido… —agregó dándoles un par de palmadas a cada uno en la espalda. -No… no es necesario… —dijo Blaine alargando las vocales. -¿Seguro?, mi tipo ese es más que confiable...—insistió señalando la última de las puertas. -Seguro… —repitió Kurt— ¿esa es la habitación?... —agrego para cambiar de tema. -Esa es… —dijo Hiram adelantándose a ambos— si me permiten… veré si esta… ya saben decente… —agregó simulando que arreglaba su cabello como su hija lo haría, acto seguido, dio unos pequeños golpes a la puerta y se metió en la habitación. -Vaya con Hiram… no lo recordaba tan locuaz… —opino Kurt cruzándose de brazos. -Ni yo… aunque en realidad sólo trate con él un par de veces cuando estábamos en la escuela. -Pues yo lo he tratado mucho más que eso, así es que puedo opinar con propiedad, confía en mi que esa locuacidad no es tan común en él, aunque igual me gustaría aprovecharme de eso para saber cual de las tres reglas fue la que olvidó LeRoy y que acabó con su matrimonio… pero seguro y Rachel me la cuenta un día de estos… —dijo haciendo un gesto de desinterés con una de sus manos, Blaine sonrió apenas y luego bajó la cabeza un instante al sentir aquella punzada de celos que odiaba y que tenía que ver con la relación que su esposo tenía con su mejor amiga— ¿que?... -¿Que? -Vi eso… -¿Qué cosa? -Esa mueca que hiciste… -No sé de qué mueca estás hablando… -Lo sabes… claro que lo sabes, pero… —comenzó a decir Kurt mientras se acercaba a él, tanto como para sentir todas las sinuosidades de su cuerpo— Señor Anderson-Hummel, debe saber, que no existe nadie más importante para mi en este mundo que usted… fue así, es ahora y lo seguirá siendo… —agrego abrazándolo por el cuello. -¿No lo dices solo porque fue San Valentin hace como una hora? -No, lo digo porque es verdad… —insistió acercando su nariz a la de él. -¿Si?... —pregunto de vuelta Blaine tomándolo de la cintura. -Apuesta tus mejores partes a que sí… —añadió Kurt sonriendo, se mordió el labio y se inclinó hacia él para besarlo. -¡Wow!... ¡una super menor de edad presente!… —exclamó Hiram al tiempo que abría la puerta de la habitación. -¡Ay!... —dijo Kurt apartándose. -¿Barbra esta aquí?... —quiso saber Blaine asomando la cabeza por la puerta entreabierta. -La trajeron hace un par de minutos… pasen… —dijo el Papá de Rachel bajando el tono de su voz al mínimo al tiempo que hacía una seña para que terminaran de entrar, Rachel estaba recostada y tenía a la bebé en los brazos, tenía el cabello amarrado en una cola de caballo y sonería como si no pudiera más felicidad. -Chicos… —exclamó como en un grito ahogado— no puedo creer que volvieran… —añadió haciendo un puchero. -¿Y perdernos esto?... —dijo Kurt mientras se acercaba casi en punta de pies. -Fue niña… ¿supieron?... —agrego acrecentando su mueca infantil. -Supimos… —contesto Blaine parándose detrás de su esposo. -Rachel, es hermosa… —opino Kurt en cuanto pudo verle la cara— ¿puedo?...—pidió extendiendo sus brazos. -Por supuesto… mira cariño… el tío Kurt… —dijo mientras se la entregaba— Kurt, esta es Barbra St James Berry, futura estrella del espectáculo mundial... —agregó sonriendo como nunca— ten cuidado… —advirtió como si fuera necesario. -Por favor… he tenido a tres bebés en mis brazos antes de esta… —contestó Kurt tomando a Barbra como el experto padre que era— creo que tiene tu nariz… —opino riendo. -Lo sé… —respondió Rachel convirtiendo el puchero en un llanto bien divertido. -Perdona querida no quise… -No, si está bien… —dijo la chica llorando más, tomó la caja de pañuelos descartables y sacó cinco de una. -No pero de verdad… —insistió Kurt poniendo cara de complicación. -Tranquilo Kurt, el doctor dijo que era esperable un desajuste hormonal, la placenta y todo… —dijo Hiram acariciando el cabello de su hija, acto seguido le dio un beso en la cabeza provocando un lagrimeo más abundante. -Ah… —agregó Kurt poniendo un poco de cara de asco al escuchar eso de la placenta— que alivió entonces… —dijo tocándose la frente como si tuviera exceso de sudor, Hiram concordó con aquello haciendo un gesto como de reverencia y Rachel lloró con más ganas, Kurt quiso reír de aquello pero prefirió concentrarse en la recién nacida— hola Barbra… —dijo con voz calmada y tenue— mi nombre es Kurt, soy amigo de tu Mamá… si de tu Mamá… —repitió al ver que la bebé empezaba abrir sus ojos como si entendiera lo que estaba hablando— serás muy feliz en este mundo, te lo prometo… —agrego tomándole una manito— después de todo llegaste al mejor de los hogares, tu Mamá es un poco asfixiante pero es la mejor mujer que conozco… —terminó por decir besándole la frente. -¿Puedo cargarla yo ahora?... —pregunto Blaine sonriendo. -Por supuesto… —respondió Kurt entregándosela— mira pequeña, este es el tío Blaine, el de los brazos más fuertes y generosos que verás en tu vida— añadió mirándolo, Blaine sonrió, tomó un poco de aire y decidió pasar por alto y olvidar aquella inquietud y desasosiego que le provocaba aquella punzada odiosa de celos.
5 notes
·
View notes
Text
Glee «Gordon» Part III
Agostos de 2027
-Bien… gracias por asistir y manténgase a salvo… aquí están las zonas seguras de cada departamento, por favor tomen la hoja que les corresponda —dijo como última cosa el experto en desastres, enseño un alto de papeles y los dejos sobre el escritorio ordenados de mayor a menor, luego se retiró a su asiento y un par de tímidos aplausos surgieron desde los asientos más alejados, el presidente de la comunidad fue el primero en tomar la hoja que le correspondía y dio por finalizada la reunión, todos comenzaron a acercarse de a poco a recoger la información, algunos más apresurados que otros, Blaine hizo lo propio tomando el papel correspondiente a su piso, lo leyó en silencio y volvió hasta donde se encontraba su esposo. -No vas a creer cuál es la zona más segura de nuestro departamento… —dijo entregado la hoja de papel. -Lo que no puedo creer es todo esto... —respondió Kurt recibiendola sin mirarla, estaba aún sin moverse de la silla y mirando con mala cara al experto en desastres, como si él tuviste la culpa de que «Gordon» cambiará la trayectoria y estuviera a punto de aterrizar en Manhattan— estúpida reunión, si alguien estaba confiado y con esperanzas de que todo saldría bien, de seguro y ya no lo esta tanto —agregó tomándose la cabeza.
-Eso es muy cierto… esta ha sido sin duda la reunión más desalentadora en la que he estado, eso que estuve en en el Club Glee cuando Finn estaba a cargo —dijo Blaine como pensando en aquello, se levantó de la silla al igual que la mayoría de los asistentes y se aprestó a salir. -Agrega inútil... -Pues yo no diría inútil, quede más que satisfecho al saber que nuestros vidrios resisten incluso pájaros desorientados e insectos suicidas —agregó Blaine riendo al recordar el dato sobre los vidrios que habían mencionado el funcionario del ayuntamiento. -No bromees ahora por favor… —pidió su esposo haciendo el gesto de alto con sus manos. -No bromeo, son los datos que nos dijeron —recordó Blaine sentándose de nuevo, se acercó un poco para hacerle unas cosquillas pero Kurt le hizo el quite a su mano y a él mismo— ¿qué ocurre? —preguntó al sentirse rechazado. -... -¿Kurt?... —insistió buscando su mirada. -No puedo creer que este edificio tenga mampostería en mármol de Carrara y no un generador de electricidad que le de autonomía de 12 horas como mínimo... —respondió exhalando su frustración en un suspiro largo y hondo. -Ningún edificio residencial lo tiene, a no ser que sea uno dedicado a la atención de urgencia, como un hospital o algo. -Pues este debería tenerla… la gente necesita electricidad... -Por cierto que la necesita… pero no te preocupes — dijo Blaine acariciándole la espalda— cuando vaya a comprar, vere si hay algun generador portátil… ese supermercado tiene de todo. -¿Aun insistes con eso?... -No es que insista Kurt… debemos abastecernos, bien escuchaste lo que dijo el experto… -El señor profeta del apocalipsis querrás decir… —interrumpió llevándose las dos manos a la cabeza. -Oye… todo estará bien, ya te dije que en una hora estoy de regreso… ¿que tal si tu te encargas de recibir a nuestros hijos y yo voy mientras tanto a hacer las compras de emergencia?... así tenemos todo lo importante antes de que empiece el asunto… —Kurt no dijo nada y se restregó las sienes, esta vez más encorvado en el asiento que antes, tanto, que sus codos tocaron sus rodillas— te juro que si me lleva el viento y despierto en OZ, haré lo posible por venir a buscarte… o tomare fotos de todo para enseñartelas luego… —insistió Blaine abrazándolo por sobre la silla, acercó su cabeza a la de él y con la nariz le rozó el cuello y la cara, Kurt soltó una pequeña risa sin creer aún que la situación parecía ser más grave de lo que había imaginado. Mientras seguía cabeza agacha confortado por su esposo, solo veía pasar por su lado zapatos de diferente tipo, los habitantes del edificio iban saliendo en orden y los rezagados parecían tener preguntas extras para los expertos que aún se mantenían en la cabecera del salón. -Disculpen… ¿saben ustedes si el lugar seguro es el mismo para el departamento del «Penthouse»?, porque... -¡Vea su papel!… —exclamo Kurt sin prestar atención. -Esta todo allí… —añadió Blaine sin mirar al señor de baja estatura, calvo y vestido elegante que se había acercado a ellos para inquerir algunos datos. -Actores… —murmuró Rupert Murdoch blanqueando los ojos, tomó la hoja desde la mano de uno de sus asistentes y partió despotricando contra el huracán, los actores y la mala voluntad de la gente que lo rodeaba. -¿Vamos?... —dijo Blaine haciéndole un cariño en la cara— mientras mas antes me vaya a comprar, más antes volveré… —agregó poniéndose de pie, para hacerse paso entre las sillas después. -Blaine… —respondió su esposo levantándose también. -Kurt todo… -Escuchame...— interrumpió Kurt parándose delante— prometeme que te cuidaras por favor. -Por supuesto que lo haré... -Di las palabras… -Kurt… te lo prometo… prometo que iré con cuidado, ¿de acuerdo? —dijo tomándole la cara— además mi suegro exigió que no me hiciera el héroe… no tengo otra alternativa… —añadió sonriendo, su esposo lo miro con ganas de llorar, reír y abrazarlo para no soltarlo nunca, todo al mismo tiempo. -Si hay mucha gente… -Si hay mucha gente, me devuelvo… tomamos agua del retrete por último… —terminó por decir Blaine soltando una pequeña carcajada, Kurt puso cara de asco pensando que una cosa era la prudencia ante el peligro y otra muy distinta era olvidar la civilidad y lo buenos modales.
-Vamos Blaine… —susurró Kurt mientras se paseaba de un lado a otro en al puerta del edificio, tenía en sus manos un par de paraguas con motivos infantiles y miraba de vez en cuando hacia la calle bien cerca de la puerta vidriada, para luego chequear en su teléfono la hora y el trayecto del bus escolar donde venían sus hijos— vamos… —repitió un par de veces más, casi como un mantra auto calmante. -¿Esperando a los pequeños?... -¡Señor Jenkins!... ¡me dio un susto de muerte!… —exclamó Kurt tomándose el pecho sorprendido. -¡Oh!... disculpe señor Hummel… no quise… de verdad... -No se preocupe… —dijo tratando de relajarse con ejercicios respiratorios— es todo esto lo que me tiene con los nervios de punta… —agregó volviendo a mirar su teléfono y hacia ambos lados de la calle de manera alternada. -Lo imagino… pero el experto del ayuntamiento fue bien claro explicando las ventajas de la construcción del edificio… ¿cuál es la zona segura de su departamento? -El baño principal… —respondió comenzando a pasearse nuevamente. -Que agradable, el mio es el closet de limpieza… espero no tener que usarlo… —dijo el Señor Jenkins poniendo cara de vomito. -Ni yo… —agrego Kurt mirándolo de reojo. -¿El Señor Anderson?... -Fue a comprar algunas cosas… salio hace como media hora y aún no regresa… -¡Salio!... ¡¿no escucho lo que dijo el experto sobre lo peligroso que es salir a la calle en situaciones como esta?! —exclamó el portero dando a su cara una expresión de asombro máximo, Kurt creyó que hasta el bigote se le tensaba. -Lo escuchó… pero creo que le gusta despreciar las opiniones de la gente… incluidas las de su esposo… —respondió Kurt cruzándose de brazos, el Señor Jenkins sintió que la conversación se tornaba un poco incómoda para ambos y terminó excusándose aludiendo a una llamada inexistente. -Por fin… una preocupación menos… —dijo viendo en su pantalla que el autobús doblaba hacia la Fifth Av, por la 66th st., salió hacia la calle comprobando que el viento y la lluvia se hacían más intensas, espero que el autobús doblara en «u» en la esquina de la 65th y se aproximo a la orilla de la calle, Henry y Lizzie hacían señas desde el minuto que vieron a su Papá esperandolos, el pequeño ya estaba en el primer peldaño de la puerta presto a bajarse, mientras que su hermana esperaba atrás bien afirmada del tubo inmediato a la salida, traía Rita en sus brazos y venía tan despeinada como si el huracán «Gordon» ya la hubiera tomado y dado tres vueltas completas, Kurt sonrió y les hizo una seña de vuelta. -¡Papá!... ¡suspendieron las clases!... —exclamó Henry apenas puso un pie en la acera, le dio un beso a su Papá y recibió de este un abrazo y el paraguas que le correspondía. -¿Hablas enserio cariño? -¡SI!... todos estaban «enrevolucionados»... —insistió el pequeño ayudando a su hermana a bajar. -¡Papá!... ¡«sunperdieron» las clases! —exclamó Lizzie como si dijera la última novedad del año. -¿De verdad cariño?... ¿y sabes por qué?... —dijo Kurt entregando el segundo paraguas, le hizo una seña al conductor del autobús y tomó a sus dos hijos de la mano. -¡Yo sé!... —dijo Henry levantando la mano. -¡Yo «tamben» sé «Hendry»!… ¡hola! —agregó la pequeña blanqueando los ojos. -Pues ambos tendrán la oportunidad de contarme, ahora entremos antes que el viento les juegue una mala pasada a sus paraguas… —sentencio Kurt apurando sus pasos. -¿Dónde esta el «Señor Botones»? —quiso saber Henry abriendo la puerta para todos. -En la cocina cariño, donde corresponde… —respondió Kurt entrando tras su hija. -¿No salió de paseo?... —agregó Lizzie tomándose la cara con paraguas y todo. -No bebé, ya ves como esta el tiempo… ningún animalito merece andar mojándose por ahí... -¿Y el «Papáblen»? —preguntó Henry sacudiendo el agua de su paraguas en un bote elegante dispuesto para ello, Kurt tomó el de Lizzie e hizo lo mismo. -Fue a comprar algunas cosas que necesitábamos… -¿Es por lo del… H-U-R-A-C-A-N? —respondió su hijo mirando de reojo a su hermana que trataba de tirar su cabello hacia atrás pero solo conseguía despeinarlo aún más. -Así es cariño… ¿que sabes tu sobre eso? —pregunto Kurt bajando a su altura, le acomodó la ropa y le saco la mochila de la espalda. -La Señorita Walton explicó que el... ya sabes… llegará en la tarde, que por eso se suspendían las clases en todo el estado y debíamos estar con nuestras familias por si nos daba miedo, pero yo no le tengo miedo a eso… —dijo Henry irguiéndose como lo hacía siempre que presumía de su valentía. -Lo se cariño… —respondió dándole un beso en la mejilla— y te agradezco que mantegas reserva frente a tu hermanita… ella sí que podría asustarse. -Yo no estoy «asupstada»… Alaska sí, porque su Mamá estaba llorando cuando la fue a buscar, dijo que le tenía miedo al señor «Gondrón». -¿Eso es verdad bebé? — pregunto Kurt acercándose esta vez a su hija, también le arregló el atuendo que vestía y sacó desde su propio bolsillo una coleta para atarle el cabello en un moño bien alto y abundante. -Si… es lo que vi… ¿donde esta el «Papáblen»?, ¿salió con el «Señor Motones» a comparar? -No... como dije, ese animalito esta en la cocina, el «Papáblen» fue solo y ya debe estar por llegar… o eso espero… —dijo Kurt murmurando casi para sí la última de sus palabras, echó un vistazo a la calle nuevamente y a su teléfono acto seguido, luego volvió a tomar a un niño en cada mano y se encaminó hacia el ascensor, el Señor Jenkins los saludo a la distancia y ambos pequeños rieron disimulados del atuendo «amarillo pato» que vestía— muy bien…. —agregó presionando el botón del elevador. -¿Estás preocupado Papá? —pregunto Henry mirando a Kurt hacia arriba. -¿Quien esta «prencupado»? — dijo la pequeña mirando a todos. -El Papá…. —repitió Henry señalando a su padre. -¿Estás «prencupado» Papá? —repitió Lizzie queriendo llorar. -¿Que?... ¡no!... cariño… tranquila... no estoy preocupado… por supuesto que no… es más, nadie de esta familia debería de estarlo… ¿y saben por qué?... —sus hijos negaron con la cabeza al unísono— porque hace un rato, el «Papáblen» y yo, asistimos a una reunión donde nos dijeron que este edifico es super extra seguro y nos dieron consejos de lo debíamos y que no hacer mientras dure la tormenta… —explicó subiendo al ascensor— por lo tanto… nadie… esta preocupado… —repitió tomando más aire que el habitual, volvió a mirar la hora en su teléfono y se quedó con la vista fija en la salida los cuatro segundos que tardó la puerta del ascesor en cerrarse.
6 notes
·
View notes