#el arromanticismo como quebradero de cabeza para une escritore aro
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Diario de une escritore aro-ace (vol. 2)
Los retos de escribir una comedia romántico con prota aro-ace han sido varios. Así pues, no solo he tenido que sortear la alonorma —como comencé a esbozar en la primera entrada de este diario—, sino también la amatonorma (esa que presupone que todo el mundo experimenta atracción romántica).
Une personaje asexual no experimenta atracción sexual. Esto supone una serie de reacciones físicas. Es relativamente sencilla de percibir, porque el cuerpo reacciona de un determinado modo ante un objeto de deseo.
Inciso: para alguien alosexual, el objeto de deseo en una persona asexual es nulo, pero el deseo existe. Es decir, la libido está, en mayor o menor medida.
Para mí, todo se complica un poco más cuando hablamos de romance. ¿Alguna vez has tratado de describir qué es estar enamorado como alguien alorromántico? ¿Qué se siente al sentir atracción romántica?
Yo, como persona demiaro, he experimentado en dos ocasiones la atracción romántica, pero, sinceramente, no podría ponerle palabras o una descripción breve y concisa. ¿Los motivos? No hay una reacción física tan clara o única que lo describa (a diferencia, creo yo, de la atracción sexual, que es algo que jamás he experimentado, ni experimentaré; así que hablo desde la teoría). Sobre este tema seguro que has escuchado algunas de las siguientes frases: "sentir mariposas en el estómago", "no dejar de pensar en alguien", "de encontrar a la persona adecuada" (esta última la odio con la fuerza de los siete mares, porque como persona aro-ace me ha hecho mucho daño) y se podría seguir recolectando expresiones del estilo tanto de la literatura como del saber popular.
La atracción romántica es un impuso que nace con una finalidad más o menos definida: establecer una relación romántica (valga la redundancia) con una o más personas.
Perdona si la definición no es la más precisa, la estoy haciendo de memoria.
Esto lo tenía claro. Igual que sé con certeza que una atracción queerplatónica, un arrobamiento, un amor platónico o cualquier otro tipo de sentimiento que una persona arromántica sienta hacia una o varias personas (que no sea una amistad) se experimenta de manera diferente a la atracción romántica. ¿Cómo lo sé? No sabría expresarlo quizá sin caer en esos clichés, porque ¿qué vocabulario hay para las relaciones aro sin tener que resignificar las alos ya existentes?
Este caos de emociones lo quise exponer en mi historia. Huy es une personaje demiaro que no tiene dudas sobre esto. Tampoco le da demasiadas vueltas, porque sabe qué percibe. No le importa que sea un arrobamiento o una atracción romántica. Elle sabe qué siente. Esto lo quise exponer así por un motivo sencillo:
Cuando eres arromántique o asexual o ambas siempre terminas por describirte por lo que NO experimentas. Por la ausencia de lo que se considera la norma.
Yo le quise dar la vuelta esto un poco. De este modo, es Ari quien le pregunta a elle cómo es sentir algo por dos personas, qué es enamorarse de una persona. Él es alo, pero también es quién no sabe qué cómo se distingue la atracción romántica, quien tiene dudas.
Siempre han existido las dudas entre personas alo. No obstante, cuando alguien aro aparece en escena, da la sensación de que toda pregunta sobre el amor cae en este "ente" que se tiende a describir como frío. Porque otro mito que hay que romper: ser aro no implica que no quieras tener un relación amorosa ni seas una persona sin sentimientos, por ejemplo.
Una persona aro, al igual que alguien ace, puede querer o no tener una relación. Puede gustarle la idea, rehuirla o darle igual (así a grandes rasgos). Mi historia, como ya conté, va de una persona aro-ace sex/romance-favorable.
Mi exploración personal con este personaje (con el que comparto la orientación) es interesante, porque me resulta sencillo escribir escenas tiernas con les portas. Sin embargo, creo que para alguien alo no se terminará de apreciar los matices, y es que yo pensaba que controla del lenguaje romántico...
Soy:
¿Mi trauma con esto? Hace unos tres años, leí que cuando alguien alo te dice algo como "es que me gusta mucho hablar contigo" es porque le gustas de gustar (vale, sí quizá no TOOODOO el mundo, pero es una generalización y tiene sus carencias). Puede que esto sea de conocimiento popular. Pero cuándo me lo dijeron me quedé pikachu sorpredido. Esto es un ejemplo de otros millones de situaciones que yo no tengo ni idea ni comprendo (y que explican muchas cosas de mi vida personal).
El caso es que, al igual que con la asexualidad, todo el imaginario de parejas/relaciones poliamorosas gira entorno a ser alo. Así que deconstruirse es una obligación. Solo que en el ámbito de ser arromántico no hay mucha información ni nada demasiado claro.
Te pongo un ejemplo. Se usa mucho crush. Bien esto se usa para un interés romántico platónico —subrayo romántico—. Si no sientes atracción romántica de manera normativa, técnicamente no tienes un crush. Puede parecer una tontería, pero al final, en cierto modo, te invisibilizas al usarlo siendo aro, porque no es tu experiencia —cosa que el resto del mundo no va a hacer un ejercicio por entenderlo (de nuevo, es una generalización y tal).—
No hay una terminología común como si ocurre con la asexualidad. En inglés se usa squish. En español yo uso arrobo (pero creo que hay otras muchas más opciones). Con todo esto quiero llegar a que los matices de las palabras son importantes para reflejar la realidad y dar visibilidad y es un problema al que me he enfrentado al escribir une personaje demiaro, pues en mi día a día no le daba más importancia.
Resulta complejo conocer toda la amatonorma, deconstruirte, buscar precisión para explicar toda una realidad arromántica que, en muchas ocasiones, no llego a saber del todo si se muestra bien la experiencia de alguien arromántico, porque hay fronteras de cariño difusas que no tienen un imaginario robusto al que aferrarme.
Esta reflexión termina por aquí, pues ya es muy larga y los temas que han pasado más desapercibidos y aquello que guardan relación con la asexualidad los seguiré desarrollando en otros post.
¡Nos leemos!
#diario de une escritore aroace#el arromanticismo como quebradero de cabeza para une escritore aro#arromanticismo#pensando en escritura#mes del orgullo#pride month
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combativo y feliz orgullo
La reivindicación que se hace desde el Día del Orgullo cada año es imprescindible. Primero, porque necesitamos gritar desde los márgenes (porque es una lucha que incluye a gente racializada, personas con discapacidad, quienes pueden salir del armario, quienes """son""" un delito en su país, y un largo etc.). Segundo, porque estamos presenciando lo sencillo que es perder nuestros derechos.
Este año, en España, los delitos de odio LGBTIAQ+ ha aumentado al 132%. Nos estamos jugando vidas. Vidas que son en extremo valiosas.
Tengo la sensación de que en ocasiones no puedo hacer mucho, pero que tal vez mi experiencia descubriendo que soy asexual, demibirromántique y enebé puede ayudar a alguien a autodescubrirse o comprender mejor a alguien.
Así que aquí te dejo mis historias.
Mi primer autodescubrimiento: asexual
Siempre noté que había algo en mí que no encaja en algún lado. Como un ruido que no terminas de apagar. Suena y no sabes de dónde viene. Cuando eres adolescente siempre te dicen que ya madurarás, pero esto no iba por aquí.
No he sido una persona que haya tenido muchos flechazos, ahora sé que gran parte de ellos nacía de la atracción estética. La reacción de mis compañeros de colegio, amigues hacia otras personas me descolocaba. ¿Qué impulso había ahí que yo me perdía?
El caso es que las series y las películas siempre se mostraba la atracción sexual. A X le ponía mogollón Y y se acostaban. Esto me parecía ficción. Un esquema que seguía todo el mundo para encajar. Para ser como eses protagonistas pasionales.
Vamos, una conducta que se se copiaba, no que se sintiese "natural". No sé si me explico.
Yo me perdía con todo esto. Y en las conversaciones esas de tipo "uf, qué bueno está menganite", ya ni te cuento. No sabía cómo seguirlas. Así que no participaba. Se me da muy bien pasar sin pena ni gloria en conversaciones, no me resultaba complicado.
Me agobia las expectativas de besar/acostarse con alguien. Porque sí, en la adolescencia todo parece una carrera en ese sentido. Me agobiaba mogollón. Así que dejé de salir. No estaba dispueste a pasar por esas situaciones que me acontojaban, porque algo de mí no encajaba.
Evidentemente, no era culpa mía, sino de esta sociedad hipersexualizada que no deja espacios para otros modelos. Y una de mis cualidades es no pasar por aquellas cosas que no quiero (la mayoría de las veces jajajaja. Ojalá fuese tan genial, pero no).
Llegó la universidad y yo ya pensaba que me pasaba algo gravísimo. ¿Por qué era diferente?¿Y en qué exactamente? No me ponía nadie y ¿por qué me pasaba?¿Tenía alguna enfermedad? Claro si sin ninguna idea buscas en internet, te encuentras que puedes tener mil cosas, hasta un tumor.
Durante meses me calmaba y me ponía de los nervios. Le conté a mi madre qué me pasaba y su respuesta fue "ya llegará la persona", "ya madurarás", "ya te llegará el momento". No ha pasado ni pasará, porque todo estaba (y está) bien conmigo.
Lo interesante es la conversación, por siempre se da la misma, por no se conoce qué es la asexualidad. En mi uni dieron una charla LGBTIAQ+ En la cual iban a tratar la asexualidad. Era la primera vez que escuchaba esa orientación sexual. E investigué, porque se me quedó grabada.
Descubrí un montón de acefobia y definiciones cutres que se basaba en que "no te gusta el sexo", en que tenías que tener una relación abierta porque nadie querría estar con alguien con quien no se puede acostar. Esto me espantó.
Inciso, puede que para alguien su vivencia se relacione con alguna de estas afirmaciones, pero, desde luego, no son universales. Por eso es necesario definir la asexualidad como la no experimentación de atracción sexual (para el espectro, no se experimenta dentro de los parámetros normativos).
Seguí buscando información, no sé muy bien por qué. En algún momento encontré la definición buena que no se relacionaba de manera intrínseca con que te guste o no el sexo, ni con el deseo sexual. Ahí sí. Eso era. Y ahí me sentía cómode.
Todo llevó un proceso de "ahora sí, ahora no", porque, por su puesto, no todo encajaba con mi experiencia al 100%. Y, claro, no lo hace. Cada persona es un mundo y puede variar mucho. Lo que es universal es no sentirse atraído sexualmente por nadie.
La segunda etiqueta con la que me identifiqué fue la bi
Otra de las preguntas que me hacía desde los 9 años es si era lesbiana. Esto les pasa a les asexuales: pensar que se es homosexual. Estaba claro que me atraían y a la vez no; no tal y como debían atraerme los hombres (por la heterosexualidad asimilada I guess).
El caso es que me rayaba de vez en cuando. Mi razonamiento de peque era que mis compañeras de colegio me hacían la vida imposible, no me gustaría estar con una chica si son tan malas como ellas. Todo mal.
Estéticamente me atraían indistintamente (hablo de manera binaria, porque en esa edad ni sabía que había otras opciones; ni ser bi, tampoco). Para mí tenía que ser una cosa o la otra, no las dos. Pues así se quedó. Fui creciendo conociendo a chicas majas y ese primer pensamiento naíf se esfumó. Saber que era asexual y que no sentía atracción sexual hacia nadie ayudó a ver que yo era bi: sí sentía la misma atracción, aunque no sabía cuál era.
Tampoco sabía cómo encajaba ser asexual y bisexual. ¿Se podía ser las dos a la vez? La info sobre ser ace a la que accedía era muy cutre y tardé en saber que había muchos tipo de atracciones y que podías ser birromántique.
Fue bastante natural descubrirlo y sin traumas como con ser ace. Una pieza más que encajaba.
Yo seguía rompiendo moldes. Descubrir realidades me ayudó muchísmo. Yo soy una persona no binaria.
Desde siempre (siempre es igual, hay algo, ahí latente que no encaja) me he sentido rare con mi género asignado.
No era con grandes cosas (como podría ser disforia con mi cuerpo), sino más bien en detalles: entraba un poco en pánico cuando tenía que rellenar un formulario y elegir género. Siempre que me era posible rellenaba una tercera casilla, porque me sentía que engañaba a todes si elegía mujer; sentía que me quedaba "grande".
También es verdad que desde peque tuve suerte con cosas como la ropa o los roles de género. Yo tengo un hermano mayor y heredaba cuyas suyas como jerséis, camisetas y cosas así. También podía ponerme disfraces de "chico" como de Tortuga ninja.
Además, nunca me habían dicho en casa si era femenina o si tenía que comprarme de un modo concreto (me lo dijo una vez una persona cuando tenía yo doce años y no entendía nada). Creo que esto fue importante, porque siempre he expresado mi identidad como yo me sentía a gusto.
En cuanto a lo primero que te he contado, es algo muy pequeño y quizá puede parecer "una tontería", pero alguna vez se lo contaba a alguien y como no veían nada raro, pensaba que era normal. También evitaba incluirme dentro del colectivo mujer cuando hablaba o utilizaba cualquier género para referirme a mí.
Lo cierto es que no me importaba demasiado (también es verdad que descubrir mi asexualidad fue algo intenso jeje). Tenía la sensación de que no era algo importante de definir. Ya te digo, no tuve grandes momentos de disforia y continuaba expresándome como quería.
Hace unos años, empecé a ver eso de los géneros no binarios. Investigaba un poco, pero tenía la sensación de que tenía que ser "andrógino" en cierto modo. Así no me informe mucho más. Fui aprendiendo cosas poco a poco.
Hace unos años volví a buscar información de género, porque leí que era un espectro. Saber eso ayudo mucho. Eso sí, seguía sin saber qué era ser nb. Busqué información, pero necesitaba algo concreto como la definición de ace.
Llegue a la cuenta de Instagram que te pasé. Leí definiciones y me pareció encajar en "Demigirl". Entonces busqué info, test (sé que no son muy fiables, pero sentía que necesitaba algo lo que fuese), historias... Me "encajaba". Sin embargo, me preguntaba si había escogido "Demigirl" porque tenía miedo de romper mi relación con la feminidad (desde mi experiencia personal, cuando comienzo a dudar de algo es por algún motivo).
Lo cierto es que me daba miedo "abandonar" lo conocido, pero en la definición de "Demigirl", me tiraba mucho lo de agénero. Estuve meditando mucho en eso: sabía que no me identificaba como hombre, tampoco como mujer (seguía experimentando ese rechazo o un sentimiento de incomodidad; no sé, es similar a un pinchazo o a cuando te pones nervioso o a cuando no te sabes una respuesta... Algo así).
Poco a poco comencé a sentirme más cómode con esa parte agénero. Con cosas como que me tratasen como algo neutro (de joven, por ejemplo, sin atender a roles de género o cualquier otra cosa. Me planteé la etiqueta agénero ye sentí completamente a gusto. Fue como quitarme un peso de encima. No sé, parece muy bucólico jajaja (era un poco como Ricitos de oro buscando la ca perfecta para descansar XDD) De todas formas, sigo usando la bandera nb y resguardándome en el paraguas de "no binarie".
Lo cierto es que ha sido un proceso largo y, desde luego, no es algo que he sabido desde el principio. A sido resultado de ir probando y trayendo de descubrir cómo me sentía con determinadas definiciones.
Última estación: demirromántique
Una vez que te planteas que tu orientación sexual no es la que pensabas y que muchas cosas que pensabas que vivías se encontraban condicionadas por una norma impuesta muy absurda, te replanteas todo. Pues no vives las cosas como una mayoría, lo que quieres y lo que anhelas y lo que sientes comienzan a ser cosas diferentes. Algo así como que querer y poder no es lo mismo. Tampoco puedes conseguir lo quieres.
Ser asexual me llevó a pensar, en un momento dado, en la posibilidad de ser arromántique.
Ese pensamiento te lleva a regresar al pasado y revivirlo desde otra perspectiva; porque sí que te ha gustado alguien, aunque sea una vez. Por eso lo descartas. Por eso vuelve a nacer la duda, porque existe un espectro arromántico.
De repente, llega alguna persona que te dice que le gustas. Lo declino con buenas palabras y alentando a mantener esa amistad. Entonces nacen ciertos pensamientos: "cómo le puedo gustar si apenas nos conocemos", "si no hay un vínculo" y cosas similares que me extrañan, porque me parece algo apresurado, excesivo. Pasa una vez, dos. Vuelvo a echar la mirada atrás y las personas por las que he sentido algo se pueden contar con los dedos de una mano y todavía me sobran. Pero yo elegí la soltería, ¿no? No viene de un sentimiento de extrañamiento, ¿verdad?
Soy alloromántique porque hay personas que me gustan y quiero una relación. Pero qué de cierto hay. La atracción estética sí existe, sí existe ese deseo, sí que hay alguien que me ha gustado y he sentido eso que parece que se siente, pero ¿en qué grado? También me abruma de vez en cuando una relación o también me ha apetecido en momentos contados... De un modo similar acuadno se plantean escenarios de una obra que no tiene título... Cuando a alguien le gustas, le dices que no y de repente sientes como un vacío que te dice que no se va a llenar en ese momento con ese sentimiento romántico. ¿Grisromanticismo? ¿demirromántique?
Leí cientos de páginas y no encontré muchas historias. Las que encontré no parecían encajarme de ningún modo. O eso pensaba. Ello provocó que me sienta un poco timadore, que engaña porque no era mi sitio. ¿Importa? ¿No importa? ¿Se corresponde con alguna experiencia? ¿Con ninguna? ¿Qué preguntar? ¿Qué quiero saber? De momento, utilizar esto para calmar esa vorágine de pensamientos.
Este caos sirvió para conseguirlo enfocar qué experimenté, cómo lo sentí, cómo nació, qué pensamientos brotan de mi mente. El vértigo (o esa mezcla de ansiedad, nerviosismo, cambio y miedo —quizá incluso pánico— se adereza con esta emoción).
Decidí que las experiencias demirrománticas se asemejaban a mis vivencias. Que muchas de las cosas que yo esperaba eran solo eso "cosas que esperaba". Una normatividad que no tiene que darse, Las dudas siempre van a estar, siempre surgirán. Lo hacen las de la asexualidad que ya llevan conmigo 11 años.
Definirse por ausencia de algo resulta sencillo y a la vez aterrador (por lo menos para mí). Esto me ha hecho pensar en el vacío que hay y no en lo lleno que está. Cada etiqueta que me aleja de lo normativo me hace sentirme extrañe, desubicade, imperfecte. No tanto porque me falte algo, sino porque no se entiende fuera del espectro aro. Todo pasan a ser secretos, medias verdades o verdades que quedan veladas porque no se han entendido.
Es curioso como intentar ser abiertamente queer hace que te escondas sin querer, porque parte de tu identidad es invisible, como ese Rey de la fábula que se vestía con trajes invisibles.
A veces intento verme desde fuera. Entender lo que entienden personas que poseen otras orientaciones, porque tengo curiosidad. Porque es difícil ser tú misme si nadie te ve.
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