#drabble ✧・゚: teacherxsingle father!
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Aún resultaba increíble pensar que habían pasado seis meses desde la partida de Peggy, pero pese a lo que muchos pudieron pensar aquello le sirvió a Steve para poder darse cuenta de muchas cosas, entre ellas que pese a lo complejo que pudiera resultar amaba de forma incondicional a su pequeña Sammy, que aunque hubiera sido lindo en un momento Peggy y él nunca fueron el uno para el otro y que... ciertamente, era mejor no tener en la vida a alguien que no lo amaba a él o al pequeño angelito que lo miraba con absoluta atención. Quizás a futuro se reconciliaría con la idea de volver a hablar con ella si su hija deseaba conocerla, pero por ahora su rabia le recalcaban una y otra vez que mientras más lejos estuviera de ambos era mejor.
—Hey angelito —murmuró a su hija, inclinándose sobre la cuna para tomarla cuando esta soltó un sonido agudo de felicidad—, ¿adivina a dónde iremos hoy? Sí, donde los abuelos, por lo que tenemos que lucir presentables —afirmó cerca de su rostro, dejando un suave beso sobre su regordeta mejilla—. Aunque primero que todo debemos comer, luego ducharte y por último hacerte lucir como una princesa —y tras aquellas palabras la llevó consigo hasta la cocina, ocupándose de darle su desayuno y agradeciendo que esta vez no lanzó nada hacia sí misma o a él. Tras terminar todo y duchar a su hija volvió a la habitación, comenzando a buscar las cosas en su cómoda mientras pensaba en aquel detalle del que no se había dado cuenta hasta ahora y...
Era que Steve Rogers era un hipocrita (o algo así).
Siempre había estado en contra de los roles de género y la imposición de lo que se consideraba masculino y femenino, incluso no le había parecido correcto hacer una fiesta asociada a eso aunque era común para muchos pero, cuando tuvo a su hija por primera vez en sus brazos y estuvo a su absoluto merced el cómo vestiría, no pudo caer en la tentación de comprar todas aquellas ropitas adorables llenas de rosa y colores pastel, incluso falditas o algunas prendas con adornos de encaje en los puños o en la zona del cuello.
Ante lo hermoso que estaba el día optó por un vestido rosa con estampado de fresas y unas sandalias blancas con pequeños adornos en ellas, sabiendo que luciría encantadora por lo que poco y nada le importarían las burlas de sus padres (o incluso la que recibía de algunos amigos) por lo mucho que había cambiado. Era un padre orgulloso, ¡arréstenlo por eso!
Una vez que vistió a su pequeña y se terminó de arreglar la observó en su pequeña sillita, golpeando sus palmas sobre la superficie y con una enorme sonrisa desdentada, sabiendo que no podía desperdiciar ese momento para tomarle una fotografía— Probablemente a futuro me odies por tomarte tantas fotografías incluso en tu pequeña tina, pero es mi labor de padre avergonzarte cuando seas adolescente como mi mamá lo hizo conmigo —bromeó a la menor, la cual respondió con algunos balbuceos sin sentido—. Sí, creo que tienes razón, es hora de irnos —concluyó para tomar el bolso con sus cosas y luego a ella, saliendo finalmente del apartamento.
#drabble ✧・゚: teacherxsingle father!#me vi en la necesidad de esto también porque weno#amo a Steve de papá
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Desde el momento que supieron del embarazo las cosas comenzaron a complicarse con el paso de los meses, no solo por la idea de que ambos tuvieron que frenar sus estudios (para que él buscara trabajo y Peggy pudiera cuidar su delicada salud en casa), sino también por las largas horas a la semana en que apenas se veían y no mejorando el distanciamiento entre ambos, ni siquiera en los momentos en que Steve estaba en casa. Tampoco era agradable no tener el apoyo de los padres de su novia, quienes lo culpaban por joder la vida de su hija. Al menos sus propios padres, en un intento de aliviar su pesar, habían asegurado que las cosas mejorarían con el tiempo y que nunca el comienzo de una familia era sencillo pero... mientras más pasaban las semanas más lejana veía esa idea.
Cuando finalmente llegó el nacimiento de la pequeña Samantha Steve supo que cualquier esfuerzo que hiciera de allí en adelante y por pequeño que fuera, sería por ella. Aquel pequeño ser humano que apenas se veía entre sus brazos y su pequeña mano no alcanzaba a rodear alguno de sus dedos. Era hermosa, al punto que cada momento que sus ojos caían sobre su pequeño rostro le robaba el aliento pero... Al parecer era el único que pensaba de esa forma, ya que desde el instante que llegó al mundo Peggy apenas la miró, solo haciendo lo necesario al momento de las comidas y luego desligándose por completo de la menor.
Los primeros días Steve culpó al cansancio del parto, por lo que apenas molestó a Peggy para lo necesario mientras cuidaba de la menor al llegar a casa, pero ante aquello fue notando la falta de mudas de su hija y otras cosas extrañas, lo que lo obligó finalmente a hablar con ella— Peggy... he estado pensando tomarme una licencia por paternidad para estar con ustedes, sé que ha sido complicado el cuidarla por lo que... quiero estar más aquí —expresó aquel sábado por la mañana mientras se sentaba en la mesa, dándole su leche en biberón ante la negativa de Peggy de darle pecho directamente.
—No —mencionó distante y con los labios fruncidos—. No lo hagas yo... —soltó, luciendo abrumada y molesta antes de finalmente sacar aquello que parecía tiempo querer escupir en su cara—. No quiero verte aquí y sentir culpa al no hacer nada por ella, cada vez que los veo juntos me hace sentir una horrible madre, solo porque no soy capaz de alimentarla y... Dios, Steve, ya no quiero esto, nunca quise esto —aseguró señalando a la bebé, elevando su tono de voz ante la pena que poco a poco comenzaba a volverse en rabia.
—Peggy qué... ¿Por qué nunca me dijiste algo? ¿Sobre cómo te sentías? —Buscó preguntar mirando a la mujer, sintiéndose confundido e intentando mecer un poco a Sam, al notar como el tono de Peggy la estaba comenzando a incomodar— Créeme que no busco hacerte sentir mala madre, solo quiero hacer lo mejor para nuestra hija y para ti, estamos juntos en esto y...
—No, hace mucho que no estamos ‘juntos’ en esto... hace mucho que no hay nada aquí y sé que lo sabes. Pero estabas tan empeñado en que fuéramos buenos padres y... Steve, planeaba terminar contigo unas semanas antes de enterarme del embarazo —confesó, dándole una mirada dura al rubio—. Mi deseo era volver a Londres y seguir los pasos de mi familia en derecho. Nuestra relación fue linda al comienzo, pero no planee nunca dejar que una relación u... algo más, impidiera cumplir mi deseo. Ni siquiera tú.
En silencio Steve la miró, aun no pudiendo creer lo que le decía la castaña mientras se ponía de pie y salía finalmente de la cocina para dirigirse a su habitación— Peg... —la nombró desconcertado, siguiéndola con sus azulinos y notando que retornaba del cuarto de invitados donde se había estado quedando hace meses, para no estar cerca de él o de los llantos de Sam cuando esta nació—. ¿Q-qué haces con esa maleta?
—Lo que debí haber hecho hace tiempo Steve... nunca fue mi deseo tener esta vida, y no planeo perder años de mi vida haciendo algo que... —y frenó, mordiendo las palabras y pareciendo buscar algo mejor qué decir pero no encontrándolo de todas formas— Si te importa esa bebé, sabes que lo mejor es que no estemos juntos. Actualmente lo único que siento estando aquí es... como si me ahogara. Ya no puedo verlos a ninguno de los dos —sentenció, dirigiéndose hacía la puerta con la maleta y apresurándose en esa acción casi como si buscara huir de él o fuera a detenerla. Aunque doliera... no planea hacerlo.
Al instante que la inglesa salió del departamento Steve se quedó mirando la puerta, sintiendo como el nudo de su garganta le impedía respirar con normalidad— Lo siento... —sollozó finalmente, volviendo su atención a su pequeña hija que la miraba con ojos grandes sin comprender nada en su inocencia—, si tan solo lo hubiera hecho mejor... esto es mi culpa —y sin importar lo que dijeran probablemente sus padres cuando se enteraran de todo, Steve sabía que sería su culpa por no ver las señales y que por eso su hija crecería sin madre—. Perdóname cariño... prometo que sin importar qué lo haré mejor, y siempre estaré aquí para ti, tu y yo contra el mundo... —murmuró contra su frente, dejando que sus labios tocaran su piel y sellando esa promesa de aquella forma con la pequeña Samantha Rogers.
Que Dios lo ayude a partir de ahora...
#drabble ✧・゚: teacherxsingle father!#la bebé se quedó con Steve casi ya a las 3 semanas de nacida asdsfd#y weno eso ahr
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