#disentería
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Al examinar excremento antiguo de inodoros de la era bíblica encontrados en Jerusalén, los científicos han encontrado la evidencia más antigua de un parásito que causa disentería.
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MITOS EN AMÉRICA
MITO 6: LAS ENFERMEDADES EUROPEAS EXTERMINARON LA POBLACIÓN INDÍGENA.
Sin duda alguna la viruela y el sarampión causaron grandes estragos entre los habitantes nativos y siempre se dice en todos los libros de historia que la viruela fue la causante de que la población indígena se viera reducida entre un 60 y un 90% de la población.
Sin embargo, los síntomas descritos de la enfermedad que sufrían los indígenas no correspondían con la sintomatología provocada por la viruela, por lo que nos lleva a preguntarnos:
¿FUERON REALMENTE LOS ESPAÑOLES LOS QUE CONTAGIARON A LOS HABITANTES AUTÓCTONOS DE AMÉRICA TAL Y COMO SE HA CONTADO POR SIGLOS EN LA HISTORIA?
Entrado el mes de julio de 1576 y hasta alrededor del mes de marzo del año siguiente, según cuentan las crónicas de la época, una peste desconocida, letal, devastadora, se abatió sobre la población indígena del Virreinato de la Nueva España.
Esta catástrofe humanitaria que diezmó la población autóctona del territorio novohispano, se le llamó Cocoliztli. Treinta y un años antes, en 1545, una epidemia muy similar, si es que no la misma, había arrasado ya con varios millones de vidas indígenas. Entre 4 y 15 millones de seres humanos fueron las víctimas según la cifra de datos.
De alrededor de 18-20 millones de nativos al momento de la conquista paso a 2 o 3 millones. Y un fenómeno de tal magnitud solo se explica, en este caso, como un efecto directo de las epidemias, específicamente los dos grandes eventos pandémicos debidos, sea el agente causal que sea, al Cocoliztle.
Por suerte para la ciencia y la historia actuales, el fraile franciscano Juan de Torquemada copió la descripción que de la enfermedad hizo el médico del emperador Felipe II, Don Francisco Hernández de Toledo:
“Las fiebres fueron muy contagiosas, quemantes, y se extendieron a todos ellos siendo letales para casi todos. La lengua de los enfermos estaba seca y negra. La sed era enorme. La orina oscilaba entre los colores verde mar, verde vegetal y negra, pasando algunas veces del verdoso al pálido. El pulso era rápido, pequeño y muy débil, y algunas veces era nulo. El blanco de los ojos y todo el cuerpo se ponían amarillos. Este estado iba seguido de delirio y convulsiones. Entonces duros y dolorosos nódulos aparecían detrás de una o ambas orejas acompañados de dolores en el pecho, en la barriga, temblores, ansiedad y una fuerte disentería.”
Otros testigos presenciales describieron otros aspectos d la enfermedadl. El padre misionero Bernardino de Sahagún que hablaba y escribía también en náhuatl, cuenta en sus crónicas Historia General de las Cosas de la Nueva España, de la presencia entre los afectados de pústulas y abundantes sangramientos, primero por la nariz y luego por todos los orificios del cuerpo. Alonso López de Hinojosas, cirujano del Hospital Real de Naturales de la Ciudad de México que se construyó solo para indios a partir de 1553 y duró hasta 1822, en que fue mandado demoler por el Gobierno Mexicano, describió cuatro fases o estadios de la dolencia: «La primera fue pararse los enfermos atiriciados, la segunda fue apostemas tras las orejas, la tercera cámaras de sangre y flujo de sangre por la nariz la cuarta».
tenemos las descripciones de necropsias, llamadas en aquella época «anatomías», llevadas a cabo por el cirujano Juan de la Fuente, que los jóvenes eran más susceptibles de morir que los ancianos, que los ancianos padecían menos la fiebre y las hemorragias, que a los dos días muchos enfermos se «tornaban locos», que el clima cargado de calor y humedad después de varios años de fortísima sequía tenía algo que ver con la epidemia, que los españoles también a veces se enfermaban aunque su padecimiento era más benigno, excepto, y esto es importante, los curas que convivían con los indígenas, que murieron muchos.
Las autopsias realizas por el doctor Don Francisco Hernández de Toledo nos relata en uno de sus folios:
“Tenían los enfermos el hígado acirrado y muy duro, que se les paraba tan deforme que parecía hígado de toro y alzaba las costillas hacia arriba y hacía el pecho muy deforme; porque con su grandeza y tumor hacía monstruosidad. Los bofes o livianos tenían azules y secos, la hiel apostemada y opilada y muy grande, la cólera que dentro estaba se pudría…]
Y más adelante señala, en una oportuna e interesante observación clínica, que:
[…cuánta sangre sacamos por sangrías en setiembre y octubre no tuvo ninguna acuosidad, sino era un témpano de materia».”
Aunque Cocoliztli es la palabra que ha quedado para nombrar definitivamente en la historia médica y convencional esta pandemia, los investigadores mexicanos Elsa Malvido y Carlos Viesca , ambos han dedicado casi cuarenta años al estudio de estas epidemias, han encontrado otros nombres empleados por los indígenas e incluso recogidos documentalmente por los españoles, entre ellos: Hueycocoliztli , Matlazahuatl, Etzahualaque o Ezalahuacque.
Lo cierto es que la epidemia de 1545 fue mucho más mortífera, de la que ya hemos hablado antes de 1576, y hasta el siglo XIX vendrían unas 23-24 más pequeñas, lo cual provocó una devastación apocalíptica para la población autóctona de la ciudad de México y su periferia.
“Los auxilios disminuían por agotamiento, enfermedad o muerte de quienes los presentaban, incluso sangradores y médicos. La desolación fue tal que poblaciones enteras quedaron desiertas. Llegó a suceder que en sitios densamente poblados se descubría que los habitantes de una casa habían enfermado cuando el hedor de sus cuerpos en putrefacción era percibido desde afuera y se hallaron criaturas mamando del pecho de sus madres muertas. Muchos enfermos murieron de hambre al no haber quien los atendiera. En iglesias y cementerios no quedaba un lugar desocupado para dar sepultura a un muerto y no había siquiera quien los amortajase sino que en un hoyo grande los echaban entreverados chicos con grandes. No bastando para sepulcros las iglesias… se bendecían los campos enteros.” Crónicas de la Compañía de Jesús.
SI NO FUE LA VIRUELA NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD EUROPEA ¿QUÉ AGENTE ETIOLÓGICO, TOXINA, VENENO O MICROORGANISMO BACTERIANO, VIRAL, MICÓTICO O PRIÓNICO DESENCADENÓ EL TERRIBLE COCOLIZTLE?
Siempre se ha creído que era la viruela y otras enfermedades europeas traída por los españoles era la causante de las epidemias acaecidas sobre la población indígena, además los españoles no padecían la enfermedad, o la padecían con una letalidad mínima (excepto los curas, recordemos ese detalle), porque según se dice ya estaban inmunizados. Visto así, no hay razón para la polémica. Pero no, no todo en este complicado asunto es tan sencillo.
Lo que hace polémico el tema es que el reconocido epidemiólogo y profesor mexicano Rodolfo Acuña-Soto, formado en la Universidad norteamericana de Harvard y actualmente investigador del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha impugnado la hipótesis del contagio por la vía del contacto hispano-indígena después de más de 20 años de investigación y trabajo dedicado a ello.
Y la ha impugnado afirmando ( que no teorizando) que la noxa, el Cocoliztle, no era una enfermedad europea sino que era en realidad una virosis febril hemorrágica (VFH/FHV) autóctona de México, tal y como las que surgen en África, Asia, el Medio Oriente y algunos países caribeños y sudamericanos hoy en día: algo así como el Ébola, la Fiebre de Lassa, la Fiebre Amarilla, la Fiebre Hemorrágica de Marburg, el Dengue Hemorrágico, la Fiebre del Valle del Rift, la Enfermedad de Kyasanur, la Fiebre Hemorrágica Brasileña y la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo, entre otras, surgida en algún punto del interior del propio territorio mexicano y probablemente transmitida por roedores o algún otro animal nativo.
Claro está, que el investigador mexicano no se ha librado de los ataques hacia su persona, su profesión e incluso ponen en duda su prestigioso curriculum, pues se comprende que “exonerar” a los conquistadores de esta especie de “genocidio involuntario” y pasar la culpa de las pandemias de Cocoliztle a vehículos etiológicos autóctonos, no es del agrado de muchos en la nación mexicana…
Pero… ¿Qué importancia puede tener hoy, a 500 años de distancia, discutir la causa desencadenante de una enfermedad que ya es historia? O para ser juiciosos, que creemos que ya es historia.
Pues tiene una gran importancia, y la tiene tanto por razones médicas y epidemiológicas como por razones que atañen a la justicia histórica.
1. Si el Cocoliztle hubiera sido una enfermedad conocida en Europa y traída a América por los conquistadores, estos, sobre todo sus médicos (que fueron muchos y buenos para la época), la hubieran reconocido inmediatamente y diagnosticado, tal y como hicieron con el sarampión, las paperas, la varicela y la viruela. Pero no es el caso. De hecho, hubo cronistas que llegaron a plantear la posibilidad de que aquella epidemia fuera «un nuevo castigo divino» (obsérvese: nuevo) a los indígenas por su idolatría. Todo esto habla muy fuertemente a favor de la afirmación del doctor Acuña-Soto.
2. Si el Cocoliztle hubiera sido una enfermedad viral hemorrágica de nueva aparición en los territorios americanos, ¿por qué la mortalidad debiera haber sido igualmente elevada entre los indígenas y entre los españoles y no sólo en los indígenas?:
1º Los sacerdotes españoles sí se enfermaron y murieron en la misma proporción que los indígenas, por la sencilla razón que estuvieron todo el tiempo atendiéndolos y cerca de ellos.
2º Los españoles no cambiaron sus hábitos de vida, trabajo y alimentación. Los indígenas sí, y de una forma brusca.
3º Existen diferencias genéticas de cierta importancia entre la población autóctona y la española que pueden explicar la susceptibilidad de los méxicas al Cocoliztle.
4º Si el virus causante de la enfermedad hubiera sido traído por los españoles, la enfermedad se hubiera expandido desde los puertos costeros hacia el centro de México, tal y como ocurrió con la viruela y otras enfermedades. Pues bien, con el Cocoliztle ocurrió exactamente al revés, es decir, la enfermedad se propagó desde el interior hacia la costa.
Debe señalarse que los nativos, en su enorme mayoría, vivían hacinados en construcciones de madera y piedra levantadas al efecto y muy cerca de las tierras de cultivo, sobre todo de las dedicadas al trigo y el maíz. Los españoles, que en ese tiempo eran bastante menos en cantidad que los indígenas, no vivían así.
Pero entonces, ¿QUÉ AGENTE ETIOLÓGICO DESENCADENÓ EL TERRIBLE COCOLIZTLE?
La verdad es que no se sabe, cada cierto tiempo aparecen enfermedades nuevas (como el covid) y desaparecen, lo que sí se puede afirmar con certeza es que no fue la viruela ni ninguna otra enfermedad europea la causante de la gran mortalidad indígena, la viruela, el sarampión y las varicelas ya no mataban igual a los indígenas cincuenta años después de la llegada de los españoles. Los que no murieron adquirieron inmunidad, tal y como ocurrió en su momento con los europeos. Sin embargo, el Cocoliztle siguió matando despiadadamente, tal y como lo hace el Ébola hoy en día.
A pesar de estas grandes evidencias científicas, la historiografía y los historiadores siguen culpando a la viruela y otras enfermedades traídas desde europa, pero como dice el profesor Acuña-Soto: «Los historiadores son historiadores, no son epidemiólogos».
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DERECHOS A QUIEN CORRESPONDA. Mujeres en la defensa de Tenochtitlán ⚔️🌵🦅
Uno de los aspectos menos estudiados sobre el periodo de la caída de Tenochtitlán es el rol que tuvieron las mujeres en su defensa. Es importante señalar que las fuentes no son tan amplias con respecto a ese tema, sin embargo, existe suficiente material para explicar un poco sobre su rol. En Mayo de 1521, el ejército aliado al mando de Hernán Cortés inició su asedio de la capital mexica. Su plan era rodear Tenochtitlán y avanzar por las diversas calzadas hacia el centro de la ciudad (asimismo bloquear con bergantines el ingreso de suministros). En respuesta, los mexicas trabajaron día y noche cavando pozos en los canales y acequias para alentar el avance enemigo (además de evitar que utilizaran los caballos). Este trabajo era realizado por hombres, mujeres, ancianos y niños. Con las semanas la situación fue empeorando para los mexicas y lentamente iban perdiendo terreno. El hambre, la sed, la disentería y las armas de sus enemigos hicieron estragos entre las huestes tenochcas, ante esto Cuauhtémoc les dijo a las mujeres que tomaran las armas de sus esposos caídos y se unieran a los combates. Finalmente, el Tlatoani para cubrir las incontables bajas y proyectar fuerza: hizo vestir a las mujeres como guerreros (les dio armas y un breve adiestramiento) y las mando a la guerra junto a los demás soldados. Esto lo debemos ver cómo un síntoma del colapso del orden social y político tradicional mexica, ya que el rol de las mujeres en la sociedad tenochca era muy similar al de sus homólogas en Europa. ¿Quieres conocer más?¡No te pierdas el capítulo 50 de “En el Corazón de Aztlán”! 🇲🇽Ilustración Códice Azcatitlan
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EL VERDADERO ORIGEN DEL DÍA DE LA MADRE LEJOS DEL CONSUMISMO
Si busca en Google la historia del Día de la Madre, Internet le dirá que el Día de la Madre comenzó en 1908 cuando Anna Jarvis decidió honrar a su madre. Pero el “Día de la Madre” (con el apóstrofe no en singular sino en plural) en realidad comenzó en la década de 1870, cuando la enormidad de las muertes causadas por la Guerra Civil y la Guerra Franco-Prusiana convencieron a la escritora y reformadora Julia Ward Howe que las mujeres deben tomar el control de la política de manos de los hombres que habían permitido tal matanza. El Día de la Madre no fue diseñado para alentar a las personas a ser amables con sus madres. Era parte del esfuerzo de las mujeres por ganar poder para cambiar la sociedad.
Los años de la Guerra Civil enseñaron a los estadounidenses ingenuos lo que significaba la muerte masiva en la era moderna. Los soldados que habían marchado a la guerra con fantasías de heroísmo descubrieron que las armas de largo alcance recién inventadas convertían la muerte en un anonimato torturado. Los hombres fueron pisoteados en barro empapado de sangre, amontonados como leña en zanjas o marchitos hasta convertirse en cadáveres demacrados después de que la disentería les arrebató la vida.
Las mujeres que habían visto a sus hombres sanos marchar hacia la guerra quedaron atormentadas por sus resultados. Perdieron padres, maridos, hijos y hermanos. Los hombres que regresaron a casa quedaron marcados tanto en cuerpo como en mente.
Al parecer, la guerra moderna no era un juego.
Pero de la guerra también surgió una nueva sensación de empoderamiento. Las mujeres compraron bonos, pagaron impuestos, recaudaron dinero para el esfuerzo bélico, administraron granjas, cosecharon campos, trabajaron en industrias de guerra, criaron niños y cuidaron a los soldados. Cuando terminó la guerra, tenían todas las expectativas de que seguirían siendo considerados participantes valiosos en los asuntos nacionales y tenían toda la intención de seguir participando en ellos.
Pero la Decimocuarta Enmienda, que establecía que los hombres negros eran ciudadanos, no incluía explícitamente a las mujeres en ese derecho. Peor aún, introdujo la palabra “masculino” en la Constitución cuando advirtió a los estados que no impidieran que los “habitantes masculinos” votaran. En 1869, un año después de que se añadiera la Decimocuarta Enmienda a la Constitución, las mujeres organizaron dos organizaciones (la Asociación Nacional por el Sufragio de la Mujer y la Asociación Estadounidense por el Sufragio de la Mujer) para promover el derecho de las mujeres a tener voz y voto en el gobierno estadounidense.
Desde su casa en Boston, Julia Ward Howe fue una figura clave en la Asociación Estadounidense por el Sufragio de la Mujer. Era una escritora de enorme talento que en los primeros años de la Guerra Civil había escrito “El himno de batalla de la República”, un himno cuya letra destacaba que Cristo “nació de mujer”.
Howe se sintió atraída por los derechos de las mujeres porque las leyes de su época significaban que sus hijos pertenecían a su marido abusivo. Si se liberaba de él, perdería todo derecho a ver a sus hijos, un hecho que él le echaba en cara cada vez que ella amenazaba con dejarlo. Al principio no era una radical en el molde de la reformadora Elizabeth Cady Stanton, quien creía que las mujeres tenían el derecho humano a la igualdad con los hombres. Más bien, creía firmemente que las mujeres, como madres, tenían un papel especial que desempeñar en el mundo.
Para Howe, la Guerra Civil había sido traumática, pero el hecho de que condujera a la emancipación podría justificar su terrible derramamiento de sangre. El estallido de la guerra franco-prusiana en 1870 fue otra historia. Ella recordó:
“Me invadió una repentina sensación del carácter cruel e innecesario del concurso. Me pareció un regreso a la barbarie, ya que la cuestión podría haberse resuelto fácilmente sin derramamiento de sangre. Se me impuso la pregunta: '¿Por qué las madres de la humanidad no interfieren en estos asuntos, para evitar el desperdicio de esa vida humana cuyo costo sólo ellas conocen y soportan?'”
Howe tenía una nueva visión, dijo, de “la augusta dignidad de la maternidad y sus terribles responsabilidades”. Se sentó inmediatamente y escribió un “Llamamiento a la feminidad en todo el mundo”. Los hombres siempre habían decidido y siempre decidirían cuestiones recurriendo al “asesinato mutuo”, escribió, pero las mujeres no tenían que aceptar “procedimientos que llenan el mundo de pena y horror”. Las madres podrían ordenar a sus hijos, “que deben su vida a su sufrimiento”, que detuvieran la locura.
"¡Levántense, mujeres!" Howe ordenó: “Di con firmeza: 'No permitiremos que agencias irrelevantes decidan grandes cuestiones. Nuestros maridos no vendrán a nosotros, apestando a carnicería, para que no nos quiten nuestras caricias y aplausos. Nosotras, mujeres de un país, seremos demasiado tiernas con las de otro país para permitir que nuestros hijos sean entrenados para dañar a los suyos.'”
Howe hizo traducir su documento al francés, español, italiano, alemán y sueco y lo distribuyó tan ampliamente como lo permitieron sus amplios contactos. Ella creía que su Movimiento de Mujeres por la Paz sería el próximo gran avance en la historia de la humanidad, poniendo fin a la guerra tal como el movimiento contra la esclavitud había terminado con la esclavitud humana. Pidió que se celebrara en todo el mundo el 2 de junio de cada año un “festival que debería celebrarse como el día de las madres y que debería dedicarse a la defensa de las doctrinas de paz”, fecha que permitiría reuniones al aire libre.
Howe organizó conferencias internacionales de paz y los estados americanos desarrollaron sus propios festivales del Día de la Madre. Pero Howe rápidamente se dio cuenta de que aún quedaba mucho por hacer antes de que las mujeres pudieran unirse a escala global. Dirigió su atención a los clubes de mujeres “para constituir una mujer trabajadora y unida”.
Mientras Howe trabajaba para unir a las mujeres, se dio cuenta de que una mujer no tenía que centrar su vida en torno a un hombre, sino que debía ser “un agente libre, que compartiera plenamente con el hombre todos los derechos humanos y todas las responsabilidades humanas”. “Este descubrimiento fue como la adición de un nuevo continente al mapa del mundo”, recordó más tarde, “o como un nuevo testamento de las antiguas ordenanzas”. Se lanzó a la lucha por el sufragio femenino, entendiendo que para crear una sociedad más justa y pacífica, las mujeres deben ocupar el lugar que les corresponde como participantes iguales en la política estadounidense.
Si bien celebramos la versión moderna del Día de la Madre, basada en en las atenciones y en un marco de consumismo feroz, vale la pena recordar el Día de la Madre original y la convicción de Julia Ward Howe de que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres y que deben hacer oír su voz. .
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Flor de loto
¿Sabias que?
La flor de loto es la que da la planta acuática cuyo nombre científico es Nelumbo nucifera, que tiene hojas circulares. Es muy popular por su uso ornamental en zonas con agua, pero también se ha utilizado en medicina tradicional para tratar "la insolación, la diarrea, la disentería, las hemorroides, los mareos y vómitos, así como otros problemas y afecciones como la tos, la hipertensión, la fiebre o problemas urinarios", expone Pompadour.
¿Cuántas clases de flores de loto hay?
Las flores de floto pueden presentarse en diferentes colores y cada uno se asocia con unas características.
Blanco: representa la pureza mental.
Rosa: se vincula al liderazgo, la iluminación y la pureza del alma.
Rojo: está relacionado con el amor, la pasión y la compasión.
Azul: simboliza el conocimiento y la sabiduría.
Sigamos aprendiendo sobre esta bella flor mas adelante!
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Se revelan nuevos eventos olímpicos en el Sena, el río en el que los franceses habían amenazado recientemente con cagar en masa: sufrir disentería, (Anne Hidalgo, la alcaldesa de París que recientemente se dio un baño en el río para demostrar que todo iba bien, se esté duchando ahora 100 veces al día)... y el triatleta estadounidense Seth Rider se convirtió en un héroe para los niños pequeños de todo el mundo al admitir que no se lavaba las manos después de ir al baño para "aumentar mi umbral de E. coli"
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Los Hechos 28:8 - RVR1960
28:8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
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Johanna Oppenheimer (1872-1942) pintora alemana.
Nació en Frankfurt am Main. Provenía de una familia judía de clase media alta que vivía en Würzburg desde 1875. Sus padres fueron el corsario Adolf Oppenheimer y su esposa Recha. Su hermana Klara asistió a la escuela de profesores y estudió medicina después de que a las mujeres se les permitió estudiar medicina.
En 1900 se mudó a Munich con el apoyo financiero de sus padres y asistió a la escuela de pintura de la asociación de artistas y fue alumna de Heinrich Knirr. Allí conectó con los bohemios de Schwabing. En 1910 se convirtió en artista independiente.
A partir de 1910, Johanna intentó trabajar como artista independiente en la ciudad de Múnich. Su estilo pictórico se basó en famosos impresionistas franceses como Edouard Manet, Claude Monet, Paul Cezanne y Edgar Degas.
Johanna atrajo la escena artística de Munich con su diseño pictórico. Pronto encontró conexión con la escena de Schwabing y entró en contacto con grandes como Joachim Ringelnatz, Rainer Maria Rilke, Wassily Kandinsky y Paul Klee.
En 1914, el periódico Münchner Neuesten Nachrichten habló muy positivamente sobre ella, que ahora también participaba en exposiciones como la del Palacio de Cristal de Múnich. Al mismo tiempo conoció a la cantante Else Hoffmann en un café de Munich.
Ambas se hicieron amigas, descubrieron Schöngeising como lugar de vacaciones y retiro y en 1919 se mudaron a la ciudad, donde se mudaron a una casa con estudio.
A partir de 1919 vivió y trabajó en un idilio rural en Schöngeising, donde hizo construir una villa con su amiga, la cantante Else Hoffmann, en la que instaló un estudio. Formaron un trío de amigos artistas con el virtuoso de la cámara, Heinrich Scherrer, que también residía allí y lo hicieron hasta la muerte.
En Schöngeising, Johanna pintó paisajes y especialmente a los niños del pueblo, a quienes también dio lecciones, y se sumergió profundamente en el idilio del pueblo. Había encontrado su refugio y podía vivir de la venta de sus obras.
Pero 1933, después de la entrega del poder a los nacionalsocialistas, fue un doloroso punto de inflexión para ella. Johanna Oppenheimer era la única judía en Schöngeising y ahora era ignorada y ya no se le permitía ejercer su profesión ni utilizar el transporte público, ni ver a un médico alemán, podía salir de casa sólo una hora al día y, sobre todo, no podía tener ningún contacto con los llamados arios.
Ya no salió de casa por miedo a sufrir ataques, llevando la estrella amarilla, y a principios de 1942, con casi 70 años, fue deportada.
El 29 de marzo de 1942 fue deportada al campo de concentración de Milbertshofen y de allí, el 17 de junio de 1942, al gueto de Theresienstadt, donde contrajo disentería debido a las condiciones de prisión y murió el día antes de Navidad.
Aparte de algunas fotografías, se ha perdido su extensa obra. Sólo se conservan unos pocos cuadros de la fatídica pintora Johanna Oppenheimer.
En 2013 se puso un recuerdo en Schöngeising. Una calle de Schöngeising lleva su nombre.
Le ponemos cara.
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¿Cuál es la última lesión de Hernán Cortés del CD Betis?
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¿Cuál es la última lesión de Hernán Cortés del CD Betis?
Lesión reciente de Hernán Cortés
Hernán Cortés, el famoso conquistador español del siglo XVI, se vio involucrado en una lesión reciente que generó preocupación entre sus seguidores y en la corte real. Durante una reciente expedición en tierras desconocidas, Cortés sufrió una grave herida en su pierna izquierda mientras luchaba contra los nativos indígenas de la región. La lesión, causada por una flecha envenenada, rápidamente se infectó y se convirtió en un asunto de preocupación para su salud y su capacidad para liderar a sus hombres.
A pesar de la gravedad de la lesión, Cortés demostró una vez más su determinación y valentía al continuar liderando a su tropa en medio de la adversidad. Se sometió a tratamientos médicos rudimentarios y utilizó hierbas locales para intentar combatir la infección. A medida que pasaban los días, la salud de Cortés mostraba signos de mejoría, aunque la recuperación completa aún estaba lejos.
La lesión reciente de Hernán Cortés sirvió como recordatorio de los peligros a los que se enfrentaban los conquistadores españoles en sus expediciones por el Nuevo Mundo. A pesar de los obstáculos, Cortés logró superar la lesión y continuar con sus esfuerzos de conquista en nombre de la Corona española. Su valentía y determinación en medio de la adversidad lo convirtieron en una figura legendaria en la historia de la conquista de América.
Actualización médica de Hernán Cortés
Hernán Cortés, el famoso conquistador español que desempeñó un papel clave en la conquista de México en el siglo XVI, ha sido objeto de interés no solo por sus hazañas militares, sino también por su salud. Actualmente, se ha llevado a cabo una actualización médica para analizar las posibles enfermedades y condiciones de salud que Cortés pudo haber enfrentado durante su vida.
Según los registros históricos, Hernán Cortés padeció de varias enfermedades a lo largo de su vida, incluyendo fiebres recurrentes, disentería y malaria. Se ha sugerido que también podría haber sufrido de gota, una enfermedad caracterizada por dolor e inflamación en las articulaciones.
Además, se ha especulado que Cortés pudo haber estado expuesto a enfermedades infecciosas desconocidas en el Nuevo Mundo, lo que habría afectado su salud de manera significativa. Su estilo de vida aventurero y las condiciones precarias en las que a menudo se encontraba mientras exploraba nuevas tierras también podrían haber contribuido a su estado de salud.
En resumen, la actualización médica de Hernán Cortés arroja luz sobre las posibles enfermedades y condiciones médicas que pudo haber enfrentado a lo largo de su vida. Este análisis no solo nos permite comprender mejor la salud de este personaje histórico, sino que también nos brinda información valiosa sobre las condiciones médicas en la época de la conquista de México.
Estado de salud de Hernán Cortés
Hernán Cortés, el famoso conquistador español que desempeñó un papel crucial en la conquista de México, tuvo un estado de salud variable a lo largo de su vida. Aunque no se dispone de registros médicos detallados de la época, se cree que Cortés sufrió diversas dolencias durante su vida.
Se sabe que Hernán Cortés padeció de malaria en algunas etapas de su vida, una enfermedad transmitida por mosquitos que provoca fiebre y malestar general. También se han documentado problemas estomacales y enfermedades gastrointestinales que afectaron su salud en distintos momentos.
Además, se especula que Cortés pudo haber sufrido de estrés y ansiedad debido a la presión de liderar expediciones militares y gestionar el proceso de colonización en tierras desconocidas. El estrés prolongado y las condiciones adversas a las que estuvo expuesto podrían haber tenido un impacto negativo en su bienestar físico y emocional.
A pesar de las dificultades de salud que enfrentó, Hernán Cortés logró llevar a cabo hazañas militares y conquistas territoriales que lo convirtieron en una figura histórica de renombre. Su determinación y valentía a pesar de las adversidades son características que han perdurado a lo largo del tiempo y lo han hecho inmortal en la memoria colectiva.
En resumen, el estado de salud de Hernán Cortés estuvo marcado por diversas dolencias y desafíos físicos y emocionales a lo largo de su vida, pero su legado como conquistador sigue siendo objeto de admiración y controversia en la actualidad.
Última lesión del jugador Hernán Cortés
El jugador estrella Hernán Cortés sufrió una inesperada lesión durante el último partido de la temporada. El incidente se produjo durante un lance del juego cuando, en un intento por marcar un gol decisivo, Cortés cayó al suelo agarrándose la pierna derecha visiblemente afectada.
Tras ser atendido de inmediato por el cuerpo médico del equipo, se determinó que la lesión podría dejar al jugador fuera de las canchas por varias semanas. Según las primeras evaluaciones, se trata de una lesión en el ligamento de la rodilla que requerirá un tratamiento intensivo y cuidados especiales para su pronta recuperación.
Hernán Cortés se ha destacado por su habilidad en el campo y su determinación para liderar al equipo hacia la victoria. Esta lesión representa un duro revés tanto para él como para el equipo, que pierde a una de sus figuras clave en un momento crucial de la temporada.
A pesar de la adversidad, Cortés se muestra optimista y comprometido con su rehabilitación para volver más fuerte que nunca y contribuir al éxito del equipo en futuros desafíos. La afición entera envía sus mejores deseos al jugador y confía en su pronta recuperación para verlo de nuevo brillar en el terreno de juego.
Información sobre la recuperación de Hernán Cortés
La recuperación de Hernán Cortés es un tema que ha generado interés y debate a lo largo de la historia. Hernán Cortés fue un conquistador español que desempeñó un papel fundamental en la conquista de México y la caída del imperio azteca en el siglo XVI. Después de lograr importantes victorias en territorio mexicano, Cortés enfrentó desafíos y conflictos tanto con las autoridades españolas como con otros conquistadores.
A pesar de su brillante trayectoria militar y de sus logros en la conquista de México, Hernán Cortés también tuvo que lidiar con acusaciones de mala gestión y maltrato hacia los indígenas. Estas acusaciones llevaron a que fuera destituido de sus cargos y se le sometiera a un proceso de recuperación de sus derechos y propiedades.
A lo largo de los años, se ha debatido ampliamente sobre la figura de Hernán Cortés y su legado en la historia de México y España. Algunos lo consideran un conquistador valiente y visionario, mientras que otros lo ven como un personaje controvertido y cuestionable debido a sus métodos de conquista y administración.
En la actualidad, la recuperación de Hernán Cortés sigue siendo un tema relevante en los círculos académicos e históricos, ya que su impacto en la historia de América Latina y España sigue siendo objeto de análisis y reflexión.
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Glosario de enfermedades
Porque nadie puede negar que los microorganismos, con sus efectos, han sido uno de los grandes motores de la Historia.
TIZÓN TARDÍO:
La llamada mildiu o plaga de la patata se manifiesta por la infección de la raíz del tubérculo por el protista (que no hongo; tiene celulosa en lugar de quitina en la pared celular) Phytophthora infestans. Fue el responsable de la pérdida de las cosechas de 1845, 1846, 1848 y 1849 en Irlanda, de la Hambruna de la patata en los Highlands escoceses (bastante diferente a la irlandesa, pese a que se ubica en los mismos años) y, de forma indirecta, de más de un millón de muertes en la isla.
El origen de la cepa en específico, HERB-1, se ubica en la población de patatas del Valle de Toluca, México, desde 1950, aunque también hay evidencias de su presencia en Los Andes sudamericanos. Se dice entonces que se extendió a los cultivos de Canadá y Estados Unidos, y de ahí a Europa. La cepa perduró casi 50 años, hasta desaparecer para dejar paso a la US-1.
Su reproducción es tanto sexual como asexual, y se propaga con rapidez en condiciones de temperaturas elevadas (verano) y húmedas (norte de Europa), además de beneficiarse de los tubérculos enterrados de la cosecha del año anterior.
La infección en un principio se manifiesta con la aparición de manchas de color verde claro u oscuro en la hoja, que más tarde se transformarán en necrótidas; un moho velloso blanquecino.
En el tubérculo, se observa una podredumbre seca de color marrón que va avanzando hacia el interior de la patata, produciendo un color mucho más oscuro y una textura granular en el interior. Estas condiciones favorecen una infestación bacteriana secundaria, que es la causante del mal olor de los campos.
Incluso después de tantos años de la Gran Hambruna Irlandesa, la cepa US-1 del patógeno continúa siendo una gran amenaza para los cultivos de patata, tomate, soja, mielga, pimiento y cacao.
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DISENTERÍA:
Trastorno inflamatorio del intestino (del griego dys; alteración, y enteron; intestino), especialmente en el colón, que puede estar ocasionado por la infección por enterobacterias del género Shigella o por una ameba; la Entamoeba histolytica (en menor medida también por un irritante químico o una infección viral, pero no es el caso que nos atañe).
Se suele transmitir por la ingestión de alimentos o agua contaminada con heces. Sus principales síntomas son la diarrea y la aparición de sangre o mocos en esta, además de un dolor abdominal, fuertes retorcijones, fiebre y moco.
La infección bacteriana puede incluir también síntomas en las meninges (capas que envuelven al encéfalo y la médula espinal), y, conforme empeora, provoca deshidratación, convulsiones sin fiebre alta, excreción de la mucosa intestinal y/o revestimiento del recto por el ano, infección del torrente sanguíneo, bajada de los niveles de células sanguíneas (eritrocitos y plaquetas), entre otras.
Irrumpió con fuerza en el invierno entre 1847 y 1848 y posteriores.
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ESCORBUTO:
Más detalles aquí.
Enfermedad causada por falta de vitamina C (ácido ascórbico) en el organismo, ocasiona cansancio o debilidad, inflamación de encías con fácil sangrado, hemorragias cutáneas, dificultad de cicatrización y anemia, entre otras.
Aunque normalmente se la refiere en el contexto de los marineros en los largos viajes oceánicos, su aparición era muy común también en las hambrunas, sobre todo en niños, junto a otras enfermedades deficitarias durante el desarrollo, como el raquitismo o hipotiroidismo infantil, debido a la falta de ingestión de nutrientes.
La patata Lumper, cepa cultivada en Irlanda entre 1810 y los años de la Hambruna, era un excelente aporte nutricional, que, junto con la leche, aportaba suficiente proteína, carbohidratos, energía y sales minerales —entre ellos, la vitamina C—, para conformar una dieta balanceada y sana.
Cuando dicho recurso empezó a escasear, la enfermedad comenzó a aparecer entre la población.
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TIFUS:
No confundir con la fiebre tifoidea (causada por la ingestión de Salmonella Typhi por agua o alimentos contaminados), es una enfermedad ocasionada por bacterias del género Rickettsia, cuyo vector de transmisión suele ser el piojo del cuerpo.
Lejos del piojo que asociamos con la cabeza, el del cuerpo permanecía adherido a la ropa que llevaba el infectado debido a la escasa higiene. Desde su primera descripción a finales de siglo XV en España, el tifus apareció como epidemia múltiples veces, sobre todo en lugares de gran aglomeración y poca salud como las prisiones (inglesas en mayor medida).
Se reconoce que, durante el siglo XIX, el tifus era una enfermedad endémica en Irlanda.
Sin embargo, su incidencia aumentaría especialmente en los «barcos ataúd» (que cruzaban el Atlántico normalmente a Canadá, debido al poco coste de los pasajes, y en menor medida a Estados Unidos), por la situación de poca higiene (el poco agua que se ofrecía solo servía para cocinar y beber; no se permitía el aseo) y el hacinamiento en las antecámaras de los barcos, que permitió el contagio de una gran parte de los pasajeros. La enfermedad se registraba en las cuarentenas que tenían que atravesar en los puertos americanos, y fueron una de las causas del establecimiento de estas en primer lugar.
Los síntomas más comunes son el dolor abdominal, de espalda, erupción roja y sin brillo que se va esparciendo por el cuerpo a partir del tronco, fiebre extremadamente alta, tos seca, dolor de cabeza y náuseas y vómito.
Con frecuencia, aparecen también signos y síntomas neurológicos de confusión, delirio o incluso convulsiones, cuyas complicaciones pueden llevar a la muerte.
También fue uno de los grandes nombres de enfermedades en las trincheras de la Primera y Segunda Guerra Mundial, además de en los campos de concentración alemanes, pero eso es otra historia.
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DIFTERIA:
Enfermedad inflamatoria aguda de las membranas mucosas de la nariz y la garganta (del griego diphthéra; membrana) causada por la exotoxina de la bacteria Corynebacterium diphtheriae.
Sus principales síntomas son la aparición de una membrana gruesa y de color gris (placa) que recubre la garganta y las amígdalas, dolor de garganta y voz ronca, glándulas inflamadas (aumento del tamaño de los ganglios linfáticos) en el principio del cuello, dificultad para respirar, secreción nasal, fiebre y escalofríos, cansancio, etc.
Es una de las enfermedades categorizada como «fiebre» en la época.
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CÓLERA:
O el gran protagonista del siglo XIX, a pesar de que las primeras descripciones se pueden encontrar en el siglo V a.C. en la Antigua Grecia. Es una enfermedad ocasionada por la bacteria Vibrio cholerae que se propaga a través del agua contaminada, y cuyos síntomas principales son la diarrea intensa y la deshidratación.
Es una de las más mortales, hasta el punto de que, si no se trata, puede resultar mortal en cuestión de horas por la gran pérdida de líquido que provoca la diarrea lechosa y pálida —no voy a profundizar en el desequilibrio iónico que produce la toxina, pero es por algo así—, (se describe como «semejante al agua en el que se ha enjuagado el arroz») y en menor medida los vómitos.
También acompañada por dolor abdominal, coloración azulada (cianosis) de las extremidades y mucosas por falta de oxígeno, ausencia de fiebre, apatía, decaimiento, calambres musculares, hipotensión, bajo ritmo cardiaco y el aumento de la viscosidad de la sangre debido a la falta de líquidos.
Este último síntoma deriva en complicaciones como ictus, infartos, entre otros.
Incluso si en Irlanda ya había habido epidemias de cólera durante la ola de los años 30 del siglo XIX, nada les prepararía para su aparición en los últimos años de la Hambruna (1848) y el gran número de fallecimientos que ocasionó.
Y, en 1849, llegaría a Gran Bretaña.
No sería hasta el 8 de septiembre de 1854 que el doctor John Snow, mediante la elaboración del siguiente mapa de los casos, logró determinar que la transmisión era por medio del agua debido a la concentración de enfermos en torno a la fuente.
Como última curiosidad, la primera vacuna anticolérica fue elaborada por el español Jaime Ferrán y Clúa, que sería llamado a Valencia en la epidemia de cólera de 1885 para inmunizar a la población. Se tardó 20 años en reconocerle con el premio de la Academia de Ciencias de París de 1907.
#el retrato de una dama irlandesa#notas#microbiology#tw illness#historia#history#por supuesto hay que tener en cuenta que#en una población ya debilitada por el hambre y la malnutrición#el sistema inmunológico de los individuos carece de medios para defender al organismo#y es mucho más susceptible#y por eso los fallecimientos fueron tan elevados durante los inviernos#y ya está
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1.1. Los prisioneros franceses: antecedentes
Cuando estallaron las hostilidades entre España y Francia, después de los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid, la escuadra
francesa se encontraba en Cádiz unida a la española (realmente eran los restos de ambas, tras la derrota en la batalla de Trafalgar). En ese momento estaba de capitán general de Andalucía Francisco Solano que no era partidario de enfrentarse a los franceses.
El pueblo de Cádiz ante la pasividad de sus gobernantes, se sublevó, derribaron a cañonazos las puertas de la residencia de Solano y finalmente el 30 de mayo lo mataron. Este fue sustituido por el gobernador de la plaza, Tomás de Morla, y se estableció en Cádiz una Junta dependiente de la Suprema de Sevilla, que juró fidelidad a Fernando vii, declarando la guerra a Napoleón, mientras tanto se entablaron negociaciones con la escuadra inglesa que bloqueaba el puerto. La escuadra francesa, intentó ganar tiempo en espera de la llegada de sus tropas, e introdujo sus barcos en el canal de la Carraca, Morla, temiendo un final trágico como el de Solano, bombardeó la escuadra francesa desde las baterías del Trocadero, en la que sería conocida como la Batalla de la Poza de Santa Isabel. Finalmente el 14 de junio, el general Rosilly, que mandaba la escuadra francesa, se rindió ante la española.
Paralelamente, el 19 de julio de 1808, tiene lugar la Batalla de Bailén (fue la primera derrota en batalla campal del ejército napoleónico) que enfrentó a los veintiún mil soldados franceses al mando del general Dupont, con el más numeroso ejército español (unos veintisiete mil) a las órdenes del general Castaños. Tras la derrota del ejército galo, aproximadamente diecisiete mil seiscientos soldados franceses depusieron las armas ese día y aunque las condiciones de la rendición fueron clementes, incluyendo la repatriación de las tropas francesas a Francia, sin embargo, estas condiciones no se cumplieron nunca y aunque el general Dupont y sus oficiales fueron enviados a Francia, el grueso del ejército francés fue hecho prisionero y trasladado a Cádiz.Esa enorme cantidad de prisioneros franceses procedentes de las batallas de La Poza de Santa Isabel y Bailén, fueron recluidos inicialmente en las poblaciones de la Bahía de Cádiz: Rota, Puerto de Santa María y San Fernando para pasar finalmente a los Pontones[1] de Cádiz, prisiones flotantes, donde durante dos años (1808-1810) sufrirían un verdadero calvario. La malnutrición, la falta de higiene y sobre todo el hacinamiento en los pontones (se llegó a recluir hasta 800 franceses en una embarcación de solo 65 metros de eslora por 15 de manga y varios puentes), fueron las causas principales del contagio de enfermedades como la disentería y el escorbuto, llegando a producirse hasta 20 defunciones diarias. Precisamente, el riesgo de contagio de enfermedades a la población de Cádiz fue lo que propició la distribución de los prisioneros franceses por Inglaterra, Portugal, Baleares y Canarias. General Morla
El 29 de junio, el general Morla, gobernador de la plaza de Cádiz, se dirige al comandante general de las islas Canarias, Fernando Cagigal para que colabore en la custodia de los numerosos prisioneros franceses, preguntándole cuántos puede acoger. La detención de Cagigal y el nombramiento de O´Donnell como nuevo comandante general de las islas Canarias,retrasa la respuesta hasta el 10 de julio, admitiendo recibir 1200 prisioneros.
Después de numerosas vicisitudes, el 11 de mayo de 1809, llega a Santa Cruz de Tenerife, un convoy con 1484 prisioneros franceses. La Junta Suprema de Canarias, establece, ese mismo día, que se trasladara los prisioneros a Candelaria.
El primero de junio se enviaron cuatrocientos noventa y seis franceses a Gran Canaria y al día siguiente se distribuyeron los restantes por toda la isla de Tenerife. Sería exagerado decir que la orden de la Junta Suprema de distribuir los prisioneros por los diferentes pueblos de la isla de Tenerife fue recibida con entusiasmo, así en Icod, la Junta escucha una queja de doña Antonia Cáceres, al tener que ceder su casa para alojar a los franceses. En Los Realejos, los vecinos de las clases menos favorecidas que se ven obligados a vigilar a los prisioneros, sin poder ir a trabajar, para simplificar el problema, sencillamente proponían…. matar a los presos.
El 25 de mayo de 1810 llegaría a Santa Cruz de Tenerife, una segunda expedición con ochocientos prisioneros franceses, de los cuales se enviaron a La Palma doscientos, llegando a dicha isla el día 29 de junio de 1810. Entre ambas expediciones llegarían a Canarias, procedentes de la escuadra francesa rendida en Cádiz, y de las batallas de Bailén y de la Poza de Santa Isabel, dos mil doscientos ochenta y cuatro prisioneros.
En un principio se pensó en recluir, a los doscientos Casa propiedad de Dña. Mencía Vandaleprisioneros enviados a La Palma, en el pago de Argual, en Los Llanos, por su buen clima, abundancia de agua, presencia de soldados para custodiarlos y además tener un cirujano allí domiciliado, pero al final fueron recluidos en unas casas propiedad de doña Mencía Vandale, en la calle San José de Santa Cruz de La Palma, «por tener agua dentro, sufrir menos guardias, y hallarse en una altura que las ventila el aire para evitar contagios y otros perjuicios»[2]. Allí se dispuso una guardia de soldados de milicias, mandados por un oficial.
Sin embargo, el abastecimiento de agua a los prisioneros es uno de los problemas que se presentan a las autoridades palmeras[3], «por robarla los dueños de las huertas situadas por arriba de la prisión y por hallarse deteriorados y arruinados los acueductos y canales que conducen las aguas desde la Madre a esta ciudad para el abasto público».
Además surge otro problema consecuencia de la llegada de ocho prisioneros enfermos de escorbuto, el gobernador militar de La Palma se dirigió a la Junta de Beneficencia para que estos fueran tratados en el Hospital de Nuestra Señora de los Dolores, dependiente del cabildo. La Junta de Beneficencia se negó a tal pretensión al considerar: «los gravísimos e invencibles inconvenientes que esto trae consigo, así considerando por la incapacidad y disposición de esta casa, método en que se sirve y asiste a los enfermos, roce de mujeres, etc.». No obstante la Junta acordó[4] asistir provisionalmente a los enfermos, D. Manuel Díaz Hernández, párroconombrando al sacerdote don Manuel Díaz, miembro de la Junta, como encargado de actuar en este asunto, librando la cantidad de cien pesos corrientes, para lo más urgente.
Seguramente se podría considerar “afortunados” a los prisioneros franceses por el nombramiento del “cura Díaz” como responsable de su cuidado, que aprendió su idioma para poder relacionarse con los detenidos y confeccionó un listado de los 200 prisioneros que se conserva actualmente entre los fondos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Palma. Don Manuel, además de párroco de la iglesia de El Salvador, era pintor, escultor, músico, de ideología liberal, y gran orador. Había destacado en defensa de la “Vacuna” que llegó a La Palma en 1804, e incluso se dice que inoculó a los niños con sus propias manos, seguramente estos hechos debieron pesar en su designación por parte de la Junta de Beneficencia como responsable de los prisioneros.
Los prisioneros disfrutaban de régimen abierto, debiendo regresar a prisión por la noche, excepto aquellos que trabajaban para algún palmero que podían dormir en casa de sus amos. Debido a este régimen abierto, varios prisioneros crean algunos problemas, como relata el regidor Juan Nepomuceno Massieu y Salgado[5]: «la misma víspera de Pascua a la noche se encontraron borrachos a varios prisioneros franceses por las calles» y cree que estos excesos no son cometidos por los que están acomodados pues sus amos velan por ellos.
El mismo regidor, Juan Nepomuceno: «hace presente a la Sala haber llegado a su noticia que un prisionero francés ha vendido carne de burro por vaca, y aún se le ha dicho que otro ha vendido carne de perro por carnero»[6].
A partir del mes de abril de 1811, los cautivos empezaron a licenciarse y a trabajar para algún ciudadano palmero, la mayoría como sirvientes, otros ejerciendo el oficio que practicaban en su país de origen, teniendo conocimiento de sesenta y un prisioneros que se licencian hasta septiembre de 1811 (ver lista en el Apéndice), sirva como ejemplo el relato de José María de Franchy Alfaro y Poggio que en su diario de efemérides de La Palma nos dice: «aquí entramos a servir y se llama Santiago María (Jacob Marieux) y empesó a dormir el 27 de junio pues ya desde mayo estaba trabajando y sirviendo en casa, este año de 1811 el 7 de julio lo despidieron»[7]. En dicho periodo tres prisioneros son remitidos a Santa Cruz de Tenerife, seguramente por cometer algún delito o falta grave[8].
Según lo pactado el ayuntamiento sólo tenía que aportar el alojamiento, corriendo la manutención a cargo del comandante general de esta provincia, y como quiera que este no cumplió lo prometido, fue el cabildo el que lo hizo, hasta agotar sus fondos. Dado que en los primeros años de cautiverio el Comandante general de Canarias había autorizado algunos matrimonios entre mujeres canarias y dichos prisioneros, con fecha de 8 de junio de 1812, el Provisor y Vicario General del Obispado de Canarias pide instrucciones al Consejo del Reino, para conducirse en la determinación de los expedientes que tiene pendientes en su juzgado, con motivo de solicitar contraer matrimonio con naturales de Las Islas Canarias, por parte de los prisioneros confinados en ellas.
A su vez, el Consejo del Reino, el 22 de junio de
1812 pide al Consejo de Estado su dictamen, alegando este las dificultades que tienen los prisioneros para acreditar que son católicos y solteros dada la falta de comunicación con sus lugares de origen debido a la guerra con Francia,
no siendo suficiente el testimonio de unos a otros, que son los argumentos esgrimidos por el Provisor, pero además añade de su propia cosecha la Comisión del Consejo de Estado: «es imposible justificar, de un modo que satisfaga el buen juicio, ni cual sea la creencia religiosa de aquellos prisioneros, gente colecticia de la mayor parte de las naciones de Europa donde, o se profesan o se toleran las muchas sectas del cristianismo, y otras religiones; ni los permisos de sus respectivos padres, ni su libertad de estado, o conyugal». Y posteriormente añade: «mañana vendría un canje, y las mujeres quedarían perdidas y abandonadas, y si subsistiesen en el país, infectas las familias de ideas y opiniones y otros vicios que a la causa pública pudieran ser muy perjudiciales….. Porque el actual gobierno francés, ya desde los principios de su revolución se propuso introducir y extender por todas partes, si fuese posible, su color de felicidad y otras voces tan dulces y lisonjeras como esta, sus máximas destructoras de los gobiernos legítimos, y en lugar de estos subrogar su dominación y su imperio…. Llegase a esto: que los franceses pusieron más de una vez sus miras en dominar las Canarias: de lo cual dan testimonio nuestras crónicas y las suyas. Y la experiencia de que cosas al parecer pequeñas y sin consecuencia, suelen venir a ser ocasión de grandes males, debieron detener al Comandante general y moverle a reusar la licencia, que, sin reparar en los inconvenientes que podría haber, y sin consultar al Gobierno, concedió a los prisioneros de aquella nación para enlazarse con naturales de aquel país: licencia que allí podría ser más que en otra provincia perjudicial al Estado por la consideración insinuada».
«Por donde entiende la Comisión: que el Provisor no debe acceder a dar las licencias que aquellos u otros prisioneros solicitan, o soliciten en adelante; y que fue para circunspección en el Comandante general autorizar con la suya tales enlaces, que se deben evitar. El Consejo, siendo servido, lo podría así consultar a la Regencia, o como fuere más acertado. Cádiz 27 de julio de 1812». Suponemos que el Gobierno aceptó el dictamen del Consejo de Estado y prohibió los matrimonios entre mujeres canarias y los prisioneros franceses hasta que se firmó la Paz y fueron repatriados la mayoría de los reos en 1814[9].
Suerte tuvieron las autoridades locales, que todos los prisioneros tuvieran su profesión, arte u oficio, pues después de pasar muchas penalidades, y antes de que pasaran hambre los reos, las autoridades decidieron ponerlos en libertad, teniendo a la ciudad y los pueblos de la isla por cárcel. Se les vio tan entregados al trabajo, y tanta fue la protección que se les dispensó en el país, y en tanta estima se tuvieron sus industrias, que una vez firmada la paz con Francia en 1814, y puestos en libertad para retornar a su tierra, la mayoría decidió permanecer en La Palma, su segunda patria, en donde crearon honesta y honradamente sus familias, de las cuales hoy descienden algunos estimados paisanos nuestros.
Entre los oficios de los prisioneros, que se casan en La Palma,Oficios de los prisioneros franceses podemos destacar el de latonero, que practicaban Alberto Delcourt y José Bossio, ambos compraron casa en la Calle Real, Delcourt envió a su hijo a estudiar medicina a la Sorbona, ejerciendo de médico en La Laguna, el hijo de Bossio estudió derecho y después de un corto periodo de tiempo ejerciendo en La Palma se trasladó a Cuba. Louis Lovison y Pedro Salel trabajan de panaderos en Los Llanos de Aridane y figuran en un censo como únicos extranjeros….
En el pueblo de Los Llanos con fecha 15 de marzo de 1819 el Sr Alcalde Real don Manuel Pérez Wangüemert solicita lista de los ciudadanos extranjeros que se hallan en este pueblo y sus distritos que solamente hay dos Pedro Salel de 32 años natural de Uzeis, en la provincia de Languedoc de nación francesa, llegó a esta isla el 29-6-1809, de profesión panadero, casado en este pueblo y otro llamado Luisón Segundo, de Callianiti provincia de Piamonte, de nación italiana, casado en este pueblo y de profesión panader. Juran conservar la religión católica y guardar fidelidad a ella y al Rey nuestro señor y quieren ser sus vasallos sujetándose a las leyes y prácticas de estos Reynos, renunciando a todo fuero de extranjería y a toda relación, unión y dependencia del país en que nacieron y prometen no usar de la protección de él, ni de su embajador, ministro o cónsul, todo bajo pena de galeras, presidio o expulsión absoluta de estos Reynos y confiscación de sus bienes, firman Manuel Pérez Wangüemert alcalde, Lorenzo de Justa, fiel de fecha, José Medina, cartulario.
1.2. Vicisitudes de los prisioneros franceses en Canarias
Se sabe que ya se habían producido fugas cuando estaban prisioneros en los pontones de Cádiz. En Canarias están documentadas cinco evasiones, aunque pudieron ser más, con un total de doscientos cincuenta y seis presos evadidos.
A finales de 1809, cuatro prisioneros franceses intentaron apoderarse del barco de Gabazo, que pertenecía a la matrícula de Tenerife.
El 4 de febrero de 1810, quince prisioneros se evadieron en el bergantín inglés Endeavour, desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife, rumbo a Gran Canaria, anclando en Arguineguín para hacer aguada y tomaron rumbo a Senegal, donde fueron capturados por una fragata inglesa y enviados a Londres.
En el puerto de San Marcos de Icod, en 1812, doce reclusos franceses, capturaron a la tripulación de un bergantín inglés, pero al desconocer la maniobra de salida del puerto se frustró la fuga inmediatamente.
El día 14 de octubre de 1814 se fugan en Mazo[10], La Palma, por la Caleta de El Palo, en una barca de pesca, los prisioneros: Pedro Martin, Armand Lussac, Pedro Amalbert, y Bernard Tissier, para pasar luego al bergantín Antenor que salió de Santa Cruz de La Palma rumbo a La Habana.Partida de bautismo de Simon Garnier en Is sur Tille (Borgoña)
Tres prisioneros de guerra franceses evadidos de las islas Canarias fueron capturados en Grainville y dirigidos a Caen (noviembre de 1814).
Tres plagas, se produjeron durante el periodo de cautividad de los prisioneros de guerra franceses en Canarias: la fiebre amarilla, la langosta y el hambre.
La fiebre amarilla llegó a Santa Cruz de Tenerife el 11 de septiembre de 1810, en barcos procedentes de Cádiz. Durante la epidemia, los prisioneros franceses tuvieron un comportamiento ejemplar, guardando las casas de gente que había huido hacia el interior de la isla, cuidando a los enfermos, y llevando al cementerio a los fallecidos. Grande y hermosa recompensa a la hospitalidad recibida según el escritor canario Domingo J. Navarro. Debido a estas obras de misericordia fallecieron doscientos prisioneros franceses. Ni la isla de La Palma, ni tampoco las islas menores se vieron afectadas por la fiebre amarilla. ¿Podríamos considerar afortunados a los prisioneros franceses de la isla de La Palma y de las islas menores, por no afectar la fiebre amarilla a las mismas? Seguramente no se trata de suerte, sino de la eficaz labor de las autoridades sanitarias impidiendo la llegada de barcos procedentes de las islas “mayores”.
En el verano de 1812, arribó a Canarias una plaga de cigarra, ayudando los prisioneros franceses en las labores de erradicación de la langosta.
Como consecuencia de los dos años de fiebre amarilla, y la posterior llegada de la langosta, a continuación llegó "el hambre", el pueblo se nutría de raíces, arroz y harina de cazabe traída de África. Durante estas fechas, patriotas de Santa Cruz de Tenerife que con gran desprendimiento pusieron sus caudales a disposición del Municipio, evitaron una catástrofe mayor, destacando el alférez mayor del cabildo que compró de su bolsillo dos mil fanegas de trigo, vendiéndolo luego por debajo del precio de costo[11].
Sin embargo, el pueblo de Tenerife estaba enfurecido ante el pago de medio diezmo que instituyó la Junta Suprema para sufragar la guerra con Francia, y en La Orotava, lugar de residencia de los nobles descendientes de los antiguos conquistadores, da lugar a que la plebe se rebele contra esta clase alta que el vulgo denomina «caballeros», siendo la víctima propiciatoria un maestro de baile de origen francés monsieur Pierre ó mosiu Perico, que es detenido. El pueblo sublevado baja al Puerto de la Cruz, y allí serían sus víctimas el comerciante Joseph Bressnan, y el músico Louis-Bertrand Broual que fueron asesinados por la plebe. Cuando en 1812 fueron juzgados los sublevados, condenados a penas de cinco, ocho, ó diez años, muchos habían fallecido y otros liberados. Para la opinión pública supuso una gran decepción el no ver ahorcado a ninguno de estos bandidos, de lo cual se queja amargamente Geisendorf[12].
1.3. La repatriación
El 24 de abril de 1814, los Borbones volvían al trono de Francia y Luis xvii desembarcaba en Calais. Por el convenio de Madrid, de 25 de mayo de 1814, se aprueba la repatriación de los prisioneros franceses confinados en Portugal, Canarias y Baleares. De los 2284 franceses llegados en 1809 (mil cuatrocientos ochenta y cuatro) y 1810 (ochocientos), doscientos cincuenta y seis se evadieron, quinientos veinticuatro fallecieron (en una proporción similar a la población canaria), quinientos diecisiete se quedaron en las islas y tan solo novecientos ochenta y siete fueron repatriados. Partida de enterramiento de Simon Garnier en los Sauces
Para orgullo del pueblo canario, de los dos mil doscientos ochenta y cuatro prisioneros enviados a nuestro archipiélago, fallecieron quinientos veinticuatro (23%) por las tres plagas y causas naturales, en igual proporción que fue mermada la población autóctona.
Sin embargo, de los trece mil deportados a Baleares sólo sobrevivieron tres mil quinientos (73% de mortalidad), tras ser abandonados prácticamente en la isla desierta de Cabrera.
Sin lugar a dudas, los presos más afortunados fueron los enviados a las Islas Canarias, da fe de ello el alto número de prisioneros que se quedaron en las islas para formar familias esposándose con mujeres Canarias[13]
Con respecto a los quinientos diecisiete prisioneros que permanecieron en Canarias, el Cónsul de Francia dice que, entre ellos no hay ricos comerciantes ni personas pudientes, sino, artesanos, sirvientes, la mayoría pobres y con numerosos hijos.
Por otro lado, Geisendorf dice: «hay que creer que los argumentos persuasivos del Ministro del Rey Francia, no tuvieron efecto sobre aquellos que les había seducido, el dulce clima de las Islas Canarias, o los ojos aún más dulcesde las canarias»[14]. Entre los quinientos diecisiete prisioneros que fijaron su residencia en Canarias, cuarenta y dos solicitaron en el Obispado de Canarias[15]. Estos juramentos de soltería, necesarios para contraer matrimonio, fueron recopilados por el prestigioso historiador tinerfeño Leopoldo de la Rosa Olivera[16], que nos aporta tres listas, la de los solicitantes de los expedientes de soltería, la de los testigos prisioneros franceses de dichos expedientes de soltería y la Matrícula de extranjeros del Ayuntamiento de La Laguna. 2. Los prisioneros de La Palma
Hemos encontrado diecisiete prisioneros franceses que se casan en la parroquia de El Salvador de Santa Cruz de La Palma, cinco que lo hacen en los Remedios de Los Llanos de Aridane, uno en San Blas de Mazo, otro en San José de Breña Baja, y aún nos falta el matrimonio de uno de los prisioneros solicitantes de expedientes de soltería en La Palma. En total veinticinco prisioneros franceses se casan en La Palma.
Los nombres franceses fueron castellanizados, adaptándolos a algún apellido ya existente en Canarias como es el caso de Francisco Borges que pudiera ser François Bon de la lista de prisioneros franceses perteneciente a la Real Sociedad de Amigos del País (atribuida a Manuel Díaz[17], párroco de El Salvador, que aprendió el idioma, para poder impartir la confesión), ese es también el caso de Avigné que en los archivos parroquiales se inscribe como Viña. En otros casos como es el del apellido francés Pommerole se registra como Pombrol. Algo parecido sucede con Simon Grenier,En Is sur Tille (Borgoña) con los actuales Garnier. de la lista de prisioneros franceses de La Palma[18], que en el «expediente de soltería» se inscribe como Garñiel, sus hijos como Garaniel, y las siguientes generaciones como Garniel y por último Garnier.
En varias ocasiones los descendientes de los prisioneros franceses han intentado ocultar el motivo de la llegada de estos a las islas, como el caso de Garnier que se nos presenta como víctima de un naufragio, y en el de Delcourt, un bisnieto[19] suyo dice que viajaba desde Flandes a América, le gustó La Palma y después de hacerle un hijo a Doña Manuela Toledo se casó con ella. Y en el caso de Juan Arzol: "el primer Arzol que llegó a La Palma, envuelto en la leyenda, dicen que fue un pirata.....[20]"
Como habíamos apuntado anteriormente a los prisioneros franceses se les prohíbe casarse con mujeres canarias, hasta que firmada la paz con Francia, se pone en libertad a los que quisieron quedarse en nuestras islas, celebrándose el primer matrimonio en La Palma el 30 de abril de 1815.
DEFUNCIONES
Tres son los prisioneros franceses fallecidos en La Palma en cautividad (1810-1814): Juan Martín, de nación francesa, soltero, fallecido[21] en Santa Cruz de La Palma, el día 18 de noviembre de 1812, “uno de los franceses que vinieron de esta, criado del médico Don José Rodríguez, no se sabe sus padres, ni edad”. Prisionero número 96, soldado de la Quinta Legión.
Junto a Miguel Lamasse, fallecido el día 19 de diciembre de 1810 y Juan Bricón que murió tísico el 19 de agosto 1811, son los únicos prisioneros franceses de los que tenemos constancia que fallecieron en “cautiverio”, es decir antes de firmarse la paz en 1814.
Conclusiones
Los prisioneros capturados al ejército francés durante la Guerra de la Independencia que, llegaron a La Palma en 1810, mayoritariamente eran franceses, pero también de otras nacionalidades, italianos, alemanes, o flamencos, etc., y al menos unos cuarenta permanecían en La Palma, un año después de la repatriación, al terminar la guerra en 1814.
De la información obtenida en los expedientes de soltería, se deduce que la mayor parte fueron apresados en Bailén y conducidos a los Pontones de Cádiz, pero unos llegaron a la península caminando desde Italia, y otros desde Francia (Bayona), por Vitoria. De los catorce marinos que figuran en la lista de prisioneros no tenemos más documentación, suponiendo que pertenecían a la escuadra francesa rendida en Cádiz, y que abandonaron la isla al firmarse la paz en 1814.
Del listado de prisioneros solicitantes de expedientes de soltería elaborada por Leopoldo de la Rosa Olivera, aún no hemos encontrado los de Juan Pedro Garriga, y Bernardo Viña, pero sin embargo, hallamos seis expedientes que no están en la lista de De la Rosa: Nicolás Bernard, Maturino Martín, Felipe Montpelier, Pablo Sliner, Francisco Borges, y Pedro Pagés.
Por último, de los veinticinco prisioneros hallados en los libros de matrimonios de La Palma, seis no están en la lista de solicitantes de expedientes de soltería, ni se encuentra su expediente en el obispado: Juan Antonio Compagnier, Albert Delcourt, José Bautista Bailly, Pedro Salel, Juan Faure, Bartolomé Rosa. Cabe suponer que si en La Palma hemos detectado expedientes de soltería, que no figuran en el trabajo de Leopoldo de La Rosa, algo parecido puede que ocurra con los de Tenerife, y que sean muchos más de los treinta y uno (de Tenerife) que figuran en la lista de solicitantes de expedientes de soltería, los que realmente se encuentren en el archivo del obispado. Convendría pues revisar la investigación de Leopoldo de la Rosa Olivera, ampliando esta a la provincia de Las Palmas.Benito López Garnier y familia
Las investigaciones genealógicas podrían parecer egocéntricas, dado que conocer nuestro lugar de procedencia, justificado por la sangre, nos afirma en la pertenencia a un grupo, un pueblo, una sociedad, pero a medida que profundizamos en su estudio nos damos cuenta rápidamente de la diversidad de nuestros orígenes: ninguno de nosotros proviene de un único lugar geográfico ni de una única clase social, y como diría Louis-
Sébastien Mercier[22]: «¡Si el Cielo nos descubriera de golpe, la verdadera filiación de las genealogías humanas, veríamos un espectáculo nuevo y curioso! No habría rey que no contara con un esclavo entre sus parientes, ni un esclavo que no contara con un rey».
La genealogía facilita la comprensión de la diferencia y resulta muy útil en la lucha contra el racismo.
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La cólera: una enfermedad inflamatoria que afecta el sistema digestivo
La cólera es una enfermedad inflamatoria que afecta el sistema digestivo.
La cólera, también conocida como disentería, es una enfermedad inflamatoria que afecta el sistema digestivo. Se caracteriza por la aparición de diarrea acuosa, dolor abdominal y vómitos. Aunque en la mayoría de los casos es causada por una infección por el Vibrio cholerae, también puede ser causada por otros gérmenes.
La cólera es una enfermedad que se transmite principalmente a través del agua y los alimentos contaminados. Es especialmente común en áreas con condiciones de higiene precarias y escasez de agua potable. En algunos casos, puede ser causada por una infección por el Vibrio cholerae.
En cuanto a los síntomas, la cólera se caracteriza por la aparición de diarrea acuosa, dolor abdominal y vómitos. A menudo, los pacientes también presentan fiebre, debilidad y deshidratación. En casos graves, puede llevar a shock y la muerte.
En cuanto al tratamiento, es esencial reponer los líquidos y electrolitos perdidos a través de la diarrea y el vómito. Los antibióticos también son eficaces en el tratamiento de la infección por Vibrio cholerae. Además, es importante prevenir la propagación de la enfermedad mediante medidas de higiene y saneamiento.
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Madrid a 24/12/2022
Doctor Santiago Ramón y Cajal.
Estimado Doctor, por medio de la presente quisiera agradecerle por su contribución en la teoría celular.
Para empezar, admiro mucho su carrera científica, es usted muy valiente al ser médico en el ejercito, su contribución en la Guerra de los Diez Años de Cuba fue enorme a pesar de trabajar bajo bajas condiciones y además esta situación le llevó a contraer disentería y paludismo.
Tras regresar a su casa comenzó a dedicarse en la docencia así logrando doctorarse en 1876, este hecho es muy admirable, ya que ahí comenzó su carrera científica.
También quiero agradecerle por su contribución en la teoría celular.
Gracias a su escritura de la doctrina de la neurona la cual decía:
La teoría de que las neuronas eran células cerebrales individuales, lo cual hizo que se diera cuenta de cómo estas células cerebrales individuales envían y reciben información, eso constituye la base de la neurociencia moderna.
También descubrió que el sistema nervioso estaba formado por ``entidades individuales´´, que se llamaron neuronas.
Para seguir, usted también dedujo que, debido a los espacios entre ellas, las neuronas debían comunicarse no por continuidad, sino por contacto, ``sinapsis´´.
Gracias nuevamente por toda su colaboración, eres un ejemplo a seguir.
Un saludo muy fuerte,
Leyre Sir.
Webgrafía:
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Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), a quien se concedió el Premio Nobel de Medicina el 25 de octubre de 1906, descubrió la morfología y las conexiones entre las células nerviosas, y desarrolló la doctrina de la neurona, a partir del hecho de que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Nacido en Navarra por una especial circunstancia laboral de su padre, Cajal era aragonés por sangre, cultura, carácter y vinculación con la tierra. Al margen de sus tempranamente manifiestas dotes para el dibujo, que tan útiles le serían a la hora de comunicar sus hallazgos en el nivel microscópico en una época en que la fotografía aún no se hallaba lo bastante desarrollada como para servirse de ella, Cajal fue un gran deportista, uno de los primeros culturistas de España. Estudió Medicina en Zaragoza y fue llamado a filas poco después de licenciarse. Eran los tiempos de la guerra de independencia de Cuba, por entonces provincia española, y Cajal fue destinado a Sanidad Militar en la isla, con grado de capitán. Le enviaron a Camagüey, donde pululaban los mosquitos del paludismo, pero se negó a buscar un mejor destino con las cartas de recomendación que le había entregado su padre. En la selva pantanosa y en una enfermería llena de soldados con fiebres y disentería, Cajal se contagió. Regresó a casa en 1875, con caquexia palúdica grave, declarado inútil para campaña. Podía haberse perdido allí uno de los mayores talentos de la ciencia española
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¿Conoces la Cucaracha Alemana?
La Cucaracha Alemana es la más común que hace presencia en restaurantes, hoteles, hogares y en general en los lugares donde las hemos visto, por lo general, es introducida en el local a través de las cajas y lotes de alimentos y bebidas que entran con los proveedores. Una vez dentro, encuentra las condiciones óptimas para su desarrollo; agua, abundantes restos de alimentos y refugios cálidos (motores de lavavajillas, neveras, estufas, equipos de cocina, máquinas de café, entre otros).
La cucaracha alemana pasa aproximadamente el 75 % del tiempo en sus refugios, los cuales suelen estar cerca de las fuentes de alimento y agua. Por esta razón, no es recomendado dejar los espacios con agua una vez son lavados.
Es mejor Prevenir que Curar
Las cucarachas pueden llegar a transmitir diferentes formas de gastroenteritis, disentería o salmonelosis mediante el transporte de los microorganismos causantes de estas enfermedades en sus patas y cuerpo, contaminando a su paso los utensilios o superficies utilizadas para la preparación de comida, o incluso la comida misma. Los desechos de las cucarachas también pueden contener alérgenos que desarrollan respuestas alérgicas en personas especialmente susceptibles.
Por todo lo anterior, resulta esencial para cualquier establecimiento implemente un adecuado programa de prevención, ya que, en caso de infestación, se pueden producir importantes pérdidas económicas, no solo en forma de costosos tratamientos, sino por quejas y reclamaciones de clientes, pérdida de imagen, sanciones de los organismos de inspección, etc.
Esta plaga es difícil de erradicar, pero con un adecuado programa de prevención y control integrado de plagas puede controlarse y repelerse
La ooteca contiene más huevos que otras especies de Cucarachas.
El tiempo hasta la eclosión de los huevos y de desarrollo ninfal son más cortos.
La hembra proporciona protección a los huevos, manteniendo la ooteca adherida a su cuerpo hasta el momento de la eclosión.
Por ello, es mejor actuar de forma preventiva, de esta manera, podemos reducir costos innecesarios en caso de infestación. Se debe hacer un control mensual de todas las áreas vulnerables, además que está comprobado que esta plaga es demasiado resistente a los venenos químicos que buscan erradicarlas (principalmente por que la gran mayoría de venenos son hechos con los mismos principios activos)
Algunas de las recomendaciones y comportamientos preventivos que podemos tener son:
Este tipo de cucaracha suele introducirse en el establecimiento por la entrada de mercado, insumos y materias primas. En lo posible, realizar una inspección y limpieza fuera del local antes de ingresar estas mercancías
Es fundamental contar con un programa de limpieza eficaz. Eliminar los residuos de alimentos a diario, un adecuado desecho de basuras y buenas medidas de mantenimiento, almacenaje y limpieza. Estas actuaciones resultan determinantes, ya que tienen como objetivo limitar al mínimo la disponibilidad de agua y alimento.
Hermeticidad; sellar los posibles refugios (grietas, baldosas levantadas, uniones entre paredes y suelo, etc.) con cemento, preferiblemente y conservar el local en buenas condiciones estructurales.
Inspecciones frecuentes: Revisar de forma periódica aquellos puntos críticos donde las cucarachas pueden anidar, tales como motores de lavavajillas, refrigeradores, microondas, fregaderos, etc. puede resultar útil para identificar el problema en una fase inicial.
Y si la prevención falla, ahora qué?: Eliminación y control.
Si a pesar de haber puesto en juego todas las medidas preventivas a nuestro alcance, somos víctimas de una infestación de estas cucarachas, debemos dejar el tema en manos de una empresa especializada y con experiencia en este tipo de plagas
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