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isabella880 · 5 years ago

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17 Empleados que se enfrentaron a una grosería inaudita (Pero no se quedaron de brazos cruzados)

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“El cliente siempre tiene la razón”. Aquellos que hemos tenido que trabajar en el sector servicios seguramente ya nos hemos donado cuenta de lo alejadas que quedan estas palabras de la verdad. Algunos visitantes, clientes, e incluso los superiores, no solo exprimen hasta sacar todo el miga a los empleados, sino que con frecuencia los hacen dudar de su idoneidad para el puesto. Por eso no sorprende que en las redes sociales se puedan encontrar infinidad de historias abordando este tema.

Genial.guru admira la profesionalidad de los especialistas que se ven obligados a escuchar los extraños comentarios y caprichos de clientes o sus superiores día tras día. Y estamos totalmente dispuestos a comprender y perdonar el hecho de que no siempre cedan a este tipo de personas.

Recibí un encargo de traducción por parte de una persona. Estuve analizando el documento, calculé la tarifa: X USD por página traducida, que consta de 1 800 caracteres impresos, incluidos los espacios (para aquellos que no conocen este tema: asimismo existen otras maneras de calcular el barriguita del texto, pero tradicionalmente, se hace así). El cliente dio su conformidad y me puse manos a la obra.

Un día antaño de la término divisoria de entrega, al cliente (¡de repente!) “se le abren los ojos” y de una forma rotunda exige que se le rebaje el precio del encargo porque “¡¿Por qué demonios debo pagar por los espacios, si no los tradujiste?!”. Todos mis intentos por demostrarle que la mecanismo de medida utilizada argumenta a un standard generalmente aceptado y que los espacios forman parte del texto al igual que las trivio y signos de puntuación, fracasaron. El cliente se mantuvo firme tercamente, las negociaciones llegaron a un punto muerto.

Mi primera emoción fue la de mandar al cliente a freír espárragos, pero me daba pena mi tiempo invertido y esfuerzo dedicado, adicionalmente mi orgullo profesional se vio afectado, por lo que mi cerebro indignado al instante propuso un plan en forma de venganza. Ofrecí un 10 % de descuento por una traducción “sin espacios”, el cliente satisfecho mostró su conformidad con positivismo.

¡Desafío aceptado! Internet me aportó una posibilidad y ya, una hora más tarde, al correo del cliente fue enviado el texto “entero” sin un solo espacio. En el mensaje del correo le recomendé colocarlos a su gozo.

Desconozco con certeza cómo reaccionó el cliente, pero a la mañana sucesivo sonó el teléfono y la voz que había perdido toda su rotundidad aludido, con un insustancial tartamudeo, dijo: “Estoy dispuesto… a pagar por los espacios”. © karafuzzi / Pikabu

Trabajaba en un restaurante. Y si algunos clientes se portaban de forma grosera o irrespetuosa con el personal, pedía a las anfitriona que colocara a su costado en mesas contiguas a familias con niños pequeños. También, a veces, esperaba deliberadamente a que estos clientes se llevaran un gran trozo de su platillo a la boca para preguntarles si todo estaba a su gozo. © phuque_ewe / Reddit

Hago presentaciones de PowerPoint por encargo. Me encontraron tres cadetes de una escuela de revoloteo y me pidieron realizar presentaciones para su trabajo de fin de curso. Hablamos sobre las condiciones, plazo, precio y preferencias. Abonaron parte del costo por destacado. Les dije que enviaría una al día para su valoración. Incluso les hice un descuento para estudiantes. Tenía tiempo dispensado y, mientras merendaba, les elaboré magníficas presentaciones en tan solo dos días. Inmediatamente les mandé tres juntas con una marca de agua increíble de borrar que decía “Pendiente de pago” en cada parte del documento. Los chicos dijeron: “Todo está bien, te pagaremos antes de que termine el día”. Y, como suele ocurrir, desaparecieron.

De algún modo me había olvidado de ellos, este trabajo no fue demasiado complicado y adicionalmente tuve otros encargos. Pero de repente me escribió uno de estos cadetes, solicitándome la devolución de parte del metálico pagado. Al preguntarle por lo que había pasado, recibí su respuesta. Literalmente: “El profesor no aceptó el trabajo de fin de curso, en absoluto, ya que dijo que lo habíamos comprado y se negó a escucharnos debido a tu ’Pendiente de pago’ en todas las diapositivas”.

En respuesta a mi pregunta sobre qué les impidió respaldar el resto, según los términos acordados previamente, y obtener una presentación sin marcas de agua, me llamó rata y me puso en la tira negra. Dónde tienen la comienzo estos chicos, ni la más remota idea. © medalby / Pikabu

Tengo un cliente mestizo. Es fracción cliente y fracción adiestrado zen. Más de una vez liberó mi mente, rompiendo los argolla de la razonamiento formal, con el sucesivo kōan:

El cliente: “¿Recibiste el archivo?”

Yo: “No”.

El cliente: “Entonces, ahora te lo envío”. © guldan_orc / Twitter

Mañana, lunes, una emplazamiento.

Cliente: “¿Tienen una promoción, verdad? ¿Regalos?”.

Yo: “Sí”.

Debo añadir que en vísperas de Año Nuevo, nuestra gobierno se volvió generosa y lanzó una promoción: al comprar equipo por un total de 4 500 USD, regalaban equipo adicional y herramientas por un valor de 750 USD. Además, no hablamos de cualquier tontería obsoleta, sino de los artículos más solicitados en nuestra radio.

Cliente: “¿Cómo obtengo los regalos?”.

Yo: “Sin problemas, compre equipo por 4 500 USD y recibe sus regalos”.

Cliente: “Es que ya me lo compré…”.

Me quedé de piedra. Pregunté al cliente a qué nombre estaba hecha la negocio. Lo busqué en la colchoneta de datos, lo encontré y vi que había adquirido el equipo hacía ya un año. Qué personaje más flamante. Finalmente, le propuse comprar el equipo adicional y las herramientas necesarias con un buen descuento.

Entonces, pensé, ¿y por qué me compré un automóvil hace 6 primaveras y todavía no he reclamado mis regalos? Tengo que advenir por el concesionario de automóviles al salir del trabajo y exigir mi premio, donado que ahora están regalando los neumáticos de invierno. © MagiRulat / Pikabu

En mi época de estudiante trabajaba a tiempo parcial en McDonald’s. Una mujer nos visitaba una vez por semana y siempre pedía “Dos quesoburguesassin pinrel”. “Es decir, quiere dos hamburguesas, ¿lo he entendido bien?”, preguntaba cada vez. Y ella perdía los estribos mientras tanto, aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo mal. La mujer incluso amenazó con que más me valdría hacerle quesoburguesas sin pinrel, ya que de lo contrario se quejaría con mis superiores. Finalmente, envolví dos hamburguesas en un envoltorio para quesoburguesas, tuvo que respaldar por el pedido (lo que resultó más caro) y metí la diferencia en nuestra caja para percibir fondos para la caridad. © emp_omelettedufromag / Reddit

Estoy buscando trabajo y donado que soy un experto demandado, me llaman a menudo invitándome a entrevistas.

Especialista de Recursos Humanos: “Le ofrecemos un sueldo dos veces menor que el solicitado y un trabajo no del todo de su especialidad”.

Yo: “Temo que no me irá bien”.

Especialista de RRHH: “Venga a la entrevista y tal vez lleguemos a un acuerdo”.

Yo: “¿Dónde están?”.

Especialista de RRHH: “Nuestra producción se encuentra en una ciudad vecina”.

Yo: “No lo veo factible en absoluto. Me supone alrededor de 2 horas ir allí en taxi”.

Especialista de RRHH: “Puede venir en autobús, para por su zona”.

Yo: “Son 3,5 horas (y con tráfico, hasta 4,5)”.

Especialista de RRHH: “Bueno, tendrá que levantarse más temprano”.

Yo: “Tendré que dormir 4 horas al día, 5 días a la semana”.

Especialista de RRHH: “6 días. El sábado, aquí, se trabaja”. © RealScrip / Pikabu

El fundador de la empresa redujo mi bono 2 veces para que yo vendiera 2 veces más. A su sumario, esto es una optimización espectacular. Mientras tanto, estoy mandando mi currículum a otras empresas. Las ventas, por cierto, bajaron. © Directorfilm / Pikabu

Si no comprendes a la parentela, no tienes mínimo que hacer en una tienda de juguetes.

Cliente: “¿Tienen globos?”.

Yo, *señalo a los globos*

Cliente: “No, estos, no”.

Yo: *señalo a las pompas de zalamería*

Cliente: “Sí, eso, gracias”. © venomnomnomno / Twitter

10.

Durante unos 8 primaveras, trabajé en una pequeña empresa, mi salario dependía del barriguita de trabajo, salía más o menos de 470 USD al mes. Al advenir un tiempo, mi salario aumentó hasta unos 620 y, a veces, incluso 700 USD al mes. Un día, el director se me acercó, curioseando:

Director: “¿Has comenzado a ganar más?”.

Yo: “Sí. He optimizado los procesos laborales y consigo hacer un mayor volumen de trabajo en el mismo tiempo”.

Director: “Entonces, este trabajo se puede hacer más rápido”.

Yo: “Sí, es posible”.

Director: “Entonces, tu trabajo debería costar menos porque te lleva menos tiempo”.

Yo: “No, no debería, he optimizado el proceso por mi propia cuenta y gracias a mis conocimientos, hago más trabajo, gano más”.

Director: “¡Me estás estafando!”.

Dejé el trabajo. Más tarde, mis excompañeros me contaron que el director contrató a tres estudiantes en mi función y no podían hacer frente a la carga de trabajo que hacía yo. Por lo conocido, la experiencia es un jerarquía. Por cierto, a cada estudiante le pagaba 315 USD. © Endlan / Pikabu

11.

Trabajo en un restaurante. En el postrero comilona, el cliente nos trajo un gandul vivo. Bueno, obviamente, teníamos que matarlo de algún modo. Y era tan agraciado, nos miraba a los fanales, girando su comienzo sin entender mínimo. Se juntaron los cocineros, chefs, meseros, el apoderado, el manager: no sabíamos qué hacer. Finalmente, di la orden de traer un gandul congelado del almacén. Y aquella oca, desde entonces, vive conmigo. Se ardor Peter. Y ahora soy vegetariana. © Oído por casualidad

12.

13.

Trabajo en un restaurante. Si los clientes se comportan de forma grosera conmigo, tengo un par de maneras de vengarme de ellos. Por ejemplo, puedo “olvidar” advertirles que los platos están calientes. O proporcionadamente, si a la mesa están sentadas dos personas, les llevaré una cantidad impar de pan de ajo para que tengan que combatir por la última rebanada. © eslike711 / Reddit

14.

Trabajaba como correctora de textos: leía los escritos de los que se llamaban escritores. Todos los clientes tenían poco, pero más destacó una chica: escribió un análogo ruso de “Canción de hielo y fuego” en formato comprimido, copiando todos los personajes sin excepción. Quebró mi mente, llamándome por las noches, chillando porque no entregaba mi trabajo antaño de lo previsto. ¡Me harté! Le escribí que, simplemente, insertara en el texto de George R. R. Martin los nombres de “Vasili”, “Katerina”, “Ivanov” y similares. Y el metálico por mi trabajo, que lo guardase para un buen abogado. © Oído por casualidad

15.

Durante un tiempo, trabajé en una tienda. Como siempre, cerramos a las 21:00. Entonces llegó un cliente y comenzó a acentuar a la puerta y chillar. Esperó a que mi compañero saliera a la calle y al instante se coló en el interior. Le dije que ya estábamos cerrados, pero me insultó y comenzó a nominar productos. Entonces, le pedí a mi compañero que saliera, apagué la luz y encendí la susto. Después, cerré las puertas desde exterior y me fui. © SelfHelpGenius / Reddit

16.

En mi trabajo de freelance tengo a un cliente que solo contrata a hombres. Es opinar, le da igual el portafolio y la profesionalidad: las chicas, según él, no saben mínimo. Trabajo con él bajo el pseudónimo de Sergio. Con Sergio, está satisfecho. © deadjane666 / Twitter

17.

Mi antecesor, adjunto con su hermana, trabajaba en la panadería de su raíz. Por la mañana, ella colocaba en el mostrador una bandeja con las galletas gratuitas para que los clientes pudieran probarlas. Casi cada día, visitaba la panadería un leñador fornido, quien de una forma muy obsesiva trataba de cortejar a la hermana de mi antecesor y se comía todas las galletas de la bandeja. Mi bisabuela no le daba ninguna importancia a esto, pero a mi antecesor, fielmente, lo enfurecía. Un día, añadió a las galletas un potente purgante que se les daba a los caballos. En cuanto el leñador enorme cruzó el inicio de la panadería, mi antecesor intercambió las bandejas. Como era de esperar, este se comió todas las galletas. Según mi antecesor, ya no volvieron a ver a aquel leñador. © Jan Bergeron / Quora

Y tú, ¿cumples incuestionablemente los caprichos de los clientes y tus superiores o, alguna vez, siquiera perdiste la oportunidad de poner al caradura en su sitio?

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lacronicacoruna1 · 5 years ago

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17 Empleados que se enfrentaron a una grosería inaudita (Pero no se quedaron de brazos cruzados)

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Tengo un cliente mestizo. Es fracción cliente y fracción adiestrado zen. Más de una vez liberó mi mente, rompiendo los argolla de la razonamiento formal, con el sucesivo kōan:

El cliente: “¿Recibiste el archivo?”

Yo: “No”.

El cliente: “Entonces, ahora te lo envío”. © guldan_orc / Twitter

Mañana, lunes, una emplazamiento.

Cliente: “¿Tienen una promoción, verdad? ¿Regalos?”.

Yo: “Sí”.

Cliente: “¿Cómo obtengo los regalos?”.

Yo: “Sin problemas, compre equipo por 4 500 USD y recibe sus regalos”.

Cliente: “Es que ya me lo compré…”.

En mi época de estudiante trabajaba a tiempo parcial en McDonald’s. Una mujer nos visitaba una vez por semana y siempre pedía “Dos quesoburguesas sin pinrel”. “Es decir, quiere dos hamburguesas, ¿lo he entendido bien?”, preguntaba cada vez. Y ella perdía los estribos mientras tanto, aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo mal. La mujer incluso amenazó con que más me valdría hacerle quesoburguesas sin pinrel, ya que de lo contrario se quejaría con mis superiores. Finalmente, envolví dos hamburguesas en un envoltorio para quesoburguesas, tuvo que respaldar por el pedido (lo que resultó más caro) y metí la diferencia en nuestra caja para percibir fondos para la caridad. © emp_omelettedufromag / Reddit

Estoy buscando trabajo y donado que soy un experto demandado, me llaman a menudo invitándome a entrevistas.

Especialista de Recursos Humanos: “Le ofrecemos un sueldo dos veces menor que el solicitado y un trabajo no del todo de su especialidad”.

Yo: “Temo que no me irá bien”.

Especialista de RRHH: “Venga a la entrevista y tal vez lleguemos a un acuerdo”.

Yo: “¿Dónde están?”.

Especialista de RRHH: “Nuestra producción se encuentra en una ciudad vecina”.

Yo: “No lo veo factible en absoluto. Me supone alrededor de 2 horas ir allí en taxi”.

Especialista de RRHH: “Puede venir en autobús, para por su zona”.

Yo: “Son 3,5 horas (y con tráfico, hasta 4,5)”.

Especialista de RRHH: “Bueno, tendrá que levantarse más temprano”.

Yo: “Tendré que dormir 4 horas al día, 5 días a la semana”.

Especialista de RRHH: “6 días. El sábado, aquí, se trabaja”. © RealScrip / Pikabu

Si no comprendes a la parentela, no tienes mínimo que hacer en una tienda de juguetes.

Cliente: “¿Tienen globos?”.

Yo, *señalo a los globos*

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Yo: *señalo a las pompas de zalamería*

Cliente: “Sí, eso, gracias”. © venomnomnomno / Twitter

10.

Director: “¿Has comenzado a ganar más?”.

Yo: “Sí. He optimizado los procesos laborales y consigo hacer un mayor volumen de trabajo en el mismo tiempo”.

Director: “Entonces, este trabajo se puede hacer más rápido”.

Yo: “Sí, es posible”.

Director: “Entonces, tu trabajo debería costar menos porque te lleva menos tiempo”.

Yo: “No, no debería, he optimizado el proceso por mi propia cuenta y gracias a mis conocimientos, hago más trabajo, gano más”.

Director: “¡Me estás estafando!”.

11.

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13.

14.

15.

16.

17.

Y tú, ¿cumples incuestionablemente los caprichos de los clientes y tus superiores o, alguna vez, siquiera perdiste la oportunidad de poner al caradura en su sitio?

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lacronicacoruna · 5 years ago

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Tengo un cliente mestizo. Es fracción cliente y fracción adiestrado zen. Más de una vez liberó mi mente, rompiendo los argolla de la razonamiento formal, con el sucesivo kōan:

El cliente: “¿Recibiste el archivo?”

Yo: “No”.

Mañana, lunes, una emplazamiento.

Cliente: “¿Tienen una promoción, verdad? ¿Regalos?”.

Yo: “Sí”.

Cliente: “¿Cómo obtengo los regalos?”.

Yo: “Sin problemas, compre equipo por 4 500 USD y recibe sus regalos”.

Cliente: “Es que ya me lo compré…”.

En mi época de estudiante trabajaba a tiempo parcial en McDonald’s. Una mujer nos visitaba una vez por semana y siempre pedía “Dos quesoburguesas sin pinrel”. “Es decir, quiere dos hamburguesas, ¿lo he entendido bien?”, preguntaba cada vez. Y ella perdía los estribos mientras tanto, aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo mal. La mujer incluso amenazó con que más me valdría hacerle quesoburguesas sin pinrel, ya que de lo contrario se quejaría con mis superiores. Finalmente, envolví dos hamburguesas en un envoltorio para quesoburguesas, tuvo que respaldar por el pedido (lo que resultó más caro) y metí la diferencia en nuestra caja para percibir fondos para la caridad. © emp_omelettedufromag / Reddit

Estoy buscando trabajo y donado que soy un experto demandado, me llaman a menudo invitándome a entrevistas.

Especialista de Recursos Humanos: “Le ofrecemos un sueldo dos veces menor que el solicitado y un trabajo no del todo de su especialidad”.

Yo: “Temo que no me irá bien”.

Especialista de RRHH: “Venga a la entrevista y tal vez lleguemos a un acuerdo”.

Yo: “¿Dónde están?”.

Especialista de RRHH: “Nuestra producción se encuentra en una ciudad vecina”.

Yo: “No lo veo factible en absoluto. Me supone alrededor de 2 horas ir allí en taxi”.

Especialista de RRHH: “Puede venir en autobús, para por su zona”.

Yo: “Son 3,5 horas (y con tráfico, hasta 4,5)”.

Especialista de RRHH: “Bueno, tendrá que levantarse más temprano”.

Yo: “Tendré que dormir 4 horas al día, 5 días a la semana”.

Si no comprendes a la parentela, no tienes mínimo que hacer en una tienda de juguetes.

Cliente: “¿Tienen globos?”.

Yo, *señalo a los globos*

Cliente: “No, estos, no”.

Yo: *señalo a las pompas de zalamería*

10.

Director: “¿Has comenzado a ganar más?”.

Yo: “Sí. He optimizado los procesos laborales y consigo hacer un mayor volumen de trabajo en el mismo tiempo”.

Director: “Entonces, este trabajo se puede hacer más rápido”.

Yo: “Sí, es posible”.

Director: “Entonces, tu trabajo debería costar menos porque te lleva menos tiempo”.

Yo: “No, no debería, he optimizado el proceso por mi propia cuenta y gracias a mis conocimientos, hago más trabajo, gano más”.

Director: “¡Me estás estafando!”.

11.

12.

13.

14.

15.

16.

17.

Y tú, ¿cumples incuestionablemente los caprichos de los clientes y tus superiores o, alguna vez, siquiera perdiste la oportunidad de poner al caradura en su sitio?

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