#directo a la playa
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Hoteles en Playa del Carmen Quinta Avenida
Hoteles en Playa del Carmen Quinta Avenida: Puedes disfrutar de la tranquilidad, actividades nocturnas, familiares en un solo lugar. En este apartado te hablaremos de algunos lugares que te encantaran. 5 hoteles ubicados en la Quinta Avenida de Playa del Carmen Características más destacadas: Hotel La Tortuga: Este encantador hotel boutique se encuentra en el corazón de la Quinta Avenida y a…
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Puerto Viejo | Enzo Vogrincic
road trip con tu mejor amigo
friends to lovers
*si hay algún error por favor déjame saber!
Llevabas días sin ver a tu mejor amigo. Los cielos grises de Uruguay te impulsaron a tomar una decisión repentina: escapar a un país tropical. Sin previo aviso, decides llamar a Enzo, tu mejor amigo, quien aparentemente se encontraba en Madrid. “Che, ¿cuándo piensas bajar por acá?” le preguntas. Enzo, con un tono preocupado y algo asustado, responde: “Mirá, capaz que en una semanita ando por ahí. ¿Está todo bien? ¿Cómo venís vos?” Tú, intentando mantener la calma, le respondes: “Tranqui, todo está bien... estaba pensando en organizar algo para cuando llegues, tal vez hacer un pequeño viaje a Costa Rica o algo así, si tienes tiempo, claro." Después de un prolongado silencio, Enzo, profundamente pensativo, te responde: “La posta es que tengo la agenda a full, pero obvio que me muero de ganas de verte... mirá, mejor te mando la guita y vos comprás los boletos para una semanita, ¿dale?” Tú aceptas con entusiasmo, preguntándole: "Enzo, pero ¿cuándo caés exactamente?" Enzo, aún pensativo, te dice: "Me parece que caigo el próximo viernes, así que sería mejor que compres el mío directo a San José y allá nos vemos, ¿te va?" Aceptas la propuesta, aunque con cierta confusión, y le preguntas: “¿Y no vas a sacar ida y vuelta a Montevideo?” Y él, con toda la seguridad del mundo, te responde: "Nada, comprá solo el pasaje a San José, yo me encargo de arreglar las cosas en Montevideo." Con un simple "Dale", aunque todavía con un poco de cabeza en el aire, das por terminada la charla.
Después de dos semanas, te encontrabas en el aeropuerto de San José esperando la llegada de Enzo. Mirabas tu celular con cierta ansiedad, dado que no lo habías visto en varios meses. Enzo, ahora una estrella del cine, estaba sumamente ocupado y rara vez encontraba tiempo para reunirse contigo. Así que, mientras esperabas en una esquina de la salida del aeropuerto, sentías una sensación inusual hacia tu mejor amigo, como mariposas revoloteando en tu estómago. La última vez que habías sentido algo así fue cuando eras adolescente y tenías un flechazo con un amigo de Enzo, pero nunca antes con él. Por lo tanto, realmente no sabías cómo iban a desarrollarse las cosas durante este mini viaje con tu mejor amigo en Costa Rica.
De repente, sale Enzo de la salida y te saluda efusivamente, "¡(Y/N)! ¿Cómo estás? ¡Te extrañé un montón, pero mirá qué grandota estás!", te dice mientras te abraza fuerte y te planta un beso en la mejilla. Tú, con una sonrisa de oreja a oreja y un leve sonrojo, le respondes a tu mejor amigo, "¡Ay, loco, pero vos sí que estás grande ahora! ¿Qué te ha pasado? ¡Y ya no estás flaco, ahora estás gordito!", bromeas. Enzo te mira con una sonrisa sarcástica y pregunta, "¿En serio estoy gordo o me estás chamuyando?" Tú, rápidamente, lo tranquilizas, "¡Estás re lindo, mejor?!" Enzo asiente satisfecho, "¡Mejor, mejor!"
Entonces, una sensación de nostalgia y déjà vu te invade mientras lo observas. Después de un momento, le dices con entusiasmo, "Bueno, vamos por el auto." Enzo, sorprendido, exclama, "¿No me digas que rentaste un auto?" Tú lo miras con complicidad y le respondés, "¿Te olvidaste quién soy? ¡Claro que renté un auto!" Ambos se encaminan hacia el auto y, Enzo, quien entre risas comenta, "Ah, ya entendí, yo manejaré, ¿cierto?" Tú le guiñas un ojo y respondés con seguridad, “Obvio”.
Al subirse al auto, Enzo enciende el Google Maps y se ponen en camino hacia Puerto Viejo, en la zona caribeña. Tú, con tus lentes de sol y lista para la playa, decides poner "Ojitos Lindos" de Bad Bunny y Bomba Estéreo. Aunque Enzo no sea un gran fanático del reguetón, lo cual te duele en el alma, como buena amiga, te importa un bledo y pones lo que te da la gana. Sin embargo, sabes que Enzo, en su interior, está en modo playero y listo para el jolgorio.
Lo observas y notas cómo su cabello ondea con el viento, luciendo absolutamente encantador en su desorden. Luego, tus ojos se deslizan hacia los brazos de Enzo en el volante, notando cómo sus venas resaltan y lo suaves que se ven sus brazos. Te dan ganas de tocarlos y besarlo, pero en lo más profundo de tu ser sabes que para Enzo, tú eres simplemente su mejor amiga.
Con la música a todo volumen, le gritas a Enzo, "¡Che, tengo que ir al baño! Para en una estación de servicio". Sin embargo, Enzo te responde, "¡Loca, habíamos planeado ir directo al Airbnb, no tengo tiempo". Tú le replicas, "¡Boludo, de verdad necesito ir al baño!" Enzo te mira riendo y te dice, "Bueno, tres minutos y nos vamos". Tú lo miras con incredulidad y le respondes, "Ay, dejate de joder y esperame tranquilo, ¿entendiste?" Enzo, con una sonrisa encantadora, te dice, "Entendido".
Al llegar a la estación de servicio, sales corriendo de manera cómica hacia el baño y Enzo, riéndose, te dice, "¡Corre, corre, que te come el coco!" Terminas en el baño y regresas al auto, sacándole el dedo medio a Enzo, quien te devuelve el gesto con una sonrisa.
Esta vez, después de tanto rogar, Enzo te pide que pongas Enanitos Verdes, pero como buena amiga desobediente, decides poner "Chulo" de Bad Gyal, Tokischa y Young Miko, y comienzas a cantar la letra a todo pulmón para deleite de Enzo: "La cadena le brilló en lo oscuro|Huele a Baccarat, fumándose un puro|Tiene cara que en la cama te da duro|Yo sé, papi, que tú eres muy chulo". Ambos se unen para cantar el coro, gritando "¡Chulo! ¡Chulo!" a todo pulmón mientras recorren la costa del Caribe hacia Limón.
Finalmente llegan al Airbnb, que está literalmente en medio de la nada, en la jungla, con un estilo hippie donde los extranjeros parecen pasarse el día fumando hierba. Enzo te mira con seriedad, mientras tú te ríes como una loca y le dices: "Tranquilo, esto es solo por una semanita, como dijiste". Enzo te mira, luego dirige el volante hacia la entrada del Airbnb, que resulta ser una cabaña de bambú, y te dice sarcásticamente: "¡Boluda! ¿Se te olvidó mi relación peculiar con los mosquitos?" Tú lo miras sorprendida y admites: "¡Loco, olvidé comprar repelente!" Enzo, con calma y madurez, responde: "Vi un mercado en el camino, nos detenemos ahí más tarde y compramos algo". Tú, como una niña emocionada, le dices: "¡Dale!"
Al entrar al Airbnb, emocionada abres la puerta de la cabaña, siendo tú quien tiene la llave. Pero, al abrir, lo primero que hacés es tirarte a la cama como un sapo. Sin embargo, después te das cuenta de algo: solamente hay una cama. Y le decís a Enzo: “¡Ay loco! Vas a tener que dormir en el piso, yo te presto una almohada”. Pero Enzo te mira con una sonrisa pícara y te dice, en tono coqueto: “Pero, yo quería dormir con vos”. Después de un largo silencio, te ponés colorada como un tomate y parece que Enzo se da cuenta, cambiando rápidamente de tema diciendo: “Eh… vamos al mercado, que ya veo que no hay nada en la cocina”. Te levantás rápidamente de la cama como un resorte y le decís: “¡Vamo’!”
Cuando te disponías a subir al auto, Enzo te hace una señal de que no, y te dice: "(Y/N), es caminando, ¿no te diste cuenta?". Tú le respondes: "Ni idea, no vi nada". Enzo te mira seriamente y te dice: "Loca, está a menos de cinco minutos". Tú, con apuro, comienzas a caminar rápidamente y le dices: "¡Vamos, vamos!"
Ambos caminan juntos por el exuberante estilo de la jungla, el verdor y la vida salvaje los rodean mientras se dirigen al mercado. El silencio de la naturaleza los envuelve, solo interrumpido por el suave susurro de las hojas movidas por la brisa y el canto de las aves. Tú observas a Enzo con admiración, maravillándote de cómo se sumerge en la belleza natural con su cámara vintage. Él captura imágenes de todo lo que encuentra a su paso: las intrincadas formas de las plantas, los adorables osos perezosos columpiándose en las ramas, los coloridos pájaros que revolotean entre los árboles. Mientras tanto, tú lo observas con cariño, pensando en lo hermoso que es Enzo y en cómo parece fundirse con el entorno.
De repente, Enzo gira hacia ti, con el lente de su cámara apuntando en tu dirección. Instintivamente, volteas rápidamente como si estuvieras fascinada por una pequeña flor amarilla que apareció de la nada, tratando de disimular tu sorpresa. Enzo, con una sonrisa traviesa, te toma una foto, luego otra. Cuando finalmente volteas hacia él, lo encuentras un poco nervioso, como si temiera haber sido descubierto.
Finalmente, llegan al mercado de estilo hippie, pero de repente, te tropieza con una columna debido a una piedra que no viste. Rápidamente, Enzo te sujeta firmemente de la cintura, preocupado, te pregunta con tono suave: "¿Estás bien?" Nerviosa por la manera en que te agarró, respondes en voz baja: "Sí, gracias".
Una vez dentro del supermercado, lo primero que hacen es comprar el repelente, algunos jugos, vinos, frutas, papas fritas y algunas chucherías para no morirse de hambre. Después de pagar, se dirigen de regreso al Airbnb, que ya está oscuro. Enzo enciende la fogata mientras tú preparas los vasos de vino. En un momento tranquilo, Enzo te agradece por haberlo invitado, diciendo: "Gracias por invitarme, (Y/N), realmente necesitaba estar contigo en un lugar así". Tú, ya bastante nerviosa por las mariposas revoloteando en tu estómago, le dices: "Te extrañaba mucho". Enzo, con una sonrisa tierna, te abre los brazos para que lo abraces y te dice: "Ven acá, chiquita". Toda roja y casi a punto de llorar, corres hacia él para abrazarlo.
Mientras se abrazan, puedes sentir cómo Enzo se relaja ante ti, soltando un suspiro tembloroso y suave, al igual que tú. Estar cerca de él te hace darte cuenta de cómo se apoya en tu cuello y respira suavemente, dándote un beso cálido en el cuello. Tú lo miras a los ojos y, sin poder resistirte, lo besas en los labios. Él corresponde al beso y, después de un largo suspiro, te dice: "No sabes cuánto quería estar finalmente contigo así. Te quiero mucho, te re quiero". Tú le respondes: “Ay, Enzo, ¿por qué me hacés sentir así?” Enzo te dice: "Porque siento lo mismo".
#enzo vogrincic#enzo vogrincic fic#enzo vogrincic x reader#society of the snow#fanfic#la sociedad de la nieve#my writing#uruguay#latina#spanish#argentina#necesito que enzo actúe en más pelis#agustín pardella#matias recalt#Spotify
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* MISION #011: Every breath you take, they'll be watching you...
LOCACIÓN: Cayo Castaway. FECHA: 29 de junio al 3 de agosto de 2024. ¿tienes alguna duda? VISITA EL CALENDARIO (ON ROL).
Después de una semana navegando por las aguas cristalinas del Mediterráneo, el crucero de Disney finalmente ancla en un paraíso mediterráneo: Cayo Castaway. El sol brilla intensamente, reflejándose en las aguas turquesas que rodean la isla privada, creando destellos de luz que parecen bailar sobre las olas. A tu alrededor, los demás estudiantes de la academia, vestidos con ropa ligera y cómoda, se preparan para desembarcar, emocionados algunos días donde no haya trabajo y misiones en las cuales pensar.
El aire está impregnado del aroma salado del mar y el sonido de las olas rompiendo suavemente contra la orilla se mezcla con el bullicio de los pájaros exóticos que habitan la isla. Las palmeras se mecen lentamente bajo la suave brisa, ofreciendo una bienvenida cálida. A medida que alcanzas la playa, descubres un grupo de profesores esperándote para darte la bienvenida. Crystal, Seoyeon, Samuel y Piers, están reunidos bajo una pérgola de madera adornada con flores.
—Bienvenidos a Cayo Castaway, aspirantes —exclama Crystal, sin rodeos, con su habitual seriedad y enfoque directo.—. Por los próximos cinco días, esta isla será el escenario de las próximas pruebas de habilidades físicas y mentales.
Seoyeon, siempre meticulosa y cuidadosa al hablar, toma la palabra a continuación. Sus ojos brillan mientras mira a los estudiantes.
—Para esta ocasión, nos dividiremos en dos únicos grupos. Las mujeres, serán coordinadas por la profesora Somsri y yo,—explica con delicadeza—. Mientras que los hombres, se encontrarán en las manos de los profesores Jeong y Campbell. Aunque los detalles se les brindará a lo largo del día, les prometemos que habrán evaluaciones para todes, independientemente de sus fortalezas.
—Es por eso que consideramos que este entrenamiento no sólo es una prueba de sus habilidades, sino también una oportunidad aprender cómo poner en práctica nuestras fortalezas para beneficiar a nuestros grupos,—dice Samuel, con su voz grave y poco seria—. En otras palabras: trabajo en equipo.
Finalmente, Piers, con una sonrisa sarcástica, cierra la bienvenida con su estilo jocoso.
—Disfruten de la belleza de este lugar y de la compañía de sus compañeros —dice con un guiño—. Sabemos que están aquí porque tienen el potencial para ser grandes detectives. Como diría mi estimado Samuel, un buen detective debe estar preparado para todo… menos para el movimiento del barco, claro, —con una carcajada franca se aparta algunos pasos de Samuel, quien muestra una sonrisa tensa y agotada.
No era secreto para nadie que el viaje en crucero le había obligado a ausentarse algunos días, se rumoreaba que a causa de mareos recurrentes.
—Como decíamos, —retoma Crystal, carraspeando con fuerza, mientras Seoyeon niega suavemente con la cabeza a su lado.— Acompáñennos. Todavía es temprano y no podemos desperdiciar tiempo.
Sin más les dio la espalda, esperando ser acompañada por todes, y desplazándose hacia un camino surcado por vegetación y palmeras altas. Desafortunadamente para algunos, todo aparentaba que no podían bajar la guardia todavía... Pero estaban en todo un paraíso en tierra, ¿qué tan fuertes podían ser las evaluaciones en un lugar así?
OOC.
¡Bienvenides sean a Cayo Castaway!
Antes de la última parada del crucero, fueron invitades a subirse a un barco más pequeño, y que también podría aumentar un poco el mareo de les aspirantes y profesores, para comenzar su camino al nuevo punto de la misión.
En la isla, se alojarán en el prestigioso Cayo Castaway Resort, que se divide en dos grandes áreas gemelas: la este y la oeste. Mientras que los chicos se alojarán en el este, las chicas utilizarán el área oeste. ¿Por qué esta separación? Nuevamente nos enfrentaremos a la guerra de géneros.
Los profesores quieren su revancha, están molestos después de los últimos resultados en Finlandia. Por lo tanto, también por fines tácticos, no se pueden sorprender hombres en el área de las mujeres ni viceversa, sólo podrán encontrarse en espacios comunes, que precisaremos en las locaciones para rolear.
Además, no sólo deberán hacerse cargo de armar una estrategia de ataque, también deberán aprender a subsistir, incluso en medio del lujo. ¡Estas no son vacaciones! Actualmente, el resort está completamente vacío, por temporada los trabajadores se encuentran de vacaciones. Así que deberán hacerse cargo de la limpieza y la cocina como equipo, ¡esperamos que sepan repartirse estas tareas! Habilitaremos dos grupos de Discord, uno para chicos y otro para chicas, donde podrán organizarse para enfrentar la dinámica.
La misión esta vez constará de dos partes: una de lógica/estratégica y otra física. Durante los siguientes días, daremos una narración del campo de batalla, 10 personas por equipo deberán responder un formulario referente a la información que les entregaremos. El promedio que obtengan, constará del 50% de la nota final.
Por otra parte, la dinámica física será a través de dados por Discord, donde 10 aspirantes deberán usar sus habilidades motrices para enfrentarse en una guerra de pintura (Paintball). El puntaje que obtengan corresponderá al 50% restante del puntaje total.
Por esta vez, y debido a su desempeño, absolutamente todes tienen las mismas comodidades respecto a sus habitaciones. Una habitación amplia individual con vista a la piscina del Resort.
Podrán ambientar sus interacciones en alguna de las siguientes localidades.
Piscina: Pueden relajarse en una de las reposeras del Resort, también compartir algún trago del bar libre habilitado (¡qué no te descubran los profesores pasade de copas!). Podrán nadar, descansar, compartir alguna comida en una zona común lejos del bullicio que son las habitaciones. Cuidado con el sol, dicen que está pegando más fuerte que nunca últimamente, ¡a echarse protector antes de sumergirse en el hermoso paisaje! Es bueno, en ocasiones, mezclar un poco de trabajo con placer.
Laguna artificial: Durante la mañana, la tarde o la noche, dicen que las caminatas por la laguna artificial son simplemente maravillosas. Se escuchan los pájaros nativos cantar a todo pulmón, el sonido del viento contra las palmeras y el correr del agua entre las rocas y las dos cascadas artificiales que armaron a los costados. La naturaleza también puede ser imitada, esta laguna logró hacerlo a la perfección.
Playa: ¡No hay nada como la arena y las cálidas aguas! ¿No es así? Tendrán a su disposición algunos artículos con los que podrán disfrutar de su estadía, una heladería de la que pueden sacar lo que se les plazca, ¡no olviden dejar nuevamente todo en su lugar! Si prefieren relajarse con una vista maravillosa, hay reposeras repartidas por todos lados, pero no olviden echarse bloqueador.
Multi canchas: Hay cuatro multi canchas habilitadas para su uso, una de baloncesto, una de tenis y dos de fútbol (una abierta y otra cerrada). La cancha de fútbol abierta será utilizada para probar los instrumentos de Paintball, así pueden ir soltando la mano antes del enfrentamiento final. A su disposición tendrán todo lo que necesitan para jugar algún partido amistoso (de fútbol, tenis o baloncesto) o para practicar un poco su puntería. No olviden avisarle a los profesores cuando se acaben las bolas de pintura.
Mirador: Sólo deberán caminar algunos kilómetros para encontrarse con un mirador insertado en medio de la naturaleza. Al otro lado de la isla, donde quizás les toque enfrentarse entre equipos, podrán ver cómo las olas rompen contra algún roquerío o el mar avanza sobre la arena a sus pies. Pueden bajar a tocarla, mirarla desde lo alto o continuar su paseo.
Zona de deportes acuáticos: A un lado del mirador, se encuentra la zona de deportes acuáticos, donde podrán sacar motos acuáticas para disfrutar de un paseo por el mar. Pueden rodear la isla si lo quieren, hasta llegar a la zona de residencia, no olviden regresarla al día siguiente a su lugar. ¿Qué mejor para conocer el campo de batalla que mirándolo con tus propios ojos? Aunque sea desde fuera.
TIPO DE STARTERS: Starters abiertos. CÓDIGO DE VESTIMENTA: Ropa veraniega. DURACIÓN DE LA ACTIVIDAD: 10 días, finalización 5 de agosto.
Durante esta actividad tendrán la posibilidad de abrir dos (2) starters privados, para hacerlo deben tener al menos seis threads activos. Además, podrán rolear dos (2) flashback de quererlo.
¡Les invitamos a compartir Las vestimentas de sus personajes y todas las ediciones que deseen! Además, recuerden mantener sus asks con los anónimos desactivados, para evitar situaciones desagradables.
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isa_porahi
¿Si encontraron a Río 🐶 en la última foto? 🤣
Este es el resumen de 1 SEMANA fuera de redes 😌 que bien se siente salirse un poco del mundo virtual y vivir el mundo en vivo y en directo ❣️
Estuvimos en:
👉Minca: un sitio en la Sierra nevada de Sta Marta a 40min de la ciudad, lleno de Ríos.
👉Taganga: una bahía a 5kms del centro de Sta Marta, con una vista ESPECTACULAR.
👉Centro histórico de Sta Marta: es un lugar hermoso que vale la pena conocer.
👉Playa Salguero: acá fue donde dormimos casi toda la semana 😅.
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high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Capítulo 19.
—Creo que con esto es más que suficiente—se quejó arrugando la nariz mientras sujetaba a Zola entre sus brazos, la gata hacía lo posible para escapar del agarre, pues había estado bastante divertida toda la tarde caminando alrededor del hotel.
—No, mira lo roja que tienes la nariz—replicó Alana mientras le aplicaba otra generosa capa de bloqueador solar.
—Creo que prefiero que esté roja a que parezca que me he lavado la cara con coca—dijo Enzo, durante los días que llevaban en la playa, se había rehusado a utilizar protector solar porque no le agradaba la sensación que le dejaba en la piel.
—No seas quejumbroso—dijo Alana cerrando el bote, Enzo le respondió sacando la lengua, Alana no pudo evitar soltar una carcajada, en verdad parecía que el chico había hundido su cara en cocaína—. Se va absorber rápido—dijo intentando tranquilizarlo.
Enzo rodó los ojos y siguieron caminando, se encontraban explorando la parte trasera del hotel, en donde se encontraban dos gigantescas piscinas y un montón de sillas de playa y camastros, a unos metros estaba el océano completo para ellos.
—Auch, ¡Zola!—gritó con dolor, la gata acababa de encajarle las agarras por al menos tercera vez seguida.
—Déjala en el suelo, no se escapará—ordenó Alana, la gata tenía puesta una pechera y correa, ya había estado caminando un buen rato sin problema alguno, sin embargo, de un momento a otro Enzo se preocupó de que la gata fuera a huir directo al océano—. Es inteligente como su madre—dijo con tono de superioridad.
—Ya, y también es idiota como su padre—dijo Enzo, aún así colocó la gata en el suelo y sujetó la correra fuertemente.
—Tiene complejo de perro, no pensé que le gustaría estar así—rió mientras observaba a Zola, la gata caminaba tranquilamente por la arena, como si hubiera pasado toda su vida en la playa a pesar de su corta edad.
—Estoy seguro que alguien acaba de fotografiarnos, ¿crees que somos malos padres por traer a una pobre gata a la playa?—preguntó Enzo con tono de preocupación.
—¡Por supuesto que no!—replicó Alana—. Mírala, se la está pasando increíble.
Enzo sonrió con cariño ante la imagen, la conexión entre ellos era casi palpable.
Pero entonces, en una fracción de segundo, una gaviota voló cerca de la superficie del mar, probablemente buscando comida, Zola se volvió loca y corrió con tanta fuerza hacia el océano que la correa abandonó la mano de Enzo.
—Mierda, mierda—exclamó Alana, las personas alrededor miraron con gracia la escena, no podía decir lo mismo de Enzo, su novio lucía como si estuviera apunto de sufrir un infarto.
—¡Zola! ¡Vení para acá!—gritó como nunca lo había escuchado, con un tono bastante agudo y femenino a decir verdad y sin previo aviso corrió directo al océano—. ¡Gata mala!
—Tranquilo, sabe nadar—gritó Alana con todas sus fuerzas mientras ahuecaba su boca con las manos para que su voz fuera más audible.
—¡De nada sirve si una ola se la lleva!—replicó Enzo sin voltear a verla, ya se encontraba dentro del agua y estiraba el brazo intentando recuperar la correa.
Alana miró la escena con mortificación, dejó la bolsa de playa y se adentró al mar a pesar de no llevar traje de baño.
Zola maullaba con fuerza mientras nadaba intentando permanecer en la superficie, aún así, tenía ese ligero brillo de diversión en sus ojos mientras huía de Enzo.
—Está disfrutando esto—se quejó Enzo con la respiración agitada mientras movía los brazos fuertemente para alcanzar a la mascota.
—¡La tengo!—exclamó Alana sujetando la correa, jaló a Zola, sin embargo de una zancada, esta brincó al pecho de Enzo, el cual la tomó con fuerza para recuperarla.
Se escucharon algunos aplausos y risas, Alana apretó los labios con vergüenza, eso definitivamente estaría por todo Twitter.
—Retiro lo dicho, somos pésimos padres—dijo regresando a la orilla del mar.
Zola iba de lo más tranquila en los brazos de Enzo.
—No te lamas, estás llena de sal—la regañó mientras caminaban de vuelta al hotel, no necesitaban decir que no les apetecía seguir al aire libre después de lo ocurrido.
—¿Crees que le haga daño?—preguntó Alana con nerviosismo, no podía evitar sentirse culpable por lo sucedido, pues ella había incitado que la gata caminara por la arena, intentó alejar la cabeza de Zola de su lomo, para evitar que siguiera lamiendo, pero esta le respondió con un rasguño.
—Definitivamente no es bueno—respondió Enzo.
—Es mi culpa—dijo Alana con arrepentimiento, tomó una toalla de la bolsa y la colocó sobre Zola, la pobre gata no dejaba de temblar del frío.
—Aunque la tuviera en mis brazos todo el tiempo, ambos sabíamos que algo así sucedería, es culpa mía por sugerir sacarla de la habitación en primer lugar.
—Al menos fue divertido mientras duró—dijo Alana mientras ingresaban a la habitación.
—Hay que bañarla para que se le quite la sal—dijo Enzo quitando la correa, Zola corrió a revolcarse a la cama.
—Sí, tienes razón—apoyó la idea, tomó a Zola entre sus manos, Enzo ingresó al baño para inciar la bañera.
—Nunca había bañado un gato—confesó Alana.
—Nunca había tenido un gato—añadió Enzo sentándose a lado de ella y volviendo a revisar la temperatura del agua.
Irónicamente, Zola parecía más asustada del agua de la tina que la del océano, tanto Enzo como Alana estaban haciendo lo posible para quitarle la sal del cuerpo, pero resultaba imposible y 5 minutos después, ambos tenían los brazos repletos de rasguños.
—Eso no está funcionando—se quejó Alana mientras evitaba que la gata saltara de la bañera por quinta vez—. Yo creo que ya no tiene sal, con esto es suficiente—dijo intentando convencerse a sí misma.
—Amor, no hemos podido enjuagarla nada, tenés más agua encima vos que ella—resopló Enzo echando la cabeza hacia atrás, era su último día en la playa y ninguno había imaginado pasarlo de esa manera—. ¿Sabes qué? La llevaré al vet que está acá en el hotel para que la bañen ellos—dijo simplemente.
—¿Hay veterinario aquí?—preguntó Alana entredientes, juraba que el ojo le estaba temblando.
—Ehh, sí, nos lo dijeron cuando nos dieron el recorrido, ¿no te acordás?
—¿Y qué hacemos nosotros intentando bañarla?—se quejó elevando la voz.
—Pensé que nos ayudaría a reforzar nuestro vínculo con ella—dijo Enzo con obviedad, a veces olvidaba que Enzo en verdad veía a Zola como una hija.
—Llévala tú, yo voy a cambiarme—respondió Alana de mala gana, en realidad no estaba enojada con él, sólo agotada.
—Vámonos Zola, mamá explotará en cualquier momento—dijo Enzo tomando a la gata y saliendo de la habitación, Alana rodó los ojos, se cambió y se echó en la cama.
Tiempo más tarde, Alana abrió los ojos lentamente, apenas Enzo y Zola habían abandonado la habitación, había caído en un necesario y profundo sueño.
—Perdona, ¿te desperté?—preguntó Enzo suavemente mientras le bajaba el volumen a la televisión.
—No—respondió—. ¿Llevo mucho tiempo dormida?
—Unas dos horas, aún no me llaman para recoger a Zola—dijo Enzo.
Se quedaron viéndose unos segundos en silencio, hasta que ambos rompieron en risas al mismo tiempo.
—Qué desastre—exclamó Alana carcajeándose mientras se llevaba las manos a la cara.
—Creo que a la próxima hay que conseguir niñera—dijo Enzo con el mismo tono, sujetó las manos de Alana y las apartó de su rostro—. Voy a extrañar estar aquí con vos—dijo en voz baja, Alana sonrió lentamente.
—Yo también—dijo con nostalgia, los últimos días habían sido maravillosos, le había encantado estar en medio de la nada sin preocupaciones, empujó lejos la idea de que al día siguiente tendrían que volver a casa, Enzo retomaría las grabaciones, Alana la escritura y claro, tenía que buscar una nueva editorial.
—¿En qué tanto pensás?—preguntó Enzo apartando un mechón de su cara, se encontraba arriba de Alana, sin apoyar por completo su cuerpo para no lastimarla, pero sí lo suficiente para que pudiera sentirlo.
Alana tomó una gran bocanada de aire y se dispuso a hablar, Enzo la escuchó con suma atención.
—Estoy preocupada por el asunto de la editorial, ¿qué si no consigo una nueva?—preguntó con miedo, Enzo le acarició el rostro, lo cual fue suficiente para que sus temores se calmaran un poco, tenía el poder de hacer que sus miedos se esfumaran.
—Amor, estoy segura que lo harás, sos la mejor escritora del mundo—dijo él, Alana apretó los labios, sabía que eso no era verdad, pero eso no quitaba que se sintiera importante al saber que Enzo la consideraba tal—. ¿Por qué no te publicas independientemente?
—Aunque el proceso de publicación es más sencillo, la distribución será más complicada—respondió ella, en los primeros años de su carrera había sido una escritora independiente, y aunque había aprendido bastante durante ese tiempo, la idea de volver a eso la atemorizaba.
—Bueno, no pensemos en eso ahora, ¿vale?—sugirió Enzo, Alana asintió y estiró el cuello para besarlo, demostrando lo mucho que apreciaba su apoyo.
Los labios de Enzo la recibieron tan familiares como siempre, suaves y estableciendo el ritmo, Alana llevó sus dedos hacia el cabello de él, haciendo que él soltara un jadeo ahogado al toque de manera casi instantánea, hace un tiempo había descubierto lo mucho que al chico le gustaba que Alana jugara con su cabello, y desde entonces, no paraba de hacerlo.
Enzo profundizó el beso, dejando que su lengua entrara sin previo aviso a su boca, ella la recibió gustosa, Enzo la tomó del cuello para poder llegar aún más profundo y firme, Alana movió sus piernas para rodearlo de la cintura y sentir su cuerpo aún más cerca, no podía obtener suficiente.
No sabe cuánto tiempo estuvieron en esa posición, besándose ferozmente y restregándose el uno contra el otro, pero supo que era demasiado cuando sus respiraciones se encontraban más agitadas de lo normal, se separó un poco de él para tomar oxígeno, encontrándose con la mirada dilatada de Enzo, tenía la boca entreabierta y el cabello más despeinado que de costumbre.
—Te quiero tantísimo—se escuchó a sí misma decir, nunca había sido una persona que hablara mucho en ese tipo de situaciones, pero desde que estaba con Enzo, eso había cambiado.
Todo había cambiado.
—Te quiero—respondió Enzo hundiéndose en su cuello, Alana gimió y comenzó a tirar la camisa de él para quitársela, pasó las yemas de los dedos a lo largo de toda su espalda, sintiendo como sus músculos se contrarían ante el toque y el movimiento de sus caderas, minutos más tarde ya no había capas de ropa separándolos.
—Mierda—maldijo cuando sintió a Enzo bajar por su cuerpo depositando besos por todos lados, hasta llegar a su zona más sensible, sabía la manera adecuada de tocarla y besarla para que ella fuera un completo desastre y no pudiera hacer nada más que gemir y balbucear.
Alana elevó las caderas hacia la cara de él y cuando estuvo apunto de venirse, él separó su boca, haciendo que ella soltara un sonido de queja.
Enzo la tomó de la cintura nuevamente y ella repitió el movimiento, haciéndole entender que le daba permiso de ingresar, lo sintió llenándola por completo de un sólo deslizamiento, Alana soltó un grito más fuerte de lo que esperaba, haciendo que Enzo riera.
Cada embestida se sentía mejor que la anterior, el sexo nunca había sido algo primordial para Alana, pero justo en ese momento, sintiendo a Enzo llenándola por completo, sintió que podría pasar toda su vida en esa posición.
La habitación se llenó de los sonidos que los dos emanaban, sus cuerpos chocando, las respiraciones agitadas y los gemidos de ambos, Enzo no temía en demostrar lo bien que él también se estaba sintiendo, lo cual resultaba la cosa más excitante del mundo.
Cayó desplomado en su cuerpo cuando ambos terminaron, Alana sentía que su alma se le había ido y se encontraba suelta por ahí, nunca se había sentido tan querida como en esos momentos.
—¿Estás bien?—preguntó Enzo arrastrando su cuerpo para abrazarla—. Tu mente parece estar en otro lugar—Alana salió de su trance para mirarlo fijamente.
—Creo que podría estar contigo para siempre—confesó, la expresión de Enzo se rompió en una sonrisa genuina y depositó un beso sobre los labios de Alana, demostrándole que él pensaba lo mismo.
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Tal vez ir a la playa de noche sea muy mundano.
O ir a ver las auroras sea muy lejano.
Tal vez estoy pidiendo demasiado.
O tal vez me estoy dejando llevar como cualquier enamorado.
Lo que si es cierto es que se a donde quiero ir. Mi brújula no falla, me muestra el camino directo a ti.
Existe un magnetismo en cada persona.
Por eso cuando se encuentra al ideal no hay nada que los haga detener. Caemos dispuestos a servir a su merced.
Esas ansias de compartir pensamientos, y hacer que tu voz se escuche como un eco.
Que retumbe en tu acompañante, y que te haga sentir importante.
Y que la noche sea testigo de este precioso instante.
- Ideas poéticas
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Noche de Paz
By Aris
"Se me olvidaron las papas". Manuel vuelve tarde del trabajo en la víspera de navidad odiándose a sí mismo por olvidar comprar una bolsa de papas duquesa para la cena. Va harto de todo y de todos, pero al llegar a casa recuerda que la vida no es tan mala, ya no. Oneshot Ecuchi, 2.114 palabras ao3
«Se me olvidaron las papas», seguía recriminándose Manuel, agarrado firmemente al pasamanos sobre su cabeza para que los tambaleos del vagón entre las interminables curvas de las vías, los frenazos nerviosos del conductor, o los empujones de la gente que se apretujaba con bolsas y cajas de regalos intentando abrirse paso al interior no acabaran por tirarlo al piso.
Lo estuvo pensando toda la semana: ir a comprar una bolsa apenas saliera del trabajo, pero entre las demandas y prisas previas a días festivos y la locura de fin de año que se apoderaba del mundo lo olvidó por completo. Todos los días.
Entonces ahí estaba, la tarde-casi-noche del veinticuatro de diciembre camino a casa desde el trabajo, y sin papas duquesas en la mano o en el refrigerador. Consideró la posibilidad de pasarse al super a ver si de milagro quedaba alguna solitaria y despreciada bolsita al fondo de los congeladores, entre las croquetas de garbanzos y not-pollo, pero conocía demasiado bien la naturaleza de sus conciudadanos como para hacerse ilusiones. Aparte que a esas alturas ya estarían correteando a todos fuera del recinto, apagando la música y luces y escondiendo a los señores que cortaban el queso y la carne. Así que debía hacerse a la idea de que no habría papas duquesa para la cena de navidad.
Una señora le pisoteó los pies en su arremetida para hacerse con un asiento vacío y Manuel se tragó las ganas de hacer algo más que mirarla feo. Ya estaba bastante cabreado como para empeorarlo peleándose con una vieja en el metro. Solo quería llegar a su casa y que el día se acabara. Que las fiestas y el año se acabaran de una vez.
Estaba harto, y todo era culpa de recursos humanos, por dejarlo sin aguinaldo y luego hacerlo cubrir el turno para que sus compañeros con hijos pudieran salir con “la familia”. Como si él no tuviera una de esas. Realmente, las infografías del departamento de inclusión las tenían de adorno en los muros… En fin, la cosa es que iba harto, sopeado y apestoso por el calor de Santiago, en un vagón repleto de gente igual de apestosa, enojada e histérica por sus compras de último minuto, e iba a llegar a su casa con todo ese enojo y desprecio pegado al cuerpo a ponerle mala cara a Francisco y a su cena sin papas duquesa. Y más molesto se sentía. Porque Panchito no se merecía ser el recipiente de su frustración y mal humor. No cuando los idiotas de recursos humanos ya le habían arruinado a su novio el fin de semana familiar en la casa de playa de Rodrigo y Fernanda del que había estado hablando las últimas semanas.
A diferencia suya, a Francisco sí le hacían ilusión estas fechas y las esperaba con entusiasmo y gran dedicación, vestigios de su crianza en una mezcla de la más pura liturgia católica y propaganda gringa. Y es que Manuel nunca acabó de tragarse ese discurso de “paz y amor” y “el espíritu de la navidad” que vendían las películas al por mayor de Hallmark, si no hasta que pudo pasar las fiestas en casa de los Burgos. Dejando de lado los rezos y lecciones bíblicas gratuitas, la vida familiar de su entonces mejor amigo apareció ante él como todo eso que había deseado tener mientras crecía, y no podía negar que sintió un poco -o más bien mucha- envidia al presenciar en vivo y en directo la suerte que tenían esos pocos niños que crecían en familias funcionales. Para Francisco, la navidad eran luces de colores y cantos junto al pesebre; juegos y risas correteando con sus hermanos por la casa; largas pláticas decorando el árbol o las galletas y tartas que horneaba su papá; enormes, alegres y bulliciosas reuniones familiares repletas de cariño y una armoniosa coexistencia que acababa con todos esperando la siguiente oportunidad de estar juntos. Para Manuel, significaba días eternos en la tensión constante de esperar a que algo saliera mal y todo le explotara en la cara; sombrías cenas en frío silencio y un nudo en la garganta que le dificultaba tragar el insípido pollo asado o lo que sea que Rayén consiguiera luego de salir tarde del trabajo; subirle el volumen a la tele para aplacar el sonido de los gritos y portazos a su espalda; sonrisas forzadas para una fotografía que le recordaría por siempre lo miserable que se sentía en ese momento; dormirse escuchando el llanto ahogado de su madre en la otra habitación y la pesada ausencia del innombrable. Claro que había algunas pocas cosas que valía la pena recordar, como la manito de su hermana que se aferraba firmemente a la suya en un gesto de mutuo aliento mientras caminaban por las calles iluminadas compartiendo un helado; las pequeñas lucecitas de colores danzando lentamente entre las tiras de plástico verde del árbol de navidad que lo hacían sentir en calma; las doradas y humeantes bolitas en el tazón de cristal al centro de la mesa en casa de su tía que se deshacían sin esfuerzo en su boca…
Las puertas se abrieron y Manuel forzó su salida hasta alcanzar las escaleras eléctricas y la calle. El aire arriba era un poco menos sofocante, y la leve brisa que se formaba debajo de los árboles de la plaza le ayudaba en la tarea de disipar esa inoportuna corriente de pensamiento. «Todo eso está en el pasado».
En su breve y lento paseo por el barrio también se distrajo mirando las pocas casas que se habían molestado en colgar decoraciones para la vista de los transeúntes. La mayoría de sus vecinos compartía su escaso entusiasmo por sumarse al espectáculo público, salvo un par que parecía odiar tanto al resto como para intentar provocarles un ataque epiléptico. Seguro había algo al respecto en el reglamento. Para cuando alcanzó el final del pasaje se encontraba mucho más relajado y se permitió un momento antes de entrar para admirar su casa desde la calle.
«Es bonita», pensó. Chica, y no llama mucho la atención, pero es bonita, con un suave color crema y marcos oscuros que hacían juego con la reja. Francisco había colgado unas guirnaldas con muérdagos en las cornisas y una corona de hojas en la puerta. Una cascada de tenues luces amarillentas cayendo del techo y un puñado de estacas que simulaban copos de nieve en las jardineras iluminaban la fachada y a la virgencita que Manuel poco a poco había aprendido a querer. Algo sutil y discreto, porque sabía que a él no le agradaban la pompa y las pistas de aterrizaje, y mucho menos querría tener gente pegada a la reja sacando fotografías o historias para Instagram.
Apenas deslizó la llave dentro de la cerradura del portón, la Negra levantó la cabeza y comenzó a mover la cola desde su camita junto a la puerta. Manuel no podía evitar hablarle como bebé cuando hacía esas cosas.
—Hola, mi niña ¿Me estaba esperando? ¿O es que hizo una maldad y me la tiraron pa’ fuera?
La perrita solo agitó más su cola en respuesta, haciendo que su trasero la acompañara. Manuel no escondió la sonrisa al verla. Mientras él volvía a poner el seguro su mascota finalmente se levantó de la cama estirándose perezosamente y fue a pegar la nariz contra la madera de la puerta, esperando a que le abrieran.
—Adelante señora. —dijo acompañándola finalmente dentro de la casa.
De inmediato lo golpeó el olor a especias y vino blanco del pollo que Francisco tenía cocinándose en el horno, la canela y jengibre de las galletas de hace unos días ya completamente opacadas.
Yo quisiera poner a tus pies
Algún presente que te agrade señor…
Hay un villancico resonando en toda la planta, Manuel supone que de esa lista navideña que armaron entre los dos en Spotify y en la que agregó el soundtrack de Duro de Matar solo para molestar. La sala y comedor están iluminados únicamente por las luces del árbol y la aldea navideña sobre el estante con la loza buena, algo de claridad de la cocina colándose en la habitación y desde donde también le llegaba la voz de Francisco cantando, con esa voz suave y quebrada hecha para los boleros y valses tristes que tanto le gustan al castaño.
Más tú ya sabes que soy pobre también
Y no poseo más que un viejo tambor…
Hay algo en la canción que imprime cierto acento a la voz de su novio, será la convicción cristiana o esa emoción profunda que solo despiertan las memorias felices, que Manuel llega a sentir el nudo en la garganta y humedad en los ojos por la ilusión nostálgica que le provoca escucharlo. Pero es una buena sensación esta vez, que lo calma, así como las diminutas luces titilantes del árbol a su costado.
«Todo está bien ahora. Ya está bien».
—¡Oh! Bebé ¿Y tú cuándo entraste?
La intromisión de la perrita detuvo el canto de Francisco y Manuel, ya habiéndose sacudido suficiente de la pesadumbre que acarreaba del mundo exterior y su forzoso paseo por los recuerdos, decidió que era hora de unírseles en la cocina.
—Fui yo. —dijo, arrastrando los pies hasta Francisco para darle un rápido beso en la mejilla antes de desplomarse contra su ancha espalda y abrazarse a su cintura por debajo del delantal de cocina. Siempre era un gusto pegársele así, incluso con el olor a ajo, pimienta o lo que fuera—. ¿Me la tenías castigada o qué onda?
—Claro que no. Estuvo casi todo el día saliendo y entrando hasta que quiso quedarse afuera. Supongo que estaba más agradable que aquí junto a los hornos.
Comenzaron a mecerse lentamente en un suave vaivén, la cabeza de Francisco inclinada levemente sobre la de Manuel que descansaba apoyada junto a su cuello.
—¿Cómo estuvo el día? —preguntó Francisco luego de un rato así acaramelados.
—Jum, pudo ser peor. —Admitió, sin ánimos de ahondar en más detalles—. ¿Y tú?
—Estuvo tranquilo. Entregué temprano los pedidos que me faltaban y pasé a recoger la encomienda de tu mamá luego de almorzar con mis papás, antes de que salieran a lo de Rodri. Dejé los regalos que nos dieron debajo del árbol.
—¿Seguro que no quieres ir con ellos? Podemos buscar pasajes para mañana temprano. —Ofreció nuevamente.
—Que sí, Manu. Vienes llegando del trabajo, estás cansado. Y yo también lo estoy después de hornear todo el día. Esta vez de verdad prefiero que nos quedemos aquí, tal vez ver una película en el sillón los tres y dormir hasta tarde mañana. Con los niños gritando y dando vueltas allá será imposible. Ya los veremos para año nuevo. —aseguró Francisco, frotando su mejilla contra la suya para acabar de tranquilizarlo.
—Okey. —aceptó Manuel, depositando un par de besos en su cuello—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó, por fin reparando en la bandeja frente a Francisco y las pelotitas que en ningún momento había dejado de hacer.
—Ah. También pasé al mercado luego de que me escribieras, pero no quedaba ninguna de las papas que querías, así que… uhm, las busqué en Youtube.
Manuel se lo quedó mirando un instante, luego a las bolitas en la bandeja y finalmente de nuevo a Francisco, una sonrisa cada vez más grande formándose en sus labios. Sí que podría llorar ahora.
—… Espero que estén buenas. —Dijo finalmente Francisco, algo nervioso por la insistente atención y la extraña mueca en el rostro del otro. Pero no le duró mucho luego de que su novio lo atacara a besos y acabó riendo por la efusividad y las cosquillas que le provocaban los labios y el aliento de Manuel sobre su piel.
—Te amo. Te amo tanto, tanto, tanto, tanto… —repetía Manuel una y otra vez.
—Y solo hacían falta unas papas jajaja.
Más tarde esa noche, mientras acababa lo último de la panacota con la cabeza de Francisco sobre su hombro, la Negra mordisqueando uno de sus premios entre sus pies y el rostro verde y peludo de Jim Carrey en la pantalla de la televisión, Manuel miró el bonito centro de mesa sobre el mantel rojo, los platos verdes y cubiertos dorados que de alguna forma se veían bien juntos; miró el árbol con sus lucecitas danzando lentamente, así como lo hicieron con Francisco poco antes de servir la cena bajo una canción estilo jazz que ninguno de los dos tenía idea de cómo bailar; miró a Francisco estirar la mano disimuladamente para alcanzarle un trocito de asado a su perrita y la cola que se meneaba alegremente; y se sintió contento.
Eso era todo lo que siempre había querido. Una noche tranquila, y paz.
#latin hetalia#ecuchi#lh: chile#lh: ecuador#fanfic#our post#our posts#domestic fluff#hurt/confort#Family dynamics#family issues#Manuel tiene traumas#Pancho es un ser de luz#lo terminé algo tarde pero es con amor
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Villa Mary Jane
Villa en Providenciales - Provo, Islas Turcas y Caicos
¡Un favorito de los huéspedes de TC Villas! Esta villa frente al mar cuenta con un diseño atractivo y moderno, construida justo en la hermosa costa norte de Providenciales, Turks & Caicos. La única villa frente al mar en el exclusivo vecindario Villas at Blue Mountain, MaryJane ofrece a los huéspedes su pequeño pedazo de paraíso. El elegante concepto de vida abierta de la villa combina a la perfección con el paraíso tropical envolvente que la rodea. Amplios asientos interiores y exteriores, que incluyen una terraza con vista al mar con una pequeña playa, crean el escenario para una experiencia relajante.La Villa MaryJane se encuentra a 30 pies sobre el nivel del mar y ofrece vistas idílicas de sus alrededores. La terraza de la piscina ofrece muchas zonas de sol y sombra y cuenta con una atractiva piscina infinita con espectaculares vistas elevadas. Hay wifi disponible en todas partes, incluso en la terraza con vistas al mar.
Su conveniente ubicación lo coloca a 5 minutos en automóvil de 10 restaurantes, supermercados y el vecindario Turtle Cove, donde puede encontrar Grace Bay Beach, recorridos y excursiones, y más. Ubicada en una comunidad privada con generador de respaldo para toda la casa, MaryJane es una adición bienvenida a nuestra familia de villas cuidadosamente seleccionadas.Los huéspedes pueden disfrutar de un increíble esnórquel desde Blue Mountain Hills hasta Turtle Cove. Encontrará acceso directo al arrecife a través del acceso a la playa de Villa Stark (a 5 minutos a pie) en el área de Blue Mountain. ¡A solo 20 pies de la costa se encuentra un mundo submarino mágico repleto de vida marina! Asegúrese de traer o alquilar su equipo de esnórquel. Tenga en cuenta que un cuidador "invisible" en el lugar reside en un apartamento independiente en el lugar.
#youtube#viajes#hotel#viaje y turismo#de viaje#turismo#viajemos#un viaje a la vida#viajera#Turcas y Caicos#Islas paradisiacas
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Hoy pensé en ti, mientras guardaba papeles de colores y moños tornasol, con las manos frías, la nariz fría y el alma fría. Pensé que te podría preguntar sobre el frío, sobre las tormentas en el mar viciosas y grises o sobre como sabe la sal directo de tu piel.
Pensé en ti cuando recordé que la sal no tiene olor. En teoría no, pero pensé en ti y en tu juventud, en tu cabello revuelto y tu rostro dorado por el sol, y pensé que si tal vez la sal tuviera un olor serías tú.
Solo tu podrías contestar mi pregunta, una sirena bilingüe que vivió en una isla toda su adolescencia.
¿Es verdad que la sal no tiene olor? ¿Que la brisa del mar no arrastra ese aroma a sol, playa y amor?
Nunca he ido al mar. Solo tu podrías decirme, si tus besos saben a sal.
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historia de una bruji
¿Qué te gustaría más, ser una universitaria común y corriente o una bruja rica y super famosa?
“Un documental sobre una chamana de veinticinco años busca romper estereotipos”. Este título (del diario Korea Times) es un resumen apático pero justificado de Una chica que sueña con el tiempo de Hyuck-jee Park (Girl Who Dreams about Time, es el título en inglés; la peli es de 2022). Sujin es una bruja, que vive en la montaña con su abuela. Tienen un altar, en el que se comunican con los dioses, y resuelven problemas de los vecinos, gracias a la adivinación. Básicamente su vida está consgrada a la religión local, su calendario, ritos, etc. Cuando Sujin decide irse a la ciudad, empiezan los problemas. Otro título sería: “Una bruja va a la universidad y se cruza con la problema de la conciencia indígena”.
Todxs lxs que vimos cine comercial coreano alguna vez estuvimos en contacto con estas chamanas, y su mundo de espíritus y fantasmas. Pero de una forma dislocada. Es un elemento integral del pop coreano y tiene sus fuentes en el cine de posguerra.
Solo que esta no es una típica película de terror, donde un personaje de ciudad debe versela con espiritus y aparecidos. Esta es una película sobre una bruja que dirige su altar, hace limpias, adivinación, da asesoramiento... Una verdadera profesional. Y la perspectiva de la película es igual de profesional. No tenemos acceso al aspecto sobrenatural o trascendente, sino a la forma de trabajar de Sujin, como si se nos mostrara la rutina de unx albañil. Sujin y su abuela preparan el material de los rituales hablando de cualquier tema. Los productos que ofrecen en el altar son productos de supermercado (paquetes de golosinas, etc.) En un momento van de compras a un mercado de brujas, como los que hay en tantas ciudades latinoamericanas, cerca de una playa donde se le hacen plegarias a un dios del mar.
Su trabajo de bruja está integrado en su vida cotidiana, hasta que le toca ir a la universidad. Entonces debe abandonar a sus dioses. Y el conflicto es ese, la disputa entre su marco cultural tradicional (encarnado en la abuela) y el mundo moderno de la universidad: a simple vista, es la abuela es la que tiene problemas con su nueva vida. En el fondo podría ser al revés.
Ahí está el asunto etnográfico propiamente dicho: no en la descripción de rituales y creencias, sino en el relato de las asimetrías culturales que el personaje debe enfrentar.
El problema de la peli es el trauma de la movilidad social (y geográfica) de tantxs migrantes internxs de zonas rurales, que al entrar en contacto con la ciudad sienten que la cultura nacional (lo que se enseña en las universidades, por ejemplo) es una cultura ajena. En la facultad, el profesor habla de los clásicos confucianos y Sujin se aburre, se distrae. Su contacto con los dioses es más directo, pero también más tenue.
La película convierte el conflicto entre la vida laica de Sujin y su cultura rta en una guerra de posiciones, con mucho lugar para la invención lateral. Dentro del conflicto, hay zonas de no conflicto: momentos con la abuela, un poco de maldad cuando tiene que dar malas noticias a sus clientes.
Ahora, el contraste entre el mundo de los espíritus y el mundo de la ciudad, sus instituciones educativas, sus bares y su vida laica, este contraste en la película tiene una solución secular justamente porque su foco es la vida encantada que llevan Sujin y su abuela.
Las representaciones que la religión indígena hace de la salud y la enfermedad, del destino, los ancestros y la muerte, en la cultura laica solo podría aparecer como espiritismo, como cine de fantasmas. Que fue como muchxs conocimos la presencia de estos temas en el cine coreano.
La abuela le advierte que si se va definitivamente al mundo laico, los dioses van a enojarse. Que es como si dijera: si te vas a la universidad, lo que tenemos por delante es una película de terror, en la que los espíritus que has traicionado van a correr a buscar justicia. En cambio si te quedas, nos quedamos todxs contentxs en el ámbito del cine documental, investigando las creencias, los rituales, nos damos una panzada de descripción etnográfica donde vemos cada sección del ritual de manera abierta, prestándole atención a la forma pero también a su construcción material. Por ejemplo cuando van a comprar pescado seco para meterlos un paquete estilo tamal, con ropa de la persona sobre la que se quiere efectuar un beneficio. También escuchamos los tambores de cobre que se usan en un ritual, y que tienen un eco que suena como una guitarra distorsionada. Pero todo este estudio, el del cine documental, justamente es laico. Aunque su tema sea la relación de una abuela y su nieta con los dioses.
Esta es la inversión que hace de esta película un caso particular: para que la película secularice su propio abordaje de la religión indígena, ella debe renunciar a la vida secular.
El mundo de la ciudad no tiene lugar para los espíritus, y la cultura oficial no tiene lugar para lxs migrantes, forzadxs a abandonar sus propias normas y asimilarse. La segregación étnica produce la conciencia indígena, y la segregación de las chamanas en el mundo laico y sus instituciones produce cine de terror: lo que todos vemos en películas donde el mundo moderno de la ciudad aparece acechado por el mundo de los fantasmas (como un síntoma).
El documental de Hyuck-jee Park trata de operar sobre esta asimetría, al describir un movimiento inverso al de la segregación (el movimiento de le documentalista, de la ciudad al campo).
Al final Sujin abre un canal de Youtube y los ancestros se quedan en paz, respondiendo a las consultas ávidas de la clientela.
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La sexualidad y las mujeres
Que carajo pasa en el mundo de hoy? Hola si que tal, año 2023, siglo XXI, feminismo empoderadisimo, Argentina es tri-campeón mundial (muchaaaachos) y aun así parece que las mujeres tenemos que seguir disculpándonos, o sintiéndonos culpables por querer coger?! (Si dije coger, big deal!).
Hace poco empece a chatear con un Irlandes, lo conocí en una app de citas (primera puta vez que le doy una oportunidad a estas cosas), el tipo a mis ojos es LA bomba! Pelo negro, ojos azules, gracioso, lomazo!! y, como dije antes, Irlandes (lo cual para mi es un big big big plus).
Anyway, la cosa es que comenzamos a chatear y chiste va chiste viene (porque realmente acá ninguno de los dos en ningún momento se comprometió con una conversación verdaderamente seria) la cosa se empezó a encender (bah, a picantear), el tipo me provocaba, de esa forma medio sutil medio explicita en la que a mi me gusta ser provocada, y por su puesto que yo no me voy a amedrentar y voy a responder! Hello! Soy Argentina, sol en Aries y ascendente en Leo, sabes el RE TRUCO que te voy a cantar?!
Un detalle que me olvide de mencionar hasta acá (ademas de lo espectacular que estaba para mi ese muchacho) es que el tipito vive a tres horas en tren! Repito TRES-HORAS-EN-TREN …. Si todo bien, es una hermosa zona de playa y mar acá en Italia (ah si, en este momento estoy viviendo en Italia) pero no esta en el top que yo hubiera decido visitar en el weekend de no ser porque el bebo vive ahi.
Teniendo todo esto en cuenta, esta clarisimo, clariiiisimo que yo no me iba a andar con rodeos y cuando el flaquito propuso encontrarnos y pasar un finde en sus pagos (así lo puso, y no, no le llevo casi nada de tiempo hacerlo), obviamente que deje mis intenciones bien claras: yo a vos te quiero comer! Okay lo admito, no fue ni tan cortito, ni tan al pie, y mucho menos tan sutil, simplemente subí un poco mas la apuesta de la charla ya de por si hot que estábamos teniendo, pero es que no hay chances que yo me vaya a ir a la loma del orto para que juguemos a la cenita y cafecito románticos llenos de preguntas de esas de las primeras citas (las cuales detesto btw) y después me vuelva a mi casa (repito treeees hooooraaaas) llena de ganas y sin descargo porque acá en Europa las nenas no tienen relaciones en la primera cita (aunque así lo quieran) y los hombre “te respetan” y por tanto “te esperan”. NO WAY! Soy latina señores! Tengo sangre, y tengo deseos, y los quiero satisfacer!
Y aca es donde la diversion empezó a encontrar baches en el camino, el sexting no tardo mucho en llegar (si, se fue de las manos, hubo fotos y todo - sin cara, ni marcas/lunares, ni tatuajes chicas please! - pero que hermosas fotos por Dios!) y mientras yo la pasaba bomba al comprobar que los dos disfrutábamos de las mismas cosas y que estaba igual o mas bueno bajo la ropa de lo que se veía vestido, a él parecería que las dudas, inseguridades, machirulismo (ni siquiera se como llamarlo) empezó a atacarlo, pues como dije antes “las nenas bien no se supone que nos comportemos así”, y con ello aparecieron las preguntas, primero de forma “sutil”: “o a vos te gusta mucho el sexo en general o es que te gusto yo”, después ya mas directo: “haces esto siempre?”, “cuanto hace que no tenes relaciones sexuales?”, “quiero tratar de entender con que frecuencia lo haces”, “ni siquiera nos conocemos, como puede ser que me quieras?” (as in “I want you”, sexually) …. Y después aun mas preguntas “me querías coger desde el mismo momento que matcheamos no?”, “estas buscando casual sex o un marido irlandés?” … Que se yo irlandés, que se yo?! Hasta hace dos segundos estaba buscando una buena sesión de auto placer mientras alimentaba mi fantasia con tus mensajes hasta que vos elegiste el peor de los timings para volcar tus dudas!!
Y ojo, no es que diga que no tiene derecho a preguntar o querer saber cosas, le doy la derecha en que se anime a expresarlas (cof cof ego masculino) pero saben una cosa, si yo fuera hombre no hay ni una minima pizca de chance que me tenga que enfrentar a ninguna de esos comentarios o cuestionamientos, pues mi genero si podría estar haciendo libremente estas cosas!
Ahora, yo podría decir que estas cosas la verdad que no me afectan en lo mas mínimo pues estoy plenamente orgullosa del ser hermosamente sexual que soy, pero no es así, al toque empece a freekear: que me deje llevar muy rápido y ahora iba a ser por siempre vista como la “fácil”, que se iba a arrepentir porque quien quiere tener sexo con la “promiscua” y se iba a bajar del plan, que había dado demasiado muy rápido (el dio mas lo juro … ven! Hasta acá me estoy justificando!!) en fin, mi cabeza entro en un espiral del que no parecía poder salir, ansiedad en su maxima expresión, y todo porque? Porque me gusta disfrutar del sexo con quien y como yo decida hacerlo así sea que a la persona la conocí hace muy poco en una app? Sinceramente me parece un montón, y aun así no pude evitar que me afectara.
Una cosita que quiero agregar aca …. El irlandés puede haberme hecho esas preguntas, si, pero el jamas dejo de mostrar interés o hizo comentarios o tuvo acciones que me dijeran realmente o directamente que porque avance rápido no quería nada. Todas estas sensaciones e inseguridades salen solitas y desde mi cabecita, capaz por experiencias o rechazos pasados, lo tengo que analizar fuertemente, pero no es de aca. Entonces si ahora estoy dudosa o con miedos es por mi no por el (aunque si, fue el quien hizo las preguntas que me llevaron a este lugar, maldito patriarcado).
Aun no se que va a pasar con este chateante, me encantaría decir que me chupa lo que suceda pero creo que ya quedo bien en claro que yo quiero 1.000% que esto se de, pero aun si no es el caso, y a pesar de mi ansiedad y miedos, hay algo que nadie me va a quitar y eso es que me anime a esta nueva experiencia que tan rara, acartonada e incomoda me resulta y por eso estoy muy orgullosa. Y les digo mas, si este nene se tira para atrás pues es su perdida por cagon, enjuiciador, machirulo porque se va a estar perdiendo un minon (si me dije minon y todas nos tendríamos que decir lo mismo a nosotras mismas de vez en cuando), alguien con quien podría pasarla espectacularmente a nivel sexual y mantenerse entretenido entre las pausas. En lo que respecta a mi, yo no le ruego a nadie, sera lo que tenga que ser, puede que mi ego y orgullo resulten heridos o enaltecidos pero me abro a recibir lo que venga con la sola condición de bajo ningún concepto dejar de ser yo en ningún momento porque un garche lo puedo ganar o perder pero si me pierdo a mi misma en el proceso e intento de agradar a alguien pues eso si que seria una verdadera y grande desilusión.
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Luna de Miel
Promt: 07 - “Do you recognise this? / ¿Lo reconoces?”
Fandom: Safir
Ship: AtFer (Ateş Gülsoy / Feraye Yilmaz)
Audiencia: E
TW: none
≻───── ⋆✩⋆ ─────≺
Las últimas 24 horas fueron un vendaval en la cabeza de Feraye, llegó un punto en el que dejó de preguntar a dónde, cómo y por qué porque sabía que Ateş solo le iba a pedir paciencia y que la sorpresa le iba a gustar. Antes de partir, se pudo poner una ropa más cómoda, y Hazal le dio una bolsa de mano con sus pertenencias, la abrazó y le prometió que le iba a gustar muchísimo donde iba a ir. Ella tenía sus dudas, pero bueno, por lo menos estaría lejos de dolores de cabeza por unos días. Además, su marido de mentiras le había prometido que Yaman no iba a molestarlos porque se había encargado de dar pistas falsas a toda su familia para que les dejasen en paz.
Según acabó su boda salieron de allí como alma que lleva el diablo para ir directos al aeropuerto para coger un pequeño avión privado que los llevase a destino. Allí tampoco le dijeron donde irían. Pero al llegar al aeropuerto de destino Feraye vio algo que le llamó la atención.
—Ateş, ¿eso es el mar? —A Feraye le brillaban los ojos de emoción. —Sí. Tu padre me dijo que te gusta mucho el mar y que nunca lo has visto, —le lanzó una mirada cómplice—, y me pidió que te lo enseñara. —He estado en Estambul, así que el mar lo he visto. Pero no me he bañado el mar… Un momento ¿Nos vamos a meter en el agua? —Si quieres, sí.
En ese momento a la chica se le fueron todos los males ante la perspectiva de que iba a meter los pies en el mar y disfrutar un poco de la situación. El avión aterrizó sin problemas, salieron del aeropuerto y se subieron al coche que les estaba esperando, para llevarlos a su destino final: Çeşme.
Después de casi dos horas llegaron a una pequeña villa con vistas al mar y una hermosa cala privada. Conocieron al personal que les iba a atender esos días y se dispusieron a explorar la casa.
—Deberías dormir, apenas has pegado ojo en el avión o en el coche. —Ateş se acercó a Feraye cauteloso. —La verdad es que ahora tengo mucha adrenalina entre la boda y el viaje, prefiero explorar un poco la casa y luego ya veremos… —Feraye se sentía como si estuviera abriendo los regalos de su cumpleaños, tenía la misma emoción.
Subió a la parte de arriba de la casa y escogió uno de los cuartos con vistas al mar, que casualmente era la habitación principal, tiró su bolsa encima de la cama y se fue a mirar por el balcón. Las vistas eran espectaculares, todo lo que alcanzaba a ver era mar y cielo azul, la brisa era refrescante y no dejaba que el calor derritiese las ideas. Cuando miró hacia el jardín vio que Ateş estaba preparando una mesa con comida.
—¿Ya es hora de comer? —Feraye habló muy alto. —Pensé que tendrías hambre, ¡baja! Come algo y después iremos a la playa —Ateş llevaba unas gafas de sol y sonreía al hablar. Se había vuelto a cambiar de ropa, Feraye se preguntaba de donde sacaba tanta ropa si solo tenía un bolso de mano como el de ella. Llegó a la conclusión de que dobla mejor la ropa y le entra más en un espacio tan reducido.
La chica bajó y disfrutó de la comida pero, acordándose de la noche antes de la boda, pensó que ya era hora de que él le contestara algunas preguntas.
—Ateş… ¿Por qué te has casado conmigo? —Ya te lo dije, mi abuelo quería casarme con Bade Bakircioglu y yo no quería. Dije que estaba saliendo con alguien y que me casaría con quien yo quisiese no con quien ellos quisieran. Y dio la casualidad de que apareciste tú y me pareció buena idea pedírtelo para ayudarnos a los dos. —¿Se lo hubieras pedido a otra si yo no tuviera este problema? —Feraye se señaló su inexistente barriga. —No. Hubiera buscado otro modo de zafarme de la boda, pero no me hubiera casado con nadie más. Me casé contigo por respeto a tu padre y porque conocemos a la gente de nuestra tierra. Me jode decir esto, pero aquí que una mujer sea madre sin estar casada es un estigma. —Lo sé. Pero aun así no dejo de preguntarme si hay algo más para que me pidieses matrimonio así, tan a la ligera. —Feraye se comió una aceituna de manera distraída. —Bueno, ya que tú me contaste tu historia es normal que yo te cuente la mía. —Ateş sonrió misterioso—. La verdad es que cuando éramos niños me tenías loco y no me hacías ni caso. Estaba muy triste. —Pero… —Feraye no sabía qué decir—¡Anda ya! Me estás vacilando… —No, para nada. Siempre miraba con envidia a Yaman y Okan que estaban siempre molestándote y jugando contigo. Incluso cuando llegó Aleyna, tan repipi ella, que jugabais los cuatro en el jardín. —¿Por qué no jugabas con nosotros? —Feraye se inclinó hacia delante en la silla, atenta a las palabras del chico. —Porque soy el mayor de los Gülsoy, porque tenía otras responsabilidades, porque no debía jugar, porque… —Ateş cerró los ojos con tristeza y cuando los volvió a abrir eran dos losas de azabache negro —. Porque tenía que ser así. —¿Algún día me contarás todo lo que escondes? Siento que tienes una piedra dentro de tu alma del tamaño de una montaña que no deja de molestarte. —Quizá, tenemos mucho tiempo para que me conozcas y te cuente mis secretos. No tengamos prisa. —Deja, no digas eso, —Feraye golpeó la mesa con los nudillos de la mano, luego hizo lo mismo con los dientes y mientras hacía eso se tiraba del lóbulo de la oreja izquierda, para ahuyentar el mal fario—, que en las pelis cada vez que alguien dice eso se muere de manera irremediable y se queda sin contar lo importante. —Ante la ocurrencia de la chica Ateş se rio a mandíbula batiente—. No te rías, que esto es serio.
Acabaron los dos riéndose muchísimo para después recoger la mesa e irse, como planearon, a pasar la tarde en la playa. La tarde en la arena fue magnífica: Feraye se bañó en el mar, anduvo por la arena todo lo que pudo, se compró un helado y lo disfrutó al máximo mientras Ateş admiraba cada una de las acciones de la chica, hacía tiempo que no veía a nadie disfrutar de algo tanto como Feraye de una tarde en la playa.
Cuando llegaron a casa estaban agotados de todo el trote que llevaban encima. Subieron a la planta superior de la casa y allí se despidieron.
—Buenas noches, Ateş. Si quieres mañana cambiamos los cuartos y tu duermes aquí y yo en el cuarto de los invitados. —No hace falta, descansa que te hace falta. Hasta mañana, Feraye.
Ateş cerró la puerta tras de sí y ella hizo lo propio con la puerta de su habitación. Se puso un pijama cómodo, dejó la puerta del balcón entre abierta para que entrase un poco de brisa y se metió en la cama, estaba tan agotada que se quedó dormida ipso facto.
Alrededor de las dos de la mañana empezó a formarse una tormenta en frente de la costa de Çeşme, comenzó con una lluvia fina y constante, pero de repente el viento empezó azotar con fuerza haciendo que la puerta del balcón de la habitación de Feraye empezasen a abrirse y cerrarse con fuerza haciendo que la chica se asustase y se despertase casi gritando de la angustia. Ateş se levantó corriendo y fue a ver qué pasaba, entró en la habitación sin preguntar.
—¡Feraye! ¡Feraye! ¿Estás bien? —Fue directo al balcón para cerrar la puerta y luego se sentó en la cama junto a ella. —Sí, sí… Estaba teniendo una pesadilla y luego sonó tan fuerte que me asusté. —Feraye estaba temblando del susto—. Perdona, te he despertado. —No te preocupes, no tienes que pedir perdón. Solo te has asustado, solo era una pesadilla… ¿Quieres contármela a ver si así se espanta el miedo? —El chico sonrió para darle confianza. —Sinceramente no me acuerdo del sueño, solo que corría y corría y alguien me perseguía. —Se estremeció—. Solo quería despertarme y no podía. Ha sido una sensación horrible. —Ya está, ya pasó. —Ateş sirvió un vaso de agua de la botella de cristal que había en la mesita y se lo dio a la muchacha—. Toma, bebe un poco te sentará bien. —Gracias. —Bebió con tranquilidad y dejó el vaso de agua en la mesita. —Deberías intentar dorm…
De repente la luz se fue, Ateş se levantó de la cama y fue a comprobar si había luz en el resto de habitaciones y si “los plomos” estaban bien. Efectivamente todo estaba correcto, debía ser un corte en el suministro a causa de la tormenta. Volvió a la habitación con Feraye.
—Pues no hay luz. Esperemos que vuelva pronto. —Vino con unas cuantas velas que había recopilado de la cocina y las fue dejando por la habitación, encendiéndolas con un mechero que también había encontrado allí—. ¿Estás mejor? —Sí, de verdad. —Bueno, te dejaré descansar, es hora de que me vaya a mi cuarto. Buenas noches. —Espera, ¿te podrías quedar conmigo un rato más? —Feraye no sabe cómo hizo para superar la vergüenza de pedirle eso, pero la verdad es que mientras Ateş se ausentó el miedo de apoderó de ella y no quería quedarse sola. —De acuerdo. Dame un momento.
Ateş desapareció un instante y volvió con una cajita en las manos, se sentó al lado de Feraye y se la dio.
—Quería dártelo mañana, pero creo que ahora es un buen momento. Para que tengas bonitos sueños. —Feraye abrió la caja y se maravilló ante lo que vio—. ¿Lo reconoces? —¡Es mi diseño! Pero Ateş, ¿cómo lo has hecho? —La chica miraba obnubilada la fina cadena de plata rematada con un topacio con unos brillantes alrededor haciendo una sencilla flor. —Quería demostrarte que los sueños se pueden hacer realidad, y que tengo un amigo joyero al que le han gustado tus diseños y creo que podéis hacer un gran trabajo juntos. —¿Cuándo has tenido acceso a mis diseños? —Tuve ayuda de Hazal. Digamos que este es nuestro regalo de boda para ti. De parte de Hazal y mía. —Muchísimas gracias. Es precioso. ¿Me lo puedes poner? —Faltaría más.
Ateş le puso el colgante y se maravilló de lo guapa que estaba cuando sonreía de felicidad y en ese instante juró que iba a hacer que esa chica fuera feliz. Estuvieron un buen rato hablando de todo y de nada hasta que el sueño los atrapó y el amanecer los pilló abrazados y durmiendo plácidamente.
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Bueno les voy a contar lo de anoche también de la puteada que me comí acá en México
Resulta que me putearon en un restaurante gente
Sí
Me putearon acá en un restaurante en México de Tulum
Me dijo un mozo “Que más te traigo?”
Que MÁS te traigo? 🤌
Si no me había traído nada
Y yo le digo “Te pedí hace media hora la orden y me estás preguntando que me traes, ya te lo dije”
Y me contesta “Bueno si no le gusta váyase a comer a otro lado porque si no le gusta como la atendemos acá váyase 🤣
Y la puteada que me echó pero fue terrible 🤣🤌
ME QUIZO BAJAR UN MEXICANO
Imaginesen ya es colmo de los colmos
Me quizo bajar un mexicano
Ya más no me puede pasar
Muy abajo e caído
Entonces como yo le contesto puteandolo también me empezó a putear
UN MOZO DE UN RESTAURANTE DE MÉXICO
Terrible gente
Y yo como estoy con la maldad permanente en la cabeza
Me levanto de la mesa cuando termino de comer
NO ME VOY DEL RESTAURANTE
Me quedo
Como porque deberia irme
para eso vine
Para comer en ese restaurante
No le iba a dar el gusto de irme del restaurante
YO IBA A COMER
Porque a eso vine
Punto
Porque me tengo que ir a otro restaurante si me estaba tomando el pelo ya le pedí la orden hace media hora y me vuelve a preguntar que es lo que quiero que es lo que pedí
No bueno
Después de que me puteó y después de que yo comi pero no se me movió ni un pelo gente
Yo comí como si nada
Eso fue después de la fiesta de ayer en la playa
Terminó la fiesta en la playa y me fui a restaurante directo
Bueno cosa que me levanto con las sobras y le refriego toda la comida en la ropa que tenía colgada en el perchero de atrás
Porque vieron en mis historias que los restaurantes acá son así al aire libre entonces vos por atrás te podes meter y hay dejan colgadas las cosas entonces le reflejé toda la comida pero le manché todo al mexicano mozo puto este
Y me fui como si nada
Y hay vi la negra encuerada del culo aguachento que siguió el Bauti Herrera
Pésimo día
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Tus mejillas.
El sol te da directo en la cara y tus pecas parecen brillos dorados sobre tu piel. Es una experiencia tan gratificante mirarte concentrada en lo tuyo. Te veo sentada en frente mio y todavia no puedo creer todo el tiempo desperdiciado. La tarde de nuestro primer beso llovía tan fuerte y vos me impermeabilizabas bajo tus brazos tan fuertemente que el olor a tierra mojada fue lo único capaz de hacerme recordar el empedrado empapado golpeteando contra mis zapatillas. Cuando tus labios apenas rozaban los míos sentía todo mi cuerpo empieza a centellear con emoción, agarrabas el cincel y lentamente construías la suavidad de nuestro encuentro como si no usaras un martillo mientras tanto, como si tu herramienta fuera el fuerte viento que lima mis asperezas y mis pasados listos (y no tan listos) para ser desechados. Borrón y cuenta nueva para mi vida, desde que tus manos siempre frías acurrucaron mi cuello, enredando mi cabello, callando mis palabras.
Podría traer a colación la cantidad de gin que recorre mis venas, prácticamente vacías de sangre, sin embargo seria una total completa y fatídica mentira. Si pudiese acariciarte las mejillas de esta manera toda mi vida, sacrificaría mis más preciados recuerdos para implantar solo la suavidad que me rodeaba cuando tus brazos se colaban entre mi cintura.
Apenas escuche la bocina del tren, sin embargo, al mirar por última vez en el día tus ojos acaramelados me dieron la pauta de que no iba a ser fácil dejarte ir. A pesar de que sabía las condiciones, uno nunca puede atenerse a las reglas propias del corazón. Un corazón claramente desgastado y harto del abandono que no puede salir del mismo círculo vicioso.
Espero que las cartas, la danza, el gin, las amistades; el jazz y el rock; los blues y el pool; la playa y la ciudad; los paseos en bicicleta y los museos; los libros las películas y los parques continúen amainando la decepción y la dulce espera.
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Especialidades de grabación en Barcelona
Barcelona es un epicentro de la industria audiovisual y ofrece múltiples oportunidades para la grabación de proyectos de todo tipo. Desde la vibrante cultura urbana hasta sus paisajes naturales, la ciudad tiene escenarios que se adaptan a cualquier necesidad de producción. Aquí te presentamos algunas de las especialidades de grabación más destacadas en Barcelona. Barcelona cuenta con una variedad increíble de localizaciones, desde calles históricas hasta playas y montañas, lo cual la convierte en un lugar privilegiado para la grabación de películas y cortometrajes. Las productoras en la ciudad cuentan con equipos especializados y conocimientos para gestionar permisos de filmación y producción en diferentes entornos, garantizando una experiencia fluida para los cineastas. Muchas empresas escogen Barcelona como sede para la producción de contenido corporativo. Ya sean vídeos institucionales, promocionales o entrevistas, las productoras locales ofrecen servicios completos para cubrir todas las etapas del proyecto, desde la conceptualización hasta la postproducción. Además, la ciudad ofrece una infraestructura moderna que facilita la organización de eventos corporativos y la grabación de estos en alta calidad. Gracias a su estética única y su atmósfera cosmopolita, Barcelona es un lugar favorito para la grabación de videoclips musicales. Los artistas pueden aprovechar los contrastes de la ciudad, desde edificios modernistas hasta escenarios urbanos llenos de grafitis, para dar vida a sus proyectos. Las productoras ofrecen soporte en la selección de localizaciones, diseño de vestuario y coreografía, para crear un videoclip con un estilo único y profesional. Barcelona también es una excelente opción para la grabación de eventos en vivo, como conciertos, festivales, conferencias o lanzamientos de productos. La ciudad acoge numerosos eventos internacionales y locales, y las productoras audiovisuales disponen de equipos y tecnología avanzada para transmitir y grabar estos momentos especiales, asegurando la mejor calidad de audio y video. Con su rica historia, diversidad cultural y vibrante vida urbana, Barcelona es el escenario perfecto para la producción de documentales y contenido cultural. Las productoras locales ofrecen servicios completos para la investigación, planificación y producción de documentales, ayudando a narrar historias cautivadoras sobre la vida y cultura de la ciudad. Si buscas realizar un proyecto audiovisual en Barcelona, la ciudad ofrece una amplia gama de especialidades en grabación que cubren desde el cine hasta la producción de eventos en directo. Con sus paisajes únicos, infraestructura moderna y profesionales altamente cualificados, Barcelona es el lugar perfecto para llevar a cabo cualquier tipo de grabación. Puedes estar al corriente de ésta y otras noticias a través de: STRAWBERRY FILMS | Productora Audiovisual Barcelona
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