#dame tus ojos
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like i should be allowed to waste time at like almost 1am to do the latino equivalent of playing nobody by mitski
i truly wish i could do my college career without it being a college thing
#my posts#but this is exclusive to me bc i was a specific stupid pathetic 13 year old bisexual once and it still hits me every once in a while#y cuando te me acercas se acelera mi motor me da fiebre my hago fuego y me vuelvo a consumir y dame solo un beso que me alcance hasta morir#como un vicio que me duele quiero mirarte a los ojos......... luna no me abandones mas tiendo a recuperarme en la cuna de tus crateres.....#hey prof can i not do my midterm im going through it on a way i havent done in a long time. no yeah its gonna be all night and day
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Calmar tu sed pt.2
Mis queridaaaas, les vengo con una segunda parte del fic que tantó le gustó (gracias por hacérmelo saber)
Mucho más desvergonzada que la primera, quedan advertidas.
probablemente el banner más feo que he hecho jamás, perdón
💕Sub!Blas Polidori x f!reader
❤️🔥+18 sexo explícito, blas es aún más insaciable, masturbación, sexo oral, mommy kink
Después de una mañana intensa de trabajo por fin podías relajarte en casa. Bendito horario de verano; la jornada empezaba antes y tenías que madrugar bastante más, pero el paseo hasta la estación al comienzo del amanecer con la brisa de la mañana te daba una tregua respecto al calor sofocante de la ciudad.
Hoy habías picado algo con tus compañeras, así que al llegar a casa ni siquiera tenías que pensar en qué comer. Después de una más que necesaria ducha fría te vestiste únicamente con una fina camiseta de tirantes y unas bragas de encaje, asegurándote de que todo fuera lo más fresco posible.
Recordaste al pasar por delante de la mesa del comedor que tenías que leer un manuscrito antes de que llegase el fin de semana. Habías prometido corregir la gramática del texto para una amiga que estaba iniciando sus andanzas en la escritura, y ya que tú habías hecho una carrera de letras, disfrutabas con ello.
Sin más, te recogiste el pelo aún húmedo por la ducha con una pinza de plástico y amontonaste unos cojines en el cabecero de la cama para leer recostada pero no totalmente tumbada.
La camiseta, además de ser de tirantes era bastante suelta e incluso un poco grande para ti, así que tus pechos amenazaban con fugarse de la tela y las tiras se caían de tus hombros constantemente, pero no le diste demasiada importancia, total, era tu casa.
El sonido de la puerta de la calla abriéndose y cerrándose.
¿Blas había llegado tan pronto?
-¿Amor? – preguntaste alzando la voz
-Sí, mi vida, llegué.
En realidad, habías reconocido el sonido de la forma particular que Blas tenía para entrar, y después, el sonido de sus llaves cayendo sobre el platito de cerámica que teníais junto a la puerta.
A continuación, sus pasos pesados por el pasillo. A Blas le afectaba el calor todavía más que a ti, le agotaba.
Cuando asomó por la puerta quitándose la mochila de la espalda ya te hizo reír con su expresión de sorpresa y su sonrisa.
-Pensaba que los bombones se guardaban en la heladera en verano, che.
Tú reíste ante su comentario-intento-de-chiste.
-¿Qué tal el día, bebé?
-Tch, tch, tch – te quiso silenciar de forma humorística, y, con exageración se pellizcó el puente de la nariz y cerró los ojos a la vez que levantó el índice de forma dramática – no vas a fingir que no te estoy viendo hasta el carnet de conducir desde aquí.
Riendo te tapaste un poco los pechos subiendo tu camiseta, pero uno de los tirantes se deslizó por tu hombro otra vez, dejándote claro que esa prenda ya no servía demasiado para cubrirte, quizás deberías reutilizarla para trapos.
-Y, hace un calor de mil demonios, nene, ¿qué querés?
-Bueno, si me preguntás… - dijo él con media sonrisa sentándose en el borde de la cama y acariciando tu pierna suave.
La verdad es que estaba tan guapo con la camiseta blanca que llevaba…
-Nah, nah, nah – le quitaste la mano de tu pierna como si fuera una mosca de las que molestan en esa época – quietito ahí que nos conocemos y tengo que leer esto, amor.
Blas hizo caso omiso a lo que le dijiste y empezó a juguetear con el elástico de tu ropa interior, pasando el dedo por debajo tentado de bajarlo.
-Blaaaas, sólo dame un par de horas que acabe de leer esto y soy tuya ¿sí? – pediste en tono de súplica.
-¿¡Dos horas!? ¡Pero…!
-Blas – dijiste intentando ponerte seria. En realidad, te estaba costando mucho no reírte ante las pataletas de tu novio. Este se cruzó de brazos y te miró enfurruñado resoplando.
Fingiste no mirar por encima de la pila de folios que sostenías, haciendo como si ya hubieses vuelto sin problema a tu momento de concentración en la lectura. Viste cómo tu novio se acomodaba un poco el pantalón, probablemente ya tenía una incómoda erección; eso te aceleró el pulso. No es que no quisieras, pero estabas muy ocupada y no ibas a adelantar trabajo si te la pasabas en la cama con ese pendejo toda la tarde. Este chico…
Cuando se levantó asumiendo su derrota e iba rumbo a la ducha le paraste.
-Blas, amor.
-¿Sí? – dijo con un tono menos lastimero que antes; a veces tenía que asumir que los adultos con responsabilidades hacían otras cosas a parte de coger, se dijo.
-Podés comer, pero… dejáme leer, ¿ta?
Blas te miró con los ojos muy abiertos como si le hubieses dicho que le esperaba su comida favorita después de estar toda la mañana pasando hambre. Bueno, en realidad, así era.
No perdió tiempo y se quitó la camiseta, dejándote ver ese torso delgado que a ti tanto te encantaba.
Si fuera un dibujo animado ahora mismo se estaría anudando una servilleta al cuello, pensaste divertida.
Se tumbó entre tus piernas poniéndose cómodo. La gran estatura de Blas os había obligado a comprar una cama de gran tamaño para que ambos pudieseis caber en ella.
Como si se tratase de un bombón exquisito, así como te había dicho nada más entrar en la habitación, comenzó a deshacerse de tus braguitas de encaje como si fuera el papel plateado que envolvía su dulce preferido. Las tiró a un costado ganándose una mirada reprobatoria de tu parte, la cual mitigó rápidamente con esa media sonrisa de nene que no ha roto un plato en su vida y por la cual se libraba de todas las veces que querías reprenderle.
Al retirarlas se había dado cuenta de cierta húmeda mancha, pero decidió no decir nada tal y como le habías pedido. Esta vez iba a ser obediente.
Tuviste que hacer uso de toda tu concentración para no gemir cuando sus dedos apenas comenzaron a rozar el interior de tus muslos. Y un carajo ibas a leer tú.
Escondiste tu rostro detrás de los papeles y cerraste los ojos con fuerza. Era un gemido profundo lo que querías dejar salir cuando su lengua caliente dio una primera pasada de cortesía por encima de tu sexo. Sin embargo, sólo te permitiste soltar un suspiro, que esperabas quedase ahogado por el sonido del ventilador del techo sobre vosotros.
Él hizo un ruido de placer al besar y lamer ya sin titubeos tus otros labios.
-Mmmmhhh…
Con una mano, sujetabas la pila de folios, pero con la otra decidiste ordenar los rizos de la cabeza de tu novio, no para marcar el ritmo ni nada de eso, qué va.
La sensación de su lengua era deliciosa, tan húmeda que cualquiera diría que había bebido agua justo antes, aunque que tú supieras, no lo había hecho.
Se introducía en ti con el músculo de su boca, con una fuerza y destreza que te hacía ver las estrellas. No creías engañar a nadie fingiendo leer a estas alturas, pero creíste que era necesario no romper la magia del juego y seguir sin mirar a tu novio.
-¿Está rico, nene?
Blas, que parecía temer que se agotase la fuente de su placer, lamía con auténtica sed entre tus piernas. Pero salió para tomar aire y responder, con los labios y la barbilla húmedos de su propia saliva y tu excitación.
-Sí, mami…
Dios, cómo querías tirar los documentos al mismo sitio donde Blas había tirado tu ropa interior. Doblaste tus rodillas y abriste más las piernas para darle aún mejor acceso.
Notaste - aunque intentabas mirar lo mínimo por si subía la vista hacia ti – como sus caderas se movían, probablemente de forma involuntaria, contra el colchón. Pobrecito.
-¿Y ya estabas muy cachondo? – preguntaste intentando fingir desinterés y casualidad.
Blas asintió con la cabeza, provocando con ese movimiento un pequeño gemido de tu parte.
- Y sí, mami, ya me iba a hacer una paja en la ducha, sabés – dijo rápidamente antes de continuar con su festín, así como uno sale del agua para tomar aire y vuelve a sumergirse.
-Pobrecito… - dijiste en tono de compasión, pasando una página que obviamente no habías leído del manuscrito, habrá que disimular, ¿no?- Pero ya hemos dicho que eso no, mi nene… mami te da lo que vos necesitás, ¿verdad?
Asintió de manera más enérgica y comenzó a dar estocadas en el colchón ya de forma voluntaria, de forma salvaje. Se estaba follando vuestra cama. Gemiste al imaginar como su ropa interior y sus jeans, que no le había dado tiempo a quitarse, se estarían humedeciendo bajo él, eso siempre te había parecido de alguna manera adorable. Soltaba pequeños gemidos mientras se agarraba a tus dos muslos como si su vida dependiese de ello.
-Blasito… la tenés muy dura? – preguntaste como si no lo supieras.
-Sí… - lloriqueó.
-Podés tocarte si querés…
Él te dedicó una mirada rápida como teniendo cuidado de no hacer que te replanteases tu decisión. Después se levantó de un salto y comenzó a bajarse el cierre del pantalón.
Cuando se bajó el bóxer intentaste concentrarte en las palabras escritas que tenías delante, pero fallaste miserablemente. Era un pecado no ver semejante obra de arte de la naturaleza.
Con la mano derecha agarró su miembro y, usando el líquido preseminal que llevaba un rato manchando su ropa, lubricó su punta con alivio, comenzando a masturbarse mientras te observaba aún a los pies de la cama.
Cuando volvió en sí, retornó a su posición, tumbado entre tus piernas, sin embargo, esta vez no lo hizo boca abajo, si no que se recostó de lado, para dar espacio a lo que tenía entre manos.
Aún así no había olvidado su cometido, y apoyó la mejilla en tu muslo, lo suficientemente cerca para poder seguir lamiendo cómodamente mientras conseguía aliviarse con su mano.
-¿Cómo decías vos? Estos adolescentes siempre con la pija dura, ¿no? – dijo con la respiración entrecortada entre lamida y lamida – ¿y que querés mamita? No podés poner a dieta a alguien y después prepararle tremendo dulce…
-Vos ya no sos ningún adolescente, Blasito …tenés- Ahhh!! … un… problema – gemiste sin poder evitarlo.
Él no hizo caso a tu comentario y siguió bebiendo de ti mientras se masturbaba desesperadamente.
Te agarrabas con fuerza a los papeles con una mano y a la almohada debajo de tu cabeza con la otra, no podías más del placer. Si seguía así un par de minutos, ya fue, pensaste.
-¿Puedo, mami? – dijo con voz ronca. No te dijó qué, pero la forma rápida y errática en la que movía su mano y su lengua te dio una idea de qué era lo que quería hacer.
-Sí…. ¡Sí! – gemiste casi gritando.
En un movimiento que ni viste, Blas se incorporó y se colocó entre tus piernas para penetrarte. La exagerada humedad que te había provocado hizo que no tuviese que prepararte primero con sus largos dedos. Antes de que pudieras darte cuenta ya se estaba moviendo dentro de ti, llegando muy profundo y haciendo sonidos que sonaban casi a una queja. Pareciese que no podía ir tan rápido como su miembro necesitaba.
-Mami….!!!
-Venite, mi niño…venite dentro de mami,…todo dentro….
-¡Mami, no puedo más! – gimió y encontró un patrón de embestidas más rápido todavía. Parecía un conejito desesperado entre tus piernas.
Notaste tu orgasmo arrasar dentro de ti, haciendo que te aferrases a su espalda clavándole las uñas.
Un buen grito salió de tu garganta, barriendo consigo todas las tensiones acumuladas de ese día con cada pulsación de tu sexo.
Blas te miró y abrió la boca, como si no pudiese creer lo mucho que le estabas apretando mientras te sostenía entre sus brazos.
-Me vengo, nena… me vengo… - cerró los ojos con fuerza y dejó salir un sonido casi gutural de su pecho.
Después de eso, solo pudiste notar como la corrida que llevaba guardando para ti desde… ¿anoche? ¿no hacía ni doce horas que habían cogido? Llenaba tu interior con fuerza.
Gimió mientras se venía, hundiendo su cara en tu pelo, desparramado por la almohada.
Os tomó un buen rato recuperar el aliento. Ahora ambos estabais empapados en sudor y hechos un completo desastre.
No hacían falta palabras, cuando intercambiasteis la mirada supisteis lo que queríais decir: a la ducha.
Te levantaste con esfuerzo de la cama, como quien se levanta de un viaje muy loco en los toros mecánicos; despeinada, con la ropa movida y sin aliento. Tuviste cuidado de no derramar lo que tu novio había derramado en ti antes de llegar al baño, aunque un poco escapó inevitablemente por tus piernas.
Ya desde la ducha gritaste para que te escuchase en la habitación.
-Si aún querés más vení a la ducha por que luego me tengo que poner a leer sí o sí, ¿ta?
Blas sonrió mientras recogía tus bragas del suelo
-¡Voy!
Agradezco mucho sus comentarios 💕
tags: @madame-fear @deepinsideyourbeing @loveinsprings @lunitt
@lastflowrr @iamjustadoll (como siempre, diganme si quieren que las incluya en la taglist o las borre <3)
#chiquitita-fics#la sociedad de la nieve#society of the snow#lsdln cast#lsdln x reader#lsdln fics#lsdln smut#blas polidori smut#blas polidori x reader
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Ven y dame tu calor, recorre mis temores, lléname profundo con tu ser el corazón, déjame beber de tu miel, empápame con la dulzura de tus ojos, alimenta mis fantasías con las palabras de tu boca, suaviza mis espinas con la yema de tus dedos, conquista mis secretos con la punta de tu nariz y castigame por no perdonarte amor 🖤...
#chica azul#pensamientos#corazon#escritos#pequenosescritores#poesia#tristeza#frases#frases de amor#amor#miedo#melancolia#hombre y mujer#poemas de amor#desamor#te extraño#te amo#lovers#lobo#amor eterno
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Me gustaría que reposes tu mano sobre mis hombros, mi cuerpo, mi corazón, mi alma; sabrás que te pertenezco y, sin dudar, me entregaría a ti porque a través de tu amor existe la suficiente confianza - la que por mucho tiempo he estado buscando -, para caer y saber que estaré a salvo por la certeza de ser atrapado.
Me volvería adicto a tu esencia, como si fueras una droga que me haría vivir un sueño mágico, sempiterno y paradisiaco, del cual nunca anhelaría despertar.
Y que tu comprensión, tu mirada, el destello en tus ojos, la suavidad con la que cargas mis piezas fragmentadas, sean quienes le devuelvan la vida a mis sonrisas, los astros a mi universo, las estrellas a mis noches.
Ahuyenta los miedos que me persiguen con tus caricias. Se mi refugio con la calidez del tiempo que me dedicas.
Seré sincero, eres la única que puede sacudir mis pisos, mis paredes, sin llegar a romper nada.
Hazme sentir que este amor es único, correspondido, etéreo más que placentero.
Dame razones que confirmen que tomé la mejor decisión al convertirte en mis sentimientos y pensamientos.
Y también prométeme que aceptarás mi cuerpo independientemente de las inseguridades, imperfecciones, y cicatrices bélicas que puedas encontrar en él.
Con tu amor, haz que me enamore de mí mismo. Ayúdame a recuperar mis propias fortalezas.
Quiero que seas la única habitante en la tierra de mi corazón, pero recuerda que no es suficiente con tan sólo vivir allí.
Construye ciudades en mí. Cuida mi naturaleza. Aviva mis jardines muertos.
Con tu presencia, conviérteme en un país en el que ames vivir.
-Dark prince
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Dame todo tu amor y dejaras de sentirte sola, te llevaré al lugar donde las estrellas brillarán al igual que tú y veremos el amanecer enfrente de nuestros ojos, cuando sea de mañana nuestro amor seguirá al igual que el sol brillando, no prometeré un amor eterno, pero si uno que sea simplemente de nosotros.
Serendipity
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Especial de garabatos basado en la premisa de "rocma tiene una gran 🍆" las respuestas estan en el final.
Idate:"aah...Shirokuma-chan...solo...dame un segundo..♥︎"
_____________minicomic basado en lo de arriba.
Idate:"te dije que podía manejarlo"
Idate:"¿como se siente? ¿Es bueno?"
Idate":al juzgar por esa mirada en tus ojos,a ti también te gusta ¿no?"
Rocma:" ya cierra la boca!"
Rocma: ¿no era 'esto' lo que querias de mi?"
Rocma:"solo te acepte porque queria ver que tipo de expresión patetica pondrias"
Rocma:"una vez que acabe contigo espero que dejes de buscarme"
---------
Fin.
Se preguntaran ¿que carajo?
Dejenme les explico.
Estas cuotas rocmate estan inspiradas en este dibujo que enconte en Twitter de @shexxrvb 👇
Entonces el contexto seria...como reacionaria idate si rocma tuviese una "pieza extra" Xd
Según yo...
Rocma con pito:existe*
Idate al enterarse:
Rocma:("tks...que persistente...)
Idate:"me gusta todo de la shirokuma-chan ♥︎ eso no va a cambiar!"
#fanart#shipp#okegom#deep sea prisoner#funamusea#rocmate#ice scream#rocma#rocma x idate#rocma/idate#icescreamrocma#ice scream idate#idate#rocmaxidate#idatexrocma#funamuseaart#icescream
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"Déjame cuidar de ti, amor"
Hello amixes! Este es mi pequeño aporte (de 600 palabras más o menos) para el reto que de mi amada Cali @the-californicationist. Hace mucho tiempo que no escribo ficción, o algo que no sea de trabajo, así que puedo estar un poco oxidada.
Aproveché que me he sentido muy estresada y solo quiero que uno de los chicos de COD me cuide. ¡Espero que les guste! Va con mucho amor.
_________________
Era un viernes por la noche cuando llegaste del trabajo, tu cabello húmedo y la ropa goteando porque ¡sorpresa! Comenzó a llover, no habías llevado un paraguas y tuviste que correr por todo el estacionamiento, usando unos lindos pero incómodos zapatos de tacón. Tu semblante era tan feroz como el clima, un ceño fruncido que provocaría un dolor de cabeza más tarde y los labios torcidos en una mueca que no aflojó al oler esa rica loción después del afeitado que tu hombre usaba, las notas de un perfume ahumado embriagaron tus sentidos y condujeron tus pasos hacia el pequeño balcón, donde podías atisbar la poderosa fisionomía del susodicho.
Cuando escuchó el golpeteo de los pies en el suelo de madera pulida se volteó, dejando caer el vaso sobre la mesa de cristal y atrayendo toda su atención. Sus ojos, tan profundos e intensos, bebían el contorno de tu figura mientras te quitabas la ropa mojada, dejándola en el suelo sin importarte que parecieras desesperada.
— ¿Algo que te esté molestando, amor? —preguntó, alisando su regazo y tendiéndote la mano para que pudieras sentarse a horcajadas sobre él.
Suspiraste, dejándote caer sobre su cuerpo robusto y cálido, presionando tu rostro en la deliciosa curva de su cuello. Llevaste las manos a su pecho descubierto por la camisa blanca desabrochada, acariciando los pectorales cubierto de vellos que escondían tiernas pecas y cicatrices tenebrosas por toda su piel tostada luego de haber combatido en numerosas guerras.
—Es esa perra en el trabajo de nuevo, no deja de molestar y mis jefes no hacen nada para detenerla —murmuraste, subiendo los delicados dedos para acariciar el contorno de su mandíbula fuerte.
—Amor, solo tienes que decir la palabra y está hecho. No tienes que seguir trabajando cuando soy más que capaz de cuidar de ti y darte todo lo que necesitas —contestó el mayor, su mano izquierda amasando la carne desnuda de sus muslos, mientras que la otra sujetaba tu cuello y te instaba a mantener el contacto visual.
Como un depredador que acecha a su presa, se inclinó y a su vez te acercó por el agarre en tu cuello, para delinear tus labios con su traviesa lengua antes de devorarte en un beso que inició un incendio forestal desde tu pecho hasta tu vientre. La boca del hombre te bebía como el líquido que yacía olvidado a su lado, mordiendo los labios, chupando sensualmente la lengua y comiéndote con abandono, consumido por la pasión reprimida entre tu estresante trabajo y la pila de informes que le esperaba después de cada despliegue.
—No quiero ser una carga para ti… —afirmaste entre besos, enterrando las uñas en su pecho y acariciando la piel lastimada por la fuerza con la que te sujetabas.
Para ese momento, sus manos callosas y experimentadas dirigían los movimientos de tu cuerpo en su regazo, permitiéndote sentir la fuerza de su virilidad que se presionaba deliciosamente contra tu clítoris vestido. La ropa interior húmeda se pegaba a ese lugar que ardía de deseo por tu hombre, que estaba muy ocupado en convencerte para que fueras una buena ama de casa para él y dejarás de sufrir tanto a manos de un trabajo donde no te valoraban.
—Dame la oportunidad y te daré el mundo eterno, amor.
Sus palabras se escucharon como un ronroneo seductor para tus oídos, acompañado de sus manos tirando de las pocas prendas que tenías para desnudarte a sus ojos y hacerte suya nuevamente, esta vez para siempre, mientras planeaba un futuro donde estuvieras llena con sus bebés regordetes y lo esperaras con los brazos abiertos al retirarse.
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Dame una oportunidad.
Déjame ser yo.
Déjame acariciar tu alma.
Déjame hacerte sentir viva.
Déjame juntar tus flores
en tus manos.
Que el viento se encargue
de enredarme en tu pelo.
Y con anheló besar tus labios.
Déjame tomar tu mano
que te sientas segura
aquí conmigo.
Que la lluvia no te moje.
Que el sol no te queme.
Y en el silencio de la noche.
Acariciar tu cuerpo
buscar la luna en tus ojos.
Robar su brillo escondido
Amada mía.
Déjame ser yo.
—-☮️
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Holaaa, algo de fluff con Kuku puede ser? Corte día lluvioso o algo así
Gracias!! 🫶🏻🤍
Fluff ♡
El último día de octubre te encuentra recostada sobre el pecho de Esteban, ambos compartiendo un bowl de palomitas de maíz y mirando las películas de Harry Potter por millonésima vez. Afuera diluvia y la temperatura es mucho más baja de lo que debería, pero mentirían si dijeran que no ayuda con la ambientación.
Conocen las escenas de las películas prácticamente de memoria y repiten los diálogos, Esteban te permite quejarte de todos los detalles importantes que se omitieron en las adaptaciones y también escucha con atención cuando comentás curiosidades (nunca sabe de dónde obtenés la información, pero no importa) de las mismas.
Lo que era sólo lluvia pronto se convierte en una tormenta, por lo que cada vez que la luz de un relámpago ilumina la ventana tu novio cubre tus oídos para que no te asuste el rugido de los truenos. Besa tu cabello y masajea tus brazos cuando descubre tu piel erizada, aunque no sabe si es producto del clima o de la escena en la que los dementores abordan el Hogwarts Express.
-¿Quién dirigía esta...?- preguntás durante la escena del lago, inspeccionando una palomita antes llevártela a la boca.
-Alfonso Cuarón.
-¿Y no podés conseguir su número y decirle que te ofrecés para el remake?- Esteban suelta una risa y niega, abrazándote con más fuerza-. Sos más Remus que el mismísimo Remus y hasta tenés la misma edad...
-Mirá la película, dale.
Se suponía que iban a ir a una fiesta de Halloween, pero jamás escogieron un disfraz que los convenciera y la lluvia que arruinó las posibilidades de asistir fue en realidad un alivio. A Esteban le gusta estar a solas con vos y tenerte sólo para él, sobre todo considerando el tiempo que pasó fuera del país gracias a su trabajo.
-¿Querés que te muestre un edit de...?- cubre tu boca de manera juguetona y sacude tu cuerpo entre sus brazos, arrojándote sobre el colchón y haciéndote gritar contra la palma de su mano por la sorpresa. Sus dedos acarician tus costados-. No, cosquillas no...
-Dame un beso y lo pienso- propone, pero antes de que puedas responder captura tus labios entre los suyos-. ¿Tomamos un café cuando termine...? Y vemos otra.
Jugás con su cabello, formando con tus dedos y sus mechones rubios unos bucles que se deshacen en un instante y caen sobre su frente. Lo mirás a los ojos un largo rato, ignorando la televisión y la tormenta y cualquier cosa que no sean los colores que pintan su mirada, tan intensa y dulce como siempre.
Las yemas de tus dedos acarician el puente de su nariz y se deslizan sobre su piel cubierta de pecas.
-Pero me vas a dejar mostrarte el edit, ¿no?
Al final sí conseguís que acepte ver uno de los edits (o dos, tal vez tres o cuatro) que circulan en las redes sociales, pero sólo después de padecer un brutal ataque de cosquillas que te hace reír y sacudirte histéricamente bajo sus dedos.
Un fluff para naaada self-indulgent porque vengo de ver edits de Kuku en TikTok y... ¿Podemos juntar firmas para que sea el próximo Remus Lupin? Si me tengo que pelear con las fans de Andrew Garfield lo hago :) + Qué raro fue escribir palomitas de maíz, pero pochoclos era un término demasiado argentino JAJAJAJA
#letters to kuku#deep in thought#deep answers#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka fluff#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader
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*Balerión aterrizo en la entrada del castillo de los Baratheon agitando sus enormes alas fuertemente asustando a la mayoría de los guardias que estaban custodiando la puerta principal, inclinándose de lado permitió que Jocelyn se bajara con cuidado por su ala derecha, a lo que ella agradeció acariciando su cuello, escuchando como su dragón soltaba un gruñido bajo para luego empujarla suavemente con la nariz, Balerión a pesar de tener un vínculo con un jinete Omega que era una mujer, podía sentir el miedo pero también la fuerza que erradiaba de ella.*
Jocelyn ll: Te quiero mucho Bale. *Le susurra en alto Valyrio mientras le da un última acaricia antes de alejarse.* Volveré rápido para irnos a casa. *Dice viendo al cielo que se acercaba una tormenta.*
*Jocelyn sonríe caminando hacia la puerta principal deteniendose un momento al escuchar el rugido de Vaghar al otro lado, mirándola supuso que Aemond se encontraba tambien alli.*
*Al llegar a la puerta principal donde los guardias la detuvieron para saber el motivo por el que estaba allá la llevaron al gran salón donde se encontraba el trono y en el sentado estaba Lord Borros Baratheon, primo de su madre Rhaenys.*
Guardia: ¡Mi señor la princesa Jocelyn ll Targaryen! *Anuncia su llegada permitiéndole caminar hacia el trono.*
L. Borros: Pero miren nada más, si es la mismísima Jocelyn Baratheon renacida. *Dice al ver la apariencia de su prima.* ¿Hay algun motivo por el que estés aquí? *Le dice dándole una sonrisa.*
Jocelyn ll: Vengo a entregar está carta de la reina Rhaenys Targaryen. *Le entrega la carta al maestre quien se la lleva a Lord Borros.* Dónde le pide que jure su lealtad a su reclamo al trono de hierro que anteriormente había jurado frente la difunta reina Alysanne Targaryen. *Le dijo mantenimiento la mirada en alto.*
L. Borros: ¿Pero no era Viserys el rey? Estoy confundido, ¿Quién es el heredero al trono? *Habla confundido al leer la carta.
Aemond: Como se lo dije mi Lord, el legitimo heredero es Viserys. *Entra por uno de los pasillos detrás de Lord Borros.* Rhaenys solo es una usurpadora al trono.
Jocelyn ll: Mi madre no es la usurpadora, tu padre si lo es, la abuela Alysanne lo dijo frente a todos. *Lo mira con enojo apretando sus manos a sus costados.*
Aemond: Mi padre no lo es, en cambio tu no eres más que una princesita de mamá, no te has dado cuenta de que tú hermano y tú no se parecen en nada a sus hermanas mayores. *Se ríe de ella.* No tienen esa apariencia que solo los verdaderos Targaryen la tenemos. *Le sonríe siniestramente.*
Jocelyn ll: Si fuera así, no sería la jinete del Terror Negro.
Aemond: De igual manera me debes una deuda. *Se quita el parche del ojo izquierdo.* Me debes tu ojo por haberme quitado el mío. *Le dice sacando un cuchillo.*
*Aemond camino hacia ella mientras Jocelyn tropezó un poco hacia atrás asustada antes de Lord Borros gritara.*
L. Borros: ¡Bajo mi techo no peleará nadie y más si alguien intenta algo contra alguien de mi familia! *Grita haciendo que Aemond se detenga.*
Jocelyn ll: ¡Yo no vine a pelear y dar guerra, no soy una guerrera, solo soy una mensajera! *Grita mirando a Aemond con odio.*
Aemond: *Le tira el cuchillo a sus pies.* Entonces dame tu ojo.
L. Borros: ¡Basta! Escolten a la princesa Jocelyn a dónde está su dragón. *Le da una sonrisa.* Pensaré mi decisión.
*Jocelyn al ver qué la escoltaban junto a su dragón se relajo un poco, pero al ver qué empezó a llover corrió hacia Balerión que estaba inquieto, no le importo mojarse para llegar a el.*
Jocelyn ll: ¡Todo está bien Balerión! *Le habla en Valyrio mientras le acaricia la nariz.* ¡Cálmate, todo está bien! * Grita por encima de ruido de la tormenta para luego sonreír dándole unas palmaditas para luego subirse a su silla.* ¡Vamonos a casa! *Le dice dándole palmadas en el cuello.*
*En cuanto su jinete estaba segura, Balerión tomo vuelo a los cielos oscuros volando un poco rápido sintiendo a través de su vínculo como su jinete estaba asustada.*
Aemond: ¡Vamos pequeña! ¡No quieres pelear por tu madre! *Grita a través de los truenos de la tormenta.*
*Jocelyn no quería pelear se lo había prometido a su madre y no lo haría, le dijo a Balerión que volará más alto pero eso solo hizo que Vaghar intentara morderlo sin éxito permitiéndole a Balerión que le lanzará fuego en la cara.*
Jocelyn ll: ¡No Bale, no lo hagas! *Le grita en Valyrio para que se calme.*
*Balerión decidió volar más alto donde se podía ver el sol mientras Jocelyn miraba hacia arriba y después debajo buscando a Aemond.*
*Sin darse cuenta Vaghar salió de entre las nubes para comersela pero su dragón la protegió, atacando también haciendo que el cinturón de Jocelyn se soltara por la fuerza cuando ambos dragones buscaban morderse haciendo que callera de la silla.*
Aemond: ¡No Vaghar! ¡Obedeceme! *Grita al ver qué Balerión intentaba matarlo pero al ver como Jocelyn caía hacia abajo, se asusto mucho.*
*Balerión al sentir que no tenía a su jinete soltó a su hermana tomando vuelo hacia abajo agarrando a su jinete entre su pierna derecha volando en dirección a DragonStone, haciéndole pensar a Aemond que Jocelyn había muerto.*
#house of the dragon#aemma arryn#aemon ll targaryen#rhaenyra targaryen#rhaenys targaryen#rhaenys the queen who never was#aemmaxrhaenys#jocelyn ll targaryen#helaena targaryen#visenya Targaryen#Aemond Targaryen#Omegaverse#hotd#Balerión
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Tus pecas Andrómeda, tu la odisea de mi poesía adicto de lo que tu cuerpo me da, por ti moriría dame de tu veneno, de tus labios viviría
Soy el astrónomo nocturno que por las estrellas de tus ojos va volando, tu el sol, voy detrás de ti sin importar cuanto me voy quemando, construyamos nuestro destino, convirtámonos en uno, like saturno y su anillo, sin importar cuánto me astilló, la toxina de tu alma me mantienen vivo, como Vicent, te siento como el color amarillo, eres la musa de los poemas que escribo en cada noche de continuo delirio
reina... diabla… reina...
Construyamos del vacío un castillo ladrillo a ladrillo, pues, por más que tu amor me queme como fuego de cigarrillo, tus caricias por la madrugada es lo que necesito, mujer eres Lucifer, yo soy tu Dante, escalando por los nueve niveles del fuego de tu piel, pues, en el infierno de tu cuerpo es donde más me siento vivo, del espacio de tus pupilas como astronauta habito, de los lunares de tus labios a tu ombligo como constelaciones describo, sobre cada una de las líneas que te he escrito, soy el escritor anónimo que despierta cuando en tus senos cae rendido, Romeo y Julieta, nuestro amor dañino
Tus pecas Andrómeda, tu la odisea de mi poesía adicto de lo que tu cuerpo me da, por ti moriría dame de tu veneno, de tus labios viviría
Eres la mala dama que me tiene hechizado, pasión y placer, deseo y drama, eres la ama del tiempo que te regalo, dame de tu amor que me tiene tan sedado, lunares de tu cuerpo en una adicción se me han formado, esclavo, me mantienes dopado, del recuerdo de tus manos en mi cuerpo me mantengo atrapado, el pensarte con velo me tiene dañado, soy un torbellino pidiendo pasar contigo todos los años, con mi alma en tus manos, navegante perdido en el mar negro, eres mi mal necesario
Tus pecas Andrómeda, tu la odisea de mi poesía adicto de lo que tu cuerpo me da, por ti moriría dame de tu veneno, de tus labios viviría
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Escrútame los ojos, sorpréndeme la boca, Sujeta entre tus manos esta cabeza loca; Dame a beber veneno, el malvado veneno Que te moja los labios a pesar de ser bueno. Pero no me preguntes, no me preguntes nada De porqué lloré tanto en la noche pasada; Las mujeres lloramos sin saber, porque sí: Es esto de los llantos pasaje baladí. Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto, Un mar un poco torpe, ligeramente estulto. Que se asoma a los ojos con bastante frecuencia y hasta lo manejamos con una dúctil ciencia. No preguntes, amado, lo debes sospechar, En la noche pasada no estaba quieto el mar, Nada más. Tempestades que las trae y las lleva Un viento que nos marca cada vez costa nueva. Sí, vanas mariposas sobre jardín de Enero, Nuestro interior es todo sin equilibrio y huero. Luz de cristalería, fruto de carnaval Decorado en escamas de serpientes del mal. Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta. Movilidad absurda de inconsciente coqueta. Deseamos y gustamos la miel de cada copa. Y en el cerebro habernos un poquito de estopa. Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer, Capricho, amado mío, capricho debe ser. Oh, déjame que ría… ¿No ves qué tarde hermosa? Espínate las manos y córtame esa rosa.
CAPRICHO de Alfonsina Storni
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Si el demonio existe, eres tú… Mi insomnio. Me apunto a una guerra contigo. Quiero que deslices tu lengua por mi abdomen y de saliva me barnices. Prometo que tu cuerpo, ha dejado mi mente enferma. Me sabes a caramelo. Sé que todos te cuentan cuentos, pero como yo los cuento, ¿cuántos? Tus ojos me vician. Ojos de Lucifer. Me matan tus mariposas. Cuento los minutos para que vuelvas. Solo puedo seguir tu luz. ¡Demonio! Mira en lo que me has convertido. Solo dame un motivo y me fugo contigo. Ya no te quiero, pienso cuando bebo. Luego se me pasa y se para el tiempo. ¡Demonio!
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Sueño con tu regreso, con tu esencia llamando hogar a las fosas de mis huesos, las dulces margaritas de mis penas floreciendo en la tumba vacía de tu ausencia.
Dame un amor que se sienta como el tuyo si otra vez te marcharás. Uno sólido, tangente, reactivo, que mueva el engranaje de mi palpitar cuando ya no estés.
En mi tranquilidad encuentro al desorden de tu existencia, la maravillosa tortura de no haber olvidado el olor de tu nostalgia.
Las ramas se atascan en el río escabroso de parpadeos fugaces y un amor evaporado. Llueven fotografías de la primera vez que dormí en las puertas de tu alma, que mis ojos se enamoraron de la voz de tus pensamientos.
No es domingo y aquí estás. Hoy dormiré con tu rostro dibujado en mis cimientos, acudiré a tu encuentro en una nueva realidad creada solo para ti. Consciencia infinita de mi mente, cuerpo y espíritu. Desgarro de los libros de poesía, sombra de Caronte, que en las cuevas de mis cascadas deambula.
Una suave perla amarilla cuelga en la plenitud de las horas muertas. Busco el cadáver de tus caricias, camino por calles vacías. Invento al cielo y al infierno en la lucidez de mi raciocinio. Me mudo a la tinta y al papel. Ya no te puedo buscar. Ojalá y aquí me encuentres si tus ojos escuchan las melodías de mis versos.
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❃ 𝙱𝙰𝙸𝙻𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴 𝙻𝙾𝙱𝙾𝚂 - 𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 1 ❃
» Temática: SKZ híbridos x Oc (Lis) » Género: Poly, fantasía, OMEGAVERSE » Warnings generales: Fluff, smut con historia, angst, tensión sexual, sexo, degradación, dinámica A/B/O explícita, dom/sub, sado, amor, entre otros. » Tipo: Serie. » Palabras: 3.512.
» Masterlist « | Capítulo 2
— A ver si lo he entendido bien. —dijo Lis, cruzándose de piernas—. ¿Me está usted diciendo que el mánager de un grupo de k-pop se ha casado y ha encontrado una manada propia, y que ahora necesitan a un substituto?
Su jefe, un beta nervioso y con unas intenciones de dudosa honestidad, asintió. Lis llevaba tres años en aquella empresa de televisores tan reconocida a nivel mundial... como una secretaria de recepción de mercancías.
— Y que, de entre todos los perfiles habidos y por haber, ¿el mío es el más adecuado? —la chica se cruzó de brazos y puso una mueca—. No me lo trago, señor Haneul. Debe haber algo más.
El hombre en traje suspiró.
— Hiciste cursillos especializados y te preparaste a consciencia buscando una oportunidad...
— Ni siquiera me saqué la universidad. —cortó—. Y los cursos fueron eso... Cursillos. No hay literalmente nada en mi historial que diga "¡Oye! ¡Eres perfecta para el puesto de mánager de uno de los grupos de la cuarta generación!"
Haneul puso las manos encima de la mesa y agachó la cabeza, deliberando si debía o no contar la razón real.
— Mira. —empezó, inseguro—. Tú no tienes nada que ver con los híbridos como nosotros. Tienes veinticuatro años, eres joven y fuerte. Puedes aguantar los instintos que los demás no podemos y controlar mejor una situación... descontrolada, valga la redundancia.
— Es decir, evitar que mis futuros protegidos se tiren a otros idols en época de celo, ¿verdad?
— ¡Exacto! Aunque claro, al ser una gran manada, no existe ese problema real. Tienen la jerarquía bien montada entre ellos. ¿Significa eso que aceptarás?
— Si no acepto, me echaréis de la empresa. —espetó, para sorpresa de su jefe—. Es lo que le hicisteis a mi anterior compañera.
Haneul sonrió mostrando así los dientes amarillos, pero perfectamente alineados.
— El caso de Jihye fue diferente, pero sí. Para que accedas te diré un detalle más: Ellos mismos fueron los que eligieron tu currículum. Sería una lástima tener que decirles que no.
— Ni siquiera me gradué en dirección de empresa. —insistió.
— Pero eres humana.
Puso los ojos en blanco, contrariada. En realidad, no lo era.
Se había volcado toda su vida en pretender lo contrario. Con parches anti olor bajo camisas de cuello alto incluso en verano y supresores médicos, ni siquiera se había tenido que preocupar por el celo. Eso hasta hace un par de ciclos en los que se había dado cuenta de que no podría seguir así mucho más. Los supresores empezaban a fallar, y casi se había desmayado del dolor sola en su casa con el último celo.
¿Por qué tomarse tantas molestias en ocultar su naturaleza? Bueno... todo el mundo tiene sus traumas. Por suerte, contaba con al menos dos meses antes de iniciar el nuevo. En ese período podría encontrar unas nuevas pastillas más eficaces.
— Vale. —sacó un bolígrafo del bolso y lo alzó—. Dame los papeles de la renuncia y los de traslado de empresa.
El hombre dio un par de palmadas en el aire, emocionado, y Lis lo apuntó con la punta del boli, el ceño fruncido y una mueca de disgusto.
— No sé qué suma te habrán prometido por dejarme ir, pero primero, no lo valgo, y segundo, espero que aproveches cada won que te den.
— Créeme. Los aprovecharé bien.
— Más te vale.
— Ah, sí. Otra cosa más. Tu presencia se verá requerida casi las 24 horas. Empieza a empaquetar tus pertenencias cuanto antes.
— ¡¿Perdona?! —revisó el contrato detenidamente, ahora sí.
En una de las cláusulas rezaba: "El contratado o contratada pasará a entera disposición de los clientes o las clientas durante el tiempo que se le asigne, con sus correspondientes días festivos y un sueldo de 20.000.000 de wons a percibir el 28 de cada mes. Dicho contrato podrá ser rescindido si una de las partes incumple con su trabajo."
Sí, estaba protestando por lo del traslado total, pero... Pero... ¿20.000.000 wons? Eso eran 13.709 euros. Eran 14.833 dólares. 245.735 pesos mejicanos. 14.534.043 pesos chilenos. 355.567 pesos cubanos. 12.721.844 pesos argentinos. Suma y sigue.
Tragó saliva. Lentamente. Muy, MUY lentamente. Era una barbaridad cada mes. ¿Cómo se gastaba tanto dinero? ¿Qué tenía que hacer con él? Podría conseguirse una casa propia, podría llegar a tener su cafetería soñada, una con temática de Alicia en el País de las Maravillas. Parecía infantil, ¿verdad?
Se levantó tras firmarlo todo, muy digna, como si la suma de dinero no fuera nada del otro mundo. Ya con la mano en el pomo de la puerta, se giró hacia su ex jefe. Aún había algo que debía preguntar.
— ¿Qué grupo es, por cierto? ¿IVE? ¿NMIXX? Qué se yo... ¿Le Sserafim?
El hombre sacudió la cabeza.
— Ni idea.
A la mañana siguiente, el sonido del despertador le hizo tomar consciencia de la vida. Sí, la vida. Se quedó mirando el techo rosa pálido y desgastado de su minúsculo piso de alquiler, exhausta. No había descansado ni un poco, y eso que, por una vez en su vida, no se había ido a dormir demasiado tarde. Poco antes de las cuatro de la mañana.
— No sé por qué no me muero ya. —dijo para sí misma. Luego se rió ante la ocurrencia y se dio la vuelta, buscando volver a conciliar un sueño que sabía que no iba a recuperar. Pero se estaba tan bien sobre el colchón hecho nido...
El zumbido de la vibración del móvil interrumpió su paz. Esta vez no era una alarma, sino una llamada entrante. Levantó la pantalla y se cegó a sí misma en la oscuridad. Emitió un sonido de dolor, pero deslizó el dedo hacia la izquierda para desbloquearlo.
— Espero que sea importante, porque si no lo es voy a estar MUY enfadada durante todo el día por haber perturbado mi sueño. —murmuró, dramática como solo sabía ser.
Al otro lado se oyó una risa.
— "Siento molestarte, señorita Elise. Te aseguro que nada más lejos de mi intención. Soy Jung Han, el mánager del grupo. Bueno, ex mánager. Llamaba para saber cuándo podría pasarme a buscarte y llevarte a conocer a los chicos."
Lis abrió unos ojos como platos y se incorporó en la cama, despierta del todo. MIERDA. Se había olvidado completamente del asunto. Y encima le había hablado mal a alguien tan importante como...
Un segundo.
— Chicos. —repitió en voz alta.
— "Sí, chicos. Stray Kids. ¿Los conoces? ¿Te habló tu jefe de ellos?"
Los labios de Lis se convirtieron en una fina línea, tensa. Claro que sabía quiénes eran, y ahora sabía que su jefe, pese a haberle dicho miles de veces que no quería tener contacto con ningún hombre, se había callado ese pequeño dato.
No, jamás podría olvidarse de quienes eran. No cuando su antiguo compañero de clase estaba en él. Oh. Espera. ¿Es por eso que la habían contratado? ¿Se acordaría de ella? La chica se llevó una mano a la frente, retirándose los alborotados cabellos de la cara.
— No, pero... los conozco. Están en todas partes. —mintió.
— "Bien, bien. Entonces, ¿cuándo crees que podrías estar lista? ¿Te parecen bien dos horas? ¿Medio día?"
— Con una es suficiente. —se levantó y fue hacia la cocina, reprimiendo un fuerte bostezo.
— "¿Segura? Hablamos de un traslado completo, tendrás muchas cosas que recoger."
Con el manos libres activado, vertió el contenido del café de un sobrecito en una taza con leche y removió perezosamente.
— Para nada. Todo lo que tengo me cabe en dos maletas. Desde que me fui de casa de mi padre he preferido no tener demasiadas cosas materiales... —¿Por qué le estaba dando información adicional a alguien a quien no conocía de nada? —. Perdón, estoy divagando.
— "No hay nada que perdonar. Entonces estaré allí a las once y media. Ah, y Lis... Gracias de antemano."
Antes de que lograra preguntarle a qué se debía ese agradecimiento, la llamada se cortó. Se sentó en el sillón del centro del goshiwon y se quedó mirando a la nada, pensativa.
¿Qué hace un mánager?
Una hora más tarde y puntual como un reloj, un precioso Hyundai Palidase 2020 la esperaba en la entrada de su casa. Era negro y grande, con las ventanas tintadas a fin de que no se viera nada del interior.
Solo había tardado media hora en hacer las maletas, y por supuesto, en asearse y renovarse los parches anti feromonas. Había dudado en si debía o no maquillarse y pese a que le hubiera gustado ir natural, el espejo le devolvió una imagen fea y demacrada de sí misma. Bueno, lo usual en realidad. Aún se preguntaba por qué seguía intentando verse guapa cuando no lo era. De igual forma, se dibujó una fina línea con el delineador, lo suficiente como para sentirse algo mejor.
Dios, cómo desearía ser normal y sin ningún tipo de problema de licantropía.
La ventanilla del conductor bajó y un hombre de aspecto risueño le dedicó una de las mejores sonrisas que había visto en su vida. No era guapo, —no su estilo—, pero poseía un aire afable que ablandaría el corazón de cualquiera en una jerarquía. Y eso que "apestaba" a alfa.
— Soy Jung Han. —se presentó—. Tu debes de ser Elise. Es un verdadero placer conocerte.
— Prefiero Lis. Es menos caótico para que otros lo pronuncien. —le devolvió la sonrisa porque, ¿qué otra cosa podía hacer cuando la estaban tratando con tanto respeto? —. Encantada.
El ex mánager señaló el asiento del copiloto.
— Sube, hablemos por el camino.
No se hizo de rogar. Tras cargar las dos maletas en el maletero, —Jung Han era enorme, como un oso gigante—, se subieron e iniciaron la marcha hacia su destino. El hombre se pasó la media hora que duró el viaje preguntándole si estaba cómoda. A la cuarta vez, Lis suspiró y lo miró de frente.
— ¿Por qué?
— ¿Hm?
— ¿Por qué tanto interés en que esté bien? Es más... ¿quién tiene tanto interés en mi bienestar?
Jung Han miró hacia adelante y sonrió.
— Hemos llegado. —comentó, evitando el tema.
Frente a ellos se alzaba una imponente casa de cuatro pisos en uno de los barrios más apartados y ricos de Seúl.
Pensaréis que es una tontería, pero las feromonas de los ocho individuos que rondaban por aquella gigantesca casa eran tan fuertes que los estaba oliendo a través de la puerta de la entrada.
Allí, de pie, sin atreverse a pasar recibió en el brazo un leve empujoncito del ex mánager para sacarla de su ensoñación.
— ¿Te ha entrado miedo o algo? —sonrió, amable—. Son peculiares, pero... creo que acabarás encajando.
Lis giró la cabeza para mirarlo.
— ¿No me había dicho que vivían separados, cuatro y cuatro? —tragó saliva, tratando de que no se le notara en la voz que su loba estaba arañándola desde dentro. Figuradamente hablando.
Jung Han perdió la sonrisa.
— Nunca dije la cantidad. ¿Cómo sabes que hay específicamente ocho ahora mismo?
Mierda. Había hablado de más. Se suponía que era humana y no notaba nada. Para salvarse de la situación, señaló los enormes coches en el porche de la casa y también la cantidad de ventanas por encima de sus cabezas.
— Son Stray Kids. Todo el mundo los conoce. Y supongo que como voy a ser su nueva mánager no habrán pillado actividades. —dijo.
Ah, tenía razón, qué despistado. No había que ser Sherlock Holmes para llegar a esa conclusión.
— Antes sí, vivían separados porque formaban un grupo platónico. Pero desde que consolidaron la manada, no pueden estar separados. Y discuten bastante, ¿sabes? Ya lo verás.
Abrió la puerta por ella y los olores la golpearon con más intensidad que antes. Se notó salivar, y una gota de sudor le bajó por la nuca. Dio gracias a que el pelo le tapaba la piel. El rellano era simple pero grande, y varios zapatos se agolpaban en el desnivel anterior al parqué de color caoba. Una vez descalzados se aproximaron al salón, donde un par de chicos abrazados levantaron la cabeza al escuchar los pasos. Uno de ellos se puso las manos en la boca y gritó:
— ¡YA ESTÁN AQUÍ!
La fuerza de su voz hizo trastabillar a Lis, demasiado acostumbrada al silencio de su goshiwon. ¿Dónde se estaba metiendo? Se oyeron varios pasos arriba y algunos de los integrantes se hicieron ver también. El mayor, que sabía que se llamaba Chan fue el primero en acercarse y extender una mano a modo de saludo. Trató de ignorar el penetrante olor a bergamota y miel que desprendía, sin éxito.
— Bienvenida, es un placer conocerte al fin. Soy Chris. O Chan, como prefieras llamarme. —le dio un apretón suave y la dejó ir—. ¿Eres Eli?
— Lis. —corrigió. No iba a dejar que nadie volviera a ponerle un diminutivo. No lo permitiría.
— Lis, sí, disculpa. Voy a evitar los rodeos: Sabes quienes somos, ¿no?
La chica asintió.
— Más o menos.
Chan fue señalando a los presentes con el dedo.
— El que acaba de gritar es Changbin, el segundo alfa. Con él está Felix, y aquí atrás tenemos a I.N, Lee Know, o Minho y...
— Kim Seungmin. —las palabras se le escaparon como un suspiro, sin poder detenerlas.
Seungmin abrió mucho los ojos y desvió la vista. Hubo un incómodo silencio en el que nadie se atrevió ni a moverse mientras intercambiaban miradas y preguntas silenciosas. I.N carraspeó y dijo:
— ¿Os conocíais?
Lis ladeó la cabeza.
— Éramos amigos en el instituto.
— ¡Por eso tenías tanto interés en contratarla! —exclamó Changbin, cayendo en la cuenta—. ¡No sabes cuántos currículums nos hizo desechar una vez vio tu fotografía!
Seungmin puso los ojos en blanco y chasqueó la lengua, aunque un rubor le cubrió las mejillas.
— Y tenías que abrir esa bocaza de morsa. —le espetó, contrariado.
Changbin se quedó un segundo quieto, y al siguiente Felix lo tuvo que agarrar para que no se abalanzara contra su compañero. Chan sacudió la cabeza, cansado de pronto.
— Lo siento, siempre hacen lo mismo. ¡Bien! Ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre el tema... En fin, ya tendremos tiempo de hablar. —le echó un rápido vistazo a Seungmin, uno que significaba "vamos a tener una conversación acerca de los motivos egoístas y personales que te hicieron prescindir del currículum de gente mejor preparada que ella".
Jung Han frunció el ceño.
— Faltan dos. — indicó.
— Jisungie ha empezado el celo. Hace... un par de días, por cierto. —explicó—. Hyunjin está con él.
— ...Comprendo.
La situación estaba más tensa de lo que pensaba. El ex mánager se despidió de todos, deseándoles un buen día y cuando la puerta hizo "clic", Lee Know caminó perezosamente hacia la muchacha, que se puso rígida en el instante en que empezó a olfatearla.
No se movió, no respiró, ni siquiera se atrevió a parpadear mientras ese híbrido de facciones perfectas la escudriñaba de arriba abajo. Se atrevió, eso sí, a percibir disimuladamente su esencia. El olor a menta y hierbabuena casi le desencajó la mandíbula y le nubló los sentidos. Era un beta como ella.
Al poco, el hombre se retiró dejándola con el pulso disparado y la cara roja de vergüenza.
Minho arrugó la nariz y se dio la vuelta.
— No huele. —siseó—. No me gusta.
— Eso ha sido muy grosero. —contestó Lis, cruzándose de brazos.
— No creas. —una preciosa sonrisa iluminó el rostro de Felix, quien se apoyaba en el hombro de Changbin, tranquilo—. Significa que puedes quedarte.
Se giró hacia Minho, quien ya no la miraba y pretendía que ordenar la vajilla del mueble del salón era más interesante que la situación. I.N se aproximó a la muchacha, curioso.
— Con permiso. —dijo, antes de inclinarse también a olfatearle el cuello.
¿Por qué tenían que ser tan condenadamente atractivos? Todos, sin excepción. Si no se hubiera tomado los supresores esa mañana, estaba convencida de que la mezcla de olores le habría provocado el celo a ella también. El chico que tenía delante desprendía un aroma a canela con un punto especiado. Tuvo que frenarse para no rascarse la nariz por las cosquillas.
— Sí que huele, Minho. —le dijo al mayor—. Es muy leve, pero los humanos suelen tener esta clase de olor.
— Al menos tú has pedido mi consentimiento. —Lis resopló—. Creía que los híbridos tenían más respeto por las otras razas y sus costumbres, pero no se aplica a todos, por desgracia.
Changbin emitió una risa, se puso una mano en la oreja y fingió tener un micro en la otra.
— "Aquí Seo Changbin, retransmitiendo en directo. En efecto, el golpe de ese comentario se ha escuchado en todo Seúl, parte de Busán y en el sudeste asiático, y ha hecho que el anticiclón que acababa de aterrizar en Normandía se tornara una depresión con intensos vientos procedentes del sur..."
Felix le dio un golpecito en el hombro.
— Eres un payaso. —lo insultó.
Minho se dio la vuelta con cara de pocos amigos. Alguien más se estaba ganando un viaje gratis al interior dela freidora. Le importaba bien poco encararse contra un alfa, no era la primera vez ni sería la última.
El chico de pelo rubio, Felix, saltó del sofá y también le dio un apretón de manos.
Vainilla, dijo su loba automáticamente, Y almendras.
— No olvidemos las viejas costumbres. Siento mucho que no podamos estar todos para recibirte, pero... Bueno, no sé cómo de familiarizada estarás con el tema del celo.
Más de lo que crees, quiso decirle.
— Sé algunas cosas. —alzó la cabeza hacia Seungmin, esperando que mantuviera la boca cerrada como había hecho hasta ahora. Se topó con unos ojos castaños y una expresión indescifrable, aunque había algo más que no lograba distinguir—. Un compañero de hace tiempo me explicó el funcionamiento y la jerarquía. —mintió.
— Genial, entonces no hay mucho más. Tu habitación está arriba, en el ático. No hay ascensor, pero seguramente alguien muy amable te ayudará con el equipaje. —contempló a Chan, que carraspeó.
— Sí, claro. —se hizo con el asa de las dos maletas. Diablos, era fuerte—. Después de ti.
Lis se apresuró a subir por las escaleras ignorando la mirada de Seungmin, cuyos ojos, por un momento, brillaron en tono aguamarino.
No solo era fuerte, sino rápido. Casi podía oír al líder respirarle en la nuca, presionándola para que siguiera subiendo sin pararse.
Chan, por su parte, trataba de no mirar demasiado. Falló incontables veces. La visión de la parte trasera de la muchacha y cómo movía las piernas al caminar le hacían difícil la tarea de escoltarla a un sitio "seguro". Seguro y lejos de él, y seguro y lejos de todos.
Hembra. Cubrir.
¿Su lobo se había vuelto loco? Qué quería, ¿matarla? Los humanos eran tan frágiles como los gamma, sino más. ¿Por qué tenía pensamientos tan obscenos con una completa desconocida? ¿Se le estaba escapando algo?
Chan, céntrate., se reprendió, Eres el líder por algo.
— Es aquí. —señaló con la cabeza la última puerta del rellano. Lis hizo girar el pomo y ambos entraron.
Era una habitación vacía de tamaño estándar con una cama de matrimonio en el centro. Tenía facilidades como un escritorio y un armario empotrado con puertas de desplazamiento horizontal que no quitaban espacio. El balcón de marco blanco daba a unas vistas hermosas de la ciudad en aquella hora del crepúsculo, haciendo que las paredes caoba se vieran mucho más cálidas. Era un buen sitio.
— Gracias por cederme una habitación, Chris. —comentó, absorta en el exterior—. Es perfecta.
— ¿Sí? Menos mal, temía que no fuera de tu agrado. Jung Han nunca vino a vivir con nosotros así que eres la primera en usarla. Siéntete como en casa. Mañana te pondremos al corriente de tu papel como mánager. Si tienes hambre, hay sobras en la nevera... Aunque también puedes pedir a domicilio.
Una parte de ella se ablandó ante la cándida carga de información que le estaba proporcionando. El líder era el ser más amable que jamás había conocido.
Dirigir a un grupo de híbridos no iba a resultar una tarea tan complicada al parecer, ¿verdad? ------------
» Capítulo 2 «
© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
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¡Qué sorpresa verte!
No me engañas... seguro que necesitas algo, ¿No?
De arrepentidos están llenos los panteones así que cántame otra, porque esa me la sé a ojos cerrados.
"Y es que con el tiempo te diste cuenta..." Dame dos palabras más que ya caigo, amor. Con el tiempo -ese que a ti te sirvió para recapacitar y volver sobre tus pasos- a mí me liberó de las hilachas mentales. Prescindí de romantizar las pérdidas y asumirlas; que no estabas más y qué mejor que eso.
Ya sé que necesitas algo de mí y es mejor que lo sueltes sin ponerlo bonito: evita endulzarlo, colocarle lucecitas o moñitos -sin papel para regalo, por favor- que el obsequio viene de mi parte al prestarte dos minutos de atención después de todo, cariño.
¡Venga!
Cinthyacabalga
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