#corona blanca
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pikafaawork · 7 hours ago
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Story of two babies ✨💜💛
Mis HC personales de sus padres.
V es hijo de una Elfa guerrera, muy raro para un elfo pues son mas sedentarios y afines a la magia pero ella va contra corriente, sigue el camino de la espada y busca la aventura, su padre solía ser un rey muchos años atras pero abandono su reino y corona cuando callo preso de una maldición producto de artes oscura, se dedico desde entonces a estudiar la magia y tratar de curarse, no lo consiguió del todo pero logro vivir una vida pacifica en las montañas por muchos años. Nunca dejo el estudio de la magia y logro perfeccionar algunos hechizos y ayudar a otros que tmb habían sido afectados por diferentes maldiciones. La madre de F era una mujer totem viajera, se fusiono con una garza blanca al llegar a la madurez, y su pasa tiempo favorito siempre había sido el viajar a varios lugares y conocer a su gente y vivir experiencias nuevas, un día le ocurrio algo que la gente totem llama "la chispa" que es un evento que le ocurre a los totem de forma aleatoria cada varios siglos, esto la impulso a volver a su lugar de origen e iniciar el ritual de "la nueva vida" de su gente, donde los totem deben elegir una piedra preciosa especial de forma muy cuidadosa ya que esta piedra sera la base, de la creación de una nueva vida, un bebe totem que ella nombrara y le trasmitirá la chispa que lo mantendrá vivo en el futuro
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groriatrevi10xx · 2 days ago
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****Jardín de las cartas/Garden of Cards****
****País de las Maravillas/Wonderland****
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-Blake Blac-
"La Reina Blanca/The White Queen"
"La Reina del Ajedrez/The Queen of Chess"
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Hace mucho tiempo, antes de que existiera el "Jardín de las Cartas"... Su nombre originalmente era "Jardín de la Soledad"... En el pasado, era un Jardín sin vida y opaco, donde los cristales robaban la luz y la belleza de todo.../Long ago, before the "Garden of Cards" existed... Its name was originally the "Garden of Solitude"... In the past, it was a lifeless and dull Garden, where crystals stole the light and beauty of everything...
Era un lugar sin vida y sin belleza, a pesar de los hermosos cristales que rodeaban el área, en lo más profundo del Jardín existía un Reino más oscuro, oculto de todos con una barrera que parecía indestructible... Hasta que ya no fue así, en el Pasado la Reina Brellatana se levantó entre todos y volvió a caer, para convertirse en cenizas de una leyenda sobre Brujas y Coronas malditas.../It was a place without life and without beauty, despite the beautiful crystals that surrounded the area, deep within the Garden there was a darker Kingdom, hidden from everyone with a barrier that seemed indestructible... Until it was no longer so, in the Past Queen Brellatana rose among everyone and fell again, to become ashes of a legend about Witches and cursed Crowns...
Y las cenizas volaron por todo el Jardín, esparciendo todo lo que quedaba de aquel lúgubre lugar.../And the ashes flew all over the Garden, scattering every bit of what was left of that gloomy place...
Los cristales se fueron rompiendo uno a uno, hasta que quedó el más extraño de todos... Uno pequeño, rojo, que había salido de la nada y era muy diferente a sus hermanos, brillaba con vida a diferencia de los demás... Tenía voluntad propia y un gran deseo de seguir existiendo.../The crystals broke one by one, until the strangest of all remained... A small, red one, which had come out of nowhere and was very different from its brothers, it shone with life unlike the others... It had a will of its own and a great desire to continue existing...
Nadie sabe cómo sucedió, nadie está vivo para verlo... Pero de ese pequeño cristal, surgió todo tipo de la mayor locura, que llenó de vida nuevamente el Jardín... "Todos podemos sonreír esta vez", pensó el cristal con misteriosa magia, incluso para él... "Un nuevo comienzo, resurgiremos de las cenizas"... Así el Jardín se llenó de vida, de una extraña magia que algunos podrían llamar locura.../No one knows how it happened, no one is alive to see it... But from that small crystal, came all kinds of the greatest madness, which filled the Garden with life again... "We can all smile this time," thought the crystal with mysterious magic, even for him... "A new beginning, we will rise from the ashes"... Thus the Garden was filled with life, with a strange magic that some might call madness...
“Habrá flores que bailen, que canten, árboles que den postres, caminos que se muevan, habrá muebles que hablen, que puedan moverse solos, tengo tantas ideas”… Fue lo último que dijo el cristal, antes de explotar y dar un nuevo comienzo… Aún nuevo Jardín y tal vez, un nuevo Reino con vida…/"There will be flowers that dance, that sing, trees that give desserts, paths that move, there will be furniture that talks, that can move by itself, I have so many ideas"... It was the last thing the crystal said, before exploding and giving a new beginning... Still a new Garden and perhaps, a new Kingdom with life...
Así nació el “Jardín de las Cartas”, con impenetrables muros dorados, un Jardín rodeado de locura, mientras las cartas se mueven y bromean de un lado a otro, o el Ajedrez lucha entre sí... Hay muchas locuras por ahí.../This is how the "Garden of Cards" was born, with impenetrable golden walls, a Garden surrounded by madness, while the cards move and joke back and forth, or Chess fights each other... There are many crazy things out there...
Con un nuevo Reino vivo, lleno de risas y locura, como el País de las Maravillas.../With a new Kingdom alive, full of laughter and madness, just like Wonderland...
Es una historia vaga, pero a ella le encanta... A Blake le encanta la historia, aunque no hay tantos detalles la ha memorizado... Mientras ve las piezas de ajedrez moverse, la chica frente a ella tiene un destino oscuro, le recuerda a Scarlett y Hela... Cómo las extraña, solían ser tan cercanas... Pero cada una había forjado un camino, ella había elegido el suyo al igual que ellas, aunque les había advertido.../It's a vague story, but she loves it... Blake loves history, although there aren't that many details she has memorized it... While she watches the chess pieces move, the girl in front of her has a dark destiny, it reminds her of Scarlett and Hela... How she misses them, they used to be so close... But each one had forged a path, she had chosen hers just like them, although she had warned them...
--¿Es usted pariente de la familia Benaroch?.../Are you related to the Benaroch family?...--
Teagan pregunta sin rodeos... Pero la mujer simplemente se ríe.../Teagan asks bluntly... But the Woman just laughs...
--¡Oh no!... Que horrible, yo no tengo nada que ver con ese apellido, pero sí con Scarlett, ella se casó con ese hombre y luego Hela igualmente se cambió el apellido... Ja, el apellido Blac ha quedado en las sombras, sólo yo lo poseo... Al menos.../Oh no!... How horrible, I have nothing to do with that surname, but I do with Scarlett, she married that man and then Hela changed her surname anyway... Ha, the surname Blac has been left in the shadows, only I possess it... At least...--
La princesa se queda en silencio.../The Princess falls silent...
--Si estás buscando el libro de Scarlett, no te diré dónde está Teagan.../If you're looking for Scarlett's book, I won't tell you where Teagan is...--
--¿C-Cómo sabes m-mi nombre?... No te lo he dicho.../H-How do you know m-my name?... I haven't told you...--
Pero la Reina del Ajedrez sólo sonríe, el destino lo deciden ellos mismos... Ella ha sido capaz de leer cada párrafo, a pesar de que Scarlett y Hela la han llamado loca varias veces.../But the Queen of Chess only smiles, the fates are decided by themselves... She has been able to read every paragraph, even though Scarlett and Hela have called her crazy several times...
--Brittany, vuelve a casa... Umbra debe estar preocupada, realmente no planeo decirte dónde está el Libro de Scarlett... Dime, ¿vale la pena perder todo lo que tienes?.../Brittany, come home... Umbra must be worried, I really don't plan on telling you where the Book of Scarlett is... Tell me, is this worth losing everything you have for?...--
Pero la niña no responde.../But the girl doesn't answer...
--Así sea, querida Blancanieves... Espero que no te arrepientas.../So be it, dear Snow White... I hope you don't regret it...--
Y el País de las Maravillas sigue sonriendo, mientras la Reina Blanca desaparece, perdiéndose en el Palacio de Ajedrez... Dejando a una Princesa sola, sola en soledad.../And Wonderland continues to smile, while the White Queen disappears, getting lost in the Chess Palace... Leaving a Princess alone, alone in solitude...
Tal vez ir a buscar al único pariente vivo de su abuela no había sido una buena idea, como había dicho su dama de compañía... Ahora el libro de la abuela y sus hechizos estaban cada vez más fuera de su alcance, como la Sombra que su Madre proyectaba hacia ella.../Maybe going to look for her Grandmother's only living relative had not been a good idea, as her Lady-in-Waiting had said... Now Grandmother's book and her spells were increasingly out of her reach, like the Shadow her Mother projected towards her...
Sólo podía sentir furia, ira... Rabia.../Could only feel fury, anger... Rage...
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G: Si te preguntas dónde está este Jardín, está en algún lugar de Hello Conde, solo diré que está ubicado en ese Au... ✨/If you are wondering where this Garden is, it is somewhere in Hello Conde, I will just say that it is located in that Au... ✨
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Blake: Es mía... {It's mine...}
Hello Conde {Au} es de {Hello Conde {Au} is from}: @vanetheglitchfox - @hello-conde
Teagan {Brittany} es de {Teagan {Brittany} is from}: @askkassandragf-v-2
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luna-1345 · 2 months ago
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Muy bien, hace un mes ( creo , no recuerdo bien), subí una versión adaptada a mi AU de descendientes, evidentemente no podía poner toda la película, porqué sería bien pinché larga , sin mencionar realmente este AU salio antes que la película, y cambie mucho el pasado de Auradon, a si que termine cambiando muchas historias, pero igual están aquí, los personajes que se pudieron adaptar a esta pequeño au genderbend, hablare un poco de ellos , y como dibujo horrible, evidentemente fue el IA mi salvación , a si que disfruten
El príncipe Red ( evidentemente, la versión genderbend de Red )
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De este pequeño que podemos decir?, a diferencia de nuestra Red que nació y creció en el tiranico reinado de su madre , el nace en la isla de los perdidos, pero con la barrera fuera , su prima termina buscándolo y adaptándolo, volviéndolo su sucesor , aunque el no se adapta tanto a esto por su actitud rebelde y melancólica con la isla
El príncipe Colin
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Muy bien, una teoría que use para este AU era de la adopción de Chad (en este caso Chelsea), pero Colin tampoco es hijo biológico de Cenicienta y Encantador (Ella y Kit pa los cuates) , al igual que Red y Chelsea es adoptado , pero el genuinamente quiere ser un príncipe y hacer sentir orgullosos a su padres y hermana
Hadie
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Hadie es la hija de Hades y Hermana de Mal , ella y Mal tienen una relación difícil (principalmente por culpa de Mal y sus actitudes con su hermana cuando adolescente), pero eso no evito que el aceptara a su hermana en Auradon prep (aquí el es el nuevo director) , pero su hermana al final es de la isla, y no puede evitar querer jugar con la paciencia de su hermano, especialmente al descubrir que es mas poderosa que su propio hermano , aunque ella y el son muy parecidos, solo hay que ver a sus respectivas parejas
La princesa Adila
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Ella es Adila , la hija de Aladdin y Jasmine, ella es de las mejores alumnas en Auradon prep , aún con sus padres divorciados , es hermosa , brillante , amable , futura sultana , es la nueva princesa perfecta!! ... o lo sería de no tener gustos tan cuestionables como Bet y Jasmine, una se enamoro de un hada piromana , la otra de un ladrón mentiroso, y a ella le gustan las traumadas , piromanas , con posibilidades de tener esquizofrenia, semidiosas malvadas ... hay cosas que nunca cambian
La reina Milly ( ex princesa blanca, y si, termine pidiendo un tono mas o menos similar al de Bri , aun si me queje mucho de su representación, creo que tia y sobrina podrian tener algo en comun )
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Hija de la Reina Mirana , ella por cuestiones misteriosas , jamás se caso , ni tuvo hijos , lo que creo problemas para la monarquía del país de las maravillas, y su lugar en Auradon, terminó buscando en su árbol genealógico alguien que pudiera ser su sucesor , y lo encontró en Red , al cual adoptó para que pudiera tener su corona cuando no este , pero eventualmente, paso de ser su prima y reina , a parecer más su madre , y solo quiere que su primo encuentre su lugar en el mundo sin importar que
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southernhispanics · 11 months ago
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TORCIDO TUESDAY: Speedy from TORTILLA FLATS, Sleepy from CORONA VARRIO LOCOS, Nino from FLORENCIA 13 and ? from CASA BLANCA. Be sure to check the hashtag for more photos of this varrio.
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ochoislas · 1 month ago
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OFELIA
I
Sobre la linfa negra en que los astros duermen, flota la blanca Ofelia como una azucena; solevada en sus velos, flota muy despacio. En los bosques resuena una lejana cuerna.
Son ya más de mil años que la triste Ofelia discurre, blanco espectro, por el negro río. Son ya más de mil años que su tierna insania murmura su romance al viento vespertino.
Besa el aura sus pechos y en cáliz distiende vastos velos que mece laciamente el agua. El sauce estremecido sobre su hombro llora, la soñadora sien se inclina a espiar la caña.
Suspíranle en redor las rozadas ninfeas. Y tal vez sobresalta en un aliso quieto un nido del que escapa un parvo repeluzno. Los astros de oro vierten su cantar secreto.
II
¡Pálida Ofelia, ay, como un ampo de nieve, niña fuiste a morir, raptada por un río! Un viento que caló de montes de Noruega de aceda libertad te suspiró al oído.
Desconocido soplo, azotando tu pelo, tu genio soñador llenó de extrañas voces; tu atento corazón la Natura escuchaba si el árbol se quejaba, espiraba la noche.
Como inmenso estertor, la voz de los océanos, tu pecho niño hendía, humano y vulnerable; y tal alba de abril un trasojado príncipe, fue a sentarse a tus pies… y calló, pobre orate.
Cielo, Amor, Libertad: ¡fueron sueños de loca! Te fundías en él como nieve en el fuego. Ligaban tu garganta visiones grandiosas… y espantó tu ojo azul el Infinito horrendo.
III
Y refiere el cantor que a la luz de los astros, flores de tu corona vas buscando a tientas… y que ha visto en el agua, acostada en sus velos, flotar la blanca Ofelia, igual que una azucena.
*
OPHÉLIE
I
Sur l'onde calme et noire où dorment les étoiles La blanche Ophélia flotte comme un grand lys, Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles… — On entend dans les bois lointains des hallalis.
Voici plus de mille ans que la triste Ophélie Passe, fantôme blanc, sur le long fleuve noir ; Voici plus de mille ans que sa douce folie Murmure sa romance à la brise du soir.
Le vent baise ses seins et déploie en corolle Ses grands voiles bercés mollement par les eaux ; Les saules frissonnants pleurent sur son épaule, Sur son grand front rêveur s'inclinent les roseaux.
Les nénuphars froissés soupirent autour d'elle ; Elle éveille parfois, dans un aune qui dort, Quelque nid, d'où s'échappe un petit frisson d'aile : — Un chant mystérieux tombe des astres d'or.
II
Ô pâle Ophélia ! belle comme la neige ! Oui tu mourus, enfant, par un fleuve emporté ! C'est que les vents tombant des grand monts de Norwège T'avaient parlé tout bas de l'âpre liberté ;
C'est qu'un souffle, tordant ta grande chevelure, À ton esprit rêveur portait d'étranges bruits ; Que ton cœur écoutait le chant de la Nature Dans les plaintes de l'arbre et les soupirs des nuits ;
C'est que la voix des mers folles, immense râle, Brisait ton sein d'enfant, trop humain et trop doux ; C'est qu'un matin d'avril, un beau cavalier pâle, Un pauvre fou, s'assit muet à tes genoux !
Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre Folle ! Tu te fondais à lui comme une neige au feu : Tes grandes visions étranglaient ta parole — Et l'Infini terrible effara ton œil bleu !
III
— Et le Poète dit qu'aux rayons des étoiles Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis ; Et qu'il a vu sur l'eau, couchée en ses longs voiles, La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys.
Arthur Rimbaud
di-versión©ochoislas
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sicl5 · 6 months ago
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Capítulo 8 (2ª temporada)
(La historia es una adaptación de la obra FINAL FANTASY VII por lo tanto incluye SPOILERS de esta.) -
Estábamos en el teleférico rumbo al parque de atracciones Gold Saucer. Tifa, Yuffie, Aeris y yo mirábamos fijamente la ventana del teleférico para poder ver el parque. La emoción se notaba en nuestras miradas. 
— ¡Mirad, mirad!- Exclamó Yuffie.- ¡Ya se ve!
Las cuatro miramos fijamente y allí estaba, todo iluminado, era increíble de ver. De golpe unos hologramas de varias invocaciones vinieron hacia donde estábamos, saludándolos. Era maravillosa la tecnología que rodeaba el Gold Saucer.
— ¡Ah, hola!- Dijo Yuffie saludando a la invocación Shiva por la ventana.
— ¡Qué bonito!- Exclamó Aeris.
— ¡Woah! ¡Pero qué es toda esta tecnología!- Exclamé yo. 
En mis ojos se podía apreciar la emoción que sentía, la emoción se me salía por la boca viendo los fuegos artificiales que nos daban también la bienvenida al parque. Miré a Cloud por un momento y le pillé mirándome fijamente, me puse roja y desvié mi mirada rápidamente. 
¿Qué es esto que me haces sentir…?
Gold Saucer: Parada del teleférico. 
Finalmente llegamos al Gold Saucer y Yuffie no tardó ni un segundo en abrir la puerta del teleférico y salir corriendo. Yo fui detrás de ella, me moría de felicidad. Aeris y Tifa también estaban super animadas.
— ¡Deprisa, deprisa!- Exclamó Yuffie.
— ¡Vamos!- Dijo Aeris.
Zona de bienvenida.
Pusimos rumbo a la entrada del parque y allí un helicóptero de Shinra pasaba por la zona. Cloud se lo quedó mirando fijamente.
— ¿Qué ocurre?- Preguntó Red XIII.- Espabila. 
Un peluche robot de un moguri grande nos dio la bienvenida. Era todo tan fantástico. 
— ¡Bienvenidos al Gold Saucer, kupó!- Dijo la Moguía.- El acceso al parque es por aquí. ¡Pasadlo de lujo, kupó!
Vimos un grupo de gente rodeando algo en el centro de la plaza y rápidamente Yuffie y yo fuimos hacia allí, colandonos entre la gente y poniéndonos en primera fila. Tifa y Aeris se agarraron de las manos para conseguir pasar juntas también. Nos pusimos las cuatro juntas delante del todo para presenciar un espectáculo de bailarines, moguris robots y un gato con una corona.
— ¡Vamos, todos juntos y revueltos!- Exclamó el gato con una materia en la mano.
El gato tiró la materia por los aires y se dividió en tres saliendo un cactuar, un tomberry y un chocobo gordo con atuendos de fiesta.
— ¡A mover la colita, ita!- Exclamó el gato una vez más lanzando la materia hacia Yuffie.
De repente y gracias a la materia, Yuffie cambió de vestimenta, poniéndole un vestido verde precioso de fiesta y un abanico. Yuffie salió rápidamente a bailar con el personal y Tifa, Aeris y yo la estábamos animando justo cuando el personal vino corriendo hacia nosotras tres y se nos llevaron hacia la actuación para que participaramos dándonos abanicos. 
Me sentía tan feliz que baile como nunca junto con las chicas, sin quitar la sonrisa de mi rostro y moviendo estupendamente el abanico. De golpe aparecieron en escena Andreas Rhodea con sus bailarines y se unieron a la actuación. 
— ¡Espléndido!- Exclamó Andreas.
Seguimos la actuación y terminamos de bailar haciendo una pose final. Las cuatro nos miramos y choqué los cinco tanto con Aeris como con Tifa como con Yuffie. No podíamos borrar las sonrisas de nuestras caras. En ese momento las luces se apagaron y una luz blanca iluminó un coche. Encima de este, se encontraba un hombre muy fornido y con un curioso bigote. Empezó a bailar, parecía muy popular por como todas las chicas de la zona le miraban. Su baile moviendo el pectoral hicieron que Yuffie se cayera hacia atrás, hipnotizada de su baile, no podía parar de reir.
— ¡Ah, Yuffie!- Exclamó Aeris
El señor se puso en el centro y de golpe dirigió su mirada a Cloud haciendo que un foco le iluminara.
— Pero, ¿qué…?- Dijo Barret sin entender nada.
— Zagal.- Dijo el hombre fornido señalando a Cloud.- ¡Tú serás el contrincante de esta noche! 
El personal agarró a Cloud y lo puso al lado del hombre. Cloud parecia totalmente desubicado.
— Bienvenido al paraíso dorado, ¡el Gold Saucer!- Exclamó el hombre apretando sus pectorales.- Soy Dio, el director. ¿Con quién tengo el placer de hablar?
— Cloud.- Respondió Cloud antes de que Dio le agarrara la mano acercándole a él.
— Muy bien.- Dijo Dio.- ¡Que empiece el combate!
— Oye, un segun…- Mencionó Cloud intentando escabullirse de la situación.
— Zagal, ¡los retos surgen cuando menos te lo esperan!- Exclamó Dio con una sonrisa.
— ¿Todo a punto, señores?- Exclamó de golpe el gato de nuevo, entrando en escena. 
La plataforma en donde estaban Cloud y Dio se levantó y unos píxeles les rodearon a los dos. No podía quitar mi mirada de Cloud.
— ¡Cloud! ¡A ganar!- Dijo Red XIII.
Los pixeles que les rodeaban les escanearon creando unos hologramas tanto de Cloud como de Dio retros. Los hologramas empezaron a bailar, dando inicio lo que sería una pelea virtual.
— Preparados, listos… ¡Ya!- Exclamó el gato.
La pelea consistia en esquivar y pegar al lado contrario que tu adversario para ganar. Cloud lo estaba haciendo bien, tenía buena sinergia entre su derecha y su izquierda y veía perfectamente los movimientos del rival para poderlos esquivar a tiempo. La pelea finalizó con el píxel de Dio en el suelo dándole la victoria a Cloud. No pude evitar celebrarlo, saltando de alegría. 
— ¡Impresionante, Cloud!- Dijo Red XIII.
La plataforma se volvió a juntar y Dio miró fijamente a Cloud quien parecia ni haberse inmutado. 
— Eres duro de roer, zagal.- Mencionó Dio. 
En ese momento a Cloud se le dibujó una sonrisa y desvió la mirada. Mi corazón empezó a correr mucho más rápido al verle así. Dio se acercó donde Cloud y le agarró el brazo levantandolo dando pie al ganador de esta batalla. 
— ¡Un aplauso para el contrincante de esta noche!- Exclamó Dio. 
Los fuegos artificiales estallaron en ese momento y yo no podía evitar saltar y celebrarlo al máximo. Cloud parecía feliz, levantó su otro brazo con una sonrisa de campeón, parecía disfrutarlo al máximo.  
— ¡Cloud!- Exclamó Tifa.- ¡Vivaaa!
— ¡Así se hace!- Exclamé yo muy feliz.
Cloud me miró desde arriba en ese momento y una sensación de felicidad aún más fuerte invadió mi cuerpo. En ese instante la plataforma bajó y el espectáculo se terminó. Cloud no tardó ni un segundo en venir hacia donde estábamos todos. 
— ¡Cloud, eres un máquina!- Dijo Yuffie ya vestida normalmente.
Dio se acercó donde estábamos y puso una mano en el hombro de Cloud. 
— Como agradecimiento, toma esto.- Dio sujetaba una tarjeta dorada es sus manos.- ¡Para que disfrutes sin límites del Gold Saucer!
— ¡Gracias!- Exclamó Yuffie.
Nos pusimos rumbo hacia dentro del parque. 
— ¡Ha sido una pasada!- Dijo Tifa con una sonrisa. 
— ¡Yo quiero probar también! ¿Dónde se juega?- Exclamé.
— Cloud, qué nervios, ¿no?- Dijo Yuffie.
— Tampoco es para tanto.- Respondió Cloud. 
— Claro.- Dijo Aeris.- Ya estás más que habituado a este tipo de cosas. Deberíais haberlo visto en el Honeybee…
— Fue impresionante, Cloud ha nacido para el espectáculo.- Exclamé sacando un poco la lengua. 
— ¡Aeris, Sil!- Exclamó Cloud algo avergonzado.
— Les doy la bienvenida al paraíso dorado, ¡el Gold Saucer!- Una recepcionista nos daba la bienvenida. 
— Venga, vamos a desmelenarnos un poco.- Dijo Aeris.
— Contad conmigo.- Mencionó Tifa.
— ¿No os habéis desmelenado bastante en Costa del Sol?- Preguntó Barret.
— Venga Barret, no se está en el Gold Saucer todos los días.- Dije yo con una sonrisa.
— ¡Pues la mayoría decide!- Dijo Aeris. 
— Bueeeeno.- Dijo Yuffie con una sonrisa.- ¿Quien se apunta, entonces? 
— ¡Yo!- Mencionó Aeris.
— ¡Yo!- Dijo Tifa con una sonrisa.
— ¡Yo también!- Exclamé
De momento teniamos 4 votos, suficientes para ganar.
— Yo.- Dijo Red XIII levantando la pata. Yuffie le acarició muy contenta. 
— ¿Cloud?- Preguntó Tifa.
— Pues…- En ese momento Cloud dirigió la mirada a otro punto y no pude evitar mirar hacia donde él miraba encontrándome con quien ya sabía: Sephiroth.
— Aprovechad el tiempo los dos juntos.- Dijo Sephiroth.- Divertíos… Tenéis mucho que conocer el uno del otro…  
Un dolor intenso golpeó mi cabeza y yo puse una mano en esta cerrando fuerte los ojos. Con la mirada, algo perdida, intenté avispar a Sephiroth de nuevo pero no lo vi. Aeris agarró la mano de Cloud quien parecía igual de perdido que yo para despertarlo y yo fui movida bruscamente por Yuffie.
— ¡Tierra llamando a Sil! ¿Estás bien?- Exclamó Yuffie.
— ¿Eh?- Me rasqué los ojos por un momento y miré fijamente a cada uno de mis compañeros. 
— Quizá deberiais descansar…- Dijo Aeris mirandonos. 
— No… Estoy bien.- Mencionó Cloud dirigiéndose hacia mi.- ¿Estás tu bien?
— Sí, si… puedo.- Respondí.
— Sil.- Dijo Barret mirándome fijamente.- Aunque se que tienes ganas de pasarlo bien deberías descansar un poco, anda. Los dos. 
Todo el mundo asintió a las palabras de Barret y miré hacia abajo. No queria, para nada. 
— Lo siento… Pero quiero ir con vosotras.- Dije mirando fijamente a las chicas.- Vamos a pasárnoslo bien.
— Entonces.- Dijo Aeris acercándose a mí y agarrándome la mano.- Te cuidaremos bien ¿sí?
— Pero a nuestro lado todo el rato, Sil.- Dijo Tifa agarrando mi otra mano.
— A vuestras órdenes, jefas.- Agregué con una sonrisa.
— Tu a descansar Cloud.- Dijo Tifa mirándole.
— Vayamos a buscar un hotel.- Mencionó Barret mirando a Cloud.
— ¡Vamos, a qué estamos esperando entonces!- Exclamó Yuffie.
Las cuatro junto con Red XIII nos dirigimos rápidamente a investigar el parque con mucha emoción. Era nuestro momento para pasarlo bien y no iba a cambiarlo solo porque Sephiroth se nos había aparecido una vez más.
En un mundo paralelo (ZACK POV)
Estaba en casa de Aeris. Habíamos dejado a Aeris en su cama respectivamente y a Cloud sentado en una silla, los dos sin consciencia. Me acerqué a Aeris y le acaricié la cara por un momento, pensando, seguía sin entender nada. Mis ojos se posaron rápidamente en las pertenencias de Aeris. Allí estaba esa materia tan extraña que Aeris tenía.
— Qué color tan extraño tiene esta materia.- No pude evitar decir.- Seguro que Sil se moriría por investigarla.
Miré fijamente la habitación para ver una librería repleta de libros. No pude evitar acercarme y mirarlo.
— No sabía que te gustase tanto leer.- Le hablaba a Aeris como si pudiera escucharme.
En ese momento decidí salir de la habitación con el corazón en un puño. En el comedor se encontraba Elmyra con una niña pequeña con un vestido rosa llamada Marlene.
— ¿Quieres comer algo?- Me preguntó Elmyra. 
— Sí, que hambre.- Dije dejando la espada en un lado y sentándome en la mesa.
— Se dice gracias.- Me dijo Marlene mirándome fijamente. 
— Perdón. ¡Perdón!- Exclamé con una sonrisa. 
— Con un "perdón" basta.- Me volvió a decir Marlene. 
— Perdón.- Dije mirándola y agarrando una galleta para dirigir mi mirada a Elmyra.- Anoche… vino alguien, ¿no?
— Sí, Biggs.- Me respondió Elmyra.- Nos trajo comida. 
— ¿Y por qué tanto secretismo?- No pude evitar preguntarlo.
— ¿No has visto los carteles de "Se busca"? Su cara está por todas partes.- Mencionó Elmyra. 
— ¿De qué le conocéis?- Yo no sabia quien era Biggs. 
— Pregúntale a él.- Contestó Elmyra.- Mientras Marlene esté por aquí, seguro que vuelve. 
— No va a volver.- Dijo Marlene apretando los puños. Tanto Elmyra como yo miramos fijamente a la niña, sorprendidos por sus palabras.- Biggs no va a volver. ��Ni papá, ni Tifa, ni Sil! ¡Ya veréis como no viene!
Me quedé inmóvil por un momento al escuchar el nombre de Sil salir por la boca de Marlene pero tenía que reaccionar, a Marlene le empezaron a salir las lágrimas. 
— Pues iré a buscarlo yo mismo.- Dije yo levantándome de la mesa y agarrando mi espada.- Y luego lo traigo aquí. 
— ¿De verdad?- Me preguntó Marlene.
— ¡De verdad, de verdad!- Respondí con una sonrisa.- Uy, conque lo diga una vez basta, ¿no?
— No, lo puedes decir más veces.- Me dijo Marlene con una pequeña sonrisa. 
— ¡De verdad, de verdad!- Exclamé. 
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Mundo original (Sil POV)
Nos montamos en las mejores atracciones durante dos horas. Lo estábamos pasando fenomenal, el Gold Saucer era una pasada. Estábamos andando por el Gold Saucer de camino a otra atracción las cuatro, Red XIII se había perdido por el camino, cuando escuchamos a un chico del personal.
— La noria tiene activa una oferta para parejas en este momento. ¡No esperes más para ir con tu media naranja y tener la mejor cita de vuestras vidas!
— ¡Vaya!- Dijo Aeris con una sonrisa al escuchar la noticia.- Sil.
— ¿Si?- Pregunté mirándola. 
— ¿No crees que deberías invitar a Cloud a la noria?- Mencionó con una gran sonrisa.
— ¿Eh?- En ese momento desvié algo mi mirada, poniéndome algo roja. 
— ¿Le has confesado ya lo que sientes?- Me preguntó Aeris de nuevo.
— Uy, uy…- Dijo Yuffie acercándose a mi y dándome un pequeño golpe en la espalda.- ¿Te gusta Cloud?
— ¡E-Eh! ¡N-No!- Exclamé, desviando mi mirada cruzándose con la mirada de Tifa. Su mirada parecía algo vacía al escuchar la conversación y me sentí culpable. 
— ¡Vaya que no!- Exclamó Yuffie.- Se te nota de aquí hasta Midgar. 
— ¡Deberías aprovechar la ocasión y declarate en la noria!- Dijo Aeris con una sonrisa.- Sería tan bonito.
Miré a Tifa de nuevo, con el corazón en un puño y volví a mirar a Aeris y a Yuffie.
— Ya basta, chicas…- Dije yo, intentando desviar la atención de la conversación.
En ese momento noté la mano de Tifa colocarse en mi hombro y me giré mirándola a los ojos. 
— Sil… No te preocupes por mí.- Me dijo Tifa con los ojos embarnizados.- Sabes… os vi besaros de lejos en el Monte Corel.
Mi corazón se partió en muchos pedazos y no pude evitar bajar la mirada, intentando controlar mis emociones. Aeris agarró a Yuffie para llevársela de ahí y dejarnos privacidad. 
— Lo siento muchísimo…- Expresé.
— No, Sil… ¿Por qué te disculpas? No tienes porqué pedirme perdón…- Tifa me agarró de mis mejillas suavemente haciendo que nuestros ojos se encontrar una vez más.- Tu no tienes culpa aquí de nada… El amor simplemente surge… 
— Se que te gusta Cloud…- Respondí.- Y no quería hacerte daño, me siento horrible. 
— Puede…- Tifa negó con la cabeza.- Pero lo superaré… valoro más nuestra amistad. Y… Cloud parece más feliz también… Yo, quiero que os vaya bien a los dos en este sentido. 
— Haré lo posible para que no te afecte, Tifa.- Le dije con un hilo de voz, estaba algo rota.
Tifa me abrazó y le correspondí sin poder evitar romper en llanto. Tenía las emociones a flor de piel. Últimamente estaba muy sensible por todas las emociones vividas, era como una montaña rusa emocional. 
— Estamos juntas en esto.- Me dijo Tifa.
— Sí, gracias de verdad. Te quiero mucho, Tifa.- Me salió de dentro decirle eso, la apreciaba muchísimo como amiga por eso había estado intentando "protegerla" de esto pero era obvio que esto habria llegado algún día. Noté la mirada sorprendida de Tifa a mis palabras pero inmediatamente una sonrisa se le dibujó en el rostro.
— Yo también te quiero, Sil.
Nos quedamos un poquito más abrazadas hasta que por fin pude cesar las lágrimas. Nos separamos y nos sonreímos.
— Venga, Sil.- Me dijo ella.- Ves rápido a buscar a Cloud y a apuntaros a la noria. Tienes que decirle lo que sientes.
— Gracias Tifa.- Le sonreí y nos despedimos ella yéndose con las chicas. 
Me quedé mucho más tranquila después de esa conversación. No hubiera querido perder la amistad con ella de ninguna manera y sentía que esto nos había hecho un poco más fuertes. 
Fui corriendo hacia el hotel Embrujado del Gold Saucer. Estaba todo ambientado como en una casa del horror y además estaba muy bien conseguido. Entré al hotel y me dirigí a recepción preguntando la habitación de Cloud y subí al ascensor yendo hacia la suite y piqué a la puerta. No tardaron demasiado en abrir la puerta y allí estaba, Cloud. Me puse un poco nerviosa al verle pero le sonreí. 
— ¿Cómo te encuentras…?- Le pregunté. 
— Bien, dormir me ha venido bien.- Me respondió él.
— De casualidad… ¿no te apetece venir conmigo a un sitio?- Pregunté intentando sonar como de costumbre. 
— ¿Dónde?
— La noria tiene una oferta para parejas. ¡Quiero subirme a la noria!- Exclamé con una sonrisa.- Venga, va… 
— Si, porqué no.- Me respondió él.
— ¿De verdad?- Una sonrisa se dibujó en mi cara.- ¡Toma! Pues… ¡Rumbo a la noria!
Cloud cerró la puerta de la habitación y salimos del hotel juntos. Los nervios me estaban comiendo por dentro pero también tenía muchas ganas de disfrutar de la noria. 
Plaza de la noria.
— Esta franja horaria está dedicada a las parejas.- Un auxiliar comentaba la situación a varias personas.- Vuelva con su pareja, o bien con un amigo, y disfrute del Gold Saucer por todo lo alto. Podrán contemplar las hermosas vistas, enmarcadas por la ventana de la cabina como si fueran un cuadro de un museo… Será una experiencia inolvidable.
— ¿Vamos?- Dije con una sonrisa.- ¡Creo que hay que hacer cola!
Cuando nos íbamos a hacer a la cola de golpe la noria se paró y la gente empezó a preguntarse qué estaba pasando.
— Disculpen las molestias.- Dijo el auxiliar.- Acabamos de confirmar una avería en la red eléctrica del recinto. Estamos investigando las posibles causas, pero hasta solucionar el problema rogamos que sigan las instrucciones de evacuación. Por aquí, por favor. Mis compañeros les indicarán adónde dirigirse. 
— ¿En serio?- Exclamé con un suspiro.- Que mala pata…
— Lo siento.- Dijo Cloud mirándome a los ojos.
— No te preocupes. Ojalá podamos volver algún día.- Le sonreí.
— ¡Cloud! ¡Prrr mis bigotes!- El gato del principio se acercó corriendo a nosotros.
— ¡Oh, tú eres el de la bienvenida!- Sonreí. 
— ¡Encantado, señorita! Soy Cait Sith.
— ¿Qué quieres?- Preguntó Cloud. 
— ¡Tienes que venir al coliseo de inmiaudiato! Se han liado a tiros… en el vestíbulo.- Exclamó Cait Sith.- Según los testigos, ¡ha sido un menda con un arma en vez de brazo!
— ¿Qué?- Exclamé. Conocía a alguien que coincidía perfectamente con la descripción.
— Yo se lo digo a tus compis. ¡Venga, dales caña a esas almohadillas!- Exclamó Cait Sith antes de salir corriendo.
— No veo a Barret haciendo algo así… ¿o no?- Miré a Cloud fijamente.
— Vamos a comprobarlo.- Me dijo Cloud. 
Fuimos rápidamente a la plaza de Combate del Gold Saucer donde se encontraba el coliseo. Allí el personal de seguridad nos paró.
— Lo siento, el acceso está restringido en estos momentos.
El personal se puso una mano en la oreja donde tenía el pinganillo y de golpe nos miró fijamente.
— De acuerdo, adelante.
En ese momento nos dieron paso y allí nos encontramos con Aeris, Tifa, Yuffie y Red XIII.
— ¿Sabéis algo?- Pregunté.
Todos negaron con la cabeza y rápidamente entramos en la parte trasera viendo una situación horrorosa. Cadáveres tapados por una manta azul y toda la zona marcada con cintas de seguridad. 
— Barret…- Dijo Cloud. 
— Dejó a las tropas de Shinra como una colador de pasta, y luego…- Dijo Cait Sith.
— Déjame hablar a mí.- Exclamó Dio quien también se encontraba allí.- Soy Dio, el director del parque. Zagales, os doy la bienvenida al Gold Saucer, nuestro paraíso dorado. Tú eres mi rival de antes… Espero la revancha. 
— Ahora no es el momento.- Respondió Cloud.
— Un jefe de departamento de Shinra está aquí de visita y han disparado a su escolta.- Dijo Dio.- El personal y algunos visitantes también se han visto involucrados en el altercado. 
— Qué horror…- Exclamó Tifa. 
— Además, las cámaras de seguridad han quedado hechas trizas. No hemos podido grabar al tirador, pero sí tenemos testigos oculares.- Explicó Dio.- Dicen que tiene un arma por brazo. Por esa descripción, he pensado que podría tratarse de un individuo peligroso del cual nos habían informado. Un tipo grande, aunque no tanto como yo. Vozarrón. Con muy mal genio, gafas de sol… y un arma en vez de brazo. Apuesto a que os suena, ¿verdad?
— No puede ser…- Dije yo.- Imposible. Debe haber un error.
— Barret suele perder los estribos, pero nunca haría algo así.- Agregó Tifa. 
— Me gustaría creeros, de verdad.- Dijo Dio enseñándonos un cartel de "SE BUSCA" con las caras de Barret, Tifa y Cloud impresas en ella dando una recompensa de 100.000 guiles.- Mirad, hoy nos ha llegado esto. 
— Pero…- Dijo Tifa bajando la mirada. 
— No ha sido Barret.- Añadió Cloud. 
— ¿Puedes demostrarlo?- Preguntó Dio.
— Para empezar, él no destruiría las cámaras de vigilancia.- Explicó Cloud.- Suponiendo, hipotéticamente, que tuviera motivos para abrir fuego querría dejar constancia de esa motivación. No destruiría las cámaras.
— Hermoso discurso.- Dijo Dio.- La amistad es lo más sagrado que hay. Sin embargo, esto es muy grave. No puedo fiarme de vuestra palabra. Os propongo un trato. Buscadme al tirador y demostrad así la inocencia de vuestro amigo. Os doy 24 horas. Si no lo encontráis, os arrestaremos y os entregaremos a Shinra.  
Dio le tendió la mano a Cloud para cerrar el pacto y Cloud se lo aceptó. En ese momento Dio le puso un rastreador en la muñeca.
— Esto es un rastreador.- Mencionó Dio.- Estaréis bajo vigilancia para que no huyáis. 
— Nunca huimos.- Dijo Cloud.
— ¡Me alegro!- Exclamó Dio.- No dejéis que los Turcos se os adelanten. Buena suerte.
— ¿Eh? ¿Los Turcos?- Pregunté. 
— Tener competencia hace el reto un poco más estimulante, ¿no es así?- Dijo Dio.- ¡Ánimo, zagales! El tirador está abajo, en alguna parte. ¡Vuestro amigo cuenta con vosotros!
— ¡Yo también os echo una patita!- Dijo Cait Sith saludandonos desde atrás.- Necesitáis un guía, ¿no? ¡El ascensor es prrr aquí! ¡Prrr aquííí! ¡Aligerad esas patitas!
Pusimos rumbo al ascensor, definitivamente sabía que no había sido Barret pero por la descripción lo parecía. Teníamos que defenderle. Entramos al ascensor y Cait Sith le dio al botón.
— Vamos rumbo al Infrasaucer.- Dijo Cait Sith.- Hace miaucho tiempo, el personal de este parque tenía aquí sus casas. Pero empezaron a aparecer monstruos, así que trasladaron a la gente arriba. Después de eso, todo fue raspa abajo. ¡Ahora solo vive ahí la peor calaña! Prrr, se me erizan los bigotes solo de pensarlo… 
— Me recuerda al mercado Muro.- Mencionó Aeris. 
— Sí, pero ¡miaucho peor!- Exclamó Cait Sith.- Dicen que, una vez metes la patita, ya no hay vuelta atrás. Es por eso que… le pusieron otro nombre. La prisión de Corel. ¡Un miauténtico infierno en el desierto! Hurto. Violencia. Homicidio. ¡De todo! Ya sabéis… Miaucho cuidadín, camaradas. 
El ascensor se paró y todos íbamos algo tensos por lo que Cait Sith nos acababa de contar. 
— Ya estamos…- Dijo Yuffie. 
Infrasaucer: Prisión de Corel
Entramos a lo que parecía ser un pueblo muy pobre. Las casas eran chozas construidas a base de basura y daba muy mala espina.
— Prrr, ¿no hay nadie?- Preguntó Cait Sith. 
— Nos están observando.- Dijo Red XIII.
— No bajéis la guardia.- Añadió Cloud. 
Empezamos a andar por sus calles hasta que llegamos a un sitio que parecia una especie de plaza. Allí a lo lejos avistamos a dos hombres quienes llamaron a los demás y varias motos nos empezaron a rodear. 
— Una trampa…- Dije yo.
— Buen ojo, bonita.
En ese momento noté como me pegaban un golpe cayendo directamente al suelo quedandome inconsciente. 
Casa de Gas (a la mañana siguiente)
— ¡Buenos días!- Una voz que no reconocía me daba los buenos días.
Abrí los ojos como pude encontrándome con los demás, en el suelo. Me levanté de golpe y saqué mi arma. Cloud hizo exactamente lo mismo que yo.  
— Eh, tranquilitos.- Dijo el tio ese riendose.- Seguidme. ¡Arreando! Vamos que nos vamos.
No nos quedó otra que seguir aquellos tipos y nos dieron órdenes de quedaron parados en un sitio no demasiado lejos de donde estábamos. 
— ¡Jefe, aquí los traigo!- Exclamó el tio. 
En ese momento la puerta que teníamos delante se abrió de una patada y de allí salió un tío de pelo blanco y dos de sus guardias. El chaval entró bailando, como vacilandonos.
— ¡Caray!- Exclamó.- Bienvenidos. La prisión de Corel os abre sus puertas. Busco a una tal Sil… ¿os suena?
Me sorprendí muchísimo al escuchar mi nombre y en ese instante Cloud se puso delante mío. 
— ¡Ajá! Así que eres tú.- Me miró fijamente de arriba a abajo.- No hace falta que tu perrito te proteja, no te haré nada. 
— ¿Cómo me conoces?- Pregunté.
— Es interesante.- Me dijo el chaval.- Te aseguro que no nos hemos visto nunca. ¡Lo tendrías grabado a fuego, créeme! Si sé quién eres, es porque yo me entero de todo. Y también sé quien es tu perrito faldero, Cloud ¿verdad? ¿Y sabes porqué, verdad? ¡Va! ¡Te lo suelto! Cuando se trata de la chiquilla que acabó con el negocio de Don Corneo, hay que estar aún más al tanto. Felicidades. Ole, ole y ole. ¡Eres famosa por aquí! 
— Estamos buscando a un hombre con un ar…- Dijo Cloud intentando aprovechar la situación.
— Lo sé, lo sé.- Dijo el chaval.- ¿Estás sordo, chaval? Aquí estamos bien informados. No me hagas repetirlo. Yo estoy al tanto de todo lo que se cuece ahí arriba. Al grano. Necesito a una chiquilla como tú, que sepa de manipulación y además, sepa hacer de todo.  
— ¿Para qué?- Crucé mis brazos.
— Buscáis al tipo del arma, ¿verdad? Está bajo mi custodia.- Dijo el tipo.- Encarcelado en el desierto. Podría decirte la ubicación exacta, solo por ser tú. Qué chollo, ¿no? Pero hoy en día, todo es un toma y daca. ¿Me equivoco? En otras palabras, no te va a salir gratis. Necesito pasta, ¡y no sabes cuánta! ¡Llega un pirado y se pone a disparar a las tropas de Shinra sin ton ni son! ¡Se carga a no sé cuantos! ¡Y aun así, la recompensa por entregarlo a las autoridades no me basta! ¡Para defender la prisión hace falta más que calderilla! ¡Se necesitan fajos tochos! ¡Joder, joder, joder! ¡Mierda! 
— Ajá.- Dije mirándolo fijamente.
— Entonces… Tú, querida, vas a conseguirme ese dinero. ¿Cómo? Tranquila, que te lo voy a decir. Escúchame muy atentamente. Vas a participar en una carrera de chocobos y vas a ganar, nena. Hasta que lo logres… tus amigos, incluyendo a tu bonito perro faldero, serán mis huéspedes. 
En ese momento los guardias del tipo este encerró a todo el grupo en unas rejas, sin dejarles salir.
— ¡Noooo!- Exclamó Cait Sith.
— ¿De qué vas?- Dije yendo hacia el tipo y empujándolo.
— Nena, no te alteres. Los trataré como si fueran de la realeza. Y si no me consigues el dinero, ya idearemos tus amiguitas, tu y yo otra forma de hacer negocio. Y tus mascotitas seguro que aportarían algo. 
— Imbécil.- Exclamé.
— ¡No, nena! ¡Mi nombre es Gas!- Gas sonrió.- ¡Decidido! En cuanto a las carreras, que te informe mi colega de ahí. 
— ¡A la orden, jefe!- Dijo uno de los guardias. 
— Mucha mierda.- Me dijo Gas levantandome el mentón.- Ah, y… ten cuidado. Una chica sola por aquí… puede no volver nunca.
Gas se metió hacia dentro de la casa una vez más, riendose y el guardia me miró fijamente.
— Te llevo a por el chocobo. Tú sígueme. 
Me acerqué a los demás y los miré fijamente a través de las rejas. 
— Pero de qué van estos apestosos.- Dijo Yuffie.- Como me cabreen, van a ver lo que vale una ninja…
— Sil.- Me dijo Cloud.- Ten muchisimo cuidado.
— Lo tendré. Esto no me da miedo, solo espero que estéis bien.- Dije mirandolos.
— Confiamos en ti.- Dijo Aeris.- Ya vimos lo bien que se te da montar en chocobo.
— Mucha suerte, Sil. Estaremos apoyandote desde aquí.- Mencionó Tifa.
— Gracias… Cuidaos, por favor.
Me fui de allí persiguiendo al guardia de Gus a mi ritmo.
— Vamos, aligera el paso.- Dijo el guardia.- Como intentes escapar, acabas en un pozo de arena. 
— Y como no te calles o me hables mejor tú terminarás peor.- Expresé.
— Cuidado con tus palabras, nena.- Me dijo el guardia.- Aunque seas una pava no voy a pasar por alto tus faltas de respeto, ¿eh?
Chocobovestidor provisional.
Llegamos al sitio y el guardia se paró de golpe.
— Aquí la tienes.- Dijo el guardia.
Una chica, algo más pequeña que yo, se acercó a mí. 
— Así que tú eres Sil, ¿verdad? Yo soy Ester. Me encargo de los chocobos.- Me dijo la chica. 
— ¿Sil?- En ese momento una voz que reconocía llamo mi nombre y al girar la mirada vi a Billy. 
— ¿Billy?- Pregunté confundida. 
— ¿Os conocéis o qué?- Preguntó Ester. 
— ¿Qué haces aquí…?- Me acerqué a él. 
— Vine al Gold Saucer para entrar en la competición con Piko… ¡y estos tipos me secuestraron!- Respondió Billy.
— Oye, tú, esas son palabras mayores.- Exclamó el guardia.- Te perdiste en el desierto y te rescatamos, ¿o no? Como nos vaciles, ¡nos cargamos a tu chocobo y nos lo zampamos! 
— ¡Oye! No digas gilipolleces- Exclamé yo para después mirar fijamente a Piko.- Ay, Piko… ¿no está bien?
— El desierto lo ha dejado exhausto…- Dijo Billy.- Es el chocobo con el que vas a competir… pero veo crudo que gane, como no coma y recupere sus fuerzas. 
— Kuééé…- Exclamó Piko.
— Entonces…- Dijo Ester.- Lo primero que harás será buscarle algo que echarle al buche. 
— Bien…- Dije mirando a Piko, muriendome de pena. 
— Venga, yo le ayudo.- Dijo Billy con una sonrisa. 
— Trademe lo que encontréis.- Mencionó Ester. 
Salimos del chocovestidor profesional entrando en la cárcel de corel. De día se seguía viendo tan mal rollero como de noche. Empezamos Billy y yo a dar una vuelta por la zona para ver dónde podíamos conseguir verduras y de golpe un tipo con sombrero nos paró.
— Oye bonita, me han hablado de ti.- Dijo el hombre con sombrero.- Buscas verdura, ¿no? Te propongo un trato: tú me haces un encarguillo y yo te doy la verdura. ¿Qué me dices? 
— ¿De qué se trata?- Pregunté.
— Resulta que en mi casino, que está en la plaza, hay una panda de tahúres singulares. Me gustaría que fueras a buscarlos y les ganaras una partida a Sangre de la Reina. ¿Qué me dices? 
— Si, vale.- Dije. 
— Estupendo. Son más raros que un perro verde, pero como juegan de maravilla ya nadie se atreve a retarlos. Si les ganas seguro que otros se animan a retarlos. Los tahúres en cuestión son tres y están en el casino de la plaza. Te daré una verdura por cada uno que derrotes.- Me explicó dándome una baraja.- Ten, te la puedes quedar. ¡Cuento contigo! 
Salimos de allí y Billy me miró fijamente.
— ¿Sabe jugar a eso, Sil?- Me preguntó.
— Por lo que sé, sí.- Dije.- Gané un torneo no hace demasiado. Será fácil. 
— Me alegra mucho escucharlo.- Dijo él dejando salir un suspiro.
Casino.
Llegamos al casino y allí habían tres tableros de la Sangre de la Reina y tres combatientes detrás de estos. Sin problema me enfrenté a los tres ganando sin demasiado rollo. La estrategia era totalmente lo mio asi que no tardé demasiado en tumbarlos a todos. La emoción en el casino fue incrementando y al final de la última partida todo el mundo quería retarse así que mi misión había sido cumplida exitosamente. 
— ¡Se le ha dado de maravilla!- Me dijo Billy.- ¿Hay algo que no sepa hacer?
— No es para tanto.- Dije riendome un poco.- Simplemente es una coincidencia. 
Rápidamente volvimos a la tienda de cartas donde se encontraba el hombre del sombrero.
— Muy buenas, bonita.- Me dijo.- Gracias a tu racha de victorias… se está reavivando el interés por el sangre de la reina. Así que el negocio va en viento en popa. Me has ayudado un montón así que lo prometido es deuda.
El señor nos dio tres verduras para poder alimentar a Piko y miré a Billy.
— ¿Con esto tendremos suficiente?- Pregunté.
— Sí, de sobra.- Me dijo él.- Vamos a ver a Piko. 
Chocobovestidor provisional.
Pusimos la verdura en el comedor de Piko y de golpe el chocobo se levantó comiendo como un condenado. Se puso super contento y me miró batiendo sus alas.
— Kuééé.- Exclamó Piko.
— ¡Perfecto! ¡Ya está listo para correr veloz como un rayo!- Exclamó Billy.
— Habla con el guardia para que te lleve al chocobódromo.- Me dijo Ester. 
— Vamos arriba, te llevaré al chocobódromo.- Me dijo el guardia con una sonrisa. 
— Oye, mejor voy yo con ella.- Dijo Ester.- No te importa, ¿no? 
— ¿Ein? ¡Joer! Siempre igual, ¿ahora eres lesbiana o qué?- Exclamó el guardia.
— ¡Es mona!- Ester sonrió a lo que yo me puse algo roja.- Decidido. Vente conmigo.
La empecé a seguir siguiendo el camino que ella marcaba. Billy también nos seguia con Piko.
— Nunca pensé que vería a Piko en tan buena forma.- Me dijo.- Estaba en los huesos cuando llego. Piaba tan flojito que daba lástima.
— Ay… pobre.- Expresé.- Me alegra que ahora esté bien. 
— Ahora está irreconocible.- Dijo Ester.- Ya verás la pedazo de carrera que nos va a dar. Aunque de nada sirve tener un buen chocobo si el jinete no está a la altura. Cuántas veces habré visto chocobos rápidos que pierden por sus jinetes de pacotilla… 
— Sil es un fenómeno a chocobo.- Mencionó Billy. 
— No se me da mal.- Expresé.
Gold Saucer: Plaza Chocobo.
Nos subimos al montacargas llegando al Gold Saucer de nuevo. 
— Es usted jinete, ¿no?- Me preguntó un auxiliar. 
— ¡Así es!- Ester respondió por mi.
— Nosotros nos ocupamos del chocobo.- Diríjase a la sala de espera. 
Me dirigí junto con Ester y Billy a la sala de espera y al llegar, Ester se giró mirando a un hombre que estaba apoyado a la pared, vestido de cowboy. 
— ¡Pero si es Joe!- Exclamó Ester. 
— Ay, Ester…- Dijo Joe.- ¡Cada vez más guapa! 
— Ya, ya. Gracias.- Dijo Ester.- Os presento. Este es Joe, el jinete personal de Sam. Siento tener que decirlo… pero es el mejor del circuito. 
— Encantado de conocerte.- Me dijo Joe haciendo una reverencia. Me lo quedé mirando fijamente, me transmitia una vibra extraña.
— Esta es Sil.- Mencionó Ester.- Digamos que es nuestra nueva estrella. No le quites el ojo de encima. 
— Se nota que le has caído bien a Ester…- Me dijo Joe.- Aunque… extraño es. ¿Vas a competir, tú? ¿Una chica? 
— ¿En serio?- Pregunté cruzándome de brazos. 
— Bueno, a ver si cumples las expectativas. Me gusta que mis rivales estén a la altura, aunque lo dudo. Mucha suerte, Sil.- Joe me puso una mano en el hombro antes de marchar.
— Bueno, no lo escuches.- Me dijo Ester.- Ahora solo queda esperar a que empiecen las carreras. 
Me senté en el sofá y me crucé de brazos. No podía parar de pensar en los demás, como debían estar esperando, que los estuvieran tratando bien. Aunque la carrera de chocobos profesional me motivaba, quería superarme, ver de que era capaz. Poco después me llamaron para entrar a la carrera y me levanté yendo con Piko al circuito, poniéndonos en la línea de meta. 
En otra parte del Gold Saucer…
— ¿Sabéis que han intentado dispararme? 
— ¿Cómo? ¿Eso es lo que ha pasado en el coliseo? 
— Sí, sí. Menos mal que había escogido ese momento para ir al baño.
— ¡Qué me cuenta! ¡Menuda suerte! 
— ¿Verdad? Hoy me sonríe el destino, así que seguro que voy a ganar las apuestas. ¡Ah! ¿Le han echado manteca? Me gusta que lleve mucha. 
— ¿Lo has encontrado?
— ¡Qué más dará ahora eso, Rude! Estás ahí, fresquito, con Palmer y las tontas que le siguen solo para ver a Sil en la carrera de chocobos y yo me voy a desmayar del calorazo que hace aquí en el desierto. Explícamelo… ¿Por qué tenemos que ir de negro? 
— En cuanto termine la carrera, voy para allá. 
— Y hazme el favor de traerme un refresco. ¡O mejor un helado!  
— ¿De vainilla?
— No, de vainilla no. A este paso, ¡me voy a quedar más seca que una momia! ¿Me oyes? ¿Rude? ¡Rude!
— Ah… ojalá estuviera Reno aquí.
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Acaricié el plumaje de Piko y le sonreí, él y yo hacíamos un buen equipo. El contador empezó a ir hacia atrás: 3, 2, 1… ¡YA!
Piko y yo salimos disparados, sin mirar atrás. Puse mi cuerpo ligeramente hacia adelante, levantándome un poco del sillín para tener aún más control. Piko ya sabia que significaba eso, correr sin mirar atrás. Intenté adelantarme a absolutamente todo el mundo para evitar cualquier incidente. El jinete de Sam me transmitía cero confianza y más teniendo en cuenta lo tramposo que es Sam así que lo evité usando el máximo la delantera y así, una vez más consiguiendo una victoria aplastante. Levanté mis brazos cuando crucé la línea de meta, celebrandolo y abracé a Piko.
— ¡Bien hecho, Piko!
— ¡Kuéééé!
La carrera terminó y me entregaron el premio que le tenía que dar a Gas. De allí ya me dirigí a la casa de Gas.
Casa de Gas (dos horas después)
Cuando llegué todo el grupo estaba liberado y se acercaron corriendo a mi, super emocionados.
— ¡Sil has hecho una carreraza!- Exclamó Aeris.
— Te hemos visto por la tele y como te has adelantado a todos desde el principio… ¡NO LO HABÍA VISTO ANTES!- Exclamó Yuffie.
— ¡Estaba segurísima de que ibas a ganar!- Me dijo Tifa con una sonrisa.- Ya te vimos montar super en el rancho de Billy.
— ¡Chicas!- Exclamé algo avergonzada.- ¡No hace falta!
— ¿Estas bien?- Me preguntó Cloud acercándose a mi. 
— Sí… Ha estado bien al final.- Sonreí.
— ¡Caray! Aquí está nuestra campeona.- Exclamó Gas al verme.- ¡Sabía que lo ibas a petar a lo grande! Ya podemos dormir tranquilos. 
 — Ah.- Dije sin decir nada más. Me importaba poco. 
— Ay, no seas tan mala, va directo a mi corazón.- Dijo Gas.
— Cumple tu parte del trato.- Dijo Cloud de golpe.
— Que sí, ya voy.- Mencionó Gas.- Soy un hombre honrado, ¿sabes? ¡Y odio que me metan prisa! 
Gas chascó los dedos y uno de sus guardias abrió una puerta con unas escaleras.
— Este paso subterráneo atraviesa el desierto. No tendréis ni que preocuparos por las arenas movedizas.- Dijo Gas.- Una vez fuera, encontraréis un buitre muy simpaticón que conoce el camino. Seguidlo. El fulano del arma está preso en el desguace. Podéis entregárselo a Shinra, cortarle el pescuezo o lo que os venga en gana. 
— Vamos.- Dije. 
Infrasaucer: Pasaje de los bellacos.
Bajamos las escaleras y empezamos a correr por el pasaje para llegar lo antes posible.
— Barret nunca haría algo así.- Dijo Tifa. 
— La escena del crimen no era propia de él.- Añadí.
— Pero, ¿quién más tiene un arma por brazo?- Preguntó Yuffie.
— Estoy segura de que no ha sido él.- Mencionó Aeris. 
— Pronto lo sabremos.- Dijo Cloud. 
El pasaje estaba infestado de bichos que una vez más derrotamos rápidamente para que no nos molestaran hasta que finalmente vimos la luz.
Región de Corel: Sur.
Allí literalmente un buitre nos esperaba y alzó vuelo cuando nos vió. Le empezamos a seguir con un buen ritmo para no perderle de vista. Teníamos todos los nervios a flor de piel ya que la incertidumbre de lo de Barret nos estaba matando. Pero todo no fue color de rosa ya que de golpe unos torbellinos de arena se generaron y venían a toda velocidad hacia nuestra dirección.
— Una tormenta de arena.- Dijo Red XIII.
— ¡Vámonos!- Exclamó Cloud. 
La arena subía y yo rápidamente bajé mi mirada para que no entrara en mis ojos. Cloud puso su brazo en mi, protegiendome de la arena. De golpe escuchamos unos disparos.
— ¡Por aquí!- Giré la mirada y allí estaba Barret. 
— ¿¡Barret!?- Exclamó Tifa. 
— ¡Rápido!- Dijo Cloud sin soltarme ni un segundo, poniéndonos detrás de donde estaba Barret. 
Por suerte la tormenta cesó rápidamente pero la arena cayó encima nuestro. 
— ¡Prrrr!- Dijo Cait Sith.- ¡Hemos acabado miaulamente! 
— ¡Achú!- Red XIII estornudó tan fuerte que tiró hacia atrás a Cait Sith. No pude evitar reír un poco. 
— Barret… por fin…- Dije mirándolo, había estado muy preocupada. 
— ¡Menos mal que estás bien!- Mencionó Tifa. 
— ¿¡Te has escapado!?- Preguntó Yuffie. 
— ¿Qué dices?- Exclamó Barret.- ¿Qué pintáis vosotros aquí? 
— Tratando de encontrar al tirador del Gold Saucer.- Dijo Cloud. 
— Parece que…- Dijo Tifa.- Tenía un arma en vez de brazo. 
Barret miró su brazo fijamente y se giró empezando a andar.
— Ajá…- Dijo él.
— No has sido tú, ¿verdad?- Preguntó Cloud. 
— Todo esto es culpa mía.- Dijo Barret parándose en seco. 
— ¿Qué dices…?- Exclamé mirándolo fijamente. 
— El tirador se llama Dyne.- Explicó Barret.- Es amigo mío… Más bien, lo era. Fue hace cuatro años, cuando explotó el reactor. Dyne y yo nos acercamos a echar un vistazo. Y a la vuelta… Vimos como la aldea estaba en llamas y como las tropas de Shinra atacaban a los aldeanos. En una de estas, Escarlata nos empezó a disparar y Dyne casi se cae por el acantilado. Lo intenté ayudar y fue cuando Escarlata disparó a nuestros brazos haciendo que Dyne cayera por el vacío gritando lo que pensaba que eran sus últimas palabras: "Eleanor, Marlene..". 
— ¿Marlene?- Preguntó Tifa.
— Yo había perdido mucha sangre y estaba mareado, pero logré huir.- Seguia contando Barret.- Me desmayé y el doctor Sheiran me encontró. Le debo la vida. Por eso.. elegí esto en lugar de una prótesis para mi brazo derecho. Quería vengarme. Dyne debió elegir igual. Sí, supongo que sí. Estaba convencido de que no había sobrevivido. De haberlo sabido… 
— ¿Así que Dyne también quería vengarse de Shinra?- Pregunté. 
— Yo qué sé…- Mencionó Barret.- Lo vi alejándose del lugar del tiroteo, pero, aun así, no me cabe en la cabeza que fuera él. Esa no es forma de vengarse. Tengo que hablar cara a cara con él. Tengo cosas que contarle. 
— ¡Pues vámonos!- Exclamó Yuffie señalando el desguace. 
— Se supone que está ahí encerrado.- Dijo Cloud. 
Fuimos hacia el desguace y Barret se nos adelantó mirando fijamente el sitio.
— Habéis dicho que Dyne está aquí, ¿verdad?- Preguntó.
— Supuestamente, si.- Respondí. 
— Creo que es mejor que vaya yo solo.- Dijo Barret quitándose las gafas. 
— Pero…- Dijo Tifa a lo que Cloud intervino.
— Adelante.- Le dijo Cloud a Barret. 
Barret se fue para adentro y nos quedamos afuera, esperandole. 
— Espero que esté bien.- Dije yo. 
Pocos minutos más tarde, lo vimos salir con Dyne, ayudandole a andar aún algo lejos de nosotros pero se les podía escuchar.
— Oye.- Dijo Dyne.- Anda, si también hay un Soldado. Desgraciado… Nos has vendido a Shinra. 
— ¡No!- Exclamó Barret.- ¡Te equivocas! 
En ese momento Dyne empezó a disparar como un loco en nuestra dirección y todos nos escondimos detrás de las paredes para que sus balas no nos alcanzaran. 
— ¡Ya basta, Dyne!- Exclamó Barret.
— ¿Qué te pasa?- Pregunto Dyne.- Dispara. 
— He venido a ayudarte.- Mencionó Barret.
— ¿¡Para ayudarme!? ¿Tú?- Exclamó Dyne mientras se reía.- ¡No me hagas reír! Te has levantado graciosillo hoy, Barret. Esas gilipolleces te las llevas a la tumba. 
Se volvieron a escuchar disparos y yo rápidamente salí, estaba claro que le estaba disparando a Barret, tenía que ayudarlo. 
— ¡No te entrometas!- Exclamó Barret al verme.- Esto es cosa nuestra… Entre él y yo. 
Me quedé mirando la escena, muy preocupada y con el corazón encogido, pero entendía perfectamente que no debía meterme.
Barret y Dyne empezaron a pelear, disparandose. Dyne iba a por todas a por él y Barret se defendía sin evitar dispararle también. 
— ¡Ya no somos lo que éramos!- Exclamaba Dyne mientras disparaba.- ¿¡No es así, Barret!? ¿Te acuerdas de cuando pusimos trampas para las ratas y te pillaste la mano en una? ¡Qué risa me eché aquel día! 
Cada palabra que decía Dyne me rompía el corazón ya que no podía evitar empatizar con Barret. Debía ser tan duro para él y aun así, le estaba enfrentando. De golpe Dyne cayó de rodillas.
— Eleanor… Marlene…- Dijo Dyne.- Aaah… Veo todo oscuro…
En ese instante un montón de chatarra se le acumuló en el brazo haciendo incluso un arma mucho más fuerte. 
— ¡Dyne!- Exclamó Barret.- Confía en mí. ¡Quiero ayudarte! 
— ¡Barreeeet!- Exclamó Dyne atacándole de nuevo, pero con más fuerza.
— ¿¡Qué pretendes, Dyne!?- Exclamó Barret una vez más. 
Barret le atacó con todas sus fuerzas tirando a Dyne hacia atrás ya sin fuerzas. Barret le volvió a apuntar una vez más. 
— Vamos…- Dijo Dyne.
— Dyne, se acabo.- Dijo Barret bajando el arma. 
— ¿Qué?- Exclamó Dyne apuntando a Barret de nuevo.- ¿¡Cómo que se acabó!? ¡Nada de esto ha acabado! 
— Pues venga, mátame y así le ponemos punto y final.- Mencionó Barret sacándose la prótesis de arma y tirándola al suelo.
— ¡Barret!- Exclamó Tifa.
— ¡No te acerques!- Exclamó Barret. 
— Cobarde…- Dijo Dyne riendose.- Así, si mueres, no tendrás que sufrir más, ¿no? ¿De qué vas? 
Dyne le pegó un guantazo a Barret girándole la cara haciendo que él cayera al suelo. Le agarré fuerte la mano a Cloud en ese momento, apretandosela, ver todo esto me estaba afectando de gravedad emocionalmente.
— ¡Se supone que has venido a ayudarme a mí!- Exclamó Dyne. 
— Yo…- Dijo Barret.
— No has cambiado nada.- Mencionó Dyne agarrandole la cabeza a Barret y apuntándolo con su arma.- Tiras la toalla… a la primera de cambio… 
— Perdóname, Dyne.- Dijo Barret, de rodillas.- Fui un idiota. Seguro que había otra opción, pero nos ofrecieron tanto dinero… que me cegué… 
— Pagamos con sangre cada guil que nos dieron.- Dijo Dyne.- ¿Sabes…? En mi cabeza… aún oigo su voz. La voz de Eleanor. "No odies… a Barret. Él es inocente…" Entonces, ¿¡de quién es la culpa!? ¿¡De Shinra!? ¡Sí! ¡Siempre es de Shinra! 
Dyne empezó a disparar hacia atrás y cuando dirigimos la mirada vimos a un montón de centinelas subiéndose a los escombros para dispararles. Rápidamente Cloud, yo y los demás fuimos hacia allí para luchar contra ellos y quitarlos del camino y que no tocaran ni a Dyne ni a Barret.
Barret tiró al suelo a Dyne para que no le alcanzaran las balas.
— Estoy destrozado…- Dijo Dyne.- Cada vez que mato a alguien, yo también me muero un poquito. Tengo el alma podrida. Me encantaría palmarla yo también… pero no puedo. ¿Por qué? La vida no tiene sentido sin Eleanor y Marlene y, aun así… 
— Marlene está viva.- Mencionó Barret enseñándole una foto de carné que llevaba siempre encima de Marlene.- Vive en Midgar y ya tiene cuatro años.
— Marlene…- Dijo Dyne agarrando la foto, temblaba.- Tiene los ojos y el pelo de su madre… 
— Después de la explosión, vivía sin vivir en mí.- Explicó Barret.- Había perdido a Myrna, y creía que a ti también. Los remordimientos me carcomían. Marlene me dio fuerzas para seguir adelante. La encontré llorando frente a vuestra casa en llamas, y me la llevé. Desde entonces, ella ha sido mi razón de ser. 
— ¿Por eso me la quitaste?- Preguntó Dyne.- ¡Sabías lo mucho que la quería! Lo sabías muy bien, y aun así… 
— No he dicho eso.- Dijo Barret intentando que Dyne entrara en razón. 
— ¡Me has arrebatado todo lo que he amado!- Exclamó Dyne tirando la foto de Marlene.
— Dyne…- Dijo Barret levantándose y agarrandole el brazo.- Vamos a ver a Marlene, juntos. 
— Te odio, Barret…- Exclamó Dyne.- ¿¡Por qué mierdas me dices esto ahora!?
— Dyne… 
— ¿¡No ves que tengo las manos manchadas de sangre!?- Gritó Dyne con desesperación.- ¡Está todo perdido! 
Dyne apartó a Barret al ver que venían más centinelas por otro lado y les atacó, disparando pero tristemente, mientras los quitaba a todos de en medio, le balearon a él también. El arma se le cayó del brazo y aunque intentó andar un poco, se cayó de rodillas para luego estirarse encima de Barret.
— Dyne…- Dijo Barret. 
— Sigue… viviendo… y sufre…- Mencionó Dyne, mirando fijamente a Barret. 
— ¡No!- Exclamó Barret.- ¡Noooo! 
— Ya estoy aquí, Eleanor…- Dijo Dyne- Ya estoy en casa.
En ese momento Dyne cerró los ojos para no volver a abrirlos nunca más y Barret soltó un grito de desesperación y de tristeza que resonó directamente en mi corazón. 
— Barret…- Dijo Tifa, con el corazón en un puño. 
— ¡Cloud, mira!- Exclamó Yuffie señalando al cielo.
Miramos al cielo y tres helicópteros de Shinra junto con un robot gigante venían hacia la zona.
— Lo que nos faltaba, joder.- Exclamé. 
Fuimos corriendo hacia la entrada del sitio y allí, delante nuestro soltaron al robot gigante.
— Me tratan como a un donnadie… Me anulan la reserva del hotel… Encima, cierran el coliseo por un tiroteo ¡y el chocobo por el que había apostado pierde la carrera!- Alguien hablaba desde dentro del robot. En ese instante asomó la cabeza para ver el director Palmer, de Shinra- ¡Estoy que me pinchan y no sangro! ¡Ya estoy hasta la coronilla! ¡Se van a enteraaar! 
Palmer controlaba al robot gigante. Lo analicé rápidamente con mi materia para encontrar que su debilidad era electro y que su punto débil era ponerlo boca abajo. Todos empezamos a atacar, cada uno a su estilo. La rabia y la tristeza me invadian y no estaba para tonterías y menos para derrotar a este pardillo de Shinra.
— Encima va y vienes a molestar.- Exclamé.- Vas a arrepentirte de haber venido. 
Rápidamente saqué una de mis materias de invocación que guardaba para ocasiones especiales, mi invocación favorita. Fénix. Lo invoqué y los demás se me quedaron viendo fijamente, nunca había recurrido a las materias de invocación pero estaba harta. 
Fénix empezó a atacar sin piedad al robot y por tanto a Palmer, destrozando el robot rápidamente, haciendo que sus funciones poco a poco dejaran de funcionar y que Palmer saliera disparado del robot. Fénix volvió hacia mi, le acaricie el plumaje y le sonreí.
— Gracias por tu trabajo, pequeño.- Le sonreí. 
En ese momento Fénix volvió a su materia, desapareciendo y Cloud intentó cargar hacia Palmer pero un helicóptero de Shinra le empezó a disparar. En ese instante, decidimos que lo mejor era meterse hacia dentro del desague, donde estaba Barret y eso hicimos. Allí vimos una devastadora escena, Barret de rodillas, viendo a su amigo muerto en el suelo, con la foto de Marlene en su mano. Tifa se acercó a Barret poniendole una mano en el hombro y Aeris se puso de rodillas al lado de Dyne, rezando. Me dolía tanto verle así.
— No hay tiempo.- Dijo Cloud.- Nos tenemos que largar. 
— ¿¡Y cómo!?- Exclamó Yuffie. 
De golpe escuchamos un motor de un coche venir a toda pastilla hacia donde nos encontrábamos y allí se paró, delante nuestro. Era un todoterreno rojo, con 8 pedazo de ruedas. Un increíble cacharro. De allí salió Dio quien bajó del todoterreno.
— Zagales, os traigo el vehículo de la huida.- Exclamó Dio. 
— ¿¡Director!?- Preguntó Cloud confundido. 
El director Dio le agarró el brazo a Cloud y le quitó la pulsera aquella que le había puesto, el geolocalizador. 
— Los rastreadores llevaban micrófono integrado.- Explicó Dio.- Lo he oído todo. Ahora sé que eres inocente, Barret. Siento haber sospechado de ti. 
Barret seguía mirando fijamente a Dyne, se estaba despidiendo de él con la mirada, para siempre. 
— Ese todoterreno es mi modo de disculparme. Lleváoslo.- Dijo Dio acercándose a Barret.- Yo me encargo de zanjar este asunto.  
— Se agradece.- Dijo Cloud.
— ¡En marcha!- Exclamó Yuffie. 
— Director.- Dijo Cait Sith señalando el coche.- ¿De verdad que no hay problema? 
— Es mi deber garantizar la seguridad de los visitantes.- Mencionó Dio moviendo los pectorales.- Lo que hayáis hecho en Midgar, se queda en Midgar. Volved cuando queráis. 
Dio le apretó la mano a Cloud y le sonrió antes de apartarse un poco y poniendose al lado del coche. Los demás se dirigieron hacia el coche también quedando Barret y yo en la escena. Agarré el arma de Barret del suelo y me acerqué a él.
— Barret…
— Que viva y sufra, ha dicho.- Me dijo Barret, mirando fijamente a Dyne.
— No sabemos si ese es tu destino.- Dije yo sujetando su arma, que casi era más grande que yo.- Pero, estamos aquí para ti.
Barret me sonrió y agarró el arma de mis brazos, poniendosela.
— Sil, eres un encanto.- Me dijo Barret dedicandome una sonrisa.- Dyne, hasta siempre.
Barret y yo fuimos al coche y ya que vi que nadie se había puesto en el asiento de piloto me senté yo.
— Woah, que pedazo de trasto… Esto es una fantasia.- Abracé el volante. No podía evitar estar algo emocionada por el coche.
— ¿Ya sabrás conducirlo?- Me preguntó Tifa.
— Aquí donde me ves soy una gran fanática de los coches.- Sonreí.- Puedo con esto y con más. 
Cuando iba a arrancar vimos a Rude llegar con un grupo de centinelas hacia donde estábamos. No pude evitar reírme un poco al verle de nuevo.
— ¡Zagales, aprended del mejor!- Dijo Dio de golpe.- ¡La vida es un campo de batalla!
Dio cargó contra Rude y los dos empezaron a aplicar fuerza entre ellos. Era el momento idóneo para escapar.
— Chicos, agarraos fuerte, ¡qué despegamos!- Exclamé pisando fuerte el acelerador y saliendo a toda mecha con el todoterreno.
Un helicóptero de Shinra y varios centinelas motorizados empezaron a perseguirnos. 
— ¡A todas las unidades!- La voz de Elena sonaba desde el helicóptero.- AVALANCHA se desplaza en un vehículo todoterreno. ¡Seguidles! Repito: AVALANCHA se desplaza en un vehículo todoterreno… 
— Deja que yo me encargue.- Dijo Barret. Solo lo podía escuchar, mis ojos estaban centrados en conducir. 
— Todo tuyo.- Dijo Cloud. 
Empecé a escuchar las balas salir del arma de Barret y antes de pegarle al acelerador giré mi cabeza un momento y miré a Barret. 
— ¡Barret, enséñame el arma!- Exclamé.
Barret acercó su arma a mi y yo la imbuí de ELECTRO++ y volví a mirar hacia adelante, controlando el coche y pegando el acelerón de nuestras vidas.
— ¡ESA ES!- Exclamé al notar tanta velocidad, disfrutando de la adrenalina que me provocaba.
— ¡Buena táctica, Sil!- Me dijo Barret disparando a todo lo que se nos acercaba.
— ¡Madre mia!- Exclamó Elena desde el helicóptero.- ¡La ex de Tseng está como una cabra! ¡Nosotros nos retiramos!
En ese momento el helicóptero de Shinra y varios centinelas se retiraron y cuando pensábamos que todo estaba listo Palmer volvió con un robot una vez más.
— ¡Barret, tú puedes!- Exclamó Tifa.
El robot de Palmer explotó al poco tiempo de que Barret empezara a disparar gracias a mi materia electrificante y escuchamos un disparo que se iba hacia el cielo. De un momento a otro, Elena aterrizó en la parte delantera de nuestro coche.
— ¿¡Qué…!?- Exclamó Aeris.
— Rendíos, como es debido.- Dijo Elena mirándonos fijamente.
— No va a durar demasiado allí arriba.- Dije con una sonrisa.
Le di fuerte al acelerador, yendo a más de 200 km/h.
— ¡Eh!- Exclamó Elena.- ¡Pero qué haces, Sil!
— Gente, ¡agarraos!- Exclamé..
Cuando llegué a la velocidad que quería rápidamente puse el freno de mano girando el volante 180º a la derecha haciendo que el coche diera un gran giro rápido para volver a girar 180º a la izquierda sin dejar de apretar el acelerador. 
— ¡Se ha vuelto turuletaaaaaa!- Exclamó Cait Sith. 
Elena salió disparada por los aires y conseguimos huir de ahí, a toda velocidad dejando a Shinra finalmente atrás. Bajé la velocidad, no podía parar de sonreír.
— Si que disfrutas de la velocidad, Sil.- Dijo Aeris, riendo un poco.
— Espero que no me haya pasado demasiado.- Dije riendo un poco también.
— Ha estado brutal.- Mencionó Barret con una sonrisa.
— Eso, Barret. Me gusta escucharte así.- Sonreí.
Me centré en conducir ahora ya más tranquilamente para poder salir del desierto.
— Marlene, menudo padre tienes.- Dijo Barret de golpe.- Cuando vuelva, se lo contaré todo. 
En alguna parte de Midgar…
— ¡Perfecto! Información actualizada de "se busca". Hoy está siendo un día productivo. 
— Disfruta usted demasiado.
— Tseng…
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En un mundo paralelo (ZACK POV)
Salí de casa de Aeris para buscar a ese tal Biggs. Agarré un cartel de "Se busca" que contenía una imagen de toda AVALANCHA y por tanto tenía una referencia visual del hombre. Recorté el papel hasta que solo quedó su foto.
— Manos a la obra.- Dije.
Me puse a buscar por toda la barriada del sector 5 hasta le pregunté a varias personas de la zona por si lo habían visto pero nadie sabía nada. No tenía ni idea de por donde seguir buscando, se me estaba haciendo cuesta arriba. De golpe el suelo tembló y no demasiado lejos de aquí vi un humo muy negro.
— ¿Ya está AVALANCHA haciendo de las suyas?- Dijo un residente de la barriada.
— No lo descartaría.- Le respondió otro.
— ¡Mejor que eche un vistazo!- Dije para mi.
Lo más posible es que, si lo había hecho AVALANCHA, Biggs sería el que estaría allí. Empecé a correr en dirección al humo, había sido una bomba, también había fuego y de golpe allí vi a un chico con una bandana roja. Miré la foto y volví a mirar al chico.
— ¡Biiiingo!- Exclamé acercándome rápidamente a él.
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Mundo original (Sil POV)
— A ver, prrrstadme antención.- Dijo Cait Sith.- ¿Adónde nos dirigimos, gentecilla?
— Al sur. Vamos al sur.- Dijo Barret.
— ¿Qué se nos ha perdido ahí?- Preguntó Cloud.
— Al norte está Corel, ¡y yo no vuelvo ni loco!- Exclamó Barret.
— ¡Al sur, pues! ¡Yo te indico, Sil! Soy el mejor miaucopiloto.- Me dijo Cait Sith.
— ¡Allá vamos!- Exclamé con una sonrisa. 
Le pegué fuerte al acelerador. No sabia que era lo que nos deparaba el destino al llegar a la siguiente región pero estaba llena de energía para descubrirlo. 
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Esto es una adaptación de la obra original FINAL FANTASY VII (SQUARE ENIX©) sin fines de lucro. Solo tiene fines lúdicos y de comunidad. Prohibida la copia de la adaptación igual que la extracción de personajes propios sin autorización.
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joseandrestabarnia · 2 months ago
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La elevación de María Magdalena de Guido Cagnacci es una pintura al óleo sobre lienzo realizada hacia 1622. Se encuentra en la Galería Palatina del Palacio Pitti en Florencia, Italia. La pintura representa a María Magdalena siendo elevada al cielo por ángeles. Magdalena está vestida con una túnica blanca y lleva una corona de flores en la cabeza. Está rodeada de ángeles que la sostienen en el aire. La escena se desarrolla en un cielo nublado, con una luz celestial que brilla sobre Magdalena. La pintura es un ejemplo típico del estilo barroco de Cagnacci. Se caracteriza por su uso del color, la luz y el movimiento. La composición es dinámica y dramática, y la figura de Magdalena es a la vez hermosa y espiritual. La pintura ha sido elogiada por su belleza, su emotividad y su significado religioso. Aquí hay algunos detalles adicionales sobre la pintura: *La pintura fue encargada por el Gran Duque de Toscana. *Originalmente se encontraba en la colección del Gran Duque en Florencia. *La pintura fue adquirida por la Galería Palatina en el siglo XVIII. Es una de las obras más populares de la galería. La elevación de María Magdalena es una obra de arte importante que ofrece una visión hermosa y conmovedora de la ascensión de María Magdalena al cielo.
Información de Gemini, fotografía de mi autoría.
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ocasoinefable · 1 year ago
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aun hago barcos de papel, algunos botes y canoas. quizás lleguen a un puerto, quizás a la mitad de su camino se orillen con una ola, levanten las algas para adornar de coronas a las medusas o se funda con el olor del agua, quizás arriben bajo la mirada de quienes le encuentren y les cuenten una de esas historias que navegan y se desembarcan en muchos mundos. andan a la deriva, parecen una espuma de agua blanca, mas siguen con una parte de mi voz pintado sus velas. trepo los tridentes y serpiente marinas, una canción al marinero triste, un cascabel a la sirena sin muelle, a la botella que se hunde en alguna playa-
Le quito el barro a las botas, mientras observo el jardín. "Las margaritas son muy simples y graciosas al mismo tiempo, muy frágiles y montés" ... tiro de las brechas delgadas, quiero terminar de limpiarlas para sentarme sobre el mesa y escribir algunas líneas, zarpar velas y montar los barcos-
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rpg-wiccareborn · 1 month ago
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Lista de Poderes
- Se recomienda tener a mano el Guía Burro de Poderes para observar la leyenda. - Se trata de una lista cerrada. - Cupos: Los poderes señalados con (*) no tienen límite, al ser muy característico. Los poderes marcados con (0) son restringidos y no pieden tomarse. El resto, es decir los no marcados, tendrán un cupo de 2-3 personajes por poder. *Los linajes Santeros y Vudú tienen ciertos poderes exclusivos, pero también pueden acceder al resto de poderes mágicos. Lo mismo ocurre con semi-demonios mitad Brujos, o Brujos mitad-Luz Blanca. *Los Luces Blancas y Deminios mitad mortal solo pueden acceder a los poderes exclusivos de su grupo.
PODERES PRIMARIOS:
Aceleración Molecular (ATQ)
Aerokinesis (*) (ATQ/DEF)
Aliento de Fuego (ATQ) (S)
Aliento de Viento Gélido (ATQ)
Amplificación del Miedo (ATQ) (D)
Amplificación del Odio (ATQ/DEF) (D)
Atmokinesis (ATQ) (S)
Bola de Energía (*) (ATQ) (D)
Bola de Fuego (*) (ATQ) (D)
Canalización de Loas (*) (ATQ/DEF) (V)
Combustión Molecular (0) (ATQ)
Corona de Fuego (ATQ/DEF) (S)
Cryokinesis (ATQ)
Deceleración Molecular (DEF)
Deflexión (*) (ATQ)
Elektrokinesis (*) (ATQ) (W)
Empatía (ATQ/DEF)
Ensanguinamiento (ATQ) (D)
Enjambre de partículas (*) (ATQ) (D)
Escudo de Fuego (DEF) (S)
Escudo de Polvo Viviente (DEF)
Escudo Orbitacional (*) (DEF) (W)
Escudos de Fuerza (0) (DEF)
Estallido Mental (ATQ)
Estrangulación (ATQ) (D)
Geokinesis (*) (ATQ)
Glamour (DEF)
Garras Retráctiles (*) (ATQ) (D)
Grito sónico (ATQ)
Hydrokinesis (*) (ATQ/DEF)
Hypnosis (DEF)
Inundación Audible (ATQ)
Lanza de Hielo Relámpago (ATQ)
Levitación (*) (DEF)
Llama Espectral (ATQ)
Magnetokinesis (ATQ/DEF)
Manipulación de las Sombras (*) (ATQ/DEF) (V)
Muñeco Vudú Humano (0) (ATQ) (V)
Necromancia (*) (ATQ/DEF) (V)
Photokinesis (*) (DEF)
Pico de Gaia (ATQ) (S)
Pirokinesis (*) (ATQ/DEF)
Premonición (*) (DEF)
Proyección Astral (DEF)
Proyección del Miedo (ATQ) (D)
Robo de Sentidos (ATQ/DEF) (D)
Sensing (*) (DEF) (W)
Sugestión (ATQ)
Super Fuerza (*) (ATQ) (S)
Telekinesis (*) (ATQ/DEF)
Telekinesis Orbitacional (*) (ATQ/DEF) (W)
Termovariación (ATQ) (D)
Toque de la Muerte (ATQ)
Toque Gélido (ATQ)
Toque Venenoso (ATQ)
PODERES AUXILIARES:
Agilidad Mejorada (*)
Aliento Vital (0)
Alta Resistencia (*) (D) (W)
Blinking (*) (D)
Cloaking (*) (D) (W)
Curación (*) (W)
Dark Wisping (*) (D)
Divinación (*)
Dusting
Éxtasis Temporal
Enjambre de Órbitas (*) (W)
Flaming (*)
Inducción al Sueño (D)
Intuición Avanzada (*)
Introducción en Sueños (D)
Lectura del Miedo (D)
Magia de Sangre (*) (V)
Manifestación (*)
Manipulación de la Suerte (*)
Muñeco Vudú (*) (V)
Orbitación (*) (W)
Parálisis del Sueño (D)
Piromancia (*)
Regeneración (0)
Resurrección
Smoking (*) (D)
Visión Astral (0)
Vuelo (*) (D)
Whirling (*) (S)
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la-semillera · 1 year ago
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DOROTHEA ROCKBURNE & BLANCA VARELA
Llevar la decrepitud como una flor. O como una corona. Es envidiable el otoño, loa segura y hermosa dignidad con que se acuestan las hojas de los árboles sobre la tierra. Es envidiable el invierno de esas latitudes donde la nieve y el silencio se parecen a la sabiduría que nos seduce por su ausencia de sombra.
- Blanca varela, de El libro de barro (1993-1994)
- Dorothea Rockburne: Indication Drawings From The Drawings That Make Themselves Series 1974. Indication of Installation, Neighbourhoods, 1973. Vellum, Crimson Red "Eagle Prismacolor" pencil, 8H pencil and markette on paper.
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rubimoon45 · 7 months ago
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SUMMER´S LOVE
Pareja: Helion x fem!reader
Sinopsis: Calliope es prima del Alto Lord de La Corte de Verano, y una princesa de Verano. Cuando la amenaza cae sobre el continente y deben liarse, a ella solo le preocupa una cosa.
Parte: I, II, III, IV
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El suelo de piedra blanca limada sonaba bajo sus pies. Pasos constantes, dirigidos a un solo lugar de aquel enorme espacio decorado. Había estudiado todas las Cortes, pero sin lugar a dudas Amanecer sabía cómo hacer las cosas bien. Desde mantenerse a un lado en todos los conflictos hasta construir los mejores espacios y con los mejores materiales. Que supiera todo aquello no significaba que tuviese una escusa para su...tardanza.
"Por todos los dioses".
Maldecía internamente. El vuelo de su ropa al menos contrastaba con el calor del verano en el continente. Su frente sudada, piel perlada y bronceada por sus constantes encuentros con los rayos del sol sobre ella. Podría haber jurado que todavía apestaba a sal marina y sentía el roce de la arena en cada hueco de su cuerpo. Aceleró el paso por el largo y amplio pasillo color blanco, decorado con flores de vivaces colores y algunos emblemas de la Corte Amanecer. Neutrales, pero no tontos. Sabían hacer una buena propaganda incluso sin darse cuenta. Los espacios por los que entraba la luz nacaradas del exterior deslumbraban. Y dolían a modo de lo que significaba aquel acontecimiento como ese. Por fin lo vio. El final del pasillo, unas enormes puertas hasta el techo de cristal que no dejaban ver lo que acontecía al otro lado. Una sonrisa le llenó el rostro de pura dicha. La mala noticia era que su hermano estaba ahí, esperando, y con los brazos doblados a sus espaldas. Varion no reflejaba emoción alguna a excepción del golpeteo contra el suelo de su pie. Sabía el significado de esa reacción. Si algo torcía sus planes, se enfadaba pero no lo exteriorizaba por su papel como heredero. También podía deberse por algo que su hermana mayor y ella supieran. ¿Podría maldecir otra vez?
-Llegas tarde.
-Lo lamento -se disculpó, deteniéndose a su lado.
Varion no dijo nada. No hizo falta. Otra maldición.
Los dos entraron, cruzando el arco de aquella enorme puerta. Dos guardias de Verano se posicionaron a sus espaldas. Cómo no, todo formalidades en un espacio desconocido rodeados de posibles enemigos. Fácilmente reconocible, su hermana y primo vestían sus mejores galas al puro estilo de su Corte sentados cada uno en un sillón. Entablaban una conversación, pero se detuvieron cuando ambos cruzaron y caminaron hacia ellos. Rodeados de altos lores y sus guardias... Vaya escena. Los asientos en los que cada lord y acompañantes se sentaban eran de un color, envolviendo un estanque de aguas claras iluminado por grandes ventanales por los que entraba la luz de los mejores anocheceres. Cómo no. Notó un cosquilleo en sus dedos solo con imaginar las posibles especies que vivían en esa Corte. ¿Serían las mismas que en la suya? Solo con pensarlo un dulce nerviosismo se instalaba en su pecho.
Su hermano y ella se acercaron a los miembros presentes de Verano. No pasó desapercibido cómo una fae rubia de gran belleza y vestido rojo se abrazaba con una unos centímetros más pequeña y de belleza fría antes de retirarse a sus respectivos asientos. Los rodeaban lo que intuyó que eran las Cortes de Invierno y de Noche. Recordó los rubíes de sangre por la traición en su Corte, y pareció que su hermano también. Pero ni los miró.
-Llegas tarde -repitió, pero esta vez su primo. Bajo los atentos ojos de otros lores y sus acompañantes, solo se sentía diminuta y una molestia más al asunto. Solo esperaba no haber interrumpido nada... Tarquin llevaba la corona de flores, por lo que era una reunión plenamente formal y no una celebración cualquiera.
Cresseida examinó su ropa. No era la ropa de una princesa, pero sí formal. Dentro de los estándares de Verano. Para los demás... No pudo evitar sonrojarse o pasar vergüenza. Era una mirada significativa. Casi se arrepintió, pero el haber llegado tarde tenía un motivo. Uno bueno.
-Estaba visitando a madre -se recogió un mechón de pelo tras la oreja. Tras eso, se inclinó hacia el asiento y le acarició la mejilla con los labios.
Tarquin la miró de reojo, pero acabó haciendo un gesto con la mano a modo de finalizar la conversación.
-¿Oliendo a sal?
-Había un animal atascado en la cala real. Necesitaba ayuda.
Hablaba de su madre, pero no la de ellos. Solo compartían sangre por sangre, un príncipe de Adriata hermano del anterior Alto Lord. Cuando se volvió a casar, ella nació a los pocos años como la hija menor y nueva princesa de Adriata. Pero sus hermanos ya tenían más años que ella y no querían jugar con ella. Así que su atracción por el mar fue más una forma de distraerse que una opción. Al menos, acabó encantándole. Calliope se retiró hacia el asiento a la izquierda libre al lado de su hermana. Al lado de uno de los guardias de otra Corte. Estos estaban de pies con sus uniformes y...peculiares atuendos. Cresseida le negó con la cabeza, al mismo tiempo que intentaba ocultar la sombra de una sonrisa con el gesto de apartarse un mechón de pelo blanco. Una peculiaridad de la Corte Verano.
Se frotó las manos en la ropa, e intentó no darle más importancia ya sentada en su sillón. Se dedicó a observar a los Altos Lores y a sus acompañantes a medida que iban llegando, con mucho cuidado. Al menos, eran perceptibles con solo echarles una ojeada. La Corte Invierno iría siempre abrigada aunque estuvieran a treinta grados por orgullo y representar a su hogar. Eran sin duda de los más llamativos, solo superados por los llamativos cueros y alas afiladas de la Corte Noche. Casi le dieron ganas de inclinarse a su hermana si era posible eso, más teniendo en cuenta el repentino cambio de apariencia del Alto Lord oscuro.
La Corte Otoño funcionaba por cómo eran más que por los derechos que deberían tener sus súbditos. De todas formas, meterse en su política era como darles permiso a husmear en la de su primo, y en la que en un futuro su hermano sería para gobernar. Inconfundibles melenas pelirrojas y ojos altivos y crueles era lo que les resumía. A excepción de Lady Otoño, cuya mirada era más... Una constante agonía y sufrimiento, sepultado con capas hacia lo que le decía su hijo mayor. ¿Eris era como se llamaba? No lo recordaba bien. Pero sí notaba la falta de uno de sus uno. Uno que había renunciado a sus derechos hacía ya muchos años y pasado a otra Corte. El pecho de Calli se estrujo de tristeza. ¿Cómo podría no sentirse mala por ella cuando esa Corte era de las peores? Solamente superada por la Corte de las Pesadillas, forma en la que se conocía a la Corte Noche por su...brutalidad al tomar decisiones.
-No he llegado tarde. Faltan dos -le dijo a Cresseida.
Esta solo pestañeó.
-Para nosotros, sí -respondió, sin dudar. Algo la hizo vacilar-. Pero no, tú no eres la que llega tarde.
-Primavera y Día.
-Casi. Pero sí.
Cresseida lanzó una mirada por encima de ella, hacia los guardias que mantenían las cabezas al frente
-Primavera es un cobarde entre tú yo -comentó, bajando la voz, con cuidado en sus palabras pero mortal como una daga-. Si yo fuera él, tampoco me atrevería a meter las narices en esto después de todo lo que se rumorea de su Corte -una sonrisa cruel le cruzó el rostro-. Un hombre sin personalidad.
Su traición había llegado a todas las Cortes. No era un misterio que cada personaje de los presentes guardaran una opinión personal acerca de la Corte traidora pero no la dijeran por decoro. Si bien no estaban ahí para guardar las formalidades.
-Día está aquí. Dado que faltaba un miembro de una Corte, estaban hablando -Cresseida se miró sin preocupación las uñas , antes de cruzar las piernas y girar la cabeza para mirarla-. Cuidado con tus lados, hermana.
Calli arrugó el rostro. Debía referirse a los guardias a sus lados, que rivalizaban en apariencia con los guardias de Verano. No necesitaban protegerse, pero algunas Cortes tomaban a sus guardias como miembros de su pequeña Corte y consejeros. Noche parecía seguir ese protocolo dadas las últimas visitas... Y ahora Amanecer también, aunque no tuvieran un asiento propio.
Si le hubiesen preguntado si conocía a cada Alto Lord, su respuesta habría sido la verdad. No la mentira, que se retorcía como las columnas que sujetaban los altos techos de aquel espacio. Conocía a algunos, sí, pero no a todos. Al Alto Lord del Invierno lo acababa de conocer, pero conocía a los hijos de Otoño de hacía ya unos cuantos años. Antes del cautiverio en Bajo la Montaña. Los miembros de Noche habían hecho una pequeña visita hacía unos meses a su Corte, y acabado como había acabado. Primavera... Suponía que no lo haría nunca. Amanecer siempre era agradable verlo para discutir alianzas. Pero dado que las Cortes Solares tenían una alianza igual que las Cortes Estacionales, era probable que unas se llevasen mejor con sus aliados.
Lo que se resumía en que cada uno tiraría hacia sus intereses en vez de buscar un acuerdo común. Calli se colocó en el asiento, fijándose en cómo cada Corte comenzaba a colocarse adecuadamente. La reunión iba a empezar ya. Su primo hizo lo mismo endureciendo la mirada.
Sería una reunión complicada.
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Una de las razones por la que no había formado parte de la Corte de Verano antes había sido por deseos de su madre de mantenerla alejada, solo para algunos actos formales en los que tuviera que verse a la familia real. Su padre también lo quiso así, por lo que se le permitió vivir en parte alejada en parte cercana a la Corte. Hasta que Tarquin ascendió a Alto Lord y la Corte de Verano acabó subyugada a Amarantha.
Entre esos cincuenta años, ella se mantuvo al cargo de la Corte de Verano como pudo para evitar que cayera en la ruina al formar parte de lo que quedaba de la familia real no llevada Bajo la Montaña. No pudo evitar las ruinas que quedaron destruidas con el levantamiento de pequeños ejércitos de Verano, Invierno y Día. Ese parecía ser el tema principal, y cómo el Alto Lord de Noche resultaba haber sido un santo cuando calmaba la ira de Amarantha acostándose con ella. Las constantes vejaciones de Beron empezaban a ser aburridas, incluso para su hermano cuya elegancia nunca se desvanecía. Cresseida ya había apoyado la espalda contra el asiento cuando Thesan alzó un brazo y todos se detuvieron, sorprendidos.
Corte de Amanacer. Neutrales. Su territorio. Ahí él tenía más poder que cualquier otros. Y más como anfitrión.
-Dado que estamos perdiendo los papeles, opto por un descanso antes de que esto se vuelva...incómodo para todos.
Nadie pareció oponerse. Beron se recostó en un asiento con una sonrisa repulsivamente victoriosa, mientras que sus hijos sonreían como arpías hambrientas de sangre. O de lo que quedase, como los perros que eran. Rhysand y sus camaradas apenas se movieron mientras los demás se levantaban y caminaban. Tarquin y Varion se acercaron a Thesan, de la Corte Amanecer, y Cresseida y ella se mantuvieron al margen. No porque no tuvieran con quien hablar, que también, pero más por situación tensa de todas aquellas acusaciones.
Hablar de la guerra conllevaba a las consecuencias. Beron había decidido sacar a la luz lo que hacían con las muchachas jóvenes en la guerra y lo que les gustaba hacer a los soldados con las más jóvenes. Muy detallado. Cresseida se había tensado y su primo había tenido que llamarle la atención para que detuviera ese tema. Incluso el recién aparecido Alto Lord de la Corte Primavera se había sacudido con eso.
-Deja de revolverte.
-Sé que podrían discutirse este asunto sin nosotros. Sin mi -recalcó su papel en la estancia como un mero adorno para representar una familia y su rol
Cresseida se inclinó hacia ella como si la estuviera regañando su madre. Definitivamente el papel de hermana mayor de tres le sentaba bien.
-Somos importantes. Tú también -le dio la impresión de que iba a agarrar su mano, si bien demostrar sus emociones en público no era su actividad preferida. La primera era cerrarse y atacar cuando atacaban a su familia-. Las dos nos merecemos estar aquí, tú y yo. Somos iguales.
Casi le dieron ganas de ir. Pero no a las malas. Sonaba con Ryshand cuando había sorprendido a todos diciendo que Feyre era la Alta Lady de Noche a la par que él. El revuelo se había levantado de inmediato.
-Al menos permitidme marchar antes. Hay cosas que hacer en casa y no quiero dejar la cala vacía.
-No.
Calli no lo intentó una segunda vez. Su hermana la mataría si intentaba marcharse y contradecirla o dejarles mal. Se limitó a echarse hacia atrás en su asiento y observar a su primo y hermano. Cresseida se quedó inmóvil mirando al frente. Casi le dieron ganas de echar mano a la bolsa que había traído consigo y colgado del extremo de su sillón, pero si lo hacía corría el riesgo de quedarse sin mano si uno de los guardias de otra Corte pensaban que era un ataque.
-No debería estar aquí -se repitió nuevamente, pero en voz baja, viendo cómo el amante alado de Lord Thesan agitaba las alas y las plumas deslumbraban con los cálidos rayos del sol.
Miró a sus espaldas. Los rayos iban disminuyendo en tamaño, pero continuaba cegando sobre el material blanco e impoluto. El arquitecto debía haber cobrado una fortuna por crear semejante espacio en el Medio y espectáculo luminoso. Volvió a pasarse las manos por la ropa, quitándose el sudor. Puede que estuviera exagerando, a su manera. Pero todo eso... No debería estar escuchando nada de eso cuando ya tenía su propio trabajo en su hogar. No allí.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una sombra se cernió sobre ella, tapándole las hermosas vistas. Cresseida a su lado se tensó y quedó inmóvil. Melena pelirroja y ojos crueles le devolvían la mirada. Fácilmente reconocible como una pesadilla. Una sensación de pesadez se instaló en su vientre.
-Debes ser la prima pequeña del Alto Lord de la Corte de Verano -su voz un ronroneó como el de un felino sin domesticar. Escucharlo ya detonaba violencia y ni había lanzado su mejor baza, supuso-. Nunca se te vio Bajo la Montaña.
Calli no supo bien si era una broma o si era un comentario más. Simplemente se encogió de hombros, examinando los ojos brillantes y similares al rojo que componían todo su atuendo.
-Se me ordenó quedarme en mi hogar.
-Vete, Eric -escuchó decir a su hermana, no muy alto-. No es tu sitio.
-Simplemente tengo curiosidad sobre tu hermana -pero ella sentía que ansiaba otra cosa por debajo de sus encandiladoras palabras. Los escudos podían protegerlos hasta un límite, pero no de ciertas molestias. Cresseida tensó la mandíbula, pero no añadió nada, sin apartar los ojos ni un instante de los movimientos del macho-. Sin palabras, ¿verdad? Solo quería saber si los rumores eran ciertos.
Casi podía escuchar los dientes de su hermana rompiéndose. Calli se encogió en el sillón, viendo cómo el rojo del atuendo centelleaba como llamas y brasas candentes. Sin darse cuenta había comenzado a jugar con el anillo dorado de su dedo índice, en cuyo frente llevaba grabado el emblema de su Corte. Un regalo más de las personas que habían querido cortejarla. Solo lo hacía cuando estaba nerviosa o incómoda. Es decir, la mayor parte del tiempo en la que salía de su zona de comodidad. Calliope no quiso volver a hacer contacto visual, pero los depredadores siempre conseguían atrapar en a sus presas en sus momentos de descuido. Calliope cayó como una piedra al basto mar.
-De que la secreta joya de la Corte de Verano era tan rara como se decía -se miró el dorso de las uñas blancas, perfectamente limadas y afiladas. La sonrisa cruel y sin escrúpulos de hacer daño se dibujó en sus labios victoriosos-. Supongamos que les doy la razón a esos rumores.
-Entonces supongamos que tú y tus hermanos tienen cerebro debajo de esa mata pelirroja -sonó una voz grave y fría como el hielo. La sonrisa de Eris Vanserra cayó en picado y el fuego de sus ojos despertó mientras se volvía hacia el dueño de ella... Justo al lado del asiento de Calli, pasando por encima del enorme guardia que sujetaba una afilada lanza dorada.
-No estaba hablando con usted, lord. Y es una conversación privada.
Una figura poderosa y grande sentada en el sillón como si de un trono se tratase tenía una pierna cruzada sobre la otra. Las afiladas puntas de una corona dorada rompían el espacio sagrado que lo envolvía. De tez y cabello oscuro, el único color de su rostro marcado eran unos enormes y divertidos ojos ámbares, del color de las joyas más hermosas y la miel. Podría haber sido confundido por un miembro de la Corte de Verano de no ser por la tipología de sus ropajes y el aire regio que portaba, por no hablar de su corona. Una especie de sonrisa juguetona y cruel enmarcaba sus sensuales labios. Se estaba burlando de Eris.
-A ese juego podemos unirnos todos, dada tu predisposición hacia las chiquillas asustadas -no supo si la había mirado de reojo o qué cuando cambió la posición de su cabeza, inclinándola sin dificultad hacia el otro lado para observarlo bien. Su sonrisa pareció burlarse si bien podía todavía más.
-Mejor así que unirse a tus depravados juegos -su comportamiento perdió toda formalidad cuando se atrevió a mirarlo a los ojos con esa asquerosa prepotencia y responderle a un Alto Lord de aquella manera. Calliope quería hacerse más pequeña y esfumarse, regresar a su hogar y no salir de su casita en la playa en mucho tiempo después de eso.
Una risa fuerte resonó.
Varias cabezas se volvieron hacia él, sobre todo los más cercanos. Juraba que era la primera vez que veía a Lady Otoño tensa de pies a cabeza fuera de su círculo familiar. Reconoció la expresión de sorpresa en el rostro de Fayre Archeron de cuando estuvo una semana en su Corte y fingió ser sus amigos cuando solo ansiaban encontrar la mitad de un libro protegido por la magia de su primo.
-Si tanta curiosidad tiene por saber lo que hago, estás invitado a unirte cuando desees. Mis gustos con variados.
En una de sus manos había algo con lo que jugaba, sin apartar los ojos del hijo mayor del Alto Lord de Otoño. No pudo verlo bien, pero se movía rápido entre sus largos y marcados dedos. Recordaba que tanto Lord Thesan como Lord Helion tenían poderes sanadores que otros ansiaban. ¿Por qué no curarse las heridas con su magia? Calli apartó la mirada antes de parecer una inmiscuida en sus asuntos, pero no pudo evitar morderse el labio por incomodidad. Había sido culpa suya que empezasen.
-Asqueroso -se limitó a decir.
-Delicioso, dependiendo cómo lo veas -corrigió, y el sonido del agua le llamó la atención. Calli se movió como pudo. Ondas en el agua la pillaron desprevenida, demostrando su teoría de vida animal. Pero ni son esas amistosas compañía podía sentirse a gusto.
El rostro hermoso de Eris se tensó, pero no hubo vacile alguno en sus palabras.
-Búscate una puta en otro lado o en tu Corte. Esta es mía.
Calli vio el revuelo de su hermana cuando se levantó de un salto, y cómo su hermano de repente se había movido para sujetarla antes de lanzarse directamente sobre la espalda de Eris. A lo lejos, Lord Thesan y su primo Tarquin tenían los ojos clavados en ellos. Un escalofrío le recorrió la columna, el pecho encogiéndose como si tuviera a alguien sentado en él. No podía respirar bien, se acarició la garganta con una mano. Agachó la cabeza. Sentía las lágrimas temerosas acumulándose en sus ojos. "No debía estar allí", se recordó, de nuevo.
El Alto Lord no se tomó la respuesta como el juego de niños al que pensaba que estaban jugando, y lo vio reflejado en que el objeto entre sus dedos se detuvo y apretó en un puño cerrado con fuerza. La tensión de sus músculos sobresalientes se manifestó aún más cuando su postura cambió, descruzando las piernas y levantándose. Alzándose en la totalidad de su altura. La sala perdió el calor y se volvió relativamente fría, aunque él fuera el señor de la luz e iluminase todo con su presencia. Incluso Eris pareció haber perdido la confianza de hacía unos instantes al verlo acercarse.
A su lado, Eris era insignificante. Cara a cara, parecían dos machos a punto de matarse entre ellos. Heredero de Otoño contra el sumo señor de la Corte de Día. ¿Qué había hecho? Calliope no se movió del miedo, reacción a lo que estaba a punto de desatarse.
-Estás a punto de desatar una guerra entre Cortes en un momento poco conveniente -lanzó una advertencia, enseñando los dientes sin lanzarse a por él y morder. La blancura y perfección se detuvieron en los incisivos afilados de su dentadura. Calli tembló-. Ve a meterte bajo las faldas de tu madre antes de que sea yo quien la inicie.
Tarquin se había puesto al lado de Varin, inmóvil pero con los ojos bien abiertos, moviéndolos entre ella y dos machos. ¿Qué diantres quería que hiciera en esa situación? ¿Empeorarlo más? No era tan tonta como Eris decía. Si ni podía moverse. Otras Cortes se habían alzado en caso de iniciarse la guerra en ese espacio. El rostro de Beron Vanserra estaba rojo y el de su mujer tan blanco que superaba a los de la Corte de Invierno.
-¿Qué dices, niño? ¿Quieres jugar como los adultos y sufrir las consecuencias o retirarte de estos asuntos y dejar tu comportamiento a un lado?
-Eris, retírate.
Sabio, Eris hizo lo que su padre y Alto Lord dijo, no sin antes lanzarle una rápida mirada a Calliope. Una de las que nunca había visto: cargada de odio, desprecio y repulsión. Se marchó, con la espalda erguida y tenso. El aire no circuló hasta que este se sentó en su asiento, al lado del de su padre.
Cresseida se acercó, tomándola del brazo.
-Tú y yo nos vamos. Que sean ellos quienes discutan estos asuntos...o se destruyan entre ellos. Tenemos permiso de nuestro primo.
Miró a su hermana sorprendida, y luego a su primo. Pese a su tez oscura, jamás la había visto tan blanca como en ese momento. Su vestido azul no quedaba bien con su expresión. Cuando puso la mano sobre la suya, notó el resbaladizo sudor que empapaba su piel. Calli no comprendía nada.
-¿Enserio?
-Tenías razón -empezó a decir, cuando ya estaba en pie. Un guardia de la Corte se movió con ellas. Nadie más se movió-. Este no es tu lugar.
Calli solo bajó la cabeza con la vergüenza recorriendo su menudo cuerpo.
Fue a darse la vuelta, al menos para pedirle disculpas a su primo. Solo para encontrarlo hablando con Lord Helion y una mirada que habría congelado la bahía entera cuando sus ojos se encontraron. Conocía el significado de aquello. Había avergonzado a su Corte. Justo la única norma que no debía romper.
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Las estancias que Lord Thesan les ofreció para quedarse mientras continuaban con la reunión les fueron enseñadas por su fiel consejero y amante. Al igual que los ilyrios de la Corte de Noche, tenía alas con la diferencia de tener plumas en vez membranas desnudas y picos.
No hubo más palabras que las de una presentación, dónde podían encontrar ayuda en caso de necesitar algo y una rápida despedida. Tras eso, se marchó casi volando de lo rápido que había parecido todo. Cresseida rápidamente ordenó al guardia esperar fuera y guardar la entrada hasta que llegasen su primo y hermano.
-Siento haber arruinado todo -se lamentó.
Su hermana sacudió la cabeza, solemne.
-No ha sido culpa tuya -respondió, y parecía sincera-. Solo de los hijos maleducados de Beron y sus pretensiones.
Pero ella no podía evitar sentirse culpable. El que un Alto Lord como Helion amenazase a uno de los hijos de otro Alto Lord suponía una amenaza al reinado de la otra Corte. Una amenaza que podía desembocar en una guerra interna en el continente cuando se avecinaba una contra Hybern. Calli se estremeció solo con recordar los gritos en la playa, en cómo los guardias casi se la habían llevado arrastras al palacio de Adriata con el resto de la familia real y la corte. Los ojos de su hermana eran dos pozos de luz azul, como el cielo despejado de su Corte. Similar a los de Varian, pero más deslumbrantes que los turquesas de su primo Tarquin. No podía evitar pensar cada vez que se veía reflejada en ellos cómo veían los demás los suyos, si como una tempestad o un azul diluido en gris.
-Es porque no debería haber estado aquí, ¿verdad?
-¿Otra vez con eso? Somos la familia real de nuestra Corte que queda. Tenemos el mismo o más derecho a asistir que los guardias de las demás Cortes -estiró la mano para acariciarle la rodilla. Sentada con las piernas dobladas en el sofá, Calli ocultó el rostro entre sus piernas-. No te deprimas por eso. No has hecho nada malo.
Sonaban más las palabras que sus padres le decían cuando era pequeña que el consuelo de una hermana mayor. Sabía que Cresseida se preocupaba por los familiares que quedaban, pero merecía saber que no iba a compensar con afecto y cercanía lo que había pasado con sus padres. Su padre, muerto en batalla contra las tropas de Amarantha, y su madre muerta en las mismas condiciones pero desde una perspectiva diferente, más femenina. Tarquin le había permitido continuar viviendo en Adriata como miembro de la familia real, en su casita de la playa, en vez del castillo, siempre que al final de cada semana hiciera un informe de lo que ocurría en la ciudad y se le informase estuviera donde estuviese. Por eso de pasar solamente tres meses en la ciudad y luego regresar a la capital. Había sido un gesto generoso, pero no compensaba la herida de los cincuenta años sola que habían sepultado su corazón y obligar a encerrarse en sí misma.
Calli levantó la cabeza cuando la puerta de la estancia se abrió. Cresseida se levantó y apartó de su lado. Su primo y hermano cruzaron la puerta de las estancias. Eran dos habitaciones, una común por la que entraba la luz del exterior y otra que serían los aposentos de una de ellas. O de las dos si eran compartidos, dado que no habían investigado. Supuso que sería así si las habían llevado expresamente a esas y no a otras.
-Pasaremos la noche aquí y partiremos mañana -informó, y se pasó la mano diestra por el pelo cuidadosamente trenzado y puesto en su lugar. Ya no llevaba la corona de la Corte de Verano, por lo que los únicos colores que brillaban eran el azul de su ropa y el blanco de su pelo-. Thesan ha tenido esa cortesía con todos nosotros.
-La mayoría se han quedado, pero otros se han marchado. Beron y sus hijos se fueron después de que la Alta Lady de Noche demostrase lo que han estado ocultando en el norte. Y una escenita de Tamlin, por supuesto.
Calli apoyó la mejilla en una de sus rodillas, sin apartar los ojos de sus hermanos y primo. ¿Alta Lady...? Por supuesto que debía haberse distraído y perdido la parte más importante. O una de ellas.
-¿Y es...?
-Cuando la revivimos con nuestra magia, sobrevivió como una alta fae pero se llevó una parte de nosotros -Tarquin abrió la mano, y la miró unos instantes en silencio antes de cerrarla en un puño-. Ahora entiendo cómo pudo robarnos tan fácilmente.
Y en parte el motivo por el cual ahora Hybern debía estar relamiéndose si tenían el Caldero original en sus manos. Razón de más para desconfiar de Noche, o de todas las Cortes que estuvieran implicadas. Pero decirlo sería lanzar acusaciones muy fuertes. A la vez que acusar a Primavera de traición pese a que los supuestos testigos estuviesen de cuerpo presente en la reunión.
-Ya no importa. Ellos nos ayudaron, y nosotros ayudaremos en proteger nuestra tierra.
La muerte de su primo Brutus al menos había sido compasiva, le habían dicho. Nada parecida cuando las rebeliones en las Cortes de Verano, Invierno y Día llevaron Nostrus, un primo de su padre y de sus hermanos, a revelarse. Con la muerte del Alto Lord, los poderes habían pasado directamente a Tarquin pasando por encima de su heredero. Pero así eran las normas y nada podía hacerse. Y menos revivir el pasado como si fuera el presente. Cuando sus primos regresaron de Bajo la Montaña, habían celebrado los funerales en privado tirando los sarcófagos vacíos, con tierra del campo de batalla o el cuerpo embalsamado de su primo. Lágrimas calientes se derramaron en la arena, pero ninguna de la familia real porque para ellos ya había sido una pérdida tardía. Algunas, tal vez, sí en nombre del sacrificio de Brutus.
-Tened todo listo para mañana. Este lugar... Empiezo a añorar los muros de Adriata.
-No hemos traído nada -respondió ella-. Los demás tampoco, creo.
Su primo mantuvo el silencio antes de responder.
-No es lo que me preocupa que tengamos, Calli -le dio una mirada desconocida, con esos enormes y rasgados ojos turquesas que se mantuvieron en ella el tiempo suficiente para incomodarla. Para darle a entender de que iba a enserio, o queriendo transmitir cierta información-. Es lo que puedan arrebatarnos.
No supo a qué se refería. Varin y Cresseida se abrazaron una última vez antes de que ambos machos cruzasen la puerta y desaparecieran. No dejó de darle vueltas a la respuesta de su primo, pero pronto perdió el interés cuando descubrió que su hermana se había traído una baraja de cartas a la que jugaron hasta que los sirvientes de la Corte Amanecer empezaron a iluminar el exterior con farolillos. ¿Cómo se llamaba esa especie? Seguro que lo había escuchado, pero no lo recordaba con exactitud. Tal vez porque recordaba mejor a los ilyrios que la habían salvado que a la especie nativa de la Corte Amanecer.
Cresseida y ella jugaron las horas antes a la cena. Ella perdió dos partidas y ganó una. Su hermana siempre fanfarroneaba de haber aprendido trucos cuando era pequeña, pero tampoco hacía mención a la persona. Tal vez fuera para evitar mencionar a su padre o a la madre ella. Independientemente de cómo fuera, cuando las llamaron a la cena solo estaban sus familiares. A Cresseida no le sirvió mantenerse callada y preguntó si no iban a cenar con los otros Altos Lores. Su primo respondió que no era necesario juntarse de nuevo y que era preferible mantenerse al margen hasta que las tensiones se diluyeran. Lo dijo mirándolas a ambas, pero Calli sabía que lo decía por la escena del Alto Lord de la Corte de Día y Eris Vanserra. Ella solo pudo pensar en la delicada situación que envolvía la corte del sur con la corte del norte, pero decidió no mencionarlo por si acaso.
Cenaron en silencio. Ya estaba acostumbrada a ese tipo de silencios, pero el de esa noche... No fue el familiar silencio con el que se había criado, de hecho era extraño que hubiera tanto. Exceptuando el sonido de los cubiertos en la vajilla y el de un reloj marcando la hora. Tal vez hubiera pasado algo más que no conocían y no debiera mencionarse a la ligera. La noche antes le habían dicho que tuviera cuidado con lo de que decía en voz alta y cómo lo decía, que las paredes tenían orejas.
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Los rayos del amanecer no habían salido cuando su hermana la despertó con golpecitos en el hombro. Ya estaba vestida y arreglada, como si no se hubiera acostado como juraba recordar la noche de antes. A Calli le costó mucho salir de la cama, aunque su horario tendría a variar unos días de otros. Solo lo hizo cuando el guardia de Verano que protegía sus aposentos tocó la puerta la segunda vez. No tuvo más remedio que despertarse por la fuerza.
Se vistieron y comieron. El atuendo de su hermana era similar al del día de antes, a excepción de que los bordados con estrellas de mar y caballitos habían sido reemplazados por una serpiente que acababa en las mangas de la camisa. Ella al menos pudo sustituir el viejo vestido con uno similar al de Cresseida, pero de color más claro y finos tirantes. Eso sí, se colocó con cuidado el broche que siempre llevaba consigo en la banda como representante de su Corte.
Otoño no apareció. Ni siquiera algún mensajero que pudieran enviar en su nombre. Nadie dijo nada, pero Calli vio la sonrisilla de Lord Helion cuando miró en esa dirección mientras se sentaba. De nuevo, los asientos estaban dispuestos alrededor del estanque. Calli se había quedado un rato de más admirando los nenúfares y el bailoteo de los peces, escuchando las conversaciones de fondo. E incluso con esa relativa tranquilidad, se había sentido observada todo el tiempo. Hasta que empezaron las discusiones sobre cómo reaccionar a un posible ataque de Hybern.
-Verano es la Corte más cercana y la que más predilección tienen por atacar por su costa. Y sin embargo no han hecho un ataque más desde hace una semana.
Su primo asintió.
-Habrán conseguido desembarcar los suficientes en mi costa para reunirse con el ejército a pie en otra zona. Más allá de eso, entiendo que el margen de tiempo es limitado.
Hablaron del tamaño de los ejércitos, de las fuerzas que habían recaudado los pocos meses de libertad desde que la Rompemaldiciones había acabado con la vida de la general del rey de Hybern. Callie observó las facciones de los demás. Consternados, preocupados o sin expresión como la Corte de Invierno. Ciertamente la Corte de Noche tenía su atractivo, pero no más allá de la frialdad con la que respondían a algunas cuestiones o su facilidad por inclinar la balanza hacia la paz. Lord Thesan no necesitó hacer ningún llamamiento a la paz.
Calliope se revolvió en el asiento, la brisa del viento recorriéndole los brazos desnudos. Aire frío en una región cálida y sin necesidad de estaciones... Tal vez fuera una corriente llegada de la Corte de Invierno o un cambio de temperatura característicos de las Cortes Solares. Al vivir en una Corte Estacional, que la temperatura o estación cambiase de la noche a la mañana era un hecho con el que vivía. Volvía a sentirse igual de incómoda que el día de antes, a excepción de que al menos ya no sentía los maliciosos ojos y presencia de Otoño en la sala. Para sorpresa de todos, Primavera se había presentado y prefería guardar silencio en vez de atacar a la primera oportunidad.
Una pesadez se instauró en su pecho, diferente a la del día de ayer. No era incomodidad, sino un malestar que le recorría el cuerpo. Como...la caricia de un objeto extraño cuando estaba sumergida en la playa, pero en vez de quedarse en la parte cubierta, ascendía por toda ella. No fue la única en sentir así, puesto que vio de reojo a su hermana recolocarse. Uno de los guardias de Día carraspeó lo suficientemente bajo para no interrumpir la conversación, pero a ella no le pasó desapercibida. Miró en dirección a la ventana desnuda, solamente cubierta por retales de seda que se mecían con la suave brisa.
Seguían enfrascado en una discusión sobre las fuerzas. Lord Helion había atacado a Lord Tamlin con el mal cálculo sobre los ejércitos que habían discutido ayer, al parecer, cuando ella y su hermana se marcharon. Entonces lo sintió, una sacudida bajo sus pies. De nuevo, su hermana también, que le dio una mirada a su hermano y este al primo de los tres. Calli se levantó de un salto cuando no se detuvo...al mismo tiempo que una de las acompañantes vestida en su totalidad de negro de Noche caía al suelo y convulsionaba.
-¿Veneno...? -escuchó decir por lo bajo, pero porque ella ya no escuchaba a lo que acontecía a su alrededor. Entre el adormecimiento y un pestañeo, a Calli le dio una bienvenida una voz suave y sin género.
Mente y cuerpo débiles, quién iba a esperar esto...
Acariciaba su mente como un felino se restregaba contra la madera. Había escuchado cosas así, pero de caracolas... Las que iba a recoger con su madre cuando era una niña, y las que continuaban en su casita.
Dile a los Altos Lores que, cuando me busquen, miren bien entre sus malos aliados y no entre ellos.
Tardó en darse cuenta de hacia dónde había ido, y lo que estaba haciendo. En cómo involuntariamente se había acercado al borde de una de las ventanas abierta, los ojos fijos en la nada (realmente, había una extensión de terreno verde y fértil que acababa con la punta de las montañas, Bajo la Montaña, bastante más a lo lejos)... La seductora voz no se quedó ahí, sino que se aseguró de que el mensaje quedase claro cuando una punzada de dolor le cruzó la mitad del rostro. Calli se echó hacia atrás, pero ya era demasiado tarde para siquiera emitir sonido. Fue como el lametazo de una criatura ardiente, que le quemaba la piel y atravesaba músculo y hueso hasta sus nervios.
Luego llegó el impacto.
El estremecimiento bajo sus pies aumentó en escala cuando todo el edificio vibró, se sacudió, y algunas partes delicadas cayeron sobre el suelo que ellos mismos pisaban. La residencia veraniega del Alto Lord... El valle de fuera recibió sus propios daños, pero ahí dentro los mayores fueron aquellos que cayeron al suelo por la sacudida y los que casi quedaron sepultados bajo las piedras. Ella había caído al suelo, pero de haber intentado mantenerse quieta le habría resultado imposible.
Solo cuando terminó y los gritos de puro terror cesaron, Calliope se dio cuenta de que había más gente en el suelo. Feyre y Lord Rhysand se habían tirado al suelo, sus asientos desplazados unos metros al igual que otros se habían cambiado de lugar antes de que los escombros cayeran sobre ellos.
Nadie dijo nada en ese tiempo, o añadió nada. Simplemente se quedaron miraron alrededor, algunos de ellos sorprendidos por los daños y otros alerta dando órdenes a sus guardias. Entre esos flujos de gente se dio cuenta de la presencia que estaba a su lado y la sujetaba del brazo. Varion agarraba su muñeca y buscaba su mirada. Calli vio por el rabillo del ojo cómo ayudaban a levantarse a la chica vestida de negro y facciones agudas. La despampanante rubia se había agarrado a uno de los tronos antes de caer. Su miedo quedó reflejado en la forma con la que buscaba la mirada de alguien que no estaba ahí... Los dos ilyrios habían desaparecido.
-Dijo... La voz decía que le dijera a los Altos Lores que mirasen bien entre sus malos aliados cuando lo buscasen -las palabras fluyeron de ella, como un río movía sus aguas. Percibió el miedo en los ojos de su hermano, dado que se mordía el labio inferior-. No sé a qué se refiere.
-¿Qué voz?
-No lo sé, yo...
Se tocó la cabeza, el miedo extendiéndose por su cuerpo. Todavía estaba en el suelo, pero sentía que estaba sumergida en la profundidad de un océano de amenazas que superaban las protecciones... De repente lo recordó. Los escudos. Deberían haberlos protegido en caso de haberse lanzado un hechizo. ¿Esa voz había sido imaginación suya? ¿O producto de alguna de sus...? Volvió a sacudir la cabeza, con las lágrimas acumulándose en sus ojos.
-El muro ha caído -las voces volvieron a perderse en sus pensamientos. Ella solo podía aferrarse a los antebrazos de su hermano, sumida en sus peores pesadillas y en busca de ayuda.
-¿Es mi culpa?
Varion lució sorprendido.
-¿Por qué iba a serlo?
-Yo...Yo...
Calli se llevó una mano al cuello. Así como su hermano podía encerrarse en sí mismo y volverse una persona fría, ella podía sentir algunas veces de más y ser influida por eso. Una maldición en ciertos aspectos, pero también una ventaja. ¿Cuándo lo era? Cuando podía controlarlo. Cuando sentía de más, sentía las emociones de todos a su alrededor y disgusto que generaba de normal. Pero ahí, rodeada de tantas personas y más después de aquello, solo sentía rabia, terror, confusión... Por eso la debía haber elegido. No solo porque fuera una cosa bonita como todas las altas faes, sino por su mente rota y débil. Lo dicho por eso mismo... Estar ahí era un error en todos los aspectos, sin embargo, porque era tan inútil que acababa destruyendo los planes de todos.
Estaba empapada en sudor, lo sabía, pero también en las lágrimas que empezaban a caer de su cara. Hasta que vio una lucecita dirigirse a ella. Pequeñas y deslumbrantes lucecitas que se movían en el aire, dispersadas, hasta posicionarse suavemente sobre su piel empapada y...desvanecerse. Pero eran varias, así que tardaron en esfumarse. Le recordaron a las luciérnagas que bailaban en la costa de Adriata, pequeños insectos que tenían sus nidos en sus nidos originales y que jugaban como farolillos naturales cuando bajabas a la cala a oscuras. Y, en parte, a los pequeños insectos fosforescentes que se acumulaban en la orilla con las olas.
-Son hermosos.
-Son luces, pero no hermosas.
Calli negó con la cabeza. Se dio cuenta de que había clavado las uñas sobre la piel de su hermano, pero no tan fuerte. Solo algunas le habían atravesado la carne.
-No gaste su poder en mí, señor, mi hermano es el herido.
Lord Helion se acercó a donde estaban. Su hermana estaba ayudando al amante de Lord Thesan a levantarse, dada la cercanía entre sus asiento. Tarquin apenas reaccionaba, lo que era bastante alertador dado su sistema. Esa mirada y expresión... Lo recordaba. Lord Helion había asistido al funeral familiar de su madre, ahora lo recordaba. Antes de Bajo la Montaña, pero sí después de que Amarantha se hiciera con los poderes de los Altos Lores de Prythian. Cuando su madre murió, se sintió vacía y desolada, como si le hubieran arrancado una parte fundamental de ella. Había asistido al funeral familiar como mandaba la tradición, pero no había contenido las lágrimas cuando echaron su ataúd al mar que esa mañana se había despertado salvaje como una tormenta. No recordaba ni por qué Lord Helion había asistido ni por qué le habían permitido participar en una acción privada, pero sí recordaba al igual que en ese momento su padre continuaba vivo y con el título de Alto Lord de la Corte de Día, él le había puesto una mano en el hombro.
-Ella está bien, pero tú, Varion, tal vez necesites una ayuda.
Varion no respondió. Solamente la ayudó a levantarse poco a poco. La altura de ambos la superaba sin dificultad, y le recordaba a que su crecimiento no era el esperado para el de una alta fae típica. Parecía haberse estancado en la adolescencia.
-Demos esto por finalizado. Ya que se nos han adelantado y tenemos en principio un acuerdo, no veo motivos para continuar perdiendo el tiempo -cuando Lord Helion habló, todos parecieron despertar. Sus guardias se movieron. Las demás Cortes actuaron.
Tarquin habló, entonces, para cuando ella había recobrado las fuerzas y no necesitaba la ayuda de su hermano para mantenerse erguida.
-Es hora de irnos -sus hermanos se movieron, así como los guardias-. Tendréis respuestas pronto. Mandaremos nuestras fuerzas hacia lo acordado y, si toda va bien, nos encontraremos pronto.
Calli se miró las uñas de los dedos. Uñas perfectas por su constitución de alta fae pero que si se miraran a lupa verían los fallos internos y consecuencias de pasarse todo el día en el mar y en la arena, atendiendo a animales. No eran tan perfectas como las que podría tener Cresseida, siempre impecables o decoradas con algún tipo de pintauñas...pero estaban bien. Lo que no estaba bien eran las heridas que las envolvían, producto de su nerviosismo y los animales más traviesos cuando se revolvían.
-Calliope.
Duró un instante. El electrizante pasó por su cuerpo de una sensación que le recorrió de pies a cabeza. Y fue...extrañamente agradable. Dentro de unos márgenes. Pero sí. Y fue como si la llamasen después de mucho tiempo.
-¿Sí?
Pero ya era demasiado tarde. Cuando su pie se posó sobre la baldosa al lado de su primo, el último que le quedaba, la luz envolvió su cuerpo y había desaparecido.
Solo para reaparecer al otro lado del continente y el cielo azul que tanto conocía saludándola con intensidad. El calor de la luz devolviéndole el día y medio echado a perder en la reunión de los Altor Lores. Y, sin embargo, ella solo podía pensar en la gruesa voz que la había llamado antes de perderse en el teletransporte.
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las-microfisuras · 2 years ago
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Ruth
Sobre las frentes hundidas
y sobre los ojos ciegos
todas las flores se alargan
para espiar el silencio,
donde doncellas calladas
pasean campos inmensos.
Albores de soledad
en las bóvedas del sueño
en que piadosas arañas
tejen este cautiverio,
si veis luces a deshora
coronas blancas del cielo,
para estremecer un pájaro
cerebro verde del viento,
soy yo que salgo a buscar
oasis para mi pecho.
Cuando alguna mano pálida
distribuya mis cabellos
y en los vacíos alcázares
haya otoñales misterios,
cuando al poniente se inclinen
astros sin rumbo del cielo,
buscadme por las laderas
agostadas de los cierzos
donde la música filtre
silenciosos pensamientos,
porque yo estaré en la tierra
pero mi alma muy lejos.
  — Basilio Fernández,  Poemas 1927-1987
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gloriousfestivalfury · 8 months ago
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Flores para difuntos: Expresando respeto y amor con combinaciones únicas
El proceso de elegir arreglos de flores para fallecidos puede ser una labor emotiva y significativa. Es esencial localizar la combinación perfecta que exprese respeto, amor y condolencias hacia la persona fallecida y sus seres queridos. En este artículo, exploraremos diferentes opciones de arreglos florales para entierros y de qué manera pueden transmitir sentimientos profundos en instantes difíciles.
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La importancia de los arreglos de flores para difuntos
Los arreglos de flores tienen una larga historia de simbolizar amor, respeto, paz y belleza. En los funerales, las flores desempeñan un papel crucial en honrar al difunto y consolar a los familiares en duelo. La elección conveniente de arreglos florales puede transmitir un mensaje de apoyo y solidaridad en un instante de pérdida.
Flores para funeral: honrando la memoria del difunto
Los arreglos florales para entierros son una forma preciosa y respetuosa de honrar la memoria del finado. Las flores frescas y coloridas pueden iluminar el entorno sombrío de un entierro y recordar la belleza de la vida.
Flores para pésame: expresando condolencias sinceras
Las flores para pésame son una forma tradicional de expresar condolencias sinceras a la familia del fallecido. Estos arreglos florales suelen ser más sobrios y discretos, con colores suaves y elegantes que transmiten respeto y compasión.
Tipos de arreglos florales para difuntos
Existen diferentes tipos de arreglos florales que se pueden seleccionar para un funeral o servicio conmemorativo. Cada tipo tiene su propio significado y simbolismo, por lo que es esencial seleccionar el más conveniente según la relación con el fallecido y el mensaje que se desea transmitir.
Coronas fúnebres: un tributo majestuoso
Las coronas fúnebres son uno de los arreglos florales más tradicionales y majestuosos. Se colocan en la parte superior del ataúd como un tributo final al fallecido. Estas coronas suelen estar hechas con flores blancas o colores suaves que simbolizan pureza, paz y serenidad.
Ramos funerarios: elegancia y sencillez
Los ramos funerarios son arreglos florales elegantes y sencillos que se colocan junto al ataúd o en la sala del velorio. Suelen estar compuestos por una pluralidad de flores frescas en tonos suaves o blancos, transmitiendo calma y tranquilidad a los presentes.
FioriNet flores Cruces de flores: fe y esperanza
Las cruces de flores son símbolos religiosos comunes en los arreglos florales para finados. Estas cruces están elaboradas con flores frescas o artificiales en tonos sobrios, representando fe, esperanza y consuelo en instantes difíciles.
Colores simbólicos en arreglos florales para difuntos
Los colores de las flores asimismo juegan un papel esencial en los arreglos funerarios, ya que cada tonalidad tiene un significado simbólico único que puede trasmitir diferentes emociones y mensajes.
Blanco: pureza y paz eterna
El color blanco es uno de los más usados en los arreglos florales para fallecidos debido a su significado de pureza, paz eterna y luz divina. Las flores blancas como los lis, rosas blancas o claveles transmiten tranquilidad y consuelo a los presentes.
Azul: serenidad y calma interior
El azul es un color as
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mikrokosmcs · 10 months ago
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“Rose des vents” era un aquelarre de brujas y hechiceros de magia negra, dirigido puramente por las matriarcas de ocho diferentes clanes. Que, en su espera de supervivencia en un mundo más hostil contra la magia, unieron fuerzas para mantener el poderío de la misma sobre los mortales.
El “rose des vents” nació como una idea por parte de los Noe, un grupo de brujas y hechiceros nómadas que buscaban a toda costa, fortalecer sus fuerzas uniendo lazos con clanes aledaños a sus zonas de viaje. Noe Moonbyul, la bruja encargada, fue quien comenzó la iniciativa, que, con grandes habilidades de convencimiento y labia dignas de una bruja de su calibre, logró reclutar a ocho clanes en uno solo, llamándole “Rose des vents” el cual daba alusión a la rosa de vientos, con sus ocho puntos cardinales.
La prosperidad del aquelarre poco a poco comenzó a llegar a oídos de otras personas, haciendo que lo que fuese un grupo de ocho clanes, comenzara a crecer y volverse mucho más poderoso, formando una sociedad regida por la decisión de la mayoría, cuidada por las ocho brujas más poderosas y generando con ello, también la nueva generación de líderes nacidos directamente de una de ellas.
LA GUERRA DEL EXCALIBUR.
Cuando la magia y el poder de los aquelarres volvió a reinar, se hizo una especie de “guerrilla” entre diferentes clanes, todo con la finalidad de crear cierta “amistad” y competencia entre ellos. La guerra del excalibur es básicamente eso, representantes de cada uno de los aquelarres se enfrentan en una zona cerrada a diferentes brujas y hechiceros, ganando el ultimo que quedase en pie, sin llegar asesinar a sus contrincantes. Con esta práctica deportiva, si se le quiere ver de esa forma, se fomentaban los lazos entre aquelarres enemigos pero también, se fomentaba el miedo y la idea de quienes eran realmente las brujas y los hechiceros más poderosos y a los aquelarres que se les debía temer.
EL DECLINE
Con el poder viene la envidia y las traiciones, cosa que los “rose des vents” sufrieron de primera mano al volverse ganadores recurrentes de la guerra del excalibur. Otros aquelarres y clanes aledaños a donde se habían asentado, no dudaron en comenzar a sembrar intrigar, a hacer ver que eran peligrosos por el gran poder que acumulaban dentro de murallas enormes de piedra. Con ello, vinieron los roces entre diferentes aquelarres y claro estaba, las guerrillas por poder y destrucción no se hicieron esperar entre “rose des vents” y otros.
Cuando los ocho herederos estaban por alcanzar la mayoría de edad todos, sucedió lo que parecía inevitable a esas alturas. Un ataque interno fue lo que comenzó a incendiar y desmoronar “rose des vents”, el aquelarre más poderoso y próspero de aquella época. Alguien les había traicionado, y con ello, venía la muerte eminente. Moonbyul en un intento de salvar a su hijo y con ellos también, a los otros siete muchachos que llevaban la sangre de ocho poderosos clanes, es que decidió sellar a los muchachos en féretros que, en medio de la revuelta y la decadencia, fueron enviados a diferentes cuevas subterráneas en diferentes zonas cardinales, esperando “el llamado del excalibur” para despertar.
EL EXCALIBUR.
El excalibur en realidad es un objeto mágico perteneciente directamente del mejor mago de todos los tiempos, Merlín. Se dice que tiene el poder de construir y destruir con la misma medida, incluso que puede quitar o dar vida a lo que sea que se le proponga. Como tal, el excalibur es una corona de cristal y espinas, el objeto sagrado más importante entre todos los brujos y hechiceros de magia negra o magia blanca. Excalibur estaba en pertenencia de los “rose des vents” pero luego de la destrucción y muerte de estos, su paradero es incierto.
Se creía una profecía de que, cuando el Excalibur así lo deseara, haría un llamado y un reclutamiento a diez de los clanes más poderoso y con ello, el objeto elegiría un dueño formal al cual le podría cumplir un deseo cada diez años. La profecía nunca se cumplió durante el pasado, pero en época moderna, hay avistamientos de que Excalibur está haciendo el llamado a diferentes aquelarres para enfrentarlos en una batalla a muerte.
THE WORLD
Noe Seungbyul, heredero de la líder de “rose des vents” Noe Moonbyul, luego de un largo letargo de siglos y siglos de descanso, fue el primero en despertar cuando “el excalibur” hizo el llamado. Motivado por la marca de nacimiento en su hombro derecho, que con punzante dolor y contante palpitar, le ha hecho líder de la nueva generación de los “rose des vents” a quien ha decidido llamado ahora “Argemone”.
Con su despertar, también los otros siete muchachos han abierto los ojos a una era moderna, donde deben volverse a encontrar para poder llevar a cabo la última voluntad de sus padres: ganar la guerra del excalibur y volverse dueños y señores, del mismo.
MISC
“Rose des vents” es el idiota francés para “rosa de vientos”, la cual es una marca constante en los mapas para dirigir los puntos cardinales. Hay ocho puntos básicos, norte, sur, este y oeste. Acompañados de noroeste, noreste, sureste y suroeste.
Por ende, una rosa era la insignia de aquel aquelarre.
“Argemone” es el latin de “adormidera” que fue el hechizo con el cual los ocho muchachos fueron dormidos y sellados en sus feretros. También es la representación de una amapola, flor utilizada por su alto nivel alcalino para producir opio y medicinas moderna.
“Argemone” también puede ser escrito como “Argemonae” que si sus letras se vuelven a reacomodar y cambiar un poco formarían la palabra “Armage(d)on” el cual es el enfrentamiento entre Dios y los gobiernos humanos, considerándose a sí mismos la cúspide del poder al compararse con Dios.
Por ende, la flor de amapola es la insignia del nuevo aquelarre.
Seungbyul está conectado directamente con el Excalibur, todo por medio de una marca de nacimiento en el hombro. Al igual que está conectado emocionalmente a sus otros siete compañeros por medio de un rito satánico donde vendieron su alma a Lilith, la primera esposa de adán y reina de los súcubos. Es de los pocos aquelarres masculinos donde, han vendido su alma a Lilith y no a Lucifer. Todo esto, gracias a la enseñanza de sus madres.
Todos ellos siempre vivieron bajo la enseñanza de la iglesia oscura, por sus mentes, nunca pasó la ideología de instruirse en la iglesia de luz.
Los esposos de las brujas mayores en aquel aquelarre, tenían nula voz en las decisiones importantes. Todo era regido, directamente de un matriarcado.
Las generaciones en “rose des vents” son alternadas, es decir, una generación controlar las mujeres y en otra los hombros. En dado caso de que el aquelarre hubiese sobrevivido, la próxima generación hubiera sido de mujeres. Con esto, se impartía equidad entre poderes.
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southernhispanics · 9 months ago
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TORCIDO TUESDAY: Standing is L-R Robert from CASA BLANCA, Lex from CORONA VARRIO LOCOS and Manuel from CASA BLANCA. Kneeling is Gato from CORONA VARRIO LOCOS and Huero from CORONA VARRIO LOCOS. Be sure to check the hashtag for more photos of this varrio.
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seiexe · 2 years ago
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La taberna y los locales de comida muestran sus mejores platos sobre las mesas y en carta. Mientras que el puente de entrada a la gran urbe se encuentra decorada de flores amarillas, rosas y blancas; en espera de celebrar la nueva bajada de Meliae. 
ₓ˚. ୭ ˚○◦˚. CAPITULO I, PARTE I: EL FESTIVAL DE LAS FLORES
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El vino y cerveza artesanal no faltan, tampoco la sidra. En esta parte del continente se encuentra el mejor trago de toda Seirai. Todo tipo de queso, carne a la parrilla, fruta fresca y deliciosas fragancias se vuelven parte de la puesta en escena. 
Podrás moverte entre las calles de Dharma con libertad, conocer a los lugareños y participar en la búsqueda del trébol de ¡seis hojas! una verdadera anomalía. 
Las puertas de los lugareños se encuentran adornadas con coronas de flores, y dicen que las plantas han florecido como nunca este año. Las sonrisas animadas en sus rostros serán tu bienvenida, mientras que el escenario en la zona más alta de la ciudad volverá realidad tu primer acercamiento a dragones. 
Las costumbres en Dharma son la libertad, el arte y la creatividad; decora tu cabello con flores o tus prendas con los lazos de colores. Sé libre. Este es el lugar en el que podrás experimentar vivir sin ataduras. 
En medio de la noche, cerca del hotel en el que se alojarán, se puede escuchar un poco de ruido del mercado local. Por las ventanas entra la tenue iluminación de las guirnaldas que cuelgas de lado a lado entre las calles. Reciben la energía del sol durante toda la jornada, para perpetuar su existencia una vez que la luna es ama y señora. 
Por ahora te mantendrás en los límites de asfalto, los guardabosques no dejarán que les visitantes vayan sin supervisión a los terrenos del bosque. Pero descuida, ¡podrás hacerlo en un futuro! Mientras, disfruta de los juegos y las actividades que los lugareños anhelan compartir contigo. 
¡Bienvenide a Dharma, la ciudad de las artes y la naturaleza! 
aclaraciones ooc.
la primera actividad tendrá una duración de diez días, siendo hoy 14 de abril y finalizando el 24 de abril.
el rol se desarrollará a través de starters libres, que podrán dar reblog en nuestro blog dedicado a ello @seiraist ¡no olviden sacarlo cuando crean tener las notas suficientes! en instantes subiremos las opciones de juegos disponibles y cuáles podrás utilizarse para rol y cuáles serán desarrollados por nuestro canal de discord con el sistema de dados. estén atentes.
recordatorios importantes.
para iniciar el juego, y que tengan un poco más de contexto, sus personajes pusieron en su cabeza el casco de realidad virtual que les proporcionó la empresa unisoft. les jugadores son incapaces de quitárselos. a no ser que ocurran inclemencias en el mundo real que pueda activar sus sentidos, entonces el casco se apagará automáticamente y no podrán volver a iniciar una simulación hasta el próximo encuentro.
el tiempo en seirai pasa más rápido que en el mundo real. por ende, lo que sería un día o unas horas de conexión, en dharma serán varios días ¡unos diez, para ser exactos!
los personajes aún son avatares que crearon al entrar al juego, eso es lo que verán. por lo que no conocen su verdadera apariencia ni tampoco su verdadero nombre, solo el de usuario. al ser una inmersión total, es básicamente como si estuviesen viviendo y sintiendo el mundo de dharma como si fuera real.
en la beta de seirai se trabajará con un sistema de equipos. quien gane la mayor cantidad de puntos durante el parche de dharma, obtendrá una bonificación monetaria que se verá reflejada en el primer pago de la plataforma. por lo mismo, se ha desbloqueado la opción de equipos, los cuales podrán encontrarlos en nuestro canal de discord > actualización. pueden hablar por allí libremente.
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