#comprense una vida muchachos
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Unas ganas de cagar a patadas a los imbéciles que hablan mal de Messi y la selección 🤬😤
#todos lo aman cuando gana nada más#e incluso hay veces que lo critican cuando gana también#comprense una vida muchachos
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— Brillantina
— — ♡ — —
• one shot
• día 7
• soft
— — ♡ — —
Eran inexplicables los nervios que traía consigo a cada paso que daba. Desde esta mañana que se encuentra así, y al parecer no estará tranquilo durante toda la jornada.
Hoy no era un día cualquiera, hoy es el inicio de una nueva etapa, el comienzo a cumplir ese sueño que siempre tuvo desde pequeño.
Hoy, Viktor Volkov, luego de años de esfuerzo, tendrá el papel protagónico en su película.
Él ha pasado por muchas épocas, como cualquier actor, empezó grabando comerciales para la televisión; luego tuvo su participación en distintas series bastante populares.
Poco a poco fue tomando relevancia y obteniendo un buen número de fans que apreciaban su trabajo.
Así continuó hasta la actualidad, una donde ni él mismo podía creerse lo que estaba a punto de vivir.
El primer día de filmación de una película bastante esperada desde el anuncio de su actuación: El príncipe encantado. Sería una adaptación cinematográfica del reconocido libro de mismo nombre, y del cuál él era muy fanático.
Le dará vida al personaje principal y más querido por el público que, curiosamente, también se apellidaba como Volkov.
Los directores estaban convencidos de que él nació para interpretar este papel, y los críticos ya ansían por ver la película.
Sí, estaba cumpliendo su más grande sueño, ¿pero a qué costo?
Definitivamente no se esperaba la enorme presión que tendría encima; pero pese a todo, estaba dispuesto a realizar esa película.
Eso sí, los nervios en su interior siguieron incluso cuando atravesó la gran puerta del estudio de filmación. Era mucho más grande de lo que imaginaba, observaba a varias personas yendo de aquí para allá mientras avanzaba. Lo que más resaltaba del gigante establecimiento fueron algunos elementos de escenografía, iluminación y, por supuesto, la pantalla verde que abundaba.
Parecía que todo en ese lugar quería captar su atención, habían tantas cosas que no supo a dónde mirar primero. Y sintiendo un cosquilleo en el cuerpo sonrió para sí mismo, apreciando la gran oportunidad que tenía en frente.
—Aquí estás.— escuchó la reconocida voz femenina detrás suya.
Dando media vuelta la vió, una de las personas que más confío en él desde sus principios. Julia Conway, la muy aclamada directora y ganadora de múltiples premios, se acercó hacia el chico con felicidad y abrazándole le dijo.
—¡Me alegra mucho verte, Viktor!
—Igual yo, señorita Julia.— le respondió del mismo modo al separarse.
—Llegaste justo a tiempo.
—No, llegó diez minutos tarde.— una raspada voz la corrigió, y que también el muchacho reconoció.
Se trataba de Jack Conway, esposo de la mujer y también director, su trabajo se enfoca más en dirigir capítulos de famosas series de suspenso y ciencia ficción.
A pesar de que mayormente van por separado, aquella pareja hacía obras espectaculares cuando trabajaban juntos. Considerados por muchos el dúo más icónico del cine en los últimos tiempos, y con los que Volkov tendría el honor de trabajar.
—¿Lo ves? Aquí lo dice, son diez minutos tarde.— le reprocha el hombre mostrando la hora en el reloj de su muñeca. —¿Así planeas llegar a todas las grabaciones?
—Cariño, tranquilo, es su primer día.— dijo la esposa poniendo una mano en su hombro. —Además, falta que el equipo acomode las cámaras, aún hay tiempo.
—Es cierto, agh.— suspiró antes de decirle avergonzado. —Una disculpa, Viktor, es que yo soy muy puntual.
—No se preocupe, es comprensible.
—De todas formas, ya deberías ir a tu camerino, tienes que prepararte.
—¿Mi camerino? ¿Donde queda?
—¿Ves ese pasillo?— dijo Julia señalando dicho lugar. —Camina unos pasos hasta encontrar la primera puerta a tu derecha, la vas a reconocer.
—Será mejor que te apresures para cambiarte, el maquillador se toma su tiempo.
—¿Cómo?— preguntó confundido por la frase, que luego la directora explicaría.
—No te preocupes, Viktor, contratamos al mejor de todos para que se encargue de maquillarte. Es un profesional, solo hay que tenerle paciencia.
—Paciencia... comprendo.
—¡Perfecto! De seguro ya está esperándote en tu camerino.
—Entonces iré para allá, nos vemos al rato.— les dijo antes de alejarse.
Siguiendo las instrucciones de Julia, el chico llegó a la puerta, la cual tenía enmarcado su nombre en esta. Tal y como se lo había imaginado, su pecho se llenó de alegría por este nuevo comienzo. Sin tiempo que perder la abrió, observando dentro de la habitación.
Su camerino era bastante amplio, con un gran espejo y muchos accesorios que utilizaría durante el rodaje. Pero eso no era todo, había alguien más en ese lugar; como bien dijo la mujer, el maquillador se encontraba allí. Era un muchacho moreno de casi su misma edad, con ropa colorida y una cresta de peinado.
Se lo veía concentrado parado frente al perchero, no quería asustarlo o interrumpirlo, así que se acercó lentamente hacia él.
—Cinco, seis, siete...
—Disculpa.— habló el actor. —Lamento interrumpirte, ¿tú eres...?
—¡Oh, ya llegaste!— exclama el moreno dando media vuelta, y mirándole mostró una sonrisa. —Me alegra conocerte en persona, yo soy Horacio, tu maquillador, un gusto.
La buena energía del chico lo tomó de sorpresa, en toda su carrera -y vida también- nunca se le habían acercado con tanta confianza. Eso dijo mucho para sacar su primera impresión.
—El... gusto es mío, Horacio.— intenta responderle con la misma amabilidad, aunque podían notarse sus nervios a simple vista.
—Escuché que es tu primera vez actuando de protagonista, ¿no?
—Así es, también... es la primera película en la que participo.
—¿En serio? ¡Eso es genial!— dijo emocionándose. —Te he visto actuar en la serie "amores policiacos", tienes mucho talento.
—A-Ah, gracias...— reaccionó con la voz temblorosa por el inesperado cumplido.
—Ve, toma asiento mientras preparo mis cosas.
El muchacho obedeció, sentándose en la silla alta al lado del espejo. Observó lo rápido que fue el de cresta al sacar múltiples objetos de un bolso. Sobre la mesa colocaba los cosméticos de mejor calidad, unos más llamativos que otros.
—¿Grabarán la primera escena, no?— le pregunta al actor.
—Sí.
—Ay, esa es mi preferida, ya me leí el guion.
—¿De verdad?
—Claro.— respondió emocionado —Es mi parte favorita del libro, el inicio del viaje bajo el hechizo de estrellas...
—...y una promesa de amor eterno.— completó su frase, dejando al contrario sorprendido. —Esa... es mi parte favorita también.
Horacio sonrió de una manera tan bonita que dejó una huella en el mayor; además de tener un brillo único, ahora compartían un gusto en común.
Con un pañuelo húmedo empieza a limpiar y quitar algunas impurezas de su cara, brindándole un poco más de frescura que necesitaba.
—Vamos a comenzar.— agarra una base clara semejante a su pálida piel, el de cresta se hecha un poco en las manos para luego esparcirla por su rostro. —Vas a quedar muy guapo, bueno, más de lo que ya eres.
El chico volvió a sorprenderlo con ese alago, y temía que los colores se le subieran a la cabeza antes de que Horacio se los colocara.
Viktor se mantuvo en esa posición, con los ojos cerrados, dejando que el profesional hiciera su trabajo. Percibió cómo usaba sus manos, brochas y demás productos, tocando su piel con tanta delicadeza, igual que una porcelana.
—¿Hace... cuánto te dedicas a esto?— decidió preguntarle, y segundos después obtuvo su respuesta.
—Uf, hace muchos años ya, hasta perdí la cuenta y todo.— se rió antes de continuar. —Desde pequeño me ha encantado todo este mundillo, me fascina como el maquillaje logró cambiarle la vida a tanta gente, incluyéndome. Me ayudó mucho a... descubrirme y hallar mi camino.
Experimentó un cálido sentimiento por las palabras del moreno. Se escuchó tan sincero... ¿qué eran estas nuevas emociones en su pecho?
—¿Y qué hay de ti? ¿Hace cuánto te dedicas a la actuación?
—Desde los doce años.
—¡¿Doce?!— asombrado le preguntó, definitivamente no se esperaba esa respuesta.
—Así es, hice muchos comerciales para televisión en mi país natal.
—Oh, es verdad, oí que tú eres de Rusia, ¿no?
—Es correcto, intenté audicionar para una película allá y... fue todo un desastre.— soltó una risa por aquel recuerdo. —Así que, cuando cumplí los dieciocho, vine a Estados Unidos para intentarlo de nuevo. Aparecí en varias series como un personaje sin relevancia, luego me dieron papeles secundarios y... aquí estoy.
—Wow, ¡suena increíble!
—Me gustaría que fuese así.— dijo bajando el tono. —Todos esperan que haga una interpretación perfecta, pero... ¿y si me equivoco? Los directores esperan mucho de mí, todo el mundo lo hace, tengo miedo de decepcionarlos...
Hubo un silencio por aquella confesión. Dejó de percibir la brocha que acariciaba su piel y luego le escuchó.
—Viktor, ¿podrías abrir los ojos un momento?— el ruso obedeció, encontrándose con la mirada bicolor del contrario. —Entiendo como te sientes, pensar que puedes fallarle a todos es aterrador. Pero, en realidad eso es lo de menos, lo importante es que tú estés a gusto con tu trabajo. Da igual lo que opinen los críticos después, si actúas con pasión, el esfuerzo se notará.
El motivador discurso del moreno resonó con fuerza en su interior. No solo sentía el alivio de desahogarse todo aquello guardado, también estuvo feliz al recibir una respuesta tan comprensiva.
Allí iba ese sentimiento de nuevo, ¿qué será?
—Gracias por escucharme, Horacio, tendré en cuenta tu concejo.
—No hay de qué, gracias a ti por escucharme también, puedes confiarme lo que sea.
—Lo mismo digo.
Ambos se regalaron una sonrisa, ser honestos y hablar de sus emociones les hizo sentirse mejor.
—¿Sabes qué te quedaría muy bien ahora mismo?
—No, ¿qué?— curioso le preguntó, viendo como, entre los cosméticos, agarró uno muy especial. Le mostró aquel rectángulo con colores llamativos. —¿Brillantina?
—¡Exacto!— responde con seguridad. —Es lo último que me falta, estos tonos resaltarán mucho tus lindos ojos.
Volviendo a cerrar los párpados el maquillador continuó su trabajo. Muy concentrado colocaba el brillo al rededor de sus ojos, y no solo eso, cuidadosamente puso unas cuantas decoraciones como toque final.
—¡Listo!— anunció. —Ya puedes verte.
Volkov los abrió y de inmediato se miró al espejo. Su cara lo decía todo, estaba completamente asombrado del gran trabajo que el de cresta realizó.
—Wow, Horacio esto... es increíble.
—Muchas gracias.— dijo orgulloso de sí mismo.
—Es... igual como lo describe el libro. Parece mágico...— comentó sin apartar la vista.
Julia tenía razón, es el mejor maquillador de todos, ahora podía comprobarlo.
Simplemente le encantó, viendo como la brillantina daba ese toque de fantasía, muy característico del príncipe encantado.
—Oye, mira esto.
Cuando volteó, el moreno le entregó unas prendas. Se trataba del conjunto más icónico del personaje, un traje azul marino con algunos estampados de mariposa en los hombros.
—Los de vestuario me han dicho que te lo pruebes, y si te queda cómodo ya puedes usarlo para el rodaje.
—Oh, gracias, me lo probaré.
—Genial, te espero afuera.— dijo saliendo de la habitación y cerrando la puerta a su paso.
El de cresta se quedó parado fuera de la entrada. No pudo ocultar su sonrisa al imaginarse lo guapo que se vería Viktor con ese traje. De verdad era un hombre muy atractivo, y con esa agradable charla, se vió más encantador ante sus ojos.
—¡Listo!
—¿En serio? Qué rápido, ¿ya puedo pasar?
—Sí.— apenas escuchó la respuesta a través de la puerta, el moreno la abrió.
« ¿Cómo es posible que alguien pueda ser tan elegante? » fue lo primero que pensó al mirarle, y era mil veces mejor de lo que su mente había imaginado.
—¡Ay, qué precioso te ves!— expresó sin miedo alguno.
En esos momentos el mayor agradecía que el maquillaje cubriera el rubor en su rostro. Aún dudaba del porqué, pero tampoco negaba que le gustaba sentirse así.
—¿Eso crees?
—Claro, ¡mírate, eres todo un príncipe!— Viktor se observó nuevamente al espejo. —¿Qué te parece? ¿Te queda bien?
—A decir verdad, me gusta mucho el traje. Me queda a la perfección.
—Que bueno... uy, espera, no te muevas.
El de cresta se paró frente a él, y con ambas manos le acomodó el cuello de su camisa.
—Estoy muy nervioso.— decidió hablar en voz baja cual secreto, aprovechando su corta distancia.
—Tranquilo, lo harás bien.— le responde del mismo modo. Nuevamente puso su vista en los irises azulados del ruso, que junto a la brillantina hacían de su mirada una experiencia mágica. En sus ojos transmitieron muchas emociones, entre ellas la agradable conexión que tuvieron los últimos minutos. —Confía en ti y disfruta este momento.
—Eso haré, no lo dudes, seguiré tu consejo.— contestó con seguridad, haciendo que el menor sonriera.
Mantuvieron un cómodo silencio, inmersos en la mirada del otro.
¿Qué son exactamente estos nuevos sentimientos?
Quizás...
—¡Viktor Volkov!— la voz del director entrando al camerino interrumpió aquel especial momento. Desesperado y con el guión en la mano le dijo al actor. —Las cámaras ya están listas, en diez minutos comenzaremos a grabar, ¡prepárate, rápido!
—¡Jack, te dije que no seas tan duro con él!— pudo oírse la voz de su esposa de fondo, que de inmediato hizo que remediara sus palabras.
—Te esperamos en el set, ven cuando estés listo.
—No se preocupe, señor, iré en un segundo.
—Perfecto, ¡preparen las luces de neón!— volvió a alzar la voz retirándose del cuarto.
Hubo un corto silencio, donde una vez más sus miradas se encontraron.
—Debo irme, ya es hora.
—De acuerdo, ¡rómpete una pierna!— dijo con muchos ánimos, a lo que el contrario se rió.
Pero, lo que no esperaba, fue que cambiaría radicalmente su tono a uno con timidez.
—Ehh, Horacio... quiero preguntarte si, luego del rodaje, te gustaría... ¿salir a tomar un café o algo? S-Solo si tú quieres, claro...
El nombrado se asombró ante tal petición. Su corazón se llenó de ternura al verlo actuar de esa manera, causando que quiera conocerlo aún más.
—Será todo un placer para mi, príncipe Volkov.— dice a modo de broma, sin imaginarse que el contrario le seguiría el juego.
—El honor será mío, Horacio.— habló con elegancia, causando que las mejillas del menor se sonrojaran al instante.
—¡Ay, por dios, no lo digas así!— con vergüenza se tapa su rostro mientras lo escuchó reír. —Guarda eso para las cámaras, lo vas a necesitar.
—Entendido. Nos vemos entonces, Horacio.
—Okey, ¡mucha suerte!— alegre le respondió, observando como el actor salía del camerino. El maquillador se quedó en su lugar con una embobada sonrisa por lo sucedido, y luego de suspirar, habló para sí mismo. —Ay, es un verdadero príncipe encantador...
♡Fin♡
[Extra: (antes de que Volkov saliera del camerino)
—¿Está preparado?— Julia le preguntó a su esposo.
—Sí, dijo que vendría en un segundo, pero no le creo.
—¿Por qué?
—Se quedó hablando con su maquillador, los vi bastante pegados.
—Uy, eso no me lo esperaba.— dijo riéndose un poco.
—Yo tampoco, cuando los vi me... recordó mucho a nosotros cuando nos conocimos.— ablandó su tono de voz, mientras que ella continuó sonriendo.
—Yo creo que se ven bien juntos. Quien sabe, quizás terminen siendo pareja.
—Hm, puede ser...]
Fin (ahora sí)
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AKU NO HANA: SOBERANÍA Y TIRANÍA DEL DESEO
FICHA TÉCNICA
Nombre internacional: Aku no Hana: Las flores del mal
Nombre original: 惡の華
Tipo y género: Serie animada. Coming-of-age, drama psicológico.
País e idioma: Japón, japonés.
Creación: Hiroshi Nagahama (dir.), basado en el manga homónimo de Shūzō Oshimi.
Primera emisión: 5 de abril de 2013 – 29 de junio de 2013.
Temporadas × Episodios (duración): 1 × 13 (24 minutos)
Spleen e ideal
En su momento fue calificada como un fracaso: la peor serie del 2013, visualmente fea, con un ritmo pesado y una historia turbia e incómoda. Fanáticos del manga expresaron su descontento con una adaptación que, aunque fiel a escenarios y argumento, resultó chocante por su técnica de animación y estilo narrativo ajenos a la sensibilidad típica de las obras dirigidas a la demografía shōnen (‘muchacho’ en japonés), sector juvenil masculino que las consume habitualmente. Finalmente, la serie quedó inconclusa, abarcando apenas 4 de los 11 volúmenes del manga.
En retrospectiva, se aprecia un tono de reproche autocomplaciente en las quejas de entonces, si bien todas resultan comprensibles. En efecto, la molestia con la supuesta “fealdad” de los personajes se entiende comparando la adaptación con la obra fuente. También es claro el sentido de las acusaciones de infidelidad al material de origen. Nada de ello radica en la adaptación concreta sino en su ideal, el ideal kawaii y moé de un sector del público shōnen. La adaptación es una obra sin concesiones sobre la adolescencia, el amor y las dificultades de crecer que no deja nada al azar, que además hace un uso estupendo de los recursos que su medio, la animación, le ofrece.
Meme que ilustra la reacción de una parte de la audiencia.
Rotoscopia del artista adolescente
Las claves que hacen trascendente a Aku no Hana se condensan en el binomio analítico de dislocación y disociación. A nivel formal, la dislocación se aprecia en el contraste entre la parquedad de los escenarios y la viveza de las emociones, entre lo anodino de los eventos y la resonancia siniestra que adquieren para los personajes, entre la grandilocuencia de los gestos (maravillosamente detallados por la rotoscopia) y las palabras y la descarnada cotidianidad de un grupo de jóvenes de una pequeña y ruinosa ciudad remota, todo subrayado por la presencia de una banda sonora tan inquietante como fascinante que, cual registro ominoso de los pálpitos y tribulaciones de un adolescente confundido, retrata el caos mental en que se hunde cada que debe enfrentar una experiencia común de esa etapa de la vida, pero que se vuelve el asunto más crucial donde se juega la existencia y que deberá afrontar en la más absoluta sensación de desamparo.
En cuanto al contenido, la disociación es el leitmotiv argumental sobre el que se construye el conflicto y se desarrollan los personajes, cuyo concepto de sí mismos se ve desafiado en varios niveles: en la imagen que cada uno tiene de los otros, en la imagen que cada uno tiene de sí mismo y en la imagen que de ellos se hace la propia audiencia. El uso de los colores y la iluminación, las analepsis intercaladas y la estructuración de los diálogos hacen patente la incertidumbre que pesa sobre sus identidades en formación y de la confusión que permea cada uno de sus actos. Todo esto contribuye a sostener una atmósfera de desesperación y a perfilar una aplastante cotidianidad opresiva y vacía en un sitio carcomido por la herrumbre de la monotonía entre cuyas grietas arraigan las flores del mal.
Al final de cada episodio aparecen estos comentarios.
Con todo y esto, el argumento de Aku no Hana es tan simple como el de cualquier romance escolar, pero en ese minimalismo reside su encanto: el chico introvertido está enamorado en secreto de la chica modelo. Un día ella olvida su uniforme de gimnasia en la escuela, el cual termina encontrando su flechado secreto quien se debate entre la tentación de tomarlo o el arrepentimiento anticipado de dejarlo. Luego de titubear, lo agarra y se lo lleva a su casa. Para su mala fortuna, la chica marginada del salón lo vio todo y amenaza con delatarlo a menos que cumpla con el trato que ella le propone… ¿Otro relato de fantasía burusera con un maestro Happosai púber asomándose a la puerta? No.
Los tópicos se insinúan: la chica marginada estrecha su complicidad con el chico al que atosiga y chantajea. Para nivelar la situación ella le confia sus secretos más íntimos, por ejemplo, que su rudeza disimula una vulnerabilidad producto de algún evento traumático del que no revela detalles, como tampoco lo hace sobre la creciente atracción que siente por el chico y que intuye recíproca. La tensión crece, se necesitan mutuamente y se abre paso el tema tsundere. El pacto pasa a segundo plano al igual que el amor inicial por la chica modelo. Dudan de sus sentimientos. ¿Será amor o complicidad o revancha? ¿Qué los unió realmente? ¿Fue el secreto compartido y lo que pasaron juntos? El pacto equivale a la apuesta en la comedia romántica hollywoodense… Y sin embargo, nada de eso ocurre, al menos no según las convenciones del género que toma como punto de partida para desarrollar su drama psicológico.
A la mitad del tantas veces comentado, criticado y vilipendiado episodio final de Neon Genesis Evangelion, Shinji experimenta una realidad alterna que despliega toda la parafernalia típica del romance escolar juvenil: él y sus compañeros son adolescentes comunes que asisten a una escuela donde los papeles se modifican: Misato es una sexy profesora y Asuka es la fiel amiga y amante abnegada. Una nueva alumna, Rei, acaba de ser transferida y, antes de clase tiene un altercado con Shinji que bien pudo significar el atropellado inicio de un amor según el manual de la comedia romántica. Recién el año pasado, con el estreno de Thrice Upon a Time, espléndida pieza final de la tetralogía Rebuild of Evangelion, Hideaki Anno pone punto final a la historia de los Evas y, como Malcolm dijo sobre la niñez, deja claro que la mejor parte de la adolescencia es que también, en algún punto, termina.
Smells like teen spirit
Si en algo conecta esta serie con la obra de Baudelaire es en su ambiguo regodeo con la sordidez y el pudor; el hastío de Gunma es la rebaba del spleen de París. Las exigencias del pacto que elabora la chica marginada, Sawa Nakamura, resultan cada vez más humillantes para un tímido, torpe y confuso Takao Kasuga, chico obsesionado con la obra de Baudelaire, que apenas entiende pero ostenta como seña de distinción ante unos compañeros por quienes tiene nula consideración. Además, excepto por el comentario irónico del mangaka al final de los créditos, en Aku no Hana está ausente el alivio cómico. Cuando irrumpen, las risas siempre están envueltas en un halo de obscenidad y delirio. Aparte, el triángulo amoroso es un permanente ir y venir agobiante entre el distanciamiento y el des/engaño, con una dosis de indecisión que, en su cúlmen, termina con los tres dentro de una patrulla.
El periplo de Kasuga es un constante descenso, se hunde cada vez más en su propia mierda y, ante ello, sólo puede optar por uno de los dos destinos que Nakamura le propone: ser un gusano comemierda más o despojarse de sus caparazones uno a uno hasta mostrarse como el pervertido (変態, hentai) que en realidad es. Lector precoz de Bataille, Rimbaud, Lautréamont, Hagiwara y Shibusawa, cree pertenecer a una estirpe maldita, pero sus genuinos precursores forman una caterva de enamorados pusilánimes que va desde Orfeo hasta Shinji Ikari pasando por Werther. Nakamura hace añicos sus ensoñaciones, incluso lo insta a pasar el resto de vida masturbándose si no hace algo con su vida, arrancándole la careta que lleva consigo siempre, como ese libro que siempre hojea y del que nunca habla, y de paso le enseña a él y a Nanako Saeki, la chica modelo, que carecen del arrojo suficiente para siquiera admitir su propia naturaleza perversa, desafiante.
Litografía de Odilon Redon.
¿Qué clase de perversión es a la que refiere Nakamura? Sólo ella lo sabe, su mente es un bloque de abismo; probablemente alude a la anormalidad que es patente en el origen etimológico del término hentai. En cuanto a Kasuga, es un macho perverso polimorfo tal como lo articula Lacan: “el Otro del perverso es un ser asexuado”. Nanako Saeki es “su musa”, un ser angelical que despierta en él un “sentimiento puro”. Aunque protagonice fantasías y sea blanco de miradas, Nanako nunca ha tenido novio o un pretendiente serio (situación que Freud describió aludiendo al complejo de virgen-puta). Su primera y desastrosa cita es con Takao, quien también es el primero en declarársele. Él es ante sus ojos un ser especial por leer libros difíciles, y osado, pues intercedió por Nakamura cuando la acusaron injustamente de robo. Aun después de enterarse del hurto de Takao le confiesa su interés, ya que "hizo de ella una gema".
En esa rara y tensa primera cita, Takao ensimismado en sus aflicciones y con Nakamura rondándolo no presta atención a lo que Nanako le dice. La escena es brutal: está con ella y no la escucha… Al fin y al cabo, está enamorado de un ángel. Tal para cual: imagen del hechizo que más quieren, dulce ficción por quien penosos viven. En el episodio de la huida a la montaña (capítulo 10), Nanako revela sus sentimientos y Takao sólo responde con autorreproches llorando bajo la lluvia. ¿Qué sería de estos jóvenes si siquiera contaran con un sitio para charlar, bailar, hacer música, escribir, hacer cine, expresarse, si hubiera un psicólogo en su escuela? En cambio sólo son desposeídos hasta de sus propios conflicto, sensibilidad y deseo.
Neurosis, perversión, psicosis
Takao Kasuga. Sus mecanismos mentales pueden resumirse bajo la triple fórmula de la dilación, la dilución y la delación. Dilata sus decisiones: titubea cada que debe tomar una y, cuando lo hace, prefiere evadir sus consecuencias; en uno de sus momentos más bajos le pide a Nakamura que sea ella quien lo delate ante Saeki. Diluye sus deseos: en su primera cita, le pide a Saeki que tengan una relación “puramente platónica”, llevando puesta la ropa de gimnasia de ella bajo la suya. Se delata en su incertidumbre: a su confusión hay que añadir que los eventos por los que pasa ponen en jaque todo lo que piensa de sí mismo, la ficción de la que incluso se enorgullecía se hace trizas y teme ser exhibido como un pervertido. El tema de apertura que lo caracteriza suena como él: confuso, agitado, aprensivo, hastiado, anhelante.
Nanako Saeki. Bella, popular, inteligente... Es lo que todas desearían ser y a quien todos desean, pero ella ¿qué desea? Si Nakamura es una exploración extrema del tema tsundere, Saeki lo es del tópico yandere: la chica dulce y amable que en realidad es hostil. Nanako es un personaje poliédrico y altamente complejo en su psicología. Espejo doble, refleja lo que complace a la mirada ajena ocultando la propia, melancólica. En un momento climático se pregunta por qué ella es como es y no como Nakamura, a quien Takao siempre sigue. Nakamura ve en ella el arquetipo del gusano comemierda, es decir, de alguien que guarda las apariencias, vive en una resignación rastrera y no admite ni muestra su verdadero ser (hentai también significa 'metamorfosis', como en algunos insectos). Su tema de apertura la representa: repleto de adornos, con un bello pero dramático arreglo de cuerdas, canta uno de los versos con ayuda del auto-tune, como para dar el tono. Artificio y sacrificio de la belleza, un don vergonzante que ella no pidió y sin el que no podría vivir.
Sawa Nakamura. Su apellido en japonés la describe: 中村, compuesto por los kanji naka, ‘dentro’, y mura, ‘pueblo’; significa ‘dentro del pueblo’. He ahí toda su experiencia, el encierro, y su frustrada búsqueda del “otro lado” y de algún otro pervertido que la saque de su desolado hastío. En la incomprensión de lo normal abunda el más hondo y desvergonzado sinsentido. Su odio al mundo busca arrasar con todo en una onda expansiva, como en el sublime final del capítulo 7. Por lo demás sensata aunque adusta, destilada de toda melancolía, con su forma machacona de decir las cosas y su vocabulario ofensivo lleno de alusiones escatológicas, invoca “La destrucción” del poema de Baudelaire. Su desquiciado y bestial tema de apertura plasma entero su sentir: Nocturno de Gunma, no conjura fantasmas espeluznantes sino espantajos mediocres. “Y después se desata la tormenta de mierda”.
Hana ga saita yo (花が咲いたよ).
La serie puede verse completa de forma legal y gratuita aquí: https://www.crunchyroll.com/es/flowers-of-evil
Querétaro, Qro., a viernes 25 de febrero de 2022. 10:40 de la noche.
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Llego un nuevo año y con la primavera se fundió la nieve del monte descubriendo el verde perenne de los pinos; los arroyos afloraron al sol y las cascadas saltaron de nuevo en el valle. Tannosuke fue un día por deporte a pescar capelanes con unos amigos a la desembocadura de un arroyo, llevando cada uno una red sacadera en la mano. Por el camino se fijó en una linda muchacha que recogía con su madre espigas de juncia, brotes de cola de caballo y botones de áster, acompañadas por cierto número de sirvientas, en los campos aledaños de una aldea remota. Había algo en sus maneras que hacía pensar que eran de la capital. Tannosuke se detuvo a observarlas y reparó en que la damita miraba en su dirección. Susurró algo a su madre y sacando una pequeña moleta, vertió unas gotas de agua y escribió un billete en una cuartilla que guardaba en el quimono. Prendió la nota a la punta de una hoja y desapareció por un sombrío sendero bajo un abrigo rocoso. Como embelesado, Tannosuke se acercó a ver qué había escrito: «Hay mucha gente en este campo así que me metí al monte hasta el altozano bajo el Templo de la Glicinia». Estaba dirigida a un tal Daiemon y su intención era hacerle saber que se había adelantado, al parecer. Repasando la escritura descubrió atónito que, aun siendo de mano de mujer, se asemejaba notablemente en el estilo a la de la nota que le dejaron en el portal el verano anterior. Seguía allí pasmado cuando apareció Daiemon, que tomó la nota y se marchó. Tannosuke lo llamó:
—¿Sois vos el caballero de nombre Daiemon? Yo soy Haruta Tannosuke. Aunque servimos a la misma casa, creo que no nos conocemos. Querría preguntaros algo. ¿Quizá fuisteis vos quien el quinto mes del año pasado prendió al criado de Ryūemon y lo dejó atado a mi puerta, con generosa intención?
—Si, fui yo —respondió Daiemon—. Es un gusto conoceros por fin.
—Os estoy agradecido en extremo por cómo manejasteis el asunto. Al no conocer vuestra identidad me ha sido imposible decíroslo antes. Debéis de haberme tenido por un insensible. Aceptad mis disculpas —y Tannosuke lloraba mientras lo decía.
—No, fui yo quien debió darse a conocer oportunamente —replicó Daiemon, conmovido—. No quise hacerlo porque servía a nuestro señor desde hacía poco y no quería causar discordia. Ahora veo que lo único que logré fue causaros un gran pesar.
Mientras ambos derramaban lágrimas nació entre ellos una fuerte inclinación y, sin jamás intercambiar un voto formal, empezaron a verse como amantes. Para evitar ser descubiertos, Daiemon cruzaba a nado el gran río tras la casa de Tannosuke, visitándolo en secreto. Tal estado de cosas se prolongó un tiempo sin incidentes. Hasta cierta noche.
La propiedad contigua a la de Tannosuke tenía un pabellón de té construido en pantalán sobre el río. Un grupo de samuráis jugaban al chaquete allí desde la tarde y tras beber mucho se dedicaron a entonar parlamentos de nō hasta quedarse roncos. Era el día decimocuarto del décimo mes. Tan pronto la luna alumbraba el ancho cielo como quedaba embozada por las nubes; al modo de nuestras vidas impredecibles.
Daiemon se deslizó encubiertamente hasta la ribera y desnudándose en un manchón de juncos se metió en el río llevando sólo una espada corta ceñida a la cintura. El recial era tan hondo como el amor que lo movía. Las ondas cubrían sus hombros en los rabiones, haciéndole temer que se malograra su esperanza, pero finalmente logró asirse al talud de piedra de la orilla y trepar con ayuda de la soga allí dispuesta por Tannosuke. Tirando del hilo del amor llegó hasta la poterna del jardín, que encontró entornada según prometiera su amante. No había señales de vida salvo por la luz difusa de la antorcha. Tal calma le extrañó y se detuvo aguzando el oído.
De repente Tannosuke corrió las puertas con estrépito. Lloraba desconsolado: «¡No resisto tal dolor, ni en sueños!», clamaba para sí. «¡Tannosuke, soy yo, Daiemon!» El muchacho estrechó el cuerpo mojado de Daiemon, exultante de gozo, y lo condujo adentro, haciéndole olvidar al punto sus pesares. Luego Daiemon preguntó a Tannosuke qué lo había consternado tanto.
«No sé por qué pero esta noche esperarte se me hacía más largo que nunca. Por fin me quedé dormido al dar la medianoche y casi enseguida tuve un sueño. Estabas a medio vadear el río cuando un tronco te golpeó las piernas y te fuiste al fondo. Se perdió tu vida que me es tan querida. No sé a quien se le ocurrió la idea de tener tan tristes sueños, pero no los puedo sufrir. Me acordé de la vieja leyenda del ciervo enamorado que cruzó el mar.» Nada más evocar el sueño se echó a llorar de nuevo.
Para animarlo Daiemon le dijo: «Al menos cuando no nos sea posible vernos en mucho tiempo podremos encontrarnos en nuestros sueños. A mí me parece muy buen arreglo». Tannosuke se alegró, viéndolo así. Tras acordar un nuevo encuentro, Daiemon se levantó y partió. Una vez más se desnudó, dando por bien empleados sus amorosos trabajos. Tannosuke lo siguió con los ojos hasta donde le dio la vista. Por fin su forma desapareció entre las ondas.
La partida de jóvenes samuráis de la mansión vecina percibió algo en el agua. «¡Es un gran pájaro!», gritaron entusiasmados. Empuñando sus arcos como en un certamen, porfiaron en darle a aquel distante blanco con sus flechas. Daiemon fue herido en un costado, pero aún así logró llegar hasta su casa. Garabateó una nota con intención de aparentar que había perdido el juicio y se suicidó virilmente. A la mañana siguiente la noticia se corrió por toda la provincia. Tannosuke se precipitó a la casa de su amante nada más saberlo. Ver el dolor de la madre y la hermana de Daiemon le era insoportable. «Pues vivimos estamos sujetos a esta miseria», pensó con amargura. Abrazado al cuerpo de Daiemon, en más de una ocasión puso mano a la espada, más luchó por dominarse. «Mostradme la flecha», pidió. La examinó y descubrió que estaba marcada con el nombre de Fujii Buzaemon: «¡Tal es el hombre del que he de tomar venganza!, apesadumbrado se levantó y se fue a su casa.
Sin más contratiempo los restos de Daiemon fueron trasladados a su templo familiar, el Shōrin-ji, donde fue inhumado. Aquella jornada quedó atrás, pero Tannosuke visitaba la tumba a diario y prometió a su amante reunirse en breve con él. Pensó hacerlo el mismo día cuadragésimo noveno, y citó allí a Buzaemon, mas el hombre estaba ocupado. No le quedó más remedio que posponer su plan.
Por fin, en el quincuagésimo segundo día de la muerte de Daiemon, ambos hombres recorrieron juntos el camino del templo Shōrin, contemplando las colinas y el regato del paraje. Al llegar ante la tumba de Daiemon vieron dos tarjas hincadas en tierra, la una inscrita «Fujii Buzaemon» y la otra «Haruta Tannosuke».
—¿Qué significa esto? —prorrumpió Buzaemon.
—Vuestro asombro es comprensible —y procedió a contarle toda la historia.
—¿Os espantará si os digo que es mi deseo luchar aquí con vos hasta la muerte? —remató.
Tras aquel desafío, ambos desenvainaron y al poco eran ya de la contextura de los sueños. El prior, acudiendo al oír los mandoblazos, quedó horrorizado cuando descubrió los cuerpos y al punto dio parte a la autoridad. Tras la pesquisa de rigor ambos fueron enterrados en sendos túmulos junto a la tumba de Daiemon. Jamás habrá corazón más leal que el de Tannosuke.
Ihara Saikaku
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Capítulo 7. Olesya.
Al día siguiente, celebrando el aniversario noventa y cinco del amigo de gran edad, los todos descansan, bebían la cerveza, té, escuchaban la música, veían los videos. En la noche, Albert logró "volar" a Nueva York para comprar fresa. Olesya comía la fresa, preguntándose, de donde ello pudiera aparecer el noviembre en el remanso de región de Krasnoyarsk. Ella comenzaba a suponer de hecho, como si su amante fuera un brujo. No obstante, sin darse cuenta de la razon, ella recordó como Jesucristo dio de comer a cinco mil personas de una manera maravillosa. El viejo ya no dudaba de confesar a Nadezhda que azotaba a su Olesya casi cada día y eso promovía el éxito en enseñanza a ella. Albert lo supo unos días antes de eso. El viejo había conocido a ella en el verano del año pasado. Hacía frío y ella estaba triste y sentado en la banca en un patio de ciudad pequeña que está en el ferrocarril de Abakán. -Hey, moza, - él bromó de la misma manera, como bromaba habitualmente con las chicas en la calle. - Quieres recibir una azotaina con cinturón. Después de estas palabras, él observaba siempre la reacción de ellas. Pareció que él dio en el blanco esta vez.
-Si me alimentaras, podrás azotarme cuanto quieres, pero átame durante eso. ¿No ves que estoy fatigada y tengo frío? -Sin embargo, para recibirlo, tienes que ir lejos en tren, después de eso seguirte sacudiendo en autobús durante las seis horas. -No importa para mí a donde viajar. Llévame lejos de aquí. Como de costumbre, él fue vestido extrañamente. Aparecer de tal manera con chica, eso podía provocar sospechas. -Entonces espera a cerca de esta entrada, pero no entres. Me cambiaré, saldré e iremos. Justo a tiempo en hora y media, el tren local saldrá a Krasnoyarsk. -¿Por qué no puedo entrar, incluso a esta entrada? Tengo mucho frío. -Por favor, soporta cinco minutos aún. Debe así. Y apartamento no es mío. ¿Por qué sin tener miedo de cinturón, tienes miedo del frío? -Cinturón es una cosa, frío es algo otro. Ahora para mí, sería mejor si recibiera una azotaina tres veces en día en vez de estar a cerca de estas canallas. -Yo creía, como si escaparas del hogar porque los padres te han azotado. -No tengo padres. Estoy desde el orfanato. -Espérame. Intento regresar más rápidamente. Después narrarás.
Paul corrió en la entrada, dejando a la chica, justo en la calle fría, se teletransportó rápidamente al hogar, cambió la ropa y regresó a los pisos superiores de la misma escalera. Su nueva amiga estaba sollozando, empujando la cara en batería de calentamiento que no funcionaba en el verano frío.
-¿Por qué así? ¿Creías como si yo te burlara?
Ella se volvió a él, sonrió a través de las lágrimas y de repente lo abrazó, siendo la primera, empezó a besar y ha llorado de nuevo.
-¡Haz lo que quisieras conmigo, pero llévame lejos! ¿Lo ves? - Ella cesó a llorar repentinamente, - no te obedeció, entré a la escalera, aunque tú lo prohibiste. ¿Me azotarás por eso?
-Sí. Si lo quieres.
-Ahora quiero sólo que me llevaras lejos y escondieras.
-Entonces, vamos a la estación.
Fue una mañana, pero él la llevó a la casa sólo en medianoche. Ella era hambrienta como loba y estaba devorando con avidez las delicias americanas y se durmió justo en la mesa.
En la mañana siguiente, debido a la razón de conspiración, él no la llevó a la casa de baños, sino después de calentar agua con ayuda de ella, la lavó a ella, justo en la casa.
-Ahora vístete. Permanece un poco con esta ropa, pronto yo te regalaré las cosas nuevas.
-¡Pero has prometido!
-¿Qué?
-¡Para azotarme!
Paul no creía nunca que después de la teleportación, el destino le regale tan generosamente en la segunda vez. Ahora él entendió que la chica no bromaba, aunque intentaba todo imaginar en forma del jugar.
-Entonces espérame. Voy a regresar pronto.
Después de salir, él inmediatamente se teletransportó a una ciudad que era el centro local, compró la comba allí. Paul regresó pronto, pero la chica no logró todavía incluso poner las bragas después de lavar.
-¡Oh, tienes la comba! - ella exclamó. - En el orfanato, fuimos llevados a la sala de profesores y azotados con una comba como ésta, por las culpas diferentes.
-Sin embargo, has escapado debido a eso.
-He escapado... narraré luego.
-¿No tienes miedo?
-Un poquito.
-Entonces, ¡acuéstate sobre la cama! La vez siguiente pensarás, antes de pedir.
Bajando la cabeza, Olesya caminaba pesadamente hacia la cama, obedeciendo se dejó atar. El viejo estaba azotando largo a ella, pero no demasiado fuerte. Cuando ella empezaba a gritar fuerte, él paraba y exigía que la chica castigada tomara la almohada en boca. Después de eso, él se liberó de la ropa y tomó posesión de ella, sin desatarla. El viejo en la edad casi centenaria, como un chico se enamoró de una chica que tenía quince años. En esta existencia, la cosa más terrible que podría ocurrir, si ella corriera llamar a los vecinos y la milicia, él perdería sólo esta casa y tendría que vagar en el mundo sin regresar aquí nunca. Entonces, él esperaba encontrar un asilo en un país cálido, donde el invierno no tiene lugar nunca. No obstante, él cometió el pecado y eso es mucho más complejas.
Sin embargo, inmediatamente después de desatarla, ella empezó a declarar su amor a él tan expresivamente y patético que no quedó ninguna duda. No era ningún pecado, sino el amor. ¡El amor! ¡El regalo de Dios! Y sería un pecado si lo rechazara. Ni qué hablar de que Olesya fue muy alegrada, cuando aprendió lo que ahora puede vivir indefinidamente en la casa de su nuevo amante y primero que ama a ella de hecho. Ella intentará estudiar bien. Él la castigará a ella frecuentemente y dolorosamente. Ella había soñado con tal vida. Olesya recordaba vagamente a sus padres. Había una habitación. En la puerta un columpio pendía, simple y hecho en casa. Ella cayó de ello y lloró. Una buena mujer vino corriendo que ella llamaba como mamá. Ella la sostuvo en sus brazos, la consoló y la acarició ¡y todo se hizo tan bueno! Esa vida era como un sueño indistinto que ella veía hace mucho tiempo. Después ella no encontraba aún a tal gente buena. Sólo unas cosas eran buenas, el sol en la primavera, la hierba verde en el verano y los árboles en el parque boscoso a donde ella corría para quejarse como a un amigo. Ella creía que detrás de todo eso, hay un gran Amigo, el único que es capaz de escucharla y comprenderla. Él es bueno en la misma manera como mamá de eso lejos "sueño" de infancia. Él se contrista, cuando ella hace algo mal y tarde o temprano ayudará a ella para salir a siempre de esta casa, donde no hay amigos, sino sólo enemigos y tontos. Ciertamente, es imposible ver a este Amigo, sin embargo, Olesya no tenía duda de que Él existe. No hablaba nadie de los padres a ella. Solo últimamente rumores verdaderos comenzaban a alcanzarla. Que el padre fue encarcelado, como si por el gamberrismo (en esa época mucha gente fue encarcelada por el gamberrismo, frecuentemente sin culpa). Y como si la madre se ahogó en el río con intento de suicidio, siendo desesperada. No lograron salvarla. También oía, como si el padre cometiera atrocidades terribles después de salir de la prisión, casi asesinatos a unas personas con desmembramientos tenían lugar. Puede ser, es una exageración.
Olesya era una alumna de buena capacidad y diligente, pero siendo una traviesa, todavía arreglaba para merecer una azotaina en la sala de profesores. Al principio, ella tenía mucho miedo de eso y lo evitaba, como todos los niños, pero suficiente pronto empezó a encontrar en eso algo, ya sea agradable o elevado, sería difícil de dar a este fenómeno alguna determinación clara incluso para persona adulta. Ella no compartía estos pensamientos con nadie, tampoco ellos le obsesionaban a ella. Cada vez durante el día, eso se hacía olvido entre el aprendizaje y juegos. Sólo por la noche, le era agradable a recordar, como ella fue azotada hace un mes, como ella chillaba del dolor y pedía disculpas. También le gustaría a ella si el profesor de canto la azotara. Sin embargo, no lo ordenaban nunca a él. La azotaina de alumnos culpables era confiada siempre a una barrendera que parecía siempre descontenta y los castigos eran dirigidos por vicedirector, una mujer que era delgada y severa, con gafas y tenía aproximadamente cuarenta años. Soñando por la noche en la cama, Olesya estaba planificando, de cual modo merecer un castigo nuevo.
Así que, Olesya asumía frecuentemente la culpa de los otros, incluso de los muchachos a veces. A menudo, ella misma también violaba el orden severo. Parecía, después de ganar la reputación de una temeraria, después de asumir la culpa de los otros, ella debería hacerse la favorita de todos en clase. Pero ninguno en absoluto. Ella se atrevió a diferir de los todos. Ella se atrevió a soñar con las cosas, con cuales no se suele soñar. Aunque ella no compartía con nadie nunca sus inclinaciones sexuales. Ella misma todavía no sabía la razón, debido a la cual los todos le odiaron.
Ella notó sólo dos cosas. La primera: ella no estaba interesada en absoluto a comunicarse con los compañeros y compañeras de su edad. La segunda: la culpaban constantemente que "ella no sabe vivir en la colectividad". No explicaba nadie ni nunca claramente y comprensible lo que ellos querían de ella. Sin embargo, la solución era muy simple, porque explicar claramente y comprensible tal cosas no se atrevería nadie. Si alguien se atreviera a hacerlo, pronto él caería pronto en la situación que no sería mejor que ésta de Olesya. Ellos podían insinuar, pero no lo diría nadie en voz alta. Eso sonaría aproximadamente de tal manera: "en nuestro estado, es ordenado ser semejantes a todas las personas. No osa nadie a ser diferente, pero lo has osado. Tú pareces más inteligente que los otros, mientras debes ser como todos. Incluso si callaras, a pesar de eso sería visto que eres diferente por algo. Debes hacer algo para que fueras como todos los otros no sólo externamente, sino también dentro, porque el mundo interior de cualquier persona es visible, aunque ello no es siempre conveniente para describirlo usando palabras. Cómo hacerlo - el problema es tuyo. Si eres capaz, vivirás como toda la gente normal. Si no puedes, entonces perecerás. Eso no ocurrirá ahora mismo, sino gradualmente. Al principio, permanecerás sin recursos y con mala reputación. Luego permanecerás en las prisiones o en los manicomios. Y nuestra buena colectividad lo promoverá".
Todo el tiempo, ella llegaba a pensar de sí misma, buscando diligentemente, qué es tan malo lo que ella hace. Ella buscaba, buscaba esta "maldad dentro sí misma" y no encontraba nada. Ella podía quejarse del destino o pedir un consejo sólo a ese Amigo invisible, sólo consigo ella podía estar franca, incluso si Él no le respondía a ella, pero podía ser que respondía en algún otro "idioma" de los símbolos y destinos que ella todavía no aprendió. Luego, ella empezó a adivinar que este Amigo es el mismo Señor. Ella oraba a Él. Una vez ella visitó una iglesia, pero decepcionó. Ella imaginaba a Dios de la manera muy distinta de la imaginación de viejas locales. Sólo en el futuro en unos años, cuando ella leyó en el Evangelio: "Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre" (Juan 15: 15) - ella estalló en lágrimas y se arrepintió. Jesucristo era el mismo Amigo. Ella reconoció en Él a ese Amigo con cual intentaba comunicar mentalmente. La gente Lo odiaba de la misma manera. Uno de los mejores amigos Lo traicionó para que crucificaran a Él. Ya hace dos mil años, Él explicó a ella, cual es su problema: "No sería lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia." (Juan 15: 19).
Ella empezó a buscar en el Evangelio la razón de su pasión rara, pero no encontró nada. Ella ha decidido que no aún no escucharía a la gente. Sin embargo, estaba interesada, qué respondiera la pregunta su nuevo amigo humano, es decir, viejo Paul. -¡Amor mío! ¿Sabes cuáles palabras Cristo tiene? "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora". Cuando no encuentras la respuesta de una pregunta, recuerda lo que Cristo tiene la respuesta universal a todas las preguntas: "el árbol se conoce por sus frutos."
Pero entonces en la casa infantil, cuando Olesya era perseguida y despreciada, además de comunicación mentalmente con el Amigo, empezó a buscar el amor, del cual tanto muy hablado en los poemas y cantado en las canciones. Cuando su situación empezaba a parecer desesperada, ella a su vez empezaba a comprender que no tiene nada que tuviera miedo de perder y ahora ella puede hacer todo que quiere. ¿En que consiste el amor? Hablando de eso, las compañeras de clase soltaban risillas y los muchachos susurraban en el inodoro, tragando el humo de los cigarrillos baratos. No era posible entender algo. La misma cosa era considerada a la vez como la mayor bendición y la mayor abominación, de la cual la gente discutía con la condena y palabrotas.
Y aquí una vez, durante uno de tal tardes del sentido de desesperanza y "omnipotencia" conectada con eso, ella se dio a un chico local en edad de diecisiete años. Ella tenía sólo trece. En esta noche cálida, siendo acompañada por el zumbido de los mosquitos, en el mismo parque boscoso, ella permitía al principio abrazar, acariciar y besar a sí misma, luego desnudarla y desflorarla. Era agradable, pero le faltaba algo. ¿Es ello el amor? - Ella preguntaba a sí misma y respondía: Si no es amor, ¿entonces qué es ello? Después de obtener lo que quería, él pronto notifico a las canallas locales de nuevo logro. No obstante, las canallas se mofaron de él: "Acabaste con la chica estúpida. ¡Ella es loca!" Sin embargo, él no guardaba rencor contra ellos, sino contra ella. Una vez él vino borracho a una cita, llevando los compañeros borrachos con él. Cuando ella había comprendido todo, era demasiado tarde. Todos ellos sucesivamente abusaron de ella del modo abominable, pero cuando intentaban poner la botella dentro de ella, ella misma no recuerda, como logró hacerlo: rompió la botella y cortó la garganta a una de las canallas. Casi no lograban llevarlo en ambulancia, salvándolo del sangrado fuerte.
Las conexiones pasadas ayudaron al hijo de ex carnicero de la tienda de comestibles. También Olesya no fue encarcelada por el intento de asesinato, al contrario tendrían que mostrar el incidente con ocultación de la violación en grupo delante de toda la ciudad. Por lo tanto, el caso fue encubierto. El intento de mandar a Olesya al manicomio también no fue logrado. Había rumores que el activista local por los derechos civiles dijo algo sobre todo lo que pasó y debido a eso el psiquiatra entendió, si él considerara a esta muchacha como una esquizofrénica, entonces puede caer a una apariencia de tonto y él no iba a arriesgarse. Ella no fue castigada más en la sala de profesores. Los adultos cesaron totalmente de prestar atención a ella. Las chicas de la misma edad la agredían unas veces. Ellas no la golpeaban fuerte, sino más aún intentaban insultar a ella. Los adultos no querían escuchar de ella. Ya antes del conocimiento con esa escoria, ella logró acumular un poco de dinero y comprar la comba. Raramente ella lograba tener cierta privacidad y divertirse, azotando a sí misma con comba. Una vez ella aprendió sobre Francisco de Asís que azotaba a sí mismo hasta hacerle sangre, la sangre mezclaba con la nieve, construía muñecas de la nieve roja, diciendo: ¡"Aquí tengo los hijos"! "Probablemente él era como yo", - la chica pensaba. Después de ese caso, cuando las canallas abusaron de ella, ella decidía que le parecería satisfecha el amor raro: para azotar a sí misma sufriendo y disfrutando a la vez.
Una vez, una de las educadoras la descubrió en el momento cuando ella estaba haciéndolo, pero para su gran sorpresa no le aplicó ninguna sanción disciplinaria, incluso no hizo público delante de todos los otros adolescentes. Ciertamente, los profesores, educadores y administración, todos fueron informados. Ellos estaban susurrando entre sí mismos y si Olesya aparecía, ellos se volverían a ella abiertamente, mirando por un largo rato a ella como a la bestia salvaje, luego continuaban de susurrar sobre ella. Cómo ellos estaban abominables, cómo eran semejantes a los peores protagonistas de telenovelas que ellos mismos condenaban viendo los programas de televisión, ellos no se daban cuenta nunca. Si ellos se dieran cuenta de su propia esencia bestial, quizás sea cierto que se ahorcarían debido a la aversión por sí mismos. Una vez tal palabras del vicedirector la alcanzaron: ¡Deja a ella se ir de nosotros más pronto! En la época de Stalin era así: "no hay persona, no hay problema". Ella sería mandada en un lugar apropiado, al campo de prisioneros., en época de Brezhnev - al manicomio, pero ahora tenemos que meterse con ella.
Ella comenzó a cometer las evasiones, vagando y recoger las botellas (podía venderlos en el punto especial de recepción). Una vez, cerca de estación principal, ella se conoció un empresario que viajaba y se entregó a él por cincuenta dólares, pero después de eso las putas de estación la perseguían a través de toda la ciudad y ella apenas logró evadirse de la persecución. Esa vez, ella se fue a Novosibirsk, pero no tenía el dinero suficiente para que permaneciera en la ciudad grande por mucho tiempo. Después de comprar el remedio contra los mosquitos, ella vivía en la naturaleza y era feliz, en las noches probando a sí misma las varas de árboles diferentes y la ortiga. Sin embargo, cuando el dinero terminó, ella tuvo que regresar. Luego la evasión siguiente ocurrió y finalmente ella encontró a un amigo entre los seres humanos, a visitante del siglo pasado que además de eso poseía los talentos mágicos que eran desconocidos para ella antes. No obstante, la cosa principal, él era su tipo, además de eso, él era un poseedor de la misma pasión extraña, el primer real amigo entre la gente y él abrió a ella muchísimas cosas nuevas, si comparara, antes de eso, ella no sabía incluso décima parte de lo que sabe ahora. Si se quedara sola, con estos conocimientos ella es capaz de sobrevivir incluso en Rusia y en Estados Unidos o en los otros países libres, ahora ella podía permanecer sin preocuparse por supervivencia: ésa era garantizada. Sin embargo, en este período, ella no se preocupaba por sí misma, sino por su amante que tenía casi un siglo. Las otras chicas jóvenes no se preocupan hasta tal punto, incluso por los amantes de su edad. Ella estaba lista para divertirse usando la mano muchas veces y sólo raramente darse a él para que no cansara a él, para que no dañara a la salud preciosa de él. Y él bien conocía el precio de tal regalos de destino. Poco probable que uno de los todos que conocía, tuvo suerte hasta tal grado. Incluso en la edad de cuarenta no tuvo nadie suerte así. Además de eso, ¡tal conciliación armoniosa de las inclinaciones de ambos tenía lugar! Y también él sabía que él mismo es un regalo precioso igualmente para ella. Nadie una de la gente simple, notando ellos juntos como amantes, no creería en desinteresado del amor de Olesya. Si creyera, entonces le calificaría a ella como una loca. Sólo Albert comprendía y admiraba. Incluso Nadia empezaba a entender algo y hoy miraba a ellos, estando más tolerada que ayer. Ella no podía explicar la razón, de la cual ella lo entendía, pero ya entendía que Olesya prefiere de hecho a viejo Paul en vez de joven Albert. Si una vez más ella sedujera al marido, entonces lo haría sólo para estar recibiendo una azotaina larga y dolorosa.
Ella intentó imaginarse, como si Albert se hubiera acostado con las todas las tres amigas, si él subió encima de la chica de quince años, ¿por qué sería tímido él para coger a estas tres? Ella intentó imaginarse, como si Albert la abandonara, cayendo en amor en una de tres rivales probables. Ella no logró jugarlo en imaginación. Esto no sería él. Y aquí el telepatista viejo se pronunció sobre el tema de reflexiones de ella: -Nadia, cálmate. Albert no te engañaba. Eso no era ningún engaño. Albert no es engañador, sino un probador. Él es propenso tocar todo con las manos, incluyendo saborear todo. Recuerda como incluso en la infancia él puso la pinza en la toma de corriente. Todos sonrieron. La fiesta de cumpleaños iba a terminarse. Un trabajo fue planificado por la mañana. Para verificar, cómo las tres amigas restantes están y para espiar a los otros espías.
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El texto original en ruso:
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Sus ojos se posaban sobre el contrario, reflexionando sobre las vueltas de la vida que los llevaban de un día en el que Augustus había torturado a Ludo a compartir una conversación y una bebida. Observaba cada uno de los movimientos del otro, notando su tensión comprensible, pero Augustus solo podía disfrutar de tener al muchacho como un juguete entre sus manos. "Sí, supongo que tienes razón. Los tornados son feroces, pero comparados con las arpias, no creo que tengan oportunidad", respondió antes de llevarse otro trago de su bebida.
Sin duda estar cerca de Augustus lo ponía nervioso dado a los acontecimientos que habían pasado entre ellos, pero como había aprendido de sus errores y se comportaba bastante serio y a la vez fingía estar relajado —Creo que los Tornados pueden ganar pero las Arpías son muy fuertes, y mis apuestas dependen de eso— expresó con una sonrisa un tanto falsa.
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La primera de tantas noches
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Yoh & Anna
Sinopsis: One-shot. Comprometidos desde pequeños, nunca pensaron en la primera noche que compartirían como esposos... hasta que esta llegó.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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La silueta recorrió con sigilo las escaleras. La sombra de una mujer subía y bajaba acompañando a su dueña en el recorrido. Ella temblaba, estaba nerviosa y no era para menos.
Hoy, esta noche, es su noche de bodas, aquella en la que nunca se puso a pensar aun cuando estuvo casi toda su vida prometida a un hombre, el mismo que seguramente la esperaba en la habitación que de ahora en adelante sería para ambos. Más sin embargo la razón de sus nervios no sólo era esa; también existía el hecho de que la noche anterior su ahora esposo y ella tuvieron una especie de acercamiento intimo, algo que el joven shaman deseaba con toda el alma y por ello no pudo esperar para intentarlo, pero ella se negó.
No es que no lo desease también, era sólo que... cuando los besos y caricias se volvieron más intensos la chica no tuvo el valor para continuar.
En ese momento fue cuando la idea de complacer íntimamente a su esposo apareció por vez primera en sus pensamientos. Se aterró y era comprensible, sería su primera vez y temía todo aquello que fuera a ocurrir.
Ayer pudo escaparse de las manos del prometido, pero definitivamente dudaba poder escaparse hoy de las de su esposo.
* Ahhh, supongo que ningún pretexto me ayudará esta vez. *
La voz de la reciente novia sonó resignada. Siguió caminando y para cuando se dio cuenta ya estaba frente a la habitación, deslizando la puerta para posteriormente pisar el interior de la alcoba, cerrando la puerta tras de si.
Más una vez dentro se paralizó completamente, pudiendo tan sólo mirar la silueta que descansaba sobre el futón.
A simple vista parecía que su marido ya estaba dormido, lo que la hizo preguntarse si este ni siquiera había tenido la delicadeza de esperarla. Después de eso, Anna por fin había sido capaz de moverse, dando un paso al frente para quizás hablar con su cónyuge.
* Yoh?. *
Anna lo llamó con voz baja y amable; agudizo la vista en tanto sus dedos jugaban nerviosamente con la cinta de su yutaka. En parte quería que el joven ya estuviese dormido, por otro lado no.
Los nervios de esta nueva situación la seguían acosando, pero sus sentimientos por el shaman eran lo suficientemente profundos y sinceros como para no dejarse vencer por el miedo.
* Yoh, y-yo... *
La voz de la itako se vio de pronto apagada ante la sorpresa que la invadía. En un rápido movimiento, Asakura estiró la mano derecha para alcanzar y jalar a su ahora esposa. Si la asustó?: no exactamente, sólo la había tomado por sorpresa.
Él sólo deseaba abrazarla y eso era justo lo que estaba haciendo. Anna había perdido el equilibrio y cayó entre los brazos del joven Yoh, donde fue bien recibida. Fue gracioso, Kyouyama se sonrojó de forma tal que aun en la oscuridad que imperaba en la habitación él pudo notarlo; sonrió con cariño y emoción.
* Y- Yoh... yo. *
* ¡ Gomen ne !. *
Él se disculpo, y Anna sabía muy bien porque lo hacía. Ella no pudo evitar sonrojarse todavía más mientras se acurrucaba en el regazo de su esposo. Si, este era el Yoh al que ella quería, el tierno, amable y cariñoso... su verdadero Yoh.
En cuestión de segundos la itako se vio envuelta ya no sólo entre los cálidos brazos del muchacho, sino también por los ansiosos labios de este. Ella apenas se estaba acostumbrando al abrazo que él le brindaba cuando inesperadamente la boca del shaman reclamó la suya de forma suave y cariñosa.
Para la sacerdotisa este era un regalo del cielo pues los labios de su amado le hacían saber cuán sinceras y puras eran sus intenciones; claro, era su esposa y la amaba... siempre la amó.
Pasado un rato la pareja tuvo que separarse para tomar un poco de aliento y de paso mirarse un momento.
Ella yacía tendida sobre el futon con respiración agitada y mejillas encendidas en rojo, él, arrodillado frente a ella atento a cada facción, cada gesto de esta divina criatura.
Y vaya que estaba increíblemente atento, más aun cuando la joven sujetó un extremo de su prenda, deslizándola, mostrando su coqueto hombro derecho, desnudo al igual que el resto de la parte superior de su silueta. Pero eso no fue todo, ella no tardó en mostrarle, también, sus pechos desnudos, coronados por dos pequeños botones rosados que se tornaban duros y elevados al aire.
Le demostraban excitación, le demostraban frío.
* Annita. *
La llamó, quería decirle algo más, tantas cosas que iban y venían en su confundida mente; que era hermosa, pero la necesidad de besarla fue tanta que prefirió callarse a si mismo al probar el dulce néctar que le embriagaba e incitaba a probar un poco más.
Hubo varios suspiros que Anna emitió totalmente entregada a la sensación, gustosa en hacerle saber a su nuevo amante que esta vez si estaba lista, esta vez se sentía segura. Él no la defraudaría.
* Espere tanto por esto. *
Conforme la excitación en su cuerpo aumentaba, Yoh tomaba el valor suficiente para decirle aquellas cosas que nunca se atrevió. Esas palabras que apenas expresaban una mínima parte de su profundo sentir.
Sus labios se encontraban entretenidos devorando los de la joven, y sus manos comenzaron a jugar ligeramente con las rodillas de la rubia, acariciándolas para luego deslizar las manos a través de los costados de esas hermosas piernas que poco a poco se separaban para que el sexo femenino recibiese los estímulos que fueran.
* Lo sé... lo siento. *
Quizá Anna se sintió acusada como para haberse disculpado. Aunque con esto sólo logró que su esposo sonriera irónico mientras la impaciencia lo llevaba a sujetar a la itako por los tobillos y “ayudarle” a separar sus piernas. Estaba totalmente entusiasmado.
Besar los suaves labios de su esposa de pronto ya no fue suficiente así que formó pequeños caminos de besos al pasar sus labios de la boca al cuello femenino, probando y succionando con leve fuerza. Kyouyama entró en calor, la delataba esa respiración agitada que se escuchaba entre las cuatro paredes de la habitación.
Era hermoso, delicioso; sentir como los labios del shaman exploraban su sensible carne, desde el cuello hasta los hombros. Eran de las pocas cosas increíblemente agradables que ella hubiese experimentado en la vida; y aun así no se comparó en lo más mínimo cuando, después de permanecer varios minutos con los ojos cerrados, abrió estos con inmensa sorpresa al experimentar la sensación de los labios de Yoh al rededor de su seno derecho.
* ¡¡ Yoh, Yoh !!. *
Envuelto en un suspiro, el nombre del joven fue pronunciado por ella, la que prácticamente estaba temblando entre los brazos del shaman mientras este “jugaba” entretenido con sus encantos; moviendo circularmente la lengua al rededor del erecto pezón, sujetó a su esposa por la cintura cuando tanto placer la obligó a formar un arco con su espalda y echar hacia atrás la cabeza. Claro que al hacer esto, sus senos estuvieron por completo a la merced de Yoh, que cariñosamente los lamía una y otra vez, succionando de vez en cuando y mordiendo suavemente la tensa carne, provocando los constantes gemidos que de los labios de la chica escapaban.
Kyouyama estaba tan entretenida que no se había percatado de que una de las manos de su compañero estuvo acariciando sus piernas por largo rato, con la intención de abrirse paso y llegar hasta sus pantaletas.
Él no fue paciente, ni discreto, haciendo a un lado la prenda de la itako, introdujo un par de sus traviesos dedos en la húmeda vagina.
Si de por si Anna ya gemía sin reserva, al disfrutar del “masaje” que los dedos de su amante le practicaban, los sonidos que producía se volvieron todavía más profundos e incitadores. Yoh había encontrado el clítoris de la joven y lo acarició gentilmente, satisfecho con las reacciones que sus caricias provocaban en la sacerdotisa.
Anna, en un intento por recibir de lleno el contacto de esos mágicos dedos, arqueó la espalda mientras elevaba la mirada al techo; sentía, sólo sentía, no podía asimilar tantas sensaciones nuevas y agradables, tampoco el hecho de que Yoh, el siempre tranquilo e inocente Yoh, le estuviese dando un deleite tan asombroso. Era como si el shaman supiese exactamente las partes del cuerpo donde debía besar, lamer, morder o acariciar con afán; era como si él ya tuviese experiencia en estas cosas. Pero no!!, aun cuando Asakura se mostraba mucho más participativo que ella, sabia exactamente lo mismo que la chica acerca del sexo: ¡nada!.
Haciendo a un lado todos esos pensamientos, a la itako sólo le quedó mirar suplicante al techo, con la cara totalmente sombreada en matices rojos, mientras un fuerte y delicioso orgasmo llegaba para hacer gozar a su cuerpo como ella nunca hubiese imaginado, ni siquiera en sus sueños más locos y húmedos.
Este orgasmo, el primero de toda su vida, le demostró que podía temblar como jamás lo había hecho, tal vez no de miedo pero si de gozo, de un tremendo y exquisito gozo que la obligó a derramar un par de lagrimas.
En tanto Yoh se excitaba más y más con los dulces gemidos de su esposa.
Sin dejarla descansar, llenó de besos la tensa piel femenina, recorriéndola y dejando marca por donde pasaban sus labios. Así, abandonó los senos de Anna, no sin dejar la húmeda prueba de cuanto le habían gustado, su saliva que en cuestión de segundos se secaba producto del intenso calor corporal de la itako.
Asakura besó suave y tiernamente, recorriendo un hermoso camino, deteniéndose por escasos segundos para jugar con el ombligo de la chica, y de ahí hasta llegar a un excitante objetivo... la vagina de la mujer; húmeda, o mejor dicho mojada, y todo gracias al pequeño juego de sus dedos.
Yoh simplemente no esperó a que ella reaccionase, así como así hundió el rostro en aquel divino lugar; Kyouyama tan sólo pudo callar por completo, siendo silenciada por la sorpresa de sentirse explorada por la lengua de su esposo. Ella se heló por completo y a pesar del inmenso placer que el shaman le ocasionaba no pudo más que permanecer estática, con las pupilas contraídas y sin color.
Por fin las penetraciones de la lengua masculina tuvieron efecto en el cuerpo de la sacerdotisa; el rojo volvía a sus mejillas mientras trataba inútilmente de callar los sonidos que escapaban de su boca.
* Yoh, por favor detente ya... no hagas eso!!. *
Anna terminó rogándole a su esposo, al tiempo en que se llevaba la mano a la boca para cubrirla en señal de vergüenza; se encontraba lo suficientemente apenada como para ver lo que este hombre le hacia en ese preciso momento; sin embargo no lo detuvo, no insistió más en hacerlo. No podía... adoraba esto.
Y es que las ansias del muchacho no tenían limite. Tanta era la excitación de este joven que en su delirio por disfrutar, y hacer disfrutar a su itako, lamió desquiciadamente el pequeño botón fuente de placer de la chica, haciéndola temblar y casi gritar por el mar de sensaciones que se desbordaban dentro de ella; todo gracias al contacto entre su piel interna y la traviesa lengua masculina.
Sentirlo jugar de esa manera con las zonas más sensibles e intimas de su cuerpo, la hacían desearlo cada vez más.
Agradeció las atenciones de su amante cuando sus propios gemidos volvieron a resonar en la habitación. A Yoh se le enrojecieron las mejillas al sentir las suaves manos de su mujer recorriéndole la oscura cabellera.
Ella no pudo más, se rindió en un nuevo orgasmo que la atacó sin piedad hasta hacerla llorar de emoción cuando el placer se tornó insoportable. Incluso fue capaz de recibir al shaman en un cariñoso abrazo acompañado de besos sin control.
La curiosidad asaltó el ego masculino, ese que incluso este adorable jovencito tenia. Quería jactarse de haberla hecho rendirse ante sus emociones, y así había sido.
* ¿Te ha gustado, Anna?. *
La pregunta surgió entre los tantos besos que Yoh depositaba en aquellos divinos labios. Inconscientemente, en tal contacto, el shaman dio a probar a la sacerdotisa del sabor de su propio cuerpo, de su sexo. Sonrojándose aun más, Kyouyama descubrió cuán excitante podía ser ese tipo de besos.
Pasado un rato, Yoh puso cierta distancia entre ambos para así observarla detenidamente; Dios!!, de por si él siempre la consideró hermosa, pues ahora le parecía mucho más. Verla recostada sobre el futon sin una sola prenda que la cubriese, su deliciosa desnudes estaba siendo expuesta por él y para él... sólo para él.
Una sonrisa apareció en su rostro, no una sonrisa tonta y despreocupada como acostumbraba a mostrar, no con inocencia; reflejaba satisfacción, entusiasmo y a cada instante la mueca se tornaba malévolamente traviesa.
Y ya no pudo esperar más.
Tomándola de los tobillos para jalarla suavemente hacia él, Yoh Asakura acercó a su esposa para terminar en una posición interesante.
El pene del joven, totalmente erecto, estaba más que listo para ingresar y conocer el placer de la vagina de su amante. Aun cuando desde el principio su miembro se había elevado al aire, ahora lucia con más fuerza y vigor, demostrando la impaciencia del chico justo en ese momento.
Ansioso, completamente excitado, el shaman sujetó con una mano su miembro de proporción envidiable y, como si de un objeto se tratase, lo introdujo en la cavidad femenina, entre las piernas de la itako que se separaban casi completamente ante él proporcionándole así un espectáculo más que divino.
La punta del miembro masculino se deslizo con suma facilidad, y todo gracias a los flujos vaginales de la sacerdotisa; no era para menos, las caricias del joven Asakura habían sido lo suficientemente efectivas.... y aun lo eran.
* ¡ Oh, por dios... Yoh !. *
Anna mantenía los ojos abiertos a duras penas. Sentía las manos de su esposo que le recorrían el cuerpo de una forma tan exquisita y sublime, sin mencionar aquel trozo de carne viva que poco a poco se hundía en su interior. Por otro lado la suave y entrecortada voz de la rubia provocaba cierto efecto en el shaman; lo incitaba y provocaba, le hacia perder el control, volviéndolo loco de pasión y amor.
Felizmente, el shaman se adentraba entre los músculos internos de la itako; y ella que no podía dejar de gemir, las emociones se desbordaban y las sensaciones se volvían un cosquilleo constante que la ponían nerviosa impidiéndole estar quieta un sólo instante.
Anna no dejaba de acariciar a su esposo con aquellas suaves manos; quería acariciar todo su cuerpo, sus brazos, su cómodo pecho, su atractivo rostro.
Definitivamente estos eran los momentos más tiernos y placenteros que la pareja había compartido. Más no todo en estas relaciones es gozo y felicidad. No tardó mucho tiempo para que Yoh encontrase un molesto obstáculo en su camino, algo en la profunda intimidad femenina le impedía continuar.
Completamente poseído por el pacer, el shaman se preparó para forzar su pene al interior de la chica, sin notar las leves muecas de incomodidad y malestar que el rostro de la sacerdotisa adoptaba.
Las ansias y la excitación eran tal, que Yoh penetro con fuerza a la mujer; los sonidos cesaron en tanto el rostro de la joven ya no mostraba más emociones.
Las abundantes lagrimas escaparon inevitablemente de sus dolidos ojos. Anna se quejó, desgraciadamente su voz ya no era sensual e incitadora; el agobio la invadía intentando suplicar que esto terminara.
* Me lastimas !. *
Y se abrazó a él, rodeándole la cintura con sus largas piernas. E Yoh se vio forzado a apretar fuertemente los dientes mientras enterraba el rostro en el espacio aquel entre su cuello y los finos hombros. No podía verla de frente y percatarse del dolor que estaba experimentando.
Las embestidas se volvieron más lentas y suaves, todo con tal de que su querida Anna sufriese lo menos posible.
Si la memoria no le fallaba esta debía ser la segunda vez que le provocaba el llanto. Era él, siempre era él quien le hacia sufrir.
No paso mucho tiempo antes de que el dolor que invadía a la sacerdotisa se disipara paulatinamente, abriendo paso a una cálida aunque incomoda sensación que debía ser apaciguada, liberada.... era el placer mismo que nacía en el vientre de la chica; ansiedad desquiciante que disolvió por completo su dolor.
* Yoh, esposo. *
Su voz volvía a ser tentadora a los oídos del joven shaman quien de nuevo se vio envuelto en el paraíso aquel que formaban los brazos de la itako al rededor de él.
* Gomen ne, Annita, no quise... *
Un intento de disculpa que no pudo ser; los tentadores labios de la mujer callaron al shaman, otorgando un ligero y tierno beso envuelto en feminidad.
Asakura simplemente se dio el lujo de recibir los increíblemente cariñosos labios de su ahora esposa, abrazándola con todas sus fuerzas como si la poca distancia entre ellos lo matara de tristeza y soledad.
Y mirándola a los ojos con completa atención, se perdió por completo en el mar negro de tan hermosas joyas que la sacerdotisa utilizaba tanto para ver como para hipnotizarlo.
Yoh volvió a introducir su pene con fuerza y pasión desenfrenados; la encantadora voz de la itako lo llamaba en forma de gemidos suplicantes.
* Esperé... esperé una eternidad por esto. *
Era cierto, el shaman tuvo que esconder y controlar todos esos profundos deseos que sentía por su antes prometida. Fueron años de fingirse sereno, cuando era precisamente esto lo que tanto deseaba: él y su Anna juntos en la habitación que compartirían como esposos... haciendo el amor.
Ella sólo cerró los ojos; confesarle que vivió la misma situación no era algo que deseara fuere del conocimiento de Yoh.
La excitación y las demás sensaciones estaban llegando a un punto casi insoportable. Sus cuerpos cansados transpiraban irremediablemente, así ambas siluetas brillaron con la ayuda de la luz de la luna, testigo curioso que se asomaba por la ventana para ver como estos dos amantes no podían desperdiciar un sólo segundo, mucho menos un sólo beso.
La sacerdotisa luchó por contenerse y no dejar que las emociones fuesen liberadas tan rápido. Se sentía increíblemente bien; el miembro de su esposo que entraba y salía de su cuerpo de una forma casi desesperada. Exigente, constante, fuerte y desquiciante, pero... también suave, delicioso, excitante y cariñoso.
Anna no sólo había tenido una mezcla de dolor y placer cuya batalla fue el último el que ganara, sino también una inexplicable mezcla de emociones que apenas podía asimilar y distinguir.
Por un momento pareció que el cuerpo de la chica no soportaría más de aquellas delirantes penetraciones por parte de su esposo; la fuerza con que él ingresaba a su cuerpo era tal que hasta empujaba poco a poco la frágil figura hacia delante.
Luego, el escuchar gemir a Yoh casi sin control, la descontroló a ella también. Quiere distraerse, pensar en otras cosas, pero con tan deliciosa sensación de ser penetrada, todo pensamiento que en su mente se alojaba se borró así nada más, dejando paso solamente a la exquisita y agotadora sensación del orgasmo que atacó su cuerpo.
Anna tembló incontrolable cuando los espasmos la recorrieron por completo, una pequeña sucesión de orgasmos la llenó plenamente, haciéndola llorar de placer mientras mordía con fuerza las sabanas y gemía más que satisfecha. Todo, en tanto sus cuerpos seguían moviéndose de adelante hacía atrás.
* Yoh, ohh, Yoh... yo, yo... *
* ¡ Te amo, Annita !. *
* Yoh. *
El joven shaman retiró el miembro del interior de su amante-esposa tan sólo para venirse. Una copiosa eyaculación era derramada por su pene, salpicando el desnudo cuerpo de la mujer.
Asakura estaba exhausto debido a tanta actividad; ahora estaba cien por ciento consciente de que con Anna todo era cansancio para él, no sólo en los entrenamientos, sino también al amarla tan locamente como esta noche.
* ¿Te gustó, Anna?. *
* No, no... no me preguntes eso. *
El shaman rió traviesamente al notar la vergüenza expresada en el rostro de su mujer. Estaba claro que la itako era toda una dama, pues no podía tocar el tema del sexo tan abiertamente.
Pero no podía culparla, tan sólo contaba con diecinueve años, aun muy joven e inexperta, aunque no por eso inmadura. Quizás ese pudor se debía a la forma tan estricta y disciplinada con que ambos, no sólo ella, fueron educados.
Por su parte, Yoh, se había portado como todo un caballero, una actitud totalmente distinta a la del día de ayer. No es que la noche anterior fuera un grosero, pero si un chico enamorado que no podía soportar el estar lejos de su novia.
Hoy, un tanto arrepentido por su impaciencia y la difícil situación que le había hecho pasar a la sacerdotisa, la complació y amó cuanto pudo, en esta, su noche de bodas.
Esto aun no terminaba, si bien dudaban reunir fuerzas para continuar con otra frenética unión entre sus cuerpos, las suaves caricias y los dulces besos aun existían en la habitación.
* Yoh... *
* Dime, amor. *
* Bueno yo... *
El silenció siguió inmediatamente sus palabras.
La experiencia anterior le había hecho ver tantas actitudes y sentimientos ocultos en lo que al chico Asakura se refería, pero...
* Di-dime, ¿estas con migo tan sólo por el compromiso que nos unía, o para que tu familia tenga descendencia?. *
Yoh se mostró ligeramente sorprendido, para que la itako le preguntase esas cosas, quería decir que le valió el gran orgullo que la caracterizaba. Sonrió.
* Tonta, ya te lo dije. *
Anna no sólo se sobresaltó un poco, también se sonrojó. Su esposo la obligó a recordar cierta confesión que le había hecho escasos minutos atrás.
Si, él le había dicho que la amaba; aunque ella no le había puesto mucha atención; ¿cómo iba a hacerlo si las palabras las escuchó en medio de un fuerte orgasmo que deleitó a su cansado cuerpo?.
* Baka !!. *
Él amplió su sonrisa. No pudo evitarlo, ella sólo deseaba asegurarse de los sentimientos e intenciones del shaman, después de todo, los suyos ya los tenia bien claros.
* Y tu Annita, ¿qué me dices?. *
* No me vengas con eso de nuevo, ayer me hiciste la misma pregunta. *
* Si, y también recuerdo que a los pocos minutos abandonaste la habitación. *
La sacerdotisa arqueó una ceja. Si él creía que al haberle dicho que la amaba sería suficiente para que ella dijese lo mismo, pues el pobre estaba muy equivocado.
* Buenas noches, Yoh. *
* ¿Qué?. *
La itako no prestó atención a su esposo, sólo le dio la espalda y se cubrió, completamente dispuesta a dormir.
* Oye, Anna, Anna... no me hagas esto; no seas injusta. *
No importaba cuanto suplicase, ella simplemente lo ignoraba, demostrándole que lo de hace unos minutos, no cambiaria en nada la forma de ser de la joven.
* Anna??. Tan sólo dime: vamos a hacerlo más seguido, verdad?. * _No hubo respuesta._ * ¿Anna?... Annita?. Ah, maldición. *
Yoh finalmente se rindió, abrazando desde atrás a su esposa y sintiendo su divino cuerpo. Resignado a dormirse sin saber que el obstinado silencio de su pareja, esta vez, significó una afirmativa a todas sus preguntas, sentimientos y deseos.
Después de todo, esta era la primera de muchas noches más.
Finalizado .
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
El primer fanfic que escribo sobre ésta linda pareja, son la tercera pareja que apoyo de éste anime, después de HHxA, HxA ^^.
Deseaba realizar una historia sobre ellos, pero solo se me ocurrió unirlos después de su boda... y me encantó el resultado.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 10 de Septiembre de 2003.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐆𝐑𝐄𝐒𝐎 𝐀 𝐀𝐑𝐂𝐀𝐃𝐈𝐀 𝐁𝐀𝐘, 𝐏𝐎𝐄. estamos conscientes de que la situación se ha complicado un poco a causa de los inconvenientes ocasionados por la tormenta, pero confiamos en el espíritu de los locales para encontrar respuestas a las inexplicables desapariciones que han conmocionado al pueblo. recuerda mantenerte lo más lejos posible de las costas durante los malos climas y procura mantener la calma en caso de presentarse turbulencias en el ambiente, pues no serás el único en querer buscar salida.
¡HOLA, LIA! a partir de este momento, cuentas con veinticuatro horas para enviar la cuenta de tu personaje. de llegar a necesitar más tiempo, no dudes en pedirlo. te agradecemos muchísimo el interés en el proyecto y esperamos que tu estadía con nosotros sea grata para ti.
𝐀𝐂𝐄𝐑𝐂𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐔𝐒𝐔𝐀𝐑𝐈𝐎
nombre o seudónimo: lia edad: 19 pronombres: ella, suya zona horaria: gmt-4, república dominicana nivel de actividad: 8/10 triggers: non-con, body shame, desordenes alimenticios, homofobia, racismo, xenofobia. en caso de pedir unfollow, ¿nos permitirías usar a tu personaje en beneficio al avance de la trama?: sí algo más que se desee agregar: removido pero nice
𝐀𝐂𝐄𝐑𝐂𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐄𝐑𝐒𝐎𝐍𝐀𝐉𝐄 nombre completo: poe martín almodóvar. edad: 23 años. faceclaim: jorge lopez. psicología:
☀ : eufórico, ocurrente, simpático, osado. ☁ : descuidado, impulsivo, presuntuoso, fastidioso.
menciona de tres a cinco puntos importantes acerca de su vida (aclarar anteriormente los trigger warning vayan a abordarse):
TRIGGER WARNING. muerte, consumo de drogas.
uno. colores. millones de ellos, le rodean y le distraen, captan su atención en cualquier momento. puede verlos, de eso está seguro, pero ahora cree sentirlos también y hasta saborearlos. todo a su alrededor se escucha un poco más fuerte y las paredes se mueven, él ríe y se estremece a causa de una brisa que no existe, un frío que siente pero que no está ahí en realidad. colores. puede observarlos saltar a través de la habitación, bailando al son de la canción que no puede descifrar a pesar de que proviene de su propio playlist. colores. su vida siempre se ha reducido a colores. su infancia, colores. sus padres, colores. la muerte de su hermana, colores. la desaparición de su mejor amiga. colores. tal pensamiento provoca que una extraña sensación se acumule en su pecho y en pleno estado de hipnótica euforia, se siente a sí mismo caer en un hoyo de recuerdos. se promete a sí mismo nunca volver a consumir aquel alucinógeno pero sabe que miente, es demasiado tarde… sigue cayendo.
dos. está sentado en la mesita blanca del hermoso jardín en el cual su madre trabaja todos los domingos, donde florecen hermosos claveles y fucsias, haciendo perfecto contraste con los hibiscus que su padre había retratado una semana antes y que ahora le enseñaba a su hermana, quien permanece al lado del pequeño poe (como siempre) y sostiene con singular destreza el pequeño pincel. él la mira asombrado porque mientras su propio lienzo permanece en blanco, él de ella está bañado en pigmentaciones tan diversas que le cuesta comprender como aquel desastre podía representar algo tan agradable a la vista. ella le sonríe y le alienta a pintar, a dejarse llevar por lo que sea que está en su mente, en que trate de buscar aquella emoción que está sintiendo justo en ese instante y la deje fluir en trazos y brochazos. tras pensarlo un poco, el puertorriqueño parece encontrar la respuesta en tan cálido momento: alegría. entonces su primera pincelada se convierte en una de cientas, se moldea a través de miles y se pierde entre millones que rápidamente se convierten en infinitas. lienzos y lienzos y lienzos se colman de emociones, de tonalidades vivaces que representan calidez y armonía mediante su propio fulgor. surge otro pintor en la familia, el magnífico poe martín, quien puede atribuir sus conocimientos a las enseñanzas de su hermana y el talento para el arte a la genética porque sólo es parte de otra generación mas de artistas en su linaje.
tres. así pasaron tardes de domingo, sus días favoritos de la semana hasta que años de adolescencia empezaron a asomarse. la aptitud que ahora disponía se debe a años de práctica y dedicado estudio, a las clases de arte a las que asistía porque la técnica es necesaria sin importar todo el talento del mundo, insistía su madre, ilustradora de toda la vida. aquella mesita se había convertido en el lugar asignado para poe y primogenita, tanto que su característica tonalidad blanquecina logró esconderse bajo salpicaduras rojas y amarillas, azules y naranjas. cada domingo una nueva manchita de tempera mojada aparecía en el mueble de su madre, quien ya ni siquiera mostraba resistencia alguna. era una obra de arte en sí misma, una representación hermosa de recuerdos para los almodóvar. no obstante, todas las cosas hermosas son fugaces, se escapan de nuestro agarre sin avisar para nunca volver y de manera muy triste nos dejan con nostalgia que sólo sirven para evitar vacíos emocionales y huecos en el corazón, casi tan grandes como aquel que quedó en víscera del menor una vez recibió la peor noticia de todas. la hija mayor de los almodóvar había quedado en coma al ser víctima de un accidente automovilístico. ante los sucesos ocurridos, la esperanza era reforzada a través de los numerosos intentos de los progenitores y los lienzos, cada vez más emocionales, eran dejados justo al lado de la camilla cada domingo, como si fuesen antítodo secreto para curar heridas que parecían ir más allá del manejo de los doctores. tanto así, que la vida se escapó de sus manos finalmente y el pitido de la máquina señaló que no quedaba remedio más que desenchufarla. tanto así, que las temperas se secaron en la mesita, tornándose gris bajo el polvo. ese año, los claveles no terminaron de florecer y poe se prometió a sí mismo no volver a pintar jamás.
cuatro. entrando a la secundaria adoptó el papel de entusiasta extrovertido, un muchacho sin escrúpulos ni preocupaciones más que saber dónde se celebraría la fiesta del sábado y a qué pusher contactaría antes del domingo por la mañana. su arte dejó de ser un tema que era planteado deliberadamente en las comidas familiares pues el muchacho hacía un buen trabajo en distraer a sus seres queridos con sus payasadas y jugarretas, su música altísima y sus chistes malos. camina con la frente en alto, con una confianza que es hasta caricaturesca y no tiene problema en conseguir lo que quiere con su exagerado positivismo, fue todo este conjunto de características que le dio un lugar en el grupo popular del colegio y que le ganó un séquito de amigos sin intenciones, que estaban a su lado para divertirse un rato y para drogarse pero con los que nunca podía conversar nada serio verdaderamente, nada de lo que pensaba en realidad. una distracción más, una forma de camuflar emociones. lo intentó todo, todo pero nada llenaba más su ser que el arte así que en el silencio de su habitación, en noches donde no podía hacer más que quedarse despierto, llenaba cuadernos y cuadernos sólo para esconderlos en pilas en una esquina de su armario. gracias a dios el destino le daría un regalo, su padre encontraría las pinturas y optaría por hacer algo con ello. es curioso como meses de terapia familiar no funcionaron, sin embargo, una honesta charla con su viejo le fue suficiente como para entender su camino. a él no le podía mentir como se mentía a sí mismo, su padre había visto todo el dolor que nadie más conocía. es por esto que una vez planteada la pregunta de, “¿sientes que hablas con tu hermana cuando pintas?” se derrumbó a llorar. su padre le presentó el folleto de esta buena universidad y a buen tiempo le pidió que preparase su portafolio, que no tenía que contar su historia si así no quería, que dejara que las pinturas hablasen por él. los lienzos gritaron y los bocetos demostraron todo el coraje, todo lo que vociferaba interior, asegurándole un puesto dentro del alumnado. allí, conoció a un sinnúmero de personas que cambiaron su trayecto para bien. conoció a su mejor amiga, cora, compañera que se volvió inseparable y que representa en vida de puertorriqueño todo lo que perdió alguna vez; una hermana, verdaderamente la siente como una hermana y el lazo que aguardan parece ser inquebrantable, tanto que se convertiría ella en musa para nuevos lienzos en los cuales retorna la calidez en pigmentaciones amarillentas y naranjadas.
cinco. siendo ella su hogar y él esperando ser parte del corazón de pequeña, es comprensible que partiesen juntos a aventura que arcadia suponía para par, donde en un pequeño apartamento se embarcaron en la aventura de empezar de cero durante las vacaciones, cerca de la costa. ocasiones en las cuales se separan se pueden contar con los dedos, y para la mala suerte de boricua, una de estas ocasiones fue aquella noche lluviosa en la cual truenos terminaron por romper con comunicación. ninguno podía anteceder lo que estaba por ocurrir; fenómeno se presentó como una extraña sorpresa, y cora ya le había insistido a poe para que fuera a divertirse a casa de un amigo, donde él se encontraba cuando el noticiero se abundó de lo que ya era visible en el cielo que de pronto se colmó de nubes grisáceas. poe insistió en volver a casa con su compañera varias veces, sin embargo, ella le pedía que no saliera del lugar donde se encontraba pues era bastante peligroso que saliera en tal condición meteorológica, que estaría ella mas tranquila si llega a saber de él en la mañana, que todo estaría bien. al despertar, el mundo de poe vuelve a retomar aquellos matices lóbregos cuando se percata de que todo lo que le importa se ha esfumado como por arte del turbio destino. tras buscar y rebuscar bajo el nuevo resplandor del firmamento, cora no está, ha desaparecido con todo lo demás, llevándose toda la seguridad que muchacho había construido tal refugio alrededor de presencia femenina. retrocede, y la fachada vuelve a formar parte de él como de costumbre. pone su arte en segundo plano y no le enseña a nadie. permanece vivaz y feliz y sobre todo, siendo el alma de la fiesta. ¿a quién le importa lo que él esté sintiendo mientras pone una sonrisa? colores; están en todas partes, en las luces fluorescentes a su alrededor y en las pastillas y laminas. están en las paredes, están en el techo, están en él. de pronto ya no existen, el mundo se apaga y todo está negro. deja de caer y aterriza para quedarse dormido sobre su escritorio, cubierto de temperas. está solo de nuevo, completamente solo.
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vine coRRIENDO. Bueno, es mi primer pedido y estoy nerviosa JJAJJAJJAJAJJAJ. Me gustaría uno de Seokjin con la frase: 60. “Si no te conociera, diría que tratas de seducirme.” (literal que es muy él) con el idol! AU y smut parcial porqUE SON LA UNA Y MEDIA DE LA MAÑANA Y AHORA ES MOMENTO. (Ya lo último y me callo jsjs) muchas gracias por tomaros el tiempo de escribir relatos tan hermosos, ily 😭💖 buenas noches~~
HOLA, ¿TU PRIMER PEDIDO? OMGGGGG PUES DEJAME DECIRTE QUE AYER NO PUDE SUBIRLO PORQ SOY TONTA Y MI INTERNET ME ODIA Y, DESPUÉS DE TERMINARLO, SE ME BORRÓ PUTO TODO KASFHKSAJFHSKD ESPERO QUE TE GUSTE ESTE INTENTO DE REMAKE DEL ORIGINAL (QUE ME HABÍA QUEDAO’ TO’ BIEN, CAGOENLAPUTA K RABIA
“Uno, dos, tres y...” ¡SEOKJIN, POR FAVOR! ¡TÓMATELO EN SERIO!”
Estabas ayudando a Jin a memorizar unos pasos que el pobre muchacho llevaba arrastrando desde hacía un par de días; no había manera de que los ejecutara correctamente a la primera. Pero, si le añadimos el facto de que ya eran pasadas las horas laborales, después de haber pasado todo el día en la compañía y el agotamiento que eso implicaba, la cosa se complicaba... Era normal que Jin ahora estuviese tonteando por la vida.
“¡No puedo más!” –dijo, apoyando sus manos en las rodillas, con la cabeza hacia el suelo.
“Ya, pero tienes que memorizar estos pasos.” –dijiste, acercándote a él y apoyando tu mano en su espalda.– “Va, que no queda nada.”
Jin resopló y se volvió a incorporar, clavando su cansada mirada sobre ti mientras apoyaba ahora sus manos en su cintura.
“Hoseok me mata si salimos de esta sala de ensayo y todavía no te sabes los pasos.” –continuaste, encogiéndote de hombros.
“Esto se llama explotación.” –dijo, señalándote con el dedo acusatoriamente, provocando que te rieras –aunque en parte, era cierto–.
Así, os tirasteis un rato más bailando, y Jin parecía que poco a poco iba cogiéndole el tranquillo a aquellos pasos que se le presentaban complicados. De vez en cuando hacía el tonto, debido a que, a esas horas, ya nadie puede estar cuerdo en su totalidad; comprensible totalmente. Y en alguna ocasión te era inevitable parar al ver a través del espejo los ridículos movimientos y expresiones que Jin hacía.
Era ya muy tarde... hasta tú, con lo disciplinada que eres, ya sentías que comenzabas a divagar.
“Vaaaale, vale...” –dijiste de repente, acercándote al gran equipo de sonido que había en la sala y parando la canción, tras haber ejecutado suficientes veces la coreografía perfectamente.– “Creo que podemos decir que ya controlas los pasos.”
“¡ALELUYA!” –gritó Jin, tirándose al suelo y quedando tumbado boca arriba, hiperventilando ligeramente.
“Eh, eh, eh, levanta. Que aún queda estirar.” –te acercaste a él, dándole una patadita en su pie, ganándote un exagerado quejido por su parte.
No hubo respuesta. Jin en esos momentos estaba totalmente out.
Pero tú no podías dejar que, de repente, por no estirar bien después de la intensa sesión que habíais tenido de baile, se le engarrotara algún músculo o le diese algún tirón en el cuello.
Así, por voluntad propia, te agachaste y comenzaste a hacer el protocolo de calentamiento/estiramiento pasivo, colocando tus manos en sus piernas y comenzándolas a masajear; de tobillos a muslos.
Jin se tensó al sentir tus manos subir y bajar por sus extremidades, sobre todo por la delicada manera en que lo hacías –comparado con las bruscas maneras con que las manos masculinas ejecutaban dichos ejercicios–; pero se dejó.
Luego pasaste a sus brazos, repitiendo el procedimiento, relajando así todos los tensos músculos de Jin.
“Incorpórate.” –le dijiste, a lo que él no tardó en hacer lo dicho, hasta quedar sentado.
Una vez así, colocaste tus manos en su cuello, guiándolo suavemente de lado a lado.
No sabías por qué, pero algo en el ambiente se sentía... raro; tenso. Era extraño que Jin no estuviese abriendo el pico en todo el rato, cuando lo usual era que soltara cualquier tontería por su–
“Si no te conociera, diría que tratas de seducirme.” –soltó de repente, al sentir cómo tus dedos se deslizaban delicadamente hacia arriba por su nuca, enlazándolos con los húmedos mechones de su pelo.
Tú te reíste; ya estaba tardando mucho en decir algo de ese estilo. Continuaste con tus “ejercicios de estiramiento”, si es que se podía seguir llamando así a lo que estabas haciendo: sin esperarlo, te encontraste profundamente concentrada en lo suave que se sentía su cabello y lo mucho que te encantaría fundir por completo tus manos por el mismo. Con tus ojos clavados en sus hombros, también fantaseaste con acariciar la amplitud de los mismos, y es que... Wow, realmente eran unos hombros anchos.
Sacudiendo la cabeza, paraste tus acciones y te levantaste, dada por finalizada la sesión de estiramiento.
“______” –escuchaste la voz de Jin, y al mirarlo viste sus brazos en el aire, con las manos estiradas en tu dirección. –”Ayúdame.”
Dándole tus manos, le ayudaste a levantarse, pero al quedar de pie no te soltó las manos en seguida y quedasteis relativamente cerca. Muy cerca.
Cuando lo miraste a los ojos, había algo diferente en su mirada... No sabías muy bien el qué, pero la manera en la que te observaba estaba provocando que tu corazón latiese muy rápido.
“Tú también tienes que estirar.”
Y nada más decir eso, Jin se agachó delante de ti y repitió los ejercicios que tú habías hecho con él, comenzando por masajear tus piernas. En ningún momento se sobrepasó, sino que se mantuvo profesional; pero el silencio que reinaba en la sala de ensayo y la tensión que ya había desde antes, hacía que cada movimiento, cada roce, denotaran otra cosa.
Jin al fin posó sus manos en tus hombros, para comenzar a estirar tu cuello. Con delicadeza, apartó todo tu cabello hacia un lado, sin poder evitar que sus dedos rozaran la piel expuesta de tu cuello. Tu piel se puso de gallina ante el roce, y Jin lo notó. Dando un par de pasitos más, Jin te apegó a su pecho, mientras giraba tu cuello con cuidado.
Le estaba costando; y de verdad que estaba haciendo todo lo posible por no ceder... pero la delicada piel que tenía ahora delante de él, expuesta como el pecado más apetitoso y peligroso del mundo, le estaba haciendo perder la batalla. Sin poderlo evitar más, se inclinó hacia la zona prohibida, hasta que sus dulces y voluptuosos labios entraron en contacto con tu ahora ardiente piel.
Simplemente fue eso: un roce. Pero al sentir cómo suspirabas, y no hacías tampoco ningún movimiento que denotara que se alejara, acabó por dejar ese besito que estaba en el aire.
Cerraste los ojos, mientras Jin comenzaba a dejar más tiernos y cortos besitos, quitando las manos de su cuello para posicionarlas a ambos lados de tu cadera. Con un ligero estirón, atrajo tu parte trasera, apegándolo, ahora sí, por completo a su figura.
Sentías el corazón de Jin latir a la velocidad de la luz a través de tu espalda, ¿o era el tuyo? Ya ni lo sabías.
Sus antes tiernos y tímidos besos estaban pasando ahora a convertirse en unos pasionales e intensos, disfrutando de tu dulce sabor; y tenían un destino claro: sus labios comenzaron a desviarse hacia tu mandíbula, y tú, instintivamente, ibas girando la cabeza en su dirección. Así, justo antes de que vuestros labios se encontrasen, Jin paró y clavó su ahora oscura mirada en tus ojos. Observaste su expresión y sus labios, ahora más rosados y brillantes al haber estado jugueteando con tu cuello antes; y sin querer reprimir más el deseo que ambos sentíais, giraste tu cuerpo del todo hacia Jin y te lanzaste directa a su boca.
Jin te respondió al instante, agarrando tu parte trasera bien firme para mantenerte lo más pegada a él posible. Un grave y profundo sonido fue emitido desde la garganta de Jin cuando sintió tus dedos fundirse en su cabello y removiéndolo a tu antojo, como antes habías deseado.
Paso a paso, Jin fue haciéndoos avanzar hasta que tu espalda se topó con una dura superficie. En ese momento, ambos aprovechasteis para separaros un segundo y tomar aire.
Con las respiraciones agitadas, de nuevo vuestros ojos se encontraron.
Ninguno de los dos podía creerse lo que estabais haciendo en ese momento. Después de tantos años conociéndoos, e inevitablemente siendo cercanos... Ni siquiera sabíais que podríais llegar a sentir este tipo de atracción el uno por el otro. Sí que es verdad que, en algún momento, os habíais fijado el uno en el otro, pero platónicamente.
Sin embargo, aquí os encontrabais; liándoos como un par de adolescentes, en una sala de ensayos vacía a las tantas de la noche.
Sin querer pensar en el después, ambos elegisteis seguir con lo que habíais empezado; olvidaros por una vez de lo que estaba bien o mal; de las repercusiones que esto podría crear...
Ahora... lo que no esperabas que olvidara Jin, eran los pasos de baile que al fin había conseguido memorizar.
NO LO HE REVISADO, HABRÁ MIL FALTAS; Y ADEMÁS, NO SÉ HACER CASI SMUT NI SMUT NI NADA SOKORRO SOY UN ALMA PURA
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A través de los ojos del dragón- Minecraft con noobs- 1
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Elyas se vio despertado por la agitación proveniente del pueblo, levantándose de un salto y dirigiéndose inmediatamente hacia la puerta de su hogar al oír los gritos de los guardias. De causar tal excitación debía tratarse de una verdadera amenaza.
--¡Alguien ha penetrado la muralla!--
El alboroto le espabiló nada más poner un pie fuera, enviando a los aldeanos que veía salir de nuevo al interior de sus hogares. Escaló con destreza adquirida uno de los muros del pueblo para divisar la situación desde la máxima perspectiva.
--¡Elyas! ¡Elyas, ¿qué pasa?!--
Se volvió a ver a quién le llamaba. Su compañero Herny le miraba desde la puerta de su propio hogar, con una expresión de tremenda confusión en su rostro. Sus demás compañeros evacuaban igualmente sus viviendas ante la alerta general.
--¡No os acerquéis!-- Ordenó con firmeza y estupefacta alarma al oír a los guardias avisar de la presencia de un dragón. --¡Quedaos en vuestras casas!--
Se aseguró de verles ingresar de nuevo a la seguridad y procedió a continuar hacia el centro de la agitación.
"¡No puede ser!" Pensó al tiempo que empuñaba su arco y corría a lo largo de la muralla, acercándose lo más que pudo y dirigiéndose hasta la esquina donde los protectores del pueblo se encontraban reunidos en torno al intruso. Dos grandes alas negras se hallaban cerradas a manera de escudo y barrera en torno a la criatura.
Cargó su arco y se preparó para disparar junto a los guardias, cuando de pronto las oscuras alas resplandecieron con un destello de luz violeta y en un instante se desvanecieron entre una lluvia de partículas brillantes, dejando en evidencia al ser bajo ellas.
--¡Alto, alto! ¡No disparéis!-- La orden de Elyas fue dada con afán al ver que tras los recién desvanecidos apéndices yacía un muchacho, que se apegaba lo más físicamente posible contra el muro, con una mano presionada con fuerza contra su pecho y empuñando amenazador una espada que refulgía con el poder de un encantamiento hacia la multitud que le acorralaba.
Elyas bajó con prisa, repitiendo con vigor la misma orden mientras se abría paso entre los guardias para ver de cerca al desconocido. Indicó a los demás hombres que se alejaran un poco, a la espera de poder averiguar de quién se trataba, y qué hacía allí.
--¡Que no le engañe con facilidad! ¡Su disfraz no es suficiente! ¡Esa es una bestia!--
Les mandó a callar, deteniéndose frente al chico. Algunas zonas de su cuerpo, entre ellas su rostro, dejaban en evidencia su raza, cubierto de escamas negras como la noche y duras como la obsidiana. Dos grandes ojos de un morado brillante, comparable a los de los enderman con un par de agudas pupilas estrechamente contraídas miraban fijamente a Elyas, disparando dagas hacia él y amenazándole con la sola intensidad de su mirada, retándole a acercarse. Elyas bajó su arco, tratando de mostrarse lo más ameno posible y dio un paso hacia él.
--Hola, yo-
Un espadazo agresivo en su dirección estuvo a poco de abrirle el estómago, alcanzando a rozarle y rasgar su camisa, haciendo una larga pero superficial herida en su abdomen.
Una flecha, lanzada por detrás suyo impactó en el brazo que yacía a lo largo de su pecho y rebotó en las escamas ahí. Rápidamente los vibrantes ojos amatista bajaron hacia su pecho y un gruñido de evidente advertencia escapó de la garganta del intruso, a la vez que la fiereza de su mirada se intensificaba hacia la multitud. Un débil llanto emanó desde el pecho del muchacho. O, más bien, desde algo sobre su pecho.
Los ojos de Elyas se abrieron con sorpresa al darse cuenta de que lo que el otro presionaba bajo su mano no era parte de su cuerpo, sino más bien un delicado algo, que, a juzgar por lo pequeño de su tamaño y los suaves quejidos que profería, bien podría ser un-
--¡Parad, parad! ¡Alto! ¡Nadie tiene permiso a disparar! ¡Alejarse, todo el mundo!--
Los demás obedecieron con cierta duda, retrocediendo unos cuantos pasos. Cuidadosamente, Elyas se agachó frente suyo, dejando el arco en el suelo a su lado, sin tratar de acercarse para no alarmarle y se dirigió nuevamente hacia él, con voz suave y amistosa.
--Traes un bebé contigo. Dime, ¿es tuyo? ¿Necesitáis ayuda?--
Presintió por su mirada que quizás estaba esperando por una respuesta que no llegaría; pensó que tal vez el chico no hablaba, o no le entendería. Nunca había estado tan cerca de un dragón, y nunca había visto uno en forma humana (o, más o menos humana). No sabía exactamente cómo dirigirse a él.
La espada seguía fuertemente presionada en su mano derecha, cruzada en altura frente a su pecho, preparándose para atacar y proteger al pequeño ser bajo su abrazo. También lucía agotado, y extremadamente desconfiado, pero Elyas logró notar que su incomodidad aumentaba al ver o sentir moverse a alguno de los hombres fuertemente armados tras su espalda, y no tanto al estar él mismo, desarmado e inofensivo frente suyo.
"Es comprensible", pensó.
Decidió ordenar a los guardias retirarse, teniendo que insistir varias veces ante la negativa general y la reiteración de una amenaza por parte de los protectores.
--Repito, nadie tiene permiso a disparar, guardad las espadas; trae a un bebé en sus brazos. No quiero que alguno resulte herido.--
--¿Una cría? ¡Habría que aprovechar y deshacerse de ella cuando aún es fácil!--
El muchacho en el suelo se tensó evidentemente al notar la excitación levantarse entre sus perseguidores, y las miradas ansiosas que se fijaban en el delicado bulto envuelto en telas oscuras en su pecho. El filo en su mirada se hizo tan agudo como el de la espada que nuevamente apuntaba hacia ellos.
--¡Silencio! ¡Ya basta! ¡Escuchadme todos ahora mismo!--
Elyas se incorporó de golpe y encaró de nuevo a los guardias, mirándoles con severidad y cierta exasperación ante su terquedad. Los suaves lloriqueos de la criaturita tras él hacían eco en sus oídos. Le revolvía el estómago imaginarse a los otros hombres arrancándole de los brazos que con tanta devoción le protegían, solo para asesinarlo.
--Todo aquel que ignore mis órdenes y no desaparezca en este instante podrá ir olvidándose de la vida dentro de estos muros, e ideandósela para sobrevivir entre los creepers y los zombies, ¡fuera todo el mundo!--
La mayoría le miró como si estuviera loco, pero no tuvieron más opción que obedecer al monarca de aquel pueblo, guardando por fin sus armas y comenzando a retomar sus puestos asignados.
Elyas suspiró con pesadez viendo a la turba alejarse, volviéndose luego de nuevo hacia el chico y retomando su posición gacha frente a él.
--Confío en que si hubieras venido a atacarnos eso mismo habrías hecho ya. Presiento que vienes en busca de refugio o ayuda, más con ese pequeño que llevas ahí.-- Meditó un momento, pensando qué hacer ahora.
--Te invito a quedarte en mi casa, ahí nadie podrá hacer daño a alguno de vosotros, y yo me aseguraré de ello.-- Se incorporó nuevamente, inclinándose hacia él para ofrecerle su mano como impulso para levantarse.
De nuevo la espada se interpuso entre ambos en una rápida reacción, esta vez casi a punto de hacerle despedirse de unos cuantos dedos.
--... Entiendo, sí. Nada de acercarse.-- Suspiró mirando su mano, aún en una pieza. --Sígueme, por favor.--
Se dio la vuelta y caminó unos cuantos pasos, antes de girarse para comprobar que él no le seguía, aún en su sitio en la esquina de la muralla. Sabía que no le entendía, pero para ello le comunicaba sus intenciones con acciones.
--Por favor, acompáñame.-- Agitó su mano hacia sí mismo, en un gesto para que se acercara. Se preocupó de que quizá estuviera demandando demasiada confianza solo por el hecho de no haberle atacado, y no le extrañaría si fuera así y el muchacho no tuviera interés de fiarse de él tan pronto.
El dragón le miró fijamente unos segundos, antes de desviar su mirada hacia un guardia que patrullaba cerca y gruñir con rabia en su dirección. Al verle alejarse finalmente, regresó su mirada a Elyas y luego al bebé en sus brazos, y tras unos segundos empezó a incorporarse con dificultad, apoyándose bastante en el muro. Se notaba muy débil, y Elyas de nuevo se preocupó de que pudiera estar severamente herido, pero intuía que él no le dejaría acercarse para examinarle. Por el momento solo deseaba llevarle a la seguridad de su hogar si accedía a ello, y ya después dejarle descansar.
El muchacho caminó lentamente tras él, negándose a alcanzarle o adelantársele, muy probablemente sin intenciones de darle la espalda. Se veía en su mirada que era astuto, y daría su confianza en las cantidades necesarias para no poder arriesgarse a salir posteriormente perjudicado.
Elyas llegó hasta la puerta de su hogar, abriéndola completamente y dándole espacio para que ingresara. Él no lo hizo, alternándose entre mirar hacia el interior y a Elyas desde su lugar frente a la puerta. Quizá desconfiara, y pensara que pudiera tratarse de una trampa.
--Eres bienvenido, por favor sígueme para que puedas descansar.-- Recitó atravesando el marco, esperando que su desconfianza se disipara lo suficiente para que accediera a seguirle.
Pudo verle vacilar, pero igualmente terminó por seguirle adentro, a una distancia prudente.
Le guió hasta su habitación, donde se hallaban dos camas separadas.
"Bueno, ¿y ahora qué?" Obviamente deducía que bajo ninguna circunstancia él le dejaría dormir cerca, probablemente ni siquiera en la misma habitación. Mientras pensaba qué hacer, la primera solución que encontró siendo llevarse una de las camas a su salón, o cualquier otra habitación, le vio dejar con cuidado al bebé sobre sobre uno de los colchones, dándole a Elyas una intensa mirada de advertencia y luego este observó atónito como empujaba la otra cama para juntarlas.
"¿Qué? No puede ser que... ¿me deje dormir junto a él?"
Una vez estuvieron una junto a la otra, le vio destenderlas casi por completo, usando las sábanas y almohadas para hacer una especie de nido en torno al pequeño, no sin antes detenerse a examinar las níveas y suaves telas con extraño interés, amoldando su construcción hasta verse satisfecho con el resultado y tumbándose en la cama contigua, dándole la espalda a Elyas.
Se acomodó junto al bebé, poniendo un brazo protector sobre su pequeño cuerpo y finalmente se volvió hacia Elyas, viéndole con una expresión lánguida y expectante, parpadeando perezosamente con una muy notable dificultad para mantener los ojos abiertos.
--Yo... creo que tengo algo de lana de sobra para...-- El dragón exhaló un pesado suspiro. --... Hasta mañana.--
#vegetta777#elyas360#lexosi#arsilex#hernybreak#jesusseron#ender dragon#enderdragon#minecraft#minecraftconnoobs#minecraft con noobs#ship?#pues... digamos que elygetta#elygetta#equisde#baby dragon#dragón bebé#a través de los ojos del dragón
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( ― ✧ 𝓲𝓷𝓽𝓻𝓸𝓭𝓾𝓬𝓲𝓷𝓰
Bradley Park | 24 años | Bisexual | Jockey
Personalidad: Vivaracho, comprometido y soñador; son solo una de las cuantas palabras que describen la personalidad de Bradley. Un muchacho que ama lo que hace, vive por sus sueños y que se ha mostrado fuerte ante todas y cada una de las circunstancias que lo rodean. Siempre listo para saltar obstáculos, no solo en el ruedo sino en su vida. Es un hombre con mucha clase y porte, educado para dominar a las multitudes no solo con su característica y seductora labia, sino con una simple sonrisa o chasquido de dedos. Ama las atenciones así como brindarlas, le gusta recibir halagos y regocijarse sobre ellos también. Suele estar siempre ligado a personas importantes, debido a sus padres le enseñaron desde pequeño a formar relaciones sólidas con personas de su misma clase, por ello el que ahora esté relacionado con personas no solo dentro de Australia, sino por el mundo entero. Amigable, amoroso, cariñoso. Pero también explosivo, berrinchudo y excesivamente competitivo. Siempre tiene que ser el mejor, para él no existen los segundos lugares en la vida.
Datos curiosos:
Su padre, al igual que él, en su momento fue un jockey muy reconocido y famoso en Sydney, Australia. Ahora es dueño de muchos ranchos dentro del país, así como en Corea, Francia y España.
A los doce años recibió su primer caballo. Lo llamó “Whisky” en honor al licor favorito de su fallecido abuelo. El caballo estuvo con él hasta cumplidos sus veinte años, pues tuvo que ser sacrificado debido a la mordedura de una serpiente tigre.
Su amor por los caballos va más allá de lo que es comprensible. Es un animal con el que se siente ampliamente conectado, por lo que siempre los ha visto como sus mascotas y amigos a pesar de no poderlos tener dentro de casa como a un gato o a un perro.
Cuando era pequeño solía quedarse dormido en los establos junto a Whiskey, hasta que su madre lo creyó perdido y al descubrirlo le prohibió volver a quedarse dormido ahí. Durante una temporada tuvieron que vigilarlo, pues solía escaparse por la ventana de su dormitorio para estar con su caballo.
Se convirtió en jockey profesional a principio de sus diecinueve, acaparando la mirada de un par de criadores de caballos interesados en contratarlo para correrlos en carreras. Sin embargo, Bradley siempre fue fiel a sus ranchos y a los caballos de la familia, ganando múltiples premios a joven edad.
Los apostadores de carreras siempre van por él. Tiene un récord de no haber perdido una sola carrera desde sus veintiún años.
Actualmente tiene una yegua llamada “Ivory”, con quien compite desde el 2016. Es su adoración y la cuida siempre. No deja que nadie más se encargue del cuidado de ella más que él.
Domina perfectamente el inglés, el francés y coreano. Sabe muy poco español.
Mide 1.78
Bebe ocasionalmente. No fuma ni consume drogas.
STATUS: MULTISHIP/SINGLESHIP.
#( ― ✧ PARK BRADLEY / FILES#( ― ✧ PARK BRADLEY / INTERACTION#( ― ✧ PARK BRADLEY / MUSING#( ― ✧ PARK BRADLEY / MIRROR#it's alive!!!!#AL FIN PUDE TRAER A MI BRADLEY#que tenía ganas de crearlo desde hace casi dos semanas o mas#ajskdlsfjg#we are open#para cualquier rolecito <3
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4°Parejas imposibles que me gustan: Harima x Tenma
*Y ninguno de los dos la dice nunca, al menos no a quien de verdad vale la pena :’D
Bueno; realmente tenía pensado dejar un poco de lado el tema de los “fandom” y los “ships” en el blog para concentrarme en dar mi punto de vista en temas más serios... ¡pero francamente llevo con este coraje en el estómago por AÑOS! Y ya que de todas formas no creo que alguien se tome la molestia de leer esto por completo, aprovecharé para desahogarme aquí de una de las más grandes decepciones que tuve por una serie: La imposible unión entre Harima Kenji y Tenma Tsukamoto del anime School Rumble y por que creo que debieron quedarse juntos.
*Aclaro; todo esto es mi humilde opinión exponiendo puntos, así que si no están de acuerdo lo entiendo:
Este anime/manga fue uno de los que más me gustó de niña y eso fue gracias a que por primera vez podía asegurar que ambos protagonistas me caían bien (en serio; generalmente en los animes termino queriendo más a un secundario), claro; los dos mostraban claras fallas en su personalidad... pero tampoco eran tan graves. Iniciemos con el análisis de ella:
*Con esta simple imagen puedes darte cuenta que es una chica extremadamente jovial
Puedo asegurar que Tenma Tsukamoto es una de las poquísimas protagonistas del anime con personalidad inmadura que no podrás odiar. A diferencia de otras (como digamos; Usagi Tsukino -del anime de los 90′s-) que lloran en exceso, lo cierto es que cuando ella exagera en sus expresiones no puedes hacer otra cosa más que reír .
Durante la mayor parte del manga no sólo ella misma sino algunos compañeros de salón (como Hanai) aseguran que es “muy lenta/estúpida” porque nada le sale bien, pero sinceramente creo que eso es más que nada torpeza combinada con inseguridad y presión así misma, lo que ocasionó que al avanzar el tiempo llegara a convencerse de que es verdad.
Esto no suena demasiado exagerado si tomamos en cuenta que su hermana Yakumo en algún momento menciona que cuando sus padres murieron la que más sufrió fue Tenma y si a esto se le agrega que de niñas ella hacía lo posible por ser una respetable hermana mayor (siempre fallando) se comprende aun más.A pesar de todo lo malo que sus intentos puedan causar; si se analiza bien, sigue siendo alguien admirable pues no se rinde nunca cuando se propone algo (muestra clarísima : acercarse a Karasuma y hacerle ver sus sentimientos) y lo que es más; fomenta que otros sean igual.
*Un rasgo en su apariencia que siempre me dio risa era el ver cómo sus coletitas se movían dependiendo su estado de ánimo XD
Otro punto que considero fuerte en su personalidad es el siempre ser alegre y apreciar mucho a quienes le rodean. Por ejemplo; a pesar de ser dependiente de su hermana menor, en el fondo sigue tratando de ganar esa imagen respetable al cuidarla de quien no considera buena persona o asegurarse primero de que algún chico que la pretenda sea el correcto (claro siempre malentendiendo todo... pero lo que se agradece es la intención).
También se puede ver esa clase de gestos con sus amigas, pues aunque ellas demuestren en varias ocasiones que les desespera, ella hace caso omiso. Muestra evidente - y que detesto por cierto- es Eri; muchas veces la regaña y reitera que Tenma es consentida o torpe, pero a esta última no parece importarle (incluso es la única en querer comer las creaciones culinarias de la chica rubia).
Su actitud contagia bastante y hasta para quienes no son sus grandes amigos el verla decaída les parece incómodo (como cuando le festejan su cumpleaños en la segunda temporada de la serie y varios notan perfectamente que aunque ríe no está disfrutando del todo la fiesta).
Ya en cuanto a puntos malos; se podría mencionar que la principal es su distracción, está tan concentrada en lo suyo que le es imposible analizar y percatarse de lo que realmente sucede con otros, es por eso que la mayoría de las veces acaba teniendo mal entendidos con Harima. Si a esto se le suma su necedad/enamoramiento con Karasuma, es más que comprensible porqué no asimila bien las cosas cuando salen mal.
Por lo que he leído en otros sitios, mencionan que tiene más defectos como ser floja en los deberes del hogar y ser pésima estudiante... pero al menos si la comparamos con la ya mencionada Usagi, creo que no es tan cierto (al menos se ve en varios capítulos que su única falla es la cocina, porque lava los trastes, la ropa y trapea, así que muy perezosa no es) y en cuanto al segundo punto, ya se ha visto que cuando se concentra sí consigue buenos resultados- y esto repito, creo que va de la mano con el poseer la errónea idea de que es pésima en todo-.
Ahora vamos con el análisis de él:
*”Soy tan feliz de haber nacido tonto”
¿Qué les puedo decir de este personaje que muchos no sepan?
Hasta la fecha Harima Kenji es considerado por muchos como uno de los mejores protagonistas de anime estudiantil. A pesar de que al inicio se podría presentar como un personaje típico jugando el cliché de “chico malo que en el fondo es noble” creo que este supera por mucho a otros ejemplos.
Muestra clara es el factor de poseer un harem de chicas muertas por él (cosa vista hasta el cansancio en infinidad de animes), pero si en algo destaca es que este muchacho siempre siguió con la firme decisión de conquistar a la primer chica en taclearlo en su vida -literal-. Tenía a una enfermera de muy buen ver, una niña rica, y una hermana menor adorable tras de él... pero a pesar de sus interacciones con todas seguía con lo mismo: Para él Tenma era la más hermosa, la dueña de su corazón y con quien debía quedarse sin importar nada.
Así como Tenma luchó de forma torpe para lograr que el indiferente Karasuma por lo menos pasara tiempo con ella, Harima hizo lo propio y con el doble de esfuerzo. Lo que es más: consiguió madurar, tener un futuro en el área del manga, regresar a la escuela, relacionarse más con la gente y conseguir ser un buen amigo para la chica que amaba. Para quien diga que el amor platónico sólo trae malas cosas... él demuestra que no (al menos no al 100%).
Ya en el caso de sus defectos creo que los principales eran el no actuar verdaderamente sincero, pues a pesar de que aseguraba querer cambiar, aún se ve en ciertos capítulos que le preocupa mantener la imagen del hombre rebelde frente a sus compañeros de clase. Siento que si él se hubiera esforzado por iniciar de 0 por completo, hubiera conseguido más aliados dentro del mismo grupo que le ayudaran a acercarse a Tenma o por lo menos superar ese nerviosismo que le hizo cometer demasiados errores. No vamos lejos: Yakumo se dio cuenta por sí misma de sus sentimientos, pero estoy segura de que si él se los hubiera hecho saber desde el inicio, quizá hasta le hubiera apoyado a conquistar a su hermana para acelerar las cosas.
*Esta escena reafirma lo que digo arriba
Pero entonces; si ambos llegaron a considerarse buenos amigos (a pesar de los malentendidos) ¿por qué no pasó?
Sinceramente... es algo que me pregunto hasta la fecha.
He leído en otros sitios comentarios que justifican el hecho de la siguiente manera: El autor quería ser realista al plasmar su romance, dejar en claro que a pesar de que en nuestra juventud hemos tenido un primer amor que nos marcó, no quiere decir que nos vayamos a quedar con esa persona en el futuro.
Y en serio; yo entiendo perfectamente esto, que no siempre es bueno anhelar un “final perfecto” porque en la vida real no funciona así... pero es que: En una serie donde capítulo a capítulo se veían gags de anime, situaciones absurdas y hasta actos imposibles como saltar de un tercer piso sin un rasguño... ¿las relaciones entre personajes sí se debían tomar de forma realista?
Y en todo caso¿por qué de esa forma?. Por lo que pude ver del manga, se hace alusión de que en la adultez Harima se quedará con Eri y tendrán un hijo. Mientras tanto Karasuma y Tenma seguirán siendo “felices” a su manera, siendo ella quien apoye al tipo con su enfermedad...vuelvo a repetir: ¿es en serio? ¿Por qué ellos tenían que terminar con semejantes parejas?
Karasuma la mayor parte de la historia se la pasó con una actitud fría/rara hacia Tenma:
*Esta simple escena reitera mi punto: ¿vale la pena quedarse con alguien que te dice que un plato de comida es más importante que tú?.
Claro que después se “justificó” el hecho aclarando que desde ese tiempo él ya comenzaba a estar enfermo e “interesado” por ella (tanto que se ponía nervioso). Pero para mí esto último siempre me pareció algo que el autor se lo sacó de la manga ya casi al finalizar.
*Lo mismo me parece el “cambio” de actitud de Karasuma en la pelea con Harima. Después de quien sabe cuántos capítulos al fin logra demostrar una emoción real y dejar de lado su cara de ido.
Si al menos hubiera visto muchos más detalles así, junto con verdadero interés de su parte, entonces no me hubiera quejado (ok, ok, sé que hubieron detalles de él como sonreír a Tenma o ayudarla a levantarse cuando se caía... pero eso hasta un amigo lo puede hacer). Y nuevamente, todo esto se vio en el casi final de la serie... para mí se sigue sintiendo un tanto forzado.
Ahora; si nos vamos por el lado de Harima y Eri creo que es aún peor ¿qué están tratando de dar a entender?
A pesar de que ambos llegaron a darse cuenta que ninguno era tan malo como el otro pensaba y se apoyaron cuando los demás no se dieron cuenta... seamos francos, casi siempre su relación fue de gritarse e inmediatamente crear conflicto por malentendidos (eso siempre por parte de ella, pues rara era la vez que quería escuchar explicaciones de Harima). En lo personal le hubiera visto más sentido que si este no se quedaba con Tenma, lo hubiera hecho con Yakumo ya que ella entendía perfectamente cómo se sentía, la pasión que profesaba por crear manga, se dio la oportunidad de conocerlo bien, APOYARLO y no sólo juzgarlo...
Pero no; que se quede con la tipa que muchas veces le hizo pasar malos ratos sólo porque para muchos fans masculinos “era de buen ver” y alcanzó popularidad.
En pocas palabras: A Tenma la dejaron con Karasuma simplemente porque necesita que le ayuden a recuperarse de su enfermedad (en todo caso no lo consideraría un amor, sino mero apoyo mental). Y a Harima le dejaron con la niña rica porque “pobre chica, lo tiene todo pero no amor”, es un tanto tsundere y es divertido ver una pareja así...tal cuál.
Por supuesto que todo esto se presenta más claro en el manga porque en el anime me lo dejan aún peor simplemente presentando que Harima lleva a Tenma al aeropuerto por fin dejando de lado su amor para verla feliz con alguien más y ella aceptando en su mente que quizá ya sabía de los sentimientos de Harima desde antes...
Otra vez: ¡¿De verdad está bien que él se sacrifique así a pesar de todo su esfuerzo de 3 AÑOS y que ella siga necia diciendo que “ama a Karasuma” cuando realmente no había mucho que les uniera?
*Esta escena hasta la fecha me deja taaan inconforme, parece que ella por fin entiende pero aún así ya no pregunta más
No comprendo en serio cuáles fueron las razones del autor para brindar un final así, pero sigo creyendo que no tuvo razón de ser, porque... si desde el clímax de la serie ya sabía que entre ellos NUNCA iba a pasar nada, ¿por qué agregó tantas similitudes entre ambos?
En serio; si uno ve con detenimiento a los dos personajes hay muchas pistas que le brindarían una coherencia que al final:
-Ella se diera cuenta que había concentrado su “amor” en alguien equivocado
- Él reiteraría que Tenma era la indicada para acompañarlo a pesar de sus defectos.
A continuación citaré algunos puntos que refuerzan mi teoría:
1° Sus interacciones la mayor parte del tiempo fueron buenas
*Una de mis escenas favoritas dentro del anime
A pesar de todos los malentendidos de Tenma al creer que Harima quería a su hermana, y que incluso hubo un tiempo en el que ella estuvo molesta con él, finalmente siempre volvían hablarse, ya fuera porque él se disculpara o ella se diera cuenta que hizo mal. Inclusive hubo ocasiones en las que esta le animó por verlo decaído, sin saber que ella era la razón principal.
*Desde el inicio ella se dio cuenta que Harima estaba interesado en alguien y sin pensarlo quiso ayudarlo a practicar su confesión... ¿quién más dentro del grupo siquiera se dio la oportunidad de hablar de esa forma con él?
Cómo olvidar las ocasiones en las que de forma tranquila le decía que también había obtenido bajas notas pero que no se desanimara. o como cuando en los primeros días de clases todos lo veían con recelo y ella en cambio hasta le aconsejaba no pisar su mochila con la banca. También en ese capítulo donde ella le pedía de manera tierna que volviera a la escuela y cuando le fue a visitar en el hospital tras su accidente,sin importar que no eran los grandes amigos:
*Tenma: ”Nos sentamos en clases justo al lado del otro... ¿pero no habíamos hablado antes cierto? Esto me hace sentir bien”
Claramente; tanto Tenma como Yakumo fueron las pocas en acercarse directamente a él para hablar y tratar de conocerlo. Ni Eri , ni la enfermera (que sólo le vio como una especie de sustituto de su ex-novio) hicieron eso desde el inicio.
2° Personalidades similares
*Vean esa convicción... por Dios ¡si a los dos se les ocurría los mismo!
Esto no sólo lo aplicaría a los enredados planes que ideaban para acercarse a su respectivo interés, sino a su forma de pensar en general. Como ya mencioné antes; Tenma durante toda la serie se catalogaba como estúpida, algo que Harima TAMBIÉN llegó a pensar sobre sí mismo.
A sus ojos, ambos son inútiles; pero cuando se trata de ver las fortaleza del otro ¡sólo ven aspectos positivos!
Tenma por ejemplo se preocupa por no poseer mucho busto a comparación de sus amigas y estar “pasada de peso”. En cambio Harima la percibe como una chica con belleza ideal y pura. A su vez; Harima cree que no es tan buen mangaka, mientras que Tenma lo admira por tener esa habilidad. Algo más que reafirma este punto es el factor de que ambos son nobles y empáticos, pues cuando los dos ven que alguien está decaído inmediatamente buscan la forma de reanimarlo ( ella lo demuestra varias veces con Yakumo, y él con Eri- sobretodo en esa ocasión en la que le vio mojándose bajo la lluvia -).
3° Defectos y Gustos similares
En muchas ocasiones se había visto que ambos presentaban las mismas manías ( como quedarse dormidos en clase, ser sumamente soñadores, caer rápido en la frustración o en el dramatismo cuando algo les salía mal...), pero es justo en los últimos capítulos de la segunda temporada en la que se demuestra un factor más que les uniría: Su afición por la serie “Mangoku” y el cómo les inspira. Cuando los dos hablan sobre esta se puede apreciar una emoción tremenda, se saben de memoria los capítulos, se horrorizan por perderse alguno y entre ellos entienden muy bien que no es mero entretenimiento sino que les deja enseñanzas. Tal vez este sea un punto un tanto infantil, pero después de todo... ¿qué cosas son las que provocan que dos amigos se unan aún más como para dar el siguiente paso? Obviamente los gustos y aficiones , entonces no veo porqué no considerarlo.
4° Tenma ha recurrido a Harima en varias ocasiones y no lo juzga
Esto se ve concretamente en el capítulo 25 del anime en el que le pide consejo para elegir un buen regalo para Karasuma. Independientemente de que ella no se de cuenta que este es un acto hiriente , se debe dar bastante importancia al hecho de que aún conociendo a otros compañeros varones, lo elige específicamente a él por considerarlo un buen amigo y sobretodo alguien “experimentado”. Claro que este punto no sólo lo baso por lo ocurrido en ese capítulo sino también en otras ocasiones como cuando lo invita al viaje de amigos sin pensarlo mucho ( reitero, hay que tomar en cuenta que en ese tiempo la mayoría del salón le tenía miedo y el ver que ella le pidió que fuera sorprendió a más de uno).
Aquí puede reafirmarse lo que ya se dijo en un inicio: A Tenma no le importaba lo que dijeran de Harima o la “fama” que tuviera, ella siempre le considero un buen compañero. Y si bien esto puede ser gracias - otra vez- a su forma despistada de ser, también podría considerarse que ella siempre ve primero el lado bueno de las personas e intenta darles una oportunidad, por lo tanto, Harima llegaría a ser afortunado por ser uno del que Tenma no dudó tanto.
5° Harima ama a Tenma a pesar de sus defectos
*Este capítulo fue oro puro para la pareja
Desde el capítulo en el que Harima quiere hacerle ver a Tenma que ha olvidado escribir su nombre en una prueba se vio un detalle clarísimo: él está plenamente consciente de que ella es algo lenta para darse cuenta de las cosas. Y no fue sólo en esa ocasión sino también cuando quiere ayudarlo a conseguir su confesión o como cuando van a una cita de compras y este le quiere halagar. Sabe muy bien que es necesario decirle las cosas claro y fuerte pues de otra manera la chica siempre dará sus propias interpretaciones. También se da cuenta que es pésima en la cocina - hasta el punto de quemar pasta o pelar una manzana y quitarle medio fruto- pero aún así... él no le da importancia y lo considera un reto a superar si quiere quedarse a su lado.
Creo que esta es una de las razones por la que el personaje de Harima es tan respetado, pues no cualquiera acepta que la chica de sus sueños no es 100% perfecta y aun así le adora.
Creo que este detalle le daría muchos puntos a una relación futura pues Tenma logra grandes cosas cuando se le anima lo suficiente y si Harima de por si le hace ver que sus fallas no son “la gran cosa” ( al grado de comerse lo que ella prepara sin rechistar), seguramente si la relación se hubiera concretado Tenma se habría dado cuenta de que él le mentía pero quizá esto le obligaría a esforzarse más por conseguir mejores resultados.
En conclusión:
Pienso que la pareja pudo florecer en muchas oportunidades; el entendimiento entre ambos no era el mejor cuando había terceros involucrados, pero mientras llegaron a estar sólos se demostró que se simpatizaban, apoyaban y entendían bien. También creo que si el autor quería dejar el mensaje que muchos mencionan (el del noviazgo realista), bien pudo darle por lo menos una oportunidad de pasar, digamos :
que por una cuestión u otra Harima y ella lograran tener una relación corta y comprobar que efectivamente eran el uno para el otro o definitivamente no.
Sinceramente yo hubiera preferido ver eso a que simplemente él se la pasara sufriendo media serie a pesar de tanto esfuerzo y ella nunca aprendiera que había más personas a su alrededor que veían su valor, pues al no pasar se podría sentir que todo entre ellos quedó exactamente como en el inicio, puras especulaciones y nada concreto.
*Casi muero bañada en mi llanto cuando vi toda esta secuencia por primera vez XD
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Serie: Secret Healer
Nombre: Secret Healer (Secreto sanador).
Año de estreno: 2016.
Lugar de origen: Corea del sur.
Distribuidora: Netflix (plataforma en linea de televisión paga).
Cantidad de capítulos emitidos: 20 (una temporada).
Duración por episodio: Una hora, aproximado.
Idioma usado: Coreano (subtitulada y traducida en algunas otras lenguas).
Genero: Drama, romance, misterio.
Trama: La reina madre no es apta para concebir, por lo que recurre a la bruja Hong-Joo pidiendo que la ayude a tener al heredero del trono. Usando su magia negra, consigue que nazcan mellizos con una maldición; al cumplir 17 años, de no morir, van a experimentar una existencia peor que la muerte misma, toda persona que pueda amarlos o que ellos amen acabara sufriendo una espantosa muerte. Queriendo librarse de la maldición, Yeon-Hee lucha contra la bruja esperando poder cumplir con lo requerido antes de que fallezca.
Reseña: Toma mucho tiempo entenderla. No es clara al principio, tampoco se vuelve comprensible al avanzar el rumbo de la historia.
El destino de Yeon-Hee esta entrelazado con el de Heo Jun, un muchacho que corre con la suerte de ser hijo de la sirvienta y el amo, provocando que sea despreciado por su hermano mayor, que no tiene otras cualidades que ser un estorbo. El foco es la venganza que quiere la bruja, como el trazo de sus planes se va deshaciendo a precio de perder la vida.
#secret healer#reseña#resumen#información#thelittleredrose#drama#romance#misterio#serie de netflix#serie coreana
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Estas personas trabajan desde que llegan al venue a las 8:00 am y luego en una hora preparan todo para dar inicio al primer artista que llega a realizar sus pruebas de sonido. Y no se retiran sino hasta el otro que finaliza el show. El técnico tiene ese don y capacidad profesional para lograr rendir al máximo, son personas amables dispuestas, aunque muchas veces el estrés sobrepase su nivel debido a la responsabilidad que asumen. No obstante y sin embargo a veces Ellos tienen que aguantar en algunos casos el acaloramiento de pronto de algún ingeniero de equis artista, y encontrarse con personas que llegan a tratarlos mal. Creo que para todo en la vida esta el entendimiento, la comprension y saber escuchar. Como hay ingenieros o productores de los artistas buena onda entendidos, no falta alguno que quiera expresarse de otra manera, uno entiende que quiere lo mejor para su artista, pero hay maneras de saber darse a entender y también debe aprender escuchar. Pero no podemos llegar a estrujar a un ser que lleva muchas horas laborando dedicado para que todo salga perfecto. Y ahi se comprobó, los 10 Artistas salieron escena muy bien, a excepción de alguien que por razones de su propia consola, (porque casi todos los artistas viajan con consolas propia), algo le fallo, pero no era culpa de la compañía. E tocado el tema sin nombrar a alguien de eso se trata, que la ropa sucia se lava en casa, pero no se puede llegar a querer tratar mal a alguien y más estrujarlo. De todas maneras muchachos de Energy, lo dieron todo trabajaron en equipo como debe ser, y yo quedé satisfecho por su gran labor, se que en la foto faltan mas personas, pero les agradezco todo su apoyo, fue genial y realizaron un buen trabajo. Gracias 🙏 https://www.instagram.com/p/CkrJvODOKk2/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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Extractos de Buffo y Spalazanni de Rubem Fonseca
Como sabes, no consigo escribir a mano, como deberían escribir todos los escritores, según el idiota de Nabokov.
Sí, es verdad, apenas malgasto tiempo —lo de la esperma es otra cosa— con las mujeres, gasto también dinero, pues soy, como tú, generoso. Por otra parte, la necesidad de dinero es gran propiciadora de las artes.
Yo acababa de publicar Muerte y deporte (Agonía como esencia), atacando la glorificación del deporte competitivo, esa forma de preservación institucionalizada de los impulsos destructivos del hombre, ritual obsceno y belicista, abominable metáfora de la carrera armamentista y de la violencia entre pueblos e individuos.
Su matrimonio, como he dicho, había llegado a aquel punto en que la rutina había llevado al tedio y el tedio a la apatía y la apatía a la ansiedad, y luego a la incomprensión, a la aversión y todo lo demás.
Un suicidio no es un crimen; las discusiones filosóficas sobre el derecho a morir —a favor y en contra— eran, para Guedes, sólo un ejercicio académico. Era inútil amenazar con cualquier pena al suicida. Antiguamente, a los suicidas les cortaban la mano derecha, eran empalados, los arrastraban por la calle con el rostro contra el suelo, les privaban de honras fúnebres; si eran nobles, los declaraban plebeyos, eran degradados, les rompían el escudo, derrocaban sus castillos.
querer vivir es tan extraño como querer morir.
uando un tipo tiene mucho dinero, aún quiere tener más, pero no por lo que pueda comprar con él, pues el consumismo es manía de clase media para abajo. No estoy hablando del nuevo rico. El rico tiene un miedo horrible: empobrecerse súbitamente. Por eso quiere el dinero, no para comprar cosas, sino para atesorar, acumular. La tendencia de todo rico es volverse avaro. Ésa era mi tesis.
El valor de la poesía está en su paradoja; lo que la poesía dice es lo que no se dice.
Nosotros, los escritores, trabajamos con estereotipos verbales; la realidad sólo existe si hay una palabra que la defina.
es que, cuando alguien moría víctima de violencia, se tomaban las providencias oportunas, un muerto siempre es un lío, y algo hay que hacer con él.
Tampoco se denunciaban los hurtos, con excepción de los cometidos en tiendas y despachos, cuando las víctimas tenían interés en el seguro. Realmente, nadie confiaba en la acción de la policía, lo mínimo que se decía de ella es que era ineficaz, violenta y corrupta.
Había cometido el peor de todos los errores: subordinar (y circunscribir) la investigación a una conjetura cuajada de prejuicios.
Nosotros, los escritores, solemos usar seudónimos. Stendhal se llamaba Henry Beyle; el nombre verdadero de Mark Twain era Samuel Langhorne Clemens; Molière era el criptónimo de Jean-Baptiste Poquelin. George Eliot no era ni George ni Eliot ni hombre, era una mujer llamada Evans. ¿Sabe cuál era el nombre de Voltaire? François-Marie Arouet. William Sidney Porter se ocultaba bajo el nombre falso de O. Henry.
»Defoe, Swift, Balzac; puedo pasarme un tiempo inmenso hablando de escritores que fracasaron invirtiendo su dinero o especulando de una manera u otra, equivocadamente.
“Lisiados, tarados, contrahechos, no dan bien en una historia de amor”, dijo mi agente literario. “El último que funcionó fue el jorobado de Notre-Dame”.
las grandes historias de amor vividas por nosotros, los escritores, raramente se escriben. Las historias de amor que pueden ser contadas, son las mediocres
«No me gustó la voz que le pusieron a Burt Reynolds en la película del viernes. ¿Qué pasó con la voz de antes?
Debía de haber pasado una mala noche. Quien ve el rostro no ve las pesadillas.
A veces me gusta decir cosas que decía mi abuela, otras las invento, otras meto una frase del ministro de Hacienda. Mi especialidad es la polisemia.
como Flaubert, odiaba a las mujeres.
Como he dicho ya, había sufrido mucho en las garras de los guardianes de la ley y el orden, fueran guardias, jueces, procuradores, médicos o enfermeros, durante mi internamiento en el Manicomio Judicial. ¿Puede alguien subestimar el tétanos, por ejemplo? Pero me estoy anticipando y sacando las cosas de lugar, y los escritores detestamos la confusión y el desorden. Eso forma parte de nuestra incoherencia esquizoide intrínseca (véase W. Whitman). Rechazamos el caos, pero repudiamos aún más el orden. El escritor debe ser esencialmente un subversivo, y su lenguaje no puede ser ni el lenguaje mistificador del político (y del educador), ni el represivo del gobernante. Nuestro lenguaje debe ser el del no-conformismo, el de la no-falsedad, el de la no-opresión. No queremos poner orden en el caos, como suponen algunos teóricos. Ni siquiera hacer el caos comprensible. Dudamos de todo siempre, incluso de la lógica. El escritor tiene que ser escéptico. Tiene que estar contra la moral y las buenas costumbres. Propercio puede haber tenido el pudor de contar ciertas cosas que sus ojos vieron, pero sabía que la poesía busca su mejor materia en las «malas costumbres» (véase Veyne). La poesía, el arte en fin, trasciende los criterios de utilidad y nocividad, incluso los de comprensibilidad. Todo lenguaje muy inteligible es mentiroso.
—Componer música es más difícil que hacer literatura —dijo el maestro—. Hay
criadas que escriben libros, militares jubilados que escriben libros, mendigos, políticos, atletas, adolescentes perturbados, comerciantes...
—Ladrones y funcionarios del Cuerpo de Aduanas —dije, pensando en Gonet y en Kafka.
—Eso mismo. Biggs —dijo el maestro— publicó un libro.
Recordé una frase de Maugham: it requires intelligence to write a good novel, but not of a very high order. Realmente, bastantes de mis colegas de profesión tienen un nivel intelectual muy bajo, pero no iba a proporcionarle esa munición al maestro. También debe de haber maestros cretinos.
—Y Lo que el viento se llevó lo escribió un ama de casa, bastante vieja, y que en su vida hizo otra cosa —dijo Orion sin disfrazar su agresividad.
Hay gente que no puede oír un teléfono sin sentirse obligado a cogerlo inmediatamente, aunque no sea el suyo. Otra gente corre a abrir la puerta en cuanto oye el timbre. Yo era inmune a este tipo de urgencias. Sabía que la prisa de los otros nunca es la mía.
La cosa más fácil para el escritor es darle al lector lo que el lector quiere, por la simplicísima razón de que el lector no sabe lo que quiere: sabe lo que no quiere, como todo el mundo; y lo que no quiere son cosas muy nuevas, diferentes de lo que está acostumbrado a consumir. Se podría decir que, si el lector sabe que no quiere lo nuevo, sabe, contrario sensu, que quiere, sí, lo viejo, lo conocido, que le permite gozar, menos ansiosamente, del texto.
En Francia, pues el libro será editado en otros países, como ha ocurrido siempre con mis obras, dirán que el libro es una metáfora sobre la violencia del saber; en Alemania, que es una denuncia de los abusos perpetrados por el Homo sapiens contra la naturaleza, y no se olvidarán de decir que es en Brasil, entre todos los países del mundo, donde esos abusos se cometen en escala mayor y más estúpida (véase Selva Amazónica, Pantanal, etc.). En los Estados Unidos definirán el libro como una cruel reflexión sobre la utopía del progreso. La palabra hybris será usada como anatema. Seduciremos al comprador prospectivo agarrándolo por las orejas.
Por un motivo que no quise revelar a los otros huéspedes, acabé cambiando los personajes de la historia y, con ellos, la misma historia. Siempre, desde mis tiempos de colegial, me había interesado Spallanzani. Él fue quien hizo la primera inseminación artificial, en una perra.
Puede que me influyera el violín sonando en medio de la noche. ¿Se imagina qué bonito, pero al mismo tiempo qué siniestro, un violín sonando en la oscuridad? Tuve miedo, ¿sabe?
Escribir es una experiencia penosa, desgastadora, por eso existen entre nosotros, los escritores, tantos alcohólicos, drogadictos, suicidas, misántropos, fugitivos, locos, desgraciados, muertos-jóvenes y viejos gagá.
Las imaginé devorándome. Empezarían primero por la nariz, luego los labios, los labios son carne tierna; luego, una araña más astuta y menor, entraría por la pernera de los pantalones hasta llegarme a las ingles y me devoraría, por este orden, los cojones, los cojones son también carnes tiernas, al menos para las arañas, y el pene... ¡Basta!, pensé, con el pene y los colgajos no se juega.
Mi editor quería un libro gordo, el librero quería un libro gordo, el lector quería un libro gordo (un buen pretexto para comprarlo y no leerlo), las cosas grandes impresionan, la torre Eiffel es horrorosa, pero es grande, y las pirámides no pasan de ser un montón de piedras apiladas por la estupidez faraónica, pero son grandes.
Creo que había decidido que la vida del autor y lo que escribe tienen una relación tan superficial y falsa
TODA novela sufre de una maldición, una principal, entre otras: la de terminar siempre de mala manera. Si esto fuera una novela no podría escapar de la regla y tendría también un remate fallido. (Toda novela termina mal —véase Forster— «porque la trama exige una conclusión: debería existir una convención para la novela que permitiera al novelista dejar de escribir cuando se sintiera confuso o aburrido, terminar el libro antes de que los personajes pierdan vigor, mientras el escritor intenta dar un final satisfactorio a la trama».
El fin horrible del mundo estaba próximo, pero ni los científicos ni los poetas ni los santos hacían nada para evitarlo. La especie tenía sus días contados.
Gustav Janzen nació en Rusia, pero de niño vino al Brasil y se estableció en Santa Catarina. A los trece años construyó su primer violín, probablemente una cosa tosca. No lo sabemos. Trabajaba en ebanistería y, siendo aún muy joven, inició estudios de acústica. Conoció la historia del Stradivarius y decidió construir un violín, una audaz locura de muchacho, que fuese tan bueno como los del gran maestro de Cremona. Durante cincuenta años, Janzen estudió la construcción de los Stradivarius. Vivió durante un tiempo en Canadá, pero no se adaptó al clima frío, y volvió al Brasil y se estableció en Mato Grosso. Dicenque fue al Mato Grosso porque el clima le resultaba bueno para los pulmones, pero hay otra versión que dice que Janzen había descubierto que el suelo del Mato Grosso era el mejor del mundo para secar el barniz del violín; mejor incluso que el de Cremona. La cuestión es que fue en Mato Grosso donde al fin consiguió realizar esa hazaña que famosos constructores de instrumentos habían venido intentando a través de los siglos, sin lograrlo: construir un violín igual al Stradivarius.
Los maridos cornudos tienen un lado patético interesante; la ilusión y la confianza perdidas, la traición sufrida, debían merecer más atención, pero hasta los aficionados como usted los dejan a medio camino.
Uno sólo puede ser considerado un buen escritor cuando consigue: primero, escribir sin inspiración, y, segundo, escribir sólo con la imaginación.
—Tiene cara de rica —dice Minolta.
—¿Cómo es la cara de rica? —pregunté.
—Una mezcla de arrogancia y aburrimiento.
Como los médicos del Brasil confirman que es un esquizofrénico incurable, Roma no tiene más remedio que buscar ayuda en el mundo de la magia, de la macumba, de lo sobrenatural, en el que hay aún más estafadores que en el de los médicos.
Para volverse loco, basta estar sano. Cuanto más sano, mayor tendencia a la locura.
La muerte es siempre sucia, me dijo el médico cuando fui a hablar con él; puede no ser dolorosa, puede incluso no ser humillante, pero siempre es sucia...».
Tal vez sea ése el destino final de todos los papeles escritos: cartas, libros, testamentos, diarios, contratos, escrituras, testimonios... la basura...
Placer no es tal vez la palabra correcta. No era exacto que su muerte me proporcionara placer. Alivio, sí; era eso lo que ansiaba con su muerte. Alivio del miedo.
Súbitamente tuve la revelación melancólica de que aquélla había sido la única época feliz de mi vida. Con gran tristeza percibí toda la dimensión de mi infelicidad desde que me había convertido en adulto. No había hecho más que engañarme, evadirme, a través del sexo y la comida.
El inglés es el latín de los tiempos modernos.
No hablaba con rabia, pero era un tono seco e intimidatorio.
—La peor forma de autoridad —dijo Estrucho—, la más arrogante y disimulada, es la del artista: él juzga, de manera implacable, a quien piensa de manera distinta a él, siempre presentándose como justo e imparcial.
—¿De qué me sirve seguir viviendo si la pilila no me funciona?
—Hay otras cosas importantes —dijo Minolta.
—¿Lo ves? —dije desalentado—. También tú encuentras que me he convertido
en un eunuco.
—Deja de decir tonterías.
—Lo único que nosotros, los hombres, podemos ofrecerle al mundo, es un carajo
tieso. Vosotras en cambio, las mujeres, lo creasteis todo: el fuego, la rueda, la cerámica, la agricultura, la ciudad, el museo, la astronomía, la moda, la cocina, el placer, el arte (véase Mumford). La única cosa que los hombres tenemos, es este mango de escoba. Y yo, ni eso.
los ríos son más bonitos que las montañas porque se mueven, y los caballos más bonitos que los ríos porque se mueven hacia donde quieren, y los hombres, es decir las mujeres, más bonitas que los caballos porque inventan movimientos.
La Muerte eligió para mí una manera sucia, dolorosa y humillante de decir adiós”, dijo Delfina con una sonrisa triste. Pero quería despedirse a su modo y no como la Muerte había decidido.
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Mi muñequita de cristal
Anime: The Prince of Tennis
Rating: M
Pareja: Momoshiro & Sakuno
Sinopsis: Ante él, la delicada figura de la jovencita, tan perfecta y frágil. De la muchachita sin formas solo le quedaba el recuerdo. Le gustaba llamarla: su muñequita de cristal.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Se sentía un tanto extraña; no era la primera vez que estaba en ese lugar, con ese hombre; más esta vez sentía que era distinto.
Ese había sido el mejor día de su vida.
Salieron juntos desde temprano, paseando, riendo y hablando de tantas cosas.
Y es que, a pesar de ser novios, no salían muy a menudo; desde que Momoshiro ingresó a la universidad, había días en que ni siquiera la llamaba por teléfono.
* Kore. *
Momo le entregó una toalla para secar su mojado cabello; la lluvia los había sorprendido.
* Mmmm, arigatou. *
Él sonrió. Le encantaba ver como la chica se deshacía en nervios.
Ella era así desde la secundaria, se sonrojaba por cosas sin importancia, no había cambiado en absoluto. . . y le gustaba.
Momoshiro era mayor que ella tan solo un año, pero la diferencia era muy notoria.
* ¿Quieres tomar algo?. *
* Ie, estoy bien. *
Y volvió a hacerse el silencio.
Se miraron con intensidad, como analizándose cuidadosamente y luego pasó. . . se besaron.
El muchacho la tomó de la cintura, pegándola completamente a su cuerpo; la sentía tan frágil, vibrando entre sus brazos fuertes, totalmente oculta por su figura más alta y fornida.
Y esto era lo que ella temía; cuando se veían, lo único que hacían era besarse por largo rato.
Esta vez quiso evitarlo saliendo juntos. . .
""Pero a fin de cuentas terminamos besándonos.""
Pensaba la joven, mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar. Ya no podía luchar más, no cuando adoraba esto.
Quizá por ello permitió que las grandes manos del muchacho la recorriesen por completo.
* Ahh, Momoshiro. *
Los ojos de la chica se ensancharon sorprendidos.
Una corriente de placer la atacó de pronto al sentir las expertas manos del chico, que acariciaban de forma atrevida su trasero.
* Llámame Momo-chan, te lo he dicho. *
Ella no dijo nada, solo rodeó con sus piernas, la cintura de su compañero.
El tenista no lo soportó, sentir la parte intima de su chica en contacto con su virilidad, lo hizo encenderse al máximo. Su miembro ahora erecto, sufría dentro de la prisión de los pantalones, y todo por ese simple y superficial contacto por encima de la ropa interior de la joven.
La sujetó por los muslos, dispuesto a terminar esto en su habitación.
Así, en pocos minutos, Momoshiro ya la estaba recostando sobre la cama, presuroso, se posó encima suyo.
* Si vas a detenerme, hazlo ahora. *
Rogó, porque él simplemente no podía parar ya.
La amaba y mucho, quizá desde que lloró inconsolable entre sus brazos por el rechazo de Echizen, o quizás mucho antes de eso.
* Sakuno, si tu no. . . *
* Sí quiero. *
Se apresuró a decir la joven, sus mejillas coloreadas en carmín, temblando nerviosamente mientras su corazón latía cada vez con más fuerza.
Takeshi sonrió con ternura para luego dedicarse a despojar a la chica, prenda por prenda. Ante él, la delicada figura de la jovencita desnuda; tan perfecta y frágil, esbelta como un alfiler, su largo cabello suelto, su carita reflejando nerviosismo, ansiedad, curiosidad, pero también cariño y ternura. . . todo de ella le gustaba.
* Mi muñequita de cristal. *
Le gustaba llamarla así, pues siempre la vio tan frágil, que se rompería con facilidad.
""Y ahora, más que nunca, estoy convencido de ello.""
Pensaba el tenista, mientras la recorría con sus ojos, de pies a cabeza. Ahora que la tenía completamente desnuda ante él, había quedado maravillado con la belleza de Ryusaki.
Si con un montón de ropas encima, la veía hermosa, así, al natural, lo era mucho más.
De la muchachita sin formas solo le quedaba el recuerdo, ahora era una joven mujer la que le mostraba su tesoro más preciado e intimo. . . la desnudez de su cuerpo.
Con curvas suaves, pero notorias, se formaba aquella obra de arte cuya máxima expresión seguramente eran el par de senos que sostenían pezoncitos de un café suave, pero atrayente, endurecidos por el frío de la lluviosa tarde, y quizás también por la excitación del momento.
* Eres muy bonita. *
Aquello fue casi un susurro acompañado por una nerviosa risa por parte del muchacho, quien inmediatamente después posó sus labios sobre los de su novia, descubriendo que besarse inmersos en esa situación era extrañamente más agradable a las ocasiones anteriores.
Momoshiro estaba ansioso y no paraba de besarla; sus manos ya jugaban con ambos pechos de Sakuno, que se perdían bajo sus grandes manos. La estimulaba amasando las esferas y con pequeños apretones, lograba hacer que la chica suspirase complacida.
* Oh, pequeña mía. *
Takeshi no pudo soportarlo más.
Abandonó los labios de su chica tan solo para bajar la cabeza y, de inmediato, aprisionar el pezón izquierdo entre sus labios, como suaves pinzas succionando; pareciese que quisiera extraer algo de ellos, lo que de cierta forma logró, pues Sakuno gritaba extasiada por el delicioso cosquilleo que esto, sumado a los cariñosos apretones a su otro pecho, le provocaba.
Más nada de lo que hasta ahora experimentó en brazos de su compañero, se comparó en lo más mínimo a sentir un par de dedos que Momoshiro ya había alojado en su húmeda vagina, que los recibía cálida y dispuesta.
* Oh, Takeshi-kun, me encanta !. *
Fueron las palabras de una joven que ya se retorcía bajo el cuerpo de su novio, quien no dudo en simular una penetración con su dedo índice, que entraba y salía una y otra vez, con plena libertad, una y otra vez, de la intimidad femenina.
Y sus labios seguían ocupados con uno de los pechos de Ryusaki, sin deseos de dejar de lamer y succionar aquel par de pezones que, duros y alzados por la excitación, lo incitaban a beber de ellos un poco más.
Pronto, la mano izquierda del tenista se dirigió también al sexo de la chica, dedicándose a acariciar suavemente el clítoris de Sakuno, un pequeño botón que poco tardó en endurecerse y sobresalir de entre los pliegues vaginales que lo cubrían, buscando un poco más de aquel delicioso cosquilleo.
Siendo masturbada de aquella forma y por un hombre al que quería, Sakuno poco pudo soportar antes de que el primer orgasmo de su vida tomara su cuerpo, sacudiéndolo con las corrientes de placer que nacieron en su intimidad y que recorrieron su columna, obligándola a arquearse, tratando de recibir un poco más del ya necesitado gozo.
Terminó exhausta, sus pequeños pechos subiendo y bajando al ritmo de su agitada respiración.
Lágrimas resbalando por sus sonrojadas mejillas.
Tardó un poco en recuperar el aliento; ninguna chica en su lugar hubiese podido culparla. Había recibido por primera vez el placer y de una forma tremenda, con un dedo dentro suyo y otro más estimulando su sensible clítoris, era comprensible que hubiese tocado la cima del placer tan pronto.
Pero Momoshiro Takeshi aun no había tenido suficiente, o no !. Ese chico ya estaba listo para enterrar su pene en aquella estrecha vagina.
Así, mientras esperaba a que su acompañante se recuperara del éxtasis, el muchacho se despojó de las ropas que aun llevaba.
Y estando ya desnudo, mostraba un cuerpo bastante musculoso para su edad, él no parecía un estudiante en su primer año de universidad. Su cuerpo varonil era perfecto y en extremo atrayente para los inocentes ojos de Sakuno, quien simplemente no podía apartar la mirada de aquel pedazo de carne, duro y grande.
La chica se sentía insegura, tenía miedo de que semejante miembro la lastimara, pero no podía negar que se sentía atraída por él, que deseaba tenerlo dentro suyo.
* Si no quieres seguir, lo entenderé. *
Escuchó a su novio seguir.
Más ella lo miró a los ojos mientras pronunciaba un "no" por respuesta.
Momoshiro sonrió, acercándose a la chica y tomándola entre sus brazos; la sintió temblar ligeramente, aferrándose a él con todas sus fuerzas.
Él joven se acomodó entre las piernas de Sakuno; su pene apuntando a la entrada de la vagina de la chica de largos cabellos. Rozó un poco la punta de su miembro con al intimidad femenina, estimulándola para poder entrar. . . y lo hizo.
El flujo femenino se incrementó y Takeshi no dudó en presionar poco a poco para adentrarse en ella.
¿Cómo describir la sensación de prisión que experimentaba?, la calidez, la humedad. . . ¡Kami!, era delicioso.
Ya lo había hecho con un par de chicas más, pero, por alguna razón, a pesar de la inexperiencia de Ryusaki, Momoshiro lo estaba disfrutando más que nunca.
El tenista presionó un poco más, forzando su pene con un ligero empuje de sus caderas. . . entonces la escuchó quejarse ligeramente. . .
* Ah, Momo, espera un poco, por favor. . . *
Él la obedeció automáticamente, preocupado de haberla lastimado.
La miró a la cara, ella lloraba. Una mueca de dolor había tomado su lindo rostro.
* ¿Te duele mucho?. *
Preguntó el muchacho, acariciando una de sus suaves mejillas.
Mientras Sakuno respiraba agitada, trataba de soportar. Mentiría si dijera que no, aunque lo que en ese momento sentía, era un fuerte ardor recorrer el interior de su sexo y un poco de sangre escurrir del mismo
* Y-ya se me está pasando. *
Dijo ella finalmente.
Takeshi no aguantó las ganas de besarla; esperaría a que su pequeña se acostumbrara a tenerlo dentro suyo, porque sinceramente no planeaba que esta fuera la última vez que estuviera con ella en la cama.
Momo llevó su mano al clítoris de su novia, acariciándolo lentamente al principio, fuerte y rápido al final, tallando casi desesperado, loco al escuchar los gemidos de la chica que le pedía más y más. Eso era lo que él quería, que el placer la recorriera nuevamente.
Así, cuando otro orgasmo la hizo gritar, el joven tenista presionó fuerte y rápido, penetrándola completamente.
Ambos jadearon al sentir aquello; Sakuno sintió dolor, pero su cuerpo aun se estremecía por el gozo de los traviesos dedos de su compañero, frotando su ya escondido clítoris. Takeshi por su parte, estaba disfrutando de la estreches de su chica, su piel interna lo recibía húmeda y cálida, apretándola con fuerza, como queriendo retenerlo ahí lo más posible.
""Y si por mi fuera, viviría eternamente dentro suyo.""
Pensaba Momo, respirando agitado, excitado al máximo.
Desesperado y sin poder contenerse, besó nuevamente a su novia, recorriendo su frágil cuerpo a su entero gusto, apretando cada centímetro de carne, mientras daba inicio a un lento y tranquilo vaivén de caderas, saliendo y entrando sutilmente de la intimidad de la joven. Liberando gemidos y jadeos por parte de ambos.
¿Cómo describir aquel momento?. . . simplemente no podría.
Su pequeña y frágil compañera entregándose a placer, a él. . . un simple muchacho que no creía merecer nada de ella.
Momoshiro no paró de penetrarla, disfrutando la suavidad del roce entre sus sexos; loco por seguir sintiendo como Sakuno lo recibía, apretando su pene, reteniéndolo en su interior y estimulándolo para liberar su esencia dentro de ella.
* Te amo, mi pequeña. *
Lo escuchó decir, poco antes de que se descontrolara por completo y la penetrase con fuerza una y otra vez, sin intención de detenerse.
La besó con ansias, desesperado y agitado; ella le respondió al abrir lo más que podía el compás de sus piernas, dándole total libertad y comodidad para ingresar en su flor, cruzando las piernas alrededor del amplia espalda del tenista.
No supieron cuanto tiempo mantuvieron aquella danza, tenían la sensación de que fue por largo rato, pero igual sentían que aquello no duró más de un par de minutos
Para cuando se dieron cuenta, el constante ir y venir de sus caderas, la húmeda intimidad de la joven y la deliciosa fricción entre ambos sexos en cúpula, desató un orgasmo en cada uno de los cuerpos, que se arquearon buscando más de aquel placer que los recorría y los hacia sacudirse gloriosamente.
Besos eran lo que quedaba de aquella entrega. . . y la vagina de la chica, que palpitaba suave y lentamente, agradando a su amante, quien no tenía prisa por salir del cuerpo de Sakuno.
Pronto, las palabras de amor se convirtieron en susurros que terminaron por apagarse en medio del sueño que venció a dos cansados, pero satisfechos, enamorados.
Amantes que ajenos estaban a la sombra que, afuera en el jardín, temblaba de rabia.
Un muchacho que lo había escuchado todo, ante la poca prudencia de los jóvenes que adentro descansaban.
""Así que esto era.""
Pensaba el joven, apretando fuertemente los dientes.
Le había parecido extraño que Sakuno poco a poco dejase de ir a sus partidos, ella se había alejado de él y ya sabía la razón... Momoshiro se la había quitado.
* ¿Qué pudo darle él, que no encontró en mi?. *
Susurró entre dientes el tenista, ciego por los celos.
Ignorando que la respuesta a esa duda se resumía en dos simples palabras. . .
Atención . . . y amor.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me encantó como quedó esta historia.
Disculpas por la pareja, rara e inexistente, sí... pero una buena noche me dieron tremendas ganas de escribir algo sobre ellos ^0^.
Sé que la muchachita no es del agrado de muchos y menos con Momo. Yo también soy de la idea de que Sakuno parece niña dramática, pero no me cae mal, creo que cuando crezca –mi mente vuela- será una chica muy tierna, bonita y, ¿por qué no?, deseable y sexy ^^.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 04 de Noviembre de 2005.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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