#como el título
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josegremarquez · 5 months ago
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Aplicando CSS a Nuestra Plantilla: Modelo de Caja Tradicional
El modelo de caja es fundamental en CSS. Cada elemento HTML se comporta como una caja, con un contenido, un relleno (padding), una borde (border) y un margen (margin). Al entender y manipular estas propiedades, podemos diseñar nuestras páginas web de manera precisa y creativa. Plantilla: Un Marco para Nuestro Diseño Nuestra plantilla será la estructura básica de nuestra página web. Definirá la…
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snailgam · 1 year ago
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acabo de ver este capítulo por milésima vez y me sigue gustando mucho jajdjsjsk
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proustian-dream · 5 months ago
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Emil Cioran, The trouble with being born
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michellemouse · 6 months ago
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"Sustos que dan gusto"
Traducción al español (argentino)
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Fuente en la que encontré el cómic (créditos para: @scummiezzz)
-Comic anterior -Siquiente comic
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arcy-lethra · 7 months ago
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Bate y Bate Hasta Ordeñar La Leche 🥛
— touken, kanetou
Tags: dom!Touka, Sub!Kaneki, handjobs, smut explicit
Era una broma entre ambos: uno simulaba que el otro no se daba cuenta, y el otro se sorprendía cuando recibía el abrazo. Pero ahora esa broma está llegando un poco más lejos…
Link ao3
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ceelisiowo · 1 year ago
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FHS Week Event Día 7: Angst (+ crossover del día 5 hehe)
Fnafhs x Project Sekai (x Vocaloid) ヽ(・∀・)ノ Mai y Puppet como V Flower en un sekai abandonado que se ha corrompido... o algo así XD Mai protege a su hermano porque, al igual que el mundo, la corrupción se lo está llevando también ;w; Marionette está vestida como la versión V3 de Flower y Puppet como la V4!!
(Más info sobre el AU aquí abajo si alguien quiere leer hehe :3)
Con una amiga empezamos a hablar sobre un AU donde los chicos de fhs tienen sus propios sekais por banda, igual que en el juego :O La cosa es que después pensando me di cuenta que los diseños de los gemelos son bastante parecidos a V Flower, sobretodo con eso de que hay dos versiones de Flower (al menos visualmente una más femenina y otra más masculina). Y como se supone que en la serie ellos sabían de la magia y qué se yo se me ocurrió esta idea :D
Básicamente, VFlower V3 (Mai) nació en un sekai antes de los eventos de la serie, pero por alguna razón eventualmente fue abandonado (tal vez las personas dejaron de ir o murieron D:). Como VFlower era la única vocaloid del sekai, se quedó sola, hasta que un día apareció VFlower V4 (Puppet) y obvio se volvieron hermanos. Asumo que pasaban el tiempo conversando mientras que Mai le contaba a su hermano las historias del mundo real y de los creadores del sekai, ambos deseando algún día experimentar ese tipo de vida. Hasta que un día (por razones que desconozco XD) logran escapar del sekai y volverse "humanos". Ahí conocen a los chicos de fhs y probablemente todo sería similar, excepto que la magia de la serie se reemplazaría por la idea de los sekais :D
Pero ya pasado el tiempo, cuando los gemelos tienen a todos convencidos que son humanos, Puppet comienza a tener problemas (tal vez comienza a "glitchear" (como en spiderverse) o a volverse transparente). Cuando vuelven a su sekai por respuestas descubren que el sekai está corrompido y desapareciendo, y al no ser Pup uno de los vocaloids originales de ese sekai, también se corrompe junto al mundo virtual (? (Que es la escena dibujada!! >w<!!!)
Creo que de ahí imaginábamos que se les ocurría apoderarse de los otros sekais para vivir o algo, ahí comenzando el drama, los engaños, y el dulce dulce angst XD Sería bakán algún día hacer un comic o fanfic con esta idea ٩(◕‿◕。)۶ Pensar cómo serían los sekais de las otras bandas y qué vocaloid correponde a cada miembro :D
(Si alguien leyó hasta aquí, le quiero mucho y espero que tenga un excelente día <3)
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austxnland · 9 months ago
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¿El foro tendrá relación con las historias de Jane Austen? El nombre y la ambientación me confunden un poco.
El foro tendrá que ver con Jane Austen en cuánto y en tanto los usuarios así lo quieran, tomamos de una serie el nombre y la serie se trata de una mujer obsesionada con Jane que viaja a vivir una experiencia en la que se sumerge en ese mundo. Esta es nuestra idea, que nos sumerjamos en un mundo parecido
Desde luego, en un foro así se pueden esperar personajes icónicos como Mr. Darcy, Emma Woodhouse, Elizabeth Bennet y muchos otros, tanto creados por Austen como aquellos inspirados en su mundo literario. Incluso la presencia de la propia Jane Austen como personaje sería un giro fascinante.
La clave de la idea crear una experiencia inmersiva será mantener la atmósfera y el tono característicos de las obras de Austen, con su elegancia, ironía y profundidad emocional. Además, fomentar un ambiente de cortesía y respeto entre los usuarios ayudará a construir una comunidad acogedora y atractiva para todos los amantes de la literatura y la época histórica que deseen participar.
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supernova-rsrcs · 2 years ago
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Viene viene viene VIENE HRODWYN A JALARTE LA COLA @qranta
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helenawa-art · 3 months ago
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CHIQUES CREO QUE ENTRO EN EL PROCESO DE MATRÍCULA
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galmiahthepigeon · 3 months ago
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Estoy tan impaciente e inquieto con mí masculinización de tórax que estoy considerando empezar a hacer trámites inútiles que no necesito solo para sentir que estoy haciendo ALGO relacionado a mí transición mientras espero el turno
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starrynightsoversunflowers · 10 months ago
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Estoy en el mood de matar gente. Preferentemente a los de la parte burocrática de mi facultad
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pensat-i-fet · 1 year ago
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Pero llevemos todos los partidos de la selección allí. Que cuentan chistes (sin gracia) y no les da como para pensar siquiera en pitar un himno ��
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academiadabeleza2023 · 1 year ago
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youtube
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armatofu · 2 years ago
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martinbythelakes · 2 years ago
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eu decidi que eu ligo sim pra europa league e gostaria que o arsenal ganhasse esse troféu
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hansolsticio · 1 month ago
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voltei 😼 senti saudades solie!! to de mudança de casa e me veio uma ideia na cabeça sobre inaugurar todos os cômodos da casa com o seungcheol... me entendeu né mor
enfim beijinhos
vamo acordar esse prédio fazer inveja pro povo
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✦ — "𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐡𝐨𝐦𝐞". ᯓ c. seungcheol.
— 𝗮𝘃𝗶𝘀𝗼𝘀: slice of life, cheol maridinho e loirinho!, vocês são recém casados, fingering (f), linguagem imprópria & o cheol se chama de "papai" umas duas vezes. — 𝗻𝗼𝘁𝗮𝘀: hoje tô me coçando por algo domestico com um maridinho lindo e atencioso (tem uns 2k aqui).
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Você suspirou finalmente se jogando no sofá, a temperatura baixa te fazia arrepiar um pouco — resultado de ter acabado de sair do banho. Olhou em volta e sorriu para si mesma pela milésima vez no dia incapaz de se livrar da vibração gostosa que tomava seu corpo toda vez que pensava na nova fase na qual você e Seungcheol se encontravam.
Felicidade esquisita. Daquelas que faz a gente ficar perdido, sem saber o que fazer com tudo e tanto.
Ainda soava como maluquice pensar que aquela era a casa de vocês. Só vocês dois. Foram necessários três dias de mudança muito cansativos e, obviamente, haviam ajustes a serem feitos, porém estava quase tudo no lugar. Além disso, era mais maluco ainda saber que a situação entre você e Cheol agora acompanhava um outro título: eram casados. Você carregava consigo o sobrenome "Choi" e algo brilhante no seu dedo que era responsável por te lembrar do homem que você prometeu amar pelo resto da sua vida.
Apenas um lembrete visual não bastava, Seungcheol surgiu pela porta da cozinha carregando uma xícara cheia de brigadeiro de panela — sabia o quanto você amava a sobremesa, tanto que aprendeu a fazer só para você. O doce foi rapidamente ignorado, o olhar se perdendo na figura esbelta a sua frente. A pele branquinha ainda carregava algumas marcas avermelhadas e arranhões que eram poucos demais na sua opinião — tinha muito gosto em macular o corpo do homem.
A bermuda folgada descansava na parte mais baixa do quadril e você agradecia internamente por ele detestar usar camisa em casa. Cheol parecia maior desde o casamento, sempre fora forte, no entanto agora carregava uma barriguinha fofa para acompanhar. Os bíceps que te faziam sumir dentro do abraço dele atestavam ainda mais a clara diferença de tamanho entre vocês dois. Grande e protetor em todos os aspectos.
Você tentava atribuir parte da explicação ao fato de vocês terem casado a pouco tempo, porém ultimamente queria abrir as pernas para Seungcheol a todo momento — a lua de mel sequer chegou perto de ser suficiente. Seu marido se sentia da mesma forma e atestava isso fazendo amor contigo por todos os lugares da casa desde que vocês oficialmente se mudaram. Fosse de conchinha assim que vocês acabavam de acordar ou um oral preguiçoso na bancada da cozinha... não sabiam ficar muito tempo sem sentir um ao outro.
Precisou morder um sorriso sapeca dentro da boca, era necessário se segurar um pouquinho mais — pelo menos até a hora de ir dormir. Pois só havia ido se banhar por conta da bagunça que Seungcheol fez de seu corpo na cozinha a poucas horas atrás.
"Nem me pediu ajuda, mô.", você murmurou quando os olhos voltaram a se encher do chocolate reluzente que logo lhe foi entregue.
"Seu marido é eficiente."
"Ah, é?", riu de canto, pedindo beijinho com um bico manhoso. Seungcheol se colocou em cima do seu corpo, roubando muito mais do que um selinho. "Obrigada, vida."
"Uhum. Espera a resistência do chuveiro queimar que eu te mostro minhas outras habilidades.", te ofereceu uma piscadela, convencido. Seungcheol se sentou do seu lado, antes se certificando de levantar as suas pernas para colocá-las no colo dele. Te assistia saborear o doce com devoção — assim como fazia sempre que te observava fazer qualquer outra coisa. Era um silêncio confortável, não havia motivo para rompê-lo.
Seu marido selou uma de suas pernas, usando as mãos para moldá-la como bem queria para que os beijinhos descessem até o seu pé. Você chacoalhou com cuidado, não gostava que ele colocasse a boca ali — e ele sabia disso, só que nunca se importou —, Cheol entendeu o movimento como desculpa para morder o local, ganhando um grunhido chateado seu.
"Não tem filtro de papel, princesa. Tem que comprar antes do café amanhã.", retrocedeu os beijinhos, subindo até seu joelho novamente.
"Eu compro, amor."
"Deixa que eu vou, só 'tô avisando 'pra você me lembrar.", os olhos ainda estavam fixos no jeito que você sorvia o doce da colher, se lambuzava inteira correndo a língua por todos os cantos.
Você só concordou, tantos anos juntos te ensinaram a não bater de frente com a teimosia do homem. Usou o indicador para recolher o chocolate do cantinho da boca, sugando a ponta do dedo. Entendeu a razão por trás do cessar do carinho nas suas pernas quando pegou Seungcheol te secando descaradamente — não havia jeito para ele.
"Para de me olhar assim."
"Assim como?", arqueou uma das sobrancelhas, sabia ser dissimulado quando queria.
"A gente fez amorzinho faz pouco tempo, Cheol... desse jeito 'cê vai enjoar de mim.", fez beicinho, chateando-se com uma paranoia que você mesma criou.
"Você sabe que é impossível, princesa.", riu desacreditado, os dedos correndo pelo interior das suas coxas. "Vem pro meu colo.", não era um pedido. Cheol se recusava a deixar qualquer inquietação, por menor que fosse, parada na sua cabecinha.
Fingida, sentou-se como se Seungcheol não estivesse prestes a te dar uma bronca por falar bobagem. Ainda sorvia o doce, arregalando os olhinhos brilhantes na direção dele e, em oposição, seu marido afiava os dele para te observar.
"Come um pouquinho?", sequer fez soar como sugestão, já colocando a colher na boca dele.
"Você 'tá atrapalhando minha dieta."
"Já falei que 'cê não precisa fazer isso, Cheollie... tá tão gostoso desse jeito.", correu uma da mãos pelo peitoral do homem, selando a boquinha bonita para aproveitar-se do gostinho de chocolate. Colocou a xícara de canto, envolvendo o pescoço dele com os braços. "Gosto de você assim...", forçou-se contra o corpo grande, a pele do homem te esquentava.
Seungcheol te encarava sem nada dizer, provavelmente tentava passar a imagem de ser irredutível — só que o rosto já estava todo vermelho. Ele apertou sua bunda com força, a carne escapando entre os dedos. Enfiou-se no pescoço cheiroso, absorta demais em como tudo nele conseguia ser masculino do jeito certo. Acolheu o pomo-de-adão entre os lábios, sugando a pele frágil na intenção de marcar. Ele engoliu seco, os dedos brincando com o elástico do seu shortinho, esticava o suficiente para fazer estalar contra sua pele, mas sem machucar.
"Faz carinho?", mal levantou a voz pedindo num miadinho fraco. A cinturinha forçando sua intimidade contra a dele deixou claro qual era o tipo de carinho.
"E eu não vou enjoar de você?", ironizou, vendo você virar o rostinho. "Hum, mocinha?", te forçou a olhar de volta, os dedos emaranhados no seu cabelo.
"Não.", revirou os olhos contrariada. "Brinca só um pouquinho...", arrastava cada sílaba, um dengo que era reservado só para ele.
"Manhosinha...", sorriu sem mostrar os dentes, você sempre enchia o coração dele de algo que ele ainda não havia aprendido a lidar. "Me lembra de você pedindo 'pra eu tirar sua virgindade, princesa.", e o momento fofo foi arruinado tão rápido quanto surgiu.
"Cheol, para...", o corpo arrepiou inteirinho, se encolhendo contra o dele. Seungcheol pouco se importou, a mão grande se enfiando entre os corpos de vocês para fazer o "carinho" que você pediu — ainda que por cima do tecido.
"Ainda tem vergonha disso, hm?", o peito já balançava num risinho. Cobriu sua bucetinha com a palma da mão, fazendo pressão contra as dobrinhas macias. "Toda dengosa, implorando 'pra eu te comer no sofá da sala...", o jeito manso de relembrar enchia seus ouvidos, quase cochichava como se houvesse outra pessoa além de vocês dois na casa. "Seus pais dormindo no andar de cima... tão safada, amor."
"Você foi mau comigo. Me fez ir dormir com vontade.", molinha, forçando-se contra a mão dele.
"Cê sabe que eu prometi pro seu pai que ia te tratar como princesa.", o selo casto que você ganhou na bochecha contrastando com os dedos que afastavam o tecido de lado, expondo o lugarzinho meladinho. "Minha princesinha não podia ter a primeira vez dela num sofá.", justificou, prendendo o clitóris inchadinho entre os dedos como consolo. Um formigamento gostoso fez você se contorcer, esfregando o rostinho contra o pescoço do homem — agia como uma gatinha, rendida demais pelo carinho do próprio dono. "E se eu bem me lembro, eu brinquei com essa bucetinha antes de te colocar 'pra dormir, amor."
"Não foi a mesma coisa.", fez cena, acostumada a tê-lo sujeitado aos seus caprichos.
"Não?", sorriu sacana, assistindo você balançar o rostinho em negação. "Mas 'cê gozou 'pra mim, não gozou?", forçou a ponta do indicador no buraquinho, arrastando o melzinho para fora com cuidado. "Até ficou envergonhadinha, porque molhou minha mão inteira.", repetiu o ato, dessa vez colocando o dedo até a base. Seu rostinho estressado denunciou que você queria mais um e assim ele fez, socando os dígitos devagarinho. "Você foi tão adorável, amor...", forçou a palma contra o pontinho que não parava de pulsar, sem deixar de estocar. "Pedindo 'pra fazer amorzinho comigo, toda afobada. Nem quis sair do meu colo, jurando que eu ia ceder."
"Amor... mais fundo...", o ventre já se apertava, impaciente demais para aproveitar o momento só pensava em gozar gostosinho.
"Gemendo manhosa no meu ouvido, mostrando os peitinhos pra mim... 'cê era uma virgem tão putinha, princesa.", sussurrou a última parte e foi o suficiente para te fazer travar, o rostinho constrangido não foi páreo para a entradinha contraindo em resposta.
"Seungcheol!", ralhou e o uso do nome te rendeu um olhar censurador, mas não passou disso.
"Não adianta brigar... era sim, amor. Nem dava 'pra ficar sozinho contigo, achei que qualquer hora ia perder a cabeça e te foder no quarto com seu pai bem ao lado.", te reprimia quanto à isso sempre que surgia oportunidade e você sentia seu ego inflando toda vez que ele mencionava o claro descontrole que possuía quando o assunto era você. Devassa, sorriu escondidinha.
"Você fez uma vez."
"Só porque 'cê me tira do sério. Mimada 'pra porra, não sabe ouvir um não meu.", beliscou sua cintura te fazendo saltar.
"É- hm, amor... é culpa sua..."
"Não. A culpa é dessa bucetinha linda, não consigo dizer não 'pra ela, princesa.", curvou os dedos dentro de você, esfregando as paredes de um jeitinho gostoso.
"Eu quero seu pau... me fode.", carente, ondulou o quadril contra o volume entre as pernas dele, porém seu marido não parecia nada persuadido com o rostinho necessitado.
"E se eu não quiser dessa vez? Já te fodi no banheiro e na cozinha hoje. Desse jeito a gente vai ter feito na casa inteira rápido demais."
"Eu não ligo.", levantou-se, o narizinho roçando contra o maxilar dele. A pele ardeu, arranhando contra a barba por fazer.
"Mas eu sim.", estocou os dígitos até a base, forçando-os contra um lugarzinho sensível — conhecia seu corpo como a palma da própria mão. Você apertou os olhinhos, tentando fechar as pernas em volta do braço dele. "Vou negar de novo, igual fiz naquele dia na casa dos seus pais.", sorriu, a posição não te era favorável, incapaz de fechar as perninhas. "Vai ter que implorar bem putinha do mesmo jeitinho."
"Cheollie, por favor...", agarrou o pulso dele com a mão, sentindo-o esfregar o pontinho gostoso. "Fode- ah, ah... amor, por favor, eu..."
"Você precisa, amor?", quase cantorolou, inclinando a cabeça como se sentisse pena. "Por quê?", questionou, alimentava um prazer meio sádico em te forçar a conversar com ele nesse estado.
"Porque...", arfou, as unhas quase adentrando a pele do homem. "Cheollie, por- porra..."
"Já 'tá burrinha assim, princesa? Nem 'tô te comendo ainda. Anda. Se esforça pra mim, vai... sou seu marido, não sou?", estocou os dedos só para te assustar, rindo da reação involuntária do seu corpo. "Faço o que você quiser, basta pedir direitinho.", fingiu cortesia.
"Você... é meu.", mal conseguia murmurar. Era maluquice, o estímulo não era suficiente para te fazer gozar, porém conseguia te manter na borda — beirando um orgasmo. "Eu quero agora.", mimada, bem como Seungcheol havia dito.
"Só por isso, princesa?", estocou outra vez, seu jeitinho de lidar com a situação era hilário não parecia saber o que fazer com o próprio corpo. "Mas você também é minha, hm? Então eu posso fazer o que eu quiser.", provocou, não parecia ter pena.
"Seungcheol.", soltou em tom de repreensão, sentia a provocação testar seus limites. Mas o homem não pareceu disposto a deixar passar dessa vez.
"Não me chama assim, porra.", um estalo surdo soou no cômodo, uma ardência gostosa se espalhando pela sua bunda. "Não sou nenhum amiguinho teu. Sou seu homem, já disse."
"Desculpa, Cheollie...", choramingou. Falsa, agia como se o tapa não tivesse feito você se molhar mais. Não era frequente apanhar de Seungcheol em tom de punição, mas sempre esforçava-se para fingir que era punida de fato — temia que ele se negasse caso descobrisse o quão excitada aquilo te deixava. "É que eu preciso de você, por favor, mô.", fez beicinho, conquistá-lo nunca foi tarefa difícil, era completamente rendido por você. "Cheol, tá doendo..."
"Tá tão melada que meus dedos 'tão escapando, princesa.", acelerou o movimento para provar, os estalinhos melados soando ainda mais altos. "Quer o pau do papai tanto assim, amor?", a voz se tornou ainda mais grave. O apelidinho sujo era diagnóstico de tudo o que você precisava saber: Seungcheol já havia cedido — tão alucinado de tesão que pouco se importava em fazer uso de todos os fetiches que possuía.
"Quero a sua porra... me faz gozar 'pra você...", ondulou os quadris desejosa. Era quente, quente 'pra caralho. Toda e qualquer ação era fruto de pura luxúria e não haviam inibições quanto a isso. Entre quatro paredes podia ser a vadia viciadinha em sexo do seu marido — só pensar assim fazia você se arrepiar. Queria servir ao único propósito de ganhar porra quentinha entre as pernas. A qualquer momento. Em todos os lugares da casa. Sem nunca se cansar.
"Você marcou de sair com suas amigas hoje. Papai precisa te entregar inteira.", justificou como se realmente se importasse, um selinho quente sendo deixado na sua boca.
"Eu desmarco. Por favor..."
"Você mesma disse que elas estavam sentindo sua falta, princesa. Não pode sumir assim.", impulsionou o quadril para cima, embriagado no tesãozinho gostoso que envolvia vocês dois.
"Elas vão entender, Cheollie."
"E o que você pretende usar como desculpa, espertinha?", lambeu dentro da sua boquinha, quase que estocando o músculo contra a cavidade num carinho sujo.
"Nada.", apertou ainda mais os bracinhos em volta de Seungcheol, dando de ombros. "Digo que 'tava dando pro meu marido."
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