#cartas al chico que conocí inesperadamente...

[unabohemia]

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El príncipe perfecto

Eres todo lo que quiero y nunca creí que serias.

Alguna vez en mi vida tuve un gran sueño en el cual llegaría un hombre que portaría el más fabuloso traje, bajaría de un caballo blanco, sería realmente hermoso, me haría descubrirme, me apoyaría y gracias a él habría una especie de aceptación en mí.

A través del tiempo me di cuenta que era simplemente un sueño barato que había tenido, mi corazón solo se había corrompido y me di cuenta que nunca llegaría alguien realmente con todas esas cualidades que deseaba en verdad.

“Un día de la manera más inesperada llegara alguien”

Leía, veía, me decían esta frase constantemente en realidad nunca pude entenderlo, ya que a veces las cosas que me suceden son simplemente extrañas, conocí y besé muchos sapos, me perdí en el bajo y oscuro “mundo gay” sin ningún límite. Con miedo al estigma que cargamos las personas homosexuales promiscuidad, nunca viven felices o acaban solos. Quiero romper ese ciclo y esta idea.

De repente llego una persona especial sin buscarlo y de la manera más inesperada, en ese preciso momento, no pude creer que fuera verdad, era un chico lindo, carismático, alto, piel morena, con el cual inexplicablemente tuve el sentimiento y la sensación más rara cuando lo conocí por primera vez; sentía que lo conocía de años atrás, tanto cobijo, tanta confianza, intimidad, sinceridad y calidez. En ese preciso momento me di cuenta que sin saberlo me atrapo mágicamente y sin hacer nada más de repente volví a creer en ese sueño que tenia de niño.

Él era perfecto, aunque no llego con un hermoso caballo blanco, ni portando un hermoso traje inclusive sin ser nada de lo que realmente quería ni esperaba, me parecía jodidamente perfecto, era un caballero de esos que solo existen en las películas era tan detallista, entregado, amoroso, alegre, chistoso, bondadoso, era tangible tan real tan único en un millón.

Me sentía realmente especial, tan ilusionado, sin creer que podía existir esa persona que a mi vida faltaba, todo lo que hacía solo reafirmaba la forma en que perdidamente estaba cayendo a algo que realmente no quería ENAMORARME.

Salimos y salimos…

La forma especial y única con la cual me trataba, me hacía pensar en mi temor a retomar una relación de repente llego el famoso día en el que se escuchó la esperada pregunta:

¿Quieres ser mi novio?

Con uno de sus hermosos detalles, en verdad con su compañía me sentía feliz, pero tuve miedo y decidí no arruinarlo y esperar un poco de tiempo (1 mes).

En ese tiempo de espera, lo único que hizo fue reafirmar su interés por mí, se mostró constante, siguió siendo tan jodidamente perfecto, hasta que decidí preguntárselo yo, temía que sucediera alguna de esas cosas extrañas que me suceden o que él ya no lo quisiera

Tome el mando, planee hacerle una gran carta, llevarlo a un parque y marcar un árbol para sellar nuestro pacto de amor. Él acepto…

Al paso del tiempo me sentía tan completo, viviendo cosas nuevas, experimentando, teniendo los mejores momentos y también algunos malos (claro no todo es perfecto, ni él lo era) me sentía tan parte de él y lo sentía tan parte de mí, sentía que estar juntos lo era todo, en verdad me sentía volando, tan completo entre sus brazos, tan amado con sus besos.

Simplemente no podía parar de presumir lo jodidamente perfecto que era, odiaba que todos me molestaran por lo enamorado que estaba, lo odiaba porque no me gusta expresar mis sentimientos, al igual que no quería aceptar lo cegado que me tenía el amor por ese increíble hombre.

Al paso de los meses la relación seguía igual, altas, bajas, intimidad, conocimiento el uno del otro la vida nos exigió cambios personales que era tiempo de darlos adquiriendo nuevas responsabilidades, la relación cambio un poco, todas esas tardes que pasábamos juntos se volvieron algunas mañanas, esas salidas se volvieron permanencia en un solo lugar, aquel príncipe nunca quito el dedo del renglón, estando tan entregado tan comprometido y amoroso como desde un principio.

Posteriormente a esto el príncipe como cualquier otra persona adquirió nuevas oportunidades de creciendo, rodeándose de diferentes personas, yo me quede con miedo, no de que ese príncipe creciera se superara o que tuviera nuevas amistades. Tuve miedo de perder a este ser tan perfecto que tanto idealicé, encontré inesperadamente y al cual me sentía tan unido.

El príncipe jodidamente perfecto y entregado dejo de serlo, por lo cual mi temor creció aún más.

El príncipe empezó a hacer cosas que en un principio no le llamaban la atención por lo cual me sentía más vulnerable, expuesto a quedarme sin este hombre. El príncipe mintió, la idea de la persona honesta, real, única, perfecta se fue, como cuando te quitan una venda de los ojos, con lo cual me volví sumamente desconfiado e inseguro. El príncipe perfecto debido a sus obligaciones dejo de tener tiempo, por lo cual me llegue a sentir solo, sin ninguna atención por parte de él. De repente toda la entrega, perseverancia, compromiso dejaron de estar de la manera acostumbrada, colocándome en una posición extraña, me quitaron todo lo que tenía a pesar de tratar de comprender, el príncipe se volvió distante.

La primera vez que me hizo llorar: fue una explosión de emociones, me sentía remplazado por todo, me hacía sentir solo, sin su atención, sus ganas de hacer más cosas y sentir que le estorbaba, mis propios demonios y sentir ser el único que respondía a esa relación, me hicieron llorar y pensé “es mi turno, debo de hacer las cosas que él hacía para estar tan perfectos como antes lo estábamos” sin siquiera pensar que éramos personas diferentes y que talvez lo que le enamoro de mi fue alguna otra cosa o cualidad con la que cuento.

La segunda vez que me hizo llorar: me sentí como en una película en la cual la persona que es invitada a salir es plantada y abandonada, así me sentí cuando llegue a su casa y el principio partió a otro lugar, me sentí patético, solo estúpido con el simple hecho de estar ahí esperando y con ganas de que el príncipe regresara por mí, con el deseo de sentirme amado e importante en su vida de nuevo.

La tercera vez que me hizo llorar: fue debido a la gran fiesta le pedía que nos fuéramos juntos, como el me había prometido, le pedí que llegara a su casa como debía de ser y el príncipe no lo pudo hacer, por lo que sentí un enorme vacío como si lo hubiera perdido todo. Sus ganas de divertirse solo me hacían sentir como un estorbo, su modo de querer tomar todo el alcohol de un solo sorbo no me gustaba.

Me he dicho más de una vez estas ocho cosas:

Que es una etapa más en una relación.

Es una reestructuración de todo lo que hemos vivido.

Es un acomodo de todas las piezas del rompecabezas que tenemos que armar.

Son experiencias que nos ayudan a madurar como pareja.

Son peleas fuertes que son más reales y no mis 5 minutos de niñerías.

Es algo de lo cual aprenderemos y haremos lo posible por estar juntos.

Es una prueba de cuanto estamos dispuestos a aguanta.

Es reafirmar el amor que tenemos el uno por el otro.

 Ahora todo lo que me pregunto es

¿Por qué el príncipe dijo que nunca me haría llorar?

¿El príncipe realmente sigue amándome y estando tan entregado como lo estaba al principio?

¿En verdad es buena idea intentarlo?

¿Le interesa rescatar y hacer algo por esto?

 Yo sé que el príncipe no es el único protagonista de la historia, que siempre va a ver dos lados de una misma moneda, que no soy perfecto, que tengo demasiados errores, pero ¿en verdad crees poder recuperar todo eso que existía en un principio y poderlo dar ambos?

Quiero recuperar a ese príncipe perfecto que lo daba todo, que no se rendía, porque si de algo estoy seguro es que aún sigo enamorado de él y que sigo pensando que es lo más valioso que tengo y puedo tener en la vida, tal vez sea así, tal vez no lo sea, tal vez no tengamos futuro, pero me gustaría poder recordar siempre esta gran historia que me has hecho vivir con momentos totalmente increíbles y en un futuro tener esas memorias de este gran amor, esta perfección que siento ahora.

Gracias por todo lo que me has dado porque sin duda creo que hasta los malos momentos valen la pena si son junto a ti.

 Te amo

Att: Un chico Extraño

Fernando R

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