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zcort · 6 years ago

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VACACIONES DE PRIMAVERA EN PROVINCIA

Vacaciones de primavera en provincia.

Después de 5 años por fin volví a ver a toda mi familia reunida en las vacaciones de semana santa, estaba ansioso por ver que tanto habían cambiado mis primos y demás familiares en este lapso, sabía que algunos ya habían sido padres, otros se habían divorciado, etcétera… pero lo que más me ponía de nervios era saber de mi primo José, el me lleva 8 años de diferencia, él fue mi primera vez y hasta ahora mi mejor vez, con su 1.80 de estatura, güerito, peludo, fuerte, grandote, practicaba futboll americano, soccer, basket, beis e iba al gimnasio, ya se imaginaran el papasote que era… justo hace 4 años se casó, hace dos tuvo a su primer hijo y yo no sabía cómo me recibiría el al respecto, pues para ser franco nuestros encuentros eran a voluntad propia, desde la primera vez a mis 12, hasta la última vez que lo vi cuando tenía ya casi los 18…. Hoy con mis 24 años de edad, me sentía en desconfianza. Basto llegar y un solo abrazo de él, para hacerme sudar frio del morbo, de ese machote deportista ya poco quedaba y no para mal, delante mío tenía un delicioso y muy varonil “daddy” joven, pancita chelera, brazos enormes, pectorales súper duros, espalda anchísima, piernas gruesas como columnas, aun mas peludo que la última vez que lo vi, con un vozarrón que me hacía estremecer y ese trato tan alivianado, tan familiar, tan macho que me ponía a full.

“¡Primo! Años sin verte” exclamo feliz mientras me abrazaba fuertemente, haciéndome sentir toda su humanidad contra mi esbelto cuerpo…. Tenía una barbita de tres días que al mínimo contacto con mi piel hizo que mis pezones se pusieran duros… olía delicioso a señor, no sé, es algo difícil de describir ese olor a hombre a macho, mmmmm rico.

Los días y las cosas pasaron de los más normal el primer fin de semana, pero al iniciar una nueva semana como siempre cada quien agarraba con su grupito de amigos… mis primas se fueron todas juntas a una ciudad vecina de compras, los adultos (o sea los viejitos) se fueron de pesca, los primos más jóvenes se lanzaron a la playa, los primos más grandes fueron a otro municipio cercano donde había un festival de electrónica, el resto por equis o por ye nos quedamos en casa.

Lo cual genero la oportunidad perfecta ´para ponerme al tanto con mi primo José, fuera de lo sexual, José es ese hermano mayor que nunca tuve, siempre lo admire por lo fuerte y desinhibido que era…

José: ¿Entonces? Ya todo un licenciado primito. Yo: Si así es ya acabe la carrera, solo estoy en espera de que me llegue mí cedula. José: Perfecto y que has pensado hacer…

Me preguntaba a la par que se acomodaba en el sillón donde estaba sentado, abriendo esas fuertes piernas, dejando ver un poco su gran bulto…

Yo: Pues no sé, de momento trabajar en una empresa o algo así. José: Porque no te jalas para acá con el tío Ramón. Ya vez que anda bien metido en la política y sea lo que sea, nos ha dejado buenas cosas… Yo: Pues sí, pero de acá no conozco a nadie (contestaba torpemente pues luchaba con mis ganas de mirar fijamente esa cosota que tantas veces tuve dentro de mí) y no quisiera molestar. José: Pues por eso, para que te vayas enrolando

Me contestaba con entusiasmo mi primo, su trato tan amable, tan en confianza, me hizo pensar que quizás ya nunc más volvería a probar esa cosota deliciosa que se carga…

José: ¿Y qué? Yo: ¿De qué? José: Ya sabes wey… traes (hizo una seña sexual) o no. Yo: ¡Primo! Jajaja ¡¿Que son esas preguntas?! *dije nervioso* José: Ohhh pues yo nada más quería ponerme al corriente…. Uyyyyy perdón, no sabía que ya todo eso te molestaba… Yo: No, no es eso primo es que…. José: Ya vez yo, ya me case, ya tengo a mi hijo… Que por cierto no viniste al bautizo he cabron. Yo: Lo sé, es que estaba ocupado en la escuela, pero les mande…. José: Pero nada *dijo firmemente con su voz ronca* esas cosas nos e pueden quedar así *sentencio en un tono serio*…. Ahhhhhhh no te creas wey… estoy jugando… ¡jajaja! Yo: ¡No manches! Ya me habías asustado José: Bueno entonces que ¿si traes picador o qué onda? Yo: No no raigo por…. José: Bueno por si quieres que te haga el favorcito *me decía mientras se agarraba el bulto por encima de su bermuda* Yo: Creí que después de casarte eso no se repetiría José: Las malas costumbres nos e quitan, además, no creas que no me he dado cuenta como me miras en estos días, sé que tú también tienes ganas ¿o no? Yo: Pue si pero alguien se puede dar cuenta José: ¿Cuándo se han dado cuenta? Yo: No pues nunca José: ¿Entonces? ¿Se arma o no?

Yo estaba súper deseoso mi respuesta obviamente fue si… subimos a la azotea a un cuartito de servicio que tenían allí mis tíos y al entrar rápidamente José comenzó a manosearme….

Yo: No, no, no, espera. José: ¿Qué? Y ate arrepentiste Yo: No, no es eso… quiero pedirte algo José: A ver dime… Yo: Déjame verte desnudo, has cambiado mucho desde la última vez que te vi. José: Siempre te ha gustado mi cuerpo verdad cabron. Yo: Tú sabes que sí, ándale, muéstrame.

De inmediato José se despojó de su camiseta, dejándome ver sus fuertes y bien marcados pectorales llenos de una capa de tupidos vellos que bajaban por su pancita cervecera… flexiono sus brazotes mostrando sus conejotes fuertes y duros, al mismo tiempo que de sus axilas salían unos largos y negros pelos que me prendían al millón, continuo desvistiéndose, se quitó su bermuda, quedando solo en trusa… “para, por favor” le dije, mientras trataba de guardarme esa imagen en mi mente, esas piernotas gruesas, esos muslos, esa pantorrillas, llenas de pelos, pero sobre todo ese bultote que estaba a punto de reventar la vieja y gastada trusa que usaba José, alrededor de la trusa salían abundantes pelos negros que le daban un toque salvaje…

José: Siempre te han gustado los peludos verdad, jajaja desde esa vez que te vi viendo porno de vatos así lo supe.

Y era verdad, nuestro primer encuentro se dio una noche que me descubrió viendo porno gay de osos, esa noche supe lo que era un verdadero oso macho….

José: Esto (señalando su trusa) me la vas a quitar tú… con los dientes.

No tuvo que pedírmelo dos veces, de inmediato me hinque ante él, y comencé a bajarle esa trusa que aprisionaba ese miembro que tanto me gusta, ese miembro grueso, pero grueso en verdad, lleno de venas por todos lados, duro, cabezón, como mantecada, cubierto por un pellejito grande y delicioso que me encanta jugar, acompañado de esas dos enormes bolas siempre llenas de leche listas para preñar cuanto hoyo se le ponga enfrente…

Al bajarle la trusa de inmediato su gran y flácido miembro así como sus grandes y pesadas bolas golpearon con mi carita… “chúpala primo” me decía José mientras se sentaba en el borde de la cama, dejándome su verga, sus bolas y parte de su culo a mi disposición.

Rápidamente mis manos se fueron sobre su miembro, lo pelaba, jugaba con él, disfrutaba sentir todo su peso en mis manos, me daba de cachetadas con su flácido palote, comencé a darle besitos por todos lados, en el tronco, en los huevos, en las ingles, disfruto muchísimo la sensación de sus pelos en toda mi cara, de su olor pero más que nada de ese sabor, metí mi lengua por debajo de su cuerito que cubría su glande… mmmm que delicia, sabia igual o mejor de lo que recordaba.

El por su parte solo se dejaba hacer….

José: Ya te extrañaba primito, mira que nadie me la mama como tú.

Me decía con sus ojos cerrados…

Yo por mi parte seguía saboreando esa vergota que poco a poco comenzaba a crecer, podía sentir como esas venas llenaban con cada pulsación más y más de sangre ese imponente miembro, como su glande comenzaba a lubricar más, sus bolas se contraían en señal de placer…. Con una mano me ayudaba a manipular ese palote mientras con la otra acariciaba sus peludas bolas… Por el efecto de la erección poco a poco el cuerito de su verga iba cediendo mostrando esa cabezota rosada y bien lubricada, punzante, que pedía a gritos ser mamada…. Abriendo mi boca a lo más que podía comencé a chupar esa cabezota, mmmmmm deliciosa, jugoso, dura, sabrosa, mi lengua recorría toda la circunferencia de su miembrote, cada gota de precum que salía me la comía con gran placer, mientras con ambas manos jugaba vigorosamente con las bolas de mi primo, las apretaba, las masajeaba, me gustaba causarle un poquito de dolor pues eso lo prendía mas… estiraba su escroto, le daba de golpecitos…

José: Ufff cabron, ¡No mames! ¡Que pinche rico! ¡Chúpamela bolas wey! Ándale culo, chúpalas….

Como si de una orden se tratase obedecí rápidamente, comencé a besar esas enormes bolas, mientras mis manos masturbaban su palote en crecimiento… mi lengua jugaba con sus pelos, lamiendo por todos lados, trabaja de meterme uno de sus huevotes a mi boca, era casi imposible, eran gigantes como de toro… me ayude con mi mano y por fin pude meterme uno de sus huevotes peludos en mi boca, lo movía de lado a lado con mi lengua causándole olas y olas de placer a mi primo que saltaba a cada lengüetazo… me lo saque de la boca y me metí el otro, seguía jugando con su huevote mientras mis traviesos dedos llenos de salivaba comenzaba a esculcar más debajo de ellos… sin decirle nada, poco a poco comenzó a hacerse más hacia abajo dejando al descubierto esas nalgotas peludas que escondían su culo rosa delicioso, mi lengua traviesa comenzó a bajar, a a explorar esos territorios, pronto me encontraba succionando su rosado botón mientras mis manos seguían atendiendo su verga y sus bolas, mi lengua se metía entre esas carnosas nalgas, tratando de penetrar su culito, pero no podía , solo podía hacerlo gemir de placer pasando mi lengua por todos lados, en círculos, rápidamente, llenándolo de saliva….

José: Síguemela mamando….

Cuando regrese a chupar su miembro ya estaba en completa y total erección, sumamente lubricado, durísimo, punzante, las venas de su verga parecía que iban a reventar, me metí lo más que pude su miembro a mi boca, dejando aún más de la mitad afuera, comerse ese palote era una tarea titánica….

José: Chupa, chupa, cómetela toda….

Me decía José, sin saber que ya estaba al tope, había perdido habilidad, en estos años, he de confesar que hasta hoy no conozco verga más grande y gruesa que la de mi primo… Me tomo del pelo, me hundía lo más que podía su verga en mi garganta, pero hasta el sentía como topaba con pared…

José: ¿Ya no la aguantas verdad? Jajaja ahorita lo solucionamos…. José: Acuéstate, pon tu cabeza al borde de la cama, ándale así… abre todo lo que puedas la boca, cierra los ojos y no me la vayas a morder… José se colocó encima de mi cara y poco a poco comenzó a meterme su vergota en mi boca, cuando de nueva cuenta sintió que topaba con pared hizo algo que casi me mata, me tapo la nariz y sin detenerse siguió haciendo presión sobre mi garganta. Yo intentando no ahogarme trataba de pasar aire por donde fuera, por instinto mi garganta se abrió lo más que pudo y justo allí sentí como ese miembro viril se abrió paso entre mis anginas y se incrusto cada vez más adentro de mí, la sensación era rara como de ahogamiento pero a la vez me daba un placer y un morbo total, de repente sentí como los pelos de los huevos de José chocaban con mi frente, el muy cabron había logrado meterme todo su gran miembro en mi garganta… me destapo la nariz y me dijo: “tranquilo ahora solo aguanta” coloco una de sus enormes manos sobre mi garganta y claramente pude sentir como mi garganta se cerraba en torno a su miembro gracias a la presión que el ejercía sobre mí, sin contemplación alguna comenzó a usar mi garganta como si de un juguete para masturbarse se tratara, metía y sacaba su verga a voluntad de mi tráquea, las ganas de devolver eran inmensas, pero su pitote taladrándome evitaba que pudiera hacerlo…. De pronto comenzó a acelerar las embestidas… ahora no era una, si no sus dos manos haciendo presión en mi garganta, yo sentía que me moría, me faltaba el aire, las cosas me empezaban dar vuelta, lo único que me mantenía despierto era el constante dolor que ejercía José sobre mí y sobre todo sus enormes huevos chocando con mi frente….

Estaba a punto de desmayarme cuando oigo un: “Arrrrrrrggggggggggghhhhhh” y acto seguido siento algo extraño en mi estómago, como si café hirviendo hubiera tragado, un líquido abundante y espeso me quemaba por dentro, por instinto mi cuerpo rechazo ese inmenso objeto que estaba alojado en mi garganta, cuando por fin salió la verga de José aún estaba aventando abundantes chorros de leche que cayeron en mi cara y mi pecho…

José: ¡A la madre! ¡Uffff! ¡Cabron! ¡Qué buena boca tienes!

Me decía al tiempo que recuperaba la respiración, yo desde donde estaba muy apenas podía ver parte de su cuerpo todo sudado, rojo, por el esfuerzo, pero lo más importante podía ver como su miembro a pesar de haberse vaciados seguía firme, duro, imponente, todo lleno de babas y semen…

José: *Con la voz entre cortada* ¿Le das mate o ya no aguantas?

Me preguntaba José mientras sostenía orgulloso con ambas manos du potente miembro… Yo solo alcance a mover mi cabeza diciendo que no… a lo que el respondió… “¿Ahhh no?... ¿Me vas a dejar así? Al mismo tiempo que se acostaba en la cama, jalándome hacia el… “vas a dejar así a tu primo consentido” me abrazaba, ponía su cara cerca de la mía…. Él sabía que había algo que me hacia decirle que si a todo, desde siempre…. De repente comenzó a besarme apasionadamente, fuertemente, sus labios se mezclaban con los míos, su lengua jugaba con la mía, pronto mi cuerpo comenzó a desobedecerme, mis piernas se montaron encima de él, sin dejar de besarlo, mis nalgas ya estaban sobre su miembro, moviéndose en círculos, ofreciéndosele a él, como si vida propia tuvieran…

José: ¡Ándale primo!… sácame todo el veneno…

Me decía al mismo tiempo que masajeaba mis nalgas… sus fuertes manos fueron guiando mi cuerpo contra el suyo, pronto sentí su punzante glande tocando mi culito…. “Ummmmm papi” se me escapo de mi boca…

José: ¿así? ¿¡Quieres que se tu papi!? ¿Quieres ser mi perrita? ¿Mi mujercita? ¿Quieres que te preñe? ¿Qué te haga mujercita? Dímelo “mami” dímelo… *me decía excitado al mismo tiempo que me nalgueaba” Yo: Si papi, hazme tuya, lléname de ti, préñame, préñame papi, quiero tener tu semilla dentro de mi… *le conteste en el tono más putisimo que pude* José: Conste que tú lo pediste zorrita ¨dijo mientras sus manos me empujaban contra su miembro y su verga subía contra mis nalgas* Yo: Arrrgggghhhh

Su mano de inmediato tapo mi boca

José: No grites perrita, nos van a oír…. ¿Te gusta? Te gusta como mi verga te abre tu rajita mami

Yo no podía contestar por el dolor, solo alcance a mover mi cabeza en señal de sí.

José: Y eso que solo es la mera puntita mi amor, aún falta que te comas todo lo demás….

Su cuerpo se movía como si de la solas del mar se trataran con suavidad, calma y mucha experiencia a cada movimiento de su pelvis entraba un poco más de ese gran y potente miembro, claramente sentís mis pliegues abrirse ante ese imponente intruso, sus gruesas venas palpitantes estimulaban delicadamente mi ano, gracias a la saliva y el mismo semen de José la penetración fue menos dolorosa, cuando faltaba poco menos de la mitad por entrar, me tomo de la cara, me jalo hacia el, me dijo: “estás listo para esto” acto seguido me beso de nueva cuenta apasionadamente mientras su pelvis se movía rápidamente taladrándome más y más mi ano, el sujetaba mi cara contra la suya, yo trataba de liberarme, el dolor era inmenso, pero más pronto de lo que creí, me soltó, me pude incorporar y al hacerlo sentí los pelos de su verga chocar con mis nalguitas… había entrado toda, tenía toda su verga adentro, la sentía tan imponente, tan grande, tan dura, me sentía empalado, por más mínimo que fuera el movimiento que hiciera me causaba dolor un delicioso dolor….

José: ¿Te acuerdas cuando jugábamos al caballito? Yo: Si. José: Ándale, ¡Hazlo!… móntame.

Como decirle que no a esa sonrisa pícara y perfecta, a esa carita de ángel y diablo a la vez, obedecí y como pude comencé a cabalgarlo, me alzaba lo más que podía y me dejaba caer sobre el….

Yo: Ahhhhh duele…. José: Ufff que rico, síguele, síguele… Yo: No, duele de verdad….

José puso cara de enojado, me tomo del torso, me alzo, me saco por completo su vergota, yo me sentía vacío, sentía como el aire entraba en mí, pero a la vez estaba confundido, la molestia en la cara de José era evidente, me pare de la cama, el hizo lo mismo, me tomo del brazo, me aventó contra la cama, como un tigre salto sobre mí, con un pie aprisiono mi cara contra el colchón mientras su verga buscaba con desesperación mi colita….

José: Ya sabes cómo me pongo cuando no me obedeces primo…

Dijo al mismo tiempo que me clavo su pitote por completo en mi culo, yo quería gritar del dolor, pero el colchón ahogaba mis gritos, sin piedad alguna comenzó a meter y sacar rápida y violentamente su enorme vergota de mi culo que a cada embestida se abría más y más, sus gemidos y jadeos eran constantes y en aumento l lo disfrutaba, él siempre ha disfrutado hacerme papilla el culo… desde jóvenes siempre ha sido igual, mi culo apretado lo enloquece…. Quito su pie de mi nuca, me tomo del cabello me dijo si gritas te madreo, me aventó de nuevo contra la cama y así de a perrito comenzó a follarme, yo mordía el colchón apretaba con mis manos las sabanas tratando de no gritar, pero era imposible, sollozos salían de mí, mi cuerpo no soportaba tanta verga, sus enormes huevotes de toro comenzaron chocar con los míos, me causaba dolor pues sus huevotes eran grandes y duros, como semental en brama me tomo de la cintura, acelero aún más sus embestidas, apretó mi cara contra el colchón… y soltando un fuerte jadeo termino dentro de mi….. Podía sentir como su verga lanzaba los chorros de espesa leche dentro de mí, como vibraba su miembro con cada nueva descarga, era tanta su elche acumulada que rápidamente lleno mi culo y comenzó a escurrir por mis piernas…

Cansado, exhausto, sudado, se acostó al lado mío… yo me quede así echado tratando de recuperarme del dolor… me jalo hacia el con uno de sus brazos, quede a la altura de su axila, ese olor siempre me ha enloquecido, el huele a testosterona pura, a macho, a cabron, a hombre, y esa mezcla de su sudor y el perfume que siempre usa es como una droga para mí, yo lo abrase, el me dio un beso en la cabeza y me dijo:

José: Muchas gracias primito, tenía años que no me venía así… solo tu culo pude sacarme toda la leche, lástima que no aguantas mucho cogiendo…

Exclamo con orgullo mientras sostenía su aun semi-erecto pene…

Nos quedamos así unos minutos, después nos cambiamos y bajamos, no había nadie en la casa.

José: Si preguntan estábamos fumando Yo: ¿Fumando? No nos van a creer José: ¡Nos seas wey!, fumando de la verde. Yo: A ok, ok.

La noche continuo de lo más normal, hasta después de la cena donde al terminar y estar en la terraza de la casa me platico que le había comentado a uno de sus amigos del trabajo de mí, y que si yo estaba dispuesto me lo presentaría, pero eso ya es tema para otro relato. Saludos.

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