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Revisión médica: Héctor y Roberto
Revisión médica: Héctor y Roberto
Era un día como cualquier otro cuando Roberto (el primo de uno de mis mejores amigos) me escribe pidiendo un favor “Acompáñame al médico por favor, sospecho de algo y a ti es a quien más confianza le tengo para estos asuntos” no me sorprendió el mensaje ´pues ya he sacado de apuros en temas sexuales con sus novias, le marque y me comento que se había sentido un bulto en los testículos y quería irse a revisar, quedamos en vernos al día siguiente por la mañana en el centro de la ciudad para ir con un médico que le habían recomendado, al llegar al lugar había algo de gente, esperamos nuestro turno, llego el momento de pasar, lo acompañe a la puerta y me quede afuera pero el doc me hizo pasar, supuestamente para que mi compa se sintiera más en confianza, ya adentro mi compa se bajó los pantalones y le explico el motivo de la consulta, el medico empezó a revisarlo, no era la primera vez que veía a mi compa en pelotas, ya en otras ocasiones hemos hecho desmadre juntos, el médico le comento que en cuanto a sus dudas (el bultito) era una especie de esguince y que con el descanso se recuperaría, el medico aprovecho para preguntarle por su actividad sexual y comenzó a hace runa revisión general en su zona genital, “Todo se ve en orden, ¿Y tú qué tal?” me pregunto, “No pue soy nada Doc. acá el cachondo es mi compa”, “ya wey que te cheque el pito si tu también eres bien pito fácil” dijo el Héctor. “Les voy a cobrar solo una consulta por si te animas, ya estás aquí” comento el doc. Aproveche la oferta, me puse de pie me baje los pantalones y el doc. comenzó a revisar, primero los testículos, luego el pene y por último el área del pubis, “mmmm a ver” dijo con todo de duda mientras jalaba a Héctor al lado mío “Puedes bajarte de nuevo los pantalones” Héctor y yo nos queramos viendo con una ligera cara de preocupación “¿Todo bien?” le pregunte, “déjame revisar algo” dijo mientras con una mano sostenía los testículos de Héctor y con la otra los míos, “¿Son primos?” pregunto, al mismo tiempo que su tacto dejaba de ser profesional y se convertía mas en una caricia, “No Doc. somos compas” respondió Héctor “¿Por qué?” le pregunte con duda, mientras con sus manos tomaba nuestros miembros y respondió “Es que se parecen y la tienen casi igual” dijo al mismo tiempo que comenzaba a masturbarnos, “Doc., esto no es normal” dijo Héctor con nerviosismo, “Necesito que estén en erección para revisar bien un detalle” contesto el doc., nuevamente Héctor y yo nos quedamos viendo, la situación se tornaba rara, pero al fin calientes los dos, nuestros miembros no tardaron en comenzar erectarse, el doctor no sabía para donde mirar, “Si le da unos besitos se pone más dura” le dije en tono burlón mientras lo tomaba de la cabeza y lo llevaba a la verga del Héctor, “¡No mames cabron que haces!” protesto Héctor, “ohhhh tu estate, que aquí el doc. Tiene que hacer una revisión a fondo ¿O no Doc?” le pregunte a lo que solo alcanzo a responder con un “Si” antes de comenzar a chupar el palpitante miembro de Héctor “Nomas que se va a tener que apurar Doc. Porque si no van a sospechar” le dije en tono burlon mientras acercaba mi verga a su cara, momentos después tenía la boca del médico chupando mi miembro mientras con una de sus manos masturbaba a Héctor y con la otra me acariciaba mis peludas piernas…. “¡Ey wey! siéntate en la camilla” le dije al Héctor, obedeció el bato, se sentó, se abrió de piernas dejando su verga dura lista para ser mamada por el doc., mientras el doc. Le chupaba el garrote a mi compa yo me puse atrás de él, le baje los pantalones, le escupí el culo y comencé a pasarle la verga por su raja… “No mames wey ¿Te lo vas a coger?” pregunto sorprendido Héctor, “Shhhh de, te van a oír” le respondí mientras la cabeza de mi verga comenzaba a entrar en el culo del doc. Con Héctor ya habíamos compartido viejas y ya sabía lo que seguía Héctor tomo al doc. De la cabeza y le un dio su verga hasta el tope, cosa que aproveche para meterle mi verga de un solo putazo, el doc. se quiso zafar pero el Héctor lo tenía bien agarrado de su cabeza ay yo lo tenía bien agarrado de la cintura, de repente solo se empezaban a escuchar sus pujidos de placer con cada metida de verga que yo le daba, los huevos del Héctor estaban bañados de las babas que escurrían de la profanada boca del doctor, mis huevotes peludos chocaban con su culo, Héctor no dejaba que el doc. se separada de su verga al mismo tiempo que lo cacheteaba levemente…. Aumente el ritmo de mis embestidas y le solté una fuerte nalgada que seguramente se escuchó hasta afuera del consultorio, el Héctor solo se rio de la situación, le saque la verga al Doc. Y comencé a dedearlo fuertemente mientras me masturbaba, el Héctor hizo lo mismo, le saco la verga de la boca al doc. Y comenzó a jalársela mientras el doc. Le chupa sus huevos, “¿Dónde va a querer su mechita doc?” Pregunto Hector, el Doc. todo lleno de éxtasis respondió “En la cara, en el pecho” mientras se sentaba en su banquito y se abría los botones de la camisa para recibir nuestra leche, el primero en venirse fue Héctor, se los echo directo en los pechos, varios chorros de leche espesa cayeron en el pecho del médico, el medico todo caliente jugaba con el sementé del Héctor, sin darse cuenta yo me puse en frente de él y sin avisar le avente mis chorros de leche directo en la cara llenándosela de mis mecos, el doctor al sentir el choque de mi caliente leche con su cara lanzo un gemido de placer al mismo tiempo que juntaba mi leche con sus manos y la mezclaba con la de Héctor y la chupaba morbosamente de sus dedos… “¡Que delicia!” exclamo el doctor mientras seguía comiendose la leche que le dimos, nosotros por nuestro lado comenzamos a acomodarnos la ropa… como pudo se paró el doctor, estaba temblando del éxtasis, no me había fijado pero al parecer se había venido el medico pues tenía una gran mancha en sus pantalones, esperamos un momento a que medio se limpiara el doc. Y nos despedimos, no sin antes decirle “Esta fue gratis, la siguiente le va a costar” tome una de sus tarjetas y nos fuimos…. Salimos y las personas que estaban esperando se nos quedaron viendo algo raro, incluso su secretaria como que estaba extrañada por la tardanza (y los sonidos), a mí me vale madre todo el Héctor es más reservado pero pues bueno al menos nos fuimos deslechados, ya después les cuento que más hicimos con ese doc.
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A LA BRAVA
Siguiendo los consejos de un personaje de internet me anime a “ligarme” a un chacal “a la brava” les cuento como fue.
Todos los dos al salir de mi trabajo pasaba por un deposito donde siempre había unos10 o 15 personas pisteando afuera, la mayoría tenían aspecto de albañiles o mecánicos, la verdad a veces me detenía solo para admirar a esos rústicos hombres que tenían un -no sé que qué me enloquecía-, algunos jóvenes, otros maduros, gordas flacos, desnutridos, uno que otro gordi-bueno y muy de vez en cuando alguno de muy buen ver, ese día por azares del destino se me habían acabado mis cigarros, pretexto perfecto para deleitarme la pupila, no contaba con que al bajarme de mi vehículo uno de esos hombres me saludaría “¡Inge!” oí que me gritaron, era Juan, un chavo que había trabajado como albañil en uno de mis últimos proyectos “¡Dispare una Inge!” grito con desfachatez total, le hice una seña de que se acercara, entramos a la tienda él fue por su caguama y yo por mis cigarros, casi al llegar a la caja vi que justo donde estaba sentado Jun había otro joven de más o menos su misma edad, muy moreno tostado por el sol, de no más de 20 años, todo sucio, lleno de polvo, con brazos fuertes, piernas peludas… pagamos la caguama y los cigarros, yo estaba un tanto nervioso quería decirle a Juan que me lo presentara pero nunca había hecho algo así, hasta que recordé un comentario de un “influencer” que seguía “Es más el miedo que tú le tienes al chacalon, que el verdadero riesgo latente de que algo malo te pase” así que me arme de valor y antes de despedirme de Juan le comente con mucha pena algo al oído: “Oye, me gusto tu amigo, dile si no se quiere ganar una propina” el Juan me volteo a ver con cara picara y dijo “Deje para otras dos caguamas y yo se lo pongo”, no lo podía creer, “¿Realmente era así de simple?” me preguntaba en mis adentros, tome un billete de 100 y se lo di a Juan quien gusto fue donde su amigo, le dijo algo al oído, vi que me señalo y después de darle dos sorbos a la caguama ese joven desconocido venia hacia mí, por un microsegundo pensé que me golpearía o algo asi, pero no fue el caso, el joven se recargo en mi carro: “¿Qué se hace o qué?” Me dijo completamente tranquilo, “Nomas que yo solo doy, no me gusta que me agarren las nalgas, ni que me besen” agrego en un tono muy seguro… “¿Y de a como o qué onda?” pregunte con nerviosismo “Tu tranquilo yo nervioso, primero checa la merca, gózala, disfrútala, ya después vemos que pedo”… que morbosa y excitante situación, no dude y le dije que se subiera, yo ni me despedí del juan, mi desconocido nuevo amante solo le chiflo y le hizo una seña, arranque el auto rumbo a las afuera de la ciudad en busca de un motel discreto, en el trayecto no podía dejar de ver su cuerpo, sus piernas, todo el en me gustaba de sobre manera, “puede tocar sin pedos inge” dijo mientras echaba para atrás de su cabeza sus manos, dejando al descubierto sus axilas impregnando todo el auto de un olor tan excitante, olía a sudor, a hombre, a macho, no era un olor desagradable, era un olor que invitaba a disfrutar, mi mano tímidamente se posó sobre su pierna sintiendo sus vellos gruesos, su piel morena, era una delicia, pude incluso tocar un poco sus huevos, el trayecto se me hizo sumamente corto, tiempo me falto para manosearlo a mi antojo, pero al fin y al cabo ya habíamos llegado al hotel, entramos a la habitación, apenas encendí las luces cuando él ya se estaba desnudando, una vez que quedo completamente sin ropa pude admirarlo en todo su esplendor… “pues esto es lo que hay” dijo mientras se sacudía su verga… la vista era increíble, su cuerpo moreno, bien formado a base de puro trabajo duro, su verga peluda era una delicia, se veía pequeña pero más adelante me dio una gran sorpresa, yo no sabía por dónde empezar, él se sentó en la cama y lo primero que hice fue lanzarme sobre su verga, su cuerpo estaba todo cubierto de polvo pero no me importo, quería disfrutar de ese macho semental en su estado más puro, me metí su verga peluda a la boca, mientras con una de mis manos sobaba sus testículos y con la otra tocaba sus abdominales marcados…. Su pene rápidamente comenzó a ganar tamaño, en cuanto alcanzo su punto más firme el me tomo de la nunca y me presiono fuertemente contra él, mi nariz se hundió en sus pelos negros, me faltaba el aire, trataba a de alejarlo pero era inútil, el llevaba el control, él era más fuerte que yo y no dudaba en demostrármelo, “¡Abre bien!, ¡Trágatela toda!” me decía mientras me daba golpecitos en mis mejillas, mi boca se abría lo más posible para no ahogarme, chorros de saliva comenzaban a caer desde mis mandíbulas “lámeme los huevos” ordeno, y así yo con su verga incrustada hasta la garganta y mi boca abierta a mas no poder saque mi lengua para comenzar a lamer un poco sus testículos, “Eso así que rico chúpame bien los huevos” me decía mientras sacaba su verga de mi boca y me guiaba hacia sus testículos, desde donde estaba podía ver su verga toda dura y punzante cubierta de mi saliva, él por su parte me tenía bien sujeto de los cabellos y guiaba toda la acción con su mano. “Métetelos a la boca” dijo, para mí era una delicia obedecerle, pese a estar todo el día en el trabajo no sabía ni olían mal, “encuérate” me dijo, mientras él se acomodaba en la cama, me desnude por completo, me acosté a su lado en la cama y sin decir palabra alguna él se lanzó sobre mis pechos, comenzó a chuparlos, lamerlos, besarlos, succionarlos fuertemente arrancándome suspiros y quejidos de placer, mientras su boca chupaba uno de mis pezones, con su mano el masajeaba el otro preparándolo para recibir sus lamidas también, su trato era duro, salvaje, brusco, tosco, como debe ser, con uno de sus gruesos y callosos dedos comenzó a dilatarme mi culito que se siento vulnerado ante tal intruso, movía su dedo calloso dentro de mi como buscando algo, hasta que lo encontró, el muy cabron seguramente ya había hecho gritar de placer a otros hombres, pues su dedo de inmediato comenzó a masajear mi punto g, momentos después me dijo “mámamela otra vez” se colocó encima de mí y comenzó a follarme la boca, su verga dura chocaba con mi garganta abriéndola más y más literalmente me estaba golpeando la garganta con su verga, yo trataba de mamarla para que deslizara en mi garganta y no chocara con ella pero era inútil la posición no lo permitía, él se percató de eso, así que se giró sin avisar y quedando casi de lado su verga se abrió paso dentro de mi garganta, la sensación fue dolorosa, su verga me estaba abriendo como nunca antes me habían abierto la garganta, su glande rosaba con las paredes de mi garganta provocándome arcadas, empezó así un mete y saca que solo me hacía llorar “Ya, ya no llore, quería verga, verga le doy ¿O no te gusta cómo te doy verga?… ¿Querías hombre? pues así cogen los hombres de verdad” decía mientras no paraba su cruel tortura, de repente mis quejidos fueron escuchados, él se levantó y así de pie en la cama me tomo de los cabellos y comenzó a follarme nuevamente la boca, mis lágrimas se mezclaban con la saliva que caía de mi boca, no eran lágrimas de tristeza, eran de felicidad, siempre leía relatos de hombres heteros rudos tratando así a aquellos que se animaban a seducirlos y hoy me pasaba a mi…. Poco a poco me acostumbre a la sensación de dolor en mi boca y garganta, comencé a disfrutar sus embestidas, acariciaba sus firmes piernas peludas, su abdomen duro, sus brazos, sus pectorales, todo lo que estaba a mi alcance tocaba… se separó de mí, se bajó de la cama, me tomo de los talones, me arrastro hasta la orilla de la cama, me alzo las piernas me las abrió y sin pena alguna comenzó a darme la mejor mamada de culo de mi vida, su hábil lengua se movía rápidamente en todas direcciones encima de mi ano, abriéndolo, dilatándolo suavemente, alternando con fuertes succiones que me hacían retorcerme de placer, me abría las nalgas para dejarlo lo más expuesto posible, trataba a mi culito como si de una puchita se tratase,, lo abría con su lengua y alternaba con sus dedos como preparándolo para lo que venía … “¿Traes condones?” me pregunto… “no-o” respondí con la voz entrecortada por el éxtasis… “Ni modo a peluche” dijo al mismo tiempo que me daba una nalgada, ni tiempo me dio de oponerme cuando sentí como su glande comenzaba a abrirse paso entre mis pliegues…. Que delicia, ese cabron había dilatado y lubricado lo suficiente como para que su cabeza y un poco más entraran de un solo lento y placentero golpe en mi… “ahhhhhh” grite… “Y aún falta más” dijo con una sonrisa en su rostro, se acercó a uno de mis pezones y sin previo aviso lo mordió fuertemente, el aprovecho el violento movimiento de mi cuerpo para meterme la mitad de su miembro…. “Eso, eso, así trágatela toda” decía mientras flexionaba mis piernas y juntaba mis pies encima de uno de sus hombros…. Lentamente comenzó un mete y saca que no tardo nada en agarrar velocidad y ritmo, pronto sus movimientos eran como salvajes como los de un animal, sacando y metiendo la mitad de su delicioso miembro en mi culito, me tomo nuevamente de los piernas las abrió, las coloco encima de sus hombros al mismo tiempo que me jalaba contra él y que empujaba su cadera contra mis nalgas…. “Aahhhhhh” grite nuevamente su verga había entrado en su totalidad “Shhhhhhhh Inge. que no queremos que se les antoje a los demás” me decía mientras comenzaba a bombearme lentamente esta vez, que delicia era sentir como su miembro duro y viril se abría paso con cada mete y saca…. Cuando mi culo se acostumbró a su tamaño y mis gemidos de dolor se convirtieron en jadeos de placer me saco en su totalidad su miembro… “ponte en 4 que ya te los quiero echar”… “¿Tan rápido? Reclame, “llevamos una hora no seas goloso, además la fiera me espera” era verdad, lo había olvidado él no era uno de mis amantes de ocasión que contrataba en páginas de internet, él era un hombre hetero con familia que por azares del destino me estaba haciendo el favorcito…. Me puso en cuatro me sujeto fuertemente de la cintura y jalándome con violencia hasta el me metió de nueva cuenta su verga dura y peluda, como si de un perro se tratase comenzó a moverse con furia, con ganas de venirse, mientras me nalgueaba y apretaba mis pezones, se veía que estaba haciendo un gran esfuerzo por acabar rápido, pues su cuerpo comenzó a sudar y por más que se concentra no se venía, “¿Tardas mucho verdad?”… “Casi toda una noche” respondió agitado…. “Mejor échamelos en la cara le pedí”… Me saco la verga de mi culito y comenzó a masturbarse rápidamente al mismo tiempo que yo le chupaba sus huevos peludos…. Momentos después oigo entre jadeos un “Ya wey, ya vienen” tomo mi cabeza la puso de lado y de repente chorros de abundante esperma espeso y caliente comenzaron a caer por mi cara, yo como si de un becerro ambiento se tratase me pegue a su verga para comerme los últimos chorros de leche, ese duro miembro viril que aún no se quería ir a dormir, después de viciarse seguía bien duro, mi boca no perdió oportunidad de mamar ripiadamente todo ese falo delicioso "¡A la verga!, ya weeyyy, yaaa… ¡Ahhh! Me la vas a arrancar” me decía el desconocido chacalon mientras trataba de alejarme de él…. “Perdóname cabron pero es que estas bien rico” le dije mientras me limpiaba su leche de mi cara… yo me dirigí a la regadera, él al lavabo, solo se enjuago su miembro y salió a cambiarse, yo me di un regaderazo rápido e hice lo mismo, bajamos a mi vehículo, arranque rumbo al depósito donde lo recogí… justo a medio camino le pregunte “¿Cuánto va a ser y cómo te llamas?”… “A que Inge… deja que se lo cojan y ni sabe cómo se llama el macho… Mario “palo” que guste Inge… y pues deme nomas pal vicio con 200 la armo”… llegamos al depósito allí seguía el Juan, evidentemente más ebrio, me despedí a lo lejos y me embarque rumbo a mi casa. Los días siguientes no podía dejar de pensar en Mario, tanto por el excelente recuerdo que me dejo como por el punzante dolor en mi garganta.
Así fue mi primera experiencia cazando chacales. Espero les guste.
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COBRÁNDOME A LO CHARRO
A Jorge lo conocí gracias a su hermano Erik que es uno de mis mejores amigos, con Jorge de repente coincidíamos en antros y bares así que nos empezamos a llevar bien yo siempre he sido mucho de invitar la peda y cosas así, ya que yo casi no tomo y me gusta mucho socializar, a la larga Jorge fue agarrando cayo y ya sabía que conmigo el pisto era seguro, pero de repente empezó a tener más confiancitas que si bien no me agradaban me permitían aunque sea verlo y siempre terminaba jalándomela con su recuerdo, Jorge tiene actualmente unos 20 años yo lo conozco desde que tenía 17, durante este tiempo ha ganado un buen físico, de gym, no mamado, no flaco, solo con buena figura, pero eso combinado a sus facciones varoniles son más que suficiente para traer a varias y varios tras de él, sabiéndose guapo y deseado siempre se ha salido con la suya embabucando a cuanta morra se encuentra en su camino, sin embargo con los vatos era ms retacados, nunca soltaba prenda pero eso sí, siempre recibía muy gustoso los regalos y ayudas que le daban, poco a poco esta actitud de él empezó a molestarme, más que nada por mal agradecido que por cualquier otra cosa, pues así fuera interesado pero al menos buena gente no tendría tanto problema, el chiste es que a lo largo de estos años yo como muchos otros le hice infinidad de favores, un día después de una ruptura amorosa se puso una peda monumental junto conmigo y otros amigos, al final lo dejaron solo por mala copa, así que termine llevándolo a su casa, llegamos y no había nadie, lo senté en la sala y estaba a punto de irme cuando algo dentro de mí me erizo la piel “¿y si me cobro a lo charro?” Jorge ya sabía que me gustaba, yo se lo había dicho en un par de ocasiones pero siempre paraba en seco mis insinuaciones… mi corazón empezó a latir más rápido, me acerque hacia él y le hable fuertemente “¡Jorge! ¡Jorge!” muy apenas reaccionaba, puse mi mano sobre su gruesa pierna y un frio electrizante recorrió todo mi ser, comencé a frotar un poco más mi mano sobre su muslo y aprecia no sentir nada… volví a moverlo tomándolo del hombro para ver si reaccionaba y nada, lo acomode bien en el sofá, me hinque enfrente de él y con manos temblorosas comencé a tocar su pecho, se sentía duro, trabajado, firme, como si de pechos femeninos se tratasen comencé amasarlos suavemente, lentamente por encima de su camisa blanca, me arme de valor y poco a poco lentamente con mucho cuidado fui desabotonando su camisa hasta dejar al descubierto ese torso firme con el que tantas veces había fantaseado, sin pensarlo dos beses mi boca se dirigió a uno de sus pezones, lo lamia con suavidad, lo besaba, lo succionaba tiernamente como procurando no despertarlo pero poco podía hacer yo contra la lujuria que me consumía, mis manos inquietas comenzaron a tocar todo su cuerpo sin pudor algunos, desde sus pectorales hasta sus ´piernas, sin dejar de lado esos brazos grandes y tatuados que tanto me gustaba admirar… seguí besando su cuerpo hasta llegar a su cinturón que rápidamente desabroche, le baje el pantalón de mezclilla junto con sus bóxer dejando al descubierto sus grandes piernas, me quede atónito un momento admirando su miembro unas enormes bolas colgaban, aun en reposo se podía ver que era grande y grueso, mis manos nuevamente temblorosas se dirigieron a sus enormes testículos, se sentían pesados, grandes, calientitos, con mi otra mano comencé a acariciar ese miembro dormido, se sentía suave, tibio, toda una delicia, mi boca escurría de las ganas de probar ese miembro, así que sin dudar me metí todo ese miembro en mi boca, lo chupaba, lo lamia, lo saboreaba, era exquisito en verdad sentir como poco a poco lentamente reaccionaba…. Pero no podía engolosinarme ya que su hermano podría llegar en cualquier momento, deje de chuparle su miembro, me puse de pie y así con el sabor fresco de su pene en mi boca comencé a besarlo apasionadamente, con mi lengua me encargue de llenar toda su boca de mi saliva mezclada con su sabor, a estas alturas yo estaba súper caliente, a punto de estallar, me dolía mi miembro de tan duro que estaba… así que agarre valor, lo acomode nuevamente en el sofá, esta vez acostado a lo largo, saque mi duro miembro de mis pantalones, le abrí la boca y suavemente comencé a meterlo y sacarlo, ¡Uffff! Que delicia, se sentía tibia su bica, la cerré un poco para que sus labios presionaran mi duro miembro que se moría de ganas por llenarle la boca o la cara de leche pero debía aguantar, debía disfrutar al máximo esa única oportunidad que tenía, así estuve unos minutos más jugando con mi miembro en su boca hasta que decidí que era hora de algo más, recorrí sus grandes nalgas con mis manos, mi corazón parecía que se iba a detener en cualquier momento por la emoción, mis dedos traviesos buscaron su rajita mientras mi otra mano acariciaba su miembro… poco a poco mi travieso dedo fue acariciando su culito virgen, mientras en mi otra mano podía sentir como crecía un poco más su miembro… de repente oigo que se detiene un taxi en frente de la casa “¡En la madre!” pensé, me acomode como pude la ropa y me escondí en la cocina pero para mi suerte solo había sido un taxi que vino a dejar a un vecino supongo…. Era momento de irme, pero no podía marcharme sin venirme y mucho menos dejándolo así en la sala… Rápidamente me volví a sacar el miembro y mientras acariciaba su cuerpo comencé a jalármela rápidamente, no tarde mucho en llenarle su pecho con mi esperma, no lo pensé dos veces y recorrí sus pectorales limpiando mis restos no sin antes darle una última chupada a sus pezones, para finalizar mi travesura me fundí en un profundo beso con Jorge donde deposite los restos de mi saliva mezclada con mi semen en su boca, acto seguido lo desnude por completo, pues recordé que en algún momento me conto que cuando llega tomado siempre se duerme desnudo, lo cargue hasta su cuarto y lo deje en la cama, avente su ropa en una silla y me dispuse a salir…
Al día siguiente todo parecía normal, cerca del medio día recibí un mensaje de Jorge preguntándome quien lo había llevado le comente que yo pero que lo había dejado en la entrada de su casa y que con la misma me regrese al bar, el pareció creerlo pues no hizo más preguntas… han pasado meses de ese encuentro y aun se me pone bien dura y babosa mi verga cada que recuerdo su cuerpo desnudo a mi disposición.
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CARNITA CHILANGA
Por cuestiones de trabajo tuve que ir unos días a la CDMX y no quise desaprovechar de probar un buen pedazo de carne chilanga, contacte a un chico en twitter que fungía como agencia y después de ver todo el catalogo me decidí por Dylan, un chavo de 1.75, moreno, cuerpo delgado pero fit, medio guapillo y con un miembro que prometía no dejarme con hambre.
Llegue a la cdmx el primer día de trabajo todo normal, dada la 1 pm yo ya estaba en el hotel que él chico que contacte había conseguido para el encuentro, era un hotel muy mono con su jacuzzi, potro del amor, columpio, cama amplia, climatizado, el lugar se prestaba para hacer de todo, pasados unos 45 minutos de mi llegada suena el celular avisándome que el uber que mande por el chico había llegado, yo ya estaba completamente limpio, en bata, esperando su llegada, la emoción por conocer a Dylan me producía un cosquilleo en el culito delicioso que solo sería calmado por un potente miembro abriéndome en dos, cuando abrí al puerta me tembló todo, Dylan llevaba una camiseta cuello v que dejaba casi nada a la imaginación, podía ver sin problema alguno la dureza de sus pectorales, sus bien formados bíceps, tríceps, su silueta en forma de “V”, por las aberturas laterales de su camiseta se vislumbraban sus tetillas, su abdomen marcado, era mucho mejor de lo que se veía en las fotos, ese cuerpo espectacular venía acompañado de una amplia sonrisa, unos labios carnosos y una carita varonil y agradable… lo invite a pasar, me senté en la cama y le pedí que se desnudara lentamente para mí, disfrute de un pequeño baile privado donde al final le quite el bóxer con mis dientes. “Metete al jacuzzi” le dije mientras yo me deshacía de mi bata para alcanzarlo, estando dentro del jacuzzi ambos comenzamos a platicar un poco sobre diversos temas, claro que mientras hablábamos yo aprovechaba para tantear el terreno, acariciaba sus bien formadas piernas velludas, sus bíceps, sus tríceps, sus pectorales, su abdomen y de repente entre tanta charla toma mi mano y la lleva a su pene, yo por inercia comencé a acariciarlo, nos miramos fijamente y de él salió una sonrisa perversa llena de complicidad, me gustaba su actitud, no era tímido era decidido, seguimos charlando mientras lo masturbaba. Lentamente ese miembro comenzaba a ganar tamaño, cuando ya estaba medio duro nuevamente sin mediar palabras me beso, primero lento, luego más fuerte, su lengua se abría paso entre mis labios, su lengua buscaba la mía, sus mano me tomo de la nuca y me jalo hacia el para que lo besara más fuerte, con más pasión, ¡Woooow! Su actitud me sorprendió, son pocos los chicos que besan y este no solo me besaba, me estaba metiendo la lengua, me estaba manoseando, me estimulaba mis pezones, me acariciaba, me jalaba contra él, me abrazaba, me hacía sentir lo que ningún otro chico hasta ese momento había logrado, sin ningún inconveniente podría juntar mi cuerpo con el suyo, sentir cada uno de sus duros músculos contra mi suave piel era un deleite para mi… en eso me separa de él… no tuvo que decir nada, yo como piraña me lance sobre su miembro allí en el jacuzzi, se la mamaba por debajo del agua, el alzaba lo más que podía su pelvis para sacar su miembro y evitar que me ahogara, pero no me importaba nada, ese miembro valió todo el esfuerzo del mundo, era grande en verdad, grueso, duro, pesado, lubricaba muchísimo, con cada mamada que yo le daba le arrancaba un gemido de placer, de reojo podía ver y disfrutar de las caras que hacía, de sus gemidos, de las palabrotas que me decía “Eso perra mámala, chúpala toda, ¡Trágatela!” exclama gustoso mientras su cuerpo se tensaba de placer…. Después de chupársela por un buen rato me detuve, estaba cansado, la posición era incomoda pero el placer era mucho mayor, me senté de nuevo en el jacuzzi el me abrazo, me jalo hacia él, me dio un apasionado beso y coloco mi cabeza sobre su pecho… seguimos hablando un rato más, yo no dejaba de tocar esa verga dura y pesada… pasados unos minutos le pedí que fuéramos a la cama y justo cuando me estaba subiendo me dice quédate así (en cuatro) sin que yo se lo pidiera comenzó a hacerme un exquisito beso negro, abría con gentileza mis nalgas mientras su hábil lengua estimulaba mi culito, su lengua recorría la circunferencia de mi huequito, lo lamia de arriba abajo, lo succionaba, le daba de piquetitos con su lengua, de mi boca solo salían gemidos de placer yo estaba en las nubes los brazos me temblaban, él se dio cuenta, “Voltéate” me dijo, obedecí y me recosté sobre la cama con mis manos sujetaba mis piernas para dejarle el espacio libre a Dylan y que me llevara nuevamente al cielo con su lengua en mi rajita. Con mi culo totalmente abierto su lengua entraba un poco más y me hacía estallar de placer, esa lengua húmeda me estaba dilatando como jamás antes nadie lo había hecho, más gemidos salían de mí, el noto como mi cuerpo me traicionaba, mi culito se abría y se cerraba pidiendo más, como invitando a esa lengua a entrar más profundo… “Jálatela si quieres” me dijo mientras no dejaba de succionarme mi culito… yo acepte su oferta y mientras yo me la jalaba y me estimulaba los pezones el me hacía poner los ojos en blanco con tan diestras mamadas de culo que me daba, mis gemidos iban en aumento, no podía con tanto placer, estaba a nada de venirme cuando siento como un dedo intruso se mete bruscamente en mi culito haciéndome saltar de la sorpresa, no me dio tiempo a decir algo cuando ese travieso dedo encontró mi botoncito, mi punto g, mi punto débil, sin piedad comenzó a estimularlo con una maestría sin igual, nuevamente mi cuerpo me traiciono sin que pudiera yo poner algún tipo de resistencia mi miembro comenzó a eyacular, chorros de leche caliente caían en mi torso, en mi pecho hasta mi cara, mi culito se cerraba violentamente alrededor de ese intruso dedo que no dejaba de estimular mi próstata… después de venirme siguió dedeandome, yo parecía gusano en sal, me retorcía del placer, eso al parecer él lo disfrutaba pues solo cuando empecé a suplicarle que parara obedeció… “Espero que aun quieras más porque esto está comenzando apenas” me dijo mientras agarraba su miembro y me lo pasaba por las nalgas… “¡Eres un cabron!” le conteste mientras con piernas temblorosas me dirigía al baño, él me siguió, comencé a bañarme, él tomo el jabón y lo paso por todo mi cuerpo, besando, mordiendo, disfrutando de mi cuerpo al mismo tiempo que me enjabonaba, me abrazaba, me besaba el cuello, me repagaba su miembro viril en mis nalguitas, era literalmente un gigolo, sabia como mantenerme encendido, su actitud picara pero dominante me enloquecía, allí debajo de la regadero nos fundimos en un largo y apasionado beso. Mientras nuestras lenguas jugaban entre sí, sus manos no dejaban de masajear mis nalgas “Que ricas las tienes” me dijo mientras me soltaba una nalgada que me hizo saltar de gusto, con sus manos sin dejar de besarme me unto algo de shampoo en mi culito, me tomo de la cintura me jalo fuerte hacia él y me alzo, por instinto mis piernas abrazaron su cintura, me coloco contra la pared y mientras besaba y lamia mi cuello su duro miembro buscaba mi culito, cuando la encontró comenzó a dar leves empujoncitos contra mí, que delicia sentía yo, su boca en mi cuello y su verga en la entrada de mi culo… estuve a punto de dejarme llevar por la calentura pero no, de mi boca salió un “Con condón papi”… “No te preocupes, solo estoy jugando, no te quiero embarazar” me dijo mientras me besaba de nuevo… terminamos de bañarnos y regresamos a la cama… Él se subió primero, se colocó justo en medio de la cama con las manos detrás de su cabeza dejando todo su cuerpo a mi disposición, comencé a besarle la boca, las orejas, a bajar por su cuello, por su pecho hasta llegar a sus tetillas, se las lamia suavemente arrancándole suspiros de placer, sin saber yo lo que hacían guiado más que nada por el instinto me dirigí a su axila para hacer lo mismo, pero al apenas pasar mi lengua por esa zona un escalofrío recorrió por completo el cuerpo de mi joven amante, seguí estimulándolo y como si oleadas eléctricas lo recorrieran él luchaba contra el placer que le hacía sentir, pronto esos suspiros se convirtieron en jadeos, estire mi mano hasta su miembro y lo que sentí me hizo agua la boca y el culo, su potente glande estaba lubricando muchísimo, sentía mis dedos pegajosos de tanto precum que le salía, no me pude resistir a ello y seguí bajando, besando su pecho, sus torso, pasando mi lengua por sus cuadritos, hasta llegar a ese palo punzante de carne que devore con ansias y pasión, él estaba más caliente que antes y sin aviso alguno me sujeto de la cabeza apretándome fuertemente contra él, mi garganta no pudo hacer otra cosa más que ceder y así de un fuerte empujón su miembro llego hasta mi garganta, abría lo más que podía mi garganta para no ahogarme, pero sus embestidas no me permitían tragar suficiente oxígeno, sentía que me ahoga, sus embestidas se hacían más rápidas, más violentas, mi garganta comenzaba a doler, me lagrimeaban los ojos, chorros de saliva escurrían de mi boca, me tomo fuertemente de lo cabeza y uso mi boca cual muñeca inflable para darse placer “Eso perra, trágatela toda ¡No te vayas a ahogar! ¡A la verga que rico te la comes!” decía extasiado mientras no dejaba de follarme la boca, sin avisar me tomo de los cabellos y me jalo hacia un lado, como pude trague todo el aire que cupo en mis pulmones y sin mediar palabra llevo mi boca a sus huevos para que los chupara mientras él me daba de vergazos en la cara con su miembro empapado de mi saliva “¡Eso, eso, asiii, asiii ¡Sigue chupándomelos!, que rico que rico, eres una perra, ¡Una perra mamahuevo!” gritaba extasiado, nuevamente llevo mi boca a su verga, pero esta vez dejo que yo solito me la comiera a mi ritmo, me la saque de la boca y mientras me pasaba su palote duro por toda la cara le dije: “eres un pinché salvaje… ¡así como me gustan!” actos seguido me metí su verga hasta el tope, su potente miembro duro se abría fácilmente paso por mi garganta haciendo a un lado mi campanilla, rosando mis amígdalas, tallándome el esófago…. Por su parte el solo miraba la escena con una cara de lujuria total, me tenía más que sometido a sus deseos, sin forzarme yo solito me metía esa verga deliciosa hasta el fondo como pidiendo más… sus pesados huevos estaban llenos de saliva, mi boca parecía una fuente no dejaba de babear por él... Cuándo sentía que no podía mas le pedí casi suplicante “Follame, cógeme, hazme tuyo, hazme lo que quieras”… con la velocidad de un lince se paró de la cama, yo me desplome por completo, el beso mis nalgas, mientras se ponía el condón, le dio un escupitajo a mi culito, se montó sobre mí, su miembro buscaba mi entrada mientras sus labios buscaban los míos, cuando su miembro se colocó en la entrada de mi culito, el comenzó a besarme apasionadamente a acariciarme la cara, el cuello, el cabello, sin previo aviso me metió con un ágil movimiento de pelvis la cabeza gruesa de su glande mientras me hacia una especie de llave y me tapaba la boca “¡Calma, calma! No te muevas ¡O se te va a romper el culo perrita!” me decía con una serenidad y frialdad digna de un experto gigolo, mi cuerpo no obedecía, me seguía retorciendo del dolor, era un dolor punzante, profundo, sentía como ese potente tronco de carne abusaba de mi tierno culito, pese a la previa dilatación su grosor era demasiado…. “¡Si no te calmas te voy a reventar el culo perra!” dijo en un tono serio mientras sentía como hacía más presión para meter más su miembro en mi culo…. nuevamente comencé a moverme como queriendo escapar, caso que aparentemente le molesto, “¡Tú lo pediste!” dijo mientras apretaba con más fuerza su miembro contra mí, su punzante y duro miembro se abría paso con dificultad en mi culo apretado, me estaba reventando por dentro, la poca lubricación que uso me hacia sentir cada centímetro que entraba en mí sin piedad sin compasión, no se detuvo hasta tener más de la mitad adentro de mí, haciendo más fuerza contra mi cuello me dijo “No te quiero lastimar, así que relájate” me soltó y yo mordí la sabana como tratando de no gritar por el dolor, él comenzó besarme la nuca, las orejas, de nueva cuenta comenzó a moverse, pero estaba vez hacia afuera, claramente podía sentir como a medida que su miembro retrocedía mi culito trataba de regresar a su forma original, cuando su glande casi llega a la entrada de mi culo, comenzó a metérmela de nuevo, lentamente, suavemente, con delicadeza yo me aferraba a la cama para no gritar, de mi boca salían pujidos de dolor y placer, gemidos ahogados por las sabanas, “Ya vez, si no te mueves duele menos” dijo mientras seguía moviéndose lentamente dentro de mí con una habilidad casi felina, poco a poco, con el paso de los minutos el dolor iba desapareciendo, pronto deje de aferrarme a la cama, arquee mi espalda para alzar un poco más mis nalgas, el me abrazo y se dejó caer sobre mí, ambos caímos en la cama, él me besaba las orejas mientras me preguntaba al oído “¿Te gusta?, ¿Sientes cómo te voy abriendo?, ¡Estas bien apretadito! ¡Tienes un culito bien rico pinche perra!” yo no respondía nada, pues aún me dolía un poco, mi silencio pareció molestarle y haciendo más presión contra mi culo me dijo fuertemente al oído “¡Te está hablando tu hombre! ¡Contesta zorrita!”… mi respuesta fue un “¡Ayyyyyyy! Si papi, si me gusta, me gusta cómo me lo haces, me duele pero me gusta”…. “¡Qué bueno que te guste porque apenas viene lo bueno!” me dijo mientras me sacaba por completo su miembro duro y punzante, ante la ausencia de su miembro pude sentir como el aire fresco entraba a mi abierto culito…. Me jalo de las piernas me puso en la orilla de la cama, se bajó a mi culito y comenzó a lamérmelo, a chuparlo, a saborearlo…. Sentir su lengua húmeda en mi caliente, lastimado, adolorido e irritado culito era un bálsamo para mí, estuvo un buen rato allá abajo lamiendo mi culito, dilatándolo, ensalivándolo por dentro y por fuera, una vez listo mi culito él se incorporó y pude ver de nuevo ese cuerpo joven, desnudo, marcado, firme, duro, que comenzaba a sudar, su respiración era un poco agitada, me miraba cual cazador acechando a su presa… tomo entre sus manos su duro y pesado miembro, lo escupió justo en la punta con esa habilidad única que tienen los chacalones, se dejó caer sobre mí, sosteniéndose en sus brazos que quedaron alrededor de mi cuerpo, me beso suavemente, tiernamente, con cariño, mientras la cabeza de su miembro comenzaba a entrar lento en mi culito, la sensación era más que placentera, mi culito se sentía más suelto, más dilatado, poco a poco entraba sin resistencia, pero en esa posición mi culito quedaba aún más expuesto, así que su miembro llego más al fondo causándome nuevamente unos gemidos de dolor… él se dio cuenta de ello y comenzó un mete y saca suave pero constante, con cada nueva metida de verga salían gemidos y pujidos de placer de mi boca, poco a poco esas suaves embestidas fueron cobrando fuerza, de pronto se dejó caer por completo sobre mí y como si de una bestia salvaje se tratara sus embestidas se hicieron brutales, yo me aferre fuertemente a su espalda cual gata en celo tratando de aguantar todo el placer y dolor que me producía su grueso miembro taladrándome “Ahhhhh, ahhhhh, ¡No mames que cabron eres! Ahhhhh” era lo único que alcazaba a decir, mis ojos se ponían en blanco, era un semental cogiendo, así me tuvo un buen rato, parecía una máquina, no se cansaba, su cuerpo sudaba más copiosamente, podía sentir su calor, su potencia, todo su poder dentro de mí... De repente se incorpora, toma mis piernas las alza y de un fuerte empujón de verga me hace retroceder como queriendo escapar de ese dolor, el aprovecho se movimiento para montarse en la orilla de la cama y en esa posición con mis piernas levantadas por sus manos coloco mis piernas sobre sus hombros y con sus brazos a modo de candado abrazo mis piernas, para empezar a taladrarme aún más fuerte que antes… parecía que estaban aplanando las pechugas en la carnicería de tan fuerte que me daba con su cuerpo sudado chocando con el mío… Parecía yo un muñeco de trapo siendo usado por ese machote semental que madamas no parecía cansarse, ya habían pasado más de 2 horas y media desde que comenzamos y su miembro seguía igual o más duro que al principio… yo nuevamente me aferraba a la cama, gemía como un loco poseído “Ahhhhhhhhhhh, noooooo, noooooooooo, ahhhhhhhh ¡Para!” le decía mientras el con risa burlona me preguntaba “¿Quieres que pare? ¿Quieres que me detenga? ¡Contesta!”…. “Nooooooo, nooooooo, no te detengas” le decía con voz entrecortada mientras me agarraba fuertemente de las sabanas de la cama, de repente separa mis piernas y las abre aún más formando la gran “V” ¡Woooow! Lo que vi me prendió muchísimo más, ese cabron me miraba con deseo, con pasión, con furia, estaba decidió a hacerme puré el culo, podía ver su cuerpo tensado, sudado, su cara roja por el esfuerzo, pero esa mirara dominante me hacía saber que esto aún no estaba cerca de terminar…. Coloco mis pies sobre sus pectorales, haciéndome flexionar mis piernas, dejando aún todavía más expuesto mi maltrecho culito a su placer, ahora no me taladraba como una máquina, ahora me embestía como un toro, lento pero con fuerza, con furia, con cada nueva metida de verga podía sentir chocar sus pesados huevos contra mis suaves nalgas…. “¡No mames! No creí que me la aguantaras ¡Eres una traga verga! ¡Te encanta que te cojan verdad! ¿Qué te den duro?” Me decía en medio de jadeos…. “Siiii, ¡Siiiiii! Me gusta” le contestaba completamente envuelto en éxtasis, siguió en esa posición por unos minutos más, después de eso me volvió abrir de piernas, coloco su rostro frente al mío, en esa posición el sudor de su cuerpo y de su rostro caían sobre mí, eso me causo un morbo y un placer nunca antes experimentado, me dio un beso suave y me dijo: “Ahora enséñame lo que sabes hacer” mientras se separaba de mí, juro que sentí un vacío inmenso dentro de mi cuándo su pedazo de carne abandono mi cuerpo…. Él se recostó en la cama nuevamente con los brazos en la cabeza dejándome a mi ser quien llevara el control esta vez… yo, ya sin temor al dolor que me provocaba su miembro me deje caer por completo sobre su punzante miembro cual rana que salta a la estaca… ¡Ufffffff! El placer y la sensación fueron únicas, sentí entrar todo ese grueso y potente miembro de un solo jalón…. Un gemido de dolor salió de él al sentir todo mi peso sobre sus testículos y como si de una clase de fitnes se tratara comencé a darme de sentones sin piedad sobre él, yo me mordía los labios y cerraba los ojos para aguantar todo ese palote dentro de mí, quería mostrarle que no solo el tenia buen aguante, pero mis piernas me traicionaron dejándome caer por completo sobre él, él me jalo, me abrazo y comenzó a besarme…. “¿Te cansaste?” me pregunto… “Si un poco” le respondí con el poco aire que me quedaba, con un hábil movimiento rápidamente me volteó quedando como de cucharita y así en esa nueva posición comenzó un mete y saca delicioso, rítmico, suave, sensual, mientras su miembro me estimulaba mi colita, sus manos jugaban con mis pezones y boca besaba mi oreja, yo estaba en la gloria…. En eso un sonido familiar interrumpió el mágico momento, era mi celular, estire la mano y vi una llamada entrante de Alfonso, otro chico que había citado por si Dylan me fallaba, al ver la hora me asuste, ya llevábamos mas de 3 horas allí, “Déjalo, que no nos molesten” me dijo Dylan mientras no dejaba de bombearme… “Espérame, es importante” le dije mientras con todo el dolor de mi corazón sacaba su duro miembro de mi culito caliente…. Llame a Alfonso para disculparme y quede de mandarle una compensación por la cita cancelada… cuando regrese a la cama me tome un momento para observar a mi joven amante… “¿Te gusto o que pedo?” me pregunto muy seguro de sí, “Me encantas” le respondí… “Pero ya no tardo en irme” le dije con cierta seriedad… “No te puedes ir sin probar la leche chilanga” me dijo él mientras se quitaba el condón… no hizo falta que dijera más para que entendiera su invitación, cual vil becerro me pegue a su miembro duro y viril… estuve más de media hora mamado su delicioso miembro y sus bolas, ya casi era hora de regresar a la oficina así que suplicante le pedí “Ya papi, no seas malo, dame tu lechita”… “¿Ya quieres que me venga?” Respondió el con una risa burlona y perversa…. “Si” respondí con la felicidad de alguien que recibirá un regalo por un trabajo bien hecho…. Comenzó a masturbarse fuertemente mientras que yo le chupaba sus bolas, se la jalaba con violencia como si quisiera arrancársela de repente siento como sus bolas se contraen, anunciando su inminente venida… “Me vengo ¡Me vengo! ¡Trágatela toda! ¡Comete mi leche!” grito extasiado ese cabron mientras mi boca rodeaba su palpitante glande que no tardo nada en comenzar a soltar chorros y chorros de espesa y caliente leche, eran chorros potentes bien cargados que ametrallaban mi garganta, ¡uuuffff! Una delicia, era de verdad demasiada leche la que salía de ese miembro viril, tanto que no pude con todo eso y comenzó a escurrir por la comisura de mis labios…. “¡Toda! ¡Toda! ¡Cómetela toda! ¡Déjamela bien limpia!” decía excitado Dylan mientras su cuerpo se tensaba del placer y sus manos tomaban mi cabeza para hundirla contra su miembro viril que me hizo tener que abrir la boca lo más que pude para no ahogarme, su miembro y sus bolas quedaron llenas de una mezcla de mi saliva con su esperma, una vez que aventó los últimos chorros yo no podía ni hablar de tanta leche que tenía en la boca, me fui rápidamente al baño para soltar lo que quedaba de sus chamacos en la taza mientras el recuperaba la respiración en la cama… momentos después me asome por la puerta del baño para verlo allí, recostado, en todo su esplendor con su miembro aun un poco duro… “Me acompañas” le dije coquetamente… él al llegar al baño lo primero que hizo fue abrazarme y besarme, sin importarle que aun tuviera restos de su semen en mi boca… después de esos deliciosos besos pasamos a la regadera, él entro primero y pude ver mi obra maestra en su espalda “¡Ayyy!” salió de mi boca, “¿Qué pasa?” preguntó él, “Perdóname no te vayas a enojar” le dije con una mezcla de timidez y vergüenza “Es que te deje bien arañada la espalda”… un “Jajajaja” salió de su boca “Con razón hace rato sentía que me ardía la espalda” dijo muy despreocupado “Tu tranquilo, son gajes del oficio” agrego, “además ahorita no tengo novia, los únicos que se darán cuenta serán los del gym por que entreno sin playera” dijo para terminar mientras abría la llave del agua, nos bañamos entre fajes, besos, caricias y arrumacos… una vez limpios nos dispusimos a secarnos en la salita de la habitación, platicamos un poco mientras nos vestimos y quedamos en que esto se tenía que repetir, llego su uber y se marchó, dejándome con un gran vacío y placer a la vez dentro de mi… esa es mi historia con este chilanguito sabroso. Espero les haya gustado. Por cierto si lo quieren contactar escríbanle al admin.
-> Historia basada en hechos reales -> Este relato es propiedad de #ZCORT y del “Blog del mayate” favor de no reproducirlo sin permiso del autor. -> Recuerden apoyar al autor $ para que siga subiendo más relatos.
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APROVECHÁNDOME DE LA CRISIS
Mi nombre es Ismael, soy contador de profesión y quiera decir que esta es mi historia pero no la es, esta es la historia de Lauro mi mejor amigo de toda la vida, Lauro y yo siempre supimos que rollo con nuestros gustos, hemos cogido entre nosotros para reforzar la amistad, él es activo y yo pasivo, pero lo que les voy a contar tiene escasos días de suceder… Lauro es un activo dominante muy masculino, tiene a todas las secretarias del juzgado y del bufet donde trabaja muertas por él, es lo que cualquier mujer desearía para marido, moreno claro, peludo, alto, cuerpo trabajado en el gym, exitoso, con porte… pero lo más notorio de él es ese instinto de alpha que destila tanto en lo público como en lo privado… un buen día platicando nuestras puterias me comento que tenía una fantasía “bien loca” cogerse a dos heteros que no quisieran hacerlo, que accedieran a ser sus perras porque de plano necesitaran un favor así bien cabron, me comentaba que en su trabajo había visto algunas buenas oportunidades pero que no se animaba… pasaron días de eso y esa imagen de ese cabronsote haciendo trizas a dos heteros comunes y corrientes me calentaba mucho, más de una vez me dedee y me la jale pensando en eso… en otra ocasión hablando con un amigo arquitecto (Jordi) no sé cómo salió eso a colación y él me dijo algo que me dejo pensando “pues con esto del virus eso hay mucho desempleado… para Lauro no sería ningún pedo soltar una lana para cumplir su fantasía… vieras como llega gente desesperada a pedir trabajo de lo que sea a la constructora… yo ya me comí a dos que tres y que sin problema alguno hasta lavado de cazuela y metida de dedo me dejaron hacerles por unos cuantos pesos…” esa charla me dejo aún más clavado en esa idea, ya no era cosa de que si Lauro quería cumplir o no su fantasía, ¡yo! Me moría de ganas de ver esa escena digna de una porno… así que moví mis hilos… me contacte con Jordi mi amigo el arquitecto y me dijo que fuera el lunes, que los lunes es cuando más gente va a pedir empleo… así lo hice estuve desde temprano en su despacho platicando, a veces salía a la recepción a tomar aire y ver si algo me llamaba la atención… ya era medio día y nada, no llegaba nadie que me interesara hasta que casi a las 2, justo a la hora que salen a comer todos en la constructora llegaron dos chavos como de 19 años, morenos, delgados pero con buen cuerpo, espaldas anchas y brazos fuertes… se acercaron a la recepción pedir informes, la secretaria les dijo que si querían información tenían que esperar… en eso los aborde y les comente que uno de los arquitectos de alié era mi amigo, que yo les podía conseguir la entrevista… la secretaria puso cara de ¿Qué? pero como mi amigo era uno de los socios de la constructora no puso objeción, los lleve a la oficina de Jordi y se sentaron, Jordi tampoco entendía muy bien qué onda pues ya se disponía a salir y yo con señas detrás de los dos chavos le hice saber que me interesaban… así que quitándosela fácil les dijo “Mi socio les hará la entrevista” o sea yo... y se salió, yo me quede algo nervioso sin saber que hacer… me senté empezamos las preguntas de costumbre, poco a poco indague sobre ellos y resulta que eran cuñados, que llevaban ya un mes sin trabajar estaban peor que en ceros, estaban súper endeudados, eso era justo lo que quiera oír… incluso uno de ellos agrego “haremos cualquier trabajo, lo que sea, no importa la jornada, pero necesitamos trabajar”… “¿Lo que sea?” pregunte en un tono casi sádico, mientras los veía cual león a punto de lanzarse sobre su presa… ellos se miraron el uno al otro y dijeron “Si lo que sea” al unísono… cerré las cortinas de la oficina, me senté en la sala de la oficina y les hice una seña con la mano para que se acercaran… se miraron por un momento con cara de resignación, se pudieron de pie, caminaron hacia donde yo estaba y quedaron parados justo enfrente de mí, “manos atrás” dije, ellos obedecieron… yo rápidamente baje ambas braguetas buscando el preciado tesoro que hay dentro de ellas, mis manos no tardaron hacer a un lado la trusa y el bóxer de esos jóvenes para sacar sus miembros morenos y peludos que colgaban flácidamente, eran miembros muy morenos, largos, pellejudos, de la bragueta salían largos pelos púbicos negros… mientras con ambas manos los masturbaba disfrutaba de ver sus gestos de desaprobación eso siempre fue un gusto culposo para mí, el tener enfrente a un hetero que de otra manera no aceptaría hacer lo que está haciendo… uno miraba hacia el techo y el otro hacia un lado, pensando quizás en que no era yo el que tocaba sus masculinos miembros si alguna de tantas perras que se cogen semanalmente, “quítense la playera” indique… cuando se despojaron de esa prenda pude ver unos torsos fuertes, trabajados, con sus cuadritos bien marcados… mientras me comía el miembro de uno de esos jóvenes con mi otra mano acariciaba los duros abdominales del otro… el miembro que chupaba no tardo en comenzar a crecer su largo aumentaba con cada chupada al igual que su grosor… sabia rico, sabia a hombre, a hombre joven, macho, hetero cogedor… “¿Cuántas vaginas no habrá penetrado esta verga?” me preguntaba a mí mismo mientras degustaba su sabor… momentos después me dispuse a cambiar de verga, la verga del otro chavo ya no estaba tan flácida estaba en un estado de semi erección, su miembro viril al sentir el contacto con mi boca no tardo nada en crecer, era un miembro venudo, pesado, potente, su sabor era distinto, mas salado, pero sin llegar a ser desagradable… mientras chupaba su verga con mi otra mano masturbaba a su amigo, podía sentir las pulsaciones de su miembro, su dureza y calor… de un momento a otro jale a su amigo más cerca de él y comencé a besar, chupar, lamer y disfrutar ambas vergas en mi boca… sabía que no tenía mucho tiempo, además de que aún tenía que cerrar el trato con ellos… así que sin más me separe de ellos… me desnude rápidamente, me senté en el mueble largo de la sala, alce mis piernas y ofrecí mi culo a esos jóvenes… “tu chúpame el culo” le dije al que tenía más próximo, “tu ven y dame tu erga en la boca” le dije al otro… ambos obedecieron sin chistear… yo me sentía en la gloria, me sentía actriz porno, tenía a un joven hombre mamándome mi culito rosadito mientras el otro me llenaba la boca de verga de macho hetero… me saque por un momento de la boca la verga de ese joven hombre y le dije al que me mamaba el culo “follame duro, ¡Rómpeme el culo!”… de inmediato me volví a pegar a la verga deliciosa de ese chacalon que ya comenzaba a lubricar… de repente siento como un objeto extraño comienza a abrirse paso entre mis pliegues anales… la presión no cedía pese a la resistencia de mi culito, de repente un fuerte dolor punzante atravesó mi cuerpo al mismo tiempo que es duro y joven miembro perforaba mi ser…. “¡ahhhh!” grite de dolor, cosa que aprovecho el otro chavo para meterme su verga hasta la garganta… “que delicia” pensaba mientras disfrutaba de ser penetrado por mis dos hoyos… podía sentir los huevos peludos del que me cogía chocar con mis nalgas, sus pelos púbicos chocaban con mi culito, me sujetaba fuerte de las caderas penetrándome con furia, como diciendo “Yo mando putito” y eso me enloquecía, me gustaba que me trataran duro y sin respeto alguno, pero eso aún no lo sabían mis jóvenes amantes… después recordé donde estaba y decidí que era momento de terminar… me saque la verga de la boca y le dije a los dos “ya no tenemos tiempo, jálensela, échenmelos en el culo” mientras decía eso me giraba para ponerme en 4 recargado sobre el mueble ofreciendo mis blancas nalgas a esos morenotes de fuego… poco después comenzó a oír sus gemidos, era evidente que estaban a punto de venirse, me repegue al mueble, eche mis manos atrás y abrí mis nalgas como queriendo que algunas de esas gotas de semen entraran en mi ser, de repente calientes chorros de leche comenzaron a escurrir por mis nalgas “¡Que rico!! exclame… uno de esos dos jóvenes no se aguantó las ganas de penetrarme, creo que fue el que no lo había hecho, de repente siento como su verga se va al fondo de mi ser y empieza a soltar chorros de leche caliente “¡Ahhhhhhhh!” Grito extasiado el chacalon mientras su verga terminaba de bombear los últimos chorros de leche… “¡Ufff que rico cabron!” le dije, cuando me incorpore pude notar que en efecto era el que me había estado follando al boca el que me penetro al final… me vestí ellos hicieron lo mismo… abrí las ventanas y mientras lo hacía les dije: “Esto del virus se va a extender más allá de cuando dice la autoridad sanitaria… así que tengo algo que proponerles… por lo que hicieron horita les voy a dar 5 mil a cada uno, es lo de un mes de trabajo… pero como les digo esta situación va a durar más de un mes… lo que tengo que proponerles es: yo les doy el triple a cada uno de ustedes si le cumples una fantasía a un amigo… antes de decir sí o no piensen que en un solo día pueden llevarse lo de 3 meses de trabajo... solo hay un pequeño problema, lo que quiero que le hagan a mi amigo es algo muy diferente a lo que hicieron aquí…” dije mientras notaba una cara de duda en ambos… “¿Qué deberíamos hacer?” pregunto uno de ellos… “Para no hacérselas larga, lo que me hicieron a mi es lo que mi amigo les haría a ustedes”… “No como cree ¡está loco! Nosotros somos hombres”…. “pues yo también soy hombre ¿o qué? ¿Acaso me vieron cara de jirafa?” Exclame, supuestamente molesto… de nueva cuenta se quedaron pensando, hasta que el otro pregunto “¿y por cuánto tiempo?”... “dos horas” les dije, solo por dos horas pueden ganarse 15mil pesos cada uno… se volvieron a ver mutuamente, uno de los dos le dijo algo al oído al otro… estaban en silencio… así que decidí meter presión… “piénsenlo rápido porque si llega mi amigo el aquí se acaba la oferta”… el silencio reino hasta que uno de los dos dijo: “pues yo si me rifo”… el otro lo dudo un poco más pero al final acepto “Órale pues, ¡Va!” dijo… Yo feliz por el buen deal que había hecho afine detalles con ellos en una cafetería cercana mientras aprovechaba para cuadrar tiempos también con mi amigo… Lo que paso en esa ocasión es digno de una película porno y estoy seguro que se la jalaran bien rico leyéndolo, pero tendrán que esperar un poco. Saludos.
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DE NOVELA 2
Llego la hora de la comida y recordé a mi inquilino… de nueva cuenta ese sentimiento de responsabilidad me hizo tomar mi camioneta e irme directo a donde el estaba, no sin antes pasar a comprarle algo de comer… al llegar a la casa no lo vi. “¿Se habrá ido?” me preguntaba a mí mismo… al salir al patio de atrás lo que vi me cautivo, allí estaba él, haciendo lagartijas en el patio, sin playera, solo con ropa interior, ver su cuerpo sudado ejercitarse marcando los músculos de sus brazos y su espalda fue un deleite para mi… con temor a interrumpirle le hable. — ¡Hola!... (En ese momento algo perturbo mi mente… no sabía el nombre de ese joven, no me digne ni siquiera en preguntarle ¿Cómo te llamas? Antes de subirlo a mi camioneta y aun así lo había metido a mi casa…) — ¡Hola! Me contesto mientras se ponía de pie… Todo pensamiento de duda se esfumo de inmediato al ver su torso duro, sudado, firme, juvenil… pero sobre todo ver ese bóxer empapado con su sudor que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel — ¿Paso algo? Me pregunto cómo no entendiendo el motivo de mi silencio… — No nada, es solo que te traje algo para que comas le dije extendiendo mi mano con una bolsa de comida… — ¡Gracias! Me contesto mientras tomaba la bolsa y la dejaba en una silla de plástico que había en el jardín, se fue a lavar las manos al lavabo de afuera mientras me decía: — Perdón que te reciba así pero lave mi ropa y aun no se seca Se acodo y antes de empezar a comer me pregunto “¿gustas?”, “no gracias” le respondí mientras lo veía comer… verlo allí dependiendo de mi me hacía querer protegerlo, pero a la vez verlo tal cual era me causaba una sensación rara, él era un hombre joven fuerte, vigoroso, pero a la vez frágil y con necesidades… quede absorto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando termino de comer… “¡Gracias!” dijo mientras se acomodaba en la silla… voltee a verlo y vi que olvide algo en su comida, no le había traído algo de beber, casi corriendo fui a la cocina por un vaso de agua… cuando venía de regreso me di cuenta de mi acción “¿Qué hago?” me pregunte a mí mismo, en mi casa esto me lo hacían quienes me ayudaban a cuidar a los niños y en el trabajo era mis secretaria la que lo hacía y heme aquí, siendo yo un profesionista exitoso, el que atiende a un joven casi de la calle completamente desconocido para mi… le di el vaso y me senté a ver como se lo bebía, me gustaba observarlo, su actuar casi silvestre era un gusto culposo para mí, sin quererlo mi mirada se desvió de nuevo a su bulto… Él lo noto… “¿Se te antoja?” me pregunto con malicia, “No” le respondí, “¿Seguro?” volvió a preguntar mientras se agarraba el paquete… Yo me quede en silencio, de repente sin avisar y allí en el jardín trasero de esa pequeña casa saco su miembro flácido… “Dale unos besitos” me dijo mientras movía su pene… “Nos van a ver” le respondí, “No hay nadie” contesto seguro de si mientras se masturbaba… Yo seguía sin saber que hacer… “Ándale, nomás tantito” me decía mientras su miembro ya comenzaba a ganar tamaño, sin decir palabra me incline y comencé a chuparle la cabecita de su pene… su cuerpo emanaba un olor delicioso, a hombre, a macho joven, su verga rápidamente gano tamaño, pero yo seguía enfocado solo en su puntita… “Toda” me dijo, “No, cálmate” le respondí mientras seguía comiéndome su miembro… de una forma casi cómica se me ocurrió que ese era el momento “idóneo” para aclarar algunas dudas… sacando su miembro de mi boca pregunte: — Oye y a todo esto… ¿Cómo te llamas? Él puso una cara de pena como entendiendo lo extraño de esta situación. —José Daniel… pero mis amigos me dicen “JD” —Mucio gusto tocayo yo me llamo Mario José. Le conteste mientras seguía chupando su miembro y disfrutando de su olor… Él se acomodó en la silla de plástico presintiendo que esa no sería mi única pregunta y al acomodarse puso sus manos detrás de la cabeza dejando escapar aún más ese olor de hombre joven sudado que es embriagante para muchos, incluido yo… durante toda la charla pude gozar ese olor y sabor a hombre joven hasta que mi reloj nuevamente me alerto que debía irme… sin más tiempo para indagar me despedí y me embarque rumbo a mi oficina, dejándolo en el patio, sentado, con la verga dura… Al llegar me lave rápidamente los dientes y me puse a trabajar sin dejar de pensar en JD y lo que habíamos hecho momentos atrás, hasta que el celular interrumpió: “Nuevo mensaje de Emilio: ¿Listo para al rato?” decía el mensaje… “¡Emilio!” pensé en voz alta… Emilio era un chavo con el que me había estado mensajeando desde días antes, un amigo del trabajo me paso su número para que pudiera socializar más y disfrutar de esta nueva etapa de libertad, justo ese día nos conoceríamos en persona después de días de amenas charlas y llamadas telefónicas… ahora mi mente se centraba en Emilio, un joven moreno, cuerpo de gym pero sin llegar a ser del tipo mamado, medio velludo, con barba, 1.75, una voz cálida muy agradable y sobre todo y siendo lo que más me gustaba con tema de con tema de conversación lo cual era una cualidad que yo valoraba mucho en un hombre… le respondí el mensaje, confirmando la cita… seguí trabajando, llego la hora de salir… me apresure en llegar a mi casa (la oficial) me cambie y me dispuse a irme a ver a Emilio… justo a medio camino recordé a JD… “¡No puede ser! ¿Qué hare?” me preguntaba, no podía dejar sin comer a mi “inquilino”… pensando en eso estaba que no preste atención a todo lo demás, como podrán deducir a estas alturas soy un tanto despistado... me baje de la camioneta, camine por el mirador de la ciudad buscando a mi cita, recuerdo que aún había algo de gente y yo me sentía como colegial en su primera cita, no lo vi a simple vista, “Aun no llega” pensé, me recargue en el barandal para esperarlo cuando suena el teléfono “Ya te pasaste” decía el mensaje, voltee a todos lados y no lo veía, otro mensaje llego “Hacia atrás” me voltee completamente y lo vi allí, en el centro del mirador, recargado en un viejo monumento que allí había.. verlo en persona fue otra cosa completamente distinta, se veía mucho más imponente que en las fotos, su cara de bonachón, su barba, su físico, su mirada, todo era tal cual o mejor de lo que hubiese imaginado, me quede allí inmóvil, él se acercó con una amplia sonrisa, caminando entre apresurado y emocionado, como quien ve a un ser querido, le extendí mi mano, él la tomo pero en lugar de ser el típico apretón de manos me jalo hacia él y me abrazo fuertemente… inmediatamente el olor de su perfume se metió en mi nariz gravando ese olor en mi mente, yo trate de separarlo por instinto, aunque sé que soy gay esta nueva vida de libertad era algo precisamente nuevo para mí aún me daba miedo el que dirán y aparte Emilio se supone es hetero… “¿Por qué me abraza?” me preguntaba en mis adentros, cuando lo intente separar de mi algo duro me hizo reaccionar, lo había tomado de los brazos para separarlo, sus bíceps se sentían duros, trabajados, anchos, si algo me enloquecía de un hombre era un buen par de brazos, creo que mi cara lo dijo todo… “¿Están duros verdad?” dijo mientras esbozaba una amplia sonrisa de orgullo. Lo solté de inmediato muerto de pena, él me tomo del cuello como quien abraza a un colega y me guio de nuevo al mirador… “¿Por qué te da pena?” me pregunto “¿Somos amigos que no?” me decía mientras me soltaba… le di una resumida explicación del porqué de mi actitud… “No te preocupes, es normal” me dijo… “Ya se te pasará”… sus palabras me dejaron pensando y recordé un pequeño detalle que había olvidado sobre él y del cual me había advertido Martin, mi amigo, “Le gusta mucho el desmadre, lo vez joven, tiene 20, pero es más experimentado en muchas cosas que muchos de nuestra edad”… Empezó el típico cuestionario “¿Cómo te llamas?, ¿A qué te dedicas?, ¿De dónde eres? Etc…” sin notarlo mi interrogatorio se volvió en mi contra, generalmente tiendo a ser yo quien lleva la batuta en las conversaciones pero este canijo sabia darle la vuelta a la tortilla, después de un buen rato el lugar estaba casi vacío y la charla era tan amena, tan placentera, su voz era tan agradable, su trato tan familiar y desinhibido que me hacía sentir que lo conocía de toda la vida, por un momento desee que esa noche no se acabara, algo asi había deseado siempre, y hoy se estaba cumpliendo… “Martin me dijo que te gusta el café, ¿gustas uno?”… “si” le respondí mientras me guiaba a un puestito de cenas que había a un lado… saco una cajetilla de cigarros “¡Date!” me dijo… “¿Cómo sabes que me gusta fumar?, en especial de esta marca”... “Tenemos un amigo en común ¿Recuerdas?”… al parecer este astuto joven me había estudiado bien antes de nuestro encuentro, eso me hizo dudar y activar mi sentido contra chichifos, pues si algo sobra en mi lugar de trabajo son los jóvenes que quieren vivir bien a expensas de uno… llegaron los cafés que se fueron rápidamente con los cigarrillos… cuando me pregunta “¿No gustas cenar?”… “Si por favor” respondí, lo cual me trajo a la mente a mi inquilino… “¿Y ahora su hago?” me preguntaba a mí mismo, no quería irme y ser descortés con mi nuevo amigo… pero tampoco quería dejar sin cenar a mi inquilino… Justo iba Emilio a llamar a la que despachaba en el lugar cuando le dije “¿Sabes qué?… La cena la invito yo… pero antes tengo que ir a un lugar a dejar algo... ¿No te molesta verdad?”… “No para nada” respondió mientras sacaba otro cigarrillo, me pare fui a pedir algo de cenar a la barra del local para llevar, regrese con Emilio seguimos charlando un poco, me avisaron que mi pedido estaba listo y nos fuimos rumbo a mi casita a ver al inquilino… esta vez me estacione un poco lejos, me baje y entre ala casa encontrándome a JD en la sala viendo la tv. “Hola tocayo me dijo” mientras se paraba de la sala “Hola JD, oye nomas vengo de pasadita es que tengo un compromiso” le dije mientras dejaba las cosas en la mesa y me salía con prisa… al llegar la camioneta Emilio me noto algo agitado… ¿Todo bien? Me pregunto, “Si todo bien” le conteste, mientras arrancaba sin rumbo… “¿A dónde te gustaría ir?” le pregunte, me indico la dirección de una pequeña cafetería, llegamos y como si esa ida a ver a mi inquilino nunca hubiera pasado, la plática y la noche siguió como si nada e inclusive a cada momento se hacía más interesante la noche, ese jovenzuelo tenía algo que me hacía abrirme, era muy expresivo, muy ameno, sabia escuchar y pese a la edad era muy maduro y sensato, eso de nueva cuenta me hizo brincar una alarma y darme cuenta de algo, me era difícil leerlo, como si lo que yo sabía de él, no concordara con su edad, con su forma de ser, etc… es decir Emilio me lo vendió como alguien con quien salir, pasar el rato, cotorrear y tener algún buen encuentro, pero era en verdad un buen chico, aunque claro, la experiencia y facilidad con la que trataba ciertos temas lo delataba, mientras que a su vez su inexperiencia en otros me hacía dudar… al finalizar la cena hablábamos, bromeabas y nos reíamos como si fuéramos amigos de toda la vida pese a los años de diferencia hicimos muy buen click, teníamos muchas cosas en común, todo iba súper bien hasta que dijo: “Oye no es por ser descortés pero me tengo que ir”… “¿Cómo? ¿Por qué?” le pregunte como con ganas de que ese casual encuentro no terminara, el me hacía sentir no solo bien, si no en confianza, libre, pleno “Yo no vivo aquí, ¿Recuerdas?”… ¡cierto! lo olvidaba, él era de un municipio vecino… “el ultimo bus sale a las 12:00” me comento “¿Y si te voy a dejar?” Le dije con ganas de no separarme de él… “¿De verdad quieres que me quede?”, “Si puedes si, por favor” le conteste con carita de perrito a medio morir… “Ok, está bien, si es necesario me voy en taxi… además me caíste muy bien” comento mientras esbozaba esa sonrisa amplia que a mi tanto me gusta, he de decir que algo que llamo poderosamente mi atención de él era su mirada, sus ojos reflejaban ternura, pero su mirada era seria, dura, lo cual contrastaba con su carácter alegre… paralelo a la felicidad que me dio su respuesta, lo fácil que acceso a mi petición hizo que se activara de nuevo mi “sentido araña”, ”¿este jovenzuelo estaba midiendo que tanto quería estar con él?” me preguntaba a mí mismo… salimos de la cafetería y nos dispusimos a dar vuelta por la ciudad mientras seguíamos platicando, una cosa llevo a la otra y tocamos el tema de su físico... Me comento que jugaba futbol y basket aparte de ir al gym, que le hubiese gustado poder practicar americano pero por el cash no pudo y así él, con su desfachatez y falta de pena que lo caracteriza me invito a tocar, yo emocionado pero con toda la pena del mundo me dispuse a ir tocando poco a poco, primero sus bíceps, sus piernas, su pecho, “manoseándolo” estaba yo cuando sin decir agua va pregunta: “¿Te han dicho que tienes bonita sonrisa?” me pregunto… “¡No!” le respondí con pena cual vil colegiala ruborizándome por completo… Él noto mi reacción “¿te chiveaste?”, “No” respondí con la cara toda roja, llegamos a un alto y de la nada soltó una pregunta: “¿De qué color son mis ojos?”… “no sé” le respondí curioso “a ver déjame ver” agregue, él se volteo y acerco su cara hacia mi… me le quede viendo y antes de responder a su pregunta me dio un beso, un besito, suave, rápido, chiquito, que me dejo aún más rojo que antes… “Los tuyos son color miel” dijo con una sonrisa pícara, “Los míos son cafecitos” dijo mientras regresaba a su asiento… yo seguía viéndolo, incrédulo de lo que había pasado, “¿Qué esta sucediendo?” me preguntaba en mis adentros, este chamaco estaba decidido a algo, “¿Pero a qué?” me decía sin notar que ya había cambiado la luz del semáforo, “Ya está en verde” me dijo, arranque y por un buen tramo me quede en silencio… “¿Te molesto?”… “No, no, para nada” le dije, es solo que me sorprendió, agregue… “¿Por qué?” me pregunto, “no sé, o sea, no, no se” respondí confundido… En verdad no sabía que pasaba… “¿Habrá Martin dado literalmente salto y seña de mi a este joven? ¿O este joven está realmente interesado en mí? pero ¿Y si me quiere usar?, digo, trabaja en el mismo ramo que yo, pero evidentemente en un nivel mucho más bajo, Martin me dijo que tenía mucha experiencia, se supone que es hetero” pensaba y repensaba mientras me preguntaba a mí mismo todo eso cuando su voz cálida dijo: “Perdón, creo que me exigí” mientras me daba unas palmaditas en la pierna… “No vuelve a pasar” añadió, “No Emilio, no es eso, ¡Cómo crees! es que…”, “¿Es que que?” me pregunto curioso, “¿Tu eres hetero no?”, “llevo vida hetero” contesto, “¿Entonces por qué esto?, ¿porque tu actitud?, ¿porque todo lo que haces?”. “No sé, me agradas” respondió con su típica desinhibición, me estacione afuera de un Oxxo y lo encare… “A ver, dime la verdad, ¿Qué quieres de mí?”… Él se rio por mi pregunta, a lo que respondió con una sonrisa en el rostro, “No sé, una noche, sexo, una vida juntos, un beso, nada, tal vez todo” su respuesta me dejo algo molesto “¿Esto es un juego para ti?” pregunte algo molesto, lo que hizo fue la chispa que hizo estallar todo… se lanzó contra mí y me beso, pro esta vez no tiernamente, sus labios buscaban desesperadamente los míos y su lengua quería entrar en mi boca, con uno de sus brazos me jalaba hacia el mientras con el otro comenzaba acariciarme la pierna”… esa acción me tomo desprevenido, como todas las anteriores, les digo que me era difícil leerlo, no sabía qué hacer, por un lado a mi cuerpo le gustaba lo que sentía, pero por el otro sabía que debía parar, lo único que se me ocurrió fue morderle el labio… “¡Ahhh!” exclamo él, se separó de mí y me dijo con una perversa sonrisa en el rostro “¿Te gusta rudo?”… “¡No!” le respondí con mucha vergüenza en la cara cuando sin decir agua va sentí sus labios en mi cuello, mi cuello es mi punto débil, ustedes lo saben… hábilmente besaba, lamia, chupaba, succionaba, estimulaba mi cuello, con una de sus manos hacia mi cabeza hacia atrás dejando al descubierto mi cuello, mis gemidos comenzaron a hacerse presente, su otra mano subió hasta mi pecho pellizcando mis pezones encima de mi camisa… extasiado y luchando contra el gozo que sentía mi cuerpo le decía “Para, basta… ¡No sigas!”… él no hacía caso y seguía en lo suyo, espacio le faltaba par a maniobrar a ese cabron… hasta que un “¡Para! ¡Aquí no!” salió de mi boca… “A otro lado” anexe… como si esas palabras fueran las que buscaba oír me soltó, “¡Pues vamos!” dijo contento, como quien recién realiza una travesura, yo todo extasiado con el corazón al mil y la calentura a todo lo que da arranque la camioneta, me dirigí a hacia la zona de moteles, al primero que vi entre, llegamos y al cerrarse la puerta me tomo de la mano, me jalo hacia él, me abrazo y como si de un beso de telenovela se tratara junto su rostro con el mío, me miró fijamente, nuestras miradas se cruzaron y mis labios como si vida propia tuvieran su unieron a los suyos con mucha pasión, esta vez sus manos tenían libre acceso todo mi cuerpo, rápidamente comenzó a acariciar mi espalda, mis nalgas, mis brazos, su lengua jugaba con la mía, yo me dejaba llevar, la sensación de su cuerpo, sus caricias, eran una mezcla de ternura y fuerza, me tomo de la barbilla me giro y me empujo fuerte contra la pared, me tomo de las piernas y me cargo, ese cabron estaba haciendo gala de todos sus dotes, de su experiencia, de su fuerza, de su cuerpo, de su pasión, de su juventud… en esa posición pude sentir la dureza de su miembro a través de su pantalón, sus besos me arrancaban gemidos y quejidos de gusto, placer, deseo excitación, yo tenía los ojos cerrados gozando de todo eso, no parecía que estuviera con un 20 añero, parecía que estaba con un maduro experimentado, cada caricia, cada beso, eran precisos, exactos, capaces de arrancarme un suspiro y generarme mil sensaciones… yo parecía un muñeco de trapo, solo me dejaba hacer, así cargado me llevo a la cama cayo en la cama junto con migo, sin dejar de besarme, cosa que me gustaba mucho, sus manos desabotonaban mi camisa a medida que cada botón cedía sus labios recorrían cada parte de mi pecho, llegando a uno de mis pezones que con gran maestría comenzó a estimular mientras con sus manos seguía desnudándome, su lengua rodeaba, lamia, acariciaba mi pezoncito mientras su boca me los succionaba deliciosamente, con fuerza, pero sin ser demasiada para dañarme, era algo espectacular, llegó a mi cinturón que abrió sin esfuerzo, desabrocho mi pantalón, yo me saque los zapatos y así en un santiamén ya estaba desnudo, tirado en la cama, a merced de ese joven semental… el aun con su ropa puesta… se paró delante de mí y me pregunto “¿te gusta lo que te hago?”, “¡Me encanta!” Le respondí con éxtasis… “¿Te gusta mi cuerpo?” pregunto coquetamente mientras jugaba con su playera dejando ver parte de su torso velludo “Mucho” conteste, “¿de verdad?” pregunto él mientras flexionaba los brazos, esa acción me hizo querer pararme y comenzar a manosearlo pero justo cuando iba hacia el borde de la cama puso su pie entre mis piernas, se agacho y me dijo “Mira” acto seguido me dio un beso y como si de un show privado se tratase con cadencia y sensualidad comenzó a deshacerse de sus prendas, primero esa playera que aun sin ser ajustada dejaba ver bien el contorno de sus pectorales y sus fuertes bíceps, siguió con los tenis y el pantalón que tenía las rasgaduras necesarias para incitar a pecar quedando solo en un ajustado bóxer que dejaba ver la forma de su miembro y sus bolas… con esa maestría que solo tienen los que se dedican a la vida nocturna, me tomo de la mano y recorrió con mi mano su pecho velludito, su torso, hasta llegar al borde de su bóxer… tomo mi otra mano y mientras movía su cadera me hizo bajar su bóxer dejando al descubierto sus pelos púbicos para después liberar un miembro de unos 17 cm, de un grosor considerable, su cabeza al aire mostraba rastros de lubricación, mis manos terminaron de bajar ese boxer hasta quitárselo por completo, me tomo de la barbillas, dio un paso tras y me jalo hacia él, cayendo yo de rodillas, quedando mi cara justo a la altura de su miembro. No hizo falta que dijera algo, pues cual vil poseído me comí ese palo de carne sin pudor alguno, estaba caliente, pero caliente en verdad, como si el hubiera tocado los botones correctos en mi para ponerme a tope, me comía esa verga con devoción con hambre, la besaba, la chupaba, la succionaba, le pasaba mi lengua por todos lados, tomándome de la nuca guio mi cabeza hacia sus testículos, tenía unos huevos grandes, peludos, que colgaban orgullos entre sus piernas, mi lengua fue lamiendo cada parte de sus huevos, los besaba, los jugaba, se sentían pesados, cargados de leche, a él parecía gustarle, pues me dejaba hacer a voluntad, con mucho esfuerzo me metí uno de ellos a la boca, lo cual le arranco un gemido de placer “Eso, suave, suave” me decía mientras acariciaba mi cabello, yo por mi parte disfrutaba de todo eso que el tenia para mí, después de un rato de jugar con sus testículos tomo su verga dura y babeante y me la ofreció de nuevo, comenzó un lento vaivén que en combinación con mis mamadas hacían llegar más y más adentro su miembro, con sus manos sujeto mi cabeza y tomándome fuertemente de la nuca aumento la velocidad y fuerza de sus embestidas, podía sentir sus pelos en mi cara y sus huevos chocar con mi mentón, así con fuerza sin piedad comenzó a follarme la boca yo quería toser, por la molestia que me ocasionaba su miembro en mi garganta y sus pelos en mi nariz, quería empujar sus piernas pero parecían duras columnas que no se movían, sujete con todas mis fuerzas sus brazos, voltee a verlo como suplicando que parara, mis ojos lloriqueaban, mi cara estaba completamente roja, me faltaba el aire, él en un acto de “bondad” quito las manos de mi cabeza pero empujo mas su pelvis hasta hacerme llegar al borde de la cama, yo aproveche ese breve momento para tomar aire y así en esa nueva posición comenzó a follarme la boca con más fuerza, parecía un animal, no le importaba lastimarme, esta vez metía y sacaba toda su verga de mi boca provocando que hilos de saliva chorrearan por la comisura de mis labios, podía sentir sus huevos peludos de toro chocar contra mi barbilla mojándose con la saliva que de mi escurría, así estuvo unos momentos hasta que en una de esas metidas su verga entro más de lo normal y me hizo querer volver el estómago, me tire hacia un costado apoyándome en mis brazos y él se quedó de pie, inmóvil al lado de mí, devolví la mirada hacia a ese joven hombre, desde mi posición se veía aun más imponente, más grande, más fuerte, su cuerpo velludo bien trabajado, fuerte, ágil, su verga escurriendo de mi saliva se veía salvaje, potente, folladora, incansable... sin decir nada me dio la mano, se la tome, me ayudo a pararme, me giro, me puso contra una de las paredes de espejo de la habitación, sin palabras en silencio comenzó a besar mi cuello mientras su manos se entrelazaban con las mías, su verga se abría paso entre mis nalgas su movimiento de cadera hacia que su miembro recorriera mi raja de arriba abajo llenándome de mi propia saliva, comencé a desear ser penetrado movía mis nalgas hacia atrás ofreciéndoselas, el espejo se empañaba por el calor emitido de mi boca y de mi cuerpo, “¿Te gusta?” Me pregunto mientras me daba una fuerte nalgada… “Siiii” respondí con la respiración entre cortada. Me tomo de la mano me jalo hacia él me beso apasionadamente, pude sentir su cuerpo joven, firme, desnudo, velludo contra el mío, dejo de besarme, me miro a los ojos y sin decir nada ahora fui yo quien se acercó a besarlo, puso índice en mis labios deteniéndome, para después meterlo en la boca, primero el índice, luego el de en medio, comenzó a meterlos y sacarlos de una forma perversa y sensual, yo chupaba, besaba y lamia sus dedos mientras él solo miraba la acción con una sonrisa de satisfacción, se separó de mi para ponerse atrás de mí, me inclino me apoye en la cama, lentamente con mucho cuidado de no hacerme daño comenzó a meter primero un dedo, luego los dos en mi culito apretado “Estas hirviendo” dijo él, “Así me pones” le respondí gustoso de sentir sus dedos adentro de mi… momentos después él se puso de rodillas y abriendo mis nalgas comenzó una salvaje mamada de culo… su lengua se metía y se salía rápidamente de mi culito, como si fuera un taladro, con fuerza, con furia, lamia toda mi raja, me nalgueaba, me comía el culo, lo succionaba, casi me lo arrancaba, yo sentía que se me iba la vida entra tantas mamadas que me daba, mis piernas temblaban del placer, me recosté un poco en la cama para poder alzar más mi cola, el gustoso siguió lamiendo, besando, mamando mi raja… “Ya estás listo” me dijo… me tomo de la mano y me guio hacia “el potro del amor” se sentó cómodamente en medio, poniendo sus manos tras su cabeza, era obvio lo que quería hacer, con esa mirada perversa, dominante de macho, sin decirlo, me dio a entender que debía cabalgarlo, yo obedecí, me monte encima de él, el solo observaba la acción “¿Te gusta verdad cabron? ¿Te gusta ser el que lleva el control? ¿El dominante? ¡El hombre!” El solo reía traviesamente, una vez encima de él me dispuse a bajar lentamente, cuando el sintió la entrada mi culo en la punta de su verga me pellizco fuertemente los pezones, causándome un grito de dolor “¡Ahhh! ¡Nooo!”, acto seguido empujo toda su verga adentro de mi sin piedad, travesándome cual cuchillo caliente a la mantequilla, comenzó un mete y saca fuerte, violento, potente, podía sentir como saltaba yo con cada embestida, “Ahhh, siiii, siiiii ¡Ahhhh! Duele, duele” le gritaba, dejo mis pezones para sujetarme fuertemente de las caderas para que no pudiera librarme de su taladrante verga, yo por mi parte me sujetaba fuertemente del potro , apretaba mis mandíbulas tratando de aguantar el dolor que me causaba su duro miembro rompiéndome el culo…. Pronto sus movimientos se hicieron menos dolorosos, más placenteros… “¡Eso! ¡Eso! Así, ¡Relate! Relájate, ya vas aflojando” me decía mientras buscaba mis labios... Cuando comenzó a besarme dejo de moverse, me soltó de las caderas y como si de un reflejo se tratase mi culo bajo para comerse su miembro, ahora era yo el que guiaba el ritmo de la cogida… el volvió a poner sus manos detrás de la cabeza viendo la acción, pude ver su cuerpo joven, velludo, sudado, su respiración extasiada me producía morbo, su cara de macho cabron follador no dejaba de sonreír cual cazador después de atrapar a su presa, la sensación de su verga dentro de mi culo era cada vez más placentera, deseaba sentirla más y más dentro, yo mismo me daba sentones cada vez más fuertes aplastando su cuerpo con el mío, el gustoso solo observaba con orgullo lo que había hecho, me había hecho desearlo, me ha hecho ser yo quien le de placer, me ha hecho doblegarme, ya nada quedaba de ese profesionista serio, centrado, pudoroso, ahora era un simple mortal cediendo a los placeres de un joven cuerpo… “¿Te gusta?” me pregunto… “¡mucho!” le respondí… “Ok, ahora gírate” me ordeno, me iba a poner de pie para hacerlo pero me detuvo… “Sin sacártela” esas palabras extrañamente me hicieron ruborizarme, con cuidado me gire, la sensación de su pene llenando mis paredes anales mientras giraba me causo un escalofrió muy placentero, quede de espaldas a él, él comenzó a besarme el cuello sus besos en conjunto con su pene dentro de mí me volvían loco, mientras me besaba movía su pelvis en círculos generando un sensual movimiento que fundía nuestros cuerpos en uno solo, esta vez sus movimientos eran suaves, gentiles, cuidadosos, sus manos recorrían todo mi cuerpo, acarician y estimulaban todo mi ser… “¡Que rico!” Le dije, “¡No pares!” le pedí, “¿No?” me pregunto con ese tono travieso, “¡No!” respondí con éxtasis, “¿Te gusta?”, “¡Me encanta!” le conteste, después de un buen rato así yo me sentía en la gloria, sentía su cuerpo sudado y caliente junto al mío, pero él no parecía cansarse… senti que se iba a parar así que hice lo mismo… ya de pie me sujeto de la cara, se me quedo viendo fijo y me dio un lengüetazo en la boca seguido de un beso… me llevo al extremo alto del potro, me acomodo allí y alzo mis piernas, las sujeto con fuerza y suavemente metió su pene dentro de mí, lo movía con cuidado, como buscando algo, hasta que un gemido mío le indico que allí era el lugar, sus movimientos eran precisos y cada vez que llegaba a es apunto, a es lugar, a ese botón que nos hace estremecer de placer una pequeña descarga eléctrica recorría mi cuerpo, lentamente, poco a poco, gradualmente, con gran maestría sus movimientos se fueron acelerando, cada vez más, hasta el punto de ser rápidos y fuertes pero sin ser violentos, el placer era indescriptible, sentía su glande chocar con mi próstata, estaba estimulando mi punto g como nunca nadie lo había hecho antes, mi cuerpo daba cuenta de ello, tenía mis pezones durísimos, no paraba yo de apretarlos, mi penes está más duro que nunca chorreando precum por montones, mi ano se amoldaba a la perfección a ese intruso que me daba tanto placer… de repente esos movientes de mete y saca completos se hicieron más cortos, más rápidos, estimulando constantemente mi punto g, haciéndome gemir mas, más y más, al punto de gritar de éxtasis “¡Mas! ¡Mas! Dame más ¡Mas rápido! ¡Más duro!” Quería venirme, quería venirme sin tocarme, quería que ese joven que bien podría se mi hijo me hiciera venir de inmediato, el con esa confianza que le caracteriza me hacía sufrir, no me obedecia, me hacía suplicar por más y más… hasta que la saco por completo… “¿Qué? ¿Qué haces? ¡No pares!”... “¡Pídelo!”, me dijo… “¿Qué?” pregunte confundido, “Pide que te coja”, me quede en silencio… mucho de lo que me hizo esa noche nunca antes lo hubiese permitido… “cogeme”, le dije en voz baja… “¡Pídelo bien!”... “¡Cogeme cabron! Cogeme duro!” Le dije en voz alta... “¡Más fuerte!” exigió él... “¡Que me cojas!, ¡Hazme tuyo!, ¡Lléname de tu ser!” y como si esa orden estuviera esperanzo comenzó un mete y saca furioso contra mi punto g… “¡Ahí! ¡Ahí! ¡Ayyyyyy! ¡Ahhhhhhhh!” Era lo único que salía de mi boca, estaba yo en el nirvana, en el éxtasis, en el cielo, mis ojos se pusieron en blanco, sentí mi cuerpo tensarse, mi culo apretó con todas mis fuerzas la verga de ese joven macho follador y de repente paso lo inevitable, chorros de semen salieron de mí… “¡Ahhhhh!” Grite extasiado mientras me aferraba al potro… la venida fue intensa, salvaje, cada chorro de leche que salía de mi me producía un escalofrío inmenso en el cuerpo… justo termine de venirme y comencé a recuperar el aliento cuando siento que Emilio me toma de la espalda y como si de una pluma se tratara me levanta, me lleva contra la pared y así en el aire sigue penetrándome duramente, puedo oír sus jadeos, su respiración agitada, siento su cuerpo sudado contra el mío, me aferro a su cuello, mis labios buscan los suyos, mi ano se vuelve más sensible después de esa venida, siento cada sentimentero de esa dura verga entrar y penetrarme a su antojo, mi ano se siente vulnerado, ya no opone resistencia alguna, de repente sus embestidas se hacen más fuertes, veo como se tensa su cuerpo y sus movimientos se hacen más rápidos, comienza a jadear más fuerte, más rápido,…. “¿Listo?” Me pregunto al mismo tiempo que sus jadeos se hacían más sonoros… en eso siento el primer chorro espeso y caliente de su leche llegar a lo más profundo de mi… “¡Ahhhhh!” Gemidos los dos al unísono mientras más y más chorros de leche caliente salían de su verga, uno tras otros esos chorros llenaban, empapaba, impregnaban mi culo… era impresionante la cantidad de leche que ese joven semental aventaba… después de venirse pude sentir como lentamente su caliente semen comenzaba a escurrir de mi abierto culo, sus piernas temblaban un poco por la venida y el cansancio, yo seguía aferrado a él, me llevo a la cama, me recostó, se puso encima de mí y comenzó a besarme tiernamente, después se acostó a mi lado yo voltee a verlo cual colegiala teniendo su primera vez… vi su cara joven, alegre, como de quien se siente orgulloso de un logro y como no hacerlo, llevábamos un buen rato en el motel fácilmente más de tres horas, horas en las que él me hizo de todo…. “¡Que cabron eres!” Le dije mientras le daba un beso y acariciaba su rostro… “Me dijeron que tenías experiencia pero no creí que tanta”, “y eso que solo es el primero” me dijo mientras llevaba mi mano a su miembro que aún estaba duro… no quiero cansarlos con tanto relato, solo le diré que no aguante el segundo palo, no por el desgaste físicos si no por la hora, ya casi era la hora en la que habitualmente me levanto y tenía que retirarme… nos dimos un baño rápido, me ofrecí a llevarlo a la central de autobuses pero para mi sorpresa me pidió que lo llevara a casa de Martin “Me dijo que podía quedarme en su casa si terminábamos tarde” comento causándome algo de celos que no debía sentir pues no éramos nada, sin embargo no me gustaba la idea de que se quedara con mi amigo, aunque él también tiene que ir a trabajar pensé en mis adentros…. Frustrado pero con la confianza que en unos cuantos minutos no podían hacer gran cosa me fui a cambiar, llegue a mi casa, cansado, trasnochado, sin ganas de nada solo a bañarme de nuevo, cambiarme comer algo y justo allí en la cocina de mi casa recordé a JD… no me daba tiempo de llagar hasta allá para llevarle algo… con toda la pena del mundo me fui a mi trabajo... ya estando en la oficina hice una llamada a una cafetería de un conocido para que le llevaran algo de desayunar a JD.
Ese día comenzó normal, pasado el mediodía llego Martin a preguntar curioso y emocionado por lo sucedido, pero lo que hablamos y todo lo que paso en los días siguientes se los contare en otra ocasión.
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DE NOVELA
Me llamo Daniel, soy un hombre divorciado de 35 años, padre de dos hijos, siempre supe que era gay, pero por respeto mi padre y miedo al que dirán oculte este hecho por muchos años, mi exesposa Beatriz lo sabía, ella me amaba en verdad, tanto que me dio lo más hermoso que la vida te puede dar, un hijo.
Esa noche como otras tantas salí tarde de trabajar, era una noche de verano particularmente fría lo recuerdo bien, iba en mi camioneta rumbo a mi casa cuando en medio de la oscura calle logro vislumbrar a alguien… era un joven, güerito como de 20, llevaba bermuda y una camiseta… algo extraño para esas horas de la noche… disminuí la velocidad y detuve la camioneta pensando en ¿qué hacer?, era muy de noche, la ciudad aunque activa, no presentaba demasiado movimiento por las noches, salvo el de las compañías petroleras que trabajaban en la zona… después de re-pensarlo y más por instinto protector que por otra cosa metí reversa y me empareje al lado de ese joven. Baje el vidrio de la puerta y pregunte: “estas bien”… “no” respondió… “vete” me dijo… esa actitud a la defensiva me hizo pensar que tal vez algo malo le había pasado “no estás bien” le dije “quieres que te lleve a algún lado” agregué… “no tengo a donde ir” respondió… esas palabras me dejaron sin saber que hacer… “bueno, al menos déjame invitarte algo de cenar” le dije…el chavo que toda la conversación había tenido la mirada agachada alzo la cara y pude ver que tenía el labio roto… “gracias pero no”, “anda ¡sube!”, insistí, el chavo al parecer acepto la invitación pues se dirigió a la puerta del copiloto… arranque rumbo a una de las cafeterías 24 horas de la ciudad, estando allí logre sacarle la sopa… tenía problemas en casa con su padrastro, él no era originario de aquí, sino que habían llegado a la zona por el trabajo de su padrastro… su mamá estaba realmente enamorada del señor ese, además de que ella, su madre, no le tenía mucho areció a su hijo que digamos, como fue el resultado de un matrimonio fallido lo trataba mal… la herida de su boca se la había hecho esa tarde cuando se pelearon por una estupidez y el señor lo corrió de la casa sin que su madre hiciera algo… “¿Qué hare para ayudarle?” me preguntaba a mí mismo, pues no lo podía dejar en la calle… y recordé mi cuartito, así le decía a la casita de infonavit que rentaba para mis encuentros ocasionales… “tengo un lugar donde te puedes quedar si quieres” le dije… “no gracias con la comida es suficiente” me dijo, “me quedare en algún parque cercano en lo que pienso que hacer añadió… “no” insistí, “tú no te vas aquedar en la calle” le dije mientras acariciaba su cabello en forma juguetona… ¿era mi instinto protector el que me hacía hacer esto? me preguntaba a mí mismo, su historia me había conmovido en verdad, él era inocente de toda culpa, no me podía imaginar que clase de infancia y juventud vivió al lado de esa mujer… terminamos de cenar y lo lleve al cuartito… “aquí es” le dije mientras me estacionaba enfrente de la casa… nos bajamos, entramos a la casa y lo que hizo me tomo por sorpresa… saco una navaja de su bermuda y me la puso en la garganta… ¡ahhhhh! No se crean #broma, lo que hizo fue abrazarme muy fuerte, pero de verdad fuerte, como quien abraza a alguien querido después de mucho tiempo de no verlo… “gracias, gracias, gracias” decía en un tono entre cortado… eso hizo Salir mi lado profesional, soy psicólogo así que esa conducta me causaba inquietudes… lo lleve a la sala de la casita y pregunte: “¿Qué tienes?”, “nada” respondió, “¿Qué tienes?”, “¡Nada!”, Ultima vez que pregunto, le dije en tono firme “¿Qué tienes?”.... “nada es solo que no se, me siento raro, siempre he sido el rechazado, el solitario y que alguien me de la mano sin conocerme, me hace sentir raro” decía mientras veía como apretaba sus manos… me pare frente a él, le extendí la mano, el la tomo, la jale, lo abrace y le dije… “todos necesitamos de todos”… después de eso le mostré el lugar, le enseñe donde dormiría y me retire a mi casa… en el camino iba pensando en lo que había hecho, no pensaba en si me robaría o algo así, pues en esa casa no hay nada de valor, pero si pensaba en su situación y en cómo es que yo que soy muy precavido en a quien le hablo y a quien no, metí a aun desconoció a mi casa…. Bueno a la casita esa… al día siguiente me levante muy temprano, pues recordé que tenía al chavo ese en mi cuartito, me aliste y salí rumbo a la casita, de mis hijos no me preocupaba pues su nana siempre los atendía bien, llegue a la casita no sin antes pasar a comprarle algo para que desayunara, llegue y abrí la puerta, era muy temprano, los vecinos aun dormían en su mayoría, entre a la habitación y lo que vi me dejo sin palabras… estaba ese joven dormido plácidamente, extendido en todo lo largo y ancho de la cama, analice su cuerpo, era un cuerpo joven, firme, viril, con sus abdominales marcados, sus pectorales firmes, sus piernas torneadas y sus brazos fuertes dignos de alguien de sus edad, estaba desnudo arropado tan solo por la sábana blanca de la cama que dejaba ver una mañanera erección, sinceramente de la misma forma en que ayer me traiciono ese instinto paterno y protector hoy me estaba venciendo mi lado b, mi lado gay, mi lado caliente, fogoso y sexual, cuidadosamente deslice la sabana que cubría su pelvis y parte de sus piernas dejando al aire un miembro güerito, erecto, de unos 19 cm, lleno de venas, con una cabecita rosada, mi boca parecía una fuete de tanta saliva que producía, mis piernas temblaban, “está mal, está mal” me decía a mí mismo “no debo hacer esto” pensaba sin darme cuenta que ya estaba abriendo mi boca para comerme su miembro… su pene olía bien, olía a limpio, al parecer se bañó en la noche, al sentir mis labios en su pene me deje ir como gorda en tobogán, no pensaba en nada, solo en ese miembro, mi boca comenzó a chuparlo lentamente, mi lengua recorría su tronco, mi boca subía y bajaba suavemente, dejando caer por su palo chorros de saliva que mojaban sus pelos y sus bolas… como pude logre meterme todo ese miembro en mi boca, sentía como topaba con mi garganta, era del grueso suficiente como para llenarme la boca pero sin ahogarme, sabia delicioso, sabia a hombre, a macho joven, a virilidad pura, me lo saque lentamente para volvérmelo a meter, de repente siento un ligero sabor salado, su miembro estaba reaccionando a mis mamadas, estaba lubricando, eso me prendió más e hizo que aumentara el ritmo de mis mamadas… en eso siento como su verga se me meta a la garganta, trate de separarme de su verga pero el alzo la pelvis para que no lo hiciera… se había despertado… “¿Por qué te detienes?” me pregunto con una sonrisa en su rostro… “Este, es que, oye disculpa… la verdad yo no soy así” le decía torpemente mientras se levantaba de la cama… Del chavo tímido de ayer nada quedaba, lo que tenía delante de mí era un hombre en toda la extensión de la palabra, un hombre joven, pleno y potente con la verga dura apuntando al techo… “no te justifiques, si te gusta adelante, dale chúpala…” me dijo mientras se acercaba a mi “no de verdad yo no sé qué me paso, yo solo venía a dejarte algo para que desayunes…” le decía mientras yo daba pasos hacia atrás… “¡Hombre muchas gracias! Yo también tengo algo acá para que comas” dijo mientras sujetaba su miembro… el frio concreto de la pared detuvo mi huida…. Apoyando su mano contra la pared a la altura de mi cara acerco la suya y me dijo, “¿no me vas a dejar así verdad?” dicho eso me beso… No lo podía creer, ese guapo joven me estaba besando pero no solo eso, sino que también me abrazo, me jalo hacia él. Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, su lengua comenzó a buscar la mía. No sé qué pasaba por mi mente que no podía moverme, estaba como petrificado, cuando siento que despega sus labios de los míos y comienza a besarme el cuello, ese es mi punto débil, lo empuje para separarlo de mi… él se dio cuenta de inmediato que mi cuello era mi punto débil así que decidido a hacerme ceder se abalanzó sobre mi empujándome contra la a pared y comenzó a besarme el cuello… “n-no, no, para” le decía suplicante mientras el sujetaba mis manos contra la pared… sus besos se hacían más intensos, comenzaba a darme leves chupetones, sin dejar de besar subió hasta mi oreja y comenzó a besarla a lamerla a mordisquearla, el sonido de su boca sobre mi oído mezclado con la sensación de su cálido aliento y la de su lengua sobre mi lóbulo me hacía vibrar, estremecerme, temblar de la excitación, no me di cuenta en que momento soltó mis manos y comenzó a desabrocharme el cinturón… para este apunto yo ya estaba más que prendido… me volteo, quedando yo de frente contra la pared, escupió su mano, unto esa saliva en mi culo, junto su cara con la mía y siguió mordisqueando mi oreja mientras sentía como su miembros punzante comenzaba a deslizarse sobre mi raja embarrándome de su liquido pre seminal, después de estar un rato dándome a desear su miembro yo ya estaba que explotaba de lo caliente, quería, necesitaba, me urgía sentir su miembro duro entrar en mi… él se dio cuenta de esto pues yo paraba más mis nalgas y las empezaba a mover en un sensual vaivén contra su delicioso miembro, él con una gran habilidad empezó a abrirse paso entre mis nalgas buscando mi agujero… nuevamente sujeto mis manos con las suyas contra la pared, sin dejar de besarme la oreja muy hábilmente ese cabron comenzó a meter la punta de su verga en mi ano que sinceramente no opuso resistencia, yo estaba caliente, yo estaba desando ser penetrado, su glande poco a poco fue entrando en mi culo, podía sentir como con algo de dificultad por la poca lubricación su verga hacia ceder a mi esfínter, cuando su cabeza por fin entro por completo se quedó inmóvil un momento… “¿Suave o fuerte?” me pregunto… “como tú quieras“ le dije extasiado… “entonces suave” comento mientras con la pura punta de su verga dentro de mi comenzó a meterla y sacarla suavemente de mi culo, claramente podía sentir como mi culito se amoldaba a la perfección a su verga, era una sensación muy muy placentera el sentir su verga casia punto de salir para después metérmela de nuevo en un vaivén que quisiera que nunca acabara… poco a poco mi culo fue cediendo más y más, sus movimientos suaves pero firmes se iban abriendo paso en lugares de mi culo que nunca nadie antes había llegado, cada vez entraba un poco más y más de su viril miembro, sus movimientos me tenían loco de placer, mi miembro lubricaba a chorros como nunca antes, mis pezones estaban durísimos y súper sensibles, me faltaba la respiración, sentía mis piernas vencerse ante el placer que él me provocaba “¡que cabron eres! ¡Que rico lo haces!” le decía mientras empujaba mis nalgas hacia atrás deseoso de sentir toda su potencia sobre mi…. Nuestros movimientos comenzaron mezclarse a la perfección, el empujaba hacia adelante y yo hacia atrás, de repente sentí sus vellos púbicos en mis nalgas, había entrado toda, todo su miembro estaba alojado en mi… entro sin dolor, era la primera vez que me hacían algo así, yo estaba acostumbrado a las cogidas fuertes y sin pasión de los strippers de los antros que frecuentaba, pero este joven individuo me estaba dando placer de una forma tan sublime que no me permitía pensar en nada más. Una vez completamente dentro suavemente me la saco toda… pude sentir el aire entrar a mi culo, “¿Qué haces?]” Le pregunte “Shhhhh, solo disfrútalo” me respondió… de repente siento como se baja hacia mis nalgas y con una maestría excepcional las abre por completo de golpe y mete su lengua dentro de mi… su juguetona lengua lamia mi culito entrando y saliendo, ensalivándolo, dilatándolo más, de repente se separaba, abría todo lo que podía mi culo, le soplaba, después le daba una lamida y finalizaba succionándolo fuertemente, “Ahhhh ¡Que rico! ¡No pares! Mmmmm ¡Siiii! ¡Así!” le decía mientras echaba para atrás mi culo queriendo sentir más y más de esa deliciosa lengua húmeda… se volvió a poner de pie y esta vez con un poco más de fuerza me metió hasta el fondo su verga, empezando un mete y saca delicioso que llagaba hasta la mitad de su tronco… la sensación de esa verga llenando a plenitud y sin dolor mi ano fue lo máximo… sentía mi culo dilatarse y amoldarse a su miembro exquisito… entregado estaba yo a esos placeres cuando la alarma de mi celular sonó regresándome a la realidad… “¡Ya es tarde! me tengo que ir” dije tratando de separarme… “pero acabamos de empezar” me dijo abrazándome para que no pudiera moverme… “de verdad me tengo que ir” le dije separando sus brazos de mí y sacándome su miembro de mi culo… di unos pasos y me incline para subirme el pantalón cuando el muy cabron aprovecho esa situación para sin medimiento alguno meterme de un golpe y con mucha fuerza su verga en mi culo… pude sentir sus huevos chocar con mis nalgas… “no te puedes ir sin tu lechita” me decía mientras me metía y sacaba la verga con fuerza, me tenía bien sujetado de las caderas, cada vez que intentaba pararme el me regresaba a la misma posición… Creo que mi resistencia le molesto pues de un empujo me aventó contra la cama abalanzándose sobre mí, su miembro rápidamente busco mi culito que a esas alturas no ponía resistencia alguna, “¡Déjame!” le grite entre molesto, excitado y apurado… con sus manos me tapo la boca jalándome hacia atrás con fuerza y me dijo “relájate, relájate, no tardare mucho” mientras aceleraba sus movimientos. Me cogía de una forma muy particular solo movía su pelvis generando un corto pero constante mete y saca en mis nalgas… “¡uuuufff, sí… ¡ya casi me vengo!” Decía mientras sus embestidas aumentaban de intensidad…. Sentí su cuerpo tensarse y yo por instinto apreté mis nalgas “¡eso!, así, ¡así! ¡Apriétame más!” decía mientras su verga soltaba chorros y chorros de leche caliente dentro de mi… “¡Ahhhhhhh! ¡Que rico! ¡Que rico! ¡Me vengo!” grito mientras su verga seguía llenándome de leche “¡Ufff! ¡Ahhh! ¡Que rico!, que rico culo tienes” me decía, mientras recuperaba el aire sobre mi…. Cuando recobro el aliento, se paró sacándome su verga de mi culito dilatado… se agacho me lo lamio nuevamente, amaso mis nalgas, me dio una fuerte y deliciosa nalgada y dijo “Ojala pudieras ver cómo te quedo el culo, estas bien abierto” decía mientras se iba al baño por papel, tomo un poco para limpiarse, me dio el resto para que hiciera lo mismo… aturdido por la situación pero más preocupado por no llegar tarde a mi trabajo solo me limpie y me fui… ya en el camino comencé a reflexionar sobre lo sucedido… tan metido estaba en analizar lo que había hecho que casi choco con otro auto… decidí mejor no pensar en eso hasta llegar a la oficina…
Al llegar a la oficina los pendientes del trabajo rápidamente ocuparon mi mente sin permitirme analizar bien lo que había sucedido… bueno, fue así hasta que llegó la hora del almuerzo… lo que paso después se los contare en otra historia.
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Somos de calle: Gerardo
Serie de relatos basado en las vivencias de unos compas y la mía. Por favor si eres sensible no lo leas.
Me nombre es Gerardo y esta es mi historia… Vivo en una colonia popular, aquí todos son chalanes, albañiles o trabajan en el campo, mientras las mujeres son empleadas domestica o meseras, los morros siempre nos quedábamos encargados con los abuelos o con los parientes que no pueden trabajar… Desde que tengo uso de razón he convivido más con mis amigos de la colonia que con mi familia, la escuela nunca me gusto me sentía encerrado y abandonado cuando asistía, solo encontraba paz con mis amigos, en la calle me sentía libre, me sentía vivo, ellos eran para mí una verdadera familia con ellos viví de todo, mi primera ida a la cárcel, mi primera cogida, con ellos descubrí lo que era el alcohol, el tabaco y las drogas, con ellos me sentía respaldado, protegido, seguro… Como en todo, aquí también había gente buena y gente mala, los más grandes del grupo siempre nos cuidaban, trataban de guiarnos, eran algo así como los hermanos mayores de nosotros… Damián, Lázaro, Kevin, Julián y Noé, eran los mayores, los líderes, tenían entre 20 y 23 años y a su corta edad ya habían vivido más cosas que muchos en toda su vida. Lo que les contare sucedió cuando tenía 14, estaba molesto por que no tenía dinero para un teléfono, quería uno, todos los de la secundaria a donde iba tenían uno y yo no, eso me hacía sentir mal, pero no decía nada pues en casa también faltaba el dinero, recuerdo que hable con Damián de ello y me hizo entender que no siempre es posible tener lo que uno quiere... pero que si uno es astuto siempre hay formas de lograrlo… “cuando crezcas entenderás” me decía… pasaron los días, una tarde como siempre estábamos en la cuadra jugando, llego Damián junto con lázaro, Damián se acercó a mí y me pregunto “¿recuerdas el cel que querías?”, “si” le conteste ¿te lo quieres ganar?” me pregunto, “¿Cómo?” Le respondí… “Tú solo responde ¿sí o no?”, “si, si quiero” conteste emocionado, “sale, en la noche te enseñare como” me dijo mientras me dejaba y se dirigía hacia Bryan otro de los chavos de la cuadra… llego la noche… nosotros seguíamos en la calle, pues pese a ser un barrio peligroso entre todos nos conocíamos y solíamos estar afuera hasta muy tarde… Eran como las 8 de la noche cuando llego un chevy, en el venían Damián y Lázaro, el chevy se estaciono una cuadra bajo, Lázaro y Damián subieron, Damián me hablo a mí y a Bryan, mientras lázaro llevaba a otros dos, nos acercamos al chevy que estaba justo debajo de una vieja lámpara… Damián y lázaro se pudieron al lado de la puerta del conductor y nosotros cuatro estábamos en medio de ellos… “¿No están muy chicos?” preguntó el conductor… “Ya aguantan” dijo lázaro “Además quieren ganarse una moneda” agrego Damián… nosotros 4 nos volteamos a ver sin saber bien que pedo… “Él” dijo el del carro señalándome a mí... “Súbanse agrego”… Damián me tomo del hombro y me llevo junto con él a la parte de atrás del carro, nos subimos y arrancamos sin saber yo a donde iríamos… llegamos al campo de futbol que estaba en la colonia “párate debajo de ese árbol” dijo Damián… el carro se estaciono en la esquina más alejada del campo, justo debajo de un viejo árbol, la oscuridad era casi total, si no fuera por la luz de la luna y la de la vieja lámpara de la calle de arriba que dejaba pasar algunos rayos de luz entre las tupidas ramas del árbol… Damián y yo nos bajamos… al bajarse el conductor pude ver que se trataba de un señor mas o menos joven, entre 30 y 40, medio güero, algo gordito y chaparro… “¿Confías en mí?” me pregunto Damián “simón” le respondí “bueno, haz lo mismo que yo hago y te vas a llevar un cel” dijo mientras el señor ese se acercaba a nosotros… lo siguiente que vi me dejo inmóvil, el señor ese le agarro sin pena alguna el bulto a Damián y este no hizo anda, pero no solo eso, sino que el señor ese empezó a besar a Damián mientras lo jalaba hacia una improvisada banca de madera que había en ese lugar… yo los seguí para ver que más pasaría… el señor ese se sentó en la banca mientras veía como Damián se desabrochaba su bermuda… “ven” me dijo en voz baja el señor, yo me acerque y me quede parado al lado de Damián… lo que siguió fue algo completamente nuevo para mí, nunca imagine que Damián hacia eso, si bien oía que entre ellos bromeaban con el tema nunca imagine que hicieran esto para ganarse la vida… mientras el señor ese comenzaba a chuparle la verga a Damián, estiro su mano y me jalo más cerca del… acariciando también mi paquete… sentía raro, me apretaba fuerte, era muy tosco, no era como las chavas con las que había estado que me agarraban mi verga con cuidado… el señor ese metió la mano por debajo de mi short y empezó a buscar mi verga cuando la encontró… se separó de la verga de Damián y dijo “¡Ya tiene pelitos!”… a lo que Damián respondió “te dijimos que ya aguantaban”… mi verga involuntariamente comenzó a ponerse dura “se le está parando” dijo el señor mientras seguía chupándosela a Damián… “además mira” comento Damián sacando su y encendiendo la pantalla, acerco la tenue luz del celular hacia mí, me alzo la playera y dijo “mira wey”, “¡no manches!” exclamo el señor con cara de felicidad, ”¡ya tiene cuadritos!” dijo emocionado al mismo tiempo que sacaba la mano de debajo de mi short y me jalaba hacia el sin dejar de ver con asombro mi torso, sus manos gruesas comenzaron a acariciar mi abdomen firme, contaba mis cuadros, pasaba sus dedos en medio de mis abdominales, comenzó a besarlos y acariciarlos al mismo tiempo que acariciaba mis piernas… “y también esta piernón” dijo sin dejar de besar mi torso… “te dijimos que te iban a gustar, los 4 están como los pediste, pero este es el más aventado” dijo Damián mientras me acariciaba la cabeza como en señal de aprobación…
“¿puedo?” me pregunto el señor mientras tomaba el borde de mi short, yo con algo de nervios voltee a ver a Damián quien me dijo “respóndele, no vas a hacer algo que no quieras… nomas acuérdate del celular que quieres” me dijo… “bueno” le respondí al señor quien rápidamente bajo mi short dejando al descubierto mi pene sema erecto, el señor ese se metió rápidamente mi verga en su boca… su mamada era rara, era muy rápida, muy salvaje, sus dientes me lastimaban un poco, parecía desesperado, como si tuviera prisa… “aguanta, aguanta” me decía Damián pues veía como cerraba los ojos y hacia muecas de dolor… de pronto el señor ese jalo a Damián mas cerca de donde yo estaba y sacándose mi verga de su boca comenzó a chupársela a Damián… mientras con su mano me masturbaba a mí, después de un rato comenzó a alternar entre Damián y yo… en eso nos junta aún más y puso nuestras vergas en su cara… “Me cogen” nos preguntó “Por mí no hay pedo” dijo Damián, “la bronca es que este es nuevo” dijo refiriéndose a mi “no sabe cómo preñar culos aun”… “o sea que seré tu primera vez” dijo mientras se metía mi verga en su boca… “si” le conteste… el señor ese paro para acomodarse bien en la banca improvisada, apoyando sus manos allí y parando bien sus nalgas le dijo a Damián “enséñale como se hace” Damián se colocó atrás de él y me dijo: “checa bien como se hace wey” me dijo… “primero le escupes el culo, luego le metes un dedo pa que afloje, luego te escupes la verga y se la pones en el culo, tienes que apuntarle bien porque si no, no entra y luego ¡madres! Se la entierras toda de un putazo! Me explicaba Damián mientras el del chevy solo alcanzo a gemir “¡auuuu! eres un cabron”… Damián comenzó un rápido mete y saca que hacia gemir al señor ese cada vez que se la metía “mmmm mmm siii mmm siiii” decía el del chevy… “ahora él” indico el señor ese…. Nervioso me puse atrás de él, Damián acomodo el culo del señor ese a manera que quedara a mi altura… le escupí el culo, le metí el dedo se sentía caliente y medio húmedo, luego con la punta de mi verga empecé a buscar la entrada de su culo… cuando la encontré hice lo mismo que Damián le metía mi verga de golpe “mmmm rico” dijo el señor mientras yo sentía como su culo caliente apretaba mi verga, sentía como su culo me mordía el pito, el señor ese aventaba sus nalgas para atrás y comenzaba a mover en círculos sus nalgas, la sensación de su culo apretando y estimulando mi verga me éxito mucho, seguía yo metiendo y sacando mi verga de su culote mordiéndome los labios, tratando de aguantar lo mas posible, era la primera vez que me cogía un culo y era un culo de bato, lo peor era que me gustaba como se sentía…. “dale, dale duro” me decía Damián, mientras se masturbaba al lado de nosotros…. “ahhhhh, ahhhhh, ¡yaaaaa!” exclame…. Mientras me venía adentro de ese señor, la sensación de su culo caliente, húmedo y apretado fue demasiado para mí, no aguante más…. “Que rico mi amor… ¿te gusto mi culo? ¿Te gusto como te apretaba la verga?”… me preguntaba extasiado el señor, “si, si les respondí”… le saque mi verga de su culo la cual seguía dura y Damián nuevamente se la metió, esta vez dándole más duro que la vez anterior, no paso mucho tiempo para que Damián también le llenara el culo de leche “haaaa me vengo” dijo Damián mientras se aferraba con todas sus fuerzas al culote gordo del señor ese metiéndole hasta el tope su verga... “¡siiiiiii papito rico, si asi, préñame, préñame!” Decía el del chevy…. Damián le saco su miembro y se puso al lado mío, mientras se apretaba la verga sacando las ultimas gotas de semen, el señor ese rápidamente fue a su coche saco papel de baño, tomo un pedazo y nos dio el resto… mientras se limpiaba el señor nos decía “Muy rico todo Damián, de verdad que tú nunca me quedas mal, además tu amiguito también está muy muy bien”… “Ya sabes mi Manu, aquí hay pura calidad, cuestión que te sigas portándote chido y verga no te va a faltar o no mi Gera”… “simon” conteste… al terminar de limpiarnos nos subimos al carro y nos llevó cerca de donde nos recogió, nos bajamos y Damián se acercó a la ventana del conductor a hablar con él, el del chevy le dio un dinero y una caja de celular, al ver eso me emocione… arranco el carro y se fue… “Mira Gera, no es nuevo, pero es de los chidos” dijo mientras me daba la caja… yo estaba bien emocionado, cuando me lo dio y vi el modelo más me emocione porque de verdad era de los chidos de los que salían en la tele… “eres un chingon” le dije a Damián mientras checaba las funciones del teléfono… “No agradezcas wey, te la rifaste chido, te lo mereces” me respondió Damián… llegue a casa, me metí a mi cuarto y me puse a cargar el teléfono… y así fue como termino esa primer noche en la que me inicie en este mundo del sexo con batos…
Si les gusto y quieren saber como se desarrolla esa historia hasta nuestros días escribanlo en los comentarios, si no les gusta este tipo de historias también haganmelo saber.
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Don Rubén el padre de mi mejor amiga
En unas vacaciones de verano Silvia mi mejor amiga me pidió de favor la llevara a ella y a su madre a CDMX pues necesitaban comprar algunas cosas para sus negocios como no tenía nada mejor que hacer ese verano y estaba castigado por mis malas notas en la U. vi ese viajecito como un pequeño desestres, al fin y al cabo era un fin de semana libre en CDMX, mis padres no se opusieron al tratarse de Silvia, ya que nos conocemos de toda la vida pese a ser vecinos no crecimos juntos, ella siempre estuvo en colegios privados y yo en escuelas publicas.
Llego el jueves día en el que teníamos que salir desde muy temprano para llegar a buena hora a la CDMX, toque a la puerta, Don Rubén, el papá de Silvia ya estaba despierto. “Pásale, está abierto” se escuchó por el interfono. Entre y me encontré solo a don Rubén en la sala.
Don Rubén: ¿Quieres un café? Yo: Si por favor. Don Rubén: Silvia y su mamá aun no llegan, se han de a haber quedado dormidas, ayer fueron con mi suegra para revisar que no le faltara nada pero ya las conoces como son.
Comentaba don Rubén mientras me preparaba un café, don Rubén, es un señor ya cincuentón, canoso, pero correoso, desde muy chico empezó a trabajar en la construcción para apoyar a su familia, le gustó mucho ese ambiente y decidió estudiar Ing. civil, con mucho esfuerzo logro terminar la carrera, tuvo la suerte de que uno de sus amigos de la facultad se lanzara como diputado, facilitándose así obras y apoyos para que pudiese consolidarse como contratista, hoy, años después, ya es dueño de una pequeña constructora. Yo por mi parte soy un desmadre, 1.78, medio güero, malo para la escuela, bueno para la fiesta, excelente para los trancazos, entreno box y voy al gym, así que un mal físico no tengo, aparte lo que sea de cada quien carita si estoy. Don Rubén me tiene un gran aprecio por dos razones 1. Soy una especie de chaperón/güarura/hermano mayor de su hija y 2. En palabras de él: soy el hijo que nunca tuvo.
Don Rubén: Ya está tu café, negro y cargado como te gusta. Yo: Jajaja ¿qué pasó don Rubén? ¿Tan temprano y ya de antojo?
Don Rubén puso la tasa sobre la mesa y yo en mi péndeles mañanera me quede viendo a la tasa.
Don Rubén: ¿Quieres leche? Yo: No, ya sabe que me cae mal… Don Rubén: Como te le quedaste viendo al embate, por eso preguntaba.
Como pendejo me puse a buscar con la mirada la botella de leche, Mo había nada en la mesa, don Rubén se percató de eso y se empezó a reír. Devolviendo la mirada a la taza de café pude ver a lo que se refería, yo aún medio somnoliento me había quedado mirando fijo a la taza sin darme cuenta que en sus pantalones se marcaba una mañanera erección, que dejaba ver un muy respetable miembro, en estado de semi erección.
Don Rubén: ¿Entonces qué? ¿Quieres leche? *¡Jajaja! Ambos reimos*
Don Rubén siempre ha sido chinga quedito conmigo, nos llevamos pesado, pero nada me preparo para lo que estaba por pasar.
Don Rubén: ¡Ándale! ¡Tantito! Un chorrito aunque sea. Yo: Jajaja ¿Qué paso? ¡Yo no le hago a eso! Don Rubén: Jajaja ni yo wey, pero, estamos solos. Yo: ¡No me diga que ya le esta tronando la reversa! Don Rubén: Pues la reversa no, pero vieras como se me pone dura la palanca *dijo mientras se agarraba el bulto* Yo: Esa madre ya ni ha de disparar. Don Rubén: jálala a ver si no te preña.
Yo estaba sentado en la mesa que tenían en la cocina, así que en plan de juego don Rubén dio unos pasos más hacia la mesa, al punto que su paquete quedo encima de la mesa.
Don Rubén: ¡Ándale! Agárrala tantito.
Dijo el mientras intentaba agarrar mi mano para llevarla a su bulto, todo en plan de juego según. Después de manotear un poco logro sujetar mi mano y llevarla a su bulto donde al sentir mi mano su verga se movió… yo por jadón le apreté el paquete para que se calmara…
Don Rubén. ¡No mames cabron!, no mames…. ¡Me lastimaste!
Dijo Don Ruben con cara de dolor mientras se sobaba su miembro Yo creído de que si le había hecho daño me pare para sostenerlo, cuando oigo su risa burlona…
Don Rubén: Jajaja, ¡te engañe!, ahora dale sus besitos, por cabron.
Me dijo mientras me tomaba de la nuca para “bajarme por los chescos”
Yo: ¡Jajaja! ¡Pinche viejo cabron” ¡Ya ni la chinga! Don Rubén: ándale, o me vas a dejar así… me va a dar cáncer wey… todavía que me la maltratas no me la quieres sobar…
“Jajaja” nos reímos los dos, me di la vuelta para sentarme, pero en eso me toma nuevamente de la mano, me jala fuerte hacia él, la pone sobre su bulto y mirándome a los ojos firmemente me dice: “que lo sobes te estoy diciendo”… La tensión se hizo presente, don Rubén tiende a llevarse muy pesado con la gente, pero no sabía si esta situación era parte de su forma de ser o algo más serio. Mi mano seguía sobre su miembro sujetada por su mano… pronto, sin decir palabras, comenzó a mover su mano por todo lo largo de su miembro, nos seguíamos mirando fijamente, la tensión entre ambos seguía creciendo al mismo tiempo que se tornaba en una tensión sexual, yo no sabía que hacer o cómo reaccionar… lo que si podía sentir eran unas venas saltonas, la cuerva de su miembro y la forma de su gran glande. Su erección, segundo a segundo se hacía más potente. Con su otra mano se abrió la bragueta, yo estaba en shock, metió mi mano en su bragueta y pude sentir el calor de su miembro, sus pelos púbicos… “agárrala” me dijo don Rubén, yo poseído por una extraña sensación lo obedecí… cuando mi mano sujeto su viril miembro Don Rubén guio mi mano hacia afuera… no me atrevía a bajar la mirada, don Rubén no dejaba de mirarme fijo a los ojos, con su miembro de fuera comenzó a masturbarse usando mi mano como si fuera la suya… su verga no dejaba de crecer, de palpitar, se sentía pesada, gruesa, potente…
“¿Dale unos besitos no?” dijo don Rubén mientras soltaba mi mano para con sus manos tomarme de los hombros y empujarme hacia abajo, mis piernas que en el gimnasio podían sostener 250 kilos sin problema, estaban cediendo ante la presión de don Rubén…
Una vez arrodillado pude ver su miembro, era una verga grande, potente, gruesa, de su cabeza comenzaban a brotar hilos de precum, sus pelos canosos se asomaban por la bragueta… voltee a verlo a la cara, con una mirada suplicante, como pidiendo que parara… pero el no hizo caso a mi silenciosa petición, metió sus dedos en mi boca, después me tomo de la barbilla y puso mi cara justo enfrente de su miembro, coloco una de sus manos en mi nuca y guio mi boca hacia su verga caliente… poco a poco, lentamente, fue introduciendo ese cálido palo de carne en mí, no emitía ningún sonido, solo disfrutaba en silencio del momento, cuando su palo topo con mi garganta comenzó a sacarlo suavemente, así estuvo unos minutos jugando con mi boca, metía y sacaba su miembro mientras de las comisuras de mis labios comenzaban a caer hilos de saliva mezclados con su abundante precum… poco a poco comenzó a acelerar el ritmo de sus movimientos, siempre llevando él el control de la situación… metía cada vez un poco más de su potente verga en mi garganta, su tronco rosaba mi campanilla, su glande chocaba con mi garganta, mis ojos comenzaban lagrimear, de repente me tomo fuerte de los cabellos y metió de un golpazo todo su potente miembro dentro de mi garganta, quise empujar sus piernas para tratar de alejarlo, pero el solo saco su palote escurriendo de precum y de mi saliva para volver a metérmelo dentro, esta vez tapándome la nariz para que entrara en su totalidad su verga en mi garganta “Abre bien esa boca o te vas ahogar” me dijo mientras metía su pene en mi boca, yo intentando no ahogarme abría lo más que podía mi garganta para que pudiese pasar algo de aire, cosa que el aprovechaba para ahogarme con su vergota, sus pelos duros y canosos pronto comenzaron a picarme la nariz, lo había logrado ese señor lo había logrado, había metido todo su palote en mi boca, un miembro que fácilmente y sin mentir mediría más de 20 cm. Volvió a sacarla por completo, su miembro brillaba por tanta saliva que había producido yo, mi garganta me dolía, me punzaba, yo alce la mirada para pedirle que se detuviera pero antes de poder decir algo su verga se incrusto rápidamente en mi garganta, así estuvo un buen rato, usando mi boca como juguete sexual, mi camisa estaba todo empapada por la saliva que escurría a chorros por mi garganta, su verga brillosa no dejaba de follarme la garganta, sus manos me acariciaban el cabello, mientras él me decía “!Así!, así cabron, ¡eso!, se obediente, ¡cómetela toda!, cómetela toda, ¡así bien rico!”… de pronto la velocidad aumento aún más “Ya casi, ya casi” decía mientras me sujetaba la cabeza con todas sus fuerzas y de un fuerte golpe me clava toda su verga en la garganta y dando pequeños pero rápidos movimiento de pelvis movía adelante y hacia atrás su verga en mi garganta…. Un fuerte y grave rugido de placer lanzo don Rubén, “Ahhhhhh me vengoooo” grito justo antes de llamarme la garganta y el estómago con una abundante y espesa carga de semen… “Ahhhh siiii, siiiii, cómetela toda” decía mientras empujaba más su pelvis contra mi cara…. Era demasiada la leche que sentí que aventad entro de mí, al parecer llevaba semanas o meses sin vaciarse… Don Rubén dejo de moverse, sin sacarme su verga de la garganta… cuando recobro el aliento comenzó a sacarme lentamente su vergota de mi boca que estaba bien empapada de semen y saliva que escurría a chorros… todavía el muy cabron me dio unas cachetadas en mi cara con su vergota babosa… ¡Buen chido! Me dijo antes de caer sobre mis brazos tratando de recuperarme de lo sucedido… Cuando siento como con sus manos comienza a tirar de mi pantalón para bajármelo… en un rápido movimiento Don Rubén dejo mis nalgas al descubierto… intente pararme pero él me lo impidió presionando su cuerpo contra el mío… podía sentir su aun duro y baboso miembro en mis nalgas “¡Quieto cabron! Aun no terminamos” me dijo mientras se incorporaba cuando el sonido del interfono nos interrumpió.
Interfono: ¡Papá! Ábrenos, se nos olvidaron las llaves…
Era Silvia, “me salve pensé”… justo estaba celebrando el que ese martirio estuviese por acabar cuando un fuerte dolor punzante lleno mi ser, don Rubén había metido de un solo jalón dos de sus dedos dentro de mi… “Estas bien apretado” dijo don Rubén…. “nos vamos a divertir mucho más cuando regreses”… sentencio mientras me daba una nalgada, se dirigió al interfono… Antes de contestar el interfono comento: “deberías arreglarte o quieres que te vean así”… acto seguido contesto el interfono, se arregló un poco sus ropas y se dispuso a recibirlas en el portón.
Entraron Silvia y su mama, me vieron un poco con cara de sorpresa por mi semblante, me saludaron como si nada pero me preguntaron por las manchas de humedad en mi camisa, a lo que argumente que se me había caído el café y me retire un momento para ir a cambiarme a mi casa, me lave la boca, la cara, me cambie, me peine de nuevo y regrese a casa de Silvia.
Silvia y su mama se despidieron de don Rubén yo hice lo mismo y antes de marcharnos me dio un fuerte abrazo y dijo en voz baja: cuídame estas *apretando mi nalga* que cuando lleguen las quiero estrenar… después de eso, cuando ya íbamos de salida en el portón me dijo en voz alta: *cuídamelas que son mi tesoros* refiriéndose a su esposa e hija, pero a su vez usando el doble sentido que lo caracteriza para referirse a mis nalgas.
Lo que paso después se los contare en un siguiente relato.
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Despido injustificado
Mi vida era más que perfecta en todo sentido, tenía un buen trabajo con grandes posibilidades a mejorar, una novia hermosa, vivía bien, vestía bien, me daba mis gustos y por supuesto cuidaba mi físico, era el hombre que toda mujer desearía, hasta que llego ese que debió ser mi gran día.
Éramos 3 los candidatos a subir a un puesto de nivel dirección dentro de la empresa, mi cita estaba programada para ser la segunda, cuando llegue a los pocos minutos vi salir furioso a Josué, uno de los tres posibles candidatos, “no dio el ancho” pensé, sin saber los motivos de su enojo… llego la hora de mi cita y me llamaron, me atendió el Sr. Lemus, uno de los socios de la empresa. —¿Sr. Lemus? Creí que sería el Lic. Ortega el que haría la entrevista. —Así seria tradicionalmente, pero debido a la importancia del puesto pedí a la junta ser yo quien elija al próximo director. Bien, comencemos. —Perfecto. Respondí sin saber en lo que me metía. —Tanto tú como Josué y Ernesto tienen un perfil similar, capacitados para el puesto, con amplia experiencia, con don de liderazgo y la confianza de todos nosotros. —¡Hombre muchas gracias! —Espera, aun no termino… este ascenso sabes que es abrirte las puertas a un mundo totalmente nuevo, es acceder a un nivel de vida superior, quienes han estado en este puesto siempre son contratados por transnacionales enormes o crean sus propias empresas… dadas estas circunstancias, yo como dueño pierdo, pierdo un empleado, pierdo una pieza clave, pierdo un gran talento, mientras que los que se van se llevan mucho de esta empresa, recomendaciones, contactos, cartea de clientes, etc… Así que Leo. ¿Qué más tienes para ofrecer aparte de tu talento? ¿Qué más me puedas dar para que yo te de el ascenso? Piensa bien tu respuesta, hay quienes darían todo, hasta las nalgas por este puesto, más en esta administración que no sabe cómo tratar a la iniciativa privada. —Disculpe señor, creo que no lo estoy entendiendo. —Es simple la pregunta, ¿Qué más me puedes ofrecer? —Sigo sin entenderlo. —Mira Leo, la cosa es simple. Dijo el Sr. Lemus mientras se ponía de pie. —Yo necesito saber que de verdad eres de confianza… que de verdad eres parte de nosotros… que de verdad estas comprometido conmigo. Dijo mientras sus manos se posaban sobre mis hombros. —¿Pe…pero de qué forma? Dije torpemente. —No lo sé, dímelo tú… Josué no dio el ancho. Dijo mientras una de sus manos bajo hasta mi bragueta… por instinto me pare para encararlo —Sr. Lemus, yo, yo lo respeto pero esto… —¡Pero nada! Dijo en tono autoritario —¡O me das lo que quiero o no hay ascenso! Exclamo mientras con su mano me tomaba del paquete… por instinto lo empuje y a punto estuve de golpearlo pero me detuve a tiempo. —¡Veo que no sirves para esto! Dijo claramente molesto —Y pensar que dejaste ir la oportunidad de tu vida por no darme ese cuerpo Me reprocho el señor Lemus mientras agarraba mis nalgas. Esa acción sobre paso mis límites. Rápidamente me volteé y de un golpe lo mande a rebotar contra la pared —¡Yo no soy maricon! Le grite, mientras lo apretaba del cuello. Salí de la habitación aún más molesto que Josué. Me fui a mi casa para calmarme y al día siguiente regrese a la oficina, topándome con la sorpresa de que estaba despedido. ¡Vaya! Ni siquiera me dejaron pasar a mi oficina, en la puerta los elementos de seguridad estaban esperándome con mis cosas. “Maldito infeliz” pensaba entre mi… esa misma tarde me entere que Ernesto fue el que ascendieron “¡Pinche puto!” pensé, le dio las nalgas por unos pinches pesos… Ni pedo me dije a mi mismo, a iniciar de cero pensé, sin saber que esa decisión era el inicio del fin. Pasaron 3 meses desde ese día, mis ahorros comenzaban a acabarse, la desconfianza de la IP era mayor sobre el gobierno en turno, mermando así los de por si pocos empleos bien pagados, eso sin contar que a cada entrevista que iba me daban la misma respuesta “Tenemos indicaciones de no contratarte”, en un arrebato de enojo marque al número de quien fuera mi jefe en su momento solo para mentarle la madre, recibiendo de su parte un “ya vez cabron, por no darme las nalgas ahora te jodes… nadie te va a contratar y te vas a quedar jodido como el pinche perro que eres” de lo enojado que estaba arroje mi teléfono contra el suelo rompiéndole la pantalla… llegue a mi departamento y me topé con la sorpresa de que mi novia me había abandonado, los recibos comenzaban a juntarse, no podía pagar el crédito de mi departamento, ni las letras del carro, ya no me quedaban amigos a los cuales pedirles dinero, solo me quedaba la membresía del gimnasio que había pagado por todo un año. Fui a entrenar decidido a calmar mis penas en medio de los aparatos del gym cuando al finalizar mi rutina en los vestidores me tope a Josué. —¡Josué! —¿Leo? —¡Gusto en verte cabron! ¿Qué onda? ¿Cómo has estado? —Bien, afortunadamente wey. —¿Sigues en la empresa? —No cabron, después de lo de Lemus me corrieron, anduve buscando jale por todos lados pero nada, hasta que un cuate me recomendó con un empresario de monterrey y mira de allí pal real. —¡No mames! ¡Qué suerte tienes! Yo he buscado y nada, el puto de Lemus me bloqueo en todos lados. —A mí también wey, pero ya vez, tuve suerte. —¿Oye y si no es mucho abuso? ¿No me podrías recomendar en tu empresa? —Mira mi estimado, vístete, te invito a comer y platicamos. Al salir del gimnasio fuimos al estacionamiento donde nos estaba esperando una flamante camioneta todo terreno del año —¡No mames cabron! Se ve que te va bien en tu nuevo trabajo. —Así es mi Leo, así es. Llegamos al restaurant y… —Pide lo que quieras Leo, yo invito, con confianza. Yo también pase por donde tu estas y créeme que es bueno poder tener al menos un amigo. Lo que dijo me llego en el alma pues en efecto no tenía ya nadie a quien más recurrir. Al terminar la comida comenzamos a charlar el bar del restaurant. —Mira Leo. Te platicare en lo que ando, pero debes tener la mente abierta pues es algo no muy convencional —¿Capital de riesgo?, ¿Inversiones en startups? ¿O de plano algo ilegal?. —No, no mi Leo tranquilízate, es algo más mundano. Me dijo con una sonrisa en su rostro… —Mira Me dijo mientras me mostraba algunas cosas en su celular. —Esto es más de lo que seguramente tú y yo pudiéramos ganar en años en la empresa de Lemus. Menciono mientras me mostraba su saldo en el banco. —No sé si sabias, pero yo vivía en una zona más o menos aquí en la ciudad, bueno pues ahora estoy en un depa en una de las mejores zonas de la ciudad. —¡No manches cabron! Súper bien. —Así es, ahora, tu y yo sabemos lo que nos pidió Lemus, los dos dijimos que no. ¿Ok? —Correcto. —Bueno, los dos la cagamos. —¿¡Quee!? Pregunte con asombro. —Así es mi Leo, esto me lo he ganado haciendo lo que Lemus nos pidió. No creía lo que estaba oyendo. Josué quien había sido despedido injustamente igual que yo por no acceder a estar con el jefe ahora se dedicaba a vender su cuerpo…. —Solo que con clientes de mejor nivel Agrego. —¿Cómo? ¿O sea que tu…? —Así es, trabajo como acompañante de caballeros. El silencio se hizo presente. —Lo sé, lo sé Leo, es difícil de creer, pero no es tan extraño como crees, de echo te acostumbras, es fácil o dime ¿Tú le dirías no a la buena vida? Yo seguía con mi cara de asombro. —Bueno mi Leo veo que esto te sorprendió de más y es comprensible. Te dejo porque tengo un viaje que preparar, toma mi tarjeta, te dejo para unos tragos y un taxi, si te llega a interesar márcame.
Me quede un rato más en el bar pensando en lo que me dijo… ¿Cómo Josué que también había rechazado la oferta ahora era un prostituto para hombres?... ninguna respuesta se me vino a la mente.
Llegue esa noche a mi casa y seguí dándole vueltas al asunto… pasaron 3 semanas desde la vez que vi a Josué… mi situación era peor, no me quedaba nada más que vender, vendí mi carro, mis relojes, joyas, hasta ropa y muebles, para poder terminar de pagar el vehículo que ahora no era mío, abonar a mis otras deudas y al crédito de mi depa. Ahora si estaba en el hoyo, mis amistades ya ni siquiera me contestaban las llamadas… bien dicen que cuando el hambre entra por la puerta la vergüenza sale por la ventana… tome la tarjeta de Josué y le marque. —¿Hola? Josué, soy yo Leo. —¿Qué onda mi leo? ¿Cómo estás? —Mal la verdad me urge entrar a trabajar contigo. —Lo siento mi Leo pero será hasta que regrese me encuentro en Colombia llego en unos 5 días, podría verte en una semana en ciudad de México ¿Esta bien? —Si mano, acá te veo.
Llego el día y yo me fui lance a verlo en una de mis peores versiones, el cansancio, la angustia y desesperación se podían ver en mi rostro.
—¡Que mal te ha tratado la vida! Dijo en tono burlón Josué mientras se acercaba a saludarme —Ya ni me digas mano, estoy que ni yo me aguanto. —Venga vamos por unos mariscos y te cuento como está la movida.
Llegamos al restaurant y mientras comíamos me explicaba…
—La cosa es simples, te seleccionan, te dicen lo que quieren, tú dices sí o no y listo. —¿Cómo en el table? —Más o menos, solo que aquí en una noche puedes sacar más que todas las del table en un fin de semana. —¿En serio? —En serio, recuerdas que te dije que trabaja para gente como Lemus, bueno, Lemus vendría siendo un gato a comparación de mis clientes. Cuando me marcaste estaba en Colombia no por placer, si no por trabajo, me fui con uno de mis clientes que tenía que hacer unos negocios allá. Y me lleve en una semana más de lo que ganaría en 6 meses en la empresa. —¡Noooo! —Sí, aunque hay un pero. —Ya sabía yo que esto no podía ser tan fácil… ¿Cuál es el pero? ¿Hay que dar el culo? Pregunte en tono burlón sin esperarme la respuesta. —Así es, eso y todo lo que te pidan. Casi escupo la comida de la boca cuando escuche su respuesta —¿Cómo? ¿O sea que si das el…? —Sí, eso y lo que pidan… seria más explicito pero estas comiendo. —¿Y crees que yo pueda entrar? Pregunte curioso y dudoso. —La pregunta ofende carnal, si yo la arme tu más, tienes esa finta de niño fresa que a mis clientes les encanta. —¡No seas mamon wey! —Es verdad, por estrenarte darían una muy buena suma.
Mientras terminábamos de comer me siguió contando los detalles del trabajo, al finalizar me dijo.
—Vamos a comprarte algo decente para que te pueda presentar con el encargado de esta zona.
En el trayecto me conto los detalles más puntuales del trabajo. —Mira en donde estoy hay ciertas reglas, yo entre por mera suerte, uno de los miembros de este grupo me vio al salir de una de las empresas donde fui a solicitar informes, me veía exactamente como tú, como un toro lastimado, derrotado, herido… creo que para él fue fácil identificar que yo haría lo que sea por dinero. Sin decir mucho me dio su tarjeta me dijo márcame si quieres ganar dinero de verdad y se fue… al siguiente día le marque, me conto de que trataba y colgué molesto “otro puto pensé” pasaron los días y la situación no mejoraba, con lo último de saldo que le pude meter a mi teléfono le volví a marcar “sabía que regresarías” me dijo en un tono burlón, me cito en un lugar, como pude llegue, obviamente le tuve que hacer el favor gratis y después de ello me llevo con “Ares” quien es el encargado de esta zona. Y bueno lo demás es historia. Pero a lo que quería llegar es a esto… ¿Recuerdas lo que nos hizo Lemus?, “si”, bueno, eso es nada, literalmente nada, a comparación de lo que estos hombres son capaces de hacernos si no cumplimos lo que prometemos o aceptamos…. Te hablo de personajes realmente de alto nivel, personas que no se pueden prestar al escándalo, que llevan una doble vida, que son imagen pública, etc… “¡Wooow!” exclame, así es mi Leo. En lo que yo llevo trabajando para ellos nada fuerte ha pasado, pero hace unos años alguien quiso extorsionar a uno de los miembros del grupo y bueno… hoy el pobre se está pudriendo en alguna de las peores cárceles del país amenazado con perder algo más valioso que la vida si llega a hablar. “¡No mames que fuerte!” bien, llegamos, ahora antes de bajarnos y gastar dime… ¿De verdad estas interesado?, una vez que entras no es nada fácil salir. “Josué te seré honesto, no tengo de otra y a ti parece irte bien, te veo entero, mejor que cuando trabajamos en la empresa de Lemus, así que si, sin duda le entro”
Fuimos a una tienda de ropa muy exclusiva “Te prestare el dinero que necesites para verte presentable eso te dará muchos puntos, ellos buscan algo exclusivo, algo a su medida, si le gustas a uno al grado de convertirte en tu crush básicamente tienes la vida resuelta” me dijo… yo batalle al inicio pues soy común por así decirlo, pero he sabido moverme y mírame… en cambio tú con esos ojos verdes y ese tono güero de piel seguro que levantaras muchas pasiones” Josué fue quien me escogió los cambios de ropa, tres para ser específicos, todos con pantalones ceñidos que marcaban mis piernas anchas trabajas en el gym, camisas semi ajustadas que dejaban ver mi espalda en “V”, mis potentes bíceps y a sugerencia de Josué me deje el vello corporal, mostrando los vellos de mis pectorales gracias a la camisa abierta casi a la altura del esternón. Esa noche dormí en el departamento de Josué sin saber que ese se convertiría en mi hogar las siguientes semanas, su depa nada tenía que ver con el mío… me explico aún más detalles del trabajo. “A estas personas no les gusta batallar, buscan chavos con alto nivel, que sepan idiomas que hayan ido a la universidad, que puedan sostener una conversación de nivel, lo común y ordinario no es para ello, pero lo que más buscan es secrecía y palabra, es decir, que seas derecho, que no les quedes mal. Si cumples con eso no tendrás ningún problema, programe una cita para mañana con Ares, nos vera en el club, llévate la camisa azul, resalta tus ojos y tu piel, lo digo como consejo no vayas a pensar mal. Llego el día de la cita, iba notoriamente nervioso per al ver al tal Ares mi nervio se calmó un poco, yo me imagine a alguien amanerado o extravagante y la pinta del Ares era de lo más normal, se veía maduro peros sumamente conservado “Josué, mi amigo, ¿Cómo estás?”, “Bien, bien mi Ares, aquí trayéndote a un amigo, Leo, Ares, Ares, Leo” “Un gusto mi Leo” “El gusto es mío Ares”… “Bien pasemos” dijo Ares. Entramos al club hicimos una rutina completa en el gym, después un poco de natación y al final algo de vapor… Ares: Físicamente estas muy bien y veo que tienes un gran talento oculto… ¿podrías erectarlo? Tímidamente volteé a ver a Josué quien con un gesto asintió, dándome a entender que obedeciera, me quite la toalla y comencé a masturbarme… “Bien, bien” decía Ares mientras veía como se acariciaba por encima de la toalla su miembro… Ares: Josué. Josué: Claro… Josué se acercó a ares y comenzó a besarlo apasionadamente mientras las manos de Josué se dirigían al pecho de Ares masajeando sus pezones… Ares saco su miembro ya erecto de entre la toalla y Josué sin que Ares le diera se dirigió hacia su miembro… Ares era un hombre maduro, con pelo entre cano, con un cuerpo envidiable, blanco y un miembro de considerable tamaño… Ares: Leo… ve esto, esto es lo mínimo que deberás hacer y tienes que hacerlo bien, tus primeras veces tendrás errores, pero con el tiempo iras aprendiendo así como lo hizo Josué. No podía creer lo que veía, tanto Josué como yo éramos considerados de los casanovas de la empresa, teníamos a todas las compañeras muertas por nosotros y verlo allí, comiéndose el miembro de ese maduro hombre era una imagen abrumadora… Ares: Al parecer no batallaras con este trabajo… mira que a la mayoría se le baja la erección al ver lo que estás viendo. Dijo ares mientras con mirada maliciosa veía a mi miembro que en efecto estaba muy duro. Su comentario me apeno un poco pero ya estaba allí, sin muchas más opciones que considerar. Ares: Josué, ya que es tu amigo… quiero ver como se desenvuelve contigo… Josué se paró, se acercó hacia mí y me dijo al oído “Tranquilo, solo sígueme el juego y todo saldrá bien” Josué comenzó a besarme yo me resistí por un momento, pero recordé que estaba siendo observado, y lo que sucedía era una especie de “entrevista de trabajo” así que tenía que dar lo mejor de mí, tímidamente comencé a besarlo, la lengua de José penetraba mi boca buscando mi lengua, sus manos se fuero hacia mi miembro y las mías hacia su cuerpo… sus labios se despegaron de los míos y lentamente fue bajando hacia mi cuello… la sección era rara pero agradable, sus manos hábilmente manipulaban mis pezones sin dejar de estimular mi miembro, yo por mi parte solo alcazaba a acariciar su cabeza, siguió bajando, ahora a mis pezones, lo tenía hincado delante de mí, la sensación de su lengua cálida en mis pezones era algo completamente nuevo para mí… pero me gustaba, así que lo deje hacer, poco a poco iba cediendo ante esos nuevos estímulos, me acomodaba en la banca de ese sauna dejando mi miembro al aire, mis bolas colgaban libre en el borde de la banca, Josué siguió su camino llegando a mis abdominales duros y marcados… cuando la voz de Ares nos interrumpió “Detente”… “Leo, ven” me dijo… “Bésame” me ordeno… aun con pena pero con menos que en un inicio acepte, sentir los labios de ese maduro hombre me causaba sensaciones encontradas, sus besos no eran como los de Josué, eran más lentos, mas apasionados, mas suaves… por su parte Josué comenzó a besarme las nalgas, la sensación de sus manos y sus labios en me tomo por sorpresa pero las manos de Ares sujetando mi cara me hicieron entender que debía dejarlo seguir, poco a poco sus besos se fueron acercando más a mi culo, sus manos abrieron mis nalgas dejando expuesto mi culo hetero, virgen, de macho, nunca ninguna de mis novias ni las putas con las que he estado había hecho algo en esa zona y hoy seria explorada por primera vez por un hombre, su lengua experta lamia con solo la punta la redondez de mi orificio, Ares despego sus labios para ver mi reacción… “Ponte en 4” me dijo… obedecí, dándole así libre paso a Josué para que hiciera lo que tenía que hacer, sus movimientos se hicieron más rápidos, la sensaciones era estimulante, agradable, podría decir que me gustaba y creo que se notaba en mi cara. Ares: No luches contra la sensación, es normal, es tu cuerpo sintiendo placer, déjate llevar… ¡Gózalo! Decía mientras se masturbaba viendo como Josué me comía el ano. “Ahhhh, ahhhh, mmmmm” salía de mi boca… Ares: Eso Leo, así, disfrútalo déjate llevar…. “Mmmmm, siiii, ahhh” Ares: Abre los ojos Leo. Obedecí Ares: Lámeme los pies… chúpalos, pasa tu lengua entre mis dedos, Con dudas, pero sabiendo que ya estaba metido en eso obedecí. Ares: Eso Leo, así, así, usa esa lengua, chúpame los dedos, siiii… siii. ¡Que rico! Por su parte Josué ya me tenía más que dilatado, podía sentir como mi ano palpitaba, era algo raro, pero me gustaba, por su parte mi miembro estaba más duro que nunca, chorreando precum como nunca antes sentía mis bolas bien cargadas de leche… no me había puesto a pensar en ello, pero llevaba semanas sin coger cuando antes lo hacía diario… Sin previo aviso los gemidos de Ares se hicieron más fuertes. Josué al oírlos dejo mis nalgas y se abalanzo sobre el otro pie de Ares, chupándolo, besándolo, lamiéndolo como desesperado, aumentando aún más los gemidos de Ares…”¡Eso! ¡Asi! ¡Asi cabrones! ¡Sigan sigan! ¡Ya casi me vengo!” Dijo mientras aumentaba el ritmo de sus jaladas…. “Ya viene, ya viene” decia mientras soltaba chorros de leche que cayeron sobre su vientre “Ahhhh, ahhhhh, siiiiiiii, siiiiiiiiiiii ¡Que rico!” gemía extasiado Ares mientras su verga terminaba de vaciarse “Ahhh que delicia!” decía el mientras dejaba caer su verga que aun palpitaba por la eyaculación… Ares: Que buen ojo tienes Josué. Tu amigo se adaptará rápidamente a nuestro estilo de trabajo. Josué: Ya vez, te dije que era una buena opción Ares: Saliendo de aquí tendrás tu comisión… Por lo pronto es todo, llévalo al estudio para darlo de alta. Josué: A la orden señor. Josué: Vámonos Leo. Leo: Ok.
Salimos del sauna acomodándonos las toallas y casi a los pocos pasos nos topamos con un grupo de tres jóvenes que se dirigían al sauna… Leo: Oye ellos… Me interrumpió Josué Josué: Así es, van por Ares, claro que ellos nos aben quien es el… Leo: ¿Pero por qué? Josué: No los ves, son modelos prácticamente. Juguetes desechables para estos sujetos. En cambio nosotros no somos algo que este exhibiéndose como carne en el mercado, pero tenemos eso que ellos buscan, un buen perfil, un perfil discreto y preparación… cuando te toca asistir a una reunión entenderás lo que te digo.
Salimos del club y nos dirigimos al estudio, sin saber bien que significaba eso.
Josué: Ahora iremos al estudio, que es literal eso, un estudio de fotografía donde te armaran tu book, que es algo así como un catálogo de ti mismo que se usara para presentarte a los clientes, firmaras unos papeles se te tomara una muestra de sangre y se te informara más a detalle cómo funciona este negocio.
Llegamos a tal lugar, un edificio de tres pisos con amplio estacionamiento, lleno de autos nuevos, motos deportivas y camionetas de lujo.
Entramos, nos recibió la recepcionista que ya nos estaba esperando, nos indicio a que puerta entrar y comenzó todo el proceso… lo que más recuerdo de ese día fue el modisto o fashionista, yo estaba desnudo frente a él, su mirada parecía la de un lobo saboreándose una oveja… “Qué bueno que le dejaste el vello, el contraste de sus vellos oscuros y su piel clara es atractivo para muchos, pero hay que rebajarlo un poco… además algo de testosterona no le caería mal, le mandare las anotaciones al nutriólogo, al médico y al instructor…esos ojos son divinos, verdes como aceitunas le gustaran más a los europeos, pero ese físico blanco y relativamente ancho puede ser también atractivo para los americanos… es muy tosco de modales como para los canadienses o londinenses, pero ese mismo carácter bravío podría compensar su blanca piel con los iberoamericanos…” decía mientras examinaba cada parte de mi ser… terminando su trabajo y con las anotaciones pertinentes procedió a sacarme así desnudo en compañía de Josué por los pasillos de esas oficinas, yo tenía pena y Josué lo noto, pero me “calmo” diciendo, esto no es nada, en las reuniones o eventos tendrás que andar así frente a más gente… “¿Reuniones, eventos?” pregunte curioso, “tranquilo, más adelante te explicaran todo…” me tomaron fotos con diferentes cambios de ropa, desnudo también, en varias poses, incluso haciendo ejercicio… por ultimo me cambie y me llevaron al piso más alto del edificio, a la oficina del fondo, donde un señor de unos 40 años nos esperaba… “por hoy es todo, dependiendo de los resultados médicos mañana te pondremos al tanto de si entras o no en esta empresa, pero según lo que comenta Josué eres un joven sano así que no creo que tengas algún inconveniente… por lo pronto ten”, me dijo mientras sacaba un sobre amarillo, “es digámoslo así, una propina por lo hoy vivido. A estas alturas ya debes ser consiente que de lo hecho y visto ni una palabra… lo que hay en el sobre es nada comparado a lo que puedes ganar, así que espero contar con tu discreción”.
Salimos del lugar y Josué me invito a un lugar desconocido para mí, donde nos echaríamos unos tragos…
Josué: Clandestinamente este en un lugar de la empresa, es algo extremadamente básico y evidentemente no relacionado directamente con la empresa, pero de una forma rara pertenece a ella… aquí solía venir Lemus… pero después de lo hecho fue vetado… al parecer aspiraba a ser miembro, pero esas conductas de forzar gente no están permitidas… por los problemas que eso podría ocasionar… Yo solo escuchaba lo que decía mientras veía el lugar, solo había hombres, de todas las edades, razas, tipos de cuerpo, etc… Josué: ¿Mucha gente verdad? Hay el rumor de que de aquí se brinca a la empresa… ¡Jajaja! Pobres ilusos, recuerdas los tres que viste en la mañana… Ares los encontró aquí, quieren ser modelos o conductores de tv… pero son demasiado tontos como para estar a la altura, ese tipo de gente es desechable, en cambio hay otros que son muy exclusivos… Pasamos un buen rato hablando de la gente que estaba en ese negocio, me sorprendió saber la cantidad de atletas, fisicoculturistas y personas de otros ambientes que andaban en esto… Josué: Como te repito, yo apenas y cumplo los requisitos, si no fuera por los idiomas y la escuela de dónde vengo no la hubiera armado… Leo: ¿Escuela? ¿Hasta eso te checan? Josué: Te checan hasta las amígdalas, no das un paso sin que ellos lo sepan… ves este teléfono, es el más nuevo, no es mío, es propiedad de la empresa, ellos nos dan muchas cosas, algunas en buena anda y otras para vigilarnos, todos los que trabajamos aquí tenemos prohibido tener otro teléfono que no fuera el que nos proporcionan. Pasado un rato más nos retiramos del lugar. Al siguiente día regresamos al estudio. Esta vez nos atendió un bato absolutamente mamado, era el instructor de la empresa. Mamado: Tus resultados salieron bien, estas sano, así que comenzaremos con tu preparación, primero un chequeo de rutina con el doc, después tu valoración con el nutriólogo y el psicólogo y al finalizar vendrás conmigo para darte las indicaciones finales. Se hizo todo lo anteriormente dicho, el mamado me dio mi nueva rutina que debía hacer en determinado gimnasio de la ciudad. Finalizado todo eso fui llamado de nueva cuenta a la oficina del último piso. —Bien Leo. Todo en orden, ahora solo falta firmar estos papeles son una sesión de derechos, unos contratos de confidencialidad, unas cartas de responsabilidad, etc.. Puedes leerlas con calma si así lo deseas… —Confió en ustedes, solo tengo una pregunta. —Dime Leo. —Josué me comento que hay formas de salirse y que la mejor forma es hacerlo por las buenas, a que se refiere eso. —Hoja 19, allí vienen las clausulas, pero a grandes rasgos es… no tener problemas o pendientes con algún socio, no haber incumplido alguna regla, tener saldo cero en cuanto deudos con la empresa y último y más importante hacerlo sabiendo que una vez fuera no puedes regresar. —¿Alguien ha salido hasta hoy? —Por las buenas nadie, por las malas varios. —Entiendo. Firme sin pensar dos veces los papeles. —Bien mi leo, al salir la recepcionista te dará tu kit de trabajo, espera indicaciones en los próximos días. Mucho éxito. El señor de esa oficina del cual no se aun su nombre, tienden a manejarse mucho así, sin nombre o con apodos, me dio un fuerte abrazo y salí de nueva cuenta de ese lugar, sabiendo que algo grande y nuevo comenzaba para mí.
Al día siguiente me llego un mensaje: “Ya que Josué fue quien te recomendó será tu mentor hasta que tengas tus primero tres clientes…
Josué: Leo… ven, te explico cómo va a estar la cosa. Leo: A ver dime. Josue: Pásame tu teléfono… mira esta es la app de la empresa, aquí te llegan los posibles clientes y en esta zona están los clientes que ya te eligieron, como podrás ver hay dos tipos de clientes, los que se interesan en ti y los que directamente contratan tu servicio, los primeros los puedes elegir tú, en el sentido de si darle el servicio o no, mientras que los segundos son un compromiso obligado. Por ahora solo tienes clientes que solicitan tu servicio, pues eres nuevo y los socios no saben de la calidad de tu servicio. Generalmente esos clientes pagan bien y aunque es más de lo que cualquier sexoservidor cobra en México, es poco en comparación a lo que puede ganar cuando alguien se interesa en ti. Hoy este fin de semana en la noche habrá una fiesta organizada por uno de los anfitriones del de esta zona. Leo: ¿Anfitriones? Pregunte. Josué: Si en el contrato viene explicado con detalle que rollo con ellos pero a grandes rasgos son socios de alto nivel de la empresa que pueden convocar fiestas donde podemos ir a “cazar” nuevos clientes, las reuniones son privadas, con un determinado número de asistentes, para ir tenemos que pagar una cuota, que si sabemos cómo movernos en esa reunión recuperaremos con creces. Por cierto tenemos que ir a arreglar algunos paleles tuyos, tu ID, tu visa y pasaporte deben estar vigentes, tu cuenta de banco en orden al igual que tus finanzas personales…
El resto de la semana fue como una capacitación intensiva, Josué no solo me explico lo que había que hacer si no que me enseño algunas técnicas para dar placer y detalles de cómo dar un buen servicio… sin darme cuenta Josué que había sido mi rival en la empresa se convirtió súbitamente en mi mejor amigo.
Josué: Es chido poder tener un amigo con quien compartir esto… si el dinero y los lujos están padres, pero vivir en soledad no está chido… por cierto no podemos tener novias o pareja sentimental mientras trabajemos en la empresa, podemos coger y todo eso pero algo serio no. Leo: Me lo hubieras dicho antes… Josué: Jajaja tu nunca has tenido relaciones serias y tu ultima novia estaba contigo por el dinero… así que no digas mamadas Ambos nos reímos pues era verdad, Verónica era una interesada de primera…
Llego el día de la fiesta, fue en una terraza en la mejor zona de la ciudad, no había más de 50 personas, la mayoría jóvenes como nosotros, no comunes, no súper modelos, sino algo más bien agradable…
Leo: ¿Por qué todos son de este perfil? Josué: Si vieras a algunos e estos señores maduros con un modelo como los de esa vez en el club ¿Qué pensarías? Leo: Pues pensaría que es su picador Josué: ¿Y si lo vieras con alguien como nosotros? Leo: Pensaría que es su empelado o algún familiar. Josué: Exacto, esa es la diferencia entre ellos y nosotros, esta lado de la compañía se enfoca en este tipo de clientes. Leo: ¿Este lado? Josué: Así la compañía tiene diversas divisiones, pero tú mi buen amigo no estás listo para esa conversación así que andando… vamos a socializar un rato.
Comenzó a transcurrir la noche entre tragos y saludos, todo relativamente bien pero hasta ahora no había recibido más que elogios… avanzada la noche un señor ya entrado en años, delgado, blanco, de pelo cano se acercó a nosotros.
—¿Y este Josué? ¿Es nuevo? —Así es Don Miguel, nuevo y listo para lo que guste… —¿Nuevo de todos lados? Pregunto el señor Miguel —Así Es Respondió Josué
Sentí las manos de ese anciano señor tocar mis nalgas… justo cuando se abre la puerta del elevador y entra un joven de unos 28, moreno, cuerpo trabajado en el gym, alto, robusto, tipo jugador de futboll americano, traía camisa vaquera y jeans, descuadraba con el resto… el señor miguel rápidamente se alejó de nosotros para ir tras él.
—Ese es Adán —Lo trasfirieron de la otra división de la empresa a petición de algunos miembros… a muchos nos cae mal pues este lado no es para gente con su perfil pero el cabron está bien preparado, habla varios idiomas, estudios en ingeniería, maestría en ciencias, ha viajado más que muchos de nosotros, además dicen que venía de buena familia, solo que por malos manejos del padre perdieron todo, Comento Josué. —¿Y siempre son así las reuniones? —De aburridas, generalmente si, los socios que nos toca atender son muy calmados.
De nueva cuenta se abrieron las puertas del elevador… esta vez entraron dos señores de cincuenta y tantos, uno un poco llenito y otro de aspecto más cuidado, alto, bronceado, con barba, Se dirigieron directo a la barra.
—Ese que llego es el Vasco, un español que gusta de orgias, lluvia dorada, baños de leche, miados, fisting y sexo duro… he estado en algunas de sus reuniones, duran días, aunque está prohibido por la empresa en sus fiestas puedes consumir de todo… —¿Y el de al lado? —Ese no lo conozco, debe ser algún invitado de él. —¿Se puede invitar gente? —Los miembros con más antigüedad o que gastan más si, el resto no y en cada orgia el vasco se gasta una buena pasta.
Metidos en la plática estábamos cuando un mesero nos interrumpió…
Mesero: ¡Hola! Disculpen, los caballeros de la barra solicitan su presencia.
Era el vasco y su amigo… nos acercamos y el vasco jalo de la mano a Josué…
Vasco: Josué he traído un amigo, acaba de divorciarse, necesita pasar un buen rato, pero es nuevo en todo esto, he oído que tu igual tienes un amigo nuevo así que pensé en emparejarlos, aunque sea por esta noche…
Yo por mi parte estaba parado al lado del señor ese sin saber qué hacer, Josué por su parte tenia tomado de la cintura al tal Vasco.
Vasco: Anda León anímate un poco Josué: ¿León? León: Así es… Josué: un gusto Dijo extendiendo su mano. Josué: Mire que conciencia usted se llama León y mi amigo se llama Leo. Vasco: León, las coincidencias no existen, esto debe ser obra del destino., Dijo mientras se acercaba abrazar a su amigo. Vasco: Anda Leo no seas tímido preséntate como se debe.
León se veía algo incómodo o ansioso…
Vasco: Anda Josué vamos por allá, dejemos que estos dos se conozcan.
Josué y el Vasco se retiraron dejándonos solos a León y a mí.
Leo: Mucho gusto, Leo para servirle. León: Mucho gusto…
Me coloque al lado de él y el silencio se hizo presente… hasta que el hablo.
León: Tengo entendido que eres nuevo Leo: Asi es León: Bueno, al menos no soy el único que se siente incómodo esta noche. Leo: Disculpe si usted gusta me retiro. León: No, no, perdona, no lo decía por ti… lo decía por mi… mira que venir a un lugar asi a días de mi divorcio, no se me hace correcto… Leo: Véalo como un distracto, como si fuera un bar cualquiera… León, Un bar cualquiera con decenas de hombres dispuestos como callejeras… Exclamo. Su comentario me tomo por sorpresa… León: Disculpa, de nueva cuenta, ¡ahhhh! Ese Aitor… perdón Vasco, se me olvida que aquí no se dicen nombres ¡Joder! Leo: Tranquilo Leonada todo hay una primera vez… Le dije mientras tomaba su mano… él la retiro por instinto León: Perdona tío, pero no me acostumbro aun a esto. Leo; ¿A esto? León: Si a la libertad, a poder tomar de la mano o tocar a un tío sin miedo… Leo: ¿Y qué podemos hacer? León: Disculpa. Leo: Si, ya estás aquí, ya eres libre ¿Qué podemos hacer? ¿O más bien que puedo hacer para hacerte sentir mejor? León: De momento acompáñame con unos tragos…
Paso la noche y león y yo nos fuimos conociendo un poco más y más a medida que los tragos fungían como lubricante social.
León: ¡Joder! O sea que al final terminaste haciendo aquello que no quisiste hacer y por lo cual te despidieron. Leo: Si, es ridículo ¿Verdad?. León: ¡Así es tío! Aunque por otro lado si no fuera por eso no te habría conocido. Me dijo mientras tocaba mi cara… León: No lo había notado tienes ojos aceituna… Leo: Y tu ojos color miel. León: No esperaba nada de esta noche más que un mal rato y mírame aquí, bebiendo, charlando, en compañía de un joven muy majo… Decía mientras su mano acariciaba la mía. León: Para ser nuevo en esto te comportas muy bien… he estado con escorts que ni siquiera me dejan tocarles la mano o la cara. Leo: No me lo creerás pero tal vez es por ti León: ¿Por mí? Leo: Si, eres muy interesante, además no sé, tienes algo que me hace sentir en confianza. León: *Abrazándome* Gracias Leo, gracias por estar aquí conmigo esta noche… Vasco: Vaya, vaya, vaya… que tenemos por aquí tortolos… ¿Qué les parece si vamos a otro lado más privado? León: No, no, ya fue suficiente por hoy. Vasco: No seas gilipollas y acepta León. León: *Dirigiéndose a mi* estarías dispuesto a aguantarme toda la noche Leo: Sin problema alguno.
Salimos de la terraza para dirigirnos a las habitaciones previamente asignadas para cada huésped… Josué y el vasco no pudieron esperar a la habitación y desde los pasillos se iban fajando… por su parte León iba en silencio caminando por delante, yo detrás de él… al llegar a nuestra habitación que estaba al lado de la del Vasco León quiso hablar con el Vasco, pero fue demasiado tarde Josué y el Vasco ya habían cruzado la habitación…
León: Pasa
Ya en la habitación
León: Leo ¿Te puedo pedir un favor? Leo: Dígame León: Hoy no hagamos nada o más bien solo quiero que hagas una cosa…
Me dijo mientras se acercaba a mí y desabrochaba mi camisa… intente besarlo pero él me detuvo “No, hoy no, hoy solo quiero hacer esto” dijo mientras me abrazaba fuertemente. Me tomo de la mano me llevo a la cama y…
León: Una de mis más grandes fantasías fue poder estar toda una noche sin preocuparme del mañana o de mi esposa, hoy quiero cumplir eso contigo. ¿Está bien? Leo: Claro.
Sin darnos cuenta ambos nos quedamos dormidos… al día siguiente por la mañana los rayos del sol que entraban por el ventanal me despertaron… Me pare a cerrar las cortinas y eso lo despertó.
León: ¿Te vas sin despedirte? Leo: No, como cree… solo cerraba las cortinas… León: Gracias… ¿Tienes algo planeado para hoy? Leo: No León: ¿Puedes estar conmigo lo que resta del fin de semana? Leo: Por supuesto. León: Perfecto
Después de desayunar con León, Josué toco a la puerta y nos retiramos para darnos un baño, al parecer Josué también pasaría el resto del fin de semana con el Vasco pues literal entro al depa, se bañó, se cambió y se fue… por mi parte espere a las indicaciones de León. El tiempo pasaba y no recibía ningún mensaje… “se arrepintió” pensé… paso una hora más cuando tocan a la puerta… abrí y era él.
León: Disculpa la tardanza, tenía mis dudas, ¿puedo pasar? Leo: Adelante. León: Leo, puedo pedirte un favor Leo: El que quieras… León: ¿Me abrazas? Su petición me dejo un poco confundido pero acepte León: Gracias… sabes nunca había estado así con nadie y menos con un joven tan guapo como tú. Leo: Favor que me haces. León: *Tomándome de los hombros* te lo digo en verdad, eres un tío muy majo, muy apuesto y sobre todo educado… mira que ayer no me hiciste ninguna pregunta personal, de dinero o incomoda, solo me escuchaste y me contaste parte de tu vida… y eso se agradece. Sus palabras me hicieron sonroja run poco. León: Anda tío, no pongas esa cara que me pones nervioso a mi también. Leo: Bueno, bueno, ¿Un trago? León: No, esta vez no, esta vez quiero estar sobrio y consiente de lo que hago… Leo; Bueno mi estimado ponte cómodo estás en tu casa… León: Gracias… Se sentó en el sofá, de nueva cuenta el silencio se hizo presente… hasta que su mano se poso sobre mi pierna, yo puse mi mano sobre la de él… “Tranquilo, estamos en confianza” le dije mientras entrelazaba mis dedos con los suyos… nos volteamos a ver e instintivamente acercamos mientras labios para besarnos, el beso al principio fue tímido por parte de ambos, tierno, suave, poco a poco fuimos agarrando confianza, nuestros labios se unieron, nuestras lenguas jugaban entre sí, sus manos jalaban mi cara hacia él y yo hacía lo mismo… los besos comenzaron a ser más intensos, poco a poco comencé a bajar por su cuello, comencé a besar, lamer y dar leve chupetones en su cuello, gemidos de placer comenzaron a salir de él, mis manos rápidamente comenzaron a desabrochar su camisa, dejando al descubierto unos pectorales velludos y trabajados, seguí bajando al mismo tiempo que terminaba de desabocar su camisa, mis abios se fueron sobre sus pezones, León se acomodó en el sofá, yo comencé a besar, lamer, chupar y mordisquear sus pezones, cosa que le encanto a León “¡Joder tío! Sigue así macho ¡sigue!” Me decía mientras con mi boca estimulaba uno de sus pezones y con mi mano su otra tetilla, con la mano restante acariciaba su bulto que comenzaba a crecer… trate de desabrochar su pantalón pero él me detuvo… “No Leo, no, aun no” me dijo mientras se ponía de pie y me levantaba al mismo tiempo, tomo mi camisa y sin avisar la reventó dejando al aire mi trabajado cuerpo, me abrazo de nueva cuenta esta vez más fuerte, podía sentir yo los vellos de su cuerpo con mi torso… “No sabes cuantas veces desee estos” me dijo con malicia mientras acariciaba mi espalda y mis nalgas… nuevamente comenzamos a besarnos.me llevo contra la pared, “no hables me dijo” y comenzó el a besarme la orejas y acariciar mi bulto… de mi boca solo salían gemidos tapados de placer… su mano masajeaba fuertemente mi miembro… abrió mi bragueta y lo saco… “Pero que trozo tienes cabron” me dijo mientras comenzaba a besar mi cuello…. Bajando hacia mis pezones, “menudo par de tetas que tienes” dijo antes de comenzar a chupar fuertemente mis pezones causándome placer y dolor, él lo notaba y al parecer le gustaba pues aumento la intensidad de sus succiones, yo solo podía retorcerme de placer, trataba de separarlo de mi pero con firmeza sujeto mis manos contra la pared como diciendo “¡Quieto!”, mi cuerpo se tensaba mientras el apretaba violentamente mis pezones con dedos, retorciéndolos, jalándolos, pellizcándolos… “Eso, así, calladito cabron… así me gusta que obedezcan” dijo mientras seguía pellizcando mis tetillas… de repente siento alivio al no sentir la presión de sus manos en mis pectorales pero poco me duro el gusto pues recibí sus puños en mi pecho “¡Ahhhhhhhh!” exclame, con una mirada fuerte me le quede observando “¿Qué cabron? Alguna queja”, moviendo la cabeza de lado al lado le indique que no “Así me gusta que aguanten” dijo mientras me daba unas leves cachetadas en la mejilla… volvió a besarme, esa vez más fuertemente, sus manos ahora estaban concentradas en mis genitales. Acariciaba mi miembro y apretaba mis bolas… sus besos eran más violento y de repente “Ahhhhhhh” me mordió fuertemente el labio causándome un leve sangrado al mismo tiempo que me apretaba fuertemente las pelotas… doblándome del dolor, León me empujo contra el suelo poniéndose encima de mí, alzando mis brazos y comenzando a lamer y oler mis axilas… “Que rico hueles, hueles a hombre a macho ¿A qué olerán tus bolas?” Se preguntó en tono irónico mientras desabrochaba mi pantalón… “Las tienes peludas, me gusta” dijo mientras metía su cara entre mis piernas… “pero que huevas más pesadas tío, parecen de toro” dijo mientras con su mano las tomaba como si las pesara… “¿Cuánta leche no tendrás aquí cabron?” Dijo antes de meterse uno de mis huevos a su boca, lo chupaba, lo apretaba con su lengua, lo jalaba con su boca, lo hacía violentamente causándome algo de dolor, trataba de no demostrarlo, pues eso parecía que eso le excitaba… comenzó a mamarme fuertemente el miembro mientras con sus manos se desabrochaba y quitaba el pantalón, cuando yo tenía mi miembro ya a tope me giro y así con el pantalón en las rodillas sin poder abrir bien las piernas el muy cabron puso su miembro entre mis piernas, se sentía grueso, baboso y caliente… torpemente buscaba mi hoyo hasta que lo encontró “Prepárate cabron” me dijo mientras intentaba penetrarme… “Ahhhh, mmmm, nooo” Decia yo, a lo que enojado contesto: “que no hables” al mismo tiempo que me daba un golpe en la espalda. Trate de ponerme de pie, cosa que le molesto y paso su cinturón por mi garganta y lo jalo hacia atrás… “De aquí no te vas con el culo intacto cabron” me dijo al tiempo que seguía intentando penetrarme, hasta que en una de tantas lo logro “arggghhhhhh” apretaba los dientes para aguantar el dolor “eso puta, eso… aprieta más, aprieta más, siente como te parto en dos el culo zorra” decía mientras empujaba su pelvis contra mí, metiendo más y más, lentamente su trozo de carne, yo quería incorporarme pero el pantalón en mis rodillas, el cinturón en mi cuello y su fuerza sobre mi lo hacían imposible… “¿Te creíste el numerito del maricen temeroso y primerizo? ¡Jajaja pendejo!, era para que bajaras la guardia y lo logre”… “a mí me gusta así, a lo bestia, a lo cerdo, a la fuerza… anda cabron, anda, defiéndete, muévete, apriétame mas la verga que con cada esfuerzo te la meto más” decía el sádico sujeto mientras seguía abriéndose paso entre mis pliegues, el aire comenzó a faltarme, creo que lo noto peor no dejo de hace presión con el cinturón, creo que perdí el conocimiento unos momentos pues al abrir los ojos ya no tenía el cinturones en el cuello… “¿Ya despertaste trolo? a ver si ahora poner un poco más de resistencia cabron” dijo en tono retador mientras yo intentaba incorporarme, cuando una serie de golpes en las costillas me volvieron a tumbar…. “¿sientes cómo te tengo empalado putito? Ya te la tragaste toda, siente como la tienes hasta los huevos, siente como te empujo las tripas, siente como rebotan mis huevos con tus nalgas blancas y lampiñas ¡Zorra!... te gusta putito te gusta?” Me preguntaba mientras me jalaba el pelo hacia atrás con una mano mientras con la otra me daba fuertes y sonoras nalgadas… “contesta trolo de mierda, aprende a responder cuando te habla tu macho”, me dijo mientras me daba una fuerte cachetada... “¿No vas a hablar? Bueno” dijo en tono retador mientras metía sus manos en mi boca y me jalaba de las comisuras de los labios hacia atrás… “¡Eso cabron! ¡Así! ¿Ya te rendiste? Siento tu culo menos tenso… ya te diste cuenta que no hay escapatoria, ¿ya entendiste que está siendo follado por un macho de verdad? los putos como tu merecen ser tratados así, como animales, no son más que putas, solo un jodido agujero donde los hombres vaciamos nuestras cargas” exclamaba mientras aumentaba sus embestidas… sin avisar me saco su miembro de mi culo, yo me desplome por completo contra el piso, sentía alivio de no tener su peso, encima mío, ni su verga dentro de mi o sus manos golpeándome… tomo mi pantalón y me lo saco por completo, yo seguía allí en el piso procesando la situación “voltéate” ordeno… me voltee y pude verlo allí de pie, con su verga erecta que fácilmente superaba los 20 cm, más grande que la mía de 18 cm, “esta es una polla de macho, de hombre, no como la que tú tienes” dijo mientras aplastaba mis genitales con su pie… ahora ábrete bien esas nalgas que te voy follar como se debe… dude en hacerlo, la situación me era más que incomoda… pero el no recibiría un no por respuesta ¡anda! Me grito mientras con el cinturón me azotaba… “Ahhhhhhh ya, ya, basta…” exclame en tono de súplica “Obedece puta ábrete las nalgas” me dijo nuevamente… sin más opción alce mis pies ofreciendo mi lastimado culo “¡Jajaja!” Se rio fuertemente “no cabe duda que eras nuevecito” dijo, lleve instintivamente mi mano a mi culo y pude sentir como un hilo de sangre salía de mi culo… “con tan poco ya te desflore” dijo en tono burlón… lo que sigue fue simplemente salvaje, alzando mi pelvis lo más que pido comenzó a taladrarme con fuerza con furia, con ira, mientras no dejaba de pellizcarme los pezones, golpear mi pecho, morder mis piernas y pantorrillas… podía ver su cuerpo peludo sudar y tensarse por el esfuerzo, la cogida se hacía cada vez más salvaje y brutal…. “ojala pudieras ver tu cara cabron, esa cara de machito, ahora toda roja a punto de llorar por que un macho de verdad te está rompiendo el orto maricon” decía mientras me abofeteaba… “no lo niegues, te gusta, te encanta o no te dejarías hacer todo esto” me decía mientras me bombeaba con furia “¡anda zorra grita! pide más, pide más… ¡Que pidas más!” Exigió tomándome del cuello y apretándome con fuerza mientras me dejaba en lo más profundo de mí ser su potente miembro… “¡más mas! Dame más” dije con el poco aire que me quedaba, “Eso, así me gustan, obedientes…” sin avisar me la volvió a sacar, me giro un poco y puso solo una de mis piernas en su hombro quedando yo en forma de ”L” y así en esa nueva posición siguió follandome mientras con una de sus manos no dejaba de aplastarme mis huevos… “Ya vente” le dije casi como suplica… eso lo paro en seco… “¿Qué? ¿Qué me venga? ¡Tú no me vas a decir que hacer zorra!” me dijo dándome un puñetazo en el estómago… “Aquí el que manda soy yo” grito furioso… “Ahora a comer culo por puta” exclamo mientras se ponía de pie para ponerme su culo en la cara… “¡abre la boca zorra y cómeme la raja!” Dijo… El muy cabron se daba de sentones sobre mi boca… “¡mueve es alengua que no la siento!” Dijo mientras aplastaba mi cara con sus nalgotas peludas… “¡Baaaa! Ni para eso sirves maricona”… dijo mientras se paraba para sentarse en sofá, “anda venid en 4 como la perra que eres y chúpame el rabo hasta que me venga…” dijo mientras jugaba con su verga… sin ganas pero con la esperanza de que ya terminara me fui gateando hasta el… casi a llegar a donde estaba me detuvo con su pie… “chúpame el dedo gordo… “nuevamente sin más opciones obedecí… después de un rato me dijo: “voltéate” y con su dedo ensalivado empezó a metérmelo en mi abierto culo… su píe en mi cola me causaba dolor, pero al parecer a él le excitaba, pues comenzó a masturbarse más y más “¡Mirad que obediente salió esta perra!” se decía a si mismo mientras empujaba más sus dedos del pie en mi culo… “anda cabrión ven por tu leche que estoy a punto…” grito excitado, mientras se jalaba su largo miembro con violencia… “eso ven, ven abre la boca así toda” dijo mientras se masturbaba, “me corro, me corro me corro” grito mientras me tomaba de los pelos y me metía su vergota hasta la garganta… sentí como sus chorros de leche caían directamente en mi garganta,,,, ¡anda cabron trágate toda la lefa, comete la leche, es toda tuya trolo” gritaba mientras me sujetaba fuertemente al cabeza para que no me pudiera sacar su miembro de mi boca… trague toda su espesa y caliente carga de semen, y hasta que acabo de disparar la última gota me la saco de la boca, al terminar se acomodó en el sillón para descansar un rato… “ven, recuéstate conmigo” me dijo… desconfiando de sus intenciones obedecí… el tiernamente comenzó a acariciarme la cabeza… “ya, ya calmado, es normal que te sientas así, fue tui primera vez y te toco con un macho cabrío, puedes llorar si quieres lo entenderé…” sus palabras me dieron un poco de tranquilidad y en efecto de mis ojos salían unas tímidas lágrimas, “tranquilo, tranquilo, con el tiempo te acostumbraras, hoy haz echo un buen trabajo y te llevaras no solo una buena paga si no también una propina”. Pasados unos minutos así, luego se paró se cambió y se fue… a los pocos minutos llego una notificación a mi celular, era de mi banco, acababa de recibir una jugosa transferencia… yo seguía allí en el sofá, echo bolita, pensando en lo sucedido y en si era esto lo que quería… pero después recordé la notificación del móvil era mi sueldo de casi tres meses en la compañía donde trabajaba antes ganado en apenas en un par de horas….
Seguí en el sofá sin darme cuenta del tiempo… llego la noche Josué no llegaba… supuse se quedaría hasta el otro día con el vasco… y así fue como tuve mi iniciación en este mundo… espero que los próximos clientes sean mas tranquilos.
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Lo que 1000 pesos pueden hacer en medio de estas crisis
Pese a la contingencia mi día a día no ha cambiado mucho, tengo que seguir yendo a laborar pues trabajo para una mediana empresa donde nuestro jefe es un tirano explotador pero eso no es lo relevante, como todos los días tome el transporte público sin prestar mucha atención al entorno, el bus iba medio vacío pues la ciudad estaba casi paralizada por la contingencia por encima de la música de mis audífonos se alcanzaba a escuchar una voz muy grave hablando por teléfono, mi instinto chismoso me hizo bajar el volumen y escuche lo siguiente… “No sé qué más hacer hermano, esta situación me tiene contra las cuerdas, ya agote todos mis ahorros, cerraron el lugar donde trabajaba, me he quedado sin nada más que empeñar….” Intrigado por la conversación baje el volumen en su totalidad, sinceramente nunca había pensado que pese a la molestia que es trabajar en esta contingencia yo tenía eso, un trabajo y un sueldo que allí estaría, mientras mucha gente se quedara sin sus ingresos… “Ahorita voy rumbo al trabajo de un amigo a ver si me presta algo de dinero o si hay algo que pueda hacer en el taller donde trabaja para ganarme unos pesos… ¿Y mamá como esta?” Continuaba la conversación… desde donde estaba no se podía distinguir mucho del sujeto en cuestión, lo que si podía ver es una espalda ancha y un fuerte ante brazo que salía de su playera blanca… me cambie de lugar para ver y oír mejor llevándome una gran sorpresa, se trataba de un chavo de aproximadamente de 40 y tantos con unos brazos enormes que me cautivaron de inmediato, su tono de piel moreno, su pancita cervecera, esas piernas gruesas… “Que suertuda su esposa” pensé… seguí escuchando lo que decía mientras analizaba que ese sujeto hasta hace unos días llevaba una vida de lo más normal, seguramente trabajando en algún oficio o algo donde se necesitara mucha fuerza física…. “Mis hijos están bien al menos no están enfermos, Laura igual” Escuche que decía confirmando así mi teoría…entonces mi mente sucia comenzó a maquilar cosas… “¿Qué estaría dispuesto a hacer el para alimentar a su familia?” empecé a hacer cuentas y a pensar si sería redituable, llegue a la conclusión que sí “más he gustado en strippers y pendejadas” me decía a mí mismo… cuando termino de hablar, guardo el teléfono, extendió sus brazos y los coloco detrás de su cabeza mientras miraba al techo como pensando en ¿Qué hacer?
No sabía cómo acercarme, esos brazotes que tanto me gustaron también podian molerme a golpes… así que agarre valor me senté en el asiento del pasillo y le dije… “disculpa” mis palabras lo trajeron de vuelta a la realidad… “Mande” dijo en un tono desconcertado… “Dirás que, que chismoso soy pero oí tu conversación y quería decirte que si no encuentras a tu amigo o jale en su taller me llames tal vez yo pueda ayudarte” y con mano temblorosa extendí mi brazo dándole un papelito con mi numero… el señor con cara de sorpresa lo tomo, dijo gracias y siguió en lo suyo.
“Que tonto me vi” me reprochaba a mi mismo… a 3/4 de mi trayecto se bajó él, llegue a mi trabajo y todo normal, cerca del medio día recibí un mensaje. “Hola, Soy el del bus, ¿De verdad tiene un trabajo para mí?”, una sonrisa maliciosa inundo mi cara pensando en la mil cosas que podría hacer con ese hombre… me tome mi tiempo para responderle pues debía planear todo con cuidado… unas vez hechas unas llamadas y coordinado todo le marque… — Hola, soy Luis, el del autobús —Hola Luis, Soy Alberto ¿Oye si tienes por allí un trabajo o algo que yo pudiera hacer? porque de verdad me urge…. Interrumpí su dialogo y dije: — Mira seré honesto la situación es esta yo no puedo darte trabajo, pero si puedo darte mil pesos a cambio de un favor La conversación se pauso un momento y después de unos segundos dijo: — ¿Un favor de que tipo? —Solo déjame tocarte, tocar tu cuerpo, tus brazos… —¡No! Dijo firmemente —Puedo hacer lo que necesite, se mecánica, herrería, electricidad, albañilería…. Volví a interrumpir. —Eso no me sirve, ya te dije la oferta, solo dime si quieres lo 1000 pesos si o no… Se volvió a hacer el silencio, esta vez la pausa fue más larga… — ¿Pero solo tocar? Dijo con un tono de voz de resignación… —Si solo tocar, tu llegas me dejas disfrutarte un rato y los 1000 son tuyos… — Está bien Dijo él sin mucho ánimo… le di la dirección, la hora y colgamos.
Ese día pedí salir temprano del trabajo, a las 7 de la tarde ya estaba yo en mi casa, listo, esperando a Alberto
Alberto llego a pie un poco sudado por el calor del día, supuse que camino un buen trecho para llegar acá… Al abrir la puerta pude dimensionar de verdad lo que iba a pasar, su rostro denotaba resignación más que otra cosa, lo cual me puso un poco a dudar sobre lo que hacía, pero cuando vi su cuerpo enfundado en una vieja camiseta que se le ajustaba como una segunda piel toda duda se esfumo…
Entramos, nos sentamos en la sala y el silencio reino...
“¿Comenzamos?” Me dijo el con un tono decidido “Si, pero antes permíteme” le respondí, prendí la televisión conecte mi celular proyectando porno hetero, le acerque un six… y con una risita de nervios dije: “para que te relajes”… se tomó dos botes de un jalón… y ya iba a quitarse la camiseta cuando lo interrumpí… “No aun no, déjame verte primero por favor”… se paró justo enfrente de mi…. “enséñame tus conejos (bíceps)” le dije” él los flexiono y en su cara se dibujó una ligera sonrisa como de orgullo… —¿Te gustan? Me pregunto —Mucho Le conteste mientras mis manos se acercaban a esa bola de carne. —¿Puedo besarlos? Pregunte… —Haz lo que quieras me dijo, “tu mandas”, agrego… Eso me hizo entrar en confianza y como si algo hubiera poseído mi cuerpo, mi boca comenzó a besar y lamer su bícep, tome su fuerte brazo y lo alce para comenzar a oler y disfrutar de su axila peluda olía a hombre, a loción barata, un poco a sudor, pero de ese sudor rico, excitante que te invita a pecar, mientras mi otra mano acariciaba su antebrazo duro y con bellos… después de un rato le dije: “voltéate” quería ver esa enorme espalda que en la mañana llamo mi atención. —¿Y ahora qué hago? Pegunto él. —Quítate la camiseta Le dije, a lo que obedeció dejando al aire esa espaldota, ese lomo de macho cargador… se volteo y me dijo: “¿y ahora?” —Ahora siéntate… Se sentó, le acerque otra cerveza que tomo hasta la mitad, mientras yo de rodillas comenzaba a quitarle sus tenis… quítate el pantalón le dije… “eso no era parte del trato” respondió… con una mirada picara y con la confianza de que su necesidad era mayor a su orgullo de hombre le dije: “el trato era disfrutar de este cuerpo, no solo de tus brazos”… a regañadientes se paró se desbrocho el pantalón y con mi ayuda se deshizo de él, dejando al descubierto unas piernas morenas, peludas, anchas, fuertes... y justo en mi cara quedo su bulto, un bulto grande pesado, que desprendía un olor a hombre a testosterona, sus vellos púbicos salían del resorte de su trusa…. Se volvió a sentar, le quite los calcetines y comencé a besar, lamer, oler y disfrutar de esos duros pies de hombre… al parecer lo disfrutaba pues se acomodó en el sofá echando sus brazos atrás de su cabeza y mirando al cielo… él se dejaba hacer y eso me gustaba… pasado un rato mis manos comenzaron a recorrer sus piernas, a sentir sus pantorrillas, sus muslos… el seguía con la cabeza mirando al cielo y sus brazos atrás de su nuca… la vista era exquisita… y su bulto comenzaba a reaccionar a mis estímulos… podia ver como con cada caricia palpitaba un poco más.
Me puse de pie, fui a la cocina y le traje una botana, cacahuates, queso y unas carnes frías del súper… al parecer esa acción lo agarro desprevenido pues su cara ya nos se veía tan tensa y hasta un “gracias” me dio… El, así, sentado, con una cerveza en una mano y una botana en la otra, en trusa, en la sala, parecía el rey de la casa… me pude detrás del mueble y comencé a acariciar sus hombros, su cuello, en un leve masaje…. Y le dije… “hasta ahorita todo bien, ya tienes ganado los 1000 que te prometí, pero puedes llevarte el doble o más si así lo deseas”… mis manos se fueron hacia sus pectorales, duros, firmes, con apenas un poco de bello, se notaba que se ejercitaba…. “¿Come me los puedo ganar?” Pregunto. “fácil” respondí. “hazme tu puta” le dije… “siempre he tenido la fantasía de tener a alguien como tú, un hombre fuerte, varonil, casado, padre de familia, un macho hetero de verdad que me someta a sus deseos y caprichos” creo que decirle eso fue mala elección pues un semblante de preocupación invadió su rostro, sin embargo proseguí… “y quiero hacerlo usando algo sexy… algo lindo” le dije mientras seguía masajeando su cuello… “¿Qué dices? ¿Aceptas?” Pregunte, “tengo de otra” respondió… asumí eso como un sí y lo deje allí en la sala mientras me ponía rápidamente unas braguitas que tenía guardadas… llegue así, sin nada más que esa diminuta prenda delante del… su mano estaba en su bulto, se estaba preparando para lo que venía… me hinque, tome su trusa y con su ayuda se la quite, dejando al aire un par de huevos enormes, gigantes, como de toro, morenos, peludos, pesados, que colgaban libremente en el mueble, acompañados de una verga gruesa en verdad que dejaba ver una cabeza morena con precum en su puntita…. Sin pensarlo dos veces hundí mi cabeza en ese par de piernas para impregnarme de su olor a hombre como lo hice con sus axilas, restregaba mi cara en sus huevos, me pasaba su verga por la cara, la olfateaba, la sentía la besaba y sin avisarle me la metí a la boca, quería sentir como ese grueso pedazo de carne comenzaba a crecer adentro de mí. Su miembro viril instintivamente comenzó a crecer, liberando parte de su sabor saludo, sabor a hombre, sabor a macho hetero que en otras circunstancias jamás hubiera hecho esto, mis mamadas suaves recorrían ese grueso trozo de carne que de apoco comenzaba a palpitar más y más, sus venas se comenzaron a marcar, su dureza aumentaba al igual que su tamaño, de repente mi boquita comenzaba a batallar con su tamaño… me la saque de la boca para ver una verga de unos 17 cm, muy gruesa, con una cabeza hermosa que liberaba mucho precum que yo en comía gustoso, mientras con mi mano lo masturbaba, mi boca se fue sobre sus huevos de toro, primero los lamia, después intente meterme uno a la boca, al parecer nunca le habían hecho eso pues era muy sensible de esa zona, yo seguía jugando con sus bolas, con trabajo me metí una a la boca, era enorme, creo que le gusto, pues tomo su verga con su mano y comenzó a darme de vergazos en la cara hasta que dijo “mejor mámamela”, guio su verga a mi boca… y yo chupe ese grueso trozo de carne hasta cansarme, lo lamia, lo besaba, lo chupaba, lo gozaba en su totalidad, me sorprendió el aguante de Alberto pues ya llevaba más de media hora pegado y nada que se venía… “¿bueno que tú no te vienes o qué?” Le pregunte en broma… “aguanto mucho” me dijo “pero si ya quieres me puedo venir”…. “¡No! aun no”, de un cajón de la sala saque unos condones… “¿Son del seguro?” Pregunto, “Si” le respondí… “se va a romper” me dijo con una sonrisa de orgullo en su boca… dude un poco, se veía gruesa pero no como para romper un condón… con mucha dificultad se lo puse, su verga parecía chorizo mal amarrado… ya con el condón puesto se la mame un poco más para lubricarlo y después comencé a sentarme lentamente, sentía como su cabeza batallaba para entrar en mi culo, que debo decir que estrecho no es, sin embargo esa verga era en verdad gruesa… daba ligeros saltos tratando de hacer un poco de fuerza para que entrara… mientras Alberto solo veía la escena en su posición favorita, con los brazos detrás de su cabeza… “¿Te ayudo?” Pregunto en un tono burlón “¡No! yo puedo”, le respondí con mucha seguridad… de dar ligeros saltitos comencé a agarrar más impulso decidido a comerme ese tronco, cuando a medio sentón siento sus duros brazos abrazarme y hacer fuerza, me sorprendió un poco, pensé que él me iba a hacer daño (y si me lastimo pero de una forma diferente), cuando de repente dice, “¡aguanta!”, usando su fuerza y empujando su pelvis contra mis nalgas logro meter parte de su miembro en mi ano… “Hayyyyyyyyyyy” grite de dolor, su verga se clavó apenas un poco más allá de su cabeza y sentía como mi culo iba a reventar, su grosor era demasiado, sentía mi culo lleno. Super estirado. Me tomo de los hombros y me dijo otra vez “aguanta” y de nueva cuenta hizo presion hacia abajo con sus brazos y hacia arriba con su pelvis… oí un “rrreeeggggghhhh” y me asuste, creí que había sido mi culo pero no fue eso… “te dije que si iba a romper” dijo Alberto, lo cual me causo aún más incertidumbre, con mucho cuidado me incorpore y saque ese miembro de mi… efectivamente el condón estaba roto… “cuando me cojo a morras que son son mi vieja y la quieren por el culo tienen que usar mucha crema o algo así para que no se rompa” dijo orgulloso mientras se quitaba los restos del condón de su miembro... “o si estas sano a pelo” me dijo… algo en su mirada cambio, ya no era es hombre temeroso de lo que podía pasar… ahora era el él hombre, el que tenía el control, el que tenía el sartén por el mango… “dame otros 1000 y te hago sentir una puta de verdad” me dijo, “500” respondí, “va”, contesto.
Se incorporó, “¿Dónde está tu cuarto?” Pregunto, lo lleve, al llegar al cuarto me pidió una crema, se la di, “ponte en 4” me dijo. Me dio un par de fuertes nalgadas que me hicieron estremecer de placer y con sus manotas duras abrió mis nalgas y comenzó a darme la mejor mamada de culo que me han dado en la vida, su lengua penetraba hábilmente mi dilatado hueco, su lengua se movía por toda mi raja, sentí como sus duros y callosos dedos comenzaban a entrar en mi dé a uno en uno, la sensación era indescriptible su viperina lengua parecía tener vida propia, gemidos comenzaron a salir de mi boca, más agudos entre mas aumentaba la intensidad de sus mamadas y de sus dedeadas, de repente uno de sus dedos dio en el clavo…. “siiiiiiiiiiiii” grite “allí” le dije “dale” le ordene… y el bien obediente comenzó a dedearme mas rápido y más duro en esa zona, mientras yo me apretaba mis chichitas…. “para” “para” le decía… pero no, el muy cabron al ver que lo disfrutaba siguió y siguió hasta que me hizo correrme “Ayyyyyy” grite de placer mientras me retorcía de gusto, estaba viendo las estrellas y recobrando el aire cuando siento un par de dedos entrando en mi ano con algo cremoso… después de llenarme el ogete de crema, se incorporó, se escupió la verga, se abalanzó sobre mí y me pregunto “¿La quieres?”, “¡Si papi!” Le respondí, tomo mis piernas, las empujo hasta llegar a mi pecho, “abrázalas” me dijo con una de sus manos a modo de candado sujetaba mis antebrazos que rodeaban mis piernas y de nueva cuenta dijo… “ahora si putita, preparate porque no hay marcha atrás” apenas termino de decir eso cuando de un empujón sentí como me abrió en su totalidad mi ano…. “aaahhhhhhhh” grite cuando repente siento la segunda embestida, la sacaba completamente y me la deja ir de nuevo, sus huevotes chocaban con mis nalgas, desesperado por el dolor trate de zafarme, lo cual era inútil pues el con un solo brazo me tenía inmóvil… de un jalón me volvió a sacar su vergota… “todavía aprietas” dijo en tono burlón mientras de nueva cuenta me la dejaba ir hasta el fondo estaba vez con más fuerza… el dolor era tal que no sé de donde saque fuerzas y pude liberarme de su agarre… “no así no papi” le dije sin saber en lo que me metía… una cachetada me hizo saber que esto no era un juego ya…. “¿Ahh no? ¿No querías ser una putita? ¿No querías ser una hembrita? ¡Pues ahora te aguantas cabron!” me decía mientras me jalaba de las patas y las ponía en sus hombros, su cara denotaba lujuria, poder, enojo, satisfacción, una mezcla extraña que infundía miedo en mí. Tembloroso y temeroso me deje hacer, su verga volvió a incrustarse en mi dejando caer todo su peso sobre mí adolorido ano y como vil perro comenzó a taladrarme bien rápido, apretando mis piernas contra el para no zafarme, lo más que pude hacer fue aferrarme a la cama como gata, sus embestidas se hacían más y más duras, su cuerpezote comenzaba a sudar, de repente se dejó caer aplastando mi cuerpo con el suyo, sentía como se movía con maestría y malicia dentro de mí, sin notarlo me iba empujando más y más para subirse bien a la cama y así dejar taladrarme más a gusto su mi culo, gritos de dolor salían de mi boca que sin saber que lo excitaban más “¡Eso perra! ¡Grita! ¡Me gusta que griten! ¡Que sufran y gozen! ¿Quieres que apre verdad? ¿Te duele como te lo hago? ¡Pero ni vergas! ¡Hoy vas a ser mia! ¡Vas a ser mi pinche funda cabron!” acto seguido me dio unas cachetadas para después meterme los dedos de su mano en mi boca mientras me taladraba el culo y y me mordía los pezones… poco a poco la mezcla de todo eso comenzó a calmar mi dolor… sus embestidas duras y rudas comenzaban a darme placer, mi respiración se acoplo a la suya, mi cuerpo comenzó a disfrutar, con sus dedos aun en mi boca empecé yo a chupárselos, el entendió el mensaje. Me tomo del cuello y me dijo “te gusta perra” “si papi en encanta” le conteste mientras acariciada sus pectorales y su pasita chelera… “cabálgame” me dijo, sacándome su grueso miembro de mi ano, claramente pude sentir como el aire entraba en mi agujero… se acostó sobre la cama, y yo ya sin pensarlo jugándole al valiente me deje caer con todas mis fuerzas sobre el sacándole un gruñido de placer y dolor, “¡Ahhhhh la verga que rico!” comence a cabalgarlo rápidamente, moviéndome en círculos, quería darle placer, quería enseñarle que no solo él sabe cómo complacer… sus manos duras comenzaron a acariciar mis pechos… los jugaba, los amasaba, “estas coyoleando” me dijo, mientras juntaba mis chichitas… pase un largo tiempo dándome de sentones hasta que el físico ya no me respondía…. “ya papi, yaaa no aguanto mas, ya vente” le dije suplicante… “¿Ya los quieres?” pregunto él…. “Si papi ya los quiero, échamelos en mis pechos” le dije… me senté en la orilla de la cama, él se pudo de pie delante de mí y comenzó a jalársela violentamente… yo observaba ese cuerpo de macho sudado que momentos antes me había roto el culo, podía ver como sus huevotes rebotaban contra su cuerpo y se movían para todos lados, tardo unos minutos pero luego comenzó a tensarse más y más su cuerpo moreno y sudado hasta que con un sonoro gruñido comenzó a dejar escapar chorros y chorros de caliente y espesa leche que cayeron en mi pecho… “ahhhhhhhhhhhhhhhh me vengo me vengo” grito mientras yo disfrutaba de sus cálidas bendiciones…. “Trágatela toda” exclamo, mientras tomaba mi cabeza de los cabellos y la jalaba hacia su verga, los últimos chorros de su leche cayeron directo en mi lengua, mientras con mis manos yo jugaba y me embarra sus calidas bendiciones que habían caído en mis pechos… “¡A la verga que chido!” Dijo mientras recuperaba el aire “ahora para la próxima te los comes todos” agrego… “próxima” le dije… “¡Si! ¿o qué? No me quieres volver a ver” exclamo seguro de que había hecho un buen jale… algo dentro de mí se emocionó, sabía que él lo decía porque era una forma de obtener dinero rápido, pero el que un macho como el me quisiera seguir viendo me hizo sentir especial…
Para finalizar nos dimos un baño donde de nueva cuenta pude disfrutar de su duro cuerpo… Le pague, nos despedimos y ahora cuento los dias para recibir de nuevo su llamada… espero que sea pronto.
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Recuerdos de un escort: Fiesta de cumple años
En una ocasión un cliente me pidió que lo acompañara a la fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros, al iniciar la fiesta todo normal, la mayoría eran empleados de PMX, conforme paso el tiempo la gente se fue yendo, el alcohol no deja de fluir, poniendo el ambiente cada vez más “alegre” desinhibiéndolos más y haciendo que salieran sus verdaderas personalidades, la amistad podía esperar, la lujuria estaba haciendo acto de presencia. Al final del evento solo quedaron el festejado, 2 amigos suyos más, mi cliente y yo. Los 4 que quedaban eran amigos de años, se conocían de cabo a rabo, seguían ellos platicando muy a gusto cuando se la bebida comenzó a escasear, me ofrecí en ir por mas, pero uno de los invitados le dijo a mi cliente que mejor fueran ellos dos. Aprovechando la ausencia de quien me llevo el festejado se acercó a mí, así que tú eres el nuevo querer de “Mary” (mi cliente se llamaba Mario pero así le decían sus amigos) me decía mientras su mano se posaba sobre mi pierna, eso para mí que me encanta la puteria fue como encender pólvora, me puse cómodo mientras dejaba que el festejado explorada a sus anchas, sus manos recorrieron mi pecho, mis brazos, para al finalizar postrarse sobre mi miembro que comenzaba a despertar, el festejado me besaba el cuello mientras la otra persona que estaba en la habitación solo observaba la escena acariciándose sutilmente sutilmente sus pezones… El festejado trataba de besarme mientras yo con una habilidad digna de una cobra esquivaba sus besos, haciendo que él lo deseara más “Me encantas cabron” comentó él mientras seguíamos con ese jueguito… en eso estábamos cuando el ruido del portón del garaje nos interrumpió… El festejado lejos de paliquearse, simplemente se acomodó a mi lado, al llegar a la habitación y notar la escena mi cliente me tomo del brazo y me llevo a otro sofá, como marcando territorio.
Ellos seguían en lo suyo, bebiendo, platicando, yo salí a fumarme un cigarro, cuando a los pocos instantes llega el que acompaño a mi cliente a comprar…
- ¿Así que tú eres el nuevo picador de nuestro Mario?
Yo: Eso dicen
- La verdad no sé qué te vio, muy mamado no estas, guapísimo no eres, eres más corriente que común…
Decía el mientras yo solo miraba al horizonte.
- Y sin embargo mírame, me tienes aquí haciéndote plática.
Sonreí ante su comentario
Yo: Tienes razón, no soy como la gente que acostumbran tener ustedes, vatos altos, guapos, bien mamados, que parecen modelos, güeritos, de ojo de color, capaces de hacer lo que sea con tal de quedar bien con ustedes y poder accesar a beneficios, estoy joven, pero se cómo se las gastan… esos que ustedes acostumbran tener son capaces de dar las nalgas por un contrato.
Respondí, mientras el señor ese se me quedaba viendo con cara de curiosidad.
Yo: Ustedes tienen dinero, pueden tener lo que quieran, están acostumbrados a eso, apuesto que difícilmente haz recibido un no como respuesta cuando te gusta alguien… ¿O me equivoco?
- Estas en lo correcto, casis siempre obtengo lo que quiero, así sean casados o con novia.
Yo: Pues justamente allí esta detalle, yo no los veo así, yo no tengo interés en entrar a PMX o una compañía, esto lo hago por mero trabajo…
- No lo creo.
Respondió muy seguro.
Edgar el de la fiesta no se fija en chichifos cualquiera y por lo que me comento Nicolás se ve interesado en ti…
Nuevamente una sonrisa pícara salió de mí.
Yo: Tú lo dijiste, tal vez sea el hecho de que soy más corriente que común, a diferencia de esos chavos con los que acostumbras…
Se me quedo viendo fijamente, ambos sonreímos al mismo tiempo… ofreciéndome otro cigarro estaba ese señor cuando sale mi cliente… “¿Ya fue mucho tiempo para un cigarro no crees?”
Tomándome nuevamente del brazo me llevo a una de las habitaciones donde comenzamos a “discutir”, para calmar la situación se me hizo fácil darle en su punto débil, los pezones eso lo enloquecía, comencé a masajearlos, apretarlos, poco a poco gemidos y suspiros comenzaron a salir de su boca en lugar de reclamos, pronto ya lo tenía deseoso de más, sus manos se fueron hacia mi cinturón tratando de abrirlo, me baje el pantalón, me senté en la cama apoyando el peso de mi cuerpo en mis brazos mientras el incido en la alfombra comenzaba a chupármela, no me había percatado que la puerta estaba entre abierta, en esa rendija pude ver una mirada curiosa, era el señor con el que había estado platicando en el balcón, Dionisio creo se llamaba, deje que gozara un rato de la escena, antes de con la cabeza invitarlo a unirse… el con su mano me hizo una señal negativa, mientras yo con la mía tome de la nuca a Mario metiéndole a tope mi verga en su garganta haciéndolo querer vomitar de la sensación, nuevamente tome a Mario de la cabeza mientras me incorporaba y así de pie comencé a follarle fuertemente la boca, sin compasión, mientras el trataba de alejarme de él empujando mis piernas… claramente podía ver como ese fisgón se tocaba sus pezones y su bulto… fiel a mi costumbre de chinga quedito… le dije en voz alta a Mario: “Tienes publico cabron” a lo que Mario en un rápido movimiento dejo de chupármela y enfoco su mirada a la puerta viendo a su amigo tocarse con la escena… la calentura se le bajo de inmediato… una mezcla de enojo y pena lo invadió… “Sabes que mejor lo dejamos para otro día cuando solo estemos tu y yo” le dije mientras me subía los pantalones…
Regresamos a la sala, el ambiente se sentía un poco denso, Mario no dejaba de ver con recelo a Dionisio.
En eso “se le acabaron” los cigarros a Nicolás
Nicolás: Mario, ¿Me prestas tantito a tu niño para que me acompañe por cigarros?
Mario: Él puede ir solo, no necesita niñera.
Nicolás: ¡Ya María! Yo quiero ir, pero no quiero ir solo, además hacen falta más hielo…
A regañadientes (y por qué serán muy amigos y lo que quieran pero dentro de la empresa cada quien se las rasca como pude y entre ellos mismos se tiran carilla) acepto…
Nicolás: ¡Ten! Maneja tú…
Apenas arrancamos cuando entra una llamada de Mario, “Quiero que estemos hablando por teléfono hasta que regreses” me dijo medio molesto, “Voy manejando, no puedo” le conteste, antes de colgar.
Nicolás: ¡Eso! Así me gustan, machos, cero mandilones…
Decía mientras su mano se iba a mi miembro…
Nicolás: ¿Puedo?
Yo: Ya estas allí…
Rumbo a una tienda 24 horas íbamos cuando me estacione en lo oscurito….
Yo: ¿Qué pedo? ¿La quieres chupar?
Nicolás: ¡Claro!
Yo: ¿Cuánto das?
Nicolás: ¿Cuánto te da Mario?
La charla sucedía mientras yo me desabrochaba el pantalón para dejar al aire mi miembro.
Yo: ¿Cuánto das tú?
Nicolás: Tú dámela y ahorita te doy una buena propina…
Justo estaba Nicolás chupándome la cabecita de la verga cuando entra una llamada de Mario
Mario: ¿Ya llegaron?
Yo: Si
Mario: Bueno, no quiero que hagas nada con esa harpía.
Yo: No como crees. Yo te soy fiel.
El Nicolás casi se ahoga de la risa al escucharlo que decía.
Mario: Bueno bebé. Tu eres solo mío recuérdalo.
Yo: Si solo tuyo…
Mario]: ¿Y la pendeja esa?
Yo: Esta en la tienda.
Mario: Bueno bebé, te dejo, confió en ti, te veo acá.
Se terminó la llamada y no falto el comentario de Nicolás “Esa pendeja, siempre se quiere hacer la poderosa, pero de los 4 es la más jodida” dijo antes de volver a chupar mi verga erecta… “¿vas a querer leche? Porque yo tardo mucho” le comente, “no papi, así está bien, quería probarla un poquito para ver si valía la pena”, “¿Y qué tal?” pregunte con curiosidad, “Pues de que te quiero volver a ver eso es seguro” me dijo mientras le daba un último besito a mi miembro.
Compramos unas cuantas cosas y en friega nos fuimos a la casa para recuperar algo del tiempo perdido… al llegar a la casa Nicolás saco unos billetes de su pantalón, era poco más de 1200, “tu propina” me dijo, entramos a la casa y mi acompañante iba mascando un chicle, detalle que no paso por alto Edgar… ¿Chupaste pito o por que el chicle? Pregunto en un tono venenoso… “Que gracioso” respondió burlón Nicolás… La cosa continua tranquila.
Momentos después pusieron algo de música, Nicolás, Edgar y Mario se pusieron a bailar mientras Dionisio de nuevo busco hacerme platica.
Dionisio: Hablemos honestamente. ¿Tú que buscas al andar con Mary?
Yo: Nada, si acaso divertirme
Dionisio: O sea cero compromisos, cero sentimientos, puro interés.
Yo: ¿Interés? No te confundas, si lo he defendido y he estado con él en sus momentos difíciles es por lealtad, mas allá de lo que el pueda darme mientras se porte a la altura.
Dionisio: Mmmm interesante.
Yo: ¿Por qué?
Dionisio: La mayoría solo quiere dinero y ya. Pero yo veo que tú disfrutas lo que haces y eso a su vez hace a uno disfrutar…
Comentaba mientras uno de sus dedos recorrió sutilmente mí ante brazo…
Dionisio: ¿Te podre ver en otro momento?
Yo: Si tus noviecitos te lo permiten sí.
Dionisio: ¿Celoso?
Yo: Con quien vale la pena sí.
Eso lo hizo sonrojar… a este punto de la noche ya de madrugada el alcohol y la edad estaban jugando en contra de ellos… sin darse cuenta Mario fue el primero en retirarse a una habitación a descansar un rato, pero el cansancio lo venció y se durmió.
Nicolás tampoco podía ya coordinar bien, el que aún se veía en su juicio era Dionisio y de allí Edgar…
Dionisio acompaño a Nicolás a otra de las habitaciones para que descansara, mientras Edgar se quedó conmigo en la sala…
Edgar: Puedes ponerte cómodo estás en tu casa, quítate la camisa o desnúdate si quiere
Dijo en tono jocoso…
Yo: ¡Jajaja! ¿Eso te gustaría verdad?
Edgar: ¿Por qué no?
Yo: ¿Y si continuamos lo de hace rato?
Edgar: Esa voz me agrada…
Nuevamente me acomode en el sofá, desabrochándome la camisa, me quite el pantalón dejando al aire mi verga y mis huevos que colgaban como péndulo…
Edgar: ¡Que huevotes! ¿Puedo?
Yo: atáscate
Con una maestría sin igual su lengua comenzó a lamer mis bolas por todos lados, podía sentir claramente como esa lengua viperina cobijaba mis testículos, su boca cálida aprisionaba apretando rico mis bolas, mi verga no tardó en reaccionar, a cada chupada de huevo que me daba mi verga soltaba un gotita de precum, no me percate en que momento Dionisio había regresado, estaba sentado en un sofá al lado de nosotros viendo la escena, tocándose… Yo por mi parte estaba concentrado en las chupadas que me daba Edgar, su bigote canoso me causaba cosquillas de vez en vez al chocar con mis huevos o mis piernas, su boca no se limitó solo a mi parte intima, me beso las piernas, el torso, sus manos acariciaban mi pecho, mis brazos… de repente su boca cálida comenzó a succionar la punta de mi miembro de una manera muy suave, calmada, pausada, haciéndome sentir el movimiento de su lengua por todo mi glande, su saliva comenzaba a escurrir por mi duro palo… chorros de salía mezclados con precun mojaban mis vellos púbicos. Con la misma maestría, calma y paciencia su boca continúo bajando, hasta el punto que su bigote se mezclaba con mis vellos púbicos…. ¡Que rico cabron! Exclamo antes de seguir deleitándose con mi palo… Dionisio a la distancia comento: ¿Otros ya te hubieran aventado la leche verdad?, a lo que Edgar respondió… “Si pinches putos, solo quieren el dinero, no les importa si gozamos a no”… continuo chupándomela, mientras Dionisio agrego: “Pero este es diferente, a este si le importa hacernos gozar”… Edgar con mi verga metida en su boca solo asintió.
Allí estuvo varios minutos pegado… hasta que de su boca salió un: “Ya wey, ya me canse”… “Vas” le dije a Dionisio viéndolo fijamente mientras agarraba mi duro palo lleno de saliva… se acercó, pero no se hinco a chuparla… se sentó a mi lado, así como estaba yo con la camisa abierta, el sin el pantalón, con la verga dura comenzó a acariciarme… mientras su boca se concentraba en mi cuello y oreja, su mano empezó a masturbarme… al oído me dijo “Algo tienes, no sé qué es, pero algo que tienes que me gusta”… después de decir eso su boca se dirigió hacia mi miembro, mientras yo con una mano acariciaba su cabello y con la otra su espalda… así estuvo un buen rato chupando… cuando mi alarma sonó… Pasaban ya de las 5.30 tenía que regresar a casa, pues pronto tenía que ir a trabajar… Se lo comenté a Dionisio quien sin inconvenientes acepto… me vestí y se ofreció a llevarme. En el camino hablamos un poco más.
Dionisio: ¿Sabes que me parece interesante?
Yo: ¿Qué?
Dionisio: Que no te importa nuestra edad, nuestro físico o apariencia… nos tratas a todos bien, por igual, no nos haces caras… Eso se agradece.
Yo: No digas eso. Ni lo vuelvas a decir. La edad es un número, el físico se acaba, lo que importa es lo de adentro.
Con una cara de total extrañeza Dionisio volteo a verme
Yo: No me veas así, es la verdad… todos somos iguales ¿No?
Dionisio: ¡Jajaja! Qué raro, ya sé que es lo que te hace atractivo… tu forma de ser.
Llegamos a mi destino, me baje del carro y allí concluyo la aventura de esa noche.
Al día siguiente chingo de mensajes de los 4, de allí hubo más encuentros ya venturas pero eso ya es otra historia.
Saludos.
Atte.: ZCORT
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Primer contacto
Hola, soy el mismo del relato “acorralado” hoy les contare lo que fue el inicio de toda mi aventura.
Estresado, molesto, frustrado, agobiado, por mi día a día, los problemas en el trabajo, la constante amenaza de recorte. Aunado a mis problemas personales y familiares ese día estaba más distraído que nada… conduciendo por el bulevar estaba cuando una leve lluvia comenzó a caer, pocos minutos bastaron para que esa llovizna se convirtiera en un aguacero.
En un alto, veo por la ventana a un joven resguardándose de la lluvia, al parecer estaba ejercitándose, pues llevaba short y camiseta, el verde apareció y seguí avanzando, pero algo dentro de mí me hizo dar la vuelta y regresar… me estacione frente a él, le pite y le hice una señal con las luces… rápidamente se acercó “¡Súbete!” le grite desde adentro de mi camioneta.
Apenas se subió al carro y arranque por instinto, en verdad estaba yo tan absorbido por mis problemas que mi copiloto se me olvido por completo. “¿Vas a tu casa?” me pregunto sacándome de mis pensamientos, voltee y mi cara de sorpresa lo puso algo nervioso, como si ese lapso en el que regrese por él se me hubiera borrado de la mente, detuve la camioneta en seco tratando de rebobinar…. “¿Estas bien?” me pregunto ese joven… “Si, si, disculpa, vengo distraído, ¿A dónde te llevo? ¿O en donde te dejo?”… “Pues tu puedes llevarme a donde quieras” dijo en tono de broma… esas bromitas ya las conocía yo, fue allí cuando por fin puse atención a mi acompañante. 1.78 aproximadamente, moreno claro, tatuado, cuerpo de gym, cara muy masculina, piernas gruesas, hombros anchos, voz agradable… “Te levante para que no te mojaras, no por otra cosa” respondí con cara de pocos amigos… “Perdón, si quieres puedes dejarme en toks, por allí tiene un local un amigo”… maneje con rumbo al susodicho lugar sin cruzar ninguna palabra más con él, en mi mente pensaba: “seguramente este cabron cree que soy como los otros petroleros, que andan por la ciudad levantando mayates, ¿Por qué son así?, que no puedes querer bonito y ya, no, ahuevo quieren que uno los mantenga solo porque están bien mamados o guapos, como si en mi trabajo no hubiera de estos vividores…” tan metido estaba yo en mi monologo que de nueva cuenta su voz me interrumpió… “Oye”… “¿Qué quieres?” conteste en un tono alto… “Ya nos pasamos pero si quieres aquí me bajo” me respondió con cara de sorpresa, “No, no, espera, disculpa, vengo muy estresado y ya nos e ni lo que digo y hago”… sinceramente estaba muy apenado, yo no suelo ser así y todo lo que pasaba en mi mente era pura especulación mía, más que una realidad.
“¿Sabes qué? Sigue lloviendo mucho, mejor te voy a dejar a tu casa” le propuse, “muchas gracias pero yo vivo en una colonia peligrosa y no quiero que le hagan nada a tu nave” me respondió con una sonrisa sincera en su cara… “Dime donde es, te llevo” replique, “además te llevo a ti para que me cuides” agregue.
La gente me dice que soy muy coqueto, que lo hago involuntariamente, y este chico al parecer se percató de eso.
Llegamos a la dirección que me indico, así como coqueteo sin querer, mi sinceridad me hace decir también burradas un “¿Aquí vives?” con una cara de fuchi fue lo primero que dije al llegar a su casa… Esa acción no paso por alto ante sus ojos, “Si aquí vivo” respondió con un dejo de pena. El aguacero de nueva cuenta se convirtió en llovizna, al bajarse de mi camioneta, dejo todo el asiento húmedo… “Te paso mi número y cuando quieras te lavo al troca como agradecimiento” me decía mientras se quitaba su mojada camiseta para exprimirla… mudo quedo de la impresión de ver su bien formado cuerpo, me dio su número, le timbre y allí quedo todo… al llegar a mi casa no entendía del todo lo que había pasado.
Dos después recibo un mensaje de un número aparentemente desconocido… “Gracias por lo de la otra vez, ¿Me permitirías invitarte a comer?”… estresado y apurado, ignore el mensaje, por la noche suena de nuevo mi celular “¿Ocupado?” decía el mensaje… era del mismo número. Yo aunque sea por mera educación siempre respondo los mensajes pero esa vez no lo había hecho. “disculpa por no responderte en la tarde… oye una pregunta ¿Quién eres?”… “Soy el chavo de la otra vez, el tatuado, me diste un raite cuando estaba lloviendo”… como si un balde de agua fría me echaran encima me nerve, ya recordaba quien era, lo primero que se me vino a la mente fue su colonia y su casa toda fea y peligrosa, mil cosas pasaron por mi mente… minutos después respondí: “No te preocupes, así déjalo”…
Pasaron los días y no supe nada de él nuevamente, hasta que una tarde noche saliendo de la puerta uno de Pemex pase por la plaza cívica rumbo a mi oficina particular, cuando se me figuro ver a un viejo conocido, era ese mismo chavo, estaba allí sentado… “Un mayate más” pensé… después de ordenar mis pendientes en la oficina me enfile rumbo a mi casa, por equis o por ye, no agarre el camino normal, rodee de nuevo la plaza y lo vi allí, en el mismo lugar, “¿Me estará pensando?” pensé entre mí, justo cuando se pone el verde, el alza su mirada y se cruza con la mía, me sonríe y me saluda con la mano mientras yo me alejaba. Ya iba a medio camino cuando algo me hizo regresar, pase de nuevo por allí y ya no estaba, algo dentro de mi sintió alivio pero justo al avanzar lo veo cruzar la calle… no le pite, ni lo salude, ni anda… me fui a casa pensando en por que estaba allí.
Pasaron los días, las semanas y esa escena se repetía cada x cantidad de días.
Hasta que una fría noche lo veo allí, pase rápido, no me vio, me estacione cerca de la plaza y le escribí “¿Qué haces?”… “Viendo si te veo”… ¿Por qué lo haces?... “No sé, me caíste bien”… ¡Mientes! Tú quieres algo… “Jajajaja… no”… “Eso dicen todos”… “Conóceme y veras que no”… pasaron unos minutos, yo seguía estacionado en el mismo lugar y el sentado en la misma banca… me anime a escribirle de nuevo “A todo esto ¿Cómo te llamas?”… “Ven a saludarme y te lo digo”… me respondió mientras se ponía de pie, giraba hacia mí y me saludaba… si me había visto, sabía que estaba allí, todo eso me molestaba porque sabía que algo quería, pero a su vez algo me daba curiosidad… me baje de la camioneta y camine hacia el… me saludo de apretón de mano, me ofreció un cigarro (mi debilidad) y nos sentamos, en ese tiempo la ciudad no dormía, de repente pasaban coches de compañeros o conocidos de trabajo y yo quería que me comiera la tierra, allí, justo allí donde estábamos sentados era un lugar de cruising. Las miradas de los que allí pasaban buscando sexo o ligue me incomodaban, me sentía juzgado, observado, criticado… de repente todo eso me sobre paso y cortantemente pregunte: “Bueno todo esto ¿cómo te llamas? que ya me tengo que ir”… “Me llamo Daniel”… “bueno Daniel, un gusto”… me pare, tire mi cigarro cosa que nunca hago y me subí a la camioneta, maneje lo más rápido que pude, como tratando de dejar allí todo lo sucedido… pasaron los días y justo al despertarme me llega un mensaje de Daniel “Buenos días” ignore el mensaje y seguí mi día normal, al medio día volví a ver mi celular y recordé su mensaje, ese chavo tenía algo que me causaba mucha curiosidad, no aguante más y se lo comenté a una amiga lesbiana muy cercana y me dijo lo que ya sabía “Ha de ser un mayate que quiere ver si lo metes a trabajar” sus palabras me calmaron… ese fin de semana habría un grupo de rock en un conocido antro de ambiente de la ciudad, cobijado bajo ese pretexto fui con unas amistades… cuando el destino me tenía preparada otra sorpresa, justo del otro lado del local estaba Daniel, con un compañero del trabajo que detestaba a mas no poder… la escena de ver a ese viejo abrazando y casi besando a Daniel s eme hizo vomitiva… “Un mayate cualquiera” pensé… me dirigí al baño, al salir me topo con el de frente… el me extendió su mano saludarme, a lo que yo todo “molesto” (no sé por qué) lo ignore y me fui… ya con unos tragos encima y sabiéndome respaldado por mis amigos (a los cuales también les caía gordo el viejo ese) le mandamos una ronda de tragos a Daniel. Desde la parte superior del local nos reíamos viendo como el viejillo le reclamaba a Daniel por los tragos… frio, congelado y sorpresivamente molesto me quede, cuando vi que Daniel calmo al susodicho a punta de besos. “¡Qué asco!” exclame, causando el asombro de mis amigos… “¡No me dogas que si te gusta el mayate ese!, ¡Ayyy amigo, está mejor Rogelio!, Si, ya ni la chingas como te vas a encelar de la anciana esa”
Minutos después veo que se marchan Daniel y el viejito… al pasar de unas horas siento que alguien me abraza por atrás… me volteo para ver quién es y ¡Ohh! Sorpresa, era Daniel…. Mis amigos y yo nos quedamos sorprendidos y en silencio “Creí que ya te habías ido” le dije… “Si ya me había ido pero tengo una duda que no me deja en paz”… el silencio se hizo presente, el me seguía teniendo agarrado de la cintura, se acercó a mí y no sé porque, y al día de hoy sigo sin saberlo, mientras el buscaba mi oído para decirme algo, mis labios buscaron los suyos… al primer contacto de mis labios con los de él, fue Daniel quien se apartó de mi… y en tono pícaro y “apenado” dijo: “Yo solo quería preguntarte tu nombre pero si quieres algo más…” dijo con una sonrisa pícara en su cara… “Martin” respondí mientras lo alejaba con mis manos y le daba la espalda… Daniel entendió el mensaje y se fue… esa noche al llegar a casa no pude dormir… algo me consumía por dentro, no lo quería aceptar, pero, estaba caliente, necesitaba desahogarme, no quería una simple jalada, quería sexo… agarre el teléfono y le marque a Daniel… pero al primer timbrazo me arrepentí… Al despertarme al día siguiente vi un montón de llamadas y mensajes de Daniel, preguntándome si estaba bien, si algo me había pasado, yo más crudo que despierto conteste que sí, que todo bien, que luego platicábamos… llego la tarde, yo ya más calmado recibo una llamada de Daniel: “¿A qué hora te veo?” me pregunto sin mediar palabra alguna antes, “¿Disculpa?” respondí, “¿Qué a qué hora te veo?”… ese no era su tono normal de voz, se oída más firme, mas decidió, “A las 9” respondí… “Ok, me pasas a traer en el deposito “el sultán” en la colonia tal” y colgó… su actitud me causó sorpresa e incomodidad, pasaron las horas eran las 09:15 y yo estaba decidido a no ir… cuando un mensaje me llega: “Llevo 15 minutos esperándote ¿Vienes o no?”… para mis pulgas ese mensaje estaba muy subido de tono, así que decidí ir a arreglar las cosas en persona, si algo me fastidia es que me quieran mandar… al llegar al susodicho lugar vi un montón de motos estacionadas, el lugar era de lo peor, lleno de cantinas y prostíbulos de mala muerte y allí en medio e todas esas putas y mayates estaba Daniel, evidentemente tomado, al verme llegar se alegró, se abalanzó sobre mí, me abrazo, me dio un beso en la mejilla y con un “¡Nos vemos putos” (ese acto torpe y burdo me hizo entrar en confianza y despertó en mi algo que tenía años no sentía) se despidió de sus amigos (supongo) y así abrazado de mí, me guio a la camioneta… “Vamos a dar el rol” me dijo antes de subirse a mi camioneta… ya una vez adentro recordé a lo que iba, a punto estaba de reclamarle cuando siento su mano sobre la mía… eso me desbarato, encendí la camioneta y nos fuimos a las orillas de la ciudad, pasamos por un lugar donde había muchos moteles y él dijo “Si quieres vamos a platicar a uno de esos” mientras se agarraba el bulto, esas actitudes me molestaban, pues yo no era un puto deseoso de verga que se acostaba con cualquier mayate… llegamos a un paraje semi abandonado y… “Bueno creo es justo te pague lo de la otra vez” dijo Daniel mientras se desabrochaba el pantalón… “¡No! ¿Qué haces?” le dije mientras con mis manos trataba torpemente de abrocharle el pantalón “Bueno, bueno, sácalo tú” reaccionando un poco tarde de mis actos me di cuenta de la situación, mis manos sobre su bulto, el ebrio, yo caliente, todo hizo click y dije entre mi “¡Qué más da!” arranque, nos metimos al primer motel que vi… subimos al cuarto y allí se transformó por completo, la imagen de macho duro de barrio se había ido, y un amante tierno y apasionado surgió, me lleno de besos apasionados y tiernos, su mirada reflejaba una ternura, confianza, ganas de querer, sus fuertes manos exploraban mi cuerpo palpando cada parte de mi ser, yo por mi parte disfrutaba sintiendo los surcos de sus músculos en sus brazos, su bien marcada espalda, su la redondez de sus hombros… tenía tanto tiempo que no estaba así, por el bien de mi familia había dejado de lado mi persona centrándome en mi madre y mis hijos… manos nos faltaban para desnudarnos, cuando nos quedamos sin ropa Daniel se acostó sobre la cama, flexionando sus brazos y colocando sus manos detrás de la cabeza, abriendo por completo sus piernas como ofreciéndome ese miembro que colgaba entre ellas… ere un engreído, se sabía guapo, dotado y de buen cuerpo… no pude resistirme ante eso y mi boca torpemente comenzó a chupar su falo, tenía años que no probaba un miembro, me sabia delicioso, a hombre, un poco salado, su grosor, su largo, eran más de lo normal, sus pesados huevos los jugaba con mis manos, tenía su miembro y sus bolas completamente rasuradas, tarde un buen rato en hacer que se le parada por la borrachera, cuando ya la tenía dura se paró, fue a su pantalón, saco algo, se dio un llavazo, cosa que me causo desconfianza, pero que más podía hacer, ya estaba allí, me puso en 4 empezó a mamarme el culo llenándomelo de saliva y sin avisar, como bestia comenzó a metérmelo fuerte sin piedad, yo me hacía para delante tratando de zafarme pero él me jalaba hacia él, yo manoteaba y pataleaba pero él sabía a la perfección como doblegarme. Molesto por mi resistencia hizo mucha presión sobre mi espalda haciéndome caer por completo en el colchón, se acomodó encima de mí y dejando caer todo su peso sobre mi siguió follándome, me dolía, no me gustaba, yo gemía mas de dolor que de placer, él estaba todo ido, solo se movía como animal, de adentro para afuera, aplastándome… con su antebrazo tenia socada mi cabeza contra el colchón… se puso de pie, me jalo de las piernas me acomodo de ladito y siguió penetrándome más y más adentro llegaba cada vez, yo lo veía desde los espejos, sus pupilas dilatadas, su cuerpo sudando, sus grandes huevos balanceándose, poco a poco el dolor se convirtió en placer… minutos después ya estaba jadeando, queriendo más, mi cuerpo se había acostumbrado a su tamaño “Quiero montarte” le dije entre gemidos y jadeos, el obedeció costándose sobre la cama, yo con la hormona a tope, me deje caer sobre su verga tragándomela toda por completo gritando de placer “jálatela si quieres” me decía, yo encantado obedecí, a los pocos minutos mi trasero ya estaba dándole fuertes mordiscos a su grueso miembro en señal de que me iba a venir, lanzando un fuerte grito de placer lance chorros de leche que cayeron en sus perfectos pectorales y en sus bien marcados abdominales… “¡Que rico!” grito el mientras aceleraba el ritmo de su pelvis taladrándome más mi estrecho agujero.
Cansando y satisfecho dije: “Ya, ya no puedo más” me pare, dejándolo a él con su miembro todo duro y me metí al baño, después de entrar volvió a oír ese característico sonido que hacen al meterse coca… entro al baño me volvió a tomar por atrás y así de pie me la volvió a ensartar “¡Ya Daniel! Cálmate ¡Ya no quiero!” haciendo gala de su fuerza me aprisiono contra la pared metiéndome a la fuerza su duro miembro… “¡Cállate cabron que te voy a sacar la mierda” dijo mientras aceleraba sus metidas, yo estaba entre que traumado, sorprendido, con miedo y confundido por no decir excitado… se había echado champú en su miembro para facilitar la metida, supongo, pero eso más que ayudar me causaba una gran irritación, yo tenía años sin probar un miembro, pero él estaba muy dopado como para darse cuenta del daño que me causaba, así me tuvo hasta que se cansó, dejándome tirado en el baño bajo el chorro de agua de la regadera, él se lavó el miembro y salió de la ducha, minutos después yo aún todo shockeado salí del baño, temeroso me vestí, el ay estaba listo en la sala fumando, termine de arreglarme, busque las llaves de mi camioneta y no la encontré “Yo manejo” me dijo, bajamos, nos subimos a la camioneta y con dujo hasta su casa, una vez allí me devolvió las llaves y me fui… a medio camino me detuve a meditar lo sucedido, estaba mal, me sentía mal, no sé qué fue eso que paso… estaba seguro que no quería saber más de él… pero... la vida me tenía deparadas más sorpresas…
Así fue como conocí a Daniel, quien en futuros textos se convertiría en el rival de Orlando o más bien es al revés, Orlando es el rival de Daniel. Las aventuras de este triángulo amoroso se las iré contando poco a poco.
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Acorralado
Una cosa llevo a la otra, al final termine siendo víctima de mis deseos.
Tenía poco tiempo desde que había caído en la tentación, por fin después de años cedi a mis deseos y hoy me encontraba acorralado en mi oficina, tratando de reprimir lo inevitable…
El día empezó de lo más normal, hasta que una llamada de la puerta principal me recordó todo lo sucedido: “Lic. Martin, lo buscan en la puerta uno, un tal Orlando…. ¿Lic. Martin?”… me quede mudo, lo había olvido, tenía una cita con él, pero no debía, sabía que no lo resistiría y es que ese joven desde que lo conocí ha sabido atacar mis puntos débiles… “Si, que pase” conteste con la voz entre cortada, minutos después estaban tocando a mi puerta… “Creí que lo habías olvidado” dijo con toda la calma del mundo mientras pasaba a mi oficina… “Bonito lugar, ¿Me pregunto qué travesuras abras echo aquí?” exclamaba con tono burlón, “¿Puedo?” tomando una de las sillas del lugar, “Claro”, él. Orlando, no solo sabía que me movía el tapete, se sabía atractivo y siempre usaba sus artimañas contra mí, subió los pies a mi escritorio, puso sus manos atrás de la cabeza haciendo lucir sus bien desarrollados bíceps… “¿Y bien? ¿Para qué querías verme?” preguntaba el joven, él sabía a la perfección que mi invitación a la oficina fue en un momento de debilidad, yo no podía estar a solas con él, siempre terminaba mal yo… “Fue un error, estaba confundido, molesto por lo sucedido el fin de semana, tu sabes que…”
“Si yo sé que tienes pareja… pero ¿Y eso que?, yo tengo novia y no ando chillando” respondió en tono desafiante mientras se ponía de pie, “además, ya sabes lo que pasa cuando estamos solos” comentaba mientras se acercaba a mí, “no temas que no muerdo… mucho” decía mientras me acomodaba el cuello de la camisa “Sabes que yo estoy dispuesto a intentar algo, sabes que soy mejor partido que él… pero por alguna razón te niegas”… “Es que está mal, entiéndelo, esto está mal, que estés aquí está mal, mi relación con él está mal, todo se dio muy rápido y…”
“¿Y…? ¿Por qué tiemblas?, ¿Te éxito, te gusto o te doy miedo?”…. “¡No!, digo sí, pero no debería” respondí todo confundido. Mientras hablábamos sus manos comenzabas a desabrochar los botones de mi camisa, tenía una táctica, una técnica, que nunca me daba cuenta de ellos, hasta que era demasiado tarde, como ahora… “Déjame hacerte cambiar de opinión” de inmediato sus labios se fueron sobre mi cuello, mi punto más débil, sus manos acariciaban mis pezones, eso me estremecía, la sensación era toxica para mí, me embriagaba, me hacía bajar toda defensa, solo podía dejarme hacer, su lengua experta recorría mi cuello, bajando lentamente hacia mis pezones, los cuales recibieron unos delicioso lengüetazos con la punta de su experta lengua para luego ser chupados con mucha calma, sus manos ya estaban en mis nalgas, amasándolas, de un solo movimiento me volteo, me empujo contra un archivero, repegando su duro miembro sobre mis nalgas, “Lo sientes, sientes como me pones, eso no lo logra cualquiera, además mírate, todo extasiado, jadeando, aquí en tu trabajo a punto de ser mío”… sus palabras hicieron eco en mí, en un acto de rebeldía me volta y ámense con llamar a seguridad “¿A si?, a seguridad, ¿A quién?, al puto mayate ese que te quiere coger también, anda háblale, hagamos un trio” me decía mientras se apretaba su duro miembro sobre sus pantalones…. “Ya por favor vete, déjame, nos pueden oír”… “pues que nos oigan, que se les antoje, al final ni que no hubiera putos y putas en Pemex”, de nueva cuenta se lanzó sobre mi ahora besándome directamente en los labios para luego abrazarme, acomodo mi cabeza en su pecho, sabía que eso me gustaba, oír sus latidos, su respiración, sentir su pecho velludo… “Solo déjate llevar, déjate querer, lo peor que puede pasar es que te guste”, acto seguido se separó de mí, abriéndose los pantalones, se sentó en mi silla y tomando con una mano su verga morena y peluda y con la otra sus grandes huevos me dijo “dale unos besitos y me voy, solo una chupada y ya”, “¿seguro?, solo una y ya”…. Que tonto me oía diciendo eso, hasta yo mismo sabía que nos sería solo eso, pero aun no podía digerir esta nueva etapa, el entregarme al placer, al morbo no era algo habitual para mi… mi boca comenzó a chupar ese duro miembro “eso así Lic. Chúpala bien, suavecito, pásale la lengua por todos lados, con calma”, nunca me imagine estar así, arrodillado frente a un joven de menos de la mitad de mi edad, chupándole su miembro, en mi oficina, con riesgo a ser descubierto, apenas estaba yo acostumbrándome a todo su tamaño en mi garganta cuando tocan a la puerta… “Lic. Martin”… al oír eso yo me quede frio, mientras que a él no le importo, es más hasta una risa burlona había en su cara, era un cínico, un descarado y eso me enloquecía… “Creo que ya se fue” dijo una de las personas que tocaban la puerta, yo siempre fui muy tímido y su forma tan desinhibida de ser, tan sexual tan segura, era un imán para mi… “Síguela chupando que te la quiero meter” me dijo mientras acariciaba mi cabello… “Y pensar que con esa misma boca vas a ir a ver tu “”novio”” al rato ¡Jajaja!” apenas iba a reclamarle cuando sus manos me aprisionaron contra el… “shhhhhhhhhhh” que nos van a oír, dijo en tono irónico. “¿Alguna vez te lo han hecho sobre el escritorio?”… “Ni lo pienses Orlando, como crees que…”… de nueva cuenta sus labios en mi cuello me hacían ceder, sabia como controlarme, me besaba apasionadamente en los labios, mordisqueaba mis orejas, acariciaba mi cabello y sobretodo me ponía esa carita de cachorro suplicante con la que siempre me hacía decir que si… me ayudo a subirme al escritorio de metal, estaba frio, pero era más mi calentura, me quito por completo el pantalón, justo allí me di cuenta que estaba completamente desnudo, si alguien con llave abría no tendría oportunidad de taparme, en eso estaba cuando siento uno de sus dedos tocar mi próstata… “¡uuuuffff!” exclame, “¿Qué haces?”… “Otttssss, tu relájate” me decía mientras metía otro dedo más en mi orificio, tres dedos fueron suficientes para dilatarme bien, “Listo, ahora sí, flojito y cooperando”, se desabrocho la camisa dejando por completo al aire su torso, ese torso que me encantaba, físicamente él era lo que siempre quise, bíceps grandes, piernas fuertes, peludo, moreno claro, cara varonil, voz firme, ojos lindos, estire mi mano para acariciar ese torso, mientras su glande comenzaba un suave y lento mete y saca, su forma de hacérmelo me encantaba, siempre comenzaba tierno y cuando menos me lo esperaba me daba durísimo, “Ahhh, siiii, ¡Que rico!, así, suave, suave amor”… “me encanta cuando me hablas bonito bebe”… lo detestaba, detestaba eso el me hacia hablar así, ceder, procurarlo, nunca antes nadie, ni siquiera mi “pareja” me provocaba tantas cosas como el, lo amaba y lo odia al mismo tiempo, pero en este momento lo único que podía hacer era disfrutar…. “Ya va casi la mitad bebe” me decía mientras besaba mis pantorrillas y acariciaba mis piernas… la altura del escritorio era perfecta, su pene entraba y salía de mi ano sin dificultad, era puro gozo sentir su duro miembro recto, de repente me toma de las piernas, me pone en posición de cucharita me saca por completo su falo, lo escupe y me lo mete de un jalón, apenas iba a reclamar cuando una fuerte y sonora nalgada me hizo gritar del dolor “¡Ayyyy!”…. “Shhh mi Lic. Nos van a oír” decía el descarado, ahora sus embestidas eran duras, fuertes, constantes, podía sentir como sus pelos y sus huevos chocaban con mis nalgas, con una de sus manos acariciaba mis piernas mientras con la me amasaba mis nalgas alternando con nalgadas, yo por mi parte solo podía morder los labios para no hacer más ruido y esperar que nadie entrara o se asomara… sin avisar me la saca por completo, se sienta en un sofá que había allí y me dice: “Date, date como a ti te gusta” yo ya estaba caliente, deseoso, me monte sobre él y comencé a darme de sentones, el placer era indescriptible sus labios en mis pezones, sus manos en mis nalgas, su verga en mi culo, nuestros cuerpos sudaban, la oficina empezaba a oler a sexo, el clima no era suficiente para mitigar el calor de nuestro encuentro… El sonido de mi teléfono me devuelve a la realidad trato de pararme pero el me detiene “No#, basto ese no y su mirada seria para hacerme desistir, “Por favor, por favor, ya acaba” le dije en tono suplicante, era absurda mi petición, el podía estar horas cogiendo conmigo, “No” volvió a decir… esta vez decidí no obedecer, me pare y fui a ver quién me marcaba, no di ni dos pasos cuando lo tenía detrás de mi deteniéndome, aprisionándome con una llave, metiéndome así los dos de pie su miembro en mi ano, él era un poco más alto que yo, por ende cada embestida me levantaba, oía sus jadeos, su gemidos, sus gruñidos, yo forcejeaba, pero era inútil, aparte de ir al gym sabia defensa personal, me libero de la llave solo para empujarme contra el escritorio y así de a perrito follarme cruelmente, metía y sacaba por completo su verga de mí, a un ritmo brutal, haciéndome extasiar aún más, podía sentir su verga estimulándome internamente, mis cuerpo no resistía mas, me temblaban las piernas, mi esfínter se cerró, anunciando una inminente venida de mi parte… varios chorros de leche cayeron en mi escritorio… “¡A que mi Lic, no se resista, si bien que le gusta!” había perdido la noción del tiempo, la hora de descanso estaba por terminar, “Ya Orlando, por favor, termina ya…” molesto por mi petición me la saco y a puño veloz comenzó a masturbarse minutos después su sudado cuerpo se tensaba aún más, se iba a venir, una fuerza ajena a mí me hizo hincarme y para recibir su descarga, chorros de espesa y abundante lechita tibia cayeron en mi cara, en mi pecho en mi cuerpo…. “Ahhhhhhhhhhh me vengo, me vengo” exclamo con éxtasis mientras su miembro terminaba de vaciarse… con una risa de satisfacción se sentó en el sillón, esperando a que se le bajara el miembro y recuperar el aliento… “Ven”… tontamente me acerque, ya sabía lo que seguía, me cargo como si de un niño se tratara en sus piernas, me acomodo en su pecho, me acariciaba el cabello al mismo tiempo que me besaba… él, Orlando, tenía algo que me hacía sentir seguro, protegido, deseado, querido… pero a la vez me daba miedo, me daba pavor reconocer este lado mío que siempre suprimí… una vez recuperado el aliento nos vestimos, momentos después Orlando salía de mi oficina como si nada, pero la realidad era diferente, al salir se topó con becarios, practicantes, recomendados, de confianza, compañeros míos incluso que sospechaban de mí, el ver salir a semejante joven de mi oficina no hacía más que avivar las sospechas y encender las envidias… como si el murmullo de la gente no fuera suficiente al final del día un mensaje de un compañero me hizo quedar helado “Si no lo quieres recomiéndamelo”, era el Ing. Juan, su ofician estaba atrás de la mía, de él también se decía mucho, pero nadie lo había comprobado pues tenía a sus hijos y su señora trabajando en la empresa hasta ese día, no sé si lo dijo en serio o en burla, pero las cartas ya habían sido echadas,,, antes y después de ese encuentro hay muchas cosas por contar, pero eso será más adelante.
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Cazador cazado
Era una noche como cualquiera, salí con mis amigos a beber un rato, el lugar repleto de gente como siempre, pasaron las horas el alcohol corría, de la nada lo veo apoyado en la barra, alto, moreno, barba espesa, mamado, cara varonil, sonrisa perfecta, era nuevo, nunca lo había visto, pronto la gente empezó a preguntar por él, en un instante nuestras miradas se cruzaron, ambos esbozamos una sonrisa, y seguimos en lo nuestro, misteriosos son los caminos del señor, después de una tanda de shots me dieron ganas de miar, rumbo al baño me lo tope, el venia saliendo, de nueva cuenta ese cruce de miradas entre serias y de complicidad, como diciéndonos “sé que pedo contigo”, las mujeres y los jotos del lugar no tardaron en rodearlo, tragos y tragos le llagaban, me daba risas ver los intentos desesperados de todos por llamar su atención, “ilusos” pensé entre mí, Salí a recibir una llamada y de nueva cuenta, lo veo allí, apoyado fumando un cigarro, viendo la inmensidad de la noche, un saludo discreto a la distancia es suficiente para que la gente murmure “¿Lo conoces?, ¿Quién es?, ¿De dónde es?, ¡Preséntamelo!” con mi fama de parrandero y cabron no eran de extrañarse las preguntas, incluso ���los pesados” del lugar sentían curiosidad por el “¿Y ese quién es?, se ve que no es de aquí”, ha de venir de paso, respondía yo restándole toda la importancia posible.
Me acerco a la barra, para pedir un nuevo servicio, el lugar está a reventar, sin aire acondicionado ese lugar era un horno, el sudor hacia que mi camisa blanca se pegara a mi cuerpo, lo mismo pasaba con todos los demás, incluso con él, el sudor en su pecho no hacía más que resaltar sus vellos que escapan por la abertura de la camisa. “¿esta perro el calor vea?”, “Jajaja, si, respondí”, “Pinche famita que te cargas” decía con una sonrisa en los labios antes de tomarse su curva, algo extraño paso en mí, me sentí apenado, nunca me había sentido así, siempre era yo el que llevaba el control… termine de pedir mi servicio y me fui a mi mesa.
Sus palabras, su actitud, me intrigaban, trataba de cruzar miradas de nuevo con él, claro todo discreto, pero no lo lograba… me estaba desesperando, y luego reaccione, yo, desesperarme por alguien… en eso estaba cuando siento una mano en mi hombro, era él. “¿Oye carnal como llego a la loba?, me comentan que tú conoces por aquellos rumbos”, la loba es un table que está en las afueras de un municipio vecino… mientras le daba las indicaciones notaba cosas “extrañas”, cosas extrañas pues yo era siempre el que las hacía, sentí su aliento y su boca muy cerca de mí, su mano no estaba en mi espalda, estaba en mi cintura, sus manos me daban una especie de masaje y sobre todo esa mirada serena, confiada, como de quien sabe que está a punto de lograr su cometido… acercándoseme al oído me pregunto de una forma tan discreta ¿Me acompañas? Al mismo tiempo que sus labios rozaban mi oreja que no pude decir no. “Te espero afuera, voy a pagar mi cuenta” me indicio, alejándose entre la multitud, pasaron unos minutos y les dije a mis compas, “Ahorita vengo” les dije a mis cuates y me dispuse a salir. No era extraño en mí, siempre me desaparecía a media peda.
Al salir lo vi recargado en una camioneta, su camisa estaba más abierta, dejando ver a la perfección sus pectorales velludos y trabajados, estaba fumando un cigarro, con una cerveza en la otra mano, la escena tenía algo que cautivaba, ese hombre derrochaba testosterona, tenía ese aroma que hace flaquear a las mujeres y a los hombres, lo sé, pues usualmente era yo quien provocaba eso en los demás… “¿Listo?” pregunto mientras me miraba fijo a los ojos, con todas mis fuerzas le sostuve la mirada, no quería que supiera que me tenía, me rehusaba a ser una presa fácil, es mas no debía caer en sus redes me decía en mis adentros, mientras mi realidad era ya estar montado en su camioneta sin saber a dónde íbamos… paramos en una gasolinera que reconocí, estábamos en la ruta correcta, el sabia llegar, la pregunta fue un gancho, me volteo a ver yo hice lo mismo, nuestras miradas se cruzaron, y sin decir nada nuestros labios se unieron, mi lengua de inmediato se lanzó sobre la suya, su barba espesa me causaba una deliciosa sensación, se separó de mí, me sonrió y se bajó de la camioneta, hice lo mismo, entramos a los solitarios baños de esa estación, no hicieron falta palabras, apenas cruzamos la puerta nos comenzamos a comer a besos, sus manos fuertes recorrían mi cuerpo, mis manos duras acariciaban su espalda, comenzó a besarme el cuello, masajearme las nalgas, yo estaba completamente entregado a él, mis boca buscaba con desesperación la suya, un apasionado beso nos dimos, para después comenzar a besar su cuello, abrirle la camisa, lamer y saborear ese pecho aun bañado en sudor por la calurosa noche, comiéndole sus pezones sestaba cuando me avienta contra las puertas de los sanitarios, los besos no cesaban, parecíamos poseídos, sus manos abrieron por completo mi camisa, cuando siento sus puños golpear mi pecho, lejos de sorprenderme lo mire fijamente a los ojos y sonríe, nos entendíamos, aun sin palabras, volvió a golpear ahora más fuerte, yo tense mis pectorales, era mi turno, sin decir nada, coloco sus manos atrás de él, dejando al descubierto su peludo torso, mis puños chocaron fuertemente con sus pectorales, para después apretar, retorcer, pellizcar y por ultimo morder sus pezones, un gemido ahogado de placer salió de su boca “mmmmgggh” mi verga estaba a tope, me dolía, mi pantalón la aprisionaba, él estaba igual lo podía sentir. Me tomo de los hombros me volvió a empujar contra la pared, nuevamente sin decir nada desabrocho mi pantalón dejando al aire mi erección, mi pene lubricado se balanceaba en al aire, su hambrienta boca rápidamente lo devoro por completo, sin importarle nada lo metió hasta el fondo, tome su cabeza y lo sujete fuerte mientras presionaba mi pelvis contra su cara, los pelos de mi miembro chocaban con su nariz, su varonil rostro se ponía rojo, le costaba trabajo respirar, pero no se lo haría fácil, así sin sacar mucho mi miembro comencé un mete y saca rápido, sus ojos cafés se tornaron rojos, se pusieron brillosos y lagrima traicioneras comenzaban a salir, de repente con todas su fuerzas me aparto de él, me tomo de la cabeza y me obligo a hincarme, era mi turno, pero él no me pondría a mamar su verga peluda y morena, sus bolas fue lo que me puso a chupar mientras me daba golpes en la cara con su polla, podía ver su cara de placer, esa mirada penetrante llena de lujuria no hacía más que excitarme, gotas de precum caían en mi rostro, me tomo del cuello de la camisa me levanto y comenzó a besarme desesperadamente, me mordía los labios, me metía su lengua, sus manos jugaban con mi trasero, las mías con su espalda, nuestros miembros chocaban entre sí, me separo de él, me miro a los ojos, hice lo mismo, me sonrió, me abrazo fuertemente, pero realmente fuerte, sus poderosos bíceps, sus grandes brazos rodeaban mi fornido cuerpo y al oído me dijo: “gracias”, mientras comenzaba a besa y lamer mi oreja, sin esperarlo, se voltea se coloca contra las puertas de los baños, no tuvo que pedirlo, sabía lo que seguía, una fuerte nalgada, seguido de mis puños chocando con la espalda fueron el previo para que mi pene entrara en medio de sus carnosas, firmes y peludas nalgas, me cuerpo quedo pegado con el suyo, mi glande rosaba su ano, mi boca quedo en el cuello, un beso tierno, seguido de una mordida de labio, fueron el “lubricante” perfecto para que mi miembro entrara en su apretado ano, el dolor era evidente para los dos, su culo era muy estrecho, sus pelos dificultaban la metida, el apretaba fuertemente sus dientes mientras paraba más las nalgas, yo por mi parte seguía ejerciendo más presión sobre el entrando a cada momento más y más, de un jalón la saque y la volvía meter, provocándole dolor y placer, soltó un fuerte puñetazo contra la puerta del baño, a esas alturas no nos importaba anda, de todas maneras ese lugar estaba casi desierto… mi miembro llego más lejos esta vez, usando toda mi fuerza comencé un mete y saca constante a cada metida mi cuerpo hacia que el suyo chocara contra la fría lamina de la puerta del baño, mis manos abrían sus peludas nalgas para que mi miembro entrara más y más “¡toda cabron! Toda” decía lleno de éxtasis, nuevamente saque todo mi miembro y lo metí de golpe en el “arrrggghhhh” grito, sus piernas se le doblaban… nuevamente saque mi miembro para embestirlo cuando él se voltea… su mirada era más seria, más profunda, más penetrante, se notaba un aire de coraje, como aquel que está decidido a hacer una locura. Era mi turno, lo sabía, nunca había sido pasivo, pero por lo visto el tampoco, me tomo de la barbilla fuertemente, me jalo hacia él, me beso tiernamente, para luego darme una fuerte cachetada, voltearme, nalguearme, sentí como sus manos abrieron mis nalgas y de repente su barba empezó a hacerme sentir placer en mis nalgas mientras su lengua se abría paso en mi ano, su ágil lengua lamio de lado a lado de arriba abajo mi culo, llenándolo de saliva, apretando mi cara contra la pared y jalando mi cintura hacia el me arqueo lo suficiente como para que pidiera sentir todo el poder de su primer embestida, me lo hizo sin piedad, fuerte, su verga de un jalón se metió hasta la mitad, “ahhhhhhhhhhhhh” grite, me tomo de las muñecas y así en esa pose me jalaba hacia el mientras su miembro comenzaba a taladrarme más y más… trate de relajarme mi cuerpo lo más que pude, algo dentro de mí me invitaba a querer sentirlo todo por completo y sin esperarlo mi esfínter se abrió dejando pasar todo su potente miembro un grito ahogado de placer salió de los dos… lo tenía todo adentro, podía sentirlo por completo llegándome… su mete y saca fue muy breve, yo quería más, me volteo hacia él, quedamos frente a frente… “No sé qué tienes, yo no soy así, pero ya empezamos esto y quiero terminarlo” me dijo “conozco un lugar” respondí.
Fue así como nos vestimos, subimos a su camioneta y nos enfilamos rumbo al hotel, lo que paso después es tema para la siguiente historia.
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Me lo comí a la fuerza
No tengo perdón de dios pero me vale, me presento, me llamo Lupe (Guadalupe) tengo 38 años, arquitecto de profesión, gordo, güerito, muy obvio y me encanta serlo.
Todo sucedió un verano que visitamos a unos familiares lejanos en provincia, esa tarde mis primos habían traído a sus amigos a jugar en la alberca de la casa, mis primos tienen entre 15 y 18, todos morenitos de muy buen ver, pero ellos no son el motivo de este relato, Jorge, un amigo de ellos, desde que llego me llamo la atención, para su edad tenía muy buen cuerpo, pectorales desarrollados, abdomen marcados, hombros anchos, brazos fuertes, una cara hermosa y una piel morena perfecta, verlo en el agua jugando con los demás era un deleite, ese día transcurrió todo normal, en un break que hicieron para comer le pedí al amigo de mis primos que me ayudara a mover algo…
Ya en la bodega lo arrincone, el chavito se sacó de onda, le tape la boca con una mano y con la otra le agarre su bulto, el rápidamente se defendió, alejando mi mano de su zona general, pero yo estaba decidido, era más grande, más fuerte y lo quería dentro de mí, con todas mis fuerzas lo empuje contra la pared golpeándolo muy fuerte, el quedo todo desconcertado, sabía que la cosa iba enserio, siguió tratando de defenderse, pero yo lo prense de sus testículos y apretándolos con todas mis fuerzas logre doblegarlo, allí tirado en el piso, lamentándose y sobándose sus bolas, aproveche para quitarle y quitarme la playera, dejando al aire mis blancos y prominentes senos de hombre, lo puse de pie, tome una de sus manos y la lleve a mis senos, él la quitaba pero yo la volvía a poner en mi seno, podía ver su cara de asco, de miedo, de odio, trato de patearme, pero no me atino, entonces aproveche para darle un golpe en sus duros abdominales haciendo uso de mis más de 100k de peso sobre él, “si gritas te ira peor” dije lleno de adrenalina, testosterona y lujuria, con más miedo que nada, asintió con la cabeza, dando a entender que no opondría resistencia, tome sus dos manos y las coloque de nuevo en mis senos, mis pezones son la parte más sensible de mi cuerpo, “apriétalas” le dije, el entre sollozos y una que otra lagrima obedeció “chupamelas” le ordene, su boca tímidamente comenzó a chupar mis pezones, su boca era cálida, pequeña, su lengua inexperta y el morbo de la situación hacia que todo mi cuerpo vibrara de placer, con una de mis manos empecé a acariciar su juvenil miembro, “¿Eres virgen?”, no me respondía, molesto alce la voz y volví a preguntar “¿Qué si eres virgen?”, se separó de mí y dijo un “si” tímidamente, después de eso se quedó allí parado, mirando al suelo, sin dar crédito a lo que sucedía, yo por mi parte me hinque, baje su short y comencé a chupársela, estaba mamando una verga de un chavo hetero virgen, me sentía la más puta de todas, mi lengua experto, mi boca mamadora, mis manos juguetonas, estaban haciendo que ese miembro reaccionara en contra de su voluntad. Con cada mamada esa juvenil verga crecía y crecía, llenando su palpitante punta de un delicioso y dulce precum que salía por montones “que rica la tienes” le dije mientras seguía disfrutando de su verga, él se mantenía en silencio, con los ojos cerrados y apretando los puños tratando de hacer que su cuerpo lo obedeciera, pero mi boca y sus hormonas no lo permitirían… “¡Quiero que me la metas” le dije, “No sé cómo se hace” me respondió, me quite el pantalón, dejando al aire mi grande y regordete trasero, me escupí la mano, me embarre la saliva en mi ano y tome el duro miembro de ese joven temeroso, lo jale hacia mí y puse la punta entre mis nalgas, su pene se abría paso lento pero firme entre mis pliegues anales, de su boquita hermosa salen gemidos de placer “ahhh, ahhh, ayyy, mmm, ahhhh, uuuf, nooo, ahhhh, siii” mis paredes anales masajeaban ese inexperto glande llenándolo de placer, sin darme cuenta ya lo tenía todo adentro, sentí sus vellos púbicos chocar con mis nalgas, maliciosamente inicie un movimiento de para adelante y hacia atrás rápido, apretando lo más posible su verga, arrancándole aún más gemidos de placer “ahhhh, ahhhhh, siiiii, auuuu, arrrghhh” ese me excitaba más y más, me encantaba sentir sus huevitos chocando con mis enormes nalgas, de repente siento como sus manos fuerte se aferran a mi gordo ser, por instinto metió lo más que pudo su miembro y de su boca salió un “Me vengooooooooooo” lleno de placer, duro muy poco, pero no importa, yo fui su primera vez, una vez hecho esto, me vestí rápidamente, con un trapo viejo limpie su miembro de los restos de mi interior, él estaba en shock, tembloroso, sin saber cómo reaccionar, había tenido su primera vez y fue con un gay, para calmar su dolor de mi billetera saque dos billetes de 500, “te los ganaste” le dije, mientras salía con una caja vacía de esa habitación, el entendió la indirecta minutos después hizo lo mismo, ya más calmado salió con una caja vacía para “disimular”, él se fue de nuevo con mis primos a jugar y yo me metí a bañar para tocarme pensando en él, ese fue nuestro primer encuentro de muchos, desde ese día le agarro gusto al culo de hombre, hoy por hoy es uno de los mayates más cotizados de la ciudad.
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Pidiendo auxilio en la carretera
Soy una chica Trans, tengo 20 años, estudio la universidad, mido 1.70, cuerpo delgado, con unas curvas de impacto, pelo largo, natural, muy bonito, facciones finas, ojos claros, boquita pequeña, piel trigueña, tengo un cuerpo fitness ya que practico gimnasia y tomo clases de baile. Decidí estudiar la universidad en el norte del país por las oportunidades y por la cercanía con la frontera, al ser de una familia acomoda, la vida siempre había sido fácil para mí, hasta que llego ese día.
Un fin de semana iba yo con plan de conocer a un hermoso joven semental de Saltillo, Coahuila. Se me hizo fácil irme manejando, disfruto mucho de ese tiempo a solas, conmigo misma y un poco de música, así que tome carretera, en un tramo desolado de la pista mi vehículo comenzó a hacer ruidos extraños y en pocos minutos se quedó parado por completo, muy apenas alcance a orillarme. Sin saber que hacer me baje del vehículo esperando que alguien me auxiliara, trate de contactar a mi seguro pero la recepción era muy mala, pensé que al ver a una chica inocente y frágil como yo, un buen samaritano me ayudaría con el problema.
Ese día llevaba yo una blusita sin mangas blanca que resaltaba a la perfección mis exuberantes y firmes senos sin bra, una chamarrita de mezclilla, pantalón de mezclilla súper entallado, botas largas cafés, mi pelo suelto, divina y lista para la acción con una tanguita muy coqueta.
Pasaron los minutos y no se detenía nadie, me aterraba la idea de estar sola y desprotegida en ese lugar. En eso veo que viene un tráiler y yo en mi desesperación le hago señas, en primera instancia pensé en solo pedirle una llamada o que me pudiese mandar auxilio vial pues no sabía cómo podría reaccionar un hombre así al saber que yo era trans.
Del camión se bajó un hombre alto, como de 1.88, llevaba una camiseta blanca, algo manchada, que se ajustaba perfectamente a sus pectorales y dejaban ver una incipiente pancita cervecera, sus pantalones de mezclilla rotos dejaban ver parte de sus piernas blancas y peludas, tenía barba como de tres días, un aspecto desalineado y unos brazos muy fuertes con tatuajes, era el típico ejemplo de un camionero.
Decidí ser yo quien llevara la conversación:
Yo: Disculpe, nos e si podría ser tan amable de regalarme una llamada o poderme pedir vía radio un servicio de grúa.
Camionero: ¿Cómo una llamada o un servicio de grúa? No, no, no mi reynota ahorita solucionamos el problema.
Camino hacia mi vehículo, le echo un vistazo, me pidió que subiera y lo arrancara, así estuvimos un rato hasta que una gran cortina de humo negro salió del carro, yo me asuste y me baje de inmediato.
Camionero: ¡No´mbre! Mi reyna está bien jodido tu carro.
A groso modo me explico que es lo que tenía mi carro, cosa que no entendí, yo volví a insistir en que me regalara una llamada o me pidiera auxilio vial, pero el no acepto.
Camionero: Mira, ¿Para dónde vas?
Yo: A saltillo.
Camionero: Muye bien, ¡Perfecto! Me queda de paso. ¡Si quieres te llevo reynota!
Lo dude por unos instantes pero la otra opción era quedarme allí sola con el carro, termine por aceptar su invitación, saque mis pertenencias del vehículo y el me ayudo a subir a la cabina de su camión, mientras me ayudaba a subir claramente pude sentir sus grandes y ásperas manos haciendo más presión y tocando en lugares que no debía. La cabina de su tráiler olía feo, una mezcla de diésel, sudor, alcohol, MJ, tabaco y sexo… El camionero se subió y comenzó a manejar.
Camionero: Me llamo Carlos ¿Y tú?
Yo: Jazmín.
Camionero: ¿Y a qué vas a Saltillo?
Yo: A ver a mi novio.
Camionero: ¡Uta! Que afortunado es tu novio al tener semejante hembra a su lado.
Decía el camionero mientras me veía de reojo y se acomodaba su bulto. De repente el silencio se hizo presente, el seguía observándome, devorándome con la mirada, sus agarrones de bulto eran cada vez más y más frecuentes.
Camionero: Voy a parar por unos cigarros ¿No quieres algo Reynota?
Yo: No gracias.
En ese momento pensé en bajarme y pedir el teléfono de la tienda para pedir ayuda, pero un golpeteo en la puerta me hizo reaccionar:
Desconocido: ¿Qué pedo mamasota? ¿Cuánto por una mamada?
Yo me quede fría, el fulano ese creyó que yo era una prostituta
Desconocido: Bájate mami, te pago lo que pedís, solo unas chupadita rapidito aquí entre los remolques.
Decía el fulano ese, yo me sentía sucia, vulnerada, indefensa, no supe que hacer o cómo reaccionar. En eso un sonoro y grave grito me hace reaccionar.
Camionero: ¡Heeee puto! ¿Qué haces en mi tráiler?
Desconocido: No nada carnal, nomás aquí hablando con la mamasota esta.
Camionero: ¿Cuál mamasota pendejo? ¡Respétala! Es mi sobrina
Dijo el camionero mientras de un empujo quitaba a la sabandija esa de mi ventana.
Camionero: Disculparas tu mi reynota pero no es común ver a una mujer como tú por estos rumbos.
Comentaba desde la ventana del copiloto, se dio la vuelta, subió por el lado del piloto, puso lo que compro en el camarote de atrás y arranco de nuevo.
Camionero: ¿Y cuántos años tienes? ¿Estudias o trabajas? ¿Eres virgen o ya no aprietas? *Preguntaba jocosamente el camionero*
Yo: Tengo 20, estudio y eso último no le incumbe señor. *Respondí en un tono firme*
Camionero: Ta bueno pues, solo era curiosidad…. Pues yo tengo 42, trabajo de camionero, antes era militar, estoy casado, tengo una hija de tu edad y un hijo de 18 y todavía me aguanto mis buenos dos que tres palenques.
Yo: Ahhh que bien.
Camionero: Jajaja no me crees verdad… agarra el teléfono que está en ese compartimento y chécalo con tus propios ojos.
Yo: No gracias así está bien.
Camionero: ¡A que rejega eres! *Dijo el camionero mientras estiraba su brazo para alcanzar el teléfono*
Camionero: Mira, allí me estoy chingando a una federal de caminos, está bien buena la desgraciada.
Viendo el video estaba yo, cuando note que su celular si tenía señal.
Yo: Oiga si tiene señal. *Arrebatándome el teléfono*
Camionero: Ese si tiene, pero es el de la empresa, no lo puedo usar para llamadas normales. *Justifico el camionero* eso me dio desconfianza.
Camionero: Si quieres en la siguiente tienda pides el teléfono *Eso me tranquilizo¨
Pasaron unos minutos más de silencio incomodo el seguía viéndome de reojo, seguía tocándose su bulto, eso me incomodaba.
Camionero: Tu novio ha de ser de esos güeritos fresitas ¿Verdad?... algún Jr. o hijo de papi.
Yo: Esa pregunta es muy personal ¿No?
Camionero: No pues yo digo, tú te ves muy bonita, muy fresita, muy sabrosa.
Yo cruce los brazos en señal de enojo y no respondí nada. Siguió manejando unos minutos más y nos encontramos con otro parador.
Yo: Deténgase allí a ver si hay un teléfono que me presten.
Le dije, a lo que el obedeció
Se bajó del camión, me ayudo a bajar y en eso me agarro por sorpresa por la espalda, me aventó contra un camión que estaba enfrente y poniendo su gran cuerpezote contra el mío para inmovilizarme me dijo al oído “Gritas, pataleas o haces cualquier pendejada y te mueres estúpida” a la par que me colocaba una filosa navaja en la garganta…. “Camina mamasota, ahorita te voy a enseñar lo que es bueno”… así tomada por la cintura y amenazada por la navaja me llevo a la parte de atrás del tráiler, el lugar estaba mal iluminado, muy apenas se podían ver las siluetas, sus toscas y duras manos rápidamente se fueron sobre mis senos “Que tetotas tienes mamasota, estas bien rica, bien chichina” decía mientras me amasaba fuertemente mis senos, se colocó al frente mío, me alzo la blusa dejando al aire mis senos y comenzó a chuparlos fuertemente, salvaje, como un animal, me hacía daño, me los mordía, me los apretaba, retorcía mis tetillas, les daba de golpes, los amasaba, causándome mucho dolor, yo quería gritar, quería salir corriendo de allí, pero no podía, el miedo me ganaba… cuando sus manos comenzaron a bajar hacia mi cintura me arme de valor y le di un rodillazo entre las piernas pensando que con eso lo derribaría… ¡gran error! Con un rápido aliento se medió recupero, estiro su barco lo más que pudo, me pesco del cabello y me jalo de nueva cuenta hacia él, me volteo, me tomo de los hombros y comenzó a besarme fuertemente, su barba d tres días me lastimaba mi muy cuidado cutis, sus besos eran intensos, toscos, su lengua se abrió paso entre mis labios, sus manos seguían apretando mis senos, con sus piernas abrió las mías quedando el en medio de ellas, su punzante miembro lo podía sentir en mi rajadita…. Yo manoteaba tratando de alejarlo, en eso alcance a darle una bofetada, cosa que lo enojo, me tomo del pelo, me dio un fuerte beso con una mordida de labio incluida, me volteo quedando de frente contra el tráiler, con su otra mano comenzó a bajar mi pantalón, dejando al aire mis firmes nalgas… “eso mami, defiende, hazlo difícil, me excita que luchen, demuéstrame que no eres una zorra cualquiera” decía el camionero mientras con una mano me tomaba del cuello y con la otra buscaba mi rajita…. La encontró, sus gruesos y duros dedos comenzaron a escarbar en mi apretada puchita, gritos de dolor salían de mí, me causaba daño, no estaba lubricada, sus dedos eran como dagas dentro de mí…. “eres bien frívola ¿verdad puta?, pero yo te voy a calentar”… me decía mientras me besuqueaba por todos lados… “Soy trans” le grite… él se quedó quieto… “¿Qué eres que?”
Soy trans le dije esperando que parara, antes era hombre ahora soy mujer…. Me aventó contra el piso y saco la navaja de entre sus pantalones… ¿Eres puto?
Soy trans, cabron, antes era vato, como la vez *dije furiosa*
Una fuerte carcajada salió de su ronco pecho “mejor así putito, así no te embarazo” me agarro a cachetadas dejándome viendo estrellas ayudado por la navaja me rompió mis ropas quedando completamente desnuda en ese lugar… “Me vale verga lo que seas, hoy vas a ser mi pinche puta perra zorra como la vez cabron” dijo en tono burlón mientras me acomodaba contra el camión, “ahorita mismo vas a sentir lo que es ser una mujer de verdad” dijo el hombresote ese mientras enfilaba su miembro hacia mi raja, con una mano manipulaba su miembro mientras con la otra presionaba mi cara contra el tráiler, al primer contacto de su glande con mi vulva lanzo un gemido de placer “¡Ahhhhh! así mami, que rico, que rica pucha!” yo estaba muerta del asco y de la impotencia, podía sentir claramente como su cabeza comenzaba a traspasar mis labios, como su miembro se incrustaba más y más en mi ser, como su grosor llenaba mis paredes vaginales, como su dureza se abría paso sin dificultad por mis pliegues…. “¡Que rico!, que rico mamasota, muévete, disfrútala, te estoy haciendo un favor” me decía ese sucio camionero mientras continuaba empujando su miembro en mi interior, lagrimas escurrían de mis ojos, me sentía mal conmigo misma. Me sentía sucia, sobajada, humillada, utilizada, de pronto su manota soltó mi cabeza y se fue sobre mis prominentes senos y como perro empezó a cogerme bien duro y salva, sus huevos golpeaban con mis nalgas, mi cara rebotaba contra el tráiler con cada furiosa embestida que me daba, su boca no dejaba de besarme la espalda, morderme los hombros, todo eso me hacía sentir un placer no deseado en mi “¡Que rica estas mamita! ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te cojo? De seguro tu novio nunca te había llenado así la pucha verdad?, haz de coger con puro chamaco pendejo, pero hoy aprovéchame, disfrútame, hoy estas con un hombre de verdad” exclamaba extasiado el frailero mientras su verga entraba y salía con más fuerza de mi rajita, lo más triste de la historia es que era verdad su miembro era grueso, era firme, duro, pesado, potente, su palote me hacía gemir, bramar, estremecerme de placer a diferencia de los otros que me había comido antes que muy apenas me podían hacer sentir algo, este si me estaba llenando, me estaba cogiendo como un animal, me estaba llenando por completo causando un placer brutal aun en contra de mi voluntad, de repente mi cuerpo empezó a traicionarme, se movía solo acercándome hacia él, pidiendo más verga, queriendo sentir toda su inmensidad en mí, el trailero por su parte comenzó un mete y saca más violento que no hacia mas que electrizarme todo el cuerpo, mis pezones estaban durísimos, mi boca jadeaba, escurría, mis piernas temblaban… largo minutos de martirio y placer pasamos en esa posición hasta que pregunto… “¿Alguna vez te la han metido por atrás?”… “Desde que soy mujer no” le respondí ansiosa por sentirlo dentro de mí en mi colita “pues hoy es tu día de suerte reynota” saco su miembro de mi hinchada vulva, me empino lo más que pudo, se agacho y comenzó a mamarme mi culito, ¡Dios mío! Que delicia, su lengua experta, su barba áspera, sus manotas duras, me abrían mis nalgas de par en par dejando expuesto mi rosado botoncito que ese sucio camionero sabía estimular a la perfección. “Mira madamas ese culo, está pidiendo verga, está palpitando mamasota, andas caliente verdad, ¿ya te gusto mi verga?, se esta abriendo solito mamita, que rico, te voy a preñar, te voy a coger, te voy a hacer gritar pinche chichona” exclamaba ese hombresote lleno de morbo, mientras la punta de su miembro tocaba mi indefenso culo, apenas había entrado la punta de su pene cuando de la nada aparece un limpia parabrisas que se quedó quieto y mudo al ver la imagen, el trailero no se inmuto y siguió penetrándome y dándome fuertes nalgadas, gemidos de placer salían de mi boca “Ayyyyyy, ayyyy, mmmmmm, papi, si asiiii, mas, dale duro, duro ¡siiii!” el limpiaparabrisas solo empezó a acariciarse su bulto, era joven, como de 20 años, delgado, moreno… “Ven que te la chupe” dijo el camionero con su potente voz, el joven limpia parabrisas no dudo en obedecer y de sus viejos pantalones saco una verga de mediano tamaño, morena, el joven me tomo de la cara, me la acaricio y antes de ponerme a mamar se inclinó a darme un beso y me dijo “estas bien guapa mami” acto seguido me lleno la boca con su miembro, sabia salado, se notaba que llevaba todo el día trabajando, mientras tanto el camionero empezaba a aumentar el ritmo de sus embestidas… “Mmmmm mamasota aprietas bien rico, estas bien estrecha” decía al tiempo que me daba más nalgadas que retumbaban por todo el lugar, no sé si fue el morbo, mis excelentes mamadas o que pero el jovencito no duro mucho en mi boca, sin esperarlo sentí un intenso sabor amargo, era su leche, el jovencito se había venido sin avisar… “¡Jajaja! Pinche chamaco no aguantas nada, ¡Órale a chingar a su madre!” dijo el camionero mientras me tomaba de mi larga cabellera para jalarme hacia el “eso reynota arquéate bien, para que las disfrutes por completo, que esto apenas empieza” con su otra mano empezó a dedearme, era la primera vez que me estimulaban por ambos agujeros, la sensaciones eran indescriptibles, oleadas de electricidad recorrían mi cuerpo, en eso nos vuelven a interrumpir, era el limpia parabrisas, pero no venía solo, venía con uno de los que despachaban en la gasolinera y otro chavo que igual que él se veía que limpiaba carros… “No mames está bien buena” dijo el despachador… “Y es bien puta” agrego el camionero “Mámenle las tetas si quieren”, nada tontos aprovecharon el ofrecimiento del trailero, mis pechos estaban siendo chupados y maltratados por esos jovencitos, sentía sus manos sucias apretar mis bubis, sus bocas parecían aspiradoras succionando mis pezones, mordiéndolos, causándome daño y placer, estaba yo tan caliente que no me di cuenta en que momento el limpiaparabrisas se agacho y justo en medio de los otros dos comenzó a comerme mi rajita, mi rajita rosita, depilada, apretada… los huevos del camionero chocaban con la barbilla del limpia parabrisas al cual parecía no importarle pues su lengua se metía cada vez más y más en mi interior, la escena era digna de una película porno, estaba siendo usada por 4 hombres desconocidos en medio de un sucio paraje, de repente siento como el camionero me vuelve a tomar fuertemente del cabello azotándome contra el camión, arrancando mis senos de las bocas de los otros jóvenes… sus embestidas aumentaban de ritmo, me sujetaba más fuerte, su miembro palpitaba más y más, podían sentir como estaba a punto de venirse y en un hábil movimiento me volteo y de un solo golpe me introdujo hasta el tope su potente miembro a punto de estallar, “te los voy a echar en la pucha igual no te embarazas ¿Verdad mamita?” dijo en un tono sarcástico y burlón mientras su miembro comenzaba a llenarme mi vagina de leche… la sensación era extraña mi cuerpo lo disfrutaba pero mi mente me decía que estaba mal… me dio unas ultimas embestidas muy fuertes y termino de venirse dentro de mí, yo caí de rodillas, al camionero no le importo, se limpió un poco su verga con lo que quedaba de mi ropa y se fue… tirada estaba yo en el piso inmersa en mis pensamientos cuando siento unas manos abriéndome las piernas, trate de reaccionar pateándolo, peor los otros dos me sujetaron de las manos y las piernas, en medio de mi quedo el despachador que se estaba sacando su duro y chorreante miembro, era muy largo y de un grosor normal, sin pensarlo dos veces me empezó a penetrar allí en ese sucio suelo sin piedad alguna, sin importarle lo que yo sintiera, empezó a gritar pidiendo auxilio, pero un trato sucio colocado en mi boca me mantuvo en silencio, mientras me penetraba a su antojo el despachador, sus manos apretaban, sobaban, mallugaban mis tetas “estas bien buena mamita ¡Pinches chichis que te cargas” exclamaba gustoso el despachador, si está bien sabrosa”, “ “de donde la habrá sacado”, “¿Quién sabe? Pero hay que aprovechar” comentaban entre ellos… de nueva cuenta no duro mucho ese joven dentro de mí, llenándome de su leche, “vas paco” dijo el despachador refiriéndose al tercer joven que aún no me había usado, “nel vaya a tener algo y me lo pega” dijo el tal paco, en eso el limpia parabrisas al que se la mame hace rato se acomodó entre mis piernas y comenzó a comerse el líquido lechoso que salía de mi vulva, su lengua me daba placer, alivio, era como un bálsamo para mi muy herida puchita… termino de recoger todo es fluido, se paró y se marchó junto con los otros dos no sin antes tomarme unas fotos, dejándome allí desnuda, tirada, sola, sin saber qué hacer, el tráiler del camionero con el que había llegado seguía allí, trate de subir a la cabina pero estaba cerrada. Pasaron los minutos y el dueño del tráiler de al lado llego a su camión, al verme su mirada cambio rápidamente de sorpresa a deseo, parecía de un loco poseído por la lujuria yo me asuste… Pero poco podía hacer, estaba débil, estaba mal emocionalmente, sus manos rápidamente se fueron a mis senos, lo que paso a continuación se los contare en una próxima entrega.
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