#bhagavat dharma samaj
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bhagavatdharmasamaj · 16 days ago
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Ṣaṭ-tilā Ekādaśī Vrataṁ
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Dālbhya Ṛṣi le dijo a Pulastya Munī: «Cuando el alma espiritual entra en contacto con la energía material, inmediatamente comienza a realizar actividades pecaminosas, como robar, matar y tener relaciones sexuales ilícitas. Incluso puede realizar muchas otras terribles acciones, como matar un brāhmaṇa. ¡Oh, la más pura de las personalidades!, por favor dime cómo estas desafortunadas almas pueden escapar del castigo de ser enviadas a las regiones infernales de la creación. Ten la amabilidad de informarme cómo, al dar, aunque sea un poco en caridad, uno puede liberarse fácilmente de sus pecados».
Pulastya Munī respondió: «Oh, afortunado, me has hecho una pregunta buena y confidencial, que ni siquiera Brahmā, Viṣṇu, Śiva o Indra me han hecho jamás. Por favor, escucha con mucha atención mi respuesta».
«Con la llegada del mes de Māgha (enero-febrero), uno debe bañarse, controlar cuidadosamente sus sentidos abandonando la lujuria, la ira, el orgullo, los celos, la crítica y la codicia, y meditar en la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa: Se debe recoger un poco de estiércol de vaca antes de que toque el suelo y, después de mezclarlo con semillas de sésamo y algodón, formar 108 bolas. Esto se debe hacer el día en que llegue la constelación de Purvāṣāḍhā-nakṣatra. Luego se debe seguir las reglas y regulaciones de Ekādaśī, que ahora te explicaré».
«Después de bañarse, la persona que tiene la intención de observar Ekādaśī debe adorar al Señor Supremo. Mientras ora al Señor Kṛṣṇa cantando Su nombre, debe prometer observar el ayuno de Ekādaśī. Debe permanecer despierto durante la noche y realizar un homa. Luego, el devoto debe realizar āratī al Señor, que sostiene una caracola, un disco, un garrote, etc. en Sus manos, ofreciéndole pasta de sándalo, incienso, alcanfor, una brillante lámpara de ghee y deliciosas preparaciones de comida. A continuación, el devoto debe ofrecer las 108 bolas de estiércol de vaca, semillas de sésamo y algodón en el fuego sagrado mientras canta los santos nombres del Señor Supremo, Kṛṣṇa. Durante todo el día y toda la noche también debe observar el ayuno de Ekādaśī normalmente, que en este caso es un ayuno de todos los granos y legumbres. En esta ocasión se debe ofrecer al Señor calabaza, coco y guayaba. Si estos artículos no están disponibles, se puede sustituir por nuez de betel».
«El devoto debe orar al Señor Janārdana, el benefactor de todos los seres, de esta manera: 'Oh Señor Śrī Kṛṣṇa, Tú eres la Personalidad de Dios más misericordiosa y el liberador de todas las almas caídas. Oh, Señor, hemos caído al océano de la existencia material. Por favor, sé amable con nosotros. Oh, divinidad de ojos de loto, acepta nuestras más humildes y afectuosas reverencias. Oh, protector del mundo, te ofrecemos nuestros respetos una y otra vez. Oh, Espíritu Supremo, Oh, Supremo, Oh, fuente de todos nuestros antepasados, que Tú y Tu eterna consorte, Śrīmatī Lakṣmīdevī, acepten estas humildes ofrendas».
«El devoto debe entonces tratar de complacer a un brāhmaṇa cualificado con una cálida bienvenida, una vasija llena de agua, una sombrilla, un par de zapatos y ropa, pidiéndole al mismo tiempo que le otorgue sus bendiciones, por las cuales uno puede desarrollar amor por Kṛṣṇa. De acuerdo con la capacidad de uno, también se puede donar una vaca negra a tal brāhmaṇa, particularmente a uno que esté muy versado en todos los mandatos de las escrituras Védicas. También se le debe ofrecer una vasija llena de semillas de sésamo».
«Oh, exaltado Dālbhya Munī, las semillas de sésamo negras son especialmente adecuadas para la adoración formal y los sacrificios de fuego, mientras que las semillas de sésamo blancas o marrones están destinadas a ser consumidas por un brāhmaṇa cualificado. Aquel que puede hacer arreglos para dar ambos tipos de semillas de sésamo en este sagrado Ṣaṭ-tilā Ekādaśī será ascendido a los planetas celestiales durante tantos miles de años como el número de semillas que se producirían si las semillas que donó se sembraran en la tierra y crecieran hasta convertirse en plantas maduras con semillas».
«En este Ekādaśī, una persona fiel debe bañarse en agua mezclada con semillas de sésamo, frotar pasta de semillas de sésamo en su cuerpo, ofrecer semillas de sésamo en sacrificio, comer semillas de sésamo, dar semillas de sésamo en caridad y aceptar regalos caritativos de semillas de sésamo. Estos son las seis (ṣaṭ) formas en que las semillas de sésamo (tilā) se utilizan para la purificación espiritual en este Ekādaśī. Debido a esto se llama Ṣaṭ-tilā Ekādaśī».
«El gran Devaṛṣi Nāradajī le preguntó una vez a la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa: "¡Oh, Señor de los poderosos brazos!, ¡oh, Tú que eres tan afectuoso con Tus devotos amorosos!, por favor dime el resultado que uno obtiene al observar Ṣaṭ-tilā Ekādaśī"».
«El Señor Śrī Kṛṣṇa respondió: "¡Oh, el mejor de los nacidos dos veces!, te narraré un relato de un incidente que presencié personalmente. Hace mucho tiempo en la Tierra vivía una anciana brāhmanī que Me adoraba todos los días con sus sentidos controlados. Ella observó fielmente muchos ayunos, especialmente en días especiales en honor a Mí, y Me sirvió con total devoción, desprovista de cualquier motivo personal. Su ayuno riguroso la hizo muy débil y delgada. Ella dio caridad a brāhmaṇas y jóvenes doncellas, e incluso planeaba dar su casa en caridad. ¡Oh, el mejor de los brāhmaṇas!, aunque esta mujer de mente espiritual hizo donaciones caritativas a personas dignas, la característica extraña de su austeridad fue que nunca dio comida a brāhmaṇas o semidioses"».
«"Empecé a reflexionar sobre esta curiosa omisión: 'Esta hermosa mujer se ha purificado ayunando en todas las ocasiones auspiciosas y ofreciéndome un estricto culto devocional. Por lo tanto, ciertamente se ha vuelto elegible para entrar en Mi morada personal, que es inalcanzable para las personas comunes'. Así que bajé a este planeta para examinarla, disfrazándome como un seguidor del Señor Śiva poniendo una guirnalda de calaveras alrededor de Mi cuello. y una olla de limosna en mi mano"».
«"Cuando me acerqué a ella, me dijo: 'Oh, respetable, dime la verdad de por qué has venido ante mí'"».
«"Respondí: '¡Oh, hermosa! He venido a pedirte unas limosnas sagradas'. Entonces ella, enfadada, arrojó un denso terrón de barro en Mi olla de limosna. ¡Oh, Nārada! Simplemente me di la vuelta y regresé a Mi morada personal. Asombrado por la peculiar mezcla de gran magnanimidad y tacañería de esta excelente brāhmanī"».
«"Al fin esta austera señora llegó al mundo espiritual en su mismo cuerpo, tan grandiosos eran sus esfuerzos de ayuno y caridad. Y porque ciertamente Me había ofrecido un terrón de barro, transformé ese barro en una hermosa casa. ¡Oh, Nāradajī!, esta casa en particular estaba completamente desprovista de granos comestibles, así como de muebles u ornamentos, y cuando ella entró, sólo encontró una estructura vacía, por lo tanto, se acercó a Mí y dijo con gran ira: 'He ayunado repetidamente en tantas ocasiones auspiciosas, haciendo mi cuerpo débil y delgado. Te he adorado y rezado de tantas maneras diferentes, porque eres verdaderamente el amo y protector de todos los universos. Sin embargo, a pesar de todo esto, no se ve comida ni riqueza en mi nuevo hogar, Oh Janardana. ¿Por qué es esto?'».
«"Le respondí: 'Por favor, vuelve a tu casa. Algún tiempo después, las esposas de los semidioses te visitarán por curiosidad para ver a la recién llegada, pero no abras tu puerta hasta que te hayan descrito las glorias y la importancia de Ṣaṭ-tilā Ekādaśī'"».
«"Al escuchar esto, regresó a su casa. En su momento, las esposas de los semidioses llegaron allí y al unísono dijeron: 'Oh, hermosa, hemos venido a tener tu darsana. Oh, auspiciosa, por favor abre tu puerta y déjanos verte'"».
«"La dama respondió: 'Oh amadas, si quieren que abra esta puerta, tendrán que describirme el mérito que se obtiene al observar el ayuno sagrado de Ṣaṭ-tilā Ekādaśī'. Pero ninguna de las esposas respondió"».
«"Más tarde, sin embargo, regresaron a la casa, y una de las esposas le explicó amablemente la naturaleza sublime de este sagrado Ekādaśī. Y cuando la dama finalmente abrió la puerta, vieron que no era ni una semidiosa, ni una Gandharvi, ni una mujer-demonio, ni siquiera una Naga-patni. Ella era simplemente una dama común y corriente"».
«"A partir de entonces, la dama observó Ṣaṭ-tilā Ekādaśī, el cual otorga disfrute material y liberación al mismo tiempo, tal como se le había descrito. Y finalmente recibió los hermosos muebles y granos que esperaba para su hogar. Además, su vez cuerpo material ordinario se transformó en una hermosa forma espiritual con una tez fina, entonces, por la misericordia y la gracia de Ṣaṭ-tilā Ekādaśī, tanto la dama como su nuevo hogar en el mundo espiritual estaban al fin radiantemente espléndidos y lustrosos con oro, plata, joyas, y diamantes"».
«"Oh Nāradajī, una persona no debe observar Ekādaśī ostentosamente por codicia, con la esperanza de obtener riqueza deshonestamente. Simplemente debe donar semillas de sésamo, ropa y comida, desinteresadamente y de acuerdo con su capacidad, porque al hacerlo logrará buena salud y conciencia espiritual exaltada, nacimiento tras nacimiento. Y últimamente, la liberación y la admisión en la morada suprema del Señor serán suyas para disfrutar. Esa es mi opinión, ¡Oh, el mejor de los semidioses!"».
«Oh Dālbhya Munī», concluyó Pulastya R̥ṣi, «aquel que observa correctamente el maravilloso Ṣaṭ-tilā Ekādaśī con gran fe, se libera de todo tipo de pobreza, espiritual, mental, física, social e intelectual, así como de todo tipo de mal auspicio y malos augurios. En efecto, seguir este ayuno de Ekādaśī mediante la donación, el sacrificio o el consumo de semillas de sésamo libera a uno de todos los pecados pasados, sin duda alguna. Uno no necesita preguntarse cómo sucede esto. La rara alma que realiza correctamente estos actos de caridad con un estado de ánimo devocional correcto, siguiendo los mandatos Védicos, se liberará por completo de todas las reacciones pecaminosas y regresará con Dios, de regreso al hogar, en el mundo espiritual».
Así termina la narración de las glorias de Māgha-kṛṣṇa Ekādaśī, o Ṣaṭ-tilā Ekādaśī, del Bhaviṣya-uttara Purāṇa.
Por Su Divina Gracia Mahāmaṇḍaleshwar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupād Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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an-infinite-scream · 11 months ago
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Cuando tu mente se turbe por la inminencia de la muerte, recordarás todo aquello a lo que tienes apego, y tu espíritu retornará por ello. Si tienes apego por los bienes materiales, por el disfrute, o por la familia, volverás a este mundo, a disfrutar, y a sufrir por esas cosas. Si educas tu mente y tu cuerpo en la dedicación permanente a Kṛṣṇa, tu espíritu, que es tu verdadero ser, irá de vuelta a casa, con la Suprema Personalidad de Dios, y será libre y feliz para siempre.
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an-infinite-scream · 11 months ago
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Sri Sri Radha Govinda Temple & Ashram (Red Stone Temple)
Vrindaban, India
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bhagavatdharmasamaj · 1 month ago
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Putradā Ekādaśī Vrataṁ
Del libro "Ekādaśī, el día del Señor Hari" por Su Divina Gracia Mahāmaṇḍaleshwar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupād Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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Yudhiṣṭhira Mahārāja dijo: «Oh Señor, has explicado muy bellamente las glorias del auspicioso Saphalā Ekādaśī, que ocurre durante la quincena oscura del mes de Pauṣa (diciembre – enero). Ahora, por favor, sé misericordioso conmigo y explícame el Ekādaśī de la quincena de luz de este mes, ¿cuál es su nombre, y qué Deidad debe ser adorada en ese día sagrado? Oh Puruṣottama, oh Hṛṣīkeśa, por favor dime también cómo puedes complacerte en este día».
El Señor Śrī Kṛṣṇa respondió: «Oh, rey, para el beneficio de toda la humanidad te diré cómo observar el ayuno en Pauṣa-śukla Ekādaśī».
«Como expliqué anteriormente, todos deben observar las reglas y regulaciones de Ekādaśī lo mejor que puedan. Este mandato también se aplica al Ekādaśī llamado Putradā, que destruye todos los pecados y lo eleva a uno a la morada espiritual. Śrī Nārāyana, el Señor Supremo y la personalidad original, es la Deidad adorable de este Ekādaśī, y felizmente Él cumple todos los deseos y otorga la perfección total a Su devoto fiel. Así, entre todos los seres animados e inanimados en los tres mundos, no hay mejor personalidad que el Señor Nārāyana».
«Oh rey, ahora te narraré la historia de Putradā Ekādaśī, que quita todo tipo de pecados y hace que uno sea famoso y erudito».
«Había una vez un reino llamado Bhadrāvati, que estaba gobernado por el rey Suketumān. Su reina fue la famosa Śaibyā. Debido a que no tenía hijo, pasó mucho tiempo en ansiedad, pensando: 'Si no tengo hijo, ¿quién continuará con mi dinastía?' De esta manera el rey meditó en actitud religiosa durante mucho tiempo, pensando: '¿Dónde ¿debo ir?, ¿qué tengo que hacer?, ¿cómo puedo tener un hijo?'. El rey Suketumān no podía encontrar la felicidad en ningún lugar de su reino, ni siquiera en su propio palacio, y luego pasaba más y más tiempo dentro del palacio de su esposa, pensando sombríamente en cómo podría tener un hijo».
«Así, tanto el rey Suketumān como la reina Śaibyā estaban en gran angustia. Incluso cuando ofrecieron tarpaṇa (oblaciones de agua a sus antepasados), su miseria mutua les hizo pensar que era tan imbebible como el agua hirviendo. Pensaron que no tendrían descendientes que les ofrecieran tarpaṇa cuando murieran. El rey y la reina estaban especialmente molestos al saber que sus antepasados estaban preocupados de que pronto no habría nadie que les ofreciera tarpaṇa».
«Después de enterarse de la infelicidad de sus antepasados, el rey y la reina se volvieron cada vez más miserables, y ni los ministros, ni los amigos, ni siquiera los seres queridos pudieron animarlos. Para el rey, sus elefantes, caballos e infantería no fueron ningún consuelo, y al fin quedó prácticamente inerte y desamparado».
«El rey pensó: 'Se dice que, sin un hijo, el matrimonio es un desperdicio. De hecho, para un hombre de familia sin hijos, tanto su corazón como su espléndida casa permanecen vacíos y miserables. Privado de un hijo, un hombre no puede liquidar la deuda que tiene con sus antepasados, los semidioses y otros seres humanos. Por lo tanto, todo hombre casado debe esforzarse por engendrar un hijo; así se hará famoso dentro de este mundo y finalmente alcanzará los auspiciosos reinos celestiales. Un hijo es prueba de las actividades piadosas que un hombre realizó en sus últimas cien vidas, y tal persona alcanza una gran longevidad en este mundo, junto con buena salud y gran riqueza. Tener hijos y nietos en esta vida prueba que uno ha adorado al Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios, en el pasado. Las grandes bendiciones de los hijos, la riqueza y la aguda inteligencia sólo pueden lograrse adorando al Señor Supremo, Śrī Kṛṣṇa. Esa es mi opinión'».
«Pensando así, el rey no tenía paz. Permaneció en la ansiedad día y noche, desde el amanecer hasta el atardecer, y desde el momento en que se acostaba a dormir por la noche hasta que salía el sol por la mañana, sus sueños estaban igualmente llenos de gran ansiedad. Sufriendo tal ansiedad y aprensión constantes, el rey Suketumān decidió poner fin a su miseria suicidándose. Pero se dio cuenta de que el suicidio arroja a una persona a condiciones infernales de renacimiento, por lo que abandonó esa idea. Al ver que se estaba destruyendo gradualmente a sí mismo por esta ansiedad que lo consumía completamente por la falta de un hijo, el rey finalmente montó su caballo y partió solo hacia el denso bosque. Nadie, ni siquiera los sacerdotes y brāhmaṇas del palacio, sabían adónde había ido».
«En ese bosque, que estaba lleno de ciervos, pájaros y otros animales, el rey Suketumān deambuló sin rumbo fijo, observando los diferentes tipos de árboles y arbustos, como la higuera, fruto bel, dátil, palmera, yaca, bakula, saptaparṇā, tinduka, y tilaka, así como también śāla, tāla, tamāla, saralā, hiṇgoṭā, arjuna, labherā, baheḍā, sallaki, karondā, paṭala, khaira, śāka y palāśa. Todos estaban bellamente decorados con frutas y flores. Vio ciervos, tigres, jabalíes, leones, monos, serpientes, enormes elefantes en celo, elefantas con sus crías, y elefantes de cuatro colmillos con sus parejas. Había vacas, chacales, conejos, leopardos e hipopótamos. Contemplando a todos estos animales acompañados por sus parejas y crías, el rey recordó su propia colección de animales, especialmente los elefantes de su palacio, y se entristeció tanto que distraídamente deambuló en medio de ellos».
«De repente el rey escuchó el aullido de un chacal en la distancia. Sobresaltado, comenzó a deambular, mirando a su alrededor en todas direcciones. Pronto llegó el mediodía y el rey empezó a cansarse. Estaba atormentado por el hambre y la sed. Él pensó: '¿Qué acto pecaminoso pude haber cometido para que ahora me vea obligado a sufrir así, con la garganta reseca y ardiendo? He complacido a los semidioses con numerosos sacrificios de fuego y abundante adoración devocional. He dado muchos regalos y deliciosos dulces en caridad a todos los brāhmaṇas dignos. Y he cuidado a mis súbditos como si fueran mis propios hijos. ¿Por qué estoy sufriendo tanto? ¿Qué pecados desconocidos han venido a atormentarme de esta manera espantosa?'».
«Absorto en estos pensamientos, el rey Suketumān siguió adelante y, finalmente, debido a su piadoso crédito, se encontró con un hermoso estanque que se parecía al famoso lago Mānasarovara. Estaba lleno de animales acuáticos, incluidos cocodrilos y muchas variedades de peces, y adornado con lirios. Hermosos lotos se habían abierto al sol, y cisnes, grullas y patos nadaban felices en sus aguas. Cerca había muchos āśramas atractivos, donde residían muchos santos y sabios que podían cumplir los deseos de cualquiera. De hecho, les desearon lo mejor a todos. Cuando el rey vio todo esto, su brazo derecho y su ojo comenzaron a temblar, señal de que algo auspicioso estaba por suceder».
«Cuando el rey desmontó su caballo y se paró frente a los sabios, que estaban sentados en la orilla del estanque, vio que estaban cantando los santos nombres de Dios en cuentas de japa. El rey ofreció sus reverencias y, uniendo sus palmas, los glorificó. Estaba encantado de estar en su presencia. Al observar el respeto que el rey les ofrecía, los sabios dijeron: 'Estamos muy complacidos con usted, oh rey. Por favor díganos por qué ha venido aquí, ¿qué tiene usted en mente?, por favor, díganos lo que desea'».
«El rey respondió: 'Oh grandes sabios, ¿quiénes sois vosotros?, ¿cuáles son vuestros nombres?, oh santos auspiciosos, ¿por qué han venido a este hermoso lugar? Por favor cuéntenmelo todo'».
«Los sabios respondieron, 'Oh rey, nosotros somos los Viśvedevas, hemos venido aquí a bañarnos a este precioso estanque. El mes de Māgha estará aquí en cinco días, y hoy es el famoso Putradā Ekādaśī. Aquel que desea un hijo debe observar estrictamente este Ekādaśī'».
«El rey dijo: 'Me he esforzado tanto por tener un hijo. Si vosotros, grandes sabios, estáis complacidos conmigo, tened la bondad de concederme un buen hijo'».
«'El significado mismo de Putradā' – respondieron los sabios – 'es “dador de un hijo”. Así que por favor observa un ayuno completo en este día de Ekādaśī. Si lo haces, entonces por nuestras bendiciones, y por la misericordia del Señor Keśava, con seguridad obtendrás un hijo'».
«Por consejo de los Viśvedevas, el rey observó el auspicioso día de ayuno de Putradā Ekaadasi de acuerdo con todas las reglas y regulaciones establecidas, y en Dvadasi, después de romper su ayuno, ofreció sus reverencias una y otra vez a todos ellos».
«Poco después de que Suketumān regresara a su palacio, la reina Śaibyā quedó embarazada y, tal como lo habían predicho los sabios Viśvedeva, les nació un hermoso hijo de rostro brillante. A su debido tiempo se hizo famoso como príncipe heroico, y el rey complació gustosamente a su noble hijo nombrándolo su sucesor. El hijo de Suketumān cuidaba muy concienzudamente a sus súbditos, como si fueran sus propios hijos».
«En conclusión, oh Yudhiṣṭhira, quien desea cumplir sus deseos debe observar estrictamente Putradā Ekādaśī. Mientras esté en este planeta, aquel que observa estrictamente este Ekadasi con seguridad obtendrá un hijo, y después de la muerte alcanzará la liberación. Cualquiera que tan siquiera lea o escuche las glorias de Putradā Ekādaśī obtiene el mérito obtenido al realizar un sacrificio de caballo. Es en beneficio de toda la humanidad que os he explicado todo esto».
Así termina la narración de las glorias de Pauṣa-śukla Ekādaśī, o Putradā Ekādaśī, del Bhaviṣya Purāṇa.
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bhagavatdharmasamaj · 2 months ago
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Saphalā Ekādaśī Vrataṁ
Del libro "Ekādaśī, el día del Señor Hari" por Su Divina Gracia Mahāmaṇḍaleshwar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupād Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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Yudhiṣṭhira Mahārāja dijo: «Oh Śrī Kṛṣṇa, ¿cuál es el nombre del Ekādaśī que ocurre durante la quincena oscura del mes de Pauṣa [diciembre-enero]? ¿Cómo se observa y qué Deidad se debe adorar en ese día? Por favor, relátame todo esto, oh Janārdana».
La Suprema Personalidad de Dios respondió: «¡Oh, el mejor de los reyes!, ya que deseas escuchar, te describiré completamente las glorias de Pauṣa-kṛṣṇa Ekādaśī».
«No me complazco tanto con el sacrificio o la caridad como lo hago con la observancia de Mis devotos de un ayuno completo en Ekādaśī. Por lo tanto, en la medida de lo posible, uno debe ayunar en Ekadasi, el día del Señor Hari.
Oh Yudhiṣṭhira, te insto a escuchar con toda tu inteligencia las glorias de Pauṣa-kṛṣṇa Ekādaśī, que cae sobre Dvādaśī». «Como expliqué anteriormente, uno no debe diferenciar entre los muchos Ekādaśīs. Oh rey, para beneficiar a la humanidad en general, ahora te describiré el proceso de observar Pauṣa-kṛṣṇa Ekādaśī».
«Pauṣa-kṛṣṇa Ekādaśī también se conoce como Saphalā Ekādaśī. En este día sagrado, uno debe adorar al Señor Nārāyaṇa, pues Él es su Deidad regente. Se debe seguir el método de ayuno descrito anteriormente. Así como entre las serpientes, Śeṣa-nāga es la mejor, entre las aves, Garuḍa es la mejor, entre los sacrificios el Aśvamedha-yajña es el mejor, entre los ríos la Madre Gaṅgā es la mejor, entre los dioses el Señor Viṣṇu es el mejor, y entre los seres de dos piernas los brāhmaṇas son los mejores, así mismo, entre todos los días de ayuno, Ekādaśī es el mejor. Oh, el más importante de los reyes nacidos en la dinastía Bharata, cualquiera que observe estrictamente Ekādaśī se vuelve muy querido para Mí y ciertamente adorable por Mí en todos los sentidos. Ahora escucha mientras describo el proceso para observar Saphalā Ekadasi».
«En Saphalā Ekādaśī, Mi devoto debe adorarme ofreciéndome frutas frescas según el tiempo, el lugar y las circunstancias, y meditando en Mí como la Suprema Personalidad totalmente auspiciosa. Debe ofrecerme fruta jāmbīra, granada, betel, coco, guayaba, nueces, clavo, mango y diferentes tipos de especias aromáticas. Él también debe ofrecerme incienso y brillantes lamparillas de ghee, porque tal ofrenda de lamparillas en Saphalā Ekādaśī es especialmente gloriosa. El devoto debe tratar de permanecer despierto toda la noche».
«Ahora, por favor, escucha con toda la atención mientras te relato cuánto mérito obtiene aquel que ayuna y permanece despierto durante toda la noche. Oh, el mejor de los reyes, no hay sacrificio o peregrinaje que produzca un mérito igual o mejor que el mérito que uno gana ayunando en Saphalā Ekādaśī. Tal ayuno, particularmente si uno puede permanecer despierto y alerta durante toda la noche, otorga al devoto fiel el mismo mérito que la ejecución de austeridades durante cinco mil años. Oh, león entre reyes, por favor escucha la gloriosa historia de este Ekādaśī».
«Había una vez una ciudad llamada Campāvatī, que estaba gobernada por el santo rey Māhiṣmata. Tuvo cuatro hijos, el mayor de los cuales, Lumpaka, siempre se dedicaba a actividades muy pecaminosas: relaciones sexuales ilícitas con las esposas de otros, juegos de azar y asociación continua con conocidas prostitutas. Sus malas acciones redujeron gradualmente la riqueza de su padre, el rey Māhiṣmata. Lumpaka también se volvió muy crítico con los semidioses y los brāhmaṇas, y todos los días blasfemaba contra los vaiṣṇavas. Finalmente, el rey Māhiṣmata, al ver la condición de su hijo, lo exilió al bosque. Por temor al rey, ni siquiera los familiares compasivos acudieron en defensa de Lumpaka, tan enojado estaba el rey y tan pecador era Lumpaka».
«Desconcertado en su exilio, Lumpaka pensó para sí mismo: 'Mi padre me ha desterrado, y ni siquiera mis parientes pusieron objeción. ¿Qué debo hacer ahora?' Tramó pecaminosamente y pensó: 'Regresaré a hurtadillas a la ciudad al amparo de la oscuridad y saquearé su riqueza. Durante el día me quedaré en el bosque y por la noche regresaré a la ciudad'. Pensando así, Lumpaka entró en el bosque oscuro. Durante el día mataba muchos animales y por la noche robaba artículos valiosos de la ciudad. Los habitantes de la ciudad lo apresaron varias veces, pero por temor al rey lo dejaban en libertad. Pensaban que los pecados de vidas anteriores le habían hecho perder sus privilegios de nobleza y actuar tan pecaminosamente».
«Aunque carnívoro, Lumpaka también comía frutas todos los días. Residió bajo un viejo árbol baniano que resultó ser muy querido por el Señor Vāsudeva. De hecho, muchos lo adoraban como el dios de todos los árboles del bosque. A su debido tiempo, mientras Lumpaka cometía tantos pecados y actos condenables, llegó Saphalā Ekādaśī. En la víspera de Ekādaśī, Lumpaka tuvo que pasar toda la noche sin dormir debido al intenso frío y la escasa ropa de cama. El frío no sólo le privó de toda paz, más aún, casi lo mata. Cuando salió el sol, le castañeteaban los dientes y estaba casi inconsciente, y durante toda la mañana del día de Ekādaśī no pudo salir de ese estado».
«Cuando llegó el mediodía de Saphalā Ekādaśī, el pecador Lumpaka finalmente volvió en sí y logró levantarse de su lugar debajo del árbol baniano. Pero a cada paso tropezaba y caía al suelo. Caminaba como un cojo, lento y vacilante, padeciendo mucha hambre y sed en medio de la selva. Tan débil estaba Lumpaka que no pudo matar a un solo animal ese día, y en su lugar se vio obligado a recoger los frutos que habían caído al suelo. Cuando regresó al árbol baniano, el sol ya se había puesto».
«Colocando las frutas en el suelo junto a él, Lumpaka comenzó a lamentarse, '¡Ay de mí! ¿Qué puedo hacer? Querido padre, ¿qué será de mí? ¡Oh, Śrī Harī, por favor, ten misericordia de mí y acepta estos frutos!' Nuevamente se vio obligado a permanecer despierto toda la noche, pero mientras tanto, la Suprema Personalidad de Dios, Madhusūdana, se había complacido con la ofrenda de frutos del bosque de Lumpaka, y las aceptó. Lumpaka, sin saberlo, había observado un ayuno completo de Ekādaśī, y por el mérito que obtuvo ese día, recuperó su reino sin más obstáculos».
«Escucha, oh Yudhiṣṭhira, lo que le sucedió al hijo del rey Māhiṣmata cuando sólo este pequeño mérito brotó dentro de su corazón».
«Durante el hermoso amanecer del día siguiente a Ekādaśī, un hermoso caballo se acercó a Lumpaka y se paró junto a él. Al mismo tiempo resonó súbitamente una voz desde el celeste cielo: '¡Este caballo es para ti, Lumpaka! ¡Móntalo y cabalga rápidamente para saludar a tu familia! Oh, hijo del rey Māhiṣmata, por la misericordia del Señor Vāsudeva y el gran mérito que obtuviste al observar Saphalā Ekādaśī, tu reino te será devuelto sin más obstáculos. Tal es el beneficio que has obtenido al ayunar en este auspicioso día. Ve ahora con tu padre y disfruta del lugar que te corresponde en la dinastía».
«Al escuchar estas palabras celestiales, Lumpaka montó el caballo y regresó a la ciudad de Campāvatī. Por el mérito que había acumulado al ayunar en Saphalā Ekādaśī, había vuelto a ser un apuesto príncipe y podía mantener su mente absorta en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, Hari. En otras palabras, se había convertido en Mi devoto puro».
«Lumpaka ofreció a su padre, el rey Māhiṣmata, sus humildes reverencias y aceptó nuevamente sus responsabilidades principescas. Al ver a su hijo decorado con adornos vaiṣṇavas y tilaka, el rey Māhiṣmata le entregó el reino y Lumpaka gobernó sin oposición durante muchos, muchos años. Cada vez que venía Ekadasi, adoraba al Señor Supremo con gran devoción, y por la misericordia de Śrī Kṛṣṇa obtuvo una hermosa esposa y un buen hijo. En su vejez, Lumpaka entregó el reino a su hijo, tal como su propio padre, el rey Māhiṣmata, se lo había entregado a él, y luego se fue al bosque para servir al Señor Supremo con la mente y los sentidos controlados. Purificado de todo deseo material, dejó su cuerpo y regresó al hogar, de vuelta a Dios, obteniendo un lugar cerca de los pies de loto del Señor Śrī Kṛṣṇa».
«Oh, Yudhiṣṭhira, quien se acerque a Mí como lo hizo Lumpaka se liberará por completo de lamentaciones y ansiedades. De hecho, cualquiera que observe correctamente este glorioso Saphalā Ekādaśī, incluso sin saberlo, como Lumpaka, se hará famoso en este mundo, se liberará completamente al morir y regresará a Vaikuṇṭha. De esto no hay duda. Además, quien simplemente escuche las glorias de Saphalā Ekādaśī obtendrá el mismo mérito de quien realiza un Rājasūya-yajña, y como mínimo irá al cielo en su próximo nacimiento».
Así termina la narración de las glorias de Pauṣa-kṛṣṇa Ekādaśī, o Saphalā Ekādaśī, del Bhaviṣya-uttara Purāṇa.
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bhagavatdharmasamaj · 2 months ago
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Mokṣadā Ekādaśī Vrataṁ
Del libro "Ekādaśī, el día del Señor Hari" por Su Divina Gracia Mahāmaṇḍaleshwar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupād Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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Yudhiṣṭhira Mahārāja dijo: "Oh, Viṣṇu, maestro de todo, oh, deleite de los tres mundos, oh, Señor del universo, oh, creador del mundo, oh, personalidad más antigua, oh, el mejor de todos los seres, te ofrezco mis más respetuosas reverencias. Oh, Señor de señores, en beneficio de todas las entidades vivientes, por favor responde algunas preguntas que tengo. ¿Cuál es el nombre del Ekādaśī que ocurre durante la quincena clara del mes de Mārgaśirṣa y que elimina todos los pecados?, ¿cómo se observa adecuadamente y que Deidad se adora en ese día sagrado? Señor, por favor, explícame esto completamente".
El Señor Śrī Kṛṣṇa respondió: "¡Oh, Yudhiṣṭhira!, tu consulta es muy auspiciosa y te traerá fama. Así como te expliqué anteriormente el queridísimo Utpannā Mahā-Dvādaśī, que ocurre durante la parte oscura del mes de Mārgaśīrṣa, que es el día en que Ekādaśī-devī apareció de Mi cuerpo para matar al demonio Mura, y que beneficia a todo lo animado e inanimado en los tres mundos, así ahora te explicaré el Ekādaśī que ocurre durante la parte clara del mes de Mārgaśīrṣa. Este Ekādaśī es famoso como Mokṣadā porque purifica al devoto fiel de todas las reacciones pecaminosas y le otorga la liberación. La Deidad adorable de este día es el Señor Dāmodara. Con plena atención, uno debe adorarlo con incienso, una lámpara de ghee, flores y tulasī mañjarīs (capullos de tulasi)".
"Oh, el mejor de los reyes, por favor escucha mientras te narro la antigua y auspiciosa historia de este Ekādaśī. Simplemente por escuchar esta historia uno puede alcanzar el mérito obtenido al realizar un sacrificio de caballo. Por la influencia de este mérito, los antepasados, madres, hijos y otros parientes que han ido al infierno pueden ir al cielo. Sólo por esta razón, oh rey, debes escuchar atentamente esta narración".
"Había una vez una hermosa ciudad llamada Campaka-Nagara, que estaba adornada por la presencia de devotos vaiṣṇavas. Allí, el mejor de los reyes santos, Mahārāja Vaikhānasa, gobernaba a sus súbditos como si fueran sus propios hijos e hijas. Todos los brāhmaṇas de esa ciudad capital eran expertos en cuatro clases de conocimiento védico. El rey, mientras gobernaba correctamente, tuvo un sueño una noche en el que su padre sufría los dolores de la tortura en un planeta infernal. El rey se sintió abrumado por la compasión y derramó lágrimas. A la mañana siguiente, Mahārāja Vaikhānasa describió su sueño a su consejo de brāhmaṇas nacidos dos veces".
"'Oh, brāhmaṇas', dijo el rey, 'anoche en un sueño vi a mi padre sufriendo en un planeta infernal. Él estaba clamando: '¡Oh, hijo, por favor líbrame del tormento de este infierno!'. Ahora no tengo paz, e incluso este hermoso reino se me ha vuelto insoportable. Ni siquiera mis caballos, elefantes y carros me dan ninguna alegría, y mi vasto tesoro no me produce ningún placer en absoluto'".
"'¡Oh, los mejores de los brāhmaṇas!, todo, incluso mi propia esposa e hijos, se ha convertido en una fuente de infelicidad desde que contemplé a mi querido padre sufriendo las torturas del infierno. ¿Adónde puedo ir y qué puedo hacer, oh brāhmaṇas, para aliviar esta miseria? ¡Mi cuerpo arde de miedo y tristeza! Por favor, diganme qué tipo de caridad, qué modo de ayuno, qué austeridad o qué profunda meditación debo realizar para liberar a mi padre de su agonía y otorgar la liberación a mis antepasados. ¡Oh, los mejores de los brāhmaṇas!, ¿de qué sirve ser un hijo poderoso si el padre de uno debe sufrir en un planeta infernal? ¡En verdad, la vida de un hijo así es completamente inútil!' Los brāhmaṇas nacidos dos veces respondieron: 'Oh, rey, en el bosque montañoso, no lejos de aquí, se encuentra el āśrama donde reside el gran santo Parvata Munī. Por favor, acude a él, porque él conoce el pasado, el presente y el futuro de todo y seguramente puede ayudarte en tu miseria'".
"Al escuchar este consejo, el afligido rey emprendió inmediatamente un viaje al āśrama del famoso sabio Parvata Munī. El āśrama era muy grande y albergaba a muchos sabios eruditos expertos en cantar los himnos sagrados de los cuatro Vedas. Al acercarse al santo āśrama, el rey contempló a Parvata Munī sentado entre los sabios como otro Señor Brahmā, el creador no nacido".
"Mahārāja Vaikhānasa ofreció sus humildes reverencias al munī, inclinando su cabeza y luego postrando todo su cuerpo. Después de que el rey se hubo sentado, Parvata Munī le preguntó sobre el bienestar de los siete miembros de su extenso reino. El munī también le preguntó si su reino estaba libre de problemas y si todos estaban en paz y felices. A estas preguntas, el rey respondió: 'Por tu misericordia, oh, glorioso sabio, los siete miembros de mi reino están muy bien. Sin embargo, hay un problema que ha surgido recientemente, y para resolverlo he acudido a ti, oh brāhmaṇa, en busca de tu guía experta'. Entonces Parvata Munī, el mejor de todos los sabios, cerró los ojos y meditó sobre el pasado, el presente y el futuro del rey. Después de unos momentos, abrió los ojos y dijo: 'Tu padre está sufriendo las consecuencias de haber cometido un gran pecado, y he descubierto cuál es. En su vida anterior se peleó con su esposa cuando la disfrutaba sexualmente durante su período menstrual. Ella trató de resistir sus avances y gritó: '¡Alguien, por favor, sálveme! ¡Por favor, oh esposo, no interrumpas mi regla!' Aun así, él no la dejó en paz. Es a causa de este grave pecado que tu padre ha caído en una condición tan infernal'".
"El rey Vaikhānasa dijo entonces: 'Oh, el más grande de los sabios, ¿mediante qué proceso de ayuno o de caridad puedo liberar a mi amado padre de tal condición? Por favor, dígame cómo puedo quitarle la carga de sus reacciones pecaminosas, que son un gran obstáculo para su progreso hacia la liberación definitiva'".
"Parvata Muni respondió: 'Durante la quincena clara del mes de Mārgaśīrṣa ocurre un Ekādaśī llamado Mokṣadā. Si observas estrictamente este sagrado Ekādaśī, con un ayuno completo, y le das directamente a tu padre sufriente el mérito que así obtienes, él será absuelto de su pena y obtendrá liberación instantáneamente'".
"Al oír esto, Mahārāja Vaikhānasa agradeció efusivamente al gran sabio y luego regresó a su palacio. ¡Oh, Yudhiṣṭhira!, cuando por fin llegó la parte clara del mes de Mārgaśīrṣa, Mahārāja Vaikhānasa observó fiel y perfectamente el ayuno de Ekādaśī con su esposa, sus hijos y otros familiares. Obedientemente le dio el mérito de este ayuno a su padre, y mientras hacía la ofrenda, hermosas flores cayeron del cielo. Luego, los mensajeros de los semidioses elogiaron al padre del rey y lo escoltaron a las regiones celestiales. Al pasar junto a su hijo, el padre le dijo al rey: 'Mi querido hijo, ¡todo lo auspicioso sea para ti!' Y por fin alcanzó el reino celestial".
"Oh, hijo de Pāṇḍu, quien observa estrictamente el sagrado Mokṣadā Ekādaśī, siguiendo las reglas y regulaciones establecidas, logra la liberación plena y perfecta después de la muerte. No hay mejor día de ayuno que este Ekādaśī de la quincena clara del mes de Mārgaśīrṣa, oh Yudhiṣṭhira, porque es un día cristalino y sin pecado. Quien observa fielmente este ayuno de Ekādaśī, que es como cintāmaṇi [una gema que concede todos los deseos], obtiene un mérito especial que es muy difícil de calcular, pues este día puede elevarlo a uno a los planetas celestiales y más allá, a la liberación perfecta".
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bhagavatdharmasamaj · 3 months ago
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Utpannā Ekādaśī Vrataṁ Sarvesam
Del libro Ekādaśī, el día del Señor Hari, por Su Divina Gracia Mahāmaṇḍaleshwar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupād, Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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Sūta Gosvami dijo: ‘‘¡Oh, brāhmaṇas eruditos!, hace mucho tiempo, el Señor Śrī Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, explicó las auspiciosas glorias de Śrī Ekādaśī y las normas y regulaciones que rigen cada observancia del ayuno en este día sagrado. ¡Oh, el mejor de los brāhmaṇas!, quienquiera que escuche acerca de los orígenes y las glorias de estos ayunos sagrados en los días de Ekādaśī, va directamente a la morada del Señor Viṣṇu después de disfrutar de muchas formas diferentes de felicidad en este mundo material’’.
“Arjuna, el hijo de Pṛthā, le preguntó al Señor: ‘¡Oh, Janārdana!, ¿cuáles son los piadosos beneficios del ayuno completo, comer sólo la cena o comer una sola vez al mediodía en Ekādaśī, y cuáles son las normas para observar los diversos días de Ekādaśī? Por favor cuéntame todo esto.’
‘‘El Señor Supremo Kṛṣṇa respondió: 'Oh Arjuna, al comienzo del invierno, en el Ekādaśī que ocurre durante la quincena oscura del mes de Mārgaśirṣa [noviembre-diciembre], un novicio debe comenzar su práctica de observar un ayuno en Ekādaśī. En Daśamī, el día antes de Ekādaśī, debe limpiar bien sus dientes. Luego, durante la octava porción de Daśamī, justo cuando el sol está a punto de ponerse, debe cenar.
‘A la mañana siguiente, el devoto debe hacer un voto, de acuerdo con las reglas y regulaciones, para observar el ayuno. Al mediodía debe bañarse adecuadamente en un río, lago o estanque pequeño. Un baño en un río es más purificador, el que se toma en un lago lo es menos, y un baño en un pequeño estanque es el menos purificante. Si ni un río, lago o estanque están disponibles, puede bañarse con agua de pozo.
‘El devoto debe cantar esta oración que contiene los nombres de la Madre Tierra: “¡Oh Aśvakrānte! ¡Oh Rathakrānte! ¡Oh Viṣṇukrānte! ¡Oh Vasundhara! Oh Mrttike! ¡Oh, Madre Tierra! Quita amablemente todos los pecados que he acumulado a lo largo de mis muchas vidas pasadas para que pueda entrar en la sagrada morada del Señor Supremo”. Mientras el devoto canta, debe untar barro sobre su cuerpo.
“ ‘Durante el día de ayuno, el devoto no debe hablar con los que están caídos de sus deberes religiosos, con los comedores de perros, con los ladrones o con los hipócritas. También debe evitar hablar con calumniadores; con aquellos que abusan de los semidioses, de las Escrituras védicas o de los brāhmaṇas; o con cualquier otra personalidad malvada, como aquellos que tienen sexo con mujeres prohibidas, aquellos que son saqueadores conocidos, o aquellos que roban templos. Si se habla o incluso se ve a tal persona durante Ekādaśī, uno debe purificarse mirando directamente al sol.
‘‘ ‘Entonces el devoto debe adorar respetuosamente al Señor Govinda con comida de primera clase, flores, etc. En su hogar debe ofrecer al Señor una lámpara con conciencia devocional pura. También debe evitar dormir durante el día y debe abstenerse por completo de tener relaciones sexuales. Ayunando de toda comida y agua, debe cantar gozosamente las glorias del Señor y tocar instrumentos musicales para Su placer durante toda la noche. Después de permanecer despierto toda la noche en conciencia pura, el adorador debe dar caridad a los brāhmaṇas cualificados y ofrecerles sus humildes reverencias, rogándoles perdón por sus ofensas.
‘‘ ‘Aquellos que adoptan seriamente el servicio devocional deben considerar que los Ekādaśīs que ocurren durante las quincenas oscuras son tan buenos como los que ocurren durante las quincenas brillantes. Oh rey, uno nunca debe discriminar entre estos dos tipos de Ekādaśī.
‘‘ ‘Por favor escucha mientras describo ahora los resultados obtenidos por alguien que observa Ekādaśī de esta manera. Ni el mérito que uno recibe tomando un baño en el lugar sagrado de peregrinaje conocido como Śaṅkhoddhāra, donde el Señor mató al demonio Śaṅkhāsura, ni el mérito que uno recibe al ver al Señor Gadādhara directamente, es igual a un dieciseisavo del mérito que uno obtiene ayunando en Ekādaśī. Se dice que dando caridad un lunes de luna llena se obtienen cien mil veces los resultados de la caridad ordinaria. ¡Oh, ganador de riquezas!, quien da caridad en el día del saṇkrāntī (equinoccio) obtiene cuatrocientas mil veces el resultado ordinario. Sin embargo, simplemente por ayunar en Ekādaśī uno obtiene todos estos resultados piadosos, así como cualquier resultado piadoso que uno obtenga en Kurukṣetra durante un eclipse de sol o luna. Además, el alma fiel que observa el ayuno completo en Ekādaśī logra cien veces más mérito que el que realiza un Aśvamedha-yajna [sacrificio de caballo]. Aquel que observa solo un ayuno de Ekādaśī gana perfectamente el mismo mérito que alguien que alimenta a cien mil mendicantes cada día durante sesenta mil años. Y una persona que observa correctamente Ekādaśī solo una vez gana diez veces más mérito que una persona que da mil vacas en caridad a un brāhmaṇa versado en los Vedas.
‘‘ ‘La persona que alimenta a un solo brahmachārī gana diez veces más mérito que la que alimenta a diez buenos brāhmaṇas en su propia casa. Pero mil veces más mérito que el que se gana alimentando a un brahmachārī se logra donando tierra a un brāhmaṇa necesitado y respetable, y mil veces más que eso se gana dando una muchacha virgen en matrimonio a un joven bien educado y responsable. Diez veces más beneficioso que esto es educar adecuadamente a los niños en el camino espiritual, sin esperar recompensa alguna a cambio. Diez veces mejor que esto, sin embargo, es dar alimentos de granos a los hambrientos. De hecho, dar caridad a los necesitados es lo mejor de todo, y nunca ha habido ni habrá una caridad mejor que esta. ¡Oh, hijo de Kuntī!, todos los antepasados y semidioses del cielo quedan muy satisfechos cuando uno da granos en caridad. Pero el mérito que uno obtiene al observar un ayuno completo en Ekādaśī no se puede medir. Oh, Arjuna, el mejor de todos los Kurus, el poderoso efecto de este mérito es inconcebible incluso para los semidioses, y la mitad de este mérito es obtenido por alguien que sólo cena en Ekādaśī.
‘‘ ‘Por lo tanto, uno debe observar el ayuno en el día del Señor Harī, ya sea comiendo sólo una vez al mediodía, absteniéndose de granos y legumbres; comiendo sólo una vez por la noche, absteniéndose de cereales y legumbres; o ayunando por completo. Los procesos de permanecer en lugares de peregrinaje, dar caridad y realizar sacrificios de fuego pueden jactarse solo mientras Ekādaśī no haya llegado. Por lo tanto, cualquiera que tenga miedo de las miserias de la existencia material debe observar Ekādaśī. En Ekādaśī uno no debe beber agua de una caracola, matar entidades vivientes como peces o cerdos, o comer granos o legumbres. Así te he descrito, oh, Arjuna, el mejor de todos los métodos de ayuno, como Me has preguntado.’
‘‘Arjuna luego preguntó: ‘Oh, Señor, según Tú, mil sacrificios védicos no equivalen ni siquiera a un ayuno de Ekādaśī. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo se ha convertido Ekādaśī en el más meritorio de todos los días?’. “El Señor Śrī Kṛṣṇa respondió: ‘Te diré por qué Ekādaśī es el día más purificador de todos. En Satya-yuga vivía una vez un demonio asombrosamente temible llamado Mura. Siempre muy enojado, aterrorizó a todos los semidioses, derrotando incluso a Indra, el rey del cielo; Vivasvān, el dios del sol; los ocho Vasus; el Señor Brahmā; Vāyu, el dios del viento; y Agni, el dios del fuego. Con su terrible poder, los puso a todos bajo su control.
“ ‘El Señor Indra luego se acercó al Señor Śiva y dijo: ‘‘Todos hemos caído de nuestros planetas y ahora vagamos indefensos por la Tierra. Oh, señor, ¿cómo podemos encontrar alivio de esta aflicción? ¿Cuál será el destino de nosotros los semidioses?’'
El Señor Siva respondió: ‘‘¡Oh, el mejor de los semidioses! Ve a ese lugar donde reside el Señor Viṣṇu, el que monta a Garuḍa. Él es Jagannātha, el amo de todos los universos y también su refugio. Se dedica a proteger a todas las almas rendidas a Él’’.
‘‘El Señor Kṛṣṇa continuó: '¡Oh, Arjuna, ganador de riquezas! Después de que el Señor Indra escuchara estas palabras del Señor Śiva, se dirigió con todos los semidioses al lugar donde el Señor Jagannātha, el Señor del universo, el protector de todas las almas se encontraba descansando. Al ver al Señor durmiendo sobre el agua, los semidioses unieron sus palmas y, guiados por Indra, recitaron las siguientes oraciones: “Oh, Suprema Personalidad de Dios, todas las reverencias a Tí. Oh, Señor de señores, oh, Tú que eres alabado por los semidioses principales, oh, enemigo de todos los demonios, oh, Señor de ojos de loto, oh, Madhusudana [asesino del demonio Madhu], por favor protégenos. Temerosos del demonio Mura, los semidioses hemos venido a refugiarnos en Tí. Oh, Jagannātha, Tú eres el hacedor de todo y el creador de todo. Eres la madre y el padre de todos los universos. Eres el creador, el mantenedor y el destructor de todo. Eres el ayudante supremo de todos los semidioses, y sólo Tú puedes traerles paz. Sólo Tú eres la tierra, el cielo y el benefactor universal.
“Eres Śiva, Brahmā y también Viṣṇu, el sustentador de los tres mundos. Tú eres los dioses del sol, la luna y el fuego. Eres la mantequilla clarificada, la oblación, el fuego sagrado, los mantras, los rituales, los sacerdotes y el canto silencioso de japa. Eres el sacrificio mismo, su patrocinador y el disfrutador de sus resultados, la Suprema Personalidad de Dios. Nada dentro de estos tres mundos, ya sea móvil o inmóvil, puede existir independiente de Tí. Oh, Supremo Señor, Señor de señores, Tú eres el protector de aquellos que se refugian en Tí. Oh, místico supremo, oh, refugio de los temerosos, por favor rescátanos y protégenos. Nosotros, los semidioses, hemos sido derrotados por los demonios y, por lo tanto, hemos caído del reino celestial. Privados de nuestras posiciones, oh, Señor del universo, ahora vagamos por este planeta terrenal”.
“El Señor Kṛṣṇa continuó: ‘Habiendo escuchado a Indra y a los demás semidioses pronunciar estas palabras, Śrī Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios, respondió: “¿Qué demonio posee tan grandes poderes de engaño que ha sido capaz de derrotar a todos los semidioses? ¿Cuál es su nombre, y dónde vive? ¿De dónde saca su fuerza y refugio? Cuéntamelo todo, oh, Indra, y no temas”.
“El Señor Indra respondió: “Oh, Dios Supremo, oh, Señor de los señores, oh, Tú que vences el miedo en los corazones de Tus devotos puros, oh, Tú que eres tan bondadoso con Tus fieles sirvientes, había una vez un poderoso demonio de la dinastía Brahman cuyo nombre era Nāḍījaṅgha. Era extraordinariamente temible y totalmente dedicado a destruir a los semidioses, y engendró un hijo infame llamado Mura.
“La gran ciudad capital de Mura es Candrāvati. Desde esa base, el terriblemente malvado y poderoso demonio Mura ha conquistado el mundo entero y ha puesto a todos los semidioses bajo su control, expulsándolos de su reino celestial. Ha asumido los papeles de Indra, el rey del cielo; Agni, el dios del fuego; Yama, el señor de la muerte; Vāyu, el dios del viento; Isa, o el Señor Śiva; Soma, el dios de la luna; Nairti, el señor de las direcciones; y Pāśī, o Varuṇa, el dios del agua. También ha comenzado a emanar luz en el papel del dios del sol y también se ha convertido en las nubes. Es imposible que los semidioses lo derroten. Oh, Señor Viṣṇu, por favor mata a este demonio y haz que los semidioses salgan victoriosos”.
“Al escuchar estas palabras de Indra, el Señor Janārdana se enojó mucho y dijo: «Oh poderosos semidioses, todos juntos ahora pueden avanzar hacia la ciudad capital de Mura, Candrāvati”. Animados así, los semidioses reunidos procedieron a Candravati con el Señor Hari a la cabeza.
“Cuando Mura vio a los semidioses, el principal de los demonios comenzó a rugir muy fuerte en compañía de incontables miles de otros demonios, que sostenían armas brillantes. Los demonios de poderosos brazos golpearon a los semidioses, quienes comenzaron a abandonar el campo de batalla y huyeron en las diez direcciones. Al ver al Señor Supremo Hṛṣīkeśa, el amo de los sentidos, presente en el campo de batalla, los furiosos demonios se precipitaron hacia Él con varias armas en sus manos. Mientras cargaban contra el Señor, que sostiene una espada, un disco y un garrote, Él inmediatamente atravesó todas sus extremidades con Sus afiladas y venenosas flechas. Así muchos cientos de demonios murieron por la mano del Señor.
“Por fin, el demonio principal, Mura, comenzó a pelear con el Señor. Mura usó su poder místico para inutilizar cualquier arma que el Señor Supremo Hṛṣīkeśa desatara. De hecho, para el demonio las armas se sintieron como flores que lo golpeaban. Cuando el Señor no pudo derrotar al demonio ni siquiera con varios tipos de armas, ya fueran arrojadizas o empuñadas, comenzó a pelear con Sus manos desnudas, que eran tan fuertes como garrotes tachonados de hierro. El Señor luchó con Mura durante mil años celestiales y luego, aparentemente fatigado, partió hacia Badarikāśrama. Allí, el Señor Yogeśvara, el más grande de todos los yoguis, el Señor del universo, entró en una cueva muy hermosa llamada Himavati para descansar. Oh, Dhananjaya, ganador de la riqueza, esa cueva tenía noventa y seis millas de diámetro y sólo tenía una entrada. Fui allí por miedo, y también para dormir. No hay duda acerca de esto, ¡oh, hijo de Pāṇḍu!, pues la gran pelea Me dejó muy cansado. El demonio Me siguió a esa cueva y, al verme dormido, comenzó a pensar dentro su corazón: “Hoy mataré a este asesino de todos los demonios, Harī”.
“Mientras el perverso Mura estaba haciendo planes de esta manera, de Mi cuerpo se manifestó una joven que tenía una tez muy brillante. ¡Oh, hijo de Pāṇḍu! Mura vio que estaba equipada con varias armas brillantes y estaba lista para pelear. Retado por esa damisela a dar batalla, Mura se preparó y luego peleó con ella, pero se asombró mucho al ver que ella luchaba contra él sin cesar. Entonces el rey de los demonios dijo: "¿Quién ha creado a esta chica, enojada y temible, que está luchando contra mí tan poderosamente, como un rayo cayendo sobre mí?” Después de decir esto, el demonio continuó peleando con la damisela.
'De repente, esa diosa refulgente destrozó todas las armas de Mura y en un momento lo privó de su carroza. Corrió hacia ella para atacarla con sus propias manos, pero cuando ella lo vio venir, le cortó la cabeza con enojo. Así, el demonio inmediatamente cayó al suelo y fue a la morada de Yamarāja. El resto de los enemigos del Señor, por temor e impotencia, entraron en la región subterránea de Pātāla.
Entonces el Señor Supremo se despertó y vio al demonio muerto ante Él, así como a la doncella inclinándose ante Él con las palmas juntas. Con el rostro expresando Su asombro, el Señor del universo dijo: “¿Quién ha matado a este demonio vicioso? Derrotó fácilmente a todos los semidioses, Gandharvas e incluso al propio Indra, junto con los compañeros de Indra, los Maruts, y también derrotó a las Nagas [serpientes], los gobernantes de los planetas inferiores. Incluso Me derrotó, haciéndome esconder en esta cueva por miedo. ¿Quién es quien Me ha protegido tan misericordiosamente después de que Yo huí del campo de batalla y me fui a dormir a esta cueva?”
La doncella dijo: “Soy yo quien ha matado a este demonio después de aparecer de Tu cuerpo trascendental. De hecho, oh, Señor Harī, cuando te vio durmiendo, quiso matarte. Comprendiendo la intención de esta espina clavada en el costado de los tres mundos, maté al malvado sinvergüenza y así liberé del miedo a todos los semidioses. Soy Tu gran maha-sakti, Tu potencia interna, que infunde miedo en los corazones de todos Tus enemigos. He matado a este demonio universalmente aterrador para proteger los tres mundos. Por favor, dime, por qué te sorprendes al ver que este demonio ha sido asesinado, oh, Señor”.
‘La Suprema Personalidad de Dios dijo: “¡Oh, joven libre de pecado! Estoy muy satisfecho al ver que tú eres quién ha matado a este rey de los demonios. De esta manera has hecho a los semidioses felices, prósperos, y llenos de bienaventuranza. Debido a que has dado placer a todos los semidioses en los tres mundos, estoy muy complacido contigo. Pide cualquier bendición que desees, oh, joven auspiciosa. Te lo daré sin duda, aunque sea muy raro entre los semidioses”.
La doncella dijo: “Oh, Señor, si estás complacido conmigo y deseas darme una bendición, entonces dame el poder de librar de los pecados más grandes a la persona que ayuna en este día. Deseo que la mitad del mérito piadoso obtenido por quién ayune se acumule en quién come sólo por la noche [absteniéndose de granos y legumbres], y que la mitad de este crédito piadoso lo gane quien come sólo al mediodía. Además, que aquel que observa estrictamente un ayuno completo el día de mi aparición, con los sentidos controlados, vaya a la morada del Señor Viṣṇu durante mil millones de kalpas después de haber disfrutado de toda clase de placeres en este mundo. Esta es la bendición que deseo obtener por Tu misericordia, mi Señor. Oh, Señor Janārdana, ya sea que una persona observe un ayuno completo, coma sólo por la noche o coma sólo al mediodía, por favor concédele una actitud religiosa, riqueza y, por último, la liberación”.
La Suprema Personalidad de Dios dijo: “¡Oh, dama totalmente auspiciosa! Lo que has pedido se te es concedido. Todos Mis devotos en este mundo seguramente ayunarán en tu día, y así se harán famosos en los tres mundos y finalmente vendrán y se quedarán Conmigo en Mi morada. Debido a que tú, Mi potencia trascendental, has aparecido en el undécimo día de la luna menguante, tu nombre sea Ekādaśī. Si una persona ayuna en Ekādaśī, Yo quemaré todos sus pecados y le otorgaré Mi morada trascendental”.
“Estos son los días de la luna creciente y menguante que Me son más queridos: Tṛtiyā [el tercer día], Aṣṭami [el octavo día], Navamī [el noveno día], Caturdaśī [el decimocuarto día], y especialmente Ekādaśī [ el undécimo día]”.
«El mérito que se obtiene ayunando en Ekadasi es mayor que el que se logra observando cualquier otro tipo de ayuno o yendo a un lugar de peregrinaje, e incluso mayor que el que se logra dando caridad a los brāhmaṇas. Te digo muy enfáticamente que esto es verdad”.
“Habiendo dado así a la doncella Su bendición, el Señor Supremo desapareció repentinamente. A partir de ese momento, el día de Ekādaśī se volvió más meritorio y famoso en todo el universo. Oh, Arjuna, si una persona observa estrictamente Ekādaśī, Yo mato a todos sus enemigos y le concedo el destino más alto. En efecto, si una persona observa este gran ayuno de Ekādaśī en cualquiera de las formas prescritas, Yo elimino todos los obstáculos para su progreso espiritual y le concedo la perfección de la vida.
“Así, Oh hijo de Pṛthā, te he descrito el origen de Ekādaśī. Este día quita todos los pecados eternamente. En efecto, es el día más meritorio para destruir toda clase de pecados, y ha aparecido para beneficiar a todos en el universo otorgando todas las variedades de perfección.
“Uno no debe discriminar entre el Ekādaśī de las lunas crecientes y menguantes; ambas deben observarse, oh, Pārtha, y no deben diferenciarse de Maha-dvadasi. Todos los que ayunan en Ekādaśī deben reconocer que no hay diferencia entre estos dos Ekādaśīs, porque comprenden el mismo tithī.
“Quien ayune completamente en Ekādaśī, siguiendo las reglas y regulaciones, alcanzará la morada suprema del Señor Viṣṇu, quien monta sobre Garuḍa. Son gloriosos los que se dedican al Señor Viṣṇu y dedican todo su tiempo a estudiar las glorias de Ekādaśī. Aquel que hace el voto de no comer nada en Ekādaśī pero comer sólo al día siguiente, logra el mismo mérito que quien ejecuta un sacrificio de caballo. De esto no hay duda.
“En Dvādasi, el día después de Ekādaśī, uno debe orar: “Oh, Puṇḍarīkākṣa, oh, Señor de ojos de loto, ahora comeré. Por favor, protégeme”. Después de decir esto, el devoto sabio debe ofrecer algunas flores y agua a los pies de loto del Señor e invitar al Señor a comer cantando el mantra de ocho sílabas tres veces. Si el devoto quiere obtener el fruto de su ayuno, entonces debe beber agua tomada de la vasija santificada en la que ofreció agua a los pies de loto del Señor.
“En Dvādasi uno debe evitar dormir durante el día, comer en la casa de otro, comer más de una vez, tener relaciones sexuales, comer miel, comer de un plato de campana de metal, comer urad dal y frotarse el cuerpo con aceite. El devoto debe abandonar estas ocho cosas en Dvādaśi. Si quiere hablar con un paria ese día, debe purificarse comiendo una hoja de tulasī o una fruta āmalakī. ¡Oh, mejor de los reyes!, desde el mediodía de Ekādaśī hasta el amanecer de Dvādaśi, uno debe dedicarse a bañarse, adorar al Señor y ejecutar actividades devocionales, incluidas las ofrendas de caridad y la ejecución de sacrificios de fuego. Si uno se encuentra en circunstancias difíciles y no puede romper el ayuno de Ekādaśī correctamente en Dvādaśi, puede romperlo bebiendo agua, y entonces no tiene la culpa si vuelve a comer después de eso.
“Un devoto del Señor Viṣṇu que día y noche escucha estos temas tan auspiciosos acerca del Señor de los labios de otro devoto, será elevado al planeta del Señor y residirá allí durante diez millones de kalpas. Y aquel que escucha incluso una frase sobre las glorias de Ekādaśī se libera de las reacciones de pecados tales como matar a un brāhmaṇa. De esto no hay duda. Por toda la eternidad no habrá mejor manera de adorar al Señor Viṣṇu que observar un ayuno en Ekādaśī”.
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bhagavatdharmasamaj · 3 months ago
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Haribodhinī Ekādaśī
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Del libro: Ekādaśī, el día del Señor Harī
Por Su Divina Gracia
Mahamandaleshwar Mahant Krsna Balaram Swami Prabhupad
El Señor Brahmā le dijo a Nārada Munī: «Querido hijo, ¡Oh, el mejor de los sabios!, te he de narrar las glorias de Haribodhinī Ekādaśī, el cual erradica todo tipo de pecados y otorga gran mérito, y finalmente la liberación, a las personas sabias que se entregan a el Señor Supremo.
«Oh, el mejor de los brāhmaṇas, los méritos adquiridos al bañarse en el Ganges se mantienen siendo significativos sólo mientras Haribodhinī Ekādaśī no llegue. Este Ekādaśī, que ocurre durante la quincena clara del mes de Kārtika, es mucho más purificador que un baño en el océano, en un lugar de peregrinaje o en un lago. Este sagrado Ekādaśī es más poderoso para anular el pecado que mil sacrificios Aśvamedha y cien sacrificios Rājasūya».
Nārada Munī, el santo entre los semidioses, preguntó: «Oh, padre, por favor describe los méritos obtenidos de ayunar completamente en Ekādaśī, cenar [sin granos ni legumbres], o comer solamente una vez al mediodía [sin granos ni legumbres]».
El Señor Brahmā respondió: «Si una persona come una vez al mediodía en Ekādaśī, los pecados de su nacimiento anterior se eliminan, si nada más come la cena, los pecados adquiridos durante sus dos nacimientos anteriores se eliminan, y si ayuna por completo, los pecados acumulados durante sus siete nacimientos anteriores son erradicados.
«Oh, hijo, todo lo que rara vez se logra dentro de los tres mundos lo obtiene quien observa estrictamente Haribodhinī Ekādaśī. Una persona cuyos pecados son equivalentes al Monte Sumeru en volumen, se ven reducidos a nada si simplemente ayuna en Pāpahāriṇī Ekādaśī [otro nombre para Haribodhinī Ekādaśī]. Los pecados que una persona ha acumulado durante mil nacimientos anteriores se reducen a cenizas si no solamente ayuna sino que también permanece despierto durante toda la noche de Ekādaśī, tal como una montaña de algodón puede reducirse a cenizas si uno enciende un pequeño fuego en ella.
«Oh, el mejor de los sabios, Nāradajī, una persona que observa estrictamente este ayuno logra los resultados que he mencionado. Incluso si uno realiza una pequeña cantidad de actividad piadosa en este día, siguiendo las reglas y regulaciones, obtendrá un mérito equivalente al Monte Sumeru en volumen; sin embargo, una persona que no sigue las reglas y regulaciones dadas en las Escrituras puede realizar una actividad piadosa equivalente al Monte Sumeru en volumen, pero no ganará ni siquiera una pequeña cantidad del mérito. Aquel que no canta el mantra Gāyatrī tres veces al día, que no toma en cuenta los días de ayuno, que no cree en Dios, que critica las Escrituras védicas, que piensa que los Vedas sólo traen la ruina a quien sigue sus mandatos, que disfruta de la esposa de otro, que es totalmente necio y malvado, que no aprecia ningún servicio que se le ha rendido, o que engaña a otros, una persona tan pecadora, oh hijo, nunca puede realizar ninguna actividad religiosa de manera efectiva. Sea un brāhmaṇa o un sudra, se dice que cualquiera que trate de disfrutar de la esposa de otro hombre, particularmente de la esposa de una persona nacida dos veces, no es mejor que un comeperros.
«Oh, el mejor de los sabios, cualquier brāhmaṇa que disfruta del sexo con una viuda o una mujer brāhmaṇa casada con otro hombre se arruina a sí mismo y a su familia. Cualquier brāhmaṇa que disfrute de sexo ilícito no tendrá hijos en su próxima vida, y cualquier mérito pasado que haya obtenido quedará arruinado. De hecho, si tal persona muestra alguna arrogancia hacia un brāhmaṇa nacido dos veces o un Maestro Espiritual, pierde inmediatamente todo su avance espiritual, así como su riqueza e hijos.
«Estas tres clases de hombres echan a perder sus méritos adquiridos: el que tiene un carácter inmoral, el que se acuesta con la mujer de un comeperros y el que aprecia la asociación de los desgraciados. Cualquiera que se asocie con personas pecaminosas y visite sus hogares sin un propósito espiritual, irá directamente a la morada del Señor Yamarāja, el superintendente de la muerte. Y si alguien come en tal casa, se destruyen sus méritos adquiridos, su fama, su duración de vida, sus hijos y su felicidad.
«Cualquier sinvergüenza pecador que insulte a una persona santa, pronto pierde su religiosidad, desarrollo económico y complacencia de los sentidos, y finalmente se quema en el fuego del infierno. Cualquiera a quien le guste ofender a las personas santas, o que no interrumpa a alguien que insulte a las personas santas, no se considera mejor que un asno. Un hombre tan malvado ve su dinastía destruida ante sus propios ojos.
«Una persona de carácter impuro, que es un desgraciado o un estafador, o que siempre critica a los demás, no alcanza un destino superior después de la muerte, incluso si da caridad generosamente o realiza otras obras piadosas. Por lo tanto, uno debe abstenerse de realizar actos desfavorables y realizar solamente actos piadosos, por los cuales adquirirá mérito y evitará el sufrimiento.
«Sin embargo, los pecados de quien, después de la debida consideración, decide ayunar en Haribodhinī Ekādaśī se borran de cien vidas anteriores, y quien ayuna y permanece despierto durante la noche en este Ekādaśī logra un mérito ilimitado y después de la muerte va a la morada suprema del Señor Viṣṇu y diez mil de sus antepasados, parientes y descendientes también llegarán a esa morada. Incluso si los antepasados de uno estuvieron implicados en muchos pecados y estan sufriendo en el infierno, aún así obtienen cuerpos espirituales bellamente ornamentados y felizmente van a la morada de Viṣṇu.
«Oh, Nārada, incluso aquel que ha cometido el atroz pecado de matar a un brāhmaṇa, se libera de todas las manchas en su carácter ayunando en Haribodhinī Ekādaśī y permaneciendo despierto esa noche. Ese mérito que no se puede ganar bañándose en todos los lugares de peregrinación, haciendo un sacrificio de caballo, o dando vacas, oro o tierra fértil en caridad, se puede conseguir fácilmente ayunando en este día santo y permaneciendo despierto toda la noche.
«Cualquiera que observe Haribodhinī Ekādaśī es celebrado como altamente cualificado y hace famosa a su dinastía. Así como la muerte es segura, también lo es perder la riqueza. Sabiendo esto, Oh el mejor de los sabios, uno debe observar un ayuno en este día tan querido para Harī -Śrī Haribodhinī Ekādaśī.
«Todos los lugares de peregrinaje en los tres mundos vienen a residir al mismo tiempo en la casa de una persona que ayuna en este Ekādaśī. Por lo tanto, para complacer al Señor, quien sostiene un disco en Su mano, uno debe abandonar todos los compromisos, rendirse y observar este ayuno de Ekādaśī.
«Aquel que ayuna en este día de Haribodhinī, es reconocido como un hombre sabio, un verdadero yogī, un asceta, y alguien cuyos sentidos están realmente bajo control. Sólo él disfruta de este mundo adecuadamente, y ciertamente logrará la liberación. Este Ekādaśī es muy querido por el Señor Viṣṇu y, por lo tanto, es la esencia misma de la religiosidad. Incluso una sola observancia otorga la recompensa más alta en los tres mundos.
«Oh, Nāradajī, quienquiera que ayune en este Ekādaśī definitivamente no entra nuevamente a un vientre y, por lo tanto, los devotos fieles de la Divinidad Suprema abandonan todas las variedades de religión y simplemente se entregan al ayuno en este Ekādaśī. Para esa gran alma que honra este Ekādaśī, ayunando y permaneciendo despierto durante toda la noche, el Señor Supremo, Śrī Govinda, termina personalmente las reacciones pecaminosas que el alma ha adquirido por las acciones de su mente, cuerpo y palabras.
«Oh, hijo, para cualquiera que se bañe en un lugar de peregrinaje, dé caridad, cante los santos nombres del Señor Supremo, se someta a austeridades y realice sacrificios para Dios en Haribodhinī Ekādaśī, el mérito así ganado se vuelve imperecedero. Un devoto que adora al Señor Mādhava en este día con una parafernalia de primera clase se libera de los grandes pecados de cien vidas. Una persona que observa este ayuno y adora al Señor Viṣṇu apropiadamente está libre de cualquier gran peligro.
«Este ayuno de Ekādaśī agrada tanto al Señor Janārdana que Él lleva a la persona que lo observa de regreso a Su morada, y mientras va allí, el devoto ilumina las diez direcciones universales. Quien desee belleza y felicidad debe tratar de honrar el Haribodhinī Ekādaśī, especialmente si cae en Dvadasi. Los pecados de los últimos cien nacimientos de uno, los pecados cometidos durante la niñez, la juventud y la vejez en todas esas vidas, ya sean pecados secos o húmedos, son anulados por el Señor Supremo Govinda si uno ayuna con devoción en Haribodhinī Ekādaśī.
«Haribodhini Ekādaśī es el mejor Ekādaśī. Nada es inalcanzable o raro en este mundo para quien ayuna en este día, pues da granos de alimenticios, gran riqueza y alto mérito, así como la erradicación de todo pecado, el terrible obstáculo para la liberación. Ayunar en este Ekādaśī es mil veces mejor que dar caridad en el día de un eclipse solar o lunar. Nuevamente te digo, Nāradajī, cualquier mérito que gane alguien bañándose en un lugar de peregrinaje, da caridad, cantar japa, recitar mantras Védicos, realizar sacrificios y estudiar los Vedas, nada más es una diezmillonésima parte del mérito ganado por la persona que ayuna una sola vez en Haribodhinī Ekādaśī. Cualquier mérito que uno haya adquirido en su vida por algunas actividades piadosas se vuelve completamente inútil si uno no observa el ayuno de Ekādaśī y adora al Señor Viṣṇu en el mes de Kārtika. Por lo tanto, ¡Oh, Nārada!, siempre debes adorar al Señor Supremo, Janārdana, y prestarle servicio. Así alcanzarás la meta deseada, la perfección más alta.»
Nārada Munī le preguntó a su glorioso padre: «Oh, padre universal, oh, el mejor de los semidioses, por favor dime cómo observar este Ekādaśī más sagrado. ¿Qué tipo de méritos le otorga a la persona fiel que lo observa?
El Señor Brahmā respondió: «Oh, hijo, una persona que quiera observar este Ekādaśī debe levantarse temprano en la mañana de Ekādaśī, durante la hora brahma-muhūrta [una hora y media antes del amanecer hasta cincuenta minutos antes del amanecer]. Luego debe lavarse los dientes y bañarse en un lago, río, estanque o pozo, o en su propia casa, según lo amerite la situación. Después de adorar al Señor Śrī Keśava, debe escuchar atentamente las sagradas descripciones del Señor. Debe orar al Señor de esta manera: ‘Oh, Señor Keśava, ayunaré en este día, que es tan querido para Ti, y mañana honraré Tu sagrado prasādam. Oh, Señor de ojos de loto, oh, infalible, Tú eres mi único refugio. Amablemente protégeme.’
«Habiendo dicho esta oración solemne ante el Señor con gran amor y devoción, uno debe ayunar alegremente. Oh, Nārada, quien permanece despierto toda la noche en este Ekādaśī, cantando hermosas canciones que glorifican al Señor, bailando en éxtasis, tocando placentera música instrumental para Su placer trascendental y recitando los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa tal como están registrados en las Escrituras védicas fidedignas, esa persona seguramente residirá mucho más allá de los tres mundos, en el reino eterno y espiritual de Dios.
«En Haribodhinī Ekādaśī uno debe adorar a Śrī Krsna con alcanfor, frutas y flores aromáticas, especialmente la flor amarilla de agaru. Uno no debe pensar en hacer dinero en este día tan importante. En otras palabras, la codicia debe cambiarse por caridad. Este es el proceso para convertir la pérdida en un mérito ilimitado. Hay que ofrecer muchas clases de frutos al Señor y bañarlo con agua de una caracola. Cada una de estas prácticas devocionales, cuando se realizan en Haribodhinī Ekādaśī, son diez millones de veces más beneficiosa que bañarse en todos los lugares de peregrinaje y dar todas las formas de caridad.
«Incluso el Señor Indra une sus palmas y ofrece sus reverencias a un devoto que adora al Señor Janārdana con flores de agastya de primera clase en este día. El Señor Supremo Harī está muy complacido cuando está decorado con bonitas flores de agastya. Oh Nārada, Yo doy la liberación a aquel que adora devotamente al Señor Kṛṣṇa en este Ekādaśī en el mes de Kārtika con hojas del árbol bel. Y para aquel que adora al Señor Janārdana con hojas frescas de tulasī y flores fragantes durante este mes, oh hijo, yo personalmente quemo hasta las cenizas todo el
pecados que ha cometido por diez mil nacimientos.
«Aquel que simplemente ve a Tulasī Mahārāṇī, la toca, medita en ella, narra su historia, le ofrece reverencias, le reza por su gracia, la planta, la adora o riega, vive eternamente en la morada del Señor Harī. ¡Oh, Nārada!, aquel que sirve a Tulasīdevī de estas nueve maneras, alcanza la felicidad en el mundo superior durante tantos miles de yugas como raíces y subraíces que crecen de una planta madura de tulasī. Cuando una planta de tulasī, completamente desarrollada, produce semillas de tulasī, muchas plantas crecen a partir de esas semillas y extienden sus ramas, ramitas y flores, y estas flores también producen numerosas semillas. Por tantos miles de kalpas como semillas producidas de esta manera, los antepasados de aquel que sirve a tulasī de estas nueve maneras vivirán en la morada del Señor Harī.
«Aquellos que adoran al Señor Keśava con flores kadamba, las cuales Le agradan mucho, obtienen Su misericordia y no ven la morada de Yamarāja, la personificación de la muerte. ¿De qué sirve adorar a otra persona si todos los deseos se pueden cumplir complaciendo al Señor Harī? Por ejemplo, un devoto que Le ofrece flores de bakūla, aśoka y pāṭalī se libera de la miseria y de la angustia mientras exista el sol y la luna en este universo, y finalmente logra la liberación. ¡Oh, el mejor de los brāhmaṇas! Una ofrenda de flores de kannera al Señor Jagannātha le trae al devoto tanta misericordia como la que se obtiene al adorar al Señor Keśava durante cuatro yugas. Aquel que ofrece flores de tulasī [mañjarīs] a Śrī Kṛṣṇa durante el mes de Kārtika recibe más mérito del que puede obtener donando diez millones de vacas. Incluso una ofrenda devocional de brotes de hierba recién crecidos trae consigo cien veces el beneficio obtenido por la adoración ritualística ordinaria del Señor Supremo.
«Quien adora al Señor Viṣṇu con las hojas del árbol samika se libera de las garras de Yamarāja, el señor de la muerte. Aquel que adora a Viṣṇu durante la temporada de lluvias con champaka o flores de jazmín nunca más regresa al planeta Tierra. Quien adora al Señor con una sola flor kumbhi logra la bendición de donar un lingote de oro [doscientos gramos]. Si un devoto ofrece una sola flor amarilla del árbol ketakī, o manzano de madera, al Señor Viṣṇu, quien monta sobre Garuḍa, se libera de los pecados de diez millones de nacimientos. Además, aquel que le ofrece al Señor Jagannātha flores y también cien hojas untadas con pasta de sándalo roja y amarilla ciertamente llegará a residir en Śvetadvīpa, más allá de las coberturas de esta creación material.
«¡Oh, el más grande de los brāhmaṇas, Śrī Nārada! Después de adorar así al Señor Keśava, quien que otorga toda felicidad material y espiritual, en Haribodhinī Ekādaśī, uno debe levantarse temprano al día siguiente, bañarse en un río, cantar japa de los santos nombres de Kṛṣṇa y rendir amoroso servicio devocional al Señor en el hogar lo mejor que uno pueda. Para romper el ayuno, el devoto primero debe ofrecer un poco de prasādam a los brāhmaṇas y solamente después, con su permiso, comer algunos granos. A partir de entonces, para complacer al Señor Supremo, el devoto debe adorar a su maestro espiritual, el más puro de los devotos del Señor, y ofrecerle comida suntuosa, buena ropa, oro y vacas, según los medios del devoto. Esto ciertamente complacerá al Señor Supremo, el sostenedor del disco.
«Luego, el devoto debe donar una vaca a un brāhmaṇa, y si el devoto ha descuidado algunas reglas y regulaciones de la vida espiritual, debe confesarlas ante los devotos brāhmaṇas del Señor. Entonces el devoto debe ofrecerles algo de dakṣiṇā [dinero]. Oh, rey, aquellos que han tomado una cena en Ekādaśī deben alimentar a un brāhmaṇa al día siguiente. Eso es muy agradable para la Suprema Personalidad de Dios.
«Oh, hijo, si un hombre ha ayunado sin pedir permiso a su sacerdote, o si una mujer ha ayunado sin pedir permiso a su marido, el o ella deben donar un toro a un brāhmaṇa. La miel y el yogur también son regalos apropiados para un brāhmaṇa. Alguien que ha comido solo frutas en Ekādaśī debe donar frutas al día siguiente. El que ha ayunado con aceite debe dar ghee en caridad, el que ha ayunado con ghee debe donar leche, el que ha ayunado de granos debe donar arroz, el que ha dormido en el suelo debe donar una cama con una colcha, el que ha comido en un plato de hojas debe donar una olla de ghee, quien ha permanecido en silencio debe donar una campana, y quien ha ayunado de sésamo debe dar oro en caridad y alimentar a una pareja de brāhmaṇas con comida suntuosa. Un hombre que quiera prevenir la calvicie debe donar un espejo a un brāhmaṇa, uno que tenga zapatos de segunda mano debe donar zapatos y uno que haya ayunado de sal debe donar un poco de azúcar a un brāhmaṇa. Durante este mes todos deberían ofrecer regularmente una lámpara de ghee al Señor Viṣṇu o a Śrīmatī Tulasī-devī en un templo.
«Un ayuno de Ekādaśī está completo cuando uno ofrece a un brāhmaṇa cualificado una vasija de oro o cobre llena de ghee y mechas de ghee, junto con ocho vasijas de agua que contienen algo de oro y están cubiertas con telas. Aquel que no pueda permitirse estos regalos, al menos debe ofrecerle a un brāhmaṇa algunas palabras dulces. Aquel que lo haga seguramente obtendrá el beneficio total del ayuno en Ekādaśī.
«Después de ofrecer sus reverencias y pedir permiso, el devoto debe comer su comida. En este Ekādaśī, Cāturmāsya termina, así que todo lo que uno abandonó durante Cāturmāsya ahora debe ser donado a los brāhmaṇas. Aquel que sigue este proceso de Cāturmāsya recibe mérito ilimitado, ¡Oh, rey de reyes!, y va a la morada del Señor Vāsudeva después de la muerte. Oh, rey, cualquiera que observe Cāturmāsya por completo, sin interrupción, alcanza la felicidad eterna y no recibe otro nacimiento. Pero si alguien rompe el ayuno, o se vuelve ciego o leproso.
«Así les he narrado el proceso completo para observar Haribodhinī Ekādaśī. Alguien que lee o escucha acerca de este Ekādaśī logra el mérito ganado al donar vacas a un brāhmaṇa cualificado».
Así termina la narración de las glorias de Kārtika-śukla Ekādaśī – también conocida como Haribodhinī Ekādaśī o Devotthāni Ekādaśī – del Skanda Purāṇa.
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bhagavatdharmasamaj · 6 months ago
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Hoy, 16 de agosto, es Putradā Ekādaśī Vrataṁ
«En los albores de Dvāpara-yuga vivía un rey llamado Mahijita, que gobernaba el reino de Māhiṣmatī-purī. Como no tenía hijos, todo su reino le parecía completamente triste. Un hombre casado que no tiene hijos no obtiene felicidad en esta vida ni en la próxima. Durante mucho tiempo este rey intentó con todas sus fuerzas conseguir un heredero, pero fue en vano. Al ver que sus años avanzaban cada vez más, el rey Mahijita se puso cada vez más ansioso...»
Lea la historia completa de este Ekādaśī en el siguiente enlace:
https://www-krsna-org.translate.goog/event/putrada-ekadasi-vrata%e1%b9%81-srava%e1%b9%87a-sukla-pak%e1%b9%a3a/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=wapp
¡Ekādaśī Maharani ki jai!
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bhagavatdharmasamaj · 10 months ago
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Pāpamocanī Ekādaśī Vrataṁ – Caitra kṛṣṇa pakṣa
Yudhiṣṭhira Mahārāja dijo: “Oh Señor Supremo, he oído de Ti la explicación del Āmalakī Ekādaśī, que ocurre durante la quincena luz del mes de Phālguna [febrero-marzo], y ahora deseo escuchar acerca del Ekādaśī que ocurre durante el mes de Phālguna. quincena oscura del mes de Caitra [marzo-abril]. ¿Cuál es su nombre, oh Señor, y qué resultados se pueden obtener al observarlo?...
Lea la historia completa en:
https://www.krsna.org/event/papamochani-ekadasi-vratam/
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bhagavatdharmasamaj · 11 months ago
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BRAHMOTSAVA FESTIVAL HIGHLIGHTS | MARCH 15 2024
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Mahamandaleshvar Mahant Kṛṣṇa Balarām Swami Prabhupad, Fundador-Āchārya de Bhāgavat Dharma Samāj
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bhagavatdharmasamaj · 11 months ago
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Goura Purnima en Sri Sri Radha Govinda Mandir, 25 de marzo, 2024
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bhagavatdharmasamaj · 11 months ago
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Hace unos quinientos años, Dios apareció con la vestimenta de Su propio devoto llamado Chaitanya Mahāprabhu. Su aparición como devoto de Dios fue predicha en muchas escrituras védicas escritas hace cinco mil años. Las predicciones sobre la aparición del Señor Chaitanya Mahaprabhu se mencionan en el Srimad Bhagavatam, el Mahabharat, el Vayu Purana y en muchas otras escrituras védicas, incluidos varios Upanisads...
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bhagavatdharmasamaj · 11 months ago
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Āmalakī Ekādaśī Vrataṁ – Phālguna-śukla pakṣa
El rey Mandhata le dijo una vez a Vasistha Muni: “Oh, gran sabio, ten la bondad de tener misericordia de mí y hablarme de un ayuno sagrado que me beneficiará eternamente”.
Vasistha Muni respondió: “Oh rey, por favor escucha mientras describo el mejor de todos los días de ayuno, Amalaki Ekadasi. Aquel que fielmente observa un ayuno en este Ekadasi obtiene enormes riquezas, se libera de los efectos de toda clase de pecados y alcanza la liberación...
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an-infinite-scream · 11 months ago
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Cuando tomas conciencia de que todo es sagrado, porque todo es creado por Kṛṣṇa, en todo está presente Kṛṣṇa, y todo le pertenece a Kṛṣṇa, entiendes no sólo la necesidad, sino la belleza intrínseca de los principios y regulaciones que emanan de las escrituras védicas y de los maestros espirituales fidedignos.
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