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mashihope · 4 months ago
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[The Day] || Bangchan, Stray Kids (ESP)
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(This mini moodboard is made by me; I don’t own any of the pics.)
• Miembro: Bangchan
• Grupo: Stray Kids
!! • Aviso: Mención de comida, ligeras implicaciones de problemas de autoestima y/o ansiedad; Y/N es afab para ir a juego con la persona para la que está escrito esto principalmente
• Sinopsis: Ha llegado el día de tu cumpleaños. Tu novio Chan es muy detallista y se ha encargado de planear todo con dos meses de antelación. Desde los regalos hasta las personas a las que va a invitar a la fiesta, porque va a ser un evento inolvidable.
[Nota: Los títulos de las canciones estarán enlazados al vídeo en youtube :) Este escenario es un regalo para @ailenuspot por su cumpleaños que viene bastante tarde, el pastel entró en el horno en el 2022 y acaba de salir ahora, por lo que puede que su sabor ya no sea tan bueno como podría haber sido desde el principio. Sin más que añadir, ¡feliz cumpleaños! <3]
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"Vamos, Y/N, Chris está fuera con el coche. No podemos hacerle esperar más", dijo Hannah tirando de tu brazo, para sacarte de la habitación.
"No puedo, este vestido me queda horrible, ¿tú has visto a tu hermano? Es una obra de arte con piernas. No puedo presentarme con estas pintas", dijiste intentando bajar la cremallera de la espalda para probarte otro.
Hannah te agarró las manos y las sostuvo firmemente frente a ti, frunciendo el ceño.
"Y/N. Primero, no estás horrible, eres y estás preciosa, Chris te seguiría queriendo y viendo igual de bonita aunque fueras a la fiesta con una bolsa de basura como vestido. Y segundo, me ofende muchísimo que ignores esta belleza divina que tengo. ¿De dónde crees que le viene a él?", dijo intentando contener la risa tras las últimas palabras, para, acto seguido, soltarte las manos y darte un par de palmaditas suaves en la mejilla.
Te miraste una última vez en el espejo, intentando procesar las palabras de tu amiga y teniendo un debate interno sobre si realmente sería mejor vestirte con una bolsa de basura en lugar de aquel vestido de tirantes rosa.
Volvió a tirar de tu brazo, aprovechando que estabas distraída y, finalmente, consiguió sacarte de la habitación, ignorando tus protestas. Le seguiste hacia la salida, cogiendo ambos bolsos por el camino para no olvidar nada. Abrió la puerta tras echar un vistazo rápido a la hora en el móvil y apresuró el paso hacia el ascensor, obligándote a hacer lo mismo.
Viste a tu novio apoyado sobre el coche con los brazos cruzados, incapaz de contener la sonrisa que se había formado en sus labios hacía unos minutos al pensar en todo lo que había preparado, imaginando tus ojos brillantes y esa sonrisa que tanto adoraba. Todavía no se había dado cuenta de que habíais salido del edificio y que lo estabais mirando, por lo que siguió soñando despierto. Hannah negó para sí misma tras observarlo durante unos segundos desde lo alto de la escalera.
"Podemos irnos", dijo golpeando suavemente el brazo de Chan con una sonrisa, para llamar su atención, después de pararse delante del coche. Estabas detrás de ella, por lo que tu novio no te había visto todavía.
"Y/N...", dijo Chan con una voz calmada, animándote a salir de tu escondite.
Tus mejillas se tiñeron de rosa cuando vuestros ojos se encontraron. Viste que miles de estrellas empezaron a adornar esos pequeños planetas de tonos café por los que solías orbitar cada día. Sentiste un cosquilleo en el pecho, un sentimiento cálido y familiar, ese que te inunda cuando sabes que estás segura, en tu hogar. El cosquilleo se convirtió en mariposas revoloteando por tu estómago cuando te fijaste en esos pequeños hoyuelos que coronaban sus mejillas como diamantes. Esas mejillas que solías llenar de besos cada mañana, haciendo que el chico se riera bajo tus labios bailarines, incapaz de contenerse debido a las cosquillas que estos le hacían con cada beso fugaz.
Hannah estaba de pie a vuestro lado, apartada, dejando fluir ese pequeño momento lleno de magia. Sus ojos pasaban de su hermano a ti, y de vuelta a él. Sabía que era algo normal entre vosotros y que solía ocurrir cuando os quedabais mirándoos el uno al otro por más de cinco segundos... Pero le costaba acostumbrarse y casi le daban escalofríos.
Ninguno de los dos hablaba. Ese silencio era más que suficiente para ver y entender las miles de palabras que estaban flotando a vuestro alrededor. Miles de palabras sin pronunciar que acariciaban dulcemente el corazón, haciéndolo latir más deprisa. Siempre había sido así. ¿Silencios incómodos? Nunca.
La suave brisa del verano era la única que se hacía oír en aquel momento, recordándoos que no estabais solos, haciendo que vuestra pequeña burbuja de amor y felicidad explotara para devolveros a la realidad.
"Estás preciosa, Y/N", dijo finalmente, todavía sonriendo, para dejar un beso rápido sobre tus labios que, casi sin darte cuenta, hizo que te olvidaras de los pensamientos negativos por un momento.
Hannah hizo un sonido de disgusto, sacando la lengua y empezando a caminar hacia la puerta del coche. "TE LO DIJE", murmuró (en un tono más alto del que pretendía) a través de la ventanilla en tu dirección, al sentarse en uno de los asientos traseros.
Chan la miró por un momento, negando con la cabeza para sí mismo tras dejar escapar una pequeña risa nerviosa. Porque, en efecto, estaba más nervioso de lo que en realidad llegaba a verse. No tenía miedo pero sí le daba miedo que algo pudiera salir mal. No podría perdonárselo nunca.
Al mismo tiempo, tú estabas tan nerviosa que cualquiera podría haber afirmado que te temblaban hasta las pestañas. Tenías una relación de amor-odio con las sorpresas y por más que lo intentaras jamás habrías sido capaz de adivinar todo lo que tu novio había preparado para tu gran día.
Tras comprobar una vez más que todo estaba en orden, Chan puso en marcha el coche y se dirigió hacia el lugar en el que se iba a celebrar la fiesta. A decir verdad, habías salido un poco más tarde de lo previsto, pero decidió no mencionarlo porque después de haber pasado tanto tiempo a tu lado era perfectamente capaz de imaginar los motivos. No quería hacerte sentir culpable por algo así y mucho menos en un día como este.
Tras unos minutos, el semáforo decidió que era un buen momento para haceros parar. Al comprobar la fila de coches que habían delante y que probablemente eso supondría tardar más, Chan empezó a tararear la melodía de una canción, casi sin darse cuenta. Frunciste el ceño cuando empezaste a reconocerla, pero no conseguías recordar cuál era.
"Eso me suena, ¿de dónde era?", preguntaste dirigiendo miradas a ambos. Ninguno de los dos respondió, Chan miró a su hermana a través del reflejo del espejo con una sonrisa culpable, y ella se la devolvió encogiéndose de hombros. "Vale, gracias", dijiste de una forma tan sarcásticamente adorable que Hannah ahogó una risa tras la pantalla del móvil.
"Según mis fuentes, "eso" debería estar listo en media hora", dijo tu amiga en un tono demasiado misterioso para tu gusto, sin levantar la vista del móvil. Chan respondió con un sonido de afirmación al mismo tiempo que asentía con la cabeza lentamente, sin despegar los ojos de la carretera. Los coches empezaron a avanzar y sintió que podía respirar de nuevo.
"¿Por qué tanto secretismo? ¿Me he perdido algo?", preguntaste dirigiendo miradas a ambos mientras fruncías el ceño. El silencio que inundó el interior del coche tras tus palabras fue la confirmación indirecta a tus dudas.
Hannah decidió poner una de sus múltiples "playlist random" con la esperanza de que eso te distrajera y evitaras hacer más preguntas que ninguno de los dos podía responder... Al menos, no todavía. Empezó a bailar en el asiento cuando una de sus canciones favoritas llenó el silencio del coche. Chan movía la cabeza al ritmo de la música.
Poco después, para evitar que el camino se te hiciera largo, Chan decidió que era momento de cambiar la playlist por una suya esta vez. Polaroid Love empezó a sonar, dibujando una inmediata sonrisa en tus labios. Notaste que la mano de Chan te daba un apretón suave y cariñoso en la pierna, como cada vez que sabía que estabas nerviosa.
(...)
Una hora después, levantaste la vista de la pantalla del móvil al sentir que la velocidad del coche empezaba a disminuir. Bajaste la ventanilla del todo para mirar a tu alrededor. Te llegó un olor intenso a flores lo suficientemente tolerable como para respirar profundamente. El lugar parecía ser un hotel casi a las afueras, alejado de todo el ruido del tráfico. Un par de jardines en "miniatura" decoraban la entrada a ambos lados de la puerta principal de la que descendían unos escalones con detalles dorados. A los pies de ésta había un hombre vestido de traje, siguiéndoos con la mirada y sonriendo de oreja a oreja.
"Hemos llegado", dijo Chan, sin añadir una sola palabra. De todos modos, no habría sido capaz de hacerlo, su voz ya empezaba a tener un ligero temblor (del que tú no te llegaste a dar cuenta, todavía admirando las flores)
El coche se paró y el hombre del traje se acercó a la ventanilla de Chan, esperando a que éste saliera. Se saludaron alegremente con un abrazo. No pudiste evitar sentirte confundida, lanzando una mirada a Hannah, pero solo llegaste a ver cómo salía para lanzarse a los brazos de aquel señor.
Chan se dio cuenta de que todavía estabas sentada y se giró. Dejó escapar una sonrisa nerviosa, un tanto culpable quizá.
"Este es Louis, es un viejo amigo de la familia. Es... como un tío para nosotros. Louis, esta es...", empezó a explicar tu novio, abriéndote la puerta y dejándote paso.
"¡Con que esta es la famosa Y/N! ¡Es un placer!", Louis se acercó a ti, seguido de Hannah, "He oído hablar tanto de ti... Ya empezaba a preguntarme quién sería la tal Y/N que tan feliz está haciendo a mi Christopher...", hizo un suave intento de cogerte las manos, atento a cualquier signo de incomodidad, "Te agradezco todo lo que has hecho por él, no puedo evitar sentirme orgulloso de ver en lo que se ha convertido este muchacho después de todo... Y sé que una parte de ello te lo debo a ti"
Tus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Había algo en la voz de aquel hombre... Podías sentir la sinceridad de sus palabras, saliendo desde lo más profundo de su corazón para alegrar el tuyo. Chan reparó en ello de inmediato, acercándote a él para rodearte con sus brazos.
(...)
Tras dejar el coche para que Louis se encargara de buscar un buen sitio para aparcarlo, caminasteis hacia la sala donde se iba a celebrar la fiesta, recorriendo amplios pasillos. Te fijaste en un jarrón de rosas (precisamente, rosas) sobre una mesa. Te giraste para comentarlo con Hannah, pero estaba claro que en algún momento se había quedado atrás.
"Eh... ¿Dónde está Hannah?", giraste completamente, dejando que tus pies empezaran a moverse. Chan tiró suavemente de tu brazo, "No te preocupes, habrá hecho una parada para ir al baño, sigamos adelante"
Lo miraste, tenías la sensación de que estaba mintiendo, pero, ¿por qué? ¿Acaso él tampoco sabía a dónde había ido su hermana? Te hubiera gustado preguntarle una vez más pero él ya empezaba a alejarse y no querías perderte en aquel lugar.
Tras recorrer un par de pasillos y girar unas tres veces, el sonido de la música empezó a acercarse. Pudiste reconocer la canción cuando ya estabais lo suficientemente cerca de las puertas, era Darari, de Treasure. Ciertamente, era una canción que había marcado muchas de vuestras citas, apareciendo cuando menos lo esperabais (en una playlist personal de algún trabajador de la heladería, fans escuchándolo en su móvil...) para convertirla en una canción especial para vosotros.
Chan se paró justo antes de abrir una de las puertas y respiró profundamente. Se giró y buscó en tus ojos cualquier signo de huida inminente, "¿Estás lista? ¿Deberíamos irnos y esperar un momento?"
"Estoy bien, me muero de ganas por ver qué has preparado" te acercaste a él para dejar un beso fugaz en su mejilla. Sus adorables hoyuelos te saludaron una vez más, cualquiera podría haberse dado cuenta en aquel momento de lo feliz que estaba tu novio de estar allí contigo.
Tras coger suavemente tu mano, empujó una de las puertas poco a poco. El sonido de la música aumentó, incluso podías oír a los invitados hablando, algunos riendo animadamente. Chan hizo un gesto para que entrases primero, siendo el caballero que siempre es.
Bajo todo aquel ruido, empezaste a escuchar un leve sonido de golpes en el suelo, uno detrás de otro. No te dio tiempo de intentar averiguar de dónde venía cuando una alegre bola de pelo empezó a moverse entre tus pies.
De no haber sido por Chan habrías acabado en el suelo. La pequeña Berry te había reconocido en el mismo momento que habías entrado por la puerta y no había sido capaz de esperar a que fueras tú quien se acercase. Entre risas y palabras de cariño, intentaste cogerla en brazos. Era evidente el cariño que sentíais la una por la otra.
Acariciando con ternura la cabecita de Berry, empezaste a mirar a tu alrededor. El lugar era muy espacioso, con suficientes mesas para todos los invitados (que hubieras jurado serían menos, pero al parecer te habrías equivocado), una pista de baile e incluso un escenario. El sitio estaba completamente iluminado, desde elegantes candelabros de cristal colgando del techo hasta los enormes ventanales que recogían la cálida luz de la tarde. En cada rincón, podías ver adornos rosas de diferentes tonos que, pese a ello, ninguno quedaba mal a la vista. Eras capaz de distinguir numerosos jarrones parecidos a los que habías ido encontrando de camino a la sala, todos ellos decorados con, una vez más, rosas de color rosa.
Todo aquello rozaba el jardín de un hada de las flores, pero la propia decoración del hotel dejaba claro que estabas presenciando una escena sacada de un cuento de hadas del que tú eras la protagonista y aquel tu palacio, con tu príncipe.
"Chan...", empezaste a decir. Ninguno de los dos habló, él había estado mirándote desde el primer momento, incapaz de disimular esa enorme sonrisa que había aparecido en sus labios al fijarse en el brillo de tus ojos. Era tal y como lo había imaginado, tal vez incluso mejor.
Se acercó a ti, con una mano sobre la cabeza de Berry y otra en tu mejilla, y te besó. Ni todos los postres que hubieran preparado serían tan dulces como aquel beso. Tras separarse de ti, te dedicó otra sonrisa. Miró a su alrededor, buscando a su familia. Vio a sus padres moviendo la mano en el aire, intentando llamar su atención.
Os dirigisteis hacia aquella mesa, todavía llevando a Berry en tus brazos cual bebé. Os habían reservado un par de asientos y, a su vez, habían otros dos asientos libres, sin rastro de sus hermanos.
Intentaste preguntar sobre ello, pero no fuiste capaz. Tras saludar a tus suegros y dejar que Berry descansara sobre una de las sillas vacías junto a la tuya, no tuvisteis tiempo de intercambiar más palabras. El sonido de un micrófono encendiéndose interrumpió todas las conversaciones. La pequeña pareció asustarse, intentaste que estuviera tranquila acariciando su cabeza una vez más.
Todas las cabezas se giraron hacia el escenario, a un lado de las mesas. Sobre él estaban Felix y Minho, saludando a todos con una sonrisa. Algunos de los niños les devolvían el saludo alegremente.
"Me gustaría daros a todos la bienvenida y las gracias por estar aquí. Como ya sabréis, hoy es un día muy especial en el que celebraremos el cumpleaños de una gran persona y amiga para muchos de nosotros", empezó a decir Felix, siempre tratando de mantener su radiante sonrisa. "Es probable que algunos ya hayáis empezado a ojear la pista de baile o incluso dejado caer por el bar pero siento deciros que las bebidas empezaran a moverse a partir de las nueve", dijo Minho, con una de sus tan conocidas expresiones traviesas. Algunos de los invitados parecieron decepcionados tras sus palabras, otros intentaron esconderse en su asiento, visiblemente avergonzados.
"Antes de todo eso, nuestro querido anfitrión se ha encargado de preparar una serie de actividades para que todos podamos pasarlo bien, desde los niños hasta los adultos. Cada uno será libre de elegir dónde participar y, ante todo, cuándo dejar de hacerlo", Felix abrió la pequeña guía que tenía en la mano, animando a los demás a que hicieran lo mismo con las que se encontraban sobre las mesas.
"Siguiendo nuestro lema de libertad, la mayoría de actividades serán aptas para todo el público. Una vez más, cabe destacar que el bar estará cerrado para menores de 20... No, Jisung", Minho lo miró de reojo al ver que empezaba a animarse como un perrito oyendo las palabras "salir a pasear", "tú necesitas un permiso especial, no queremos que se repita la escena sobre la barra de la última vez". Sus palabras parecieron resonar con algunos de los allí presentes, riendo tras imaginar aquello. Jisung, en cambio, intentó esconderse detrás de Changbin, que también reía recordando aquel momento.
"Si seguimos el programa", Felix se dirigió a Minho, dejando salir un tono en su voz que dejaba claro que era importante no salirse del "guión" establecido. Minho ni siquiera se inmutó, simplemente le lanzó una mirada traviesa. "Podremos ver que hay tres momentos marcados en rosa, esos son los más importantes de todo el evento y, como sería de esperar, sería bueno que estuviéramos todos presentes".
"Habrá un adulto en todo momento en las actividades asegurándose de... ¿sí?", Minho levantó la vista de la guía, habiendo visto por el rabillo del ojo que una mano se alzaba. "¿Y si necesito ir a hacer pis en los momentos "rosas"?", un niño de unos seis años que estaba sentado sobre el regazo de su madre habló. "Bueno... Puede ser una excepción, eso es una emergencia, podremos esperar, sí". El niño asintió, satisfecho con la respuesta, para seguir bebiendo su tercer vaso de limonada.
Felix se acercó a Minho y le susurró algo. Éste frunció el ceño, como si no estuviera entendiendo lo que decía su amigo, "¿Cuándo? ¿Ahora?", tapó el micrófono con la mano, intentando evitar que el resto escuchara su conversación. Tosió para despejarse la garganta. "Según me informan, habrá un rincón terapéutico donde unos trabajadores de un refugio estarán hablando sobre algunos gatitos que tienen en adopción, para concienciar a los más pequeños... Y a un servidor, probablemente".
Minho se despidió y bajó rápidamente del escenario, deseoso de llegar al encuentro de aquellos gatos. "Mi compañero se dirige en este momento a ayudar a las personas del refugio para preparar todo, sepan disculparlo, es su punto débil". Felix recogió la guía que Minho había dejado caer al suelo sin darse cuenta y la limpió. "Volviendo al programa, la puerta a los jardines centrales estará abierta en todo momento. En la sala que se encuentra a nuestra izquierda estará el servicio médico para atender cualquier problema que pueda surgir. A la derecha, junto al cuadro de los tigres albinos, hay un pequeño pasillo que lleva a los baños", le guiñó un ojo al niño de la (ya cuarta) limonada, consciente de que esa información le empezaría a ser útil en unos minutos tal vez.
Felix intentó hacer un resumen breve de cada actividad, para que los invitados pudieran empezar a hacer planes. Tras ello, se aseguró de que todas las posibles dudas quedaran resueltas y se despidió, dando comienzo oficial a la fiesta. Se apresuró a acompañar a Minho, sabiendo que era demasiado probable que se hubiera quedado ya jugando con los gatitos, olvidándose de todo.
Chan se giró, miró a sus padres con una sonrisa y luego a ti, "Bueno, ¿qué os parece?". Ellos se miraron, sin saber bien qué responder, "Cariño, ¿has preparado todo esto tú solo?", preguntó su madre. Al ver que el joven asentía con orgullo su padre suspiró, "Christopher, todo esto está muy bien, pero deduzco que no has descansado ni un solo momento..."
"No voy a negarlo. Preparar todo esto ha sido agotador, pero al mismo tiempo me daba toda la energía que necesitaba al imaginar el resultado, esa sonrisa que tanto adoro lo vale todo", dio unas palmaditas sobre tu cabeza para hacer todavía más obvio que hablaba de ti, "además, no podía evitar pensar en ello cada vez que intentaba dormir. Por ahora, solo puedo decir que está mereciendo la pena".
"Christopher... ¿Cuándo has crecido tanto?"
(...)
El tiempo pasó sin darte cuenta, llegando así uno de los momentos importantes (según la guía). Habías pasado la mayor parte en la zona de los gatitos, escuchando la pequeña charla de las personas del refugio y hablando con los niños allí presentes. Sin olvidarnos de los propios gatitos, claro. Hubieras dado cualquier cosa para llevarlos contigo.
Mientras jugabas con un pequeño travieso gris a rayas, sentiste una mano en el hombro. Nunca habrías prestado atención ante esa distracción de no ser porque reconociste el olor de la colonia de inmediato.
"¿Qué estás haciendo, amor?", la cabeza de tu novio se asomó por encima de tu hombro. Podías sentir su respiración sobre tu mejilla por lo que decidiste romper la distancia dejando un beso rápido sobre sus labios.
"Deberías haber sabido que no saldría de aquí en toda la tarde", dijiste intentando parecer inocente. El gato decidió que era buen momento para escapar de tus brazos, aprovechando que no lo estabas mirando, y salió corriendo para saltar sobre uno de los juguetes.
"Fallo mío", Chan sonrió, al menos sabía que habías paseado por todas las zonas de actividades antes de quedarte ahí. La pegatina de mariposa en tu mejilla, el globo con forma de gato y la pulsera de flores delataban que habías pasado bastante tiempo en tres de ellas, de hecho. "Siento decirte que es hora de despedirse...", dijo suavemente, intentando que sus palabras no te afectaran.
"¡ME NIEGO!", te cruzaste de brazos, "es imposible que haya algo mejor que esto. No pienso moverme de aquí".
Chan te miró con una sonrisa traviesa, convencido de que todo este tiempo a tu lado había sido suficiente como para tener algunos trucos guardados bajo la manga. Se aseguró de que nadie os estaba prestando atención para intentar dejar un beso en tu cuello. El resultado fue automático, pudo sentir como un escalofrío recorría tu espalda.
"¡CHRISTOPHER BAHNG!", te dejaste caer hacia un lado, intentando alejarte de él, mirándolo con una mezcla de enfado y vergüenza. "Oh no, ¡el nombre oficial!", él simplemente rio, observando tu reacción, tan divertida para él.
"¿Cómo te atreves a...?", empezaste a hablar pero un beso te interrumpió. "Y/N, amor mío, tenemos que volver, te aseguro que visitaremos el refugio en otro momento, pero ahora te tienes que despedir", te besó otra vez, intentando convencerte así... Tú y tus puntos débiles.
(...)
Al volver a la sala principal viste que las mesas estaban movidas. Alguien había estado haciendo espacio para que el centro de la sala quedara abierto y libre, para que todos los invitados pudieran estar de pie.
"¿Por qué tengo la sensación de que tú has hecho eso?", dijiste señalando las mesas con la cabeza. Chan siguió tu mirada, no estando completamente seguro de a qué te referías porque técnicamente él había hecho todo. "Oh, eso. Más o menos", soltó una risita nerviosa. "He tenido un poco de ayuda, lo habrías visto si hubieras estado por aquí en algún momento", continuó con cierto tono burlón. Simplemente rodaste los ojos en respuesta.
Felix pasó corriendo por vuestro lado para volver caminando hacia atrás rápidamente. "¿Crees que estamos todos? Minho y yo estamos contando pero no conseguimos ponernos de acuerdo", dijo, visiblemente nervioso.
"Y/N, quédate por aquí, seguramente se unan mis padres a ti si te ven", soltó tu mano y se dirigió hacia el escenario, seguido de su amigo. Subieron de un salto y empezaron a contar de nuevo. Podías verlos hablando desde donde estabas, pero no podías escucharlos. Felix fruncía el ceño. Changbin entró llevando en brazos a una niña con la cara llena de chocolate. Poco después, una mujer apareció acompañada de Seungmin.
"¡Youngseo!", la mujer soltó el brazo de Seungmin y caminó rápidamente hacia Changbin. "¡¿Se puede saber dónde te habías metido?!"
Por lo poco que llegaste a entender, la niña había estado jugando en el jardín con sus hermanos, se escapó para comer alguno de los postres a escondidas de sus abuelos y para deshacerse de las pruebas intentó encontrar los baños. Changbin la había encontrado andando sola por otro de los pasillos, pero ella no parecía estar asustada. De hecho, había olvidado casi por completo su misión y se había dispuesto a irse de aventuras por el hotel.
La mujer, que al parecer era su abuela, se había vuelto loca buscándola. Seungmin la había acompañado a ver al servicio médico mientras Changbin buscaba a su nieta. Sus hermanos (que eran mayores que la pequeña) ni siquiera se habían dado cuenta de su ausencia.
Changbin las acompañó a los baños para que la niña pudiera lavarse la cara, haciendo que la frustración de Felix aumentara. Chan observaba la desesperación de su amigo con una ligera sonrisa, había algo en los gestos de Felix que encontraba ciertamente divertido. Le puso una mano en el hombro y se apartó.
"Bien, atención, me gustaría comprobar que estamos todos presentes a excepción de tres personas", decidió acercarse al micrófono, saltándose sus propias normas. La gente empezó a mirarse entre sí, confundida ante el tono del chico.
Changbin volvió, Felix se llevó las manos a la cabeza al ver que iba solo. De no ser por el guiño de su amigo habría empezado a gritar. Detuvo su cuenta mental (una vez más) al ver que la señora entraba llevando a su nieta de la mano.
Se aclaró la garganta cuando Minho se puso a su lado, "Ahora que estamos todos, me gustaría...", para su mala suerte, el niño de la limonada se levantó de un salto, antes sentado en el suelo durante la espera. "¡Esperad!", dejó caer el vaso de plástico vacío y salió corriendo en dirección a los baños.
Felix miró a sus amigos con los ojos como platos, a punto de poner en práctica alguno de los actos malvados de Minho. Changbin empezó a reírse desde donde estaba, contagiando a otras personas en el proceso.
Unos minutos después, el niño volvió, andando tranquilamente. Cuando éste se dio cuenta de las miradas que le dirigían Felix y sus padres se apresuró a volver junto a ellos.
Felix y Minho intercambiaron miradas y asintieron a la vez, dispuestos a empezar por fin. "¿Estamos todos aquí ya?", preguntó Minho, observando atentamente a los invitados. Después miró a Chan, que le respondió con un pulgar hacia arriba. "En ese caso, y tal como habíamos anunciado, ha llegado uno de los momentos más importantes del día. Hemos intentado asegurarnos previamente de que no hubiera problemas, pedimos disculpas de antemano".
"Y ahora, démosle la bienvenida a nuestro querido chico de las flores", añadió Felix, sonriendo en tu dirección para intentar mandarte una señal de seguridad. Hacía bastante tiempo que se había fijado en todas esas nubecitas invisibles a tu alrededor, haciendo demasiado obvios tus nervios.
Minho bajó del escenario, seguido de Felix, y dejaron a Chan esperando, balanceándose sobre sus pies. Sus nervios eran cada vez más visibles, incluso habría jurado que eran mayores que todos aquellos provocados durante las actuaciones y conciertos.
Todos se giraron al oír la puerta abrirse a sus espaldas y los altavoces se llenaron de la voz de Hyunjin tarareando la melodía de una canción (que nadie reconoció de primeras), con un ramo de rosas enorme sujetado entre su brazo y su pecho, empujando un carro con el brazo libre, lleno de flores diferentes a las del ramo.
Caminó por el medio de la sala, en el espacio que habían dejado todos para que pasara. Dejó el carro a los pies del escenario y subió con el ramo todavía entre sus brazos. Hizo un gesto a su amigo con la cabeza a modo de saludo, sonriendo de forma que sus ojos estaban a punto de cerrarse. Tenían un brillo mágico, casi tan brillantes como las luces del lugar.
Chan dio un pequeño salto para bajar del escenario, cogió el micrófono que le tendía Hyunjin, y se acercó al carro de flores. Su mano vagó por el pequeño jardín, indeciso, pero poco después, tras coger un tulipán amarillo, esto fue la señal necesaria para que empezara a sonar la música.
Fue entregando flores a los invitados mientras cantaba alegremente I'm Yours*. Cada entrega parecía no tener ningún significado de primeras, pero, cualquiera que hubiera prestado la suficiente atención al tipo de flor y a la persona en cuestión se habría dado cuenta de que todo estaba perfectamente planeado en la cabeza de Chan.
Hubo reacciones de todo tipo, desde señoras sonrojadas hasta niños sonriendo de oreja a oreja. Incluso Berry recibió una flor de peluche, pensada específicamente para ella. La pequeña ladró alegremente a modo de agradecimiento, haciendo sonreír al joven.
En cierto momento (y tras repartir todas las otras flores), tu novio se acercó a ti, mirándote a los ojos. Solo quedaba el gran ramo de rosas que, al parecer, había reservado para ti. Entre ellas, podían verse pequeñas fotos (en las que aparecíais los dos) que él había elegido para añadir al ramo. Antes de dártelo, sonrió mirando hacía el suelo, sintiendo una repentina timidez. Después, puso el ramo sobre tus manos y te besó, sin importarle nada ni nadie.
Tras separarse de ti, volvió a mirarte con esa sonrisa tímida. Al ver tus mejillas sonrojadas pasó su mano dulcemente por una de ellas. Le parecía una de las cosas más adorables que había visto en toda su vida. Ni siquiera te salían palabras, solo parpadeabas, todavía confundida.
(...)
Minho y Felix volvieron al escenario. Felix lucía con orgullo la margarita que Chan le había entregado, adornando su dorada cabecita. Ambos sujetaban una serie de tarjetas que iban a usar. Esta vez, Jeongin se unió a ellos.
Tras acercarse de nuevo al micrófono de pie, comentaron animadamente la reciente entrega. Jeongin afirmaba que había estado a punto de derramar un par de lágrimas pero que el sentimiento había sido tan fuerte que éste se lo había impedido.
Empezaron a usar las tarjetas como guía, charlando con el público sobre diferentes anécdotas y momentos que Chan les había ofrecido días antes del evento. Tras ellos, una gran pantalla dejaba ver algunas fotos o vídeos relacionados. Recuerdos graciosos, adorables, todo aquello que el joven había querido compartir con los invitados. Pequeños trozos de un amor puro que no fallaron en sacar reacciones, desde "oooh" hasta risas sinceras que parecían salir de lo más profundo de un corazón contagiado por la felicidad que Chan estaba sintiendo en aquel momento.
Al acabar, hicieron una pequeña y rápida actuación, guardando silencio unos segundos y mirando en varias direcciones (lo cual provocó que varias personas hicieran lo mismo). "¿Qué es eso tan dulce que huelo?", preguntó Jeongin, "¿Quizá son los efectos secundarios de todo lo que acabamos de ver y escuchar?", respondió Felix, negando animadamente con la cabeza. Minho se posicionó en medio de ellos y posó ambas manos sobre sus cabezas, "Tal vez deberíamos investigar este suceso, a lo mejor el culpable aparece y resuelve nuestras dudas".
Una vez más, la puerta se abrió, dejando paso a un pastel de tres pisos, elegantemente adornado con flores y mariposas. En lo alto, dos velas indicaban tu nueva edad. Tras él, dirigiendo el carrito, tu amiga Hannah intentaba esconder sus significativos ojos rojos tras una sonrisa. A su lado, ayudando a su hermana, iba Lucas, el menor de los hermanos, a quien no parecía importarle lo más mínimo que los ríos que bajaban por sus mejillas fueran vistos por los invitados.
La suave melodía que llenaba la sala no fue capaz de amortiguar los continuos sollozos del chico, que acabaron contagiando a Hannah de nuevo. Hicieron su mejor esfuerzo para dejar el pastel junto a la mesa de la comida, para después ir a refugiarse en los brazos de sus padres, quienes fingían no estar emocionados ante la escena. La pequeña Berry se acercó lentamente para lamer con cariño la pierna de sus dos dramáticos humanos.
El brillo de las luces empezó a bajar lentamente, dejando únicamente dos focos iluminando la sala. Uno de ellos se centraba en el escenario, bajo el que esperaba pacientemente tu novio. Bajo el otro estabas tú, temblando más que cualquiera de los flanes o la gelatina que había en la mesa de postres.
Chan hizo un gesto a los encargados del sonido, respiró profundamente y la música empezó a sonar. Pudiste sentir como una pieza encajaba en otra en tu cerebro para formar un pequeño puzzle; la melodía que tanto él como Hyunjin habían tarareado era nada menos que Marry You**. Pese a ello, no fuiste capaz de comprender ni procesar nada de lo que estaba pasando, tus pensamientos seguían en la reciente escena de los hermanos.
(...)
La canción acabó, los invitados aplaudieron eufóricos ante la energía que había creado Chan sobre el escenario intentando animar el momento, consciente de que algunos de ellos habían sucumbido previamente ante la emoción. Miró a su izquierda y vio a sus amigos llorando en un rincón, incluso Minho había dejado caer su fachada de "tipo duro".
"Oh, siento destrozar el momento, espero que mi amigo H.ONE sepa animar el ambiente después en la pista de baile", dejó escapar una risa nerviosa, algunos de los invitados respondieron con risas también. Otros intentaron animarlo, conscientes de la importancia del momento. "Se agradece, casi me ha parecido que estaba en medio de un concierto", volvió a reír.
"A ver, bueno, creo que debo intentar encontrar las palabras adecuadas, esperad", algunos niños encontraron graciosos los sonidos que estaba dejando salir por los nervios, él no pudo evitar sonreír ante esto. Respiró profundamente, "Bien, creo que lo tengo". Se aclaró la garganta y empezó a hablar.
"Hace mucho tiempo, yo solía ser alguien que era completamente incapaz de imaginar que era posible recibir todo lo que yo intentaba dar a los demás. Siempre he sido el tipo de persona que hacía todo lo posible por hacer felices a los demás, dejándome a un lado a mí mismo. A su vez, no era consciente de que otras personas intentaban hacer lo mismo por mí, siempre insistiendo en que yo no necesitaba nada de eso. Poco a poco, y gracias a mi familia, amigos y fans, fui descubriendo que todo eso era posible. Fui aprendiendo a aceptarlo, pues todavía había momentos donde quería rechazarlo de forma inconsciente. Y, un día y sin darme cuenta, llegaste tú, Y/N. Me gusta pensar que llegaste como un milagro y te quedaste como un sueño. Sería una mentira decir que en aquel momento yo ya estaba "curado", de hecho, apareciste en un momento bastante oscuro de mi vida. No es algo de lo que suela hablar, pero empezaste a iluminar mi oscuridad sin darte cuenta. Había algo en esa contagiosa sonrisa, esa forma de decir mi nombre, esos dulces ojos... que me hacía querer quedarme a tu lado sin importarme nada ni nadie. Creo que ni siquiera lo pensé demasiado, pedí muchos consejos a mis compañeros, pero nunca dudé que eso era lo que realmente quería hacer. Afortunadamente, todos ellos me apoyaron, diciéndome en todo momento que me encontraban más feliz, más libre, más cómodo con mi vida. Nunca olvidaré aquel momento, con tus ojos brillantes y tus lágrimas sinceras, tras decirte por fin lo que sentía. Nunca cambiaría por nada del mundo todos estos momentos que hemos compartido juntos hasta hoy. Abrir los ojos por la mañana y verte descansando pacíficamente a mi lado es suficiente para dibujar una sonrisa en mi cara y llenarme de energía ante el nuevo día. Tus brazos son el refugio que ansío cada vez que me siento perdido, mientras que tus ojos me ayudan a encontrarme de nuevo, siendo mi guía para llevarme a ese lugar especial al que solo nosotros podemos entrar..."
Se detuvo en el medio del escenario, después de haber estado andando nerviosamente y suspiró, haciendo una pausa para volver a ordenar sus pensamientos. Sonrió, ni siquiera estaba siendo capaz de mirarte, pero podía imaginar tu cara de confusión y tus mejillas sonrojadas, una vez más. Decidió seguir.
"Tras este largo monólogo, te pido disculpas, pues nunca nada de lo que pudiera decir sería suficiente para decirle al mundo lo muy enamorado que estoy de ti, mi princesa. Tantas palabras como estrellas en el universo son las que necesitaría para decirte cuánto te amo y lo feliz y brillante que haces mi vida. Y es por esto que, dado que sin ti nunca nada sería igual", hizo una breve pausa para respirar hondo y descender hacia el suelo (recibiendo como respuesta sonidos de los invitados en señal de sorpresa y emoción), tras doblar una pierna y apoyar la otra, y sacó una pequeña pero significativa cajita del bolsillo de su chaqueta, para abrirla en tu dirección (con un ligero pero notable temblor en las manos y una sonrisa tímida en los labios),
"¿me harías el gran honor de casarte conmigo?".
[*versión original de I'm Yours / Marry You || **una versión diferente en cada palabra]
♡ Playlist oficial: (es recomendable leer primero el escenario)
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cheekynoona · 5 years ago
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Random reactions:
• (IKON) Jinhwan al tener que hacer el pepero game contigo
Sus manos temblarían ligeramente y empezaría a sudar como suele hacerlo cuando se pone demasiado nervioso, tomaría el pepero entre los dedos de su mano derecha, y lo situaría entre su boca, para luego posar su mano izquierda en tu hombro y acercarte a él. Nerviosamente comezaría a comer el pepero de su parte al igual que tú, y cuando quedara un insignificante de éste, no dudaría ni un segundo e impactaría sus rosados labios contra los tuyos dándote un beso rápido para después entrar en pánico y tirarse al piso mientras escuchaba los gritos por parte de los chicos y veía tu rostro completamente rojo.
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• (ASTRO) Sanha queda flechado por ti en un fanmeeting
En el momento que sus ojos se posaron en ti no pudo evitar sentir esa corriente eléctrica pasar por su columna vertebral, eras realmente hermosa para su ojos, y sin duda se notaba que no eras de Corea porque tus rasgos te delataban.
Se mantendría más tranquilo que de costumbre, ni siquiera se le pasaría por la cabeza la idea de molestar a algunos de sus hyungs en ese momento, solo querría obtener un poco de tu atención, se pasearía de un lado al otro en el auditorio durante el fanmeeting, sin dudarlo pasaría más veces por donde te encontrabas, e interactuaría con las fans que se encontraban ahí, pero más que nada se centraría ti.
Al final cuando los chicos estuvieran repartiendo dulces de despedida, tú serías la primera en recibir uno de su parte, junto con un "espero poder verte otra vez" en un pequeño susurro.
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• (STRAY KIDS) Primera cita con Bangchan
Cafetería, hablar de trabajo, música, tomarse de las manos.
Bangchan no era el tipo de persona que le gustaba intimar demasiado con alguien en la primera cita, le espantaría un poco de que no funcionara y que él ya haya hablado demasiado. Pero contigo esa preocupación no existiría, Chan ya te conocía hace un largo tiempo y lo único que querría es que lo conocieras al máximo, te contaría hasta lo más confidencial para él, confiaba en ti más de lo que confiaba en sí mismo.
En algún momento tomaría una de tus manos y la mantendría entre las suyas, brindándote calor y pequeñas caricias con su pulgar, mientras que te miraba con una pequeña sonrisa en sus labios. La diferencia de tamaños entre sus manos y las tuyas sería simplemente adorable.
Una primera cita con Chan sería una de esas experiencias que no se vuelven a repetir.
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• (BTS) Yoongi reaccionando a tu cabello rizado
Cuando se encontraba aburrido le resultaba relajante acariciar tu cabello, amaría en secreto tomar alguno de tus rizos para tirar suavemente de el y ver como vuelve a su forma natural una y otra vez.
Cada vez que salieras del baño luego de darte una ducha, él se ofrecería a peinar tu cabello, de cierto modo lo haría por ti, porque odiaba verte sufrir a causa de tu cabello, y también lo haría por él porque a veces le irritaba escuchar tus quejidos.
Siempre que tuviera la oportunidad, intentaría comprarte uno que otro accesorio para el cabello cada vez que viajara a otro país, porque sabía que amabas esos pequeños pero significantes regalos.
Seguramente él cuidaría más de tu cabello que tú misma.
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• (EXO) Chanyeol reaccionando a ti usando su ropa
Cada vez que usaras alguna de sus sudaderas no podría evitar morir de ternura una y otra vez, Yeol siempre solía usar sudaderas de dos o tres tallas más grandes, si a él ya les quedaba grandes a ti te quedaban gigantes.
―Bebé, creo que eso no de tu talla, estás desapareciendo dentro de mi sudadera. ―diría soltando una carcajada al ver como aquella prenda llegaba casi hasta tus pies―.
Luego de verte por primera vez con una de sus sudaderas, compraría sudaderas de pareja para ambos, y la tuya definitivamente sería oversize, porque había notado que siempre elegías la ropa más grande que tenía él.
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NINGÚN GIF ME PERTENECE.
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nctdream-boat · 4 years ago
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Can you please do a dating scenario with “I don’t speak that language and you know it you butt,” with the reader being a Spanish speaker? With Bangchan please, thank you :)
Can you please do a dating scenario with “I don’t speak that language and you know it you butt,” with the reader being a Spanish speaker? With Bangchan please, thank you :)
25. “I don’t speak that language and you know it you butt.”
Plot: You and Chan get into a little disagreement so you start speaking Spanish so he doesn’t know what you’re saying 
A/N: Chan x G/N Spanish Speaking reader,,, Y/n sassy tehe 🙃,, n i’m sorry if the Spanish sucks i’m not fluent✌🏽 i learned from listening to friends talk n i used google translate for some n honestly this is some shit i’m so sorry but i just didn’t know what to do 😔
Warnings: Cursing; angst if you squint; hella short
“You know what? Forget it, it doesn’t even matter.”
“It does matter Y/n, stop being like that” Chan sighs out looking as if this is the last thing he would be “arguing” about. And it probably was. But it’s not like you both are even arguing like that, it's just a disagreement over why he’s getting so worked up on you going out with friends. 
“Dude, I dont get why you’re so mad, but I honestly don’t give a fuck.” you roll your eyes walking away from your boyfriend to go get dressed, making it very clear that you’re winning this little argument.
You and Chris usually speak in English as that was just easier for the both of you, but it was not secret to him that you spoke Spanish as well. You would often talk to friends in Spanish on the phone or even randomly just speak in the language when talking to yourself. 
“Y/n” he calls for you but you keep walking away.
“I’m done with this conversation Chris, you’re picking.” you say gently as to not come off as irritated.
“YOU may be done but I'M not,” he follows you reaching for your wrist and turning you around so you are facing him.
“¿Qué?” you switch up on him so you don’t have to deal with this anymore.
“Y/n, don’t do this, please.” he looks at you almost defeated yet you still hold your ground as you still stand with wanting to go out with friends.
“Oop, no te entiendo.” you say, pursing your lips. 
“I dont speak that language and you know it, you butt.” he whines and pouts hoping it would sway you. Yet again you hold your ground.
“Salgo esta noche y no me vas a parar.” you tease pulling away from his grip. 
He sighs exapseratitly and starts to give up.
“Te amo, mi vida.” you say gently giving him a kiss on the forehead and walking to the bathroom to finish getting ready. 
“I love you too, Y/n.” 
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mashihope · 2 years ago
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[Goodbye tests, hello summer! 1/2] || Bangchan, Stray Kids
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• Miembro: Bangchan
• Grupo: Stray Kids
• Aviso
• Sinopsis: El curso está a punto de acabar, solo te quedan tres exámenes para ser libre durante el verano. La parte mala es que son todos el mismo día... Y la parte todavía más mala es que ese día es mañana. Tu novio, Chan, te está animando más que nunca para que te salgan bien.
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"¡No puedo seguir con esto!", dijiste tirándote en la cama con el libro sobre la cara. "¡Estoy harta!"
"Y/N. Aún no hemos terminado. Si acabamos pronto te dejaré elegir la próxima película cuando vayamos al cine.", dijo Chan sentándose en el borde de la cama. "No. Me niego. Como vea una sola ecuación más voy a lanzar el libro por la ventana.", dijiste sentándote de golpe amenazando con tirar el libro al otro lado de la habitación. "Mira, justamente, toda esa energía que quieres emplear en romper el cristal de la ventana, la puedes usar para seguir estudiando.", dijo quitándote el libro de las manos, sabiendo que eras capaz de hacerlo.
Te dejaste caer otra vez sobre la cama, tapándote la cara con las manos. "¿Y si no soy lo suficientemente buena y suspendo los tres? ¿Y si no me acuerdo de nada cuando tenga la hoja delante? ¿Y si...?" "Bueno...", te interrumpió y cruzó los brazos, "En ese caso me aseguraré de no volver a decirte nada sobre ir al cine en todo el verano. Porque te quedarás estudiando hasta que empiecen las clases otra vez." "¡Chan! ¡No es justo!", te levantaste una vez más y agarraste su brazo, protestando. "Lo que no es justo es que estés perdiendo el tiempo quejándote en vez de estar estudiando para evitar eso de lo que te estás quejando precisamente. Levanta el culo de la cama y ponlo sobre la silla antes de que me enfade y te deje aquí sola con todos los libros y los apuntes.", decía al mismo tiempo que tiraba de ti para llevarte de nuevo al escritorio.
"Eres insoportable a veces.", murmuraste mirando el cuaderno tras hacer un sonido de disgusto. "¿Cómo dices, Y/N?", la cara de Chan se asomó por encima de tu hombro, frunciendo el ceño. "¡Decía que te quiero mucho! ¡Tanto que voy a seguir repasando la parte esta de las ecuaciones!", señalaste varias veces el cuaderno, tocándolo de forma agresiva. "Eso pensaba.", se separó de ti y volvió a sentarse en el suelo, ordenando la montaña de apuntes que habías dejado en un rincón. (...) "Eh, Y/N, la cena está lista, puedes...", hizo una pausa después de mirarte, cerrando la puerta a sus espaldas. Se acercó a ti y se sentó a tu lado, en el suelo. "Has terminado por hoy. Siempre te digo lo mismo, pero, no necesitas sacar la nota más alta de la clase, solo tienes que aprobarlo.", empezó a decir mientras te acariciaba la cabeza. Te habías rendido un cuarto de hora atrás, poco después de que Chan saliera para preparar la cena. Tus padres no habían llegado todavía y había preferido encargarse él de eso y dejarte tranquila para que pudieras seguir estudiando. Pero, de un momento a otro, el estrés había llamado a tu puerta una vez más y habías dejado todo de lado para sentarte en el suelo a llorar, con la cabeza sobre los brazos y estos sobre las rodillas. "Es inútil. Voy a suspender.", pensabas una y otra vez. "Has hecho todo lo que has podido y más... Aunque hayas sido tan cabezota y te hayas rendido cada día unas... ¿Seis veces?", negó para sí mismo y dejó descansar la mano sobre tu hombro. "Míralo por el lado positivo." Levantaste la cabeza para mirarlo durante unos segundos, con los ojos hinchados y rojos. Las lágrimas seguían cayendo por tus mejillas y Chan las secó suavemente con el pulgar. "No hay nada positivo en esto.", dijiste volviendo a bajar la cabeza. "Sí lo hay. Mañana harás los exámenes, después de eso podrás descansar, y cuando recibas los resultados te darás cuenta de que estabas exagerando porque habrás aprobado los tres.", dijo dejando un beso dulce en lo alto de tu cabeza. "Piensas que soy más inteligente de lo que soy en realidad.", dijiste limpiándote los ojos con las manos, dejando ver tus mejillas sonrojadas por el beso. Chan dejó escapar una risita al darse cuenta. "Bien, hagamos algo. Si apruebas, ¿hay algo que quieras o algún sitio al que quieras ir?", dijo confiando en tu respuesta. "¿Recuerdas ese parque de atracciones al que fueron Minho y Jisung hace un mes?", Chan asintió en silencio, intentando esconder la sonrisa que se estaba empezando a formar en sus labios, "Bueno, me habría gustado ir. El problema es que anoche estuve intentando pedir las entradas por internet y estaban agotadas... Así que, olvida eso. Minho me dijo que abrieron hace poco una cafetería de esas con gatos por aquí cerca. ¡Tenemos que ir!"
Chan te dedicó una sonrisa finalmente y se levantó, tendiéndote una mano, "Levántate, es hora de cenar." (...) Ha llegado el día. Estás delante de la puerta, en cuanto pases por ella te enfrentarás al primer examen. "Quiero que entres y salgas de aquí sin arrepentirte de nada, ¿vale?", dijo Chan poniendo las manos sobre tus hombros con una expresión seria. "¿Y si...?", empezaste a decir de nuevo y Chan puso un dedo sobre tus labios, interrumpiéndote. "No. Vas a entrar ahí y te vas a comer el examen." Tu barriga dejó escapar una queja, recordándote que los nervios no te habían dejado desayunar. Chan soltó una carcajada, "No lo decía tan literal." Te apoyaste sobre la pared, deseando que el timbre sonara por fin para poder entrar y empezar el examen. "¿Qué pasará si suspendo todo? ¿Me quedaré aquí otro año mientras tú vas a la universidad?" "En ese caso me acordaré de cobrarte las clases particulares para el próximo curso.", se encogió de hombros, con una sonrisa. "¡Oye!", le diste un golpe en el brazo, haciendo que se riera. "Al menos tendré más dinero para comprarte algo que te guste.", volvió a reírse. Estabas a punto de darle otro golpe cuando el timbre sonó. "Salvado por la campana.", dijiste girándote hacia la puerta. "Suerte. Lo vas a hacer bien, cariño, ya lo verás. Confío en ti. Nos vemos a la salida.", lo viste alejarse por el pasillo, después de darte un beso en la mejilla. "Suerte a ti también...", murmuraste cuando ya no te podía escuchar. Sabías que él también tenía que hacer un par de exámenes, aunque no hubiera dicho nada para que no te preocupases por él. Dejaste escapar un suspiro y entraste a la clase. (...) "¿Y bien?", dijo Chan con una sonrisa, dando saltos en el sitio como un niño pequeño, tras verte salir de la clase. Acababas de hacer el tercer y último examen, era hora de volver a casa. "Lo sabré mañana.", encogiste los hombros al responder y te quedaste quieta, mirando el suelo. "Ya está. He acabado por fin.", te llevaste las manos a la cara para esconder las lágrimas que habían empezado a salir. Chan se acercó a ti rápidamente y te abrazó, dejando un beso en tu frente. "Sí. Lo has hecho muy bien y estoy muy orgulloso de ti."
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