#atropellando viejas
Explore tagged Tumblr posts
everythingwasnormalhere · 7 months ago
Text
A bunch posts ago I said Kenny is kinda part latino and never elaborated sooo
His mother is latina, specifically from Paraguay (like my best friend :D), but she and her brother moved to South Park when she was really young so she doesn't practically have an accent
However, she does speak in Spanish when talking to her parents (her brother doesn't talk to them, but she does) and to her brother
Kenny was mainly raised in English, but he forced himself to understand some words in Spanish as a little kid so he could understand his mother when she's talking to her family
When Kenny was about five, Carol's brother died (of old age they said, but really he got AIDS), but he lived with the McCormick's up until then. As he refused to learn English, Kenny also had to understand him in the very few times they would talk
Between his parka covering him and the cold weather, Kenny's skin looks like a white kid's, but if it was warmer and sunnier he'd tan really quick
Kenny can't form coherent sentences in Spanish too well, but he can understand almost everything in Spanish, mainly if it's with Paraguay accent (and he also knows a couple words in Guaraní, but it's a really hard language so that's it)
When he ended up at Mexico (S4 E10, "Probably"), he at first didn't understand anything because he wasn't used to listening to people talk to him in Spanish (as the one who mainly did it was his uncle) and less to the Mexican accent, but eventually he managed to communicate enough to get himself and Cartman out of there
Some of his favorites bands in Spanish are El Cuarteto De Nos (mainly El Cuarteto Tapicero) and Skimales (principally because of Atropellando Viejas and Ploma, La Gallina En Coma)
Also, when he watched Terrance & Phillip: Asses On Fire, he looked up the Spanish version of Uncle Fucka, and it didn't disappoint (as a Spanish person, it really slaps more than the original)
He will insult people in Spanish (there's so many Spanish swear words it's fucking awesome), and if they ask what it means he'll just say "gilipollas" means "handsome" or something like that XD
30 notes · View notes
notgreedo318 · 6 months ago
Note
atropellando viejas, que feliz que voy a ser.
what? hold on..
ok.. that roughly translates to "Run over old women, how happy that I'm going to be."
what..
1 note · View note
elbiotipo · 4 years ago
Note
Una cosa que se me quedó mucho de Carmel QMAMM es las escenas/recortes dónde muestran la situación del 2001... No sabía que habían sido manifestaciones violentas y así de sacadas, en retrospectiva tiene más que mucho sentido pero por alguna razón a mi siempre me pintaron esa época como "mucha gente marcho golpeando hoyas" como si hubiera sido todo una caminata por el parque.
NO TENÉS IDEA ANON.
Lo de 2001 fue brutal, es indescriptible, y esos clips ni te muestran ni la mitad de lo que fue. Me acuerdo bien de una imagen de un policía, posiblemente atontado por todo, tirando tiros al aire solo en medio de la Plaza de Mayo. Los caballos atropellando gente, las batallas campales, Buenos Aires prácticamente en llamas, los saqueos, la gente gritando que no tenía para comer... no fueron cacerolas y después el helicóptero, fue lo más parecido a una revolución que Argentina tuvo en este siglo
Tengo una vaga memoria (en ese año empecé la primaria) de ir a cobrar con mi vieja y que hubo una manifestación y tuvimos que salir corriendo porque empezaron a tirar gases lacrimógenos. Nosotros con mi familia la llevamos más o menos bien (tuvimos que vender varias cosas) pero hubo familias que quedaron en la calle, millones de trabajos desaparecidos de la noche a la mañana, el colapso total de la industria y de la economía, los “bonos” y monedas paralelas... Tengo un amigo que me cuenta que los padres estuvieron viviendo una semana a mate y bizcochitos para que ellos puedan comer. La alternativa de sus vecinos fue saquear. Fue terrible en todo sentido de la palabra.
Argentina todavía sigue sufriendo lo que fue 2001. No sé cuando nos vamos a levantar del todo.
Si tenés ganas de ver lo que fue, justamente te recomiendo Memorias del Saqueo, de Pino Solanas (QEPD, un grande). Te aviso, obviamente, que son imágenes fuertes.
4 notes · View notes
mi-dia-dia-en-el-infierno · 2 years ago
Text
Estudiando siempre, atento a las pias
Tumblr media
0 notes
horaciogennari · 3 years ago
Text
MENTIR ES INSULTAR AL PUEBLO
Tumblr media
Engaños y Manipulaciones Dialécticas para que no podamos ver la Realidad
La mentira fluye y se asienta no solo porque unos falseadores lo hayan decidido. La mentira se establece porque hay una sociedad cada vez menos preparada, con menor nivel de estudio y casi sin ningún tipo de capacidad de cuestionar, incluso de cuestionarse a si misma. Esto último aconsejo, va de suyo, que es un ejercicio maravilloso.
La calle Maritorena al 100, allá por los años 50/60 era de esa densa tierra, polvorosa y pegajosa, que penetraba por cuanta puerta y ventana había en la casa, venciendo radicalmente a cuanto “burlete” se interpusiera. Esa terrosa calle estaba en el medio de la nada misma y marcaba el final, o el comienzo, de un Tandil que prometía entonces ser una de las grandes ciudades de la Provincia de Buenos Aires. Allí, en esa periferia tandilense, solo quedaba como custodio el Regimiento de Infantería “Brigada General Martín Rodríguez” y una tranquila ruta hacia la famosa y ya caída Movediza, justamente allí estaba la modestísima casa que los viejos habían podido alquilar, en la nada misma. Desde allí, papá al ser “Viajante” de Acindar, podía salir de gira de lunes a viernes por diversos pueblos de la Provincia, para intentar vender alambres y clavos de la empresa de la Familia Acevedo, testimonio de una Argentina aún fuertemente industrial y expansiva. En la semana, mamá sin llegar aún a sus treinta años, quedaba sola para entera protección y cuidado de mi hermana Mónica y de quién escribe estas líneas. Silencios extremos y silbidos de vientos es lo que más recuerdo. Los juegos debían ser pensados y organizados juntando a los pocos amigos que el lugar ofrecía y era entonces cuando los desafíos del “Hoyo y Quema” y algunos que otros partidos de potrero con los arcos marcados con latas o palitos amontonados, se convertían en verdaderas maratones del disfrute de los pibes de ese barrio de pocas casas pero de muchas ilusiones.
La única proveeduría existente era de la de Don Fidel, sobre una calle paralela a las vías y frente al Regimiento. Lugar de encuentro de soldados, para tomar sus copas, comerse algún sándwich o simplemente ejercer la amistad y la camaradería del servicio militar. Ir a esa Bar – Almacén era mi contacto con los “grandes”, escuchar voces y risas distintas, quizás aprender alguna palabrota o saber que Carrizo era tal vez mejor que Roma. Es allí, donde la vieja me mandaba a comprar, cada tanto, algún que otro recado menor. Yo debía cruzar un campito de unos cien metros y entre pajonales, siguiendo el sendero de tierra formado por el solo paso de otras anónimas alpargatas y acortando camino, se llegaba a lo “de Fidel”. Lo recuerdo como si fuera hoy “Tomá 5 pesos y andá al almacén. Compra medio pan de manteca. Trae el vuelto”. La orden de la vieja era clara, soberana e indiscutible. Era la voz de mamá. Solo medio pan de manteca (así se vendía cuando la guita escaseaba) y el vuelto ni para soñar en caramelos. Comprada la manteca, recuerdo que con las monedas del vuelto en mi mano y en un imperdonable segundo y con la rapidez del rayo, le digo a Don Fidel que mamá me había dejado, solo por esta vez, comprar una barrita Yolanda. Luego de la desconfiada mirada, el casi cómplice almacenero me la entrega por sobre el gastado mostrador de madera y bajo la custodia cómplice de los colimbas del momento. Debía comérmela rápido de regreso a mi casa, por ese rumbo entre pastizales y antes que mamá viera vestigio alguno de ese inolvidable goce. El envoltorio, Dios me perdone, habrá terminado a un costado del camino y el dulce de leche hecho barra digerido fue en pocos y deliciosos minutos. Aún recuerdo el tremendo reto de la vieja. Minga que no se iba a dar cuenta que faltaban unas monedas de vuelto. Mi mentira cayó bajo un incalificable telón de vergüenzas, falsas hipótesis y argumentaciones sin sentido. Seguramente hubo algunas leves palmadas (esa educación férrea del pasado) y si no las hubo, más que suficiente con el enojo de una madre que todo lo daba por nosotros y que se las tenía que arreglar con lo poco que tenía.
El Octavo Mandamiento con claridad dice “No darás falso testimonio, ni mentirás”. Será por el Catecismo, por la Educación o por los Valores que nos dieron, el punto es que desde mi entendimiento Mentir es Insultar. Santo Tomás de Aquino 1225-1274) afirmaba que “Mentir intensifica un conflicto aunque en primera instancia pareciera apaciguarlo” y redoblando agregaba “Que la aceptación de los mentirosos es mayor cuanto mayor es la ignorancia y el entender de los seres humanos”. Los modernos han impulsado palabras como “Fake News”, cuando la realidad y siguiendo la regla tomista de hace ochocientos años atrás, la mentira es una declaración realizada por alguien que sabe perfectamente que los oyentes serán engañados, para de esta forma ocultar la realidad en forma total o parcial. Nuestras sociedades viven bajo bombardeo permanente de embustes y por esa razón trato de mantenerme informado en base a fuentes totalmente diversas, para luego tratar de componerme mi propio cuadro de pensamiento. Mi escepticismo crece con mis años y más aún al darme cuenta de mis enormes limitaciones en el saber.
Soy ignorante, en nada creo cuando desconozco al emisor, y menos aún ante aseveraciones del tipo “Los docentes dicen que..”, “Los empresarios opinan que….”, “Desconcierto entre la gente….”. Es más fuerte que yo, ya que paso a preguntarme “Qué docentes, qué empresarios, qué gente?”. Hay nombres y apellidos?, hay una encuesta?, en base a que metodología?. Me rebelo ante la bajada de línea y más aún a aquella disfrazada de aseveración dogmática. Ante esto, no solo soy ignorante sino que me ratifico que los dogmas no van conmigo. Mi mala o buena formación en Medios me hace dar cuenta al instante la composición de una mentira. Es la vulgar foto de un presidente mostrando a un perro un paisaje desde una ventanilla de helicóptero o el armado de una imagen de un ex presidente distendido en la Patagonia bajo el título “Pensando en el Futuro del País”, o la escudería pretoriana de Aerolíneas Argentinas surcando cielos a Rusia para traer algunas que otras cajas de la Santa Vacuna. El bombardeo de chapucería es directamente proporcional a la realidad que se quiere ocultar. Son los globos que ilustran esta nota, cada vez en mayor cantidad, más grandes, más llamativos y todos tapando la verdad, la única e inconmensurable, más de la mitad del país es pobre, la certeza que la Justicia no juzga y que la mayoría de los Legisladores solo defienden sus propios intereses y no los de sus representados. La certidumbre que de la pandemia nada sabíamos y que mejor hubiera sido reconocerlo de entrada y no jactarnos “que somos un gobierno de científicos, cuando antes fuimos un gobierno de CEO especialistas”. Hemos retrocedido, con dolor mediante, a la categoría de chambones en la que de todo hablamos pero de poco o nada sabemos. Y allí va otro globo para ocultar un asesinato, un desfalco, el “físico” de Leonardo Fariña (y pensar que él y solo él es la condensación de todos nuestros males), la mucama de una funcionaria, la licitación dada a un amigo, el lavado de dinero de los constructores del sur. Y allí fue otro globo más alto, más imperial, más soberbio. Pueblo! Miren ese globo!
Que el lector, no se lleve por mensajes que nos entran de derecha o de izquierda. Quiero animarlo a desafiar y cuestionar todo aquello que nos entra en inofensivo formato de Mensaje de Texto o de WhatsApp. El poder de turno, hecha mano a la calumnia para sostener su discurso falaz, pero atropellando y sin quedarse atrás, la oposición también tira sus bulos o falsedades articuladas bajo aparentes formatos de verdades. Todos mienten y siguiendo la Paradoja del cretense Epiménides “Todos los Cretenses Mienten”, nos quedamos encerrados en un círculo sin sentido, donde nadie sabe donde está la verdad, llegando al clímax de la confusión al decir “Esta paradoja es mentira”. Sostengo que mentir es insultar al pueblo y que con Engaños y Manipulaciones Dialécticas nos van tapando la realidad.
Tan lejano está de estas pampas, Winston Churchill (1874-1965) en un histórico discurso decía” ”Digo a la Cámara como he dicho a los ministros que se han unido a este gobierno: no puedo ofrecer otra cosa más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas. Tenemos ante nosotros una prueba de la especie más dolorosa. Tenemos ante nosotros muchos, muchos meses de lucha y sufrimiento”. Si desean escuchar este maravilloso tesoro en YouTube recomiendo apreciar la entonación dada en las palabras “tears and sweat”(lágrimas y sudor). Les dejo el link antes de finalizar estas líneas. https://www.youtube.com/watch?v=8TlkN-dcDCk
La realidad es que ningún postulante a gobernar podría ganar una elección con un mensaje donde solo pueda ofrecer “Sangre, Esfuerzo, Sudor y Lágrimas”. No faltará un presto asesor que le sugiera decir “Erradicaremos la pobreza (sin decir como), daremos más planes (sin decir como se financiarán), los maestros serán privilegiados (sin decir que no pueden ni ir a dar clases).
La historia de mi mentira sobre la mal habida golosina Yolanda fue tema recurrente de charlas con la vieja durante años y años. Mamá partió hace pocos años pero hasta poco antes de su ida (me cuesta usar la palabra muerte) no había oportunidad en que me dijera “Mirá que me acuerdo cuando me mentiste aquella vez en Tandil”. Y si bien habían pasado sesenta años, el engaño por menor que fuera, se hacía nuevamente presente, esta vez a manera de recordatorio y de lección de vida. Es entonces y por un instante, que el dulce de leche se añora algo amargo.
HORACIO GENNARI
Empresario y Docente
Tributo a Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Tributo a Winston Churchill (1874-1965)
23 de enero de 2021.
0 notes
yellowgreendinno · 7 months ago
Note
OH NO WAIT I COMPLETELY FORGOT ABOUT MY FAV GROUP'S FAV ALBUM-
FEO DE LOS COJONES - SKIMALES
ATROPELLANDO VIEJAS - SKIMALES
EL TÍPICO IRLANDÉS - SKIMALES
PLOMA, LA GALLINA EN COMA - SKIMALES
PUNKIS DE POSTAL - SKIMALES
and that's that.
🎶✨when u get this, list 5 songs u like to listen to, publish. then, send this ask to 10 of your favourite followers (positivity is cool)🎶✨
Hi Lola!! Thanks for sending it love! 💗✨
KIDS - MGTM
Mary - Alex G
INEVITABLE - Instincktt
Agua Salada - Marc Segui
PAiNT iT BLACK - BiSH
Love n' sparkles!! 💗✨
4 notes · View notes
irremediable-cotidiano · 6 years ago
Text
5
Las piezas del rompecabezas están encajadas, todos los ingredientes para el caos, el vacío emocional, las cuerdas vocales rotas, los casi extintos deseos de seguir de pie, luchando; un día más. El mundo es enorme, puedes sentir como te consume en cada instante en el que abandonas tu habitación, las 4 paredes que se convirtieron en escudo de todo lo que lastima afuera de tu puerta. Te sientes listo hasta que te das una probadita de realidad, el perro de la esquina cansado de los golpes y desprecio de su dueño acaba de morir, tenía sarna y vomitaba sangre todos los días, dejó de considerar la comida, el amor y la alegría como una fuerte de supervivencia, aceptó la muerte en el escenario más triste jamás creado. Su dueño llora incansablemente añorando su presencia nuevamente, la escena es estúpidamente deprimente. Te subes en el primer autobús que miras, añoras tu destino más que cualquier otra cosa, amas estar a tiempo para que el día te consuma violentamente pero odias poner el despertador a las 6am, tomas una tasa de café, un cigarrillo frente al espejo y el deseas poder ser aceptado socialmente, actos estúpidos. Esperas tu destino mientras miras a través de la ventana lo maravilloso y cruel que la vida nos ofrece al mismo tiempo, un amanecer hermoso adornado por una brisa fresca y un calor reconfortante mientras una anciana llora inconsolable porque no tiene dinero para sobrevivir en esta navidad, la gente al rededor la mira con lastima suficiente para lanzarle una moneda de 0.25 centavos, poniendo siempre como prioridad su propio bienestar, patético.
El día avanza atropellando toda clase de obstáculo que le impida seguir su destino, la ilusión y esperanza explota a través de los ojos de la gente, parecieran ser guiados como robots por una mínima porción de materialismo y aceptación social, su motivación es el amor, una cena romántica y unos brazos firmes que les haga olvidar el significado de la palabra “desgracia” antes de ir a dormir; sonrisas falsas y miradas cansadas que contrastan bruscamente con el ambiente creado en cada esquina. El hombre que lo perdió todo a excepción de una chaqueta y una maleta vieja impulsado estupendamente por un escaso deseo de supervivencia, gente que ha caído en desgracia y desesperación por tratar de encontrar un plato de comida digna y un colchón dónde dormir decentemente. Familias rotas, corazones hundidos en la inmundicia y perros hambrientos, todos ellos marginados y desplazados de una sociedad selectiva y cruel que no puede darse el lujo de mirar hacia atrás; el sentimiento de impotencia se quiere salir de mi pecho.
No puedo detenerme, mis piernas se convirtieron en mi motor principal pero mis ojos no pueden dejar de sentir lástima y tristeza de lo que pasa a mi rededor, siento que pertenezco a ese ambiente, a ese circulo social que encuentra miserables razones para seguir viviendo a diario y a ese otro entorno de personas que no tienen los medios ni las agallas para conseguir un arma y disparar un tiro en su cráneo,
El día fluye lento, cruel y agotante, un nuevo año se avecina y el vacío que deja en cada víspera se vuelve cada vez más grande, una familia abandonada, amigos y amores olvidados, ajenos a lo que un día mi alma logró ser, sangre y fracaso desparramados a lo largo de este camino, un corazón destrozado y doblegado por un amor maldito, no puedo creer que mis piernas y mis pulmones aun sigan de pie. El hecho de seguir respirando me resulta ser un maldito milagro, el dolor, las lágrimas, la desilusión y el alcohol aun no me han doblegado del todo; mi cabeza totalmente inconsistente y dopada no se limitó a resignarse y aceptar que la vida es una mierda, que la sociedad y las ambiciones humanas están podridas, en lugar de eso preferí emborracharme y suicidarme emocionalmente a diario para seguir sintiendo auto-compasión, totalmente repugnante.
Una vez más me mude de ambiente, hábitos y costumbres, con menos pasión y ganas de vivir con las que empecé en este largo reto, siento que voy dejando pedazos de mi alma en el camino. No dejo de sentir tristeza por lo que se quedó atrás, las sonrisas, los abrazos, los besos y el amor que se convirtió en cancer terminal. Siempre fui malo para despojarme completamente de un sentimiento. Me ilusiona pensar que mañana será un día colorido, que la cerveza sabrá mejor y que una hermosa mujer me ayudará a adorar mis cuatro paredes con unas brillantes luces de navidad, a veces es agradable pensar que no moriré solo. El sol se esconde y cae la noche, los pensamientos caen cómo en una lluvia meteoritos mientras los miro colapsar violentamente contra el suelo, el año anterior me sentí el hombre más feliz del planeta y ahora solo me limito a pertenecer a este ambiente triste y desolador en la mayor de la soledades. Que hermosa noche estrellada, ha empezado diciembre . .
0 notes
youngmbandbroke · 6 years ago
Text
𝐓𝐡𝐢𝐬 𝐚𝐢𝐧'𝐭 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐲 𝑷𝑨𝑹𝑻 𝑰
Downtown, L.A. California.  10:30 AM. 
El metro se escuchó más fuerte de lo normal aquella mañana, los rieles rechinaron haciendo notar el tiempo pasado. El tren de las 10:30 era su señal para despertar. En la casa ya había ruido, y entonces recordó. Se levantó de un salto y echó un vistazo a la habitación vecina, el pequeño ya se había levantado. 
Camino escaleras abajo, se pudo sentir de inmediato el olor a café de la mañana, eso y panqueques de banana. En la cocina alias comedor estaba ya su hermano, -nombre que no sé-, volteando con suma profesionalidad un panqueque en la sartén. Mamá, Alexandra, levantaba los cojines del sofá en busca de algo.  
—Richie, cariño ¿dónde dejaste las llaves de mamá? —Alexandra imploró endulzando la voz hacia el menor sentado en su silla de comida. 
El pequeño le sonrió con la boca llena y desbordada de jarabe de sirope. Leonie soltó una carcajada y se apresuro a abrir la puerta de la secadora; como siempre allí estaba el juego de llaves con un gran y llamativo llavero.— Aquí, mamá. ¿Ya desayunaste? —Preguntó mientras se ponía de puntillas para sacar un tazón de la alacena.
—Sí, sí, Paris. Tengo que ir a pagar la factura de la luz o esta noche estaremos a la luz pero de las velas. 
—Qué romántico.— Dijo Ian a un lado de Leonie mientras servía café humeante en un tazón. 
—Por la tarde trabajaré en el almacén de los turcos, también.—Dijo la rubia sorbiendo el café. 
—¿Puedes ir a hacer las compras? Hoy tengo bastante trabajo en el taller, llegaré después de la cena probablemente. 
Leonie asintió sin problema. —Haré la cena también. 
—Falta pasta de dientes. —Dijo Tyler, el pequeño niño castaño de 9 años. 
—Lo sumo a la lista.
—¿Quieres panqueques, Ty? 
Tyler no era hijo de nadie en la casa, pero le tenían un cariño como si fuese de la propia sangre. El niño vivía a dos casas de de allí y tenía una madre que preferían andarse pinchando los brazos que darle un buen hogar a su hijo. El chico se había criado básicamente en la casa, en ella y la de Bonnie. Era un niño adorable, su casa era oficialmente la de yonquis en la cuadra y no era precisamente una humilde morada. Ian le tenía gran cariño al niño, le conoció a sus tres años cuando llevaba el día completo llorando por hambre mientras su madre se pegaba un chute en la otra habitación. 
—Nos vemos más tarde, cariños míos —.Dijo Alexandra y de paso dejando un beso en cada mejilla de los presentes. Sus hijos. Para ella no había un “astro” en la palabra, a todos los había visto crecer y los amaba por igual. Leonie siempre supo que su madre tenía un corazón inmenso. 
—Llevaré a Richie conmigo, Tyler irá a casa de los Coleman a jugar con Mickey. ¿Necesitas que te lleve el almuerzo al taller? —Preguntó Leonie atropellando las palabras después de tragarse un plato de panqueques. 
Ian negó con la cabeza mientras bebía café. —No te preocupes, ya te llevas al niño. Procura llegar temprano, Loni. 
————————————————————————————
— ¡Mama Kenya! —Exclamó sin poder ocultar la emoción en su voz. La señora, ya de edad, volteó para abrirle los brazos a la rubia y recibirla con un abrazo. Leonie la abrazó sin ocultar el profundo cariño que le tenía, después de todo, aquella mujer le había abierto las puertas a su madre cuando tenía nueve meses de ella, sin papeles ni dinero; Leonie vivió tres años bajo su techo y su madre jamás le permitiría olvidarla. 
—Mi niña, cada vez que te veo me recuerdas lo vieja que estoy .—Mencionó con gracia mientras aflojaba el abrazo. 
—De qué hablas, mujer. Que sigues siendo una jovenzuela. —Mencionó a lo que ambas rieron. 
Leonie dejó a Richie ir a jugar con el resto de de niños allí, hijos de unas cuantas madres adolescentes que se alojaban allí. 
Kenya era el ejemplo de una mujer que lo da todo por el prójimo, cuando quedó viuda a los 30 abrió las puertas de su casa para alojar a madres adolescentes sin techo y sin oportunidades para su pequeño, había criado suficientes generaciones de niños como para confiarle la vida a esa mujer. 
—¿Cómo va la escuela, has llenado las aplicaciones a la universidad? 
—Estoy en ello. —Mintió. La mujer, que ya la conocía bastante, enarcó una ceja y la miró sobre los lentes para leer que reposaban en el puente de su nariz. —La escuela va bien, solo unos cuantos meses y estaré fuera de la educación publica basura. 
—Leonie, hija, te lo digo en serio. Debes aprovechar tu promedio, ¿sabes cuantos chicos en este vecindario tienen la oportunidad de siquiera graduarse? 
—Mama K, lo sé, y por eso estoy en ello.— Mencionó y le dedicó una sonrisa para confortarla. 
Lo cierto es, que para aplicar a todas las universidades de California necesitaba tiempo y dinero que no tenía, y eso le estaba jugando una parte importante al estrés que se formaba dejándole un nudo en el estomago. Con el pasar de los meses era más difícil evadir aquella conversación con Ian o Alexandra. 
—¡V!
Leonie se volteó para ver a una pelirroja correr a ella. Kenya se apartó para dejar abrazarse a las dos adolescentes, Shannon había sido la primera amiga de Leonie en sexto grado, la pelirroja pecosa que tanto quería. Shannon se embarazó a los 14 años y sus padres, sin dinero para 5 críos que ya tenían la echaron de casa, y claro que Mama Kenya la recibió con los brazos abiertos. Hoy, su pequeño pelirrojo se llevaba unos meses con Richie, el hermano menor de Leonie. 
—Te he echado de menos, pásate más seguido por aquí. 
—Eeeeeeh, hey también puedes irme a visitar a casa. El pequeño zanahoria es el bff de Rich, nos harías un favor a todos. 
————————————————————————————
La tarde caía en el lado sur y con ella se llevaba un día ligeramente tranquilo, al menos ningún atraco había sucedido en aquella jornada de trabajo en la tienda. Leonie tenía amarrado a su cintura un mandil rojo con el logotipo escrito en árabe, de fondo se escuchaba la misma música propia de la cultura de Rakim, su jefe que se encontraba sentado leyendo una revista tras la caja registradora. Luego de apilar latas de duraznos en conserva, Ingrid; esposa de Rakim, cruzó la entrada haciendo tintinear la puerta.
—Hey, qué lindo color llevas hoy .—Mencionó Leonie sonriéndole a la mujer que llevaba un nuevo hijab color azul eléctrico que envolvía su cabello. 
— Tú color favorito, lo sé. ¿Cómo va el día, Leonie? —Dice la mujer cuyo acento sigue siendo bastante notorio en sus palabras. 
—Lento y sin altercados, justo mi favorito. 
Ingrid pasó detrás de la caja registradora y la abrió contando los dólares del día, le paso la mitad a Leoni guardados en un sobre de papel. Aquella era su señal de ida, se quito el mandil y preparo a Richie quien comía un puré de manzanas sentado sobre una mesa que compilaba sopas instantáneas. 
Luego de un corto paseo en bus llegó a casa con Richie colgando de su cadera y unas cuantas bolsas con compras para estos días en su mano libre. Al llegar dejó a Richie jugar en el suelo con unos legos, subió a dejar el resto de las cosas que pertenecían al segundo piso y de paso por el pasillo notó el bulto en la cama de la habitación de su madre. 
—¿Mamá? 
El bulto no se movió, pero Leonie sabía que era ella; se acercó con sigilo y se agachó frente a ella. Puso su mano con delicadeza sobre su espalda y le habló con cariño: —Mamá, ¿por qué estás tan temprano en casa?
—Cariño, mamá necesita descansar. Déjame, por favor. —Comentó la mujer con cero expresión en su rostro pero aún con algo de suavidad en su tono de voz. 
—Te traeré la cena en un rato más —Comentó sin recibir respuesta de su parte. Se puso de pie y salió de la habitación juntando la puerta de la habitación en penumbra. 
Al bajar echó un vistazo a Richie, sus rulos castaños claro se movían al ritmo de una canción para niños que tenía puesta en la tele, sonreía y aplaudía mientras comía cereales en un pequeño plato. Se sonrió al ver a su pequeño hermano inhibido en su burbuja de tres años. Si tan solo quedara así por siempre. 
Preparó la cena para esa noche; espagueti. Luego de darle de comer a Richie le puso la pijama y lo dejó revolotear por la casa. Preparó un plato y lo llevó al piso de arriba a la habitación de su madre. Abrió la puerta con delicadeza, rechinó un poco, su madre estaba igual que la última vez, no se había movido ni un centímetro. Cuando se detuvo frente a ella tenía la mirada perdida, igual que cuando la encontró, solo que ahora estaban cristalizados por lagrimas. 
—Te traje la cena, hice pasta. 
—No tengo hambre. —Dijo con un hilo de voz, delicada, casi como si le costara trabajo sacar palabras. 
—Madre, no has comido nada desde la mañana, sólo por poco, por favor. —Leonie cayó de rodillas frente a ella. Su madre lucía pálida y ojerosa. 
—Paris, déjame descansar. 
—Mamá…
—Leonie te hablo en serio. Déjame. —Esta vez su voz se tornó más firme, repentinamente irritada. La llamó “Leonie” y eso era señal de algo definitivo. 
—Bien. 
La rubia se puso de pie llevándose el plato con ella y cerro la puerta, esta vez omitiendo la delicadeza. 
————————————————————————————
Despertó de golpe, desorientada por una milésima de segundos, hasta que reconoció la tenue luz en forma de dinosaurio a un costado; se había dormido junto con Richie. El bebé a su lado respiraba profundo, y desprendía aquel aroma a “dulce bebé” que le destacaba tanto. Pero escuchó gritos desde el piso de abajo, femeninos, su madre, Leonie se puso alerta. Arropó a su hermano y salió de la habitación cerrando la puerta tras de ella. Los gritos se maximizaban a medida en que se acercaba a la escalera. 
—Eres una mierda, por qué no me dejas tranquila de una vez por todas, he criado a tus hijos sin ningún problema. No necesito nada de ti. —Alexandra alzaba la voz, aunque podía notar lo ida que estaba también. 
Sólo necesitó esas palabras para darse cuenta de quién era; Gerard era el padre de Ian y primera pareja de Alexandra. Era un buen hombre, pero borracho. Tal como lo estaba ahora. Alexandra y Gerard habían terminado su relación hace tiempo, pasaron otros dos hombres por la vida de Alexandra pero Gerard siempre siguió en el panorama. -Dicen que el primero siempre deja marca- Pero incluso a Ian le hartaba la presencia de su padre, la verdad nunca se llevaron bien, Ian creció perfectamente sin él. 
Leonie bajó unos escalones con sigilo, de todos modos la madera crujió bajo sus pies. Aunque la joven parecía ser invisible cuando esos dos discutían. Todos lo parecían. 
Ian llegó a casa en aquel momento, en el mismo en que ambos se gritaban haciendo oídos sordos al argumento del otro. 
—Qué haces acá, Gerard, te dije que no volvieras aquí. —La voz firme de Ian se hizo presente haciendo que los dos pares de ojos le miraran. 
—Eh, hijo mío, qué bueno que llegaste —.Dijo el hombre, era delgado, alto y se tambaleaba ligeramente cuando daba un paso de todo el alcohol que se traía encima. Nada que no fuera anormal en él. 
—Que te vayas, Gerard. —Repitió Ian. Hace ya años que no le llamaba “papá”. 
—No me vengas a echar de mi casa, puto crío —Escupió las palabras y después se empinó una botella de cerveza -qué sacó del refrigerador-. 
—Esta hace tiempo que no es tu casa, no eres bienvenido aquí, entiéndelo. 
Gerard se acercó a Ian, el último alcanzaba casi dos metros de estatura, Gerard era unos centímetros más bajo que su hijo. Los que aprovechó para darle un ágil cabezazo en la nariz de Ian, haciéndole sangrar al momento. 
Leonie ahogó un grito. Ian soltó un puñetazo que resonó en el rostro de Gerard, cayó sobre el lava platos haciendo caer el resto de la loza, destrozándose en el suelo. Se levantó como pudo para arrimarse hacia Ian, pero él era mucho más ágil, y sobrio. Se lo quito de encima y su espalda rebotó a un costado del refrigerador, cayendo. 
—Hey, hey, hey. ¡Ian! —Leonie corrió para ponerse delante de él, ambas manos sobre los brazos de su hermano mientras su mirada intentaba buscar la del mayor, su rostro estaba rojo de furia y la nariz y boca ensangrentada. —Basta, déjalo ya —.Tenía que detenerlo antes de que definitivamente perdiera sus cabales, tenía sus razones.
Gerard murmuró algo poco entendible mientras hacía el intento por volver se a poner de pie. Se escuchó el llanto de Richie desde el piso superior, Alexandra no lo dudó y corrió escaleras arriba. Leonie ayudó a levantar el peso muerto de Gerard, sacó una bolsa de maíz congelado del refrigerador y llevó a Gerard afirmado en ella hasta la salida trasera de la casa. —Ten, ponte esto. Vete, ¿si? No arruines más las cosas con Ian. —Le dijo al hombre afirmando la bolsa congelada con poca delicadeza contra su rostro ensangrentado e hinchado. No espero a que respondiera, lo ayudó a salir y se apresuró a cerrar la puerta tras de ella. 
Ian estaba sentado en el comedor con una bolsa de hielo en su mano. Leonie sacó una cerveza del refrigerador, la destapó y se la pasó a su hermano. Tomó unas gasas de la despensa y las puso con delicadeza bajo la nariz de su hermano. Era una rutina ya conocida por ambos. 
—¿Te traigo un tampón? —Bromeó mientras palpaba la sangre de sus fosas nasales. 
Ian sonrió con los dientes rojizos, apartó la mano de la menor y bebió un buen sorbo de cerveza. 
—Un día cualquiera, ah. —Mencionó Ian con gracia en su tono de voz. 
0 notes
rebornangels · 6 years ago
Photo
Tumblr media
Wнαт тнε ƒυcк?  [REBORN ANGELS⚘]
↳ Luego de meses de haber entrado a Reborn Angels, luego de ahogarme en todo el dinero que podía poseer, todo los lujos que adquirí y las oportunidades que jamás tuve, comprendí que podía usar ese 'poder' para hacer 'cosas buenas'... Llevaba puesto un traje sumamente elegante, color negro de una tela gruesa, pantalón de vestir y unos mocasines nuevos, los había tenido en mi guardaropas por meses, era la primera vez que los usaba, podia reflejarme en ellos. Llevaba minutos observándome en el espejo, me veía bien pero no terminaba de acostumbrarme a los lujos ya que solía usar prendas más 'comunes'Arreglé mi cabello y ladeé mi cabeza un poco, hice una mueca de no estar tan agusto, resoplé y traté de autoconvencerme que iba a valer la pena si lo usaba, quería cometerun delito vestido así, lo había pensando mucho y qué mejor haciéndolo como bienvenida a R.A luego siglos sin aparecer. Exacto, roza lo ridículo. Chasqueé mi lengua y tomé mi bolso, observé la hora en mi reloj de pared y entonces salí de mi departamento con un paraguas en mano. Jamás tenía un plan, así que todo lo hacía por instinto, las cosas salían mejor así. Recordé cuando la había visto por primera vez en la parada del autobús, me encantó de inmediato y era lo que buscaba, una presa fácil entonces ahí empezó mi investigación y mi psicopatía por la chica. Comencé a seguirla cada día más. Busqué información sobre ella y su vida, en especial su familia, serviría más adelante ese tipo de cosas. El día no estaba tan agradable, era impredecible ya que no sabía si llovería o si ella aparecía hoy, entonces cuando estuve frente al supermercado, en el parque que estaba en frente para ser exacto, me dispuse a esperar, sin apuro. Entonces los minutos pasaban, como si fuera una eternidad, lento, las nubes grises empezaban a cubrir el cielo azul, los truenos se empezaron a escuchar y la gente a mi alrededor comenzaba a irse a caminar apurados, comentando sobre el clima y la briza era más intensa provocándome escalofríos, erizando mi piel y levantando una que otras hojas de muertas. Estábamos en invierno, el frío y el silencio se apoderaban de las plazas, me gustaba que fuera así. Las aves se apresuraban para volver a sus nidos, para cubrirse de la lluvia que se avesinaba, no estaba apurada, se tomaba su tiempo, como yo. De un momento a otro, estaba solo, levanté la vista y la primera gota cayó sobre mi frente llevé mi mano para tocarla y estaba fría y una tras otra cayeron del cielo chocando contra la tierra emitiendo aquél ruido irritante. Había una razón por la que a veces odiaba la lluvia, era impredecible, se quedaba por un momento y luego se iba. Si te tomaba desprevenido valías mierda, arruinaba planes y cumpleaños, pero es estúpido odiarla por eso, lo sé. Para cuando decidí levantarme ya tenía el paraguas abierto para cubrirme de las gotas. Iría al estacionamiento del supermercado y caminaría por allí buscando su automóvil. Quizás me había tomado el tiempo de averiguar eso y quizás había escuchado una que otras llamadas con su novio, quizás. Cerré el paraguas y llevé una de mis manos al bolsillo de mi pantalón adentrandome a aquél lugar un tanto iluminado, a la vez que hacía mi recorrido comencé a silvar una melodía algo estúpida, el sonido de mi zapatos era lo único que oía en todo el recinto. En seguida me encontré con lo que buscaba; vi las gotas que resbalaban por el capo y caí en cuenta que no hacía mucho que había llegado. Ahora estaría pagando u leyendo la etiqueta de algún producto y sería el momento perfecto para encontrarmela por accidente, con una sonrisa de oreja a oreja entré al supermercado buscando a la muchacha entre pasillos y pasillos algo apurado y frené cuando vi una cabellera rubia con tonos ocuros que caía sobre su hombro, estaba de espaldas a mí, una oportunidad de oro se presentaba. Finjí buscar algo por las góndolas hasta acercarme a ella, la miré leer la etiqueta de un shampoo, estaba concentrada que no se percató de mi presencia allí. Pude observar más de cerca, su piel era muy blanca y delicada, sus manos pintadas de un color rosa pálido, cuidadas, el maquillaje no era tan abundante como las otras veces que había chocado con ella por "error", emanaba un perfume suave y delicioso, era un poco más baja que yo. —Creo que eres algo estricta con la marca y lo que contiene, por lo que veo. —comenté amigablemente mirando de vez en cuando por el rabillo del ojo. — Algo, sí...a veces.—contestó distraída, atropellando las palabras palabras pero cuando terminó de hablar se sobresaltó un poco al verme a su lado y frunció el ceño, comentó que estaba distraída que no se había dado cuenta de mi presencia y que se había asustado un poco, lo que ya tenía en claro y sabía que iba a pasar.
—¿Qué ya no nos habíamos encontrado antes? — preguntó confusa. —Tal vez.— dije. — Estoy segura que sí. —respondió con una sonrisa un poco desconcertada, arregló su cabello y volviendo a dejar el shampoo en su lugar. — Eres la chica de las flores.—recordé aquél día al salir de la florería donde me metí en su camino provocando que se cayera al piso. — ¡Sí!.— dijo algo avergonzada. —Otra vez te vuelvo a ver. —Sí. Raro. —El destino.— bromeé restandole importancia al asunto. Ella sonrió y en un pestañear comenzamos a hablar de todo un poco, hasta que nos encontrábamos pagando las compras. pagamos y caminamos juntos al estacionamiento y allí me dijo su nombre, Cassie, su caminar era elegante y el clack de sus tacones contra el piso se escuchaba en todo el lugar, cuando sacó sus llaves para adentrarse a su automóvil, volteó a mi dirección y habló. — Me agrada saber que no usé un gas pimienta contra ti. —comentó divertida y yo reí por sus palabras. —Me alegra saber eso.— me despedí de ella y antes que entrara a su auto o siquiera articulara otra palabra, busqué mi pistola, la sujeté y con lentitud la saqué, fijando si nadie veía la escena, con brusquedad apoyé mi cuerpo sobre el suyo, ella se dió cuenta, si se asustó y preguntó algo exaltada que hacía, no respondí, apunté el arma en su espalda y sentí su cuerpo tensarse. — No intentes una puta mierda o te disparo aquí y ahora. Incluso sería más rápido, pero me apena no divertirnos antes.—hablé con cinismo, obligué a que abriera la puerta del vehículo y así lo hizo, entramos en el, tomé un pedazo de cuerda fina pero fuerte que cargaba y até sus muñecas con fuerza oyendo sus quejidos. — Tienes un lindo novio, deberías invitarme para la próxima cena. A Nick le encantará mi presencia allí. Podrías decirle que soy tu amigo.— confesé alegremente, ella me observó con pánico en los ojos, lo había captado.
Era hora de empezar con mi diversión, al fin. Afuera aún llovía enseguida que abandoné el vehículo las frias gotas se estamparon en mi cuerpo, me apresuré abrir su puerta, la tomé del cabello jalandolo y obligando a que caminara hasta la casa. Era una casa vieja, alejada de la ciudad, la pintura estaba desgastada y sucia, habían grietas y el mus cubría algunas zonas. Al abrir la puerta e interiorizarme me percaté que las paredes estaba cubiertas de humedad, estaba sucia y llena de polvo. La chica me pedía por favor que no le hiciera nada, se mantenía por ahora intranquila pero no lloraba, seguía mis órdenes suplicando de vez en cuando. La obligué abrir la puerta del placar y que tomara la soga que allí estaba y obedeció. Nos dirigimos al primer cuarto de la casa; paredes color crema, tenía dos ventanas cubiertas por una cortina larga color marrón que tocaba el piso de madera, era pequeña y fría, un sofá largo, una cama de soltero y una estantería con herramientas allí estaban. Ordené que se quitara la ropa, un largo silencio y no lo hizo, miró el piso, entonces me acerqué y escuché su llanto silencioso, levanté su rostro con cuidado y limpié sus lágrimas. — Tranquila, shhh, todo estará bien. Haz lo que te digo o las cosas se tornarán feas.—en un intento de tranquilizarla, ella obedeció. Se sacó el gran saco y luego su ropa hasta quedar en ropa interior. Su cuerpo era precioso, muy bien formado. Relamí mis labios, quería contemplar su cuerpo aún más, deseé pasar mis dedos por sus clavículas y su torso, deseé besar aquellos labios temblorosos y rojos, un millón de ideas se apoderaron de mí sobre qué hacerle pero desaparecieron al recordar las botellas de vidrio vacías que tenía en la cocina, iría por ellas pero antes debería amarrar al ganado, cuando lo hice con la soga que ella había traído salí a buscar las cosas necesarias para mi diversión, lo primero sería las botellas, diez botellas de vidrio, las puse dentro de una bolsa, luego fui al auto a buscar las compras de ambos, antes de volver a la casa, me di cuenta de una pequeña flor que creció allí, la arranqué y me dirigí a la habitación con todo. Cuando volví, ella no estaba sobre el colchón. — ¡Por qué no escapaste, tonta! —Con una sonrisa enorme caminé a ella, me puse en cunclichas y fruncí el ceño al verla. —¿No te gusta aquí? Pero es agradable, ¿no sientes lo relajante que es este lugar? De sus ojos caían lágrimas, negaba sin mirarme.—Sí, está un poco sucio pero se soluciona ¡ánimos! — le acaricié el cabello y trató de apartarse con brusquedad, no quería que la tocara, forzosamente dejé un beso en su frente. Tomé la primera botella y la lancé con fuerza al piso logrando que se partiera en pedazos grandes y pequeños y así sucesivamente todos a su lado o cerca de su cuerpo, sus gritos eran más fuertes, lloraba a mares, sufría y eso me excitaba. Sentía miedo. —¡Oye, Cassie.— grité, ella me observaba aterrorizada, sostuvé el envace de vidrio en mis manos y lo lancé a la pared donde se encontraba recostada, justo sobre su cabeza y cuando se hizo trizas, los vidrios cayeron sobre su cuerpo, cerró sus ojos y los apretó con fuerza sacudiendose y tratando de alejarse del lugar. Luego de tener lo suficiente junté los pedazos y armé un pequeño camino con ellos, coloqué todos en punta. Cuando estuvo pronto me acerqué a ella, corté la cinta y me alejé dejándola allí. Se veía tan inofensiva, sola y sin quien la ayudara. — Eres mi modelo, por lo tanto mereces una pasarela digna de una modelo. —dije figiendo ser un presentador, hice una reverencia y la tomé del brazo con brusquedad y la llevé hasta el inicio del camino de vidrios. La dejé allí y me senté sobre el sillón cruzando mis piernas. Modela para mí, ve lento, quiero ver lo que tienes. Lúcete o te vuelo la cabeza de un tiro. — tomé el arma y le punté, dudó pero colocó el primer pie sobre los vidrios e hizo una mueca de dolor, luego colocó el otro. Caminó sobre los vidrios quejándose del dolor que le provocaba, no paraba de llorar. A la vez que caminaba también iba dejando un camino de sangre tras ella, era lo que buscaba ver, no me convencía su postura, estaba encorvada. Me incorporé y fui hasta el ropero, sabía perfectamente lo que había guardado allí, miré abajo y vi la caja de piedras que tenía, tomé una y lancé una sobre su cuerpo con brusquedad, ella estaba de espaldas a mí y sintió la piedra tanto que cubrió la zona rápidamente ahogando un grito. — Vamos, Cassie preciosa, ponte recta. —volví a hacerlo con una más grande y la recibió en su cuerpo, una y otra vez la golpeé con las rocas, disfrutaba ver su dolor, sus palabras de "basta, duele" cuando lancé la última, su cuerpo débil, no aguantó el dolor y ella cayó sobre los vidrios. —Muévete de ahí. Yo te ayudo.—me acerqué a ella y trató de apartarse de mí, trató de gatear para alejarse, pero la tomé del cabello y la empujé hacía atrás y nuevamente cayó pero de espaldas sobre la "alfombra", la arrastré sobre los trozos afilados que le rasguñaron su cuerpo, que se adentraron a su piel más de una vez, la sangré se hizo presenté en el piso hasta que la saqué de allí y la estampé contra la pared. Me saqué el saco que aún tenía puesto y remangué mi camisa, me puse unos guantes negros para luego tomar asiento algo exahusto. La miré y ella se quedó en el piso tratando de ponerse de pie pero el dolor le impedía eso.Tomé un cigarrillo y lo encendí, le di una calada, lo fumé hasta la mitad, en ese entonces la miraba viendo como se arrollaba contra la pared, tratando de encontrar refugio. Fui hasta ella e hice que me observara, tomé el cigarro y lo puse en su rostro apagandolo. Su pecho subía y bajaba, sus ojos hinchados y rojos eran dos platos enormes, me miraban con miedo, aterrada, quería escapar, observaba la habitación. Por un momento creí que su corazón saldría de su pecho allí mismo. Ya no estaba llorando, sino que me miraba, dos horas pasaron así. Algunas quemaduras en su cuerpo se podían ver, había apagado cigarros en el por diversión. No hablaba y yo tampoco decía nada, la lluvia afuera ya se había detenido pero el cielo aún estaba cubierto. Observé su bolsa de compras en el piso y la tomé. De allí saqué un pinta labios y la botella de shampoo que había comprado. Cuando me vio acercarse comenzó a moverse, alejarse, pero la sujeté con fuerza y se lamentó retorciendose del dolor que le causaban los vidrios dentro de su cuerpo, agarré de su cabello y jalé hacia atras, noté que su maquillaje se había escurrido en su bello rostro, entonces destapé la pintura y con delicadeza pinté sus labios de color rojo. —Te ves bonita otra vez. —susurré en su oído, tomé la navaja que tenía en mi bolsillo y deslicé en su mejilla sin lastimarla. Sus labios temblaban, los miré y no podían ser más encantadores. Dejé que la yema de mis dedos se posaron sobre ellos y sonreí. Busqué un recipiente que allí estaba, vertí la mitad del shampoo y luego me dirigí a la muchacha con una sonrisa en mis labios. —Tienes exactamente un minuto para tragarte todo esto. —coloqué el recipiente a su lado volcando un poco en el piso. Ella me observó como si se tratara de una broma y debía intervenir. Si no lo haces puedo acabar con tu vida ahora, puedo atarte a tu automóvil y arrastrarte por el barro, como lo hizo Aquiles con Héctor, ¿viste película? También puedo cortate en pedazos y hacer que sufras más. Soy capaz de todo. — pronuncié aquellas palabras con tranquilidad, cínica tal vez, acariciaba su brazo logrando erizar sus bellos. El miedo de su rostro visible me hacía sentir satisfecho. Saqué el cabello de su cara que estorbaba dejando unos mechones detrás de su oreja, me senté a su lado con la navaja, ella se tensó, pasé el objeto por su cuello y asintió mirándome. —Es un juego, ¿no te gustan los juegos? —susurré mostrando una sonrisa. —Tic, tac, el tiempo. — la de ojos café al oír aquello sujetó el recipiente y lo llevó a su boca comenzando a tragarse el líquido. — Así mismo, hazlo.—pasé el filo por su pierna cortando su piel, ella lloriqueó, y estuvo a punto de detenerse, sin embargo no lo hizo. Dejé la navaja sobre su muslo y la comencé a hincar. —¿Sientes eso? Se termina tu tiempo — al decir aquello pude ver el desespero por tragarse todo el líquido espeso, éste caía sobre su cuerpo ya que no podía tragarlo al ritmo que iba, se detenía para gritar pero cuando se ahogó tiró el recipiente y llevó sus manos a su garganta. — Creo que encontraste el 'diamante' dije mirando a la chica asfixiarse cayendo al piso, tenía su boca entre abierta por la falta de oxígeno, se arrastró hasta a mí sujetando mi pie y patée su rostro. Había metido unos pedazos de vidrio que paso de ser percibido, fue una buena idea. Tendría una muerte lenta. Me dispuse a observarla, suplicaba con su mirada su voz apenas se oía. Una sonrisa ladina se presentó, en cuestión de minutos dejó de moverse, había muerto. La dejaría allí hasta que el olor se presentara, que su piel comenzara a ser menos visible gracias a los pequeños gusanos que no demorarían en entererase de mi crimen, hasta que sólo sus huesos quedaran. Tomé mi saco y mi bolso dispuesto a irme, luego de tanto había hecho lo que estaba deseando desde mucho, y se sentía bien. Había vuelto y no volvería a irme, o eso pensaba...
0 notes
everythingwasnormalhere · 7 months ago
Text
There's this one song called South Park by Zarcort and it's so hilarious I wanna sub it to english because it's in spanish and that means if yall dont understand spanish you won't understand it which is completely unfair
Might translate Atropellando Viejas while I'm at it tbh
2 notes · View notes
everythingwasnormalhere · 6 months ago
Text
some songs my au's kenny would listen to but basically all of it is in spanish
Fiesta Pagana - Mägo de Oz
Atropellando Viejas - Skimales
Venganza - No Te Va A Gustar
El Cuarteto Tapicero - El Cuarteto De Nos
Spanish or Vanish - Duolingo on Ice
Mujeriego - Ryan Castro
Ploma, La Gallina en Coma - Skimales
Rompe - Daddy Yankee
Calma Vladimir - El Cuarteto De Nos
Loki - Destripando la Historia
Zeus - Destripando la Historia
Afrodita - Destripando la Historia
(all of Destripando la Historia actually, their songs are awesome)
Lo malo de ser bueno - El Cuarteto De Nos
8 notes · View notes