#al fin uso esos gifs de mis niños(?)
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Pues ese alfa se está tardando en darle un cachorro a él.
Y a él, parece que las señales que le dan no son suficientes, tendrá que ser más explícitos con sus deseos.
Al parece alguien pensó en ella y aquí está para su deleite ♡
#no hay contexto(????)#DJHFSDFSFS#DÉJENME#SULLYTO TIENE SU HAREM Y SI SULLYTO ES FELIZ YO TAMBIÉN LO SOY#al fin uso esos gifs de mis niños(?)#nunca pensé que fuese para que pidiesen cachorros pero enfin(?)#te amo temptation era (?) 🥰#no sé cómo taggear esto JHSGDFSDFS#pos ni modo. uno por uno(?)#( dialogue: song dohyeon )#( dialogue: ryu minjae )#( dialogue: jun hyewon )
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ㅤㅤ⠀୧ ㅤ⠀𝑷𝑨𝑻𝑯𝑬𝑻𝑰𝑪 𝑺𝑻𝑶𝑹𝒀 𝑶𝑭 𝑴𝒀 𝑳𝑰𝑭𝑬
userspace: la historia que se narrara ahora no tiene nada que ver con pensamientos o convicciones de mi persona, todo esto es por mero uso de una historia tramada.
¿por donde comenzar para hablar de la vida de ashes? ashes no fue una cachorra como cualquier otra. otros niños tienen una imaginación de creatividad, curiosidad del entorno y vivir rodeados de amor, pero ella seria todo lo contrario; con solo nueve años seria diagnosticada con taquipsiquia: síntoma propio de algunos trastornos psiquiátricos, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, donde la persona sufre un aceleramiento del pensamiento. quizá y sus pensamientos no eran aptos de un infante, pero la curiosidad le carcomía. con el paso del tiempo aquellos pensamientos se esfumaron, pero se volvería una persona relativamente callada.
estando en la preparatoria aun tenia que seguir en terapias y a chequeos médicos en el psiquiátrico, donde escucharía de boca de unas enfermeras la historia de un paciente y la muerte de sus padre. eso nuevamente la incitaría a continuar con lo que había dejado a un lado. al estar en la universidad estudiando la carrera de relaciones publicas fue a diversas platicas y congresos, todas eran la misma sensación: aburridas, sin chiste y un montón de personas en taje. pero sus pensamientos se divagaron al tener la curiosidad de entrar a una platica de una escritora que casualmente era egresada de su universidad. quedaría totalmente hipnotizada por el misterio que emanaba, pudo sentir un ligero escalofrió que la invitaba saber mas de la escritora Emiko.
terminaría trabajando para ella como su secretaria personal, los relatos en sus escrituras la hacían trazar mentalmente una historia disparatada sobre su empleadora, de alguna manera sus ideas perversas pasarían por su mente. tenia tantas ganas de expandir su intriga en ella, al final parte de su ambición o el respeto que le tenia a Emiko le pondría un freno. ya que sin su empleadora no tendría un lugar a donde ir, por lo que mas adelante en su trabajo accedería a compartir en diversas ocasiones la cama con ella, al fin y al cabo ambas estarían solas en ese mundo... ¿que mas podría mi curiosidad saber sobre ella?
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¡AL ATAQUEEEEERRRRL!
En menos de 15 días acabo el curso de PAISAJES DE APRENDIZAJE.
¿Te das cuen?
YO tampoco. Jajajaja.
Pasaba por aquí porque necesitaba compartir unas cosicas contigo.
En el bloque que estamos a punto de acabar he visto mucha info de gamificación; de narración (storytelling); he trabajado con herramientas nuevas que me han propuesto para crear mi propio paisaje de aprendizaje; ...
En definitiva, mucha parte técnica y creativa a la vez.
Cierto es que a medida que iba viendo los vídeos del curso y las propuestas; pensaba que se podrían hacer más atractivos los contenidos más densos en el aula, como por ejemplo los de sociales. Ahora estamos en el cole con ciudades de Europa y está siendo un verdadero caos memorístico para los niños.
Pero bueno, lo que me gusta a mi soñar despierta...
Para ser sinceros, hace un año hice un curso on line de copywriting. Hay veces que pensaba que necesitaba un cambio de aires profesionalmente hablando y descubrí el mundo del copy.
Desde siempre me ha gustado escribir; imaginar y contar historias. Y dentro del copy se necesita contar una historia que enganche, llame la atención para crear esa necesidad o hacer que la que tengan se acabe con lo que le ofreces.
Así que esto del Storytelling me venía sonando sí.
Espera, que dejo ya de contarme mis historias para no dormir y sigo con lo que quería compartirte.
Me propusieron en este bloque conocer los gustos, necesidades, frustraciones, etc... de los niños a los que iría enfocado mi paisaje. Lo hice a través de un mapa de empatía.
Ese mapa me ayudaría a atinar con una historia más molona y motivadora para los niños.
Te dejo el mapa que hice para que veas a lo que me refiero.
Al final la historia está basada en los SUPERTHINGS.
La idea es que ayuden a los superhéroes a crear una asociación para las necesidades de la ciudad de KABOOM.
Los villanos se han enterado y quieren impedirlo.
Se les pide ayuda para poder crear a asociación.
Dejo por aquí la narrativa de la primera página de genially.
¡AYUDA, AYUDA!
Los villanos se han escondido en KABOOM CITY.
Saben que los superhéroes quieren crear una asociación que ayude a la ciudad. Los superthings chachis están ocupados pensando cómo crearla. Y los malos malísimos no dudarán en entrometerse y fastidiar los planes.
Paséate por la ciudad y ayuda a los héroes a completar sus misiones.
Con tu ayuda conseguiremos impedir que los villanos se salgan con la suya.
Arremángate bien que vas a pasar por muchas pruebas. Tendrás que dar todo lo que tienes.
¡A POR TODAS!
Vamos que la cosa es que vayan haciendo actividades siguiendo el mapa de la ciudad de Kaboom.
Lo he creado en genially. Cuando completando los bloques propuestos van ganando insignias.
He usado la web de makebadge que está sugerida en el curso y la he combinado con otra web que crea cartas. Como sigo a otros profes en Instagram, hace poco que comentaron 5 webs para crear cartas de recompensa. He querido probar cómo quedaría.
Cada insignia se consigue después de realizar varias de las actividades propuestas en el aprendizaje.
Intento especificar y ensalzar el trabajo que han hecho hasta ese momento y darles un "poder".
Espera que miro por aquí y te digo la web que usé para crear la carta insignia.
Y mira qué me salió como producto final de insignias.
A ver, no te voy a engañar, he dedicado muchas horas a todo.
Es un reto para mi ya que quiero que todo salga lo mejor posible. Sé que no será perfecto pero para gamificar se necesita tiempo, imaginación y ganas de investigar y trastear con herramientas y aplicaciones.
A eso le añades lo de las licencias de uso de las imágenes.
En fin, los derechos de autor. Aún no sé si es correcto mi paisaje pero lo pongo por aquí para que te des una vuelta por él.
Está sin terminar que aún queda lo mejor.
LA BATALLA FINAL de curso.
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a ojos de la surcoreana, le resulta fascinante la forma en la que el uso y elección de palabras habla más del individuo que la información en sí; porque es lo que son, bagaje de sus historias y experiencias pasadas. por eso, aún con la gelidez que percibe de la voz femenina, las comisuras se elevan con sutilidad. ‘ la realidad es cruel y capaz de dañar aún a la más fuerte de las especies ’ ella elegiría la cualidad de la adaptación, evolución, la resiliencia obligada. ‘ vivimos poco tiempo, ¿no crees? ’ prefiere dejar la temática en el aire, a libre interpretación, antes que la señalada como romántica fuera ella. ni si quiera podría considerarse el ente más optimista del planeta, sino que habla desde la rotura. namra es, al final del día, como esas vasijas de cerámica cuyas grietas son reparadas con la técnica del kintsugi. ‘ verse fuertes es primordial para ellos porque saben que no lo son ’ imposible no concordar en la temática, la historia les ha demostrado que aún queda un largo recorrido en búsqueda de la igualdad entre géneros. tan pesado, abusivo, luchas de las mujeres previas a ellas y las que vendrán después. ‘ mi padre, por ejemplo, es el hombre más patético del mundo — típico que no soporta el éxito de su esposa ’ hace un gesto cansino con la mano, omite que el punto materno no es mucho mejor. ‘ aún, son más dolorosas las traiciones entre mujeres … una amiga, una hermana, una compañera … ’ una madre, también. ‘ si volvemos a isabella ... tiene hasta una cadena de restaurantes, ¿bianchi’s? ’ divaga a la referida, la cadena tiene éxito suficiente, sería burdo arriesgarlo por alguien como rossi. al fin, los iris se desplazan de la pareja de ancianos hasta foránea cuando escucha el nombre, la sorpresa no se esconde en el gesto, incluso si se reduce a una sonrisa plácida. ‘ te queda un poco mejor que daphne ’ amaina con humor, se permite el lujo por la corriente entusiasta con la que la acción de la samhain le ha sorprendido. estira la mano por igual y la estrecha. ‘ espero que no me des una razón para hacerlo, venus de samhain ’ al soltarla, aún se fija en dichas facciones. ‘ lo que sí, te puedo prometer que nunca sería por la espalda ’ se encoge de hombros con naturalidad, al final suspira. ‘ ¿otro cóctel para niños? ’
se sonríe de lado cuando la escucha, toma un nuevo sorbo de lo que en su cabeza se parece más a un jarabe de niños que a una bebida: ‘ cuando nos mostramos más humanos — ’ repite, entonces desvía su mirada del atardecer hasta ella. ‘ también somos más fáciles de dañar, porque muestras tus puntos débiles ’ lo dice por experiencia, aún está recuperándose de las heridas que dejó el tiempo sobre su alma, siendo la última puñalada en su espalda la que más le ha costado sanar. ‘ somos mujeres, somos más vulnerables para ellos ’ se refiere a los hombres, causa lástima cómo su formación militar terminó por quebrarla aún más de lo que hizo su familia cuando era apenas una niña. tantas expectativas que cumplir, y ya no tenía nada que perder. ‘ y se nublan, al punto que no pudo ver venir que alguien más terminaría con su vida, por ser un imbécil ’ es dura con la víctima, por lo que no sabe si será capaz de llegar a la respuesta correcta. con anterior empatizó, buscó el mejor final para ella, ¿pero él? casi siente que se lo llevó gratis. ‘ isabella habría anticipado si querían matarla, a diferencia de los hombres, la vida nos ha criado para saber que nos van a apuñalar en cualquier momento ’ su mirada se desvía del rostro femenino nuevamente hacia la escena, que estudia apenas, antes de tomar un nuevo sorbo del trago para niños. ser una mujer en un mundo donde los hombres brillan, es una máquina del tiempo. termina por posar su atención en pareja de jubilados, no puede evitar sonreír con cierta ternura, pero esconde la curvatura tras su vaso, cuando se percata. ‘ venus ’ decide sincerarse por fin, después de todo, la beltane no le desagradaba del todo. ‘ mi nombre es venus, no daphne ’ ahora la mira, estira su mano en su dirección. ‘ espero no recibir una estaca de tu parte, namra de beltane ’ ¿estaba decidiendo confiar? el tiempo lo diría.
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Larry Stylinson no es marketing
Como Larries nos hemos enfrentado miles de veces al típico comentario desagradable de todo aquel que no está informado acerca de Larry “de seguro es por publicidad” “puro marketing” cosa que en lo personal se me hace tremendo insulto. Comenzando el hecho que invisibiliza la existencia del closeting en la industria y la mera ignorancia de soltar un comentario de mercadotecnia cuando claramente no saben lo que hay detrás de un término del mismo. Se cagan en los cuatro años de estudio que he llevado en la carrera.
Para demostrar que Larry es más allá que un supuesto marketing tenemos que remontarnos a los inicios de la banda.
Bendito 2010, año donde nacieron los grandes de la década. Es importante analizar el contexto social del mismo y para ello tengo que hablar de la homofobia injustificada que existía y un claro ejemplo es Justin Bieber. En aquel año su carrera estaba comenzando a desplazarse a la cima, las chicas morían por él y su música sonaba en todos lados.
Y con ello llegaron los haters (o homofóbicos podría decir) estas personas que odiaban al chico por el hecho de ser un niño con facciones finas y con voz aguda. Lo tachaban de “maricon” aun siendo un hombre heterosexual.
El concepto de “gay” era tomado como un insulto para la sociedad.
Y claro que sí, esto mismo pasó con One Direction en sus inicios. (x)
Entonces. Teniendo en cuenta los factores que.
Ser homosexual y cantante era la peor combinación que un artista podría tener en ese tiempo.
Tener como managers a un grupo de boomers con sus costumbres arraigadas dirigiendo tu carrera musical
Que tu principal público sean NIÑAS de 10 a 17 años.
¡NO NO Y NO! imposible que una pareja homosexual dentro de la misma banda pueda salir a la luz, incluso poder usarla para una narrativa de atraer mas fans.
La homosexualidad no era un factor ni un poco rentable en esa época.
Por eso, solo es cuestión de pensar un poco en toda la información que existe de Larry y usar la lógica.
Toda prueba Larry se basa en análisis de detalles mínimos que por cualquiera pasaría desapercibido. Son todas aquellas pruebas que fueron recabadas gracias a las personas que se tomaron el tiempo de ver más allá de lo que se mostraba en cámaras.
Solo toma en cuenta que nadie mira un simple toque.
o analiza una mirada
¡MUCHO MENOS! Sabiendo que tu público principal son niñxs pequeñxs de 10/15 años. Niñxs que solo les interesa ver sus lindos rostros y cantar sus canciones a todo pulmón mientras fantasean una vida amorosa con su chico favorito.
Y créeme el público general le importa una mierda si dos de la banda se miraron con amor tal día, de verdad no les interesa en lo absoluto.
Entonces dime tu. De que le sirve a los managers de una boyband crear una historia de amor entre dos integrantes teniendo en cuenta que esto no sería aceptado de ninguna manera. ¿Les resulta beneficioso una historia donde estos apenas y pueden interactuar frente a cámara?
A la gente le gusta ver historias de amor visibles, no andar investigando sobre qué día estos dos compartieron ropa. El público general no tiene tiempo de andar viendo a detalle un video para poder encontrar una interacción mínima. Prefieren los romances visibles donde encuentren fotos de calidad entre ellos.
¿No crees tú que para poder hacer que Larry atraiga a nuevos fans sería un poquito más obvio? Digo al menos no nos hagan ver cuadro por cuadro un tonto video donde se miran por 0,03 segundos.
Además de que las pruebas Larry están mas escondidas que mi calcetín que perdí la semana pasada te puedo mencionar otro factor de mercadotecnia donde los factores sociales impiden que una pareja homosexual sea carnada para nueva fanaticada.
El segmento meta es culpable y lo voy a hacer lo más resumido posible para no aburrirte.
FACTOR A FAVOR:
Fans One Direction = Niñxs de 10 a 17 años pertenecientes a la generación Z, estos tienen una mentalidad más abierta ante temas de la comunidad lo cual podrían aceptar una relación homosexual.
FACTOR EN CONTRA:
Padres de fans de One Direction = Señores de más de 30 años pertenecientes a la generación X, gente que creció con la idea errónea de la homosexualidad, gente que esta en contra de que sus hijos reciban este tipo de información.
Entonces aquí entra el factor más importante de todo. ¡Las ventas! Todo el dinero que lxs fans gastan en la banda en su mayoría proviene de sus padres, estos son los que toman la decisión de compra para sus hijos ya que son los que invertirán. Los padres buscan que el dinero sea dirigido algo que sea beneficioso. Considerando la mentalidad que estos tienen, creen que no es bueno que estos escuchen una banda con dos homosexuales.
Si estos se enteran que EFECTIVAMENTE hay dos homosexuales en la banda crees que dejarían que sus hijos sigan escuchando la banda? claro que no. Aquí es cuestión de complacer a todos, por lo cual One Direction siempre fue políticamente correcto en sus acciones.
Y hasta aquí abarcó la mentalidad del 2010 al 2015 que fue cuando One Direction estuvo vigente llevando de la mano los conceptos sociales de esos años y el segmento meta al que se dirigían.
¿Qué pasa después?
Comienzan las carreras como solitario y la mentalidad de la sociedad va cambiando.
Si bien actualmente estamos en un terreno donde la homosexualidad es aceptada y aplaudida por muchos. Salir del closet genera polémica, una relación secreta generaría millones. El morbo vende y una situación así sería genial para las carreras solitarias de Louis y Harry ¿Por qué no lo hacen?
Un claro ejemplo es Sam Smith, aún con el apoyo de la comunidad sus oyentes han bajado de manera sorprendente a raíz de su salida del closet como no binario.
El usar Larry para atraer gente con la narrativa real que estamos llevando donde la industria musical es la culpable de todo. ¿crees que es beneficioso?
A la industria musical no le conviene en lo absoluto que sus trapitos salgan al sol con una pareja homosexual solo para atraer fans. Sea real o no la historia donde ellos son los malos del cuento los deja mal parados ante el público, no les conviene mencionarlo ni de broma y lo hemos visto a lo largo de los años como han intentado silenciar a los artistas que llegan a exponer a la industria. Kanye West intentó mostrar los abusos de su disquera y aun así nadie hizo caso. (X)
SIN EMBARGO
Aquí va mi gigante pero.
Actualmente Louis y Harry usan el concepto de Larry Stylinson para impulsar sus carreras.
No lo hacen descaradamente, no lo hacen con morbo, pero debo de decirte que si se usa para las estrategias digitales de búsqueda.
Hace unos días vi un video (x) donde muestra que Louis usa en sus tags a Larry Stylinson para impulsar sus búsquedas en YouTube.
Y aún así te voy a explicar por que no es motivo para pensar que su relación es marketing.
Las herramientas digitales de publicidad en redes sociales se rigen en base al uso de hashtags para facilitar el segmento a quien se dirige y con ello personalizar sus resultados.
El uso de tags son específicamente poner cosas que tengan que ver con lo que se esta publicitando y así la gente pueda encontrar con mas facilidad lo que estaba buscando.
El caso de Louis como lo dice el video usa etiquetas que lo involucren a el directa o indirectamente
Si ves uno por uno te das cuenta que son temas con los que esta involucrado de alguna manera, como los nombres de sus compañeros de banda o el primer single de One Direction.
Louis y su equipo son consientes de la existencia de la relación y todo el contenido que hay de ellos en redes sociales. Quieran o no Larry Stylinson involucra directamente a Louis lo cual es una buena razón para que sea un simple tag de búsqueda en sus videos.
Simplemente son estrategias para beneficio del artista y es muy común. (Incluso no se sorprendan que algún otro miembro de One Direction use los tags en sus videos)
En fin. Creo que solo es cuestión de usar tu lógica y saber lo fuerte que es el tema de Larry en la industria y lo mal parados que se deja si se usara esta historia para atraer fans.
Y con esto no quiero decir que ellos dos se van a mantener en el closet por el resto de su carrera si no que tienen que pasar por ciertos procesos para que sea aceptado y que deje en mejor posición a las disqueras que los manejaron.
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Bueno yo recién vi la película Luca y tengo dos opiniones un poco contraídas en ver a Luca y Alberto como parte de la comunidad lgbtq+
Primero que nada, admito que yo si los vi como gays, mi instinto shipeador y tal vez fujoshi me hizo verlo de ese modo y no estoy completamente orgullosa de ello.
Segundo, quisiera echarle la culpa a la institución del entretenimiento en sí por ello, porque hace años cuando estaba aún menos normalizado ver ese tipo de relaciones en el cine o televisión en general se llegaban a hacer ese tipo de gestos y conexiones entre dos personajes para dar a entender que eran parte de la comunidad lgbtq+ y algunos como niños, (me incluyo en ellos), era ingenuo o distraído y no los veía de esa forma, sin embargo otras personas sí y al final los directores estaban orgullosos de que se haya dado a conocer el mensaje correcto a los espectadores.
Y luego viene esta película que me confunde y el director dice que es sólo una amistad muy linda y estrecha, entonces yo ya no sé qué creer o ¿me estoy perdiendo de algo?
Y entonces llega esta otra opinión sobre si antes había menos comunicación y relación de este tipo en amistades de hombres porque se podía llegar a ver comportamiento homobifco o simple incomodidad si se veía de otra forma por los espectadores y cuando ahora lo muestran así ya no se puede pensar en algo distinto que una pareja gay.
No es que yo quiera mostrar mis pruebas después de haber visto la película una sola vez, pero aquí van de todos modos:
- Más que nada yo pienso que el que realmente pertenece a la comunidad lgbtq+ es Alberto, porque sí, el quería verse como una figura digna para Luca y se ponía celoso cuando Luca estaba con Giulia, quería a Luca sólo para él y lo entiendo, tenían un plan para escapar juntos porque Alberto no tenía otra familia pero creo que eso hizo que dependiera mucho de su amigo y no sé, que también que se haya enamorado de él.
- Luego está Luca, quien llega a un nuevo mundo y tiene Alberto para que le hable de él y comienza a admirarlo mucho por ello, al final no está tan decepcionado de que Alberto le haya mentido sólo que ya no quiere lo mismo que antes.
- La pareja de viejitas monstruos marinos que se muestra en el final de la película y que para mí significan una pareja de lesbianas revelando su amor después de tantos años.
- Ah, y casi lo olvido, la frase que era algo como: "Algunas personas nunca lo aceptarán, pero habrá otras que sí" pues me hace pensar en la tolerancia y respeto dirigido hacia esta comunidad.
- Para mí sólo faltaba un arcoiris al final de la película después de que lloviera para hacerlo más explícito. Xd 🏳️🌈
En fin, no creo que nadie lea ésto pero lo uso para no dejar mis pensamientos flotando.
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ㅤㅤYOUR SONGㅤㅤ
ㅤㅤ
ㅤㅤ
─❝Earth!Din Djarin x f!reader (no uso de Y/N)
─❝summary; Din cuestiona el amor que tenía con Omera y la falta de querer de ambos. Un par de tragos es suficiente para dejarte ver sus emociones.
─❝ warnings; depresión, maldiciones y algo de fluff pero básicamente todo está ligero, quiero creer.
─❝ recuento de palabras: 4.1k
─❝A/N: como este es un AU donde totalmente todo pasa en la tierra, Grogu es un niño humano (? Idk pero es adecuado.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤCapítulo 2ㅤㅤㅤㅤ
Su cuerpo dolía. Dolía todo el tiempo que se la pasaba acostado en esa fría cama. No recordaba la última vez que hizo algo productivo, ya que había estado trabajando desde casa. Lo único que sentía era dolor y más dolor. Se sentía tan decaído como para pararse y cocinar algo. Como la primera noche que ella no estaba, apenas y recordaba cómo era respirar. Jamás creyó que el amor dolía así, que una persona tuviera tanto significado como para dejarle su alma tallada en la suya. Tantos buenos recuerdos que los dos tenían, que nunca imagino como cambiarían a ser tan deprimentes.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤTu Falta De Quererㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤ
ㅤㅤ
Dos meses después de que Omera se fuera, llego su única esperanza en seguir con vida. El día era lluvioso, pero no le sorprendía para ser septiembre. Los árboles se movían de un lado a otro que temía y salieran volando a romper alguna de sus ventanas. Din odiaba el té, jamás lo tomaba a no ser un caso extremo de ansiedad y lo necesitara para dormir. Pero esa noche simplemente quería tomarlo. Omera lo tomaba todos los días y era lo que más le recordaba de ella. Eran las once de la noche y alguien toco a su puerta. Extraño – pensó Din. Nadie tenía acceso a su nueva casa, ni siquiera Cara, Karga o Fett. Deicidio ignorarlo, pero volvieron a tocar dos veces más. Fue entonces que reacciono y pensó, que tal vez era ella.
Se acerco rápidamente a la puerta y vio por la mirilla. No había nadie. Din se alejó por un momento pensando en si abrir o no. Optó por tomar el arma que tenía en la mesa a su derecha y la cargo rápidamente. Volvió a ver por la mirilla, pero seguía sin haber rastro de alguien. Con el arma cargada, abrió de golpe la puerta apuntando a la nada. Miro a los dos lados desesperadamente y entonces lo escuchó. Había un bebé en el suelo, envuelto en nada más que una suave y delgada manta. No estaba llorando, simplemente se quejaba mientras se movía de un lado a otro.
El corazón de Din se detuvo por un segundo, contemplando al pequeño. Ese bebé no tenía más de un mes y lo habían dejado en su puerta en la fría y lluviosa noche. Por un momento, dudo en si tomar al bebé o, simplemente dejarlo ahí. No podía dejar a un bebé en medio de la noche mientras llovía a mas no parar. Así que, con algo de cuidado, tomo al bebé. Tenía los ojos abiertos y Din quedo en asombro. Jamás había visto a un bebé con los ojos tan grandes y brillantes como los tenía él.
‘’Hey…’’ le susurro y su dedo se dirigió a su suave mejilla. El pequeño siguió su dedo con sus ojos. Din dejo ver una pequeña sonrisa. ‘’ ¿Quién…quien te ha dejado aquí?’’
Su blanca piel se volvió rápidamente roja y de sus ojos salían lágrimas. Su fuerte llanto hizo que el corazón de Din latiera más rápido por minuto. No sabía qué hacer, demonios, jamás había cuidado de un bebé.
‘’Hey, hey, hey…’’ le dijo varias veces meneándolo de un lado a otro mientras entraba a su casa cerrando la puerta con su pie izquierdo.
Estaba entrando en pánico. De su frente salían gotas de sudor mientras buscaba en línea como calmar a un bebé, pero lo único que encontró son formas de dormir. cantar o darle de comer. Din no tenía nada de eso y el bebé lloraba cada vez más fuerte. En estado de pánico, tomo su chaqueta, un paraguas y salió rápidamente de su casa en medio de la lluvia. Y entonces algo en su cabeza se encendió. Sus vecinos, Elisa y Erick eran abuelos. Su hija, Céline, había dado a luz hace un par de meses, ella sabría algo de calmar un bebé.
Sus pasos eran rápidos, pero cuidadosos. Temía resbalar y que algo pasara. Eran esos momentos en los que maldecía que su casa estuviera entre los enormes árboles y que tuviera que poner el código del portón con las manos ocupadas. Vio la casa a lo lejos, después de algunos minutos de caminata. Soltó el paraguas y golpeo frenéticamente la puerta. No le importaba parecer un extraño a las once de la noche tocando a la puerta de sus vecinos.
Las luces dentro de la casa se encendieron y de la puerta, la vieja y dulce Elisa salió. ‘’Din, ¿sabes qué hora que es?’’
‘’Necesito ayuda’’
Din, nuevamente se decía a sí mismo, que no creía en los milagros. Pero era como si Dios, o destino le hubieran enviado al pequeño Grogu a su vida. Esa noche, él y Céline descubrieron que debajo del pequeño y débil cuerpo de Grogu, se encontraba un acta de nacimiento donde decía que el pequeño tenía un mes de vida. Pero el nombre de sus padres había sido arrancado del papel, dejando a Din con demasiadas preguntas esa noche. Céline había sido una gran ayuda y le había dado una lista sobre el cuidado de un bebé. Seguía preguntándose como todo paso y por qué dejaron aquel bebé de ahora un año, en su puerta.
Se tallo sus ojos viendo la hora en el reloj. 8 de la mañana y le parecía extraño que el pequeño aun no esté acostado a su lado exigiendo que quería desayunar. Grogu todavía no podía hablar. Decía algunas que otras palabras, pero Alondra dijo que era algo normal.
‘’Hey, niño’’ grito sin ánimo alguno. Grogu no tardo ni un segundo y ya estaba parado en la puerta. ‘’Tendrás que quedarte nuevamente con Elisa’’
El pequeño simplemente se acercó sin hacer ningún gesto en absoluto. Los dos estaba acostados mirando al techo. Algunos dirían que el pequeño Grogu era el hijo bilógico de Din, ya que se parecían en demasiados aspectos. A pesar de que Grogu no conociera más gente además de la familia de Céline y Din, quien consideraba su padre y lo llamaba ‘’papa’’ algunas veces – sentía que eso era suficiente. Esa era su pequeña familia en los ojos de Grogu. Y a Din no le molestaba que le llamara Papá, era un sentimiento extraño que le hacía recordar a Omera y la pequeña Winta.
Din se paro de la cama tomando su celular de la mesa que tenia a su derecha. Aun conservaba su número, sin estar seguro de si era aún atendía o se había cambiado. El celular sonó unos segundos, llevándolo a buzón de voz. ‘’Hey, soy yo nuevamente’’ empezó a hablar mientras caminaba en círculos. ‘’Se que te he estado llamando estos últimos meses, sé que debería de parar y ni siquiera se si tienes este numero contigo. Si escuchas esto, por favor llámame. Soy…Din’’’
Din soltó el celular dejándolo caer sobre la cama. Grogu lo miraba sin entender. ‘’Papa’’ sus pequeños brazos se extendieron en señal de que quería ser cargado.
Din suspira, colando al pequeño sobre sus brazos haciendo que su cuerpo quedara mirando hacia al frente. ‘’Vamos’’
Los dos se subieron a la vieja Crest con algo de prisa. No solamente había demorado en el desayuno, sino que Grogu pensó que seria divertido jugar a las escondidas con Din sudando como loco. Cuando por fin lo encontró salió corriendo a una velocidad impresionante. El fuerte aire de agosto los golpeo fuertemente en la cara. Din aseguro al pequeño frente a él encendiendo a la Crest en camino a la casa de Elisa.
Eran las pocas veces que Din pensó en llevar a Grogu con él, para que conociera gente y viera un mundo más allá de su casa. Pero no podía hacer eso, ¿Cómo le explicaría a todos que de un día a otro tenía un bebé? Entonces, la idea se iba de su cabeza, con un inmenso dolor de la vida del pequeño. Le recordaba a su él pequeño. Travieso y…feliz. Din saco de su cabeza ese recuerdo. Le era tan amargo que se rehusaba a recordarlo.
Din se bajo con cuidado tomando a Grogu en sus brazos. Toco tres veces la puerta, esperando algunos segundos hasta que Elisa abrió. ‘’Buenos días Din’’ le sonrió volteando a ver a Grogu. ‘’Supongo que vienes a dejar al pequeño rayo de luz’’
Din sonrió ante el apodo. ‘’Solo será por una hora’’ se cruzo de brazos cuando Elisa tomo a Grogu entre sus brazos dejando leves pellizcos en su mejilla.
‘’Oh, Din’’ Elisa poso su mano sobre la mejilla de Din y él dio un leve salto ante el gesto. ‘’Erick y yo estábamos pensando en que…deberías dejar a Grogu aquí…esta noche’’
Din la miro con algo de asombro y nervios. Se aclaro la garganta para hablar. ‘’No les puedo hacer eso’’ miro al pequeño por un segundo. ‘’No creo…’’
‘’Creemos que seria bueno que descansaras un poco de él, además, te vendría bien salir y pasar tiempo con tus amigos’’ Elisa extendió su mano hasta el brazo de Din, dándole igualmente un pellizco.
Din miro al suelo no seguro de que decir. Volteo a verla, no había pasado un solo día sin Grogu desde que llego a su vida. ‘’ ¿Están seguros? No tardare mucho’’
‘’Estamos seguros’’ Elisa se aparto y su mano tomo la puerta para cerrarla. ‘’Estas algo blanco, deberías ir a pasear y tomar el sol’’
Din empezó a reír. Sus mejillas se sonrojaron y metió sus dos manos en los bolsillos de su pantalón. ‘’Lo haré’’ sus ojos se enfocaron en el pequeño que permanecía chupando su dedo pulgar. ‘’Vendré por ti mañana en la mañana, pórtate bien, tu sabes de lo que hablo’’ termino de acomodarle su suéter y se alejó cuando Elisa cerró la puerta.
El frio aire golpeaba su cara fuertemente en su ida a recoger a Boba. Todos sabían que Din era una persona muy fácil de convencer.
Su mente navegaba sin rumbo alguno en sus recuerdos. El leve sonido de un piano inundo su cabeza. Las teclas sonaban fuertemente zumbando en su oído. Fue la primera vez que la vio. Se veía tan hermosa tocando el piano, enseñándole a su pequeña a su izquierda. La sala estaba vacía y solamente los tres se encontraban ahí. Era como si de alguna manera pudiera acercarse lentamente a ella. Le estaba dando la espalda. Su cabello largo y suelto llegaban a la altura de su cintura y la pequeña Winta meneaba sus pies al frente y hacia atrás. De repente, el sonido del piano se detuvo y Omera se enderezo.
‘’No voy a poner mis manos en tu cintura’’
Din parpadeo dos veces, mirando como Boba estaba cruzado de brazos a su lado. Esperando a irse. ‘’ ¿Disculpa?’’ pregunto apretando sus ojos fuertemente para volver a la realidad.
‘’Estamos mas que atrasados’’ Boba se subió a la moto sin poner sus manos en la cintura de Din. ‘’Será mejor que nos vayamos y pensemos en una excusa’’
Nuevamente estaba en la carretera. No podía dejar que esos amargos recuerdos se apoderaran de él incluso si quería recordar cómo se sentía ser amado. Sus sentimientos hacia ella, se volvían borrosos si recordaba. Y entonces, el enorme aeropuerto estaba a la vista de Din. Oh, aquel aeropuerto donde se fue y jamás le dijo a donde iría. Se llevo todo – pensó Din, pensando en su fría y dolorosa mirada.
‘’Ella lo siente, ¿Lo sabes?’’ dijo Boba después de unos minutos de silencio, viendo como el hombre estaba perdido en algún lugar. ‘’Me dijo que no estaba enojada con la decisión que hiciste’’
Din sintió nuevamente el ardor subir por su garganta. Sus ojos buscaban otro lugar que ver evitando llorar. ‘’No tenías que decirme eso’’
Boba se quedo callado. Cualquier otra cosa que dijera seria suficiente para hacer que volviera a caer en su depresión y llanto.
“Tienes que afrontarlo. No eres nada para ella incluso si no estaba enojada con tu decisión.” su mente le gritaba con dolor. “Había una enorme falta…”
Apretó fuertemente los ojos y pasó sus manos por su cara rápidamente. Se preguntaba cuándo sería el día en el que podría volver a encontrar paz de esos pensamientos. Grogu era su única distracción y no lo vería hasta mañana. Escucho a Boba hablarle, pero no le prestó atención. Mucho menos cuando te acercaste a presentarte.
“Djarin” le dijo Boba golpeando su brazo. Din se quejó volteando a verlos. “Este es Din”
Tu enorme sonrisa era como ver directamente al sol. Tan brillante y alegre que hacía que le doliera la cabeza. Le diste tu nombre extendiendo tu mano a él en saludo. “Entonces este es el señor Djarin del que tanto me hablaba Boba”
Din asintió, soltando tu mano. “Creo que aquí los dejo a los dos” les dijo empezando a caminar a la salida. Preferiría estar en cualquier otro lugar que estar con Fett.
“No, esperaras aquí en lo que yo voy por mi moto” le tomó del brazo para que lo viera. Din agradecía que la vida no fuera una caricatura, Boba estaría lanzando humo de sus orejas. “Están en camino”
Din quiso negarse, pero él ya se estaba yendo de donde estaba. Dejándolo solamente contigo.
“Bonita mañana” le dijiste con una sonrisa. Din suspiro. “Boba es una muy buena persona”
“¿Por qué no vas y lo esperas en una de esas bancas?” su voz era gruesa y brusca, estaba enojado.
No dijiste nada más. Solamente mirabas como te daba la espalda. Era un testarudo y solamente lo habías conocido hace dos minutos. No había forma de que este hombre fuera así – pensaste viendo su espalda. Tal vez deberías darle una pequeña oportunidad. Ni tu quisieras despertarte una mañana de sábado a recoger a alguien que no conoces. Otra oportunidad, creo que este primer encuentro no cuenta – volviste a pensar. Los primeros encuentros nunca son los mejores cuando vienen de tu parte. Pero el tiempo pasaba y parecía que Boba lo había hecho a propósito para que los dos pudieran conocerse, cosa que claramente no estaba funcionando y hacía que te desesperadas.
Te acercaste a él nuevamente, con los brazos cruzados aferrándote levemente a tu gabardina. Le murmuraste tu nombre esperando alguna respuesta de su parte. ‘’ Boba me dijo que eras verdaderamente bueno en tu trabajo, yo vine aquí para ser la nueva maestra en el jardín de niños’’ le dijiste tratando de sacar una conversación con él. No respondió. ‘’Bueno…’’
‘’Creí haberte dicho que podías esperar en una de las bancas’’ exclamó señalándote con el dedo donde estaban las bancas. Volvió a cruzarse de hombre y su expresión de enojo y desesperación hicieron que te quedaras callada unos segundos.
Suspiraste tomando tu maleta. ‘’ ¿Alguien te había dicho que eres un mandón?’’ volteo a verte y si las miradas pudieran matar, ya estarías enterrada en el suelo. ‘’Fue un placer conocerte, Mando’’
Tomaste tus dos maletas y te alejaste de él sin decir nada más. Din se quedo pensando en el apodo que le habías dado. ¡Por Dios, Din! Esa dulce mujer solamente estaba siendo amable contigo. – pensó viendo como te sentabas a esperar. ¿Tan asustado estas del contacto femenino? ¿Te asusta que una hermosa mujer te hable? – Din saco esos pensamientos de su cabeza caminando hacia la salida. Tenia que salir de ahí o su cabeza estaría matando lo ultimo de autoestima que tenía. Boba estaba entrando con las llaves de su moto.
‘’Espero los dos se haya llevado bien’’ le golpeo el hombro suavemente con una gran sonrisa. ‘’Es un encanto’’
Se alzó de hombros. ‘’Si tu lo dices’’ Din se ríe caminando hasta su moto. Completamente ignorando lo que le decía sobre acompañarlos a caminar.
La tarde pasaba volando cuando se la pasaba en la pradera que tenia saliendo del bosque donde estaba ubicada su casa. Era donde podía venir a relajarse en sus tardes y mirar el atardecer. Contemplaba el atardecer como si fuera una parte de él. Lo amaba. Amaba sentarse ahí y no hacer absolutamente nada, como lo hacía con ella. Odiaba que todo lo que hiciera, siempre estuviera presente. Trataba de recordar como eran sus días con ella, los sentimientos que tenía. Pero eran borrosos cuando se esforzaba en recordar.
Se canso de estar ahí y volvió a caminar por el bosque hasta llegar a su casa antes de que se volviera mas oscuro. Si quieres olvidar, beber no hace mal – se dijo a si mismo conduciendo hasta aquel bar donde vio a Karga la noche anterior. Din le encantaba el ambiente que tenia el bar, pero eso de hablar y bailar simplemente no era lo suyo. Solo pasaba cuando estaba de humor o con sus amigos. Nada de eso estaba presente esa noche.
Pidió lo usual al bartender quien en cuestión de segundos ya tenia su copa llena. ‘’Es un gusto verte nuevamente de pie, Din’’ el hombre le sonrió sirviendo a los demás. ‘’Estábamos preocupados! La estrella Djarin no ha estado casi un año aquí’’
Din río recordando el reto que gano contra Cara hace más de un año. Aún sentía el ardor de las 100 copas que se tomo y victoriosamente gano. ‘’Todos necesitamos tomarnos un tiempo’’ le dijo entre risas. ‘’Deberías tomarte uno también tú, Damon’’
‘’Eso no es para mí, gano bien y tengo que cuidar de los 3 niños’’
‘’Cierto’’ Din le alzo su copa y Damon la sirvió rápidamente.
A veces se preguntaba si ella pensaba en él. Él lo hacía todo el tiempo incluso si doliera. Si la pequeña Winta le preguntaba qué en dónde estaba, en dónde estaba la Crest para salir a pasear. La extrañaba. Extrañaba salir con las dos a la pradera que había a las afueras de la ciudad y tener esos picnics que Omera siempre proponía. Solamente viendo el atardecer con la pequeña dormida en sus piernas. El amor dolía, y él estaba muriendo.
El amor no había desaparecido. Solamente habían tenido algunos desacuerdos y luego llegó esa discusión sobre la familia que había acabado con todo lo que lo hacía feliz. No podía sacarse de la cabeza sus ojos llorosos y las maletas que tenía a su lado. Solamente había sido esa discusión sobre la familia.
Había perdido la cuenta de cuantos tragos había tomado, pero se estaba sintiendo ligeramente ebrio. No podría conducir la Crest en ese estado, pero era lo que menos le importaba. No había podido beber así de bien desde que tenia al niño. Escucho a alguien quejarse mientras se sentaba a su lado. Aquella dulce y suave voz la había escuchado antes. Volteo para ver quien era. Oh, era la chica de Fett.
‘’Genial, me tenía que tocar junto a ti’’ susurraste pasando tus manos por tus ojos. ‘’Pero si es Mando!’’ Din tomo lo último que quedaba en su copa, tratando de ignorar que le estabas hablando. ‘’Boba me dijo que eras carismático, supongo que eso fue una mentira’’
“Creí que estarías ocupada poniéndole dieses a los dibujos de tus infantes”
Lo miraste con asombro y la boca entreabierta. Este hombre tenía las bolas como para decirte eso. “No empiezo hasta el martes” le afirmaste “Creí que estarías bajo las sábanas de algunas de las mujeres que no te han dejado de ver”
Din río. Dio un leve vistazo sobre su hombro notando una que otra mujer le estaba poniendo el ojo encima. ‘’Pensaste mal’’
Decidiste no responder. No por que no tuvieras nada mas que decir si no por que viniste a relajarte un poco de todo el papeleo que tenías por delante y sin duda, tener un dolor de cabeza era lo que menos querías. Después de algunos minutos, escuchaste como el bartender le dijo que no podía seguir sirviéndole o quedaría en un peor estado. ‘’Tratando de olvidar a alguien, supongo’’
Din te miro por unos segundos. Volteo a ver su copa vacía y simplemente suspiro. ‘’ ¿Se nota mucho?’’ la sonrisa falsa de Din hizo que dieras una pequeña risa.
‘’Demasiado’’ le extendiste tu vaso de vodka que se encontraba a la mitad. Din dudó, pero lo tomo y lo bebió rápidamente. ‘’Déjame adivinar, amor no correspondido o la chica te dejo’’
‘’Los dos nos dejamos’’ se reclino en la silla dejando caer sus brazos a su lado. ‘’O al menos así lo recuerdo’’
‘’Duele, campeón, pero nada en esta vida es dulce’’
Tus palabras resonaron fuertemente en su cabeza por unos segundos. ¿Nada en esta vida es dulce, pero entonces porque él lo recordaba sí? – se preguntó. Alzó su cabeza para verte. Mantenías una sonrisa y tu mirada era mas de pena hacia él. ‘’Yo la amaba’’ murmuro sintiendo nuevamente el ardor en su garganta.
‘’No lo creo’’ le dijiste jugando con el vaso en tus manos. ‘’Si tanto se amaban, no hubieran terminado. Eso viene de una chica que amo a un estúpido hijo de puta’’
Lo escuchaste reír. Estaba más que ebrio, pero no pudiste evitar reír con él. ‘’Y por alguna razón…siempre q-que recuerdo c-como éramos…todo es borroso’’
‘’Agh…hombre’’ suspiraste fuertemente entre risas. ‘’Es porque dejaste de amarla’’
Y entonces Din reacciono ante tus palabras. Se enderezo en su silla y todo vino a su cabeza en cuestión de segundos. Las pocas conversaciones que los dos tenían, como Omera se iba a la cama más temprano que otros días y como el estar en la pradera se había vuelto frio. ‘’Mierda’’
Tus ojos miraron como pequeñas lagrimas resbalaban por su mejilla, lagrimas que parecía no notar. ‘’ ¿Quieres salir a tomar aire?’’
El clima había empeorado y ahora estaba mas frio que otros días. Tus bravos se cruzaron tratando de mantenerte caliente. Din se puso su chaqueta empezando a caminar a su lado. No conocías anda de él, pero algo dentro de ti anhelaba por saber más. Como si de una historia con un terrible cliffhanger te estuviera llamando. No eras una psicóloga, aunque habías pensando en serlo, pero por su postura, la falta de comunicación acerca del tema de su novia te hacia entender que algo fuerte había pasado en los dos.
‘’Supongo que dejamos de querernos’’ dijo después de un rato con su mirada en el suelo y sus manos en los bolsillos de su pantalón. ‘’ ¿Cómo…como te das cuenta de eso?’’
Te alzaste de hombros soltando un suspiro. ‘’Bueno, los dos dejan de importarse por las cosas que pasan entre el uno al otro. No hay mucha conversación, pero los dos se aferran a que la relación siga funcionando’’ sentiste su fuerte mirada sobre ti. Optaste por no verlo. ‘’En pocas palabras, viven una ilusión que siguen alimentando. Hasta que no haya una conversación que la destruya, seguirán viviendo así’’
Din se detuvo y tomo tu brazo gentilmente para que hicieras lo mismo. ‘’ ¿Cómo puedo dejar de sentirme así?’’ te pregunto soltando tu brazo. ‘’Ya no…quiero seguir sufriendo por ella’’
Miraste al suelo por unos segundos tratando de pensar en que decirle. Son estos momentos en las que hubiera preferido ser psicóloga. ‘’Yo me deshice de todo lo que tenía de él e hice nuevos recuerdos de lugares a donde los dos solíamos ir’’
Tal vez si eliminas su número, las fotos que aun tienes en tu recamara y sala te pondrías mejor. ‘’Creo que lo haré’’
‘’ ¡Bien por ti, Mando!’’ le diste una palmada a su hombro. ‘’Creo que es hora de que me vaya, créelo o no pero ya pasan de las doce’’
Din te sonrió. ‘’Te llevaría, pero creo que sigo algo ebrio y no sé dónde deje mi moto’’
‘’Oh…’’ reíste nerviosamente acomodando tu cabello detrás de tu oreja. ‘’No te preocupes, vivo en el centro el cual no esta muy lejos de aquí. Puedo ir caminando’’
‘’No, no, insisto en llevarte hasta tu casa sana y salva’’ empezó a caminar. Corriste de lo rápido que caminaba ese hombre. ‘’Las calles nunca están seguras y menos a esta hora de la noche.’’
Y entonces entendiste, que Din Djarin era una persona complicada. Tenia demasiado dentro de él como un rompecabezas y apenas habías podido conseguir armar una parte de él. Caminar a su lado se sentía agradable, como si de un amigo de toda la infancia se tratara. Podías hablar tan bien con él que lo habías juzgado tan rápido en tu primer encuentro.
‘’Aquí es’’ le dijiste cuando te detuviste frente él con el enorme edificio detrás de ti. ‘’Muchas gracias, Mando’’
‘’Llámame Din’’
‘’Muchas gracias, Din’’ el silencio los invadió por unos segundos. Buscaste un pedazo de papel de tu bolsa, escribiendo rápidamente apoyándote en la palma de tu mano. ‘’Toma, si algo pasa y necesitas ayuda, puedes llamarme’’
Din contemplo tu numero por unos segundos. Le diste una sonrisa y proseguiste a caminar hasta tu apartamento. No sabia que había pasado. Había pasado de estar enojado, a deprimido a sentir sus mejillas rojas y corazón latía tan fuerte que podía sentirlo en todo su cuerpo. Te hiciste amigo de esa hermosa mujer, tal vez y ahora dejes de chillar todas las noches antes de irte a dormir. Sus pensamientos no lo dejarían dormir esa noche, no hasta que volviera para recoger a Grogu.
‘’Gracias’’
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The haunted house • (Parte IV y Final)
“WELCOME TO THE LOSERS CLUB... ASSHOLE!”
Un grito sordo emanó de la garganta de Anakin al sentir unos brazos rodeando su cuello; su tío se había convertido en un espeluznante payaso que amenazaba con comérselo, literalmente. Completamente paralizado y con el corazón latiendo con fuerza, no podía evitar derramar varias lágrimas mientras veía su vida pasar ante sus ojos.
Ante la grotesca imagen y lejos de imaginarse el peligro, Tara dejó ver sus garras tanto en sus manos como en sus pies para dirigirse al monstruo y cargar contra él.
—¡SUELTA A MI AMIGO!
Dirigió el filo de adamantiumba la rodilla ajena para hacerle desfallecer y subirse de un salto a su espalda. Anakin, que fue capaz de reaccionar al fin tras escuchar la voz de su tía, encorvó los dedos en dirección al payaso para activar su mutación. En seguida atrajo la energía de varios de los objetos de la sala, lanzándole varias tablas de madera con la intención de herirle.
Las garras del sujeto 23 detuvieron a Pennywise en su intento de devorar al adolescente, teniendo que soltar una mano en torno a él para golpear a la chica y empujarla unos metros atrás. Poco más pudo hacer cuando las tablas de madera impactaron contra sí con tal fuerza.
Justo en ese momento, Ralph, Dustin y Cao, llegaron a la planta baja, observando con horror la escena.
—Me cago en la puta...
Dustin, demasiado asustado, no pudo reaccionar salvo para dar vueltas sobre sí mismo, tratando de localizar a cada miembro del grupo, sin saber realmente para qué.
El payaso, que en la caída hacia atrás se había roto el cuello, se levantó como si nada y tras hacerlo crujir, volvió a colocarlo. Sus ojos se posaron directamente en Ralph y Cao, quienes habían desmontado en minutos el truco utilizado escaleras arriba.
—¿Esto no es real? ¿No soy lo suficientemente real para vosotros? —De primeras, su tono de voz fue lastimero, en sus siguientes palabras, sonó más animado—. Porque ha sido real para los niños desaparecidos.
Soltó una carcajada y mostró una fila de dientes afilados mientras corría hacia ambos. Sin embargo, tras todo el griterío, Jyn despertó a tiempo de ver cómo eso iba directo a por su tío y uno de sus amigos, por lo que, a pesar de tener uno de los brazos dislocados, se levantó y agarró la barra de hierro que Ralph aún portaba, clavándola con todas sus fuerzas en mitad de la cara del payaso.
—Coged... Coged... ¡Coged a Ani! ¡Rápido! —gritó Ralph, corriendo en dirección al aludido para cargarlo por los brazos y arrastrarlo hacia la puerta.
—Encontraremos la manera de acabar contigo —le dijo Cao, sorprendentemente casi sin miedo aunque sonaba más convencido y confiado de lo que realmente se sentía—. Welcome to the Losers club, asshole.
Aprovechando su momento vulnerable y haciendo uso de todo lo que había aprendido en sus años dando kárate, cogió impulso y le dio una buena patada en la cara, echándolo hacia atrás. Corrió hacia la entrada de la casa detrás del resto y cuando salió, cerró la puerta por si acaso.
Ante el grupo unido y el hecho de que algunos de ellos se sobrepusieron al miedo, a Pennywise no le quedó más remedio salvo retirarse, retrocediendo hacia la oscuridad de una de las puertas.
No importaba, si dividía al grupo vencería. Y Dustin podía ser la clave para ello.
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Usui Arata, un nuevo año comienza y con eso, un sinfín de oportunidades. Queremos comentarte que tus datos han sido revisados por nuestro equipo docente y que tu solicitud para ser parte de nosotros ha sido por fin aceptada. Así, anhelamos que encuentres aquello que persigues, así como también una nueva meta o propósito junto a tus demás compañeros. Esperamos que dentro de nuestros muros experimentes emociones que se creían inexistentes y conozcas la dicha de los aplausos.
¡Boom! Gracias por la muestra de interés en nuestro proyecto, esperamos que tu tiempo con nosotros sea agradable. Recordamos que a partir de este momento, cuentas con 24 horas para enviar tu cuenta.
datos ooc / generales.
Pseudónimo: boom
Pronombres: she/her
Edad: veinte
País o zona horaria: argentina
Nivel de actividad: 5/7
Triggers: incesto, pedofilia
datos ic / básicos.
Faceclaim: takada kenta
Nombre: usui arata
Fecha de nacimiento: 1 de mayo, 1996
Orientación sexual y romántica: asexual, birromántico
Ocupación: empleado de medio tiempo en el arcade
Cursos electivos: ninguno
datos ic / entrevista personal en Itaewon Drama Academy.
¿Cómo te describirías a ti mismo y cómo te describen los demás?
“¿extraño? ¿raro? ¿que me faltan un par de tornillos? ¿idiota? ¿que vivo en mi propia nube? hm ¿no demasiado apuesto? ¿que no me molesto en prestar atención cuando las cosas no me interesan? ¿que no sé leer el ambiente?” enumera lentamente los adjetivos que se le vienen a la cabeza y que había escuchado para calificarlo en más de una ocasión por compañeros de clase, familiares o solo gente que se creía con el derecho de opinar sobre él tras cruzar dos palabras. “ah, no pienso en las consecuencias antes de actuar, aparentemente, y — ¡y no es que yo me vea tan negativamente!” aclara de repente con una risa. “así es como me describiría la mayoría, supongo. perdón si no puedo describirme a mí mismo” eso requería introspección, quizá hasta auto-crítica, cosas que arata todavía estaba tratando de hacer por su cuenta y recién estaba tomándose el tiempo de conocerse a sí mismo. “pero espero ser un buen tipo.”
¿Por qué te interesa inscribirte en Itaewon Drama Academy? ¿Tienes alguna experiencia en el mundo de las artes escénicas?
“eh ¡¿me negarán la entrada si mis intenciones no son puras?!” no veía otra razón por la que le preguntaran tal cosa. a decir verdad, le recordaba a las presentaciones escolares de inicio de año y hacía tiempo que no respondía algo parecido. “buscaba algo en lo que ocupar mi tiempo y la academia se veía curiosa” dice sin muchas vueltas. en un intento de tener un algo que hacer para justificarse la estancia en el país tras abandonar la universidad, no le pareció mala idea. nunca había intentado acercarse al campo artístico, no sabe cantar, ni bailar, ni actuar. pero es interesante, además del hecho que es económico y que queda cerca. “vi una obra de tabuki, si cuenta.”
¿Cómo es tu situación familiar? ¿Por qué no cuentas algún suceso relevante en tu vida?
“hm, creo que mis padres no me quieren ver por ahora. si todos usáramos facebook, probablemente me hubieran bloqueado, pero ellos no entienden ni usan redes sociales, y yo ya no uso facebook tampoco, nadie lo hace. mi hermana mayor me envía e-mails para asegurarse que no esté muerto” y porque es la que paga su parte del alquiler a escondidas, malcriar a su hermanito menor es un hábito de la mujer. “veamos ¡tengo un meteorito! de esos de verdad ¿pueden creerlo? lo conseguí hace poco online. eso definitivamente es relevante. y— ¿cómo me mudé a seúl?” debe detenerse a buscar las palabras indicadas. si bien había mejorado bastante en el coreano en el tiempo que llevaba viviendo en el país y al curso intensivo que tuvo que atender mientras todavía estaba en la universidad, a veces encontrar la mejor manera de darse a entender era difícil. “soy de tokio. vine a estudiar durante un año de intercambio— pero, tras un tiempo lejos de casa, me di cuenta que no me gustaba lo que hacía ¡siempre odié medicina!” expresa con una sonrisa como si fuera cosa de todos los días. “así que lo dejé, no regresé cuando se suponía ¿ahora mismo estoy en lo que se denominaría año sabático?” o algo así. descubrir que la libertad lejos de las ataduras familiares le sentaba bien había sido de las mejores cosas que sacó de su viaje a corea del sur, pero al mismo tiempo le había traído demasiados dolores de cabezas pues ahora debía depender de sí mismo tras vivir bajo el cuidado de otros toda su vida y es algo que aún está aprendiendo día a día. “mis padres no se lo tomaron muy bien cuando tuve que contarles tras unas semanas sin dar señales de vida ¡me cortaron mis tarjetas de crédito de inmediato! y tuve que mudarme del departamento en que vivía hasta entonces ¿rudos, verdad?”
datos ic / extras.
siempre ha sentido curiosidad por los misterios del universo. adora investigar sobre ovnis o simples eventos paranormales que dicen ocurrir. le gusta leer teorías conspirativas y ver programas al respecto. está convencido de que los ovnis existen y puede hablar horas al respecto si alguien le presta atención. también tiene interés por el ocultismo, pero es muy cobarde como para leer más sobre el tema.
le gusta tener tanto tiempo libre de repente y poder elegir en qué ocuparlo. incluso cuando era un niño, sus padres se encargaban de que ocupara cada minuto del día en desenvolverse académicamente para asegurar su futuro. ahora que no tiene que preocuparse por nada de eso, momentáneamente, está tratando de descubrir qué le gusta. no le agrada tanto tener que trabajar para costear sus gastos diarios, pero encuentra divertido el caos del arcade y es reconfortante comparado con el frío que recuerda de la casa familiar.
adora hacer compras online y es bastante ingenuo, lo que resulta una pésima combinación. tiene un montón de porquerías que ha comprado y que no son lo que prometían, ni que tampoco las necesitaba (aunque diga lo contrario). estas compras tontas son las razones por las que su presupuesto para comida a veces desaparece, pero no es algo que le haga arrepentirse o replantearse sus actitudes.
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And the rest is rust and stardust.
It was love at first sight, at last sight, at ever and ever sight. ― Vladimir Nabokov, Lolita
Julian se encontraba enfurruñado en la sala de su casa, sentado en el piso y usando como respaldo el sofá a su espalda; en la mesa de café frente a él se encontraba el estuche de un violín, abierto, mostrando el instrumento con claro desgaste por el constante uso, las tensas cuerdas brillando bajo la tenue iluminación de la estancia. Mientras el muchacho de 16 años veía aquel, fruncía el ceño y liberaba otro bufido, especialmente interesado en demostrar la molestia que lo embargaba ¿Por qué sus padres eran así? ¡Él no necesitaba ningún instructor sabelotodo diciéndole que hacer! ¡Por Dios! Tenía desde los tres años tocando y hacía bastante tiempo que no necesitaba de la instrucción de nadie para mejorar en su música, no aceptaría que nadie más allá de un director de orquesta lo guiase ¿Por qué sus progenitores no podían entenderlo?
La obvia frustración del adolescente se hizo aún más notoria cuando escuchó como tocaban el timbre, seguramente el tipo gordo y cuarentón, que los señores Murdock contrataron, había llegado. Segundo timbrazo y el chico no tenía la menor intención de levantarse para abrir la puerta, tercera vez y seguía ahí, impasible, al cuarto su madre entro en la sala y le dirigió aquella mirada patentada que le indicaba que pronto se las pagaría. Él simplemente se limitó a encogerse de hombros, para nada impresionado por aquella, no era la primera vez que recibía una ni tampoco sería la última, además, Jules estaba tratando de demostrar un punto con su inmovilidad, reacio a obedecer las ordenes impartidas.
Luego de aquella estúpida lesión en la mano izquierda ¿Qué más podrían castigarle? No poder tocar plenamente ya le estaba matando, el joven pensó que era suficiente tortura la que sufría cada que practicaba… pero claro, sus padres pensaban que no era suficiente ¡Habían llamado a un profesor de música sin su consentimiento! ¿No era suficiente verlo frustrado mientras trataba de tocar igual que antes? Cada que el moreno se inspiraba y llegaba al clímax de la canción sus dedos se acalambraban y temblaban, varias veces había sangrado por aquello, tanto de cuerdas reventadas como por su perseverancia al practicar, pero con las audiciones para la universidad tan cerca, él no podía darse el lujo de fallar, no él.
—Está en la sala, no, no te preocupes, puedes pasar con toda confianza, estaré por ahí atrás si necesitas algo —escuchó a su madre pronunciar por el pasillo que llevaba a la sala, el tipo seguramente venía tras ella y él no tenía la menor intención de saludarlo. —Julian, tu profesora ha llegado… ¡Julian! —la reprimenda era clara en la voz de la mayor y… esperen ¿A caso su mamá había dicho «profesora» y no «profesor»? Daba igual, no dejaría que ninguna vieja bruja le dijera que tenía que hacer.
—¿Julian? Hola, mi nombre es Lucy. —solo después de haber oído aquella presentación es que Jules se dignó a elevar la mirada, abriendo la boca sorprendido por la presencia en su sala (su madre hacía tiempo que había salido de la estancia) y sintió como el corazón se le aceleraba, las mejillas se le tiñeron de un tenue sonrojo, avergonzado por su actitud anterior y por estar ahora luciendo como un reverendo idiota sin poder articular palabra alguna… pero es que demonios ¡Ella era realmente hermosa! Nadie le dijo que tendría una maestra ni que luciría así ¿Cómo se supone que iba a concentrarse?
—S-sí, ese es mi nombre… pero puedes… ehm… —se estaba atorando con las palabras, él que nunca había sido tímido con nadie, tragó en seco y añadió por fin —Puedes decirme Jules… si quieres. —quiso golpearse en ese preciso instante, pero la sonrisa que la contraria le dedicó logró tranquilizar sus ansias por una muerte prematura, pero no el rápido latir de su corazón, todo lo contrario, lo había acelerado incluso más.
Luego de aquella torpe presentación (por parte de Julian, ella había estado de lo más tranquila) la clase siguió sin incidentes, bueno… tomando en cuenta que el muchacho no podía articular palabra y se ponía nervioso por la atenta mirada que evaluaba sus habilidades musicales… pues podías decir que fue casi un milagro que le violín no saliera volando en sus vagos intentos de interpretar como correspondía. Le tomó unos cuantos segundos para serenarse y poder tocar tal cual lo hacía siempre (lo más decente tomando en cuenta la lesión), si era sincero, tenía muchos deseos de impresionarla, de demostrarle que no era un simple chiquillo berrinchudo.
Claro que tuvieron que pasar unas cuantas clases para que él por fin pudiese hacerlo, fue cosa de tiempo, de retomar la fluidez de sus movimientos con ayuda de aquella a quien tanto rechazo en un comienzo, tenía que admitir (a regañadientes, si era honesto) que Lucy era buena en lo que enseñaba y que después de todo si estaba logrando algún progreso con Jules y sus dedos torpes, aunque el progreso fuese meramente lento y desesperante.
Había sido un jueves, (recuerda perfectamente el día) había estado soleado y la luz del astro rey se colaba a borbotones por las ventanas abiertas, las cortinas ondeando gracias a la suave brisa. También había recordado que la contraria llevaba el cabello suelto en suaves ondas, era la primera vez que lo traía así, otro detalle que no le había pasado desapercibido era el vestido un tanto escotado que portaba ¿A caso saldría con alguien luego de las clases? El moreno, por supuesto, temía que la respuesta fuese afirmativa, la atracción que sentía por su mayor se intensificaba con cada día en el cual pasaban juntos y a solas, tanto tiempo a solas…
Fue aquel jueves, soleado, fresco y perfecto, que Julian pudo tocar casi como antaño, demostrando la misma emoción que siempre era capaz de plasmar, sus dedos moviéndose eficazmente por el puente del violín, trayendo a la vida una melodía que demostraba melancolía, aquella que podías sentir al perder a un amante, en este caso su música… hasta que la desgracia toco a su puerta nuevamente y otro doloroso calambre interrumpió la canción. El violinista dejó caer su preciado arco con furia, habría hecho lo mismo con el instrumento de no ser porque la contraria lo detuvo, en aquel momento sus miradas se encontraron, fue algo intenso, como si pudiesen comunicarse sin palabras y aquello le confundió bastante ¿Qué querían decirle aquellos ojos?
El sonido de un teléfono celular interrumpió el momento, Jules estaba perfectamente seguro de que no era el suyo, por lo que se limitó a depositar el violín en su funda y observar por la ventana más alejada de la sala, Lucy se había retirado al pasillo a responder y él decidió sumergirse en sus pensamientos, en la contemplación de un cielo demasiado azul y de nubes tan blancas como esponjosas… ¿Qué había sido eso? Aquella noche fue la primera vez que se tocó pensando en su maestra de música.
Más días pasaron en los que el joven siguió progresando, interpretando de mejor manera las piezas que la más baja le iba indicando, aplicando las enseñanzas…. ¿Quién iba a decir que aún había mucho por aprender? Él había sido arrogante al considerarse un experto siendo que aún le hacía falta mucho por estudiar. Ya no parecía un pez boqueando cada que hablaba, ahora era capaz de hablarle como si nada o incluso bromear con ella. Lo que sí, es que no podía dejar de lanzarle miradas como borreguito a medio morir… ¿Cómo culparlo? Tenía 16 años y tenía un severo crush con la mayor.
Lucy lo confundía tanto, a veces sus acciones o sus actitudes demostraban un genuino interés por él, no habían tenido otro intenso intercambio de miradas, pero… ¿Cómo explicar algo que ni siquiera entendía? Era como si la atracción fuese en ambos sentidos y no solo por parte suya. Como si conocerse más cada día les estuviera afectando y nublando el pensamiento. Había comenzado con intercambios inocentes de información, música preferida, compositores predilectos, comida favorita, el color… después fueron hondando en temas más profundos y más íntimos… cosas que nunca había dicho en voz alta fueron escuchados por su instructora. Pero su íntimo entorno se limitaba a la sala de su casa ¿Podría si quiera tener una oportunidad real con alguien 10 años mayor que él? ¿Alguien que ya había vivido suficientes cosas como para considerarlo tan solo un niño? El proceder de la contraria a veces de lo demostraba.
Aquel día había nevado, el frío había teñido las mejillas de la recién llegada de un tono de rosa de lo más adorable, de alguna forma ella lucía radiante y él no podía sentirse más atraído. La clase se desarrolló de manera normal, por lo menos al principio, hasta que Lucy se acercó peligrosamente a él para mostrarle la técnica correcta para sostener el violín en cierta sonata. Pero Julian no pudo concentrarse en otra cosa que no fuera sus rosados labios, el movimiento que hicieron al hablar, sobre todo cuando pronunciaron su nombre, sus ojos hicieron contacto con los adversos y se perdió en la profundidad de aquellos, percibiendo la misma intensidad que podía notarse en los propios y cierto sentimiento, uno que simplemente no pudo detectar, no cuando su respiración estaba tan agitada como en aquel instante.
—Luce… —pronunció aquel apodo en un susurro ronco mientras se inclinaba más cerca, obviando el violín que se interponía entre ellos al bajarlo; sus labios acercándose peligrosamente a los ajenos hasta que se rosaron entre sí y la mano de ella se elevó con dirección de su mejilla siendo aquel justo instante en el que notó la sortija en el dedo anular de la contraria, destellando con la iluminación artificial de la estancia, manifestándole que ella no era suya y nunca lo sería. Que, es más, ya tenía a alguien, alguien que podría darle todo lo que necesitaba, nada que ver con él, un simple muchacho de 16 que no sabía que quería hacer con su vida.
—Yo… lo siento, no sé qué me pasó. —se disculpó rehuyendo su mirada, alejándose de ella lo máximo que la habitación le permitía. —La clase terminó ¿No? —preguntó con una sonrisa amarga aún sin verla, abandonando aquel lugar para dirigirse a toda prisa en dirección de su habitación, le había parecido oír su nombre a su espalda, pero no tenía el valor para voltear y verla de nuevo, no luego de aquel descubrimiento y mucho menos mientras seguían lidiando con la necesidad de besarla, habían estado tan cerca.
Al día siguiente se inscribió en el viaje escolar al cual había estado ansioso de evitar para no perderse ni una sola clase de música y poder ver como siempre a la contraria. Aquel duraba más de una semana y agradecía la distracción y también la distancia, necesitaba pensar, reorganizarse y, sobre todo, necesitaba olvidar aquello que sentía… ¿Quién sabe? Tal vez conocería alguna chica de su edad que estuviera a su alcance.
Por supuesto el viaje había resultado un completo fiasco, moría de ganas de volver a casa y más aún de verla, pediría disculpas por la actitud de la última vez, ya no se sobrepasaría más allá de los límites establecidos, tal vez no dichos en voz alta, pero por demás tácitos. ¿A quién iba a engañar? Julian no estaba seguro de poder controlarse si se encontraba a solas con ella, no cuando ardía en deseos de confesarse, muchos más de besarla… y algunas otras cosas que su activa imaginación adolescente le hacían evocar.
Pero ella nunca volvió, Julian pasó meses esperando que ella regresara, le había ayudado a perfeccionar su técnica y a lidiar con la lesión, tocaba igual o mejor que antes y podía expresar en la tristeza de sus canciones la decepción del primer amor, porque él estaba más que simplemente prendado de la belleza de Lucy, él la amaba, con ese intenso amor que solo sientes una vez… con esa emoción que solo la primera vez puedes sentir, con las insidiosas mariposas y felicidad inexplicable, misma que podría convertirse en una tristeza tan grande como la que embargaba al moreno.
Un día antes de su cumpleaños se enteró, por su madre, que la mayor había contraído nupcias con algún tipo bien acomodado y quien a leguas se notaba la amaba (por lo menos la mirada que le dedicaba en la foto del periódico lo hacía parecer). Jules simplemente sonrió, ella parecía contenta y la felicidad de su amada era todo lo que al joven le importaba ¿Qué si le hubiera gustado poder confesarse? Por supuesto que sí le habría gustado, pero a veces había cosas que simplemente deberías mantener en silencio.
Lucy
Veintiséis años cumplidos y la vida no resultaba para nada como la había imaginado, tantos inviernos atrás, cuando había decidido dedicarle sus mejores horas al único amor de su vida, la música. Habían tenido un encuentro casual, veinte años atrás, cuando ella decidió que algún día sería una gran pianista como lo era su padre, quien la instruía desde el día de su nacimiento en la gracia de las piezas clásicas y la exaltación de su sentido favorito, el oído. De tres hermanos, ella siempre fue la favorita del hombre -aunque se negara a admitirlo en voz alta- que se sentaba largas horas frente al piano para enseñarle desde la escritura musical en partituras hasta las complejas obras de Chopin, que ella aún no lograba dominar. Su vínculo era tan fuerte, tan inquebrantable, que su muerte prematura la inmiscuyó aún más en los nocturnos y los preludios durante la adolescencia.
Desde sus amargos dieciséis años se entregó por completo al dominio de otro instrumento, en un intento de no abandonar la música, no entregar al olvido los mejores años de su padre y sus lecciones. El violín se había transformado en un escape para el dolor que le producía el recuerdo de su maestro porque no importaba cuántas veces tratara de imitarlo, nunca sería tan buena como él, nadie lograría despertar la misma emoción a través del piano en ella como lo hacía él.
La creciente crisis económica empezó a golpearla, en una época donde la música clásica solía ser menospreciada por otros géneros, relegada a un papel secundario, a música de fondo en una cena, algo para ambientar más que apreciar. Tocaba siempre que podía con un cuarteto de músicos donde el violín principal le correspondía, sin embargo, aún no era suficiente para lograr pagar sus estudios musicales como habría querido y con su poca “educación formal”, como solían mencionarle los directores de las orquestas, sería difícil ser contratada para interpretar su instrumento en los más prestigiosos teatros. Así pues, la única solución que encontró pertinente fue ocuparse como instructora privada de violín, en tanto alguna oportunidad mejor golpeaba la puerta.
Terminó así en la casa de los señores Murdock, la tercera casa que visitaba durante ese mes. No podía decir que el trabajo no estuviera resultando, sin embargo, el niño de aquella casa la motivaba aún más, puesto que según le había comentado su madre no se trataba de un principiante como los demás. La señora de la casa la recibió de forma amable y sin pensárselo dos veces se excusó por el comportamiento de su hijo, sin advertirle sobre la poca disposición con la que entró a la sala, con la cabeza gacha, algo que desanimó por un instante a Lucy, que esperaba encontrarlo más animado por sus lecciones, aun así, tenía que dar su mejor cara y esforzarse si quería mantener su trabajo.
—¿Julian? Hola, mi nombre es Lucy. —se presentó con una sonrisa cordial, logrando la atención del menor que estaba enfrente suyo, que prefería ser llamado Jules y parecía bastante alto para su edad, incluso podía simular más edad que ella misma, lo cual le hizo sonreír nuevamente.
Sin perder mayor tiempo, ambos procedieron a la evaluación de las habilidades de Julian, que según su madre le había explicado, habían sido afectadas gravemente por una lesión que había truncado el progreso musical del menor, sin embargo, él no pareció tener la más mínima intención de excusarse con ello para interpretar una pieza fácil y, aunque Lucy era consciente del esfuerzo que hacía para interpretar el violín, la pieza logró entusiasmarla y motivarla a trabajar en la recuperación de la aptitud musical de Julian. Por supuesto, aquello suponía un gran esfuerzo por parte de ambos, pero el menor cumplió con cada una de sus citas y su mano izquierda parecía irse acostumbrando cada vez más al movimiento que le resultaba vagamente familiar.
Un día en particular, cuando su novio la había invitado a cenar posteriormente a la clase con Jules, había asistido a su encuentro con unos minutos de anticipación, solamente para poder pasar un poco más de tiempo con el menor, que había mostrado un avance significativo en las últimas lecciones. Ese día, Julian logró evocar en ella los recuerdos de la infancia olvidada, la pasión por la música que ambos habían perdido en algún punto por circunstancias diversas, como bien lo habían empezado a confesar en sus encuentros por la confianza que había crecido entre ambos.
Elegía de Fauré en la interpretación que Jules, adaptada para violín por ella misma para su alumno, quien finalmente había podido dominar el soneto en un soleado día, hecho en dedicatoria a un violonchelista que llevaba el mismo nombre que su alumno; la expresión inconclusa de la melancolía implícita que llevó a una explosión de ira al violinista adolorido, quien por poco destruye su más preciado instrumento si su atenta intervención no lo hubiese detenido. Un vuelco al corazón le dio la intensa mirada del contrario, que de pronto le tradujo un sentimiento muy distinto al de la pieza, un sentimiento inexplorado, indetectable. Sin embargo, la confusión fue rota por una llamada de su pareja que dio concluida la fructífera sesión, cuyo final nunca volvió a ser mencionado.
Había empezado a notarlo desde ese día, tenía que admitirlo en el silencio. Había notado las miradas de reojo de su alumno y el aumento en sus propias pulsaciones cada vez que aquello ocurría, como si el deseo del adolescente lograra crisparle la piel al igual que la armonía con la que había aprendido a interpretar a Bach, a Schubert, a tantos compositores, incluso mejor que los músicos del cuarteto para el que trabajaba. Lo había notado en su propio esfuerzo por llegar más temprano a sus tutorías y tardar más de la cuenta sin reparar en ello, ni cobrar horas extra. La compañía del menor se le antojaba tan agradable… por más que así lo quisiera, no podía obviar el hecho de sentir alguna clase de atracción por la cercanía de ambos, un sentimiento tácito que se limitaba a demostrar con su interés por impartirle clases y enseñarle nuevos compositores, mientras retornaba a la realidad de las cuatro paredes que los encerraban cada tarde y la diferencia de edades que los distanciaba.
—Jules, ¡interpreta conmigo! —le había animado aquel día al llegar con su propio violín, enseñándole la partitura de un concierto para dos violines de Vivaldi en LA menor. Pedía demasiado quizá, pero estaba segura que su alumno no la defraudaría si se empeñaban en practicar juntos. La lección había empezado con naturalidad, sin embargo, Lucy había detenido su interpretación por un momento para dejar el violín propio de lado y mostrarle al menor la forma correcta de sostener el instrumento para la interpretación de la pieza. —Debes tomarlo así, Jules... —alcanzó a mencionar, percibiendo el roce de sus dedos juntos y la mirada impropia que la obligó a desviar la suya. Los segundos parecieron eternos, cuando el apodo la hizo concentrarse en los labios del contrario, la cercanía impuesta por el menor pero nunca rechazada por ella, que casi saboreó el cálido aliento del más alto hasta que éste se alejó al instante, asustándola por su repentino comportamiento, cuya causa no le resultó completamente clara. Tal vez había interpretado de forma errónea sus acercamientos y solamente había imaginado algo inexistente entre ambos.
—Julian... Jules, regresa por favor. —pidió al salir al pasillo por el cual había desaparecido su alumno pero este no regreso, nunca más lo hizo.
Pronto se enteró por la madre del viaje y su interpretación de la respuesta de Julian solo la llevó a experimentar un profundo sentimiento de rechazo. Un rechazo que la hacía sentirse extrañamente culpable, no solamente con el menor sino con el hombre que había pedido su mano, aquel que había sido su novio durante años pero que nunca había logrado transmitirle el mismo sentimiento que lograba transmitirle un chico diez años menor que ambos a través de su música. Había tomado la decisión de cancelar sus tutorías, expresándole a la señora Murdock su profundo agradecimiento e insistiéndole en apoyar el talento de Julian antes de abandonar la sala que tantas veces la había recibido con la sonrisa de un muchacho taciturno y risueño.
Había contraído matrimonio en una tarde de otoño y la vida con su nuevo esposo parecía ser estable y tranquila. Finalmente, con ayuda de aquel hombre había logrado en poco tiempo convertirse en concertino de una orquesta y el futuro parecía prometedor, aun así, siempre que interpretaba Vivaldi aparecía un rostro indeleble en sus recuerdos.
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