#a mi me la suda mucho este tipo de temas

[peaceeandcoolestvibes]

No sé de que va el tema pero literal que no da tiempo ni ganas ni nos importa lo mal o bien que se hable de ciertos profes en este grupo, yo llevaba sin abrir este grupo y los mensajes desde octubre o así

Me encanta el tono sarcástico del mensaje JAJAJAJA

[gambarol]

Todo Mal

Capítulo I, apartado 1.6

Toxicidad.

Sieeento mucho haber tardado, pero madre mía, mirad qué temita más interesante os traigo hoy. En serio, creo que me lo he currado, creo que digo cosas muy importantes, en als que puedes estar de acuerdo o no, pero eso no les resta importancia, y que es muy importante que leais y difundéis.

Cuando acabe con Todo Mal voy a hablar de un tema del que no sé porqué no se habla. Acoso sexual dentro de la comunidad de rol. Para ir adelantando trabajo, si alguien tiene algo que decir, contar su experiencia (todo quedará bajo el anonimato), puede contactarme a través de mi discord Gamba#8028 y contarme sus experiencias. Sobre todo si eres menor o lo eras cuando te acosaron, o bien has sufrido acoso por tu posición sexual o incluso homofobia, dímelo. Ya vale de silencio con este tema, ¿no?

Y al fin, aquí está, el enlace a un documento de Google con todo el contenido de Todo Mal que iré actualizando a medida que añada nuevo: https://docs.google.com/document/d/1Resz7n3CfVjoSTiPk0mda0SRBxq_NiTutxbG_qtwZTE/edit?usp=sharing

Ahora sí, empezamos con esta sección:

-Hablemos de staffs tóxicos. No me gusta llamarlos así, creo que hay palabras mucho más explícitas para definirlos, pero así se me entiende bien:

-¿Has estado en foros con este tipo de administración? -Muchas veces se tarda un tiempo en detectarlo. En caso afirmativo a la anterior pregunta, ¿a partir de qué notaste esta toxicidad? ¿Te fuiste al conocerla?

Uuuuuy que temita tan interesante tenemos hoy.

Esto está feo pero voy a empezar haciendo unas aclaraciones antes de empezar con el contenido persé.

Tenía ganas de decir esto: que un staff haga algo mal o a ti te parezca que hace algo mal no significa que sea tóxico. Gracias.

Estas son las características de una persona (o personas) tóxica. Puede tener todas o solo algunas:

Personas que anulan lo positivo, solo piensan en negativo y con su propia negatividad condicionan la positividad del resto. Es decir, que te quitan las ganas de ser activo, tener iniciativa, ganas, etc.

Egocéntrica y narcisista. Se cree perfecto y, además de odiar que le lleven la contraria, acostumbra a dar lecciones sobre cómo hacer las cosas o descalifica y menosprecia a los que no piensen como él o ella. 

Personas inseguras, dudosas. Esconden este rasgo con actitudes como el resto que estoy describiendo. Tienden a victimizarse, pero no harán nada por salir de esta condición pues no es real, simplemente se victimizan porque les gusta que los demás se preocupen por ellos.

Demuestran agresividad (verbal o no) sin filtro ni autocontrol. Lo mismo se ponen como leones por una tontería.

Manipuladores, siempre están engañando en beneficio propio.

Los cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas que no están en ese momento presentes.

Pero lo más importante, y es que además de todo esto, la persona tóxica necesita a la persona sobre la que vomita su toxicidad. Para ello, de vez en cuando, hace pequeñas cosas buenas por dicha persona.

Espero, quiero creer, que muchos estéis descartando a staffs de la lista de tóxicos.

Si un staff es borde, tiene favoritismos, permite y participa en el grupismo, aislando y dejando sin rol a otros usuarios, por ejemplo, eso es un MAL staff, pero NO un staff tóxico, ¿estamos? 

Es que me parece a mi que se ha normalizado una palabra que es muy grave. Ser un mal staff no digo que sea ni peor ni mejor que un staff tóxico, pero es que son cosas distintas ostias.

Con usuarios pasa lo mismo claro. Hay personas malas y personas tóxicas, y son cosas diferentes.

La principal diferencia que hay que tener en cuenta es que una persona o staff tóxico necesita a otra persona para ejercer su toxicidad. Si te hace algo que te molesta,cuando vayas a enfadarte, este te pedirá perdón o te dará algo a cambio para que pienses que todo está bien y seguir teniéndote a tu lado.

A una mala persona le das igual. Un mal staff suda de si te vas del foro o no. Un staff tóxico, tal vez quieren que te vayas, pero van a hacer que seas tú el que te sientas culpable por irte.

Voy a poner un ejemplo:

Tu eres un usuario, imaginemos, y les escribes al staff diciendo que piensas que los jugadores deberían empezar con 20 puntos de ataque en vez de 10 (por el motivo que sea), ellos están en su derecho de no llevar a cabo tu propuesta.

Aquí lo idóneo sería que ambas partes fueran correctas en todo momento, y que el staff explique por qué otorga 10 puntos en vez de 20, y porqué no quiere dar 20.

Y ya está, se acabó el conflicto. Yo he estado en muchos foros donde había cosas que en su momento pensé que estarían mejor hechas de otra manera, pero no por ello voy dando la turra para que lo cambien o me indigno cuando me dicen que no lo van a cambiar.

Si este problema para ti es tan grave como para no poder estar en el foro, vete y ya está, pero no hagas un mundo de ello.

Esto no es una actitud tóxica, este no es un staff tóxico, por favor. Incluso si la discusión sobre el cambio se hace con malas palabras, sigue sin ser un staff tóxico. Será un staff maleducado, borde o lo que sea, pero no tóxico.

Voy a poner otro ejemplo:

Tú eres un usuario. Te registras en un foro, te aceptan la ficha y empiezas a pedir rol.

Tienen algún rol  con diferentes usuarios, y un día ves que en el chat, algún admin con otro usuario están hablando sobre tu rol con X personaje, y da la sensación de que hablan con un tono de burla o dan a entender que ciertas cosas del personaje no les gustan.

Un tiempo después, y de poco en poco, te hacen creer que el personaje no vale para el foro, o que no encaja con sus personajes, y te haces un nuevo personaje que quede mejor, y te dan rol. Más tarde empezarán a no responder al rol, o a echarte en cara cosas absurdas. A tardar más tiempo en realizar tareas administrativas para con tu personaje, o te dicen cosas que, de ser ciertas, debieran haberlas dicho en su momento como: este físico no puedes tenerlo con esta raza, va contra las indicaciones de la propia raza.

Como veis, son cosas raras, que van de poco a más, y con intervalos de tiempo donde te hacen estar a gusto.

Te llevan a hacer pensar que la culpa de lo que pasa es tuya. Te hacen cambiar tu personaje, o su físico, o el tipo de roles que tienes y, en general, te hacen obedecer sus indicaciones haciéndote pensar que ellos tienen razón y que tú eres quien está causando malestares.

Esto es un staff tóxico.

--Ahora sí, pasemos a las respuestas de los usuarios:

Muchos se explayaron y me contaron sus experiencias con respecto al tema, y que anteriormente diga yo que no todos los malos staffs son tóxicos no significa que le quite importancia a esto, ojo cuidao.

Uno de ellos, tras contarme su experiencia, dijo: “¿Conoces ese refrán que dice “el clavo que sobresale recibe el martillazo”? -se señala.”

Pues si, no estoy de acuerdo con que ocurra, claro, pero pasa mucho. 

Muchas personas crean un foro para ser ellos los protagonistas. Normalmente esto se huele a distancia, pero otras veces son más sutiles y cuesta de ver venir.

Esto sí es un staff tóxico.

Razas, grupos o facciones canon que sólo usan los administradores, por ejemplo, es otra señal de que ese foro gira en torno a ellos.

Mi sueño en los foros es que los propios personajes puedan ser relevantes para la trama del mismo, y para ello tienen que destacar, tal vez no tanto ellos, pero por lo menos sí sus acciones on-rol, y muchos administradores cortan esto de raíz, además de no permitir a otros llevar un personaje como el que ellos les gustaría tener, o ser tan “populares” como otros pueden serlo.

¿Qué hacemos con este tipo de foros? Verles morir desde la distancia.

Los foros que están hechos para la administración están condenados a la muerte, y participar en ellos significa tener nuestras tramas y personajes condicionados a sus decisiones, por lo que puede ser un camino muy duro a recorrer.

Otros usuarios me han contado experiencias MUY feas y desagradables en las que, además de hacerte pasar un rato malo, te puede llevar a sufrir dolor emocional prolongado en el tiempo, y esto sí hay que condenarlo severamente. Me atrevería a decir que una situación de staff tóxico muy prolongada en el tiempo podría llegar a convertirse incluso en bullying (ciber bullying en este caso). Por desgracia, he conocido a muchos usuarios que han sufrido esto y que incluso han tenido que llegar a denunciarlo por la vía penal.

Juntemos malos tratos verbales por parte del staff junto con decisiones imparciales, mas ignorarte (a ti como usuario o a tu personaje), mas hacerte sentir culpable de otros problemas ajenos, mas alegar como admin que a otros usuarios no les gusta tu rol, cuando es al admin al que no le gusta, y todo eso lo mezclamos y lo separamos con palabras de disculpas, roles para que parezca que todo está bien, palabras bonitas de vez en cuando.

¿Qué hacer en situaciones en las que ya no sabes qué hacer, no sabes si eres tú o son ellos, no sabes cómo actuar para que todo esté bien? Hagas lo que hagas, parece que todo lo haces mal. ¿Solución? Márchate. No lo habrás hecho porque te gusta el foro o porque no quieres quedar mal con el resto, no quieres dejar los roles sin acabar, y sientes una culpabilidad a la que has sido inducido. Márchate, en serio. Antepón tu salud psicológica al ocio.

El rol tiene que hacerte sentir bien. Tienes que pasar la mañana en el colegio o en el trabajo pensando qué te habrá respondido el otro personaje, ilusionado. No tienes que estar pensando qué pensarán de ti, o qué habrán dicho mientras tú no estabas. O porqué no te hablan o no te dan rol, o porqué te trataron así, ni pensar formas de que te traten mejor. No, para eso NO está el rol.

Y si es necesario, bloquea a esas personas de tumblr, discord o donde les tengas.

Staffs que se aprovecha de su condición. Estos se acaban destapando más pronto que tarde. Estos no son tóxicos persé, pero dan mucha rabia.

Cuanto mejor conozcan los sistemas de un foro más fácil es aprovecharse de este, pero por ese mismo motivo los administradores deben usar sus personajes como otro usuario normal, o bien realizar acciones o habilidades combativas como referencia para otros usuarios, que sus pasos sirvan de ejemplo, pero de forma que, lo que ellos hagan, sea igual de accesible para otros usuarios.

Suele ser normal que, si en el foro hay un sistema de niveles, los personajes de la administración se encuentren dentro de los más altos. Pero esto tiene mucho sentido, y es que al fin y al cabo son los que más tiempo llevan en el foro, y los que más roles acumulan, entonces no es de extrañar que sus personajes sean fuertes.

Ahora bien, deben ser tan fuertes como el mismo personaje de un usuario con el mismo nivel que el suyo.

Recuerdo, en un foro bélico que administré hace tiempo, que como mi personaje era bastante fuerte (llevaba roleando igual dos años), acostumbraba a ir en las tramas con los más novatos, así les ayudaba a aprender el sistema de combate, ellos se sentían más seguros y, si las cosas se ponían feas con algún monstruo, les ayudaba. 

Como administrador, tu mayor finalidad on-rol es que los pjs de los usuarios se vuelvan fuertes, que aprendan (cuanto mejor aprendan, menos dudas tendrás que resolver y menos tendrás que andar revisando que todo vaya bien), y que prosperen bien, y si tienes que usar a tu personaje para ello, lo usas.

Pero no puedes tener un personaje que sea siempre más fuerte que ellos. Y si por ellos mismos no logran hacerse fuertes, ayúdales a serlo, dales ideas para sus técnicas de combate o habilidades, explícales cómo llegar a donde está tu pj, yo que sé, es que no es tan difícil de verdad.

Difícil tiene que ser querer ser siempre el mejor y querer estar siempre por encima del resto. Con lo divertido que es perder, de verdad.

A veces se ve cuando un staff es nocivo, y se ve rápido, pero otras veces no. Por el motivo que sea, no lo ves, y con el tiempo, empiezas a acostumbrarte a problemillas, usuarios que se quejan de algo recurrentemente (algo importante, como que se tarda un mes en administrar, alguna injusticia, cosas así), respuestas demasiado bruscas del staff, comentarios hirientes, tránsfobos, machistas, lo que sea.

Empezamos a pasar por alto cosillas que a la larga nos acaban quemando.

Hay que entender que haya administraciones que no quieran cambiar, por ejemplo, el sistema de niveles, porque creen que tal y como está está bien y cambiarlo supondría cambiar muchas más cosas. Y no pasa nada. Entended su cabezonería, tengan razón o no, porque ellos llevan meses desarrollándolo, meses de su tiempo libre.

Y si de verdad no te gusta, puedes irte.

Pero eso no es una actitud tóxica. Hay que saber ver cada cosa, no solo si la sufres tú, también si la está sufriendo otro usuario y ayudarnos con ello.

El problema no se soluciona metiendo mierda sobre un staff por los tumblrs, se soluciona HABLANDOLO BIEN.

El otro día me llegó un submit metiendo mierda sobre el staff de Verdammnis. Indiferentemente de lo que puedan ser, hay formas mejores de decir lo que el usuario dijo. Si no quieres que te traten mal, sé amable.

Oye, pues estaría bien que esta info apareciera en esta guía. No es nada grave, pero bueno, si queréis creo que quedaría más sencillo así (igual yo fui un poco torpe y no lo vi, también puede ser (?? jaja).

Otra cosa que pienso, y lo digo desde el hype y la sinceridad, es que estaba tan ansiosa/so, que me hubiera gustado que me hubieras atendido antes porque de verdad, me come el ansia viva por rolear (?, pero bueno, entiendo que hubieras estado ocupada/o.

Perdón por las molestias, me gusta mucho el foro y no puedo evitarlo >.<

Btw, gracias por la info! Me pongo ya de ya a hacer los posts haha <3

Con un mensaje así hasta el admin más cabrón tiene que ser majo. Y se soluciona un problema que es una tontería. Y en serio, no cuesta nada dejar la prepotencia a un lado. El usuario necesita del admin, y el admin del usuario, este debería ser motivo más que suficiente para echarse un cable el uno al otro.

Los admins igual, solo con ser amables de primeras se arreglarían muchos conflictos estúpidos.

En general, admins cuyos personajes están over powered, o que tardan demasiado en administrar, o que “a mi foro me lo follo cuando quiero”, o que no delegan cuando ellos pierden el entusiasmo por el foro, no les llamaría tóxicos como tal. 

Les diría malos staffs. Las cosas que debieran cambiar para corregir estas problemáticas no son muy grandes.

Ponte un horario o una costumbre para administrar: cada dos días, mientras me tomo el café antes de ir a la academia, o al trabajo, hago un poco de administración. Y cogerlo de costumbre.

Este es mi foro y hago lo que quiero con él. Eso suele derivar en injusticias, pjs muy chetados, cambios radicales en la trama, tramas donde los pjs no importan. La solución que yo veo es simplemente que te hagas amigo de los usuarios. No de un par de usuarios, sino de todos.

Escuchales, entiéndeles y ponte en su lugar. Dales algo, haz que estén a gusto. No tienes porque cambiar todo el sistema, pero puedes hacer pequeñas cosas por ellos. Y sobretodo, entiende que ellos tienen tanto derecho como tú de ser tanto o más fuertes que tu personaje.

Y sobre todo, y esto es lo más importante: utilicemos la herramienta de la difusión con cabeza.

Me importa una mierda que te hayan contestado borde en un foro. En serio.

Pero me importa que te hayan hecho bullying, o que hayan vertido su toxicidad sobre ti. Me preocupa la gente que viene a la comunidad de rol a meter mierda porque sí, a tratar mal al resto o ligar con menores, y cuando alguien de la gente que me ha contado verdaderos problemas con foros quiera que lo exponga lo haré, porque yo no voy a consentir que se venga aquí a joder a la gente. 

Pero que no te digan lo que quieres oír, o que te pelees con otro usuario no es mi problema. Meter mierda, andar con salseo, eso nos hace una comunidad en la que no podemos confiar los unos en los otros cuando pasan las cosas importantes. Cuando ocurre acoso, cuando hay bullying, cuando se cometen actos racistas y homófobos, cuando se hace luz de gas u otras acciones tóxicas de verdad, es entonces cuando hay que, primero alejarnos de ese foro o personas, y segundo exponerlo, bien denunciándolo legalmente o bien vía tumblr para poder prevenir que otras personas lo sufran.

Pero repito, aprendamos a hablar, aprendamos a ver el verdadero problema, y aprendamos a entender que el staff también son personas con vida, y que si todos hablaramos bien, muchos problemas no lo habrían sido.

Y hasta aquí el tema.

Mañana hablaremos de publicidad.

Besis~

[didimerlani]

Desde tu infierno (Diablo, 1)

Capítulo 1: La traición 

Ayer la voz me dijo que él estaba cerca. El día anterior pasó advirtiéndome que estaba de camino.

Hoy dice que me ha encontrado.

¿Dónde está? ¿Por qué no aparece de una buena vez?

Levanto a ver a las titilantes estrellas y les pregunto si me estaré volviendo loca, como si en su fulgor estuvieran las respuestas que tanto anhelo.

A lo lejos, la hermosa, lenta y aterciopelada melodía de una gaita irlandesa armoniza a mis tormentos. El gélido viento trae consigo al aroma del bosque y lo mezcla con el del pavimento húmedo. Cierro los ojos por unos instantes y respiro profundamente.

Te encontré, vuelve a decir él dentro de mi mente y busco entre los transeúntes al dueño de tan bella y sobrenatural voz. Pero todos parecen caminar despreocupados; unos riendo, otros serios.

No dejaré que esa voz me arruine la noche. Coloco mis manos dentro de los bolsillos delanteros de mi abrigo negro y continúo caminando hacia la pizzería en la que quedé en topar con mis personas favoritas.

Haré todo lo posible para ignorarlo.

No me ignores, que soy tu salvación, dice y siento como si una ráfaga de aire cálido me acobijara. Luego regresa el hielo.

Me estremezco.

Llego al restaurante y noto que Eric, mi novio, está parado a un lado de la maciza puerta de madera con los brazos cruzados sobre su amplio pecho y recargado contra el paredón verde. Él patea a una piedrecilla de lado a lado, mientras mi amiga, Allene, habla por teléfono cerca de la puerta. Ya hace unos días que él anda de lo más extraño.

—Hola, mi amor —digo.

—¿Cómo estás, ingrata?

—La ingrata no soy yo.

—Podías haberme llamado tú, ¿no crees?

No te quiere, querida, ¿cuántas veces te lo tengo que recordar? retumba dentro de mi cabeza.

Esto cada día se pone peor.

Debo ser franca con Eric y confiarle todo lo que me está sucediendo, pues en cuestión de una semana, mi vida, si antes ya era un desastre, ahora se ha transformado en un infierno que ni el mismísimo Diablo se atrevería a vivir. Y no quisiera perder a mi novio por no abrir la boca y contarle lo que me está sucediendo.

La comunicación es clave, ¿cierto?

No.

Creo que no en este caso, porque me estoy volviendo loca y no sería justo atormentar a mi novio con otro más de mis problemas, cuando él sufre mucho gracias al estrés de la universidad.

Allene se acerca hacia nosotros.

—¿Y tú? —pregunta ella y se para junto a mí—, ¿dónde andabas? Llevas demasiado tiempo metida en tu cueva, ¿no?

—Necesitaba un tiempo a solas.

Mentira.

No sabía cómo salir a la calle y actuar normal. ¿Cómo se supone que iba ir a clases así? Me tacharían de loca. A veces, la voz es tan fuerte, la energía tan poderosa, que tengo que agarrarme de la cabeza y respirar profundo por varios minutos. Luego me da un ataque de migraña y siento como si tuviera moretones en el cerebro.

—¿Segura estás bien? —insiste Allene.

—Sí, bueno… La verdad no estoy muy bien que digamos. —Le echo una mirada de soslayo a mi novio y lo veo revisar a sus redes sociales—. Necesito contarles algo muy extraño que me está sucediendo.

Eric despega la mirada de su celular y me queda mirando.

—¿Los fantasmas te siguen molestando? —pregunta él, burlonamente—. Pensé que ya lo habías superado, vamos. No seas tan infantil.

Ojeo a los adoquines. La semana pasada, la voz me habló mientras Eric me desabrochaba el brasier. Me aterré tanto que, de un empujón, lo saqué de mi departamento. Desde ese día casi y ni hablamos.

Todo ha cambiado para peor.

Además, hacía unos meses atrás, le confié a mi novio que escuchaba voces, pero no entré en detalles. Tampoco es que las escuchaba todos los días. Eran esporádicas y no tan intensas como han sido en estos días. Desde ese entonces, él lo toma como tema de burla y me duele mucho, pues se supone que él debe ser mi apoyo, mi roca.

—Ay, no seas malo con ella —dice Allene—. Tienen que aprender a entenderse.

—Exacto. Gracias, Allene. Aparte de que no estoy loca —le digo a Eric.

—Sí, claaaro —responde.

—No le hagas caso —dice Allene y posa su mano sobre mi hombro—. ¿Entramos?

—Vamos.

Al entrar, noto que el salón es rústico, con poca iluminación y decorado con madera oscura y bien tallada. Chicas llevan jarrones de cerveza de mesa en mesa, gritando por encima del bullicio, mientras otras sirven pizzas humeantes, abriéndose paso entre el gentío. El delicioso aroma a queso fundido y tomate horneado me abre el apetito.

—Buenas noches, bienvenidos a Milano’s Pizza, la mejor en Dublín —dice una muchacha rubia de ojos verdes—. ¿Mesa para cuántos?

—Tres, por favor —responde Allene.

—Listo, síganme por aquí.

Caminamos detrás de la chica. Eric no toma de mi mano. Rodeo a su cintura con un brazo y, antes de que le pueda preguntar qué le sucede, la mesera se para frente a una mesa cuadrada y nos pregunta si nos parece bien aquí.

—Perfecto —contesta Allene y se sienta a la mesa.

Tomo asiento y Eric lo hace junto a Allene.

Qué no te quiere, necia, repite aquella voz dentro de mi mente. De inmediato, agarro los cubiertos y los empiezo a acomodar. Siento a una gota de sudor resbalar por mi sien.

Aquí no, por favor.

—Todo esto se ve tan provocativo —comenta ella, mientras lucho contra la voz—. ¿Qué les parece si empezamos con una orden de pan de ajo y la acompañamos con vino tinto?

—Suena delicioso —respondo, fingiendo estar de lo más tranquila. Tomo la carta y pretendo leer las opciones. Pero yo no quiero nada de lo que aquí se ofrece. Quiero que esa voz jamás me vuelva a hablar y que Eric me mire y me regale una de sus bellas sonrisas. Quiero que todo vuelva a la normalidad.

Quiero volver a ser una chica normal.

El chico que habla dentro de mi cabeza se carcajea y una sien me comienza a palpitar.

—¿Qué te pasa? —pregunta Allene, entornando los ojos—. Sudas, loca.

Miro a mis costados y venteo a mi cara.

—Hace mucho calor aquí.

—Sácate el abrigo, pues —interrumpe Eric.

Me retiro el abrigo y lo acomodo sobre mis piernas. Al otro extremo del salón, parejas aplauden, zapatean y bailan al ritmo de la flauta irlandesa.

—¿Quieres bailar? —le pregunto a mi novio, con la intención de desviar la atención a cualquier otra cosa que no sea lo patética que me debo ver. Quizá bailando me tranquilice un poco.

—¿Pensé que estabas acalorada? —responde y echa un vistazo a la gente.

—Vamos. —Alcanzo su mano y la aprieto—. Es una de nuestras canciones favoritas.

—No quiero, Keira. Me tropecé ayer saliendo del laboratorio de química y me duele mucho el tobillo.

—Para todo tienes una excusa.

—¿No dijiste que tenías calor? La de las mil excusas siempre has sido tú.

—Okey, bueno, te doy la razón.

Desvío la mirada y me cruzo con la de un tipo imponente de cabello azabache que está sentado a la barra. El chico alza su jarra de cerveza y me regala una sonrisa demoledora. Me sonrojo y miro a mi regazo. ¿Será él producto de mi mente?

—Ahora sí… cuéntame —logro escuchar a la voz de Allene—, ¿qué es lo que te anda sucediendo?

Giro para verla y logro sostener su mirada, mientras la de aquel tipo quema en mi nuca. Él tiene que ser real.

—No sé qué hacer —titubeo, pues algo me dice que no les cuente nada sobre mi posible esquizofrenia. Entonces, opto por contarles otro más de mis actuales problemas. Uno mucho más creíble—. No me gané la beca.

—¿Cómo que no te ganaste la beca? —pregunta mi novio—. ¿No me dijiste que ya te la dieron?

—Pensé que sí, pero no fue así.

—¡Es absurdo! —responde él, acercándose hacia mí.

—Sí, lo sé. —Regreso a ver al pelinegro, pero ya no está. Eso quiere decir que él no era real. Voy de mal en peor. Y si fuera poco, tengo que pedirle un favor muy especial a Eric y me muero de la vergüenza. Ni sé cómo pedírselo. Esbozo una sonrisa—. De eso mismo quería conversar hoy contigo, mi amor. ¿Crees que tú me puedas prestar dinero? Es solo para cubrir con los gastos de este semestre. Ya sabes, la pensión. —Mierda, lo dije—. Y no te preocupes, pienso en devolverte todo apenas mis padres consigan.

Él cruza sus brazos sobre su pecho y suspira profundamente.

—Yo… —Eric le regala una mirada a Allene y luego a mí—. No, Keira, lo poco que tengo ahorrado es exclusivamente para poder cubrir con los gastos de la pasantía. Bien sabes que estoy corto de dinero. Por eso no salimos como antes.

Mentira.

Eric es un niño consentido y sus padres son dueños de varios sembríos de papas aquí en Irlanda. Tienen mucho dinero.

Mis hombros se hunden.

—Pensé que podrías ayudarme.

—Tú sabes que, si tuviera, con gusto te lo daría.

Mentira. Él tiene.

—Qué pena, Kei —dice Allene—, y ¿has pensado en qué harás para conseguir ese dinero? ¿Cuánto te falta? Quizá podamos buscar la manera de conseguirlo.

Es obvio que no sé. Soy una buena para nada que escucha voces en su cabeza, soy una idiota que está al borde de la locura.

—¿Piensas en regresarte a Galway? —pregunta Eric y trato de no llorar. Es obvio que, sin ese dinero, no voy a poder mantenerme aquí en Dublín. Me tocará regresar a casa de mis padres en Galway. Y regresar a mi ciudad natal significa poner unos doscientos kilómetros de distancia entre nosotros. Lo nuestro no va a funcionar así y a él parece no importarle en lo absoluto. Podríamos hasta vivir juntos y así a mí me alcanzaría para pagar la pensión. Pero pedirle eso sería algo humillante. Es más, mi situación económica parece haberle caído como anillo al dedo.

—No se preocupen —digo y decido mejor cambiar de tema—. Ya buscaré la manera de conseguir plata. Tocará venderse en la esquina. —Reímos al unísono—. Pasando a otra cosa, ¿cómo va tu proyecto, mi vida?

—Aún no se ha muerto la primera población de bacterias, por suerte —responde Eric.

—Aquí tienen, chicos —dice la mesera y coloca a una fuente con pan de ajo sobre la mesa.

En seguida, pedimos una pizza de tamaño familiar con camarones y albahaca. Mientras la esperamos, conversamos sobre el fantástico proyecto de Eric y el patético cultivo bacteriano de mi grupo. Todo parece transcurrir con normalidad, pero la atmósfera entre nosotros es pesada. Algo no anda bien. Unos cuantos minutos después, nos traen la cena.

Agarro un pedazo, le doy un gran mordiscón y abro los ojos como platos. No lo había notado antes, pero Allene lleva puesto un precioso anillo de diamante en ese dedo tan comprometedor.

—¿Y eso? —Apunto a su anillo y ella esconde a su mano debajo de la mesa.

—Uy.

—¿Uy? —pregunto.

—Me voy a casar.

—No seas mentirosa.

—Pensaba en decírtelo mañana. —Ella le echa un vistazo a Eric.

—¿Quién es? ¿El Xavier? ¿El André? ¿O es el Gustav? —pregunto y ella vuelve a regresar a ver a mi novio y luego a mí. Eric, por otro lado, se dedica a comer extrañamente callado, cuando la mayoría de las veces a él le gusta comentar sobre la comida.

—Ay, yo solo ando con uno, ¿cómo vas a decir esas cosas, amiga?

—Sí, claro —digo en son de burla—. ¿No me digas que piensas casarte con ese español?

—Con Eric.

—¿Eric? —pregunto.

—Creo que no es el momento para discutir sobre esto —dice Allene.

—Ay, acaba con esto rápido —interrumpe Eric y dejo de comer.

—¿Ustedes dos?

—Sí, Keira. —Ella suspira profundamente—. Eric y yo, ay, ¿cómo te lo explico? Eric y yo, ay, ya nada. —Allene apunta a mi novio y mis hombros se hunden. Siento a las palpitaciones de mi corazón en la garganta—. Te dije que le dijeras sobre lo nuestro hace rato —le dice a Eric. Ella lleva las palmas de sus manos a los ojos y luego suspira, mirándome—. Eric y yo nos casaremos en un par de meses.

—¿Cómo? —Le regreso a ver a mi novio en busca de una explicación—. Eric, coño, di algo.

—Allene y yo hemos estado saliendo hacía algún tiempo ya, más o menos desde que empezaste a alejarte de mí gracias a esa ridícula voz que supuestamente te habla. Y, bueno, nos enamoramos, Keira. ¿Qué te puedo decir? —dice él, pero yo lo oigo como un pitido ensordecedor—. Créeme que no deseábamos que te enteres hoy y peor de esta manera, pero sí te lo íbamos a contar en estos días.

Eso es mentira, escucho dentro de mi cabeza.

—¡Cállate! —le respondo a la voz y cubro mis oídos—. Por favor, cállate. No me hables más.

Allene y Eric me miran sin siquiera parpadear.

—Estás mismo loca —dice Eric—. Mírate. Yo no puedo seguir con una persona así. Espero me entiendas. Eres demasiado inestable, Keira.

—No me importa si estoy loca o no y no me cambies el tema, Eric. ¿Por cuánto tiempo me engañas? —logro hilar—. ¿Ah? Respóndeme, mierda.

—Seis meses.

—Eres un hijo de puta.

—Keira —dice Allene—, perdón, ¿sí?

—Esto es una pesadilla. Tengo que estar dentro de una pesadilla.

—Lo siento, de verdad —escucho a Allene decir a lo lejos.

—Esto es una pesadilla.

—Respira, Keira —dice Allene.

—¿Cómo pudieron? ¿Seis meses? ¿Seis meses haciendo el papel de estúpida mientras ustedes se la gozaban a mis espaldas?

—Ya deja de llorar —dice Eric.

—Púdrete. —Golpeo la mesa con la palma de mi mano y las copas brincan sobre ella. La gente nos regresa a ver. Una mesera se acerca.

—Keira —dice Allene—, baja la voz, por favor.

—¡Desgraciada!

—Cálmate.

Agarro una copa y le echo vino en la cara a Allene.

—Eres una desgraciada.

Allene se cubre el rostro con sus manos.

—Mejor ándate a la casa, toma un baño y relájate —me dice Eric—. Mañana te llamo, ¿sí?

—No, yo no los quiero volver a ver. Y no te hagas la que lloras, Allene, porque bien pudiste haberme contado que el perro este, —le echo vino en la cara a Eric—, quería algo contigo, en vez de revolcarte con mi novio como acostumbras a hacer con todos.

La mesera se acerca a la mesa y me dice que por favor me calle o va a llamar a seguridad.

Lanzo la copa sobre la mesa, me pongo en pie y me dirijo a la puerta de la pizzería. Salgo a toda prisa, ignorando a las incómodas miradas de los demás comensales y me detengo en media «Grafton Street». Mis manos y piernas tiemblan, mientras veo como las luces navideñas destellan y giran a mi alrededor.

Los odio a los dos. Le odio a esa maldita voz. Esa maldita voz me arruinó la vida.

¿Dónde está ahora, ah? ¿Por qué ya no me habla?

Caigo sentada sobre una solitaria banca y cubro a mis ojos con las palmas de mis manos.

Siento que alguien me observa y levanto la vista. Desde la banca de enfrente, el mismo chico pelinegro que vi en la barra me sonríe.

—Te encontré —dice.

—No. —Llevo las manos a mi rostro y friego a mis párpados. Pero él sigue frente a mí, mirándome divertido—. No eres real.

—Vamos. Ven conmigo. Tengo algo muy especial que ofrecerte.

Las manos me empiezan a temblar y el piso a girar debajo de mis pies. Me pongo en pie y huyo lejos de él, lejos de tanta locura.

[vertebraxvertebra]

Sobre el libro de Carolina Sanín: “Tu cruz en el cielo desierto”.

“Tengo la boca cerrada porque ya no encuentro nada más que decir de mí, y entonces me aprietas con los dedos las mejillas, o me cierras la nariz entre el pulgar y el índice, y me obligas a despegar los labios para respirar y metes en mi boca tu pene, que está más flácido que mi lengua. Empiezo a chuparlo, y es un viejo cordón umbilical, una cuerda muerta que te unía con la tierra y ya no te une, y tampoco sirve, por su blandura, para ser raíz.”

Carolina Sanín.

“Tu cruz en el cielo desierto”

1.

Quiero insistir en algo: la lectura es una experiencia corporal. Suena obvio, pero no si nos detenemos a pensar que un texto no produce otro texto sino estremecimiento. Como esos textos que lo hacen entender a uno que la piel es un órgano y decir órgano es casi decir sujeto. Entender con la carne. Es como si alguien te estuviera agarrando por el cuello, para sacarte información asfixiándote: no podés hablar, pero pasás por la experiencia más intensa de la vida después del primer soplo, después de que lloraste porque tomaste aire por primera vez. Te quiere sacar información el mismo que no te deja hablar. Así es este libro.

El virus no es un animal, dicen, y otros romantizan diciendo que este es el mensaje de la naturaleza: su venganza. Cómo va a vengarse el tigre que no puede hablar de la gacela que tampoco habla. No, el virus no es un animal, el virus es información: la información es grasa y la grasa no se enuncia: suda. Es importante que tengamos eso muy claro cuando nos dé gripa y sepamos que estamos cerca de la muerte: cuando sudemos la fiebre sabremos que estamos produciendo información. El dato mudo que siempre soñamos. Factsversus fiction, dirán las academias mientras nosotros sudamos.

Llevo 72 horas con el cuerpo plano, obligándolo a su bidimensionalidad, a su horizontalidad, cuando bien podría usar mi derecho a la verticalidad, que me la dieron mis antepasados; pero no: yo yazco.

Primero un libro, después otro. Y en casi todos los libros me siento como el turista que observa el paisaje, compra el souveniry luego se va. Hay libros que aplaudo, en cambio hay otros libros que me atrapan, como atrapa la casa. Hay libros vagina. El truco del empaque al vacío es el mismo truco del sexo: se va borrando la distinción entre continente y contenido. Entre todos los libros, hubo este otro libro que fue como un skatepark que conocí en Uganda: en medio de las casas que apenas podían erguirse, estaba ese skatepark en la que los niños desafiaban a la gravedad: como si la precariedad de sus arquitecturas los hicieran irreverentes respecto a cualquier ley.

Como esos pelados estuve yo habitando este libro. Hay libros que más que contenidos son experimentos de velocidad. “Tu vértigo es el mío” es el lema de cualquier skatepark: la llanta y el cemento establecen el vínculo de la caricia. Ahora que todos, aislados, estamos obsesionados por hablar del tacto. Una novela es una experiencia táctil y viviéndola así le rindo homenaje a la arrechera que es semilla y fruto. La eterna reproductibilidad no de la imagen sino del deseo. Candela pura, candela emberriondada. No es gratis que todos nuestros mitos tengan que ver con explosiones en el plano de lo micro y de lo macro.

Candela en pura hijueputa como la de los adolescentes que bajan por el kilómetro 18 en su bicicleta de gamines agarrados de un camión. Ellos dicen: la montaña no se observa, la montaña se abisma. Y uno les hace caso. “Así me pasó contigo”, le digo al libro que hice mío: al hacerlo mío (posesión) yo me le entrego (desposesión).  

Un libro que nos convierta a todas en Sor Juana Inés y con ella aceptamos que sin rapto no hay escritura: entonces ya basta de posar.

Te creo si me dices que todas somos Sor Juana Inés, y que lo más importante del rapto no es la cursilería sino que se difumina el borde, la membrana: se dilatan las puertas y las paredes como se dilata una vulva que quiere recibir o escupir algo (¿decir algo?): ya no existen sujetos ni objetos, sólo vaho, materia pegachenta. Y ya no hablamos de arquitectura sino de acontecimiento. Y ya no hablamos de verdad sino de acontecimiento.

Leí este libro a toda velocidad. Entonces no se si lo leí o lo acaricié. O si me deslicé por él como si fuera un tobogán sin conclusión (puro roce). Pálpito, arrojo, rapto: todo eso tiene que ver con la velocidad. Me lo tomo como una medicina: me lo bogo sin chistar. Es como una medicina no por lo obligatorio sino por lo urgente. Leí este libro como quien hace el amor: con los poros. Me hubiera gustado comérmelo con elegancia, como probaría un postre alguien voraz pero fino y sosegado. Pero no, yo me lo devoré como el camionero que se detiene en alguna fritanguería de carretera a comerse un sanchocho a las tres de la mañana: me lo devoro en medio de la nada. Me lo devoro a mil como si no hubiera un mañana (no lo hay). Me lo devoré sin tener tiempo de saber si devorar se escribe con “v” o con “b” de boca.

Cuando uno come con mucha hambre lo importante no es disfrutar, lo importante es la angustia de saberse nunca saciado: la velocidad. La velocidad se vuelve la única experiencia posible cuando el deseo es excesivo o enfermizo.  Este libro está escrito con ese mismo desespero de estarse comiendo a alguien y de saber que no se posee.

Que todos los libros te hicieran atravesar por una experiencia similar: que te cogieran como el amante te coge la cola de caballo y te hace cabalgar. Esos libros que te dan nalgadas y forman esa percusión que todos conocemos pero que es nueva cada vez.

Un libro que te succiona como un ano o una vagina. Como una boca que mama. “La traga” como Carolina se refirió todo el tiempo a este personaje mientras la historia estaba siendo escrita (vivida), es una forma de nombrar algo que está completamente succionado, completamente abducido.

No es gratis que este libro hable tanto de lo oral y de la relación con dios. La oralidad, decía Freud, es la totalidad: el niño se siente completamente unido con el mundo cuando chupa: no distingue entre sujeto y objeto cuando mama. Es la analidad la introducción de la norma, y por ende de la noción de “lo exterior” a sí. La oralidad es nuestra primera experiencia oceánica: somos partes del todo, y nos pasamos la vida queriendo recrear ese momento.  Nos comemos a un man, nos lo mecatiamos, nos lo echamos al buche, tenemos vaquitas amarradas y arrocitos en bajo.

No es gratis que la lengua sea el eje sobre el cual construimos todos (¿pero especialmente las mujeres?) nuestra sexualidad. Ensayar la oralidad adulta, recrear la oralidad primera es el reencuentro con esa experiencia oceánica que es el encuentro con dios (el encuentro con el todo). Religión viene de la palabra religar: borrar las separaciones, volver a unir.

Y digo que el libro es táctil por que de él no saco una anécdota, sino, repito, una sensación: veo agua, vapor, humedad. Está escrito con el coño. Como ya sabemos la historia (la narrativa) es la línea recta, y el coño es circular. O más paradójico aún: es un tubo: quiere decir que es línea y círculo a la vez.

El cuerpo femenino se conecta con el agua (por la luna), de pronto por eso la experiencia de vivir en un cuerpo femenino nos hermana con el tiempo cíclico más que lineal. En este libro aparece el agua por todas partes, o mejor: está hecho de agua. El pensamiento y el dolor del pensamiento son hervores de agua en la cabeza de la narradora, la descripción de la arrechera a su amante se centra en la humedad, y todo empieza con el enamoramiento de su amante por su escritura y ella le dice: mi escritura nace en el agua. En lo que les pasa a mis oídos cuando estoy en el agua. Cuando lo estaba leyendo le escribí a Carolina: “Es que no se si estoy leyendo o saltando charcos”, o “Sudé desde el comienzo del libro hasta el final”. El libro: esa virtualidad del mundo del otro operó en mi cuerpo de manera física, material: el agua de la que se habla en el libro, el vapor, el vaho de un apartamento ( y una mente) inundada por el deseo se manifestó en este cuerpo lejano que soy yo como lectora. La experiencia de leer como tener sexo: lo que se produce es exceso y líquidos. El agua: sentimiento oceánico. Sentimiento oceánico: la totalidad.

2.

En la escritura de Carolina lo que junta un párrafo con otro no es una cuestión temporal (lineal) o de lógica. A los párrafos los une una proximidad material (sensual) de las imágenes y los objetos descritos (¿acariciados?). Se parece mucho a la experiencia de hacer una curaduría (no temática, no lineal, no libresca, no cronológica): una instalación espacial en la que las cosas se juntan no por tema o por sincronía temporal sino por ritmos, intensidades, tensiones, por la experiencia material que pueda proveer la yuxtaposición de una cosa con otra. Se juntan porque al hablar de la cruz hablamos de la línea y hablar de la línea nos permite hablar del plano cartesiano y el plano cartesiano nos permite hablar de ubicarnos en el espacio y ubicarnos en el espacio parece ser lo mismo que escribir o desear (enunciarse, elegir un lugar de enunciación).

La escritura de Carolina es cercana al tipo de desafíos que uno enfrenta cuando escribe sobre una obra de arte: para hacerlo se debe operar como un dibujante: no se debe dibujar (escribir) lo que se sabe previamente sobre lo que se está observando sino lo que se ve en el momento en que lo estás mirando. Y en este gesto tan sencillo, quien lo aplica descubre que no ha visto el mundo antes. Que escribir (dibujar) es volver a ver. Esa performatividad de descubrir mientras se escribe (realizar mientras se presenta) es una característica fundamental de la escritura de Carolina, y es muy distinta a la noción popular de escritura que defienden algunos profesores universitarios o escolares (escolásticos): primero se debe tener una idea, después planear el texto, después “plasmar” la idea. No, este llevar hasta las últimas consecuencias esta consciencia de la performatividad de la escritura hace que se quiebre la linealidad de la producción fordistaque es a veces “La Novela”.

Esa performatividad es importante no sólo porque le da vitalidad a la escritura y a la experiencia del lector (uno siente que está allí con ella descubriendo lo que ella está descubriendo), sino, precisamente, porque rompe con esa lógica lineal del tiempo y de la producción, y quizá esa labor es lo que importa en cualquier obra de arte: no es tan interesante una historia si esta a la vez no es una reflexión epistemológica: que ponga patas arriba las categorías sobre las cuales basamos nuestras certezas: tiempo, espacio, sujeto, objeto. Cuando esto no tiene lugar se está usando el lenguaje de manera instrumental: como un reservorio donde pongo un contenido.

Esta performatividad es importante porque nos recuerda que no es que esté primero el pensamiento y después la escritura, sino que el pensamiento se configura durante la escritura. No hay una relación de representación, y en ese sentido no hay una “realidad” que preexista: uno no se sienta a escribir para “plasmar” algo.

Carolina Sanín escribe como un dibujante, pero no un dibujante que representa la realidad sino que inventa una al llevar hasta las últimas consecuencias la descripción. Describir con rigor es lo que crea la poesía. Se trata de una escritura material pues se piensa a través de las imágenes (y se plantea a la vez la pregunta de qué es una imagen), y se piensa a través de los sentidos: cómo reacciona mi cuerpo frente a lo que ve. En su escritura es importante que las cosas tengan forma de círculos, triángulos y cuadrados (otra vez la realidad como dibujo): la vida se reduce y se multiplica en su materia más simple, en las formas elementales que tiene la materia de organizarse. Su relato le pone valor a lo sensual: a lo que podemos aprender (transformar) si nos tomamos en serio la superficie (lo que nos han enseñado como superficial). La escritura de Carolina para bolas a la noción de distribución de lo sensible y nos regresa a la idea de que a los artistas somos profesionales de la materia, del saber superficial (que es fruto y semilla de nuestras ideologías).

Cuando se cambia el énfasis de la narración a la descripción todo se vuelve materia y tantas fórmulas de lo que nos han dicho escolar y escolásticamente que es la novela desaparecen. No describimos los lugares con la intención de recrearlos, no creamos personajes porque hay que poner personajes como en una obra de títeres.

En este libro hacer el amor es como una obra de arte conceptual: los amantes se dan instrucciones y desmaterializan la obra de arte.

3.

No se puede no pensar el mundo desde la vagina como materialidad: es una hendidura y no es casualidad que las mujeres tendamos a vivir el amor desde la falta. Este es un ensayo sobre la desfiguración de la materia. Sobre cómo una mujer se destruye cuando no es amada, cuando no es reconocida: no es mirada. Entonces este es un ensayo también sobre la mirada.

Con todo lo binaria, políticamente incorrecta y reduccionista que pueda ser, voy a proponer una pseudoteoría basada en mi experiencia y en los cientos de conversaciones que he tenido con amigas y amigos sobre la seducción y el rechazo. Es una generalización que, como tal, caricaturiza, pero…

Las mujeres no estamos enamoradas del hombre sino del relato, de la palabra. Y los hombres de una imagen fija. Las imágenes dejan de ser dialécticas cuando se convierten en ideales: el ideal es la forma fijada. Las palabras (como el virus) flotan: operan en su invisibilidad destruyendo imperios. Los traumas son imágenes fijas.

No te amo a ti. Amo al fabulador y quiero que me cuentes la historia una y otra vez para finalmente hacerme adulta y poder decir: no creo. Dejo de ser frágil porque dejo de creer. Abandono la minoría de edad porque abandono también la esperanza.

El inconsciente femenino reza ante el rechazo:

           “Soy indeseable”.

El inconsciente masculino reza ante el rechazo:

           “No le gusto a ella”.

El inconsciente masculino al ser rechazado describe algo que le es externo: una segunda persona. Mientras lo que se le rompe en la mujer es la primera persona: queda muda, no existe, es pura carne sin verbo. Al ser despojada de todo vuelve a la minoría de edad en la que odia a su madre (pero la necesita), como podríamos sobreinterpretar a Melanie Klein. No hay mujer que no se vea en el espejo sin odiar a su madre. Y esto se agudiza cuando es rechazada por un hombre.

Dice Carolina:

“Quería componer un hechizo que (…) liberara a las mujeres de la prisión del lenguaje (de amor inventado por los hombres)”.

El lado femenino busca el relato como el bebé busca algo que succionar, busca el relato como el recién nacido su primer soplo: como una cuestión de vida o muerte.

La necesidad del macho de conquistar a muchas será siempre la otredad para nosotras.

Son muy pocos los hombres que aman a las mujeres sin odiarlas a la vez. Si creciste en una cultura construida sobre el odio a la mujer, es muy difícil no odiarte a vos misma. Se vuelve la tarea de tu vida cambiar tu relación con el espejo.

Ahora pensemos en las mujeres que se dedican al relato, aquellas cuyo oficio es la imaginación, la fantasía y la palabra. ¿Se agudiza esa adicción?

La adicción al relato es tal que cada encuentro amoroso, por insignificante que sea, es una cuestión de vida o muerte: una prueba de fuego. Hay que ver cómo gateamos (¿gatear viene de gata?), completamente inhabilitadas para cualquier otra cosa, porque un hombre nos quiso (nos dio lugar en el mundo) y después ya no.

El relato que buscamos es aquel que asegura que somos únicas.

Quizá el exceso de cirugía plástica es eso: no se trata de conquistar otra imagen, se trata de rajarse, de que te penetren y te hagan daño: de que te castiguen por no corresponder al ideal (a la imagen fija). Son muy pocos los hombres que aman a la mujer de carne y hueso y no a la imagen fija.

Entonces el hombre que te dice bella y única hace que se disuelva esa experiencia dolorosa del espejo y del árbol familiar.

4.

La experiencia de la literatura es la de no parar: como rodar cuesta abajo por una montaña colombiana o retozar por siempre contigo en una sábana infinita. Es la experiencia de no dividir la pareja de contrarios y señalar el flujo. Si no te agitas tú no me agito yo: la ley básica de la termodinámica. Lo que importa es la temperatura y no quién es quién.

No pude parar mientras leía, temblé, como en un acto sexual: devoré y me sentí devorada y no sabía quién era el sujeto y quién el objeto. Succionar y chupar es como si uno pudiera tragarse el mundo para sí (disolver el límite entre uno y el mundo). Y esta escritura es así ontológicamente hablando: borra las categorías del adentro y del afuera como una lengua que acaricia, como una vulva voraz.

Ese libro parece decir: tengo candela por dentro y la candela todo lo disuelve. Entrar, como el pene, es atreverse a ser despedazado. Ayer decía Carolina en el lanzamiento del libro: la necesidad de ser penetrada es la necesidad de sentir más, de sentir con más intensidad el mundo.

Dibujar y escribir son experiencias táctiles: uno acaricia superficies mientras lo hace: observamos para encontrar nuevos caminos para volver a observar. El ojo es puro tacto, decía el arquitecto Juhani Pallasmaa. La poesía es una observación rigurosa y por eso es investigación, pensamiento: por que abre nuevos caminos y no es ornamento ni impostación. La poesía es pensamiento porque conecta. Cumple su función de “religar”. Cosa muy distinta que sucede desde otros lugares de enunciación en los que se mantiene intacta la división del sujeto con su objeto de estudio.

Si todos los problemas actuales de la humanidad (el neo fascismo y los problemas ambientales) tienen una base común es esta posición epistemológica, este lugar de enunciación del hombre que se siente separado del mundo y que habla de lo que observa como si fuera un objeto de estudio y no un territorio donde está inmerso. El arte que reflexiona sobre las coordenadas en las que inscribimos la realidad no sólo nos hace reflexionar sobre el tiempo, el espacio, sino que también nos hace diluir las parejas de contrarios entre ficción y realidad, entre sujeto cognoscente y objeto por ser conocido y manipulado. Por eso no es gratis que se hable de dios en este libro: por que la función del arte, es decir del amor, es la de religar.

Todo este desborde de pasión a su vez sostiene una tesis: el amor es siempre amor por el conocimiento (amor por el mundo, deseo de comerse el mundo), algo que dice Freud, y que Carolina demuestra con creces mientras describe, mientras escribe.

El sexo es curiosidad (pura pulsión sciendi, le decía Freud): querer devorarse al mundo. El deseo de saber es el deseo, quizá, de dejar de ser sujeto cognoscente y fundirse en el otrora objeto. Describir es detenerse, y ¿acaso eso no es el amor?

Mientras trataba de escuchar el lanzamiento del libro “Tu cruz en el cielo desierto”, sonaba en el fondo una canción que canta Andy Montañez y dice:

“El que ha vivido penando Por causa de un mal amor No encuentra nada mejor Que cantar e ir pensando”

Quien no activa el engranaje de la hipérbole no vive en el amor. Por una nueva pornografía, ¡Presente, presente, presente!

[trastornadosrevista]

Buenos Aires Trap, Parte I: confirmación, evolución y masivización

La primera edición del Buenos Aires Trap celebrada el pasado sábado en el Hipódromo de Palermo confirmó el gran momento que vive este sub-género del rap en la Argentina. En esta primera parte, hablamos a fondo de las performances de los artistas previos al cierre estelar a cargo de Duki y Bad Bunny.  

Desde su irrupción hace algunos años, y siempre luchando contra prejuicios infundados y una agresividad insólita, una de las escenas musicales más jóvenes y frescas de nuestra historia musical se ha consolidado en base a dos principios básicos: la unidad del conjunto por sobre todo y la absoluta rebeldía frente a los (cuadrados) lineamientos de la industria musical.

Una generación de artistas sub-25 nacidos en la era de los singles y los algoritmos que ingresó al mundo de la música utilizando El Quinto Escalón como escuela autogestionada, siempre mirando con atención las batallas de freestyle norteamericanas, curtiéndose y perfeccionándose en el barro. La expresión “dormirse en los laureles” no aplica ni siquiera a los nombres más consagrados dentro de la escena local. Tal cual las redes sociales, elemento clave para su crecimiento en nuestro país, el trap es un tipo de música que se encuentra en constante renovación y en el que no hay lugar para los débiles.

Lo que sucedió durante la lluviosa jornada de sábado no fue, como se dijo en muchos lados, una mera “consagración” para el trap. Esa etapa ya ha sido superada con creces, pues alcanza con mirar cómo estos beats cadenciosos, oscuros y profundos han colmado recintos históricos como el Luna Park, el Teatro Gran Rex y el Teatro Opera. Es por ello que, a la hora de describir el Buenos Aires Trap, son mucho más importantes los conceptos de “confirmación” y “evolución”, quedando más que probada la capacidad de sus principales exponentes para manejar los parámetros de la escala masiva en vivo.

Cerca de veinte mil personas  de todas las edades se acercaron a Palermo para disfrutar de una jornada que comenzó temprano, con centenares de personas desafiando desde el vamos la amenaza de lluvias torrenciales sobre Buenos Aires. Dicho esto, lo negativo: la innecesaria presencia del Campo Vip fue en contra de la esencia misma del trap, siendo el agite mucho más concentrado e intenso en el sector más alejado del escenario.

Luego de algunos minutos en los que la gente se fue acomodando al ritmo de la DJ Aleja Mami y sobre las rimas de Under MC y FMK, la tarde comenzó a encenderse de la mano de DrefQuila. El chileno se plantó en solitario, apenas ayudado por su programador, entregando puro flow latino y mostrándose como un pariente mucho más cercano del reggaetón y la bachata que del trap puro. Luego de un breve intervalo, la presencia de Bardero$ sobre las tablas hizo que el público de más adelante se despabile un poco: C.R.O y Homer El Mero Mero pusieron a todos a saltar, centrando su sonido en la vieja escuela, atacando siempre con rimas filosas y perfectamente coordinadas. Los relatos de la calle, esa forma de afirmar su identidad, encontraron apoyo en un claro desafío a quienes desautorizan al género: “esto no es música”, repitieron varias veces antes de retirarse velozmente bajo una ovación y el pedido de varias canciones más.

Mientras el cielo se oscurecía cada vez más, uno de los números más esperados del Buenos Aires Trap tomó por asalto el escenario: Ysy-A salió a comerse a cualquiera que se le pusiese enfrente, tal cual viene haciendo desde sus 13 años, edad con la que fundó y desarrolló El Quinto Escalón. Aprovechando las pausas entre cada uno de sus temas, se dio el gusto de repartir entre la gente los mismos anteojos que tenía puestos, mostrando en cada uno de sus movimientos una vocación absoluta como showman.

Referente de la escena, parte junto a Duki y Neo Pistea de Modo Diablo, aprovechó cada segundo para demostrar que lo suyo no es casualidad. A contramano de sus colegas, apostó por lanzar un disco de larga duración, Antezana 247 (2018), trabajo sobre el que pivoteó durante poco más de quince minutos donde la adrenalina corrió en grandes cantidades. Mientras la multitud coreaba su nombre, Ysy-A saltó hacía la pasarela y dejó en claro que la mente maestra es él: rimas extremadamente veloces, un desgaste físico al límite y una espalda impresionante para manejar los tiempos. Se sucedieron “Dame Droga”, “Salgo A Cazar”, “Hidro”, “Linaje”, “Vamo’ A Darle” y “Tamo’ Loco”, canciones en las que estableció contacto directo con el trap de Atlanta, la música electrónica dance/house y gran parte de los ritmos latinos clásicos. Experimental y revolucionario, se retiró con la certeza de ser quien vio el camino mucho antes y de que se puede ser un rockstar sin tener una guitarra colgada sobre los hombros.

Siendo tal vez el menos conocido por el grueso de los asistentes, Malajunta Malandro dio uno de esos shows que merecen una mención especial. Exponente nacional del género, el más añejo, el que abrió las puertas hace muchos años, el más genuino de todos sin lugar a dudas. Este caso modelo dentro del rap y el hip hop argentinos, ingresó tranquilo con una lata de cerveza en la mano y saludó tanto a las nuevas generaciones de fanáticos como a los que están desde el principio.

Líder de una guerra santa contra el auto-tune, referente de la calle sin hipocresía de por medio (“esto es trap, pero no el que conocés, no hay putas ni oro, pero hay barrio al cien por cien”), el Mala realizó un importante rescate de nuestra cultura popular, poniendo el eje en la figura de Sandro, mezclando la clásica balada romántica de aquellos años con el hip hop más crudo y frontal que puede existir. El día a día en los suburbios, eso reflejaron sus letras  –además de pivotar sobre símbolos populares y torear a los exponentes más jóvenes constantemente– plantándose como el indiscutido rey del trap local.

Vestido con un chaleco anti balas, Big Soto dedicó mucho tiempo de su presentación –a puro gangsta trap latino– a mandar fuerzas para su Venezuela natal y a despotricar Nicolás Maduro. Ya bajo un diluvio torrencial, Neo Pistea sacó a relucir sus credenciales, tirando la casa por la ventana desde el primer segundo de la mano del flow aceleradísimo de “Messi”. La tercera pata de Modo Diablo, el que aporta la locura y velocidad puras, estuvo perfectamente acompañado por la segunda voz, utilizó las pistas con picardía y triplicó el nivel normal de auto-tune para sonar casi como un robot. Recorriendo todos los estilos posibles dentro del trap, dejó todo su físico en escena y generó el gran momento de la tarde cuando interpretó junto a Ysy-A una versión épica de “Uh!”. Teñido de celeste y blanco, mostró los galones necesarios con una performance que se destacó por la brutalidad escénica y una desfachatez plena.

Lit Killah no tardó en tomar por asalto el lugar y, enfundado en una campera vintage de los Toronto Raptors, recorrió la esencia de la Batalla de Gallos con sutiles toques de romanticismo. Pero a no confundirse: hizo saltar a todos sin parar, siendo su fuerte el freestyle, improvisando a toda velocidad antes de cerrar la faena con “Apagá El Celular” y “Bufón”. Fuera de la grilla anunciada, fue una sorpresa grata la presencia de Dak1llah, quien vestida con totalidad de brillos dio un espectáculo visual y sonoro superador, apostando por la agresividad pero con una conciencia entre pop, soul y R&B que la acercó a lo más clásico de la música negra. Tras los pasos del reggaetón y la balada tradicional, “Otra Vez Flashé” puso sobre las tablas al melodrama latinoamericano en un inesperado e inconsciente (pero celebrado) homenaje.

Desde la cuna del trap hispano, Kidd Keo descendió vestido con una mochila de cuero y un espeso pasamontañas, mostrando en muy poco tiempo por qué está un escalón por encima del promedio. Los bajos profundos y el concepto sonoro (y físico) de guerrilla dominaron un extenso recital, sabiendo el español poner a dialogar el sonido más batallador con lo más minimalista en cuanto a estructura. El mestizaje, parte inherente de España, se hizo notar en algunas de sus melodías, sobre todo en las vibrantes “One Million” y “I Got My Gang”, dos temas en los que resignificó el concepto de gangster. Pasional, sobreactuando la ferocidad con éxito, conquistó a todos con su lengua de fuego, agitó a lo loco pegado al vallado en “Me La Suda” y dijo “hasta luego” con la satírica “Dracukeo”.

La estética marera de Ecko fue de la mano de su total sentido caribeño, haciendo de sus minutos sobre el escenario los más bailables de la jornada. Su flow sensual y suave como la seda fue la superficie sobre la que desarrolló su conexión con el fútbol (“Motta”), mostró brevemente los dientes (“ICE”) y desafío sin más al viejo establishment rockero (“Rolling Stone”).

Otro de los puntos más altos del Buenos Aires Trap fue el show de Cazzu, quien desde su ingreso con “N.A.V.E” se mostró en modo emo-trap, aunque sin abandonar el sentido festivo que recorre su ADN. Jugando con los agudos como nunca, adueñándose del melodrama como ninguna y divirtiéndose a lo grande de la mano de un empoderante ida y vuelta con el público masculino, se plantó como la representante más ecléctica de la escena local: trap, rap, cumbia y reggaetón fueron mechados en su lista, cerrando el círculo de fuego con un muy buen cover de “Mi Cubana” junto a Khea y Ecko y una versión muy brumosa de “Chapiadora”.

A la hora de hablar de referentes, es imposible eludir a Khea, encargado de dar el último show de la noche antes de los dos platos fuertes que cerrarían el festival. En clave rupturista, aprovechó la amplitud del escenario al máximo y se mostró muy flexible en lo que refiere a estilos. Buscó impactar de la mano de lo más visceral y directo, sin por ello despreciar ni a la cumbia ni al reggaetón. La suya es una fórmula que oscila entre la oscuridad de una rave subterránea y la sesión de trance con el sol cayendo en la playa, haciendo lugar para encontrarse con Neo Pistea en “Otra Botella” y con Big Soto en “Ave María”. La grata sorpresa llegó al final: mientras interpretaba junto a Midel su hit  “B.U.H.O”, Duki –que forma parte de la grabación original– entró corriendo desde el backstage para patear todos los tableros y fundirse en un abrazo con otro de los pesos pesados originarios del ring nacional del trap.

Por Rodrigo López Vázquez

[rolhispano]

Afiliaciones (Ese gran problema de los foros de rol)

Bueno, pues al final me he animado a subir el submit. Llevo bastante tiempo queriendo, simplemente, desahogarme con este post, porque llevo demasiado tiempo viendo el mismo panorama y, francamente, hasta me pone de mal humor. Si no te interesa el tema de las afiliaciones de los foros te recomiendo que me leas para ver si cambias de opinión. Si llevas tus afiliados al día, limpios y ordenados, puedes pasar de leerme si quieres. Y sí, léeme, por favor, incluso si no eres Staff de ningún foro, porque puede que acabes siéndolo en un futuro o conozcas algún admin al que pasarle este texto. ▼Afiliaciones Élite: primero vamos a aclarar la definición de “élite”:

“Minoría selecta y destacada en un ámbito social o en una actividad”. (WordReference).

“Selecta y destacada”, es decir, que es un tipo de afiliación en el que debería haber muy pocos foros colocados. Personalmente, creo que el máximo del máximo debería ser 30 afiliados Élite, pero prefiero que haya muchos menos. En uno de mis foros (The Sound of San Francisco) tengo 22 huecos para afiliaciones élite y en Earth Orphans tengo hueco para únicamente nueve (¡sí, nueve! Esto es la élite de la élite ya). ¿Por qué? Sinceramente, como método de protesta. Cuando estaba montando el diseño de EO al principio tenía más de 30 huecos para los élite, en SF tenía los mismos huecos hasta que lo reconsideré y fui acortando los cupos. No quería ser un foro más con mil afiliados a pie de página que no tenían que cumplir ningún requisito para estar en primera plana. Pues no. Si vas a poner una sección de afiliados de élite donde hayan 30, 40, SESENTA (qué burrada, señores) huecos disponibles, directamente no los llames “élite”. Pon todas las afiliaciones normales en el índice y listo, porque no estás haciendo distinción entre una afiliación y otra (y esa es la gracia: la distinción).

Y ahora entra lo típico de “es que no se debería hacer distinción entre foros”, “es que todos estamos para ayudarnos”, etc. Muy bien, muy solidario todo, sí señor. Pero no es coherente. Los requisitos para afiliarse como élite surgieron hace ya mucho tiempo y como simple medida para asegurarte de que en cada limpieza de afiliados no ibas a tener que quitar la mitad o más de foros muertos o eliminados. Y todos sabemos que actualmente los foros que abren duran un par de semanas, a lo sumo y siendo generosos. Se piden miembros conectados, se pide tiempo mínimo en línea y se pide (como en cualquier tipo de afiliación) reciprocidad. Porque es la garantía de que un foro no es que esté activo, es que está MUY activo y se merece un puesto en el índice de tu foro donde, esperas de corazón, pueda quedarse por tiempo indefinido. Si no estás conforme con las distinciones, no pongas afiliados élite en tu foro. ¿Pero sabes lo curioso? Que en muchos foros las afiliaciones que no existen son las normales, así que eso de criticar el elitismo asegúrate de hacerlo sin quedar en ridículo como un/X hipócrita si es el caso de tu foro. Espero que en esos foros, los afiliados élite sean tratados como afiliados normales porque si no no le veo el sentido a poner requisitos laxos para un tipo de afiliación exclusivo que se tiene, pero que se le da a todo el mundo. No lo sé en términos generales y no lo sé en cada caso, así que no opino.

Ahora bien, si pones requisitos laxos para los Élite como forma de ayudar a los foros nuevos, chapó por ti. Pero pon un cupo máximo para este tipo de foros nuevos o cuando hagas limpieza te quedarás sin afiliados élite de un plumazo. Y si no pones requisitos para los élite, quita las afiliaciones normales porque estás repitiendo el mismo tipo de afiliación a lo tonto. ▼Afiliaciones Hermanas: si las afiliaciones élite son exclusivas, éstas ya son ultra VIP. Se supone. En lo personal, cuatro afiliados hermanos como máximo es más que razonable. Botón más grande y en primera plana como distinción especial, plaza a solicitar por usuarios activos y comprometidos con tu propio foro. Sí, es una especie de premio para aquellos usuarios que se lo curran en tu foro y además tienen el suyo propio y quieren afiliarse como hermanos. Pues lo dicho: pon requisitos más estrictos y no des ochenta puestos ni a cualquiera que lo pida. ▼Afiliaciones Normales: la basura que dejas acumular en un rincón apartado de tu foro. Botones de cualquier tamaño apretujados unos con otros, algunos caídos y otros con las balizas mal cerradas deformando todo lo demás. Aplauso para ti. Siempre que voy a afiliar en normal (mi tipo de afiliación predilecto), reviso primero dos cosas: los botones que tienen afiliados para comprobar limpieza y orden; y el subforo de afiliaciones en sí. Si tienes temas de afiliación abiertos desde hace más de dos meses y no has movido un dedo, paso de ti. Si tu subforo está ordenado y tus afiliados normales están al día (sin foros muertos afiliados) y ordenados, hasta me has alegrado el día después de llevarme palo tras palo buscando un foro decente que afiliar. Decente en cuanto a organización, ojo. ▼Tamaño de los botones: guárdame un cachorro. Para los élites, siempre 40x40 mínimo. El botón de 35x35 no lo puedo ver ni con las gafas de aumento de la abuela. Para poner casi un punto para promocionarme prefiero que no pongas nada, gracias. Para las hermanas, o bien 40x90 (ó 50x90 o similares), o bien 100x50, 100x35. ¿Más grande? Perfecto, a tu gusto. ¿Más pequeño? Entonces no lo llames “afiliación hermana”. Y ya para las normales está de moda “el tamaño que me salga del pie poner”. Así hay un botón de 100x50 al lado de uno de 40x40 y siguiéndole uno de 50x90. Muy lógico todo, claro. Pues bien, si yo te afilio con un tamaño determinado, quiero que tú me afilies con ese mismo tamaño. Reciprocidad, señores. Si mi botón para los afiliados normales es de 100x35 ó 100x50, no es justo que tú en tus normales me afilies con un botón diminuto de 50x50. Eso no es recíproco, eso es una estafa, sencillamente. Si mis élites tienen un tamaño de 50x50, no voy a aceptar que tú me afilies con un botón reducido a 35x35. Si mis afiliados hermanos tienen un hermoso botón de 100x35, no me da la gana de que tú pongas mi botón de 50x50 al lado de tus afiliados élite tamaño 40x40. Se trata de un intercambio justo y equitativo de publicidad. Lo que he hecho hace dos días es poner debajo de los botones de 100x35 otra línea para poner los de 40x40 para todos aquellos foros que pongan sus afiliados normales de este tamaño. Porque lo que no voy a hacer es afiliar yo con un botón grande y que el otro foro ponga una minucia de botón. Reciprocidad. ▼Forma de los botones: odio soberanamente la manía que tenéis de redondear los botones, o de ponerlos en blanco y negro, o de darle opacidad de 0.6 a la imagen. Mi maldito botón no se ve ahí. Está hecho con la forma cuadrada a propósito, tiene color y si le pones opacidad no se va a ver. “¡Pero oye, que al pasar el ratón aparecen en su forma y tamaño original!” Me suda la pinga. Nadie va a dedicarse a pasar el ratón por los botoncitos para ver cómo son en realidad. Y por favor, nada de gifs epilépticos con los bordes parpadeando cambiando de color, o capítulos de TVD enteros como animación. Cuanto más simple, mejor funciona. ▼Organización: no sabéis lo horrendamente mal y la mala imagen que da que tengáis una página kilométrica con botones apretujados, de tamaños diferentes, muchos caídos y, además, ¡incluso botones repetidos! En serio, ponle un poco de asunto a lo que estás haciendo porque o te han colado doble publicidad y se han quedado tan anchos, o no hiciste la limpieza correctamente (si es que alguna vez haces alguna). Los afiliados, todos, de un tamaño en concreto. Añádele bordes si quieres pero no los pongas en blanco y negro o redondeados porque eso los hace más pequeños. No me seas tramposX y juega limpio. Pero peor imagen da entrar al subforo de afiliaciones y ver ochenta mil temas de solicitudes que siguen ahí, en el Limbo, completamente ignoradas. Señores, aceptar una afiliación lleva tres minutos. Sí, tres minutos porque ya deberías tener práctica con ello, yo ya lo hago hasta automático. La cuestión es aprender a hacerlo y no dejar que se vayan acumulando los temas. Porque, ¿sabes qué? Quien sale perdiendo eres tú: estás aceptando publicidad gratis sin recibir lo mismo. Te lo explico: yo voy a tu foro, dejo mi solicitud de afiliación y coloco tu botón en mi foro (en mi caso a la inversa, pero lo mismo es). Al cabo de un mes, cuando yo haga mi religiosa y exhaustiva limpieza de afiliados, quitaré tu botón al ver que tú no has colocado el mío. Y probablemente me cabree al comprobar que el tema de mi solicitud sigue ahí sin tocar desde hace dos meses. Pero eh, que me quiten lo bailado: yo he dejado publicidad en tu foro y he quitado tu botón por incumplir mis normas de afiliación. Mi tema seguirá estando ahí, generando (o no) publicidad para mí, mientras que tú no recibirás lo mismo a cambio. ¿Entiendes ahora lo importante que es ser ordenadX con las afiliaciones? No se trata sólo de ser un buen admin, sino de ser avispado. La publicidad tiene que ser recíproca así que asegúrate de no darle publicidad a nadie gratis ni de estar haciéndolo tú. ▼Directorios: qué decepción me he llevado al buscar foros para afiliar. Se supone que estáis proporcinando un listado de foros activos (con muchos o con pocos usuarios, eso es lo de menos) a los que la gente puede entrar. Pues no estáis haciendo bien las cosas, just saying. Y no, no me vengáis con “un foro activo no se mira por los últimos conectados”, porque no me estoy refiriendo a que hayan pocos conectados, sino a que no hay NINGUNO, ni en las últimas 24, 48 ó 72 horas. Un poquito de por favor. He llevado foros pequeños, con pocos usuarios pero activos, y sé de lo que hablo. Un foro inactivo es fácil de reconocer: ningún conectado en las últimas X horas, mil solicitudes de afiliación externas publicadas y cero temas de rol. Si las zonas de rol no está abiertas, basta comprobar las afiliaciones: si los temas no se han movido ni se han colocado los botones, es que nadie está haciendo su trabajo como staff allí. Y si ya lleva mucho tiempo abandonado, hasta las imágenes estarán caídas, seguro. Dos y dos son cuatro. Quitad esos foros muertos, que además muchos de ellos llevan AÑOS ya desaparecidos.  Creo que no se entiende la importancia de las afiliaciones para los foros, de ambos lados. Me gustaría poder establecer un patrón y decir que los foros que tienen muchos usuarios conectados diariamente son los que pasan de las afiliaciones (sería lógico porque “¡Oye! Ya tengo un montón de gente en mi foro, la publicidad me resbala bastante”), pero no. La inmensa mayoría de foros, grandes y pequeños (en cuanto a usuarios), comparten este patrón de abandono de las afiliaciones. Es una verdadera lástima y es algo que a mí siempre me enerva, no lo puedo evitar. Y por eso me he vuelto extremadamente nazi con respecto a las afiliaciones, es lo que hay. En fin, después de soltar esta parrafada me he quedado a gusto, no lo voy a negar. Si te ha gustado dale a like y suscríbete, y recomiéndame a tus amigos pero sobre todo a tus amigas (?) Blackbird out.

[andylionsk]

Recuerdo 1

Pared de adobe, café y tierrrosa Piso de cemento dividido, corrugado y con incrustaciones de piedra Techo de lámina de plástico de 4 x 4 dividido en cuadros de 1x1 Mi trasero está cubierto por mi pijama y un bóxer sin embargo siento el frío y firmeza del escalón de concreto sobre el cual estoy sentado, con espalda adolorida y los pies entumecidos me delito con música de piano acompañada de un sin fin de instrucciones de las cuales destaca el conteo numérico a voz de una joven instructora. Apenas unos 23 años si se me está permitido adivinar. Ojos oscuros acentuados por un perfil fino y sazonado con una test morena, servido en un cuerpo delgado y estilizado acompañado con una cabellera castaña oscura. 1.70 cm de pasión y dedicación Son las primeras palabras que se me vienen a la mente cuando veo a Isis dirigir a sus joven compañeras, pese a su forma golpeada de dirigirlas tiene una cierta dulzura al acercarse a quien no logra seguir la instrucción. Lo cual desencadena unas cuantas carcajadas, pero no carcajadas de burla a las cuales los humanos somos sometidos constantemente, son esas carcajadas de compañerismo que hace mucho olvide, es un ambiente próspero y lleno de compañerismo. Quizás son solo apariencias, creo que realmente deje de creer en muchas cosas con El Paso del tiempo y me he vuelto demasiado escéptico con este tipo de cosas aunque si se me permite ser honesto diré que todo esto me genera demasiada nostalgia, una nostalgia de años pasados, años mejores, años tranquilos. El piso de madera comienza a rechinar mientras las chicas se recargan en el barandal blanco y pesado que funciona como compañero de apoyo para todos sus ejercicios, es sorprendente como un objeto sin vida puede convertirse en tu sostén de sueños y esperanzas Sin darme cuenta comenzaron a realizar ejercicios individuales y una chica pasada de peso comienza a seguir instrucciones que combinan francés y español una infusión de idiomas que al final termina en un conjuro de bellos movimientos. Quisiera que mi ignorancia fuera menos para poder entender todo aquello que se pronuncia en este recinto pero algo si les puedo decir, algo que entiendo muy bien. Pasión y dedicación. La puedo ver en algunas chicas mientras en otras solo logró ver pereza y pesadez. Cubiertas de sudor son las personas dedicas y apasionas mientras que la gente sin pasión suele tener mucha energía y no suda ni se acongoja. Pues el estar aquí no amerita su dedicación o son ejercicios muy sosos para su talento. Esto se ve a simple vista, solo llevo aquí 15 minutos y puedo distinguir quién tiene un futuro y quien no, aunque solo le estoy aventurando a sacar conjeturas insulsas con lo que veo, pero que se yo. Solo soy un artista destituido de su pasión y resignado. Ver sus cuerpos contorsionarse y sus músculos estremecerse mientras estéticamente se mueven al son de la música, siluetas envidiables y elasticidad magistral, pareciera que no tienen hueso pero esto sería ilógico pues no tendría como sostenerse durante tantas horas de entrenamiento, tan delicadas podría decir un truhán que las vea por la calle pero solo alguien que este con ellas un par de horas podría contar la insólita verdad. Son mujeres con mucha fuerza. El solo verlas me llena de adrenalina y me induce a un estado apacible e influenciable, con mi cuerpo relajado y mi mente concentrada mi inconsciente comienza a sumergirse en eso días de antaño cuando mis aspiraciones artísticas realmente estaba a flor de piel, los rosas y blancos llenan mis ojos y sin ser ficción llega a mi esa pared blanca de mi adolescencia, esa pared en la que pasaba horas recargado esperando mi turno para entrar a escena y que mi maestro me regañara. Pareciera que fuera un masoquista que disfrutara de autoflajelarme pues disfrutaba con demasiada devoción. Enfrentarme a las críticas constante de mi maestro y a las burlas de mis compañeros. Más sin embargo nada de ello me importaba, pues al estar ahí me sentía con demasiada vida tanta que todo lo demás dejaba de existir y las réplicas se convertía en mi combustible que me llevaba cada vez más y más lejos, los libros del tema me parecían apacibles pues dedicaba mi tiempo a leerlos y entenderlos, estar lejos de escena me hacía querer arrancarme los ojos y despegarme los dientes, si no podía estar ahí no tenía razón aparente de estar vivo y me provocaba una ansiedad injustificada, lo cual provocaba mi pasión por la lectura pues al poder estar en contacto aunque sea con libros calmaba mi espíritu, la vida era buena en esos tiempos, mi mente solo estaba enfocada en una sola cosa lo cual hacia todo más sencillo, una sola misión una sola tarea, así era fácil entrar en mi mismo y poder disfrutar de la vida. Clap clap, el panadero suena regresándome al espacio en el que me encuentro y al hacerme consiente de mi cuerpo comienza a surgir un repudio a mi mismo que hace tiempo quise dejar a tras pero aparentemente no logre hacerlo

[teleindiscreta]

“Que el animal viene de Europa del Este… A mí eso me la suda mientras el que yo tenga esté bien”

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Hace pocos días os hablaba del cuestionario que hacen muchas protectoras antes de entregar a un animal en adopción, un cuestionario que sirve tanto para asegurarse de que el animal acaba en buenas manos como para hacer reflexionar a potenciales adoptantes que tal vez actúan más por impulso que con responsabilidad.

Los buenos criadores, que también los hay, también miran mucho a quien entregan sus cachorros. Yo prefiero la adopción, que es lo que recomiendo siempre en primer lugar, pero si alguien está muy empeñado en una raza le pido por favor que busque uno de estos criadores, que acuda al lugar en el que crían, que conozca a la madre y en qué circunstancias está. Será un cachorro más caro, pero probablemente también más sano y equilibrado.

Y no estaremos fomentando el maltrato animal, casos como el de esta noticia:

La Guardia Civil de Castellón investiga a una mujer por la venta de cachorros de perro gravemente enfermos, de raza chihuahua, a través de internet en varias provincias, como León, A Coruña y Lugo. Al llegar a manos de los compradores, los animales estaban en tales condiciones que tenían que ser hospitalizados y finalmente acababan falleciendo.

Los agentes también comprobaron que las cartillas de vacunación estaban manipuladas, dado que se había modificado los datos del suministro de las vacunas. Asimismo, se inició un expediente administrativo sancionador por Infracción a la normativa sobre animales de compañía, por realizar la cría y venta de animales de compañía sin las licencias y permisos correspondientes y en lugar no autorizado.

En aquel post reciente sobre el cuestionario me encontré con un comentario que produce mucha tristeza y que al mismo tiempo sorprende por su sinceridad. Lo firmaba Alex, y reconoce abiertamente lo que mucha gente que acaba actuando igual por ahorrarse un dinero y no complicarse la vida esconde o autojustifica.

Yo estoy intentando conseguir un cachorro. Gente que conozco súper amigos de los animales me dicen que en tienda no, que lo compre a criador si lo quiero de raza o lo coja de una protectora. La verdad: del criador tenía que pagar 1.200 euros, que tampoco es problema, pero no contentos con eso, me tenían que llevar el perro ellos a mi casa, ver mi casa y yo debía estar en contacto con ellos de vez en cuando, o pasarles fotos o información del perro… En serio???? También me decían que de vez en cuando se pasarían a verlo, a pesar de vivir a 600 km. Yo alucino con la gente de verdad, y son criadores oficiales de una web de una raza específica. ALUCINO. Otros me pedían 1.400 e ídem de lo mismo, no me importa pagar, pero paso de meter a desconocidos en mi vida.

Luego el tema de las protectoras, coincido en que me tira para atrás lo mismo, tienes que dar muchos datos de tu vida y te hacen seguimiento, y paso igualmente, no me importaría tener un animal aunque fuera de protectora, de hecho, lo quería, pero paso de perder privacidad.

Luego se quejan de que todavía hay gente que va a una tienda, suelta 300 o 400 euros y ya está. Sin complicaciones. Que sí, que el animal viene de Europa del Este o donde sea, a mi eso me la suda, me dan igual los padres del animal o las condiciones, mientras el que tenga esté bien.

MiMiga, conocedora reflexiva del mundo de protección animal, le respondía así:

Hola Alex, sin juzgar tu comentario, creo que SÍ debería interesarte la procedencia de tu (futuro) perro – aunque sólo sea a nivel de “mercancía”. Tanto para protectoras cómo criadores serios, los animales no son un artículo de compra-venta. Y la tasa de adopción y lo que pagas en un criador por un cachorro, apenas cubren los gastos (que en el último caso son muchos y empiezan ya antes de la gestación, cómo p.ej. pruebas genéticas, que aseguran que tu animal está libre de enfermedades hereditarias).

Por ello, la mayoría de los criadores responsables ejercen cómo tal como actividad secundaria. Y el proceso de adopción / compra, que tanto alucina, es completamente normal, buscando siempre el bienestar y el hogar idóneo para el animal.

Respecto a los perros de tiendas, Internet, “fábricas de cachorros” y multi-criaderos: No sólo pueden no “estar bien” físicamente, sino que prácticamente SIEMPRE están mal a otros niveles.

Un cachorro necesita aprender a “ser perro” de su madre y junto a sus hermanos, cómo interactuar correctamente con humanos de distintas edades (niños) y animales de otra especie y cómo desenvolverse en distintas situaciones (p.ej. ir en coche, visita al veterinario etc.). Éste aprendizaje se da -sólo- en el periodo de sensibilización (hasta los 3-4 meses).

Los cachorros de tiendas etc. no sólo son criados en condiciones no adecuadas (de salubridad, control veterinario etc.), sino separados a una edad muy temprana de la madre – y con ello NO correctamente socializados. Muchos tendrán problemas de relacionarse con otros perros y personas, no controlan la mordida y muestran una serie de comportamientos conflictivos, cómo agresividad. Y en todo caso han pasado por una primera infancia negativa, tanto a nivel físico, cómo psíquico, que impacta en toda su futura vida.

Comprar este tipo de cachorros, es financiar al maltrato animal y en muchos casos actividades al margen de la ley.

Ahora puedes tomar una decisión informada.

Ahora podéis tomarla todos. Ahora podéis cerrar los ojos al sufrimiento animal para ahorraros un dinero (que tal vez gastaréis luego en veterinarios y llantos por muertes prematuras) o para no complicaros mínimamente la existencia, o podéis intentar actuar con ética y dormir tranquilos por las noches habiendo obrado sin causar perjuicios a otros seres vivos.

Los dos gatos que aparecen en el post son dos machos de menos de dos meses que buscan un hogar. Están en Leganés.

Contacto: Mercedes 619 969 515

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Fuente: 20 Minutos

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