#Sombrero amarillo
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イエローハットザ
イエローハット座は、広大な宇宙の遠く離れた銀河系に位置する架空の星座です。この星座は、その特徴的な形と明るい星々で知られています。 イエローハット座は、その名の通り、黄色い帽子の形をした独特の配置で知られています。その主な星々は、帽子本体、つば、帽子の周りに飾られた星々で構成されています。最も明るい星は、帽子本体にあるアルファ星で、その黄色い輝きで知られる巨大な恒星です。
手抜きイラスト集
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Seis Sombreros para Pensar: Una Metodología de Edward de Bono
La Metodología de los Seis Sombreros para Pensar, desarrollada por el psicólogo y escritor maltés Edward de Bono, es una herramienta efectiva para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la toma de decisiones en grupos o individuos. Edward de Bono, nacido en 1933, lanzó esta metodología en 1985. Desde entonces, ha sido ampliamente utilizada en diversos ámbitos para mejorar la calidad…
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Una cita junto al mar.
Me preguntaba si iba a venir. ¡Qué ilusa era! De seguro ni se acuerda de mí y mucho menos de esta cita en el mar que habíamos concertado hacía ya cinco años. Y, sin embargo, había una parte de mí que quería creer que todavía me recordaba, que no había olvidado todo lo que habíamos vivido y sido el uno para el otro.
Era aquí, precisamente, donde nos habíamos conocido hace siete años. Yo era una arquitecta recién divorciada, después de un largo pero muy infeliz matrimonio, y él era un joven estudiante de pos-grado. Ambos fuimos llevados al mar por diferentes cuestiones. Yo al buscar paz y consuelo, y el que sólo encontraba al mirar las olas mientras sentía la brisa acariciarme el rostro y peinar mis cabellos, y él al encontrar un espacio para reflexionar y pensar sobre su futuro. Recuerdo la primera vez que lo vi. Estaba descalzo sobre la arena, las olas llenando sus pies de espuma para luego retroceder y dejar un espacio entre la arena mojada y ellos. Yo miraba hacia el horizonte, a ese ocaso precioso que se dibujaba. Los ocasos en el mar me eran de un sabor diferente, le daban a mi alma un sentido más precioso por ser tan apacible y maravillosos a la mirada. Llevaba puesto un vestido amarillo de algodón con tirantes que dejaban al descubierto a mis brazos, un sombrero de playa ancho y blanco. Tenía los brazos cruzados y me abrazaba a mí misma, mientras lloraba en cuclillas viendo el horizonte. Hoy se había finalizado mi divorcio después de dos años de litigio arreglando la división de bienes y la custodia de nuestras hijas. Había luchado tanto por ese matrimonio que se había despedazado. A los treinta y cinco años me sentía hueca, como si hubieran arrancado de tajo todas mis ilusiones. Cinco años es todo lo que había tomado, sólo eso. Los últimos tres ya habían sido necedad de mi parte por tratar de salvar lo insalvable. Luis ya no disimulaba su flagrante infidelidad y su excesivo derroche de dinero que yo misma ganaba. No sabía cómo había podido escoger tan mal, sólo podía achacarlo a la locura del primer amor y a todas esas fantasías románticas que, leer tantos libros de romance, me habían metido en la cabeza. Diez años después yo era una mujer cambiada, más realista y menos idealista, con heridas en el alma que todavía sangraban. Me sentía aliviada, pero a la vez destrozada. Había venido aquí porque no quería llorar frente a mis hijas, pero necesitaba desahogarme. El mar siempre me traía consuelo y sosiego. Podía pasarme horas perdida, contemplándolo, aunque sólo alcanzaba a verlo borroso, siendo difuminado por mis lágrimas. La brisa soplaba fuerte. No podía evitar pensar que, ojalá así como se llevaba mis lágrimas, se llevará también todo lo que guardaba en el corazón: mis sueños hechos pedazos, el dolor del desamor de Luis y la desilusión por mi hogar roto.
En una ráfaga de viento, mi sombrero de paja salió volando. No me moví, no me importaba en lo más mínimo. Seguí sollozando cuando, de repente, sentí que una sombra me tapaba el sol. Volteé y lo primero que divisé fueron unos pies descalzos. Eran pies delgados, largos, algo huesudos, unos pies masculinos, pero bien cuidados, los cuales yacían parcialmente enterrados en la arena. Entonces, una profunda e igualmente masculina voz, llena de una gentileza inconfundible, me preguntó...
“Disculpe, ¿esto es suyo?”
Fue entonces que mis ojos recorrieron el camino desde los pies hasta la fuente de esa voz tan llena de ternura que había penetrado mi desdicha. Tenía los ojos más azules que jamás había visto. Eso fue lo primero que pensé. Era un hombre joven, bronceado, de cabello castaño y ondulado que no podría tener más de veinticinco años. Me despejé la garganta y, apresuradamente, me limpié las lágrimas del rostro para incorporarme. Era un hombre muy alto, yo no le llegaba ni al hombro.
“Si, es mío. Gracias”.
Acepté el sombrero de la mano del hombre y agaché el rostro. Había algo en este hombre me hacía sentir vulnerable.
“Disculpe mi atrevimiento, pero la he observado desde hace rato, mas no quise inmiscuirme. Creo que su sombrero fue la señal que necesitaba para acercarme. No la conozco ni sé por qué llora tan desconsoladamente, pero si algo he aprendido en esta vida es que, a veces, tener con quien hablar, hace un poco más llevaderas las penas. Quiero ofrecerle eso. Un par de oídos que la escuchen atentamente y que no la juzgarán. Permítame invitarle un café. Me llamó Rodrigo”.
Había algo en su semblante, una gran gentileza, una suavidad en su mirada, un sincero deseo de ayudar que terminó por convencerme. Esa tarde me llevó a un café a la orilla de la playa. Allí conversamos por horas. Yo le conté mi historia. De cómo había conocido a Luis mientras estudiaba en la universidad y todo lo que había sucedido desde entonces. Él me escuchó con cuidado sin interrumpir. Cuando ya había purgado todo lo que me volvía pesado el corazón, él empezó a contarme de su vida.
Creo que quería tranquilizarme y ponerme más cómoda al ponernos en igual condición de vulnerabilidad. Me contó que él recién había llegado a la ciudad a estudiar una maestría en Finanzas, también que extrañaba a su madre y a su hermana, pero que, por el deseo de superarse para poder sacarlas adelante, había decidido seguir con su educación, aunque lejos de casa. Me confesó que por eso había venido al mar. Estaba reconsiderando su decisión de seguir estudiando tan lejos de casa. Su madre era viuda y él, su único hijo varón, se sentía sumamente responsable por ella y por su hermana menor, pero entendía también que el programa de maestría le abriría puertas y podría proveer para ellas un mejor futuro. Había trabajado mucho para ganarse la beca que le permitiría seguir con sus estudios, pero a veces desfallecía en su determinación. Estaba solo y no tenía amigos, además de extrañar mucho su hogar. Así pasamos toda esa tarde, la cual se volvió noche, platicando. Ambos nos sentíamos muy bien. Al despedirnos, intercambiamos números de teléfono y prometimos seguir en contacto.
Al día siguiente recibí un mensaje de texto de Rodrigo.
"¿Cómo sigues? ¿Te sientes mejor?"
Así empezamos a platicar, regularmente, vía texto. Nos fuimos conociendo cada día más. A veces hablábamos por teléfono, cuando necesitábamos escuchar una voz amiga. Pasaron varias semanas así, hasta que Rodrigo me invitó a tomarme un café. Ese día caminamos por la playa, platicamos y nos tomamos un café en la cafetería a la orilla de la playa, aquella en donde nos habíamos conocido. Había pasado por Rodrigo a su universidad y, ya entrada la noche, lo fui a dejar a su modesto apartamento cerca del campus. Al estacionarme enfrente de su edificio, procedí a despedirme de él con un beso en la mejilla, así como se despiden los buenos amigos; lo consideraba precisamente eso. Pero, al momento de acercarme a su mejilla, él volteó su rostro y capturó mis labios con los suyos. La sorpresa me hizo abrir la boca, a lo cual aprovechó para poner su mano sobre mi cuello y profundizar el beso. Dios, había pasado tanto tiempo desde que un hombre me había besado así. El deseo floreció en mi vientre, recordándome que, a pesar de todo lo que me decía, constantemente, era una mujer de carne y hueso. Me besaba con un hambre que me hizo gemir en su boca. Me hacía sentirme deseada, sexy y tan mujer. Sí, no la madre ni la galardonada profesional, sino simplemente mujer, tan mujer. Me bebió el aliento e hizo de mi boca una extensión de la suya. Cuando tuvimos que respirar, soltó mis labios y, sosteniéndome el rostro con ambas manos, me miró directamente a los ojos.
“Laura, quédate, por favor”.
Ese fin de semana, mis hijas estaban en la casa de su padre, así que nadie me esperaba en casa y Rodrigo lo sabía. Lo vi a los ojos. Podía ver la sinceridad en ellos, la misma que relucía en los míos. Esa noche me dejé llevar y la pasamos juntos. Por un instante se nos olvidó todo: el mundo, nuestras familias, nuestras responsabilidades y planes, las diferencias de edad y posición. Éramos sólo Rodrigo y Laura, un hombre y una mujer.
Así comenzó nuestro idilio. Aún ahora, después de tantos años, me hacía suspirar. Fueron tantas memorias y vivencias las que pasamos juntos. Él me devolvió la fe, el gozo de vivir, la confianza en mí misma y la seguridad de que aún había hombres buenos. Nos ayudábamos mutuamente, nos escuchábamos y ofrecíamos apoyo en lo que podíamos. Éramos amigos, confidentes y amantes. Yo me volví su hogar lejos de casa y él mi refugio anhelado. Nos amábamos mucho y a pesar de todo. Aunque Rodrigo era menor que yo, él era muy maduro y respetuoso, además de ser el más apasionado de los amantes, también era el más tierno y cariñoso de los hombres. Vivimos dos años maravillosos, llenos de felicidad, pero llegó el día que habíamos previsto desde el comienzo de nuestra relación. Rodrigo terminó su maestría y era hora de regresar a casa. Quizás por eso nunca quisimos hacernos promesas. Vivíamos día a día. Ese último día lo pasamos juntos y amanecimos en la playa, viendo el amanecer y prometimos volvernos a encontrar, pasara lo que pasara.
Era así que aquí estaba, parada en esa playa, esperando por él, cumpliendo mi promesa, aunque ya había esperado más de una hora. Seguramente, Rodrigo ya me había olvidado; eso pensaba. Miré el mar, una última vez, y me presté a regresar a mi auto. Fue entonces que lo vi. No había cambiado nada y, al mismo tiempo, había cambiado mucho. Mi corazón se volvió loco en mi pecho. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, pero no podía despegarle la vista. Se aproximó hasta estar frente a mí. Veía las lágrimas también en sus ojos. Tomó mis manos en las suyas y, por un momento, fuimos otra vez sólo Laura y Rodrigo, nada más. Me abrazó y estuvimos así por largos minutos, después me llevó a ese café en la playa que era tan nuestro.
Me contó que había regresado a su ciudad y que su hermana y madre habían estado tan contentas de volverlo a ver. Había conseguido un buen trabajo en una compañía transnacional, lo cual le permitió comprarse una casa. Su madre vivía con él, aunque su hermana no, ya que se había casado con un muy buen hombre que la hacía feliz. El también se había casado con una compañera del trabajo y estaban esperando su primer hijo en unos meses. Lo oí platicar sobre su vida. Se le notaba la felicidad y eso me llenó de alegría. Yo le conté de cómo mis hijas habían crecido y estaban en la secundaria ya. Le conté de mi éxito en el trabajo y del proyecto que actualmente ocupaba mi tiempo. Le conté de Armando, un doctor divorciado con quien estaba saliendo desde hace un tiempo, cómo era tan especial conmigo al cuidarme y al hacerme reír. Le conté, también, cómo Armando me había propuesto matrimonio, pero yo insistía en esperar hasta que mis hijas se graduaran de la secundaria. Así estuvimos varias horas platicando. Alegrándonos de las alegrías y simpatizando con las penas y dificultades que el otro había experimentado durante estos cinco años.
Llegó la noche y la hora de despedirnos.
“Te ves más hermosa que nunca. Cuídate mucho, Laura. Recuerda tu valor y sigue persiguiendo tus sueños. Eres una mujer asombrosa. Siempre daré gracias por el tiempo que te tuve en mi vida. Fuiste la forma que el Universo utilizó para hacerme crecer, para cobrar aliento. Aprendí tantas cosas valiosas a tu lado, todo ese amor que me brindaste, tan desinteresadamente, me dio la fuerza que necesitaba para seguir y el valor para afrontar lo que vendría después. Te llevo siempre en el corazón con gratitud y mucho cariño. Te deseo lo mejor”.
“ Yo también te agradezco, Rodrigo, por todo lo que me brindaste; un hombro donde llorar, unos brazos siempre listos para abrazarme, un compañero y un amigo que me dio su compañía y escucha en el que fue el tramo más difícil de mi vida. Me alegra sobremanera que hayas logrado lo que te propusiste y que, tú y tu familia, sean tan felices. Siempre te recuerdo, doy gracias por ti y pido por tu bienestar. Mi cariño y respeto los tienes siempre. Yo también te deseo lo mejor”.
Así nos despedimos y volvimos a renovar nuestra cita en el mar. Nos volveríamos a encontrar, después de cinco años más, y veríamos dónde la vida nos tendría, pero mi corazón agradecía que, lo que ya habíamos vivido, nada ni nadie podría arrancárnoslo del alma.
E.V.E
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Memoria selectiva.
Tengo 4 años, mamá me agarra de la mano y canta canciones de María Elena walsh, mi cabeza se llena de historias sobre elefantes con sombrero y magos dulces protegiendo conejos blancos; la vida no resulta tan cruel cuando hay besos en las heridas, ternuras mullidas en las esquinas, y respuestas a las preguntas.
La mano firme de mamá sujeta el camino que hay que sujetar, tironea un poquito para la izquierda pero no perturba las decisiones de estos pies inquietos, que quieren caminar bajo el sol y chapotear en los charcos de las lluvias pasadas.
De pronto el aire vuelve a tener olor a fideos en familia y voces de parientes lejanos, conversaciones intangibles, risas, recuerdos bordados con aroma a eucalipto y roble almidonado. Tengo el centro de atención en mis ojos, y a la vez, escapo de los grandes queriendo ser chicos, y esta cosa que tienen los chicos, de querer ser grandes.
Mientras tanto el abuelo vuelve, tiene los ojos de un niño, son dos barcos enormes atravesando un mar tranquilo, yo sé que él cura las heridas como nadie, con palabras de sal y risas pequeñas, él no sabe de cuentos, porque cuando era chico, no había mucho tiempo para cuentos, pero inventa canciones con patos amarillos y bosques de roble, mientras canta con esa voz tan gruesa y tan clara, que hace parecer que la fuerza de un niño, está solo, en ser siempre un niño.
La abuela en cambio tiene los ojos duros, las manos arrugadas, la esperanza quieta, tiene las palabras crueles y una pizca de voz quebrada, no le gusta el azúcar de más y le agrega poca sal a las cosas; la abuela tiene las quejas de una niña encaprichada con la vida, y la vida tiene las quejas, de no haber sabido bien que hacer con la abuela.
Tengo 4 años, quizás cinco o seis, y la memoria selectiva, papá no aparece pero es una nube celeste, que brilla en algún rinconcito oculto de una memoria con cariño, y mamá tiene mucha fuerza cuando uno es un niño de 4, 5 o 6 años.
Ella tiene el pelo largo recogido en una línea interminable de procesos, las manos curtidas y suaves como el abuelo, su voz es tan dulce que aunque grite se quiebra, como el caramelo cuando se endurece; tiene los ojos de un sauce verde y las pestañas como alas de golondrina viajera, pero siempre se queda a mi lado en las noches de pena. A mamá le duele un poco la vida, solo que no lo cuenta, usa su voz para contar historias de duendes, hadas y poetas desesperados, sabe contar tantas historias, que el mundo parece no ser el mundo, y los sueños pueden ser sueños, con las mismas alas de golondrina que sus ojos. Y es que mamá no pudo ser niña mucho tiempo, pero tuvo el segundo suficiente para construir una cajita de madera donde guardar el tiempo de la infancia, para jugar conmigo en los puntos muertos de la espera.
Y es que la vida es ese gustito agridulce que nos queda después de las lágrimas, esas heridas desinfectadas que arden lo suficiente para saber que están curadas, es esa sensación insuficiente de alivio en el estiramiento de las mañanas, ese bostezo con sueño después de una noche de insomnio, o de desvelo voluntario; la vida es eso que recuerdas cuando eras un niño de 4, 5 o 6 años, y tienes, sin embargo, la esperanza de que mamá tenga eternos ojos de golondrina, y que el abuelo recuerde siempre el mar con sus manos llenas de sueños.
-danielac1world ~Infancia finita~
#mi vida#pensamientos#pensamientos aleatorios#pensamientos nocturnos#literatura#realidad#realidadalterada#frases#fragilidad#poesia en prosa#una poeta#escape#escribir#escritos#escritura#cosas que escribo#cosas que pasan#cosas que pienso#cosas que siento#cosas sobre mi#cosas del alma#mi alma#almas#desolación#desolada#un vacío dentro de mi#un viaje a la vida#melancolía#cosas de la vida#escribiendo
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Fan projects for Niall's show in Mexico City September 21st/ Fan projects para el concierto de Niall en CDMX el 21 de Septiembre (please boost).
Hay 3 fan projects para el segundo concierto en CDMX./ There are 3 fan projects for the second show in Mexico City (click in the images/click en las imágenes).
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The Show: Luces de colores dependiendo de la sección, amarillo, azul, rojo y luces blancas (normales) para la sección general. Puedes imprimir el material del drive en la hoja de color que te corresponde o en varias en caso de que quieras compartir a otras personas y secciones./ Color lights depending of your section, yellow, blue, red and white light (flash light) for the general section. You can print the material from the drive with the paper color of your section or different colors if you want to share with others.
Entre On The Loose y The Show: Traer o imprimir (del drive) sombrero de cumpleaños para celebrar el cumpleaños de Niall que fue el viernes 13 y cantarle las mañanitas /bring a birthday hat or print it (from the drive) to celebrate Niall's birthday that was on Friday 13th and sing him happy birthday.
On A Night Like Tonight: una ola de luces en una específica parte de la canción, sigue el ejemplo del video/ a wave of lights in a specific part of the song, follow the example of the video.
credit: fanprojectsmx x
Por favor comparte la publicación para que más personas sepan/please share the post so more people know about this.
Check the fan projects for September 20th in Mexico City here,/ checa los fan projects para el 20 de Septiembre en CDMX aquí.
#boost#tslot#niall james horan#tslot cdmx2#tslot cdmx#tslot mexico city#tslot mexico city n2#solo niall#fan project#tw flashing#niall horan#signal boost
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Margarita García Alonso,#GraphicDesigner #Cuba #France
Serguei Esenin (Konstantínovo, Riazán, 21 de septiembre de 1895- -Leningrado, 28 de diciembre de 1925)
CONFESION DE UN GOLFO
No todos saben cantar,
No todos saben ser manzana
Y caer a los pies de otro.
Esta es la suprema
Confesión de un granuja.
Ando intencionalmente despeinado,
Con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta alumbrar en las tinieblas
El otoño sin hojas de vuestros espíritus.
Me gusta que las piedras de los insultos
Caigan sobre mí como granizo vomitado por la tormenta.
Entonces es cuando aprieto con más fuerza
El globo oscilante de mi cabezota.
Con qué nitidez recuerdo entonces
La laguna cubierta de hierba y la voz ronca del aliso
Y que en algún lugar viven mi padre y mi madre.
Mis versos les importan un comino,
Pero me quieren como a un campo, como a la carne de su carne,
Como a la buena lluvia que en primavera ayuda a salir a los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
Cada vez que me lanzan una injuria.
¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente están viejos y feos
Y siguen temiendo a Dios y a los espíritus del pantano.
¡Si sólo pudieran comprender
Que su hijo
Es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no temían por él
Cuando se mojaba los pies en los charcos del otoño?
Ahora anda de sombrero de copa
Y con zapatos de charol.
Pero con el mismo espíritu juguetón de antes.
De aldeano travieso.
Desde lejos saluda con una gran reverencia
A las vacas pintadas en los letreros de las carnicerías.
Y cuando se cruza con los coches de la plaza,
El olor del estiércol lo remonta a los campos de su tierra
Y está dispuesto a sostener en el aire la cola de cada caballo
Como si fuese la cola de un traje de novia.
Amo mi tierra.
¿La amo con locura!
Aunque sobre ella caiga toda la tristeza y el moho de los sauces.
Gozo con los hocicos inmundos de los cerdos
Y con las notas estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de los recuerdos de infancia,
Sueño con la niebla y con la humedad de las tardes de abril,
Cuando nuestro arce se puso en cuclillas
Para calentarse los huesos en la hoguera del crepúsculo.
¡Trepando de rama en rama,
Cuántos huevos no robé de los nidos de las cornejas!
¿Seguirá siendo el mismo de antes, con su copa verde?
¿Tendrá todavía la corteza tan dura?
¿Y tú, mi querido perro fiel
Overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
Y vas de un lado a otro del patio arrastrando tu cola caída.
Tu nariz no distingue ya el establo de la casa.
Cuánto no significan para mí nuestras pillerías de antaño
Cuando le robaba pan a mi madre
Y lo comíamos entre los dos, mordiéndolo por turno
Sin sentir repugnancia.
Soy siempre el mismo,
Mi corazón es siempre el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como los azulíes en el trigo.
Y yo, extiendo las esteras doradas de mis versos
Quiero decirles a ustedes
Mis palabras más tiernas.
¡Buenas noches a todos!
¡Buenas noches!
Rozando por última vez la hierba del crepúsculo
Ha enmudecido la guadaña de la aurora.
Y siento unas ganas locas
De mear a la luna desde la ventana.
¡Luz azul, en este azul profundo
Ni siquiera la muerte me importa!
¡Que importa que yo parezca un cínico
Con un farol colgando del trasero!
Viejo, buen y supercabalgado Pegaso,
¿Qué falta me hace a mí tu trote blandengue?
Yo he venido como un severo maestro
A cantar y a ensalzar a las ratas.
Como agosto, vierte
Mi cabeza el vino espumoso de mis cabellos.
Yo quiero ser ese amarillo
Que nos lleva al país que navegamos.
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Capítulo 13 - «Salida de Primavera»
«Salida de Primavera»
Texto – Medianoche.
La temperatura ha aumentado recientemente y el aire ya es cálido. Wang Yibo y Xiao Zhan eligieron un día con el mejor clima y decidieron llevar su pequeño dumpling a una excursión de primavera para volar cometas.
Suo'er se puso su enterito de oso favorito, con una nariz de oso impresa en el vientre y una pequeña cola en las nalgas. Se balanceaba cuando caminaba, lo cual era muy lindo.
Wang Yibo vio a Suo'er torciendo su trasero tan tiernamente y agarró la cola de su ropa de mala manera, lo que provocó que Suo'er inmediatamente protegiera su trasero y tirara de Xiao Zhan para quejarse: "¡Papi! ¡Papá está intimidando al bebé😣!"
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Xiao Zhan no tuvo más remedio que apartar la mano de Wang Yibo y sostener a Suo'er en sus brazos, "El papá malo tiró de la colita del bebé, ¿no?"
"¡Sí!" El pequeño dumpling le sacó la lengua a su papá mientras su papi lo protegía.
Wang Yibo estaba indefenso, "¿Por qué me pegas, pequeño guapo?"
"¡Se cae! ¡La cola de oso del bebé se está cayendo😣!"
De lo que Suo'er estaba hablando era de su pijama de oso, cuya cola le arrancó Wang Yibo, pero no esperaba que él todavía lo recordara.
"¡Vaya, eres tan vengativo!" Wang Yibo sonrió, "¡Tú también rompiste mi Lego!"
"Bueno... ¡el bebé Suo lo siente!"
"Eso..."
"¡Deténganse!" Xiao Zhan interrumpió la discusión a tiempo, "Dejen de discutir. ¿No lo resolvimos en ese momento? ¿Por qué estamos arreglando viejas cuentas? Vengan aquí, dénse un abrazo y lo arreglaremos".
Naturalmente, Wang Yibo no peleaba seriamente con su hijo, y Suo'er realmente no se enojaría con su padre. Cuando Xiao Zhan dijo esto, los dos se abrazaron y rápidamente se reconciliaron.
Es solo que cuando Suo'er no estaba prestando atención, Wang Yibo molestó a Xiao Zhan para que le diera un beso, y debe tener un poco más de beneficios que Suo'er antes de darse por vencido.
De esta forma, la familia salió feliz y en armonía.
El sol brillaba intensamente afuera y Suo'er llevaba un pequeño sombrero de pescador amarillo, que parecía una bola de masa de arroz glutinoso amarillo y trotaba sobre la hierba. Los dos padres colocaron los manteles y la comida que trajeron sobre el césped, que se llenó de ceremonia.
El pequeño dumpling no podía descansar, así que rebuscó y encontró la cometa que le había traído su padre.
"Papá vuela, vuela~" Suo'er señaló con entusiasmo la cometa. Esta era la cometa que compraron juntos la última vez. El diseño que eligió Suo'er fue un lechón con traje de conejo, lo que hizo reír a Wang Yibo durante mucho tiempo.
"¿Quieres volar una cometa?" Wang Yibo se limpió y luego caminó hacia la cometa, la estudió durante un tiempo, volvió la cabeza y le preguntó a Xiao Zhan: “Cariño, ¿puedes volarla ahora?”.
Había un poco de viento, Xiao Zhan asintió, “Creo que sí, vamos a intentarlo”.
Xiao Zhan sostuvo la cometa y Wang Yibo sostuvo la cuerda. Los dos cooperaron tácitamente y, con una ráfaga de viento coincidente, el cerdito vestido de conejo voló con éxito hacia el cielo.
"Wow—" Suo'er levantó la vista y aplaudió para animar a su padre, "Vuela, vuela~"
"Está volando, ¿verdad? ¿No es papá increíble?"
"¡Qué bien!" La admiración de Suo'er por Wang Yibo se profundizó. Agitó sus bracitos con entusiasmo, "¡Papá es increíble!"
El viento amainó gradualmente, por lo que la cometa era naturalmente difícil de controlar, pero Suo'er se divirtió y no se sintió decepcionado.
Mientras Wang Yibo enrollaba el hilo, Suo'er agarró la parte que no había sido enrollada y la envolvió alrededor de su cuerpo. Luego miró expectante a Wang Yibo, "¡Papá, bebé vuela!"
Xiao Zhan no pudo evitar reírse, Wang Yibo también se quedó boquiabierto en el mismo lugar, si no adivinó correctamente, Suo'er estaba tratando de reemplazar la cometa, queriendo que Wang Yibo también lo hiciera volar.
"No, bebé." Xiao Zhan rápidamente desató el hilo, pero afortunadamente no estaba enredado todavía. "El bebé no puede volar".
"Papá puede volar y papi también puede volar ~"
Suo'er probablemente recordaba la escena de la serie de televisión y creía firmemente que Xiao Zhan y Wang Yibo podían volar.
"Papá y papi, estaban filmando una película, realmente no pueden volar".
"Hmm🙁..." Suo'er hizo un puchero y se sintió un poco decepcionado. Después de que Wang Yibo guardó la cometa, se acercó y dijo: "Ven, papá te llevará a volar".
"¿Hmm? ¿Qué vas a hacer?"
Wang Yibo le guiñó un ojo a Xiao Zhan, levantó a Suo'er, lo dejó montar sobre sus hombros y corrió por la hierba, "¿Suo'er voló?"
"¡Sí! Voló, voló ~ Papi, bebé voló~"
"Ten cuidado". Xiao Zhan miró al padre y al hijo pasándolo muy bien, sintiéndose divertido. No pudo evitar unirse y correr salvajemente por el césped con ellos.
Finalmente, la familia de tres personas se sentó junta y comió la comida traída de casa.
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Suo'er cogió un trocito de pan y se lo comió con mucho gusto, dejando caer las migas sobre su ropa y luego recogiéndolas una a una y metiéndoselas en la boca.
Es un buen bebé que no desperdicia comida.
Antes de irse, Suo'er abrazó el cuello de su padre y dijo: "Vamos otra vez~". Xiao Zhan y Wang Yibo se miraron y sonrieron, "Está bien~".
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Mi OC De The Amazing Digital Circus, Millie
Millie Es Una Perrita Border Collie Payasita De 25 Años De Edad Hermana Pequeña De Kowalski (No El De Madagascar XD) Y Ricky (Mis OCs), Es Su Hermana Aunque Ella Es Un Border Collie Y Kowalski Y Ricky Son Pingüinos, Ella Está Enamorada De Pomni Pero Es Muy Tímida Para Hablar Con Ella Y Porque Tiene Miedo De Que La Rechaze.
Ella Puede Hacer Payasadas Como Típica Payasita, Puede Sacar Conejos (O Peluches) De Su Sombrero De Payaso.
Ella Se Caracteriza Por Siempre Llevar Consigo Un Pequeño Saco Con Polvillo De Hadas Que Le Fue Dado Por Monserrat, Una Hada Murciélago Que Se Esconde En Su Cuarto Durante El Día (Aunque También Tolera La Luz Solar), Ella Tiene La Responsabilidad De Solo Usar Su Polvillo De Hadas Solo En Casos De Emergencia, Cuando Lo Uso Para Volar Para Salvar A Sus Hermanos Pingüinos De Kaufmo (Abstraido), No Se Sabe Si Tiene Otra Ocupación, Trabajo O Otra Participación Más Que La De Sacar Algo Del Sombrero O La De Su Polvillo De Hadas, Puede También Que Sea Apoyo Moral O Sea La Conciencia De La Pandilla O Que Sea Una De Las Ayudantes, Sus Mejores Amigas Son Selena, Akane Y Monserrat.
Millie Es Un Perro Border Collie De Pelaje Negro Y Blanco, Cabello Largo, Un Ojo De Botón Blanco En La Parte Derecha (Ya Que Cuando Era Una Cachorrita, Una Viuda Cascarrabias La Golpeó En El Ojo Derecho, Provocando Que Lo Perdiera), Un Ojo Verde, Un Flequillo Que Tapa Su Botón Donde Debería Estar Su Ojo Derecho, Un Pelaje Blanco En El Pecho, Tiene Orejas De Perro Negras Con Blanco Por El Interior (Que Por Si Notan En La Imagen, Forman Como Un Corazón) En La Parte De Su Ojo Izquierdo, Tiene 3 Corazones Rosas Que Representan El Amor De Hermanos Entre Ella Y Sus Hermanos Pingüinos, Tiene Su Pierna Derecha Negra Con La Pata Blanca, Y La Pierna Izquierda Es Blanca Con La Pata Negra.
Como Vestimenta, Millie Usa Un Vestido Blanco Con Lunares De Colores Rosado, Azul, Amarillo, Morado Y Verde, Un Cinturón Rosa Con Un Moño Por Detrás, Usa Un Sombrero De Payaso A Juego Con Su Vestido Y Con Un Pompón Rosa En La Punta, Tiene Unas Ligas Rosas Que Sujetan Sus Trenzas (Que Aquí No Están), En La Trenza De Atrás, Usa Un Moño Rosado, En Su Cuello, Lleva Su Saco De Polvillo De Consigo En Un Saco Amarillo Con Una Cuerda Café Para Mantenerlo Sujetado En Su Cuello En Casos De Emergencia Y Usa Un Broche De Cabello De Dango 🍡 (Que Se Me Olvidó Ponerle).
Millie Es Un Apodo, Su Nombre Completo Es Mildred De Collie.
Ella Adora Correr, Hacer Payasadas, Estar Con Sus Hermanos Y Amigos Y Le Encanta Pomni (Ya Que Esta Enamorada)
Millie Odia Que Le Digan Que Es Adoptada (Porque Es Adoptada), Que Le Hagan Bromas (Sobretodo Que Quién La Haga Es Jax) Y Que Le Digan Comentarios Sobre La Adopción
A Millie Le Da Miedo Ver A Sus Amigos O Hermanos En Peligro, Kaufmo Abstraido, La Reina Gloink, Los Cohetes, Los Fuegos Artificiales,
Su Eslogan En "Por Los Dientes De Caine!", Ella Dice Esto Cuando Jax Le Hace Bromas A Los Demás, Cuando Ve A Sus Amigos O Hermanos En Peligro O Cuando Ve Algo Que La Asusta
Ella Ladra O Muerde Cuando Se Siente Amenazada O Para Defenderse (Como Cuando Jax Le Hace Bromas)
#furry#furry art#cute#furry oc#oc#original character#canon x oc#amazing digital circus#the amazing digital circus#tadc oc#dog girl#border collie
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Cuando no hay plata toca improvisar 🧐🍷
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Andaba aburrida y con ganas de tener peluches de FNAF, mientras estaba en mi computadora no se que me dio de ir a buscar un peluche en mi estante y vi un aburrido y simple osito y me dije a mi misma orales este tiene como color de fredbear, entonces me puse manos a la obra y tome cartón, foami y mi pintura, le pinte un circulo amarillo en el centro y también en el cuello le puse un moñito pintado de morado y foami con brillos amarillos, luego hice un sombrero de cartón, lo pinte de morado y le hice dos puntos blancos en los ojos y listo, por fin tenia no un original pero personalizado fredbear, se que no es la gran cosa pero estoy feliz
(perdon por la mala calidad de la foto😅)
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El búho y el candil
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Imagen de Chräcker Heller en Pixabay
Era una noche oscura y fría en el bosque. Un búho solitario se posó sobre una rama y observó con sus ojos amarillos el paisaje sombrío. De repente, vio una luz débil que se movía entre los árboles. Era un candil que alguien llevaba en la mano.
El búho sintió curiosidad y decidió seguir la luz. Voló silenciosamente detrás del portador del candil, que resultó ser un hombre vestido con una capa negra y un sombrero de ala ancha. El hombre caminaba con paso firme y decidido, como si supiera a dónde iba.
El búho se preguntó qué haría ese hombre en medio del bosque a esas horas de la noche. ¿Sería un cazador? ¿Un ladrón? ¿Un asesino? El búho no podía dejar de mirar el candil, que parecía tener una llama eterna e inmutable.
El hombre llegó a un claro del bosque, donde había una pequeña cabaña de madera. Entró sin llamar y cerró la puerta tras él. El búho se posó sobre el tejado de la cabaña y esperó a ver qué pasaba.
Pasaron unos minutos y el búho oyó unos gritos ahogados que salían de la cabaña. Eran gritos de dolor y terror, que se mezclaban con unas risas malévolas. El búho sintió un escalofrío y quiso alejarse de allí, pero algo lo retuvo.
De pronto, la puerta de la cabaña se abrió y el hombre salió con el candil en la mano. Tenía la capa manchada de sangre y una sonrisa siniestra en los labios. Miró al cielo y vio al búho sobre el tejado.
-¿Qué miras? -le dijo-. ¿Quieres ser mi próximo invitado?
El hombre levantó el candil hacia el búho, como si quisiera hipnotizarlo con su luz. El búho sintió un impulso irresistible de acercarse al candil, como si fuera una polilla atraída por el fuego.
Pero antes de que pudiera hacerlo, oyó una voz que le hablaba desde dentro de su cabeza:
-No te acerques al candil -le dijo la voz-. Es una trampa mortal.
-¿Quién eres? -preguntó el búho mentalmente.
-Soy uno de los muchos espíritus que han caído víctimas del hombre del candil -respondió la voz-. Él es un brujo malvado que usa su candil para atraer a sus presas y robarles su alma.
-¿Cómo puedo escapar? -preguntó el búho asustado.
-Tienes que apagar su candil -dijo la voz-. Es su única fuente de poder. Sin él no podrá hacerte daño.
-Pero ¿cómo puedo hacerlo? -preguntó el búho dudoso.
-Tienes que usar tu pico -dijo la voz-. Es tu única arma. Tienes que ser rápido y valiente.
El búho respiró hondo y reunió todo su valor. Se lanzó desde el tejado hacia el hombre del candil, con las alas extendidas y el pico afilado. El hombre se sorprendió al ver al búho atacarlo y trató de defenderse con su capa negra.
Pero fue demasiado tarde. El pico del búho atravesó la pantalla de cristal del candil y apagó la llama con un soplido. El candil se oscureció y cayó al suelo con un ruido sordo.
El hombre del candil soltó un grito de horror y se llevó las manos a la cabeza. Su rostro se arrugó y se volvió gris, como si hubiera envejecido cien años en un instante. Sus ojos se apagaron y su cuerpo se desplomó sin vida.
El búho se alejó del cadáver del brujo y miró el candil roto. De él salieron unas luces brillantes que se elevaron al cielo, como si fueran estrellas fugaces. Eran las almas de las víctimas del hombre del candil, que por fin habían sido liberadas.
-Gracias, amigo búho -dijo la voz que le había hablado antes-. Has hecho una gran obra. Ahora puedes vivir tranquilo en este bosque.
-No hay de qué -dijo el búho-. Me alegro de haber podido ayudar.
El búho volvió a su rama y observó con sus ojos amarillos el paisaje sombrío. Pero esta vez no sintió miedo ni curiosidad. Solo sintió paz y satisfacción.
FIN
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#cuentos#misterio#relatos#terror#buho#cabaña#bosque#noche#búhomágico#candil#escalofrios#almas perdidas#espiritus
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hello ruin, sorry I don't know your name. here is this little fic that I wrote unfortunately I couldn't find any page that would allow me to make a good translation (but I think anyone can use google translator to read it)
hope you like it enjoy it it's a jayce talis/prototype viktor western AU
(It's in spanish)
Jayce estaba sentado en su mecedora, tallando con una cuchilla una pieza de madera mientras observaba la brisa de arena arremolinarse en el horizonte. Entre la polvareda, distinguió un par de ojos a medida que la figura se acercaba, vio a un hombre montado a caballo, con el rostro cubierto por un pañuelo violeta y la mirada fija en él.
Una sensación de alerta recorrió su pecho; eso la hizo levantarse de un salto y correr hacia la parte trasera de su casa. Solo atinó a avisar con pocas palabras lo que se venía
—¡Amarantita, encincha a Forjador, ahora! gritó mientras corría hacia la parte trasera de la casa.
En el establo, una joven con vestido rosa, botas blancas y sombrero un poco más claro con unas lineas blancas arriba del mismo terminaba de alistar al caballo. Jayce se montó de un salto y tomó las riendas con fuerza.
—Bloquea solo las puertas y usa la escopeta solo si es necesario.
se inclino un poco para abrazarla y la tranquilizó amablemente. antes de irse, pasó su mano por su cabeza, deslizándola lentamente por su cabello, un gesto cálido y reconfortante
—seguro no hará falta, no te preocupes.
Pero incluso él dudaba de sus palabras.
Subió a Forjador y golpeó los estribos con firmeza. El caballo, un alazán marrón oscuro con una mancha blanca en el hocico, resoplo y salió disparado en un galope veloz.
Mientras cabalgaba, Jayce solo podía pensar en una cosa.
"Viktor… ¿Que estás haciendo, porque ahora?
Cuando la tormenta de arena comenzó a disiparse, la silueta de su perseguidor se hizo más nítida. Jayce entrecerró los ojos.
El caballo de Viktor no era como cualquier otro. Su cuerpo era de metal, y sus ojos naranjo-amarillos brillaban con una fuerza que podrían cegar a alguien si se acercaba un poco más. Este levantó la cabeza, rió y, con las patas levantadas, dio unos pequeños golpes rítmicos
—¿Esta tormenta… la está provocando él? pensò jayce para sus adentros.
El viento azotaba su rostro cuando, de repente, la falta de visibilidad lo obligó a tirar con fuerza de las riendas, cambiando de dirección. Ahora podía verlo bien. Jinete y caballo, ambos con ese espeluznante color anaranjado en los ojos.
Jayce sonrió con ironía.
—¿Quieres jugar, jinete mecánico?
Y se alejo a trote a toda velocidad antes de que el otro pudiera responder.
El sonido de cascos metálicos lo persiguió al instante. Jayce se dio vuelta y observó la brisa de arena levantándose de nuevo tras Viktor. En un abrir y cerrar de ojos, su perseguidor ya estaba a su altura.
Forjador enojado y tenso trató de morder al caballo mecánico.
—Salvaje como su dueño, Eh—ironizó Viktor.
Jayce hizo una mueca
De repente, en un abrir y cerrar de ojos Viktor se fundió con la brisa de la tormenta desapareciendo. Por un momento, Jayce pensó que el juego había terminado.
Pero la tormenta de arena se hizo más fuerte.
Forjador comenzaba a asustarse, así que Jayce tiró de las riendas y se desvió hacia un médano cercano, protegiéndose del viento con un brazo. Se detuvo un momento y calmó a su caballo con suaves palmadas en su abdomen y acarició cresta.
_ Buen chico, le dijo, tranquilo todo va a estar bien.
Entonces la vio.
Un poco más adelante, una mina abandonada se abría paso entre la arena. Hizo un pequeño trote hasta llegar a ella. Alli, Jayce desmontó y encendió su mechero. La luz iluminó el interior: herramientas oxidadas, vigas viejas y una pared de madera marcando el final del túnel.
También vio que de las estalactitas de la mina salía agua de la punta goteando hasta caer en el piso con un ruido sordo.
"Si logro llevar a Viktor hasta aqui… pensó.
Escuchó el ruido de los cascos y soplido de la brisa acercándose, si iba a hacer algo tenía que hacerlo rápido.
Viktor llegó al claro y frenó su caballo de golpe. Su mirada se posó en un montículo de tela.
—¿Esto es en lo que mejor se te ocurrió, hombre del progreso? —se burló, ladeando la cabeza—. Parece que la vida fuera de la ciudad no te hizo bien… Te hizo perder el sentido común. Una lástima.
Con calma, desenfundó su revólver de cañón corto, ajustó el percutor con el pulgar estaba listo para disparar.
En ese momento, una voz lo distrajo.
—¡Viktor!
El disparo erró su objetivo y el caballo mecánico se encabritó con un relincho. Viktor frunció el ceño y giró la cabeza, molesto.
Jayce sonrió.
—Te veo un poco enojado. Que tal si te das un baño para refrescar esas ideas.
Golpeó con fuerza una de las vigas en el techo. Hubo un crujido, luego un temblor y, de pronto, una gran cantidad de agua cayó sobre Viktor y su caballo.
Viktor gritó de sorpresa.
El agua se deslizó por todo el suelo, mojando solo un poco los pies de Jayce y Forjador.
Jayce vio cómo algo bajo la vestimenta de Viktor comenzó a brillar con intensidad, hasta que el vapor empezó a elevarse a su alrededor.
Viktor trató de serenarse cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo.
Jayce se llevó una mano a la barbilla y una sonrisa curva burlona se mostró en su rostro.
—Ah, claro… Estás a punto de oxidarte. Por suerte, el bonachón Jayce está dispuesto a ayudarte. Dijo entre una mezcla de confianza e ironía.
Con un movimiento rápido, rodeó a Viktor con su caballo y se desmontó puso una de las sogas del lazo al rededor del caballo de Viktor . Luego, se acercó a él asegurándose de sujetarlo bien antes de subirse a la parte trasera de la montura junto a él.
Viktor forcejeó, pero Jayce fue más rápido. Lo empujó hacia atrás, atrapó sus muñecas y las ató con firmeza.
En ese momento, sus miradas se cruzaron.
Jayce sintió un escalofrío recorrer su espalda. La cercanía, la forma en que Viktor lo miraba… le recordó otros tiempos.
Se sonrojó sin querer.
Para disimularlo, se quitó el sombrero y lo bajó hasta cubrirse el rostro, dejando apenas visibles sus ojos. Luego se bajó del caballo y se acomodó.
Viktor lo miró fijamente cuando Jayce volvió a montar.
Con voz tranquila, pero con una sonrisa ladina, dijo:
—Será mejor que nos apuremos. Veamos a dónde te llevó tu impulsividad, defensor.
Chasqueó la lengua y añadió:
—Dejar sola a una joven de ocho años… Mi muchacho seguro ya la llevó a nuestro rancho.
Jayce se volteo a mirarlo y calvo una mirada con furia volvió a mirar hacia adelante y apretó fuertemente los puños en las riendas casi sentía que se lastimaria las manos de la presión que estaba ejerciendo.
Quería bajarlo del caballo y tirarlo allí, solo, en medio de la oscuridad de una mina abandonada, dejar que se desistintegre hasta desfallecer.
Pero la seguridad de Amarantita era lo primero.
Golpeó los estribos de Forjador y salió al galope, con el corazón latiéndole en los oídos mientras la arena quedaba atrás.
—
Cuando llegó, Jayce vio las luces de su casa apagadas y, en ese instante, la ansiedad le recorrió el pecho. Espoleó a Forjador con urgencia, haciéndolo galopar a pasos lentos pero lo suficientemente veloces. Durante el trayecto, Viktor rebotaba de un lado a otro en la parte trasera del caballo, soltando gruñidos molestos con cada sacudida.
finalmente en el establo, Jayce desmontó rápidamente y desató a ambos caballos, guiándolos al interior sin perder tiempo. Antes de soltar a Viktor, se aseguró de mantenerlo bien atado con la soga alrededor del pecho.
Ambos se miraron fijamente.
Jayce lo alzó sin esfuerzo y lo llevó consigo, sosteniéndolo contra su pecho mientras avanzaba por la casa, pateando con fuerza cada puerta para abrirla.
Llamaba a Amarantita a los gritos.
—¡Ama, ¿estás ahí?! ¡Amarantita!
¡Vamos, niña, ¿dónde estás?!"
Gritó varias veces sin obtener respuesta sentia que se quedaba sin aire. Al empujar la última puerta, la de la sala de estar, se encontró con una escena inesperada.
Dos niños jugaban cartas en la mesa, riendo con inocencia. Cuando lo vieron, ambos levantaron la cabeza.
—¡Oh, señor Talis! Ya volvió —exclamó Amarantita con entusiasmo —. Mire, hice un amigo. Se llama Naph. Naph, el señor Talis, señor Talis, naph.
Sonrió tiernamente.
El muchacho tenía unos ocho o nueve años. Vestía una camisa de cuadros celeste y azul, unas botas oscuras y un pañuelo rojo atado al cuello. Su cabello era rojo como el fuego, y su rostro pecoso irradiaba curiosidad.
Jayce le lanzó una mirada fulminante.
El niño tembló.
Jayce suavizó su expresión y, con una sonrisa divertida, extendió la mano.
—Tranquilo, muchacho. Deja de temblar, pareces una maraca.
Al decir esto soltó una pequeña risa., aunque se tapó la boca con el puño para contener una carcajada.
Luego, se enderezó y con una voz amigable dijo
—Bueno, niños, sigan jugando un rato más. Los adultos tenemos que hablar de negocios. Y sigo llevando a Viktor hacia su cuarto. El peso de sus modificaciones mecánicas hacía que cargarlo fuera más difícil de lo que recordaba.
Caminaron hasta su habitación, donde Jayce lo dejó caer sobre uno de los pequeños sillones cubiertos de tela acolchonada.
Viktor se retorció en sus ataduras.
—Voy a matar a ese muchacho. ¿No puede cumplir una simple orden? Cabizbajo Dijo con una mezcla de enojo y decepción.
Jayce arqueó una ceja y lo interrumpió.
—Tranquilo, es solo un niño, Viktor. ¿Qué esperabas que hiciera?
—A su edad, yo ya había hecho mucho más —respondió Viktor con frialdad.
Jayce no contestó de inmediato. Se dirigió a la chimenea, tomó un par de leños y los arrojó al fuego. Luego los removió con una pequeña pala de hierro, avivando las llamas, y suspiró mientras se dejaba caer en uno de los sillones.
Pasaron unos minutos en silencio, hasta que Viktor soltó un sonido de queja.
Jayce lo ignoró.
Viktor volvió a repetirlo, más fuerte.
—¿Podrías dejar de comportarte como un idiota y desatarme?
Jayce lo miró con una expresión inocente.
—Ah, claro, claro. Perdón.
Se acercó y, en lugar de soltarlo, empezó a desvestirlo.
Viktor se tensó al notar lo que estaba haciendo.
—¿Qué demonios estás haciendo?
—No pensarías que te iba a dejar ir, ¿o sí? —dijo Jayce con tranquilidad—. Si te libero, vas a escaparte, y necesito hablar contigo seriamente. Hago solo para que no mueras de hipotermia.
Sin darle tiempo a replicar, desabrochó su camisa.
Cuando Jayce vio lo que había debajo, se quedó en silencio.
Las alteraciones mecánicas de Viktor cubrían gran parte de su cuerpo. Sus brazos estaban reforzados con metal, y llevaba una armadura con líneas rojas y doradas que cubrían la mitad de su pecho, parecidas al emblema de la casa Talis.
Jayce bajó la mirada hasta sus piernas.
—¿También aquí, Viktor?… Dios santo.
Terminó de desvestirlo; este quedó en ropa interior. Se abrazó a sí mismo para evitar seguir temblando, miró fijamente a Jayce y él le tendió una manta.
Viktor, se quitó el pañuelo que cubría su boca. Su piel estaba marcada con líneas violetas y cicatrices del constante contacto con el brillo.
—¿Acaso no entiendes? Esto es lo mejor —dijo con fervor—. Es el paso a la gran evolución. Sin esto… sin las alteraciones en mi caballo ni en mi … nunca habría llegado a el nivel de nadie.
Su mirada se volvió afilada.
—Pero claro… eso es difícil de entender para los normales.
Se cubrió el rostro de nuevo.
Jayce bajó la cabeza.
Cuando volvió a levantarla, habló con un tono más suave.
—Viktor, te entiendo. Pero lo que haces no es correcto. ¿Así quieres pasar el resto de tu vida? ¿Solo, arriesgando tu salud y la de tu gente, solo por ser como los otros? Qué deseo más egoísta.
Viktor se puso de pie de un salto, furioso.
En un arranque de ira, tomó una vela de la mesa de luz y avanzó hacia Jayce, con la clara intención de lastimarlo.
Pero Jayce fue más rápido.
Forcejearon, y en un instante, ambos cayeron al suelo.
Viktor quedó atrapado debajo de Jayce, respirando con dificultad.
Jayce lo miró fijamente, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho.
—¿Por qué haces esto? —dijò levantando un poco la voz .
Viktor tenía los ojos brillantes, sus cicatrices se marcaban cada vez más producto de sus nervios y a punto de romperse en lágrimas.
—Porque no quieres entenderme —susurró—. Podrías unirte a mí y… y yo…
Su voz tembló.
Jayce no pensó.
Se inclinó y lo besó.
Fue un beso seco, impulsivo.
Por un momento, Viktor se quedó inmóvil. Luego, le respondió con la misma intensidad.
Hasta que, de repente, se separó de golpe y, con la palma abierta, le dio una bofetada a Jayce.
—¿En serio? ¿En serio? ¡¿Esto es lo que quieres, salvaje?! —gritó, llevándose las manos a la cabeza —. Me estoy abriendo hacia ti, y tú solo… ahg.
Viktor llevò las manos a su cabeza, agarro un par de mechones de su cabello y los estiro. Dio un suspiro de cansancio y queja. frustrado, respondió.
—Deja de ser tan amoroso todo el tiempo. ¡Vas a matarme!
Pero antes de que Jayce pudiera responder, Viktor se lanzó a sus brazos.
Jayce lo sostuvo, sorprendido. Ambos comenzaron a besarse con fuerza. Viktor despojó a Jayce de sus ropas con furia, como si quisiera ver cada parte de él. Jayce, por su parte, volteó a Viktor y lo hizo quedarse debajo de él. Este abrió sus piernas y se hundió en ellas. Viktor tiró la cabeza hacia atrás de placer. Se incorporó y se pegó al cuerpo de jayce. este se agacho hasta quedar a su altura y lo rodeo con sus brazos. con las luces de las velas iluminandolos a ambos viktor parecía más alto, como si tomara el control. Ambos suspiraban en cada roce, mientras Jayce le decía constantemente entre suspiros:
—Dios, Viktor, te amo. Te amo tanto. Eres fantástico, tan hermoso...
Luego de unos minutos, se enderezaron.
Jayce tocó con su nariz la mejilla de Viktor creando un hueco en ella de forma divertida haciéndole cosquillas indicando que mire hacia allá.
—¿Allì… en serio? —murmuró Viktor, sonrojado.
Jayce lo miro suavemente como afirmando su respuesta sin decir nada
Viktor desvió la mirada, ruborizándose aún más… y terminó aceptando.
Luego de unas horas, se quedaron uno al lado del otro, envueltos en una manta. Jayce estaba acostado arriba de Viktor, durmiendo pasivamente, su enorme brazo rodeándolo como si no quisiera que se despegara de él. Este movió su brazo con cuidado para no despertarlo y se levantó para echar otra leña al fuego, evitando que las llamas se apagaran.
Jayce se despertó, se sentó y mientras cubría su parte de abajo se detuvo a mirarlo.
Viktor mientras seguía mirando fijamente al fuego dijo.
—¿Vas a venir conmigo, entonces?
Jayce respiró hondo antes de responder.
—Escucha, Vic… yo te quiero.
Hizo un gesto con la mano, señalando a ambos.
—Pero para que esto funcione, alguien va a tener que perder.
Se inclinó hacia adelante, con la mirada seria.
—Y ese no va a ser la gente.
Viktor gruñó, furioso. Agarró la manta y comenzó a vestirse.
—No puedo creer que sigan sin entenderlo, Jayce.
Este vio que se dirigía a la sala de estar y se apresuró a seguirlo, poniéndose sus botas torpemente mientras le pedía que esperara.
Al llegar, Viktor vio a ambos jóvenes durmiendo en uno de los sillones. Se puso firme y, con voz seria pero calmada, dijo:
—Eh, muchacho, despierta. Despide a tu amiga y vámonos. La caravana nos espera. Si no los alcanzamos, vendrán a saquear este lugar.
El joven Naph acomodó su ropa y, con paso ligero, agarró su sombrero y se lo colocó.
Jayce observó cómo ambos preparaban sus caballos y montaban. Antes de que Viktor se fuera, Jayce tomó su mano con firmeza.
—Ven a verme si necesitas algo. Eres bienvenido siempre, no lo olvides.
Y soltó su mano. Viktor sintió el contacto por un momento y, en un gesto casi involuntario, apretó y abrió su mano como si quisiera que ese roce lo quemara para marcarlo como que él pertenece a su lado.
Miro hacia adelante.
—Despídete ahora, muchacho.
—Adiós, señor Talis. Adiós, ama. Nos vemos pronto —respondió Naph, sacudiendo la mano en señal de despedida.
Viktor acomodó su sombrero y miró a Jayce.
—Nos vemos pronto, Hombre del Progreso.
Levantó las riendas, tocó con los estribos a su caballo y, junto con Naph, se alejaron al galope, fundiéndose con el amanecer.
Jayce se quedó en la puerta del establo, cruzado de brazos, observándolos desaparecer en el horizonte.
Sonrió y suspirando murmuró para sí mismo:
— ah, Cuándo me rendiré contigo?
Thank you for sharing with me! I've never read anything western based, so this was very fun! You should definitely post it on ao3 so everyone else can read it too <3 not the kiss and then a slap hahaha!!! they're so in love
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Encuentros
Un efecto esperado del consumo de alucinógenos es la disolución del yo, esa estructura que media la realidad y la experiencia humana. Estas sustancias psicotrópicas también han sido llamadas enteógenos, del griego énthos ([que contiene un] dios adentro), por quienes defienden el uso ritual y terapéutico de estas sustancias. El estado alterado de conciencia, fruto de esta embriaguez, permite al usuario situarse en una posición privilegiada, como un observador externo de los procesos subyacentes a la experiencia y a la propia historia de vida. Hay que abrir los ojos para dejar de ver las imágenes de lo que has sido. He gastado mi tiempo dedicándome a entrañar en las posibilidades de estos estados de éxtasis, y lo que encontré ahí no me ha decepcionado.
No recuerdo si fue en la primera o segunda vez que los vi cuando sucedió la epifanía: esa revelación del abismo alimentado por mi diminuta y eterna respiración, entre cada latido que apenas alcanza al tiempo y el suspiro del viento que colorea el vacío de océano; los minutos son más extensos y por el fractal marítimo se mecen mis palabras.
Hay que ayudarle al hongo a que entre bien en el cuerpo, a que la sustancia adquiera la forma de tus movimientos. No hay por qué sentir náuseas. En un mortero se trituran los tallos y los sombreros. El montecito terroso se mezcla con jugo de limones y se deja reposar. En pocos sorbos se traga el brebaje y con ello tienes que oler su rumor amaderado y musgoso.
Asimilar el derrumbe requiere entregarse a la disposición del espíritu de las estrellas. En algún instante se aparece la calma y el destello que irradia la vela se aclara y se colorea de un amarillo más limpio, apenas abandonado su cualidad nívea. En un silencio que aturde se perfila una vibración que rebota en el tiempo y por sí sola vocaliza:
Niño Santo que estás en la Tierra
bajo la sombra de la Higuera
y en la redondez de la Luna.
Hermes con el niño Dionisio, que tu canción serpentea,
hoy el bosque, los mares y montañas susurran
Que el polvo en fuego y el fuego en polvo, serán la medicina.
Que es el amor y la brisa
el sendero que dibujas, poeta.
El retorno a mi cuerpo sucede lento con un deseo placentero de alimento. Siento que abandono la suspensión en el tiempo y un cálido humor mece mi respiración. En ese fuelle me encuentro de nuevo en el seno de mi madre, otra vez como un niño, en el sueño de un niño que al dormir lo transforma todo en su realidad.
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Y es porque Charlie le regalo ese traje! Bueno, le regalo dos, ese y otro traje que se parece como esta imagen pero lo blanco es amarillo y tiene un sombrero de copa con moño amarillo-dorado que brilla
.... Y si te pones algo como eso? Creo que te verias super :/3 - Bibi
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Ideas de Botellas de Tequila Decoradas para Centro de Mesa
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Si estás buscando ideas originales para decorar tu evento, las botellas de tequila decoradas son una opción increíble. No solo le dan un toque único a tu mesa, sino que también puedes personalizarlas con el estilo que más te guste. Ya sea para una boda, un cumpleaños, una quinceañera o hasta un bautizo, las botellas de tequila se adaptan a cualquier ocasión y se convierten en un detalle que tus invitados no olvidarán.
¿Por qué elegir botellas de tequila decoradas para centro de mesa?
Las botellas de tequila decoradas ofrecen varios beneficios que las hacen una excelente opción para decorar tus mesas:
Son únicas: A diferencia de los centros de mesa tradicionales, estas botellas tienen un toque personal y creativo que seguro llamará la atención de todos.
Reciclaje creativo: No tienes que comprar decoraciones caras. Con una botella vacía de tequila puedes crear algo totalmente nuevo y sorprendente.
Variedad de diseños: Puedes personalizar las botellas con los colores, flores y materiales que quieras, lo que te da la libertad de hacer algo completamente único.
Son funcionales: Además de ser decorativas, las botellas pueden servir como regalos para tus invitados o incluso como recuerdos de tu evento.
Materiales para decorar tus botellas de tequila
Antes de empezar, necesitas reunir los materiales que vas a utilizar. Aquí te dejo algunas ideas que te ayudarán a conseguir los mejores resultados:
Pinturas acrílicas o en aerosol para darle color a las botellas.
Cuerdas de yute para un toque rústico y natural.
Flores artificiales o naturales para hacer que las botellas se vean frescas y llenas de vida.
Pedrería, chaquira o diamantina para un toque brillante y festivo.
Pegamento fuerte para asegurar que todo se quede en su lugar.
Tela de encaje, arpillera o listones para detalles suaves y delicados.
Mini sombreros si quieres un estilo más mexicano o vaquero.
Luces LED o velas para dar un toque mágico, especialmente si tu evento es de noche.
Ideas creativas para decorar las botellas de tequila
Ahora sí, ¡vamos a lo divertido! Te dejo algunas ideas geniales para que tus botellas de tequila se conviertan en el centro de atención de la mesa.
Estilo rústico con cuerda de yute y flores
Una de las formas más sencillas pero efectivas de decorar tus botellas es usando cuerda de yute. Solo tienes que envolver la botella con la cuerda, desde la base hasta el cuello, y pegar algunas flores artificiales en la parte superior. Este diseño es ideal para bodas o fiestas al aire libre. ¡Te aseguro que a tus invitados les encantará!
Elegancia con pintura metálica y pedrería
Si buscas algo más elegante, te recomiendo pintar las botellas con aerosol dorado o plateado. Después, puedes añadir pedrería en patrones geométricos o detalles florales. Este estilo es perfecto para eventos formales o celebraciones como bodas y cenas sofisticadas.
Toque mexicano con chaquira y colores vivos
Para un estilo más colorido y festivo, cubre la botella con chaquira en patrones tradicionales mexicanos, como flores o grecas. Combina colores vibrantes como rojo, verde y amarillo. Este estilo es ideal para cualquier fiesta temática mexicana o para un evento lleno de energía y alegría.
Decoración minimalista con luces LED
Si prefieres un estilo más simple pero impactante, coloca unas luces LED dentro de la botella. Las luces se verán a través del cristal, creando un efecto brillante y acogedor. Puedes decorarlas con un listón o flor sencilla. Este diseño es perfecto para eventos nocturnos o cenas elegantes.
Estilo vaquero con mini sombreros y lazo
Para un toque divertido y muy mexicano, envuelve la botella con arpillera o tela rústica. Coloca un mini sombrero en la parte superior y átalo con un lazo. Este diseño es ideal para fiestas de temática western, como bodas o cumpleaños al estilo mexicano.
Consejos para una decoración perfecta
Aquí van unos consejos rápidos para que tu decoración quede de 10:
Limpia bien las botellas antes de comenzar a decorarlas. Esto ayudará a que los materiales se adhieran mejor y la decoración se vea mucho más profesional.
Si usas pintura, aplica una capa base de color blanco antes de empezar. Esto hará que los colores resalten más.
Juega con las texturas. Combina materiales como cuerda de yute con pedrería o pintura metálica con flores.
Haz pruebas antes del evento para asegurarte de que el diseño que has elegido se vea como esperas.
Personaliza las botellas con etiquetas para los invitados. Esto no solo las hace más especiales, sino que también puede servir como un recuerdo único del evento.
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otras malas prácticas: la comunicación deficiente
sucede que hay veces que creemos estarnos comunicando de manera excelente porque hacemos lo que queremos y recibimos mucha retroalimentación positiva de parte de otras personas; aún así y de alguna forma, las cosas se caen: debe ser culpa de esa persona que le falta voluntad de trabajo o que está del otro lado de mi conflicto
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comunicar significa poner en común
creo que hay una diferencia sustancial entre poner en común y imponer lo común
esto surge de un malentendido fundamental en el que creemos que el poder es hacer que la otredad haga y se comporte bajo los parámetros que impongo, y sobre este malentendido, construimos nuestro encuadre de liderazgo
suponemos que quizás, lo que a la otra persona le hace falta es hacer con mejor precisión lo que le estoy pidiendo que haga
y un poco no se trata de eso. poner en común, significa un poco irnos acomodando a como la otra persona experimenta también el mundo
se trata de que podamos abrirnos a la posibilidad de que el mundo sea también de esta otra forma que está desenvolviéndose frente a mí
puedo maravillarme de la experiencia humana de mirar la profundidad del universo en los ojos de otra persona; lo lejos que puede llegar el ingenio y la ingenuidad así como la sabiduría y la técnica
poner en común implica sentarnos a procurarnos
acompañarnos a través de este tramo tan difícil y poder encontrar los caminos y los modos para encontrarnos en el camino; cuidarnos
de pronto por eso pienso que el dud de los sombreros es un gran hack para poner en común de forma ágil:
sombrero rojo: sentimientos y emociones (para compartir cómo te sientes y qué emociones elicita la situación en conversación)
sombrero blanco: hechos, datos e información verificable [es importante anotar que hablamos de información verificable y pertinente para la situación; podemos decir que la tierra es redonda y entrar en un conflicto innecesario ahora por eso]
sombrero negro: amenazas {¿cuáles son las cosas que pueden salir mal? -> usar como "saltitos de rana" para ir paso a paso por las secuencias de causas-efectos que nos llevan a tal amenaza}
sombrero amarillo: oportunidades {¿cuáles son las cosas que pueden salir bien? -> usar como "saltitos de rana" para ir paso a paso por las secuencias de causas-efectos que nos llevan a tal oportunidad}
sombrero verde: pensamiento creativo -> ya que hayamos pasado por algunos {o todos} los sombreros, podemos ahora destapar las ideas que quieran y como quieran salir para imaginar nuevas alternativas <-
sombrero azul: pensamiento ejecutivo [se usa para ordenar y construir las secuencias en las que se pensará usando los sombreros]
hay muchas otras técnicas, pero one trick at a time
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