#Si puedes evitar ser un imbécil evitarlo
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Iba a decir algo pero mejor me llamo al silencio
#Si puedes evitar ser un imbécil evitarlo#No importa cuanto te enoje algo#Solo da tu opinión si te la preguntan#PAZ
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Bueno, ahora mismo estoy jugando el episodio 27... ¿Crees que podrías hacer un One Shot sobre Sucrette hablando con Castiel sobre los celos que siente de Priya y que al final terminé confesando lo que siente?
Siento mucho que esta petición haya estado en mi bandeja durante taaanto tiempo. En ese momento había perdido de nuevo mis musas de la inspiración y tenía tantas clases y tan poco tiempo que no tenía fuerzas para hacerlo y, no es precisamente que ahora haya recuperado a mis musas, pero me estoy forzando a hacer cosas distintas en esta cuarentena. También estoy haciendo esto porque quiero escribir, aunque no tenga fuerzas para hacerlo, ni muchas ideas sinceramente.
Por eso pensé que peticiones estarían bien porque no tengo que pensar la idea en sí, solo como desarrollarla.
Hace dos o tres días hice uno, pero era algo que ya tenía planeado desde hace mucho, por ello, cuando encontré esta solicitud (que ni recordaba) pensé que sería buena idea realizarla.
Antes de empezar, quiero aclarar que esta historia, como pone en la solicitud es de la época del instituto, o sea, la primera temporada. Quiero recordaros que en esta temporada Sucrette es una niñita muy poco madura y me baso bastante en su personalidad y la forma en la que creo que ella reaccionaría. Puede resultar muy inocente, porque al fin y al cabo, tenía el comportamiento de una niña pequeña. Por ello, me disculpo por su comportamiento.
De nuevo me disculpo por haber tardado. Espero que la disfrutes.
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Era irracional, de hecho, bastante irracional.
Priya ni siquiera había mostrado un atisbo de estar interesada en Castiel de forma romántica, pero no podía evitar sentirse insegura por aquella presencia tan cautivadora de la chica nueva.
Todo el mundo parecía amarla y su carisma natural la hacía casi irritantemente perfecta, a diferencia de ella. Y sobre todo cuando se dio cuenta de que Castiel parecía encantado con la chica, casi como si se mostrase interesado y cautivado.
Sabía que, por mucho que fuese imposible que se enamorasen en menos de dos días, su perfección era tan palpable que solo la hacía sentirse en peligro. A ella le había costado la vida que Castiel y ella estuviesen en esos términos tan buenos. Y de repente, la presencia de Priya parecía sincronizarse con la de Castiel y para hacer buenas migas había bastado con un instante.
Mi cabeza daba vueltas mientras caminaba como alma en pena por los pasillos. Solo pensaba en Castiel y en Priya, en su cercanía, en mi lugar en esta historia y en lo irracional que estaba siendo... por ello, cuando Lysandro mencionó que su libreta había desaparecido, otra vez, me dispuse a intentar alejar cualquier pensamiento y cambiarlo por la condenada libreta de Lysandro.
Me dirigí por todas las aulas, incluso pregunte a Rosalya si había visto a Lysandro con la libreta, a penas me quedaban sitios por mirar, la planta baja, el sótano y el patio.
Como acababa de bajar las escaleras de la segunda planta, lo que más cerca me quedaba era el sótano así que sin demorarme demasiado, camine hacia el interior del sótano para rebuscar entre las cajas aplidas de la esquina.
¿Dónde estará la condenada libreta de Lysandro?
- ¿Qué haces aquí?
Una voz a mis espaldas resonó en la estancia.
La reconocí en seguida, era la voz de Castiel, y con su voz me trajo un pequeño escalofrío que recorrió mi espalda al ser consciente de que la persona que había estado en mis pensamientos estaba a unos metros de mí.
Incapaz de girarme, contesto.
- Oh, nada... solo estaba buscando algo...
Más que una contestación normal, mi murmullo fue torpe y descuidado, me maldije a mi misma al ser consciente de que había sonado increíblemente absurda y patética.
- Tu cara, ¿quizás?
Su broma me hace fruncir el ceño y me giro, cruzándome de brazos.
- Ja, ja, já. ¡Qué gracioso! ¿Te lo has inventado solo?
Y justo nada más contestar, no puedo evitar preguntarme que diablos estoy haciendo.
Sin poder evitarlo me he puesto a la defensiva con él, en vez de bajar la guardia he decidido saltarle encima como una idiota malhumorada. Soy una completa idiota, ahora va ser muy complicado tener una conversación normal, como adultos. Una conversación donde pueda acercarme a él...
Mis mejillas se ruborizan al pensar que, más que charlar, me gustaría refugiarme entre sus brazos y que correspondiese todos mis sentimientos...
- ¿Vas a decirme que ocurre?- pregunta, cruzando sus brazos con su tipica cara desinteresada. –Estás roja...-
Que haya notado el rubor en mis mejillas me tensa.
- Y en mi opinión, da bastante miedo.
Y no va a ser hoy el día que él me facilite las cosas.
Ruedo los ojos mentalmente, pero me fuerzo a mi misma a intentar hablar con él, la libreta de Lysandro puede esperar, ahora mismo lo único que podía tener en mi cabeza era él, Priya y estos sentimientos que no sabía manejar.
- Teng... tengo que... hablarte de algo.
Genial, Sucrette, ahora parecerás estúpida... Tus tartamudeos no te ayudarán para nada y menos causaran una buena impresión en él...
- ¿Ah, sí?- me pregunta, con sus brazos cruzados.
Incluso aunque sigue siendo cortante, notó un pequeño interés proviniendo de él. Estoy segura de que he captado su atención.
- Yo...
Intento pronunciar una declaración, pero soy incapaz de encontrar las palabras, nunca lo consiguiré.
- Yo... verás, yo...
Me atraganto con las palabras, sin siquiera poder avanzar en mi discurso, me siento tan imbécil...
Su imponente mirada me hace temblar ligeramente, me pongo aún más nerviosa y termino por retroceder ligeramente.
- No, olvídalo. Seguiré buscando.
Le veo alzar una ceja, curioso y se encoje de hombros.
- Tú sabrás-
Cuando empiezo a alejarme, completamente desamparada, él continúa hablando, interrumpiendo mi camino.
- Llevas todo el día actuando raro y por si fuera poco, estás huyendo. ¿Qué demonios pasa?-
Veo que la delicadeza no estaba en oferta.
- Nada.
Después de nuestra cercanía en el picnic, con la llegada de Priya, me siento todavía más sensible, sus palabras cortan como cuchillos y teniendo en cuenta que no me siento confiada a su lado, solo puedo retirarme antes de hacer algo que perjudique todo.
- Deja de ser tan cría, no soy adivino, ¿sabes? No tengo ni idea de que te pasa, pero sé que algo sí. No me trates como idiota.
Le encaro.
- ¡No soy una cría! ¡No es fácil para mí!
- Pues actúas como una.
Me siento completamente devastada ante su frialdad, mientras yo me derrito por mis sentimientos él no puede evitarlo...
- ¡ES TÚ CULPA!
- ¿Mi culpa?- su tono de voz sorprendido casi me hace recuperar la compostura, pero su contraataque acaba de ser devastador. -¡Yo no recuerdo haberte hecho nada! ¡No me culpes a mí de tu mierda! ¡Y mucho menos sin darme una explicación, niñita!
Me siento al borde del colapso, que no se de cuenta de hasta que punto me afecta su presencia solo me indica que nuestros sentimientos no son correspondidos, que soy una idiota y que seguramente Priya, más madura y más hermosa, le llama más la atención.
Siento como mis ojos pican.
- ¡Es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa!- las lágrimas empiezan a salir y le veo sobresaltarse.
- Eh... n-no llores, ¿qué demonios te pasa?
- ¿Seguro que preferirías a Priya, no? Ya me ha quedado claro. Lo siento mucho por solo ser una niña y no ser tan madura y preciosa como ella, pero aun así... aun así...
Mis lágrimas empiezan a correr.
- ¿Qu-qué...?- si en este momento fuese capaz de ser objetiva, hubiera sido capaz de vislumbrar la confusión y la preocupación de Castiel, pero solo aprieto los puños y dejo que las lágrimas salgan. -¿Qué dices de Priya? ¿Qué tiene ella que ver...? Yo...- mis lágrimas continúan saliendo y la irritación de que no me entienda continúa. -¡No llores!
No puedo evitar sentirme una completa idiota.
Mis lágrimas salen descontrolablemente, ni siquiera soy capaz de escuchar lo que me dice, solo puedo pensar en que soy una cría para él, en Priya y en él enamorándose y en donde me deja eso a mí.
- ¡Aún así no quiero que estés con ella!
- ¿Qué...?
- ¡A mí me gustas más! ¡Yo estoy enamorada de ti! ¡Priya puede ser genial, pero yo...! ¡Incluso aunque no pueda igualarla...! ¡Yo...!
Me siento tan idiota.
En ese justo momento, tras unos minutos de silencio, siento sus pasos resonando en el sótano y levanto la cabeza, casi sin poder vislumbrarle a causa de las lágrimas.
- ...- levanto la cabeza, sin pronunciar un sonido, mirándole a esos ojos grises que me cautivaban.
- Eres idiota.
Su mirada se ha suavizado considerablemente y a pesar de no estar sonriendo, me escruta con esos ojos y empiezo a sentirme todavía peor.
Consciente de que he hecho el ridículo delante de él, solo puedo querer escapar, huir de lo que sucede, pero sus manos no me dejan, sujetándome levemente.
Y sin darme tiempo a reaccionar, estampa sus labios contra los míos, cortando mis lárgimas y mis pensamientos.
Mi mente está en blanco y lo único en lo que puedo pensar es en intentar entender que demonios está pasando. Tan pronto como el beso inicia, termina y yo no puedo evitar soltar un montón de balbuceos incoherentes.
- No sé ni de donde has sacado lo de Priya, pero digamos que era divertido verte toda neurótica, al menos hasta que lloraste. En fin- se cruza de brazos. –No me gusta Priya.
No sé que decir.
- Yo... yo... ¿qué?
- Bueno, niñita, ¿tan sin palabras te he dejado con el beso? Entonces, supongo que podemos mejorarlo.
Y se inclinó de nuevo, besándome una y otra y otra vez, hasta que borró a Priya de mis pensamientos, hasta que la libreta de Lysandro dejó de tener importancia y hasta que mis lágrimas se secaron contra mis mejillas.
Bueno, no es exactamente lo que esperaba de mi primera confesión... pero al menos de alguna forma u otra, parecía que mi confesión había surgido efecto, de una extraña forma.
Tras salir del sótano, nos miramos.
- Bueno, voy a engañarte con Priya.
- ¡Castiel!
- ¡Bromeo! Tú eres mi favorita-
Hinchó mis mejillas, y una carcajada ahogada sale de los labios que me han besado minutos antes. Y aunque aun estoy un poco nerviosa, soy consciente de que se ha percatado de mis ojos en sus labios.
Se inclina hacia mí y deposita un beso rápido.
- Me gustas tú, idiota.
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Bart
Recuerdo que cuando me di cuenta, escribí una semana entera. En lugar de hacer la tarea me dedicaba a describirte en pedacitos de hoja o en el bloc de notas de mi celular. Así pasé mucho tiempo, años de hecho. Escribiéndote a escondidas y con ganas de que me leyeras, de que te gustara y de que me quisieras. Nunca he sabido verbalizar mis sentimientos de manera correcta, cuando estaba sola por la noche me imaginaba cantándote frente a todo el mundo o llevándote de la mano por el centro de la ciudad. No te imaginas la forma que he callado todo y cuánto te he querido.
Ahora, hay veces en las que me sorprendo viéndote de lejitos, sonriendo cuando tú lo haces porque simplemente me encanta verte feliz. Genuinamente siendo feliz.
He decidido dejar de hacerme daño, me haces mucho daño y no me digas que no lo sabes. No sé si es porque aún no sabes cómo definirte o qué te gusta, quién te gusta. El proceso de auto descubrimiento es complejo, muchas veces unx muere sin saber lo que le gusta y a nadie se le puede culpar por eso, es el proceso de cada uno, su propia velocidad. Descubrir nuestra sexualidad es muchas veces más difícil que llegar a ser un astronauta de la Nasa. Tus sentimientos de confusión y de no saber qué hacer son totalmente válidos, claro que sí. Lo que no está correcto, y te lo voy a decir siempre, es el hacer mierda a las personas mientras decides qué quieres para tu vida. Las personas se dan cuenta, así como los compañeros hablan a a mis espaldas sobre mí siendo lesbiana, así mismo se dan cuenta de los flacos a los que ilusionas, hablas bonito, tratas muy bien durante un tiempo, o quizás los tratas bien desde que los conoces, no lo sé. ¿Quieres que los enumere? me quedo corta, cortísima y me da vergüenza saber que he sido parte de esa estúpida lista de imbéciles enamorados de ti, hasta el culo por alguien que no vale la pena de una u otra manera. Me siento tan mal de haber sentido algo por ti, me da muchísima cólera. Tuve que haber sabido mejor, tú no sabes querer creo.
Quizás estoy equivocada y esto solo es resentimiento de mi parte, quizás es enojo infundado de mi parte porque no supiste quererme, no me quisiste, no te atreviste, no te gusté lo suficiente... en fin. De todas maneras, no puedo evitar sentirme enojada y triste cada vez que te veo. Cada vez, Bart. Cada vez. Quiero tomarte de los hombros, mirarte a los ojos y decirte, reclamarte por qué no me has querido si yo te he querido tanto. No puedo evitarlo. Las risas que compartimos se sulfuran rápido y solo deja paso a un rastro de nudos en la garganta y ojos llorosos que no te merecen en lo absoluto.
Quiero terminar esto escribiéndote también, quiero decirte que no vales la pena, Bart. Ahora mismo no. No mereces que siga viéndote con ojos de amor.
Si me apreciases al menos un momento me dirías que no, que no me siga ilusionando, que no te espere, no sé, simplemente que no. Pero a ti te gusta ser el centro de atención, a ti te gusta sentirte apreciada, una diosa de ébano y marfil.
Yo no te voy a dar eso.
Espero que sanes lo que tengas que sanar y que encuentres a alguien que te quiera.
Yo ya no puedo, ya no quiero.
Ya no te quiero.
Un abrazo, Bart.
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Un mensaje de alerta la hicieron levantar de la silla de su despacho, haciendo que su corazón se acelerase al ver que había sido Steve quien la había mandado. Tony no se encontraba en aquel momento en la Torre, y sabía que si Steve había enviado una señal de ayuda, era algo muy grave, por lo que decidió tomar los equipos y dirigirse ella en persona hacia la localización que el Capitán América le había enviado.
Llevaba meses trabajando en su nueva armadura en secreto, pero por desgracia, aún no estaba lista, así que se permitió el lujo de tomar prestada una de las de su padre. Y así fue como se presentó en el lugar donde Steve se encontraba, habiendo tardado lo menos que pudo permitirle aquel transporte aéreo de última generación que ellos mismos habían desarrollado.
Tras adentrarse en la propiedad, un reguero de sangre la guió hacia el hombre, haciendo que se tirase al suelo a penas sin aliento. Un millón de pensamientos y miedos se hicieron con su cuerpo, mente y corazón, llegando a empañar sus ojos. Llevó las manos a su cabeza, dándole un suave toque en una de sus mejillas.
— ¿Steve? — Murmuró casi sin voz. Aunque la respuesta ajena la tranquilizó, la hizo fruncir el ceño.
—¿Bucky?
— ¿Quién coño es Bucky?
Pensó en alto, sin poder evitarlo. Rápidamente y al comprobar que estaba vivo aún, comenzó a buscar el origen de aquella sangre, dando con su abdomen. Mierda, mierda, mierda, mierda. Miró a su alrededor, buscando algo para presionar la herida, y al no encontrarlo, desbloqueó la armadura para quitarse su propia camiseta y taponar la herida con fuerza, haciendo que el traje se armase ahora sobre su piel desnuda.
— Steve, estoy aquí, ¿Vale? No te vayas. Vamos a casa, llegamos en un ratito. Agárrate a mí y apriétate la herida. El jet está aquí mismo. ¿Me oyes? Soy Piper. Y no pienso dejar que te mueras, imbécil, como se te ocurra dormirte te enteras.
—No me voy a ninguna parte, lo prometo Yo también me alegro de verte, por cierto... ¡Piper! Por el amor de dios, ¡cúbrete!
— Creo que no estás en condiciones para quejarte de mi ayuda y es como un bañador, así que cállate y apriétate.
Una vez se hubieron puesto en pie y la armadura cubrió su torso semidesnudo, consiguió rodear su cintura con el brazo metálico que la ayudó ejerciendo la fuerza que ella no tenía para poder ayudarle a alcanzar el jet. Al llegar, ayudó nuevamente a Steve hasta quedar en el suelo, deshaciéndose de la camiseta que taponaba la herida y rajando parte del traje que el americano llevaba para poder visualizar mejor la lesión. No tenía muy buen aspecto, ni él tampoco.
— Te vas a poner bien, ¿Vale? Y ya sé que eres un súper soldado, pero has perdido mucha sangre. Las reclamaciones a papá. Y lo siento, soy súper mala enfermera.
—Tranquila, es menos de lo que parece... Podría aguantar así todo el día, ¿recuerdas? Creo... No estoy seguro, pero... Creo que Nick ha muerto.
— ¿Cómo...? ¿Fury ha muerto? Eso no puede ser... — Sintió que le costó coger aire por unos segundos, alzando la vista para tratar de buscar una solución a eso, pero no la encontró. — Te voy a mandar a casa en el jet para que puedan curarte allí, me quedaré tratando de localizar a Nick. No pienso dejarle aquí si existe una mínima probabilidad de que esté vivo. Y no pienso aceptar un no como respuesta, Steve. — Se acercó a su frente para dejar un beso en ella a modo de despedida. — Aprieta esa mano, no tardarás nada en estar en casa.
—No, Piper, no voy a dejarte hacer esto sola. No nos iremos hasta confirmar si Nick está vivo o muerto, ninguno de los dos.
— Steve, no seas cabezota. Tú no estás para quedarte aquí. Si lo haces, puedes morir. Y no pienso consent... Un golpe en el techo de la nave hizo que Piper se llevase las manos a la boca cuando Steve se lo indicó, acercándose despacio a él. Jamás se había visto envuelta en una situación como aquella en primera persona, por eso cuando vio que alguien trataba de romper el cristal del vehículo y lo conseguía, su corazón comenzó a latir con fuerza bajo su pecho, casi dejándole sin respiración. ¿Quién demonios era ese hombre?
El casco de la armadura comenzó a recorrer su cabello y sus mejillas hasta ocultarla dentro de la misma. Instantáneamente, se situó delante de Steve con la palma de las manos en dirección a aquel hombre. Estaba dispuesta a pelear por él. Los rayos repulsores de las palmas de sus manos cobraron fuerza y luz, predispuesta a lanzarlos si hacía falta.
— Identifícate o muere. ¿Qué eliges, especie de Tarzán convertido en cyborg?
—¡No! ¡Basta! No hay necesidad de un enfrentamiento. No tienes por qué obedecer. Decide por ti mismo, no dejes que te arrebaten ese poder.
Por un segundo, pareció que las palabras del súper soldado calaron de algún modo en el mercenario pues pareció dudar. Sin embargo, toda esperanza cayó al olvido cuando este negó de manera ofuscada y alzó el arma, efectuando varios disparos que impactaron contra el escudo que Steve y rebotaron dentro del jet.
—¡Vete! —gritó entonces a Piper—. ¡SAL DE AQUÍ!
—Ella no se va a ninguna parte.
A penas tuvo tiempo de reaccionar cuando aquel supersoldado de aproximó a ellos.
— Mira, por primera vez voy a estar de acuerdo con el malo. Pronunció con cierta gracia cuando Bucky no le permitió irse. Sin embargo, sus siguientes movimientos la enfurecieron, observando a Steve en el suelo por unos segundos antes de mirar directamente a los ojos a aquel hombre. A pesar de llevar la armadura, podía sentir la mano metálica del hombre ejerciendo presión contra su garganta y por lo que cargó toda la fuerza que pudo en el tren superior de la armadura. Propinó un puñetazo directamente sobre su rostro y llevando el codo de la armadura hacia el brazo metálico y ayudándose de los propulsores, golpeó la extremidad con la suficiente fuerza como para liberarse de la compresión en su cuello.
— Te has metido con la familia equivocada, estúpido. Vuelve a tocar a Steve y te juro que estás muerto.
Pronunció antes de volver a cargar contra él, haciendo uso de los propulsores para poder procurarle golpes con mayor fuerza y rapidez. Sus manos y piernas se movían con agilidad y seguridad, como en los entrenamientos y simulacros que hacía con su padre y otros miembros del equipo y que jamás había visto el día que utilizaría.
Cuando el americano consiguió ponerse en pie, la escena le horrorizó, creyendo que tendría que ver a un amigo matar a otro, sin embargo, Piper no tardó en mostrar su valía como heroína, lo que le supuso un alivio al igual que un horror. Las tornas habían cambiado, si la chica no se controlaba, sería ella quien acabaría con la vida de una persona que importaba tanto a Steve.
Mientras tanto, el Soldado de Invierno, recibía un golpe tras otro casi sin poder esquivarlos, sintiendo varias heridas abrirse por su piel debido a la fuerza ejercida por los propulsores. Pero no en vano era el mejor soldado de la agencia que lo mantenía preso y se paró un segundo, sobreponiéndose al malestar, para analizar los movimientos de la chica. En cuanto vio su oportunidad, comprimió el brazo metálico, de modo que se hizo más compacto y fuerte, agarrando uno de los brazos del traje de Piper. Pronto sus propios dedos comenzaron a apretarse con fuerza, consiguiendo adentrarse entre el metal para alcanzar la piel, mientras que con la mano contraria la sujetó por la cara para evitar que se moviera.
Entonces, un impacto los sacudió a ambos, tanto a Piper como a Bucky, tratándose del propio Steve que se había lanzado contra ellos para separarlos y evitar que siguiesen enfrentando el uno al otro. De permanecer allí más tiempo alguno acabaría muerto y no pensaba cargar con ese peso sobre los hombros. Aquella era su lucha —una que por primera vez no se sentía capaz de afrontar— y no podía dejar que otros la librasen por él.
—Volveré a por ti —aseguró, mirando a Bucky, con la opresión haciendo mella en su pecho—. Te salvaré.
Sin dar margen de reacción al mercenario, haciendo acopio de su fuerza aumentada, agarró a Piper y la obligó a saltar con él a través del cristal roto del jet, pudiendo así escapar, aunque sintiera que una parte de él se quedaba allí dentro.
—De vuelta, a casa. Debemos reunirnos.
• Junto a Steve Rogers y Bucky @eternalcaptain
• Ask.fm: EternalCaptain
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Y porque no importa quién eres, si crees en ti mismo y en tu sueño, Nueva York siempre será el lugar para ti.
¡Heda, bienvenida a Upper East Side! Esperamos que disfrutes de tu estadía en el roleplay. Tan solo queda un paso para que estés dentro: tienes 24 horas para enviar la cuenta de tu personaje, si necesitas más tiempo acércate a la administración vía Inbox o IM y solucionaremos tu problema.
INFORMACIÓN OOC
NOMBRE O PSEUDÓNIMO: Heda.
EDAD: 24.
PAÍS Y ZONA HORARIA: México.
NIVEL DE ACTIVIDAD (1 - 10): 6/7.
CONTRASEÑA: Removido
LUGAR DE CONTACTO: Removido
INFORMACIÓN IC
NOMBRE COMPLETO: Étienne Sallow.
EDAD: 20.
FACECLAIM: Shawn Mendes.
TRABAJO/ESTUDIOS: Futbolista profesional.
DESCRIPCIÓN BREVE DE SU PERSONALIDAD:
ÉTIENNE ES ESA PERSONA QUE CONTAGIA EL BUEN HUMOR, ES RARO EL DÍA EN QUE NO LO VEAS CON UNA SONRISA PAVONEÁNDOSE POR LAS CALLES DE NUEVA YORK COMO SI FUESEN SUYAS, TRASMITE ESA ALEGRÍA DESPREOCUPADA DE UN SER SOÑADOR O DE ALGUIEN DEMASIADO OPTIMISTA. ES FÁCIL SENTIRSE ATRAÍDO HACIA ÉL COMO SI FUESE UN IMÁN POR LA MISMA RAZÓN; TANTA ALEGRÍA TE AYUDA A OLVIDAR LO QUE PUEDA IR MAL.
¿SUENA BIEN? PUES… POR ESA MISMA RAZÓN TAMBIÉN PUEDE SER ALGUIEN MUY DESESPERANTE SI QUIERES QUE DEMUESTRE LO CONTRARIO, NO EXPONE SUS VERDADEROS SENTIMIENTOS, TIENE UN CORAZA DE ACERO ENORME QUE NO VA A DEJARTE VER MÁS ALLÁ DE ESA SONRISA ALEGRE.
¿QUIERES QUE TE DESLUMBRE CON CONOCIMIENTOS DE POESÍA E INTELECTO? ÉTIENNE NO ES ALGUIEN CON DEMASIADO CEREBRO, DEFINITIVAMENTE NO ES QUIEN PUEDA IDENTIFICAR ALGUNOS INTEGRANTES DE LA TABLA PERIÓDICA NI MUCHO MENOS RESOLVER LA ECUACIÓN MATEMÁTICA MÁS FÁCIL DEL MUNDO. ÉL ES TODO MÚSCULOS, MÁS ACCIÓN QUE CONOCIMIENTO.
PUEDE DAR LA IMPRESIÓN DE SER UN IMBÉCIL PRESUMIDO PRECISAMENTE POR SU MANERA DE SER TAN DESPREOCUPADA, NO PUEDE EVITARLO, ÉTIENNE NACIÓ CON LA VIDA HECHA Y CON OPORTUNIDADES QUE MUCHOS DESEARÍAN, EVITAR QUE EL HUMO SE LE SUBA A LA CABEZA ALGUNAS VECES ES IMPOSIBLE PARA ÉL, PERO NO ES TODO LO QUE ES SI SE DEDICAN A CONOCERLO.
PUEDE SER DEMASIADO ESTÚPIDO, DECIR LAS COSAS SIN PENSAR, SIN NADA DE TACTO, CON DEMASIADA HONESTIDAD PARA SU PROPIO BIENESTAR. A VECES LA EMPATÍA SE VA DE SU CUERPO Y VUELVE MUY TARDE PARA ATORMENTARLO.
TAMPOCO QUIERE DECIR QUE SEA UN ANIMAL NI UN DESCONSIDERADO, ES BASTANTE COMPRENSIVO SI SE LE DA LA OPORTUNIDAD.
NO LE GUSTA SER SUBESTIMADO, ODIA QUE LO DEN POR ALGUIEN INÚTIL O TONTO, ASÍ QUE SI SIENTE QUE LO ESTÁN SUBESTIMANDO ES MUY PROBABLE QUE ENVÍE A ESA PERSONA A LA MIERDA O SALGA CON ALGUNA PALABROTA PORQUE SÍ… EL MUCHACHO TIENE CERO PACIENCIA, PUEDE EXASPERARSE MUY RÁPIDO CUANDO NO ENTIENDE ALGO, CUANDO SIENTE QUE NO PUEDE HACER NADA. ¿RECORDABAN ESA SONRISA? PUES… ES FÁCIL HACERLO ENOJAR, EL PROBLEMA ES QUE SÍ LO HACEN VAN A EXTRAÑAR ESA SONRISA DE LA QUE TANTO SE HABLA.
¿AMIGOS? DA LA IMPRESIÓN DE TENER MONTONES, PERO ÉTIENNE NO CONSIDERA A TODO EL MUNDO SU AMIGO. ¿COMPAÑEROS DE EQUIPO? DEMONIOS SÍ. ¿AMIGOS? ALGUNOS. ES ALGUIEN MUY SOBRE-PROTECTOR Y QUE NO LE IMPORTA IRSE A LOS PUÑOS POR DEFENDER A QUIENES LE IMPORTA, NO CONOCE OTRA MANERA MEJOR Y ESO SIEMPRE LO SUELE METER EN PROBLEMAS ASÍ QUE ES BASTANTE SELECTIVO A LA HORA DE ELEGIR A SUS AMIGOS.
ES TERCO COMO UNA MULA Y SUMAMENTE ORGULLOSO, SI LE HACES ALGO NO LO VA A DEJAR IR TAN FÁCIL LO CUAL HA SIDO CAUSA DE QUE NO TENGA MUCHOS AMIGOS O DE QUE SE ALEJEN DE ÉL. ÉTIENNE SE PREOCUPA POR LOS SUYOS A SOBREMANERA, CUANDO SE SIENTE TRAICIONADO EL RENCOR SUPERA CUALQUIER CARIÑO QUE HAYA PODIDO SENTIR.
ES UN DESASTRE INESTABLE DENTRO DE LAS CUATRO PAREDES DONDE ÉTIENNE SE SIENTE CÓMODO, A VECES ÉL MISMO SABE QUE PUEDE LLEGAR A SER UNA BOMBA DE TIEMPO CUANDO ESTÁ ENOJADO PERO ES MÁS FÁCIL APARENTAR SEGURIDAD EN DÓNDE SOLO HAY CAOS.
MENCIONA DE TRES A CINCO PUNTOS RELEVANTES DE SU VIDA:
1. ÉTIENNE SALLOW, ÚNICO HEREDERO DE EL IMPERIO SALLOW. SÍ. CUANDO NACIÓ SE PODRÍA DECIR QUE FUE CASI BENDECIDO POR LOS DIOSES. SU PADRE ES EL DUEÑO DE LA GRAN CADENA DE EMPRESAS DE CONSTRUCCIÓN AL NIVEL MUNDIAL, RODEADA POR LOS MEJORES INGENIEROS Y ARQUITECTOS. ¿UBICAN ESE PROGRAMA EN DÓNDE TOMAN UNA CASA VIEJA Y LA REMODELAN EN UNA CASA ESPLENDIDA CON ULTIMAS TECNOLOGÍAS? ¡BINGO! ESAS PERSONAS PERTENECEN A LA EMPRESA DE SU PADRE, ASÍ QUE ÉTIENNE DE TAN SOLO HORAS DE NACIDO YA TENIA TODA SU VIDA PLANEADA PARA ÉL.
2. POR SUPUESTO COMO CUALQUIER NIÑO RICO CON TANTAS POSIBILIDADES Y NINGÚN PROBLEMA ECONÓMICO PARA ALCANZARLAS, DEDICARSE A ADMINISTRAR AQUEL IMPERIO TAN GRANDE SONABA SUMAMENTE ABURRIDO. NO LO QUERÍA. PERO ERA SU OBLIGACIÓN, ESO LO ENTENDÍA. NO ERA ARROGANTE NI TENIA LA CABEZA TAN METIDA EN OTRO LADO. SABÍA QUE NO PODÍA DARLE LA ESPALDA A SU FAMILIA.
3. DESDE LOS CINCO AÑOS LE APASIONABA EL FÚTBOL, NO, NO EL TÍPICO EN DÓNDE DEBES CORRER PARA NO SER APLASTADO. EL FUTBOL DÓNDE SE TENÍAN QUE HACER GOLES Y ÉL ERA JODIDAMENTE BUENO EN ESO. ¡LE ENCANTABA! LA SENSACIÓN DE LIBERTAD DE CORRER A TODA VELOCIDAD EN UN CAMPO DE JUEGO LE PRODUCÍA MÁS FELICIDAD QUE CUALQUIER OTRA COSA EN EL MUNDO, LOS GRITOS DE LAS PERSONAS EN LAS GRADAS, LOS APLAUSOS, LOS SILBIDOS, TODO; TODO ERA UN CONJUNTO DE EMOCIONES INEXPLICABLES Y NO PODÍA DEJARLO, NO PODÍA DARLE LA ESPALDA TAMPOCO A ALGO TAN BONITO PARA ÉL.
4. LOS AÑOS PASABAN Y ÉTIENNE ESTABA MAS METIDO EN EL DEPORTE QUE EN CUALQUIER FUTURO EMPRESARIO, SU PADRE INTENTÓ DISUADIRLO DE SUS DECISIONES PERO ERA IMPOSIBLE, POR MÁS QUE INTENTÓ CERRARLE LAS PUERTAS DEL DEPORTE A ÉTIENNE SU TALENTO ERA GRANDE Y HASTA EN EL EQUIPO MÁS PEQUEÑO SIN NINGÚN TROFEO ERA SUFICIENTE PARA QUE EL CHICO FUESE FELIZ. EL SEÑOR SALLOW NOTANDO QUE ERA IMPOSIBLE MANIPULARLO DE NINGUNA FORMA QUE FUESE EN CONTRA DEL FÚTBOL, LE PROPUSO UN TRATO; ÉTIENNE CONSEGUIRÍA UN PUESTO DE DELANTERO TITULAR DE MANERA OFICIAL EN NUEVA YORK FC COMO UN PROFESIONAL PERO TAMBIÉN TENDRÍA QUE DEDICARSE A APRENDER A LLEVAR LA EMPRESA. QUEDA DE MÁS DECIR QUE ÉTIENNE NO PUDO DECIR QUE NO, FUE CONCEDERLE UNO DE SUS DESEOS.
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Alguien que me ama de verdad -C2-
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Ren & Anna
Sinopsis: Yoh le es infiel a Anna. Y Ren, que la adora, no puede evitar involucrarse con ella, escapándose juntos.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2: “Completamente mía” ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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Los escuchó discutir en la habitación que compartían.
Desde que Yoh regresó hace un par de días, quien por cierto permaneció fuera durante más de un mes, fue testigo silencioso de los serios problemas en ese matrimonio.
Ren ya comenzaba a sospechar el porque, de hecho ya tenía una idea de quien era el culpable, por no decir que estaba completamente seguro. Anna no habló mucho sobre el asunto y eso era algo que podía comprender.
El joven chino mantenía distancia; no deseaba entrometerse en las vidas ajenas, pero le resultaba muy difícil cuando una de esas vidas era de la rubia itako, más que difícil era estúpido, en especial considerando que ya estaba demasiado involucrado con esa bella mujer.
Era tan incómodo escuchar como el shaman Asakura le alzaba la voz a su esposa, las cosas que le decía y el como sus palabras siempre la hacían llorar. Lo peor era la desvergonzada actitud de su amigo, quien en presencia del chico Tao, actuaba como si entre él y la sacerdotisa no hubiese problema alguno.
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~*~
~*~
Los días pasaron e Yoh se ausentó nuevamente. Al parecer sus visitas a Izumo eran largas y constantes.
Y si bien la ausencia del shaman hacía el ambiente un poco más tranquilo, ver la tristeza en el rostro de Anna no era para nada agradable.
Verla llorar le oprimía el corazón, al grado de querer viajar a Izumo y dar una buena golpiza al heredero Asakura, pero no tenia intenciones de alejarse de Kyouyama, no cuando ella se estaba dejando envolver por el dolor.
Él la quería, dejó de negárselo a si mismo hace mucho tiempo. Para Ren ella era la mujer perfecta; bella, inteligente, fuerte, fría... todo de ella le gustaba.
Siempre la quiso, aun antes de se casara con Yoh.
* Mientras ella fuera feliz... no importaba si yo me hundía en la tristeza. Pero ahora... *
Su felicidad al lado del shaman king se desvaneció.
Ese imbécil no la merecía, Ren era testigo de ello y no permitiría que las cosas siguieran así. Ahora tenia una oportunidad con la itako, oportunidad que hace unos días no pudo dejar pasar. No quiso aprovecharse de los problemas de la pareja para seducir a la sacerdotisa, no era esa clase de hombre.
Ren solo quería que Anna encontrara en él la tranquilidad y el amor que Yoh ya no le daba.
Ahora intentaba alejarse, recuperar la cordura... pero no pudo, quería tanto a esa mujer, la deseaba, la amaba...
* Necesito tenerla a mi lado. *
Con esta idea en la mente, se dirigió a la habitación de la rubia. Ni siquiera se molestó en tocar, deslizando la puerta antes y después de entrar.
Se acercó sigiloso como un cazador acosando a su presa; tranquilo, atento y completamente hipnotizado con la belleza de esa mujer.
Seguramente Yoh no regresaría a Funbari hasta pasados varios días.
Ni siquiera sabe como pudo soportar alejado de ella mientras el castaño permanecía en la pensión; aparentando que ahí no había pasado nada, que él era solo un visitante pasajero, su amigo. Sí, un visitante que no se conformó con ver de lejos a la rubia, amigo que se volvió amante de Anna, o mejor dicho, que vino a darle el amor que ella ya no tenia.
Ahora está a solas con la itako, se le acerca silencioso mientras se posa de tras de ella y le rodea la pequeña cintura con sus manos varoniles.
No puede esperar un solo segundo, deja que sus labios viajen por el cuello de la sacerdotisa hasta llegar a sus hombros.
* Ya no, Ren... por favor... *
Entre jadeos, su voz se vuelve una suplica, un susurro ignorado por el chino.
Él no puede detenerse, la desea, la ama, solo quiere estar con ella.
* Por favor... *
Nuevamente le pide la rubia, sin embargo los labios y las manos de Tao no se han detenido en ningún momento, al contrario, han explorado a detalle todas y cada una de las finas curvas de aquel hermoso cuerpo.
La recorre con deseo tal que la fría mirada de Anna se torna excitada, suplicante.
Aun de espaldas a él, la sacerdotisa puede sentir el miembro de Len posarse de tras de ella, ejerciendo una suave presión para hacerla separar las piernas, cosa que hace en cuestión de segundos.
* Sé que lo deseas tanto como yo... sé que quieres estar conmigo. *
Las palabras del joven son la pura verdad, pero ella prefiere guardar silencio, en tanto suaves jadeos escapan de sus labios delatando sus verdaderos deseos.
* Lo sabía. *
Dicho esto, el muchacho deslizó sus manos por las piernas de la rubia, levantando poco a poco su vestido negro y explorando la entrepierna femenina, haciendo a un lado las molestas bragas y colocando su erecto pene en la entrada de la vagina de Anna.
Con movimientos circulares, la excitó durante unos momentos para luego penetrarla lentamente.
* Oh, Ren, yo... *
Sus palabras se atoraban y la joven no podía más que gemir y jadear, todo gracias al miembro del chico que entraba suavemente en su excitado cuerpo.
Escucharlo susurrar palabras románticas a su oído, la hizo bajar por completo la guardia. No podía evitarlo, se había enamorado de él, con dos simples palabras, con una simple caricia y un único beso... se entregó a él, olvidándose por completo de Yoh y la fidelidad que supuestamente debía tenerle.
No, no lo hizo por venganza, lo hizo por deseo, por placer... por amor.
Esta era la primera vez que lo hacían de pie, y era tan excitante, tan profundo.
Ren dejó que sus manos se hiciesen cargo de la ropa de su amante, deslizando con tranquilidad el cierre del vestido negro, haciendo que éste cayera hasta la cintura de la rubia y dejando al descubierto aquel par de hermosos y perfectos pechos. El shaman, a espaldas de la itako, observaba atentamente sus senos, eran tan incitadores.
Posando las frías manos sobre los pechos de Anna, Tao se dio a la tarea de estrujarlos suavemente aunque con claras ansias de sentirlos más y más.
Atrapó los duros pezones, jugando con estos durante un buen rato; mientras lo hacía, susurraba a la rubia la frase que a ella tanto le gustaba escuchar: “te quiero tanto, Anna”.
Seguido de esto, comenzó a penetrarla más fuerte y rápido.
La itako trataba de sostenerse de la pared como podía, recargada sobre ésta, recibiendo de lleno las embestidas que su querido amante le daba desde atrás.
Sacando y metiendo su duro pene, Ren arrancaba gemidos placenteros de los labios de la chica mientras ésta sentía como su vagina se dilataba para recibir el instrumento del que ahora es su hombre, sí... no dejaría que Yoh volviese a tenerla, ya no más...
* Eres tan estrecha, ¡ eso me gusta !. *
Hablando cerca de su oído, el muchacho se movía tan exquisitamente, haciéndole sentir el gozo de ser penetrada de esa forma tan atenta y tranquila, tan cuidadosamente, tan tierno al hacerlo, pero tan posesivo a la vez.
Él a su lado, lamía y besaba sus mejillas ardientes en carmín, sin dejar de susurrarle en ningún momento que la quiere y que jamás le hará daño.
Anna no puede dejar de gemir; lo adora!!, adora como le hace el amor, como la penetra, adora sentir dentro suyo el pene de éste hombre, ese hombre que en ningún momento se detuvo en su tarea de deslizar su miembro al interior de la vagina femenina, al contrario, cada vez avanzaba más y más, entrando y saliendo rápidamente.
Los orgasmos parecían venir uno tras otro para la mujer, quien cansada por la posición y el esfuerzo, perdió la fuerza y no pudo sostenerse más.
Ren reaccionó abrazándola firmemente; salió de su cuerpo y la tomó entre sus brazos, llevándola hasta el futon. No pudiendo esperar un segundo, con suavidad le separó las piernas, clavando nuevamente su erecto miembro varonil.
Anna tenía los brazos extendidos sobre el futon, sintiéndose penetrada mientras se dejaba llevar por el ritmo que le imponían las caderas del chino.
Lo miró embelesada, notando como los misteriosos ojos color ámbar se nublaban a causa del deseo y la pasión.
* Te quiero. *
Le dijo ella, llevando sus suaves manos hasta el confundido rostro del shaman. Lo acarició con tanta ternura, con tanto cariño.
Tao la miró complacido, no era usual que la chica le dijese lo que sentía, no... después de todo estaba con Anna Kyouyama, la mujer de hielo, la sacerdotisa fría y sin corazón... la misma de la que se enamoró, la única a la que entregó su amor.
Buscó los labios de la rubia hasta encontrarlos en un beso profundo que los dejó sin aliento.
Y en medio de tantas palabras de amor, Ren seguía procurándole placer a su Anna; su pene seguía enterrado en su vagina, y sus caderas se mecían incontrolables.
Anna levantó un poco el cuerpo hasta arquear la cintura, haciendo que el miembro masculino se adentrara aun más en su cuerpo. Elevó sus blancas piernas al aire, flexionándolas al rededor de la cintura del muchacho, manteniéndolo ahí, sobre ella... dentro de ella.
Al sentirlo, la joven itako lanzó un gemido de placer; guiando el rostro de su amante hasta la altura de sus senos, los mismo que Tao comenzó a recorrer con pasión y deseos, mientras sentía como las manos de la itako le acariciaban tiernamente la espalda.
Con un inesperado movimiento, Anna giró hasta quedar sobre el joven chino, comenzando a mover rítmicamente, de adelante hacia atrás, sus caderas.
* No sé porque me atreví a hacer esto contigo. *
Sus palabras delataban cuán temerosa y confundida estuvo.
Pero ahora, totalmente entregada al placer carnal, gemía incontrolable, moviendo las caderas más rápido hasta alcanzar un fuerte orgasmo, orgasmo que la hizo dejarse caer sobre el cuerpo de Ren Tao.
Tembló entera mientras su vagina se contraía de tal modo que aprisionaba deliciosamente el pene del hombre que la poseía.
El shaman la miró con lujuria; ese blanco y hermoso cuerpo resplandecía por el sudor, el rojo en sus mejillas, su alborotado cabello rubio y sus dulces labios entreabiertos para no dejar de gemir... todo en ella lo excitaba.
* Ohhh, Ren... *
Agradecida y satisfecha, la itako se abrazó a él, llenándolo de apasionados y profundos besos. Continuó moviéndose de arriba hacia abajo, buscando obtener otro orgasmo.
No podía apartar la mirada de los ojos color ámbar que la habían enamorado, esos ojos en los que tanto le gustaba verse reflejada porque dicho reflejo brillaba y desbordaba ternura, amor...
* Te gusta, amor?. *
* ¿Gustarme?. Oh, Ren, adoro hacer el amor contigo... te quiero tanto. *
Tao mostró un amplia sonrisa ante las palabras de su amante.
Abrazándola con fuerza y sin dejar de penetrar aquel bello cuerpo que ya le pertenecía, mordió lujuriosamente la oreja izquierda de la rubia.
El shaman dejó que el placer lo venciera por completo; emitiendo roncos gemidos de gozo, con fuerza cerró los ojos mientras un orgasmo invadía su cansado cuerpo, permitiendo que su esperma desembocase en la vagina de su Anna.
* ¡ E-eso fue... eso fue maravilloso !. *
Las voz de la sacerdotisa sonaba agitada.
Ella aun permanecía aferrada a él sin pretender soltarlo... ya no, nunca más.
~*~
~*~
~*~
Se relajaron juntos.
Anna agradecida porque, a pesar de su marido, él había sido el primer hombre realmente, aquel con el que todas las mujeres sueñan. Tierno, romántico, cuidadoso, detallista y tan dedicado en la cama... no podía negarlo, se había enamorado de él. ¿Cómo no hacerlo?, si le hacia tan feliz.
* Anna... * _La llamó mientras acariciaba la suave piel de su espalda._ * Ven conmigo a China. ¡ Casémonos !. *
* ¿Casarnos?, pero Yoh?... *
El muchacho la estrechó con fuerza al sentirla dudar.
Es cierto, Yoh era un problema, pero ese matrimonio podía ser anulado. Además, él la amaba tanto y sabía que ella también. Sin embargo, la sacerdotisa se hallaba sin saber que hacer, que pensar, que responder.
Irse con él era lo único bueno que podía hacer; casarse con él... lo que más deseaba.
Pero a su mente vino ese traidor, la sombra del heredero Asakura la estaba agobiando, pero no iba a dejar que la felicidad y el hombre al que amaba se le fuesen de las manos por la maldita sombra del que siempre la hacia sufrir, de Yoh. Así que, tomó una decisión...
Se acurrucó sobre el musculoso pecho del shaman, suspirando profundamente por lo que venia...
* Vámonos de aquí, Ren... quiero ir a donde tu vayas. *
La felicidad en los ojos del joven Tao parecía no poder ser más grande. Al fin la tendría de forma completa, solo para él.
Pero lo más importante, se encargaría de hacerla feliz, que nada le faltase y tuviese todo cuanto deseara... que sus hermosos ojos negros no vuelvan a derramar una sola lágrima, porque él... la ama de verdad.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Segundo capítulo; por fin con lemon.
Creo que Ren Tao puede ser un hombre muy romántico y dedicado, en especial con Anna. No sé, pero pienso que la itako no le es indiferente... ¿serán ideas mías, ^0^?.
Para el próximo capítulo haré sufrir a Yoh y daré una vaga explicación del porque engaña a la rubia.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.
Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 3 ||
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UNA PANDEMIA DE IMBÉCILES
"Una verdadera estupidez se revela como tal solo cuando, imprevisiblemente, ha causado ya un daño irreparable. Si el imbécil hubiera sabido antes que se trataba de una estupidez (y, por tanto, si hubieramos sido capaces de definirla), no la habria cometido. Si nosotros hubieramos sabido antes que aquello era un error del cretino, habriamos hallado el modo de evitarlo y de neutralizar sus consecuencias" Oliviero Ponte di Pino
Estacionados cerca de la avenida 68 en el occidente de la ciudad, con la soberbia y galantería que suscriben a los hombres que se creen temerarios, repletos de hábitos obtusos, con la terquedad que sobresale en la falsa sabiduría de tener la razón, con la verdad descubierta en su jugarreta inmadura, en su irresponsabilidad resultante de la falta de información. Con idiosincrasia propensa al egoísmo y la falta de sensibilidad. Se encontraban dos hombres adultos haciendo una fila larga y repleta de personas. Disfrazados con tapabocas que encubrían parte de su boca sin completar la nariz. - Estamos en cuarentena hijueputas bestias. Les gritaba un viejo indignado desde el altillo de su balcón, subiendo el volumen a su equipo de sonido con un distorsionado ruidaje, "Quédate en tu puta casa..." Su casa tenía vista directa al Alkosto de la 68 por esa zona residencial que daba en dirección a la segunda entrada del centro comercial. En aquella ocasión, repleta de gente por motivo del primer día sin IVA. - Chupelo cucho marica. Le gritaba una mujer voluminosa con los pechos casi al descubierto, como si aquella blusa que se le podía llamar prenda de vestir, develará intencionalmente sus senos en función de la vista y el goce de los hombres. - Esa mierda es pa maricas como el alcaldeso ese que ni se sabe que es. Ya más encierro pa que putas. Rompió el silencio uno de los hombres que correspondía al nombre de Luis. Sujeto delgado, alto y moreno con pelo abultada en el lado superior del mentón. - Es que al cucho le da vaina por su edad marica. Le devolvió el comentario Carlos, su acompañante de aspecto grande y gordo, que caracterizaba por un mostacho mono y pelo castaño peinado hacia atrás. - Esa joda es de los médicos, los castrochavistas y los chinos esos. Todos esos hijueputa trajeron el covid-19. ¿Igual que? Solo le da a viejitos y a la gente débil. Muy marica el que se muera de una gripa. - No, ni crea. Si viera marica, a mí me compartieron un WhatsApp de que los médicos esos inyectaban coronavirus a la gente pa matarla. Se necesita ser muy hijueputa para llegar a eso. Por mi conjunto tengo fichado a unos hijueputas y los vecinos ya se unieron pa sacar a esos balamadres del edificio. - Ahí está pintada toda su universidad pública. Los que se las pican por su comunista Nacional, su castrochavista distrital, su socialista pedagógica y su manojo de antros que enseñan a delinquir a lo Chávez. ¿No ve cómo quedó ese país? y se nos vino la plaga de venezolanos pa peor. -Mínimo ese hijueputa Petro debe estar metido en esto, la madre. - Yo creo que fue quien trajo el coronavirus por perder. Guerrillero resentido, nos volvió mierda. En ese momento la dama voluptuosa y con ese intento de blusa, apareció en la escena participando de dicha charla con las siguientes palabras: - Hombre, es que deberían arrestar a ese man y de paso meter en la clínica a todos esos medicuchos pa que la gente no corra peligro. Que distanciamiento ni que nada, solo alejarse de la gente que trabaja en el hospital, fácil. - Si mi señora comparto su opinión, nuestro presidente ha tratado de ayudarnos de todas las formas, pero por la virgencita que a ese hombre le ha tocado muy duro. Ojalá Dios lo bendiga y lo colme de sabiduría. Iván Duque es un creyente, temerario de Dios y por ende el mejor presidente de Colombia. Intercedió una mujer mayor que vigilaba a lo lejos, su carro marca Ford de placa AWG-657, color azul celeste, estacionado en la mitad de los conjuntos residenciales, entre el Alkosto y el éxito de la avenida 68. - Mi señora que pena meterme pero el presidente sí ha cometido sus cagadas bien cagadas. Seamos sinceros. Hoy lo remedió con esos precios tan baratos. Yo me acuerdo que el Samper y su plaga en vez de bajarle, antes le subían como si todo fuera para ricos ¿o que me dice de bajarle a un TV de $1.600.000 a $1.300.000 algo, así de la nada, solo por hoy? Yo vengo por eso mi señora y acabé de activar mi tarjeta crédito Codensa, pa comprar como Dios manda. Mencionó un hombre bajito con sombrero y acento tolimense que tenía el tapabocas sobre la mentón afirmando que este le quitaba la respiración y aprovechaba que aún no entraban al recinto. - Creo que todos estamos por eso. De alguna forma Ivancito se hace querer. Participó una bella muchacha rubia, con figura escultural, mientras se abrazaba y besaba con su novio, descolgado los tapabocas de su mano derecha. Tanto el de su novio como el de ella. - Claro. Mi papi me convido unos recursos para hacernos de nuevos muebles. Full energía la de ese hombre, full visión baby, ¿me entiendes? Mencionó el novio de la chica mientras jugueteaba con un chicle que se transpasaban entre besos. - Igual escuché por ahí que hicieron la cura. Ahorita se me va el nombre, pero sé que es algo como un medicamento veterinario que fortalece los pulmones pa que el coronavirus ataque con menos fuerza y se vaya como una gripita común, al natural. Entonces ya seguir normal, por que la vida no puede esperar a ser reactivada. ¿Estar sentado a pedir todo regalado del gobierno? No somos venezolanos. Mencionó una señora que llevaba a su hijo mayor en el lado derecho y a su bebé en el izquierdo. El mayor tocia repetidas veces, pero su madre se precipitaba diciendo que era rinítico. - De acuerdo mi señora, ahí que producir y no pedir regalado. Igual pienso que mejor nos de el dichoso coronavirus pa que después nos pase y no vuelva a dar. Como la viruela que da una vez y listo. Eso tanta vaina por una gripa china. Intercedió un hombre canoso, de pantalones color caqui, adelante de la dama con los dos niños. Estaba comiendo un pastel de pollo y compartiéndolo con su sobrina pequeña, quien tímidamente afirmaba todo lo dicho con un repetitivo ademán de aprobación. - Permítame preguntarles. Intercedió otro hombre negro con camiseta de rayas y bermudas camufladas. ¿Alguno tiene encendedor que me preste? - Yo te lo presto pero si me compartes un plon, con este frío estoy que me fumo lo que sea y no aparece nadie que venda cerquita. Le comento una morenaza, alta con acento paisa. Tenía muchos tatuajes en los brazos con nombres en tipografía exótica y animales como tigres, colibríes, entre otros. - Y ¿entonces mi amor? me ofende hasta que lo pidas. Ven compartimos el último cigarrillo de la cajetilla y me pasas tú número de una vez. Le contesto el hombre con un coqueteo singular. - Leí en un artículo que el cigarrillo fortalece a la gente contra el coronavirus. Mencionó un chico de gafas con pelo negro y ondulado quien resultó ser el hermano de la chica. ¿Me regalaría un plon como a mi hermana? - Eso ni dudarlo hombre. Fresco, hágale, todo bien. En ese momento los tres se apartaron y consumieron el cigarrillo compartido mientras tosían y estornudaban producto del frío, o por lo menos asi lo creían. - Mi señora, permítame preguntarle. Mencionó Luis a la muchacha del escote pronunciado. Sumercé ¿que va a comprar? - Voy a comprarme un equipo de sonido bien bonito. De esos que llaman Hometheater, para ver películas y escuchar música. Igual como dijeron que todo era electrónico pues vengo a pagarlo con la tarjeta Mastercard para que me aplique el descuento y lo dejo a 32 cuotas pa que no me llegue cara la mensualidad. - ¿Así funciona la cosa? Intervino otro hombre silencioso con traje de paño, que venía con su pareja igual de elegante. -Menos mal trajimos varias tarjetas, yo pensé que también aplicaba el efectivo. Complementó su mujer orgullosa al mostrar tres diferentes tarjetas de crédito. Toca usar las tres por si acaso. Las charlas prosiguieron por un periodo superior a 1 hora, la gente empezaba a desesperarse por la espera. Algunos incautos insultaban a los lentos operarios. En el fondo como si se tratase de un bucle sonoro, se escuchaba la canción, Quédate en tu puta casa y otro tanto gritaba e insultaba la imprudencia de los compradores, registrando todo en sus estados de WhatsApp, Facebook e Instagram. Sin ser conscientes del cómo se llegó hasta allí, la fila se integró en un discurso compartido, lanzando decires peyorativos que se complementaban con comentarios aún más tercos, sin fundamentos legítimos, ni investigación debidamente problematizada. En alguna ocasión, los más ansiosos buscaban sacar partida de la charla y colarse, recibiendo insultos cortados por una masa descontrolada que se aglomerada como si no existiese pandemia alguna. Fue tal la liberación del instante, la entrada se veía apeñuscada, con el mínimo de espacios y la gran tormenta de estornudos, tosidas, habladurías, etc. transformaba el aire en un ambiente pesado, denso y repleto de enfermedad. Visible como una inevitable vergüenza para el mundo, se denunciaron la notoria irresponsabilidad, los poquísimos protocolos de bio-seguridad y la nula consciencia por la expansión del virus en su estado pandémico. Como era de esperarse, en la noche los noticieros mostraron los resultados de tan absurdo evento. Canal Caracol y Canal RCN complementaron la intervención del presidente con una numerosa cifra de ventas, agigantada por descuentos pasajeros, dejando como noticia menor, los ineficientes cuidados por un distanciamiento social, un uso pertinente de los tapabocas y una legitima estrategia para evitar las aglomeraciones de personas. Luis, Carlos y todos los compradores del Alkosto se sintieron temporalmente felices, degustando de sus nuevos electrodomésticos sin recibir ninguna cobranza hasta el mes siguiente. Sus caprichos superaron a su inteligencia financiera y en el malestar inscrito por una vida económicamente inestable, sacaron cuentas de crédito por periodos iguales o superiores a las 32 cuotas. En el mundo se infundada un chiste general, el Covid Friday, la transacción de productos "baratos" a cambio de contagios masivos. Era el asmerreir de noticieros internacionales, la mofa de los memes políticos, la burla de los expertos, la crítica de los analistas y la vergüenza de los cuidadosos. El Covid Friday, demostró un síntoma no previsto por la OMS, uno relacionado con la estupidez en el fondo de la inconsciencia colectiva. Contagiado por vía oral, chismerio popular, Fake news e imaginarios culturales, la pandemia creaba hordas de imbéciles laureados por gobernantes desesperados en mejorar su aceptación social.
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Numero 14: Dominante
Yuri era una persona fuerte, su humor difícil hacía que para todos, él fuera el tigre ruso. Y había sido siempre así, desde el jardín de niños hasta el día de hoy, razón por la que dirigía una de las empresas más importantes en todo el continente. Para todos, no existía persona que pudiera domar al tigre.
Pero eso no era cierto.
Porque, claro, quizás en el ámbito profesional Otabek no fuera más que un subordinado más, ni siquiera una mano derecha, ni siquiera alguien destacable. Mas cuando estaban a solas, a veces en la oficina, casi siempre en el departamento del kazajo, Otabek Altin era el amo. Aunque a veces también era daddy, la mayoría de las veces, mientras que Yuri era siempre bebé o gatito. El caso es que luego de una primera vez, habían quedado prendados con una especie de relación sencilla, donde Otabek Altin era el jodido amo, y Yuri no podía hacer más que estar de rodillas ante él.
Joder, sí.
Y eso ocurría en esos momentos, Otabek hacía uso de su trato y encanto, mientras que su jefe Yuri Plisetsky organizaba todo para una reunión que se daría en menos de una hora. No había reglas sobre el trabajo, un montón de veces Otabek le había castigado dentro de la oficina o la sala de juntas. Así que en realidad Yuri no debió de sorprenderse cuando pudo escuchar su voz ronca, en el silencio que había entre ambos, erizando cada vello de su cuerpo menudo.
— De rodillas, Yura.
Como si de una especie de hechizo se tratase, Yuri ni siquiera lo pensó antes de simplemente dejar las cosas en el escritorio y lanzarse al suelo, frente a Otabek. ¿Habían cerrado con llave? Otabek siempre lo hacía, era listo, y a la vez un imbécil que aprovecharía cualquier momento para poner a Yuri de rodillas.
Altin le analizaba, Yuri había adoptado la pose de siempre, con la mirada sumisa que solo él conocía, el cabello largo y sedoso cayendo junto a su rostro, esperando. Otabek se paseó por el lugar, observando atentamente, porque la mejor parte de ser el jefe, es ver como su pobre gatito se desesperaba. Ya casi podía oír su respiración acelerada.
El kazajo volvió pronto a su sitio, tomando el mentón de Yuri para que sus ojos verdes le vieran con atención, mientras tomaba el objeto que guardaba en su bolsillo. Pronto la caricia en el rostro de su sumiso se detuvo, llevó sus dedos hasta los labios del rubio, abriendo su boca lentamente, Yuri relajó la mandíbula y simplemente se dejaba hacer, succionando los dígitos que entraban en su boca. Otabek sintió el calor invadir su cuerpo cuando Yuri comenzó a lamer con ansias, succionando de manera lasciva, con sus ojos verdes fijos en el kazajo.
Tuvo que sacar sus dedos de golpe, si es que no quería acabar con Yuri sobre el escritorio y él embistiéndole como si no tuvieran una reunión pronto. Plisetsky le vio con desconcierto, sus ojos expresivos eran su perdición, y sus labios rosados que en ese momento parecían brillar gracias a lo humectados que estaban.
— Daddy...
Su tono era apenas un quejido, no muy caprichoso, pero si desconforme. Otabek respiró profundo antes de tomar la mejilla de Yuri, con delicadeza, para que se mantuviera en silencio.
— No te he dado permiso para que hables, gatito.
Sus labios pronto hicieron un mohín, aunque su expresión se serenó pronto, atento a los planes de su amo. Otabek hizo su tacto más fuerte, levantando a Yuri del suelo, notando la mirada ansiosa. Acarició su rostro un poco más, antes mostrarle lo que traía en su otra mano, haciendo que el ceño de Yuri se frunciera por una fracción de segundos. Algo que Otabek alcanzó a percibir.
— Gatito, quiero ponerte esto.
Yuri miró con miedo el pequeño vibrador que Otabek traía entre manos, no es como que no haya usado uno antes, pero justo en ese momento no quería ponerse eso en el culo y arruinar la reunión con los posibles accionistas. Le envió una mirada significativa, a lo que Otabek asintió, dejándole hablar.
— ¿Ahora, daddy?—Su voz temblaba levemente, una mezcla de miedo y adrenalina. No podía evitarlo, estar en esa situación era terriblemente excitante. Otabek le sonrió en respuesta, un gesto rápido.
— Ahora, y no quiero que te lo quites hasta que estemos juntos, en mi departamento.
Yuri soltó un jadeo, joder, eso sería en unas cuatro horas más. Otabek le tomó por la cadera, juntando sus erecciones casi despiertas, mientras con la otra mano bajaba sus pantalones lentamente. Yuri gimió al sentir como los dedos del kazajo rozaban su piel, le vio por unos cortos segundos, mientras que Otabek le giraba como si nada, tomando su cuerpo con fuerza a la vez que le inclinaba sobre el escritorio, y dejaba su trasero en alto. Plisetsky volvió a jadear, excitado y sorprendido, tan caliente como el aliento de Otabek rozando su cuello. El moreno se inclinó contra él, golpeándole con su erección, mientras su boca se paseaba por su cuello, clavículas y mejilla. En un suspiro, volvió a dirigirse a su sumiso, mientras sobaba sus muslos.
— Siempre puedes usar tu palabra de seguridad, Yura. Si dices Potya, no hago nada, pero si guardas silencio podré asumir que estás de acuerdo.
Como el tigre ruso que era, Yuri se tragó sus preocupaciones. Otabek soltó una risita satisfecha, un sonido ronco que erizó cada vello de Yuri, eso, y que además el kazajo ya estaba bajando sus pantalones mientras se agachaba frente a sus muslos. Sintió la lengua de Otabek haciéndose paso hasta su entrada, lamiendo lentamente, sus dedos se afirmaron de lo primero que tocaron, mientras ahogaba un gemido al reposar su rostro sobre el escritorio. Otabek deslizaba su lengua, el tacto húmedo y caliente le volvía loco, y solo empeoró cuando sintió como el vibrador pequeño se introducía en él, lento y desesperante.
Como pudo, se aferró al escritorio e intentó no chillar de placer, porque ese no era el jodido lugar para hacer un espectáculo. Una vez lo tuvo por completo dentro, Otabek sonrió satisfecho, viendo el desastre que era Yuri, con las rodillas temblorosas y el sonrojo en el rostro. Apretó la carne de sus muslos, para luego tomar impulso y darle un azote suave, animándolo.
— Vamos, gatito, la reunión comienza en quince.
🌱
Estaba frente a unas cuantas personas, eran tres posibles accionistas y el equipo de siempre, Otabek incluido, como lo hacía hace un tiempo. Respiraba profundamente mientras las diapositivas seguían, hasta el momento la presentación iba excelente, su voz apenas y temblaba, mas estaba nervioso. Otabek aún no encendía el vibrador, pero Yuri sabía que lo haría en cualquier momento, y eso le tenía tenso.
El kazajo le veía como si nada, hasta que rebuscó entre su bolsillo, fijándose en el rostro del ruso en el momento en que presionó el botón del control. Yuri ahogó un gemido en cuanto sintió el vibrador en su interior, fingió una tos y buscó algo de agua, encontrando los ojos oscuros de Otabek. Le miró sereno, mientras poco a poco el sonrojo se hacía lugar entre sus mejillas. Continuó con la presentación, parando de vez en cuando para respirar profundo y controlar sus gemidos y jadeos, hasta que una corriente aún más potente pudo recorrer su cuerpo entero. El vibrador era demasiado placentero, y estaba casi seguro de que Otabek había aumentado la potencia.
Intentó seguir adelante, aún con el temblor en su voz y en sus rodillas, mas pronto tuvo que parar de golpe, tapando su boca para evitar soltar el grito que estaba reteniendo. Se inclinó un poco y finalmente salió de la sala, dejando a varios desconcertados, y a cierto kazajo sonriente.
🌱
Camino al departamento del moreno, horas más tarde, nadie decía nada. Yuri guardaba silencio molesto, Víctor tuvo que cubrirle y acabar con la reunión, y no le molestaba el solo hecho de que fuera poco profesional acabar así un encuentro, sino que además el imbécil de Nikiforov fue quien lo hizo. Otabek por su parte estaba demasiado concentrado en qué iba a ocurrir, sospesando la idea de no castigar a su gatito, teniendo en cuenta lo ocurrido.
Por otro lado, al llegar al piso de Otabek, Yuri tenía otros planes. Estaba molesto, molesto y caliente. Plisetsky fue el primero en entrar, quitándose la chaqueta y dejándola tirada, haciendo lo mismo con su corbata, dejándose caer sobre sus rodillas, mirando fijo a Otabek.
El kazajo sonrió complacido, mientras se deshacía de las mismas prendas que el rubio, para luego tomar con fuerza a Yuri, besando sus labios con fuerza mientras sus manos se encargaban de quitarle el resto de la ropa. Obviamente no la iba a usar. Vio complacido la ropa interior del ruso, el liguero negro contrastaba con su piel pálida y sus ojos parecían brillar deseosos, esperando instrucciones.
— Apóyate en la pared, daddy quiere verte.
No tardó en obedecer, dejando sus caderas en alto, envueltas en la tela de encaje negro. Otabek se acercó a él como si de un depredador se tratase, tomando sus nalgas con fuerza, apretando sin piedad. Yuri gimió bajito, sintiendo el aliento de Otabek rozar su piel.
— ¿Por qué me desobedeces, gatito? Te dije que tuvieras el vibrador hasta que llegáramos aquí, pero no me hiciste caso.
Otabek se inclinó más sobre el cuerpo de Yuri, ahora tomando la carne de sus glúteos y separando sus nalgas, ansioso por penetrarle. El ruso gimió quedo, mientras que Altin llevó sus dientes hasta el lóbulo de Yuri, mordisqueando sin detener sus caricia. Soltó su voz como un susurro profundo, un sonido aterciopelado que puso ansioso al rubio.
— Pudiste haber dicho la palabra... ¿O es que acaso no confías en tu amo?—Otabek sostuvo las caderas de Yuri, estrechándolo contra la pared, esperando una respuesta.
— Ah, daddy, no es eso...
Otabek no le permitió hablar, sus dedos rozaron su piel mientras le bajaba la ropa interior, viendo maravillado su piel blanca. Lo guió hasta la sala, apoyándolo sobre el sofá para que no cayera, mientras su mano se alzaba con fuerza, dejándose caer sobre los glúteos firmes y tersos. Yuri soltó un chillido de placer y dolor, el calor se esparció por la zona y el resto de su cuerpo, como una ráfaga de placer.
— Sea como sea, debes ser castigado, gatito.
Otabek no dudó en volver a azotarle, golpeando cada vez más fuerte, mientras que Plisetsky enterraba sus uñas en el respaldo del sofá, para no caer. Veía con placer como la piel de Yuri se tornaba de un rojo furioso, se inclinaba sobre él para besar la zona afectada, mordiendo luego, escuchando más gritos y gemidos. Siguió golpeándole un par de veces, contando mentalmente cada una de las cachetadas, yendo cada vez más rápido y fuerte.
Cuando llegó a treinta se detuvo, Yuri hundía sus dientes en la tela y sus ojos estaban llenos de lágrimas, tanto de placer como de dolor, con sus mejillas ardiendo y la erección pidiendo atención. Otabek le recompensó con un beso sucio y lento, saboreando cada parte de su boca, dejando que la saliva cayera sin problema, y sus lenguas se juntaran una y otra vez. Acarició su piel lentamente, suave, casi como si le consolara.
Pronto se alejó de él, dejándole de pie, mientras él se iba hasta la sala y se sentaba en un sofá, palmeando su erección con fuerza.
— Lo hiciste bien, gatito, ten tu recompensa.
Yuri apenas y lo pensó, no tardó en ir hasta su amo y caer de rodillas, ansioso. Sus manos fueron hasta el cinturón de Otabek, desabrochando y bajando su ropa, viendo feliz como el pene del moreno se alzaba para él. Altin le miró con deseo, mientras él tomaba su erección y luego la llevaba a su boca, lamiendo lentamente, rozando con sus dientes. Otabek soltó un gemido ronco, tomando el cabello del menor, enterrando sus dedos en él, guiándole. Yuri succionaba con fuerza, acariciando aquello que no podía tomar con su boca, mientras el kazajo comenzaba a mover sus caderas.
Yuri relajó su mandíbula, aceptando el miembro de su amo, mientras este movía sus caderas con fuerza, follando la pequeña y caliente boca de Yuri Plisetsky. Este gemía entre cada estocada, y la misma vibración excitaba más a Otabek, moviéndose más contra él, tomando su cabeza con fuerza.
Poco tardó el kazajo en llegar al orgasmo, disfrutando la manera en que Yuri recibía todo su semen, sin rechistar. Envuelto en el morbo, le obligó a dejar su miembro, manchando su rostro. Yuri gimió al sentir el líquido espeso, con sus ojos brillantes y los labios enrojecidos y enormes, mientras Otabek le acariciaba el cabello con delicadeza, aún en su letargo.
— Ven, gatito, complace a tu amo.—Otabek acariciaba su pene, que poco tardó en ponerse duro otra vez, bajo los ojos hambrientos de Plisetsky.
— Yes, daddy.
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Hoy tengo ganas de escribir
Llevo mucho tiempo desde que escribí mi último post, los leo y me da risa, lo que ahora me parece estúpido, en su momento fue la primera vez que me rompieron el corazón, claro, de manera directa como yo le llamo. En esas épocas yo pensaba “bien, al menos esto sirvió para olvidarlo” ja, buena esa. Y 2 años después, (o mejor dicho, 4 años después) sigo llorando al primer amor. Comienzo a preguntarme si es amor o es obsesión, o simplemente es mi orgullo lastimado que no acepta haber sido olvidada por alguien tan rápidamente y haber sido reemplazada sólo 6 meses después de haber terminado. También, como dijo un amigo, puede ser el hecho de que el haber empezado a andar con alguien que no era lo que esperaba sacó a relucir mi nostalgia, vaya, las buenas épocas en las que no me reclamaban por un “Buenas noches” no contestado o el hecho de haber dejado en visto sin querer, cosas que siempre he criticado y ¡ups! me pasaron a mi y dejé que siguieran pasando. No lo sé, como siempre, estos post son un desmadre ya que las ideas brotan a lo idiota y de forma random, así que, usted disculpe stalker (Saludos al imbécil de 50 años que seguro ya encontró esta cuenta de tumblr porque está bien pinche enfermo de la cabeza y se obsesiona con una chava de 21 años).
En fin, el punto es, que no se si es obsesión, amor, nostalgia de las buenas épocas con él, porque la verdad, he reflexionado este tema mucho tiempo (4 años para ser exactos) y aunque él llegara y me dijera que quiere regresar, no volverá a ser lo mismo, incluso lo dijo una vez. Pero eso ya no importa, él está feliz con otra niña y se ve feliz, de verdad que bueno por él, ella parece una buena persona. Aunque lo poco que se de ella... me da miedo, no ella en si, sino las similitudes que hay entre nosotros, long story short, ella anduvo con un dude con él que salí un par de veces, por eso yo la ubicaba incluso antes de empezar a andar con el susodicho y su ex-dude, bueno, era medio imbécil pues hablaba de ella en la primera cita y decía que nos parecíamos mucho, no entraré en detalles, pero si fue como ooohh cool, el punto de todo esto es, que me gustaría pensar que M encontró a una chava parecida a mí porque buscaba a alguien como yo, si, esto es soberbio y mamón de mi parte... pero eso me da cierta esperanza y me hace sentir mejor en mis peores momentos so... si eso ayuda... pero seamos honestos... nunca pasará nada y a pesar de que este tema lo he razonado a fondo y tiendo a ser realista, no puedo quitarme estas ideas de la cabeza, no puedo dejar de pensar en esto... la verdad, me duele ver las fotos y pensar “esa podría ser yo” pero... ya no más, me duele saber que ya no formo parte de su vida en ningún sentido, me duele saber que no soy importante en lo más mínimo, me dolió el temblor del 19 y darme cuenta que ya no le importa si algo me pasa, no lo culpo la verdad, dejamos de hablar y cuando hablábamos era porque yo iniciaba la conversación y el le seguía por mera cortesía. A veces me pregunto si no quería mantener contacto porque le dolía o simplemente, yo tenía razón y ahora le importa un carajo lo que me pase.
A todo esto, empezar a tener novio ¡empeoró todo! ¿por qué? bueno... es una gran persona, con ideales honestos y es alguien que trata de ser mejor cada día, pero no es lo que necesito, eso creía, digo, sabía que iba a terminar todo tarde o temprano, aunque también llegué a creer que funcionaría a pesar de nuestras grandes diferencias, peeeero... no. No hay nada en común entre nosotros: *Él es católico, yo no (aunque esto nunca fue un problema, la verdad)
*En cuanto a gustos banales, bueno... le gusta el metal, le gusta el futbol y no le gusta nada que a mi si
*Mi humor es más negro que el carbón... él se ofende de todo
*Como dije antes, me reclama los “vistos” y las “buenas noches” que no contesto. Incluso llegó a reclamar que no reaccioné un día que me ignoró porque estaba enojado.
*Cuando hablo sobre algo que amo o me encanta, me emociono e intenseo, pero él de verdad se aburre, trata de ocultarlo, pero se nota demasiado que le vale madres, y no sólo él, hay veces que yo también me voy a Marisolandia y lo ignoro, no lo hago por mal, de verdad, no puedo evitarlo, lo hago siempre en todo, en la escuela, con mi familia, etc.
De verdad no son defectos tan terribles si los analizamos pero de verdad son cosas que no quiero en una pareja y me di cuenta con él. Ayer nos llevamos al límite mutuamente, porque de nuevo, no siempre hay uno malo, a veces los dos la cagamos igualmente, pero es que ayer, ups, cumplimos 5 meses, y me mandó un mensaje diciendome eso, el cual planeaba contestar pero me distraje de alguna manera y ya no envié nada, si, yo no estuve bien y cuando tiempo después me di cuenta le mandé una disculpa, seguido para medio “enmendar” las cosas dije algo, no chistoso pero que se notara que era en buen plan “Siento que hemos pasado mucho más que 5 meses” o algo por el estilo, su respuesta “yo creo que ya fueron suficientes” no hubo más mensajes esa noche. Al día siguiente, después de darle vueltas al asunto le pregunte si debía asumir que ya habíamos terminado, “es una decisión demasiado importante como para hablarla por mensaje”... conclusión: me quiso dar miedo y sin querer se la voltee yo y pues creo que al que le dió miedo fue a él y se medio echó para atrás, pues luego dijo algo como “podríamos llegar a un acuerdo” la verdad, ya no hay un futuro, no va a funcionar, punto, no somos ni lo que esperábamos el uno del otro y mucho menos somos lo que necesitamos. De verdad ha sido un gran novio, pero no puedo seguir con esto.
Aunque la verdad a diferencia de hace unos años, ya no me tiro pura mierda yo solita, si, no fui la mejor novia esos últimos meses de noviazgo, pero la verdad no fui la peor y no fui la única culpable de que eso terminara, a decir verdad tampoco puedo decir que fue malo él, ¡ninguno fue él malo! sólo se acabó la magia y nos empezamos a hartar, la droga dejó de hacer efecto y comenzamos a ver lo que no nos gustaba del otro, entre que su inseguridad se hizo presente y entre que mi mal genio se desarrolló, todo colapsó. Yo me enojaba porque me chantajeaba, me insinuó más de una vez que andaba con él por ser interesada, porque tenía coche y porque pagaba siempre todo, desde chiquita siempre me molestó que asumieran el porque de mis actos, como cuando mi mamá me decía “seguro no obedeces para hacerme enojar” era como de ehhh no, yo sólo olvido las cosas, me distraigo o me da flojera, lo que me molesta es que me crean mala persona, si, no soy un ser de luz, pero me esmero cada día con ser mejor, de verdad, así que que me digan que hago las cosas insinuandome que soy mala, la verdad si me encabrona (si, por cierto, mi novio hace eso, otra razón por la que ya me he hartado). También fue culpa mía porque no querer hablar las cosas de frente, fue mi culpa porque cuando nos dimos un tiempo y volvimos a hablar sobre lo que pasaría con mi relación no tuve el valor de decirle que no quería terminar, auqne él si, mi orgullo me ganó, mi maldito orgullo ganó.
Debo dejar de engañarme a mi misma, si la depresión que me dió hace tiempo, no fue sin razon, ni antes de terminar con M, fue después, pero no lo dije porque sería como admitir una derrota o algo por el estilo. De verdad, sé que el haber pasado por todo esto me hizo querer superarme y ser una mejor persona pero... de verdad deseo poder olvidar todo, incluso las buenas épocas, todo, todo sobre él, quiero odiarlo, quiero hacerlo el malo de la historia, quiero odiar a su novia y desearles el mal en su relación, pero no puedo, de verdad no puedo, estoy harta y no quiero ser una persona como en las películas que se quedó estancada con un viejo amor que no le correspondió y honestamente para como veo las cosas, creo que es lo que va a pasar, porque cuando estoy con alguien a quien quiero no puedo evitar pensar “¿estaría mejor con él?” no puedo evitar comparar, no puedo evitar desear estar con él y carajo, odio todo esto. En pocas palabras, odio que haya seguido con su vida y yo no.
Me dijeron que una forma empezar a superar esto era ser sincera conmigo y decir que quiero, de verdad que quiero pues ahí va: quiero volver a estar con él, quiero volver a estar cómoda con él, quiero hablar de estupideces que al mismo tiempo son importantes para nosotros, quiero eso, quiero estar con él, simple y sencillamente eso. También sé que quiero encontrar a alguien mejor pero tengo miedo que para mi, no exista alguien mejor.
También me puse a reflexionar, que en los últimos años me volví un libro abierto y creo que en parte es gracias a esta situación, he pensado que entre más exprese lo que siento, más rápido voy a superar todo. Pero no importa a cuantas personas les diga, no importa cuantas veces escriba lo que siento, no importa de cuanta gente me enamore, 4 años después, él sigue en mi cabeza, y todo el mundo dice “no te preocupes, lo vas a olvidar” y sé que tengo una vida por delante y mucha gente que conocer, pero... de verdad siento que jamás se me va a pasar, siempre que creo que ya lo olvidé algo pasa y su memoria regresa a mi.
Creo que terminé por ahora la lluvía de ideas. No sé si escribo bien, pero seguro no me dedicaría a escribir libros porque nadie entendería un carajo.
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No tanto tiempo...
Mi psicóloga me recomendó que volviera este blog, temporalmente al menos, una clase de desahogo, y que hablara de lo que siento y lo que sé.
Dijo que hablara del lado oscuro del amor, ya que al parecer lo estoy viviendo..
Sigo algo frustrada... hablé con el y le conté como me sentía..
Le conté de como me ha lastimado estos últimos meses, con desaires, planes cancelados, promesas no cumplidas, egoísmo... en pocas palabras, como me lastima el que no tenga palabra.
Perdió su credibilidad conmigo.
No sé que me hizo pensar, cuando esto comenzó a suceder, que eventualmente dejaría de hacerlo, ya que yo expresaba muchísimo más mi molestia en ese entonces, pero como igual, no mostraba mucho interés o que le importara de verdad, deje de expresarle mi sentir al respecto.. me estaba empezando a sentir más como su mamá que como su novia, y me cansé de repetirle que me molestaba, cual era la solución y además como podía hacerlo.
Todo eso también se lo he dicho.
Cuando amo, yo me entrego completa, entrego todo, sin cuestionar ni pedir a cambio.... empiezo a pensar que hacer esto con el, ha hecho que me de por sentado, en vez de que me valore.
Me duelen sus actitudes y sus malos hábitos.
Me duele su falta de empatía e interés por mis emociones, y que me acuse de egoísta cada vez que le platico como siento y que me provoca.
En cualquier otra relación que hubiera tenido, de verdad, se los digo con franqueza, yo ya no estaría con él.
Pero él no era así al inicio... siempre era atento, detallista, y por lo menos decía que le importaba como me sentía, que me escucharía y tomaría en serio, y lo hacía... si lo hacía. También me decía más seguido lo que yo significaba para él, supongo que sólo se refería a ese momento, porque ahorita, ya no se que pensar... y él no me dice nada, sólo si me ve triste o se da cuenta de que hizo o dijo algo, si me ve distante, entonces, responde.
Y yo lo único que se hacer.. es amarlo.
Así... con todo y los putazos.
Y cuando me cuestiono porque sigo aquí, esa es la única respuesta lógica que encuentro, además de que, desde que nos encontramos de nuevo, siento una conexión espiritual, fuerte, es lo único que me queda de donde agarrarme.
Sigo caminando porque él me lo pide.. aunque no de mucho de sí.... supongo que es porque no me puede dar algo que no tiene, o que no sabe como darme.
Me dice que el ya no quiere ser así conmigo, y se disculpa por portarse como “imbécil”, dice que me lo va a compensar... y le quiero creer. Lo juro.
Pero supongo que el daño que le he dejado causarme ha sido más de lo que pensé, porque me he dado cuenta de que me he alejado mucho de él, buscando estar lejos de sus pedradas y malos tratos, ya no me pesa tanto que no me llame.. o que me deje colgada cuando le digo que lo amo, ya no me pesa tanto que llegue tarde o que cancele los planes que teníamos de hace una semana para irse a tomar una cerveza con sus amigos, ya no me pesa tanto que no me ponga atención... pero él está perdiendo la mía, y no sé como evitarlo... ni siquiera sé si quiero evitarlo.
Todavía lo llamo cuando digo que le llamaré, todavía soy puntual con él, todavía lo ayudo con todo lo que puedo siempre que puedo, todavía lo abrazo, todavía lo beso, todavía le hago el amor, todavía quiero mi vida con él, todavía le doy todo lo que tengo y lo que soy, todavía estoy enamorada de él, todavía lo amo. Todavía lo hago. Todavía no me voy.... Debería?
Sé que si me porto como él se porta conmigo... esto no va a terminar bien.
No quiero ni pensar en como sería estar sin él, pero también es cansado estar desilusionada todo el tiempo, tal vez mi error sea esperar algo de él, aunque sea poquito, pero puedo decir que él me da a entender eso.. que pondrá más de su parte, y pues... siempre decido creerle.
No se como detenerme. como detenerlo. no quiero que nos destruyamos..
Sé que le importo.. tal vez no como yo quisiera, pero sé que le importo aunque sea poquito.. y nunca me gustaría hacerlo sentir mal, si le cuento todo esto es porque él me lo pide, y dice que quiere que lo resolvamos juntos.. pero... me siento tan pinche sola.
El otro día que hablábamos de eso, me dijo que el no tenía problemas conmigo, que el no iba a terminar conmigo porque todo estaba bien a sus ojos, que la que tenía pedos con él, era yo. Que sentía que eventualmente me iba a cansar de él y de su actitud y me marcharía.
Y no pude evitar llorar.
Creo que fue la respuesta más mediocre que me pudo dar.
Claro que me siente segura porque yo he hecho todo lo que puedo para que él se sienta así, desde el inicio me dijo que le daba miedo que yo quisiera estar con alguien más o que le fuera a ser infiel y desde ese punto hice todo lo que pude para que el no se sintiera inseguro de mí. Jamás le haría algo así, y quería que me creyera. Y lo logré... y ahora no solo me siente segura.. me da por sentado.
Lo único que le pude decir fue; neta?, en vez de decir, no, no, voy a mejorar, vamos a estar bien,.. me cansaría de que me lastimes, probablemente me volvería indiferente, pero no terminaría contigo.. si te estoy diciendo todo esto, es porque me gustaría que se resuelva.. no puedo sola.... y pues tu habías dicho lo mismo..
Me comienza a preocupar que cada que tenemos alguna bronca, su primera opción es salir corriendo.. en vez de hacerle frente a las cosas y resolverlas.
Me comienzo a preguntar si el sabe realmente que quiere conmigo.. y que implica el quedarse con alguien por el resto de su vida.
Necesito dejar de sentirme así... pero esa gotita de esperanza que me queda no me deja irme... necesito saber que hice todo lo que pude.. se me zafa un tornillo de la cabeza solo de pensar en eso...
Y cada que pienso en eso, en alejarme.. coincide que me llama, o me escribe o me dice que me ama, o cualquier otra cosa que necesite escuchar y yo quedo de verdad, confundida a más no poder.
Entre lo que creo ( el universo. energía, etc ) y lo que él me dice y exactamente en el momento que sucede, me siento parada en medio de la nada.
Sí pero no. Sí pero no. Sí pero no.
Ultimamente me cuesta más responderle como lo hacía antes, y él se ha dado cuenta, claro. Lo que me asusta es que no hace mucho.. y no porque lo esté yo haciendo adrede para que él responda.. pero me deja alejarme
El dijo que no me quería perder, y ya no sé si es tan cierto.... me duele mi corazón y mi alma..
De verdad siento que él es el amor y hombre de mi vida.. está un poquito perdido, se le fue de vista el camino en algún punto y no alcancé a tomarlo de la mano cuando eso sucedió... Y ahora apenas lo veo entre neblina... ya no se ilumina como antes..
No sé que le hace falta.. soy yo?
Tengo mucho miedo. y me está costando no paralizarme.
Sé que ese hombre está dentro de él.. porque lo he visto antes, y creo en él pero no puedo hacer nada para que él lo crea también.
No sé que hacer
Lo amo tanto.
Nunca había sentido tantas cosas negativas y positivas al mismo tiempo por alguien.
Puede elevarme en segundos, o sumirme en la tierra.
No quiero tener que alejarme o irme de él... se que mi vida sigue, mis planes y metas... pero ya no quiero que sea sin él... a veces me gustaría no entenderlo tan bien, para poder enojarme y largarme.. pero no tengo esa capacidad, con nadie que realmente me importe al parecer.
Ya no tengo tanto tiempo.
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Presentaciones
He borrado este primer párrafo tres veces ya. Si me obligo a no borrarlo una cuarta, al final algo quedará expresado; aunque no sea exactamente fiel a lo que pasa por mi cabeza.
En realidad, este es el segundo intento por escrito, llevo pensando unos cuantos días; aunque no sea exactamente fiel a los hechos.
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Y es así como se toman decisiones. Los momentos en los que intuyes que la diferencia entre callar o decir algo va a marcar una parte importante de tu vida. Tiendo a callar, a dejar las cosas cogiendo polvo, escondidas. Pero hay veces que algo, además del área de Broca, decide experimentar y decir "no me importaría un cambio". Y te sorprendes diciendo tu frase a medio pensar. Tu trabajo por revisar. Tu canción por perfilar, por remezclar. Sueltas tu boceto a medias y no te tapas la boca porque ya es tarde para evitar que salga. Lo miras, rodeado de líquido amniótico y arrugado. ¿A quién se lo has dado ahora? Ah, sí, al heraldo de tus esperanzas, quien ahora lo sostiene dubitativo. Mentalmente estás huyendo a todo correr, trazando un plan para huir del país, cambiar de nombre o suicidarte; pero te mantienes quieto, con una terrible sensación de presión en el epigastrio y los trapecios tensos. Rebobinemos.
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Hola, ¿qué quieres saber de mi? ajá... sí... bueno, perdona que te vaya a hacer esperar, resulta que soy nuevo aquí. Sí, dejé mis riendas tiradas. He estado evitándome por las noches, aunque tampoco he podido del todo. Antes hablaba conmigo mismo, durante horas, tratando de fijar con carboncillo algunos esquemas. Es como hacerse una entrevista, o más bien una introvista. Lo que pasa es que no es tan fácil, porque cada vez que vuelves a tocar un tema, ha cambiado. Ya, ya, y que lo digas; si pudiera congelar el tiempo tal vez lograra acabar mis dibujos. En fin, te comento: resulta que antes sabía quién era, o al menos lo pretendía bastante convincentemente. Tenía pasión, una taza favorita, elecciones tomadas de antemano, un color favorito, modelos a seguir, un día de la semana favorito... oh, sí, camisetas con mis bandas preferidas, una carrera elegida, bolígrafos a mi gusto, crushes, tenía scouts los sábados, baloncesto los domingos y un horario para la mañana y otro para la tarde. Cuando me saludaban era capaz de darles mi nombre y apellidos, una sonrisa y un pensamiento. ¿Que qué pasó? Pues no acabo de recordarlo, tal vez lo viera en una peli. Tal vez leyera mal una palabra de una frase sin darme cuenta y sacara conclusiones. Tal vez conocí a alguien o tal vez fueran ésas y muchas más cosas a la vez. La cosa es que dejé de hablarme y sólo me escuché. Dejé de escucharme y sólo me oí. Y luego me ignoré. Desde entonces he usado viejas tarjetas de presentación, he cerrado amistades, he olvidado compromisos y me ha empezado a doler un tendón del pie. Claro que me di cuenta, pero no me importaba, ¡nada me importaba! Como lo oyes, nada. Ya, bueno, algo me importaría, sí; pero con evitarlo me bastaba, ¿verdad? ¿Y sabes lo bueno de todo ésto? Que no pasa nada malo, nunca. Sí, sí, podía "pasar" algo malo, pero no era malo en mi cabeza. Ni malo, ni bueno. Indiferente. Para ser precisos, no, no me había ignorado del todo; era terriblemente difícil no oír a ese imbécil llorón, a ese pretencioso niño mimado cuando te gritaba en la oreja, pero por dentro. También era mínimamente necesario llegar a acuerdos, pero sólo al mismo nivel que el que establecen dos personas al cruzarse para no ir por el mismo lado. Así que podemos ajustar el símil a que actuaba en función de lo que me decía el murmullo sordo de mi ser gritando tras 3 metros de pared sólida e insonorizada. Me di cuenta de que algo fallaba cuando empecé a tartamudear. No siempre me pasa, pero sí más a menudo que de costumbre. También la ansiedad, como asma en el pecho, cada vez que la gente se me acerca demasiado. Y las veces que no tengo opinión que dar. Sin saberlo, he logrado congelarme y los viejos bocetos que uso de guía van siendo cada vez más inútiles conforme me enfrento a cosas nuevas, conforme el mundo gira sin mí. Pero lo peor de todo son las presentaciones. No, no hablo de ese tipo de presentaciones. Hablo del interés por alguien. De la necesidad de conocer y ser conocido por una persona en concreto. Suelen decir que se sabe de inmediato, que surge con naturalidad y soltura, que te olvidas del resto del mundo... Joder, no tienen ni puñetera idea; si hay algo peor que congelarse y no avanzar es no nadar porque ya te lleva la corriente. Bueno, el rollo es que tienes esas gentes, con las que hablas y quieres llevarte bien, que te resultan interesantes y atractivas, que echabas de menos sin saberlo. Entonces te preguntan por ti. Y, es gracioso, porque me has preguntado hace un rato exactamente lo mismo, ¿recuerdas?, sí. Te preguntan, y tú llevas años sin tener un animal favorito, una motivación en la vida, una película favorita, una opinión que dar... Y te callas, porque no lo tenías pensado, porque se supone que no te tiene que importar hablar o no con nadie y si no se puede, pues se deja estar, se escucha, se calla, se esconde, se huye, se llora cuando ya no puedes más, cuando la ansiedad supera lo entretenido que puede ser salir de fiesta, y te pones de mal humor, y te duele la cabeza, y escondes la cara en el cuello del abrigo mientras corres a casa porque hay menos gente por la calle que la que vas a encontrar en el bus, y te desahogas mientras escuchas mudhoney y soundgarden por la carretera, y al día siguiente te duele la garganta como si tuviera un nudo.
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