#RetoIncierto
Explore tagged Tumblr posts
Text
La incertidumbre y 8 medidas de afrontamiento
La incertidumbre es una motivación que nos invita a confirmar que lo que pensamos o sentimos es cierto.
En general, las personas la toleramos bastante mal.
La incertidumbre implica no tener claro cómo serán las cosas, no poder tenerlo todo planificado porque hay elementos que no podemos controlar, sintiéndonos vulnerables.
La paradoja es que forma parte de nuestra vida porque está llena de cambios e imprevistos.
El problema es que solo sabemos temerla y no gestionarla con espontaneidad y llegar a disfrutar en estas situaciones.
La Psicología estudia cómo experimentamos y afrontamos la incertidumbre, la falta de certeza en la vida, para el desarrollo de habilidades de afrontamiento y promover el bienestar emocional.
La incertidumbre puede surgir en diferentes frentes de nuestra vida, como relaciones sociales, salud, trabajo, etc.
El tratamiento de la incertidumbre en general se apoya en algunos enfoques comunes como, por ejemplo:
Recopilar de información relevante y fiable que ayude a reducir la incertidumbre.
Análisis de riesgos para identificar, evaluar y gestionar los riesgos asociados con una situación o decisión.
Flexibilidad y apertura de mente ante la incertidumbre, para que los planes y estrategias se adapten según conseguimos información nueva o surgen nuevas circunstancias.
Colaboración y consulta de amistades y psicólogos.
Desarrollar planes de contingencia que establezcan opciones ante eventos sobrevenidos.
Afrontando la incertidumbre
Cuando afrontamos la incertidumbre, podemos experimentar respuestas emocionales y cognitivas, como
ansiedad
confusión
dificultades para dormir
estrés
falta de control
inquietud
miedo
nerviosismo
preocupación
tensión muscular
vulnerabilidad
provocando que busquemos maneras de paliarla y evitar que pueda afectar nuestro bienestar emocional y físico.
Por ejemplo, el estrés prolongado por incertidumbre puede conducir a problemas como ansiedad o depresión, además de afectar tomar decisiones y crear dificultades para planificar cualquier cosa.
Algunas personas buscamos más información para reducir la incertidumbre, mientras que otras recurrimos a estrategias de evasión o distracción.
La incertidumbre es un sentimiento que resulta de la imposibilidad de saber qué pasará en una situación importante, por la falta de certeza. Ello ayuda a mantener la atención en un asunto por resolver de nuestra vida.
Tenemos la tendencia de querer tener las respuestas que nos den sensación de control, porque nos da seguridad para protegernos y actuar. Si la situación se alarga, la incertidumbre aumenta y la rumiación mental de las posibilidades nos llevará a un círculo vicioso de preocupaciones, inseguridad y angustia.
Gestionando la incertidumbre
La preocupación ante la incertidumbre es normal, aunque no parezca ser útil. Intentemos pensar en otra cosa
Mantenernos activos física y mentalmente, con amistades y familia. Con actividades entretenidas con otras personas para distraernos y sentirnos apoyados.
Asegurarnos de la fiabilidad de lo que sabemos, pues de lo contrario podemos la incertidumbre será más intensa.
Aceptar que estamos frente a un problema y que vamos a poner todos nuestros recursos para afrontarlo.
Adaptarnos con serenidad a los cambios inevitables que se produzcan.
Prestar atención sana e inteligentemente para actuar.
Identificar lo que podemos controlar y aquello que no podemos controlar aún.
Practicar la espera activa.
Para mejorar la tolerancia a la incertidumbre, se pueden seguir las siguientes pautas:
No evitemos las situaciones de incertidumbre.
Aprendamos a tolerar la incertidumbre.
Dejemos de buscar insistentemente la certeza.
Aceptemos que no todo se puede controlar.
Aceptemos que no todo se puede saber.
Aceptemos que no todo se puede prever.
Aceptemos que no todo se puede evitar.
Dejemos de pensar en la preocupación como algo útil. La preocupación es una capacidad humana que sitúa a nuestra mente en el futuro y proviene del desarrollo de nuestras estructuras cerebrales más recientes, las que nos diferencian como personas del resto de animales no humanos. Tiene una función adaptativa en ocasiones porque puede ayudarnos a anticipar dificultades y, así, a encontrar los recursos para afrontarlas. El preocuparnos nos sirve para sentir que tenemos cierto control de lo que va a ocurrir, es decir, para sentir que el mundo es un lugar predecible: todo lo contrario de lo que la vida es y que no nos gusta a las personas: la incertidumbre nos genera ansiedad, miedo, desprotección. Cuando nos preocupamos en exceso, nuestra mente y energía están en el futuro, y perdemos la oportunidad de vivir el presente.
Cuando nos preocupamos en exceso, perdemos la oportunidad de ocuparnos en aquello que sí está a nuestro alcance y que forma parte de nuestras posibilidades reales actuales. Más bien se trata de:
Enfocarse en las soluciones y no en los problemas.
Ver las oportunidades en las situaciones difíciles.
Pensemos en cómo reaccionarían otras personas.
La terapia psicológica actúa con ciertos objetivos:
Adoptar un enfoque gradual para tomar decisiones en situaciones inciertas.
Buscar de apoyo social
Establecer metas realistas,
Mejorar el estado de ánimo.
Reconocer nuestras preocupaciones y anticipaciones negativas y que aprendamos herramientas para no dejarnos llevar por la ansiedad y a vivir con bienestar a través de la incertidumbre.
Reducir las sensaciones físicas propias de la activación y la ansiedad. Por ejemplo, técnicas de relajación del estado de alerta.
Los psicólogos ayudamos a gestionar la incertidumbre proporcionando
apoyo emocional
ayuda para desarrollar resiliencia
estrategias de afrontamiento
A través de algunas estrategias y enfoques terapéuticos:
Terapia cognitivo-conductual para identificar y cambiar los patrones de pensamiento y conducta poco saludables, desafiando las creencias exageradas, fuente de ansiedad y preocupación.
Técnicas de relajación y manejo del estrés.
Enfoque de aceptación y compromiso aceptando las experiencias internas difíciles, como la incertidumbre, en lugar de luchar contra ellas. Se trata de que vivamos en el presente, a comprometernos con nuestros valores y a actuar según esos valores, a pesar de la incertidumbre.
Contar con el apoyo de amistades, familiares o grupos de apoyo, compartiendo preocupaciones y experiencias que dan sentido de conexión y alivio emocional.
En christiancherbit.com evaluamos la situación de manera personalizada y aplicamos las estrategias y enfoques prácticos personalizados.
Según Tito Livio «El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son». Ello hace que percibamos nuestro entorno como algo hostil, que nos altera y convierte en vulnerables, aunque no nos conviene olvidar que los grandes desafíos poseen un componente de incertidumbre ya que nada grande comienza sin un poco de miedo.
Lo positivo de la incertidumbre: la adaptación
Abordar nuestro autoconocimiento y sintonizar con lo que somos en el presente.
Aceptar comprendiendo que no podemos controlarlo todo, porque hay situaciones que no vemos venir y no podemos evitarlas. La incertidumbre nos recuerda que estamos vivos y que tenemos límites.
Aprender de la improvisación al afrontar la incertidumbre sin obsesionarnos con el pasado ni con el futuro.
Centrarnos en lo que nos beneficie, para aprovechar el valor de cada instante y de lo que tenemos.
Reiniciar haciendo cosas diferentes, adaptándonos a las circunstancias nuevas, etc.
Nos conviene estar dispuestos a renunciar a la vida que planificamos para poder vivir la vida que realmente tenemos y tendremos. Lo importante es vivir el momento y seguir la evolución de las cosas porque existen muchas posibilidades si aprendemos a ser personas abiertas y flexibles.
post de Cristian Cherbit psicólogo online https://christiancherbit.com/
#Incertidumbre#VidaIncierta#TiempoIncierto#DecisionesDifíciles#CambioConstante#AdaptarseALaIncertidumbre#SinSeguridad#NuevosDesafíos#MiedoAlFuturo#SuperarLaIncertidumbre#IncertidumbreLaboral#MundoIncierto#VivirElPresente#IncertidumbreEconómica#RetoIncierto
20 notes
·
View notes