#Qué vas a abreviar si se te llena la boca con ese nombre
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Name your kid Jasón and he will be the king of the playground before even setting foot there.
english names of ancient greek people are so underwhelming compared to how epic they sound in spanish. wdym jasón is jason. that's just a dude. helena as helen is just a very angry lady at their kids' baseball game. and don't get me started on mirón, who turns into MYRON. WHY.
#la sorpresa que me llevé el día que me di cuenta que Jasón era Yeison#Vamos sales ganando de calle con Jasón#es que no da ni para una abreviatura tan pobre como Jay#Qué vas a abreviar si se te llena la boca con ese nombre#Te salen músculos solos no tienes ni que moverte si te llamas Jasón
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SIR CADOGAN, VEGALOVANIA Y ‘’SIX PACKER KID EL RENEGADO’‘ (Parte 2: Una cálida bienvenida) La peculiar pareja desciende por las entrañas de la Tierra. Su improvisada luz parte en dos la oscuridad, y una importante conversación pendiente rompe el silencio.
- ‘‘...que te digo que la tarta de chocolate es mejor, tío’‘. - ‘‘Tu gusto está atrofiado por el azúcar, Cadogan, la tarta de mermelada que hace Rosi en la taberna es la clave’‘. - ‘‘A ver, profesor, respeto tu opinión pero no entiendes lo que te digo porque no has comido la misma que yo, la de la pastelería nueva. - ‘‘Nunca nos vamos a poner de acuerdo, es como discutir sobre la ley de género del 2028 con una mujer de esas con barba. No llegas a nada y si sigues acabas pillando’‘. - ‘‘Entiendo lo que dices pero...’‘ - Me detengo al escuchar otra vez esa especie de temblor profundo. - ‘‘¿Ha oído eso, profesor?’‘ - ‘‘Vaya que sí’‘ - ‘‘��Qué cree que es?’‘ - ‘‘Seguramente nada bueno, Cadogan, nada bueno’‘. - ‘‘¿Hay algo peligroso por aquí?’‘ - ‘‘No te dije que trajeras la espada para rascarte la espalda. Aquí hay cosas que no has visto en tu puta vida’‘. - ‘‘Vale. Volviendo a lo importante... cuénteme cómo es que conoce este sitio.’‘ - ‘‘Ah, sí’‘. - ‘‘Verás, hace 20 años me mandaron una tarea desde el año 2043, una de las tantas que nos han ido encargando. La mayoría de ellas nos las encomendaron antes de viajar al pasado, pero ha habido alguna que otra añadida posteriormente. Dicha tarea consistía en viajar a una de las ciudades intraterrenas, concretamente ‘’Mense’ Odot-arit‘’, y establecer vínculos con ellos. La finalidad era entregarles conocimiento y tecnologías para colaborar en su desarrollo, pues de entre los numerosos pueblos intraterrenos, ellos son unos de los más ‘‘atrasados’‘ y apartados. Se han mantenido al margen de las demás hasta el momento, manteniendo un contacto muy distante y superficial, y se aferran a sus tradiciones con recelo. Me tomó un tiempo darme a conocer y establecer lazos con su gente y su líder, Onebu’no, pero al final logré ganarme su amistad y confianza y aceptaron las tecnologías que les ofrecíamos. - ‘‘¿Qué case de tecnología era esa?’‘ - ‘‘Eran moduladores y transformadores de éter, tecnología que recoge la energía de punto cero en el ambiente y la almacena y transforma para diferentes usos, según las necesidades. Les entregué también el conocimiento para usarla y desarrollarla, al menos las bases. Ellos mismos, aún siendo tecnológicamente ‘’atrasados’‘ respecto del resto de pueblos, son muy inteligentes y aptos en la investigación y el desarrollo, a su manera. No eran trogloditas ni mucho menos, nos sacaban años de ventaja a los de la superficie... y ahora supongo que siglos. - ‘‘Pero, ¿la comprendieron y desarrollaron con éxito? ¿Qué hicieron con ella?’‘ -. - ‘‘Sí, y tanto. Cuando les dejé habían avanzado mucho en la creación de vehículos y algunas comodidades que facilitaban su vida, y también en medicina y sanación que era uno de los propósitos principales. Aunque mi misión más importante era lograr romper su aislamiento y evitar que su beligerancia y terquedad naturales los llevaran a desviarse por el mal camino. Aceptar ayuda, establecer relaciones, ser orientados en cuanto a qué tipo de futuro aspirar. Fue una etapa interesante y bonita, y cuando consideré que ya podía dejarlos a su aire y marcharme, ambos estuvimos de acuerdo en mantener esos vínculos vivos. - ‘’Vaya, profesor, sí que es usted un verdadero pro. ¿Y cómo lo hicieron, les dejó algún tipo de transmisor?’‘. - ‘‘Lo hicimos a su manera, mediante un curioso método que me sorprendió y me hizo comprender el alcance de su potencial. Verás, los Lauaj-En’sod (así se conoce a su raza, pero los llamaremos Lauaj para abreviar) tienen un profundo entendimiento de las plantas, y llevan milenios trabajándolas y sacando provecho a sus propiedades, les gusta poblar sus ciudades de ellas y son una parte importante de su antigua cultura. Lo que hicieron fue entregarme una semilla para que la plantara en mi casa... ‘’Wat da fak’’, eh? Esa semilla viene de un fruto y tiene la peculiaridad de que van siempre en parejas de dos. Cada una de esas semillas está profundamente conectada con su ‘‘hermana’‘, y cuando caen al suelo y empiezan a desarrollarse en la tierra fértil, buscan la conexión con la otra a toda costa. Se comunican mediante algún tipo de señal, sus raíces se extienden con una fuerza y velocidad extraordinarias, y no se detienen hasta encontrarse. ‘‘Estás flipando’‘, le dije a Onebu’no en aquel entonces. No terminé de creérmelo hasta que lo ví con mis propios ojos. Ellos plantaron la suya en la plaza principal de la ciudad, y yo me fui con la mía a casa. La planté, y esperé. ‘’Ten paciencia, Sigmund. Sabrás que se han encontrado cuando florezca tu planta, sólo lo hacen si se encuentran.’‘ me dijo antes de irme. Llegué a pensar que igual no querían volver a verme la cara y me estaban haciendo la rula. Pero unos tres meses más tarde, sin previo aviso, floreció de golpe en cuestión de segundos y se puso a brillar. Qué paranoia. Poco después se fue apagando y quedó sin actividad, como una planta normal (eso sí, no se muere ni de coña .. probé a no regarla pero creo que se chupaba el agua de la otra)... Hasta hace 3 días cuando te llamé. La planta empezó a brillar y a zumbar como nunca, quedó así durante un buen rato. Si eso no es una señal de auxilio, que baje Akathos y me dé sus chanclas. - ‘‘Wow... qué puta locura’‘. - ‘‘Pues ya vés’‘ -.
Las horas siguientes las pasamos descendiendo poco a poco, la inclinación de la bajada se hacía más pronunciada. Tuvimos que hacer una serie de descensos peligrosos. Trepamos, nos deslizamos por roca lisa sobre la que pasaba una fina capa de agua. De vez en cuando aparecía alguna alimaña aqui y allá, algunos raros tipos de lagartos se escurrían por los huecos de la roca conforme el pasaje se hacía más abrupto. ‘’¡COññño..’’ espetaba Sigmund cada vez que le sorprendía uno pasando por su lado, levantando el camal por si le tocaba. Estos animales tenían los ojos extrañamente grandes, como si tuvieran que hacer tanto esfuerzo para ver que los ojos se les hinchaban. Como cuando estás en el váter y... -’‘¡LA HOSTIA, CADOGAN, SACA LA ESPADA! Pego un salto del susto y miro en frente. Un lagarto.. no, un cocodrilo... no. Un bicharraco de 3 metros de largo y aproximadamente uno y medio de alto, se alza ante nosotros. Ojos hinchados y enrojecidos como un yonky, dientes como navajas de robar un euro y una saliva pegajosa que cae de su boca. Ah y tiene alas, DOS PUTAS ALAS. - ‘‘¡Pro-profesor, UN DRAGÓN!’‘ digo mientras desenfundo la espada, que se me cae del acojone. Mientras la recojo me doy cuenta de lo ridícula que parece ante un puto dragón. El rugido que se venía oyendo de lejos, sutilmente, ahora está en Dolby digital surround Ex, calidad IMAX, y hace que se me baje el desayuno tan rápido como un gordo en las pistas blandas. - ‘‘No es un dragón, Cadogan, pero si nos engancha nos la va a sudar el nombre, te lo digo’‘ -. Sin darnos cuenta habíamos entrado en una zona del camino ligeramente más iluminada, y la anchura y la altura de la gruta eran mayores, y distintas. Pero no tenía tiempo para pensar en los detalles estéticos. El dragón se tira sobre Sigmund como la parca, le suelta un zarpazo y lo manda a volar. - ‘‘PROFESOR!’’ -. La piedra-linterna (la llamaremos así) cae al suelo y no veo al profesor. Corro a por ella con poca visibilidad, sabiendo que en cualquier momento puedo estar done. La cojo, la levanto, veo el bicho a 2 metros. Su mirada (y sus dientes) me dicen ‘‘MUERTE’‘. No hay otra palabra en mi mente, mi cuerpo emite señales de miedo como una puta antena de radio. Levanto la espada, me tiembla la mano (el parkinson is real bois). Se me lanza, se viene. Suelto la piedra y me agarro la muñeca con la mano izquierda instintivamente, en un intento de parar el tembleque. ZAS. Si nunca te han atropellado se siente así, ZAS y patrás. Me llevo semejante lambrío que cuando consigo comprender que estoy tirado boca arriba, me cuesta recordar qué coño hago aquí, y cuántos metros he hecho antes de aterrizar. Pero mi cuerpo recuerda. Casi escapando a mi voluntad se levanta.. Se oye un rugido agudo. Creo que tengo la mano rota, y pierdo sangre pero no sé de dónde. Me tiro medio mareado a por la piedra, que brilla a unos pasos de mí. La levanto --- el bicho aparece de nuevo ante mí, se me pasa el aturdimiento de golpe. Antes de darme el golpe final, se levanta sobre las patas traseras y abre la boca en un rugido ensordecedor de dolor y furia, alas extendidas, mi espada atravesada en su paladar, pero parece que se la pela. Se abalanza sobre mí. Siento un meneo antes de tiempo, un placaje y, como un monigote, salgo disparado y caigo a plomo sobre mi lado izquierdo. La escena es la siguiente: El profesor, tras empujarme, espadón en mano derecha y cogiendo la piedra al vuelo con la izquierda, gira sobre sí mismo y con una floritura ágil y precisa (digna de un puto pro) esquiva la dentellada y decapita al bicho limpiamente.
Mano en la cintura, levanta la espada y la enfunda como si acabara de terminar de barrer. ¡PLOM! el cuerpo cae al suelo con un estruendo. Me salpica entero de sangre. - ‘’¿Estás bien, Cadogan?’’ -. - Estoy vivo, creo. Profesor, sé que es usted el puto amo de la espada pero siempre me sorprende. Eso sí, tiene el antebrazo hecho mistos.’‘ -. - Lo sé -. Se gira mientras me habla y levanta la luz... - ‘‘PROFESOR DETRÁS’‘ -. En una escena digna de película de terror, aparece de entre la tiniebla la cabeza de otro de esos bichos de mierda, igual de loco, a dos palmos de la del profesor. Se gira. Un palmo. El bicho abre la boca; 0 palmos left. PLAF. La cara del profesor llena de sangre, pero no la suya sino la del bicho, que o sabe tirar lanzas por la boca o se lo acaban de follar por detrás. La punta de lanza, rozando la nariz del profesor, vuelve sobre sus pasos y desaparece. A penas le da tiempo al bicho a gritar cuando le ensartan varias lanzas por el torso y cae seco al suelo. Momento de incertidumbre, se oyen pasos al trote. Ahora qué. Siento como que ya me la pela todo. Se hace la luz, y se revelan las siluetas de unos diez hombres rodeándonos y apuntándonos con sus lanzas. Cubiertos con una especie de armaduras ligeras y poca ropa, nos miran y pegan cuatro gritos de los que no me entero de una mierda. Cómo definirlo... Si la mala hostia tuviera un idioma, sería ése. - ‘‘Profesor, yo no sé qué coño dicen. ¿Son estos sus amigos? Dígame que sí porque si no me cago en su puta planta.'’-. - ‘’Sí, Cadogan, pero creo que aún no han caído. Dicen que..’‘ - ‘’VENGAN CON NOSOTROS’’ -. dice el cabecilla de los lanceros terminando la frase a medio grito, en perfecto castellano (¿?¿?). - ‘‘Vamos, lo resolveremos sobre la marcha’‘ -. dice Sigmund con serenidad, entregando su espada a un soldado mientras otro recoge la mía de la cabeza sin cuerpo del bicharraco.
Empezamos a caminar escoltados (escoltados con lanzas en la nuca) por esta gente. Caminan firmes, y por las formas disciplinadas parecen claramente soldados o guerreros. Conforme avanzamos, la gruta se convierte poco a poco en un corredor amplio y la luz empieza a clarear, mostrando mejor el lugar en el que estamos.
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/56fcbeb1a555d691a51d57fb4ab3d644/tumblr_inline_pkvrcjcDxd1ww41mt_540.jpg)
Paredes de roca tallada y angular, con lo que parecen ser grabados o inscripciones en ellas. Una amplia sala se abre ante nosotros para dar paso a una especie de entrada bien definida. El agua del río subterráneo corre a ambos lados del paso, y conforme nos acercamos al umbral de piedra y me empieza a sudar la patilla, me pregunto si podré correr yo igual pero por mi vida. Puta planta loco.
Continuará
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