#NADA DE MATARSE SJDFSFSDS
Explore tagged Tumblr posts
smileflowcr · 16 days ago
Text
Tumblr media
Hace unos meses esas palabras volverían loco su corazón y las mejillas se teñían tan rosadas como su cabello, ahora siente una mezcla de culpa por no querer escuchar o aceptar sus disculpas y de resentimiento por todo el daño que le ha causado. Perséfone nunca le haría daño a la persona que ama, incluso en momentos así, donde está devastada, prefiere esconderse y mantener su boca cerrada para no herirlo con palabras, pero es una tarea difícil cuando su esposo sigue buscando cercanía a pesar de los constantes rechazos. Siente el tirón de sus manos, los dedos entrelazándose con los de Hades y se mantiene quieta, sin saber qué hacer con el dolor que sigue quemando su pecho y la tentación de mirarlo está presente, de perderse en esos hermosos ojos que la cautivaron desde que tuvieron un contacto más íntimo al llegar y se dio cuenta que es el ser más dulce y gentil que ha conocido. Sin embargo persiste en apartar la vista, sujetando el labio inferior entre sus dientes. “No sé si puedo, mi señor.” Susurra, su voz suave y quebrada, un murmullo entre el viento que mece los asfódelos alrededor. “No sé si puedo creer que lo sientes.” Los seis meses alejada de sus cálidos brazos se podían volver una locura, pero de alguna forma lograban mantenerse en contacto a través de las flores que Perséfone misma hacía crecer, de todos las tonalidades posibles junto a pequeños mensajes de lo mucho que le extraña, que cuenta los días para regresar a su lado. “¿Cómo pides que te mire cuando me has mostrado otra realidad, Hades? Tú, mi vida… tú me has enseñado que el amor es el sentimiento más hermoso, que dos seres tan distintos pueden acompañarse por toda la eternidad y amarse cada día más aun cuando el resto del mundo no los aprueba… pero ahora— ahora siento que es algo frágil, que podría desaparecer cuando yo no esté…” quería callarse de una vez o tal vez ser cruel y distante con sus palabras, como lo fue cuando iniciaron la plática y solo quería seguir durmiendo para apaciguar sus dudas, no obstante, sigue amándolo con la misma intensidad que antes del desastre, eso es algo que no cambiaría nunca, porque es la única deidad que sostiene su corazón en las manos. Quiere realizar un intento para trasmitirle sus emociones y pensamientos que han estado nublando su juicio, haciendo el tan esperado contacto entre ambos pares de iris. “Temo que esto vuelva a suceder… y yo no esté presente para evitarlo, mi amor.”
Tumblr media
No  quiere  poner  en  tela  de  juicio  la  sinceridad  de  su  amor,  pero  Perséfone  es  una  entidad  del  Olimpo,  ellos  carecían  de  honestidad  y  sus  encuentros  íntimos  con  otros  Dioses  eran  constantes.  Hades  se  muerde  la  mejilla  interna,  sacando  sangre,  puesto  que  no  quería  meter  en  el  mismo  saco  a  Perséfone  que  a  todos  los  demás  Dioses,  y  pensar  siquiera  en  que  su  esposa  no  fuese  a  amarlo  con  esa  intensidad  y  sinceridad  toda  la  vida,  le  hace  juzgarse  a  si  mismo  por  siquiera  cuestionar  en  su  mente  el  afecto  de  este.  -  —Lo  sé,  lo  siento.  He  sido  débil  y  he  sido  injusto  contigo  al  querer  conseguir  amor  e  intimidad  en  una  persona  que  no  eres  tú,  mi  esposo,  el  amor  de  mi  larga  vida…  —  -le  da  su  espacio,  aunque  le  piquen  las  manos  para  tocarlo.  Sonríe  suavemente  ante  la  mención  de  Afrodita,  sabiendo  que  era  cierto  que  la  mujer  aquella  no  aceptaba  que  nadie  fuese  considerado  más  hermoso  que  ella.  -  —No  me  importa,  es  la  verdad  —  -Hades  se  pone  nervioso  cuando  le  ve  volver  a  sentarse,  creyendo  que  por  fin  tendrían  una  conversación  con  el  ónix  y  el  cuarzo  rosado  de  sus  ojos  encontrándose,  no  obstante,  se  esconde  de  él,  rompiéndole  el  corazón  en  miles  de  pedazos  al  ser  él,  quien  juró  protegerle  y  amarle  por  toda  la  eternidad,  presa  del  desdén  de  Perséfone.  -  —Y  no  hay  tiempo  suficiente  para  que  pueda  recompensarte  por  la  penuria  en  que  te  he  hecho  pasar  estos  días,  desde  ese  momento  mi  amor…  —  -no  puede  quedarse  de  brazos  cruzados,  no  cuando  Perséfone  se  culpaba  por  un  error  suyo  y  solo  estrujaba  aún  más  su  corazón  en  el  pecho.  -  —Perséfone,  mi  reina,  por  favor  mírame…  —  -sus  manos  son  rápidas  en  tomar  las  del  otro,  queriendo  apartar  esos  brazos  que  rodaban  sus  piernas,  ocultándolo  de  sus  ojos.  Es  suave  en  sus  movimientos,  aunque  esté  frenético  en  sus  pensamientos  y  palabras.  -  —No  es  tu  culpa  mi  cielo,  lo  que  hice  fue  un  error  mío  y  de  nadie  más.  Te  amo  los  trecientos  sesenta  y  cinco  días  del  año,  inclusive  cuando  no  estas  conmigo  y  el  frío  del  inframundo  me  consume.  Recibo  tus  flores  que  corren  por  el  río  de  Aqueronte,  pequeños  retazos  de  ti  como  una  afirmación  de  que  piensas  en  mi  tanto  como  yo  en  ti  cuando  no  estas  entre  mis  brazos.  No  eres  tu  Perséfone,  nunca  vas  a  ser  tú,  he  sido  yo  y  mi  estupidez  y  lo  lamento  como  te  he  hecho  sentir.   
9 notes · View notes