#María Madre de Dios
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Santa María, Madre de Dios
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#fiesta de santa maría#María Madre de Dios#Santa María Madre de Dios#Solemnidad Santa María Madre de Dios#theotokos#unpasoaldia
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No, I have paypal donation link on my pinned, I will be very grateful for your help and may God bless you and your family 🙏
I will try to sign into PayPal for this 🫡
I cannot stress how important it is to help one another, especially when corporations and/or selfish individuals want to steal all our money. We all have the right to be healthy, and the right to survive. God bless and godspeed 🙏🤍
#Dios te salve#María#Llena eres de gracia#el Señor es contigo.#Bendita tú eres entre todas las mujeres#y bendito es el fruto de tu vientre#Jesús.#Santa María#Madre de Dios#ruega por nosotros#pecadores#ahora y en la hora de nuestra muerte.#Amen
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Rip all mutuals who are mutuals with Vany we've had a good run 🙏
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Novena a Nuestra Señora de Lourdes
Novena a Nuestra Señora de Lourdes Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Oración preparatoria para todos los días ¡Oh María Inmaculada, Santísima Señora de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder al llamamiento que, en persona de la humilde Bernardita,…
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Santa María, Madre de Dios
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ANARQUISMO CRISTIANO El anarquismo cristiano de León Tolstoi es la única alternativa razonable para abordar el evangelio. Tolstoi niega el parto virginal, los milagros, el pecado original, los sacramentos, el infierno y la resurrección como acontecimiento histórico. El escritor ruso apunta que la conversión del emperador Constantino convirtió el cristianismo en una nueva idolatría vinculada al poder político y económico. Desde entonces, las distintas iglesias solo se han preocupado del poder temporal y han explotado las ideas de culpa e indignidad para exigir una obediencia incondicional y atribuir a sus líderes una grotesca infalibilidad. Jesús fue hijo de José y María, acusó al Sanedrín y a Roma de cometer toda clase de abusos e iniquidades, fustigó a los ricos y poderosos, defendió los derechos de los pobres, los parias, las mujeres, los extranjeros y los excluidos, señaló que Dios no era un poder lejano y terrible, sino un padre-madre, y anunció que su Reino se hallaba allí donde había fraternidad, justicia y compasión. Ejecutado por Roma con el apoyo de las autoridades religiosas judías, su resurrección consistió en revelar que la plenitud de la vida solo se alcanza mediante la comunión radical con nuestros semejantes. Cuando prevalezca el amor sobre el odio, “Dios será todo en todos” (1 Cor 15, 28), lo cual significa que la humanidad reunida vencerá definitivamente al mal, simbolizado por el ultraje de la cruz, un castigo reservado a esclavos y rebeldes. La resurrección es el signo de que el verdugo no triunfa sobre la víctima y una invitación permanente a la desobediencia y el inconformismo. No es un hecho histórico, sino un signo utópico. El Reino de Dios está en el corazón del hombre, no en un más allá desligado de la historia, y exige luchar aquí y ahora contra cualquier forma de injusticia. Los cuatro evangelios canónicos fueron el producto de una elaboración colectiva. Fueron escritos, reescritos, modificados y, en no pocos casos, alteraron el mensaje original de Jesús, ese joven rabino de Galilea que probablemente jamás se proclamó el Cristo, sino el portavoz de una Buena Noticia que el poder temporal de su tiempo consideró peligrosa y subversiva. Las iglesias actúan como vulgares partidos políticos y, en la mayoría de las ocasiones, se alinean con las ideas más reaccionarias. Deberíamos olvidarnos de ellas y aprovechar las lecciones esenciales de Jesús: amar al prójimo, desterrar la violencia, cultivar la sobriedad, vivir solidariamente, no escatimar el perdón y ejercer la autocrítica. El evangelio de Mateo enuncia con nitidez la esencia del mensaje cristiano: “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. No hacen falta templos ni sacerdotes para poner en práctica este mandato.
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Para divine consecutio
Tengo una duda con el dios de tu AU, como existe Jesús en este AU eso significa que también maría?
Y otra pregunta enserio embarazo a maría o como es la cosa? 👀
Dios sabe que María tenía esposo? Y como el esposo de María se lo tomó? Los tres se conocen?
Como Jesús como se lo tomó? Adam se rio de la situación?
Para Dios, Dios técnicamente tu fuiste el amante "imaginario" de María XD
Ay no ya me imagino a adam riéndose por esto, ahora adam tiene un buen argumento para ganarle en las discusiones a Jesús y Dios como de que tipo.
"Y tu fuiste el amante de María"
O tipo
"y tu eres producto de una aventura"
Lo siento es que me causa mucha risa por favor haga algo así XD
Dios no se enoje conmigo por favor yo lo quiero muchísimo, creador/a podría pedirle a Jesús que me salúde? por favor que es la cosa mas bella en el cielo hasta podría robarse lo a Dios y tenerlo en mi casa.
Dios me deja quedarme con su hijo Jesús? Plis.
||🪽 Divina Consecutio 🪽||
Pues María quedó embarazada debido al espíritu santo que se le fue advertida debido a Gabriel, como se dice las escrituras, vamos de toda la vida cuando alguien aprende de la biblia, ya que Dios quedó impresionado por su pureza, así que era digna de cargar con su hijo.
Así que no hubo nada sexual. Ni que Dios fuera Zeus.
Jesús tiene dos padres y una madre, y los ama por igual.
María y José no conocen a Dios en persona, ya que Dios se mantiene alejado de las almas humanas y de cualquier interacción mundana e innecesaria.
Dios no sería un amante, ya que no ama ni conoce a María. Solamente la vio como alguien digna de cargar con el alma de su hijo Jesús para salvar a la humanidad del pecado, como dije, ni que fuera Zeus.
Adam no se mete en ese tema, pero si conoce a José y a María debido a que Jesús lo presento ante ellos como su "hermano mayor" (ambos lo tratan como un hijo más de la familia, Adam casi llora por eso)
Jesús: Hola hij/oa mío/a, espero que tengas una buena semana.
Dios: No. No puedes, blafema/o.
#hazbin hotel#hazbin hotel fandom#hazbin hotel adam#hazbin adam#adam hazbin hotel#god hazbin hotel#hazbin god#hazbin hotel god#hazbin hotel jesus christ#Divina Consecutio 👁️
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“La última meta del ambicioso no es adquirir una cosa de valor, sino ser más estimado que otros”
Max Scheler
Fue un filósofo alemán, nacido en Múnich en agosto de 1874, de gran importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la antropología filosófica, ademas de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión.
Max se bautiza en la iglesia católica, su padre era protestante y su madre judía.
Al finalizar sus estudios básicos, se matricula en la Universidad de Múnich pero al siguiente año decide trasladarse a la Universidad de Berlin para estudiar filosofía y sociología.
En 1897 presenta su tesis doctoral dirigida por Rudolf Eucken, quien fuera galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1908.
Su escrito “El método trascendental y el psicológico” le hace merecedor del nombramiento de docente en la Universidad de Jena y es pen 1902 cuando conoce al filósofo y matemático alemán Edmund Husserl.
El encuentro con Husserl le hace quedar marcado por el denominado método fenomenológico (el estudio filosófico del mundo, a través directamente de la conciencia).
Derivado de un escándalo provocado por su esposa, de conducta inmoral, Scheler se ve obligado a abandonar la docencia y se traslada a Berlin en donde con el apoyo de sus amigos y de su incansable capacidad de trabajo, permitió que afloraran la mayoría de sus mejores y mas importantes obras.
Scheler se divorcia de su esposa y contrae matrimonio civil con su alumna María Scheu, en donde fue considerado como apóstata por los creyentes y cristiano disimulado por los si creyentes.
Dentro de algunas de las instituciones mas importantes destacan; “El resentimiento de la moral” (1912), “Los ídolos del conocimiento de si mismo” (1912), “El formalismo en la ética y la ética material de los valores” (1913), “Muerte y supervivencia” (1911-1914) entre muchos otros.
Es muy difícil pensar en gran parte de la ética, de la psicología o de la antropología del siglo XX sin la influencia de Scheler. Sus aportaciones en la filosofía de la religión, y en la Teología moral fueron decisivas.
Se han distinguido tres etapas en la vida de Scheler y en su posición doctrinal. Durante su juventud estuvo dominado por la influencia de Eucken, después seguirá la influencia fenomenológica de Husserl, sin perder sus aficiones vitalistas y afectivistas de Eucken, y su madurez por su posición teista.
La filosofía de Scheler considera fundamentalmente tres problemas o cuestiones dobles; el conocimiento, y los valores, la vida y el hombre, los sentimientos y Dios.
La persona es para Scheler esencialmente espiritual. El espíritu no es, propiamente, ni la inteligencia ni la voluntad: es mas bien un principio nuevo. El acto de separar la existencia y la esencia constituyen la característica diferencial del espíritu humano. En conjunto, el espíritu de la objetividad.
A cada persona corresponde un mundo y a cada mundo una persona, en donde la persona-individuo se articula en una comunidad.
El hombre como realidad natural no escapa a su animalidad, pero el hombre también tiene otro sentido: es el ser que ora, que aspira a trascender; es el buscador de Dios. En donde Dios es un ser vivo y personal.
Max Scheler muere en Fráncfort de Meno en mayo de 1927 a la edad de 52 años.
Fuentes: Wikipedia, filosofia.org
#alemania#max scheler#filosofia#catolicismo#alma#espiritu#notas filosoficas#filosofos#filosofando#citas de escritores#citas de filosofos#frases de filosofos#notas de reflexion#frases de reflexion
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«Abandona el deseo de pecar y encontrarás a María, te lo aseguro, más pronta para amarte que la madre que te dio el ser».
"Abandon the desire to sin and you will find Mary, I assure you, more willing to love you than the mother who gave you your being."
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"Put me down! Santa María, madre de Dios, LEO- You're gonna let me faALL!" Bella squealed and Jonah chuckled, leaning against a sculpture as he watched Leo do a pirouette on the ice, with Bella thrown over his shoulder.
They were in the backyard of the Atwood-Howard property and the lake had frozen over a while back, making the ice thick enough to be skated on. Leo had been more than happy to show off the fact he could skate like a pro, much to Bella's chagrin, since she could barely stand on the ice.
"I'm not gonna let you fall, don't be silly," Leo laughed, taking a hand off her calf so he could open one of his arms and twirl them again. Bella let out yet another yell at that, wrapping her arms around his back, since she was upside down, slumped over his shoulder.
Jonah raised his eyebrows, if he ever did that with Leo, he'd have a case of vertigo so bad it'd knock him into the next week. His boyfriend chuckled again, grabbing Bell's waist and straightening her up.
She swayed on her feet, dizzy and off center due to all the spinning around and slipped on the ice, almost falling on her ass, wasn't it for Leo grabbing her wrists and keeping her put.
"You're so mean," Bella groaned, leaning forward and pressing her forehead to his chest, while the blonde pushed the hair off his sweaty, flushed face, flashing Jonah a bright smile from across the yard.
Jon was aware he was gawking and he had long given up pretending he wasn't. Leo was just so stupidly nice to look at, as he skated backwards effortlessly, that huge devil may care smile on his face, cheeks all red and eyes sparkling. He had removed his puffy jacket, thanks to all the moving around, and Jonah could see the baby blue sweater he was wearing glued to his body, straining around his bicep as Leo pushed his hair back.
"I'm gonna catch you, don't worry," he was saying, voice in his usual cadence, so smooth and soft, holding Bella by her hands, "really, Bell, it's not that hard. Move your feet in Vs."
"There are blades to my feet," Bella scoffed and Leo only smiled, pulling her around.
"You're staring," Lucas said, walking back outside. He was holding a large thermos, filled with hot chocolate for all of them, and Jonah immediately reached for it, his stomach grumbling at the sight.
"My boyfriend is hot," Jon shrugged, grabbing one of the electric cups Luke had brought, that was already slipping in his hold, and filling it up with hot chocolate, "took you forever."
"You could've come help," Lucas scoffed, but there was almost no heat in his voice. He sounded exhausted. He looked over Jon's shoulder, to where Bella and Leo were still skating, "Hey! I brought chocolate!"
"In a minute!"
"I'm not hungry!"
Were the two answers and Lucas rolled his eyes, planting the two remaining cups on the outside table and collapsing on the bench. He filled up a cup for himself, shivering, and Jonah finally forced his eyes away from Leo in order to assess his friend.
He looked a wreck. Which wasn't exactly news, because Jonah had already noticed Luke looked like he was ready to topple over for over a week now, but today it was even worse.
He was really pale, with under-eyes so dark and deep, they looked bruised. His lips were pale and slightly chapped and today there was a slight sheen of sweat all over his forehead, which gave Jon an inkling in what this could be.
Without waiting for permission, he removed one of his gloves and planted his hand on Luke's forehead, pushing his hair out of the way. It was a testament to how horrible he must be feeling, that Luke didn't pull back. In fact, he didn't even flinch, barely seemed like he had felt the hand at all.
"Aaand you're sick," Jonah sighed, pulling back his hand as he felt the heat, "goddammit, Luke."
"It's fine," Lucas sniffled, taking a gulp of the hot chocolate, "I took some ibuprofen already, it should pass soon."
"When? Is Bell aware you're sick?" Judging by her happy, gleeful squeals across the yard, Jonah concluded that she didn't know. Luke shook his head, confirming his suspicion.
"She's having fun and I'm an adult, let her be," he pulled on his coat, shivering violently, "really, you're letting the degree go to your head, I'm fine. Stop glaring at me."
"I'm not glaring," Jonah snapped back, although he definitely was. He didn't like one bit that Luke was playing the martyr, "at least go back inside where is warm. Under the covers, preferably. Since you're an adult."
"Uhmm," Luke smiled lightly, leaning back against the table and pressing his eyes closed, rubbing his temple with his free hand, the other one holding the cup, "inside is boring."
"No one wants you here, go to bed," Jonah scoffed and immediately regretted it, as Lucas opened his eyes in shock and he could see the flash of hurt in them. Jon cringed at his words, shifting uneasily on his feet, "really, Luke, go back inside, you'll make yourself sicker out here."
Luke nodded, all stiff and still looking like a wounded puppy. He planted his cup back on the table, "yeah, uh... Okay, you're right..." he got up and quickly and quietly made his exit.
Jonah felt terrible. It was one thing yanking at Luke's chain when the other man deserved it, exchanging insults and bickers was basically how they showed affection to each other, but it was a different thing to kick him when he was already so down.
He paced nervously, glancing at the path that led back to the mansion, than to Leo and Bella. She finally had managed to skate without falling, although she was still wobbling, and Leo had his arm hooked with hers, pulling her around as they chatted and laughed. It looked like he was reenacting a musical, although Jon wasn't sure.
"Guys, I'll be right back!" He yelled, not that either of them even heard him, and planted his cup alongside Luke's abandoned one, rushing back to the house.
Lucas was such a pain in the ass, he thought bitterly, looking around the empty living room. Why didn't he just stay in bed to begin with? It wasn't like he was ice skating anyway!
Jon sped through the mansion, cursing the sheer size of the place and the confusing floorplan. He hadn't been inside in a long time and wasn't sure which corners to turn, but where his brain was confused, his feet were not. Muscle memory kicked in and Jonah found himself in front of an ajar door in the third floor.
He was about to knock and ask if he could come in, when Jonah heard Luke hacking up his lungs with violent coughing. It was deep in his chest, the horrible coughing loud enough to be heard from the hallway, despite the fact he was locked inside the bathroom. Jon, who had already let himself in, paced the bedroom, overhearing as the coughing turned into heaving.
There was a small noise, like a whimper, and then liquid hitting liquid, followed by more coughing. Jonah bit down a whine of his own as he heard the pitiful sniffling coming from the bathroom, gluing himself to the door and lightly tapping on it.
"I'm fine, Bell..." Luke sighed, his voice barely above a whisper, all hoarse. Jonah knocked with a little more force.
"I'm not your wife," he said, almost pressing his ear to the door, "and you don't sound fine."
"Go away, Jonah," Lucas groaned, but his voice was stronger. Jon heard as the toilet was flushed, then the sink turned on. More silence. Then finally the door unlocked and Luke stepped out.
Now he looked downright dead. Jonah frowned as he noticed his friend's horrible pallor and the manner Luke was grabbing on the doorway to stand up.
"Are you gonna pass out?" Jonah said, studying him and Luke only shrugged, pressing his forehead to the wooden threshold and breathing slowly through his mouth.
"Just give me a fucking minute."
Jonah bit down the sassy response he had on the tip of his tongue and waited, tapping his foot on the ground. He counted 20 taps before Lucas straightened up and stumbled to his bed, all but falling on it.
"Get out of my room."
"I'm going to take a wild guess and say you puked the ibuprofen," Jonah said, instead of obeying Luke's order. He walked closer to the bed, pushing the other man's thigh and removing his shoes with two good yanks, "and that you took the pills in an empty stomach and now you're queasy."
"Get out of my roooom, Jonah," Luke scoffed, burying his head in the pillow and muffling a string of coughs. He tried to kick Jon out of his bed, but his movements were sluggish, easily avoided and weak, so Luke gave up quickly.
Instead, he continued to cough and then curled up, face pressed to the pillow.
Jonah rolled his eyes at the reaction, poking Lucas' back, "where's your thermometer?"
"G'away."
"Where. Is. The. Thermometer?" Jonah repeated, poking Luke at each word, causing him to roll around and glare at the other man. Luke's green eyes were blood shot and his face all splotchy where it had been pressed to the pillow.
"I don't fucking know, Jon," he said, then winced and curled up an arm around his middle, confirming Jonah's suspicion about the queasiness due to the ibuprofen on an empty stomach.
"Well, you're really warm," Jonah sighed, pressing the back of his hand to Luke's forehead, "I'm gonna get you some tylenol, don't move."
"You just carry tylenol around?" Luke frowned, confused, trying to follow Jonah's movements with his eyes, but giving up once that made him dizzy.
"I have some back home, it's not even gonna be 15 mins to go get it and be right back. Stay put," Jonah said, fixing his jacket and zipping it up to brave the cold outside. He got no answer aside from more coughs.
Jon opted for using the living room entrance, avoiding the backyard so Leo and Bell wouldn't be able to tell he had left. He jogged between the two houses as quickly as possible, but wasn't surprised once he got into Luke's room and found him missing.
"Bloody arsehole," Jon whispered darkly, before saying louder, "Luke? Where are you? I told you to stay in bed..."
A small cough answered him and Jonah pinched his nose bridge, counting to 10 and then backwards as he gathered his patience and realized he'd have to follow the noise in order to find the other man, "an adult, my arse..."
Luke was actually in the room opposite to his in the third floor, the big black door slightly ajar and Jonah hung uncomfortably at the threshold, not wanting to go in. It was the house's main suite.
"Luke... Dude, c'mon, let's get you settled back in bed, Leo and Bell should be coming inside any minute now. They're definitely wondering where we vanished to..." Jonah said, while Luke had his back turned to him, sprawled on the bed, "this is really childish, you know?"
"Then fucking go, no one asked you to be here," Lucas' acidic answer startled him and Jonah straightened up, noticing the roughness of his friend's voice. Not just due to the coughing, it sounded like he was choked up.
"I can't just leave you like that," Jonah rolled his eyes, putting aside his qualms about entering the room and circling the big king sized bed. Luke's face was half red, due to the angry fever blushing his cheeks and the strain of coughing. He was curled up and Jon followed his gaze, noticing it went straight to the big window, the view showcasing the orchard covered in snow.
"Luke," he sighed, crouching down and grabbing the other man's arm, "let's go back to your own room, okay?"
"She was lying right here when she died," Luke mumbled, making Jonah freeze. He was aware Lucas had been there when his mom passed, but not the nitty gritty details. He didn't want to know this, "I fell asleep on that chair," he raised a shaky hand, pointing an armchair near the window, "and woke up to her seizing."
The fact that he was spilling up like that had Jonah pressing his hands to Luke's warm cheeks, hissing as he realized his fever had already climbed.
"You need to take some meds," Jonah grabbed his bicep tighter, pulling him into a sitting position and quickly wrapping an arm around Luke's chest, "c'mon, help me, you're super heavy."
Downstairs, he could hear giggling, Leo and Bella entering the house. Jonah cringed, forcing Luke up, "they're gonna find you in here, is that what you want?"
Lucas shrugged, but quietly allowed Jon to drag him up and out of the room. Sadly they were still in the hallway when Leo's head appeared on the stairs.
"Hey! We've been looking everywh- What is this?" There was a cold edge to Leo's words, as he took in the scene, Lucas draped over Jonah, an arm around his neck. Jonah rolled his eyes at the slightly jealous tone.
"Help me? He's really heavy..."
Immediately Leo's frown cleared up, being replaced by worry and he rushed up the steps, "what the fuck, Jon? Luke... Hey, Luke?" he wrapped an arm around Lucas' opposite side and Jonah breathed out in relief as the weight was half removed from him.
"Leo, there's a fucking bowling all- Lucas!?" Bella's voice caused Jonah to cringe and he barely braced as Bell climbed the stairs two steps at a time and rushed to cup her husband's face, "babe, baby, why- What's wrong? He's burning, what-"
"The idiot's been running a fever since morning," Jonah rolled his eyes, "let's get him back to his room."
"Why didn't you fucking tell me!?" Bella hissed and Jonah wasn't sure if she meant this for him or Luke. Both, probably. Lucas was entirely unresponsive, safe for a couple sniffles and looking more and more pale by the minute.
Jonah wanted to pretend he wasn't concerned, but it would be stupid, given how low his stomach was sinking as he felt the heat roll off his friend. All four of them stumbled into the bedroom and dropped Luke on the bed, where he promptly curled up, his face scrunching up as if he was about to cry.
"I'm sorry..." he said, probably to Bella, since her face was the one closest to his.
"Whatever for, baby?" She pushed his sweaty bangs back, looking up with a panicked look to Jonah, "did he take any meds? Oh god, how didn't I notice-"
"I didn't want you to..." Luke sniffled, moving so his head was resting on her thigh, "you were having fun... And- And I'm a mess."
"Sweetheart," Bella groaned, still combing his hair, her other hand rubbing his back, "you're not a mess, you're just sick-"
"No," Luke groaned, shaking his head and Leo exchanged a look with Jonah, looking both concerned and intrigued, "no, I'm a mess. I'm- I've been a mess, I don't... I don't know how to fix this."
"There's nothing to fix, Luke," Bella whispered, looking up again, even more worried, "can he take anything? His temperature is really high..."
"Yeah, here-" her tone sprung Jon into action and he remembered the bag he had brought over from his place, with medicine and a thermometer, "get him to drink this..."
Leo seemed bothered as he moved closer, sitting on the edge of the bed and planting a hand to Luke's knee. He didn't say anything, but Jonah could almost sense the tension rolling off of him.
"Baby, it's just a tiny pill, okay?" Bella huffed, pushing Luke sitting up slightly, "here, your water bottle..."
"I'm okay," Luke said in a hoarse rasp, "it's alright, you don't have to do this, you don't have to baby me..." he took the pill, swallowing it down with a gulp of water and then curled back up, Bella grabbing his bicep to force him back on her lap, instead of on the pillow. Clearly she was not just worried, but guilty as hell.
"I'm not babying you," Bella rolled her eyes, taking the thermometer that Jonah handed to her without a word, "open up, Luke..."
He obeyed without a word and Leo let out a small noise as he realized there were tears streaming down Lucas' face.
"He's not normally this emotional with a fever..." The blonde mumbled and Jonah nodded in agreement, arms crossed to his chest, feeling every bit as helpless and confused as his boyfriend was. Bella looked away from them, biting her lip.
"I think you two should go..."
"No," Jonah scoffed, before Leo could. Leo, who looked downright offended, "we're not leaving... Something's wrong, Bell. Luke is not normally this emotional and he's been acting like a kicked puppy all week, so... Please, don't keep us in the dark."
Bella shook her head, glaring at her own lap, but before she could speak, Luke did.
"Vince's leaving," he whispered, eyes closed, head pressed against his wife's stomach and dropping the thermometer on the mattress, "and my degree is a waste of time... And I... Everything takes so much energy and effort and-" he started coughing, while Leo got up from the bed as if it was burning him, starting to pace the room, fingers curling in the roots of his hair.
Bella frowned at the blonde, rubbing Luke's back still, "baby, sit up, you're just making it harder on yourself..."
He shook his head, not finding it in him to sit up and the quieted down again, letting out a small whimper. Leo paused pacing, just to glare at Lucas.
"For how long has this been going on?" He asked, his voice so impossibly soft it made Jonah flinch and want to reach out for him. Comfort him.
Luke shrugged again, "a while," he mumbled, "I don't know, almost two months...?"
Bella frowned, pausing the back rub and bending down so she could get a better look of his face, "two months? Since November...? I thought you only found out about Vin in December..."
"I did," Luke sniffled, closing his eyes and adding, "but the rest has been here already."
Leo cursed under his breath and then bolted out of the room and Bella frowned even more, looking at Jonah and then gesturing to the door with her head, "go. I got him," she mouthed, without making any noise and Jon nodded, gratefully, before speeding after Leo.
Bella sighed, sinking back against the pillows, "Lu..." she fiddled with his hair, curling it around her fingers, "babe, I think you need to see someone when we're back home. This doesn't sound right..."
"See someone?" Lucas pulled back, his eyes overly sparkly with the fever, grabbing his throat as it ached, "no. No, I'm fine, I'm-" he turned his head, muffling another coughing fit against his elbow crook, then shaking his head again, "no. I just don't feel well, I don't need to see anyone..."
"Lucas," Bella cupped his face, taking a deep breath through her nose and urging him to do the same, only for him to cough all over again. She waited until it stopped, a hand on his back and the other on his chest, feeling the way his heart was hammering, "Luke."
"I'm okay..." He rasped out and she rolled her eyes, pressing a kiss to his brow.
"No, baby, you're really not," she pushed his hair back, "but we'll handle this together, alright? For now, just lie back down, I'm gonna get a washcloth for your head."
#mywriting#sickfic#lucas atwood#cold#coughing#fever#tw: depression#emotional whump#luke spills the beans about vince leaving
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🧊 Bruno Bucciarati 🧊 [01] Secreto de una enfermera
Sinopsis: Bruno Bucciarati, capo de la mafia italiana más importante, mentor, gran amigo y leal, pero también es famoso en su círculo de amistades más próximas como el monstruo de las cosquillas... y María se enterará de ello.
Ship: Bruno Bucciarati, María Smith
Fandom: Jojo's Bizarre Adventure
Recuento de palabras: 6996
*Italia, Passione. Bruno Bucciarati agradecía todos los días de estar vivo, también agradecía de que sus compañeros estén con él y todo fue gracias a una sola persona, María Smith. Ella apareció mucho antes de pelear con Diavolo y por sus poderes de curación y hielo, sanó a cada uno de ellos en el camino, evitó muchas muertes de otros. Al tener un poder de regenerar incluso las células muertas, es una enorme responsabilidad y es por eso que no se hizo pública su imagen. También borraron su información y pronto iban a cambiarle el nombre y varios de sus datos, debían cuidarla a toda costa. Se convirtió en un miembro más en Passione, todos la quieren por su gran amabilidad y compresión, en especial Mista, Narancia y Trish. Giorno la respeta mucho y Abbachio solo la ignora, a veces le hace alguna que otra broma pero a ella parece no afectarle. Incluso recuerda que la vez que Abbachio quiso darle de beber su propia orina en una taza de té, María se dio cuenta al instante y se la tiró ensima, después nos comentó que se recibió como médica y el aroma ya lo había olido varios minutos antes de la pesada broma. Ese día se enojó mucho con Abbachio y casi terminan en una pelea, pero Giorno los detuvo y él también. Aunque María parecía muy dulce, sospechaba que no conocía su lado "loco", su lado límite. Tampoco sabía de sus familiares, nunca hablaba de ellos, de hecho, cuando le preguntaba acerca del tema simplemente sonreía y lo desviaba o respondía con un "Está todo bien". En su registro leyó que tenía dos hermanas, un padre, una madre que falleció por cáncer de mama cuando ella tenía doce años, y que era adoptada en la familia. Su padre es un cirujano muy importante y posiblemente había salido de allí su pasión por la medicina (o quizás no)*.
Bruno: *Todo eso repasaba mientras ayudaba a poner la mesa para almorzar con los de su grupo, hoy al ser un día con una temperatura muy baja iban a comer pastas con tuco y carne picada, un clásico. No tenía tantos asuntos que atender así que ayudar a los meseros y demás empleados no le costaba nada, le gustaba hablar con ellos* ¿Mh? Buenos días, María *Le sonríe con amabilidad al verla entrar al comedor*.
María: *Se acerca y le da un beso en la mejilla a modo de saludo* Buenos días, capo ¿ayudo en algo?
Bruno: *Cuando vino ella se implementó poco a poco el saludar anotras personas con un beso en la mejilla, no estaban acostumbrados pero en la cultura de ella era muy normal (Latinoamericana)* Oh, descuida, ya terminé *Coloca los últimos cubiertos en la mesa* ¿Cómo van esos estudios? *Toma asiento en su silla esperando a que se haga la hora de comer*.
María: *También toma asiento a su lado* Bien, ya han autorizado el ingreso de nuevos suplementos para el proceso, y los científicos de otros lados me están ayudando a descifrar todo esto. Creo que lograremos hacer un gran avance tecnológico *Así es, querían crear una máquina que tuviese la capacidad de saber si la persona era portador de un stand o no a través de un laboratorio de sangre* Pero hay que tener paciencia, no todo sale de un día a otro. Puede tardar semanas, meses o años. Siempre hay que ser optimistas y seguir hacia adelante *Le regala una bonita sonrisa*.
Bruno: *Estaba serio mientras la escuchaba, pero al finalizar le devuelve una sonrisa de aprobación* Esa es la actitud, sigue así. Por el momento no hemos recibido noticias de ningún otro resto de flecha, así que estamos centrándonos en reorganizar Passione, limpiar el desastre de Diavolo y contratar a gente nueva.
María: Me parece una buena decisión *Estira su mano para tratar de agarrar la jarra con agua, pero retrocede al sentir un dolor horrible en su hombro* ¡Ay ay! *Suspira con pesadez moviendo su brazo haciendo rotación de hombros*.
Bruno: *La observa con atención y preocupación* ¿Estás bien?
María: Sí, no te preocupes. Los entrenamientos de Abbachio me pasaron por arriba como un camión. Sé que no estoy en forma, es una realidad. Me ha costado bajar de peso y el entrenamiento más el trabajo, a veces siento que es mucho.
Bruno: Oh, Abbacchio no es amable cuando suele dar entrenamientos *Se pone de pie de la silla y se acerca a ella* Te haré masajes, creo que estar mucho tiempo sentada en el escritorio también te perjudica. Después veremos escritorios que se puedan elevar automáticamente, o una mejor silla *Posa sus manos sobre sus hombros y con cuidado va presionando sobre sus músculos* ¡Oh! Menudos nudos tienes *Estaba sorprendido*.
María: ¡Ouch! ¡Ouch! Uff, así parece. Gracias *Sentía alivio cuando le hacía masajes, dolía mucho pero sabía que mañana se sentiría muchísimo mejor* ¿Crees que logre bajar de peso? Me encantaría rener una mejor figura. Mi profesión me ha obligado a no tener tiempo para actividades físicas o hobies que impliquen moverme, pero en serio me encantaría verme mejor y sentirme mejor conmigo misma *Mira al frente con esperanzas de que en un futuro su sueño se cumpla*.
Bruno: *La escucha atentamente. Suponía que quizás tiene algún defecto o inseguridad con respecto a su cuerpo, peso, figura y de sentirse bien o mal con todo eso. Debía sentirse apoyada y eso iba a hacer* Mira, yo te veo bien. Sí que es cierto que estás unos kilos sobre tu peso ideal, pero el hecho de empezar a ejercitarte es un enorme cambio para ti, mejorará a medida que pasen las semanas y los meses, ten paciencia, hace quince días que empezaste. Cambiar tu rutina y hacer que sea diferente es un gran paso, hiciste que cambie tu día a día, y ese es un comienzo *Sonríe mientras seguía masajeando sus hombros y amasaba su espalda lo más fuerte que podía*.
María: ¡Ahg! *Se queja varias veces por el intenso dolor* No me hagas recordar *Suspira al retroceder en su memoria los días de entrenamiento tan intensos que tuvo con Leone, no tenía piedad alguna ni paciencia* Va a matarme un día de estos *Sonríe un poco por su exageración*.
Bruno: No digas eso *También le causaba gracia*, hablaré con él para que no sea tan exigente. No queremos que te baje la presión o peor aún, te lesiones *Por un momento apretó entre el músculo de su espalda y pasando su dedo gordo sobre su clavícula para depositarlo en el hueco que había, pero no se esperó la reacción de su compañera. Se retorcio del lado que apretó como esquivando algo y una sonrisa temblorosa apareció en su cara* ¿Mh? ¿Te hice daño? Lo lamento *La mira preocupado*.
María: O-oh, no, no, descuida *Se pone derecha otra vez* Me hiciste cosquillas, no fue dolor de nada *Miró al frente pensando que el tema iba a quedarse aquí*.
Bruno: Oh *Su cara de preocupación y sorpresa cambió repentinamente a una más relajada y juguetona*.
Bruno: Oh~ *No pudo evitar que una sonrisa de travieso aparezca en su cara* Así que la fuerte, estudiosa y poderosa María Smith tenga algo tan sencillo como unas pequeñas cosquillas. Creo que no estas muy enterado de cómo funcionan las cosas aquí *Dijo posando ambas manos en sus hombros*.
María: ¿E-eh? *Su voz se cortó, pasó tan rápido que no se esperó nada de eso* ¿De q-que hablas? *Pregunta con voz temblorosa y girando su cabeza para mirarlo a los ojos*.
Bruno: Verás, querida *Se inclina hacia adelante para observarla mejor, hacer un contacto visual que la ponga más nerviosa de lo que ya estaba* Cuando alguien de aquí está cansado, triste o desganado, suelen poner una sonrisa de inmediata cuando me ven pasar... *Amplía su sonrisa* porque soy el monstruo de las cosquillas para todos ustedes *Dijo apretando suavemente en ese hueco sobre su clavícula*.
María: Ah, *Dice sin mostrar sorpresa* bueno. Para tu mala suerte, no tengo cosquillas. Ese solo fue un reflejo, ya sabes, de cuando uno está muy atento *Levanta sus hombros sin darle importancia al asunto. A primeras era buena aguantando las cosquillas, por ejemplo, si alguien le picaba el estómago un par de veces o las costillas. Otro tema es que si se disponían a hacerle muchas cosquillas, ahí sí no habría manera de cubrirlo*.
Bruno: ¿Mh? Por favor, todo el mundo las tiene, es imposible que tú no, además, acabas de- *Iba a decir otra cosa, pero justo entró Mista y Narancia al comedor, estaban hablando sobre un videojuego nuevo*.
Mista: Sí, lo lanzaron la semana pasada y ya está en las tiendas, deberíamos comprarlo *Se sienta en su lugar no sin antes saludar a su jefe* Hey, Bruno *Sonríe emocionado* ¿recuerdas el juego que te comentamos? Iremos a comprarlo esta tarde, así que saldré con Narancia *Dice con mucha emoción*.
Narancia: ¡Sí! ¡Y es edición limitada! Estuvimos ahorrando para este momento *Mueve sus manos con alegría*.
Bruno: *Mira a sus colegas y no puede evitar sentirse orgulloso del fruto de su trabajo* Se lo merecen, pero tampoco quiero distracciones, ¿ok? Vayan con cuidado *Aún posaba sus manos en los hombros de la chica y de vez en cuando daba pequeñas presiones sobre su clavícula*.
María: M-mh *Traga con dificultad, no se esperaba para nada la actitud tan divertida y a la vez dominante de su jefe* ¡S-Si! *Sus mejillas se tornan levemente de rosa* Me alegro mucho por ustedes. Después me enseñan qué tal el juego *Otro pequeño apretón. Justo donde su jefe estaba tocando es el lugar que menos se podía aguantar la risa. Digamos que toda la zona del cuello, nuca, orejas, clavícula y hombres eran extremadamente sensibles*.
Narancia: ¡Obvio! Es multijugador, nos falta un mando más y podremos jugar los tres *Sus ojos se iluminaban al imaginarse una noche de películas, con el juego nuevo, sus amigos y comida chatarra de por medio*.
Mista: ¡Sí! Vamos a conseguir ese mando hoy *Dice decidido a comprarlo, no eran baratos los diseños que querían pero coleccionarlos se había vuelto una cosa entre los dos*.
Bruno: Bueno, ya vamos a almorzar *Deja que Mista y Narancia hablen de las cositas extras que querían adquirir esa tarde, una lámpara de lava, lámparas de colores y decoración para su habitación gamer* Le recomiendo, señorita Smith *Se inclina hacia un costado para verla a los ojos* que se comporte en la mesa hoy, Giorno ha estado observando cómo opera en el ámbito laboral al igual que en el de descanso, no querrá largar risotadas en medio de la comida *Y dicho eso, soltó finalmente sus hombros para volver a su asiento* Hoy habrá pastas *Habla con un torno normal e incluso más inocente*.
María: *Otra vez se le dificulta tragar, ¿cómo iba a ponerla nerviosa en mitad del almuerzo? ¿usando su stand? ¿y por qué Giorno la evalúa todo el tiempo? ¿será parte de algún plan del capo? Todas esas preguntas se iban acumulando en su cabeza que apenas podía terminar de procesar lo que sucedió* S-Si, suena delicioso *Junta sus manos bajo la mesa y mira la puerta de ingreso, Giorno, Fugo, Abbachio y Trish pasan y se sientan en la mesa* Buen día *Endereza su espalda y sonríe amablemente*.
Trish: ¡María! *Se acerca rápido a ella y le da un abrazo. Había estado de viaje así que por una semana no pudo verla* ¿Cómo estás? ¿cómo es que sobreviviste tanto tiempo con estos chicos? *Se sienta a su lado*.
María: Hola, hermosa *Estaba muy feliz de volver a verla* ¿Cómo le hago? Mucha paciencia *Se le escapan unas risitas por el chiste*. Venga, cuéntame de tu viaje *Y así estuvieron hablando un buen rato mientras esperan la comida. Bruno no la molestó en ese tiempo y eso le causaba miedo, ¿ahora no la molesta? ¿qué estaba tramando?* Me alegro mucho de que la hayas pasado bien, un viaje de estudios siempre despeja la cabeza *Hace memoria un momento de sus anteriores viajes de estudio, no era tan agradables como los pintaban los profesores, su padre siempre le ponía mucha carga a sus hombros en cosas así, por ser hija de él solamente*.
Trish: Y bueno, te traje unos regalos *Dice con un brillo en los ojos* ya que, has eatado con nosotros tres años, hay que celebrarlo, ¿no? *Los demás del grupo prestaron atención, no todos, Abbachio estaba con sus auriculares y Mista escuchando a Narancia*.
Giorno: Es verdad, hoy se cumplen tres años *Mira a María y le sonríe con amabilidad* Felicidades, agradezco mucho que estés con nosotros. Haces un excelente trabajo.
María: Gra- *Sintió un abrazo enorme sobre sus hombros, era Narancia que se abalanzó para despeinar sus rulos incontrolables* ¡Jajaja! ¡También te quiero mucho! *Correspondió al abrazo*.
Narancia: ¡Jeje! Dos mujeres conviviendo con nosotros, ese es un buen logro *Recibió un golpe de parte de Trish y otro de Bruno bajo la mesa* ¡Auch! ¡Vale, vale, era una broma! *Mueve sus manos y se vuelve a sentar* Solo digo que nos soportan muy bien.
Trish: ¡Mh! *Se cruza de brazos frunciendo el ceño*.
Giorno: *Pidió con un leve gesto que su nuevo cocinero personal ya pueda llevar los platos a la mesa, y rápidamente se puso manos a la obra y con gran habilidad, dejó varios platos de pasta* Gracias *Toma un pañuelo blanco y lo coloca sobre sus muslos, era por si se manchaba con salsa*.
Mista: ¡Whoa! ¡Se ve delicioso! *Cuando el mesero dejó su plato de pastas sobre la mesa, empezó a comer enseguida, le rugia fuerte el estómago* Oh, que bueno que está *Habla con la boca llena*.
Bruno: Modales *Lo reprende* Gracias por la comida *Y dicho eso, empezó a comer como los demás*.
Giorno: *Le lanza una mirada severa a su mesero que solo ambos podían entender y lo vio retirarse. Comió a gusto* (Cocina muy bien).
María: *Durante el almuerzo, todo fue bastante normal. Habló con Trish sobre unos libros nuevos, ropa que vio en un local y maquillaje, no era de pintarse pero Trish sí, así que hablar de ello la hacía feliz* ¿Un labial azul? Uh, podemos ir este fin de semana por ese, se vería genial en ti. Me gustaría probarme algunos tonos de marrón o violeta pastel, algo más disimulado para mí *Come de la pasta* Mhh, que delicia.
Bruno: *Mientras comía, de vez en cuando miraba a María. Había activado al monstruo de las cosquillas y tenía una curiosidad latente, ¿María Smith era cosquillosa? ¿qué tanto? ¿dónde? Había días donde su compañera estaba de mal humor por una cuestión de hambre o cansancio de tanto trabajo y no sabía cómo animarla, ¡pero ahora sí! Quería molestarla en este instante, pero contuvo ya que Giorno quería hablar con ella sobre el proyecto principal. A pesar de que era parte de la familia, debía mantener una postura profesional y eso era lo que quería comprobar. Después del almuerzo, pidió que los demás se retirasen a descansar y luego a completar su rutina*.
Mista: ¡Gracias! Nos vemos *No puede evitar de revolverle el cabello a María y luego irse con Narancia, Fugo y Trish*.
María: *Frunce el ceño con una sonrisa y usa su poder para darle un golpesito en su espalda baja, le había tirado escarcha*.
Mista: ¡AY! *Da un par de saltitos tratando de sacarse el hielo de la piel y se retira viéndola* ¡Ya verás!
Giorno: *Limpia sus labios con un pañuelo, había pedido postre hoy, un flan con caramelo* Bueno, María *La mira a los ojos* ¿qué avances tenemos este mes? *Junta sus manos sobre la mesa tomando una postura más dominante pero relajada*.
Abbachio: *Se había quedado sentado para escuchar lo que tenía que decir, no estaba tan interesado pero por Bruno, debía estar. Pidió un té verde después de su comida*.
María: *Saca de un bolso que llevaba varios papeles y documentos con la información impresa, también su portatel para mostrarle más de cerca los datos* Han llegado los informes de Europa y tenemos treinta y dos usuarios de stands. También ha- ¡AY! *Lanza un grito de repente y su cuerpo se había tensado, sintió un pinchazo en su muslo izquierdo. Los tres espectadores se quedaron congelados mirándola*.
Giorno: ¿Te encuentras bien? *Frunce el ceño con preocupación, pensaba que algo le dolió al hacer un movimiento, pero no sabría de qué*.
Abbachio: *Se quitó un audífono al escucharla y enmarcó una ceja, incluso hizo una mueca de disgusto* ¿Te puedes comportar?
María: *Sintió sus mejillas sonrojándose terriblemente, sentía mucha verguenza* ¡Disculpa! *Mueve sus manos para darles la indicación de que no se preocupen* C-como venía diciendo, los resultados son fantásticos. La máquina puede detectar diferencias entre las muestras... *Siguió hablando tranquilamente pero por un momento, al conectar su mirada con la de Bruno es donde encajó todo*.
María: *Se quedó en silencio un segundo impactada por su actitud, ¿tanto se iba meter en el papel que le mencionó?* E-eh *Se había quedado callada por bastantes segundos*.
Giorno: ¿María? ¿Segura que estás bien? *Inclina levemente su cabeza pensativo* (¿Se habrá lastimado en el entrenamiento? Pudo haber sido muy duro, ¿será el cansancio?) Podemos seguir en otro momento si gustas, no soy exigente *Levanta su mano en señal de espera*.
María: ¡No, no, no! Disculpa, seguiré explicando. Estoy bien, perdona *Suspira, ahora estaba nerviosa por no saber cuando ni cómo iba atacar el condenado de Bruno*.
Abbachio: ¿Te vino acaso? *Dice en un tono despectivo y burla, lo cual es regañado por una mirada severa de parte de Giorno*.
María: *Se voltea a ver a Abbachio un poco dolida por ese comentario* Reitero, *Su voz ahora sonaba un poco más apagada* los resultados son increí- ¡EHH! *Lanza otro grito al sentir dos apretones en su cadera lo cual la hizo casi saltar de la silla* ¡Ah! ¡Jajaja! *Golpeó la mesa y bajó la cabeza para ocultar su estúpida sonrisa*.
Abbachio: ¿Te burlas de nosotros o qué? *Levantó la voz señalándola con el dedo* ¡Estamos aquí para escucharte! *Se estaba irritando bastante con su actitud y más por el ruido innecesario que hacía*.
Giorno: *No se esperaba para nada esas risotadas tan aleatorias que incluso retrocedió en su asiento. Conocía a María por hablar muy suave y pacífico, y escucharla gritar así fue muy insólito viniendo de ella*.
María: ¡No! *Grita aún riendo por las terribles cosquillas que sentía* ¡Este descubrimiento es tan increíble que me emociona! ¡P-poder- ¡Jajaja! ¡Detectar usuarios de stands! ¡Jajajaja! *Golpea la mesa varias veces* ¡C-con un laboratorio de sangre u orina! ¡Eureka d-diría! *Levanta sus brazos lo cual fue terrible error porque un apretón se depositó en su vientre, esas manos agarraban y apretujaban sus rollos de jamona -según los españoles-* ¡JAJAJAJAJAJA! *Se curvó hacia adelante de forma instintiva para proteger su pobre barriga* ¡Es sorprendente el avance! ¡Estoy tan feliz! *Mira a Bruno pidiendo compasión con las lágrimas que asomaban por sus ojos* ¡T-tan feliz que moriría aquí mismo! *Gritó dándole la indicación que iba a morir de la verguenza o por no poder respirar*.
Bruno: *Amplía su sonrisa de maldad* ¡JA JA JA! ¡Esa es la actitud! *Le da un golpesito en el hombro a sus dos compañeros de al lado* Tenemos una entusiasta trabajando con nosotros *Asiente con la cabeza dejando que su stand pare de apretar sus rollitos, había creado una cremayera debajo de la mesa*.
María: Uff... uff... D-disculpen, caballeros *Posaba su mano en su pecho, tenía que recuperar el aliento que perdió y mantener su orgullo, si es que quedaba* Me ganó la emoción *Les sonríe con nerviosismo*.
Giorno: *Suspira con pesadez, no dudaba que esta situación fue extraña pero le emocionaba el hecho de que a María le emocionase y se sintiese orgullosa de todo el trabajo que hacía todos los benditos días, sin recesos de por medio* Tienes razón, es un gran avance para todos. Te felicito por tu constancia y esfuerzo.
Abbachio: *No sabía qué pensar por lo que vio* Como sea *Se pone de pie sin interés de seguir escuchando a nadie más* Nos vemos *Toma su taza de té que no pudo terminar y se la llevó a su dormitorio*.
Giorno: Bueno, gracias por... *Piensa sus palabras* esta breve reunión *Se pone de pie acomodando un poco su saco verde con bordados de flores* Nos vemos en la cena *Los saluda para retirarse, no sin antes hablar con su nueva mano derecha, le enseñaba el protocolo*.
María: *Una vez Abbachio y Giorno se retiran, lanza una mirada furiosa a Bruno* ¡Me hiciste pasar verguenza! Ni siquiera pude terminar lo que quería decir *Extiende sus brazos y los cierra rapídismo cuando dos dedos se incrustan en sus pobres axilas* ¡No, no! ¡Jajajajajaja! *Las manos de Sticky Fingers se quedaron atrapadas en ese hueco y no podía sacarlas*.
Bruno: Jamás te escuché reír tan fuerte, ¿no crees que fue una encantadora? Giorno se quedó impresionado con tu presentación, nada salió mal de igual forma *Ríe con maldad y picardía* Deberías estar más contenta, sino te puedo ayudar con eso, me ofrezco como voluntario *Se sigue riendo, esto le parecía muy divertido. No todos los días se podía comportar como un niño juguetón*.
María: *Se concentra y utiliza su poder de hielo para congelar las manos del stand* Uff, uff... ¡No! ¡Estoy bien! *Toma su bolso con decisión y se levanta de la silla* Tengo mucho trabajo que hacer en vez de estar lidiando con-
Bruno: ¿Con qué? ¿Cosquillas? *Dijo acercándose más a ella hasta apoyar con fuerza su brazo en la mesa* ¿Qué te pasa, sra. Smith? ¿algo que no quiera que sepa? Porque te aviso que me mentiste, ¿con qué confianza te tengo ahora? Las mentiras tienen consecuencias, y no solo me mentiste... sino que a mí, tu superior *No despegaba para nada su mirada con la de María, podía saber perfectamente que estaba muy nerviosa*.
María: L-lo lamento *Da pasos hacia atrás rodeando la mesa mientras él la perseguía con lentitud, estaba muy atenta a cualquier ataque que se le lanzara*, t-tiene mucha razón, no debí me-mentir *Otra sonrisa temblorosa se asomó por su cara*.
Bruno: (Mira, mira cómo se escapa ¡Que mentirosa que es!) *Esto lo alentaba muchísimo más a ser el mejor -o peor- monstruo de las cosquillas para ella, debía cumplir muy bien su rol, ¿no?*.
María: B-Bruno, por favor *Sigue dándo vuelta por la mesa redonda, los dos la estaban rodeando* E-en serio, ya me hiciste pasar por eso ¡jijiji! *De los nervios se le escapaban muchísimas risitas*.
Bruno: Bien *Detiene su caminata, toma una silla y se sienta* Tienes un minuto completo para esconderte en la instalación, y no insistas, no me voy a detener hasta obtener lo que quiero *Apoya su brazo en el respaldo de la silla mirándola con una sonrisa inocente y feliz, como si nada pasara* Adelante, yo que tú aprovecharía muy bien cada segundo.
María: ¡Gh! *No lo pensó dos segundos y salió corriendo de allí, incluso congeló el picaporte de cada habitación por la que pasaba e incluso por las que no para despitarlo y no dejar el rastro. Pensó por unos instantes, ¿era mejor esconderse en su habitación? No, muy privado y obvio, ¿entonces el baño? No, ¡terrible idea!* Piensa, piensa, ¡maldita sea! *Estaba muy nerviosa, no era muy cosquillosa, era MUY cosquillosa* ¡Oh! *Se le ocurrió un lugar amplio donde podría escabullirse si era necesario. Corrió por los pasillos rezando porque nadie la vea e intercepte para hablar o peor, preguntarle qué estaba haciendo* ¡Tch! *Se resbaló por el piso de madera y cayó de culo* ¡Ouch! *Se sobó un poco la espalda* Ay, ay...
Bruno: *Mira su reloj de muñeca y se pone de pie cuando el minuto pasa* Bueno, no me decepciones, sra. Smith *Acomodó su ropa blanca con estampado de puntos negro, aplanó unos mechones de su cabello y salió del comedor* Veamos... *Primero que nada, fue a su dormitorio aunque pudo notar el rastro de hielo en los picaporte, pero al ser varios dedujo que quería atrasarlo en su búsqueda* Igenioso *Ríe bajito, esto le estaba divirtiendo muchísimo*.
María: *Tardó en ponerse de pie. Se le heló la sangre al escuchar la voz de Bruno acercándose, estaba hablando con uno de los empleados* M-mierda, mierda, mierda *Susurra y sale disparada de allí hasta la biblioteca, pero un error grave fue cerrar demasiado fuerte la puerta creando un ruido evidente. Congeló el picaporte y miró para todos lados pensando dónde esconderse mejor*.
María: *La biblioteca que tenían en el complejo de Passione era una preciosura, fue restaurada por expertos por su historia, los ventanales eran nuevos y a prueba de balas, los muebles restaurados todos casi desce cero pero manteniendo ciertas partes originales, y a los libros se encargaban varias personas en arreglarlos, ponerles solapas nuevas, tapar los agujeros de tela o eco cuero e incluso transcribir o pasar a digital su contenido. Giorno ayudó en la decoración con vegetación, dijo que le daba vida el salón y sacaba la escencia de Diavolo. Hubo un silencio que le dio un fuerte escalofrío, pero no podía detenerse. Analizó los estantes y muebles, ¿dónde podría esconderse? Vio el entrepiso y subió las escaleras para esconderse detrás de un estante de la enorme hilera que había, eran altos los muebles, pensaba en desplazarse si Bruno se acercaba, pero debía estar muy atenta a su stand, era muy sigiloso. Tomó asiento en el suelo contra un estante, agradecía que el suelo no hacía tanto ruido a madera*.
*El silencio reinó en la gran biblioteca... hasta que la puerta principal se abrió*.
Bruno: *Pasa directamente, tuvo que calentar el pomo de la puerta con un secador de pelo para no arruinar la madera original. Analizó con su mirada a su alrededor, en especial en las demás puertas, pero no veía hielo por ningún lado* (Está aquí) *Sonríe muy seguro de sí mismo y cierra la puerta dejando que ese ruido se impregne en los oídos de su presa* ¿María? ¿Estás aquí?
María: *Se puso de pie con mucho cuidado, solo podía guiarse por el sonido de sus pasos y su voz, pero temía muchísimo por las alfombras, amortiguaba mucho todo eso. Muerde su labio inferior sintiendo que el estómago se le revolvía*.
Bruno: *No podía detectar ningún ruido de nada. Iba a pedirle a Narancia que lo ayude a encontrarla, pero cuando se lo topó en el pasillo anteriormente, desistió de la idea. Estaba bien entrenado para enfrentarse a situaciones extremas, ¿ésta lo era? No, pero sí una misión importante* Sabes... los picaportes congelados me despistó, pero hay cosas que debes aprender y más que nada sobre tu misma *Revisa debajo de los escritorios y detrás de unos estantes que llegaban hasta el techo del entrepiso* Cuando te pones muy nerviosa como hoy, sueltas una escarcha de tu piel... eso deja un rastro húmedo en las alfombras *Y es ahí cuando al bajar la mirada a una de ellas en el piso, vio los puntitos mojados por el hielo derretido, era casi imperceptible, pero ya sabía esto de ella. En misiones pasadas donde la pusieron muy nerviosa, dejaba más escarcha de lo normal, incluso una vez vio que a medida que caminaba o corría conjelaba el camino*.
María: *No podía creer lo que estaba escuchando, ¿realmente los dejaba? ¡No tenía idea de eso! Tragó con dificultad. Dio un pequeño suspiro, debía mantenerse muy firme y no caer en provocaciones*.
Bruno: *Da un buen suspiro mientras subía las escaleras a paso lento y haciendo ruido, las pisadas eran bien notables, esa era su intención* Todas estas observaciones quiero que las tomes como una manera de aprender, para que la próxima no cometas los mismos errores *Pasa su mano por el varandal de madera* Mh... Entiendo que tu poder suele depender de tus estados de ánimo. Si estás muy triste lo congelas todo, pero si estás muy nerviosa, no puedes mantener tan sólido el hielo que largues *Ya en el entrepiso, fue pasando estante por estado del lado derecho, se fijaba arriba y abajo*.
María: *Se asoma un poquito, se encontraba del otro extremo mirándolo, lo que debía hacer Bruno era bajar las escaleras por las que subió y tomar las de caracol que esas sí conducían a su ubicación. Pensó bajar de un salto mientras él estaba de espaldas y correr a la salida, pero sabía muy bien lo rápido que es. Lo mejor era escabullirse con muchísimo cuidado, los estantes eran lo suficientemente gruesos para esconderse detrás*.
Bruno: *Cuando recorrió entre cada estante de su lado, bajó las escaleras y empezó a subir las de caracol* Te reíste mucho hoy cuando apreté tus caderas (Son grandes, debo admitirlo) y ni hablar de tu barriga, menudos gritos diste *Estaba en el piso donde María, estaba al 100% seguro que ella estaba escondida allí, detrás de alguno de los muebles. No había escondite que no conociese* No puedes escapar del monstruo de las cosquillas, sra. Smith *Camina pasando lentamente estando por estante, pensaba en pasar entre uno de esos de forma aleatoria y sorprenderla, pero notó que había una sombra en el último* Y cuando te agarrue, ¡te haré reír como nunca! *Saltó extiendiendo sus brazos hacia la sombra, pero solo era una estatua de hielo de ella* ¡Tch! *Se dio media vuelta al escuchar pasos y la vio corriendo del otro lado* ¡Ven aquí!
María: *Aprovechó para correr por el pasillo y dirigirse a las escaleras caracol*.
Bruno: ¡Sticky Fingers! *Grita manifestando a su poderoso stand, este crea una cremayera en su brazo para lanzar la extremidad suelta con la intención de agarrar a María de la ropa y detenerla*.
María: *Esquiva el brazo del stand por pura casualidad, y en vez de bajar por las escaleras de caracol decide sostenerse del barandal y saltar al otro lado, no era mucha altura. Pero no se esperaba que Bruno saltara del mismo varandal en dirección a ella, la abrazó de la cintura y ambos cayeron al suelo rodando* ¡Ahg! *Su cabeza casi choca con la pata de uno de los escritorios, pero su jefe se percató de ello y cubrió su cabeza con su mano ante cualquier posible daño* ¡Tch! ¡¿Cómo es que llegaste tan rápido?! *Por dentro sentía muchísima verguenza por haber sido tan lenta por su falta de actividad física*.
Bruno: Me llaman capo por una razón, querida *Se enderezó rápido para tratar de tomar sus muñecas, pero María no cedía de ninguna manera* ¡Acepta tu destino! *Dice con una sonrisa malvada*.
María: *Estaba boca arriba empujándolo como podía* ¡No voy a permitir que- ¡Jajajaja! ¡No, no! ¡Bruno! ¡Jaja! ¡Nooo! *Las manos de su jefe estaban enterrándose en sus costillas. En un intento desesperado apoyó sus piernas en su estómago como pudo, lo empujó para alejarlo y dejar que ruede por una alfombra* ¡Uff! ¡Uff! *Se puso de rodillas rápidamente*.
Bruno: ¡Tch! *No se esperaba ese movimiento y tampoco la fuerza de piernas que se guardaba* ¡¿A dónde vas?! *Se abalanzó contra ella, pero tuvo que detenerse y a tiempo porque un muro de hielo la rodeó hasta encerrarla en una esfera perfecta* (Estar muy nerviosa y alterada hará que la capa no sea tan rígida) Así que va en serio, ¿eh? Bien, adelante entonces *Sonreía todo el tiempo, no recordaba la última vez que juegó asi con alguien. Posiblemente fue con Narancia hace dos años cuando era más chico y no quería irse a dormir, tenía que jugar con él o hacerle cosquillas para cansarlo. A medida que crecía no pudo hacerlo más*.
María: *Se encerró en una esfera de hielo perfecta, era bastante amplio dentro como para moverse* Uff, uff (¡Mierda! ¡¿Bastará?!) *Pero una cremayera se abrió detrás de ella sin que se diese cuenta* ¡Ay! *Cuando trató de voltearse ya era demasiado tarde, Bruno la abrazó de la cintura y directamente atacó con sus manos/garras sus indefensas costillas* ¡Jajajajajajajaja! ¡No! ¡Jajajajaja! ¡Maldita sea! *La esfera de hielo se derritió con rapidez mojando las alfombras de alrededor* ¡Bruno, Bruno! *Se sacudió de un lado a otro en vano*.
Bruno: Muy buena estrategia, pensaste bastante rápido y te moviete rápido, pero no tomaste en cuenta el poder de mi stand ¡Sticky Fingers! *Una vez más, su stand hizo presencia y ayudó a picotear el cuello de la pobre chica, pero luego decidió sostener bien firmes sus brazos a sus costados* Cuanta energía almacenada, jeje. Descuida, el monstruo de las cosquillas tiene un hambre terrible, ¡inimaginable! Tanto que debe ser satisfecho en su totalidad *Con su parloteo lograba que la cara de la chica se torne muy colorada de la vergüenza, debía serlo si eras "humillada" y expuesta de esta manera* Esto te pasa por abrir la boca, ¿sabes? A veces uno debe aprender a callar.
María: ¡Jajajajajajaja! ¡Por favor, Bruno! ¡Jajajajaja! ¡Déjame ir! *Sintió las caderas de su jefe desplomarse sobre las suyas, eso la hizo sonrojar mucho más. Desde hace tiempo le gustaba su jefe, tenía una mirada cálida, a veces seria, la mayoría muy amable y cuando la miraba, era mágica. El que le haga cosquillas, el haber tenido este enfrentamiento y que esté ahora mismo sentado sobre ella era un sueño hecho realidad*.
Bruno: *Se detuvo un momento para dejarla recuperarse* Se te viene la noche, querida. Es mejor que aproveches tu receso. No intentes nada raro *Se cruzó de brazos mirándola aún*.
María: Uff... uff... Me rindo, no lo soporto *Conecta con su mirada, le suplicaba* B-Bruno, ni se te ocurra.
Bruno: ¿Por qué? ¿Muy sensible acaso? *Se inclinó hacia adelante apoyando sus brazos sobre las caderas de su compañera* Déjame divertirme un rato, hace mucho que no lo hago. Un poco de maldad no le hace daño a nadie, jeje
María: ¡¿Ah?! ¡Pero el único que se divierte eres tú! *Levanta sus hombros, a las muñecas las tenía bien sostenidas por Sticky Fingers* ¡Yo estoy aquí quedándome sin aire y- *Es interrumpida de repente*.
Bruno: ¿Te está gustando? *Aún la agarraba de las caderas con los pulgares justo sobre el hueco* Porque veo que no me insultas y tampoco te enojaste, ¿hay algo que me quieras comentar?
María: Uff... uff... ¡Claro que no! ¡Es obvio que estoy enojada! *Lo mira, pero el silencio la obligó a ver para otro lado* Y-ya... ¿terminaste? ¿puedo irme?
Bruno: Mmh... *Finge pensarlo por un rato* ¡No! ¡Sigo con hambre! *Y dicho eso, apretó el hueco de sus caderas con fuerza y rapidez* ¡Y te pondré de buen humor!
María: ¡AY! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡Bruno! *Tiró su cabeza hacia atrás y se sacudió mucho más al sentir unas manos presionando el hueco sobre su clavícula, ¡el peor lugar! Incluso los dedos viajaban y recorrían su cuello* ¡Oye! ¡No se vale! ¡JAJAJAJAJAJA! No, no, no! ¡T-tramposo! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! *Pataleaba como nunca antes, el sudor en su piel se empezaba a notar de tanta sacudida* ¡Bruno! ¡Por favor!
Bruno: Ow, mírate, ternurita *Dejó sus caderas y clavó ambas manos en su barriga, era muy moldeable y "esponjosa". No lo admitiría pero el que su compañera esté rellenita le gustaba mucho, siempre quiso apretujar esos rollitos tan tiernos, aunque llamarlos panesillos era mucho mejor* (Panesillos calentitos. Amaso para hacer esos panesillos. Madre mía, que estúpido soy) *No pudo evitar que sus mejillas se sonrojasen por sus pensamientos tan infantiles*.
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NO, NO, NO! ¡POR FAVOR! *Su uniforme que se lo dieron apenas ingresó a trabajar, se fue levantando por sacudirse tanto, eso la hacía sonrojar más* ¡PIEDAD, PIEDAD!
Bruno: *Le hizo caso y alejó sus manos para ponerlas en su cintura* ¿Sabes? No lo tomes a mal, creo que es un pensamiento muy estúpido de mi parte, pero... tu barriga parece una masa para hacer pan (Mierda, no la quiero ofender. Maldición, no debí abrir la boca y eso que dije que era mejor callar) Y hay que amasarlo bien, ¡la calidad ante todo! *Levanta su dedo índice*.
María: ¿U-una... masa... de pan? *Entre palabra y palabra necesitaba tomar una bocanada de aire* ¿T-tan mal me veo? *Sintió una pequeña punzada en su pecho, pero fue totalmente abolida cuando Bruno siguió su monólogo*.
Bruno: ¡Así es! Y como dije antes, hay que testear calidad... *Va acercando lentamente su lento a su barriga regordeta* Veamos... por lo que veo aquí, hay buena salud, la masa está bastante lisa, eso quiere decir que hubo buena hidratación *Ríe un poco por sus palabras*.
María: ¡P-pero qué dices! *Ahora sus orejas estaban coloradas por la vergüenza* (¡¿Va en serio?!) ¡O-oye, oye! ¡No, no, no, no! ¡Ni se te ocurra! ¡Jajajaja! ¡N-no, por favor! *Tiraba del agarre del stand, pero no cedía un centímetro*.
Bruno: ¡Oh, sí, sí, sí! Sino, ¿cómo sabré que le falta más o menos amasado? ¿mh? ¿falta amasado, sra. María?~ *Muerde su labio inferior de forma automática, no se había dado cuenta de ello. Fue acercando poco a poco su dedo índice a la barriga, a veces hacía espirales o circuitos invisibles para molestarla* ¡Ops! *Picó su costilla* ¡Uh! *Otro picoteo en otro lado*.
María: ¡Jajaja! ¡No, no! ¡Ay, jajaja! *Niega con la cabeza* ¡N-no necesita más amasado!
Bruno: Eso lo voy a determinar yo *Sonríe con maldad, y cuando bajó la mirada a su panza descubierta, notó un lugarsito muy curioso a explorar* Mh... ¡Hora de la prueba! *Y sin previo aviso, introdujo su dedo en el ombligo de su presa. Lo movió rápidamente y pinchó varias veces* ¡Vaya! ¡Necesita más amasado! ¿Qué piensas tú?
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NOOO! ¡BRUNO, BRUNO! ¡NO HAGAS ESO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡ES VERGONZOSO, POR FAVOR! *Pataleaba frenéticamente como si su vida dependiese de ello* ¡NO MÁS AMASADO! ¡JAJAJAJAJA!
Bruno: ¿Pero de qué hablas? Este era solo el testeo, y según mis bastos conocimientos en cocina, ¡Necesita más amasado! *Abrió ambas manos y clavó sus diez dedos para recorrer toda la barriga de María. Verla reír así le daba años de vida y una gran alegría*.
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡N-NO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡P-PUE- ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡RESPIRAR! *Sticky Fingers había desaparecido por completo, del cansancio no podía contraatacar y se había rendido ante los brazos de su cocinero*.
Bruno: *Notó que sus dedos ya dejaban rastros rojizos de tanto presionar*(Bien, es suficiente) Veo qué está todo bien mezclado *Cesó sus movimientos hasta detenerse. Se inclinó hacia adelante y apoyó su oído sobre su panzita* Mh... Ajá, sí. Todo mezclado y listo para cocinar.
María: Ahg... Uff... No más, por favor... Uff... Uff... *Niega con la cabeza* M-mezcla de líquidos, grasa, ocio, fracasos... *Dijo con decepción de sí misma*.
Bruno: Para ser enfermera no saves diferenciar las sustancias. Yo mezclé líquidos, esfuerzo, músculo que van creciendo, conocimiento *Se endereza y la mira*, amabilidad, comprensión... Todo está aquí, materiales de buena calidad *Toma asiento a su lado bajándose de sus caderas* Uh, el monstruo finalmente está satisfecho, por ahora hasta la próxima que le agarre hambre *Se preocupa al notar que no abría todavía los ojos y su cara seguía roja* María, ¿Estas bien? (Mierda, se me fue de las manos).
María: S-si... d-déjame... recupe... recuperar... No más... Ahg... *Rasca su frente* ¿Lo... dices en serio? *Finalmente abre sus ojos y lo mira* Sobre... mi barriga...
Bruno: Sí, María. Estás llena de cualidades muy buenas que nos han unido mucho más aquí. Y estoy muy orgulloso de que hayas empezado el cambio, ser constante, decidida, fuerte. Sé que... no te sientes bien con tu propio cuerpo, y el que hayas iniciado el cambio es un avance increíble, ¡tus actos inspiraron a Giorno a empezar su propia mejoría! No mueve un brazo desde que ascendió a ser jefe, y ahora está dispuesto a volverse más fuerte físicamente. María, inspiras mucho, eres genial *Le sonríe*.
María: *Abre más sus ojos de la sorpresa, no se esperó nunca aquellas palabras de su jefe y de nadie. Venía de una situación familiar muy difícil y sin apoyo emocional, tuvo que luchar sola al cursar la universidad y fue todo más pesado con la presión de su padre. Al haber estado muy centrada en los estudios, no tuvo tiempo para fijarse en su apariencia y en consecuencia, vino la ansiedad y el deseo de ingerir solo para saborear algo rico y sentirse satisfecha. No se sacaba fotos porque odiaba su cuerpo, de lo flácido que se volvió, no podía subir las escaleras sin que le falte el aire, las rodillas y tobillos le pesaban; cada vez se odiaba más y más. Esa noche, iba a tirarse de la torre de aquel edificio porque no soportaba su situación, pero terminó salvándole la vida a un tal Bruno Bucciarati. Fue con ese grupo de desconocidos y en el recorrido sanó las heridas de Trish, Narancia, Abbachio y Mista. La contrataron apenas la tormenta se disipó, a cambio de trabajar para Passione iban a darle un hogar y dinero, sin embargo, Giorno le reclamó y aconsejó cuidarse y bajar de peso para no tener dificultades en las futuras misiones. Si ella no hacía el cambio, nadie lo haría por ella. Nadie. Tan solo de empezar a caminar por las mañanas era un cambio a la rutina, a tu vida. Ya no estabas en el mismo lugar que antes. Las personas a las que le sanó las heridas la movió para hacer ese cambio, quería estar a su nivel, hacer lo que ellos hacen con facilidad, y había solo UNA solución: déficit calórica y actividad física* Bruno... Y-yo... eh... *Desvía su mirada y se endereza bajando su ropa para tapar su gran panza* Gracias...
Bruno: *Le devuelve la sonrisa* De nada, panesillo *Se pone de pie y le estrecha la mano para ayudar a levantarla* Por cierto, eres más rápida que antes, felicidades por eso *Aprovecha a acomodarse un poco el traje y su cabello*.
María: *Ya de pie arregla su cabello enrulado y su ropa* N-no quiero que nadie se entere de esto *Se cruza de brazos frunciendo el ceño y haciendo un leve puchero* ¿Ok? Simplemente...
Bruno: No te preocupes *Levanta sus manos*, nadie lo sabrá, lo prometo *Pone una mano en el pecho* ¿Me dices chef?
María: *Suspira de alivio* No pienso decirte chef *Rodea los ojos* Solo jefe o capo, es lo que eres, ¿no?
Bruno: Y chef *Mueve sus dedos en el aire para molestarla*.
María: ¡B-Bruno! *Se aleja con rapidez* ¡Solo jefe!
Bruno: Bien, bien *Camina hacia la salida con ella y le da el paso después de abrir la puerta* ¿Nos vemos en la cena, sra. María? *Le regala una bonita sonrisa*.
María: Sí, jefe. Hasta luego *Y dicho eso, Bruno se fue de allí para continuar con su trabajo*, chef *Suspiró con cansancio, aunque debía seguir trabajando esta vez decidió tomarse una breve siesta para recuperarse. En la noche, la cena transcurrió tranquila y sin picoteos —más bien, testeos de calidad—*.
Las ilustraciones que aparezcan son hechas por mí, son de mi propiedad. Instagram Agash_Rotddom Las ilustraciones de fondos o paisajes son propiedad de sus propios autores, los links de sus trabajos están enlazados.
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LYGIA CLARK & HÉLÈNE CIXOUS
Erase una vez... y otra vez…
Las bellas duermen en sus bosques, esperando que los príncipes lleguen para despertarlas. En sus lechos, en sus ataúdes de cristal, en sus bosques de infancia como muertas. Bellas, pero pasivas; por tanto, deseables. De ellas emana todo misterio. Es a los hombres a quienes les gusta jugar a muñecas. Como es sabido desde Pygmalion. Su viejo sueño: ser dios madre. La mejor madre, la segunda, la que da eI segundo nacimiento. Ella duerme, eterna, esta intacta, absolutamente impotente. Él no duda de que ella lo espera desde siempre. El secreto de su belleza, guardado para él: ella posee laperfección de lo que ha acabado. De lo que no ha empezado. Sin embargo, respira. Justo lo suficiente de vida; y no demasiado. Entonces ella besara. De tal manera que, al abrir los ojos, ella solo lo vera a él, a él en lugar de todo, el-todo. -¡Que sueño tan gratificante! ¿Quién lo produce? ¿Qué deseo se beneficia de el? EI se inclina sobre ella… Cortan. EI cuento se acaba. Telón.
Una vez despierta/o, será otra historia. Entonces quizá habría dos personas. Con las mujeres nunca se sabe. Y la voluptuosa simplicidad de los preliminares ya no tendría lugar. La armonía, el deseo, la proeza. la búsqueda, todos esos movimientos son previos… a la llegada de la mujer. Y mas exactamente al momento en que se levanta. Ella echada, el de pie. Ella se levanta -final del sueno--, la continuación es sociocultural, el Ie hace muchos hijos, ella se pasa la juventud pariendo; de cama en cama, hasta la edad en que deja de ser una mujer.
_ Hèléne Cixous. La risa de la Medusa: Ensayos sobre la escritura –Teoría feminista y cultura contemporánea- Prólogo y traducción de Ana María Moix. Cultura y Diferencia, serie dirigida por Mirian Díaz-Diocaretz y asesorada por Iris M. Zavala. Pensamiento Crítico/Pensamiento Utópico 88. ANTHROPOS. Puerto Rico 1995.
_ Superficie modulada nº. 5, ca. 1955. Laca sobre madera 116 x 72 cm. Joâo Sattamini Collection, en préstamo al Museu de Arte Contemporânea de Niterói © Cortesía Asociación Cultural “The World of Lygia Clark”
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Oracion de la Virgen de Medjugorje
¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz!
Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios.
Alcánzanos la gracia de no sólo decir:
¡Hágase en mí según Tu voluntad!,
sino vivirla tal como Tú lo hiciste.
Ponemos en Tus manos nuestras manos,
a fin de que puedas conducirnos a Jesús
en medio de todas las aflicciones y pesares.
Por Cristo, Nuestro Señor.
Amén.
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“Juanito el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde va? Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive, creador de la humanidad y maestro del discípulo, el Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija un templo en este lugar, donde mostraré y daré todo mi amor, compasión, ayuda y protección al pueblo, a ustedes y a los habitantes de esta tierra y a los que me aman. Aquí escucharé sus lamentos y aliviaré sus dolores, miserias y penas.”
#virgen de guadalupe#our lady of guadalupe#virgin of guadalupe#faith#christian faith#faith in jesus#faith in god#faithinchrist#recife#brasil#brazil#latin america
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Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús, Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte...
Católico
@teatro-magico-solo-para-locos
#Virgen María#católicos#fe#escritor#letras#batalla cultural#antiprogresismo#catolico#catolico en tumblr#santo rosario
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María Luisa Bombal
Y puede que las muertes no sean todas iguales. Puede que hasta después de la muerte, todos sigamos distintos caminos". -María Luisa Bombal. La escritora chilena María Luisa Bombal nació el 8 de junio de 1910 en Viña del Mar, Chile. Criada en el seno de una familia de clase media, fue hija única. Su padre falleció cuando Bombal tenía 12 años, en 1922, se traslada junto a su madre a Francia.
En París asistió a las escuelas Notre Dame de l'Assomption y Lycee La Bruyere. Acabó el bachillerato y se especializó en latín. Graduada en Filosofía y Letras en La Sorbonne, cursó estudios de arte dramático y violín.
Fue la introductora del surrealismo en la novelística chilena, exponiendo y ejerciendo modos narrativos imaginativos, simbólicos, sugerentes, patéticos. Conoció a Pablo Neruda en Argentina y vivió en su casa por un año. Neruda quien la apodó "Abeja de Fuego" animaba a Bombal en sus escrituras. Los dos trabajaban en la mesa en la cocina, y compartían ideas y obras nuevas y discutían las obras de otros escritores. En 1934, cuando tenía 24 años, se casó con Jorge Larcos, un pintor argentino. En el mismo año, su primera obra, La Ultima Niebla, fue publicada.
Trabajó por Sonofilm en Argentina como escritora de la pantalla entre 1937 hasta 1940. Escribió su segunda obra, La Amortajada, en 1938. En 1940, Larcos falleció y Bombal decidió trasladarse a los Estados Unidos. En Nueva York, en 1940 era representante del Chile en la Conferencia Internacional en Nueva York. Escribió poco durante ese tiempo. Se casó con Conde Raphael de Saint-Phalle y dio a luz a una hija, Brigette.
Escribió de nuevo sus obras La Ultima Niebla y La Amortajada en inglés, a House of Mist y The Shrouded Woman, respectivamente. Empezó a beber en Nueva York. Cuando Conde Raphael murió en 1970, regresó a Chile. Sus obras principales: La última niebla (1935), trata de la vida entre real y onírica de una mujer en busca del amor perfecto; La amortajada (1938), retrospección de la existencia de una mujer muerta. Su cuento El árbol, aparecido con la primera de ellas.
Los escritos de María Luisa Bombal merecieron premios de la Municipalidad de Santiago y de la Academia Chilena de la Lengua; sus obras han sido traducidas al inglés, francés, alemán, sueco, portugués, japonés y checo. Pasó sus últimos años en una lucha con el alcoholismo y en un gran silencio. Murió el 6 de mayo de1980, en Santiago, Chile.
La Amortajada- María Luisa Bombal [Fragmento]
"¡Pobre Fernando! Ahora se acerca para tocarle tímidamente los cabellos; sus largos cabellos de muerta, crecidos hasta durante esa noche.
Abren de golpe las persianas. Luz gris ¿de amanecer, de atardecer?
Ni una sombra es posible ya en el cuarto con esta luz. Las cosas se destacan con dureza. Algo revolotea pesadamente entre las flores y se posa sobre la sábana, algo abyecto... una mosca.
Fernando ha levantado la cabeza. Por fin logrará lo que tanto anheló. ¿Por qué titubea y detiene su impulso ahora que puede besarla?
¿Por qué la mira fijamente y no la besa? ¿Por qué?
Recién entonces, ella ve sus propios pies. Los ve feamente erguidos y puestos allá, al extremo de la colcha, como dos cosas ajenas a su cuerpo.
Y porque veló en vida a muchos muertos, la amortajada comprende. Comprende que en el espacio de un minuto inasible ha cambiado su ser. Que al levantar Fernando los ojos habían hallado a una estatua de cera en el lugar en que yacía la mujer codiciada.
Cuantos entran al cuarto se mueven ahora tranquilos, se mueven indiferentes a ese cuerpo de mujer, lívido y remoto, cuya carne parece hecha de otra materia que la de ellos. Sólo Fernando sigue con la mirada fija en ella; y sus labios temblorosos parecen casi articular su pensamiento.
"Ana María, ¡es posible! ¡Me descansa tu muerte!
Tu muerte ha extirpado de raíz esa inquietud que día y noche me azuzaba a mí, un hombre de cincuenta años, tras tu sonrisa, tu llamado de mujer ociosa.
En las noches frías del invierno mis pobres
caballos no arrastrarán más entre tu fundo y el mío aquel sulky con un enfermo dentro, tiritando de frío y mal humor. Ya no necesitaré combatir la angustia en que me sumía una frase, un reproche tuyo, una mezquina actitud mía.
Necesitaba tanto descansar, Ana María. ¡Me descansa tu muerte!
De hoy en adelante no me ocuparán más tus problemas sino los trabajos del fundo, mis intereses políticos. Sin miedo a tus sarcasmos o a mis pensamientos reposaré extendido varias horas al día, como lo requiere mi salud. Me interesará la lectura de un libro; la conversación con un amigo; estrenaré con gusto una pipa, un tabaco nuevo. Sí, volveré a gozar los humildes placeres que la vida no me ha quitada aún y que mi amor por ti me envenenaba en su fuente. Volveré a dormir, Ana María, a dormir hasta bien entrada la mañana, como duermen los que nadie ni nada apremia. Ninguna alegría, pero tampoco ninguna amargura".
Tantos recuerdos, y aquí estoy pensando. En cada persona y en cada pasado, aunque hay pasados que están pisados, y momentos enmarcados. Añoraba aquella infancia. Amores y desamores, donde todos éramos felices, pero de pronto me veo, en un ataúd acostada. Mientras todos me ven, y yo aquí recordando, cada momento y cada pasado. Temo llegar a la oscuridad, y no recordar lo que he vivido, momentos hermosos, como también nefastos, ya que son parte de mí, de mi pasado. Ya no puedo tener un futuro, todo se derrumbó. -María Luisa Bombal
Literatura, arte, cultura y algo más
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