#MUEBLES PARA JARDÍN
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Cómo Cuidar Tus Muebles De Madera Para El Jardín
Descubre la durabilidad de los Muebles De Jardín De Madera de Midtown Concept, diseñados para resistir en exteriores durante numerosas temporadas. Estos muebles son capaces de enfrentarse a la lluvia, el calor, el frío y los rayos UV.
Con el paso de los años, es natural que la madera cambie de color. De hecho, muchos prefieren permitir que este proceso ocurra o incluso lo buscan intencionalmente para disfrutar del tono grisáceo que adquiere la madera. En el caso de los Camastros, Juegos De Jardín, Bancos, Sillas Y Mesas De Exterior De Midtown Concept.
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La heredera del Infierno
Los Lin Kuei
Los dos días pasaron tan rápido que Adelina no se había percatado. Los nervios le carcomieron por dentro, mientras empacaba sus últimas pertenencias. Guardó el mapa y la daga en su mochila con un montón de trapos y evitar los ojos curiosos. Tomó su rifle y lo puso en su hombro, también sus pistolas y cuchillos que tenía desperdigados por la habitación. Admiró lo vacío que se hallaba.
Ya no había libros a los costados de su futón, ni hojas de dibujo a medio hacer. Tampoco su ropa diaria y aparatos tecnológicos dispersos. Se acomodó mejor sus pertenencias y salió de sus aposentos. Las habitaciones estaban completamente vacías y se escuchaban los pájaros. El aire sopló el rostro de la chica y sus ojos recibieron a sus compañeros.
–¿Vas a estar bien? –preguntó Daniela y Mariano se acercó a su amiga para ayudarla con el equipaje–. ¿Tienes todos lo que necesitas?
–Sí, voy a estar bien. Tengo todo –Adelina exhibió sus pertenencias–. Creo que hasta me llevé los muebles de la habitación.
–Nos quedaremos en la academia hasta que vuelvas –dijo Mariano acomodando el bolso de Adelina en su hombro–. Intentaremos mantener el contacto.
–Esperemos poder hacerlo –dijo Adelina con duda en su voz–. No creo que en Arctika haya una torre de radio y mucho menos Internet.
–Lo más seguro que haya es correo mediante palomas o mensajeros –se burló Mariano y escuchó la risa de Johnny–. Intentaremos hacer visitas.
Adelina y los demás fueron hacia el gran jardín donde Liu Kang la esperaba. Mariano le devolvió su equipaje a Adelina y los miró. Detrás de él y Daniela, estaban Raiden, Kung Lao, Kenshi y Johnny. Sus rostros mostraron tristeza, pero mantuvieron controladas sus emociones haciendo pequeños gestos de saludos. Daniela y Mariano la abrazaron y le susurraron motivaciones.
–Suerte en Arctika –dijo Kung Lao cruzando los brazos.
–Podrás controlar tu poder, Adelina –habló Kenshi tranquilamente–. Tienes una gran habilidad que los Lin Kuei respetarán.
–Gracias, muchachos –Adelina sonrió y apretó la correa del rifle de asalto–. Los veré pronto.
–¿Podríamos tener una cita, Adelina? –cuestionó Johnny y Daniela lo miró de la peor forma posible–. ¿Pibita bonita?
–Seguí haciendo eso y te voy a dar tres patadas en el culo –contestó Adelina bruscamente–. No te sale nuestro acento y nunca te saldrá.
–Es hora, Adelina Acosta –dijo Liu Kang tranquilamente.
La muchacha los miró por última vez y a la Academia Wu Shi. Despidió a sus amigos con la mano, caminó por el portal de fuego invadida por cosquilleos y mareos hasta volver a respirar. Un viento frío invadió su rostro y al respirar, vaho salía de su boca.
El paisaje era gélido, repleto de nieve en las cimas de los templos, también formaban pequeños cúmulos en las entradas y cerca del portal. Los banderines de azul y negro flameaban sin cesar por el fuerte viento y las columnas del portal negras y azul oscuro. Frente al portal, Adelina vio a soldados lin kuei detrás de los tres hermanos, Bi Han, Kuai Liang y Tomas. El ninja de azul caminó hacia Adelina y Liu Kang y se inclinó hacia el dios.
–Bienvenido a Arctika, Lord Liu Kang –dijo Bi Han tranquilamente–. Y a ti también, Adelina Acosta.
–Lamento la visita inesperada –habló el dios y unió sus manos–. Espero que tus enseñanzas ayuden a Adelina.
–Aprenderá lo necesario aquí –intervino Kuai Liang acercándose hacia su hermano–. Nos encargaremos de que controle su poder. Su estadía en Arctika la ayudará.
–Muchas gracias, Sub Zero y Scorpion –dijo Liu Kang y su mirada fui hacia Adelina–. Debo retirarme, Adelina Acosta. Debo atender asuntos en la Academia Wu Shi. Suerte en tu entrenamiento.
–Gracias, Liu Kang –dijo Adelina, el dios se dirigió al portal y desapareció.
La muchacha se dio la vuelta enfrentándose a los hermanos y Bi Han le dedicó una mirada hostil hasta que habló:
–No esperes que te demos una gran bienvenida, Adelina Acosta –habló Bi Han, se dio la vuelta y caminó en dirección al templo.–. Tus entrenamientos comenzarán mañana al amanecer. Durante tu estadía aquí, me llamarás Gran Maestro.
–Está bien –Bi Han la vislumbró y sus ojos helados se enfrentaron a los de ella. Le costó decir las dos palabras–. Gran Maestro.
–Mis hermanos son maestros y serán parte de tu entrenamiento –prosiguió el ninja de azul.
–También, los principiantes se encargarán de la limpieza y el Gran Maestro elegirá quién se encargará de cocinar en las noches –continuó Kuai Liang–. Te dirigirás hacia mis hermanos por sus alias. El mío es Scorpion, el de Bi Han es Sub Zero y el de Tomas es Smoke.
Bi Han y su hermano se susurraron entre ellos y se detuvieron, mientras Adelina caminaba con sus bolsos y armas. Se dieron la vuelta y miraron a la muchacha.
–Kuai Liang y yo debemos resolver unos asuntos urgentes –explicó Bi Han y miró a Adelina–. Tomas te ayudará a buscar tus aposentos y ubicarte.
Los dos hermanos se fueron entre los pasillos y Adelina y Tomas se quedaron solos. Volvió a recoger sus bolsos y esperó a que el muchacho la guiara por el templo. Reaccionó a tiempo, se puso delante de ella y caminó entre los miembros del clan.
Los soldados la miraban con ojos curiosos. Cubiertos por las máscaras de ninjas parecían analizar cada aspecto de ella. Su campera grisácea, sus bolsos con pegatinas de bandas y dibujos y la bufanda negra cubriendo su cuello. Algunos, pudieron notar el tatuaje de los huesos en la mano derecha, pero a la chica no le importó.
–En tu habitación tienes el uniforme lin kuei –dijo Tomas y giraron en una bifurcación de pasillos–. En la noche habrá vigilancia a los alrededores del templo y puedes ser elegida. Tienes permitido cualquier, excepto las habitaciones del Gran Maestro y sus allegados. Respeta el horario de tus primeras clases y puede que consigas dar una buena impresión.
–Lo dudo mucho, pero gracias por el consejo –dijo Adelina con una sonrisa y afirmó mejor su rifle al hombro–. Creo que al Gran Maestro no le caigo bien y más con lo que ocurrió en mi casa.
–Es así con todos los nuevos estudiantes y maestros –explicó Tomas y volteó a mirar Adelina–. En privado es más amable. Además, mayormente estarás con él para que te ayude con tu don, así que creo que en poco tiempo podrás adaptarte.
–Eso espero, maestro.
Fue extraño a ojos de Adelina, decir la palabra, por las charlas que tuvieron cuando Tomas visitaba la academia. A pesar de eso, le dedicó una sonrisa, pero el momento fue interrumpido por el sonido seco de los bolsos de Adelina al caerse.
–Déjame ayudarte, lamento no haberlo hecho antes –dijo Tomas tomando uno de los bolsos y lo llevó a su hombro–. Fue descortés de mi parte.
–Está bien, ya no importa.
Caminaron un poco más hasta llegar a la zona de estudiantes, donde muchos la miraron hostilmente. Tomas dejó los bolsos de la muchacha en la entrada de su habitación y se miraron por un momento. Adelina no se había percatado de los ojos grises del joven y le recordó a unas viejas portadas de libros que tenía en su biblioteca. Pudo ver con más detalle la cicatriz que tenía encima de su ojo y se preguntó qué habría pasado para conseguirla.
–Gracias, maestro.
–Es un placer –dijo Tomas sonriente.
Tomas se marchó de la zona de estudiantes y Adelina metió rápidamente sus pertenencias. La habitación era sencilla, había un futón con colchas y encima de ellas un uniforme de color negro y azul oscuro. Desempacó poco a poco sus cosas, los libros los dejó al lado del futón y las armas de fuego en una esquina del cuarto.
Después, sacó la daga de Hela y la desenfundó. El filo seguía manteniéndose intacto y la hoja podía reflejar a la muchacha. En el reflejo, Adelina no pudo ver nada extraño. No muertos, no Hela ni versiones muertas de sus amigos. Un escalofrío le recorrió la espalda y guardó el arma en su funda para ocultarla debajo de la almohada junto al mapa.
Se cambió la campera y pulóveres por el uniforme de los Lin Kuei. Se ató el cabello negro en una cola de caballo y dejó su rostro descubierto. Salió de la habitación y vio a los demás estudiantes, pero no se les acercó. Se mantuvieron alejados, mientras Adelina arreglaba mejor su ropa y el medallón que tenía el pecho.
Un superior se le acercó, le dio un lampazo y un balde y señaló donde tenía que comenzar sus labores. Observó los bastos pasillos y quedó impactada por la cantidad de polvo y suciedad. Puso el lampazo en el balde, lo estrujó y lo pasó lentamente por el suelo de madera. Escuchó algunos susurros detrás suyos, pero no les dio importancia y siguió con su labor hasta que los brazos le dolieron.
Era la tarde cuando Adelina terminó de limpiar los suelos y el superior le ordenó sacar la nieve de las entradas del templo. Le dio una pala y otro balde y le señaló los lugares donde empezar. La chica tomó aire, ubicó la herramienta en la nieve, sacó la mayor cantidad posible y lo tiró en el balde. Repitió la acción hasta que rebalsó y dejó la nieve lejos de las entradas.
Adelina terminó su tarea al anochecer, escuchó unas campanadas que parecían anunciar la hora de la cena. Vio a los estudiantes, superiores y maestros ir hacia el templo principal y los siguió. Al entrar, un montón de mesas estuvieron abarrotadas de estudiantes y delante había una gran mesa donde estaban Tomas y sus hermanos.
Una hoguera se ubicaba en el centro del salón emitiendo llamaradas anaranjadas. Daban calor a todo el lugar iluminado con pequeños faroles y velas decoraban las mesas repletas de cubiertos y palillos chinos. Adelina se sentó en un extremo de la mesa, evitando a los ninjas. Una vez más, detectó miradas curiosas, susurros y risas.
“Es una estudiante de la Academia Wu Shi. Parece que no tuvieron una peor estudiante para traer.” “Sus aires denotan superioridad.” “Liu Kang me decepciona. ¿Cómo no sabía que tenía una criomante entre sus filas?” “Es irritante que tengamos que soportar a una estudiante de la Academia Wu Shi. Ni siquiera ellos saben cómo enseñar a sus aprendices.”
Ignoró los comentarios cuando las puertas se abrieron revelando a aprendices llevando comida. El Gran Maestro y sus hermanos fueron los primeros en recibir sus platos y las voces de júbilo inundaron poco a poco el gran comedor.
Bi Han unió su puño con su otra mano, tanto sus hermanos como estudiantes se inclinaron y Adelina los imitó. Después, las voces alegres volvieron a llenar el salón hablando en su idioma nativo. Adelina pudo interpretar algunas palabras, pero a pesar de su estadía en la Academia Wu Shi, su agilidad con el chino no había mejorado.
Estudiantes seguían susurrándose entre ellos para luego soltar risas indiscretas. Adelina encontró un autocontrol milagroso para no contestarles de la peor forma posible y pasó por alto los comentarios. Intentaría todo lo posible para encontrar una forma rápida de poder controlar su poder y marcharse. Por ahora, tendría que aceptar su lugar de principiante y acatar las reglas que aparecieran.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por los ruidos de la puerta abriéndose repentinamente. Dos mujeres pasaban entre los pasillos y los presentes se pusieron de pie en señal de respeto. Una chica iba vestida de rojo y la otra de amarillo. Se acercaron a la mesa enorme donde estaban Bi Han, Kuai Liang y Tomas y se inclinaron. Se ubicaron en uno de los extremos de esta y un grupo de ninjas corrieron a darles la cena y mejores comodidades. Charlaron con Bi Han, mientras que Kuai Liang y Tomas se metieron en su propia conversación.
La cena transcurrió sin problemas y al terminar, se inclinaron ante Bi Han y sus hermanos. Los estudiantes recogieron sus respectivos platos y los dejaron para que otro grupo lo limpiara. La muchacha se dirigió a su habitación mezclándose con el resto. Buscó los baños y se metió lo más rápido que pudo.
Tras bañarse, Adelina corrió a sus aposentos y se ocultó en las cálidas colchas. Una alegría la invadió al ser recibida por ese calor reconfortante y cerró sus ojos, esperando un mejor día.
Hela estaba a la altura de su hijo, Kolbein, por lo que recordaba Adelina. Lloraba y su hijo también, la abrazaba fuertemente mientras soltaba quejidos y la veía por última vez. Hela le acomodaba mejor el cabello castaño como las almendras ofreciéndole una sonrisa triste y Adelina se percató que sus ojos azules eran iguales al ojo izquierdo de su madre.
El esposo de Hela, Alarik, se acercaba y recogió al niño, mientras miraba a la mujer que amaba. Se daban un beso de despedida escuchando los sonidos de demonios y gritos guturales cerca. Alarik se llevó a Kolbein, mientras este gritaba desesperadamente: “¡Mamá! ¡Quiero quedarme contigo! ¡Ven con nosotros! ¡Mami, Mami! ¡Te quiero, mamá!”
Hela lloraba al escuchar a su pequeño. Su hijo. Se sacaba las lágrimas y puso su mejor cara de guerra. Aunque Adelina sabía el resultado de ese enfrentamiento fatídico.
El recuerdo cambió a otra persona. Esta vez, Kolbein era un muchacho de diecisiete o dieciocho años. Su cabello tenía algunas pequeñas trencitas y su mirada destilaba guerra y odio.
Discutía con un hombre canoso, su padre, Alarik. Kolbein tenía un hacha en la espalda, en su cadera colgaba una espada y la bolsa de runas que su madre le había regalado. Entre grito y grito, salía de la cabaña con un fuerte portazo y caminaba a un bosque cercano. Su rostro chocaba con varias plantas intrusivas, sus pisadas fuertes ahuyentaban animales y hacían crujir las ramas secas. Se sentaba en un gran tronco, mientras bajaba la cabeza y gritaba fuertemente al cielo.
Sacaba su espada plantándola fuertemente en la tierra cubierta por hojas y pasto. Kolbein se arrodillaba y su frente estaba cerca del mango. Adelina escuchaba sus pequeños lloriqueos y susurros, se acercó con lentitud y miedo ante el muchacho a pesar de que era un recuerdo.
–Perdóname, mamá –susurraba Kolbein con la frente pegada al mango de la espada vikinga–. Te vengaré, lo prometo. Restauraré nuestro honor y te buscaré. No voy a huir ni a esconderme. Nuestra familia volverá a gobernar el Infierno. Perdóname, mamá. Por todo.
Los llantos del muchacho se esfumaron y una negrura invadió a Adelina. Solamente escuchó la voz de Hela:
“Maldigo mi alma para que proteja mi carne y sangre. Sus allegados serán la guardia de mi prisión hasta restaurar lo que se perdió. Llorarán por el dolor que sufro. Mi pequeño Kolbein… Ladrones, ladrones… lo pagarán con sus vidas…”
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✧・゚: * Whimsy Stories Legacy Challenge *:・゚✧
Creado por Kateraed (traducido por Fer Jeans)
¿Sientes que las historias no vienen a ti naturalmente?
¿Sientes que repites una y otra vez la misma historia?
¿Sientes que quieres ser el tipo de simmer que se mete en la vida de sus sims al punto de llegar a ser casi enfermizo? ¡Este reto es para ti!
¡Te vas a enamorar de les sims complejes y belles del Whimsy Stories Legacy Challenge! ¡Historias que contigo y la ayuda de tu gente pixelada van a cobrar vida!
Atención: por supuesto que puedes añadir cualquier elemento a la historia/drama/ideas/etc. que se te ocurran para tu partida. Esto está hecho para ampliar vuestro modo de juego, no para encerrarte.
Los trucos de dinero están PERMITIDOS (hasta cierto grado) a menos que se indique lo contrario. Se pueden usar para tener las casas gratis freerealestate o con objetivos de seguir la trama de la historia cuando sea necesario.
PRIMERA GENERACIÓN
Sin casa, pero no sin amor
Nuestra historia empieza como la mayoría de las historias lo hacen… con sufrimiento.
No tienes hogar.
Saliste al mundo sin nada, excepto una tienda de campaña y un sueño. De peque nunca tuviste tu propia casa. Ibas saltando de lado a lado, a la vez que seguías soñando con tener una casa suburbana a la que llamar tu casa. Con tu propia familia.
Desde muy joven anhelas una vida normal. Estás hasta las narices de que todo a tu alrededor esté roto y alborotado. Así que buscas la felicidad en las cosas mundanas.
Al principio, la vida es solitaria, pero afortunadamente te enamoraste de otre sim sin hogar. No tienes nada, pero se siente como si lo tuvieses todo con tu pareja a tu lado.
Eres una persona despreocupada, soñadora y amante de la naturaleza. Algunas personas te llaman hippy, pero tú te llamas a ti misme feliz.
Creas todo desde la base.
Creas velas, fabricas tus propios muebles y buscas en los contenedores de basura. Al final, tienes tu propia casa, construida con tus propias manos.
Una minicasa.
¡No solo es una minicasa, sino que es una minicasa suburbana! ¡Finalmente has logrado tu sueño!
Te quedarás en esta casa acogedora del tamaño de una caja de zapatos durante el resto de tu vida. Plantarás tu jardín, criarás a tus hijes y venderás las cosas que tú haces en las tiendas locales para ganarte la vida.
OBJETIVOS:
Enamórate mientras que no tengas hogar.
Ponle nombre a tus hijes relacionados con la naturaleza.
Debes vivir en una minicasa de estilo suburbano (que construyes sin trucos) durante toda tu vida. (Microcasa durante la juventud, luego puedes mejorarla).
Cultiva un jardín sano.
Amante de las plantas (es decir… esta casa está LLENA de plantas, que sorprendentemente caben en 32 baldosas)
Ten al menos 3 tatuajes.
Domina las habilidades de Fabricación, Destreza manual y Bienestar.
Completa la aspiración de Elaboradore Experte.
Trabaja de forma autónoma en el oficio de fabricante.
Rara vez llevas maquillaje y te gusta vestir casual.
SEGUNDA GENERACIÓN
La felicidad no se encuentra solo en una pareja.
Tus progenitores te han cuidado y amado de forma extrema desde que naciste. Eran la pareja perfecta. Después de ver lo que parecía una historia perfecta de amor desde que eres peque, sientes que no serás capaz de encontrar lo mismo.
Incluso empieza a resultar intimidante.
Así que decidiste alejarte del amor. Tienes numerosas citas por aquí y por allá, pero al final el miedo y la ansiedad por tener pareja te hacen que te quedes sin pareja durante toda tu vida.
Aunque nunca quisiste una pareja, te encantan les niñes. Siempre has querido ser progenitore. La idea de darle amor y casa a une pequeñe sim por el resto de su vida te remueve por dentro. Quieres ser eso para alguien.
¿Y quién dijo que necesites pareja para tener hijes?
Mandas a la mierda a las normas sociales y adoptas cuatro hijes a lo largo de tu vida. Les crías en soledad. Aunque solo estás tú, tienen todo el amor que podrían pedir. Son felices. Tu familia es perfecta.
Eres une super progenitore y sientes que tu vida está llena de amor, aunque nunca tuviste algún interés romántico.
Hasta que llegas a la vez. Te coge por sorpresa, conoces a alguien con quien conectas automáticamente. Habéis tenido vuestras propias vidas y os enamoráis perdidamente, de forma totalmente inesperada.
Vives el resto de tu vida con tu alma gemela y tejiendo cosas de punto adorables para tus nietes.
OBJETIVOS:
Adopta 4 hijes (y/o ten bebés probeta).
No puedes estar en una relación hasta la vejez.
Cásate cuando llegues a la vejez.
Completa la aspiración de Superprogenitore.
Ten los rasgos de Nada coquete y Familiar.
Domina las habilidades de Aptitud parental e Investigación y debate.
Dalo todo en todas las estaciones y festividades. Tu casa está DECORADA. Tu árbol de Navidad es perfecto. Tu casa debería salir en una revista. Sí, ese tipo de dedicación.
Completa la profesión de Educación.
Ten siempre al menos una mascota en casa.
Ten una pared llena de fotos familiares.
Seguiré traduciéndolo poco a poco. Lo tengo empezado en mi canal por si queréis echarle un vistazo ✨💙https://www.youtube.com/watch?v=eiuIkrSyXT8
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Fortnight
"In just a fortnight I had you and I lost you"
Jake siempre fue un amigo para mi, hasta que esta tarde de principios de primavera ambos revelamos la opinión que tenía nuestro corazón por el otro y comenzamos a salir, el mismo día que aquel matrimonio comenzó su mudanza…
A los dieciocho había decidido vivir sola en la antigua casa deshabitada de mis abuelos, bueno, no sola, Jake siempre estaba ahí, desde la limpieza, luego la desastrosa mudanza, hasta el dia de hoy luego de tres años, siempre había estado a mi lado, y por culpa de él y su revoltosa personalidad termine enamorándome perdidamente de él, mi mejor amigo…no, él ahora es mi novio.
En el parque de niños ambos confesamos nuestros sentimientos, y afortunadamente todo había salido bien. Caminábamos por las calles casi vacías del vecindario disfrutando la compañía del otro y adaptándonos al nuevo título de novios hasta que vimos el camión de mudanza, por voluntad propia ofrecimos ayuda a los nuevos vecinos, rápidamente cuando los vi tuve un mal presentimiento, ellos estaban casados, llevaban el mismo anillo y ambos no lucían como una pareja casada, por lo cual seguro había problemas de pareja, y ella… ella lucía como el tipo ideal de Jake, el tipo patrón que él siempre repitió en sus novias, en el cual todas tenían similitudes y características que yo nunca tuve, ¿Este era un mal momento para ser insegura?
Ellos no debían ser muchos años más grandes que nosotros, o aunque sea ella, o mejor dicho Ella, un nombre delicado como su apariencia, Jake rápidamente comenzó a socializar con ambos, aunque el chico era un poco… reservado, no era una mala característica pero Jake nunca conocía los límites de esta.
Los cuatro comenzamos a entrar cajas, muchas cajas y muebles, Ella hablaba conmigo cada tanto , era buena haciendo muchas cosas a la vez, hablar, llevar una caja, dar mínimas órdenes, y prestar atención a ambos chicos, era espléndida y solo la había conocido hace quince minutos… Me estaba preocupando.
Habíamos logrado la mayor parte de las tareas, una cena de delivery y esa noche Jake se despidió y fue a su casa, y yo a la mía , sabiendo de los nuevos vecinos, Ella y Sunghoon.
A la mañana siguiente la rutina volvía a comenzar, era lunes y debía ir a trabajar, cuando salí de mi casa note a Ella comenzando un jardín, ambos nos saludamos brevemente y me dirigí hacia mi trabajo con una cosa en mi mente… ¿Acaso ella era una actriz o modelo? ¿Cómo demonios podía verse así a las seis de la mañana?
Note el auto de ellos salir de su garaje, él se estaba yendo a trabajar seguramente ¿Él también será modelo? Las preguntas las deje sin responder una vez que llegue al trabajo y maldije por dentro tener compañeros tan inútiles que deberían analizar sus cerebros por tanta falta de uso.
Luego de una larga y difícil jornada laboral emprendí camino hacia mi casa nuevamente, a unos metros note a Jake hablando con Ella, y el auto de Sunghoon apunto de llegar. ¿De qué hablaban tan felices? Y… ¿Sunghoon también trabajaba el mismo horario que ella? ¿También lo explotaban laboralmente? — ¡Hola linda! — escuché la melodiosa voz de Ella en dirección a mi, Jake me miró con una sonrisa, pero yo lo conocía, bastante para mi mala suerte y corazón, él estaba ocultando algo.
Una vez los cuatro reunidos intercambiamos un par de palabras y cada uno fue a su lugar.
— ¿Llegaste temprano hoy? — dije mientras me recostaba en el sofá mirando a mi novio.
— Prepare la cena... Para ambos —Jake me dedicó una sonrisa y una suave caricia en mi cabello, mis mejillas se enrojecieron, pero él no me vió, no estaba viendo por la ventana hacia la casa de nuestros nuevos vecinos… Bueno, uno siempre puede estar malinterpretando las cosas, no debía sacar conclusiones tan rápidamente, solo… Solo iba a confiar en él.
Una semana, solo una necesitó Jake para arruinar todo. Acaso... ¿Él pensó que yo no lo vi saliendo de madrugada de la casa de Ella cuando Sunghoon se había ido de viaje por asuntos del trabajo?
Dios, Jake la había decepcionado y mucho engañandola con una mujer casada, ¿Jake había perdido la maldita cabeza? Me daba asco pensar en que Ella estaba casada y engañando a su esposo, debe ser por que mi papá engañaba a mi mamá estando casados, Ella era la misma clase de persona, y Jake tenía el papel de esa mujer que odie toda mi vida, mi madrastra, el lo sabía también cuanto odiaba a esa señora que ayudó a arruinar su familia. Pero la peor parte de todo es que Sunghoon no sabia, y yo no podía terminar mi relación con Jake, odiaba ser tan estúpida y no pones dejarlo, pero solo llevaban diez días saliendo, y yo ya estaba rendida a sus pies.
Todas las mañanas Ella regaba sus flores y yo estaba obligada a verla, mi jefe me había ordenado a trabajar desde casa debido a problemas en la oficina y mi maldita ventana daba hacia el jardín de ellos. Ella me sonreía todo el día cada vez que cruzabamos miradas, como si yo no supiera nada del engaño, y por las noches me dedicaba a beber mientras miraba mi programa de caricaturas infantil favorito... El mio y el de Jake, él no venía seguido a casa, hubiese pensado que quería darme mi espacio e ir lento en la relación, solo nos veíamos un rato cada un día y solo era para hablar o ver una película, solo nos habíamos besado pocas veces, sabía que el satisfacia sus deseos con mi adorable y delicada vecina, seguro no valía la pena estar conmigo... Debía decirle a Sunghoon, pero ¿Cómo?
12 días, Dios definivamente me estaba dando señales y oportunidades que yo estaba insegura de tomar, raramente mi compañía hizo una colaboración con otra compañía que raramente mi vecino trabajaba allí, y aun más raramente ambos debíamos trabajar en el nuevo proyecto.
Ambos decidimos trabajar cada uno en su respectivas casas, pero Ella me decía que vaya a su casa para que pruebe sus nuevas recetas. Maldita mujer que era bonita, delicada y sabía cocinar, esto estaba mal, no debía ignorar la situación del engaño, siempre me recordaba 'ella está engañando a su esposo con tu novio, no caigas en su inocencia falsa'. Pero aun así para mi, sabiendo como era esa chica era difícil no caer en sus encantos.
14 días, hoy Sunghoon estaba en mi casa, Jake y Ella no estaban y no quería saber si estaban juntos o que estaban haciendo. Seguía escribiendo y planificando en mi laptop, era fácil trabajar con él no era inútil como mis compañeros y hacía las cosas bien a la primera, pero aún si debía decirle.
— ¿Tienes el archivo con las recomendaciones de los sitios para hacer el proyecto? — La voz de él interrumpió mis pensamientos.
— Si... Ya te la envío — buscaba el archivo en mis documentos hasta que escuché como él cerraba su laptop y dejaba su lapicera a un lado.
— Supongo que también te diste cuenta — la voz de Sunghoon sonaba sería, su apariencia casual y anteojos apoyaban su seriedad. — Mi esposa, Ella y tu novio... — Rápidamente lo interrumpí.
— Lo se... Yo lo siento mucho, yo... — ¿Acaso me estaba por disculpar porque mi novio se acuesta con su esposa? ¿Cuándo perdí mis neuronas?
— No es tu culpa, no hay nada de que culparte, ¿Pero desde cuando lo sabes? —
— Cuatro días, yo planeaba... Planeaba decirte a ti —
— Supongo que ambos lo sabíamos... —
El silencio se apoderó de todo el lugar, me sent��a mal lo mio con Jake era un noviazgo, pero Ella y Sunghoon estaban casados y su situación era más complicada. Ambos estaban mirandose, ninguno de los dos sabia que decir, cómo iniciar una explicación o charla, pero la mirada a de ambos se dirigió hacia esa botella de alcohol que la chica degustaba todas las noches.
— Beber todas las noches se hará un mal hábito para ti — ¿Cómo es que el sabía que yo...? — O si vas a hacerlo en secreto deberías cerrar las cortinas... O por lo menos tener compañía —
En cuestión de segundos cada uno tenía su copa en mano, estaban sentado cada uno en un sofá, a medida que el tiempo pasaba y la copa se vaciaba, Sunghoon comenzó a contarme su historia con Ella, eran amigos debido a su familia, y terminaron casándose jóvenes por culpa de etsa misma, al principio todo iba bien, hasta que Ella comenzó a estar en desacuerdo con todo y se escapaba durante las noches, ella quería amor verdadero y él se esforzaba por dárselo y, cambiando sus actitudes y acciones, aprendiendo a amarla, pero para ella eso no era suficiente. Le conté mi historia con Jake, como siempre fuimos mejores amigos, mi vergonzoso crush adolescente por el, y lo difícil que era para mi ver el patrón de características de sus novias.
Ambos nos dejamos vulnerables con el otro, contando como cada uno amaba a la persona que lo engañaba. Y decidimos ponerle un fin mañana, a una quincena de conocernos.
Dejamos de beber y decidimos nuestro plan, sin venganza ni nada de eso, éramos adultos y debíamos actuar como uno, ambos debido al alcohol notamos tenso el ambiente, pero no éramos como ellos, ninguno se atrevía a caer ante la tentación como lo hicieron nuestras parejas, nosotros no éramos como ellos.
Sunghoon se fue a su casa y yo decidí que era momento de dormir antes del desastre del día de mañana, tenía mensajes de Jake pero no tenía ánimos para verlos.
Al otro día decidimos cenar los cuatro juntos,
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[ SHY ]: sender covers their face and receiver moves their hands away.
Lo que había iniciado como una tarde de ver películas luego de ayudar a Hanbin con su material para el jardín de niños, comenzaba a subir de tono rápidamente en el sofá del mayor. Suyeong era un hombre muy simple, de gusto sencillos, de deseos palpables y naturales que no podía quedarse con las ganas de una mano en el muslo, de un beso en la mejilla, de una mordida en el cuello y de prácticamente someterlo en contra del mueble entre besos. Se siente increíble estar entre aquellas largas piernas, en como las rodillas se aprietan en contra de su cadera cada que Suyeong muerde o succiona una pequeña marca en su mandíbula. No obstante, se detiene de inmediato cuando nota como Hanbin se esconde, no sabiendo si hizo algo malo o lo había abrumado. - —¿Estas bien Hanbin-hyung? — -el productor se separa lo suficiente para que ninguna parte de él lo toque, dándole espacio si quiere sentarse o solo respirar. Se nota preocupado, sus ojos lo buscan esperando una respuesta. - —¿Hice algo malo? ¿Fui muy rápido?
#* ⠀ 🍒 ⠀ ╱ ⠀ dialogue ⠀ 、 ⠀ ❪ ⠀ yang suyeong ⠀ ❫#* ⠀ 🍒 ⠀ ╱ ⠀ dynamic ⠀ 、 ⠀ ❪ ⠀ suyeong & hanbin ⠀ ❫#smileflowcr#habíamos dicho que hanbin se rompe en todos lados#pero no aquí binnie#sullyto te tiene en sus sacrosantas manos#ante todo la responsabilidad afectiva y el amor ok#inclusive si solo fuckean(?)#s*
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youtube
dale play, soquete
˚‧⁺ 𝐄𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐧 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐥 𝐬𝐨𝐥 𝐲 𝐥𝐨 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐯𝐢𝐝𝐚.
En un lugar apartado del bosque, donde los árboles forman siluetas que recubren el sitio y solo deja ingresar la luz del sol entre las copas, se encuentra una casita. La entrada es un camino de piedras que llevan directamente a un jardín de girasoles.
Es un lugar tranquilo, lejos de la ciudad. Bajo el arco de la entrada se encuentra una nota que dice: "Afuera de los problemas, se encuentra un sitio de paz."
"ℯ𝓁 𝒽𝒾𝓁ℴ 𝓇ℴ𝒿ℴ 𝓈ℯ ℯ𝓃𝓉𝓇ℯ𝓂ℯ𝓏𝒸𝓁𝒶 𝒸ℴ𝓃 𝓁𝒶 𝓈𝓊𝒶𝓋ℯ 𝒷𝓇𝒾𝓈𝒶 𝓅𝓇𝒾𝓂𝒶𝓋ℯ𝓇𝒶𝓁"
Esperaría entonces, a que la melena rubia se perdiera en el interior de una casita sencilla. Un sitio que no tenía muebles en absoluto, que no estaba habitada por nadie... más que por recuerdos.
"ℯ𝓁 𝓂𝓊𝓃𝒹ℴ ℯ𝓈 𝓉𝒶𝓃 ℊ𝓇𝒶𝓃𝒹ℯ, 𝓁𝓁ℯ𝓃𝒶𝓇ℯ́ 𝓊𝓃𝒶 𝒸𝒾𝓊𝒹𝒶𝒹 𝒹ℯ 𝒻𝓁ℴ𝓇ℯ𝓈 𝓈ℴ𝓁ℴ 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓉𝒾"
El cantar de las aves no sería la interrupción del silencio en el lugar, sino el susurro de un par de pasos que subirían por los peldaños de piedra.
AlHaitham presionaría sus labios para retener la risa de un último mensaje que fue enviado por el rubio que estaba justo en el interior: "Si me navajean hay un Dios que todo lo ve"
"𝓅ℴ𝓇 𝓉𝒾 𝓅ℴ𝒹𝓇𝒾́𝒶 𝒽𝒶𝒸ℯ𝓇 𝒸𝓊𝒶𝓁���𝓊𝒾ℯ𝓇 𝒸ℴ𝓈𝒶 𝓈ℯ𝓇ℯ́ ℴ𝓂𝓃𝒾𝓅ℴ𝓉ℯ𝓃𝓉ℯ ℯ 𝒾𝓃𝓋ℯ𝓃𝒸𝒾𝒷𝓁ℯ"
Lo difícil que podía ser convencer a Kaveh para hacer algo sin decírselo, sería algo que se guardaría como recuerdo por el resto de su vida. Al igual que, incluso sabiendo lo que vendría, el nudo en su estómago y la incomprensión del estallido de emociones que no tenían una expresión abierta.
"𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓸 𝓾́𝓷𝓲𝓬𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓮𝓼𝓮𝓸 𝓮𝓼 𝓮𝓷𝓽𝓻𝓮𝓰𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓮𝓵 𝓻𝓮𝓼𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓿𝓲𝓭𝓪"
Su deseo estaba en rediseñar esa expresión que tenía en su rostro cuando se mencionaba un infortunio del pasado.
Que al escuchar "Fontaine" no desembocara en el pensamiento de un abandono o de una vida a la que no le fue permitida su acceso; era, ahora, un indicio nuevo. Un significado que le ofrecía para volver cálido su corazón cuando recordara la cita en un lugar silencioso.
La promesa de un futuro en conjunto que ambos ya habían acordado solo en palabras antes de dormir o conversaciones entre tazas de café.
Porque aquí, en un sitio marcado por el pasado de Kaveh, podían iniciar un futuro dejando la sombra atrás. Juntos.
Ante la comprensión y la clara dirección de la situación, el peligris esperó a que Kaveh saliera de la casita, esperándolo entre el jardín de girasoles que bien representaban al sol personal que estaba en el interior.
¿Un Deja Vu de la situación?
Solo entonces, cuando se encontraran, se agacharía y apoyaría en una de sus rodillas y le mostraría el contenido que guardaba el interior de una pequeña cajita.
-𝑉𝑜𝑙𝑣𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 𝑐𝑎𝑠𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑠𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠
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¡Por favor, no le digan a nadie!
Cap. 1 ¿Bailamos?🪩
Créditos de la imagen: @aleandriseige
Will sospechó desde el inicio. En el almuerzo ocupaban la misma mesa, al salir caminaban abrazados, de hecho, cada instante disponible lo destinaban a estar juntos.
Todos lo notaban, nadie decía nada, él no preguntaba.
Ciertamente, dolía. Imaginaba sustituir a Alana. Solo soñaba.
¿Qué camino escogió? Aparentar alegría infinita al enterarse de que dos de sus amigos tenían una relación.
Los fotografiaba a petición de ella; no las borraba. Cuando el rechazo golpeaba su pecho, las revisaba y permitía que las lágrimas brotaran. No lo remediaba, pero su aflicción emanaba a cuentagotas.
…
Llegó temprano a la escuela. La ciudad era peculiar, un segundo de desfase en tu horario habitual y atrasarías o apresurarías tu rutina.
El sol iluminaba los muros color pistacho, hojas verdes caídas de los árboles llenaban el asfalto y el viento producía una melodía con las aferradas a las ramas.
—¡Hola, Graham!
—Hola, Bloom.
Antes apreciaba la efusividad de su “amiga”, ahora resultaba irritante.
Lo invito a caminar alrededor del colegio. Discutieron referente a la fiesta que realizarían en la casa de ella, luego la mujercita empezó a desahogarse respecto a su ruptura con Hannibal.
“Demasiado inmaduro. No se presta a solucionar problemas”.
“¿Ternura? Pff, su inteligencia es recíproca a la imposibilidad de demostrar cariño”.
Actuación extra.
“¡Lo siento tanto!” Un apretón. “Encontrarás a alguien mejor”. ¿Existe?
Celebró que Lauren, la prefecta, abriera la pesada puerta metálica y el suplicio acabara.
Beverly y Margot llegaron rato después, ni siquiera saludaron. Se avecinaron a él con objeto de corroborar que la lista de invitados y el dinero recaudado se mantuvieran ordenados. Libres de deudas, pendientes o cabos sueltos.
Se cuestionó la razón de planificar excesivamente una sencilla reunión.
Era la primera vez que el ojigarzo acudía a ese tipo de evento, ya que nunca se le dio socializar ni obtenía muchos permisos de su madre sobreprotectora.
No negaba que la sensación de incertidumbre ante las aventuras que traería la noche, le entusiasmaba. Percibir la mirada de Lecter encima de su nuca, durante la media hora de descanso, no le gratificaba.
Conservaban cercanía, sin embargo, el tiempo compartido disminuyó, igual que los roces.
Lo extrañaba, no obstante, su dignidad era mayor y no mendigaría migajas de atención.
…
El viaje se extendió más de lo previsto. Una pequeña edificación ocre, protegida por un portón oscuro, era el hogar de la pelinegra. No era un buen vecindario, mas no era el peor.
El interior era amplio, pintado de tonos durazno y muebles que apostaba heredados.
Prefirieron no comer y dedicarse a colocar en el jardín las luces para la pista de baile, limpiar y decorar.
Al terminar, entraron a un estudio repleto de cajas, un viejo sillón y una computadora arcaica. El rizado contempló a la ondulada acicalarse.
—Iré al baño.
—Arriba. Al final a la derecha.
Alcanzó su mochila y se dirigió a su destino.
Desempacó unos jeans negros y un suéter rojizo. Usó el cinturón y los tenis del “uniforme”.
Untó una pizca de aceite de coco en las zonas altas de su rostro, iluminándolas. Bálsamo labial aumentó el rosa natural de dicha área. Eso bastaba.
Varias conocidas de Alana aparecieron. Se sentaron a conversar mientras “Ocean drive” se oía de fondo. Él no participó, aunque sí se informó de los inconvenientes familiares de esas chicas.
Treinta minutos más tarde, seguían exentos de rastro de sus amigos, incluso las hamburguesas que encargaron arribaron, sin embargo, no había quién las degustara.
Una llovizna cayó y les desanimó; podría ser motivo de inasistencia y sus planes fracasarían.
Pero no…
Delante a la entrada, entreabierta, de hierro, aparcó un Jaguar azabache. Katz, con su impecable cabello lacio, escoltada por Hannibal. Eso, en efecto, impactaba.
Verlo ahí, sumamente perfecto, rozando el término de “divinidad”, le regaló a su mente un recuento de las semanas en la biblioteca, aprendiendo Historia, y las tiernas escenas guardadas de él, alimentándose.
Convivían a diario, a pesar del “malentendido” y justo en aquel momento, ante el castaño y su maldita exnovia, quiso derrumbarse.
…
Matthew, otra de las exparejas de Bloom, se adhirió a ella cual chicle. Danzaban y cantaban felices, chocando sus frentes y tomándose de las manos. Las circunstancias coadyuvaron y se besaron.
Will esperaba que Lecter reaccionara mal, no obstante, se unió al bullicio generado.
Por otra parte, Verger se encargó de emborrachar a todos. Le sirvió tequila a la mayoría. Entre ellos y el castaño arrasaron con el vodka.
Graham la observaba bailotear mediante las divisiones en medio de los bambús que funcionaban de muro y apartaban la pista de la mesa de pícnic donde comieron.
—¿Qué haces aquí sentado? Todos se divierten —indagó Hannibal, acomodándose junto al ojigarzo.
—Me entretuve suficiente. Descansaré y regresaré. Enseguida lo necesitarán o simplemente te imitarán y buscarán al individuo más asocial que conozcan con intención de dialogar.
—¿Crees que poseo tal influencia? ¡Vamos, no soy tan relevante!
—Guapo —Comenzó a enlistar ayudándose de sus dedos—, carismático, inteligente, dispones de todo para convertirte en líder. Tardaría años mencionando tus cualidades.
El mayor sonrió levemente. Le gustó escuchar eso del joven.
De pronto, “If I Go, I'm Goin” sonó. El chance idóneo para perder miedo y dejar que la bebida se tradujera a “el pretexto óptimo”.
—¿Bailamos? —Se levantó y le tendió su mano—. No necesitamos ir a la pista si te incomoda.
Sopesó la situación. Acababa de ver a su ex besuqueándose con otro, frente a él y decenas de gentes. Su ego pudo herirse y aquello era una venganza magnífica.
¿Qué había de sus deseos? Era una ocasión, seguramente, irrepetible. No la desperdiciaría, aunque posteriormente tuviera que recoger sus pedazos.
Entrelazaron sus manos. El menor llevó una al hombro contrario y Lecter rodeó la cintura ajena.
Torpes pasos de vals los hicieron girar. Estaban bastante próximos, a punto de hundirse en sus clavículas. Aspirando sus aromas diversos; bosque y cientos de dólares almacenados dentro de un frasco de perfume.
»Somos pésimos en esto —Se separó algunos centímetros, admirándolo y guardando, en su palacio mental, esa imagen del muchacho iluminado por un reflector amarillo que acentuaba su sonrojo.
—Sí —Le devolvió la mirada. Amaba el ligero bronceado adornando la piel del castaño. Cada detalle de él impresionaba—, mas es agradable.
La adoración persistió en las pupilas del rizado, como si esos cuatro meses restregándole a otra persona en la cara no marcara diferencia.
Ignoró el temor, se acercó y fusionó sus labios de un modo tierno y cálido.
El mundo frenó cuando apreciaron restos de saliva, prueba del secreto naciente que compartirían… ellos, Bev y Jimmy.
—Shockeante —confesó Price, ingirió un trago de su vaso rojo y volteó a verificar la reacción de su compañera: boquiabierta—, algo insólito.
—Veníamos a invitarlos a jugar “7 minutos en el paraíso”, sin embargo, creo, empezaron sin nosotros —bromeó Katz.
—Mierda —maldijo Will, frotándose la cara—. ¡Por favor, no le digan a nadie! —imploró, estrujándolos.
—Tranquilos, campeones, están a salvo.
…
Brown no desaprovechó la oportunidad de comentar su época “rockstar” tocando en modestos lugares locales.
Hannibal y Graham se incorporaron al círculo donde la botella elegía las parejas del juego, pero decidieron no participar.
—¡Will, no tienes idea de cuánto te me antojas! —declaró Matt cuando el envase de vidrio los señaló.
—Estoy fuera y, francamente, no anhelo probar la baba de Beverly.
—Solo un besito —Brown gateó en el pasto hasta alcanzarlo y jalarlo de la nuca.
Súbitamente, su cuerpo se elevó, sus pies no tocaban el piso, Lecter sostenía el cuello de su camisa.
—¡Pedazo de imbécil, ¿se olvidaron de enseñarte el significado de “no”? —La rabia se apoderó del castaño, oscureciendo su expresión y orillando a mostrar sus caninos, involuntariamente.
—¡Déjalo, da lo mismo! —El ojigarzo se ubicó a su lado y palpó su brazo.
Lo bajó. Matthew quedó atónito e inmóvil.
—Si vuelves a insinuarte, tocarlo o respirar en torno a él, toda esa furia que casi te hace manchar tus pantalones, caerá sobre ti —le susurró al oído—. No me controlaré.
Agradeció, nuevamente, que la pelinegra no fuera testigo.
—¡Marchémonos, los padres de Bev llegaron! —Jimmy los arrastró hacia la salida.
…
El grupo de adolescentes permaneció callado en el transcurso del trayecto, pues su olor y forma de hablar, los delatarían.
Hannibal se apoyó en la sien del menor, copiándoles a Beverly y a Price; las distinciones fueron los dedos enroscados y el beso en la frente al despedirse.
Ninguno sabía qué ocurriría a partir de aquella madrugada, aunque… poco importó.
Disponible en AO3:
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MILLER HOUSE AND GARDEN
ARQUITECTO: EERO SAARINEN
LOCALIZACIÓN: COLUMBUS, INDIANA, ESTADOS UNIDOS
CRONOLOGÍA: FIN DE LA CONSTRUCCIÓN: 1953
Eero Saarinen nació en 1910 y murió a los 51 año en 1961, era un arquitecto y urbanista finlandés que debido a su temprana muerta no vio levantadas dos de sus obras más importantes a nivel social e histórico. Se mudó con su padre; arquitecto también, a Estados Unidos y estudió escultura en París (1930-1931) y arquitectura en Yale. Posteriormente trabajó con su padre hasta la muerte de este.
A lo largo de su trayectoria, construyó sobre todo de arquitectura de carácter ecléctica, dedicándose sobre todo de forma concreta a las necesidades físicas y simbólicas del cliente dando de lado así a muchas de las características que definen la arquitectura moderna.
Eero Saarinen trabajó en los años treinta con Charles Eames, con quien diseñó muebles los cuales se adaptaban al cuerpo humano, manteniendo de forma simultánea su trabajo como arquitecto.
La Miller House ofrece una integración de casa la casa con el paisaje, manteniendo influencias y precedentes históricos, pero sin repetirlos. Esta casa construida en el año 1957, refleja claramente los materiales y la tendencia arquitectónicamente del momento, esta es el modernismo; se debe sobre todo a su composición en vidrio y acero. Fue declarada en el año 2000 Monumento histórico Nacional y a partir del año 2009 fue donada al museo de arte de indiapolis.
El arquitecto ya había construido anteriormente para esta familia de negocios y su primer objetico era diseñar una casa para usar durante todo el año, adaptada para poder alojar invitados relacionados con los negocios pero que también fuese apta para criar a sus hijos.
Esta casa está ubicada en una parcela rectangular de cinco hectáreas entre una calle de un elevado tránsito y un río. La planta de Millor house se concibe como un rectángulo organizado a través de un espacio central del que salen 4 alas: el dormitorio principal, la zona de los niños, la cocina-lavandería, una zona que ocupa la habitación de invitados y el cuarto de servicio con una cochera, Formando en total una retícula de 9 rectángulos. Las habitaciones de los niños son independientes entre sí, comunicadas a su vez con una sala de juegos.
Las paredes y el suelo de la sala central son de mármol y cuenta con una gran chimenea.
La envolvente de esta casa consiste en paneles de vidrio y de pizarra grisácea. La iluminación de la casa se hace a través de una rejilla de tragaluces, esta está sostenida por un sistema de 16 columnas de acero.
Cabe destacar que Saarinen trabajó al fondo en esta casa hasta el punto de tratar con un diseñador de interiores y un paisajista para así conformar el interior y el exterior al completo. Haciendo referencia, a esto cabe destacar los coloridos cojines de la zona de conversaciones de la sal de estar ubicada como si de un pozo se tratase, la gran pared equipada de dicha estancia, los cojines con las iniciales de la familia de las sillas de la sala de estar, las sillas del comedor en forma de pedestal y la mesa de mármol al igual que las paredes y el suelo de la estancia dando de esta forma una uniformidad en el material utilizado.
En cuanto al jardín no se puede olvidar las cuadrículas formadas en este replicando el plano de la casa y los preciosos y acogedores callejones de hayas generados por el lado oeste de la casa, que protegen a esta del sol, del viento.
"Clásicos de AD: Casa y Jardín Miller / Eero Saarinen" 02 mar 2011. Plataforma Arquitectura. Consultado el 17 de noviembre de 2022 .
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-116596/anuncio-clasicos-casa-y-jardin-miller-eero-saarinen
Fernández, Tomás y Tamaro. Elena. Biografia de Eero Saarinen.Biografías y Vidas. Consultado el 17 de noviembre de 2022 .
Catalina Dib. Modernismo americano mid-century: La casa Miller por Eero Saarinen. Consultado el 20 de noviembre de 2022
Ana de la Fuente Aznárez. Dan Kiley en la casa Miller.[Tesis] Departamento de Composición Arquitectónica, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
Consultado el 23 de noviembre de 2022
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sleeping draught, peeling wallpaper?
sleeping draught - What was the last dream you had?
siiii suerte que los transcribo todos a twitter porque estoy obsesionada con mis sueños:
Soñé que tenia que recursar la introductoria de música de nuevo entonces iba a clase y mi profesor era KANYE WEST pero estaba bien bien chapa nivel todo lo que decía era incoherente y se paseaba por la clase hablando de boludeces. En un momento se ponía hablar de 21 jump street y flasheaba diciendo que quería un amigo judío y yo me escapaba de la clase porque era una secuencia muy extraña todo. Y ALGUIEN había intentado incendiar un árbol cerca de la facultad pero estaba tan seco que las partes se desprendían solas y no pasaba nada por suerte.
Después había una ELIPSIS o no me acuerdo lo que pasaba en el medio, pero el sueño seguía estaba con unos mutuals de tumblr de acá caminando por belgrano (?) y nos encontrábamos con alguien haciendo cosplay del monstruo de Viy (adjunto imagen) en la calle
y lxs chicxs se ponian a decir en chiste que era re lindo y yo me desesperaba porque no sabía si era en serio o me estaban boludeando entonces me escapaba de la conversación. Luego de repente me ponía tensa porque estaba rodeada de bicicletas y sonaba la música de pyscho de hitchcock de fondo. Lo que aparentemente había pasado es que me encontraba en el medio de una bici-perfo que estaban haciendo unos ciclistas donde imitaban a los pájaros de la (otra) peli de hitchcock (o sea, se ponían a atacar gente??) pero con sus bicis y ellos atacando a humanos. Yo era la victima. Hasta ahi me acuerdo
peeling wallpaper - Write about a memory.
voy a hacer trampa y decir algo sobre mi memoria: es muy mala. Pero por alguna razón tengo mucha maña para recordar toques o elementos estéticos/decorativos muy puntuales de lugares; me acuerdo perfectamente el empapelado de la casa donde viví hasta los 6 años (cuando no me acuerdo nada más de ahí), me acuerdo que el piso de mi jardín estaba en damero blanco y beige, me acuerdo los colores y la disposición de la cocina del depto donde vivía mi abuela cuando era chiquita -hasta el detalle del crucifico en una pared, y los imanes que tenía y ya descartó- , los muebles verde limón de la pieza de mi tía, etc. No sé porqué me acuerdo esas cosas tan bien (?)
También me acuerdo muy bien la ropa que estaba usaba la gente cuando pasaron cosas importantes (para mí).
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Casa de Ema Klabin (II). Otra serie de 10 fotos de la fabulosa casa museo que esta socialite pualistana encargó como residencia particular en la segunda posguerra. Un pabellón neoclasico prusiano inserto en el barrio Jardín Europa y repleto de arte, muebles de diseño y objetos litúrgicos. Para más información busquen mi posteo del mes de febrero. La casa está abierta al público y la entrada es libre. Vale mucho la pena darse una vuelta. #saopaulo #brasil #interior #interiordesign #arquitetura #architecture #art #artcollector #urban #brazil #houses #taste #travel #travelphotography #luxury #viajes #neverstopexploring (en Casa Museu Ema Klabin) https://www.instagram.com/p/Cp99mZ2O8em/?igshid=NGJjMDIxMWI=
#saopaulo#brasil#interior#interiordesign#arquitetura#architecture#art#artcollector#urban#brazil#houses#taste#travel#travelphotography#luxury#viajes#neverstopexploring
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Yo hablo con las sombras: El Amo de la casa
1.1 La vieja casa de la Cuarta calle
La vieja casa al final de la Calle Cuarta había estado en venta durante años, y, sin embargo, lograba esquivar a cada comprador. Las parejas entraban y rápidamente daban la vuelta, murmurando algo sobre una “aura inquietante” que parecía envolverlos en cuanto cruzaban el umbral. Las habitaciones se sentían pesadas y rancias, cargadas con el olor a polvo y algo más penetrante, como a madera podrida. El suelo crujía como si susurrara, y las ventanas temblaban con cada ráfaga de viento. Kelly y su esposo, Mateo, fueron los primeros en encontrar fascinación donde otros sólo habían sentido temor. las advertencias como meras supersticiones, se sintieron atraídos por la casa, sin darse cuenta de lo reales que podían ser esas creencias.
Firmaron los papeles, sellando el trato. La gran casa al final de la Calle Cuarta finalmente era suya... o eso pensaban. Mientras se mudaban, sus pertenencias se apilaban en un caos de cajas y muebles abandonados, y sentían que la casa se cerraba a su alrededor, pesada y estática. El inquilino anterior había dejado el mobiliario: armarios oscuros con bordes astillados, tocadores antiguos forrados de encaje desgastado, y sofás de cojines hundidos cubiertos por una capa de polvo gris. Mateo pasó un dedo por el sofá, la mugre le dejaba una sensación arenosa, pegajosa, en la piel. No les importó; pensaron: “¿Quién diría no a unos muebles vintage?”—pero cada pieza parecía cargar con secretos, y cuanto más se movían por la casa, más sentían que el aire se les pegaba, denso y húmedo.
Sin embargo, casi de inmediato, empezaron a suceder cosas extrañas. Las cajas que habían llevado adentro reaparecían en el jardín, como si la casa misma las escupiera. Cuando Mateo refunfuñaba sobre esto, Kelly se reía y lo ignoraba. “Seguro las dejaste afuera tú mismo, tonto”. Ella siempre se quitaba de encima lo raro con rapidez. Pero al caer la noche, se dieron cuenta de que, sin importar cuánto organizaran sus cosas, la casa no se sentía como suya. Las habitaciones, al oscurecerse, parecían estrecharse, empujándolos hacia las escaleras como si los acorralaran.
El único cuarto que lograron terminar fue el dormitorio. Exhaustos, se desplomaron sobre la vieja cama. El colchón suspiró bajo su peso, liberando un olor rancio y terroso que se quedó pegado en las sábanas. Mateo intentó dormir, pero la casa parecía más inquieta que ellos, llenando el silencio con quejidos que crecían en volumen cada hora que pasaba. “Solo son los sonidos de una casa vieja”, murmuró Mateo, aunque no estaba seguro si trataba de tranquilizar a Kelly o a sí mismo. Ella se dio la vuelta, cubriéndose la cabeza con las mantas, pero incluso así, el profundo crujido de los pisos parecía vibrar a través de las paredes, como si alguien estuviera caminando justo afuera del cuarto.
Ya pasaba de medianoche cuando Mateo se incorporó, sobresaltado por un fuerte portazo en el piso de abajo, que hizo temblar los vidrios de las ventanas. Su pulso se aceleró mientras buscaba una luz, con la piel húmeda de un sudor frío. “¿Hola?” llamó, con la voz apenas levantándose por encima de un susurro. La sala estaba en sombras, pero alcanzó a distinguir las cajas, volcadas y desparramadas, como si alguien hubiera hurgado entre ellas. Sus ojos se desviaron hacia la ventana, y vio algo que le erizó la piel: una caja estaba en el jardín, sola bajo el tenue resplandor de la farola. “¿La dejamos afuera?” murmuró, el sonido absorbido por el aire denso a su alrededor.
Abrió la puerta para recogerla, y una ráfaga de aire frío y húmedo inundó sus pulmones, trayendo consigo un olor rancio, algo terroso y agrio. Al agacharse para recoger la caja, la puerta a su espalda se cerró de golpe, el sonido resonando en la calle vacía. Tiró del picaporte, sintiendo un repentino pánico cuando se dio cuenta de que había dejado las llaves adentro. Golpeó, el sonido apenas más fuerte que un murmullo en la quietud de la noche. Arriba, Kelly yacía inmóvil, sin percatarse, perdida en un sueño profundo.
“¿Ya te encerraste fuera?” una voz dijo desde el otro lado de la calle, devolviendo a Mateo a la realidad. Un hombre se acercó, su rostro capturando la luz de la farola: un rostro amable, pero desconocido. “Soy Teodoro”, dijo, con voz suave, demasiado relajada. “Si necesitas un lugar donde dormir hasta la mañana, estoy justo aquí al frente. A estas horas, no hay cerrajero que venga”.
Mateo asintió, sintiendo una mezcla de alivio y desconfianza. “Solo por esta noche”, respondió, sintiendo cómo la garganta se le apretaba con cada palabra. “Mi esposa notará que no estoy en la mañana.” Teodoro se rió, pero había algo agudo en su mirada, una chispa de conocimiento. “Oh, se dará cuenta, claro. Todos lo hacen, tarde o temprano. Esa casa tiene una forma de meterse bajo la piel.”
“¿A qué se refiere?” preguntó Mateo, notando cómo su propia voz sonaba débil.
“Solo son bromas de viejo,” dijo Teodoro, encogiéndose de hombros con una media sonrisa mientras servía un vaso de agua. “Ahora, duerme. Todo estará más claro con la luz del día.” Mateo se dejó caer en el sofá, agotado, pero el silencio no lo dejaba descansar. Las palabras de Teodoro se hundían en él, retorciéndose en su mente y sembrando inquietud mientras se quedaba dormido.
Mientras tanto, en la casa, Kelly permanecía sin alterarse, perdida en el silencio. Hasta que sintió cómo las sábanas comenzaban a deslizarse, y un frío espeluznante le rozó la piel. Trató de tomarlas, somnolienta, solo para escuchar un susurro tenue en su oído: “Los invitados no son bienvenidos en el dormitorio principal”. Las palabras quedaron suspendidas en el aire y, en el siguiente momento, la puerta de su habitación se abrió, balanceándose lentamente mientras una ráfaga helada entraba, poniéndole la piel de gallina.
Desorientada, se cubrió la cabeza con las mantas, cerrando los ojos con fuerza, tratando de volver a dormir. Ni siquiera notó la ausencia de Mateo, demasiado aturdida para comprender que estaba sola, enredada en el extraño, opresivo silencio de la vieja casa al final de la Calle Cuarta.
Esta es la primera parte de una serie continua. Espero la hayan disfrutado y esten pendientes de la siguiente parte.
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Muebles Para Jardin Exterior | Midtown Concept
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Cómo Transformar una Casa en un Hogar
Transformar una casa en un hogar es un viaje que va más allá de la decoración. Implica crear un espacio que resuene con tu personalidad y te brinde confort un espacio que te haga sentir mucha seguridad y tranquilidad al momento de estar en él, un hogar es nuestro espacio seguro es por ello que necesita algunos cambios como decoración, pintura, y más para poder transformar una casa en un hogar.
Personaliza Tu Espacio
La personalización es clave. Agrega elementos que te representen, como:
Fotografías: Cuelga fotos de momentos especiales con amigos y familiares que destaquen escenas de alegría e historia.
Arte: Incluye obras de artistas que te inspiren o piezas que hayas creado tú mismo pueden ser religiosas, abstractas según tu personalidad
Recuerdos: Muestra souvenirs de viajes o regalos significativos en lugares adecuados en los muebles de las áreas comunes como las sala principal.
Crea Zonas Acogedoras
Piensa en la funcionalidad y el confort. Establece rincones específicos para momentos agradables:
Sillones cómodos: Un lugar para leer o meditar, utiliza sillones que se adapten al espacio de tu hogar y se vean armónicos y acogedores
Escritorio inspirador: Si trabajas desde casa, un espacio dedicado a la creatividad y bonito escritorio funcional te permitirá tener un espacio diseñado únicamente para tus labores y tener a la mano todo lo que necesitas en cualquier momento.
Área de entretenimiento: Un lugar para ver películas o jugar con amigos, actualmente todas las propiedades inmobiliarias poseen una sala familiar o cuarto de juegos, tu puedes aprovechar tu espacio y designar una habitación que no pienses habitar para dormir en un espacio para recreación familiar.
Incorpora Naturaleza
Las plantas añaden vida y frescura. Considera:
Plantas de interior: Como helechos, suculentas o ficus que son plantas fáciles de cuidar y no requieren mucho mantenimiento y servirán de decoración para tus espacios y habitaciones
Jardines verticales: Si el espacio es limitado, aprovecha las paredes. Crea tu propio jardín colgante para que un toque de naturaleza llene de vida tu hogar y te permita tener una vista y frescura dentro
Flores frescas: Un jarrón con flores puede alegrar cualquier habitación. Puedes colocar algún tipo de flor dentro de tu hogar para darle frescura a tu hogar.
Juega con los Colores
Los colores influyen en el estado de ánimo. Opta por tonos que te hagan sentir bien:
Paredes cálidas: Colores como el terracota o el amarillo suave puedes buscar colores en tendencia y paletas que se acoplen a tus gustos, existen aplicaciones como pinteres que te permiten ver ideas y tomarlas en cuenta para tu hogar
Detalles decorativos: Cojines y mantas en colores vibrantes o en tonos neutros para un ambiente sereno, puedes buscar en tiendas y centros comerciales elementos decorativos que te permitan tener una mejor visualización.
Aprovecha la Luz Natural
Cortinas ligeras: Permiten que la luz entre sin bloquear la vista esto ayudará a la iluminación natural de tu hogar, ahorrando luz eléctrica y teniendo mucha visualización.
Espejos: Reflejan la luz y hacen que el espacio parezca más amplio. Colócalos de forma estratégica que te permitan una mejor visualización de tu hogar.
Hazlo Funcional
Organización: Mantén el orden con soluciones de almacenamiento que sean prácticas y estéticas, cajones, gavetas o muebles de doble función te permiten almacenar lo que necesitas y utilizarlos como sillones.
Espacios multifuncionales: Diseña áreas que puedan adaptarse a diferentes usos, como una mesa de comedor que también sirva de espacio de trabajo, o una cama que tenga cajones abajo para colocar zapatos o ropa.
Dedica Tiempo a la Limpieza y el Orden
Rutinas de limpieza: Establece horarios para mantener el orden y la limpieza. Crea un calendario de limpieza en tu hogar para que siempre puedas mantenerlo limpio y ordenado de la mejor manera, puedes alternar días de limpieza en los espacios y baños con las prioridades de cada área.
Deshazte de lo innecesario: Revisa regularmente lo que ya no necesitas y considera donarlo o reciclarlo, el acumular objetos puede volverse un habito muy difícil de controla, es por ellos que realizar revisiones periódicas te permiten mantener lo necesario en casa.
Transformar una casa en un hogar es un proceso personal y continuo. Se trata de crear un espacio que te haga sentir seguro, feliz y conectado. Recuerda que cada pequeño detalle cuenta y, sobre todo, que lo más importante es que tu hogar refleje quién eres y lo que amas.
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A mi abuelita Marta
De chica no me gustaba mucho venir a Mendoza. Me relacionaba más con mi familia materna, viajábamos finde por medio a lo de mi Nona en Jáchal. Los 9 primos en una finca llena de cipreses para correr, jugar a los niños perdidos y mandarnos mocos sin miedo a la mirada adulta.
Siempre me sentí ajena a Mendoza. No veníamos muy seguido y de mi familia paterna sólo nos iban a visitar a San Juan mis abuelos. Con mi hermana siempre nos sentimos un poco bichos raros acá. Todos vivían en departamentos y nosotras no entendíamos esa ausencia de jardín ¿A dónde iban a gastar energía esas personas? Éramos medio animales salvajes entre 4 paredes y en medio de un mar de buenos modales donde había una forma de sentarse en la mesa, una forma de usar los cubiertos, intentar jugar sin moverse mucho en un ambiente, sin patio, sin pasto.
Incluso cuando vine a estudiar a Mendoza me sentí rara, desconectada. Las distancias se me hacían eternas, no conocía a nadie. Bueno a casi nadie, por suerte me mudé cerca de mis abuelos. Para ese entonces Marta, la abuelita Marta, me seguía pareciendo esa mujer que de niña me ponía límites y no me dejaba jugar mucho con los adornos acomodados perfectamente sobre los muebles (que por cierto son MUCHOS y muy encantadores, tanto para niñes como para grandes). Quizás si prometía portarme bien me permitía indagar en las cajitas de la mesa ratona, donde podía encontrar caracolitos y otros souvenirs de algunos viajes.
De vez en cuando me invitaban a comer, y entraba de nuevo ese sentimiento de ser un bicho raro frente a una milanesa de pollo (en sanjuanino suprema) con miedo a agarrar mal los cubiertos y conjugar mal algún verbo mientras hablaba (porque Marta era profesora de literatura). La figura de mi abuela era como un inmenso corrector en mi cabeza, siempre esperando que cometiera un error para poder corregirme.
Pero un día del 2022 mi abuela se quedó sola en su casa. En la vorágine familiar de querer cuidarla empecé a visitarla todos los domingos y para mi sorpresa me encontré con una persona que poco se parecía a esa abuelita de la infancia. Conocí su historia, entendí sus actitudes, sus formas, sus tratos, y poco a poco nos volvimos a presentar la una con la otra, compartimos charlas, libros, noches de películas, recetas de postres ricos y trucos de jardinería. Ella me llama para preguntarme por mis estudios, para saber si la puedo ayudar a manejar la computadora, que qué queremos comer el sábado.
Nos vemos finde por medio, ella nos cuenta sus historias, cómo empezó a trabajar de maestra a los 17, los incontables mocos de mi abuelo, cómo pudo sacar su carrera en Letras teniendo 3 niños, cómo eran sus papás, cómo fue su infancia y las dificultades de ser la mayor de 5 cumpliendo el rol de segunda madre. Con mi hermana nos encanta escucharla, ella se sienta siempre en el mismo lugar en la mesa y nos relata diferentes anécdotas con un lenguaje sumamente pulcro y una modulación perfecta, mientras se entretiene mirándonos cocinar y doblando algún papelito que encuentre por ahí (siempre está haciendo algo con las manos).
Desde el 2022 ella es mi recomendadora oficial de libros. El último que leí es “Papaíto piernas largas”, su libro favorito, el que lee cuando se siente triste o cuando quiere pasar un rato entretenido (porque literal mi abuela puede leer un libro por día si quiere). Y juro que con este libro he llegado a comprenderla más, siento que de alguna forma mi abuelita es el personaje de Jesusa Abbott aunque reversionada: una mujer curiosa, que siempre tiene algo para sumar. Ella es como un libro infinito que ama leer, quejarse de los vecinos, dormir con su gata y ver pasapalabra.
Siempre me sentí ajena a Mendoza, pero quizás hoy un poco menos, acompañada de mi abuela mucho menos.
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¿si recuerdas que uno de nuestros planes era mudarnos juntos?
bueno pues me di a la tarea de buscar lugares, sobre todo apartamentos, pero no me gusto la idea de tener vecinos, y tampoco de que lo único que pudieras ver fuera la ciudad.
así que pensé en grande y comencé a buscar en la afueras, lugares cómodos y no tan distantes pero conectados con la naturaleza. Y encontré una joya.
La casa que ves, es la casa que al verla simplemente nuestro futuro paso por mi cabeza, se que es pronto ya que aún no estamos casado, pero se que lo estaremos y tendremos bebés. Se que esto se convertirá en un hogar mientras tu y yo estemos juntos.
La acaban de remodelar, así que el interior y exterior están en perfectas condiciones, los muebles y la decoración general, la dejare a tu gusto, de lo único que si me encargue, fue del jardín que ya te mostré, este espacio, es lo que cree, la creación para mostrar todo lo que haces florezca dentro de mi.
Espero poder volver esta casa, nuestro refugio, nuestro nido de amor, el cual nos desconecta de todo el exterior, “nuestro mundo”. Eso espero que sea y se que será así.
Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.
Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría
Por siempre - Mario Benedetti
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El hogar y el jardín
Hace 8 años y sin saberlo entramos por primera vez a aquella casa. En aquel momento no lo sabíamos, pero aquel lugar iba a ser un espacio único para los dos.
Muy al principio fuimos acumulando buenos recuerdos en cada uno de los rincones de aquella casa, y empezamos a darnos cuenta que disfrutábamos cada espacio, cada pared, cada puerta, cada mueble..
Pasó el tiempo y no alcanzamos a darnos cuenta que aquello se sentía como un lugar seguro para los dos, un espacio del cuál disfrutábamos y nos permitió crear una conexión única.
Debo reconocer que a pesar de sentirme bien en aquel lugar que se sentía tan familiar, tan seguro, de repente quise empezar a mirar por la ventana de nuestro hogar.
Fuera de nuestro mundo, existía un jardín infinito, donde había caos, paz, e incluso, otras casas, experiencias..
Echando la vista atrás, no sabría decirte en qué momento decidí mirar más allá de la ventana y arriesgarme salir a experimentar a conocer un poco más sobre aquel jardín.
Debo reconocer que la cagué al irme de ese lugar seguro así fuese de forma intermitente, el ir y venir constante, mientras tú seguías en nuestro hogar cuidando cada detalle cada mueble cada pared cada puerta.
Esos viajes al jardín empezaron a tener consecuencias, no me di cuenta en aquel momento pero cada vez que salía de nuestro hogar era como si me llevase una parte de él, y al volver a casa, traía algo del exterior que no combinaba en lo más mínimo con aquello que fuimos construyendo poco a poco.
Cada vez eran más los momentos en los que permanecía en el jardín y no en nuestro hogar. Mientras tu permanencias en casa cuidando cada rincón de nuestro hogar y esperando todos los días mirando la ventana, esperando mi regreso.
Con el paso del tiempo aquel hogar se contaminó de elementos pertenecientes de aquel jardín, elementos que en aquel momento yo no era consciente que iban a ser el principio del fin. Las flores empezaron a marchitar, el agua salía turbia, los muebles empezaron a desgastarse, las cortinas se ensuciaron..
Ámbos nos dimos cuenta que nuestra casa necesitaba un mantenimiento, pero el ir y venir constante al jardín hacia que ya no me esperases en la ventana, ya me empezabas a esperar en el marco de la casa, poco a poco empezaste a salir de nuestro hogar, sin embargo me esperabas, y cuando yo volvía a casa todo parecía volver a la normalidad.
Sin darnos cuenta todo cambió, cada vez había menos muebles en aquel hogar, cada vez yo tardaba más en regresar y cada vez mirabas menos por la ventana esperandome.
Con el paso del tiempo y después de varias decisiones aquel hogar duró vacío por periodos de tiempo cada vez más largos: 7 días, luego 15 días, luego 1 mes y ya al final periodos de 6 meses donde de repente volvías tú a aquel hogar y me llamabas, y luego yo llegaba sólo a aquel hogar y te llamaba.
Y así hasta que cada vez era más el tiempo que se estaba descuidado aquello que supimos construir con tanto amor, aquello que supimos llamar hogar.
Hace como un año me encuentro sentado en la última silla que nos queda en la mitad de nuestra casa, analizando cada rincón, recordando donde iba cada objeto que ocupaba un lugar perfecto en nuestro espacio.
Sé que tú también estuviste sentada aquí, viendo el mismo panorama que veo ahora. Hastiada del jardín y añorando lo que construímos, mirando a través de la ventana, esperando que llegues.
Las últimas veces que has venido a visitarme a nuestro hogar has venido cargada con objetos del jardín que no tienen cabida en este hogar, así mismo como los has traído he intentado pulirlos para que se puedan ajustar a estas 4 paredes.
Nicoll, sigo aferrándome a esto que construímos con tanto amor, sin buscarlo.. sin saberlo.. A nuestro hogar.
Cada día que pasa y no vienes a visitarme se hace muy difícil soportar el vacío de estas 4 paredes, de estos cimientos que construímos hace 8 años ,donde solo hay una silla apuntando hacia la ventana que da al jardín.
Me cuesta muchísimo aceptar que tú ya te mudaste, que no te interesa compartir más en nuestro hogar, pienso que realmente si sigo aquí sentado esperándote no es por mi, ni siquiera por ti. Es por nosotros, la conexión que tuvimos, incluso el potencial que seguimos teniendo para ser unos compañeros de vida , un apoyo para el otro, por una relación que nos haga crecer nuestro hogar, ser la casa más grande del vecindario, de la ciudad, del país, del mundo... Realmente aún me aferró a qué si hay un 1% de posibilidades yo seguiré teniendo 99% de fé.
No vuelvas por mí, no vuelvas por tí. Te pido por favor si lees esto que vuelvas por lo que fuimos, por lo que somos, por lo que podemos llegar a ser.
Te prometo que está vez las cosas se harán bien por y para los dos, llegar a viejitos si la salud nos lo permite, que las flores vuelvan a ser bellas, que las paredes estén limpias, que haya muebles y cortinas de los colores que quieras..
Te amo demasiado y seguiré aquí sentado, esperanzado a qué un día dejes de ver sólo las mariposas del jardín. Te esperaré, pero no sé hasta cuándo 💞.
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