#LaOraciónEnCuaresma
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escritosdelcamino · 2 years ago
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Continuamos con una de las maneras más valiosas que tenemos para vivir la Cuaresma (y mejorar y mantener nuestra relación con Dios) que es la oración, el padre Tertuliano nos enseña el cuándo, y ahora veremos como el padre Macario Egipcio, nos mostrará cómo hacerlo, según el libro del padre Luis Glinka, “La oración en los santos Padres”:
“Preguntaron al abba Macario, diciendo: ‘¿Cómo debemos orar?’, y el anciano contestó: “No es necesario hablar mucho: basta que extiendas las manos, y digas: ‘¡Señor, como tú sabes y quieres, ten piedad de mí!’. Si te llega una tentación, di: ‘¡Señor, ayúdame!’. Pues Él sabe lo que nos es útil y tiene misericordia con nosotros.
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En efecto, aquellos que se esfuerzan en orar, incluso contra los deseos del corazón, si al mismo tiempo se esfuerzan en ser humildes, dulces, inocentes y generosos con los demás (…) en respuesta a esos esfuerzos, el Señor, que ve el deseo ardiente del hombre, les dará el poder cumplir sin pena, a pesar de sus esfuerzos, todas estas prácticas, y llegarán a ser para él, como una segunda naturaleza. Pues, al final, el Señor viene hacia el hombre y permanece en él, y él en el Señor. (…) El alma debe saber hasta qué punto, estando sola, no tiene fuerza. No esperen nada de sí mismos, póstrense ante Dios y, en su corazón, reconozcan que no son nada. Entonces la gracia todopoderosa creará todas las cosas en esa nada. (…)
Caminante, ¿estamos listos para esforzarnos en la oración para recibir su Gracia? Comenta, guarda y comparte este post con alguien que aprecies. Te lo agradecemos. ¡Sigamos!
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escritosdelcamino · 2 years ago
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Ya hemos visto qué es la oración y las excusas que nos ponemos para no orar, ahora, ya con una actitud hacia la oración, es sensato preguntar, ¿cuándo debemos orar? Otro padre de la Iglesia nos enseña este tema en el libro “La oración en los santos Padres” del padre Luis Glinka, que, en este caso, cita a Tertuliano:
“Sobre los momentos de la oración no tenemos nada prescrito; tan sólo que tenemos que orar en todo tiempo y lugar. (…) Se entiende en todo lugar donde se considere oportuno y necesario. Pues los Apóstoles no creyeron que quebrantaban el precepto cuando oraron y cantaron a Dios en la cárcel, oyéndoles los guardianes (Hch. 16, 25), ni tampoco Pablo, que celebró la Eucaristía en el barco en presencia de todos (Hch. 27, 35).
Respecto al tiempo, no estará de más tener señaladas unas horas: las que comúnmente se consideran como intermedias del día: tercia, sexta y nona [equivalente a las 9am, mediodía y 3pm], que en la Escritura aparecen como más solemnes. (…) parece que constituye una presunción que nos exhorta a orar y que nos impone como una ley de interrumpir nuestras ocupaciones para la oración, (…) hemos de orar al menos tres veces por día, pues hemos de dar culto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; esto aparte de las oraciones reglamentadas que se han de hacer, aunque no se diga nada de ello, al comienzo del día y de la noche”.
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Caminante, ¿sabías la frecuencia que debemos orar fuera de la bendición de los alimentos y el inicio y final del día? Comenta, guarda y comparte este post con alguien que aprecies. Te lo agradecemos. ¡Sigamos!
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escritosdelcamino · 2 years ago
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Monseñor Luis Heriberto Rivas, en el prólogo del libro “La oración en los santos Padres” señala la importancia de esta obra del padre Luis Glinka sobre la oración:
“Los fieles reciben en la actualidad la oferta de muchos métodos de oración. Algunos se apoyan sobre conceptos religiosos muy distantes de la fe cristiana, por lo que son ciertamente desaconsejables. La obra del padre Glinka sirve como valioso indicador, que ubica a los lectores en el camino de la auténtica tradición cristiana. Como se suele decir, cuando remontamos el camino, y volvemos hacia la fuente, ahí encontramos el agua más pura”.
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Empezamos entonces con lo primero, ¿qué es la oración? para lo cual el padre Glinka se basa en San Juan Crisóstomo:
“La oración es la muralla que nos defiende, es la armadura invisible, es el sacrificio expiatorio de nuestra alma y la base y fundamento de todos los bienes. Porque la oración no es otra cosa que un diálogo con Dios y una conversación con el Señor del universo. ¿Puede haber algo de mayor dicha que el ser uno considerado digno de conversar ininterrumpidamente con el Señor? (…) considera cuántos andan enloquecidos por las cosas de este mundo, que vienen a ser poco menos que sombras. Y cuando ven a uno que tiene trato con el rey y puede conversar continuamente con él (…) ¿en qué concepto de grandeza le tienen? (…) ¿qué se podría decir del que es considerado digno de conversar con Dios y no sobre asuntos de la Tierra (…)? Es tal es mucho más dichoso, incluso que el mismo que ciñe la diadema, con tal que por medio de la oración se gane el apoyo de lo alto (Catequesis Bautismales, XI)”
Caminante, ¿estás listo para conversar con Dios que nos protege con su muralla y la dicha de ello? Comenta, guarda y comparte este post con alguien que aprecies. Te lo agradecemos.
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escritosdelcamino · 2 years ago
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Entre los tres principales actos que los cristianos nos centramos en la Cuaresma, están: la oración, el ayuno y la limosna (o actos de misericordia). Todos ellos practicados y ejemplificados a la perfección por nuestro Salvador, Jesucristo.
En la actualidad, incluso los no creyentes oran, como fórmulas mágicas, oraciones, y se confunde la oración como decreto, a un dios, o al universo, confundiendo, la obra de Dios con Dios mismo, o limitando a Dios como una dimensión física como una “energía” o cosas similares. O existen creyentes que oramos, solo para pedirle cosas a Dios, o de manera automática como meras repeticiones que poco se distancian de las repeticiones paganas rechazadas por Jesucristo.
Por ello, vamos a compartir en los siguientes posts, algunas pistas de cómo debemos orar, como lo hicieron los santos Padres, quienes siguieron a su vez, fielmente a Jesucristo y su enseñanza. Para ello, nos vamos en centrar en el libro del padre Luis Glinka: “La oración en los santos Padres” que ya desde el prólogo del monseñor, y especialista bíblico, Luis Heriberto Rivas da señales del libro:
“Los santos Padres cumplieron con el misterio de profundizar las enseñanzas del Evangelio y transmitirlas a los fieles de todas las culturas, aplicándolas a las nuevas circunstancias que se iban produciendo en la historia de la Iglesia. (…) El padre Glinka ha seleccionado estos ejemplos, y aquí los ofrece traducidos al castellano y ordenados como para que los cristianos de hoy aprendan a rezar en la escuela de los santos Padres”.
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Caminante, ¿estás listo para aprender de los santos Padres sobre la oración? Comenta, guarda y comparte este post con alguien que aprecies. Te lo agradecemos. ¡Sigamos!
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escritosdelcamino · 2 years ago
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Ya vimos que el padre de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, en el libro “La oración en los santos Padres” del padre Luis Glinka, nos explica lo que es la oración, como una maravillosa muralla y más grande dicha por tratarse por una conversación directa con Dios; pero a veces, lo más valioso suele ser rechazado por excusas vanas que damos, quizá porque es más sencillo no comprometernos con su Amor, y auto-compadecernos o creernos autosuficientes. Así, San Juan Crisóstomo señala las vanas excusas para no orar:
“No digas, pues: Dios es enemigo mío y no me escuchará. Porque si tú insistes sin desfallecimiento, pronto te contestará. Porque aunque no te escuche por amistad, lo hará al menos por importunidad. Por tanto, ni la enemistad, ni lo importuno de la hora, ni otra cosa alguna es impedimento. Tampoco has de decir: “Yo no soy digno y por eso no hago oración. “Porque tampoco la cananea era digna y fue escuchada. Ni digas tampoco: “He pecado mucho y no puedo rogar al que tengo tan ofendido”; porque Dios no mira los merecimientos, sino la intención. Pues si aquella viuda del Evangelio logró doblegar con sus ruegos al juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres, ¿cuánto más inclinará hacia nosotros a Dios la continua oración, siendo Él la suma bondad?
Por tanto, aun cuando no fueras amigo suyo, aun cuando no tengas derecho a reclamarle una deuda, aun cuando te hubieras ausentado de la casa paterna y hubieras consumido y despilfarrado tu herencia, aun cuando estés deshonrado y seas el desecho del mundo, aun cuando le hayas ofendido e irritado grandemente basta que quieras suplicarle y volverte a Él, para que al punto lo recobres todo, y, aplacando su ira, anules la sentencia que contra ti tenía preparada”.
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Caminante, ¿dejamos de ponernos excusas para comunicarnos con Dios? Comenta, guarda y comparte este post con alguien que aprecies. Te lo agradecemos. ¡Sigamos!
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