#Historia de una traición
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me metí a un servidor nuevo hace unos días y antes de ayer estábamos haciendo posts falsos de am i the asshole? con nuestros ocs y la verdad que finnley y chase pongan su propia versión de lo que pasó entre ellos a la vez me causa mucha risa(???)
#finnley: -cuenta lo que pasó desde su perspectiva de que se sintió reemplazado por un cualquiera y abandonado-#chase: -comenta que se sintió traicionado de que su mejor amigo no lo apoyara en finalmente en tener una relación y se ponga 'caprichoso'-#los dos: am i the asshole?#encima como es el internet no va a costar mucho para que identifiquen las similitudes en las historias y conecten a los dos lol#mejor que caspian no use reddit porque sino se va a enterar de muchas cosas que su querido novio le ocultó#como por ejemplo el mínimo detalle de por qué FINN Y ÉL SE DEJARON DE HABLAR DESPUÉS DE QUE EMPEZARON A SALIR#tbf tho; chase es el que suele sentir como el que estuvo mal; finnley no tanto. aunque a veces necesita la confirmación de que no es el mal#ni habla del tema con dali porque ella empieza a las puteadas y con ganas de ir a la casa de chase; romperle la puerta#y bajarle todos los dientes de una piña sola. dali siente Violencia. y aunque él también siente Violencia; realmente no actuaría lol#aunque la idea de verlo sufrir emocionalmente le gusta; especialmente si es por abandono o traición lol. pero; si tiene que pasar que pase#bonus points para dali viendo la publicación de chase y poniendo 'YOU ARE THE ASSHOLE INDEED YOU SICK FUCK TF IS WRONG WITH YOU' dsjfnjds#en fin; nada. drama(?#oc talk
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27 DICIEMBRE
Descubrir que una de las maneras para expresar realmente lo que pienso y quiero es por medio de la escritura, y se ha vuelto mi terapia favorita, así que Aprovecho para pedirte perdón por mis errores. Tuve actitudes caprichosas que quizá pasaron por encima de tus sentimientos. También te hice cambiar cosas que genuinamente eran parte de ti. Y aunque ya es tarde, todo eso me ha hecho entender que hay muchas formas de fallar más allá de una traición, también te pido perdón por guardarme las palabras, por no expresarte a tiempo lo feliz me sentía por estar a tu lado. quiero agradecerte por cada palabra de amor que salió de tu boca, por los mil te amo, por los mil consejos, por cada aventura que ambos recorrimos en busca de la felicidad y perfección, por esos pasos gigantes que diste por cambiar lo que tú realmente eres, por las noches en la playas, por hacerme sentir protegida cuando me abrazabas, por preocuparte en algún momento por mi y querer ayudarme, por enseñarme un mundo que yo desconocía, por escucharme cuando mi mundo estaba oscuro, por tu amor incondicional con las niñas, por trasnocharte y por tenerme comida después del trabajo, por sobarme los pies cuando me dolían, por cada palabra de aliento que me diste en momentos de ansiedad y depresión, por esas cosas simples que me hacían sentir amada. Nunca te lo dije, pero eso me llenaba el alma.
Una parte de ti siempre estará en mi y todo lo que sembraste ahí estará, como un lugar que nunca nadie tocará, Es inevitable no sentir nostalgia cuando pienso en todos los caminos que recorrimos juntos. Al principio me costó aceptarlo; no quería entender todas esas cosas que hoy te estoy diciendo en esta carta de despedida. ¿Imaginar mis días sin ti? Una tortura, sin duda. Pero ahora sé que hay que amar sin ataduras. No podía dejar que tantas risas y tantos momentos felices acabaran envueltos en sentimientos de decepción, desilusión y tristeza.
Al fin y al cabo, en mí siempre habrá una parte tuya que no podré borrar ni con el tiempo. Decidí que esa parte fuera lo mejor de tu ser. Tu risa, tu mirada y los sentimientos que me supiste entregar de una y mil formas. Todas esas cosas seguirán conmigo y me recordarán que no merezco menos. Que, si bien tengo errores, merezco sentir que soy maravillosa. Gracias por hacer parte de mi historia.
Me despido. Lo hago de este modo porque tenerte en frente me forma un nudo en la garganta. Porque sí, es difícil despedirse de quien ha dejado tanta huella.
Sabes tenías razón en muchas cosas que tú me decías y yo no entendía, y tenía que pasar esto para darme cuenta de lo que estaba pasando por mi vida que yo no quería afrontarla, tenia que alejarme de personas tóxicas de mi vida, (familia, amigos, trabajo), todo eso me hacía mal, cada día me estaba hundiendo, tenia que alejarme de todo lo externo que me hacía verte como una persona mala, tenía que dormir bien, comer bien, hacer ejercicio, amarme más… aprendí todo eso ahora que estoy sola y por fin me di cuenta de mis fallas y mis errores, cosas que nunca en mi vida repetiré, y es creo que mi karma será el no tenerte, por te anhele con el alma, con ansias, y cuando te tuve hice todo mal, ambos, por que en esta historia que era el amor más bello también se convirtió en una pesadilla. Quiero que sepas que yo nunca te abandone, yo no quería hacerlo, pero tenía que hacerlo por que no quería cometer un error que yo ya había hecho, yo no quería lastimarte… y creo que el acto más valiente que hice en mi vida fue soltarte amándote, por que vi el infierno, nunca me sentí tan muerta estando viva, nunca había dejado de respirar para ver si hacía moría y no sentía mas dolor, nunca me acostaba llorando y me despertaba llorando y nunca me sentí que ni casa fuera mi cárcel, nunca me acosté abrazando un Buso tuyo pensando que eras tú, nunca espere con ansias una llamada tuya diciéndome, intenmoslo, luchemos, y te agradezco por nunca aparecer, por que si lo hubieras hecho quizás jamás me hubiera dado cuenta de todos los errores que tenía.
Espero que encuentres la felicidad que tanto anhelas, que cada día mejores al igual que yo, que nunca nadie cambie tu esencia, que luches por lo que amas y quieres, que sin importar lo que pase o pase en nuestras vidas, sabes que te amare para siempre y no sé si sea cierto pero mi hilo rojo está atado a ti… y no importa las cosas malas que pasaron para mi no existe… me quedo con lo bello que me brindaste y eso lo atesoraré en mi corazón.
#amor propio#amor#corazon roto#desilusión#tristeza#fe en dios#ansiedad#desamor#amor de dios#desahogarse#depresion#despedida#hilo rojo#escritos#esperanza#confianza#contacto cero
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NEW MOON, última parte.
your TEETH crave my name.
my blood makes you MOONSTRUCK.
is this OUR end?
¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo? Sí, pero ¿sobrevivirá esa atracción a su propio sello?
pair: vampire!park sunghoon x f!reader
summary: finalmente, los colmillos de Park Sunghoon han penetrado en tu piel y tu sangre ha sido probada por él. ¿qué consecuencias traerá este mordisco? y, por si fuera poco, la figura misteriosa de Jay parece compartir un pasado con tu querida mejor amiga Aerin, si es que se podía seguir llamando de esa forma. Una historia en la que parecías destinada a participar en su final... ¿o en su principio?
warnings of part 4: sangre, mordiscos, besos en el cuello, menciones de dios, traición de una amistad, lenguaje malsonante y si veis alguno más decidme pls
words: 8288
parte tres masterlist
‧͙⁺˚・༓☾ ☽༓・˚⁺‧͙
Sunghoon succionó una, dos, tres y cuatro veces. Su lengua saboreó la sangre que caía de las perforaciones que él había hecho en tu cuello. No había palabras para describir la paz interior que su sabor provocó en su insaciable sed que, como vampiro, siempre le marcaría de nacimiento. O eso pensaba hasta que llegó tu olor, tus ojos, tu sonrisa, tu cuello, tu sangre... Cuatro veces succionó, insuficientes veces para satisfacer la sed por sangre humana de un vampiro corriente, de Jake o de Heeseung, pero curiosamente suficientes para él. Beber tu sangre era como tomar su manjar favorito estando lleno. Siempre había espacio, pero jamás abusaba porque no tenía hambre, porque ya estaba lleno.
Anulaste la sed del vampiro Park Sunghoon, realidad incoherente con la tradición, con lo común, con las leyes de la naturaleza. Y así, Sunghoon se separó tras apenas haber tragado más de una vez, sin necesidad de beber más, de morder, de matar.
Despegó sus colmillos suavemente, atendiendo al tiemble de tu agarre en su brazo, el calmado latido del corazón y el suspiro de placer que tus labios emitieron. Se alejó, quedando cualquier sonido que sus suaves besos húmedos en tu cuello podrían haber producido ignorado por tu débil risa llena de cariño y plenitud. Park Sunghoon te miró ahora abrazándote y teniendo tu cara enfrente de la suya, mirándote siendo él mismo, sintiéndose vivo, sintiéndose humano.
Un cambio que percibiste en sus ahora desaparecidos colmillos y en sus verdaderos ojos de carbón sujetando los tuyos como si en ellos estuviesen la clave de su vida, la respuesta al acertijo de su existencia.
Park Sunghoon seguía siendo vampiro pero, en el fondo de su mente que todavía no estaba presa de esa inocente felicidad de tenerte en sus brazos, supo que las leyendas eran ciertas y que había esperanza en su gran deseo de vivir sin estar muerto.
Siempre y cuando tú existieras junto a él.
Cuando sentiste los colmillos de Park Sunghoon penetrar en tu piel junto con su cálida lengua saboreándote, tu corazón sintió la extraña sensación de un sueño siendo cumplido, pero no el tipo de sueño que solemos tener en la vida, por el que trabajamos duro y nos ponemos metas, sino un sueño que el destino de tu alma tenía que cumplir en el camino de su vida porque, en efecto, estabais hechos el uno para el otro.
Vuestras manos unidas se mantuvieron de esa forma, juntas, incluso tras el final de aquel íntimo momento, reflejando que aquello no era una simple atracción. La duda sembró tus labios y Sunghoon te escuchó con el mismo pánico que interiormente podía llegar a sentir al darse cuenta de que os unía una conexión tan antinatural que os hacía olvidar el hecho de que no os conocíais. Su caricia sobre tu cuello te tranquilizó de cierta forma, parándote a pensar en su tacto mientras observabas su rostro tras haberte mordido, marcado. ¿Realmente no conocías a Sunghoon?
—Hasta hace nada pensé que tú no sentías lo mismo por mí, que todos esos detalles que veía en ti eran observaciones que jamás saldrían a la luz—. Comenzaste, siendo interrumpida por Sunghoon de una manera curiosa, al complementar tus palabras con sus observaciones. —Intuía que leías a Poe, y justo te encontraba en la biblioteca haciéndolo—. Susurró.
—Sabía cómo reaccionarias a algunas palabras del profesor Friedrich, y acertaba de lleno—. Continuaste. Sunghoon elevó una de sus cejas antes de hablar.
—Nunca te encontraba en los partidos oficiales de ninguno de los deportes de la academia y nunca me sorprendía—. Reíste mientras bajabas la cabeza. Tu mano libre acarició su pecho.
—Aquella vez que discutiste con Heeseung y todo el mundo se enteró poniéndose de parte suya, yo te vi cosiendo su camiseta de béisbol cuando pensabas que nadie te estaba mirando y no me sorprendió ese lado tuyo—. Sunghoon esbozó una pequeña sonrisa.
Su mirada se tornó un tanto dudosa mientras dejaba de llover, aclarándose el cielo y dejando brillar a las estrellas. Se acercó un poco más a ti, bajando la cabeza.
—Sabía que estabas escuchando cuando rompí con Aerin. Por eso fui mil veces más maleducado e imbécil. Quería que me odiases, pero con cada palabra se me rompía más el corazón al pensar que realmente podría conseguirlo. Yo... yo nunca quise esto, estar atraído hacia un humano hasta el punto de sufrir una sed inaguantable. Pero es que antes...— Se le rompió la voz un poco —No sabía que esto que nos une es distinto e inevitable.
Sus palabras agilizaron tu corazón y una carga en tus hombros fue levantada por la compresión y compasión. Te lamiste los labios antes de realizar una pregunta. —Jay mencionó leyendas ¿somos parte de una?
Sunghoon te miró asintiendo antes de echar un ojo hacia toda la estancia. En su interior, supo que Jay te había mencionado semejante información tan insólita siendo una humana porque desde el principio se lo había temido, Sunghoon y tú erais lo mismo que Aerin y él. Jay, de nuevo, le había dado razones para admirarlo.
Notando su mirada precavida, hablaste. —¿Quieres venir conmigo y así hablamos con más tranquilidad?— Tus mejillas no pudieron evitar encenderse tras tu invitación. Sunghoon sonrió, llegándole la sonrisa hasta los ojos y asintió. —Sí—.
Así, caminasteis hasta tu habitación con las manos todavía unidas.
Con vuestros meñiques tímidamente entrelazados, abriste la puerta caoba de tu habitación, entrando tú primero y Sunghoon detrás de ti. No te lo admitiría pero estaba nervioso, todo parecía encajar perfectamente muy rápido y el vértigo que le suponía ser plenamente feliz le atragantaba con risas. Apreció tu habitación, decorada con tu estilo rústico ideal pero con una pizca de tu esencia que no sabría muy bien señalar dónde. Era tu habitación y como tú, no podría haber otra igual.
Gesticulaste hacia tu cama y Sunghoon se sentó en ella mientras te dirigías hacia el escritorio, buscando ordenar un poco los papeles esparcidos y los libros abiertos, además de algún bolígrafo colocado a libre albedrío. Era un caos, pero no uno demasiado trágico.
Sunghoon aprovechó que no le mirabas para observarte. En su pecho hasta ese momento frio y muerto, sintió una calidez que le pedía a gritos abrazarte, protegerte, tenerte siempre en su vida junto a él. Eran sensaciones muy fuertes para alguien considerado muerto, para un inmortal que no tenía ninguna esperanza en la eternidad.
Tras tu breve intento de orden, te giraste hacia él y tu corazón se aceleró. El chico vampiro que reinaba cada uno de tus sueños desde la primera vez que tus ojos se posaron en él, estaba en tu cama, cómodo, portando una sonrisa amplia y juvenil, casi como la inocentemente feliz sonrisa de un niño. La vergüenza te comió por dentro y te quedaste de pie, incómoda en tu propia habitación, gesto que Sunghoon notó y que le hizo reír al instante.
—¿Por qué pareces tú la invitada? Es tu habitación—. Dijo mientras tu nombre se escaba de su boca con gran adoración. Tú estomago dio una voltereta mientras Sunghoon con la palma de su mano sobre tus sábanas indicaba que te sentaras a su lado. Te acercaste, dándole la mano que el te tendió para sentarte en la cama, como si fueras una princesa de porcelana frágil hasta ante una pluma o unas meras sábanas. Lo comentaste y las orejas de Sunghoon se encendieron al darse cuenta.
Una vez acomodados -vuestras manos todavía unidas- Sunghoon se lamió los labios antes de suspirar. —¿Qué quieres hacer ahora?—. Su pregunta te sorprendió porque de cierto modo, pensaste que él tendría el control, que él sabría el secreto y que tú solo tendrías que asentir y seguir junto a él. Pero eso jamás sería así con Sunghoon. Si tú decidías estar con un ser como él, era decisión tuya. Si tú decidías seguir con él, dejar que beba tu sangre hasta que se volviese humano, era tú decisión, tu voluntad. Él jamás te forzaría a nada, incluso si te ibas, no te rogaría que te quedaras porque significabas demasiado para él. Gesto que un vampiro normal no entendería porque la naturaleza era manipular, decirte que te quedaras, que te sometieras a él.
Sonreíste ante la expresión suave de su rostro, expresando siempre tanto con sólo aquellos ojos, hecho que mucha gente no sabía apreciar. Tu mano libre se acercó a su cara, acariciando suavemente su pómulo. —¿Puedes explicarme qué es lo que nos une?—. Sunghoon cerró los ojos fundiéndose con tu tacto mientras asentía. La calidez de tu mano curó heridas interiores que no sabia que tenía abiertas y sangrando.
Así Sunghoon, poco a poco, te empezó a contar la leyenda que todos los vampiros conocían, pero que nadie creía o nadie quería creer. —Muchos vampiros no quieren volverse humanos, y creer que podía existir su humano destinado que los salvaría de la vida de pecado y condena no les interesaba. Por ello, esta leyenda no tiene la popularidad que podría tener, pero sí que todos preferimos no contársela a los humanos. Al fin y al cabo, es la posibilidad de una debilidad de la raza vampírica. Además de que realmente todas las religiones siempre hablan de algo similar, no sólo la que llama al "algo" Dios—. Llegados a este punto de la historia, Sunghoon y tú estabais acostados en tu cama, no acurrucados pero unidos por las manos que todavía no habíais separado.
—Entonces ¿es algo así como estar destinados el uno al otro?—. Tu corazón saltaba de alegría al pensar que realmente tenía una otra mitad que lo comprendía. Bueno no, no era simplemente eso. Era tener a Sunghoon como tu alma gemela después de noches sufriendo por un interés no correspondido. Él asintió.
—Creo que ya lo notas pero no podemos evitar sentirnos el uno hacia el otro como lo hacemos, con esta necesidad tan...—. Su mirada bajó hacia tus labios sin poder controlarlo pero sin hambre o deseo, simplemente observando la belleza de su forma. —Sí—. Completaste su frase susurrando. No había más palabras que una afirmación para expresar que conocías perfectamente esa necesidad de la que él hablaba.
Un silencio cómodo se estableció entre vosotros mientras os mirabais. Eras consciente de que ahora era el momento de tomar una decisión pero, saber que existían los vampiros y que estabas destinada a él, era demasiada información para una noche. Tus ojos así lo demostraban, siendo por un momento cerrados con lentitud por tus párpados. Sunghoon lo notó y te besó la frente suavemente. —A dormir—. Susurró con esa voz que siempre has querido oír siendo dirigida hacia ti. Apretaste su mano y exclamaste adormilada —No te vayas—. Sunghoon devolvió el apretón —Nunca—.
Pero, en mitad de la madrugada cuando la luna todavía mostraba su majestuosidad pero con cansancio, un fuerte dolor en el pecho te despertó. Abriste los ojos sobresaltada, buscando agarrar la mano de Sunghoon a modo de protección. En cambio tu mano entró en contacto con la nada, con sábanas cálidas, con simple aire, con un vacío. Te incorporaste con un horrible sabor en la boca y una respiración acelerada. El dolor en el pecho no se iba, continuaba contigo pese a haberte despertado, tal y como Sunghoon había prometido hacer con su estancia a tu lado.
Pero Sunghoon no estaba. No había rastro de él en tus sábanas en las que anteriormente os habíais confesado una gran unión y dependencia el uno del otro. Tampoco estaba en el escritorio que habías intentado organizar horas antes, ni en la entrada por la que con las orejas rojas te había alagado la decoración de tu habitación. Park Sunghoon no estaba. Park Sunghoon se había ido, se había esfumado. Y él había prometido no hacerlo, había prometido quedarse en un momento en el que todavía no sabíais qué seríais en un futuro.
Una mente racional pensaría que tuvo que irse por cualquiera razón que no fuese un rechazo, un portazo. ¿Pero con aquel dolor en el pecho? Casi sentiste tu respiración ahogarte, desafiando la física y la biología. Tal y como vuestra conexión lo hacía, tal y como su existencia vampírica lo hacía.
Tus ojos se llenaron de lágrimas que intentabas retener con pensamientos racionales. A lo mejor estaba fuera porque fue al baño o estaba yendo hacia su dormitorio a prepararse para el día siguiente. Pero no había clases al haber acabado el semestre. Tus pies aceleraron el paso atravesando tu habitación. Abriste la puerta todavía con lagrimas sin caer, sin doler.
Allí, bajo el alba, Park Sunghoon se alejaba de los dormitorios, de tu habitación, de ti, por el mismo camino por el que horas antes se había entregado a ti y tu habías permitido la perforación de tu cuello por sus colmillos. Tus cuerdas vocales se prepararon para llamarlo y así relajar a tu corazón. Hasta que tus ojos la vieron y aquello no fue necesario.
Aerin caminaba por delante de Sunghoon, guiándole con su mano unida a la suya. La palma de Sunghoon acariciaba y rodeaba a unos dedos que no eran los tuyos. Estaba unido a alguien que no eras tú, sino Aerin. A quién primer amó, a quién tuvo que romperle el corazón por tu culpa, a quién verdaderamente quería en su vida.
Cerraste la puerta al instante mientras tus piernas fallaban y te dejabas caer lentamente en el suelo, con tus brazos acariciando tu ahora incompleto ser, con la huella de sus colmillos en tu cuello ardiendo, con el efecto que el dejó sobre ti como tu única identidad. Abandonada, con una promesa rota como última creencia.
¿Qué había sido esto?
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Prepararte para ir a cenar nunca había sido tan difícil. Saltarte el desayuno y la comida había sido totalmente sencillo al olvidarte completamente de comer.
Habías conseguido quedarte dormida tras el silencio sepulcral que el fin de tus sollozos produjeron. Era mentira, él no era tu otra mitad, tu persona destinada. Seguías igual de incompleta y sola. Pero eso no dolía realmente. Lo que dolía era que no fuera Sunghoon tu otra mirad. Que esto hubiese sido todo para ti y nada para él. Simplemente saciar su sed.
¿Cómo alguien podía mentir así de fácil? ¿Así de real? Vampiro. Era un vampiro. Estaba en su naturaleza y sólo fuiste un recipiente de sangre desde el principio. Pensar esto te devolvía el asesino dolor en el pecho. No encajaba, no podía ser de esta forma... Pero Sunghoon no volvió. No apareció ni a la hora de desayuno, ni para comer, ni al mediodía, ni por la tarde, ni a las ocho, ni a las nueve... nunca.
Así, decidiste -y como mecanismo de defensa ante su existencia y sus manipulaciones insensibles- odiar a los vampiros en un mundo gobernado por ellos.
Con esta nueva emoción dominante en tu cerebro, decidiste atender al último turno de cena de las diez de la noche, buscando saciar tu hambre y, con ello, culpar este vacío que sentías como causa de una razón alimenticia y no a la ausencia por abandono de Park Sunghoon.
Saliste de tu habitación luciendo presentable, desempeñando una nueva confianza fruto de la decepción y del odio. ¿Su humana destinada? Absolutas porquerías y mentiras. Recordar la pasión con la que os habíais abrazado hace horas mientras pasabas por el mismo camino por el que él se fue para no volver con Aerin fue una de las acciones más difíciles que habías realizado en tu corta vida. Agradeciste interiormente no haber probado sus labios, no haber sellado completamente vuestros, o más bien, tus sentimientos, o no sabrías si te recuperarías.
Mientras caminabas hacia el comedor por la desierta academia (a esas horas la gente estaba yendo hacia alguna fiesta o preparándose en las habitaciones para ello) el peso de todas las emociones que sentías te rompían los hombros.
Tras cruzar una esquina, la figura de Aerin caminado por el mismo pasillo al que habías entrado te hizo parar en seco. Sunoo iba junto a ella, caminando par a par hasta que vuestras miradas se encontraron y el ceño de Aerin se frunció, acercándose rápidamente hacia ti. Notaste las marcas de su cuello y antes de que pudieras siquiera mirarle a los ojos, un sonido desagradable reinó el pasillo.
Aerin te habia abofeteado.
—¿Cómo se te ocurre intentar seducir a mi prometido? ¿Es que a caso no tienes ning��n tipo de vergüenza? Sabía que siempre me tuviste envidia pero llegar a estos extremos? ¿Cómo...?—. Dejaste de escuchar su discurso cuando la palabra prometido fue emitida por sus labios siempre pintados de ese característico rosa. Desconectaste tanto de lo que estaba diciendo que hasta la interrumpiste.
—¿Has dicho tu prometido?—. Aerin se rio de mala gana y supiste que quería darte otra bofetada. Pero, en vez de hacerlo con su mano, lo hizo con sus palabras. —Sí, Park Sunghoon—.
Tu cerebro seguía sin comprender y el gran escozor de tu mejilla no te ayudaba. —¿Y Sunoo? ¿No te estaba mordiendo ayer por la noche?—. Aerin parecía sorprendida y esta vez sí que no se aguantó, proporcionándote otra bofetada en la misma mejilla. Cerraste los ojos y te agarraste el moflete harta de semejantes actitudes que siempre habías aguantado de ella y que habían acabado en violencia.
Habías perdido a Sunghoon para siempre, si es que aluna vez fue tuyo. La plenitud que sentiste te había dejado tan feliz que su ida hizo que ahora ya no actuases en base a algo, simplemente siguiendo tus propios impulsos de protección. Nadie te volvería a pisar de esa forma, nadie se adentraría en tu corazón con semejante facilidad nunca más.
Antes de que Aerin pudiese empezar a chillarte, hablaste.
—Vas a pegarle otra bofetada a tu querido prometido pero a mi ni se te ocurra volver a tocarme. Puedes ser un vampiro, puedes ser la mismísima hija del director de la academia. No me importa. Ya te he aguantado lo suficiente como para ahora tener que darte explicaciones. Quédatelo, todo para ti. No quiero saber más de vosotros y de vuestras sangrientas manipulaciones. Tú sigue siendo una zorra y yo seguiré siendo educada. Que os den—. Con una rabia impotente, te giraste ante las exclamaciones de Aerin. Sunoo no se había manifestado, ni siquiera se había acercado, pero hubo algo en la forma en la que durante todas tus palabras sólo seguía mirando a Aerin que te descuadró completamente.
Olvidándote de que ibas al comedor, te giraste y rehiciste el camino hacia los dormitorios desviándote en un pasillo que nunca se usaba al dar a los almacenes de limpieza. Te sentase en el pequeño banco de roble que había como decoración usable y ocultaste tu cabeza en tus brazos mientras las lágrimas salían. Querías volver a casa, a junto tu querida madre que siempre sabia como ayudarte aunque fuese la persona mas imperfecta del mundo y aunque eso fuese imposible.
Sunghoon y Aerin se iban a casar. Vampiro con vampiro. Tal y como debía ser, como tenía que ser. Te diste cuenta que no debiste ni haberte metido, ni haberte dirigido a él, ni haberle mirado, ni nada. Ni saber de su existencia.
Tus sollozos eran tan fuertes que eran silenciosos, sacudiendo tu cuerpo mientras buscabas de alguna forma pensar en positivo, en otra cosa, en algo que no fuese nada ni nadie.
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Tras unos minutos en los que conseguiste calmarte a ti misma, el desquiciado hambre te atacó. Miraste hacia el infinitos techo de la bóveda de piedra que, con muchas más, conformaban la academia y suspiraste. Unos pasos te hicieron girar la cabeza, aunque tus ojos estaban muy pesados como para realmente procesar lo que estaba sucediendo.
Park Jay se paró al inicio del pasillo, con las manos en los bolsillos, observándote con unos ojos que de alguna forma, reflejaban perfectamente la desastrosa borrasca torrencial que se desataba en tu interior. Apartaste la mirada de él, no pudiendo soportar su mirada con conocimiento de causa. Jay continuó caminado hacia ti, sentándose a tu lado en aquel banco, descansando la cabeza contra el duro muro mientras suspiraba.
La presencia de Jay te reconfortó de cierta forma pese a ser un vampiro, pues cuando uno está en esa situación de dolor, la simple compañía de una mosca podía ser la más reconfortante del mundo.
En verdad Jay era el único que no te había mentido y que había sido lo más claro que nadie en esta academia había sido nunca, si omitimos los datos que, por una razón mayor, no te pudo dar. Esta reflexión te hizo pensar en Sunghoon.
Esa parte esperanzadora de tu interior pensaba que estabas sacando conclusiones demasiado rápido y que Sunghoon si volvería murió por tortura tras las palabras de Aerin.
—Que estés aquí me dice que algo sabes... Por no decir todo—. Comenzaste casi susurrando, buscando esbozar una sarcástica sonrisa mientras seguías mirando al frente, a esa piedra dura, oscura y rugosa.
Jay te miró, gesto que sólo pudiste captar por el rabillo del ojo. —Algo había sospechado pero el encuentro en el pasillo me lo confirmó—.
—Así que has visto eso. Wow—. Intentaste no sentir vergüenza. Fallaste. —Ya ves que tenías razón, tan amiga no era—.
Jay se rio muy débilmente, tanto que sonó más a expiraciones forzadas que a una risa para luego caer en un silencio dubitativo. Sentiste que te iba a contar algo importante, así que le miraste. Él no te devolvió la mirada, pero apreció el gesto de oyente activo.
—Aerin antes no era así. O eso siempre me digo yo intentando justificar por qué la sigo amando tanto—. Su confesión te sorprendió. Jay ahora sí, te miró a los ojos y te volvió a dejar ver el mismo torbellino de emociones que tu sentías ser reflejado. —Aerin y yo somos, o fuimos, lo que Sunghoon y tú sois. He visto como te mira y era imposible no notar su presencia en aquella azotea, antes de que me preguntes cómo lo sé—.
Pensar en la posibilidad de que sí que le importases a Sunghoon dolía demasiado. Ahora entendiste los espejos que sus ojos eran cuando le mirabas, él sabía perfectamente como te sentías. —Te equivocas Jay, él y yo nunca fuimos, ni somos... algo—. Jay miró al frente de nuevo, suspirando. Tras unos segundos, compuso sus pensamientos y comenzó.
—Sunghoon y Aerin se conocen desde la infancia, pero Aerin no es un vampiro—. Frunciste el ceño mientras continuaste mirándole, extrañada. —Es una hija adoptada y por ello, una humana intocable mientras no sea cambiada por su futura pareja. Además de ser nada más y nada menos que la hija del propio director de la única escuela de vampiros de Asia—. Jay gesticuló con las cejas y notaste un dolor de rendición en su voz. —Pero a mí eso nunca me importó, porque ella era mi destino, ella era mi futuro, mi todo. Nadie lo sabía, sólo ella y yo. Seguro que Sunghoon te explicó a lo que me refiero o si no, no estarías en este estado—. Le diste un suave golpe en el hombro, quejándote ante sus palabras.
Parte de ti se alegró porque Aerin también hubiese sentido algo tan bonito como pertenecer con alguien en una vida completa. Jay leyó tus pensamientos como un libro y te sonrió suavemente. —Pero yo jamás podría cambiarla, porque si bebo su sangre me debilito y cada vez me vuelvo más humano. No puedo darle la vida de eternidad que ella quiere para estar con su familia y sus amigos. Yo no podría hacerle eso a ella, especialmente cuando ya tenia toda su vida preparada al estar enamorada de Sunghoon—. Su voz perdió intensidad y suspiró.
—Yo decidí nunca sellar nuestro destino, nunca atarla a una vida conmigo de decepción y mortalidad y rechazo y me—. Paró de hablar y te miró. —Sabes que una vez que muerdes es imposible separarse y no podía encerrarla a mis colmillos. Por eso me los partí—.
—¿Decidiste arruinarte por ella?— Exclamaste susurrando. Jay te miró con seriedad. —Y lo haría las veces necesarias si eso significa que sea feliz—.
Apoyase tu mano en su hombro, entendiéndole perfectamente. Darías lo que fuese por volver a sentir esa conexión con Sunghoon, por poder llamar a Sunghoon tu destino y él querer serlo.
—¿Ella sabe esto?—. Preguntaste temiendo adivinar la personalidad de Jay.
—No estaba en sus planes de vida y cuando ingresé a mitad de curso en la academia el año pasado, no era el momento para un nosotros. Fingí que fue un accidente y ese mismo verano empezó a salir con Sunghoon—. Mirar a Jay se volvió doloroso. Era un absoluto reflejo de tus propias emociones, aunque el había arruinado su ser por Aerin.
Jay notó tus pensamientos de nuevo. —Pero Sunghoon y tú sois distintos. Le conozco y sé perfectamente que hay algo que le está haciendo actuar de esa forma y la razón no es que no quiera formar parte de tu vida. Sé que ahora debes odiar a los vampiros, pero debes creerme... ¿cuándo te hice dudar?—. Levantaste una ceja intentando ocultar la involuntaria esperanza que sus palabras te habían dado.
—Eso mismo es lo que dicen los manipuladores, Park Jay—. El nombrado se rio mientras ambos seguíais en aquel banco, lejos de la causa de vuestros corazones rotos. Jay estornudó, y le prestaste tu bufanda, compensando por la sudadera del día anterior.
Tras unos minutos de silencio reconfortante, Jay habló. —Vamos a cenar—. Aceptaste sin pensarlo dos veces, al fin y al cabo tu estómago no tenía por qué sufrir las consecuencias de un problema del corazón.
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Jay cortó uno de los filetes mientras tú te llevabas un poco de tomate a la boca.
—Así que los vampiros sí que pueden tomar comida humana— Señalaste mientras masticabas aquella fruta en el silencio de un vacío comedor. Jay alzó una ceja. —Es como los refrescos para vosotros, no los necesitáis para sobrevivir ni son realmente lo más idóneo, pero los tomáis igualmente—. Asentiste dirigiendo tu mirada al plato mientras jugabas con el tenedor. —Tiene sentido—. Jay te miró por un momento para después negar con la cabeza sonriendo.
Saber que Jay y tu tenéis experiencias tan similares y comprendéis lo incomprensible que es tener una alma gemela que no os quiere, os había acercado rápidamente. No tardaste en confiar de cierta forma en su criterio. Así, una vez tragado el tomate, decidiste hablar. —¿Crees que debería acercarme a Sunghoon?—.
Tu cambio de tema no le sorprendió y dejó de cortar aquel filete para mirarte mientras apoyaba su cabeza en una de sus manos. —No sé realmente qué es lo que ha sucedido. Aerin y él siempre tenían versiones distintas de los mismos acontecimientos. Lo que para ella es "lo hemos arreglado" para Sunghoon es "hemos roto". Aunque yo les conozco desde antes de que empezaran a salir, así que no se muy bien qué problemas han tenido entre ellos. Pero creo que será mejor que hagas lo que tú sientas—. Rodaste los ojos, aquello no te ayudaba. Jay te miró confundido. —No me hagas ese gesto, me has pedido una opinión—.
Sonreíste riéndote un poco. En verdad la pregunta había sido muy estúpida porque estabas convencida de que no ibas a hablar con alguien que te había dejado sus intenciones muy claras. La horrible sensación de ser abandonada te perseguiría en pesadillas futuras y simplemente no podías actuar como si pudieses perdonarlo solo porque Jay tuviese la opinión de que a Sunghoon realmente le gustabas, de esa forma tan del destino.
Suspiraste y seguiste comiendo, llenando tu estomago y sintiendo que por fin, algo bueno te había pasado ese día.
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Jay si que consiguió distraerte de todo lo que había sucedido, su presencia reconfortándote y haciéndote olvidar el hecho de que tenías el corazón roto. En cambio, tu libro favorito tendido en tus piernas siendo bañado por la luz de la Luna no estaba teniendo tanto éxito. Y eso que este libro siempre funcionaba.
El problema era que tu propia habitación también estaba impregnada de la sombra de Sunghoon. En cada rincón que mirabas, había una mínima referencia a él y a sus palabras emitidas hacía un día en esa misma cama. Habías cambiado las sábanas, hecho que te había ayudado durante todo el día antes de salir a cenar, pero ya no. La iluminación nocturna hacía viajar a tu habitación a la noche anterior, a un tiempo en el que Sunghoon existía en ella.
No podías soportarlo.
Habías decidido leer ese libro que siempre te reconfortaba y fue totalmente en vano. Tu mirada se perdía en algún rincón de tu cama y el círculo vicioso de acordarte de él te engullía. Nietzsche tenía algo de razón.
En una de estas pérdidas de concentración, tu mirada quedó pegada a la puerta en la que horas antes te habías derrumbado, habías sido abandonada. Te tembló el labio inferior pero no había ninguna lágrima formándose en tus ojos. Era simplemente las consecuencias de tus actos.
Entrecerraste los ojos mientras apoyabas tu cabeza en la pared a la que tu cama estaba pegada, todavía contemplando la gruesa y una vez bonita puerta. Si tan sólo hubieras continuado con tu vida como siempre, si tan sólo no hubieras asistido a ese evento, si tan sólo no hubieras dejado que te mordiera...
Con ironía, te preguntaste cómo Aerin podía haber sido capaz de romper su relación destinada con Jay. Pensabas que la conocías, pero la Aerin que te consolaba durante la enfermedad de tu madre los dos primeros meses del curso, fue la misma que no dudó ni un segundo en abofetearte. Sunoo también te sorprendió, especialmente por la mirada de satisfacción que le dirigió a Aerin, como si hubiera organizado y planeado todo.
Aunque aquello no tenía sentido. Nada tenía sentido.
Justo cuando tus ojos por fin iban a dejarse llevar y cerrarse hasta la mañana siguiente, cansados de tanto dolor y de percibir tantas imágenes asesinas, un ruido te despertó de cualquier trance. Alguien había llamado a tu puerta.
Fue un golpe de nudillos suave contra la madera pero intenso y tu inocente corazón se aceleró rápidamente. ¿Será Sunghoon? Pensó con esperanza para luego tu cerebro destruírsela tras recordar que le habías dejado tu preciosa bufanda a Jay y os habíais olvidado de aquel hecho. Así que, era él el que estaba detrás de tu puerta.
Te levantaste de tu cama yendo a abrir. Pero Jay no te dio tiempo y apenas dos segundos volvió a llamar, esta vez con más desesperación. —Ya...—. Ibas a seguir tu oración pero Jay te interrumpió. —Por favor, déjame entrar—.
La puerta era lo suficientemente gruesa como para distorsionar el sonido pero ¿era lo suficientemente gruesa como para que Jay sonase totalmente distinto? Es más, sonaba tal y como, tal y como...
Aceleraste tus pasos y con la respiración rápida abriste la puerta sin importante absolutamente nada, sin pensar en ningún "y si" mientras existiese la posibilidad de que aquella voz fuese su voz. Apenas rozaron tus manos el pomo y tiraste con desesperación hacia ti. Y ahí lo estaba.
Park Sunghoon en el otro lado de la puerta, justo en el lugar en el que hace un día decidió entrar en tu vida, marcarte, y luego no volver nunca.
La misma palabra con la que prometió quedarse.
Te quedaste completamente paralizada mientras observabas sus pupilas oscuras penetrarte. Sus ojos estaban casi temblorosos, con un ceño fruncido y unos labios partidos. Sentiste la misma sensación que cuándo sueñas con caerte de un alto al vacío, tus piernas temblando y el silencio reinando porque esto tenía que ser parte de tu imaginación. El hecho de ver a Park Sunghoon fuera de tu habitación y que te estuviese mirando de esa forma o el hecho de que tu cuerpo estuviese reaccionando todavía a él no podía ser verdad.
Sunghoon también sintió de nuevo aquella intensidad con sorpresa. Realmente sujetabas su mundo en tu suave mirada. ¿Le gustaba aquello? Según sus actos y tu propia percepción, no.
Juntaste tus labios en una fina línea, sintiendo de repente las inmensas ganas de llorar todas aquellas lágrimas que en verdad sí que existían, pero que tu propio cerebro decidió ocultarte para protegerte.
Una oleada de lágrimas tan impactante mientras volvías a percibir sus preciosos lunares que te hicieron tragártelas.
No sabías qué pensaba, no sabías qué veía pero, sobre todo, no sabías que hacía aquí.
Y recordar las verdaderas circunstancias que rodeaban ese contacto visual te devolvieron a la dura realidad y, con todo el dolor de un corazón roto y un tsunami de lágrimas trágico, bajaste la mirada, susurrando con una voz casi inaudible y débil, muy, muy débil. —Vete—.
Pero tu mano seguía en el pomo sin empujar la puerta, simplemente observando tus desnudos pies, sintiéndote la persona más pequeña e insignificante del planeta ante él, ante la persona que te dijo que eras el amor de su vida, su destino.
Pero Sunghoon no se fue y tampoco se quedó estático. Es más, acercó su mano con la que había petado a la puerta a la superficie de ésta y empujó con suavidad, abriéndola. No lo impediste, abandonando el pomo que sujetabas, siguiendo con la mirada en el suelo, junto con tu corazón. No tenías ninguna forma de defenderte ante el poder que le habías dado, ante la unión recíproca que supuestamente os conectaba. Querías odiarle, gritarle, expulsarle de tu puerta y nunca dejar que volviera en tu vida. Pero ahí estaba él, cerrando la puerta tras haber vuelto a entrar.
Sus palabras fueron como las tuyas, un breve suspiro de dolor en el silencio de rupturas y odio. —Lo siento —. Su voz despertó tu corazón con incomodidad. Así que realmente te había abandonado, realmente se estaba disculpando por simplemente cambiar de opinión en una noche, por darte el mundo y prometerte la eternidad para después desaparecer en el mañana.
Eso te hizo levantar la cabeza mientras comenzaste a hablar —Eres un mentiroso, un vampiro—.Usaste esa palabra con voluntad, queriendo hacerle daño. Querías producirle un mínimo de sentimiento causado por ti, como eran causados por él todos y cada uno de los tuyos.
Pero cuando le miraste a los ojos, ver su mirada fija en lo que parecía tu pómulo te despertó de cualquier posible comienzo de una discusión. —¿Qué?—. Susurraste. Sunghoon entonces te miró a los ojos y por primera vez desde que entró, sentiste ver al Sunghoon de la noche anterior. No tuvo que decir nada mientras su ceño se fruncía con frustración, regalándote unos ojos arrugados de puro arrepentimiento. —Nadie te debe poner el dedo encima, absolutamente nadie y aún así... —. Susurraba mientras volvía a llevar su mirada hacia ese lado de tu cara, perdiéndose en una batalla emocional interior. Aquello despertó tu chispa.
—¿Sabes quién realmente me ha puesto el dedo encima haciéndome daño?—. Hablaste sin susurrar, cambiando toda la atmósfera que os envolvía. Sunghoon entonces te volvió a mirar a los ojos, echando la cabeza hacia atrás ligeramente mientras negaba, no queriendo escucharte, no queriendo enfrentarse a la verdad de tus siguientes palabras. Pero ya era demasiado tarde y, con veneno, continuaste.
—Tú. El mismo que dijo que yo era su destino o mil estupideces más —. Sunghoon cerró los ojos mientras bajaba la cabeza.
—.Eso no es una estupidez—. Susurró, haciendo contraste con tu alterado tono. Sus palabras te provocaron cólera y tu dedo acusador se dirigió a su pecho.
—¿No ves? Sigues mintiendo y engañando y manipulando. No es una estupidez pero luego vuelves con Aerin?— Sunghoon se sorprendió ante tus palabras, mirándote incrédulo, cambio que no percibiste por tu ira. —Tener no sólo que verte irte con ella sino que también haber esperado como una tonta por una explicación para después ser abofeteada? —. Sunghoon dio un paso atrás, casi tambaleándose ante la incomprensión que tus palabras le producían.
—¿Qué estás diciendo? Yo no he vuelto con—.
—Mentiras Sunghoon y más mentiras. ¿Es que acaso no me has dicho ninguna sola verdad desde que ha pasado esto?—. Gesticulaste con rabia, señalando primero a Sunghoon y luego a ti, casi con asco. Aquello mató a Sunghoon, el cual dio un gran paso hacia ti para empezar a susurrar con ira reprimida —Nunca te he mentido. Ni una sola vez —. Te acercaste tú a él ahora, cerrando con peligro la distancia entre vosotros.
—Tú no sabes el significado de "nunca" —. La mirada de Sunghoon se dirigió a tus labios por un mínimo de segundo mientras los huesos de su cuello se notaban cada vez más, respirando con más intensidad y rapidez. Esperó tu continuación. Se la diste tras dos segundos. —Ayer dijiste que nunca te irías y me despierto a una cama fría y a, como no, tu ausencia —. Las lágrimas fueron inevitables pero el ceño se mantenía fruncido y la expresión dura.
—Pero es que no me he ido —. Tu nombre salió de sus labios con frustración mientras sus ojos se cerraban por más de un segundo y su boca se fruncía. —¿Cómo me voy a ir si te pertenezco desde que nos hemos visto por primera vez? ¿Si he sellado ese estatus para siempre tras probar tu sangre?—. Su frente chocó con la tuya mientras vuestras respiraciones se calmaban. Tus lágrimas empezaron a caer con más intensidad. Tenias más preguntas y más en lo que profundizar, pero ahora... ahora.. —¿Eres mío? —. Sunghoon se apartó, rompiendo el contacto de vuestras frentes mientras que luchaba la necesidad de secarte las lágrimas con sus manos, necesidad que notaste. —Desde siempre—.
Tras esas palabras salir de su boca y deciros verdades en forma de miradas brillantes de tristeza y cristalinas, tus manos se dirigieron al cuello de su camisa, agarrándolo y tirando de él, uniendo primero vuestras piernas, luego vuestros cuerpos y finalmente, vuestros labios.
Sunghoon se quedó varios segundos paralizado, luchando internamente con la sed que tus suaves labios le habían provocado. Estaba tan necesitado de ti que no sabía cómo actuar. El movimiento de tus labios sobre los suyos le despertó de cualquier bloqueo y sus manos se dirigieron a tu cintura mientras te giraba y tu espalada acababa chocando contra aquella simbólica puerta en vuestra historia.
No pudiste no gemir ante el cambio en su actitud, ante la recíproca necesidad que él también sentía y que te reveló, rompiendo con todos los miedos del pasado. Realmente era increíble.
Mientras tus dedos encontraban sus cabellos y él se separaba de tus labios para darle la necesaria atención a tu cuello con húmedos besos, ambos supisteis que erais el final del otro.
Y así os besasteis durante todo el tiempo que necesitasteis, con esa intensidad, para después pasar a esa anhelo, y acabar en ese cariño, en ese tú, sólo tú, sólo tus labios, tu cuello, tu sonrisa, tu cuerpo, tu pelo, sólo tú. Sin colmillos por su parte, sin odio por la tuya. Sólo vosotros.
Ese cambio en las emociones, en los mensajes húmedos que os emitíais de boca a boca, hizo tranquilizar vuestras emociones y vuestras respiraciones. Os separasteis creando un poco de espacio entre vosotros, Sunghoon echándose hacia atrás. Vuestras miradas se volvieron a unir y ambos sentisteis reforzarse la mágica conexión que os unía.
—No soy el prometido de Aerin—. Te miró con seriedad. Era su palabra contra la de ella, no había pruebas exactas...
—Lo que suecede es que Aerin se arrepiente muchísimo de lo que le ha hecho a Jay e intenta aferrarse a esa idea de que sigue enamorada de mí, cuando en verdad nunca lo ha estado. Nuestros padres eran los que nos querían juntos y Aerin al no ser de los nuestros, siempre intentó encajar temiendo ser apartada—. Sunghoon apoyó su cabeza en tu hombro. —Aerin y yo nos conocemos desde que su padre la adoptó, siempre fuimos solamente amigos hasta el curso pasado cuando apareció Jay. Nunca me enteré muy bien de qué había pasado entre ellos hasta hoy. Pero, en su momento, tanto Aerin y yo accedimos a salir falsamente. Era un favor a una amiga de la infancia y una forma de que mi padre me dejase más tranquilo—. La mano que se encontraba acariciando tu brazo lo apretó suavemente.
—Me arrepiento tanto de ello. No entendía la relación de Jay y Aerin hasta ahora y...—. Su voz se fue apagando— Creer que le he hecho tanto daño a Jay me parte el corazón—.
Tus manos rodearon su cuerpo, abrazándole mientras acariciabas su pelo, brindándole la calma que necesitaba. Sunghoon, tras unos segundos se apartó, y notando la seriedad en su expresión, le dirigiste hacia tu cama, sentándoos en ella frente a frente, tal y como la noche anterior.
—¿Por qué te fuiste?— Sunghoon suspiró, sabía que tenía que volver a ganarse tu confianza y lo haría costasen las explicaciones que costasen. Te ha esperado una eternidad, puede esperarte un poquito más.
—Aerin empezó a llamar a tu puerta descontroladamente ayer por la noche. Al principio pensé que sería un profesor o algo, y temiendo que te despertaran fui a abrir rápidamente. Cuando vi a Aerin, interiormente deseé que no te despertaras. Ella siempre ha sido una persona muy inestable y "romper" con ella ha afectado demasiado a nuestra relación de amistad. Los reproches estaban asegurados. Pero no fue así...—. Sunghoon te miró.
—Aerin empezó a llorar porque estaba aliviada de saber que estabas bien. Al verla en ese estado, recordé el peligro al que te había expuesto y me enfadé. Entonces empezó a decirme que no se acordaba de nada de lo que había sucedido y que estaba asustada. Me pidió casi rogándome que volviéramos a junto nuestros respectivos padres para zanjar de una vez la ruptura, pues a ellos no se lo habíamos dicho—.
Sunghoon calló por un segundo, dejando que digirieras sus palabras. Ante tu pequeño asentimiento de cabeza, continuó.
—Me iba a negar, no quería dejarte sola. Pero Aerin notó que lo nuestro no era tan simple y supuso que era como su situación con Jay. Me dijo lo de Jay y que justo por ello era más necesario que hablásemos las cosas... Ten en cuenta que Aerin llevaba mucho tiempo sin hablarme y, por lo que me decían, también hablaba bastante mal a mis espaldas. Sea lo que sea que produjese su cambio, no paraba de expresar lo urgente que era así que accedí. Había algo tan raro en su forma de comportarse que no pude evitar preocuparme, especialmente de camino, tras ver unas extrañas heridas en su mano—.
Sunghoon volvió a callar, buscando tu reacción. Aerin estaba preocupada por ti, Aerin había ido a comprobar como estabas... la memoria del escozor de tu mejilla te provocó emociones encontradas y sonando un poco incoherente, hablaste. —No... no puedo entender... sus acciones. A veces actúa como si le importo, otras no.. yo...—. Sunghoon agarro tu mano, entendiéndote. —Hoy desde hacía meses volví a ver a la antigua Aerin, pero tras llegar más tarde al ser obligado a cenar con mi padre, ¿me encuentro con la noticia de que anda diciendo mentiras y pegándote? Sea como sea la situación o sus emociones, Aerin no puede tratarte así sólo por sus problemas personales. Eres una persona muy preciada como para dejar que te traten mal—. Tu cabeza encontró el pecho de Sunghoon y te situaste cómodamente en él.
—Gracias Sunghoon. Tus palabras son muy bonitas. Pero realmente Aerin siempre me trató correctamente. Todo empezó a cambiar un poco cuando nos hicimos amigas de...—. Unos ojos rasgados imponentes aparecieron en tu cabeza y, volviendo a mirar a Sunghoon a los ojos, exclamaste — Sunoo—.
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Tu mano y la de Sunghoon se mantenían unidas mientras atravesabais los pasillos rumbo a los dormitorios de los alumnos SSR.
—Necesitamos a Jay—. Tus palaras hicieron parar en seco a Sunghoon. —¿Estás segura? ¿Y si la situación se descontrola?— Le miraste con determinación. —Jay más que nadie es la única persona que nos puede ayudar—. Tu sonrisa de confianza tranquilizó a Sunghoon y ambos continuasteis con vuestro camino.
Estando en el mismo piso que Heeseung, dirigirse a la habitación de Jay fue un camino ya conocido para Sunghoon. Tu sólo seguías sus grandes pasos con un ceño fruncido, preocupada por Aerin y temiendo que hayas juzgado a la persona incorrecta durante todo este tiempo. Miraste Sunghoon mientras apretabas su mano. —¿Tú crees que Sunoo pudo..?—. Tus palabras se silenciaron mientras Sunghoon te miraba por un segundo. —Lo único que sé es que Aerin es humana y él...—Tragó saliva y evitó mirarte. —un vampiro—. Completaste susurrando.
Sunghoon paró de caminar por un momento. Cogió tus manos y abrió la boca para hablar, pero lo interrumpiste. —Lo sé, Sunghoon. Tus ojos dicen lo que tu boca no es capaz—. Los ojos de Sunghoon parecieron cristalizarse para después sonreírte y continuar rumbo a la habitación de Jay.
Una vez allí, en un tétrico pasillo delante de una puerta carmesí de madera, yacía la habitación del nombrado. Sunghoon se aclaró la garganta y se apartó un poco de la escena, dejándote que hicieras tú lo necesario. Al fin y al cabo, después de todo lo que te había ayudado, era hora de que mostraras tu gratitud. Pero no era una cuestión de compromiso, realmente querías una amistad con Park Jay, el capitán del equipo de béisbol.
Te mordiste el labio con duda, para después acercarte a la puerta y petar. No pasaron ni cinco segundos hasta que Jay abrió la puerta. Tras veros a ambos con las manos unidas enfrente de su puerta, ni se inmutó. —No sois para nada silenciosos— Dijo y agradeciste interiormente por no haberlo despertado. Jay se fijó en vuestras manos y, mirándote con cariño, habló. —Te dije que sólo necesitaba un empujoncito—. Miró a Sunghoon con una sonrisa ladina burlona, pero cuando Sunghoon no le devolvió la sonrisa o no escuchó una carcajada por tu parte, supo que había algo que no estaba prediciendo realmente bien.
Saliendo de su habitación y cerrando la puerta detrás de él, frunció el ceño. —¿Qué sucede?— Sunghoon y tú os mirasteis, el primero asintiendo en tu dirección, dándote ánimos. Jay creció repentinamente impaciente y espetó una queja, sintiendo su interior removerse, algo estúpido siendo un muerto, sensación que sólo se producía cuando se trataba de cierta chica.
—¿Aerin? ¿Le ha pasado algo..?—.
—No Jay, no. Ella se encuentra bien en sentido físico pero...—Jay te miró con determinación.
—Guíame—. Tú asentiste y Sunghoon colocó una mano en su hombro, mostrando su apoyo.
Así, comenzasteis a avanzar rumbo a la habitación de Aerin, lugar que sólo tu conocías dónde se encontraba.
Una vez en el pasillo dónde la puerta rosa de la habitación de Aerin se encontraba, paraste en seco, haciendo que Sunghoon también parase al todavía tener vuestras manos unidas. Sunghoon te miró por un segundo, y eso fue lo necesario para entender tus intenciones. No fue el caso de Jay, el cual se giró tras darse cuenta de que os habíais quedado atrás un poco más tarde.
—¿Qué hacéis? Vamos—. Negaste con la cabeza mientras mirabas profundamente a sus ojos. Jay supo entonces a qué te referías y espetó rompiéndose involuntariamente su voz. —Me odia, no puedo simplemente—.
—No lo hace Jay, habla con ella.— Jay sintió todo el dolor de su rechazo, todo lo que dio por ella y supo entonces que podía hacerlo otra vez. Siempre pudo y siempre podrá si es por Aerin.
Sunghoon y tu mirasteis desde lejos como Aerin abrió su puerta para encontrarse con Jay, como intentó cerrarla pero Jay la paró, como tras segundos las lagrimas empezaron a correr por sus mejillas y como inmediatamente Jay la envolvió en sus brazos, protegiéndola de todo y de todos, como estaba destinado a hacer.
Sunghoon y tú supisteis entonces que vuestro trabajo ya estaba hecho.
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—Tengo una conversación pendiente con Aerin— Exclamaste mientras girabais entrando en un pasillo. Sunghoon te miró. —Y con Sunoo también, si realmente es lo que pensamos—. Suspiraste, él tenía razón.
—Sí pero siento que realmente quién debe hablar con el primero son Jay y Aerin, al fin y al cabo si nuestras apuestas son correctas, él fue quien se aprovechó de su situación—. Sunghoon acarició tu mano, escuchándote. Le gustaba ese lado tan amable tuyo, tan apreciativo del sufrimiento de los demás.
—Vale, pero que sepas que luego si tardas mucho iré yo personalmente a hablar con él—. Dijo mientras ladeaba la cabeza, haciéndote reír.
Aprovechando tu risa, comentó. —Me encanta cuando te ríes—. Tus mofletes se sonrojaron.
—A mí me encanta tu sonrisa—. Un sentimiento que conseguiste atrapar pasó por los ojos de Sunghoon y antes de que pudiera responderte, hablaste. —No me importa que haya unos colmillos que desean mi sangre. Sé que deseas tanto ser humano y vivir como nadie más en el mundo porque te llevo aquí.— Señalaste tu pecho. — Además de que tenemos la aprobación de tu padre—. Alzaste las cejas para después darle un beso en la mejilla. —Pero si yo no tuviera ese poder, seguiría contigo con colmillos, ojos rojos y una sed de sangre indomable—. Sunghoon se rio a carcajada limpia, primera vez que aquello había pasado desde que hubo un vosotros.
—No sabia que eras masoquista—. Comentó. Rodaste los ojos.
—Hay muchas cosas de mi que todavía no sabes—. Tus palabras resonaron a una pregunta indirecta que cambió la atmosfera a una de duda, duda que se resolvería segundo la respuesta.
¿Quieres continuar conmigo hasta el final?
—Lo sé, pero siempre estaré encantado de aprender sobre ti, de conocerte cada vez más. Siempre—. No pudiste ocultar tu enorme sonrisa mientras comentabas.
No hizo falta respuesta mientras caminabais hacia tu dormitorio, manos unidas, siempre unidas mientras la luz de la Luna os iluminaba el camino de vuelta a casa.
THE END !
taglist: @strxwbloody @baaamkyu @hashuuuu
notes: oh dios mio!! no me puedo creer que haya acabado esta serie ya :((((( espero que el final os haya gustado aunque es un poquito abierto pero así libre de interpretación jusjus!! los comentarios son super bien recibidos y gracias por leer jooo os amo <3
#teeth cuarta parte#enhypen jake#enhypen#enhypen fic#sunghoon x reader#enhypen fanfiction#español#fanfic#enha#enha x reader#enha imagines#vampire jake#vampire au#vampire sunghoon#vampire jay#vampires#romance#dark aesthetic#lee heeseung#jake sim#kim sunoo#the end
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Zutara como ship no me molesta. Al contrario, entiendo de donde viene. Mi odio es pura y exclusivamente con las que lo shippean.
Pero algo que me llama la atención es que sisi es algo que pasa con los ships que de la nada el delirio te hace creer que una serie gira en torno a ese ship y todo pasa por eso y al final hubo una traición porque no es canon. Con zutara esto pasa pero lo que me divierte es que no es ni de cerca la relación mas significativa de ambas partes en la serie. Es mas, fuera de algun amague no hay casi nada para laburar. Ahí la gorda fanfic tiene su laburo, pero es importante que reconozca el delirio.
Siguiendo con Zuko y Katara. La relación mas importante de ambos en la serie es con *para sorpresa de nadie* Aang. El pibe es el fan numero 1 de Katara desde el primer momento y por fuera de situaciones del guion, es una relación bastante sana y soft. Pero Zuko.... dios mio Zuko.
TODA la transformación de Zuko es catalizada por Aang. Desde el primer momento que aparecío diciendo hola como anda el crew que la psiquis de Zuko se vio afectada para siempre. Su mundo de a poco se derrumba y después encima lo ponen a laburar en Starbucks.
Me encanta como terminan siendo amigos y como Aang incluso con todo siempre fue abierto con el en sus intenciones y como era algo de Zuko el aprovechar esa relación. Es tan influencial en toda la trama y la historia que te juro que si los hacían de la misma edad ni una sola fujoshi habría sobrevivido. Pero la diferencia es grande y la gente gravitó a Zutara con el tiempo.
Ahora igual esta Zukka que me fascina porque las gordas sabemos que es chamullo. Como todo ship del bien, Zukka es el gran "era joda y quedó."
Esta es mi opinion sobre la política global.
#despues lo elimino la verdad solo quería decir que la relacion de zuko y aang es la relacion principal en toda la serie. y no es romántica.#Al menos que a aang de 20 años le agarre la duda no se eso ya no está en mis manos#ademas zuko tiene una pinta de puto. Y mai no se ella es la goth gf así que permitido.
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Bello
Ella tiene la gracia de quien sabe escuchar los susurros del mundo, esa paciencia infinita que nace en el mar y en la lectura, donde cada historia es un rincón de escape y cada ola un secreto revelado. Ama el mar como si cada gota llevara una parte de su esencia, y en él encuentra el refugio que calma sus tormentas internas. Allí, donde el viento se vuelve amigo y las olas dibujan un latido eterno, halla la paz que tanto ansía, la estabilidad que se mece con el vaivén de las aguas. Es su santuario, su poesía en movimiento, su ancla cuando todo parece desbordarse.
“Me encanta escuchar”, dice, como quien despliega un manto de acogida, y uno no puede evitar sentir que sus palabras son un bálsamo. Ella ofrece su presencia, su corazón amplio y sincero, y aquellos que confían en ella encuentran consuelo, como si hablasen con alguien que no juzga, que comprende desde la profundidad de sus propias experiencias. “Siempre estoy aquí”, parece decir sin palabras, y en ese acto noble de escuchar sin esperar nada, revela su alma, pura y luminosa.
Es bella como un amanecer cálido. Su cabello castaño claro, iluminado por el sol, ondea como olas pequeñas y libres, y sus ojos claros contienen secretos de aquellos que saben observar la vida desde otro prisma. Hay en ellos un brillo particular, como el de los héroes de cuentos de hadas, aquellos personajes que miran más allá de lo evidente. Sus mejillas, a menudo encendidas como pétalos de rosa, revelan su pureza y la pasión con la que vive. Cejas perfiladas y pestañas largas enmarcan su mirada, dándole esa profundidad enigmática, esa belleza que habla de fuerza y dulzura al mismo tiempo.
Dicen que el valor se mide en actos silenciosos, y ella encarna esta verdad. Es una mujer valiente, una fuerza imparable que se enfrenta al mundo con carácter y resolución. Cuando tiene un objetivo, no hay tormenta que la desvíe; se abre paso con la tenacidad de quien conoce su propósito. Con un sentido del deber y una ética inquebrantable, ella ha ayudado a otros sin esperar retorno, tendiendo la mano a aquellos que más tarde le han dado la espalda. Y, aunque sufre por la traición de quienes la llaman “amiga” solo de nombre, jamás pierde la esperanza ni deja de ayudar, porque sabe que su corazón es noble, y eso la hace especial, única, hermosa.
“La creatividad es la magia que desafía el mundo”, alguna vez escuchó, y en ella esta frase resuena. Su imaginación es un vuelo constante, una obra en progreso donde cada libro es un portal a mundos inexplorados, donde cada historia la lleva a inventarse finales alternativos, a mejorar los finales románticos que, a menudo, le parecen injustos o insípidos. Así se eleva, se pierde en la maraña de palabras que lee y escribe en su mente, creando una novela en cada instante, enriqueciendo su espíritu y su visión de la vida.
Cuando canta —porque, sí, tiene esa elocuencia que convierte las palabras en música—, su voz revela una dulzura inesperada, como si, por un instante, el universo entero se callara para escucharla. Hay algo en su tono, en la suavidad y fuerza que se entrelazan, que evoca aquellos coros encantados de cuentos de hadas. Su voz es como un susurro de princesa en un bosque mágico, un eco de melodía que vibra en la piel y se queda grabado en el aire, dejando en quienes la escuchan una paz serena, una armonía que solo puede traer alguien que canta con el alma.
Es esa trifecta que pocos llegan a alcanzar: belleza, intelecto y espíritu. Y lo es de un modo natural, sin buscarlo, sin presumirlo. En ella, cada cualidad resplandece por sí misma, se integra en un equilibrio perfecto. Y así, siendo suya esta gracia única, recorre la vida como un faro que ilumina caminos, como alguien que, aun en medio de sus propios desafíos, encuentra fuerzas para sostener a los demás, para extender su compasión y sabiduría sin pedir nada a cambio. Como aquella línea en una canción de Disney, “Eres la estrella de la que nacen los sueños”, ella es esa chispa de esperanza, ese rayo de bondad en un mundo que, a veces, parece haberse olvidado de soñar.
Así, entre palabras, cantos y olas, vive. Y en su mirada queda el reflejo de todo aquello que ama, de todo aquello que la define. Porque ella es, en sí misma, un universo —un enigma y una verdad.
Es el tipo de mujer que no se doblega ante la vida, sino que la enfrenta con la frente en alto, con la serenidad de quien ha aprendido a sanar sus heridas. Hay en su andar una nobleza natural, un aura de fuerza silenciosa que la distingue, como si llevase una armadura invisible hecha de experiencias, amor propio y lecciones bien aprendidas. Ella no necesita mostrar sus cicatrices, porque cada una de ellas la ha hecho aún más hermosa, aún más indomable.
Para sus amigos, es un refugio en tiempos de tormenta, una presencia cálida que permanece cuando todos los demás se han ido. Y aunque la decepción a veces empaña su bondad, nunca deja que esto la defina. Sabe que dar es un acto de valentía, que ayudar, incluso a quienes no devuelven la mano, la eleva. A veces calla sus propios problemas, los guarda en lo profundo de su alma, como si supiera que, en cierto modo, su dolor también forma parte de su belleza. Porque hay una belleza única en la resiliencia, en esa capacidad de cargar con el peso de la vida sin perder la fe en las personas, en la amistad verdadera.
“¿Quién soy?” parece decir su presencia; y la respuesta es múltiple, es infinita, porque ella es tantas cosas a la vez. Es quien lee para soñar, quien aconseja sin juzgar, quien ayuda sin pedir nada. Y en cada uno de estos gestos, en cada uno de sus actos, despliega su esencia. Hay quienes pasan desapercibidos, pero ella no: en cada paso deja una huella, en cada sonrisa un destello de su luz interna. Como esa frase de Cenicienta, “Ten coraje y sé amable”, ella es prueba viviente de que ambas cosas pueden coexistir en perfecta armonía.
Es de aquellas almas que ven el mundo en matices, que encuentran belleza en lo pequeño, en lo simple, en lo sincero. Cuando te cuenta sobre sus libros, puedes verla transportarse a esos mundos, puedes escuchar en su voz la emoción y la nostalgia, como si cada historia la hubiese tocado de un modo diferente. “Al final, todo es una historia”, dice, y en su forma de contar el mundo, de narrar su vida, hay un toque de magia, de esa magia que solo poseen quienes ven la vida con ojos de poeta, quienes saben que las palabras son también actos, que pueden sanar, transformar, acompañar.
Cuando lees en su presencia, es como si el tiempo se detuviera, como si el ruido del mundo se hiciera tenue y quedara solo el murmullo de las páginas, el suave deslizar de los sueños sobre el papel. Ella, la mujer de los ojos claros y la mirada profunda, convierte los libros en mundos vivientes, en ríos de ideas y emociones que fluyen en su interior. Leer para ella es como respirar, un acto vital, necesario. Y en sus silencios, en esos momentos en que se pierde en la narrativa, su imaginación despliega alas invisibles, y se eleva hacia el infinito, creando sus propias historias, porque sabe que a veces los finales necesitan de un poco más de esperanza, de un toque de magia.
Así es ella: un universo dentro de un cuerpo hermoso, un alma llena de arte y valentía, una mujer que lleva en su interior la sabiduría de los mares y la pasión de las palabras. Y aunque el mundo a veces la lastima, sigue adelante, porque su espíritu es inquebrantable, porque en su corazón existe una llama que arde con fuerza, una llama de bondad, de compasión, de sueños por cumplir.
La describiría como alguien a quien es imposible olvidar, como un susurro que permanece en la mente mucho después de que se ha ido. Ella es la prueba de que en este mundo existe la magia verdadera, esa que no necesita de hechizos ni de varitas, sino de almas grandes y corazones sinceros. Porque hay personas que pasan por la vida sin dejar rastro, pero ella… ella es un poema viviente, un canto al valor, a la belleza interior, a la nobleza sin condiciones.
En su esencia yace un tesoro que solo los ojos atentos pueden ver, y quien tiene la fortuna de conocerla sabe que ella es más que palabras; es esa presencia única, esa luz que atraviesa la sombra y la transforma en claridad. Es como llevar un fragmento de cielo en el bolsillo, un resplandor secreto entre los días. Su belleza queda ahí, delicada pero firme, en la memoria como un suspiro guardado entre las cosas más queridas. Su mirada clara, las mejillas sonrojadas, y ese destello suave de su cabello iluminan, incluso en ausencia marca el universo, como un eco persistente de algo infinitamente bello y sereno.
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Me entero que Pedro Almodóvar ha ganado el León de Oro en Venecia por “La habitación de al lado” por un WhatsApp de Jose: “Amigo león de oro. Pedro”. Una noticia personal que habla de la misma alegría familiar y compartida que podría ser la he aprobado el examen o me han dado el trabajo o me voy de vacaciones a Islandia. Algo propio, algo nuestro, porque el cine de Almodóvar nos ha reunido a tantos cuando el mundo nos expulsó, cuando la realidad se tornó cuchillo frente a nuestra sensibilidad, cuando no podíamos ni imaginarnos, cuando no importábamos, que cuesta no sentirlo como un hogar. Ha sido también una convocatoria, ir a ver “la última de Almodóvar” al cine ha sido una forma de ritual, de paisaje compartido, de juntar los cuerpos. Siento que muchas veces le hemos exigido demasiado al cine de Almodóvar porque nos ha dado tanto que sentimos como una traición que cambiara, que creciera, que se hiciera mayor, pero en realidad lo que nos molestaba era que nosotros también habíamos cambiado, que habíamos crecido, que nos hicimos mayores. Un cine testigo de los afectos que han ido desapareciendo, desgajados, actrices que ya no volverán, dónde están los pimientos, qué heavy eres, Juana, madres que tampoco, amigas y amigos que dejan una butaca vacía en una sala de cine.
Para mí el orgullo Almodóvar no tiene que ver con el hecho patrio de que sea español, tiene que ver con que la realidad que ha exportado desde este país es una realidad profundamente libre, tiene que ver con que sus historias hablaban de nuestro presente pero con una vocación de futuro, porque allí donde todo enloquecía el alma siempre se mantuvo rigurosa, tiene que ver con que en su cine no hay juicios ni castigos, que nos ha educado emocionalmente en la diversidad, en el otro, en lo posible.
Diría que su cine es una larga carta de amor a una madre para que comprendiera su mundo, quién era, y que a su vez ha sido una larga carta de amor a lo miserable y hermoso del mundo. Diría que eso es un cine para la dignidad, la de todos aquellos seres humanos a los que un día quisieron sin sueños. Roy Galan
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¿Cómo hemos llegado a esto?
¿Cómo hemos llegado a esto?
Título: ¿Cómo hemos llegado a esto?
Fandom: Marvel, Capitán América.
Pareja: Steve Rogers X Lectora.
Palabras: 485 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve te engañó y trata de arreglarlo.
Advertencias: Finalizar una relación, mención de engaño.
N/A: Esta es mi entrada para BrokenHearts4Caplan Challenge con la frase:
“Yo no fui nada para ti. Sólo era un juguete para que lo manipularas y caí en la trampa.”
Links: Wattpad, Ao3, versión en inglés.
Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
La lluvia golpeaba suavemente contra las ventanas del departamento; Steve estaba en la sala, de pie junto al sofá, con la mirada fija en el suelo. Había confesado lo que jamás pensó que saldría de sus labios ni que pasaría. Sharon Carter. Había estado con Sharon.
—¿Cómo pudiste? —preguntaste—. ¿Cómo pudiste hacerme esto, Steve?
Él alzó la vista lentamente, pero incapaces de encontrar las palabras adecuadas. ¿Qué podía decir en este momento que no sonara vacío o hipócrita?
—No fue algo planeado… —comenzó a decir, pero se detuvo, sabiendo lo ridículo que sonaba.
—¿Planeado? —dejaste escapar una risa amarga, llena de desdén—. Eso no importa, Steve. El hecho es que lo hiciste. ¡Me engañaste! Y con Sharon, nada menos.
Steve intentó acercarse, pero retrocediste.
—No lo entiendes, Steve —continuaste—. Yo te amaba. Te di todo de mí, lo mejor de mí, y… ¿esto es lo que recibo a cambio? ¿Una traición?
—Lo siento —murmuró él.
—Lo siento no es suficiente. No después de esto.
Steve trató de acercarse de nuevo, pero diste otro paso atrás, levantando una mano como barrera.
—¿Sabes? —dijiste con la voz entrecortada—. Yo no fui nada para ti. Sólo era un juguete para que lo manipularas y caí en la trampa. Pensé que éramos más que eso, pero me doy cuenta de que solo fui una tonta que cayó en tus juegos.
— No eres un juguete! Eres mucho más para mí, siempre lo has sido. Cometí un error, lo sé, pero eso no cambia lo que siento por ti.
—¿Y qué se supone que haga ahora, Steve? —preguntaste—. ¿Pretender que esto nunca sucedió? ¿Volver a confiar en ti como si nada?
Steve bajó la cabeza, incapaz de responder. Sabía que había arruinado todo.
—No espero que me perdones —admitió—. Pero te amo, y haría cualquier cosa para enmendar mi error.
—Lo que sentía por ti… —confesaste tratando de contener las lágrimas—. Ya no sé si puedo sentirlo de nuevo. No después de esto.
Steve se acercó un paso más, con la esperanza de alcanzar tu mano de la lectora, pero volviste a retroceder.
— No puedo seguir con esto, Steve. No puedo seguir contigo.
Steve dio un paso atrás, con la mirada fija en ti por un momento más antes de girarse lentamente y caminar hacia la puerta. Justo antes de salir, Steve se detuvo, con la mano en el pomo de la puerta.
—Si alguna vez… si algún día quieres hablar —dijo, sin mirarla—, estaré aquí. Siempre estaré aquí para ti.
Sin esperar una respuesta, Steve salió del departamento, cerrando la puerta suavemente tras de sí.
Te dejaste caer en el sofá, abrazando tus rodillas contra su pecho, dejando que las lágrimas finalmente salieran.
—¿Cómo llegamos a esto? —murmuraste para ti misma.
Te levantaste del sofá y caminaste lentamente hacia tu habitación.
Cerraste los ojos, dejándote llevar por el cansancio y la tristeza.
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Se que es algo que no sería muy posible en su historia, pero me da mucha curiosidad saber que pasaría si una Rhubelye se enamora o siente interes por una sirena (O tritón en caso de si fuera hombre)
El reino de las sirenas es un reino que no forma parte del tratado de unión y paz que firmaron los reinos después de la finalización de la guerra contra Lord Emedes.
Las sirenas son enemigas del reino de los Rhubelyes, por lo que las convierten en enemigas del resto de reinos también.
Si cualquier especie en los reinos, ya sean monstruos, fantasma, humanos, gloymos, khiglys, norkiry y rhubelye se reuniera de manera amistosa con una sirena, seria básicamente traición a los reinos.
Cualquier tipo de relación amistosa con las sirenas es considerada traición por lo que de ser descubierta esta relación, la persona seria condenada a muerte.
SE QUE ES EXTREMO-
Pero así son las cosas.
Nunca ha sucedido algo así ya que muchos saben la mala fama que tienen las sirenas, además de que no son conocidas por ser amistosas o al menos permitir el suficiente contacto con ellas como para crear una relación lo suficientemente fuerte como para enamorarse. Y si dejan que se acerquen solamente es para que puedan cazar a su presa más fácilmente...
Estaría complicado que alguien se enamore...
Interesarse por la especie se podría.
Debe haber alguien que le interese tal especie.
Pero enamorar... no se.
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La Llorona, una leyenda popular nacida en México.
Si vives en México probablemente has oído hablar acerca de La Llorona: "Una mujer que vaga en medio de las calles llorando por sus hijos”, algunas versiones dicen que era una joven que ahogó a sus hijos por una traición de amor; otras dicen que los descuidó y el río se los llevó.
La historia de la llorona se cuenta de mil maneras. Lo cierto es que este mito va más allá.
Está historia de remonta al tiempo de los aztecas.
Cuentan que la diosa Cihuacóatl, madre de nuestros ancestros, los mexicas; traía consigo predicciones de las guerras que estaban a punto de suceder. Cuando estaba próxima la llegada de los conquistadores ella dio el aviso y lloró por sus hijos pues sabía que serían derrotados por los extranjeros y desde entonces se escuchaba su llanto.
La quinta leyenda del sol nos dice que Cihuacoatl es la madre , la creadora de los mexicas . Como madre brinda su favor a las mujeres que también lo son. Aquellas que mueren en el parto son dignas de ir al lugar que la Diosa ha designado para ellas en el más allá, y ahí lo habitan, porque no había honor más grande que morir siendo un guerrero ,porque ante los ojos de Cihuacóatl ellas también lo eran .
Gobierno de México
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Que pasaría si....?
Mexica reviviera en nuestro mundo actual, y se encontrará con SEDENA
Una historia rapidita, si puedo pedirle 🥺🥺🥺
Tengo una historia sobre ello, es mas es parte del canon de la historia original, pero como aun no lo expongo al 100% te pondré el que pasaría si Mexica revive de la nada y busca su venganza sobre los indígenas que buscaron matarlo.
_____________________
(Para darle mas poder, Centro esta aun desaparecido, por lo cual solo están los hermanos Norte y Sur)
SEDENA se encuentra en la estación principal militar, estaba a punto de salir, al escuchar gritos y pedidos de ayuda, al llegar al punto de origen de todo el caos, sus ojos se iluminan, como si viera a un dios, como si viera a alguien poderoso, sus ojos estaban admirando, a su viejo amor, su Tlatoani Mexica.
-Al fin una cara que conozco- Mexica avienta al suelo con violencia a un joven soldado- No sabes lo preocupado que estoy al ver a puro invasor en nuestro hogar Océlotl, creí que habíamos perdido todo, pero me alegra ver que sigues vivo.
SEDENA estaba maravillado, verlo vivo con la misma imagen de siempre lo hizo arrodillarse ante su gobernante, sin siquiera quitarle la vista de encima.
-Mi...mi Tlatoani....realmente es usted...-Aun no podía confirmar, el recuerda el pasado, recuerda su muerte y lo que termino en guerra, oírlo, verlo caminar, verlo sonreír por su presencia, era todo increíble.
-Claro que lo soy Océlotl, levántate, necesito tu ayuda.- SEDENA se levanta rápidamente, aun con las piernas temblándole, esperando que petición le haría su antiguo gobernante.- Océlotl, dime...dime donde está esa estúpida?
SEDENA se queda en silencio, a quien se refiere, se preguntaba internamente, intentado pensar en lo que hacia enojar a su Tlatoani.
-Dime Océlotl, donde están Tlaxcala, donde está para hacerle pagar por lo que nos hicieron, y eso junto a todos los demás que la siguieron, dime donde esta-Ante su petición lleno de ira, SEDENA estaba congela, es verdad, la razon de su muerte fue algunos indígenas que aprovecharon para eliminar a los hermanos, aunque el sabe que hay otros factores, no le sorprendería que Mexica recordara solamente eso.
-Mi Tlatoani, yo...-Mexica lo agarra de la camisa y lo jala hacia el.
-Te ordene dudar?, yo no lo recuerdo, yo te ordene que ¿me digieras donde esta esa estúpida de Tlaxcala? y con ella a todos los demás, incluyendo a ese estúpido Hispano, no te estoy pidiendo nada complicado Océlotl- SEDENA estaba preocupado, por una parte entiende su ira, pero algo dentro de el ya no es la misma que antes, todos estos años conviviendo con tantas personas, conociéndolas como un soldado y ahora como un guía, le dio a entender las razones que Norte y Sur eran para ellos y al mismo tiempo lo que era Centro tambien.
-Yo, lo siento, antes le hubiera dado todo lo que me pidiera, pero ahora...no puedo...no puedo hacerlo-Mexica alza a SEDENA, era tan fuere como lo recordaba, incluso si se ve la diferencia de tamaño, Mexica podía alzarlo sin problema y dejarlo totalmente indefenso en el aire.
-Que dijiste? como puedes defender a estos invasores? como puedes darme la espalda Océlotl? -SEDENA sentía se le dificultaba cada vez mas respirar, era tambien verdad, Mexica nunca acepta una discusión de nadie, menos de sus soldados a quienes entreno con toda su alma, claramente sus acciones eran una traición.
-HERMANO! DETENTE!- Atrás de ellos aparecía Quetzalli, alzando sus alas- Suéltalo ya, esto no debe de ser así.
-Tu otra vez, te dije que yo recuperaría lo que TÚ perdiste, por tu culpa perdimos todo, y ahora tambien a nuestra gente,-con esa ultima frase ve a SEDENA- Como quieres que no enfurezca con TÚ fracaso hermano.
-Ellos ya no son lo que era antes, pude verlo con mis propios ojos, las diferencias existen pero coexisten, y como coexisten las guerras solo existen por diferencias que son normales...-Quetzalli intenta razonar, pero Mexica no escucha.
-No me importa-Arroja a SEDENA lejos de ambos hermanos- Yo no quiero conexión o unión, eso solo los débiles las quieren, quiero venganza, quiero lo que me arrebataron, lo que cuide con tanto esmero y pase días y noches luchando, quiero a mi verdadera gente, no a estas abominaciones que no conocen su lugar, quiero a mis soldados...-Cuando iba a moverse a ver a SEDENA una pistola estaba apuntado su cabeza, dejando solamente confundido, de quien pudo llegar a el sin siquiera sentir su presencia, Quetzalli tambien estaba asombrado.
-Estas ya no son tus tierras Xiuhtecuhtli- GAFE tenia a Mexica con una pistola en la cien, Mexica alza su mirada para verlo, aunque su rostro estaba cubierto, reconocía perfectamente su ecencia.
-Kuautli...eres tu-GAFE no responde inmediatamente.
-Hace tiempo que no uso ese nombre, con tantos que me han dado, incluso no se cual era mi nombre...gracias por recordármelo mi general, pero repito, esta ya no son tus tierras....-Mexica ríe, por debajo, incrédulo que incluso ya perdió a su mejor guerrero.
-Que te paso, te hice para que nunca me desobedecieras, y e aquí al único de los dos que me apunta con un objeto, que paso Kuautli, que paso con tu familia y contigo.
-Están muertos.
-Y no quieres vengarte de los que los mataron.
-No.-Mexica hace una mueca de ira ante sus palabras cortante.
Claramente su persuasión hacia la fidelidad de GAFE era nula, era claro, el ya no era su soldado mas fuerte y al no seguirlo, no tiene oportunidad ya de convencerlo, pues el a aceptado a alguien mas a quien serle fiel.
-Porque me hacen esto, porque soy el único que busca esto!
-Hermano, por favor, esta ya no es nuestro, nosotros morimos, y eso es la única verdad.- Quetzalli intenta acercarse a su hermano, pero este lo aparta aun mas.
-NO, esto no lo quiero, no voy a aceptar esta perdida que TÚ nos impusiste- Mexica intenta atacar a su hermano, pero es se agacha al escuchar el disparo de GAFE.
-Si es así como piensas, entonces no tengo mas opción que obligarte a estar quieto mi señor...-Gafe pelea contra Mexica, aun si este no lo muestra por completo, Mexica tenia una fuerza descomunal, y con un golpe mataría a GAFE sin problemas- Despierta SEDENA, necesito que recapacites, México Norte y Sur nos necesitan, no podemos abandonarlos ahora, no ahora...
SEDENA nota que GAFE le da un arma, en su mente nunca imagino que le dispararía a Mexica, pero había algo de razon, dejar que Mexica mate a las personas que no tengan la esencia, era dejar morir a los únicos lideres que les quedan.
Su fidelidad a México Centro se mantenía, pero el ya no esta, y sus únicos lideres eran Norte y Sur, traicionarlos, seria lo mismo que traicionar a las personas que los acogieron y les dieron una nueva vida, sean buenas o malas, eran sus nuevas vidas.
Así ambos se abalanzan hacia Mexica, disparos por todo el lugar, intentando mantenerlo lejos porque un solo error y este podía sacarles el corazón de un solo puñetazos.
Mexica alzo su alas para volar y ser aun mas versátil en el cielo, pero su hermano tambien entro a la pelea, dejando ver que ambos hermanos, aunque Quetzalli era mas débil aun podían darle pelea, mientras GAFE y SEDENA lo distraían por debajo.
Ya lo tenían acorralado, pero este se reusó a ser detenido, y causo una luz intensa segando a todos, para luego desaparecer.
Quetzalli baja con tranquilidad, agotado tambien por pelear con su hermano, era complicado y era difícil, y ahora mas ya que huyo.
Quetzalli solo suspira de la frustración, hasta que voltea a ver a sus antiguos soldados, que ambos, ambos estaban arodillados frente a el.
-Estoy feliz de volverlo a ver mi Tlatoani- Dice GAFE, con una voz mas suave ante Quetzalli.
-Yo ya no soy su Tlatoani, peri ese derecho cuando perdí la guerra, así que levántese, no es necesario.-Los dos se levantan, pero aun así SEDENA abraza a Quetzalli, y GAFE quita sus cubrebocas y gafas para mostrar su rostro a su antiguo jefe. -awww, ustedes dos siguen siendo muy dulces conmigo a pesar de mi fracaso. Como podría yo odiarlos.
-Tu pelea fue lo mejor que pudiste hacer, ya había enfermedades graves a través del aire, y muchos indígenas tenían armas mas fuertes gracias a España...
-España?...
-Hispano....-Recuerda SEDENA.
-Oh...si...creo que lo recuerdo bien...hablemos cuando capturemos a mi hermano, su ira n ose detendrá allí...-Ambos soldados asienten con la cabeza, activando un alerta para todo el pais, llamado la atención tanto de México Norte como Sur.
Continuara??? ( Realmente no XD)
Como darle un final mas, los hermanos mexicanos se unen a GAFE y SEDENA, al ver a Quetzalli que era casi la viva imagen de Centro, ambos lloran, Quetzalli los consuela, incluso ambos recalcan que tiene la misma voz suave que centro les daba a ellos cuando hablaban fuera de lo político.
Después buscan a Mexica y entre los 5 lo retienen, mas aun cuando Mexica nota la fuerza descomunal de Norte, que aunque no era tan fuerte como la de el, aun así ella podía darle el puñetazo de dios y hacerle por lo menos sufrir un poco (jajajaja)
Espero y te guste 💛🧡💜
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Adiós al Mundo
El mundo es una farsa. De lejos, he puesto mi confianza en figuras borrosas, y de cerca he confiado en sombras que se desvanecen. Los seres humanos son tan vastos como un desierto y tan complejos como una selva enredada, pero en el fondo, tan esquivos como un espejismo. Entre las promesas de amistad y las ilusiones de amor, solo he encontrado hilos rotos, manipulaciones, un teatro en el que mi papel ha sido secundario, un instrumento más en manos de otros.
Como Jesús, quien atrajo a multitudes con su pureza y fue traicionado en la intimidad, o como Prometeo, castigado por dar luz a la humanidad, me doy cuenta de que, en este juego de cercanías, no he sido más que un peón en el tablero de los usuarios. No fui elegido ni valorado; fui usado y luego dejado a la intemperie.
Cuando creí haber hallado una familia, me encontré con la traición. Cuando busqué algo divino, algo puro, lo que encontré fue vacío, una sombra grotesca que reflejaba lo que jamás quise ver en mí ni en los demás. El mundo, que una vez me pareció inmenso y lleno de posibilidades, se ha revelado como una chispa en una oscuridad que pronto se extinguirá; y cuando eso suceda, cuando todo este vasto teatro colapse sobre sí mismo, solo quedará el eco de un susurro: nada.
Las promesas, las palabras dulces, los lazos que alguna vez creí fuertes, no son más que adornos sobre un cofre vacío. Las personas son torres de Babel, estructuras colosales que prometen ascender a las estrellas, pero que esconden un corazón hueco, sin sustancia. Somos barcos a la deriva, guiados por capitanes ausentes, fragmentos de historias tejidas por ilusiones que, al final, solo terminan en decepción. En un mundo que brilla con promesas de autenticidad, he encontrado máscaras tras máscaras, y en cada una de ellas, el reflejo de una soledad que me consume.
Hoy, cierro los ojos al mundo y a quienes me habitan. Mis lazos se desvanecen, y lo que alguna vez fue un fuego de conexiones humanas es ahora cenizas en la palma de mi mano. Me despido de aquellos que, en su momento, fueron luces en mi oscuridad, pero que hoy no son más que sombras desvanecidas en la distancia.
A quienes me acompañaron, a quienes creí cercanos, les dejo este adiós silencioso. Porque si el mundo es una farsa, entonces yo, en mi soledad, me retiro de este teatro de espejismos y mentiras, cerrando la puerta detrás de mí.
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Señor biotipo. Estoy seguro de que es una de esas preguntas que la respuesta depende a quien le preguntes, pero a todo esto, usted donde clasificaria al peronismo (izquierda, derecha, centro)? Tengo toda clase de respuestas de toda clase de persona, y con cada una me siento más perdido
Vas a encontrar 46 millones de respuestas diferentes (una por cada argentino), pero en la actualidad, el peronismo es efectivamente y no me da miedo decirlo, un movimiento de centro-izquierda, con tendencias dentro de él hacia tanto la izquierda como el centro. Esto se ve, hablando muy en general en sus políticas económicas (proteccionismo económico, inversión estatal, seguridad y ayuda social, apoyo a los sindicatos y a la economía popular, preferencia por la industria regulada y estatal) sociales (ampliación de los derechos en general, apoyo al feminismo, al anti-racismo y los derechos LGTB) políticas (bases fuertes en los sindicatos y los movimientos populares) y de exterior (una política en general neutra pero apoyando un multilateralismo anti-imperial en vez del status-quo liderado por EEUU).
Y los votantes del peronismo y más importante, sus militantes, la gente que compone el partido? En general, la gente de clase baja y media-baja, estudiantes, trabajadores sindicalizados, intelectuales, minorías, feministas, trabajadores de la economía popular. Todos en general, lo que son considerado la base de los movimientos de izquierda alrededor del mundo. Es muy difícil decir que el peronismo actual es de derecha en cualquier sentido de la palabra. Incluso me animo a decir que el votante peronista en general es mucho, mucho más de izquierda que la mayoría de sus representantes. Internacionalmente, un peronista típico se sentiría más identificado con Lula o Evo que con alguien como Macron, por ejemplo
Lo que hay que entender del peronismo es que es un fenómeno único a la Argentina y difícil de explicar, y al mismo tiempo, en el contexto mundial, no es tan complicado. El peronismo tiene muchos paralelos con los New Deal Democrats en EEUU, con el Labour Party en Inglaterra, con los diversos partidos de izquierda de "liberación nacional" que se dieron en África y Asia durante la decolonización, y mucho más. Y así como esos movimientos, el peronismo ha tenido múltiples evoluciones y contradicciones. El peronismo siempre tuvo corrientes de izquierda marxistas (difícil no tenerlas cuando una de las frases más notables de la marcha peronista es COMBATIENDO AL CAPITAL) pero su giro definitivo a la izquierda ocurre con el kirchnerismo, que tomó las bases populares y sociales del peronismo para construir lo que es ahora, luego del fracaso menemista neoliberal (que, hay que tener en cuenta, vino del clima de época del "fin de la historia", el mismo de Thatcher y Reagan)
Ahora, esto no significa que el peronismo tenga pureza ideológica ni que todos los peronistas sean de izquierda. El peronismo tiene la contradicción inherente que fue un movimiento casi revolucionario, anti-imperialista y me animo a decir anti-capitalista (COMBATIENDO AL CAPITAL) liderado inicialmente por un militar conservador. Pero el peronismo, desde el principio, desde el 17 de Octubre de 1943 cuando el pueblo copó la Plaza de Mayo, ha sido liderado por la voluntad popular más que por sus líderes. Dentro de esa voluntad popular, las corrientes de derecha e izquierda siempre lucharon, esto ha sido una constante y creo que revela algo de la sociedad argentina; todos los peronistas querían una patria justa, libre y soberana, pero de qué forma? Yo creo que después de los desastres de las dictaduras y la traición del menemismo, se abrió la salida del movimiento peronista por la izquierda, que es su postura natural, siendo el movimiento que más representó y luchó por la clase trabajadora argentina.
Hize otro post al respecto por acá.
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QUE LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL CONTINÚE.
Todos somos Suprema Corte, todos somos poder judicial federal.
26 de septiembre del 2024
En este desgraciado y nefasto momento en que afloran por todos los rincones del territorio nacional la ignorancia conveniente, el fanatismo, la ambición desmedida, el oportunismo y la traición; en este instante histórico,- que si no lo detenemos, promete ser turbulento,- en que se ha violentado, flagrantemente, el estado de derecho y los más caros valores de la república federal, y lo peor y desmesurado es, que se está ejecutando arteramente, desde la más alta magistratura de la nación. En estos cruciales momentos, es mi deber como coahuilense y mexicano, manifestar mi más amplia solidaridad al colectivo judicial federal.
Una ministra valiente y sabia, y ministros no ideologizados cuyo número es inauditamente inferior a la caterva idiotizada de diputados y senadores, habrá de vencer y levantarse victoriosa.
La ministra Norma Piña, la Suprema Corte y los colectivos judiciales de la nación libran una cruel batalla por la independencia de su ejercicio profesional al servicio del pueblo, mandado por la Constitución Política Nacional ; pero también, dicha batalla la libran, sin duda de por medio, por la libertad de México y la paz de la nación.
Se libra una batalla, que si se pierde, habrá de descalabrar hondamente los más caros valores de la república liberal que nos dieron nuestros mayores.
Sólo la ignorancia y la ceguera, la idiotez y la conveniencia cómoda, que abundan en nuestro México, no pueden advertir lo trascendente y determinante de esta colosal batalla que se libra en un escenario de odio, de venganza y de mentiras,- con devastadores efectos para la libertad y paz nacionales,- que se maneja desde la ambigua y nefasta tribuna instalada en el palacio nacional, y, desde el primero de octubre, con cara de mujer.
Se libra una batalla cruel y desmedida entre la ideología de una fracasada dirección seudo socialista y el fanatismo ardiente y criminal de exaltados seguidores y adoradores de un auto convencido redentor iluminado; sí, un autoproclamado libertador, y en su locura, más vengativo que un fenómeno natural que se mueve sin valores y sin principios válidos para la moral humana.
No me queda ninguna duda que la ministra Piña y los ministros, los magistrados, jueces y trabajadores,- aún siendo inferiores en número,- cuentan con bastantes, con enormes recursos de conocimiento e inteligencia política que la ignorancia, el fanatismo y la conveniencia en morralla, no registran; y que, por ese conocimiento estratégico, podrán resistir con sabiduría táctica y entereza, los ataques primeros y casi devastadores, y podrán vencer…,- de hecho ya están venciendo- al déspota y a su pandilla…
Hay evidencias incontrovertibles para sostener dicha afirmación, es decir, el triunfo de la Suprema Corte, el triunfo del Estado de Derecho, la reconquista de la República Liberal y la victoria de las libertades.
En este minuto de la historia nacional, una mujer de carácter, templada y enérgica, y con ella los ministros, magistrados jueces y trabajadores no ideologizados ni fanatizados, como único ejército para defender la causa de la independencia judicial y la libertad de los mexicanos. Una ministra de la Suprema Corte que se compromete a defender la independencia judicial ante la catarata de agresores y oficiantes fanáticos, en medio de la gritería en desastroso eco de la masa pagada y al servicio de una ideología y del fanatismo destructivo…, insisto una ministra y una Suprema Corte serán más que suficientes para contrarrestar la andanada y el tropel de una turbamulta de voces compradas al servicio del déspota y de sus ahora poderosas pandillas incorporadas al Congreso de la Unión.
Voceros controlados y subvencionados con dinero narco y también sustraído por robo a las arcar de la nación; un partido oficial y hegemónico de no se sabe que pensamiento único…, emisarios barnizados con ideologías fracasadas y ciegamente dispuestos e impregnados de emoción; conmoción que llevan hasta el delirio, y el endiosamiento de su redentor iluminado que se retira al limbo de los padres inmortales de la patria…,componentes todos que integran una bomba de tiempo que habrá de explotar irremisiblemente, trágicamente, tristemente
Un minuto histórico de fanatismo, división y locura que vive nuestra patria.
Desde Antonio López de Santana, México no vivía esos delirios llenos de estridencia, agitado por un demente.
Insisto, una ministra valiente y sabia, y ministros no ideologizados cuyo número es inauditamente inferior a la caterva idiotizada de diputados y senadores, habrá de vencer y levantarse victoriosa.
¿Por qué habrá de vencer?—pues porque cuenta con bastantes recursos como es la inteligencia, la sabiduría, el raciocinio y el manejo estratégico del conocimiento y aplicación de la ley, para sostener y resistir los primeros ataque arteros, y por entrar en el uso estratégico y táctico de ellos, habrá de vencer, sin lugar a dudas.
Estoy cierto que siempre se debe poner más esperanzas en el triunfo de pocos seres humanos, si son decididos y actúan estratégicamente, que en todos los demás, aunque estén dispuestísimos a favor de un iluminado. Estos pocos sabios estrategas, por conocer las leyes al dedillo, podrán desunir a los otros, y aquel cuerpo de marionetas que se veía fuertísimo, se volverá débil, confuso y desorientado.
Estos muchos Perderán la batalla por perder los hilos de quienes los manejan a placer.
Sólo con la unidad estratégica y la perseverancia, el triunfo estará pronto con nosotros.
José García Sánchez
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(TRADUCCION DE UN TRABAJO DE HADES)
estaba haciendo unos dibujos con la historia de la guerra de Troya de fondo, cuando justamente llego a la parte del sacrificio de Ifigenia(la hija de Agamenón) para que los barcos marcharan hacia troya.
y me dio una pequeña idea para este pequeño drabble.
imagínate que lector es amante de alguno de los 3 miembros principales de la casa de Hades(Zagreus, Thanatos, Megaera) y un dia justamente su familia les dice que vayan a un lugar específico por un asunto de SUMA importancia.
sin saberlo lector va hacia donde planean sacrificarlos a los dioses(tu decides la razon).
lo que la familia no tiene en cuenta cuando esto ocurre es que utilizando el Aid de los dioses, lector llama a su amante para que los ayude(¿podria ser posible? estaria cheto si asi fuera).
¿se imaginan las reacciones de cada uno al ver que los mortales quieren sacrificar a su pareja?
Thanatos definitivamente esta en contra de que se haga dicho sacrificio con su pareja obviamente, y los proteje, pero es el mas conciente de la situación, de que si hay un sacrificio, algun dios lo pidio, y sabe que algo que seria peor(sobretodo para su pareja) que lidiar con mortales, seria lidiar con un DIOS/DIOSA.
por lo que Thanatos trataria de usar mas la diplomacia en lo posible, aunque usara fuerza si es necesario para defender a su pareja(si lo necesita) y tratara de arreglar la situación sin molestar a ninguna entidad superior.
es el mas torpe a la hora de consolar a su pareja, pero no quiere que se sientan mal a largo plazo, por lo que aunque sea después de que la situación esta bajo control, los lleva a algun lugar lindo.
Zagreus definitivamente esta LIVIDO de ira al enterarse de lo que esta pasando, creo que trataria al principio de decir que no tiene sentido que pidan un sacrificio porque los dioses usualmente NO LES GUSTAN (como lo que paso con Pelops) pero en cuanto vea que eso no funciona, pasaea directamente a la violencia.
¿ellos quieren un sacrificio a los dioses? bien, que lo sean ellos mismos. aparte de que tiene la oportunidad de presumir un poco con su pareja lol.
aunque definitivamente trata de consolarlos emocionalmente despues de ese tipo de traición mientras pueda estar en la superficie (o incluso ofrecerles un rato en la casa de Hades, si quieren).buen e inusual Badass/enojado Zagreus.
Megaera....OF...ella salta directamente a la violencia. nisiquiera tienen que decirle que esta pasando, ve a su pareja en apuros y angustiada y ella ve ROJO. saca su lado mas violento.
cuando todo termina va a checar a su pareja y pregunta que fue lo que paso y solo la pone aun mas furiosa. por supuesto que era una estupidez mortal. pero se alegra de que ellos esten bien. no es tan buena en lo emocional como Zagreus, pero al menos consuela a su pareja porque sabe lo que es sentirse tan desconectado de tu "familia".
definitivamente va a tomarse el tiempo en el tartaro para atormentar a la familia de su pareja o minimo se los deja a su hermanas :)
EXTRA:
POLY THAN/ZAG/MEG es una mezcla rara de todo lo anterior. probablemente teniendo a Thanatos tratando de hacer las cosas "bien" Megaera y Zagreus traten de no ir directamente a la violencia. TRATARIAN.
aunque en cuanto ven que no va a haber una negociación real, que los ignoran o, dioses no lo quieran, tratan de matar a su pareja AÚN CON ELLOS DELANTE Zagreus y Megaera ya no se contendrán e iran por SANGRE.
Thanatos viendo que la diplomacia fallo solo se dedicaria a checar en su pareja para ver si se lastimaron o si se encuentran bien en general. el hombre quiere RESPUESTAS de como esto paso.
cuando todo acabe, probablemente los tres(sobretodo Zagreus y Meg) estarian bastante mas vigilantes con su pareja, simplemente fue un gran susto. aparte, pilas de abrazos. yo no hago las reglas.
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Prefiero confiar y amar a los animales. No te traicionan y su amor es incondicional. De las personas es normal escuchar historias de traición, de lujuria, de gula, de avaricia y cada una peor que otra. Yo prefiero así, ya no confiar en la gente y mejor dar todo de mi para tener una mejor vida para mí y mis mascotas. Al final ser el loco de los gatos se volvió un goal, es el único amor que deseo.
#escrito#citas#mensajes#anécdotas#human't#pensamientos#reflexiones#escritos#humant#texto#k#imagen#gato#foto
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🔥Análisis de Seth en "Enéada"🔥
En Ennead, Seth es uno de los personajes más complejos 🌀por ser alguien que siento muchas emociones abrumadoras 🔥, hasta el punto de empeorar sus problemas 😔 y dejar que otros se salgan con la suya 😠.
Esta basado en el personaje egipcio del caos, las tormentas y el desierto 🌪️🏜️, Seth carga con una gran cantidad de traiciones y conflictos desde sus origenes mitológicos ⚔️. Sin embargo, en el manhwa, su desarrollo va mucho más allá de un simple villano, una figura oscura 🌑.
Seth evoluciona como un personaje multifacético que lucha contra sus propios demonios internos, mostrando que incluso el caos tiene matices y significado 💔.
Hablare se evolución y su estado actual.
🔥 Seth como antagonista
Al principio, Seth se presenta como un personaje antagonista, muy fiel a su representación en la mitología egipcia.
Asesina a su hermano Osiris, lo que comienza los eventos centrales de la trama 🔥. Este acto inicial lo pinta como una persona cruel, motivado por el resentimiento la envidia y una sed de venganza ⚔️. Su poder y control sobre el caos parecen definirlo completamente en las primeras etapas de la historia 🌪️.
Seth es temido por los demás dioses y humanos por su naturaleza destructiva, impredecible y dominante 😈. A pesar de eso, es alguien que se preocupa profundamente por su familia 🖤 y sacrificaría cualquier cosa por su felicidad, incluso su cuerpo, como cuando permitió que Osiris lo atacara para proteger a su hijo Anubis 🛡️
Después del ataque de Osiris y el abandono de Isis (su hermana y esposa de Osiris)💔, Seth se llena de duda y miedo 😓, y masacra a humanos en masa para formar un arma con la que protegerse de su hermano Osiris 😨. Este momento marca un punto bajo en su desarrollo emocional, mostrando cómo el caos y el temor pueden consumirlo por completo.
Seth con su hijo Seth en un ataque de ira
(capitulo 4 Temporada 1)
🔥Evolución emocional
A medida que avanza la historia, se revela más caps de Seth. Se empieza a ver que no es únicamente un ser maligno, sino alguien marcado por una vida de dolor, rechazo y luchas internas 💔.
Actos como la profanación de Osiris, el descubrimiento de que Anubis no es su hijo, sino el fruto de una infidelidad de su esposa con Osiris 😨, el reproche constante de su hermana Isis culpándolo por todas sus desgracias, y la traición de su hijo Anubis al ponerse en su contra, llevan a Seth a convertirse en un ser lleno de ira y odio ⚡hacia los demás. Estos eventos lo transforman en una figura maligna y vengativa. No obstante, Seth también ha mostrado destellos de empatía, como cuando salva a un niño callejero 🌟 y, en un acto supremo de redención, sacrifica su vida para salvar a su familia 🔥.
Su conflicto emocional se amplía en la confusa y complicada relación que tiene con Horus, el hijo de Osiris. Huros busca vengar a su padre, y esto lleva a un intenso enfrentamiento entre los dos.
A lo largo de trama, la fragilidad emocional de Seth se hace más visible. Aunque sigue siendo una figura poderosa y temida 💪, su constante batalla interna con sus propios sentimientos, deseos y remordimientos muestra que está profundamente herido 😔. El odio que siente hacia Osiris se entrelaza con sentimientos de inferioridad y el anhelo de ser amado y reconocido. Seth no solo lucha con los dioses, sino consigo mismo.
Seth se enfrenta a Osiris después
(capitulo 41 Temporada 1)
🔥Seth en la actualidad
En la etapa actual de Ennead , Seth ha evolucionado de manera significativa. Aunque sigue siendo un personaje poderoso 💥, se ha vuelto más introspectivo. Su relación con Horus, evoluciona lentamente a un cariño mutuo 🖤 y llena de tensión ⚔️, conflicto y momentos de intimidad emocional donde Seth empieza a abrirse más con Huros 🌹.
Sigue siendo una de las fuerzas impulsoras de su desarrollo. En esta dinámica, Seth se enfrenta constantemente a la posibilidad de cambio, aunque su naturaleza caótica siempre está la presente🔥.
(Evolución en la personalidad de Seth con Horus)
🔥Conclusión
Comienza como un villano clásico, pero con el tiempo, el manhwa lo presenta como un ser complejo que lucha constantemente con su identidad y su destino. Es un ser atormentado, atrapado entre el deseo de ser amado y el impulso de destruir 🌪️. Su evolución, aunque no completa, lo convierte en un personaje mucho más humano y trágico 🖤, que muchos podrían haber anticipado en un principio 😢
¿Qué te parece la evolución de Seth en Enéada ? ¿Crees que logrará redimirse por completo o está destinado a caer en su propia oscuridad? ✨✨✨🙌🙌🫡🫡
Cuenta de la autora 🤗
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