#He estado planeando este fic con minuciosidad

[edgysyamor]

Adelanto...

Escaneó el estacionamiento con la mirada, asegurándose de registrar cada mínimo detalle en caso de que consiguiera vislumbrar a su hermano, ya que planeaba quedarse ahí hasta que se apareciera. Y eso habría estado bien de no ser porque fue rápidamente distraída por la puerta de a lado abriéndose. De ahí salió un muchacho decidido a bajar las escaleras pero fue detenido por el fuerte agarre en su brazo de una chica mucho más pequeña y delicada que él; Ashley casi la comparó con una muñequita.

— ¡Onii-sama!

—No tardaré mucho, lo prometo. Espera adentro, Yonaka.

— ¡Déjame ir contigo! Viste el caos que hay aquí afuera, no quiero que te pierdas o te pase algo.

—No voy a perderme ni me pasará nada, de verdad. Vamos, hermanita.

La revelación no sorprendió mucho a Ashley que escuchaba descaradamente la pequeña discusión que sus nuevos vecinos estaban teniendo.

—Es que… —La hermana pequeña parecía en conflicto—. Por fin estamos juntos, no quiero separarme de ti otra vez, Shinya. Ni siquiera en esto, por favor.

Esas palabras removieron algo en el podrido corazón de Ashley, proyectando de manera inconsciente su mayor deseo de permanecer cerca de la única cosa en ese mundo que valía totalmente la pena. Aquello le dio el impulso estúpido de intervenir en una conversación ajena a ella.

—Vamos, niño grande. Deja que tu dulce hermanita te acompañe. —Su voz atrajo la atención de los dos que habían extendido más de lo necesario este debate, quedando en absoluto silencio por la intervención. Ashley sonrió con autosuficiencia—. De todos modos no afectará en nada, ¿cierto? Como hermano mayor que eres debes escuchar los deseos de tu hermana y cumplirlos. Es decir, no quieres hacer que llore hasta tu regreso, ¿o sí?

Una persona normal la habría ofendido por haberse metido pero esos hermanos se miraron el uno al otro intensamente antes de que el chico pareciera considerar mejor la petición y ceder sin ningún problema a las demandas de su compañera de viaje.

—De acuerdo. Vamos juntos, Yonaka.

— ¡Si! —La aludida celebró lanzándose abrazar a su hermano, aferrándose de nuevo a su brazo cuando se dispusieron abandonar el edificio, no sin antes dedicarle a la joven Graves una pequeña reverencia con la cabeza en señal de agradecimiento.

Ashley no sabía qué acababa de suceder pero todo indicaba que había hecho su buena obra del día, así que se irguió orgullosa de sí misma.