#DANTEEEEEEE
Explore tagged Tumblr posts
montaigness · 4 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
I CANT ESCAPE HIM.
35 notes · View notes
stargirl1331 · 1 year ago
Text
To love is to be changed
In a visceral, wild way
To be loved is to be devoured
As thoroughly as love will stay
We dig our fingers into flesh
love stuck under our nails
And claw our way out through ourselves
What remains is what prevails
Care runs between my teeth
The lifeblood of our bond
Like blood, it trickles down my throat
And coats the skin we’ve donned
-consumption//intimacy, original poem by C
This poem is for @unnamedrat who gave me very severe brain rot and fueled it with a cannibalism playlist
8 notes · View notes
pizzalover8969 · 3 months ago
Note
Danteeeeeee I started reading the comics and novels and now I feel compelled to give you hug bc like. Damn dude.
🫂
Thanks bro🫂
9 notes · View notes
dante-in-odd-places · 1 year ago
Note
IT'S AN ALIEN ABDUCTION!!! I REPEAT!!! ALIENS!!! NOOOOOOOOOOOO! DANTEEEEEEE
Tumblr media
NOOOOOOOO
32 notes · View notes
starryybrained · 10 months ago
Text
Tumblr media
Danteeeeeee
9 notes · View notes
orpheuslament · 9 months ago
Note
danteeeeeee I am so excited for ur book!!!!! i hope i can get ot as soon as its out...
WAHHH THANK YOU SO MUCH!!! ill post links to get it as soon as pre-sale open!!! 🥰🥰🥰🥰
12 notes · View notes
hostel-qhawaq · 2 years ago
Text
Cóndor - Orígenes - Capítulo 4 (Final)
Hacía un frío terrible, el aire gélido congelaba los pulmones de Dante y enterraba cada paso en la nieve pensando que todo había llegado a su final. Todo, incluso su vida. Lo rodeaba un mar interminable de nieve, no había ni principio ni final, estaba completamente perdido, y a punto de sucumbir ante el frío. Un último escalofrío de pánico recorrió su espina dorsal; quiso gritar, pero sentía una opresión en el pecho. Entonces, una voz apareció de la nada y comenzó a perseguirlo, una voz salvaje que gritaba incoherencias se acercaba por su espalda, aunque parecía no haber nadie más, hasta que en un parpadeo aquella voz gritó su nombre frente a él. Era una bestia de varios metros de altura con plumaje negro, alas gruesas y un prominente pico. Una punzada de horror penetró el cuerpo de Dante, y desde ahí no recuerda nada más.
─¡DANTEEEEEEE! ─escuchó como gritaba una voz familiar.
Abrió los ojos, todo su cuerpo hasta la raíz de su cabello estaba cubierto de sudor. Había tenido una pesadilla. Fausto sostenía una camisa con la que secaba el cuello y la frente de su hermano, estaba asustado porque nunca lo había visto hiperventilar y moverse tan erráticamente dentro de un sueño. Ninguno de los dos sabía si la humedad del rostro de Dante era únicamente sudor o si había soltado algunas lágrimas.
─Dante, ─intentó tranquilizarlo─ estás bien, estoy aquí.
Al hermano mayor le tomó varios segundos quitarse de la mente la imagen de esa ave negra y enorme que lo llamaba. Se sentía como si la hubiera visto por primera vez, no solo porque no había visto nunca esa especie que parecía casi ficticia, sino porque nunca había sido más que una sombra en sus recuerdos. Pero ahora que ya podía visualizarla le parecía aterradora. Se sentó luego de unos momentos y se incorporó en la realidad.
─¿Qué soñaste?
─Vi un ave enorme.
─¿Un ave otra vez? ¿La misma de siempre?
─Eso creo.
─¿Y qué pasó? ¿Te hizo algo? ¿Te atacó?
─No. No pasó nada, solo me estaba llamando, pero sentí como si algo horrible hubiese ocurrido.
Fausto se quedó en silencio asintiendo con la cabeza. Siempre le intrigaron los sueños de su hermano, más las otras particularidades que lo caracterizaban. Dante vio su rostro preocupado, también la cicatriz sobre su frente, aquella por la que comenzó ese largo viaje que los llevó tan lejos de casa. Ya habían perdido la cuenta de los días que llevaban en el mar, quizá eran dos semanas, y ya se habían acostumbrado al son del barco.
─¿Qué tal si subimos y tomamos algo de aire fresco? Estás bañado en sudor. Toma ─Fausto le extendió una botella de agua─, bebe un poco.
En lo que subían a la cubierta se encontraron con Ernesto, uno de los hombres más desagradables que Dante ha visto en su vida y que también había salido de prisión. Le gustaba burlarse de los demás, salvo de los que eran más grandes que él. Los saludó con evidente intención de provocarlos, pero lo ignoraron.
─¿La princesa durmió mal? ─insistió con su voz ronca y aguda.
─¿Qué tal si cierras la boca? ─contestó Fausto parándose frente a él─, tu aliento de mierda huele hasta aquí.
Ernesto se plantó frente a él a centímetros de su nariz, pero antes de que pudiesen comenzar a pelear llegó el capitán Pizarro.
─¡Caballeros! Es muy temprano para peleas. Sepárense.
Ninguno de los dos apartó la mirada del otro, hasta que Dante jaló levemente a Fausto por el brazo. Este cedió y se dio la vuelta.
─Aborrezco a ese animal ─masculló Fausto.
─Déjalo ir. Deja que esa emoción te traspase.
─Lo voy a traspasar yo a él un día con un...
Se detuvo y suspiró. Su hermano comprendió lo que iba a decir.
─Respira. Está bien.
De alguna manera terminó él consolándolo, tal como cuando eran pequeños, y a pesar de que ahora el menor fuera el más alto y más fuerte. Fausto cambió de tema y le preguntó por su sueño, pero Dante no le dijo nada nuevo, incluso él estaba desconcertado por la sencillez del sueño.
─A veces así son ─intentó explicar─ las pesadillas, ¿no? No es lo que ves, sino lo que sientes.
De repente un grito llamó la atención de todos. Alguien en la proa divisó la tierra firme. Todos se acercaron para observar. En la distancia aquella montaña parecía tener apenas un dedo de grosor. Pizarro comenzó a reír y a felicitar al hombre que vio la tierra antes que él, no había un solo día en que el capitán no mostrara una gran reserva de energía, siempre estaba hablando, comiendo o simplemente inquieto. Dante sintió una gran emoción, por un momento se olvidó incluso del sueño, pues por fin estarían en tierras nuevas y frente a nuevas oportunidades.
Llegaron a tierra firme. Era realmente un nuevo mundo para ellos, el aire olía diferente, incluso la luz del sol se veía diferente. Dante se sintió tan maravillado de cada detalle. Conforme avanzaban vio a hombres de su misma tierra, pero más le impresionó la gente de tez oscura con rasgos faciales diferentes, ropas distintas, y ese lenguaje que no entendía. Solo caminaron de extremo a extremo por la costa, pues Pizarro estaba esperaba la llegada de algún viejo amigo.
─¡Diego! ─exclamó al acercarse aquel hombre─ ¡mi buen amigo, qué alegría verte!
El señor De Almagro era un tipo más reservado, se veía incluso más maduro, pero correspondió al saludo del capitán. Comenzaron a hablar de trivialidades sobre la señora de Diego, ya que había hecho una familia en esas tierras.
─¿Te sientes mejor? ─preguntó Fausto aburrido de esa cháchara personal.
Dante recordó que se refería al sueño y contestó afirmativamente. Él ansiaba pasear por esa tierra, hablar con la gente aunque no les entendiera nada, probar sus comidas, ver más paisajes, o incluso perderse en algún bosque. Sin embargo, fue una visita bastante corta. Llenaron los barcos de provisiones y volvieron a partir con nuevos hombres abordo ese mismo día, y esta vez no viajarían con el capitán. Despedirse le causó tristeza, pero aún conservaba la emoción de la expectativa.
─Nunca estoy preparado para despedirme ─confesó Dante.
Ya era de noche, algunos hombres dormían, pero sabía que su hermano estaba despierto.
─¿Por qué lo dices? ¿Extrañas a Lizzie?
─No. Bueno, sí, también. Todas las personas que se han ido la mayoría de las veces ni siquiera pude decirles adiós, pero aún si así fuera, nunca estoy realmente listo para dejar ir.
─Quizá nadie lo está.
─Quizá.
Fausto creyó que hablaba ahora de Trisha, pero Dante hablaba de todo al mismo tiempo. Se refería a dejar esa tierra fascinante, a su Sevilla, y a las personas que lo han marcado con su ausencia. De las cuatro embarcaciones ellos se estaban quedando atrás, pero todo parecía marchar relativamente bien. No obstante, una noche uno de los hombres comenzó a llamar la atención de todos, anunciaba con tono de alarma que algo andaba mal. Nadie le prestó atención al principio, no era el primer hombre que deliraba por la fiebre o por alguna enfermedad mental, pero entonces el agua comenzó a llenar el barco.
─¡Está entrando agua, se está hundiendo el barco!
Todos los hombres se espabilaron y comenzaron a buscar por dónde estaba entrando el agua. “Es por la parte trasera” dijo uno, pero ya el barco estaba empinado hacia atrás y no había forma de encontrar qué los estaba hundiendo.
─Todos a la cubierta ─ordenó uno de ellos.
Había hombres en la cubierta, pero los que aún dormían, como Dante y Fausto, tuvieron que pelearse con los demás para subir corriendo por las escaleras. Había casi una centena de hombres en esa embarcación. Algunos se golpeaban y se empujaban, ya que el capitán del barco no era Pizarro sino un tal Moya nadie le hacía caso cuando se armaban las peleas. La luz de la luna los alumbraba lo suficiente como para ver el paisaje más escalofriante que hayan visto: una eterna negrura, no había nada más que agua helada y oscuridad.
Dante vio a su hermano, que estaba más preocupado por los hombres a su alrededor. Empujó a algunos cuantos para hacerse paso e intercambió insultos con otros tantos, pero consiguió llegar a proa con su hermano. Algunos hombres estaban más preocupados por pelear que por salvarse, Dante pensó que quizá el miedo los ponía violentos. El capitán Moya dijo algunas palabras para calmarlos, pero nadie lo escuchó. El barco poco a poco se hundía y tampoco se divisaba a los otros barcos.
─Fausto...
─No digas nada.
─Vamos a estar bien.
Fausto vio a su hermano mayor, tenía cara de que decía la verdad, aunque no tuviera idea de cómo sobrevivirían. Algunos hombres comenzaron a lanzarse al agua e intentaban nadar hacia el norte, pero al poco tiempo se los tragaba el agua. La marea era violenta esa noche de luna llena, las olas no parecían tan grandes estando a babor, pero cuando los hombres se lanzaban parecían un grano de arroz a la deriva. El agua llenó el barco hasta que tuvieron que agarrarse del mástil y de la borda para no caer por la inclinación.
Dante veía todo pasar frente a sus ojos como si no comprendiera la gravedad del asunto. No había nada que hacer, no había ni botes, solo algún salvavidas por el que unos hombres comenzaron a pelear. Intercambiaron puñaladas matándose por el salvavidas. El capitán veía hacia el frente, hacia la nada en la punta del barco, quizá imaginaba cómo se hundía con él ese sueño de encontrar las riquezas en Birú. Dante permanecía en shock.
─Qué final tan patético ─se quejó Fausto.
Su hermano quiso contradecirlo, pero tenía razón. Pensó que quizá Lizzie se preocuparía porque no le habían enviado ninguna carta, podría incluso molestarse, o quizá se enteraría de la noticia del naufragio y se sentiría devastada. También recordó el rostro de Trisha, había un alivio en la espera de la muerte porque tal vez se encontraría con ella en algún cielo si existía. Los hombres comenzaron a gritar, el barco tomó una inclinación de noventa grados. De los pocos hombres que se agarraron de la borda solo algunos lograban sostenerse. El agua se tragó el mástil y con él a la mitad de los hombres en el barco. Las olas los alcanzaban, el corazón de Dante comenzó a latir con más fuerza, hubiese querido evitar su muerte o al menos la de su hermanito.
─Te quiero, hermano ─dijo el mayor.
─Yo también te quiero, Dante.
Fausto pensaba que había desperdiciado su vida, esto lo mortificaba enormemente. Dante, por su parte, se sintió culpable porque la idea de ir al Nuevo Mundo había sido suya. Quiso disculparse, pero ya no tenía caso, y entonces el agua los arropó a todos con su fuerza descomunal. Tomó la mano de su hermano bajo el agua, aún a punto de ahogarse quiso encontrar una solución, pero no podían pelear contra el capricho del mar, así que simplemente se dejaron morir. El agua era helada, todo se tornó negro, sin luna ni estrellas.
Los cuerpos de los hermanos terminaron en la costa luego del naufragio. Fueron los únicos hallados con vida. Dante despertó vomitando agua, también tosió el agua que tenía en los pulmones y se sintió como si hubiera muerto y regresado a la vida. Estaba desorientado, no recordaba nada de lo que había ocurrido. Se frotó los ojos y vio caras desconocidas, lo veían fijamente como si él fuera el extraño. Entonces las imágenes del barco hundiéndose y del agua tragándolos vinieron a su mente.
─¿Fausto? ¿Y Fausto? ¡¿Dónde está mi hermano?!
Un hombre hizo “Shhh, shhh” y dijo algunas palabras para calmarlo, pero Dante no entendió nada de lo que dijo. Señaló a otra habitación separada por una cortina, estaba Fausto inconsciente y con dos mujeres cuidándolo. El mismo hombre volvió a decir cosas que Dante no entendió. Quiso levantarse de la cama, pero estaba extremadamente débil y todo le daba vueltas, como si todavía estuviese en el barco.
─Dice que despertó ─intervino un hombre blanco─ igual que tú, pero hace rato. Estaba tan agotado que se desmayó luego de escupir toda el agua.
Dante comenzó a llorar, no sabía si de alivio, de alegría, o de miedo por haber encarado a la muerte y haber sobrevivido. Sintió que no merecía esa segunda oportunidad, que debían haberla tenido sus padres, o Trisha, o quién sea, pero volvió a ver a su hermano y se alegró de que todo estuviera bien.
─¿Tú eres Dante? ─preguntó el hombre blanco.
El muchacho lo vio sorprendido.
─Cuando él despertó ─explicó─ solo decía ese nombre, se puso un poco violento porque no entendía a la gente de aquí, entonces cuando te vio aquí en la cama de al lado se tranquilizó y se desmayó casi al instante.
─Sí ─contestó Dante luego de asimilar la información─, es mi hermano. Yo soy Dante, y él es Fausto.
El hombre blanco se presentó como Leo, también le presentó a su esposa Qwi y al resto de su familia. Había muchas personas para ser una casa tan pequeña, especialmente en esa habitación. Era una construcción hecha de madera con pilares que sostenían un techo de paja. Dante seguía mareado y todo le daba vueltas, estuvo a punto de vomitar, pero en algún momento se volvió a quedar dormido. Horas más tarde despertó con su hermano al lado de él. También estaban Leo y su esposa.
─Buenos... ¿días? Ya es casi de noche ─bromeó Fausto.
─¿Noche? Dios mío. ¿Cuánto tiempo hemos estado aquí?
─Los encontramos ayer por la mañana ─intervino Leo.
A Dante le dolía todo el cuerpo. El mareo no se le había quitado.
─Todavía siento el vaivén del barco bajo mis piés ─confesó Fausto al verlo desorientado aún.
─Yo también, siento que aún me llevan las olas.
Alguien se asomó por la cortina, un visitante intercambió palabras con Leo en esa lengua ininteligible, y detrás de él apareció un hombre mayor que vestía diferente a los demás. Tenía una corona de plumas y un collar de caparazones, caracoles y algunos colmillos. Saludó a Leo también, pero rápidamente posó su mirada sobre los visitantes, sobre todo en Dante, que al verlo entrecerró los ojos como si hiciera un esfuerzo por reconocer algo que ya conocía. Dante sentía una energía pacífica, pero al mismo tiempo imponente proveniente de ese señor. Se acercó a él y le habló.
─Pregunta que cuál es tu nombre ─tradujo Leo.
─Dante ─aclaró su garganta─, me llamo Dante.
Y el hombre asintió con la cabeza. El joven quiso preguntar su nombre también, pero le dio vergüenza.
─Él es Lurk Pqi, es el chamán del pueblo.
─¿Chamán?
─Sí. Es un hombre, digamos, que tiene capacidades especiales. Es como el sanador del pueblo.
─¿Es un médico o algo así? ─quiso saber Fausto.
─No exactamente. Él es más... cómo lo digo.
La señora a su lado intervino para decirle algo en su lengua y Leo lo tradujo después.
─Sí, exacto, su especialidad es ayudar en los malestares espirituales. Puede sanar enfermedades, conoce todas las plantas medicinales, como también puede comunicarse con los ancestros.
─¿Habla con espíritus? ─preguntó Dante exaltado.
─Sí, pero no te asustes. Aquí tienen creencias un poco diferentes a las nuestras, pero no es nada por lo que debas preocuparte.
Fausto miraba al chamán con cierta incredulidad, pero el hombre veía con atención a Dante. Pronunció algunas palabras en su lengua, pero esta vez Leo no tradujo lo que dijo. El chamán se fue poco después. Le habían pedido a Dante que descansara hasta que recuperara fuerzas. Fausto y él fueron alimentados por las mujeres de la casa, y pasados unos días ya se sentían totalmente recuperados. Un día Dante se acercó a Leo, quería visitar al chamán y hacerle algunas preguntas.
─Tenía razón ─le confesó a Dante antes de entrar a verlo─, él dijo que querrías verlo pronto.
El joven le preguntó sobre sus poderes, sobre cómo funcionaban y cómo ayudaba a la gente con esas habilidades. Sin embargo, Leo tenía que estar presente todo el tiempo para traducir lo que ambos decían. Dante quería hablarle de sus sueños, de la última pesadilla, del incidente con Fausto cuando lo hirieron en la frente y de las personas supuestamente muertas con las que había hablado, pero todo esto le resultaba muy incómodo frente a Leo.
─¿Hay algo más de lo que quieras hablar? ─preguntó el intérprete.
El chamán sabía que Dante tenía una inquietud, pero este se negó a hablarlo por el momento. El joven salió de ahí con un nuevo propósito: aprender la lengua de los indígenas para poder comunicarse con el anciano. Dos años transcurrieron de su naufragio, años en los que Dante aprendió una nueva lengua, a hacer menjurjes y tés medicinales con plantas del territorio, y no solo ayudaba a las personas sino a los animales. Por otro lado, Fausto se aburría cada vez más, a veces comenzaba peleas con algún hombre o se perdía durante horas para entrenar con una lanza como si fuera una espada. Mejoró significativamente su puntería, y se hizo aún más alto y más fuerte. Entonces un día recibieron la noticia de que los barcos de Pizarro habían vuelto a esa costa. Dante no sabía que pensar, pero Fausto se alegró como si su llegada fuese un rescate.
─¡Muchachos! ─exclamó Pizarro cuando aparecieron en la playa─, ¡Pero si son ustedes, vivos y en persona!
Los recibió con alegría y los recordaba perfectamente a pesar de sus cambios físicos. La conversación los llevó al tema del naufragio, ningún hombre había sobrevivido salvo por ellos dos. Para Dante había sido un renacer, nunca había estado tan cerca de la paz espiritual como cuando se integró en ese pueblo indígena, pero Fausto aún tenía la esperanza de volver a navegar, entonces el capitán Pizarro les a ofreció viajar otra vez con él.
─¡Seguro que sí! ─respondió Fausto inmediatamente.
Pero Dante no tenía la misma certeza. Su hermano ya estaba listo para subirse a bordo, pero él decidió hablar con el chamán para tomar una decisión.
─Creo que tú ya sabes la respuesta ─contestó─, sabes lo que tienes que hacer.
─No tengo idea ─replicó─ de qué es lo que debería hacer, siento que hay una parte de mí que no quiere ir a esas tierras.
─¿Por qué no?
─Hay algo que me llama ─pensó durante unos instantes antes de continuar─, no es el oro, ni siquiera es la aventura, es como si alguien esperara por mí, pero como si algo malo fuera a pasar.
─Yo también creo que debes ir. Hay algo en tu destino a lo que le temes, pero no debes luchar contra ello.
─Es que ni siquiera sé a qué le temo.
─Le has temido a tus sueños que te han dado respuestas, a tus manos que han sanado heridas, y a tus sentidos que han aprendido a ver más que con los ojos. Aquello a lo que le temas es una prueba para tu espíritu.
─¿Y si no es lo que deseo? ¿Y si quiero quedarme aquí?
─Si deseas quedarte aquí y dejar ir a tu hermano, entonces hazlo.
Muy en su interior Dante ya sabía la respuesta. La comodidad del pueblo lo había adormecido, pero desde que oyó por primera vez la frase "Nuevo Mundo" en boca de su antiguo mentor supo que debía descubrir algo en aquellas tierras misteriosas, llenas de riquezas materiales y espirituales. Fausto había dado por sentado que debía despedirse de su hermano, pero lo sorprendió cuando le dijo que lo acompañaría.
─¿Estás seguro?
─Sí. Creo que mi propósito desde el inicio ha sido llegar a ese destino.
─¡Vaya que sí! ─exclamó Fausto con exaltación─, montañas de oro y de plata, tendremos suficiente para vivir el resto de nuestras vidas. Que se pudra Sevilla.
─Ahí sigue Lizzie, ¿recuerdas?
─Qué más da. Tendremos hasta para darle a Lizzie también.
Los hermanos se subieron al barco, Fausto desbordaba emoción e incluso se encontró con algunos conocidos de la prisión. Se amistó con ellos rápidamente, Dante se dio cuenta de que a Fausto le hizo mucha falta interactuar con gente semejante. Solo él había se había sentido a gusto en el pueblo esos dos años, no había esperado despedirse, pero su hermano no había dejado de esperar un rescate. Las charlas vulgares y los juegos rústicos donde los hombres peleaban y apostaban no le sentaban a Dante. A veces su hermano intervenía cuando alguno que otro bribón intentaba retarlo a pelear, pero cada vez se aislaban más el uno del otro. Era un ambiente casi familiar, pero todavía hostil.
Finalmente llegaron a las tierras de Birú, habían oído los rumores de las riquezas inconmensurables, pero también de una cierta resistencia hacia los españoles. En los últimos años había reinado el emperador Huáscar, al menos hasta que su hermano Atahualpa tomó su lugar por la fuerza. Los rumores de la guerra civil a raíz de la disputa entre los hermanos llegaron a los oídos de los españoles. Dante se enteró de que irían al encuentro con ese tal Atahualpa, ya que su hermano Huáscar estaba preso, así que Pizarro planeaba hacer negociaciones con él, pero el capitán también era un estratega habilidoso.
Al momento del encuentro estuvo presente un intérprete que medió las palabras entre el capitán y el ahora emperador. Pizarro le ofreció una biblia para cerrar el pacto antes de oír su respuesta:
─Nosotros creemos ─dijo extendiéndole la biblia─ en un Dios todopoderoso, mediante y él en su nombre honraremos nuestra cooperación.
Y el intérprete tradujo sus palabras. El inca tomó esa pila de hojas cosidas, la observó con desconcierto y la tiró al suelo. Exclamó palabras en su lengua indígena y antes de que el intérprete pudiese traducir algo Pizarro dio la orden de ataque. Dante, Fausto y el resto de los hombres oyeron la señal para disparar sus armas desde el escondite en el que estaban, tenían rodeados a los hombres de Atahualpa y cada uno de ellos murió a causa de las pistolas y cañones españoles, todos salvo el emperador que fue aprisionado. Dante vio la masacre y quedó paralizado.
─Será solo una estratagema ─había dicho Pizarro─, solo deben estar atentos a que de la señal en caso de que sea necesario.
Todos dispararon sin pensarlo dos veces, excepto Dante. Él no había pensado que realmente matarían a los nativos. No pudo disparar a matar. De vuelta hacia el campamento todos comenzaron a hablar de que fue el único que no disparó. “El imbécil se quedó petrificado" dijo uno antes de que Fausto saltara a defenderlo. El mayor, cansado de ese día sangriento y agotador, simplemente le dijo a su hermano que no valía la pena pelear.
─¿Ves que es un cobarde? ─le dijo el provocador a Fausto.
Pero esta palabra tocó la fibra sensible del ego de Dante. Sabía que podía simplemente ignorarlo, pero quiso demostrar su valía.
─Te reto a un duelo con espadas.
Todos los hombres alrededor, incluido Fausto, quedaron sorprendidos. Pizarro llegó a calmar la conmoción, pero al ver que Dante había retado a otro sujeto más alto y más fuerte que él a un duelo con espadas, accedió a que hicieran un espectáculo para entretener a los hombres. Fausto intervino para preguntarle si estaba seguro.
─Confía en mí, Fato.
Y los hombres tomaron sus espadas. Dante inspiró, exhaló, y desenvainó el arma. Se hizo consciente cada articulación de su cuerpo, y se lanzó al combate. Su contrincante tenía una fuerza descomunal, tenía el ataque de un vikingo, pero Dante era ágil y veloz. La espada del oponente le rozó la mejilla y por poco le corta el cuello si no se agachaba, pero Dante esquivó los ataques y comenzó a devolverlos también. Pegó un brinco para asestarle un golpe en el yelmo y esto dejó al grandulón atontado. Siguió con los ataques consecutivos, uno tras otro, no le dio más alternativa que echarse hacia atrás y solamente bloquear la ofensiva del joven.
─¡Acaba la pelea! ─gritó alguien.
Y otros más lo imitaron. Dante pudo haber terminado el combate cortando la garganta del oponente, pero lo golpeó en la cabeza una vez más y lo empujó con su propio cuerpo. El hombre cayó al suelo y todos armaron un griterío en apoyo del ganador. Pero, a pesar de las felicitaciones de Fausto, del capitán Pizarro y de los otros hombres, Dante no se sintió mejor consigo mismo.
Al cabo de los días las matanzas seguían, los hombres comenzaron a robar y a abusar de los nativos que no los apoyaban. Aquellos que sí estaban a su favor no lo hacían por amor a los españoles, sino por desprecio y rechazo a Atahualpa. Dante no quería ver más masacres, no pudo unirse a sus compañeros que asesinaban a gente inocente por conquistar una tierra que no les importaba más que por el oro. Pizarro y Atahualpa al tiempo de interactuar mientras el segundo estaba prisionero incluso se hicieron amigos, pero Diego de Almagro mandó órdenes para Pizarro que debían ser cumplidas.
─No tengo más opción ─dijo Francisco─, no puedo evitar tu ejecución.
Atahualpa había mandado a matar a su hermano Huáscar mientras este también estaba encarcelado, y De Almagro alegó que no podrían dejarlo vivo después de sus acciones.
─Ya le hablé sobre la propuesta de oro y de plata, sé que ya habíamos hecho un trato, pero no tengo más opción que llevarlo a cabo.
Y Atahualpa aceptó su destino, fue ejecutado. Dante sintió que a Pizarro le afectó más que al propio Atahualpa. Las tropas se movieron hacia el Cusco, el centro del imperio que debían tomar por la fuerza. Dante intentó convencer a Fausto de escapar, de esconderse, de no seguir matando personas inocentes, pero su hermano lo rechazó de forma cruel.
─¿Eres imbécil, Dante? Hay oro, plata, riquezas, ¿y te preocupas de unos analfabetos? ¡Tenemos la gloria aquí! Somos guerreros y seremos parte de una historia que será recordada para siempre. ¡Deja de lloriquear y agarra tus armas!
Dante quedó petrificado con las palabras de Dante, ¿cómo no se había dado cuenta? Su hermano llevaba todo este tiempo conviviendo con criminales, burlándose de los nativos sacrificados, y siento totalmente indiferente a las masacres y los saqueos. Además, no podían huir, ¿adónde? ¿A que lo mataran los indígenas afectados por la invasión? ¿O para que los encontraran luego y los acusaran de traición? De alguna manera tenía que resistir con la única esperanza de volver a casa, pero ¿cuál, si tampoco tenía un hogar al que volver?
En la toma del Cusco cientos de nativos intentaron pelear, pero las tropas no tuvieron piedad. Dante siguió a su hermano, que peleó fuertemente contra un hombre fornido que parecía haber entrenado para el combate, Fausto parecía disfrutar de la pelea cuerpo a cuerpo donde tenía cierta ventaja, pero cuando se cansó cayó al suelo Dante intervino para defenderlo. Vio a los ojos a aquel hombre indígena, tenía ojos de miedo, y detrás de él se escondían en una pequeña choza una mujer y dos niños.
─Por favor, perdón, perdón ─le rogó Dante cubriendo el cuerpo de su hermano.
El hombre vio al joven cubriendo el cuerpo de su hermano, y no pudo seguir golpeándolo. Vio a su esposa y a sus hijos, y retrodeció lentamente de cara hacia los hermanos para acercarse a su familia. Alrededor aún se escuchaban tiros y gritos de agonía.
─Quítate de en medio ─espetó Fausto.
Se quitó a Dante de encima, desenfundó su pistola y le disparó al hombre. La mujer y los niños gritaron por el padre y esposo caído. Los niños salieron por el cuerpo del hombre, y Dante les disparó también. La mujer dejó salir de su garganta el grito de agonía más espantoso que se haya escuchado jamás, se arrastró hacia el cuerpo de su familia muerta, tomó una piedra del suelo y se la lanzó a Fausto, pero apenas llegó a la punta de sus pies.
Dante no había podido levantarse del suelo, estaba petrificado y consumido por el horror, veía como unas sombras espantosas envolvían en cuerpo de su hermano y se movían a su alrededor, tenían una energía densa y escalofriante. Fausto vio a la mujer y volvió a jalar el gatillo. El sonido del disparo y la salpicadura de sangre hizo reaccionar a Dante. Se levantó del suelo.
─Qué has hecho, Fausto.
Fausto observó a su hermano, tenía lágrimas en los ojos, luego vio nuevamente la matanza que había hecho recién. Dante tomó su arma y apuntó al rostro del menor.
─Dante, lo siento.
Las sombras seguían danzando a través del cuerpo de su hermano, temblaba y parecía querer luchar contra sus impulsos, pero alzó su arma contra Dante y este disparó antes de que Fausto lo hiciera. La bala le dio en la frente, justo en lugar de la cicatriz, y cayó muerto al suelo. Todos los aliados de alrededor se volvieron contra Dante y comenzaron a gritar “traición". Dejó atrás el cuerpo de su hermano y huyó de los perseguidores que disparaban en su dirección. Recibió balazos en un brazo y la cadera, pero tomó un caballo y se dirigió hacia las montañas.
Comenzó a subir una montaña huyendo del sonido de las tropas que lo perseguían. Se cayó del caballo y se lastimó la rodilla, pero siguió a pie. El dolor se hacía más agudo con cada paso, había perdido sangre y se sentía más débil. Sin embargo, el paisaje le resultaba familiar. Instintivamente tomó el camino correcto para encontrar un arroyo donde beber agua y limpiar sus heridas. Siguió andando, todo estaba cubierto de nieve, pero inexplicablemente encontraba caminos con un sendero de tierra libre de nieve, como si alguien hubiera despejado el camino. Cada paso que daba se sentía seguro y estable, a pesar de que caminaba por un barranco. La tierra era sólida, no había piedras en su camino, el pasaje era como una entrada hacia algún lugar misterioso.
Sus heridas le dolían, tenía el brazo y la rodilla inflamados y la herida en su cadera incluso entorpecía más su caminar, pero vio en la cima de la montaña una silueta que lo llamaba poderosamente. Mientras más se acercaba más dolor sentía. Al borde del precipicio, a punto de desfallecer por el dolor y con sus extremidades entumecidas por el frío al fin vio a esa ave con la que había soñado durante toda su vida. En una enorme grieta que dividía la montaña en dos estaba plantado el Cóndor gigante.
─Te he estado esperando durante años ─la voz retumbó dentro de la cabeza de Dante─, y por fin has llegado.
El joven tenía un torrente de emociones contradictorias fluyendo en su interior. Quería reír y llorar al mismo tiempo.
─Has llegado al final de este camino, ahora debes tomar la decisión de continuar con uno nuevo y seguir tu destino.
─No puedo ─dijo Dante sollozando en voz alta─, mi hermano... ¡Mi hermano! ¡Yo he matado a mi hermano!
La voz profunda del ave volvió a sonar con eco en su cabeza.
─Te hemos estado observando desde que naciste, Dante. Tú y Fausto tienen un lazo mucho más profundo del que crees, pero, para bien o para mal, esta lucha no ha terminado.
─¿Qué quieres decir? ¿Y a quiénes te refieres?
─Todo dependerá de tus decisiones. Tú eres un elegido, Dante, tu conexión con Pachamama es algo de lo que no puedes huir, y de aquí en adelante todo dependerá de tus decisiones.
Y antes de que Dante pudiese preguntar más, la voz prosiguió:
─Tú tienes el poder de conectar este mundo terrenal con el mundo espiritual. Sin embargo, se aproxima el comienzo de una nueva era, y la desconexión entre ambos planos puede traer un desequilibro devastador para todo el mundo.
─¿Y por qué yo?
─Tú eres un guardián elegido por la Pachamama para proteger a la Madre Tierra. Yo soy un achachila y mi deber es proteger esta montaña, pero ahora estoy aquí para cederte mi lugar.
Dante seguía sin comprender la profundidad de las palabras que el Cóndor le había explicado.
─Yo soy la confluencia de todas las conciencias de todos los guardianes a lo largo del tiempo. El concepto del tiempo que manejan los humanos es algo práctico, pero para nosotros es un todo aquello que ha existido, que existe, y que existirá. El tiempo es un eterno ciclo donde todo esta interconectado. Sí, también hay más como yo, incluso en muchos planos de realidad diferentes a este. He vivido durante más tiempo del que puedas imaginar, he visto guerras, imperios alzarse y decaer, civilizaciones construirse y ser destruidas, pero la muerte y el renacer son cosas que no se pueden separar. Todo lo que acaba trae consigo un nuevo comienzo.
Dante no había dejado de sentir dolor, a pesar de que el frío entumeció sus extremidades. Vio hacia abajo, las tropas se habían separado y algunos subían por el mismo camino que él había encontrado.
─Mi ciclo como guardián ha llegado a su final, has llegado a la cumbre de tu destino y ahora tienes la oportunidad de seguir con el mismo propósito de proteger esta montaña. No obstante, hay algo que debes saber: tu identidad y todos tus recuerdos en esta vida terrenal serán borrados, pero a cambio tendrás la sabiduría que tu cuerpo humano no podría obtener en su forma natural, obtendrás el conocimiento sobre tus habilidades y dones innatos.
Dante vio a las tropas que estaban cada vez más cerca de su posición. Pensó en su hermano, y es todas las personas que había dejado atrás en su vida. Pensó en todos y cada uno, "adiós, los amaré siempre" le susurró a sus recuerdos. El ave abrió sus enormes alas y la nieve de alrededor se movió. La grieta en el pico de la montaña era increíblemente profunda y enorme, ahora podía divisarla mejor ya que se aproximó al borde de ella. El ave y él se lanzaron juntos al precipicio y comenzaron a fusionarse.
Dante vio imágenes de recuerdos ajenos, vio distintos seres de distintas dimensiones, vio épocas diferentes a las que él conocía, tiempos del pasado y del futuro, y se transformó él mismo en un cóndor que salió volando por la grieta de la montaña. Esta nueva consciencia tomó poco a poco los recuerdos de Dante e instintivamente luchó contra esa fuerza. El ave chocó contra la montaña y cayó. La metamorfosis fue dolorosa, un montón de imágenes surgieron en su cabeza y le impidieron ver con claridad, también cientos de voces hicieron ruido dentro de su cabeza y no pudo escuchar su propia consciencia. Poco a poco dejó de ser Dante, entre agonía y gritos de dolor se transformó en un ave herida que convulsionaba bajo la rama rota de un árbol.
4 notes · View notes
sevicia · 7 months ago
Note
Hi Danteeeeeee
HellooOOOoooOOOO!!!! How are we!!
Tumblr media
1 note · View note
cloudxxiii · 1 year ago
Text
HEYHEY!! IRL ME vvv
Tumblr media
VS. HOW I WANNA LOOK! vvv
Tumblr media
@a-random-mooshroom @a-fellow-xinyan-lover @a-south-park-character @emily3clipse1 @tinysharkfeller @danteeeeeee @i fucking forgot sorry
no pressure 2 join <3
PICREW CHAIN TIME!!!
https://picrew.me/en/image_maker/1078070
Using this picrew, make how you currently look vs how you want to look! (Or just one of those, doesn't matter!) Anyone can join, but I'll tag people too!
Here's mine:
Tumblr media Tumblr media
Have fun!
@fairy-space @gin-juice-tonic @glitchxcat08 @lemondemonpickuplines @luckynature @labratgurlz @longmasluck @mike--exe @ominous-arcade @penguinsinhell @prettyshitwizard @r0b0-rainb0w @triangleguy @transexualsonic @touchtoneautismphone @touchtonemegaphone @unsubtle-oddities @3v3ry0n3z-fav3-al13n-x3 @4ng3l-g4br13l
1K notes · View notes
emjayeff · 3 years ago
Text
DANTEEEEEEE
2 notes · View notes
nekotato · 3 years ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Omg DANTEEEEEEE JOHAAAAANN
4 notes · View notes
Text
Tumblr media
DANTEEEEEEE
14 notes · View notes
t-citurnity-moved · 5 years ago
Note
Uh, shit - don't scream! You know I'm always here to give you love whenever you want it! You just gotta come and get it, babe. What do you want? Hugs? Kisses? Sit on my lap while I feed you pizza? Sound good?
Danteeeeeee.
Tumblr media
You’re an awful spouse. You’re killing me. You’re killing your husband.
1 note · View note
alvie-pines · 5 years ago
Note
Episode 63 and I met Dante and found out what happened to Donna! Tbh kinda forgot about her and Logan what with everything that had been going on tho. The steampunk looking girl, Nicole, not sure how much I trust her. And apparently Kiki and zane(?) are possibly going to have a magic egg baby and now there's more wolf drama to fix. Aphmau really doesn't ever get a break, huh?
No anon she really doesnt u_u
Also DANTEEEEEEE
You dont know this yet but by season 2 he will become ULTIMATE DAD
2 notes · View notes
cloudxxiii · 1 year ago
Text
wow omg thanks for tagging me AND considering me as a mutual :O /gen /pos Orange; love as a home You are the laughter bouncing off the walls of your friends apartment. Loving you is like loving a lifelong best friend. You naturally put people at ease, the warm summer breeze that sweeps through the screen door and carries the scent of freshly cut grass, heat, and a summer BBQ. Love is laughter, love is your medicine.
coincidentally my favourite colour is orange :3 no pressure taggies!!! (if you don't wanna do it then that's okay! :3)
@a-random-mooshroom @a-south-park-character @a-fellow-xinyan-lover @ambertheartist @tinysharkfeller @zombie-stalkrr @danteeeeeee free to join because i just woke up brain not function the best
mutuals do this
3K notes · View notes
tbhimnoteasyonmyself · 3 years ago
Note
Tumblr media
HAPPYYYYYY BIRTHDAY DANTEEEEEEE 🥳🥳🥳🥳🎉🎉🎉🎉🎉🎉 ITS THE BIG 20 !!!!$ hope you have the happiest birthday today :))))
Hiiiiii <3
Thank you so much, sweetheart, means a lot to me 💜 (love the picture btw, I should probably cosplay either one of them in these outfits someday, as a matter of fact I do have the items)
I did have a great day, I went out with my friends, we went bowling and I won. Then we got some bubble tea, it was lovely.
Hope you have a good day as well <3
All the love 💜
1 note · View note