#Día del Ferrocarrilero
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Los días del ferrocarril
Los días del ferrocarril #aperturaintelectual #palabrasbajollave @tmoralesgarcia1 @moralesgarciathelma Thelma Morales García
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¿Quién de ustedes se subió al trenecito de Chapultepec, además de Tin Tan?
🇲🇽 🚂 🎡 🎈🚂 ASÍ ERA EL TRENECITO DE CHAPULTEPEC
En la primera y segunda secciones del Bosque de Chapultepec, los trenecitos escénicos fueron por 50 años la atracción de chicos y grandes. Hoy solo son recuerdos de quienes disfrutaron sus recorridos. El trenecito de Chapultepec era la visita obligada para las personas que frecuentaban este lugar, pues por cinco décadas fue la atracción favorita de niños y adultos, ya que recorría distintas zonas del bosque tocando su campana que anunciaba su llegada o salida de la estación.
El oficialmente llamado Ferrocarril Escénico del Bosque de Chapultepec y popularmente conocido como Trenecito de Chapultepec, recibía el primer nombre por los recorridos que hacía en espacios naturales y que habían tenido pocas alteraciones provocadas por las actividades humanas, conservando de esta manera su dinámica.
Según la Revista Ferronales, la década de 1960 fue el auge de los grandes trenes escénicos, pues Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) promocionaba recorridos turísticos que conservaban las características de las antiguas máquinas y vagones, para que los pasajeros disfrutaran de “la incomparable belleza natural por donde cruza la vía”.
Sin duda, el trenecito de Chapultepec tuvo mayor éxito con el público infantil, pues los niños eran sus principales pasajeros que esperaban ansiosos en la estación la llegada del tren para abordarlo y disfrutar de su recorrido.
Llamaba mucho la atención de los usuarios su locomotora a escala que tiraba una serie de pequeños vagones, con un ligero techo y sin ventanas, adecuados para transportar personas.
En 1958, la segunda sección del Bosque de Chapultepec -pasando el hoy Museo del Papalote- estrenó otro trenecito, el diseño de su estación corrió a cargo del arquitecto Félix Candela, el maestro de la paraboloide hiperbólica, quien también diseñó la estación del Metro San Lázaro y varias de gasolina en la capital.
Esta nueva atracción daba servicio a la par del trenecito de la primera sección. Se conformaba por una locomotora diesel-eléctrica a escala que jalaba cinco vagones diseñados para 30 personas y alcanzaba una velocidad de 20 kilómetros por hora.
Este tren llegaba a pasear a mil pasajeros por día y hacía un recorrido circular de menos de un kilómetro. En su trayecto se topaba con varias estructuras de uso ferrocarrilero, como túneles y una estación de pasajeros.
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🍀¡Hola familia!. Un día como hoy, 15 de marzo, pero del año 1970, en el Teatro Ferrocarrilero, de la Ciudad de México, México🇲🇽, "José José" presenta en el Segundo Festival de la Canción Latina (antecesor del Festival OTI) la canción 🎶 "El Triste"; escrita por el Compositor🎼: "Roberto Cantoral"; y con Arreglos de: "Eduardo Magallanes Calva"; y la Dirección de Orquesta de: "José Sabre Marroquín". Cuenta la historia, que el autor de la canción la escribió en 1967, durante un vuelo de regreso a México para asistir al funeral de su madre, a quien la dedicó, y relata la sensación de vacío que deja la ausencia de alguien querido. Esta canción fue la que consolidó la carrera de cantante del joven de 22 años llamado "José Rómulo Sosa", conocido como "José José" y tras su estreno la canción se convirtió en un "Ícono Cultural en México🇲🇽", llegando a formar parte del repertorio de canciones favoritas de la música popular mexicana. Además, durante su presentación se conjugaron armónicamente, los arreglos, la dirección de orquesta, la letra y la calidad interpretativa de "José José", y fueron estos atributos de tal magnitud, que impactaron de sobremanera en el público presente que exigió el triunfo en medio de ovaciones aunque, tristemente no pudo ser así, quedando la canción en 3er Lugar, "Un campeón sin corona". Desde ese entonces "El Triste" quedó como la pieza con la que "José José" cerraba sus presentaciones. Curiosamente, hubo quien si ganó con su interpretación y fue el cantante español "Jaime Morey" llevándose el Primer Lugar y Premio de la Crítica y la Prensa en el Festival Copa de Europa en Belgrado, Servia, también en 1971, la grabó en disco, haciéndola un éxito en España 🇪🇸. "El Triste" con "José José" es una obra maestra musical, que ha trascendido a través del tiempo llegando a tener hoy, más de 165 millones de visitas en Youtube. Decía José: "Me dejó grabado en la mente y en el corazón el compromiso y la responsabilidad que yo había adquirido con el pueblo de México. Me hice famoso en una noche". A partir del ese momento había nacido una estrella 🌟.
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#ElTriste
#ElijoSerPositivo
#LeónFelipePeñaNieto
Te invito a conocer
Mira aquí, súbele 👇
Recomiendo usar 🎧
-El Triste- José José OTI 🎶 "- 🎥🎬
https://youtu.be/E20G25SCAEg?si=ta9eDRkpRV0WPNzf
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#Tulancingo FERROCARRILERO Y CARTEROS PERSONAJES EN LA HISTORIA
#Tulancingo FERROCARRILERO Y CARTEROS PERSONAJES EN LA HISTORIA
Tulancingo de Bravo, Hgo.- Con la cancelación del timbre postal conmemorativo “Arte textil”, el mandatario Jorge Márquez Alvarado y autoridades del Servicio Postal Mexicano, dieron inicio a las actividades organizadas por el gobierno de Tulancingo, en el marco del Día del Ferrocarrilero y del Cartero. Se recordó que es la segunda vez que se cancela un timbre postal en el Museo del Ferrocarril de…
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El Ferrocarrilero en la vida del México Moderno
Cada 7 de noviembre se conmemora en México el Día del Ferrocarrilero. Por lo regular, esta fecha es pasada por alto en comparación con otras conmemoraciones, sin embargo, el oficio tiene una historia cargada de heroísmo y lucha social.
A finales del siglo XIX, México se vio envuelto en una modernización sin precedentes. Entre las mayores reformas que se dieron en materia de comunicaciones, el ferrocarril (implementado y promovido durante el mandato de Porfirio Díaz) se volvió un pilar de la economía mexicana. Por supuesto que transformaciones como esta implican el surgimiento de nuevos empleos. Es así como surge el papel del ferrocarrilero, cuya función principal era maniobrar la locomotora, aunque también se encargaban de darle mantenimiento a los rieles, entre otras actividades sumamente importante para las comunicaciones por este medio.
Como la mayoría de los trabajadores de la época, los ferrocarrileros carecían de derechos laborales y trato justo, además, el mantenimiento disponible para los ferrocarriles era escaso, por lo cual los accidentes eran cosa habitual. Uno de los más recordados es el de Nacozari; según la versión más conocida, en 1907 un tren cargado de dinamita salió rumbo a Nacozari (municipio de Sonora). Debido a un error en el centro de control, unas chispas alcanzaron la carga explosiva, por lo que la vida de cientos de personas pudo haber acabado ese día de no ser por Jesús Corona. Este hombre tomó la decisión de descarrilar el tren, lo que provocó que la explosión se suscitara lejos del poblado salvando a cientos de personas. Por desgracia, el posteriormente llamado “Héroe de Nacozari” perdió la vida en este incidente. En su honor se instauraría el Día del Ferrocarrilero en 1944, sin embargo, este gremio volvería a llamar la atención a finales de esa década.
En 1948, se hizo muy evidente una represión en contra del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM). La razón de esta violencia era eliminar su democracia y acabar con su cultura de protesta, pero, sobre todo, fulminar su independencia política. Este proceso tuvo su raíz en el descontento de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México, con lo cual en los años siguientes el STFRM luchó contra toda clase de abusos; desde salarios injustos y trato inhumano hasta una corrupción generalizada y evidente.
No fue hasta 11 años después que se les dio respuesta a sus peticiones tras una larga historia de enfrentamientos y abusos. Así, el 1° de junio de 1959, el presidente Adolfo Ruíz Cortines pactó con ellos varios puntos, entre los que destacan un aumento salarial y reformas políticas y sindicales. Esto afianzó la fuerza del sindicato, pero, por desgracia, a inicios de 1959 existió una represión enorme por parte del gobierno de Adolfo López Mateos. Esto le dio fin al movimiento como se conocía, sin embargo, su impacto cultural ha trascendido las barreras del tiempo, impulsando otros movimientos sociales.
Hoy es día de recordar a los ferrocarrileros de México por su esfuerzo y dedicación al hacer su labor, misma que implica trabajo arduo y extenuante. Pero, sobre todo, se conmemora su resistencia; debe ser ejemplo para otras luchas sociales que aboguen por condiciones de trabajo (y en general de vida) dignas. Humanas.
-Club de Historia P6
Bibliografía:
Anónimo, “La fuerza de los ferrocarrileros”, Relatos e Historias En México, 6 de mayo de 2019, consultado el 5 de noviembre de 2020, https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/la-fuerza-de-los-ferrocarrileros
Toledo, Alejandro, “Testimonios de la lucha ferrocarrilera en México / ‘La semanal’”, La Jornada, 23 de agosto de 2020, consultado el 5 de noviembre de 2020, https://www.jornada.com.mx/ultimas/cultura/2020/08/23/testimonios-de-la-lucha-ferrocarrilera-en-mexico-2018la-semanal2019-2396.html
Unidad Ferrocarrilera, “Historia”, Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros, http://www.sindicatoferrocarrilero.org.mx/home.html, (consultado el 5 de noviembre de 2020).
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El suicidio de Eugenio
El día que Eugenio decidió matarse, desayunó caldo con arepa y le dejó a su hermana un pedazo de riel como recuerdo de su trabajo como ferrocarrilero. Nadie sospechaba que aquel hombre extraño y taciturno venía pensando hacía varios meses, en tomarse un tarro de veneno para ratas que había comprado y guardado con el mismo sigilo con el que compraba el pan o alistaba la ropa antes de bañarse.
“Su hermano es un tipo raro” le decían a Sara, pero ella siempre respondía con la misma frase: “en esta familia todos somos raros”. Sara y Eugenio eran los dos únicos hijos de una pareja de campesinos que habían salido de su pueblo huyendo de la violencia de mitad de siglo y que habían llegado a la ciudad con poco más que una caja de ropa y un mercado en una bolsa de plástico.
La madre, impetuosa, trabajadora y permanentemente desconfiada y enojada. El padre, tranquilo pero callado y misterioso, habían criado a su par de hijos en medio de la pobreza, pero con la abundancia de una fe impuesta y plagada de temores y prejuicios.
Sara era quien mejor lo conocía. Desde siempre había sido inteligente y observadora, la más amable de la familia y la más cercana a su hermano, a quien desde el principio supo entender como un alma atormentada y triste. Eugenio y Sara habían nacido con dos años de diferencia, jugaron juntos hasta bien entrada la adolescencia y durmieron en el mismo cuarto hasta que Eugenio decidió irse de casa a los veinte.
Nadie supo nunca cómo consiguió el trabajo en el ferrocarril, ni qué era exactamente lo que hacía allí, sólo que el sueldo le alcanzaba para pagar un cuarto en el centro y para pagarle a Sara los almuerzos que le preparaba con esmero. Cada día a las 1 de la tarde, Eugenio se sentaba en el comedor y con el rostro inexpresivo, escuchaba las insistentes preguntas de su hermana. Que cómo le iba, que si tenía novia, que si había dormido bien, que si quería ir el domingo al río. Eugenio respondía a todo con monosílabos o leves movimientos de cabeza. Después del almuerzo y siempre en silencio, se tomaba un café en la mecedora del patio.
La madre, solo atinaba a saludarlo con frialdad, mientras eran pocas las veces que coincidía con el padre, vigilante de una antigua fábrica a las afueras de la ciudad. Eugenio nunca decía nada, nunca explicaba nada. “Debe estar metido en algo raro” le decía la madre a Sara. “No mamá, es que es que no le gusta hablar” replicaba ella con hartazgo.
Sara quiso a Eugenio como nunca a nadie en el mundo. Su hermano había sido no solo su compañero sino su amigo. A los once años, el día que tuvo su primera menstruación, Eugenio la encontró lavando la mancha roja de los calzones con toda prisa mientras lloraba, él la observó por un momento y con la misma calma de siempre, la consoló diciéndole que no se preocupara, que era normal, que ahora debía esperar el sangrado todos los meses. Ella limpió sus lágrimas y le preguntó cómo sabía. “Lo leí en alguna parte” respondió él.
Eugenio devoró en la infancia los pocos libros que había en la casa y ni bien pudo conseguir algo de dinero propio, empezó a comprar libros viejos en el centro. Leía todo lo que llegaba a sus manos, desde literatura hasta astronomía e historia. Con el tiempo, Sara tuvo que ceder parte de su espacio en el cuarto para la creciente colección de libros de su hermano y acostumbrarse a dormir con la luz de la lámpara encendida hasta altas horas de la madrugada, su hora favorita para leer.
Eugenio dejó de ir a misa a los quince años, causando miradas de desprecio del padre y la indignación de la madre. Sara intentó calmar los ánimos diciendo en voz alta “no importa, yo puedo rezar por los dos”. Pero la madre la miró con intriga y comentó: “debe ser por los libros que lee” y no volvieron a hablar más del tema. Sara esperó hasta la noche para preguntarle a Eugenio la razón de su decisión, pero él sólo le respondió “¿no te has dado cuenta que no es más que un mito?” guardó silencio unos segundos y con contundencia agregó “y uno bastante malo”.
Para evitar el malestar de las preguntas sin responder y las explicaciones incomprensibles, los padres decidieron a partir de ese día, ignorar cruelmente a Eugenio. Solo lo saludaban en las mañanas y le deseaban buenas noches antes de dormir, y se acostumbraron tanto a ignorarlo que el día que se marchó de la casa ni siquiera lo notaron. Sara en cambio lloró durante días.
Una semana antes del suicidio, lo convenció finalmente de ir a nadar al río. Ella había invitado a un grupo de amigos y pensó que sería buena oportunidad para que su hermano se animara un poco y saliera del encierro del cuarto, que siempre imaginó lúgubre y desordenado. Para su sorpresa, él aceptó con agrado el plan. El domingo llegó muy temprano a la casa, saludó a los padres que desayunaban en el comedor y se sentó a esperar a Sara en la mecedora, mientras leía un libro pequeño que traía en las manos.
El río estaba a unas dos horas de camino, detrás de unas imponentes montañas adornadas con casas pequeñas. El par de hermanos recorrieron las calles y senderos tomados de la mano, como lo hacían desde niños, cuando la madre los enviaba a hacer mandados y les indicaba que no se soltaran para que no se perdieran.
Cuando llegaron al río, el grupo de amigos ya los estaba esperando. La tarde trascurrió en medio de charlas, risas y comida, con el sol en las caras y la brisa fresca sacudiendo los vestidos. Sara hablaba sin quitar la mirada vigilante sobre su hermano, que estaba sentado frente al río sin hablar, odiando más que nunca ese carácter de Eugenio que hacía imposible saber si estaba bien o no, si estaba disfrutando del día o si solo estaba allí haciendo un esfuerzo para complacerla. Sin embargo, al terminar la tarde sucedió algo inusual: Eugenio pidió a Sara volver al río el domingo siguiente.
Ella no hizo ni una de las mil preguntas que vinieron a su cabeza en aquel momento. La alegría por la intención de su hermano era mayor que cualquier razonamiento. Así que ese mismo día empezó a planear el paseo, decidida a que esta vez fuera mucho mejor.
“voy a invitar a más gente, al final tendrá que hacerse amigo de alguno” le comentó con picardía a su mamá al volver a casa esa noche y tras despedirse de su hermano. “no sé, debe estar tramando algo raro” interpeló con sospecha la madre.
Durante la semana, cada día al almorzar, Sara comentaba con Eugenio los planes que tenía para el domingo. “Van a ir las hermanas de Leonor” dijo el martes con una sonrisa y esa mirada infantil y cautivadora que ponía cada vez que algo que la emocionaba. “No sé quién es Leonor” contestó él sin inmutarse. “y voy a hacer una torta de ahuyama para comer después del almuerzo��� agregó ella, sin hacer caso del desgano de su hermano y mientras lavaba los platos.
El sábado en la noche, Sara llamó a Eugenio a la casa donde vivía. La señora que le alquilaba el cuarto le dijo que no estaba, que había salido desde la mañana y no había regresado. Sara le pidió a la señora que le recordara del paseo del día siguiente y que debía llegar temprano a casa para ayudarle a llevar las cosas. “A veces ese muchacho llega muy tarde mijita, no sé si pueda esperarlo despierta, además creo que está metiendo gente a la pieza, y si sigue así me va a tocar echarlo”
Sara colgó sin despedirse. Que su hermano salía todo el día cuando no tenía que trabajar, que metía “gente” a la pieza, que llegaba muy tarde en la noche. ¿por qué nunca me ha dicho nada de esa “gente”? ¿por qué no me dice que sale en las noches? Se preguntaba. La incertidumbre pronto se convirtió en angustia y le impidió comer y dormir. Aun así, no dijo nada. La complicidad con su hermano la hizo evitar cualquier comentario al respecto. “Mañana cuando caminemos al río le preguntaré” se dijo al final para calmarse y se quedó dormida imaginando el paseo del día siguiente “seguramente tiene novia y me quiere dar la sorpresa mañana cuando la traiga al río”.
El domingo amaneció frío y lluvioso. La madre se despertó temprano a hacer el café, mientras el padre leía el periódico en la misma mecedora donde se sentaba Eugenio cada tarde después de almorzar. Sara no se había despertado aún, cuando recibieron una llamada de la señora de la casa donde vivía su hermano.
“Sara, su hermano se mató anoche. Se tomó un tarro de veneno para ratas. La señora lo encontró esta mañana cuando fue a recordarle del paseo” Anunció la madre con impavidez.
Sara no lloró. Caminó aún en pijama hasta la cocina y comió un pedazo de torta de ahuyama mientras su madre le servía el café recién hecho.
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Celebra Tecámac un Aniversario más del “Día del Ferrocarril”
Celebra Tecámac un Aniversario más del “Día del Ferrocarril”
En este Municipio existieron las estaciones: la de Ojo de Agua y de San Lucas Xolox; esta última conserva parte de su construcción Siguen corriendo trenes por territorio tecamaquense El Municipio de Tecámac celebra un aniversario más del “Día del Ferrocarrilero”, ya que en su territorio se desarrolló un importante tramo de vías férreas y como pocos ayuntamientos del país albergaba dos…
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Con el “Día de trenes” se fomenta el patrimonio cultural ferrocarrilero en México
Con el “Día de trenes” se fomenta el patrimonio cultural ferrocarrilero en México
Puebla, Pue. | Pablo Sosa Con las actividades de “Día de trenes” conoce y valora el patrimonio cultural ferrocarrilero de México; En recorridos guiados, se podrá descubrir la colección de equipo rodante histórico del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, ubicado en Puebla El Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, es…
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Jubilados y exferrocarrileros bloquean Eje Central
Bloquean jubilados y exferrocarrileros Eje Central en espera de respuesta del Gobierno Federal.
CDMX, 20 de junio de 2022.- Jubilados y exferrocarrileros bloquearon este día Eje Central a la altura de Palacio de Bellas Artes en la capital del país, para pedir por parte del Gobierno Federal un compromiso por escrito que confirme la conformación de un programa de cumplimiento de las instrucciones emitidas por el presidente de la república de justicia social para los ferrocarrileros afectados por la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México.
A partir de la privatización, miles de ferrocarrileros fueron víctimas de un sin número de ilegalidades en torno a sus jubilaciones, ya que a muchos no se les otorgaron y a otros se les dieron de forma deficiente en detrimento de su patrimonio, lo que llevó a miles de ellos a entrar en procesos judiciales.
Los miles de exferrocarrileros que no han recibido su liquidación o que no les han entregado el dinero de sus laudos ganados por parte de las Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje en los estados, han sido víctimas de un contubernio y confabulación entre las JFCA, los abogados particulares que llevan las demandas de los trabajadores y los abogados que representan al IMSS, FFCC NACIONALES DE MEXICO EN LIQUIDACION.
El modus operandi es que todos los anteriormente mencionados se ponen de acuerdo de cómo ganar el juicio para que del retroactivo que le correspondería al trabajador se le quite todo y se lo repartan o en el mejor de los casos les den únicamente el 30%.
Eduardo Canales Aguiar, presidente del Frente Ferrocarrilero de Reconstrucción Sindical, afirmo en el bloqueo que han acudido a la conferencia mañanera a exponer los atropellos y buscar la reparación del daño por parte del gobierno de la cuarta transformación.
Recordó que el 25 de mayo pasado y a pregunta expresa de los medios: el presidente López Obrador hizo un reconocimiento a la necesidad de hacer justicia social a los ferrocarrileros y dio instrucciones a la Secretaría de Gobernación para encontrar un mecanismo que permita resarcir el daño causado a los ferrocarrileros.
“A pesar de dicha instrucción presidencial, Segob nos dijo que el caso está turnado a las altas autoridades de la dependencia, mismas que hasta el momento no han tenido ninguna respuesta hacia nosotros para informarnos si verdaderamente están trabajando en este programa”.
Esta postura de Gobernación nos llevó a la decisión de hacer este plantón en el Zócalo capitalino a partir del lunes 13 de junio, el cual tampoco ha generado ninguna reacción oficial ni comprobación de que ese trabaje en este programa, lo que llevo a los manifestantes a trasladarse este día al Eje Central para hacer este bloqueo.
Los dirigentes de FERRO, entre quienes se encuentran Canales, José Luis Godínez y Sergio Lagarda, piden que se formalice la solicitud de audiencia con la superioridad en la Secretaría de Gobernación, “ya que la comisión que nos ha recibido señala no tener información y sólo nos dice que la instrucción presidencial está dada y que el tema está en manos de sus superiores, por lo que solicitamos audiencia con éstos y que sean los superiores quienes nos brinden la información”.
Es necesaria, añadieron, la entrega de un documento oficial por parte de las Secretarías de Gobernación y el INDEP o de alguna de éstas, en donde confirmen que el Gobierno Federal trabaja en un programa de liquidaciones a los miles de extrabajadores ferrocarrileros mexicanos, concluyeron.
Por último piden La participación de una Comisión de extrabajadores y jubilados en este proceso, que nos permita conocer los avances de dicho programa y que pueda hacer sugerencias que faciliten su conclusión y garanticen una verdadera justicia social para nuestro gremio y el e inicio de una comunicación abierta y constante con la Secretaría de Gobernación, para que nos pueda dar a conocer los detalles del programa de resarcimiento económico y nos permita comunicarles dichos acuerdos a nuestras bases.
Antes de mediodía, el bloqueo fue levantado y los dirigentes de los exferrocarrileros se dirigieron a la Secretaría de Gobernación con el fin de esperar una respuesta por parte de las autoridades sobre su petición.
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Gracias por la medalla 🥇#pedroinfante me encanto en este día del mariachi. Agradecimiento #jesuschucholopez y felicidades por estos 33 años. Esta medalla por mi trabajo con #vivenosoloexistas @revistaforomagazine @tuespacioestelartv Gracias @armandohurtadotv @vickylopeztv #tottocamachooficial #tottocamacho #tottocamachoteam #television #medios #talentos @aleidanunez (en Teatro Ferrocarrilero) https://www.instagram.com/p/CZWBaMIgXIu/?utm_medium=tumblr
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Día del Ferrocarrilero https://www.instagram.com/p/CV-mJherybq/?utm_medium=tumblr
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El día de hoy a las 7:30 de la mañana se dio lugar un incendio en el sindicato de trabajadores ferrocarrileros de la República mexicana sección 35 Sólo 1 una pudo acceder al lugar dado que una máquina de ferrocarril con un largo número de vagones estaba haciendo maniobras desde las 7:30 y a las 8:13 continúa haciéndolo sin permitir el acceso de ingreso o retirada desde este lugar La unidad que pudo acceder a este lugar evitó que las oficinas del sindicato se incendiaran y sofocó el incendio del salón social No hay personas heridas El tren sigue maniobrando y no nos es posible retirarnos del lugar 8:15 am finalmente el tren acabó y ya podemos retirarnos #lfgf3D #BomberosMexicali #Mexicali #ElDíaADíaDeBomberosDeMexicali #BomberosMexicali #México #BajaCalifornia #LuisFelipeGaspar #BomberosEnAcción #RetratosDesdeElFuego #LuisFelipeGaspar #lfgf #LuisFelipeGasparRetratos #LuisFelipeGasparFotografia #fotografodebomberos (en Luis Felipe Gaspar .com) https://www.instagram.com/p/CSrn3i_lPLf/?utm_medium=tumblr
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25 instantáneas de Ramón López Castro o Nací en el Mediterráneo/ Héctor Alvarado Díaz
1. ¿Tienes otras pasiones, además de la literatura y el cine?
En estos días de pandemia, la única pasión interesante es vivir. Pero encuentro mucho placer en la historia universal. Nunca se puede menospreciar ni la estupidez humana ni su inteligencia; para ello, nada como voltear la mirada al pasado. Aunque es más entretenida la historia de la estupidez.
2. ¿Qué tan importante es la Historia en tus relatos?
Creo que es fundamental —habida cuenta que es una de mis pasiones—, aunque durante muchos años tenía la duda de si la historia de la humanidad es el jardín de unos cuantos hombres y mujeres (la minoría creadora) o fuerzas ciegas que nos empujan de un lado a otro. Pienso que la literatura es un intento de balancear esas posturas. El cuento se presta para narrar la epopeya o decadencia de un ser humano y hacerlo memorable, aunque sea un personaje vulgar; la novela en cambio permite rendirle tributo a esas manos del destino que barren con nosotros. Al fin y al cabo, el novelista es una de esas fuerzas, es el demiurgo.
3. ¿Te complicas la existencia?
Soy escritor. Es inevitable complicarse la existencia si quieres hacer literatura.
4. ¿Organizado o desorganizado?
Depende de la actividad que estoy desempeñando. El ejercicio de la abogacía cobra cara la desorganización; la literatura la puede usar como herramienta creativa. La lectura, por otra parte, no puede existir sin el caos y el azar.
5. ¿Estas orgulloso de tus amigos?
Si son mis amigos o amigas, sin duda. La pregunta complicada es si ellos o ellas están orgullosos de mí.
6. Si no hubieras sido escritor, serías…
Alguien distinto a lo que soy.
7. ¿Hay una regla que nunca rompes?
En la vida hay muchas reglas que nunca rompemos. Vaya, mi vida como abogado es vivir de reglas y normas. En la literatura hay normas; pero como en el Derecho no se trata de romperlas, sino de interpretarlas. Hacerlas dúctiles.
8. ¿El ensayista es a la vez una suerte de crítico?
Sólo si se critica a sí mismo y a su percepción del mundo que lo rodea.
9. ¿Cómo empezó tu incursión en las letras?
Imaginándome el final o la continuación de sagas. En mi adolescencia compraba mucha literatura de aventuras, ciencia ficción, horror o fantasía; a veces series de novelas que tenían arcos narrativos que abarcaban varios libros (Salgari era experto en eso: de hecho, el folletín no era más que un truco de magia para prolongar lo más posible las tramas). A veces tenía el dinero para comprar la continuación de alguna saga (la del Corsario Negro, digamos), a veces no. O simplemente el libro no estaba disponible en las librerías que frecuentaba. Así que me ponía a imaginar cuál habrá sido el destino de Emilio de Roccanera, señor de Ventimiglia, en las peligrosas aguas del Caribe. Y así empecé a soñar despierto. De ahí a consignarlo en papel no hubo muchos pasos.
10. ¿Confías en los concursos?
Tanto como confío en los jueces y en las leyes. Es decir: sí, ma non troppo. Con moderación.
11. ¿Cerveza o whisky?
Ambos, pero nunca mezclado o al mismo tiempo.
12. ¿Cuándo sabes que un cuento da en el blanco?
Casi nunca. Sospecho que dan en el blanco cuando me levanto del escritorio con una sensación de plenitud desconocida (y esto no es mío sino de José Emilio Pacheco en “La fiesta brava”). Recapacito de dicha plenitud cuando lo veo en letra de imprenta, ya en el libro. Escribir no es un acto que provea de muchas certezas. Pero la duda está bien para seguir creando.
13. ¿Nos expulsará el planeta?
Debería hacerlo. Pero nosotros los seres humanos somos capaces de prenderle fuego a nuestra casa con tal de que nadie viva jamás en ella.
14. ¿Te sientes parte de una generación de escritores?
No. Pero he estado en compañía de muchos compañeros y compañeras de viaje. Tengo afinidad por diversas generaciones o grupos o cofradías. Pero cada quien hace el camino de Santiago en solitario, aunque vaya en multitud por él.
15. ¿Cómo fuiste a dar a Monterrey?
Mi familia necesitaba trabajo y ahí lo encontramos. Me refiero por supuesto a mi padre y a mi madre. Cuando llegué a Monterrey, mi hermano y yo solo nos dedicábamos a estudiar. Tuve una buena adolescencia regiomontana gracias a la honrosa medianía (no juarista ni vidaurrista, simplemente clasemediera) que mi madre y mi padre pudieron darme. Creo que mi hermano puede dar fe de lo mismo.
16. ¿Auto, bicicleta, patín del diablo?
Nunca en patín del diablo. Automóvil casi siempre; pero en mi descargo diré que mi infancia y adolescencia fue de bicicleta. Y el transporte público tiene su encanto: sin proponérmelo lo uso cada vez más. Tengo además una relación entrañable con el ferrocarril, toda vez que uno de mis abuelos fue ferrocarrilero.
17. ¿Te seduce la tecnología?
Sí, aunque es un amor no correspondido. Vivimos en una época de prodigios caros.
18. ¿Has escrito guiones?
Sí. Aunque no me satisfacen. Mejores guionistas que yo me han señalado sus errores. Es un lenguaje que todavía no manejo con soltura y en el mejor de los casos son balbuceos muy enjundiosos.
19. Cinco filmes esenciales:
2001, una odisea del espacio (Kubrick)
Solaris (la de Tarkovski)
Barry Lyndon (Kubrick, empate con Los duelistas, de Ridley Scott)
Los siete samuráis (cualquier película de Kurosawa, pero en particular esa)
El veredicto (Sidney Lumet. Paul Newman es la quintaescencia del abogado litigante).
20. ¿Por qué la fantasía y la ciencia ficción son pocos valoradas en México?
Tienen el estigma de la novela de aventuras, del folletín y lo rocambolesco. Además, son muy irreverentes. Pueden decir lo que otras obras literarias no se atreven. Y falta, creo, que el escritor o escritora de ciencia ficción/fantasía mexicana tengan el valor para hacer literatura; sin adjetivos. De excelente calidad. Así a nadie le importará si tiene o no algún elementos estético o teleológico de lo fantástico.
21. Sigue presente la violencia ¿debe escribirse más sobre ella?
No sé si “más”. Simplemente el tema no debe evadirse. Es parte del ecosistema mexicano. Negarse a tocar la violencia en la literatura es de timoratos; obsesionarse con ella de sadomasoquistas. Creo que un timorato puede escribir —aunque no se atreva a publicar—; pero el oficio de narrador o narradora algo de sadomasoquismo tiene en su esencia. Por ahí podemos encontrar un punto medio, supongo yo.
22. Cinco novelas para una isla desierta.
El conde de Montecristo.
Moby Dick.
Neuromante.
Morirás lejos.
El último lector (o Evangelia).
23. ¿Qué te hace explotar?
Los feligreses de Donald Trump. Y los mexicanos o mexicanas que admiran al Zar Putin.
24. ¿Eres desvelado?
Mi oficio de escritor y mi profesión de abogado son muy celosas del sueño; suelen florecer en la madrugada. Pero es un vicio que debe combatirse con ejercicio y disciplina para planchar oreja en la almohada.
25. ¿Tus libros te han dado satisfacciones?
Me han dado vidas por vivir que no son las mías. No puedo pedir otra satisfacción más allá de eso (aunque también se agradecen las regalías cual agua en el desierto).
_________
Ramón López Castro. Tlalnepantla de Baz, Estado de México, 1971.
Ha recibido los siguientes premios: Premio Nacional de Cuento Universidad de Monterrey, Premio de Literatura Nuevo León y Premio Alfonso Reyes de Ensayo.
Sus obras publicadas son: El sol sea con nosotros, cuentos; El salmo del milenio, novela; Soldados de la incertidumbre, cuentos; Expedición a la ciencia ficción mexicana, ensayo; El corto verano del cuervo, ensayo; A rostro desnudo, ensayo y Sol de la incertidumbre, cuentos.
Es miembro del Seminario de Estéticas de la Ciencia Ficción, creado por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas del INBAL.
Cofundador del Círculo Lovecraftiano y de Horror Ciudad de México.
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Xalapa, Ver. 28 de diciembre, 2020.- El regidor 11 del ayuntamiento de Xalapa, Francisco Javier González Villagómez, aclaró que se dieron permisos a vendedores de instalarse en el centro deportivo Ferrocarrilero para la venta de juguetes con motivo del Día de Reyes, ya que los vendedores se comprometieron a contar con todas las medidas sanitarias y hasta un túnel sanitizante. Entrevistado en las…
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Primera Fila
Erandy Corvel
Cada fin de año en mi primaria hacíamos un festival de clausura en el teatro Ferrocarrilero. Todos los grupos sin excepción ensayábamos un bailable, desde un mes o dos antes del fin de ciclo escolar. El bailable lo elegían las maestras según sus gustos, menos las de sexto; ahí tocaba vals.
Recuerdo una canción brasileña que me daba pena bailar porque teníamos que mover los hombros y las caderas; la sacrosanta maestra Lupita me presionaba a mí específicamente para que me moviera con más sabor. ¿Y por qué a mí?, pues por ser chaparra y estar, pese a mí, siempre en primera fila. ¿Cuántos pequeños traumas forman un rasgo de la personalidad?
La maestra me empezó a tratar con hostilidad a raíz de mi renuencia hacia su coreografía, incluso la subdirectora me hizo pedirle disculpas. ¿Los adultos necesitarán que los niños les expliquen las cosas que ni ellos mismos entienden, o más bien ignoran a propósito?
Para mí era sumamente necesario no sentir más el rechazo, ni de las maestras ni de mis compañeras, que ya me estaban haciendo el feo más de lo normal. Entonces le escribí una carta a miss Lupis y la dejé oculta en su bolsa de mano. La hoja era azul cielo y le decoré una florecita con pintura inflable. Al siguiente día ella fue un sol, toda diminutivos y cariños. Jamás me volvió a regañar y yo salí en el bailable de 3er año, con canasta de frutas en la cabeza, falda de holanes, top verde limón y sonrisa obligada.
Siempre la primera, justo hasta adelante.
El vals no daba tanta pena bailarlo, además de que cinco participaciones anuales de ese tipo me habían adiestrado. ¡Y ya era la última!
No sé cómo me veía rumbo a la fiesta de graduación, alguien sabrá los detalles. Supongo que la idea era verme femenina. Sé de mi vestido porque aún lo tengo, junto al de mis tres años y el de españolita que usé en el kínder. Es blanco con faja rosa, de una tela muy bonita, con un adorno de rosas bicolores en la espalda. Lo que sí recuerdo es que ya en el taxi mi mamá me quería pintar las pestañas, que de por sí ya eran tormentosamente llamativas. No sé qué habrá pensado el taxista al vernos manotear por el retrovisor, quizá le dio risa y llegó a contarle a su esposa. “Qué barbaridad, y yo que les tengo que esconder mis pinturas a las niñas”, habrá dicho ella.
Salí del auto con los ojos hinchados del llanto y el rímel corrido. La maestra Yanet se me acercó a ponerme un buhito de migajón en el pecho y me preguntó “¿con piquete?”. Yo sinceramente quería que se refiriera a un trago con alcohol y no al segurito para engancharme el recuerdo.
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