#Copa Jujutsu Kaisen
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Explora el Mundo de Jujutsu Kaisen en Fortnite! Nuevas Misiones, Atuendos y Trayectos de Recompensas te Esperan.
La energía maldita que envuelve el mundo de Jujutsu Kaisen ha llegado a la isla de Batalla campal en Fortnite. ¡Es hora de romper la maldición con la emocionante experiencia “Rompe la maldición!” disponible hasta el 25 de agosto de 2023 a las 03:00 AR y 00:00 MX. Los jugadores tendrán la oportunidad de aprender técnicas malditas y completar misiones para desbloquear recompensas estéticas,…
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#atuendos#Copa Jujutsu Kaisen#Fortnite#JUJUTSU KAISEN#Misiones malditas#Rompe la maldición#Técnicas malditas#tienda de objetos#Trayecto de recompensas
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¡¡¡ Feliz mes patrio !!!
Y para festejar les traigo a un Suguru exactamente como sale en el programa (obviamente)
#Suguru es américanista de corazón#entre sus magníficas cualidades#se que llegue un día tarde💔💔#perdónenme#pero pásensela bien#Y!!!!#QUE VIVA MÉXICO#🇲🇽🇲🇽🇲🇽#jujutsu kaisen#jjk#suguru geto#geto suguru#mexican suguru#suguru mexicano#copa américa 2024#favmexicancouple#happy hispanic heritage month#gojo cameo#what is he doing here
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Jujutsu Kaisen Ao3 Recs
Nobody asked for this but I made it anyway. None of these have sad endings but some will still make you cry
SatoSugu:
The Odyssey by HotCocoaaa
Mehr-o-Maah by No_Ir
silly boys in love (stsg events fics) by getou_suguru (dheiress)
Haunted by ill angels only by TiredArsonist
ev'ry time we say goodbye by xiaoscribbles
I would know him blind by malneiro
The Heavy Burden of a Heart by malneiro
Words of the Outside by plagueofskeletons
delirium by villain_klaus
Eleventh Hour by malneiro
Your Name on My Lips by tdoubleu (Hanahaki Disease)
if you kiss me i think i'll feel better by skimmillk
No Curses AU:
sweets and soba by demuname
Affection or Effection? by awesomej
do you think those slipper socks will match your wedding tux? by skimmillk
copa amoris by ilovegetosuguru
Coffee For Your Thoughts by astragazer
Teacher Geto AU:
Blooming Amidst Rot by coudric (the account is deleted but I have the wayback machine link)
please hurry leave me (i can't breathe) by TheShunnedPrince
To Wake Up Beside You by alter_idem_0
Dad Gojo:
Gojo Satoru puts his kids first by orphan_account
Broken People Often Make the Best Family by xXSatrinaXx
Itafushi:
large black coffee by zukushou
#jjk#jjk fanfic#satosugu#dad gojo#ao3 fanfic#fanfic#fanfic rec#itafushi#yuji itadori#satoru gojo#geto suguru#i did this instead of homework#gege when i catch you gege
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fuck you. [jujutsu kaisens your copa]
(indies under the cut...)
#corpse party#corpse party fanart#��ープスパー��ィー#naomi nakashima#seiko shinohara#nakashima naomi#shinohara seiko#mayu suzumoto#suzumoto mayu#morishige sakutaro#sakutaro morishige
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Empatía Maldita (Gojo x OFC)
Clasificación: Madura
Categoría: M/F
Fandom: Jujutsu Kaisen
Capítulo: 6/20
Sinopsis:
Satoru Gojo y Akari Itoyama entrelazan sus historias desde la adolescencia como estudiantes de hechicería. La presencia en la vida del otro, aunque es intermitente, es significativa: el primer beso, misiones, pérdidas, discusiones y en el futuro, parentar a un hijo. Una historia sobre madurar y las segundas oportunidades. Actualizamos los viernes.*
Capítulo 6: El espíritu del templo
—Akari, ¿me harías el honor de convertirte en la madre de mi heredero? —me pregunta con donaire, como si se tratase de una proposición romántica. Mi corazón late fuerte, bombeando sangre a mis mejillas. Debería sentirme halagada de que siquiera me considerara como candidata, pero la verdad es que me sentía como plato de segunda mesa, como la última en la lista. Ahora entendía que lo habían rechazado tantas veces porque confiaba demasiado en su encanto. El cual, supongo que funciona con algunas personas, pero yo no lograba articular palabra, me sentía incapaz de responder algo coherente. Sentimientos encontrados como nubes que chocan en el cielo provocan rayos en mi cerebro, haciendo un corto circuito.
—¿Me devuelves la mano? —es lo único que logro decir.
Gojo me suelta, confundido ante mi respuesta. Seguramente su plan no estaba saliendo como esperaba. Pero en serio, ¿qué esperaba Satoru que yo respondiera? ¿Qué sí, que iba a someter mi cuerpo y mi mente a un nuevo y doloroso proceso de maternidad? ¿Que me iba a acostar con él sin involucrar sentimientos, como una máquina de hacer bebés donde se deposita la semilla y se espera a que germine? ¿Que estaría contenta de darle a Nanako un hermanito para que la familia crezca? ¿Que volvería a elegir ser madre soltera para darle a mi nuevo bebé una familia fragmentada? Ahora podía confirmar que éste hombre no tenía idea de lo que me estaba pidiendo.
Me vuelvo a acomodar en el asiento, mirando lo que queda de mi cena, pero se me ha quitado el hambre.
—No leo mentes pero imagino que debes estar repasando algunas maldiciones hacia mí.
—En realidad tengo muchas preguntas.
Una imagen terrorífica de Satoru y yo juntos en una cama era una de las protagonistas. Tomo el resto de mi copa de vino y me sirvo otro poco.
—No creo que el alcohol te ayude a pensar más claramente.
—¿Por qué yo? —exijo respuesta—. ¿Estás consciente de lo que me estás pidiendo?
—Lo estoy —afirma con seguridad. Pero no, no le creo, necesito ver la sinceridad en sus ojos. Así que me aproximo a él y levanto su antifaz para mirarlo muy de cerca, tratando de leer las respuestas en sus eléctricas pupilas, ya que nunca me han satisfecho sus palabras.
—¿Por-qué-yo? —insisto—. ¿Estás tan desesperado de verdad?
Satoru toma mi muñeca y la aleja con cuidado de su rostro, pero tiene la gentileza de no cubrirse los ojos nuevamente.
—Yo no tomo éste tipo de decisiones a la ligera.
Me reincorporo.
—¿Entonces por qué elegir a la más debilucha? ¿A la hechicera cobarde?
—Porque realmente no pienso eso de ti. Además, ¿en serio todavía recuerdas eso? —hace referencia a nuestros desencuentros en la preparatoria.
—¡Claro que me acuerdo, idiota!
—Y dime —recarga su mejilla en su mano, sonriendo—, ¿también recuerdas nuestro primer beso?
—¿Eh? ¿Eso qué tiene qué ver?
—¿Sabes por qué me enfadé en aquella ocasión?
—Porque intenté leerte.
—¡Y lo hiciste! Echaste un buen vistazo, ¿no?
Asiento, todavía avergonzada de aquello.
—¿Y qué lectura le diste a Suguru durante el beso que compartiste con él?
Abro bien los ojos, sorprendida de escucharlo tocar el tema.
—Yo... no leí nada —admito, recordando estar concentrada en las sensaciones.
—Eso nos demuestra dos cosas: —levanta su dedo aleccionador— la primera; con los incentivos adecuados, sí puedes controlar tu técnica ritual y separarla de tu quehacer cotidiano. Pero supongo que ya lo sabías.
Asiento. Era verdad que en éstos últimos años había desarrollado mejor mi capacidad para 'apagar' la técnica ritual durante los momentos en que me sentía lo suficientemente segura. Incluso podía dormir, aunque no estaba segura si era que mi cuerpo se rendía ante las exigencias de la maternidad.
—Y la segunda, —hace una pausa— ambos sabemos que todo uso de la energía maldita y la técnica ritual tiene un costo, y que su daño al hechicero es directamente proporcional a la capacidad de su poder.
—Pero a ti no parece afectarte.
—Porque hago uso de mi técnica de regeneración para recuperarme y porque literalmente nací con el mundo sobre mis hombros. Mi entrenamiento empezó cuando sólo era un niño. Era aprender o morir en la pena y la desgracia —se mofa. Pero yo lo había visto en sus recuerdos, a ese niño asustado y solo, siendo observado por la muchedumbre. No era para nada una broma.
—En cambio tú fuiste reclutada a tus quince años por el mismísimo Masamichi Yaga. Ni siquiera te hizo examen. ¡Estuviste un año entero en la preparatoria y lograste exorcizar a un espíritu de primer grado tú sola! Siendo aún considerada de cuasi segundo grado.
—Y esa hazaña, te recuerdo, fue la que me hizo reconsiderar mi estancia en la escuela.
—Sí, y creo que te debo una disculpa por ello.
¿Qué? ¿La disculpa que tanto anhelé llega once años después?
—Quizás si no hubiera sido tan inmaduro, tu historia hubiese sido distinta.
Mis ojos se empiezan a cristalizar pero lucho contra las lágrimas porque odiaría que Satoru me viera llorar por él. Y lo odio. Lo vuelvo a odiar por hacerme sentir tan vulnerable.
—Debo aceptar que mi comportamiento hacia ti era, fundamentalmente, por celos.
—¿De mí?
—Suguru no sólo fue mi mejor amigo, sino que siempre ha sido un maestro para mí. Incluso cuando decidió volverse brujo, me enseñó una lección muy grande sobre el valor. La verdad es que la mayoría de los hechiceros que conozco están a un pelo de volverse psicópatas, y no los culpo, pero he visto pocos casos en los que el individuo tiene el coraje suficiente para no usar su poder para su propio beneficio. Tú y Nanami son grandes ejemplos.
No sé por qué, pero me enfurezco aún más. Me limpio los ojos con el antebrazo, borrando el rastro de mis lágrimas.
—¿Y eso qué tiene qué ver con tus supuestos celos?
—Porque creí que Suguru sentía algo por ti.
Le dedico una sonrisa melancólica y me encojo de hombros.
—Eso nunca pasó.
—Lo sé —afirma Satoru.
En ese momento, mi teléfono suena, dándome un golpe de realidad directo a la cara. Es Mafuyu, pero sé que no hablaría si no fuera importante.
—Hola, ¿está todo bien?
Pero no, nada está bien. Mafuyu confiesa en voz desesperada que Nanako ha desaparecido. No espero por más detalles, cuelgo inmediatamente y tomo mis cosas.
—Nanako ha desaparecido. Necesito ir a casa.
Satoru me toma del brazo antes de salir.
—Yo te llevo.
Tardo un momento en recordar, pero claro, Satoru puede teletransportarnos. Asiento efusivamente y entrelazamos nuestras manos. Él cruza dos dedos frente a su rostro y caemos al pozo profundo que, claramente no recordaba, porque al igual que la primera vez, aparezco del otro lado de cara al suelo.
—Quizás la próxima vez debas abrazarte de mi cintura.
—Espero que no haya próxima —me levanto de una.
Estamos en la sala de la casa de mi abuela y Mafuyu nos observa totalmente en shock. Aunque sabía de mi pasado como hechicera, siempre hice todo lo que pude para que no lo viera.
Me apresuro hacia la habitación de Nanako y enseguida puedo ver el rastro de suciedad de la maldición y... el de mi propia hija.
Me cubro la cara con las manos, tratando de cubrir mi horror y mi culpa. ¿Por qué lo dejé pasar? ¿Por qué no lo quise ver desde antes?
—El rastro sigue a través del bosque hasta la punta de la colina —apunta Satoru.
—Es el templo Aoikesuwa. Lleva al menos veinte años clausurado —explica Mafuyu con la voz temblorosa.
—Iré por ella y la traeré de vuelta cueste lo que cueste —le juro. Todo había sido mi culpa, y temo que Mafuyu me odie ahora, pero en cambio asiente, depositando su confianza en mí.
—¿Lista? —me pregunta Satoru. Muy a mi pesar, me abrazo de su torso y siento cómo me sujeta de vuelta alrededor de la cintura, para desaparecer en el pozo.
Aparecemos sobre una cama de hojas secas, que se vuelan a nuestro alrededor. Ésta vez caigo de pie, cantando mi primera victoria de la noche.
—Deberías dejar de resistirte a mi.
—Eso lo veremos —respondo tajantemente.
—Mamá, ¿dónde estás?
Cuando escucho la voz de Nanako proveniente del templo, la sangre de mi cuerpo se congela. No podría terminar de explicar con palabras la angustia de ese momento, como si mi propia carne me llamara a arrancarse de mi cuerpo.
—¡Nanako! —corro hacia el templo, pero Satoru aparece frente a mí, deteniéndome.
—Esa no es la voz de una niña —asegura—. Escucha con atención.
—Mamá, necesito tu ayuda. Todo está muy oscuro aquí.
Nanako ya sabía hablar, pero esas palabras no parecían ser proferidas por una niña de cuatro años. Ahora me parecía claro que el espíritu estaba tratando de llevarnos dentro del templo, donde seguramente había construido un dominio innato.
—Levantaré un velo alrededor de nosotros. Haremos que salgan de su escondite.
Gojo conjura el hechizo y la cúpula negra se dibuja desde el cielo hasta el suelo.
Se escuchan chillidos alrededor de nosotros. Piernas y brazos sostenidos por sí mismos se forman alrededor de nosotros, formando media luna, intentando acorralarnos contra la puerta del templo. Entonces una niña abre las pesadas puertas y se queda en el umbral.
—¿Mami, viniste por mí?
Es igual a Nanako, con la ropa que ya conozco y su cabello suelto al viento. De inmediato mis sentidos tratan de traicionarme. Un pie intenta dar un paso hacia ella, pero Satoru susurra detrás de mí.
—Concéntrate. Sé que puedes hacer tu lectura desde aquí.
Sí, mi energía maldita me lo dice. Ella no es mi hija, es sólo parte de las brujerías de éste espíritu. ¿Pero dónde estaba Nanako? Tampoco es que mi poder funcionara como una brújula, pero había tanta información a mi alrededor que no lograba encontrarla.
—¡Mamá, ven por mí!
Empieza a hacer berrinche, lagrimeando y pataleando. Y es como si fuera una chispa que enciende el mechero dentro de mí. ¿Cómo ésta escoria se atrevía a usar la imagen de mi hija para provocarme? Pero no era sólo furia la que se encendía, sino mis puños con energía maldita color azul. Y no lo veo, pero sé que Gojo está sonriendo, lo que me da un boost de confianza que me anima a empezar la batalla.
—Se nota que no la conoces ni un ápice —le digo a la falsa Nanako, mientras me aproximo de forma amenazante. Ésta me hace cara de miedo, como si temiera mi actitud, pero era puro cinismo—. Ella no hace berrinches, ni es miedosa. En realidad es una niña extraordinaria, y no voy a soportar que le faltes al respeto a su imagen! —subo corriendo las escaleras, reuniendo mi poder en mis puños, preparada para golpear a la falsa Nanako —. ¡¿Mamá, qué haces?! —Y la muy desgraciada no sale de su disfraz sino hasta que la aplasto contra el suelo de un golpe, revelando su asquerosa apariencia.
Su cara deformada por el impacto vuelve a su forma original y me sonríe con diabólica maldad antes de responderme con su mejor golpe. Lo recibo cruzando los brazos frente al rostro pero me saca volando, haciéndome caer lejos de ella.
No veo a Satoru al aterrizar.
Mientras yo me debato a golpes con la maldición, Gojo percibe a Nanako mientras las manos y piernas andantes la amarran y cubren su boca para llevársela lejos de ahí.
—Ah, ah, ah, ya las vi —canturrea. Los espíritus se detienen en seco con mi niña pataleando en el aire—. Es mejor que me la entreguen. No querrán que las aplaste como gusanos.
En ese momento empiezan a temblar de lo que parecía miedo, pero en realidad se estaban llamando unas a otras para aglomerarse, tragando a Nanako en medio de una criatura conformada de las extremidades.
—Ya que lo ponen así, tal vez no las aplaste. Simplemente, las haré volar —coloca su palma extendida frente a él—. Rojo —pronuncia, separando a la fuerza los brazos y piernas, haciéndolas pedacitos. Nanako queda en medio del aire y él corre para atraparla en sus brazos.
A Nanako le brillan los ojos cuando ve a Satoru, ilusionada de estar frente al superhéroe de la vida real que ya la había salvado una vez. Su sonrisa lo dice todo.
—Hola, de nuevo, soy Gojo —le sonríe—. Veo que heredaste los ojos de tu madre. ¡Bien por ti!
Justo a tiempo para interrumpir ésta breve interacción, la aborrecible maldición con cara de obra de Picasso me golpea de tal modo que me proyecta como bala dentro del bosque, derribando los árboles a mi paso.
—¿Qué te parece si le damos una mano a tu mamá?
Nanako asiente y con su velocidad sobrehumana, Gojo me encuentra donde yo trato de levantarme. Me toco la nuca, estoy sangrando.
—¿Cambiamos de lugares?
En cuanto me ve, Nanako extiende sus brazos hacia mí y Satoru la deja en mis brazos. El espíritu chillla de forma estridente a nuestras espaldas, viendo cómo ahora nosotros tenemos a la niña en nuestra custodia. Debo escapar de inmediato.
—Ten cuidado —le digo a Gojo, apretando a Nanako contra mi pecho para empezar a correr,
Pero no nos libramos tan fácil de la maldición. La cosa se desprende de sus brazos y piernas y de cada uno, una copia de ella se forma. Entonces ahora hay una original y cuatro réplicas que enfrentar. La original va detrás de mí y las réplicas se abalanzan contra Gojo.
La cosa está que me pisa los talones y yo necesito hacer algo para zafarme sin arriesgar a Nanako. Me detengo en un claro, la bajo y la pongo al suelo.
—Tienes que correr.
—¿A dónde? —me mira preocupada.
—Escóndete, yo te buscaré cuando acabe con esa cosa, ¿de acuerdo?
Ella asiente y sale corriendo para perderse en la oscuridad del bosque.
—Ya basta de ésta mierda —le digo, encendiendo mis puños—. Ella es mía, y vas a tener que caminar sobre mi ceniza antes de tenerla.
La cosa ruge con su aliento fétido y la cara chueca, y no me importa qué tengo qué hacer pero debo acabar con ésto.
Corro hacia ella, ella corre hacia mí, me lanzo sobre su pecho y me cuelgo de su cabeza para meterme con sus emociones y retorcerlas a mi antojo.
Pero no es tan fácil. Al principio la aíslo en una habitación vacía y oscura y la observo correr de un lado y al otro tratando de encontrar una salida, chillando con desesperación, demandando que la saque.
Hay un espejo. El espíritu se aproxima para ver su reflejo. Es una bella mujer de mejillas sonrojadas y cabello lustroso. Pero ésta se empieza a deformar en el reflejo, mostrando lo que es en realidad. El monstruo se horroriza y se rasga la cara con las uñas afiladas, dejando salir sangre morada.
Ahora estamos en la falda de un acantilado, en medio del bosque. El espíritu sigue rasgándose la piel, chillando de dolor y junto a éste, el cadáver sangriento y fragmentado de una mujer con la cara al suelo.
El espíritu se percata del cuerpo y se detiene. Se posa junto a ella y le da vuelta, revelando su rostro deformado. El espíritu se lamenta, dejando salir brumosas lágrimas por los ojos y trata de reconstruir el semblante de la mujer sin éxito.
Ya entiendo. Éste espíritu nació del accidente de ésta mujer que cayó de las alturas. Entonces recuerdo vagamente escuchar el caso de una mujer desaparecida en Nagano hace muchos años. Su cuerpo nunca fue encontrado, pero como en nuestra villa nunca ocurría nada, lo único que se decía era que se lo habían comido las aves de rapiña.
Tal vez la forma de detener al espíritu es recuperando su cuerpo y devolviéndole con su familia. ¿Pero toda ésta historia qué tenía qué ver con Nanako?
A lo mejor quería absorber su vitalidad o su belleza, no estaba segura, pero tampoco quería quedarme a averiguarlo.
En ese momento me pongo a pensar que tal vez había una forma menos fatal de exorcizar al espíritu. Tal vez dándole lo que quería, verse de nuevo como su antigua yo.
Trato de imaginar el reflejo del espejo en frente de ellas, pero me cuesta concentrarme con la escena mortal frente a mí.
Lo único que puedo pensar es en Nanako. Y entonces Nanako se aparece ahí, recostada como si estuviese durmiendo en lugar del cadáver desfigurado de la mujer.
Pero la escena es demasiado triste para mí y escapo de la mente del espíritu. Al volver a la realidad, el monstruo está debajo de mí, en el suelo, sollozando.
Alzo la vista para ver que frente a mí se encontraba Nanako tomada de la mano de Gojo, observándome.
—¿Mami? —me llama, preocupada. Los ojos se me empiezan a llenar de lágrimas. ¿Por qué una niña tenía que estar viendo ésto? Yo con las manos enterradas en el cráneo del espíritu, llena de sangre. ¿Por qué no evité todo ésto? ¿Soy mala madre? No la merezco. Ella es mucho más valiente que yo. Todo el tiempo ha estado más serena que yo ante la situación. ¿Cómo le iba a enseñar a ser valiente si yo era una cobarde? Las lágrimas brotan incontrolablemente de mis ojos.
Nanako se suelta de Gojo y corre hacia mí para abrazarme, manchándose con mi sangre. Entonces ella también empieza a llorar.
Me levanto con ella en brazos, triste y aliviada al mismo tiempo, alejándome del espíritu maldito que aún no logra moverse del suelo.
Gojo se posa al pie de su cabeza y extiende la mano para fulminarla con energía azul. Así termina la historia de la maldición de la mujer del acantilado. ¿O no?
-*-*-*-*
Satoru termina llevándonos al hospital, donde tuvieron que suturar mi herida de la cabeza y hacerme estudios para comprobar que no hubiese sufrido daño cerebral, pero todo parecía estar en orden.
También habían revisado a Nanako y ella estaba bien. Sobre todo se alegró de ver a su padre entrar por la puerta. Claro que lo quiere más que a mí. Yo también lo haría.
—Es la segunda vez que presencio tus talentos en acción —dice Satoru, quien se encontraba esperándome afuera del consultorio.
—¿Cuáles? —pregunto medio abatida emocionalmente.
—La empatía maldita.
—Es una técnica ritual débil —declaro.
—En realidad pienso todo lo contrario.
—¿Por qué?
—Porque las maldiciones nacen esencialmente de las emociones de las personas. Y esa es la materia prima con la que trabajas. Al involucrarte con las emociones de los espíritus, estás trabajando… ¿Cómo decirlo? Con su código genético. Es decir, los destruyes desde adentro. Me parece una técnica interesante. Lo único que te falta es seguir entrenando para fortalecer, no sólo tu cuerpo, sino tu espíritu.
Sonrío, un poco más animada. Y lo admito, me gusta que me adulen. Especialmente el hechicero más poderoso y el peor dolor de cabeza, Satoru Gojo.
En ese momento recuerdo todo y me detengo.
—Espera, ¿y mi auto?
—Mandé traerlo —revisa su celular—. Está estacionado afuera de tu casa —suspiro aliviada.
Al final del pasillo me espera Mafuyu con Nanako en brazos.
—Tu abuela no para de preguntar por ti —me dice.
—¿Le contaste?
—No, para nada. No quería preocuparla. Además, solo conozco la versión que acaba de contarme Nanako.
—Mami, ¿verdad que peleaste con un monstruo y que tiraste árboles y lloraste, y qué había manos y piernas por todas partes? —cuenta Nanako emocionada, alzando los brazos para dibujar la escena—. Además, el señor Gojo nos ayudó.
—Fue un placer —sonríe Satoru.
—Eh... creo que no nos hemos presentado oficialmente —dice Mafuyu, extendiéndole la mano. —Soy Mafuyu Hirose, padre de Nana.
—Satoru Gojo, ex compañero de Akari —se estrechan las manos.
—Ustedes dos están... ¿saliendo? —pregunta Mafuyu, con esa tímida honestidad que tanto le caracteriza. ¿Por qué estamos hablando de ésto ahora y en frente de Nanako? Mis mejillas se me encienden al recordar la descabellada propuesta que Satoru me había hecho antes de salir al socorro de mi hija.
Él no responde la pregunta de Mafuyu, en cambio me mira esperando que sea yo quien diga algo.
—Como Gojo ya explicó, sólo somos amigos —respondo nerviosa. Mafuyu me mira con una ceja alzada, sospechando algo, pero me mantengo callada.
—Tengo hambre, papá —gracias a Dios Nanako interviene—. Me gustaría comer fideos instantáneos.
—Ayer cenamos eso, ¿no te gustaría otra cosa? Seguro la abuela Yukio hizo sopa de papa.
—¿En serio? —se le ilumina el rostro—, ¡vamos, vamos!
Suspiro aliviada cuando Mafuyu cede ante la petición de su hija y deciden salir de ahí cuanto antes. Una vez más, Nana era mi salvadora.
Satoru y yo salimos detrás de ellos, preguntándome por qué no se había apresurado a negar la pregunta de Mafuyu. Incluso aunque hubiera aceptado su propuesta, no significaba que empezaríamos a salir. Hasta donde entendía era una mera transacción de fluidos corporales lo que se requería para lograr su cometido, así que no había duda.
Afuera le espera su chófer con su auto.
—Debo volver antes a Tokio. Espero que todos lleguen con bien a casa.
—Espera, Gojo. No he respondido a tu propuesta.
Se detiene, dándome la espalda. Me sonríe sobre su hombro.
—Ya no es necesario. Sé que Nanako y tu familia te necesitan. No sería justo distraerte de tu deber.
Me encojo de hombros. Lo había entendido todo. Quizás, después de todos estos años, Satoru sí había madurado.
—Gracias por todo —le digo desde el fondo de mi corazón, haciendo una reverencia. Nunca olvidaría su ayuda en ese momento—. No dudes que tienes una amiga en mí.
Extiendo mi mano para estrechar la suya y él la observa sin saber qué hacer. Pero al final me corresponde. Su mano es cálida y fuerte, y me sorprendo en el momento en que noto que no tiene su escudo activo. Es un contacto real.
—Nos vemos —se despide con la otra mano, subiendo a su coche. No sé por qué, pero mariposas revolotean en mi estómago, como si fuese adolescente otra vez. Pero sólo había sido un apretón de manos, ¿qué me estaba pasando? Me apresuro al auto de Mafuyu para huir de la vergüenza.
—¿Estás bien? —me observa.
—Sí, vámonos ya, estoy muy cansada —trato de disimular.
Nanako ya se había acomodado en su silla de viajes en el asiento trasero y se había quedado dormida. Si tenía hambre, seguramente iba a despertar de mal humor.
Al atravesar la ciudad miro a la ventana, dándole mil vueltas a las cosas. En la radio suena "More Than Words" de Hitsujibungaku.
—Te gusta, ¿verdad? —Mafuyu asegura, sonriendo levemente—, tu amigo.
Pienso un momento mi respuesta, poniendo atención a las mariposas que parecía que aleteaban para anunciar su presencia. ¿Qué me estaba sucediendo? Aunque sí me gustara, yo era una adulta con una hija y el corazón roto. Yo necesitaba estabilidad y seguridad en una relación y Satoru Gojo era un personaje caótico e impredecible. De ninguna manera funcionaría algo entre nosotros. Y no me daba miedo admitirlo, si acaso me sintiera atraída por él, era consciente de mi lugar en la vida de Satoru. Aunque le había declarado mi amistad, sabía que él no tenía amigos. El único que había tenido era Geto y quizás yo era una zorra por haber deseado a los dos en algún punto. Así que, ¿para qué complicar más las cosas?
—No me interesa una relación con él, si es lo que preguntas —me sincero.
—¿Y no crees que quizás le gustas un poquito?
—¿Lo dices porque nos ayudó? Los hechiceros hacen eso, a eso se dedican.
—Eso mismo creías de mí y de mi "carácter amable" y mira, ahora tenemos una hija juntos.
No puedo evitar reír. Las ironías de la vida. El hombre que me había roto el corazón estaba tratando de animarme en las cuestiones del corazón, como si lo necesitara.
Lo que yo no sabía es que Satoru no regresaría de inmediato a Tokio, sino que se dirigía nuevamente al templo, mirando la mano que había estrechado conmigo, tratando de entender sus propios sentimientos.
—Exorcizaron con éxito al espíritu, ¿por qué vamos de vuelta? —pregunta Ijichi, manejando el coche.
—Algo me huele mal. Es la segunda vez que un espíritu maldito de primer grado acecha a Akari y a Nanako.
—Afortunadamente usted ha estado ahí para protegerlas —sonríe a través del espejo retrovisor.
—Eso es lo que quieren que piense, ¡que es una coincidencia!
—Uhh, ¿y no lo es?
—Naturalmente para los espíritus, los niños resultan ser de gran atractivo; son presas fáciles, pero hay que trabajarlos para que generen energía en bajas frecuencias. Tienen que acecharlos por las noches, esconderse bajo la cama, aparecer en sus sueños... A menudo los padres no saben cómo lidiar con las pesadillas y lo empeoran todo. Sin embargo, aquellos niños que se encuentran desarrollando sus dones son infinitamente más apetitosos. Aunque la energía maldita que emanan es de poca densidad, definitivamente son más nutritivos para ellos. Pero por lo que ví, Nanako no tiene miedo, su producción de energía maldita aún se equipara a la de cualquier niña de su edad. Además, Itoyama ha sabido manejar sus primeras vistas, así que si yo fuera un espíritu maldito, no me desgastaría en cazarla y buscaría otra presa.
—¿Está tratando de decir que algo o alguien envió a los espíritus a acecharla?
—Es lo que me temo. Por eso vamos de vuelta. Me gustaría echar un vistazo para buscar suciedad residual.
Al llegar, Ijichi ayuda a Gojo a peinar el terreno, pero la zona se encontraba limpia. Y aunque la visita no arrojara ningún dato contundente, definitivamente había logrado sembrar en él una primera sospecha de que un brujo andaba cerca. Quizás alguien conocido.
Lista de capítulos:
#satoru gojo x oc#jujutsu kaisen#gojo#satoru gojo#eventual romance#eventual smut#virgin gojo#fanfic#fanfiction#fanfiction en español#geto#gojo satoru#jjk satoru#satoru gojo x reader#jujutsu satoru#gojo saturo#jujutsu kaisen en español
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El heredero del Clan Gojo
by onlygaemgyu Resumen: Esta es la triste (no, realmente no es triste) historia (más que historia parece novela) de como dos amigos pueden enredar sus vidas hasta un punto sin retorno por una noche de copas, sin embargo, a veces el alcohol nos da el valor de actuar, nos libra de la opresión de los prejuicios… al menos mientras dura el efecto. Esta es la historia de como vino al mundo, el famoso… el esperado heredero del Clan Gojo…. El hijo de Satoru Gojo. Words: 1861, Chapters: 1/1, Language: Español Fandoms: 呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Manga), 呪術廻戦 | Jujutsu Kaisen (Anime) Rating: Teen And Up Audiences Warnings: Creator Chose Not To Use Archive Warnings Categories: M/M Characters: Getou Suguru, Haibara Yu (Jujutsu Kaisen), Ieiri Shoko Relationships: Gojo Satoru/Nanami Kento, Gojo Satoru & Nanami Kento via https://ift.tt/QmDfr0n
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🍷 ‹ 𝕴𝖋 𝖇𝖆𝖉 𝖑𝖚𝖈𝖐 𝖐𝖓𝖔𝖜𝖘 𝖜𝖍𝖔 𝖞𝖔𝖚 𝖆𝖗𝖊, 𝖇𝖊𝖈𝖔𝖒𝖊 𝖘𝖔𝖒𝖊𝖔𝖓𝖊 𝖊𝖑𝖘𝖊
⚰️ › 𝖋𝖎𝖈𝖍𝖆
– Nombre: Luna.
– Edad: 23 (edad total. Murió a los 20 y ya lleva 3 años de convertido).
– Raza: Vampiro.
– Altura: 190
– Signo zodiacal: Escorpio.
– MBTI: ENTP.
– Orientación sexual: bisexual.
– Género y pronombres: género fluido, prefiere pronombres masculinos pero suele referirse a él mismo en femenino de vez en cuando.
– FC: Suguru Geto, Jujutsu Kaisen.
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☕ › 𝖕𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉
Acostumbrado a ser el alma de la fiesta en sus días mortales, no perdió ni un poco esa personalidad avasallante y ese particular gusto por ser siempre el centro de atención. Años de trabajo negro en bares de medio pelo le dieron la experiencia y labia suficientes para terminar de formar aquella imagen de típico galán conquistador, aunque quizás con humos demasiado altos para su propio bien. Confiado en su atractivo y en su llevadera personalidad, es quizás bastante menos enigmático de lo que gustaría. Si bien su nombre mortal es un tema particularmente tabú, le cuesta mantener la boca cerrada con otros temas y muchas veces deja ver su verdadera personalidad adolescente e infantil entre las grietas de su imagen de rompecorazones.
💌 › 𝖍𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖎𝖆
No hay mucho que contar de sus años mortales, y con solo tres años de convertido tampoco hay alguna anécdota interesante sobre su inmortalidad. Luna alcanzó un grado alto de madurez a muy temprana edad, teniendo que ocuparse de su enferma tía, su única relativa cercana con vida, tuvo que trabajar por céntimos en bares y burdeles desde los nueve años de edad. En un inicio limpiando baños y regalos de ciertos clientes poco generosos y pasados de copas, y luego atendiendo y mezclando tras la barra a los más prestigiosos regulares. Ganándose rápidamente la confianza y el cariño de su patrón, la mayor parte de su adolescencia la vivió en un triste cuarto de empleado cuando ya no le quedaron razones para volver a su hogar.
No considera su pasado particularmente trágico, quizás sí bastante difícil en comparación de la media, pero no es algo que hoy en día considere tabú o difícil de hablar. Su único familiar directo perdió la vida desde muy temprano, pero Luna supo encontrar su lugar entre las mesas de aquel burdel poco refinado y las comidas calientes de su atento patrón.
No fue hasta sus veinte años que la vida que de a poco fue formando, se derrumbó. Quizás tampoco es algo que hoy le nuble los sueños, pero definitivamente fue una experiencia que el solo recuerdo todavía eriza su piel. Mirando hacia atrás, probablemente su lengua suelta fue la causante del alboroto, pero no es algo que quiera recordar con demasiado detalle. Una pelea particularmente violenta con un cliente regular lo llevo a su muerte. Solo le basta con recordarlo para cerrar sus ojos y revivir aquella profunda oscuridad, a sentir sobre su piel el gélido beso de la muerte. Luego de lo que prometía ser una no existencia en un plano completamente negro, llego la luz. Probablemente años o incluso siglos después, podrá recordar aquel instante donde su cuerpo volvió a responder, emergiendo de la tierra y respirando aquella primera bocanada de aire dolorosa e innecesaria para su ahora muerto corazón. Sacudiendo sus párpados para librarse de la tierra acumulada en sus pestañas, sus ojos se fijaron en aquel par de botas rojas ostentosas que tanto conocía; levantó su mirada y confirmó aquella infundada sospecha que rondaba por el fondo de su inconsciente. Era observado por un par de ojos del color de la sangre. Una segunda bocanada de aire que encendió en fuego sus pulmones, y aquella cálida sonrisa que le había dado un hogar, ahora filosa y goteando carmín.
🚬 › 𝖈𝖚𝖗𝖎𝖔𝖘𝖎𝖉𝖆𝖉𝖊𝖘
– Lo único mundano que su sistema puede procesar es el café negro y el chocolate.
– Si bien la nicotina no es algo que su cuerpo necesite para calmar la ansiedad, es difícil deshacerse del hábito mundano del cigarrillo. Sentir el humo dentro de sus pulmones es un simple alivio para aquel cuerpo que ya no requiere de ciertas funciones tan básicas como respirar.
– Amante de los dulces mortales, más de una vez obligó a su cuerpo a tener que rechazar menúes enteros de golosinas y confiterías.
– Fanático de los libros y películas cliché de vampiros.
– Debido a sus experiencias en la adolescencia, detesta el alcohol y la gente que bebe. Duda que su nuevo cuerpo pueda soportarlo, pero tan solo olerlo a distancia le produce náuseas.
– Su preocupación actual es la inmortalidad con respecto a sus mascotas. Un tema bastante sensible es su gran danés, Percy.
– La persona que lo convirtió en la bestia inhumana que es hoy, lo obligó a entrar a Maleficent. Demasiados rumores de un asesino en serie rondando por las calles de su burdel le acortaron la clientela. Si Luna no aprendía a alimentarse como un caballero, no le estaba haciendo ningún bien a su negocio.
– Tiene una fina cicatriz en su garganta, marca del puñal que lo llevo a perder su mortalidad.
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oh my god
this is like the setting in one of my all time fav stsg fic:
"copa amoris" by ilovegetosuguru
satosugu coffee shop au
a bit of context:
#this is so cute#i love them sm#also the artstyle is gorgeous#satosugu#stsg#fic rec#jujutsu kaisen#jjk#jjk fanart#satosugu fanart#stsg fluff#stsg fic#(i read it like 3 times already send help)#(it's very very cute and adorable)
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who are you?
NAME: Steph STAR SIGN: Aries HEIGHT: 5′ 2″ (travel friendly!) WHAT’S YOUR MIDDLE NAME: the world may never know! PUT YOUR SPOTIFY ON SHUFFLE. WHAT ARE THE FIRST 6 SONGS THAT POPPED UP ?
Mi Mala - Mau y Ricky + Becky G | Fever- Dua Lipa & Angele | La Copa de la Vida - Ricky Martin | Take me to Church - Hozier | Tu Recuerdo - Ricky Martin + La Mari de ‘Chambao’ | Vamos a Darnos Tiempo - Alejandro Fernandez
EVER HAD A POEM OR SONG WRITTEN ABOUT YOU? Only once in middle school WHEN WAS THE LAST TIME YOU PLAYED AIR GUITAR? Last Friday because celebrations WHO IS YOUR CELEBRITY CRUSH? Ryan Reynolds??? WHAT’S A SOUND YOU HATE; SOUND YOU LOVE? Hate anything close to nails on a chalkboard. Love doggy paws walking on wood floors or their little tippy tap dance (basically anything by dogs) DO YOU BELIEVE IN GHOSTS? Uhhh ... sure?? HOW ABOUT ALIENS? No??? DO YOU DRIVE? Yes! IF SO, HAVE YOU EVER CRASHED? Only once, super minor thankfully WHAT WAS THE LAST BOOK YOU READ? Six of Crows (currently reading) DO YOU LIKE THE SMELL OF GASOLINE? Random but yes 😂 WHAT WAS THE LAST MOVIE YOU SAW? Jujutsu Kaisen 0 WHAT’S THE WORST INJURY YOU’VE EVER HAD? Hit my head while I was playing with friends, woke up bleeding and went to the hospital for stitches 😂 DO YOU HAVE ANY OBSESSIONS RIGHT NOW? Getting everything ready for our upcoming move! DO YOU TEND TO HOLD GRUDGES AGAINST PEOPLE WHO HAVE DONE YOU WRONG? Not really. More like I just move on with my life. Plus I have a fluffer here who demands my full attention! ❤️ IN A RELATIONSHIP? Yes! But let’s be honest, my heart’s loyalty is to my sweet pupper, Ezio!
Stolen: @strawberryxdreams & @arcxnumvitae
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