#Cintas de casete
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¿Cómo hacer marcapáginas magnéticos para libros con forma de casete?
¿Quieres crear el complemento ideal para tu agenda, cuaderno o libro de lectura? #MarcapáginasRetro
¿Quieres crear el complemento ideal para tu agenda, cuaderno o libro de lectura? En esta manualidad te mostramos cómo hacer marcapáginas magnéticos para libros con forma de casete, que nos permiten marcar la página exacta por donde nos hemos quedado leyendo. Es el accesorio perfecto para cualquier lector. Además, si lo que quieres es sorprender a un familiar o un amigo con un detalle original,…
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El casete, también conocido como "cinta compacta", fue inventado por la empresa holandesa Philips en 1962. La idea surgió de la necesidad de crear un medio de grabación y reproducción de sonido que fuera más pequeño, accesible y fácil de usar que los carretes de cinta magnética abiertos, que eran los más comunes en aquella época. Este nuevo formato, desarrollado en los laboratorios de Philips en Hasselt, Bélgica, fue presentado oficialmente al público en la Feria de Electrónica de Berlín en 1963, revolucionando la industria del audio.
El "Compact Cassette" consistía en una carcasa de plástico que contenía una cinta magnética de 3.81 mm de ancho, dispuesta en dos carretes dentro del casete. Esta cinta era capaz de grabar y reproducir sonido en ambos lados, duplicando la capacidad de almacenamiento de audio. Aunque al principio la calidad de sonido no era comparable con la de los discos de vinilo, los casetes ofrecían una gran ventaja: su portabilidad y facilidad de uso, permitiendo que la gente pudiera escuchar música o grabar sus propios contenidos en cualquier lugar.
En sus primeros años, los casetes se usaron principalmente para dictáfonos y grabaciones de voz. Sin embargo, en 1965, la introducción de los primeros reproductores y grabadoras de casetes para automóviles impulsó su popularidad en la industria de la música. A finales de la década de 1960 y principios de 1970, el casete comenzó a ganarse un lugar en los hogares, especialmente después de que Sony lanzara el Walkman en 1979. Este dispositivo portátil permitió a las personas llevar su música a cualquier parte, marcando el inicio de una nueva era en la forma de escuchar y disfrutar de la música.
Además, los casetes ofrecían otra ventaja significativa: la capacidad de grabar y regrabar contenido. Esto abrió la puerta a la creación de mixtapes, permitiendo a los usuarios personalizar su experiencia musical de una manera que no era posible con otros formatos de audio. La industria musical adoptó rápidamente este formato, y para los años 70 y 80, los casetes ya habían desplazado a los vinilos como el medio de música más popular del mundo.
Sin embargo, en los años 90, el casete comenzó a perder terreno con la llegada del disco compacto (CD), que ofrecía mejor calidad de sonido, mayor capacidad de almacenamiento y durabilidad. A pesar de su eventual declive, el casete dejó un legado duradero en la cultura musical, siendo un símbolo de la creatividad y la libertad musical de su tiempo. Incluso hoy en día, en la era del streaming, existe un renacimiento del casete entre los entusiastas de la música y coleccionistas, lo que demuestra su impacto cultural y su relevancia duradera.
El invento de Philips no solo cambió cómo las personas escuchaban música, sino que también sentó las bases para la evolución de la tecnología portátil de audio, inspirando el desarrollo de dispositivos futuros como reproductores de MP3 y servicios de música en línea.
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Del cuaderno... (XIV)
RECORDANDO A HUBERT SELBY
La imagen de Hubert Selby se me viene a menudo a la cabeza. Al legendario escritor neoyorquino tuve la ocasión de visitarlo, en su modestísimo retiro de Hollywood, hace algo más de veintiséis años: en el mes de octubre de 1997. Recuerdo que tras mi primer contacto escrito con él hablamos personalmente por teléfono algún tiempo antes de mi viaje a Los Ángeles. Lo llamé desde un locutorio de Telefónica situado en el paseo del Muro, en Gijón, a la altura de la Escalerona.
Era una de esas situaciones en las que no te acabas de creer que un particular deseo, largamente acariciado, pueda estar realmente verificándose; la sensación experimentada comparte aspectos —salvando las sutiles distancias— con ese frisson de alegría que sin poderlo evitar se apodera de uno el día de su cumpleaños, o en fiestas como Navidad. Me imagino que quien gana un modesto premio de lotería (los premios gigantescos serán sin duda otra cosa) siente algo parecido.
Al cabo de unas semanas, el nada desdeñable premio de lotería (lo que Pla hubiera llamado una «propina») se había hecho realidad, y allí estaba yo, en Hollywood, charlando de la vida y la muerte y de lo divino y lo humano nada menos que con el autor de la mítica Última salida para Brooklyn. Era una cosa mágica, todavía un tanto irreal, por más que yo en ese momento ya hubiera tenido tiempo para hacerme a la idea de que no se trataba de un sueño.
He contado en al menos dos ocasiones mi encuentro y larga conversación con Hubert Selby. La charla, que transcribí entera a mi vuelta de los EUA, se convirtió en un pequeño libro de entre sesenta y ochenta páginas a simple espacio en mecanuscrito (calculo que unas treinta mil palabras). Ese original, por desgracia, terminó traspapelándose; impreso y encuadernado, acabó en manos de José Ángel Mañas, que pretendía enseñárselo a una especialista francesa en literatura norteamericana contemporánea, muy interesada en mi intercambio con el novelista de Brooklyn; y luego, entre cajas de mudanza y avatares vitales —tanto de Jose como míos— se extravió definitivamente. Lo cual resultó ser una pequeña tragedia, aunque la pérdida no fuera completa, porque las cintas en las que registré íntegramente mis horas de plática con Selby obran aún en mi poder (llevo lustros diciéndome que debería volver a la carga y transcribirlas de nuevo, y el asunto se va tornando verdaderamente urgente, pues el único reproductor de casetes que todavía poseo ni siquiera sé si funcionará como es debido; y ese aparato debe ofrecerme la última oportunidad para rescatar el impagable material. Otra tarea que se añade a mi casi inabordable cúmulo de labores actualmente pendientes).
De Selby, que estaba ya bastante enfermo y físicamente depauperado, recuerdo muchas cosas; pero hubo un momento de nuestro encuentro que se me quedó especialmente grabado en la memoria: «Tengo días y tengo días —me decía hacia al final de nuestro dilatado coloquio el autor de Réquiem por un sueño—. Hay mañanas en que me levanto y estoy más o menos bien, y puedo sentarme ante la máquina de escribir y sacarme de la manga unas horas de trabajo; y luego hay mañanas en que apenas me levanto me encuentro tan mal que he de volverme a la cama y olvidarme de cualquier posible intento de actividad, creativa o de otra clase, porque estoy que no puedo ni con mi alma».
No he llegado a los extremos de Selby; afortunadamente, gozo de buena salud, y por ahora no se presentan obstáculos verdaderamente insalvables para seguir adelante con mi trabajo. Mi «mente poderosa», sin embargo, no me da tregua; en ciertas jornadas, como la de ayer (vértigo, mareos, caídas hacia los lados, ataque de ansiedad en toda regla), siento que ya sin demora me voy para el otro barrio, psíquicamente al menos. Después se dan jornadas, como la de hoy, en que por suerte estoy infinitamente mejor (ayer tuve que tomarme una cápsula de sulpirida; tal vez eso me ayudara); y aquí me hallo, útil de escritura en mano, laborando de nuevo en la faena que me salva.
A Dios rogando y con el mazo dando, prosigamos otro día con nuestra empresa y misión.
[27/02/24]
ROGER WOLFE
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For Elva: What do you taste like?
For Bucket: Hola, quienquiera que seas. Acabas de encontrar una cinta de casete escondida en mi dormitorio. ¿No es extraño? Un hombre como William Afton, alguien tan sencillo y aburrido, escondiendo una cinta de casete. ¿Por qué estaría escondiendo algo? Estoy seguro de que si eres de por aquí, has oído hablar de los acontecimientos algo recientes con Freddy Fazbear's Pizza. Tres casos de uno,un caso de dos. Todo eso sumando a los cinco niños desaparecidos de Freddy's.Ese fui yo. Voy a explicar eso más tarde.Y, sabes, yo tampoco me llamaría "simple". Quiero decir, la gente puede pensar que soy simple cuando me conocen por primera vez. Solo un padre cuidandose a si mismo y a sus hijos de, que trágicamente perdió a su hijo menor en el '83,y supuestamente acaba de superarlo. ¿Verdad?Incorrecto.Nunca lo superaré... y... el hecho de que haya muerto no es la única razón. Verás, Michael lo hizo. No es una sorpresa, la mayoría de la gente lo sabe, pero no fue un accidente. Sigue diciendo que lo era, pero es un mentiroso. Me odia. Y odiaba a Joseph. Verás, Michael no se conformó con ser el fracaso,y cómo amaba a Joseph mucho más. Así que lo atormentó. Eventualmente matándolo. Y, ya sabes, es por eso que no lo amaba en primer lugar, siempre fue un niño terrible, no valía la pena mi tiempo. Pero ahora lo odio aún más que nunca. Ha hecho tanto para lastimar mi alma en un solo día....Dios mío Joseph...Desde que lo mató,Solo quería poner mis manos alrededor de su cuello y exprimirle la vida de sus pulmones, pero, por supuesto, si alguna vez hacía eso, me atraparían.No podía trabajar porque pensaba demasiado en Mike. No podía concentrarme en nada. Los papeles comenzaron a amontonarse y seguían empañando mi mente, y necesitaba una liberación.
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¿Amor o amistad? Parte 26
Tomó sus papeles al final del día, toda la semana había encontrado a los mismos monstruos disculpándose profusamente cada que él iba a la cafetería a tomar una taza de café o a comer algo, pero aquello caía en saco roto, no estaba dispuesto a escucharlos, mucho menos a perdonarlos. Con la buena maña de Alphys, consiguió un casete para su viejo, pero aún funcional reproductor, llevo todo en su bolso junto a los informes revisados minuciosamente por si acaso.
Llego a la puerta del castillo, tocando la puerta como ya era costumbre en sus llegadas, una parte de él aún temía encontrarlo melancólico con el segundo trono, aún si gran parte de él confía en Asgore, una pequeña parte instintiva lo hacía ser cauteloso.
—Adelante. —Se escuchó desde dentro.
Sin mucho más que esperar, paso a la sala del trono, viendo como su rey cuidaba delicadamente de las flores doradas; apenas lo vio dejo la regadera en su sitio y se acercó tranquilo a la entrada.
—Buenas, su majestad.
—Oh, —lo mira un momento —¿todo bien Dings?
—Ah, se puede decir, ¿por qué la pregunta?
—Bueno, te ves terriblemente molesto.
—Ugh, ¿se nota? —se llevó la mano libre a la cara.
—¿Paso algo malo?
—Bueno, —suspira mientras revisa su bolso —será más fácil si lo escucha por su cuenta y le digo los detalles…
Dicho aquello saco su pequeño reproductor y el casete en cuestión, si bien era algo obsoleto, aún cumplía su función, cuando tenía todo listo se puso a reproducir la pequeña charla que estaba grabada. En un principio Asgore no entendía realmente que podía estar mal, al menos no los primeros dos o hasta tres minutos, pero se llevó un susto cuando hablaron de la marca de Gaster, mirándolo preocupado, el esqueleto solo miro a otro lado, dejando que siguiera la conversación.
Cuando empezó a oír las burlas y malas lenguas, denigrando a su científico, pudo empezar a entender porque estaba molesto, frunció el ceño cuando llegó la parte final, donde parecían divertirse con la idea de que su esqueleto no podría tener una pareja cuerda, sin dejar de menos como difamaban tan abiertamente su carácter.
—Ellos han venido a pedir disculpas todos los días desde que escuche esta conversación, mi asistente me facilito esta grabación. —Se llevó la mano al cuello —quizá ya hablaban mal de mí mucho antes, descuidarme y dejar que vieran la marca solo fue el detonante para empezar a escucharlos más detenidamente.
—Ah… —respiró hondo —¿qué has hecho al respecto?
—Oh sobre eso… —Toma el casete y lo voltea —debo decir que estaba realmente molesto, aún lo estoy… pero sé de sobra que no permitirá que mi amenaza se cumpla.
Vuelve a reproducir la cinta, donde solo se escuchan risas burlonas y el golpe de la pared en un principio, Asgore pudo notar que el silencio sepulcral que se hizo después de que el científico real hablara representaba muy bien la tensión de los demás, aquello lo decía todo.
Estuvo un rato escuchando junto al rey, sabía que lo decía estando furioso, pero claro que su parte lógica predominaba, sabiendo que no iba a dejarlo hacer algo así.
—Bueno, si me lo hubieses dicho en vez de oírlo en una grabación…
—Lo veo que incluso ahora no va a dejarme, estoy consciente.
El rey miró por un momento a su esqueleto cruzarse de brazos y mirar a otro lado molesto por una respuesta que aún no había dado. Suspiro por lo bajo antes de acercarse lo suficiente como para tomarle del mentón y hacer que sus miradas se crucen.
—¿Majestad?
—Podemos llegar a un acuerdo… creo que la severidad del castigo es excesiva, pero no podemos dejar pasar esto de largo, no quiero que escale a más.
—Bueno, no soy el único afectado.
—¿Qué quieres decir?
—No pude confirmarlo con pruebas, pero mi asistente está siendo acosada verbalmente también, ella no me lo dijo directamente, pero… es muy fácil de leer.
—Bueno, eso agranda el problema —Asgore lo mira un momento —me sorprende que me dijeras que algo estaba pasando.
—Hable con Alphys un momento y me hizo dar cuenta que la historia de Jack se repetía, aun cuando esto pasaba olímpicamente de mí hasta hoy, no quiero que las cosas vuelvan a escalar a algo tan serio para poner un alto.
—Me alegra oír eso —le levanta suave el mentón —es bueno saber que confías en mí.
—Y-Yo… —sintió algo de calor, —s-solo… pensé que era adecuado que lo supiera…
—Bueno, discutamos esto con un poco de té, necesitas relajarte e irónicamente hablar de trabajo logra eso.
Gaster solo asintió suave, dejando paso al rey para ir detrás, esa clase de calumnias era las que temía, más no para sí mismo si no para Asgore, si los monstruos se enteraban de su relación no habría duda alguna que empezarían a hablar; estaba consciente de que no podía arruinarle la reputación, era posible que no lo pudiera soportar.
Salió de sus pensamientos al llegar a la casa; entrando como siempre detrás del rey, algo que logro notar, es que, extrañamente, el lugar se sentía menos sombrío con cada visita desde que había sido marcado, como si lentamente estuviera recuperando la chispa de esa calidez que tenía tantos años atrás. Se llevó la mano al cuello luego de sentarse, meditando seriamente, ¿podía ser que Asgore estaba mejor? Es decir, a pesar de siempre mostrarse cálido y esperanzador, lo cierto era que nadie del subsuelo vio sus momentos donde toco fondo.
Nadie aparte de él.
Recordaba con cierta tristeza y molestia el momento en el que la reina se largó, como el rey estaba sumido en la tristeza y fue tan horriblemente doloroso perderla en su peor momento. Apretó las manos contra el portapapeles, aunque Asgore le pidió que no lo recordara de esa forma, a veces, esos recuerdos volvían, él no era un médico, sin embargo, cualquiera que hubiese logrado verlo en esos instantes sabría qué estaba en un cuadro muy severo de depresión, ¿cómo no estarlo después de perder a sus dos hijos y ser abandonado a su suerte?
Paso días vigilando que no dejara de comer, que durmiera por demasiado tiempo, que no se acercara a medicación de ningún tipo o incluso sus propias flores doradas, que fue lo que acabo con la vida de su segundo hijo, quizá no lo pensó porque su mente estaba demasiado ida en ese momento, quería creer eso.
—¿Dings? —Le sirvió su taza de té —¿Sigues pensando en los comentarios?
—¿Ah? Oh… discúlpeme su majestad, no, solo… me puse a divagar…
—Oh, conozco esa mirada.
—Lo siento, solo, a veces no puedo evitarlo.
—¿Sabes? Puedo decir que ese fue uno de mis peores momentos, pero saber que podías ver a través de mí, que me acompañaste y cuidaste… hizo todo más llevadero.
—Fueron días oscuros… meses más bien…
—Lo fueron, fuiste la luz que me mantuvo cuerdo Dings… pensando un poco en ello, ¿cómo no me di cuenta de que sentías ahí? Estuviste a mi lado no en las malas si no en la peor situación que viví…
—¿Tal vez soy un buen actor? Cuando me lo propongo claro.
—Cuando te pones neutro y serio es muy difícil saber que estás sintiendo o pensando, tienes un aire misterioso a veces.
—Supongo que es mi naturaleza —sonríe apenas.
Asgore lo tomó suave de los lados de la cara y lo besó despacio, el esqueleto pegó un salto de la sorpresa más no se opuso a la muestra de cariño, al menos estando dentro de la casa, tenían esa privacidad para demostrarlo.
—Nunca pude agradecerte lo mucho que hiciste en ese tiempo por mí Dings…—puso su frente pegada a la de él.
—Siempre estaré con usted ma… Asgore… —tomó suave sus manos antes de susurrar apenado —lo… amo, por favor, no lo olvide.
Gaster se permitió alejar el trabajo un momento para estar un rato tranquilos, ni siquiera lo que pudieran decir de él le importaba ahora, solo quería que Asgore sintiera que era amado y que volviera a tener un poco de ese viejo brillo en sus ojos.
Después de cerca de media hora y de volver a calentar el té, volvieron a su rutina de siempre, el científico podía estar un poco más relajado, ya no estaba tan molesto y podía pensar un poco más claro que en esos días, si bien su idea de castigo seguía siendo algo que quería, podía dar a torcer el brazo, un poco, para que no matara de ansiedad a los trabajadores o una renuncia masiva.
Al final Asgore no le dio una respuesta clara, pero acordaron que lo que sea que se decidiera lo diría en el laboratorio, con el presente, después del día libre, ya que quería pensar que hacer y que tomaría en cuenta lo que él tenía en mente.
Pudieron dar algunas muestras pequeñas de cariño a puerta cerrada antes de que el esqueleto finalmente se retirara, esperaba que con un par de años o algo más pudieran mostrarse al resto del subsuelo. Quizá si tenían suerte, mucha, muchísima suerte, ya tendrían la séptima alma para ese momento.
—Cielos, ¿qué puede tener planeado su majestad?
Negó suave con la cabeza, si bien las decisiones del rey cuando está molesto no son las mejores, actualmente se le veía bastante tranquilo, así que podía decir que el castigo sería leve. Debía admitir que quizá necesitaba que le frenara y que era la mejor decisión que supiera lo que pasaba directo de su boca y no de otros cuando fueran a quejarse de los cambios bruscos, aun si para él no eran cambios importantes, ya que él podía trabajar días sin problemas, quizá no era un ritmo que otros pudieran hacer.
En un parpadeo, había pasado su día libre y se encontraba mirando el techo de su habitación mientras llevaba una mano al despertador, sus momentos libres siempre eran ajetreados por su esqueleto menor, si bien entrenaba con Undyne, también lo hacía con él, para aprender maniobras mucho más difíciles tanto de aprender como de esquivar, a otros podía parecerles una tontería, pero el cansancio físico y mental que conllevaba eso lo dejaba agotado, incluso más que trabajar cuatro días sin dormir y viviendo a base de café.
Como era habitual, sus hijos ya no se encontraban en casa cuando él se levantaba, Sans entraba en el turno más temprano, según él para tener descansos mucho antes, y Papyrus, desde que Undyne se convirtió en capitana, ha ido cada día desde temprano, incluso la espero un día completo delante de la puerta en su día libre, esperando una respuesta de ella, debía decir que su niño era muy determinado, o solo muy terco.
Se dirigió al trabajo, probablemente el rey estaría relativamente temprano o iría cuando estén todos los implicados, más o menos al mediodía, así que tendría un rato de molestas falsas disculpas y una ronda de suplicas para detenerse. Simplemente los ignoraría, ya era un principio de castigo para ellos ver que no estaban siendo escuchados.
—Buenas Alphys —saludo al pasar por la zona de cámaras.
—B-Buenas doctor —levantó la vista.
Al menos ella lucía normal, o quizá tenía una buena actuación cuando se lo proponía también.
Decidió pasar por la cafetería para tomar su desayuno, apenas puso un pie en el lugar, todos guardaron silencio, alejándose de la cafetera para dejarle el paso exclusivamente, suspiró, aún si no hablaban cuando estuviera presente, no significa que no los escuchara después en las grabaciones si sentía que había algo raro y claro que ellos eran lo suficientemente cortos de mente y memoria para no recordar que había cámaras de seguridad no solo fuera si no aún más importante dentro del laboratorio. De todos modos, si hubiesen tenido la “delicadeza” de hablar mal de él fuera del trabajo, no le importaría tanto, lo que hicieran fuera ya no era de su incumbencia.
Después de todo, malas lenguas había en todos lados y no importaba el tiempo que pasara, algunas criaturas solo les gustaban decir tonterías o meter sal a las heridas, lo único que cambia es que pueden ser más discretos a la hora de hablarlo.
Escuchó un poco de jaleo en la entrada trasera, probablemente el rey había llegado y, muy posiblemente, estaban intentando hablar con él sobre la locura que dijo días atrás. Tomó el resto de su café y lavó su taza antes de ir al encuentro. Debía decir que no estaba muy animado por lo que seguramente Asgore haría, probablemente solo quedaría en una advertencia, que haría durar unos meses callados a todos, hasta que se calmara la cosa y volvieran a hacerlo.
—Oh, doctor Gaster, lo esperábamos.
—Lamento si lo hice esperar mucho su majestad.
—En lo absoluto, creo que podemos tener una pequeña charla aquí, —miro tranquilamente a los involucrados —bueno, el doctor llegó a mí con una clara molestia a su comportamiento, ¿les importaría darme su punto de vista?
Gaster no pudo evitar suspirar con fastidio, se podía decir que era justo escuchar ambos lados, no estaba contento con ello, pero era un trato aceptable. Al menos esperaba que su inteligencia no fuera lo suficientemente escasa como para mentir mientras estaba presente.
Vaya que se equivocaba.
Con cierto enojo, pudo escuchar como ellos pasaban de un mal intento de explicación de que aquello era dicho de forma sarcástica o en tonalidad de broma y que realmente no pensaban así, hasta se aventuraron a decir que él tuvo una reacción sumamente exagerada a un ambiente de diversión; solo pudo apretar los puños y mantener su compostura lo mejor que podía, más su ojo tenía una tentativa de magia, como un tic nervioso ante semejante descaro.
—¿Recuerda nuestra conversación hace años su majestad? ¿Todavía piensa que fue algo infundado?
—Odio admitir que tenías razón de peso para la postura que tomaste.
El resto de los trabajadores poco podían entender a que venía ese intercambio; así que el científico simplemente sacó su reproductor y dejo que el casete se reprodujera para horror de los presentes, él solo pudo sonreír de forma engreída mientras sus ojos se encendían en rojo, si antes estaba furioso, no querían saber cuánto lo estaba ahora.
Después de que casi todo el primer parte se escuchara, la detuvo.
—Parece que han olvidado que hay cámaras y micrófonos por todo el laboratorio, me tome el atrevimiento de tomar el audio y llevarlo como prueba, además estaba lo bastante inestable emocionalmente como para decir todo lo que estuvieron hablando y no tener un arranque de ira.
Aquello había sido dicho tan fría y calculadamente contundente que ninguno tuvo el valor de volver a hablar, ni siquiera tenían el atrevimiento de pedir disculpas debido a la abrazadora mirada del doctor. Gaster solo tomó su pequeño trasto y lo guardo de nuevo.
—Ahora, ahora, parece que todos han tenido la audacia de camuflar su error de la mejor forma posible, mentirme en la cara para decirlo de mala forma… lo habría dejado en un simple llamado de atención si reconocían que habían estado mal…
—¿Majestad? —el esqueleto no pudo evitar mirarlo curioso.
—Por desgracia, —prosiguió —el despido inmediato y sumar sus nombres a la lista negra podría afectar negativamente a la salud física y mental del doctor debido a la cantidad excesiva de trabajo que tendría que afrontar, así que dejare que él decida, cuando se calme, que debería hacer con todos ustedes.
La cara de todos pasó de estar solo pálidas a ser una cara de terror absoluto, todos sabían que les esperaba, aún sí el doctor se calmaba, era muy probable que se mantuviera firme en su amenaza. Un brillo oscuro se reflejó en los ojos del esqueleto, junto con una sonrisa siniestra para nada disimulada y un aire a su alrededor que denotaba maldad pura, por supuesto que acataría las órdenes de su rey y esperaría a “calmarse”, pero era obvio que haría de estos próximos meses su vida laboral un verdadero infierno.
Los trabajadores estaban al borde de un ataque de pánico.
—Será como usted ordene, su majestad.
—Confió en su juicio doctor. —Dicho esto, tan rápido como había entrado se retiró, dejando al doctor seguir con su trabajo.
Por más que quisiera en ese mismo momento hacer ejecutar sus nuevos horarios de trabajo, solo dio una palmada para hacer que reaccionaran y los devolvió a su trabajo, diciendo que necesitaba tiempo para serenarse, cosa que era verdad, estaba furioso y eufórico a la vez, tenía que calmar sus ansias dictadoras y darles un tiempo de terror y arrepentimiento. No es que fuera a retractarse de sus palabras, iba a hacerlos trabajar tan duro que sus manos se pelarían de la cantidad tan estúpidamente grande de trabajo que iban a tener que manejar.
Y si alguno quería renunciar, ya sabían también lo que les esperaba.
Estuvo todo el resto de la semana deleitándose con el miedo de sus subordinados y trabajadores del núcleo, además de la rabia de ellos al declarar claramente que su asistente y la joven Monster Girl de recursos no serían amonestadas ya que no había pruebas de que ellas hubiesen tenido tan poco razonamiento como para ponerlo verde a él o a alguien más y si alguno tenía pruebas de que lo hicieran fuera del trabajo, no era su problema, mientras mantuvieran sus opiniones para sí mismas dentro del establecimiento y tuvieran una actitud profesional, no merecían ningún castigo.
Y también dejo muy en claro que quien sea que quisiera pasarse con alguna de ellas o pusiera un comportamiento errático, haría que fuera directamente con el rey para convencerlo de no ponerlo en la lista negra al momento de ser despedido.
—¿D-Doctor?
—Adelante Alphys. —Se acomodó los lentes y miró a la chica entrar.
—L-Los informes están listos.
—Bien —se levantó de su silla —¿ninguno de ellos se está comportando de manera inapropiada?
—D-De hecho, doctor, e-ellos lucen aterrados.
—Bien, es la idea —sonríe en cierta forma victorioso —voy a dejar que se mantengan alerta por un tiempo y cuando se sientan medianamente seguros, aplicare los cambios.
—S-Sigue furioso con ellos.
—Soy un monstruo muy rencoroso, creo que ellos están conscientes de eso.
—P-Puedo notarlo…
—Tampoco he olvidado como abusaste de mi confianza y le inyectaste a Undyne la determinación sin mi autorización.
—¡Uh! —la chica saltó asustada.
—Solo lo deje pasar porque… ah, en algún momento lo hubiese hecho yo y quizá habría sido tarde… y no lo hiciste con mala intención —toma un sorbo de su café, ya frío —bueno, sé que no volverás a hacerlo, pero aun así no recuperaras el permiso.
—L-Lo sé doctor.
—Ah, en fin, llevaré los registros con su majestad, no dejes a nadie intentar utilizar las cámaras.
—A-A la orden doctor.
Luego de eso, ambos monstruos salieron de la oficina, cada uno yendo a un lado distinto. Gaster tomó un atajo, yendo directamente a la puerta del rey; tocó la puerta lo suficiente para que supiera de su llegada y pudo oír los pasos del otro lado.
—Adelante Doctor.
Abrió despacio la puerta, pasando a la sala.
—Buenas su majestad.
—¿Oh? Te ves mucho mejor en esta reunión.
—Puedo decir que me estoy tomando mi tiempo para… tranquilizarme, aún sigo realmente molesto, sin embargo, eso parece tener un efecto de castigo adicional porque no saben cuándo aplicaré los cambios de horas laborales.
—Oh Dings, no los tortures.
—No es tortura, solo es un tratamiento silencioso hasta que me tranquilice, aun quiero los seis meses de trabajo esclavizado, pero sé que no es lo que usted querría.
—Bien, supongo que puedes… disfrutar un poco, pero trata de no alargar su tormento…
—Está bien su majestad.
Luego de ello, se dirigieron como siempre a tomar un poco de té y a platicar de cosas cotidianas, aunque el esqueleto prefirió de forma apenada pedir quedarse esa noche con él, cosa que Asgore aceptó encantado, realmente se ponía feliz de tenerlo en su hogar.
A la mañana siguiente, luego de despedirse, salió discretamente de la casa del rey, uso un pequeño atajo para pasar de New Home hasta el núcleo y caminar despacio, su cadera aún no se acostumbraba del todo a encuentros más seguidos y sin el calor del celo, suspiró, no podía decir que no le gustara, pero lo siguiente a ello era una patada a sus huesos cuando pasaba la emoción.
Llegó a Hotland y usó otro atajo para pasar del laboratorio, ya que había guardias custodiando las entradas, no necesitaba una discusión esa mañana; pensó durante unos minutos si ir por el río con el barquero, más una idea maliciosa surgió en su cabeza. Dirigió sus pasos a la entrada de Hotland y luego paso por Waterfall, yendo directamente a la casa de Undyne, aún era demasiado temprano para que su niño estuviera allí, así que haría una rápida visita, teniendo la delicadeza de contar con lujo de detalles lo que estaba pasando en el laboratorio, Grillby ya lo sabía ¿por qué no tener actualizada a la joven?
Estaba muy seguro de que le encantaría saber.
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Parte 25
Parte 27
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Diseña LuisMi. Temp 1 Cap1
Aprendamos Sobre el Diseño Digital.
Para comprender el diseño digital, es de vital importancia ver los primeros avances en la tecnología, ver de donde surgió cada elemento tecnológico que hoy en día son de uso común en nuestro cotidiano existir.
En nuestra primera imagen podemos ver una computadora industrial de los años 60. Se puede apreciar como las máquinas de antes harán más mecánicas en lo que a sus procesos se refiere, además que se tenía que tener grandes espacios para poder construirlas, tanto así que, una computadora era una simple maquina que mandaba y recibía información menos de un"bytes". Eran máquinas del tamaño de un salón de universidad, que se encargan de procesarsistemas binarios y duraban horas para el proceso de cálculos. Requerían de mucha atenciónde parte de los científicos que los tenían en observación. Se utilizaban para descifrar o calcular o identificar alguna información que se requería en forma de mensajes.
youtube
Para tener un poco más de información, podemos apreciar el anterior video, realmente nos muestra de una forma divertida y con mucha información, como fue que se construyó ña primera maquina de procesamiento la Z1 diseñado por el Ing. Alemán Conrat, el cual diseño la Z1 en base a procesos matemáticos, los cuales repitiendo varias veces el proceso, nos dejaba un resultado de investigación.
Inicios de las computadoras personales Cap2
Luego de la creación de las primeras máquinas de procesamiento, en los años 70 en la época hippies, el pensamiento liberalista, creo una revolución constante en como se veía el mundo hasta ese momento, un mundo lleno de creatividad y romper las barreras sobrepuestas era pensamiento base para una gran revolución, en este caso en las máquinas de procesamiento.
HABLEMOS DE APPLE
Apple fue fundada el 1 de abril de 1976 por Steve Jobs, Steve Wozniak, y Ronald Wayne en el garaje de la casa de Jobs en Cupertino, California. La idea principal detrás de la empresa era crear computadoras personales accesibles y fáciles de usar. Wozniak diseñó el primer producto, el Apple I, que era una computadora básica sin teclado ni monitor, pero que representaba un gran avance en comparación con otros dispositivos de la época.
La creación de la primera computadora personal de Apple, el Apple I, fue una tarea compleja que involucró varios componentes innovadores para la época. Aquí te detallo cómo se desarrollaron algunos de los componentes clave:
1. Placa base (Motherboard): Steve Wozniak, el ingeniero detrás del Apple I, diseñó y construyó la placa base. A diferencia de otras computadoras de la época que venían en forma de kits para ensamblar, el Apple I se vendía con la placa base ya montada. Esto facilitó su uso por personas sin conocimientos técnicos avanzados.
2. Procesador: El Apple I utilizaba el microprocesador MOS Technology 6502, que era muy económico en comparación con otros procesadores de la época. Este chip de 8 bits fue clave para reducir los costos de la máquina, lo que permitió a Apple ofrecer una computadora personal a un precio más accesible.
3. Memoria: La memoria RAM del Apple I era de 4 KB, pero podía expandirse hasta 8 KB o incluso 48 KB con tarjetas adicionales. La RAM se utilizaba para almacenar temporalmente datos y programas en ejecución, una característica crucial para cualquier computadora.
4. Interfaz de entrada y salida: Aunque el Apple I no venía con un teclado o monitor incorporado, sí incluía un puerto para conectar un teclado, permitiendo a los usuarios interactuar con la máquina. Para la salida, se utilizaba una señal de vídeo que podía conectarse a un televisor. Esto era revolucionario, ya que la mayoría de las computadoras en ese momento requerían monitores especializados.
5. Almacenamiento: El Apple I no incluía un dispositivo de almacenamiento permanente, como un disco duro o una disquetera. Los programas y datos se cargaban en la memoria RAM utilizando cintas de casete a través de un adaptador de cassette opcional. Este método de almacenamiento era común en los primeros días de la computación personal.
6. Fuente de alimentación: La fuente de alimentación para el Apple I no venía incluida en el paquete; los usuarios debían adquirir una fuente de alimentación separada. Wozniak diseñó el Apple I para funcionar con una fuente de 5V que pudiera alimentar la placa base y los periféricos.
7. Software: El Apple I no tenía un sistema operativo sofisticado como los que conocemos hoy. En cambio, los programas se cargaban directamente en la memoria mediante código máquina o BASIC (un lenguaje de programación sencillo). Wozniak también escribió un intérprete de BASIC específicamente para el Apple I, lo que permitía a los usuarios escribir y ejecutar programas de manera más sencilla.
8. Carcasa: Originalmente, el Apple I no venía con una carcasa. Los primeros usuarios, incluyendo aquellos que lo adquirieron en la tienda Byte Shop, a menudo construían sus propias cajas para albergar la placa base y los componentes adicionales. Más tarde, se fabricaron algunas carcasas de madera a medida para darle un aspecto más acabado.Estos componentes, aunque rudimentarios en comparación con los estándares actuales, fueron pioneros en su tiempo.
La combinación de un diseño accesible, un precio relativamente bajo y la visión de Steve Jobs y Steve Wozniak hicieron del Apple I un producto revolucionario que sentó las bases para la evolución de las computadoras personales.
Steve Jobs y Wozniak son un punto clave para el diseño digital de hoy en día, la revolución con la Apple 1 y más adelante lo que veremos cómo pasamos de interfases más mecanicas y complejas a más amigables y que podían ser utilizadas por casi cualquier persona. Todo lo anterior visto nos dará una perspectiva y base de como inicio el diseño en su propio camino.
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#123 PIG (2023)
Rob (Nicolas Cage) es un hombre que vive una vida austera en una cabaña de madera en medio del bosque, pasa los días aislado con la única compañía de su cerda, un animal especializado en buscar trufas, lo que Rob vende a un ricachón de la ciudad llamado Amir (Alex Wolff) estas trufas, para que él las revenda en el mercado de alta gama y forrarse, así todos se hacen de oro, y Rob puede seguir llevando la vida austera en la que es tan feliz.
Una noche, unos yonkies, se cuelan en su cabaña y le roban a la cerda, dándole una paliza de muerte a Rob, que solo alcanza para ver en que vehiculo se la llevan. Los yonkies le indican que alguien con mucho dinero les contrató, y Rob empieza a investigar con la ayuda de Amir, que lo lleva a los lugares que necesita, las pistas le van llevando cada vez a la zona más alta de la ciudad, donde están los ricos, y ahí es donde empiezan a reconocerle lo que deja a Amir boca abierto, ya que siempre lo ha considerado un muerto de hambre.
No hace tanto, Rob era un chef respetadísimo, del que todos hablaban, y que sabían que era uno de los mejores en su gremio. Persona con la que se cruzan, persona que no quiere ayudar a Rob, y que no se alegra de verle, tanto que le parten otra vez la cara.
La relación entre Rob y la cerda es muy cercana, se ha convertido más en un animal de compañía que en un animal del que lucrarse y todo se complica cuando un chef de las altas esferas lo reconoce y le dice que quien le ha robado la cerda es Darius (Adam Arkin), el padre de Amir, que es más rico y poderoso que el propio Amir y más influyente de lo que jamás ninguno de los dos hubiera imaginado.
Cuando Rob confronta a Darius este le dice que pasa de él y de todo lo que significa, que la ceda es para él y que como mucho le puede dar 25.000 dólares por haberle encontrado, pero que salga de su casa antes de que pierda los nervios y lo mate.
Amir quiere ayudarle, pero le da miedo su padre, por lo que decide mantenerse al margen. Cuando sale de su casa lo espera con el coche, y Rob le da una lista de cosas que necesita para recuperar a su cerda, que es lo único que le importa.
Rob cocina en la casa de Amir con la ayuda de este, preparando un plato especial para su padre, sin que Darius sepa que Rob está allí. Los tres se sientan a cenar, y disfrutan de la misma en silencio, hasta que, degustándola, Darius se echa a llorar y se va de la mesa. Se va a su despacho a beber y cuando Rob va quiere echarlo de su casa.
Ahí, entre lágrimas, le confiesa que cuando los yonkis asaltaron su casa dejaron a la cerda en muy malas condiciones y que el pobre animal murió, por lo que Rob se rompe en pedazos.
Amir intenta llevar a Rob a su casa, pero el hombre está descompuesto por la muerte de su cerda, mantienen una conversación profunda a cerca de querer algo con mucha fuerza y que se te arrebate, y se despiden en la puerta de la cafetería hasta el jueves, donde Amir irá a casa de Rob a por un nuevo cargamento de trufas, ya que este le ha confesado que no necesita la cerda para encontrar las trufas, que la quiere porque es suya.
Rob vuelve a su cabaña sabiendo que la cerda no va a estar allí y que la ha perdido para siempre, como le pasó con su mujer. Y ahora tiene que volver de nuevo a una casa vacía para reproducir las cintas de casete viejas que tiene con la voz de su mujer, que es lo que le ayudaba a pasar los días. En ellas su esposa habla y canta tocando la guitarra para él, como una especie de terapia para aplacar su mal humor. Justo lo que necesita ahora, solo que ella ya no está y su voz retumba en la casa completamente vacía y en silencio.
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El Walkman de Sony cumple 45 años: por qué sigue siendo el dispositivo más emblemático de todos los tiempos Si le muestras una cinta de casete ... https://ujjina.com/el-walkman-de-sony-cumple-45-anos-por-que-sigue-siendo-el-dispositivo-mas-emblematico-de-todos-los-tiempos/?feed_id=678189&_unique_id=6682545dc778c
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Louis Ottens, creador del cassette
Nacido el 21 de junio de 1926, Louis Ottens, ingeniero holandés, desarrolló la cinta de casete de audio y trabajó en el disco compacto (CD). Nacido en Bellingwolde, Países Bajos (m. 2021) Lodewijk Frederik Ottens (21 de junio de 1926 – 6 de marzo de 2021) fue un Ingeniero e inventor holandés, mejor conocido como el inventor de la cinta de casete y por su trabajo para ayudar a desarrollar el disco compacto. Ottens fue empleado de Philips durante toda su carrera. Aprovechando el éxito del EL 3585, Philips Hasselt comenzó a trabajar en planes para desarrollar una grabadora de casetes portátil. El objetivo de esta "grabadora de bolsillo", como se la apodó, era ser económica y pequeña, con un bajo consumo de batería pero una calidad de sonido razonable. Originalmente, Philips planeó trabajar con RCA y usar su sistema de cartucho de cinta RCA, pero Ottens descubrió que las dimensiones y la velocidad de la cinta del conjunto no lo hacían adecuado para el producto deseado. Philips finalmente decidió desarrollar su propio casete, con el de RCA como punto de partida. Ottens comenzó el diseño del casete cortando un bloque de madera para que cupiera en el bolsillo de su chaqueta. Este bloque de madera se convertiría en el modelo de lo que se convirtió en la primera grabadora de casete portátil, la EL 3300. Ottens dirigió un equipo de diez o doce trabajadores que tenían experiencia en el diseño de gramófonos y grabadoras para desarrollar el casete y su equipo. Mientras desarrollaban el casete, el grupo utilizó a menudo recursos y conocimientos de la cercana localidad de Eindhoven. En 1963, Philips decidió presentar públicamente el sistema de casete en la IFA de Berlín. Esta introducción no fue muy bien recibida de inmediato que no despertó mucho interés entre el mundo del audio. Sin embargo, se tomaron algunas fotografías del sistema, que luego se usarían en la producción de copias japonesas del sistema de Ottens, que eran notablemente más grandes que el original. Wilhelmus F.A. Heylands, ingeniero civil holandés e inventor del equipo de Ottens en Philips Hasselt, graduado en TH Aachen (Alemania), explicaba a menudo que la razón del avance de Philips con el casete compacto fue el hecho de que ofrecían esta patente y invención de forma gratuita a otros fabricantes de hardware similar como National y Sony. Sin esto, el "Compact Cassette" nunca se habría convertido en el estándar mundial. Heylands nació casualmente el mismo día que Lou Ottens.
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fuEntE
MAXELL UR-F cassette
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CINTA DESGASTADA
El destello de las luces se reflejaba en las calles. Nieves caminaba con paso seguro, su chaqueta de cuero oscuro ondeando detrás de ella. En su mente, las palabras distorsionadas de una cinta antigua seguían resonando, revelando secretos que podrían cambiarlo todo. Su apartamento era un refugio lleno de reliquias de épocas pasadas: vinilos, casetes de audio, libros antiguos. La era digital había borrado gran parte de la historia, pero Nieves era una coleccionista empedernida, siempre en busca de la verdad oculta en las capas de polvo de los objetos olvidados.
Una tarde, mientras rebuscaba entre las cajas de cintas, sus dedos tropezaron con un cassette sin etiquetas. Intrigada, la colocó en su casetera y presionó “play”. Lo que escuchó a continuación la dejó sin aliento: una voz distorsionada hablaba de una “Cúpula”, un lugar legendario fuera del control del tiempo, donde la libertad y la verdad reinaban. Nieves se obsesionó con encontrar esa Cúpula. Investiga en sus horas libres, recorre los mercadillos en busca de pistas y se reúne con otros investigadores, como Zepho, el hacker, y Echo, un exsoldado con implantes. Juntos, decididos a desentrañar los secretos tras esa misteriosa cinta. Su búsqueda los lleva a lugares oscuros y peligrosos, enfrentándose a misteriosos hombres que le cortan el paso. Pero en cada momento se acerca más a La Cúpula, o eso creía. La cinta con el audio distorsionado les había dado coordenadas vagas y pistas encriptadas, y cada descubrimiento solo generaba más interrogantes.
Una noche, en un callejón estrecho, Nieves y sus amigos son emboscados por estos extraños y misteriosos hombres. Estalla un forcejeo, con láseres cortando el aire y el sonido ensordecedor de explosiones. Echo se lanza al frente, sus implantes resisten los embates mientras Zepho los evade como un ratoncito huyendo de su depredador. Nieves lucha con ferocidad, su corazón latiendo con determinación. Sin embargo, la victoria parece escaparse de sus manos cuando más de estos misteriosos hombres llegan al lugar. Justo cuando parecía que todo estaba perdido, otra figura misteriosa emerge de las sombras.
El recién llegado desata una ráfaga de poder psiónico, neutralizando a los enemigos con un simple gesto. Nieves lo reconoce de inmediato: es el Paciente, la persona mentalmente enferma cuyos recuerdos guardan la clave para encontrar La Cúpula. El Paciente los guía a través de un laberinto de su mente fracturada, donde la realidad se desdibuja y los límites se desvanecen. Imágenes distorsionadas de su pasado se proyectan a su alrededor mientras luchan contra las defensas mentales más avanzadas.
En su viaje a través de los recuerdos del Paciente, Nieves se encuentra cara a cara con sus propios demonios internos. Dudas, miedos y recuerdos enterrados emergen a la superficie, desafiándola a enfrentar su propia verdad. La línea entre lo real y lo imaginario se desdibuja aún más, y Nieves comienza a cuestionar su propia cordura. Finalmente, alcanzan el núcleo de los recuerdos del Paciente, donde se revela la verdad sobre La Cúpula. No es un lugar físico, sino una metáfora de la paz interior y la libertad personal. La Cúpula está dentro de cada uno, un refugio de la mente donde uno puede encontrar la verdad y la aceptación.
Al despertar de esta alucinante experiencia, Nieves se encuentra en una habitación blanca y estéril. Las paredes acolchadas la rodean, y una enfermera amable le sonríe mientras se acerca a ella. Todo su viaje, desde la cinta misteriosa hasta el forcejeo y la odisea a través de la mente del Paciente, había sido una ilusión creada por su propia mente maltrecha.
Pero algo ha cambiado en Nieves. Aunque su realidad exterior sigue siendo la misma, ha encontrado su propia "Cúpula" interna. La paz y la libertad que buscaba ya no son un destino externo, sino un estado interno que puede cultivar dentro de sí misma.
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La magia detrás del joystick: desentrañando el enigma del Marketing y Branding en la ciber-odisea de la industria del Videojuego. 🎮✨ Recuerdo cuando soplar la cinta del casete era más que un rito, era una ceremonia sagrada que nos prometía mundos alternos donde nuestra imaginación ponía las reglas. Pero hoy, oh valientes guerreros del pixel y el código, no bastan espadas legen—darias ni escudos indomables para conquistar el vasto universo del gaming. No, toca desenfundar las herramientas de Marketing y Branding para convertir cada partida en una leyenda. ���️🐉 - Marketing: Más allá de Puntos de Experiencia - - 🎩 Ejecutar Campañas Epicas: No solo lanzamos una campaña, somos los bardos que narran historias épicas, transformando un juego en algo que tiene que vivirse. - 👥 Crear Comunidades Fieles: Fomentar el sentido de pertenencia es vital. Gremios, clanes, foros... los nombres sobran. Lo que importa es forjar la lealtad que trasciende meros DLCs . - 🕹️ Experiencias In-Game Únicas: ¿Qué tal eventos especiales dentro del juego que desafíen la estrategia y la destreza? Un toque de realismo aumentado nunca está de más para sellar la inmortalidad de la marca. - Branding: Tanker Blindado de la Primera Impresión - - 🚀 Coherencia Visual y Narrativa: Como un escudo antimisiles, nuestra imagen debe resistir la guerra del olvido. Toda ilustración, color y palabra cuenta la talla de nuestro heroico juego. - 🤝 Partenariados Estratégicos: Equipos multidimensionales mágicos, donde cada colaboración es un crossover más anticipado que el último Battle Royale. - 🧠 Posicionamiento Mental: Cuando piensan en aventuras, desafíos y emociones extremas, nuestro juego debe estar en el top of mind, como la espada más afilada del reino. Y ahí, en medio de la acción frenética y las estrategias de mercado, nos damos cuenta: lo que ofrecemos son más que juegos, proveemos una trampa encantada donde la realidad y la ficción se entrelazan para entregar una promesa: escapar, aunque sea por un rato, de la monotonía para vivir tantas vidas como mundos podamos explorar. ¿Crees que el buen Marketing y Branding puede teletransportar un videojuego a la gloria universal? ¿Tienes algún hechizo de conversión bajo la manga? Comparte tus conjuros o etiqueta a los magos y magas de este arte que conoces, para que juntos sigamos construyendo fantasía a la vez que realidades empresariales exitosas. #MarketingDigital #Branding #Videojuegos #GamingCommunity #GamersUnite #EstrategiaDigital #MKTGaming 🚀🎮🏰 ¡Pongamos a prueba nuestras habilidades multijugador en el arte del comentario! ¿Quién se atreve a entrar en la batalla del diálogo constructivo? 🛡️⚔️
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Distintivo de llamada "Bashka". Trabajador contratado de la región de Ulyanovsk. En la vida civil trabajó como conductor. En la zona Noroeste desde 2023.
- Fui al frente porque mi hijo tiene 21 años, quiero ser un ejemplo para él. Bueno, tengo muchos amigos aquí. No soy peor que ellos, de alguna manera debo ayudar a la Patria.
Es un creyente, por eso tengo a Evgeniy Rodionov en mi galón. Este hombre es una leyenda para mí. Lo que hizo fue un acto serio. Creo que si estuviera en su lugar haría lo mismo. Muchos llevan un galón con la imagen de Eugenio. Porque es un héroe. Muchos ni siquiera saben que podrían haber hecho lo mismo que hizo este guerrero ruso.
En mi primera carrera no tuve ningún miedo. Entonces empiezas a darte cuenta. Bueno, no piensas en lo malo, simplemente llevas a cabo tu tarea. En la primera carrera me hirió una cinta de casete. Luego al hospital y luego regresé aquí. Adquirí un poco de experiencia, pero, como dicen, “la perfección no tiene límites”. Necesitas aprender constantemente. Ahora soy el líder del escuadrón.
Aconsejaría a quienes acaban de firmar un contrato que siempre avancen y piensen no sólo en ellos mismos, sino también en quienes los rodean. Y para aquellos que recién se están preparando para ir al frente, les recomendaría que piensen detenidamente si podrán afrontar el servicio. Vienen personas físicamente débiles y por su culpa el personal corre peligro. Mi consejo es que pienses si podrás soportarlo o no. De lo contrario, decepcionarás a tus camaradas. Bueno, si aun así decides ir, prepárate bien
Saludo a mi amada esposa Vera, hijo Maxim, mamá, papá, hermana. Estoy contigo, estoy vivo, ¡ganaremos!
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Gustavo “Hit” Moreno: El padre de la nueva ola peruana
A la edad de cuatro años fui consciente de que en casa se escuchaba la música de Gustavo “Hit” Moreno, mi padre prendía su radiograbadora y podíamos disfrutar de esa voz tan profunda y tierna que tenía Gustavo “Hit”, una voz que demostraba fuerza, pero que a la vez estaba llena de inflexiones, de esos susurros que sabe apreciar y reconocer un enamorado. Cuando terminaba de oír “Magia blanca”, yo, que ya sabía manipular los casetes, retrocedía la cinta una y mil veces para volver a escuchar esa joya, trataba de imitar las cadencias y los requiebros que hacía Gustavo y que tantas veces había oído a la perfección en la voz de mi padre, hasta forzarme a alcanzar una nota muy baja. Creo que en la historia de la música peruana no existe una voz más varonil, suave y hermosa que la de este artista. Me parecía al oírlo que hablaba de épocas en las que el amor era más puro, de tiempos en que los jóvenes podían mirar a los ojos con inocencia y sonreír con verdadera alegría, sin dobleces.
Ya cuando empezaba a cursar la secundaria y llegaban las vacaciones, mi padre le pidió a uno de sus amigos que grabe sus discos de nueva ola en casetes y pudimos acceder a más canciones de Gustavo “Hit”, esos días de verano estuvieron acompañados por su voz dorada, que transmitía la esperanza feliz tan propia de la juventud. Mi padre entonces entonaba "Yo quiero darte un nombre" y su voz parecía llenar todo el pasadizo de la casa y elevarse hasta el cielo; Gustavo, desde los parlantes, repetía: "Nena mía…" y nos arrullaba a todos, aunque fuera muy de mañana. Parecía desfallecer de amor mientras llegaba a un registro alto en los coros y nos transmitía el delirio de una persona enamorada. Hace poco, en un programa radial de Filarmonía, escuché que Pilar del Avellanal decía que un artista no puede aprender el arte de transmitir sentimientos, pues solo los genios nacían con él. Y, sin duda, Gustavo “Hit” contaba con ese arte.
Hay un ritmo perfecto que solo tienen los verdaderos artistas de la música, la actuación y las letras, este ritmo consiste en decir y entonar todo en el momento preciso, con las notas y las palabras precisas, en el tiempo perfecto. Es un ritmo que invita al movimiento y a la vida. Pues Gustavo lo tenía, vaya que sí.
Por: Evelyn García Tirado
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