#Capulla
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alphacomicsvol2 · 5 days ago
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Batman (Vol 2) #8 Cover Art by Greg Capullo & FCO Plascencia
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viejospellejos · 7 months ago
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Santiago Abascal: “Calla capulla, lárgate de aquí gilipollas… a la ducha, guarra”
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jartita-me-teneis · 6 months ago
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Black_StrobeS Santiago Abascal va a Catalunya envuelto en escoltas y le dice a una ciudadana: "Calla, capulla, y lárgate de aquí ya, gilip0llas. A la ducha".
Y a este trozo de excremento casi le hizo el PP nada menos que vicepresidente de España 😶
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sobredunia · 1 year ago
Note
my love give me all the best spanish swear words and how i would use them i need them i need them (only if u want ily ily ily)
Me cago en tus muertos (I am shitting on your dead relatives) basically a different way to say "you son of a bitch" and "motherfucker". often shortened to "mecagüen". the spanish dub of adventure time did that once i remember it vividly lol
Capullo (cocoon) it can mean cocoon but it is most associated with "bitch" and "bastard". female version is "capulla"
Zorra (female fox) its basically "slut" but without much sexual innuendo, mostly leaning into the "bitch" aspect. used mostly by women to women
Hijo de puta (son of a whore) Female version is "Hija de puta"
Cabrón (I have no direct translation for it) basically "bastard"
AND MY FAVORITE ONES OF ALL. DRUMROLL PLEASE!!!
A tomar por culo (no direct translation) when someone asks you where something is and you don't know/you know it's very fuckin far. thats the rude answer. it is also the equivalent of "yeet"
A la mierda (to the shit) can be said when something has gone horribly, as a variation of "wow", or as a "fuck it" moment
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rubimoon45 · 1 year ago
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PRÁCTICAS -Nash Gold Jr x Reader
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CAPÍTULO III: La sudadera
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PRÓLOGO, CAP I, CAP II
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-Tu puta sudadera.
-Qué humos -le respondió-. ¿Estabas durmiendo la siesta y te he molestado?
Brina se guardó las manos en la sudadera y entrecerró los ojos.
-Iba a echarme en la cama en un poco y luego hacer los deberes -mintió. Tampoco tenía que decirle que realmente que iba a hacer en esos momentos-. O puede que tuviera otro plan.
-¿Y ese tocho?
Se miró las manos y luego al grueso libro de mecina que llevaba bajo el brazo. Anatomía Humana II resultaba ser una asignatura donde el cuerpo humano no era unicamente aprenderse la teoría y ya estaba, sino aprenderse los dibujos y llevarlos a la práctica. Y a más realistas, mejor.
-Cosas de clase.
-Anatomía humana para estudiantes de Ciencias de la Salud  -leyó en voz alta, girando la cabeza para poder leer el título entero. Sabrina se lo facilitó poniendo el libro sobre la mesa en la que estaban comiendo-. ¿Estudias enfemería?
-Medicina, en realidad. 
-Yo danza.
-Qué guay.
-¿Verdad?
Entonces, reparó en que había otro persona sentada en la mesa. De haberlo visto con anterioridad, lo habría saludo y se habría presentado como sus padres le enseñaron desde pequeña a hacer. Pero él también tenía algo como para pasar desapercibido. Sentando en la silla frente a Chantal, recostaba su espalda contra la pared y cruzaba los brazos. Iba en manga corta, así que distinguió cada flexión a la perfección en sus músculos. Y un extraño tatuaje que subía por el interior de la muñeca.
Sabrina lo miró mientras se sentaba frente a Chantal y recogía la sudadera, aparentemente suya, y la dejó a un lado de sus cosas. Una mochila negra estaba a su lado, sobre la mesa, del mismo material que la suya de los entrenamientos. Chantal, aún con una sonrisa en los labios, le hizo un gesto con la cabeza: 
-Es mi hermano.
-Hey.
Sabrina le asintió como respuesta, pero volvió a mirar a su compañera de habitación. Si ya de por sí la situación era extraña, de ella tratándola como una amiga de toda la vida, haberla hecho llamar cuando estaba con su hermano era demasiado... no peculiar, pero sí incómodo.
-Ella es Bree -la presentó, por si acaso-. Es mi nueva compañera de habitación. 
¿Bree? La última vez que la llamaron así fue en la secundaria y no había acabado bien. Al parecer, un alumno de intercambio de origen escocés prefirió soltar sus conocimientos sobre su lengua nativa en medio de clase y decir que esa abreviación donde vivía tenía otra interpretación: «incordio» o «molestia». Sabrina, como siempre, prefirió pasar de él porque ni le conocía ni iba a tener el tiempo para hacerlo entre los horarios de clase y de entrenamientos en la pista de patinaje. Pero no todos lo dejaron pasar. Lo siguiente que supo de él, fue que se lo habían llevado a enfermería con un labio roto y un ojo morado.
-Lo siento -respondió él. Su voz era grave, pero agrabable de alguna forma. Llevaba una cinta blanca en la cabeza afeitada y su expresión era neutral.
-Qué va, si es maja.
-Gracias -respondió Sabrina, sin saber muy bien qué esperarse. Tampoco esperaba ser la compañera agradable para todos los públicos, pero mucho menos aún la capulla insoportable que hace de todo mientras sus padres no están.
Una sonrisa burlona apareció en la cara del hermano cuando ella acabó de hablar.
-Lo decía por ti.
A Sabrina casi se le escapó una carcajada. Chantal hizo un puchero.
-Por esto no suelo hablarte de nada -la miró a ella-. Y luego se queja diciendo que nuestro padre es muy pesado y que insiste en que hablemos. ¿De qué? Si lo juzgas todo.
Sabrina tomó aire.
-No importa, de todas formas iba a... -y se calló de golpe.
Lo que iba a decir se le olvidó por completo cuando una acción, y una persona en concetro, llamaron su atención. Al otro lado del bar. Jamás había entrado ahí, solo en unos pocos y más alejados de la universidad porque al final su casa no estaba por la zona, pero jamás habría imaginado que su 
-¿Lo conoces? Lleva haciendo ruido con sus amigos un rato -empezó diciendo Chantal, con su voz baja y adorable imitándola-. Allen casi le parte la cara, pero lo he detenido. No todos tenemos un carácter de mierda.
El chico, Allen, levantó la cabeza y bufó como respuesta. Pero no intentó corregirla. Nadie iba a dudar que no fuera hermanos cuando prácticamente compartían las mismas reacciones.
-No, tendrías que haberle dejado que lo hiciera -dijo en respuesta, lo que sacó una mirada asombrada de Chantal-. Claro, que no me habría gustado conocerlo de primeras así, pero... -sacudió la cabeza y alejó ese curioso, pero agradable en partes iguales, pensamiento-. Los conozco. A todos.
-¿Un ex?
Sabrina miró al hermano de Chantal. Si hubiese salido con alguno de ellos, ahora mismo estaría perdida y no en una de las mejores universidades de toda California, por no decir del mundo entero. Pero, por otra parte, no iba tan alejado de la verdad. Los ojos negros de Allen le devolvieron una mirada curiosa mientras le daba un sorbo a su bebida. En frente, Chantal hacía lo mismo pero mirando al móvil. Estaba mirando unos mensajes, como pudo ver de refilón. 
-Amigos de la infancia.
-Uno ha intentado algo con mi hermana, podría partirles la cara.
Se encogió de hombros.
-¿Bien por ti? No apoyo la violencia, pero vale.
Sabrina suspiró. 
El tal Allen no estaba planteando una mala idea. Partirle la cara a uno, tal vez a dos de ellos, no habría sido del todo una locura en el momento más loco de Sabrina. Los amigos de su hermano no eran ángeles caídos del cielo, exactamente. Lo supo cuando uno de ellos quiso besarla en una fiesta a la que fueron toda la clase, y por ende ella y su mellizo, y Sabrina lo rechazó de la forma más educada posible porque sabía que estaba borracho. Luego, había ido diciendo por ahí que se habían besado. En fin, el teorema de los hombres siempre la sorprendería. Por suerte, entre ellos no estaba ese chico y eran el grupo "más tranquilo"; dentro de esa clasificación estaban los dos tontos que tenían por vecinos, que escuchaban música a todo volumen y no la dejaban estudiar, y el chico que una vez se había sentando a su lado en química. Coraline y ella los llamaban así porque, de entre todos los amigos que se había buscado su hermano, eran los más decentes y razonables. 
 El resto podían contarse con los dedos de las manos sus neuronas al intentar hablar con una chica. Coraline una vez los había llamado monos de feria por lo exhibicionistas que eran. No sabía en qué momento exacto había empezado a moverse, pero lo estaba haciendo. El dolor de su pierna se iba a quedar pequeño con el golpe que le iba a pegar el hermano mayor de ambos si se enterase; o si decidía ponerse firme por primera vez.
Sabrina agarró el brazo del zopenco de su hermano en un movimiento rápido y lo levantó a la primera, cosa que sorprendió tanto a Eric como al resto de sus amigos. Pero ninguno intervino. Y casi que mejor. La conocía desde pequeña, y ella a ellos, y sabía dónde golpearles a cada uno de ellos con lo que había aprendido en sus clases de defensa personal como para inmobilizarlos. 
-Nos vamos.
-Hola, Bree -saludó uno de los chicos, sonriendo con una falsa inocencia reconocible detrás de esos hoyuelos y bronceado surfero.
-Nos vamos -repitió.
Eric caminó a sus espaldas aún sujetado por su hermana pequeña. Varias personas del establecimiento levantaron la mirada de sus platos sorprendidos por los acontecimientos, pero si alguno planeó intervenir en lo que estaba haciendo con su hermano, que era totalmente lo contrario a lo que pensaban, poco le importaba. De hecho, más valía que mañana le agradeciera aquello y no volver a obligarla a hacerlo o de verdad tomaría cartas en el asunto. 
Y no eran la mitad de amables de lo que ya estaba haciendo.
-Me lo estaba pasando mejor cuando no estabas.
Y tenía razón, lo estaba haciendo. 
-No me digas. ¿Estabais a punto de ganar un partido? Ah, no, que no habéis ido a ninguno.
Los ojos de Eric se abrieron.
-¿Y tú cómo...?
Pero también dejándose en ridículo a sí mismo como a esos chicos malos de instituto que en realidad eran todo lo contrario cuando llegaban a casa y veían películas con su hermana pequeña lesionada en el sofá. Sabrina se lo habría dicho en otro momento, pero su hermano quería ser la persona que siempre había visto pero no pudo ser por su problema. Juntarse con esos chicos, sobre todo los peores, según su clasificación, era la peor decisión que había tomado.
-Siéntate.
-Que te sientes he dicho.
Eric tenía que conocerla muy bien para ver esa ira silenciosa que seguramente iluminaba sus ojos, así que decidió tomar la vía buena. La sonrisa desapareció y acabó sentándose tan pronto como la mirada de ella se conectó con la suya. Incluso la sonrisa amable de Chantal desapareció cuando ella la miró, y se puso igual de rígida que la columna que tenía al lado. Juró que la piel le había palidecido.
-¿Puedes vigilarlo un momento? Tengo que llamar a mi madre.
-No hace falta que llames a mamá para...
Otra mirada mortal, y consiguió que Eric bajase la cabeza para no enfrentrarse al ogro en el que se estaba convirtiendo. Chantal asintió, y varios rizos le bailaron en la cara. El rostro angelical le brillaba cuando pasó el brazo sobre los hombros de su hermano, que levantó la cabeza para mirarla, y le dijo:
-Yo me ocupo de él, no te preocupes.
-Sabrina -habló su hermano, serio y con los ojos oscuros-, ni se te ocurra llamarla. 
Dejó de teclear para mirarlo. Iba enserio. 
Las pocas veces que Eric se había enfadado en su vida, había utilizado el mismo tono roto y mirada asesinada que ella usaba en momentos como aquellos. La última vez fue en el instituto, en el baile de graduación, y porque su acompañante se había besado con uno de los chicos que más rabia le tenían en el club de baloncesto desde que lo que habían ascendido. O algo así había dicho cuando lo llevaron a casa y le prohibieron salir durante un mes. La verdad es que, para ser mellizos, eran la mar de diferentes el uno del otro como para haber compartido espacio nueve meses de gestación y vida. 
Mientras que Sabrina era calmada y se tomaba la vida como una realidad, Eric siempre iba despistado y se distraía con facilidad. Cuando eran pequeños, Eric le robaba los juguetes y la hacía de rabiar hasta que aparecía uno de sus hermanos o sus padres para calmar la situación. Lo cierto era que para las pocas veces que discutían, eran unos tornados cuando lo hacían, como si las fuerzas de la naturaleza se enfrentasen entre ellas. En un momento, llegaron a pensar que tenía dislexia o un trastorno de déficit de atención o algo, y cuando le hicieron las pruebas se sorprendieron de ser más bueno en ciertas capacidades intelectuales que en otras... 
Y, cómo no, déficit de atención. La psicóloga infantil dijo que el cerebro de Eric iba más rápido que los demás porque necesitaba unas constante atención que no se le daba, pero que el de Sabrina (a quien también habían hecho unas pruebas, pero más cercanas a problemas sociales) iba a velocidades normales y simplemente era muy tímida algunas veces.
-Solo voy a decirle que venga a buscarte.
-Por favor, Rina...
Pero dejó de escucharle en el poco tiempo que tardó en marcar y en que el teléfono empezase a dar señal. Agarró el codo de su hermano de nuevo y lo levantó. Chantal lo miró con sorpresa, pero no añadió nada cuando vio la expresión sombría de Brina y cómo esta se esforzaba por contenerse.
-Vete a casa, Eric. O llamaré a mamá.
La expresión de su hermano, idéntica a la suya, pero con rasgos diferentes a los de ella en varias expresiones, pareció relajarse. Tomó la mano de ella y se la estrechó.
-Gracias, Bree. 
-Lo que tú digas -comentó, y miró a Chantal solo para no mirar al imbécil que tenía al lado. El hermano de Chantal se entretenía juzgándolo con la mirada-. Cuando se le acabe el efecto de lo que se haya tomado dile que me llame. Tengo que hacer unas cosas.
-Vale.
Sabrina se relajó.
-Gracias.
Aunque le daba pena que en ese momento tuviera que ocuparse de él. Fuera lo que fuese que su hermano se hubiera tomado, tendría que acabar su efecto en un rato. El suficiente tiempo como para que ella hiciera lo que tenía que hacer esa tarde y pudiera darse cuenta de que, pese a haberlo dicho en voz alta, lo ocurrido iba a llegar a su madre de una forma u otra. Sabrina cogió lo poco que traía y se despidió de los tres con efusividad.
Mientras iba hacia la salida, intentó buscar una escusa decente al por qué su hermano estaba en el sitio cuando no había sido aceptado en la universidad. A las instituciones no les interesa tener estudiantes con problemas como esos porque entonces su credibilidad estaría por debajo del resto. Aunque su hermano hubiera optado por la carrera más sencilla en la universidad menos concurrida pero decente, no lo habrían aceptado por sus notas y complicaciones en el estudio. 
Cuando a Sabrina le llegó la única carta de admisión a la universidad que había solicitado y vio las tres a las que su hermano optó por ir, pero que le negaban la admisión por "falta de interés", su madre supo que a partir de ahí la cosas serían diferentes para los dos una vez más. En teoría, tener mellizos solía traer buena suerte porque si los dos iban a la universidad, los dos se irían de casa como se esperaba, pero mientras que uno se marchase y el otro se quedara, el plan no tendría sentido. El padre de ambos intentó convencerlo de tomar otro camino, pero Eric... Eric ya no era el mismo en ese momento.
Sabrina estaba conectando los cascos que llevaba alrededor del cuello al móvil de nuevo cuando la sorprendió ver en la pantalla un mensaje de su hermano y Ander por separado de hacía minutos. Su contenido no hizo otra cosa más que sorprenderla.
ANDER: ¿NASH GOLD JR ES AMIGO DE TU COMPAÑERA DE PISO?
ERIC: ¿Ahora se te llevas con el grupito de los guays? Interesante.
No supo darle una interpretación exacta a lo que se refería su hermano, pero sí al contenido del de Ander. ¿Nash era ese Nash? Imposible, por una parte, pero toda la información que conocía de él... Tenía cierto sentido, si se razonaba bien. El año pasado, Coraline había llegado de una fiesta en la playa diciendo que sus amigas la habían abandonado por irse con un chico de primera y con un cuerpo de escándalo. Lo siguiente que supieron de ella es que empezó a salir con él, y que a la semana lo dejaron por un problema de comunicación o parecido. 
Lo que sí dejó claro a todo su grupo de amigas fueron dos cosas:
Lo primero, es que no era un hombre de compromisos. No sabía lo que era la fidelidad ni aunque se lo enseñasen porque, al parecer, le había puesto los cuernos en toda esa semana, lo que ya era un mérito por toda es estamina. Y la segunda, es que jugaba como un mago en la cancha y tenía probabilidades de ser una futura estrella del baloncesto.
Entonces, en algo sí que le había dicho la verdad.
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3amdistress · 5 months ago
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no, sabes que… no quiero hablar de hecho, es interesante ahora que lo vuelvo a leer como te super enojas conmigo… estas mal? ah, pues lo siento, realmente lo siento, pero sabes que? quien me llamaba? me llamo una vez el señor y habla? yo no podia llamarte! si hubiese podido que crees que no lo hubiese hecho! nunca puedo llamarte porque siempre te llamo cuando estas ocupado! siempre que me llamas y no contesto te devuelvo la llamada! que coño… que coño? y ahora soy yo la que te debe consolar a ti? pues sabes que te digo? angel, estas muy equivocado si crees que voy a caer jajaja del mismo modo que tu has cambiado, yo tambien jajaja he mejorado mi hermosa tecnica de ser cruel cuando se me trata del culo, se me habia olvidado lo que es no disculparse con las personas que no merecen mis disculpas, lo unico que siento es que estes mal, pero que le voy a hacer? no puedo controlar eso, asi que jajaja vete a la mierda si crees que puedes hacerme sentir ignorada de nuevo y que voy a rogarte que me perdones por comportarme como una gran capulla… soy una monada de chica y lo que darian muchos por que tuviera estos sentimentos que tengo por ti pero por ellos… odio admitirlo pero si no me quieres, si no me sabes apreciar como mujer, a lo mejor deberias abandonarme y listo, odio sentirme asi y hacerte sentir mal, asi que basta, no deberia costarte tanto complacerme, no soy tan exigente ni high mantenance, pero ya… basta…
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sherlatson · 8 months ago
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Cómo confrontar a tu ahora-extrañe antes-mejor amigue, que es tu "compi de trabajo" para que deje de comportarse como una capulla maleducada sin que la ansiedad me paralice en el momento porque lo voy a hacer en persona yahoo respuestas
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mitskinadal · 10 months ago
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Group 2 - 2nd Groupings
1. Raenel Joseph R. Gobot
2. Anica Ingrid V. San Jose
3. Jahn Leigh P. Capulla
4. Antonio Djiuseppe P. Marquez
5. Kim Angela C. Bayer
6. Ely Jamilla Khaye E. Guillermo
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alexandergrahamballs01 · 10 months ago
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Group 2 - 2nd Groupings
Raenel Joseph R. Gobot
Anica Ingrid V. San Jose
Jahn Leigh P. Capulla
Antonio Djiuseppe P. Marquez
Kim Angela C. Bayer
Ely Jamilla Khaye E. Guillermo
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kimme109 · 10 months ago
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Group 2 - 2nd Groupings
1. Raenel Joseph R. Gobot
2. Anica Ingrid V. San Jose
3. Jahn Leigh P. Capulla
4. Antonio Djiuseppe P. Marquez
5. Kim Angela C. Bayer
6. Ely Jamilla Khaye E. Guillermo
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elefant-records · 2 years ago
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youtube
Hace unas semanas os avisábamos de la inminente llegada de un nuevo disco de LISASINSON, y como nuevo aperitivo os presentábamos “Últimamente”. Volvemos con un nuevo avance, el cuarto ya, de “Un Año De Cambios”, un álbum esperadísimo por todos y que llegará muy pronto.
“Cuchillos” nos muestra la esencia de LISASINSON: energía, melodías inmediatas, distorsión, espíritu punk... Pero vemos un trabajo más cuidadoso en la producción (a los mandos Carlos Hernández), las capas de guitarras más complejas y los arreglos más minuciosos. ¿El resultado? Un nuevo hit, furioso (“Últimamente me parezco a Lucifer / Capulla, orgullosa y difícil de querer”), contundente, inmediato, y que además acompaña un “Visualizer” dirigido por Miguel Yubero. Elocuente y directo, cuchillos por los aires, en el suelo, clavándose sobre mesas y sillas, y la mirada fija de nuestras protagonistas, la tensión que se corta y el estribillo que hiere mortalmente.
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jhessy25 · 5 years ago
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Sabes? Esa #niña, #insoportable, #loca, #indecisa, #rara #y mas cosas,(mejor no #mencionarlas)😂🤦🏼‍♀️pero que la quieres como si fuera tu #propia #hermana? Pues esta #capulla lo es para ... #teQuiero mi #hermana de otra madre... #siempre estaré para ti , por mas idiota que me parezca aveces tus #decisiones 🤦🏼‍♀️😂 #minhamelhor #porMasVacasiones 🤪#playita🌴 #sanJuan 🤫💋 https://www.instagram.com/p/BzL16LpoIhu_mDAWLtZCslcjRtaIJsegWYpAHU0/?igshid=1rdpy7t5vc5i2
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dccomicsnews · 6 years ago
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Court of Owls Novel On The Way The illuminati-esque organization nestled within Gotham's very walls and streets returns, but in the written word under the direction of writer Greg Cox in a new novel.
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nerdgirlhelpsyou · 4 years ago
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No hay que compartir información personal ni hay que provocar peleas políticas y religiosas en el chat
Ok, es jodido, pero por favor niños, como se enseña bien: No deis nombre ni datos de donde exactamente vivís a extraños por internet. Joder. Menos aún pasad fotos vuestras que puedan luego encontraros por Facebook o donde sea personal y acabes en un lío. No es coña, hay gente muy capulla en internet y no es buena idea ir diciendo hasta lo que ganas, puedes acabar en una mala situación. 
Puedes decir tu edad, puedes decir, sobre con qué género te identificas, si tienes pareja o no, qué haces (si estudias o trabajas), de qué país eres (para la zona horaria) y quizá hasta que cosas te gustan. 
Pero no me vengas con soltar “VOX es lo mejor” en medio de un foro donde puede que estés con gente que sea latino americana, gente pobre, gente de color o gente LGTBI+ que sepa que ese grupo político los discrimina e insulta. Lo siento, pero ya hablé que temas evitar: Política, religión y economía. 
Si quieres frustrar a alguien o soltar aspectos de ese tipo vete a twitter, pero deja esos temas en casa o lejos de un foro. Hay menores roleando o gente que no sabes en qué situación está. 
Pues eso. NO CUENTES TU VIDA Y DEJA DE IMPONER TU IDEOLOGÍA A OTROS.
Los chistes y “bromas” racistas, machistas y que hieren a gente con enfermedades tanto físicas como psicológicas son de mal humor si hay gente que puede sentirse herida
Lo mismo, no sabes quién está detrás, pues ni se te ocurra soltar burradas porque “jajaja” “jijiji” “era coña era coña” “no sabes tomar un chiste o una broma”. Puede que si haces una broma sobre una enfermedad mental, puedas herir a alguien que la tenga, puede sí que intentas usar el chiste para insultar a alguien que pueda ser extranjero lo hieras.
Las bromas a desconocidos de internet no tienen buen lugar pues no sabes si hieren o no. A los amigos de toda la vida, claro es normal hacer putadas y chistes crueles, pero hay una confianza especial. Pero en internet puede acabar en un malentendido y creo que no querrás recibir la etiqueta de “racista de mierda” o “burro” porque no sabes que hay que tener cortesía y educación o suelte un “Pues matate” a alguien que puede estar con problemas de depresión y quizá haya tenido hasta intentos de ello y lo último que necesita es alguien que le incite a que se mate por decir la gracia. 
Las “bromitas” terminan cuando ya deja de hacer gracia a todos.
Las bromas son entretenidas, hace cosas como hacer que X no se le lee en el chat o montar algo para liar a Y sobre un tema, pues vale. Pero cuando las bromas empiezan a herir y dejan de ser graciosas para alguien pues… Mejor para. Si el staff es quien hace la bromita, toque de atención. Si es un usuario, el staff por favor parad una broma cuando ya se pasa de largo. No dejéis la gracia de “broma” porque así es como justifican los abusones a la hora de discriminar, pegar, insultar, atacar, acosar a otros. 
Broma en la rae se trata como “burla” y también como “situación pesada” creo que lo último que queréis es ser objeto de burla de la gente y estar en una situación pesada y molesta porque “es una bromita” 
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cristipiccola · 3 years ago
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FIESTA ESTIVAL (FANFIC PARTE FIESTA)
Escucho a Kiara de fondo refunfuñar mientras da vueltas por toda su habitación. No encuentra el otro par de sus tacones. Me da por echarle un vistazo rápido a la habitación y lo encuentro debajo del puf que tiene para sentarse, que suelo aprovechar cuando me quedo con ella. Estamos preparándonos para la fiesta que realizan los kooks todos los años y en la cual ambas volvemos a ir juntas. No tengo el cuerpo para mucha fiesta, y especialmente de esta, ya que mi cabeza sigue estando en JJ. Todavía me cuesta creer que se haya culpado de lo que pasó con el barco de Topper porque, según él, no tiene nada que perder. 
No puedo dejar de lado que me dolió que hiciera eso aunque fuera un acto muy bonito por su parte, porque él es así y no lo puede evitar. Admito que no me lo esperaba. Cada vez que lo pienso las lágrimas van a mis ojos por lo que me obligo a volver a la realidad y presto atención cuando Kiara me llama mientras rebusca en su armario.
— ¿Has visto mi zapato?, no se donde está  — se queja — ¡Dios!. 
— Lo tienes debajo del puf — ella echa un vistazo y sonríe cuando ve que está en el sitio donde le he indicado.
Kiara está especialmente guapa esta noche, lleva un vestido color lila que le llega hasta los tobillos con tiras finas, el pelo recogido en un moño alto con unos mechones que le caen por los perfiles de su cara y una diadema de flores muy delicada. Yo, en cambio, llevo un mono color vino cruzado en el pecho que hace contraste con mi piel blanca dejando la espalda al aire, el pelo lo tengo recogido en una trenza de cascada dejando algunos mechoncitos por fuera para que no se vea tan estirado y el resto alisado.
La madre de Kiara llama a la puerta y asoma la cabeza para avisarnos que en unos minutos saldremos. Kiara se acerca a mí y se sienta a mi lado, me pasa uno de sus brazos alrededor de mis hombros y me acerca a ella. Yo apoyo mi cabeza en su hombro
— ¿Sabes que puedes contarme lo que sea verdad? — me dice. Levanto la cabeza y la giro un poco.
— Es sobre JJ. No puedo dejar de pensar en él — confieso, jugueteando con mis manos.
— Hey, Lena, mírame — fijo mis ojos en los suyos — JJ sabe salir de los problemas más grandes que se puedan formar. Tiene un don. Ya verás como en cuanto menos te lo esperes está con nosotros.
— Kiara.
— ¿Qué?
— Creo que estoy enamorada de él — aparto la mirada — joder, creo que me he enamorado de mi mejor amigo — digo llevándome las manos a la cara.
— Wow, osea, wow — guarda unos segundos de silencio y de repente la escucho reírse. Se está riendo de mí, la capulla.
— ¿Qué te hace tanta gracia? — pregunto un poco molesta.
— Lo siento, no quería que pensarás que me estaba burlando de ti — deja de reírse y vuelve a ponerse seria, o al menos, intentarlo. 
— Pues trabájate mejor eso.
— Oye, lo siento de verdad — me coge las manos — Lena, eso es maravilloso.
— ¿El qué? ¿Qué me haya enamorado de mi mejor amigo?
— Sí.
— ¿Sí? pues a ver cómo se lo explicas a John B.
— ¿Qué tiene que ver John B?
— Te suena algo de, no líos entre pogues — digo con imitando su voz.
— Que le den por culo a la norma. No mejor, que le den por culo a John B.
— Me he enamorado de JJ — repito en voz baja.
— Pegáis mucho — yo la miro a los ojos — ¿Qué?, ahora que lo pienso, es la verdad.
— ¿Crees que sentirá lo mismo?
— No sé, puede. Ya sabes JJ es como un libro cerrado. No hay quién sepa lo que pasa por su cabeza — asiento — en cuanto lo veas deberías hablar con él, y así te quedas tranquila.
— No quiero problemas en el grupo.
— Dios mío Lena, esta vez piensa en ti. Olvídate de nosotros. 
— ¿Y si no siente lo mismo? — pregunto un poco acongojada. 
— Lena, si no siente lo mismo pues ya lo resolveremos. Estoy en esto contigo ¿vale?
— Gracias — suspiro — Dios, necesitaba soltarlo.
— Para eso estamos — sonríe.
La voz del padre de Kiara rompe la burbuja en la que estábamos metidas. Kiara se agarra a mi brazo y vamos hacia el todoterreno de la familia de mi amiga en dirección a la fiesta. Antes de subir el padre de Kiara nos hace una foto, como ya va siendo tradición, para tenerlas de recuerdo. Cuando llegamos a la fiesta la mayoría de la parte rica de la ciudad ya está riendo y bebiendo. Yo me siento un poco fuera de lugar pero he de admitir que el sitio está muy bonito decorado. En el centro del jardín hay una placa de madera como simulación a una pista de baile, detrás un pequeño espacio para el DJ que actualmente está poniendo música pop bajita para no molestar demasiado a los invitados y todo el entorno está decorado con pequeñas bombillas de un tono cálido. Hay mesitas por todos lados con manteles en blanco roto a juego con las columnas del porche y el resto de decoración en los que la gente se reúne y beben y también hay varios camareros andando con bandejas de arriba abajo con pastelitos que tienen muy buena pinta.
Le doy un codazo a Kiara cuando distingo a Pope entre la gente justo haciendo costillas, su padre no está así que nos acercamos a él. Está de espaldas por lo que no nos ve llegar. 
— Disculpe señor, ¿las costillas las tenemos que comer con las manos? Es que acabo de hacerme la manicura — dice Kiara con una voz de pija rica super absurda.
— Sí, ¿no tienen un cuchillo y un tenedor? no quiero mancharme el vestido que traigo puesto con salsa barbacoa — continuo.
Veo como Pope respira hondo y se prepara para poder respondernos con la mayor educación que puede tener. Se gira y abre los ojos cuando nos ve mientras un suspiro de alivio se escapa de sus labios.
— Joder, sois gilipollas las dos — niega con la cabeza — Por cierto estáis… Estáis increíbles - nos halaga. Quedándose un rato más mirando a Kiara.
— Gracias Popie, a ti tampoco te sienta nada mal ese delantal — le respondo. Él ríe y se le achinan los ojitos.
— No me llames así — gruñe - Oye… — parece dudar a la hora de hablar - ¿sa-sabéis algo de JJ? — pregunta.
— Nada — Responde Kiara por las dos, yo no puedo evitar apartar la mirada de ambos y centrarme en lo que tengo a mi alrededor. No quiero pasarme toda la noche pensando en JJ, bastante tengo con comerme la cabeza durante el día.
De repente el jardín se queda en completo silencio y los tres nos giramos a ver el por qué. Enseguida tenemos respuesta a nuestras dudas cuando, la familia Cameron aparece por la puerta de la casa que da a la parte trasera. Sarah lleva un vestido blanco con las mangas caídas y una pequeña diadema en la frente con alguna que otra flor, la hermana pequeña lleva un vestido corto muy bonito y una trenza en su pelo rizado, Rafe lleva un traje celeste con una camisa blanca y una pajarita negra. Su madre lleva una especie de corona que da risa solo con verla. Rafe nota nuestra presencia porque clava los ojos en nosotros y nos saluda con un movimiento disimulado de cabeza, mientras Kiara opta por sacarle el dedo del medio.
Las horas van pasando, Kiara y yo nos movemos de un lado a otro despacio al son de la música mientras vamos hablando de la gente que hay en la fiesta. De vez en cuando, si la canción es animada y nos la sabemos, nos marcamos un baile en dirección a Pope provocando que este se tape la cara mientras niega mirando hacia otro lado y algunos de los presentes nos miren con el ceño fruncido por formar escándalo. Kiara se acerca un poco a mí a la vez que se sujeta de mi brazo.
— Voy a ir al baño ¿Quieres acompañarme? — me pregunta.
— No, tranquila, te espero aquí — respondo. Ella asiente y se va alejando mientras intenta hacerse hueco entre la gente.
Yo me quedo en el sitio meciéndome de un lado a otro al ritmo de la música. Agacho un poco la cabeza mientras jugueteo con el poco de champán que me queda en la copa. Comienzo a preguntarme cómo hemos acabado en esta situación. John B lleva sin aparecer desde este medio día y no tiene pinta de que lo vaya hacer. Y JJ, bueno JJ está vete tú a saber dónde, si en la cárcel todavía, porque su padre no piensa ir a recogerlo, o en casa recibiendo otra de esas palizas. El vello se me eriza con solo pensar que el padre de JJ está pagando todas sus frustraciones con él. Mi mente me traiciona una y otra vez haciendo que piense de nuevo en él. 
Respiro hondo para intentar calmarme y le doy un último buche a la copa que tengo en la mano. Segundos después aparece un camarero con la bandeja vacía y aprovecho para colocarla y tener las manos libres. 
Recorro el lugar con mis ojos, todos están riendo y disfrutando unos con otros y yo me siento totalmente fuera de lugar. Este no es mi sitio. Respiro. He llegado a la conclusión de que no quiero estar aquí. Quiero estar sola. Quiero estar sentada en la orilla del mar tocando la guitarra o podría haberme quedado en casa. Kiara ha desaparecido desde hace un rato. Seguramente sus padres la están presentando por ahí a todo tipo de personas. Salgo de la esquina en la que me he encajonado sin darme cuenta y me hago hueco entre la gente a la vez que pido disculpas. No he llegado al centro de la pista cuando un par de ojos azules me están mirando fijamente. 
JJ. JJ está aquí. Lleva un traje de ¿camarero?. Tal vez. Tiene las manos metidas en los bolsillos. Me quedo quieta en el lugar asimilando lo que veo. De repente todos las imágenes que mi cabeza ha hecho esta mañana, aparecen a cámara lenta delante de mis ojos. No soporto esta situación. Justo cuando me doy la vuelta para salir de ahí lo tengo delante de mí a una distancia considerada, como si supiera que algo no va bien. Evito mantener contacto con sus ojos porque me conoce demasiado bien y entonces empezaría a hacerme preguntas que no sé si quiero contestar. Me muevo a la derecha para rodear su cuerpo pero él ve mis intenciones y se mueve también. Vuelvo a moverme hacia la izquierda y él imita mi movimiento Está empezando a molestarme. Doy un paso hacia atrás y me cruzo de brazos buscando una solución. Entonces él aprovecha eso y me agarra de los hombros, haciendo que yo levante mi cabeza y tenga que mirarle.
— Lena, tenemos que hablar — dice cauteloso.
— Tú y yo no tenemos nada que hablar, JJ. Así que por favor déjame irme — le digo un poco cortante. Él no se mueve.
— Solo espera y déjame explicártelo todo, por favor — le miro dolida.
— ¿Sabes lo preocupada que he estado por ti? — le digo, empujando un poco su cuerpo — Por dios cuando te vi esposado, casi se me sale el corazón por la boca, JJ — él me pide perdón con la mirada.
— Lena...
En un momento recorro con mis ojos su cara entera y la respiración se me queda atragantada en el inicio de la garganta. Tiene la mejilla amoratada y una herida en el labio inferior. Instintivamente mi mano va directamente al moretón que tiene justo en la mejilla. Él cierra los ojos ante mi toque. Los vuelve abrir y coloca su mano encima de la mía.
— No te preocupes Len, no es nada que no haya pasado antes — suelta. Yo no puedo evitar que los ojos se me cristalicen. No es justo lo que está sufriendo. Él no se merece esto.
— ¿Cómo has entrado? — pregunto.
— Tengo mis truquitos — dice mientras suelta una pequeña risa y gira un poco la cabeza hacia la derecha.
No puedo negar que las cosquillas que se producen en mi estómago salgan cuando él está delante. Dejando a un lado el hecho principal, me alegro de que haya salido de la cárcel y que esté bien, aquí conmigo. Obviamente todo lo bien que se puede estar después de que tu padre te haya pegado una paliza. Mi enfado se reduce un poco cuando me sonríe de esa manera. Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante un momento. Hasta que él habla.
— Lena, tengo que decirte algo…
— JJ, de verdad, no es necesario — Le corto. Él pone un dedo en mi labio para que me calle, mira a su alrededor y se separa de mí. Yo lo miro con los ojos entrecerrados. Él sonríe de lado. 
— ¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes así?
— Baila conmigo.
— ¿Qué?
— Te encantan los bailes de salón y acaban de poner una de tus canciones favoritas — Baila conmigo, va.
Es cierto, me sé esos primeros acordes de memoria. Miro a la mesa del DJ y luego dirijo mi mirada a él. Estoy segurísima que algo ha hecho. 
(PONER PULL A LITTLE LOVE ON ME - NIALL HORAN) https://youtu.be/bO3S8CKafbE
— No tienes ni idea de bailar, JJ.
— Vamos, ven aquí de una vez — dice agarrando mi mano y tirando de mí.
Me acerca a él y pasa su mano por mi cintura mientras yo la coloco en su hombro. Empezamos a movernos lentamente al son de la música. Él no aparta sus ojos de los míos y yo no aparto los míos de los suyos.
Is it wrong that I still wonder where you are? (¿Está mal que todavía me pregunte dónde estás?)
Is it wrong that I still don't know my heart? (¿Está mal que todavía no conozca mi corazón?)
— Estás preciosa — susurra. 
Los nervios comienzan a apoderarse de mí. El ruido de la gente hablando y el de las copas en las bandejas desaparece. Centrando todo en nosotros dos. Todo ha desaparecido. Solo estamos él y yo en el medio de la pista. Cierro los ojos. Él hace lo mismo y apoya su frente en la mía. Es tan íntimo todo que intento no temblar.
Put a little love on me, put a little love on me (Dame un poco de amor, dame un poco de amor)
When the lights come up and there’s no shadows dancing… (Cuando las luces se encienden y no hay sombras bailando…)
No puedo evitar pensar en nosotros cada vez que escucho esta canción. Mis sentimientos por JJ han cambiado, ya no puedo ser más su amiga, ya no quiero ser su amiga. Él parece oír mis pensamientos porque abre los ojos. Veo como su nuez sube y baja al tragar saliva y no me mira como siempre, me mira con un brillo especial. Como yo lo miro cuando no me está mirando. Suspira y empiezo a notar mi pulso en las orejas. Solo puedo escuchar el sonido de mi corazón.
— Escúchame Lena, necesito decirte algo — me dice en un susurro para que yo solo pueda oírlo. Yo asiento para que continúe hablando — Siento mucho lo de esta mañana, solo hacía lo que creía correcto, no podía dejar que Pope perdiese la oportunidad de dedicarse a lo que quiere. Se lo merece. Joder soy un capullo, no te mire ni a la cara. Pero es que no podía llevarme esa imagen conmigo. De verdad que lo siento. Pero necesito que sepas esto de una vez ya — yo lo paro.
— JJ no pasa nada de verdad, yo también lo siento. Tampoco debí haberte exigido nada. Debí haber respetado...
— Len, mira, sé que soy un jodido desastre, ¿vale?, que no tengo la caballerosidad de un kook ni tampoco su bolsillo. Sé que te he hecho enfadar muchísimas veces y que puede que sea una persona difícil. Te garantizo que habrá épocas difíciles y que en algún momento, uno de los dos o los dos, querremos dejarlo todo. Pero te juro por lo que más quieras que lo que siento por ti es real. Eres lo más importante que tengo y joder, me gustas mucho, muchísimo y no puedo dejar de pensar que has sido la única que siempre ha estado para mí y me ha aceptado tal y como soy sin poner ninguna pega. 
No soy capaz de emitir ningún sonido.
— Quiero ser aquel al que te haga ilusión contarme cualquier cosa que te haya pasado por muy absurda que sea. Darte mi apoyo para todo lo que necesites y evitar que te salgas del camino. Quiero ser aquel que te pise los pies mientras bailamos — tras decir esto me pisa uno de los pies aposta. Se me escapa una risita — Necesito que sepas que estoy enamorado de ti - Termina.
Él se acerca a mí poco a poco, sus labios rozando los míos. Mi respiración se acelera un poco. Le miro a los ojos. Él no ha quitado la vista de los míos. Mueve la mano que tiene en mi cintura y la coloca en mi mejilla, acariciándola con el pulgar. Es la señal que necesito para lanzarme, para tomar el impulso. Junto sus labios con los míos. Un beso impaciente, que lleva muchas ganas y deseo acumulado. JJ tarda en responder pero lo hace. Nuestros labios empiezan un baile que deseaban hacer desde hace tiempo. El contacto es suave al principio, pero luego, como si necesitara más, se apoya contra mí y me besa con ansiedad. Sus labios son cálidos y suaves, su pelo me hace cosquillas en el puente de la nariz. Noto un poco el sabor de la sangre de su labio pero ahora mismo me da igual. En ningún momento hemos dejado de bailar, lo sé porque casi me caigo por culpa de los zapatos. Llevo una de mis manos a su nuca y le doy un pequeño tirón en el pelo. Él hace un sonido hondo con la garganta.
‘Cause you’re the only I need (Porque eres la única que necesito)
So put a little love on me… (Así que dame un poco de amor…)
Last night I lay awake (Anoche me quedé despierto)
Stuck on the things we say… (Pensando en las cosas que dijimos…)
Nos separamos poco a poco. Nuestras frentes siguen pegadas una a la otra. Sonreímos. 
— No sabes las ganas que tenía de hacer esto - Confiesa. Una risa nerviosa se escapa de mis labios.
Mi mano que está detrás de su nuca comienza a acariciarle el pelo. Él agarra la mano que tengo en su hombro por la muñeca. Me separa un poco y hace que de una vuelta sobre mí misma, me tira hacia atrás y volvemos a la misma posición de antes. Reímos. Lo hace un par de veces más y de repente me agarra de la cintura y da una vuelta en el aire, se me escapa un gritito. Volvemos a pegar nuestras frentes, cada uno ya sin aquel peso que teníamos. Entonces JJ comienza a cantar bajito. Para mí.
— Put a little love on me, put a little love on me...When the lights come up we're the only ones dancing… — canta mientras me hace cosquillas por el brazo. Yo no apartó la mirada de él en ningún momento, no podría ni aunque quisiera — I look around and you're standing there asking...You say, you're the only one I need...So put your love on me… 
(Dame un poco de amor, dame un poco de amor... Cuando las luces se encienden y somos los únicos bailando... Miro a mi alrededor y estás ahí parada, preguntando... Dices: Eres lo único que necesito... Así que dame tu amor)
— You're the only one I need… Put your love on me… — cantamos ambos bajito, mientras me sujeta la cara con ambas manos. 
(Eres lo único que necesito… Dame tu amor)
La canción finaliza. No nos movemos, seguimos parados el uno frente al otro. Ha sido precioso. Lleva sus dos manos a mi mejilla y junta su nariz con la mía y hace que se rocen varias veces. De repente JJ parece volver a la realidad. Levanta la cabeza, me mira y se separa de mí buscando con la mirada a alguien con urgencia.
— Tengo que encontrar a Sarah, John B se ha liado con ella y ahora se hablan por nombres en clave — Dice apresurado
— ¿Cómo? — digo confusa.
— Una movida, te veo luego ¿vale? — me da un beso en la frente y se marcha corriendo.
Yo me quedo asimilando todo lo que ha pasado. Kiara aparece detrás de mí gritándome y exigiendo explicaciones de todo. Me agarra por la muñeca y nos movemos del centro de la pista. Todos me miran de reojo y mis mejillas se tiñen de color rojo. Nos subimos al porche cada una a un lado de la mesa.
— ¿Pero qué demonios ha sido eso? — pregunta con las cejas levantadas.
— No-no lo sé, yo me iba a ir y de repente estaba allí en medio y yo.... No sé.
— ¡Te ha besado! — chilla mientras salta — ¡JJ, te ha besado!
— ¡No puedo creerlo! — salto también.
Entre el murmullo de la gente, el grito de un chico rompe en medio de todos. Kiara y yo nos giramos y nos ponemos de puntillas para poder ver de quién se trata. Y de quien se va a tratar si no que de JJ.
— ¡Eh! ¡eh!, tranquilo ya me voy, ya me voy — le dice JJ al segurata que le tiene agarrado del chaleco — ¿Se va a beber eso señor?, ya lo hago yo por usted — JJ coge la copa de whisky de un señor y se la bebe de un trago.
El segurata baja de malas maneras a JJ del porche y lo sigue arrastrando por medio del patio para echarlo fuera. Por el camino JJ se encuentra con la madre de Sarah que se queda mirándole.
— Rose, que llevas en la cabeza, pareces la estatua de la libertad — dice. Esta se lleva la mano a la cabeza y mira a JJ con confusión. Yo río. 
— ¡Eh! déjenlo tranquilo, lo he invitado yo — grita Kiara.
— ¡Pope!, hora de irse — John B aparece por detrás de él corriendo — Kiara, Lena, moved el culo — nos señala.
Kiara y yo nos miramos mientras sonreímos. Sus padres parecen ver nuestras intenciones y empiezan a llamarle la atención a la morena para intentar que no vaya detrás del chico. Ella mira hacia atrás y sale disparada hacia los chicos que nos empiezan animar para que vayamos con ellos.
— ¡Nena, vamos! — oigo gritar a JJ.
Yo hago una sonrisa de disculpa hacia los padres de Kiara y me cojo un poco los pantalones del mono para no pisarlos a la vez que voy escaleras abajo hacia ellos. Veo a Kiara corriendo hacia ellos delante de mí. JJ me espera en el sitio con una gran sonrisa y los abrazos abiertos y me guiña el ojo como si me hubiese leído el pensamiento. Sonrío y cojo más carrerilla. Salto a sus brazos. Él me coge ágil y da un par de vueltas sobre nosotros mismos, levantándome un poco del suelo. Le enredo los brazos alrededor de su cuello y suelto una carcajada antes de mirarle. Él me sonríe. Cuando me baja le cojo la mano y salimos corriendo detrás de los demás mientras gritamos. Dejando la fiesta atrás y todos pendientes de nosotros.
CRISTIPICCOLA.
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moremedina89 · 4 years ago
Text
¿Te puedo ser sincera? A veces quise destruirte y borrar la línea que separa la piel del pulso. A veces te he arañado hasta dejarte marcadas las uñas que mostraban con rabia mi desagrado. A veces he sido torpe y sin querer me he caído, chocado, golpeado... y te he reventado, magullado, herido, molido o desintegrado. En ocasiones ha sido con el canto de una mesa, con la estantería en la cabeza o con el filo de una hoja inocente y muy capulla. A veces no te he escuchado y has seguido ahí, gritando como lo haces; y yo he seguido aquí, ignorándote como lo hago. A veces con un soplo de aire fresco, ya estás contento. O con el tacto de la tierra mojada. O con un sabor explosivo. O con unas notas de un jazz alocado. O con el viaje que nos ofrecen los orgasmos. A veces te han penetrado, y muy pocas te has entregado. A veces se te ha escapado un poco de pis de reír tan alto. Otras has llorando hasta perder el llanto. A veces has adelgazado, a veces has engordado. A veces has bailado en el metro con ese son imposible de contener. A veces has desafinado en la ducha. A veces te he lucido, otras te he dejado. A veces te han decorado, operado, modificado, ejercitado, controlado
Pero, ¿sabes? Siempre has estado. Por y para mi. Enseñándome la existencia, mostrándome la intensidad de la vivencia. Me aportas tantas cosas y pides tan pocas: cuidados, amor y empatía. Y aquí te doy las gracias, cuerpo. Gracias por haber estado, no a veces; siempre. Gracias por estar siempre.
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Diario de un cuerpo. Capítulo I. “A veces, no. Siempre”.
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