#CUANDO LA GENTE SE VOLVIÓ TAN PELOTUDA
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Tuve media interacción con una mileísta y ahora quiero estar internado con suero, no sé si voy a poder aguantar 3 años más de esta mierda
#cosas mias#COMO VAS A DEFENDER LA PRIVATIZACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES SI ESTUDIAS EN UNA#CUANDO LA GENTE SE VOLVIÓ TAN PELOTUDA
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Entrevista a Cielo Latini: “No me perdono haber publicado Abzurdah de tan joven”
Nando Varela Pagliaro
“Yo no digo que Adiós tenga una escritura prodigiosa o que me vaya a ganar algún premio, pero sé que es un libro que de alguna manera te pega, te toca, te hace sentir. A mí me gusta esa literatura”, dice Cielo Latini sentada a la mesa del Club House del country en City Bell, donde vive junto a sus dos hijas.Luego de muchos años de silencio, la autora de Abzurdah volvió otra vez a la vida pública con la publicación de Adiós, una novela sobre una relación tóxica, que pone el foco en la violencia invisible, en el maltrato psicológico que muchas veces es indenunciable.
-Supongo que cuando publicaste Abzurdah no imaginabas ni cerca lo que terminó pasando con el libro, con Adiós, ¿tenías algún miedo con lo que pudiera llegar a pasar, con que no tuviera la misma repercusión?
-Yo siempre tengo miedos. No solo si va mal, si algo tiene mucho éxito, también me da un poco de miedo. Soy una persona muy ansiosa. Además, sentía que después de nueve años sin publicar, necesitaba volver con algo que me hiciera muy feliz a mí, para estar segura de que le iba a gustar a la gente. Yo creo que entiendo a mí público, y si me gusta a mí, sé que a ellos también les va a gustar. No podía volver con un librito así nomás, tenía que volver con algo que pisara fuerte. Eso me generó muchísimos nervios y estuve por no publicarla.
-¿Por qué no querías publicarla?
-Porque tenía miedo de que me fuera mal, de que no gustara lo que yo hacía. Hay una parte de mí que siempre piensa “quién va a querer leer lo que escribo yo”. Por suerte, tuve mucha influencia de mi editora y de gente que quería para que la publique.
-Antes dijiste que entendés a tu público, ¿lo tenés en cuenta cuando te sentás a escribir?
-Para mí los libros tienen diez mil instancias. En la primera, que es de desagote de las ideas, no estoy pensando en nadie. Después, cuando ya está terminada la historia, sí voy puliendo el texto hasta llegar a algo que me guste a mí. Sé que cuando me gusta a mí, le gusta a mi público. Abzurdah, en su momento, me gustaba un montón y pegó re bien.
-Con todos tus libros te fue bien a nivel ventas, ¿te ves como una persona exitosa?
-Me veo cero exitosa. Yo creía que cuando llegara el éxito iba a ser mega feliz y la verdad es que no es así. El éxito es “vendí un montón de libros y ahora qué hago”. Yo siempre estoy pensando en lo siguiente, no sé pararme y disfrutar el momento. Puedo ser un éxito en 2006 y después la gente se olvida de mí hasta que vuelvo en 2010. Por suerte, cada vez que volví me fue bien, pero yo siempre estoy esperando que sea un desastre y pensando a qué me voy a dedicar después.
-Pensabas que el éxito te iba a traer felicidad y eso no pasó. Ninguno de los tres libros que escribiste nacieron de momentos felices, ¿creés que podrías escribir una historia feliz?
-Creo que la felicidad es muy difícil de contar, es mucho más difícil de contar que la tristeza. Es aburrido contar algo feliz, una historia en la que está todo bien. No me gustaría leer un libro así. Por otro lado, ¿existen libros en donde todo esté bien?
-Bueno puede que no existan libros completamente felices, pero no necesariamente tienen que ser tan trágicos.
-Sí, es cierto, pero yo me baso siempre en lo que pasa a mi alrededor. De todos modos, dentro de mis tres libros, siempre hay momentos de felicidad.
-Sí, claro. En Adiós, Helena, la protagonista de la novela, muchas veces siente que toca el cielo con las manos.
-Exacto, es como el ying y el yang, no hay luz sin oscuridad. Si fuera todo tétrico, tampoco sería divertido de contar.
-En alguna nota que hiciste te escuché decir que Adiós es tu novela favorita, ¿por qué sentís eso?
- Porque me encuentra a mí mucho más madura como escritora. De alguna manera, yo no me perdono haber publicado Abzurdah de tan joven.
-Y que encima le haya ido tan bien.
-Claro, arrancás a los 21 con una bomba así, ¿qué hacés después? Todo va a ser para abajo. Es horrible eso.
-No, no es horrible, no todos tienen un libro al que le haya ido tan bien.
-Sí, lo sé. Pero volviendo a lo que te decía antes, yo siento que de Abzurdah a hoy crecí muchísimo como escritora, me pasaron diez mil cosas. Bueno, pasaron quince años, ¿no? Entonces, con Adiós ya me senté como escritora, no como una chica que contaba su vida como en un anecdotario.
- Y te gustaría hacer el proceso inverso ahora, ¿participar de talleres de escritura por ejemplo?
-Yo no hice un taller en mi vida y ahora estoy muerta de ganas de ir. Siento que llegué hasta acá casi sin herramientas y mi única gran herramienta fue haber leído mucho.
-¿Seguís leyendo mucho?
-No hay nada que me guste más que leer. Culpo a la lectura de mi poca vida social. Estoy todo el día leyendo encerrada. Necesito un planazo para que me saquen del sillón y de leer. Esta semana leí cinco libros.
-¿cómo elegís qué leer?
-Le doy mucha bola a la gente que admiro, estoy suscripta a Bukku. De ahí todos los meses me mandan un libro, con una lista de Spotify hecha por el autor del libro, un señalados y algún regalo.
-Son siempre libros de escritores argentinos, ¿no?
-Sí, estuve leyendo muchos autores de acá. Leí La sal de Adriana Rivas, que me encantó; leí Los años felices de Sebastián Robles; leí Nunca llegamos a la India de Juan Sklar, que me voló la peluca y el que más me gustó de todos fue Todo nos sale bien de Julia Coria.
-¿Te considerás un poco outsider del ambiente literario?
-Sí, totalmente.
-¿Te gustaría formar parte de ese mundillo?
-Me encantaría, pero siento que conmigo hay un prejuicio. Tal vez es más una cosa mía y me da un poco vergüenza. Yo tengo el síndrome del impostor, siento que no pertenezco ahí.
-¿Después de tres libros seguís sintiendo eso?
-Bueno, lo que uno siente nunca es lógico.
-Imagino que lo hablarás en terapia.
-No hago terapia.
-¿En serio no hacés terapia?
-Hice desde los 18 hasta los 33.
-¿Por qué dejaste?
-Dejé porque hice un cambio importante en mi vida. Me dije: “Todos estos años intenté con terapia y no me funcionó, ahora voy a intentar otra cosa”. Dejé la terapia, dejé las pastillas y no volví nunca más. No es algo de lo que haga apología ni que les pueda servir a todos, pero yo tengo mucha fuerza de voluntad. Cuando digo no como más, no como más. Cuando digo no tomo más pastillas, no las tomo más. Apenas dejé las pastillas, yo tomaba antidepresivos y ansiolíticos, me empecé a encontrar conmigo misma y ya no estuve más triste.
-Recién dijiste que cuando te propusiste dejar de comer, pudiste hacerlo. Ahora, ¿cómo es tu relación con la comida?
- Siempre tuve una relación muy complicada con la comida, pensá que pasé de ser muy gorda de chiquita a ser anoréxica y no comer nada de nada. Pasaba de muchísimo a nada, en el medio no me podía encontrar. A partir de haber dejado las pastillas y haberme interesado en mejorar, también decidí ser vegana, no comer harinas y la verdad es que me mejoró muchísimo la vida.
-¿Estás cansada de hablar de estos temas? Me imagino que con el fenómeno de Abzurah todo esto fue muy pesado.
-Hubo un momento en el que me cansó muchísimo porque no quería que me etiquetaran. Me molestaba que cada vez que una famosa caía en la anorexia, me llamaban a mí como a la pelotuda que puede hablar de esto en la televisión. Claro que puedo hablar de eso, pero yo soy mucho más que eso. Además, es algo que me pasó hace 25 años.
-Bueno, a partir de Adiós seguramente te empiecen a llamar para hablar de violencia, de abusos, de psicópatas.
-Amo hablar de psicópatas. Cuando salió Abzurdah, no estaba recuperada del todo y lo que pasó fue una bomba demasiado grande. Imaginate que venía saliendo de una depresión horrible y de repente empecé a ir a todos los canales de televisión y a todas las radios a hablar de lo mismo. Eso hizo que me enfermara de vuelta.
-¿Tu familia cómo vive cada vez que sacás un libro y te exponés tanto?
-Mi familia confía mucho en mí. Están ahí siempre y yo dependo mucho de ellos, los necesito y los amo mucho. Me apoyan en todas las boludeces que se me ocurren. Cuando digo que voy a dejar de escribir y me voy a poner a hacer velas, que ha pasado, me han dicho “vas a hacer las velas más lindas del mundo” y eran una cagada mis velas.
-¿Tuviste muchas otras ideas como la de hacer velas?
-Muchísimas. Cada tanto digo no escribo más y me dedico a otra cosa.
-¿Pasás mucho tiempo sin escribir?
-Siempre escribo. Al final del día es muy posible que yo abra un Word y escriba algo que me pasó y lo guarde con la fecha del día. Así, después de un año, leo todo lo que escribí y empiezo a ver si hay algún hilo. Así se gestó Adiós.
-Adiós no deja muy bien parado al género masculino y con justa razón. Los hombres que salgan con vos, supongo que deben tener miedo de terminar dentro de tu literatura, ¿no?
-Todos mis ex quieren estar en mis libros. Me dicen “no vayas a escribir esto” y por dentro sé que se mueren de ganas de aparecer. Además, en todo caso a los que escracho son a los que hicieron las cosas mal. Si te portás bien, no hay nada que contar.
-En Adiós reflexionás mucho sobre el amor. Helena dice que un amor ideal sería un amor en el cual uno pudiera hablar como mejores amigos y coger con la intensidad de los amantes. ¿Pensás que a cierta edad uno ya deja de buscar eso y lo que más busca es estar tranquilo?
-Siempre digo que la felicidad es estar tranquilo.
-Sin embargo, siempre tuviste relaciones muy intensas.
-Bueno, esto lo digo ahora que tengo 35. De cualquier forma, yo si estoy en pareja sigo queriendo que esa persona me provoque cosas. No quiero estar con una persona con la que me dé igual estar. Porque como disfruto mucho de estar sola, si voy a estar con alguien, tiene que ser más divertido e intenso que estar sola.
-¿No te cuesta estar sola?
-Para nada.
-¿Nunca te costó?
-Bueno, siempre tuve el deseo de estar en pareja. Ahora ya no tengo ese deseo. En el pasado, cuando estaba sola, pensaba que había algo mal en mí. Tenía un hueco que necesitaba llenar con una persona, ahora ya no tengo huecos. Quiero amar con intensidad, pero sé que la persona que esté a mi lado no va a venir a llenar ningún hueco porque no lo hay. En todo caso va a venir a acompañar esta linda experiencia que estoy viviendo yo. A la vez me pasa que nadie me llama la atención, hace tres años que no me gusta nadie.
-¿Pero tenés contacto con el exterior o estás muy metida dentro de tu propia burbuja?
-Estoy muy metida en mi burbuja. Hay días que ni salgo de mi casa.
-No salís mucho al exterior, pero sí estás mucho en las redes. Estuviste un tiempo fuera de las redes sociales, ¿qué aprendiste de esa experiencia?
- Con las redes sociales todos somos como robotitos mirando todo el tiempo para abajo y cuando uno levanta la mirada, existe otro plano de las cosas. Aprendí que tengo una adicción muy fuerte al teléfono. Me pasó casi todos los días más de siete horas mirando el celular.
-¿Qué es lo que más mirás?
-Cada vez menos Twitter, Instagram un montón y después contesto muchísimos mensajes. Aunque veas que mi feed no se mueve mucho, yo estoy en Instagram. Bueno y obviamente uso mucho WhatsApp.
-¿No las ves como una pérdida de tiempo?
-Sí, estoy esperando que pase lo de Adiós para volver a irme. No quiero vivir así, yo soy una esclava. Pero también me pasa que ya me siento aislada así, qué me queda si también me voy de las redes. ¿Con quién hablo?
-Con tanta red social, ¿pensás que es cada vez más difícil encontrar un amor sano?
-Para mí está buenísimo ver cómo interactúa la otra persona. Enseguida te podés dar cuenta si es un pelotudo o no. Igual, como mis parejas no han sido muy activas en redes sociales, nunca tuve muchos celos por eso. La verdad es que no le doy mucha pelota a las redes sociales de los otros. Fijate que en el mío no pongo casi nada, apenas hay una foto de mis hijas y recién ahora empecé a compartir mis lecturas.
-Nombraste a tus hijas, ¿la maternidad te deja tiempo para hacer el resto de las cosas que querés hacer?
- La maternidad, como todo lo que hago, me la tomé muy en serio. Me leí todos los libros que existen sobre maternidad porque quería ser la mejor y quería que mis hijas fueran felices. Creo que hice un muy buen trabajo, pero sacrifiqué mucho de mí. Durante cinco años de mi vida desaparecí completamente y solo me dediqué a ser madre. Eso, para Cielo mujer, no estuvo muy bueno, pero sí para mis hijas. Yo hoy las veo y siento que valió la pena. Todo el mundo cuando las ve me dice: “es obvio que a estas chicas las criaste vos y son así porque vos siempre estuviste ahí. Por eso, estoy orgullosa de haber hecho ese sacrificio. Y ahora las disfruto más porque están más grandes, tienen 10 y 9 años, ya charlamos y salimos juntas a comer. La maternidad me pegó mal al principio y ahora me hace muy feliz.
Gentileza de Revista Quid.
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Patos
Siempre me viene cuando tengo algo divertido, o un viaje o, bueno, digámosle “evento”, para que encierre todo. Y casi nunca estoy preparada. Y siempre tengo que llamar a Pau o alguna otra para ver si puede comprar un paquete de toallitas en el camino. Qué paja. Estoy mal seteada.
Así que cuando Pau llegó con el paquete, lo primero que hice fue ir al baño a cambiarme. Estaba hasta el borde, pero zafaba. La que no zafaba era mi cara, que vi cuando me subí la bombacha y me miré al espejo. Dios. Nadie te dice cuando estás hecha verga? Estos son tus amigos? Nota a mí misma: revisar mis amistades.
Sabía que algunos ya estaban pidiendo los primeros Ubers. Los más ansiosos, los más ratas, los que ni en pedo pagaban entrada. Los más sobrios. Yo no era de ese grupo. Nunca soy de ese grupo.
Alguien tocó la puerta. “Qué”, dije. “Flor?” “Qué”, volví a decir. Dolo abrió la puerta y se metió al baño conmigo. Dolo y yo siempre meamos juntas. Hace años. Desde la época del colegio. Creo que ver a alguien más mear sería raro, pero con Dolo es como natural ya. Yo me sacaba el maquillaje para pintarme de nuevo -cosa que no es recomendable hacer en este estado- mientras Dolo se secaba la concha, y tiraba la cadena. “Dame, estás muy ebria. Yo te pinto”. “Boluda, qué asco, lavate las manos”, y alguien de afuera tocaba la puerta. “OCUPADO”, dijimos a la vez. Dolo se lavó las manos e hizo lo que pudo con el lienzo que le di, que es decir mucho. Me miré con atención. Nunca voy a lograr hacer un smokey eye. Cada cual tiene sus habilidades. Dolo sabe hacer un smokey, y yo sé fondear. Y ella no. Es como que se ahoga. Es medio pelotuda. Con los remedios le pasa lo mismo. O sea, no pelotuda, pero torpe. No, o sea, no quiero que se malinterprete, porque después queda como que les digo “pelotuda” a mis amigas, y tipo, nada que ver, la re amo a Dolo. Ay, estoy muy en pedo.
La miro a Dolo, mientras se pinta los labios con un violeta oscuro que me encanta pero que a mí nunca me quedaría bien, Yo soy más del nude -del rosita color piel, al marrón, tal vez un bordó, pero más tirando al rojo-. Ella es más oscura en su look. “Vamos”, me dice, y mi cuerpo va. No tengo poder de decisión cuando tomo de más. Voy así como a control remoto de quién me da la orden.
Dolo me llevó del brazo hasta el ascensor. Cada una con su vaso viajero de cerveza. Y ahí no me acuerdo de cómo fuimos. Si taxi, Uber, bondi... la verdad... ni idea. Lo siguiente que me acuerdo es que estábamos haciendo la fila para entrar a Aventura con todos ya. Se ve que encontramos a los que habían llegado primero y nos habíamos evitado hacer la fila, que era una cosa impresionante; o sea, daba la vuelta en la esquina. Pasa que Aventura era un boliche nuevo que era de los mismos dueño de Ruta Cien, y Ruta Cien la rompe fuerte. Así que cuando salieron las entradas para la primera de Aventura se agotaron al toque. Y después, la gente entraba hasta cierto cupo. Nosotros no habíamos sacado anticipada, pero éramos de los primeros de los siguientes.
Aventura estaba bueno. Duró poco. Lo clausuraron porque la birra tenía algo. Todos salíamos muy drogados de ahí. Y alguno se ve que se puso la gorra y llamó a inspección, y un día salió en la tele, y sí: había alta fafafa en la cocina, atrás de la barra, y con eso era como conseguían que la clientela quisiera comprar más y más porque era como que te daba sed, pero como estabas escabio no te ibas a dar cuenta de que era lo que tomabas lo que te hacía dar sed. En fin, el boliche duró poco. Pero esa noche estuvo muy bueno. Nosotros no compramos alcohol en los boliches. Por lo general nos conformamos con lo que tomamos en la previa. Y por ahí fumamos algo en la fila antes de entrar.
No nos revisaron la cartera, lo cual era raro, porque en nuestra época, lo común es que te revisen para ver que no entres cosas peligrosas ni tu propio alcohol.
Pasamos gratarola y nos fuimos a recorrer. Igual yo ya descubrí que lo divertido me pasa cuando estoy sola, cuando me pierdo en el boliche, en el interín en que busco al resto del grupo. Así que me fui al baño sin avisar, para que nadie me acompañara.
Los baños estaban llenos de gente. No se podía estar. Nadie conocía el concepto de “fila”, y no había “muchacha” de las que te dan papel higiénico y te dicen a cuál cubículo pasar y que “acá no se puede coger”. Como había hecho en casa justo antes de salir, no me molestó mucho dar media vuelta y salir de ahí, y me dispuse a recorrer.
Era complicadísimo, casi imposible diría, que me volviera a encontrar con Dolo, Pau y Jose, porque Aventura tenía tres pistas, un VIP y dos terrazas. Más los pasillos, que vieron que mucha gente usa el pasillo como pista. Literalmente, un hormiguero.
Salí a la terraza atrás de un grupo de chicas que tenían pijas en la cabeza. Se ve que estarían de despedida de soltera. Pasaban house. Me gusta el house. Me da buena vibra. Mientras caminaba, meneaba un poco la cabeza al ritmo de la música, hasta que vi que, sentado en el borde de un cantero, un Tincho dejaba la vida para no vomitar. Miré a ver si estaba con amigos, pero estaba tan solo como yo, así que fui a asistirlo. Le saqué el porrón de la mano y lo apoyé en el piso, me senté al lado de él, y le grité al oído -para que mi voz pasara la música- “Querés vomitar?”, “Tengo un pato re atravesado, boluda, pero está mi ex y no quiero que me vea así”, me balbuceó. Lo levanté del brazo y lo llevé hasta la puerta. Le pregunté al patova si iba a poder volver si salía. Me dijo que no. Le pregunté si podía mirarlo desde adentro hasta que vomitara y volviera. Me dijo que no. Que si él salía, lo mismo valía para él: no volvía. Entonces le dije “Igual te sentís mejor, no?”, “Sí”, me dijo él, tratando de mantenerse en pie, y le di las gracias -por nada- al guardia. Subimos las escaleras y nos escondimos en uno de los VIP que estaba vacío, atrás de un sillón. Le dije “Querés vomitar todavía”, “Boluda, tengo un pato recontra atravesado”, me volvió a decir. “Largalo, boludo”, le dije. “No puedo”, me dijo, y me empezó a decir lo de la ex, y le dije, “pelotudo, estamos solos, abrí los ojos. El chabón abrió los ojos -nunca alguien tan chino, amigo convidá-, y miró a su alrededor. “Igual no sé, no puedo. Es como que está pero no está”.
Esta parte es muy asquerosa, y preferiría no contarla, pero es clave para lo que viene después, entonces no puedo omitirla. Cuestión que el boludo no podia caldear pero se estaba por morir atragantado con su “pato”. Y, yo, samaritana, le hice abrir la boca y le metí los dedos en la garganta hasta que salió el zoológico entero.
Me da mucho asco seguir. Necesito hacer una pausa. Real que ahora siento náuseas yo.
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cortes de energia
Veníamos a mitad del viaje hacia casa cuando mi marido, Carlos, me mando un mensaje para hacerme recordar que tenia que buscar plata del cajero automático para poder pagar la matriculas de los chicos. Mis hijos tienen 5 y 3 años, el menor esta empezando el jardín mientras que su hermano ya esta terminándolo. Busque la altura de luro para darme una idea de donde estaba, recién habíamos pasado el authogar, asi que todavía tenia unas cuadras hasta llegar al banco, mientras penetraba en la oscuridad creada por la falta de luz artificial y el abrazo de la noche.
Cuando llegue a 3 arroyos y luro, el corte se hacia notar en las 4 direcciones cardinales, asi que decidi bajar a mis hijos conmigo para no preocuparme por ellos durante el tramite. Bajamos y entramos al banco, la puerta se desbloquea con la misma tarjeta con la cual se hace la transacción, al igual que la gran mayoría de los bancos.
Tenia que sacar la plata de mi cuenta y la de mi marido, pues la matricula de ambas colegiaturas son realmente caras. Asi que entre con ambos niños, deje la cartera con la billetera en el pequeño descanso que estaba a la izquierda de las maquinas de efectivo. Meti la primer tarjeta en la maquina y cuando estaba poniendo el monto que debía sacar, la alarma del auto se disparo.
Corri hacia la puerta con solo la llave en mis manos, atravesé la puerta y vi que la alarma se había disparado sola, el auto estaba intacto. Cuando apague la alarma con el botón que se encuentra en el llavero, escuche el click de la puerta que se cerraba tras mis talones, dejándome en la oscuridad absoluta del corte de energía.
Busque desesperada las tarjetas en mis bolsillos, los revise uno a uno, una y otra vez, sentía los ojos saliendo de sus cuencas, las manos solo podrían haber sentido las tarjetas porque no eran capaces de sentir otra cosa. En un instante cai en cuanta donde se encontraban las tarjetas, una estaba en mi billetera, que se encontraba en mi cartera, en el pequeño labio de acrílico y alumnio que se disponía de un lado del cajero. En ese mismo cajero se encontraba la otra tarjeta.
Corri desesperada hasta el auto, suponía que ahí se encontraba mi celular, con el podía llamar a emergencias y que me ayudaran a sacar a mis pequeños hijos de su aislamiento, aunque ellos quizás por el momento no sentían miedo , ni preocupación, ellos seguían jugando. El auto estaba vacio, en realidad estaba lleno de porquerías pero mi celular no estaba, claro lo había dejado en mi cartera, al lado de la billetera, todo porque tenia miedo de dejarlo en el auto y que por el me rompieran una ventanilla. Insulte al cielo en un grito ahogado, no podía asustar a mis hijos, estaba en pánico. Me tranquilice, tenia que pensar en algo, no podía irme a buscar a nadie eso era obvio. Tenia que pensar algo, pero primero me tranquilice. Puse las balizas y prendi las luces altas del coche, eso iba a llamar la atención. Después me acerque respirando en profundas caladas, no tenia que perder el control. Una vez que estaba en la puerta de vidrio, seguramente algún tipo de vidrio de alta seguridad, le di pequeños golpes para llamar la atención de Leandro, mi hijo mas grande. Me grito – entra mama!- sin dudarlo mientras seguía moviendo el juguete robot en el aire como si viajara a través de olas.
-necesito un favor lean, podes abrir la puerta?- le dije con cara de póker total, no podía mostrar mi miedo.
- ay mama, para que queres eso?- dijo con su tono de “porque…”
-mira, quiero saber si vos sos tan grande como para poder abrir esta puerta que es de gente grande.-no era una mentira tan mala, pensé que podía llegar a funcionar- si podes, es porque ya sos grande!
-pero estoy jugando ma…- me miraba con cierta mirada de intriga- bueno, seguro soy grande.
-dale, apurate amor.- como hacia para que no se asuste, con el pavor que sentía en ese momento.
Se paro, y camino hacia la puerta, en el transcurso dejo caer el robot con el que jugaba. Me miro y de puntitas de pie intento llegar al picaporte, era de esos bolita. No lo logro, me miro a los ojos, con solemnidad y murmuro – no soy tan grande.
Y ahora que podía hacer, porque ahora tenia a Leandro preguntándome porque no entraba, y el mas chiquito, Alexis, estaba empezando a preocuparse o eso daba a entender su rostro. Les dije que no pasaba nada, que tenían que fijarse si podían alcanzar mi cartera, que ahí estaba la solución. La cara de ambos ya era de angustia, fueron y saltaron hasta que sus pequeñas piernas no pudieron saltar mas, eran muy chicos como para llegar al metro y medio del estúpido mostrador.
Los nenes empezaron a llorar, la angustia se volvió miedo y el miedo llanto, yo no estaba mucho mejor que ellos, ya que mientras los intentaba calmar, las lagrimas corrian por mi mejillas sin parar. Encima la oscuridad era cada vez mas profunda, y las estrellas eran lo único que se podía ver en la distancia. En ese momento escuche a alguien.
Venia silbando, cuando me vio salir del costado del banco se detuvo de inmediato. Le grite por ayuda pero el joven me miraba de forma extraña, miraba con los ojos ocultos en su cráneo, con la mirada casi tan negra como el escenario que teníamos de fondo. Le volvi a gritar que me ayude, si tenia un celular, si podía llamar a la policía, el no respodio nada mas que una sonrisa. La luz del cajero apenas nos llegaba y las del auto nos permitían vernos intermitentemente, no podía verle mas que la sonrisa cuando susurro
–dale pelotuda dame guita.
-por favor, no tengo nada, necesito que me ayudes- le sollozando, casi sin voz.
- dale dame algo, dame las llaves- empezó a levatar la voz- LAS LLAVES!
-no para, necesito que me ayudes- dije mientras que me tire contra el, casi rogando su clemencia.
- QUE HACES?!?- gritodando un paso atrás- DAME LAS LLAVES O SOS POLLO!
Tire las llaves para atrás, a la oscuridad, mientras que escuchaba a mis hijos llorar porque no podían verme. El sujeto vio el movimiento y saco de su bolsillo algo metálico y finito, como una lapicera. Di un solo paso para atrás cuando me ataco, a la mitad de la trayectoria de su golpe pude notar lo que era realmente esa lapicera, era una simple bombilla con la parte de atrás rota, como un pequeño tuvo de metal. El golpe fue certero, y a esta altura creo que también es mortal, me hizo retroceder unos cuantos pasos hasta que quede nuevamente de frente a la puerta del banco, frente a la vista de mis hijos. Me había golpeado la base del cuello, del lado izquierdo, sentí un calor bastante extraño mientras retrocedía, pero al ver la cara de Leandro note que ese calor era sangre que brotaba como un manantial y había empapado casi en su totalidad mi remera de algodón, que por su color crema ahora era de un rojo muy intenso. El tipo me vio caminar hasta la puerta, y cuando volvió a avanzar sobre mí, vio de fondo a mis hijos golpeando la puerta y gritando, se quedó inmóvil. Dio un paso atrás con los ojos como platos mirando todo, tenía ojos después de todo, y eran azules casi eléctricos. Se agacho a agarrar la llave, todo mientras me miraba con los ojos muy abiertos, llenos de lágrimas pero sin poder gesticular nada, levanto las llaves, giro sobre sus talones y corrió al coche. No hace falta decir que el tipo se robo mi auto, todo mientras estoy sangrando y viendo a mis hijos gritar desgarrados.
La luz volvió, recién acaba de iluminarse todo, espero que sea cierto y no producto de mi mente. Veo todo con mucha definición, y escucho a mis bebes gritarme que vaya con ellos, me lo piden por favor pero no puedo hacer nada, les digo que los amo, se los repito mientras siento salir la sangre entre mis dedos, les digo que va a estar todo bien, la verdad es que no lo se.
Un grupo de jóvenes vienen caminando, solos en la desolación del domingo, me ven tirada y veo que gritan pero no los puedo escuchar. Veo que llevan su mano con algo a un lado de su cara, pero no veo que es lo que tienen, quizás se agarran la cara con horror. Giro el cuerpo y veo a mis pequeños lean y ale, los veo y les grito que los amo, pero no puedo escucharme, vuelvo a gritarlo…
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no quería esconder toda esa furia detrás del read more porque adivina qué? es mi blog y si no querés que te “joda” (aunque no te debería joder porque no es una opinión, es mi vida personal y estoy contando cómo me siento y si no lo querés leer lo podés saltear y seguir viviendo) no lo leasss pero bue terminó siendo bastante largo y me re calenté con dos minas y las putié a toda furia con capslock y ya se que estoy medio loca pero no quería parecer TAN loca con todos estos desconocidos, que incluso aunque seguro no entienden castellano pueden ver todo el capslock y se enteran igual que soy una desquisiada. así que nada. eso
acabo de caer recién hoy pero me di cuenta de que pensaba todo el tiempo “el año pasado estaba re deprimida y no sé qué onda pero ahora estoy feliz porque tengo esperanza para el futuro (?? aunque me sienta RE anestesiada y toda experiencia social or otherwise que tenga me deja sintiendo re vacía” y seguro es porque en realidad SÍ estoy deprimida pero me distraigo con fantasías escapistas de irme a vivir a córdoba o al sur o me creo esa de que “cuando empiece la facultad me voy a hacer amigos, voy a conocer gente, etc” cuando sé MUY bien que nada que ver, que soy una fría de mierda, que soy tímida, que soy difícil de querer y tengo una personalidad medio chocante y opiniones super controversiales que hacen que me odien mas o menos las 2 facciones políticas en las que está dividido este país de mierda (que se está hundiendo más rápido que el titanic pero ni ganas de irme a un país europeo donde seguro me muero sola y ADEMÁS alejada de mi familia) x igual lmaooooo. yo sé que cuando la gente me conoce, incluso si soy la que da el primer paso, la que empieza la conversación o lo que fuera (que no pasa casi nunca) no caigo bien de todas formas. no sé si es porque soy muy “fría” o NO SÉ. tal vez es xq me cuesta un tiempo no sentirme incómoda o fuera de lugar, entonces tardo en ser realmente yo con la gente. también por algo pierdo tanto tiempo de mi vida leyendo fanfics románticas como reemplazo de vida social (ie: amistades - que ADEMÁS!! perdí a los pocos amigos que me quedaban de la secundaria, o sea que no me voy a hacer amigos ni en pedo pero además....no me queda ninguno jaaaaaaaaa y ENCIMA NO SUPERO LAS AMISTADES PERDIDAS. “PERDÍ” A UNA AMIGA HACE 3 AÑOS. ES UNA TREMENDA HIJA DE PUTA PERO SIGO SIN PODER SUPERARLA. ME GUSTARÍA DECIRLE A LA CARA “SOS UNA FORRA. POR QUÉ ME HICISTE CREER QUE TE IMPORTABA CUANDO NADA QUE VER? CUANDO APARENTEMENTE CASI NADIE TE DABA BOLA CUANDO TE FUISTE AL PRIMER MUNDO MENOS YO?? CUANDO YO LE PUSE ONDA A NUESTRA AMISTAD Y VOS NO ME DIGNABAS NI CINCO MINUTOS DE TU TIEMPO PARA RESPONDERME UN PUTO MENSAJE EN WHATSAPP FORRA!!! POR QUÉ NUNCA FUI LO SUFICIENTEMENTE BUENA COMO PARA VOS?? POR QUÉ NO ME QUISISTE?” PERO NO PUEDO!! PORQUE TE MUDASTE A OTRO PAÍS HIJA DE PUTA Y YO SIGO ACÁ CON EL PESO DEL RESENTIMIENTO Y NO PUEDO HACER NADA PORQUE HASTA HACE POCO [REDACTED] TE SEGUÍA MENCIONANDO EN CONVERSACIONES Y TE SEGUÍA DEFENDIENDO Y HABLANDO BIEN DE VOS... CUANDO LE TIRASTE MIERDA POR AÑOS!!! Y CUANDO SE VOLVIÓ LOCA HACE UN PAR DE MESES ME PUTEÓ PORQUE TE SEGUÍA BASUREANDO CUANDO SABE QUE LO HAGO DESDE UN LUGAR DE ESTAR MUY DOLIDA Y SABE QUE TE LO MERECÉS POR TREMENDA FORRA QUE FUISTE Y SEGURO SOS. ADEMÁS TE COMPRASTE UN AUTO BURGUESA DE MIERDA ESPERO QUE TE APLASTE LA VIDA FORRAAAAA. Y VOS, HIJA DE PUTA NÚMERO 2!!! POR QUÉ CUANDO NOS CONOCIMOS NO TE TATUASTE EN LA FRENTE “NO FRATERNIZO CON PERSONAS QUE NO PERTENECEN A LA COMUNIDAD [REDACTED]” ASÍ ME AHORRABAS BANDA DE TIEMPO?? ME ENCANTARÍA IR HASTA LA FADU Y PODER DECIRTE A LA CARA LO SORETE QUE SOS Y QUE TENDRÍAS QUE HABER PUESTO LA JETA CUANDO YA NO TE IMPORTABA MÁS Y DECIRMELO!! PERO NO, PORQUE SOS UNA FORRA CAGONA Y OPORTUNISTA. Y COMO EN EL OTRO CASO YO SIGO ACÁ COMO UNA PELOTUDA, GUARDÁNDOME TODO ESTE RESENTIMIENTO Y FINGIENDO QUE ME SIENTO BIEN Y QUE NO NECESITO A NADIE PERO ME SIENTO PARA EL ORTO Y NO TENGO A NADIE Y ESTOY SOLA. Y NO ME IMPORTA NADIE. NO PUEDO SENTIR NADA POR NADIE LA CONCHA BIEN DE TU HERMANA- y posibilidades de relaciones románticas, que, de vuelta, tampoco voy a poder concretar dado a que no me puedo acercar a nadie, e incluso si pudiera sería una relación re inestable porque tengo tremenda cantidad de problemas emocionales. Básicamente, me escondo detrás del hecho de que no me estoy sintiendo para el orto en este preciso momento, pero para mí que es porque estoy postergando todas mis preocupaciones y tristezas y toda la bola. y seguramente vaya a tener a major mental breakdown en algún momento del futuro, seguramente cuando esté bajo mucho estrés, como x ej cuando tenga que rendir algún final. y no sé qué hacer? voy a pasar toda mi vida sintiendo como que no estoy mal pero podría estar mejor? me voy a sentir toda la vida como un fantasma? no voy a tener a nadie? voy a estar sola toda la vida? voy a tener este nivel de sutil insatisfacción crónica toda la vida? sabés como se siente eso? como un dolor menstrual. está tan lejos de la superficie que es como que se siente sutilmente pero igual molesta un montón. reitero, no es que la esté pasando particularmente mal, pero básicamente me preocupa mucho que todo esto sea realmente porque no sé cómo procesar mis emociones y al mismo tiempo estoy preocupada a nivel superficial (porque aunque me preocupa no puedo lidiar propiamente con esto porque...no sé. nunca llegó. es como si mi cerebro dijera “no tengo tiempo. ahora no”, entonces me distraigo con otras cosas. es como que LÓGICAMENTE, sé que esto me preocupa, pero nunca siento la sensación de ansiedad. bah no siento tantas cosas. a veces lloro pero nunca parece real.) de que me sienta así toda la vida. siento que voy a estar esperando que pase algo bueno y se me va a ir la vida así. EL SUBIDÓN EN LA MONTAÑA RUSA DE LA VIDA NO LLEGA MÁS :))))))))))))))))))))))
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carta abierta a la comunidad LGBT+
querida “comunidad” LGBTIQP y todas las letras que olvide: qué mierda pasa acá? o sea, les pregunto porque ustedes están más experimentadxs en todo esto de la teoría que yo yo simplemente soy una trava enojada que no ha leído muchas cosas entonces ustedes por ahí me pueden explicar un poco mejor en qué momento se volvió todo tan de mierda? cuándo fue que entraron tantos pakis y tanta gente que no entiende nada? en qué momento empezaron a acaparar NUESTROS micrófonos? por qué ahora protestar contra el régimen político cuasi dictatorial que es la heterosexualidad se convirtió en un extremismo digno de condena? cuándo se volvió la norma hacer que lxs pakis se sientan cómodxs y bienvenidxs cuando ellxs nos echan de todos lados? por qué de repente hay tantos infiltrados? tantos policías, tantos moralistas, tantos abusadores asquerosos que se meten a hacer sus mierdas en espacios que se supone que son SEGUROS? y sobre todo, POR QUÉ CARAJO LOS DEFIENDEN? por qué la gente que se supone que debe estar de mi lado me bardea cuando escracho al machito sorete que se zarpa con mis amigxs? realmente no quiero decir que “se vendieron”... pero SE RE VENDIERON WACHX, QUÉ ONDA? les juro que me da una re bronca nunca tuve tanta bronca de ver cómo un movimiento va en contra de sus principios de forma tan evidente y alevosa nunca me sentí tan vulnerable, tan pelotuda por confiar, tan poco representada a mí, honestamente, el feminismo, la comunidad, como quieran llamarle a esta pelotudez, también me dejó tirada me dejó tirada por políticas que se dicen pragmáticas pero no son más que transar con el enemigo me dejó tirada por las estrellitas de la “disidencia” me dejó tirada, en suma, por una pija una pija que será muy linda pero es una pija HETEROCIS y sobre todo una pija VIOLADORA y me siguen dejando tirada todo el tiempo siempre por una nueva así que es con hondo pesar que presento mi renuncia indeclinable a la comunidad porque no quiero marchar al lado de gente de mierda nunca más en mi vida este sapo no me lo vuelvo a tragar y quiero asegurarles mientras me voy que no voy a ser la única que pronto muchxs pibxs más van a irse a la mierda también y vamos a formar una vanguardia que realmente luche por lo que queremos, que es NO MÁS MACHOS QUE NOS DIGAN QUÉ HACER y sepan que por más que quieran ser recordadxs para la posteridad como lxs Sylvia Rivera de nuestro siglo a menos que dejen de dejarnos en banda, la historia lxs registrará como aliadxs del enemigo porque ESO es lo que son y NO otra cosa. RENUNCIO. SORRY, NOT SORRY.
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No estoy tan mal después de todo.
Había empezado con una invitación casual de mi mejor amiga. Un jueves. De la nada salta su mensaje en mi pantalla “¿Vamos a la run?”. Consternada, porque el año pasado habíamos ido y no nos había gustado. Hablando un poco mejor, mi pregunta salió a flote “¿Qué te pinta con ir ahí?”, me manda un evento, publicidad, lo que sea, un chico lindo tocaba la batería el sábado 11. Ahí entendí todo, obvio que le dije que me prendía. Ella llevaba a un amigo, yo le pregunté a los míos pero ninguno estaba disponible. El sábado 11 de febrero yo estaba en su casa a la noche. Ni siquiera me arreglé tanto, la humedad mataba, especialmente a mi pelo. Me puse una remera negra corta, un short negro y unas sandalias, tan común como suena. Me pinté los labios únicamente. Se hizo la hora, fuimos en taxi y pasamos a buscar a su amigo. Charlábamos, y yo tenía una extraña pero agradable sensación en el interior, algo que me decía “hoy va a pasar algo re copado, tranquila”. Llegamos al bar, subimos a la terraza, estaba hermoso; las luces como esas de navidad, entre las plantas de exteriores, pequeñas mesas decoraban. Pedimos una cerveza, yo estaba muerta de hambre porque no alcancé a cenar pero no me importó. Y hablamos y hablamos hasta que una llovizna comenzó a caer. La disfrutamos un ratito hasta que decidimos meternos adentro, sobre unos sillones grandísimos. El baterista lindo entró en escena, mi amiga viéndolo directamente, yo a veces lo miraba haciéndome la pelotuda (que me sale re bien). Su amigo llamó a otro amigo, ahora éramos cuatro, hablando de cualquier cosa. Los tragos me cayeron de regalo, obvio que aproveché. Se hicieron las dos y media de la mañana, más o menos. Bajamos, ahí siempre se pone como boliche y la gente es buenísima. No quería decirlo antes, pero estaba animada. Y bailamos y en un momento mi amiga me dice que otro baterista estaba cerca pero que no alcanzaba a verlo bien. Yo (como buena caradura) pasé mi brazo sobre sus hombros y la dirigí hacía el grupito de este nombrado, sin embargo, no lo miré a él y tampoco a los que estaban a su lado. Seguí de largo hasta el baño, me solté de ella porque otro chico venía a hablarme. Sentía detrás una animosidad que me pareció extraña. Dejé de hablar con este y fui en busca de mi amiga. La encontré a ella y a los otros dos chicos en una esquina. Me tomó de los brazos y comenzó a gritar “boluda, ¡Milton me saludó!”. Yo salté y grité de la alegría junto a ella, pero no terminaba de entender quién era Milton. Terminamos de festejar y fuimos de vuelta a bailar.
En un momento, mi amiga se separa ligeramente del grupo, la veo de repente hablando con un chico. Al segundo también veo que ambos me miran, me señalan, mi amiga me agarra del brazo y me dice rápido al oído “haceme la segunda”. Yo no entendía por qué hacerle la segunda, sólo había visto a ese chico. Pero en cuanto me agarra del brazo y me posiciona en el lugar, a mi lado estaba otro. Lo miré y la paz de la que tanto hablan los budas se hizo presente en mí. No habíamos hablado y ya sentía su alma, su energía, su todo. No estaba mirando su cara o su imagen en general, juro que vi su alma. Y la tranquilidad se apoderó de mi (yo que rebalso de energía, ansiedad y estrés) y puedo jurar que fue una de las sensaciones más hermosas que sentí en la vida. Me habló, me dijo su nombre, y desde ahí nos contamos buena parte de nuestra historia. Hasta nos quedamos solos en un rato, los otros fueron por cerveza. Pero los encontramos cerca del final, ya nos echaban (literalmente) del establecimiento. Con mi amiga la hacíamos fácil siempre, íbamos afuera y esperábamos un taxi que nos llevara hasta su casa (mi otra casa). Pero salimos a la vereda, pleno centro, cinco y media de la mañana. Ahí entendí que este chico era el tal Milton (el baterista que apareció segundo), quien nos insistía en que vayamos a hacer after a su departamento. Pero mi amiga y yo nos entendíamos con una sola mirada. Decía que estaba cansada y me clavaba los ojos, pero yo en ese momento volaba, parada al lado del señor paz. Él nos miró a ambas, haciendo caso omiso a su amigo, entendió y musitó: chicas, no hay drama, podemos hacer algo otro día, las alcanzo hasta tu casa. “Ah, tiene auto” habremos pensado. Caminamos hasta ahí, yo creyendo ingenuamente que iba a estar sentada atrás con mi amiga. Me ganaron de mano los tórtolos, se sentaron ellos dos atrás. Me dejaron adelante con el otro. Y me senté y juro que me dormía de la tranquilidad que tenía, parecía que todo lo que se desprendía de él era seguridad, pero para mí. Y cuando arrancó, el auto se dividió en dos galaxias diferentes. Los de atrás en la suya, nosotros en la nuestra. En una, Avril Lavigne saltó en la radio y, como si fuera magia, los dos empezamos a cantarla al mismo tiempo. Yo hice un baile estúpido y él se rió (la risa más tierna que escuché). Me dijo entonces: dale, cantala. Porque le había comentado que estoy estudiando traducción en inglés. Yo le respondí que no, que me daba vergüenza y él volvió a reírse. Paraba en los semáforos y me miraba de reojo, yo siempre con la vista hacia adelante pero con la sensación que me daba estar a su lado. Hablamos mucho más, agarró su celular y me mostró fotos de su Beagle. Resultó ser tan fanático de él como yo de mi gata, Violeta. Qué lindo fue hablar así. En una se perdió porque no conocía bien la zona, estaba preguntando molesto las calles porque nadie de atrás le respondía, hasta que escucho un ruido y dos segundos después me doy la vuelta para preguntar las calles. Los de atrás la estaban pasando bomba, vale aclarar. Me volví hacia mi asiento y me hundí, la cara bordó. Él me miró extrañado y se dio vuelta para reafirmar lo que me había causado a mí. Noté que se hundió en su asiento y los dos nos empezamos a reír.
Llegamos a la casa de mi amiga, lo saludé. Ellos esperaron en el auto hasta que entramos, hasta que estuvimos sanas y salvas.
Al día siguiente, Domingo, no pudimos evitar preguntarnos mientras desayunábamos “qué habrán dicho cuando nos bajamos del auto” y así, miles de preguntas. Por primera vez en mi vida, no pensé mucho acerca del chico, sólo seguía sintiendo la extraña sensación de tranquilidad que me había dejado, como si todo estuviera bien, como si yo pudiera hacer todo lo que me propusiese.
Un par de días después, yo estaba haciendo tarea de inglés en el jardín de mi casa y mi amiga me manda mensajes totalmente eufórica “boluda, ¡Federico pidió tu número!”. Instantáneamente, dejé lo que estaba haciendo para responderle “¿Qué? ¿Cómo que lo pidió?” y entonces me manda parte de su conversación con Milton, donde le decía que Federico quería mi número porque el sábado se había colgado en pedirlo. Ella me pone que ya se lo había mandado y a los minutos me llega una notificación, de un número desconocido. Sonreí. Estuvimos hablando por no sé cuántos días seguidos y hace lo que no me había esperado, las certeras indirectas. De pelotuda le evité una indirecta para salir un viernes, de pura y exclusiva pelotuda que soy. Dejamos de hablar. Es sábado y yo estoy de mi amiga. Es domingo y sigo ahí, quieren arreglar para ir al cine. Milton hace grupo de whatsapp pero no tiene mi contacto y Federico enseguida me agrega. Empezamos a hablar sobre qué película ver pero el señor paz sólo escribe algo cuando yo lo hago, y nos reímos y nos tiramos indirectas de vuelta. Resolvimos juntarnos a las cinco y media de la tarde. Federico nos pasa a buscar, entramos en la parte de atrás y no niego en que la situación fue un poquito incómoda.
Llegamos a destino y, luego de bajar, fue todo muy evidente. Mi amiga con su chico, yo con la tranquilidad, caminando a la par. Nos reíamos porque ellos ya estaban de la mano (ahí se hizo evidente también nuestra idea con respecto al cariño). Entramos al cine, una cola bárbara. Nos ponemos en fila hasta que en una me salgo para ver los folletos, Federico me acompaña, nos ponemos a leer muy juntos. Volvemos, nos toca el turno pero la película que queríamos ver ya está completa. Salimos de la boletería para decidir qué hacer. Milton y yo somos muy temperamentales y nos ponemos a hablar sobre una situación suya; a Federico le causa gracia que diga “les tiraría un ladrillo por la cabeza a cada una de esas pelotudas”. Mi amiga avisa que podríamos ir al parque gigantesco que está enfrente del cine. Accedemos aunque haya un sol de la puta madre. Nos cruzamos, ellos más adelante y de la mano, Federico y yo más atrás, hablando hasta del Universo. Yo era yo, podía afirmarlo, y nunca era yo porque los nervios me ganaban. A veces nos retábamos y yo me reía, empujaba su hombro. Vamos hasta una arboleda, quedamos en el pasto, cerca. La situación se torna incómoda por las demostraciones ajenas de cariño, así que le propongo ir a caminar, él acepta enseguida, como si hubiera estado esperando que lo dijera hacía rato.
Caminamos y caminamos, a mí no me temblaba ni un dedo, mi corazón, mi alma, mi mente, todo estaba en armonía y seguía sin entender cómo es que una persona podía darme ese estado sin siquiera proponérselo. Los años de terapia se habían ido fugazmente a la mierda, cuando estuve a su lado. En un momento me pregunta sobre mi vida amorosa y le respondo riendo: nunca tuve novio, ni siquiera “algo”, estoy casi segura que debo tener algo que ahuyenta a los hombres, no sé todavía qué. Él me mira puramente sorprendido y me dice: eso no puede ser, es mentira, sos una flaca re linda. Pero lo dice tan tímidamente que no pude objetar nada, lo dijo como si se lo hubiera guardado largo tiempo. Me dice también que soy re anti, y cuando pasamos cerca de un espectáculo con mucha gente bailando con cosas coloridas, me agarra de la cintura y musita: dale, vamos, a vos que te gusta tanto la gente. Y nos reímos y yo no dije nada pero su toque estaba hecho para mí, la forma en que su mano podía encajar en mi cintura como si su único propósito fuera el de protegerme. Encontraba en su palabra y en su toque algo que no había encontrado nunca, no era una chispa electrizante que te dejaba con ganas de correr diez kilómetros, no era la sensación sexual ni la lujuria. Era sana autoría de protección, seguridad, como si pudiera decirme sin decirlo “todo en tu vida va a marchar bien, vos podés hacer todo lo que sientas, lo que quieras, lo que sueñes”.
Y se hizo de noche, sin darnos cuenta, en un momento me avisó: ¿vamos a buscar a los otros? Y fuimos, pero él pasó de largo, yo lo seguí porque no entendía. Un par de metros y se paró ahí, nos miramos, nos reímos de nuestras estupideces, de nuestras indirectas. Ya captaba que se estaba acercando disimuladamente, lo miré (con él ya cerca) y le pregunté: ¿qué hacemos? Hay que avisarles a los otros, así que decidí vos que querés hacer. Me besó, me agarra de la cara y me besa con tanta potencia como es posible. Yo no pienso acerca del beso, sino de lo que había en su interior cuando lo hacía. Ganas, muchas ganas. Pensé en cuanto se había aguantado hasta hacerlo, que tan tímido es, cuánto le costó animarse. Estamos en medio de la senda, así que nos separamos, él quiere ir más al costado, donde hay un árbol. No lo piensa, automáticamente me agarra de la mano. Ambos nos miramos, nos soltamos y exclamamos: ¿¡qué te pasa!? Cuando nos damos cuenta de nuestras reacciones iguales, nos reímos y yo me doy cuenta de lo iguales que somos en cuanto a la percepción o expresión del cariño; tan reacios, tan duros, aunque seamos buenos y amorosos. Y entonces él me vuelve a besar, volvemos a parar y yo apoyo mi cabeza en su pecho. Él se sorprende, porque es un poco frío, sin mirarlo sé que abrió sus ojos azules enormemente, hasta que lo asimila, pasa su brazo sobre mi espalda, con sus dedos puntea mi omóplato. Lo vuelvo a mirar, me vuelve a besar, ahora con más pasión. Se presiona sobre mí, agarra mi cara y en lo único que pienso no es en el beso, sino en cómo su corazón late hasta casi explotar. Su alma se pone inquieta, la seguridad aumenta, no puedo estar tan bien. Y me deja de besar y yo sonrío, él también, me sigue mirando. Dice que vayamos por los otros, para volver. Mi sonrisa no se borra, mi corazón se hace un poquito más fuerte. En el camino, ahora nosotros vamos adelante, él se ríe de lo que hablo en inglés. Yo me siento a su lado, me siento en mi propio hogar, mi corazón está adentro de una casa. Y hace eso, cuando para en algún semáforo, se da vuelta a mirarme, como contemplando mi imagen. No quería irme, no quería que se termine esto, mi ansiedad no me mataba, mis nervios no me carcomían, mi mente no me estaba jugando una mala pasada. Pero llegamos a la casa de mi amiga, quiero saludarlo, inconscientemente, me sale ponerle el cachete. Él iba más directo, alcanza a tocarme los labios. Retrocedo, porque no puedo evitarlo, no puedo dejar ir el momento; lo miro, me mira, avanzamos al mismo tiempo, nos besamos.
Al otro día, mi amiga me cuenta que, hablando con su chico, le comentó que parecía que le había gustado bastante a Federico y que dijo por ahí, que soy linda.
Conoció más de mí que muchas otras personas, él tal vez se abrió de igual forma. Pude sentir que me correspondían al corazón. Principalmente, sentí que su personalidad encajaba con la mía, por la mítica referencia de que “los opuestos se atraen”. Tiene razón, es verdad. Él es tan apacible y tranquilo como yo soy explosiva e intensa. Se toma su tiempo, me gusta eso, se toma su tiempo pero me da interés, curiosidad y, de nuevo, interés. Me provee de la calma que no había encontrado en casi toda una vida, y parece raro decirlo, más aún cuando no compartiste tanto tiempo con esa persona, pero sentí, no “pensé”, sino que sentí puramente que estaba destinada a ese chico, que mi bienestar consistía en encontrarlo, en cruzarme con él. Y no es como lo dictan todas las novelas de amor, que tenés que sentir un choque eléctrico cuando la persona indicada o la que te hace sentir bien, te toca, te habla. Supongo que es porque se trata de mí, de mí, que tengo una percepción extraña de las cosas y más aún del amor en sí. Y creo que él se parece bastante en eso. Por eso no sentí electricidad, estática, o lo que sea que ya haya estado escrito. Había paz en cada cosa que hizo, en su toque, en sus besos, su mirada, sus temas de conversación, su habla en sí. Me curó un poquito el alma, en todo ese rato. Vivo nerviosa, estresada, obsesionada, preocupada, sensible a todo, absolutamente todo. Nada de eso existió con él, aún estuviera a metros de distancia. Y podrían deducir eso como el simple hecho de la “nada”, nada en la mente, nada adentro, nada de nada. La nada se confunde, ahora es el “todo”. El total bienestar, de cada célula, de cada rincón de mi organismo. Y hubiera querido volver a hacer todo eso siempre que pudiera, especialmente despedirme con un beso.
Y hay un par de cosas que no me animé a decirle.
“Cuando te conté que me gustan las personas tranquilas, no te dije cuando te miré la última vez que vos me diste eso que busco siempre.”
“Cuando me contaste que tu papá murió, me di vuelta a mirar a otra parte, no por distraída, sino porque las lágrimas se me habían derramado.”
“Cuando me agarraste de la mano sin pensarlo, y nos soltamos al instante porque definitivamente no es lo nuestro, no hice lo que se me pasó por la mente. Quería darte la mano de todas formas y decirte: no está tan mal después de todo.”
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Enero/Junio 18
Son las 1:00 AM del 13 de Julio del 2018, la última vez que escribí fue en Enero, para registrar un momento de sanación e introspectiva increíble. Conocí a gente re recreo, conocí a una chica super linda y copada y me la gané. Las cosas fueron tan bien y tan espontaneas que nos fuimos a Uruguay juntos.
Volví y me juré pasar el resto del año así de bien como había arrancado el año y así fue, puse metas: Divorciarme, sacarme de encima definitivamente esa carga que tanto me pesa, terminar la carrera que la había dejado en el tintero y hasta se me ocurrió irme a vivir a Mar del Plata teniendo una casa a mi disposición, con la posibilidad de tener la misma vida que tengo acá en Buenos Aires, pero en allá... alejarme de todos y arrancar de 0.
Y así arrancó de nuevo la rutina... tenía mucho miedo a deprimirme post vacaciones de lo bien que la había pasado, de estar todos los dias re loco y escabio... entendí porqué los excesos son malos... porque la perspectiva de la vida en general es muy dura y llevandola drogado es mas amena. Por suerte no necesité de estar así para afrontar de nuevo la rutina y evitar la realidad de las cosas. Lo manejé muy bien.
La chica que conocí en Mar del Plata se llamaba Gisell, y me dijo cuando volvíamos para Buenos Aires que me quería seguir viendo y yo gustosamente accedí a seguir en contacto con ella porque, ¡por favor!, la había pasado demasiado bien, ¿Cómo iba a poder dejarla ir?, ¿Cómo dejar ir a una persona con la que el sexo es increíble, las charlas eran inagotables, le gustan los jueguitos, las pelis, las series, que tiene un cuerpo super esculpido... imposible.
Y así fue... ella se vino para Buenos Aires a las 2 o 3 semanas y no fue lo mismo honestamente, sentirme local no fue nada placentero, sentí que me fallaba la espontaneidad, no se me ocurrían planes, me parecía una mierda lo que tenía para ofrecerle Buenos Aires y la casa de mis viejos no era una opción porque era una chica que acababa de conocer, simplemente no daba que se hospede. Sin embargo la pilotié como pude.
Dije un par de cosas que no tenía que decir por hacerme el superado, hablé de mas de mi ex y ella lo empezó a anotar en su mente, lo cual poco a poco fue manifestándome secuencias de celos e inseguridades y lidié con ellas como poca cosa la principio, luego dejaron de ser poca cosa, la distancia encima no ayudaba, se volvió asfixiante no poder hablar cara a cara ciertas cuestiones. Yo simplemente no la quería perder porque no podía creer que me esté costando tanto algo que me salió tan natural y fluido al principio, por lo que me aferré a la idealización del verano y a que todo iba a cambiar en algun momento.
Sin embargo cuando iba para allá era distinto, me sentía super comodo, me quedaba con ella todo el fin de semana largo que enganchaba y era magia todo de nuevo, pero en el momento que volvía comenzaban los problemas de nuevo. Estabamos bien un par de dias y un par de dias mal y asi varias veces. Todo esto por inseguriades de ella, que si le contestaba una historia pelotuda a una amiga de ella, si tenía 2500 contactos llenos de gatos que ni sabía quien era, hasta me hizo elegir entre ella y la otra chica que había conocido a principio de año, Agustina.
A partir de ese momento empecé a ceder, para demostrarle que me importaba, y a partir de ahí empecé a ceder todo yo: EL PEOR ERROR.
Mayo fue un mes de mierda, mes muy largo, lleno de peleas y empecé a desesperarme por verla y dejar de pelear y fue así como creí que me estaba enamorando hasta que le dije “Te amo” por primera vez. Me acuerdo que me preguntó si estaba seguro de lo que estaba diciendo y le contesté de que si. Yo creo que se lo dije de verdad, lo tenía guardado en el pecho. Se sintió muy raro pasar de decírselo a mi ex por tantos años, a mi nueva chica. Y así fue que el proximo encuentro que tuve con ella planié decirle que sea mi novia y la muy pelotuda se auto spoileó sola el momento al ponerse a llorar porque no le dije de ser su novio el dia de su cumpleaños cuando yo tenía planeado decirselo un dia despues. Empecé a sentir todo ya re forzado, sin embargo yo le seguía apostando a que se iba a dar todo de la manera que yo quería... me puse de novio a las piñas. Ella sugirió venirse a vivir a Buenos Aires ya que se le terminaba el contrato del depto de allá para cortar con el sufrimiento de la distancia y yo se lo hice pensar, pero eventualmente terminé aceptando esa locura sumado a que le dije que quería vivir con ella: OTRO ERROR.
Vino para mi cumpleaños finalmente, la pasamos genial, se confirma lo del depto, se viene, me mudo con ella... no estaba muy emocionado que digamos, lo tomé muy a la ligera, ni siquiera hice mi valija el dia anterior, la hice 10 min antes de irme. Me cansó tanto pelear que ya en el fondo sabía que si llegaba a haber un reclamo mas, que se iba a pudrir todo... y así fue... un reclamo mas, una escena de celos y simplemente me rompió... se me fueron las ganas de absolutamente todo con ella.
Me quise morir, había dejado que venga una chica por mi desde Mar del Plata para darme cuenta que no la amaba mas o tal vez darme cuenta que no la amé nunca, que solo amé la idealización de lo que fue el verano para mi y se lo dije, fue un momento muy duro para mi, tuve que ponerme firme y ser sincero conmigo mismo y parar la bola de nieve. Me sentí como la mierda. Mi corazón decía “No Chris, no va mas” y mi cabeza decía “Pobre chica, intentalo, no seas forro”... tuve sintomas de ahogo, pseudo ataque de pánico, no se... pero esa mierda me había pasado antes de que me dejara mi ex, un dolor en la cintura crónico, mi cuerpo me estaba pasando factura, tenía que hacer algo al respecto.
Lo loco a todo ésto es que el viernes pasado que le dije ésto, como que en parte lo aceptó por mas que por otra parte esté re triste, porque manifestó re amarme sumado al dineral que conlleva una mudanza y entrar a un departamento lo cual me propuso pasar un último fin de semana en paz antes de que me vuelva nuevamente a la casa de mis padres lo cual acepté... para al otro dia decirme de hacer un viaje al sur. Atónito por ésto, acepté por mas que no tenía plata para hacer un viaje y así fue... nos fuimos... asi... super espontaneo todo como cuando nos conocimos y no paraba de pensar que romántico era todo... porque estaba terminando todo de la manera que empezó.
El viaje fue espectacular, la pasé increible, fue perfecto todo, los dos dias que estuvimos parecion tener 48 horas cada uno, el sexo espectacular y cuando volviamos, finalmente le terminé de cortar en el aeropuerto esperando el embarque... le dije que no estaba listo para una relación, que no es mi momento, lo cual es verdad, simplemente no puedo en este momento y le pedí perdon por haberle seguido la corriente del noviazgo, pero que pensé que sentía eso, pero no y al otro dia me llevé las cosas de nuevo para la casa de mis padres.
La verdad que me sentí como la mierda al hacer lo que hice, porque me recordó a lo que hizo la hija de puta de mi ex, solo que yo paré las cosas a tiempo y eso me da paz y por otro lado, por primera vez en mi vida me puse firme con hacer lo que tenía que hacer. No se como van a seguir las cosas de ahora en mas, está todo muy en la nebulosa y fresco. Capaz siga con ella solamente si es bajo mis términos, sin amor, solo para pasar el tiempo, asi de bien como cuando nos conocimos. Tendré que ver que me dice... me da igual su respuesta en el fondo, porque estoy tranquilo de hacer lo que sentí y no volver a someterme a ser un infeliz de mierda solo por no perder a una persona cuando es mas lo que me hace mal que bien.
Por otro lado estoy contento de que me está yendo bien en la carrera... empecé a tramitar el divorcio... esas pequeñas metas que me propuse apenas volví de las vacaciones. Me siento mas tranquilo en general, bajé mil cambios, estoy jugando a jueguitos en la compu, veo series, pelis, estoy re tranquilo. Espero poder dejar de perder guita y liberarme del pasado y poder hacer mi anhelado viaje a Australia y viajar tambien a ver a Every Time I Die. PD: Te odio un poco menos, pero no deja de ser odio al fin y al cabo.
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Podría pasar horas, días, semanas, meses hablando de ti.
Una vez él hace mucho tiempo me preguntó ¿como pudiste enamorarte de mi? ¿qué me viste? Y le respondí a medias, con palabras sueltas. Sin saber exactamente qué decir.
¿Cómo pude enamorarme de él? Esa es fácil ¿cómo no? ¿por qué no? Recuerdo exactamente cuando lo conocí, de hecho, fue en base a una apuesta que terminé perdiendo y el reto consistía en hablarle al hombre que ella eligiese ¿no es simpático el destino? Entre una larga lista de nombres mi amiga decidió su nombre (sin conocerlo además) para saludarlo. Él no fue muy agradable, de hecho, fue casi un cretino conmigo, tenía el ego por los cielos y usualmente como regla personal con ese tipo de gente evitaba hablar; pero por alguna extraña razón con él si quería seguir conversando. En algún que otro momento lo bajaba de la cima de su ego con pequeñas frases que a él le enojaban, pero (creo yo) que por la misma extraña razón que yo decidió seguir conversando conmigo. Con el paso del tiempo nos hicimos muy amigos, de hecho, muy cercanos... raro, yo no era buena haciendo amigos, pero con él no fue muy complicado enlazar amistad. Ambos teníamos diferentes problemas en nuestras vidas cotidianas, trabajo, vida social y algo muy peculiar... parejas. Sí, tanto él como yo estábamos en una relación respectivamente. No podría contestar en qué momento exacto fue que aquella simple amistad pasó a convertirse en algo que no había sentido nunca. ¿Conocen esa sensación de desesperación cuando no tienen a alguien cerca? Es como si el aire en los pulmones no transitara del todo como deben. Sentía esa opresión en el pecho cuando no sabía de él... al comienzo creí que era por simple rutina... hablar todos los días y dejar de hacerlo de un día para otro. Pero cuando más pasaban los días, me di cuenta que no era rutina... Rutina es cuando dejas de beber tu café en las mañanas cambiándolo por chocolatada, o dejas de comer pan para comer cereal... esto era algo más. Algo que jamás experimenté, aun más extraño porque yo estaba con alguien que aunque no me daba todo, tampoco me hacía faltar nada, era como una ilusión... una muy mierda por cierto.
Su ausencia fue una semana y a mi me parecieron dos vidas completas ¿qué era ese pensamiento? Me reprochaba a mi misma. ¿Por qué estás de tan mal humor? ¿Que te pasa? Eran otras preguntas, quería decir qué me pasaba, pero ni yo misma sabía. Cuando recibí un texto suyo saludándome fue como si la vida me hubiera vuelto al cuerpo, tenía una sonrisa de oreja a oreja casi como una pelotuda y esa alegría me inundó todo ese día. Me sorprendí. ¿Por qué tanta emoción? Con ese último pensamiento me fui a la cama. Me despertaba todas las mañanas pensando en él y me acostaba pensando en él también ¿Que mierda pasaba? Pero como la vida es una hija de puta, te saca la venda de los ojos de la peor manera y a mi me lo hizo... con celos.
He de admitir que él siempre me tiraba cientos de indirectas, pícaras, románticas, atrevidas, adorables y yo las esquivaba todas ¿por qué? no hay por qué. (Inserte aquí el meme de la china) al comienzo lo tomaba como una broma, una joda, deben saber que él es muy jodón entonces atribuía todas esas jugarretas a una broma de él. Pero como leí en algún lado... en toda broma hay un poco de verdad ¿no? En alguna parte de este escrito me faltó poner que él volvió a estar soltero y creí que así se mantendría por mucho tiempo, entonces así yo podría consolarlo y... ¿y? ¿qué pensaba hacer? Nada. Esa es la respuesta. Cuando vi una oportunidad no me lancé... y claro, otra si lo hizo. Ahí comenzó mi calvario.
Aún seguían las mañanas que me levantaba pensando en él mientras despertaba con otro, aún seguían las noches donde le deseaba dulces sueños en mi interior mientras otra dormía con él. Y claro, como yo soy todo lo contrario, en vez de hacerle una escena de celos no tuve mejor idea que dejarle ser feliz e intentar serlo yo también con otro. La amistad siguió intacta, hablábamos normalmente pero no era lo mismo, a pesar de todo, se sentía una leve tensión... o al menos yo lo sentía, pero como soy una persona a veces inmadura decidí no tocar jamás el tema. Opté por hundir en el fondo de mí aquellos sentimientos que ya me habían ahogado y que aún no sabía bien de que se trataba.
Hasta que la vi con otra. Sí, vi como estaba con alguien más y hasta hoy no puedo explicar que me recorrió esa vez en el cuerpo... una mezcla de odio, ganas de matarle, más odio pero por sobre todo un profundo dolor. ¿Dolor? ¿Por qué? Esa pregunta no podía responderme y me frustraba más, me miraba al espejo y pensaba ¿por qué me dolía verlo con otra? hasta que una voz (quien sabe de donde) dijo “Porque estás enamorada de él” y fue como si se me hubiera iluminado el cielo ¿ven que cuando alguien muere supuestamente un coro de ángeles suena a la entrada celestial? Pues algo así fue mi descubrimiento. Pareciera que todo ese tiempo estaba ciega y ahí se me cayó la venda de los ojos; como tirarte de una avión, con la diferencia de que yo me tiré sin paracaídas, a esas alturas ya estaba perdidamente enamorada de él.
Lo simpático del caso es que él de mí igual, me lo decía, me lo dijo miles de veces (y no es una exageración) la ciega era yo, la que se hacía de la pelotuda era yo, o sea, la culpable de mi caída sin paracaídas fui yo. Para continuar con la respuesta del “¿por qué me enamoré de él?” debo continuar.
Lo siguiente es algo que él como yo sabemos que ocurrió, él se enojó por algo y desapareció de un día para otro. Sí, el muy imbécil se esfumo de la faz de la tierra, literal. ¿Ven cuando buscan a alguien debajo de las piedras y no lo encuentran? así me pasó con él. Entonces hice lo mismo ¿qué pensaba? ¿Que me quedaría aquí como una tarada a esperarlo? Sí, lo hice. Sólo que era difícil, la primera semana fue cargada de esperanzas, la segunda fue brutal... porque es cuando acepté que lo perdí para siempre ¿saben lo que es sentir que perdieron al amor de su vida por algo que ni idea pasó? Él ni avisó que se largaba, menudo idiota. Pero como dije más arriba... el destino es muy simpático... y ahora que pienso mejor, creo que el destino nos quiso juntos porque el muy infeliz nos volvió a juntar luego de un mes. No, ni él ni yo sabíamos quienes eramos hasta que... bueno, luego de conversar nos pillamos mutuamente. Vale. ¿Conocen el meme de estoy enojado pero feliz de Ralph? Era yo. Quería hacer dos cosas: comerle la boca y romperle la cara de un cachetazo, cabe destacar que no hice ninguna de las dos.
Hasta hoy me río de eso, es algo chistoso para mí en lo personal. Lo simpático es que volvió y lo hizo con novia nueva ¿se dan cuenta que él donde ponía el ojo ponía la bala? No, tan fuerte disparó que hasta la mujer se embarazó de el. Cabe destacar que antes de eso, por fin (si, por fin) compartimos algo más que palabras... igual se fue a buscar otro hoyo, pero quizás sí fue por mi culpa, si, siempre triunfando en la vida. (Es sarcasmo). Imagínense, de novio, con un hijo en camino y yo ahí... ahí, me puse las pilas y dos veces no iba a ser tan pelotuda en dejarlo escapar. Usé todas mis armas para que él cayera, no fue complicado ya que él también ya había caído hace rato y solamente yo no lo quería aceptar. (Como dije, estoy cansada de mis exitos) como sea, el punto es que no comenzamos a salir al instante. Todo el mundo juraba que él y yo teníamos algo y lo negué a muerte “Pff ¿él y yo? No, sólo es mi amigo” decía eso mientras él me tenía contra la pared haciéndome gritar su nombre.
Ahora ¿cómo no enamorarme de él? No fue la tipica historia de amor que figuran en los cuentos de hadas, él me dio algo más emocionante que eso, era impreciso............. continuará
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100 cosas de ciro/benjamín
1- Tiene los ojos y dientes más lindos del mundo (estoy obsesionada)
2- Ama con su vida a su gata Noah y a su perro Aaron, son sus dos hijos
3- Hace poco Aaron le gruñó mientras comía (cosa que nunca había hecho antes) y él se super indigno, es un tarado
4- Es fan de mirar series, siempre tiene alguna para ver y si no la tiene encuentra una
5- En época de colegio duerme más de lo que respira
6- Su serie favorita es skins
7- Es de uruguay pero es más argentino que uru, es un vendepatria
8- Cuando recién habíamos empezado a hablar era lo más ortiva posible, dice que no le cabía que yo fuera tan simpática
9- Es mi hilo azul
10- Habla como retrasado y escribe mal apropósito y por su culpa se me pegaron escribirlas mal también y parezco una pelotuda
11- Su comida favorita es la pizza
12- No le escriban porque es sordo
13- A veces se enoja por cosas que pareciera que tiene 5 años, es muy bebé
14- Usa a sus amigas y las invita cuando esta solo en su casa porque no le gusta
15- Quiere conocer Alaska
16- No cree en las promesas, pero a mí me hizo dos (me siento especial por eso)
17- Le gustan los glitters/brillitos, a veces le digo que ojalá se le caigan todos y me dice que soy re mala jsjs
18- Con las cosas que tiene que hacer o a los lugares que tiene que ir me emociono más yo que él, soy su madre
19- Nunca nos preguntamos “que haces?” porque siempre saltamos hablando de algún tema
20- Siempre intento cuidarlo de todo, aunque él no me da ni bola y hace lo que quiere
21- No me gusta que se enganche porque siempre termina mal él por algún motivo
22- Sabe todo de mi
23- Una vez dijimos de ver una serie juntos, eligió ahs, vimos el primer capítulo y se aburrió, la terminé viendo sola
24- A veces cuando se quiere ir a dormir le digo que todavía no y así me espera como una hora, lo amo
25- Una de mis hermanas siempre me pregunta por él porque piensa que estamos juntos
26- Sus audios en pedo fueron lo mejor que hizo por mi (después de prestarme su cuenta de netflix, obvio)
27- Una vez nos peleamos (la única pelea que tuvimos) y se enojó y tuve muchísimo miedo de perderlo, soy una exagerada cuando se trata de él
28- Somos muy parecidos a la hora de actuar
29- Odia a los heteros
30- Ama a tigrillo
31- Soy una goma de mierda con él, pero es que quiero que sepa cuanto lo amo por más que ésto no sea nada al lado de lo que siento, no me alcanzarían nunca las palabras para poder explicárselo
32- Una vez quiso ser vegano pero le duró una semana aprox
33- Es una persona que si tiene algo que decirte va y te lo dice, y si no te lo dice te lo hace saber, no es de andar diciendo cosas que no son
34- Tiene una visión sobre todo y cada cosa, desde lo mas complejo hasta lo mínimo, y me encanta cuando me habla sobre algo y me dice que es lo que piensa sobre eso, amo su forma de pensar y expresarse
35- Se merece todo lo lindo de éste mundo, me gustaría poder abrazarlo y protegerlo de todo lo malo que pueda llegar a pasarle alguna vez
36- Me enseñó que todo pasa, y eso es lo que aplico siempre y vivo repitiendo desde que sé que es así (gracias a él)
37- Nunca voy a terminar de agradecerle todo lo que hizo por mi aunque diga que no hay nada que agradecer, siento que le debo donde estoy ahora y lo bien que estoy
38- Es la persona que más me hace reír
39- Me gusta llamarlo por wpp para que se ponga nervioso y además interrumpirle cualquier otra cosa que esté haciendo
40- Es lo mejor que tengo
41- Una vez vino a baires y estuvo a 10 minutos de la localidad en donde vivo y nunca me avisó ,,
42- Le dediqué un millón de canciones, tranquilamente podría hacerse un cd
43- Sé hasta su documento
44- En mi cumpleaños me dijo que era más que el amor de su vida, fue lo más lindo que me dijo creo, lástima que no me lo volvió a decir u_u
45- No le interesa en absoluto el futbol, dice que son gente corriendo una pelota, siempre le dije que diga que es de independiente y siempre me dijo que no
46- Es todo en una persona, literalmente todo; centrado, inmaduro, gracioso, ortiva, exagerado, comprensivo, y un millón de adjetivos que podrían calificarlo más. Es una mezcla hermosa. Es como la frase que dice “vos tenés tanto de todo y tantos tan poco”
47- Es lo más valioso que tengo y que podría llegar a tener, quiero encerrarlo en una caja
48- Tiene la memoria de un pescado, nunca se acuerda de nada
49- Siempre que me voy a bañar me dice que no me ahogue
50- Me shippea con una amiga del colegio
51- Lo tengo escrito en toda la carpeta del colegio, soy una gorda fan
52- Es una persona en la cual podes confiar ciega y plenamente que sabes que nunca te va a fallar
53- Amo hablar con él, se re nota su ausencia cuando no hablamos, me faltan las piernas mas o menos
54- No le gusta cuando uso palabras uruguayas, dice que soy argentina no uruguaya que entonces no las use
55- Ni él sabe que significan algunas palabras, es malisimo
56- Cuando estaba la novela de los ricos no piden permiso lo callaba para que me dejara ver y me decía que era su abuela mirando novelas
57- Siempre le hago los 11:11 o 00:00, amo hacerselos
58- El último 11:11 del 2016 me lo hizo él
59- En año nuevo hice que mis hermanas le mandaran audios
60- Tiene los números de casi toda mi familia
61- Es de géminis y piensa que no sé que día cumple pero sé que cumple el 21 de junio
62- Necesito abrazarlo una vida entera
63- Es una bendición en la vida de las personas
64- Odiamos a su tía
65- Pocas veces me demostró celos
66- Le gusta Troye y yo le decía troya y se enojaba, es tontito pobre
67- Lo persigue el número 27
68- No hay un día en el que no le diga que lo amo
69- Nunca se dio cuenta de todo lo que es y no tiene ni una mínima idea de lo lindo que es siendo simplemente él, no tiene ni la más pálida idea de todo lo que transmite
70- Mil veces le hice jodas diciendo que me gustaba, si algún día me llega a gustar posta no me va a creer
71- Lo voy a amar siempre de forma incondicional
72- Me caen mal todos sus exs
73- Nunca me había dicho que era su mejor amiga hasta que me mostró un estado suyo, me quedé así :D después de verlo
74- Esta durmiendo y lo estoy extrañando mucho en éste momento
75- A veces parezco enamorada de él por lo goma que soy
76- Me hace muy bien tenerlo en mi vida y saber que si lo necesito va a estar no importa el día ni el horario, él siempre va a intentar ayudarme, siempre voy a tener alguien en quien apoyarme si lo necesito, ese alguien es Benja. Sé que siempre intenta cuidarme de todo, sé que me ama, sé que va a cumplir sus promesas. Es lindo tener a una persona que haga tantas cosas por vos constantemente, pero más lindo es tenerlo a él para todo eso
77- No sería nada si no lo tuviera a él, y no es exageración, o quizás si un poco. Pero realmente sería muy distinta yo si no estuviera él en mi vida para seguir mejorandola
78- Podría estar todos los días diciéndole mil cosas distintas porque juro que no me canso de ser así con él
79- Le demuestro todo mi amor porque lo tiene muy ganado y porque lo considero lo más importante de mi vida
80- Tengo miedo de perderlo alguna vez
81- Ésto iba a ser hasta las 50 pero se me hizo muy fácil llegar hasta cincuenta, tuve que ir por una cifra más alta
82- SEÑALES#
83- Muy pocas veces tiene ganas de cocinar pero cuando lo hace las cosas le salen re lindas
84- 3312
85- Le pasó mi número a un amigo due suyo, eric te queremos
86- Conocí palabras nuevas por él chau es mi prof
87- Se enamoró de su psicólogo ,,,
88- My wonderwall
89- Amo tanto su nombre due que siempre le digo benjamín y cuando me enojó no sé como decirle
90- Me hizo mejor persona
91- No me siento lo suficientemente buena para poder aconsejarlo y demás, siempre le doy mi opinión e intento ayudarlo con todo, pero siento que no es ni el cuarto de todo lo que él me ayuda a mi
92- Contó las horas que faltaban para mi cumpleaños, loamo
93- Seguramente a esta altura ya este llorando porque a veces se pone sensible de nada, espero que si es así como dije recién dejes de llorar, te amo
94- Es mi (b)uen amor
95- Es la persona más inestable del mundo pero al mismo tiempo es la única que logra estabilizarme a mi
96- Estoy más que orgullosa de vos y de todos y cada uno de tus logros, que por más que no sea nada fácil seguís y seguís bancandote todo lo que viene, sabes que ya no falta tanto como antes y espero que eso te motive algo aunque sabemos que todavía falta un toque. Me pone más que feliz ver donde estas ahora y a donde vas a llegar, cada vez falta menos y cada vez estoy más orgullosa de vos. Voy a estar siempre con vos, en cada cambio, en cada tropiezo, en cada desilusión, en cada ilusión, en cada buena y mala noticia, siempre y para todo voy a estar con vos, no voy a permitir que te caigas por nada en el mundo, aunque sé que no vas a bajar los brazos después de todo porque no sos así, porque lo que querés lo conseguís, cueste lo que cueste, tenés esa fortaleza para bancarte todo, pero en el caso contrario de que alguna vez quieras o pienses en dejar todo quiero que sepas que no te lo pienso permitir, que voy a darte todos los motivos y razones por la cual tenés que seguir, no voy a dejar que te caigas nunca, y si algún día por alguna razón lo haces quiero que sepas te voy a levantar a patadas. De todas formas sé que eso esta de más porque estoy más que segura que no pensas dejar nada por nada en el mundo, pero quería aclarártelo para que solamente lo sepas.
97- Quiero tenerte eternamente en mi vida y que nunca por nada te vayas, no quiero perderte nunca por ninguna razón, sé que nada sería lo mismo sin vos, sé que todo está bien si vos estas conmigo, nada está mal si vos estas en mi vida, no todo esta arruinado si estas vos para hacerme entender algunas cosas, para hacerme ver otras, para repetirme que todo pasa y para alivianar todo. Me llenas tanto de amor, no puedo pedir más
98- Sé que todo esto no termine de demostrarte todo el amor que te tengo, todo lo que sos para mi, sé que puede parecer muy cebado, pero es que realmente te amo muchísimo y te tengo que agradecer mil cosas y tengo que pedir por perdón por otras, tengo que decirte todo lo que sos realmente y todo lo que vales, quizás así podrías algún día tener una visión distinta de vos, aunque ya te dije una vez que yo te iba a amar por los dos siempre (cualquier versión que odies) sé que entendiste a que me referí. Gracias por este año con vos, gracias por abrirte a mi, gracias por confiar, gracias por ser como sos conmigo, gracias por mostrarme lo que pasa en tu cabeza, gracias por mostrarme ese universo que sos, gracias por quererme así, y gracias mas que nada por hoy seguir conmigo. Fue lo más lindo encontrarte y mucho más lindo fue coincidir tanto con vos, con cada cosa, cada situación, etc. Espero que esta amistad siga muchísimos años más, ojalá que supere nuestras propias expectativas, espero que nunca te canses de mi gomosidad, ni de mi forma de ser, mucho menos del amor que te tengo.
99- https://www.youtube.com/watch?v=q9R3UVO2-l0
100- Siempre juntos, mi buen amor, 0602 ❤
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Inseguridad
11 de enero de 2017. Hoy es una de esas madrugadas en que la cabeza explota de tanto pensar, en que no encuentro otra manera de poder descargarme que no sea escribiendo acá.. hoy me vuelve a doler, hoy vuelve la angustia y el malestar. Porque cuando te fallan, ahí no hay vuelta atrás. Vamos a ser directos, cuando una amistad de muchos años se caga en tus sentimientos te duele, y eso no se cicatriza así de fácil. Pero no solo por lo que provocó esa “amistad” sino por todo lo siguiente que te hizo sentir, porque de nuevo volvió la maldita inseguridad. Y así fue, tan simple como cuando conoces a un chico, te agrada, y después de encerrarte meses o hasta años en vos misma decidís arriesgarte, probar.. porque si, porque lo sentis, porque crees que esta vez va a ser diferente. Salis, hablas todos los días todo el día y no podes creer como en tan poco tiempo algo se despierta adentro tuyo, y si, la mayoría lo llama amor. Puede ser. Pero sea lo que empezas a sentir, te gusta, te llena, te sentís única y la confianza vuelve porque esa persona te mira, te busca, te abraza enfrente de sus amigos, invierte su tiempo en vos… no digo “gasta su tiempo en vos” porque gastar suena feo, suena como si no valiera la pena y mierda… yo sé que eso valía la pena. Y los pocos meses pasan, y ya no es tan como antes pero le seguis metiendo porque te gusta, te hace reír y hace tiempo que no te sentis bien. Pero bueno, como siempre, algo malo tiene que pasar y sino, no estaría escribiendo aca… una amistad de largos años, más bien de la infancia, se fija en él sabiendo lo que sentía y que lo veía. Sin importarle absolutamente un carajo. Ambos se miran, ambos son complices. Y ahí fue, como así si fuéramos desconocidos no volvimos a hablar, no supimos más el uno del otro (y se ve que poco le importaba no?) y ahí la tenes, a mi amiga ocupando lo que era mi anterior papel, vaya a saber si se habrán visto solos ya.. no lo sé. Pero esa no es la cuestión, no solo es la traicion, es la puerta que volvió a abrirse. Cuando por fin sentía que podía mirarme al espejo, que me “gustaba”, volvió la inseguridad, el odio, la bronca hacia mi cuerpo. No solo es por el hecho de haberme “robado” a ese chico, es porque siempre fui su sombra, la que tenía que ver como cada chico que me gustaba ella iba a hablarle, estaba con él y no le importaba si a mi me dolía, total la pelotuda perdona. Y de ahí viene mi dolor, que vuelvo a ser la que no eligen, la que algo habrá hecho mal, la buena, la que pueden cagar y no dice nada. Ya no quiero mirarme al espejo, solo quiero volver a dejar de comer, hacer mucho ejercicio, y fijarme en mi meta de cuando era chica. Pareciera que la gente solo puede tenerme lástima y quiero darles un motivo para que de verdad la sienta. No pueden jugar con mis sentimientos, no sabiendo todo lo que pase, lo acomplejada que soy con mi cuerpo, lo que me duelen los kilos, de verdad sufro. Y ahora volvió todo ese dolor de años anteriores, volvió la pesadilla que tanto temía. Se despertaron los fantasmas pasados.
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